pitilladebordar - Tumblr blog

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Escena de amor moderno.

Ser.

No tener plan mágico.

Tener planes prácticos nomás.

El frío limpia, el sol rellena, así es el ciclo

Heartbeats suena, es sad. 

¿Qué te diría si nos encontráramos?

¿Tomemos un tecito? me dirías que sí, pero sin endulzante porque todo lo químico da cáncer. 

Sí, pero todo da cáncer ya. 

Todo sí, pero nuestra química no

Buena talla

No es talla

Nos sonreímos

Hierve el agua

¿Me pasas las tazas? Ruido de cerámica

¡No, ese no! Quiero el negro normal.

Se abren las bolsitas

Cae el agua

woooosh 

Toma

Dejar de 3 a 5 minutos. 

¿Cuántas gotas?

15

uff el cáncer

Soplamos las tazas

Nos miramos. 

¿No sacas la bolsita?

Me gusta muy cargado. 

¿Te sientes a veces como una bolsita de té? Exprimida, con un resabio de algo dulce, y con un calor que desaparece rápidamente. 

Todas las veces que nos dejamos

Pensé que dirías algo con el colegio, porque es lo que más hablas, no de nosotros. 

Bueno, entonces diría que cuando dejo alumnos para siempre me siento así. 

Que bueno que seas como una tetera. 

Ruido de tazas

Ruido de tomar té. 

¿Y cómo te metaforizar tu?

No sé, ¿cómo me ves tú?

Como un solcito

Pero eso es para ti, ¿qué soy yo solo?

¿Como un reloj?

Risas

Ruido de té.

¿Porque me preocupo del tiempo?

Y porque ayudas a todos a estar en el momento, marcas el paso y porque te gusta estar en las muñecas de la gente. 

Más té.

Tal vez no nos dejemos

  

¿Galletas?

Otra bolsita, más agua, 10 gotas caen. 

Tengo pancito también si quieres. 

Quiero volver al punto anterior

¿Galletas?

No, lo de no dejarnos. No puedes decir eso y cambiar el tema. 

Soy ansiosa, me dan ataques de ansiedad hablar de esas cosas. Lo sabí, no pienso, no respirno, no 

¿Dónde están tus pies?

¿Ah?

¡Tus pies! dónde están, míralos. 

Debajo de la mesa. 

Qué más

Tocando tus zapatos de señor.

Mala (risas), pero concéntrate en eso.

¿Eso?

Digamos eso nomás, Tus pies y los míos están juntos, ¿ya?

Ya.

Respiración y silencio. Ruido de calle y ya no suena heartbeats. Suena un compilado de rock en inglés. 

¿Pero?

Pero eso, nada. Estamos juntos. No ahora tal vez, pero lo vamos a estar, piensa eso nomás. Un día, nuestros pies van a estar juntos bajo la mesa de la cocina en donde tomamos té.

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Dagas

Dices que suelte el cuchillo, pero mis amigas dicen que lo escondí.

¿Creíste que tenía menos llanto en mí? Cuando lluvia, saldrá más aún.

Soy una olla que no para de hervir.

Cuando el agua y el llanto se evaporen, solo quedo yo,una tetera de té negro, quemándome a llama viva.

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En el mundo paralelo, estás tú.

No te conozco aquí, pero allá nos reconocemos.

Aquí no recuerdo tu cara, allá no importa.  

Paseamos por subterráneos y livings de amigos,

Subimos los pies sobre mesas de centro ajenas

Y yo te digo que no recuerdo el nombre de una canción

Tu me dices que recuerdas el grupo, “el del gallo que también está en el otro”

Me desperté buscando la canción, pero todo desapareció.

Allá tengo una playlist, pensé que también estaba acá.

¿Dónde van las canciones, los grupos, el amor de las realidades paralelas?

                       ¿Dónde están, en qué parte de mi cabeza?

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En un mundo paralelo, no me corté el pelo

No me lo teñí

Mi sonrisa sigue igual, mis manos también.

Sigo con gatos, sigo tomando té

Pero,

Tú también sigues ahí. Sigues aquí.

En ninguna realidad estamos juntos, pero en la otra realidad, lo conversamos.

Cerramos el pasado, tu sigues por tu lado, yo sigo por el mío.

En caminos paralelos

Paseamos la tarde

Por caminos paralelos

En mundos paralelos.

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Dreams of Chile

It's easy to dream in Chile, because we fall sleep everywhere. This is a compilation of chilean scenes i have dreamed about.

(I dreamed of walking to the bus stop at midnight waiting for dawn

I dreamed of riding on a train through the Alameda, drinking tea)

I dreamed that in Estación Central I took a plane and flew to France

I dreamed they threw me on the ocean and I swam for hours

I woke up and I couldn't breath

I woke up and tried to go back and wander the streets.

But I bumped into a swingset in the middle of the square

And I rocked myself back to dream

I dreamed I drank soda on a micro

I dreamed i saw black little skirts and the shawarmas on Patronato

I dreamed i bought a chapita in the Santa Lucía fair

I dreamed of walking back to my house, waiting for dawn.

But

My city was gone.

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Madera

Se sienta en la cama envuelta en la completa oscuridad que trae la mañana de un día lluvioso. Palpa el pie de la cama y toma una a una sus prendas de ropa, y comienza a caminar a la ducha sin abrir completamente los ojos. Abre la puerta del baño, prende la luz; enciende el agua al mismo tiempo que deja la ropa en el piso. Se saca el traje de pijama como si fuera una ceremonia, desabotonándose primero la camisa de arriba abajo, para terminar sacándose los pantalones junto con la ropa interior; dejando todo arrinconado en la esquina del baño. Entra a la ducha con el pelo amarrado y se enjabona el cuerpo, parte por parte con el jabón de rosas que le dio su hermana y especula sobre su proceso de fabricación, por mera curiosidad puesto que se niega a investigar de verdad. Sale de la ducha y se comienza a vestir para no resfriarse, mientras en silencio escucha como el agua se va por la cañería, una clara falla que tienen sus cañerías, pero que se niega a arreglar.

 Camina descalza por el pequeño pasillo que separa el baño con su pieza y se sienta en el espacio desecho de la cama. Se suelta el pelo que llega ahora hasta la mitad de la espalda, y se lo peina con los dedos, lo divide en tres mechones y comienza a entrelazarlos, haciendo una de esas trenzas sueltas que le enseñó su madre cuando era pequeña. Piensa en ella mientras recorre toda su cabeza, y al llegar al final del pelo, se lo amarra con un colet negro y delgado.  

Se levanta de la cama y se queda congelada frente a una imagen. La observa y con la mano izquierda se toca el lugar donde debiese estar su corazón. 

·        Mamá 

·        ¿Qué pasa hija? 

·        ¿Por qué sigues aquí? ¿No te deberías haber ido? 

·        En algún lugar escuché que me puedo quedar por cien días al menos. Eso es, o no te tomaste los remedios todavía 

·        Me gustaría pensar que son las dos cosas. 

Pasea por la habitación. Tararea una canción que escuchó por ahí mientras hace y deshace su trenza, sus pies dejan marcas en el piso de madera. Se detiene, escucha la lluvia y comienza a llorar. El dolor que tiene, siente que no lo podrá nunca terminar de matar, no al menos mientras siga lloviendo así, y su madre siga cerca de ella, sin realmente estar. 

La única manera que tiene de tranquilizarse es rememorando como era todo antes de que todo pasara. ¿Se trenzaba el pelo antes? ¿Le gustaba siempre ver las teleseries al almuerzo? Creo que no, piensa, son todas esas estúpidas supersticiones de su madre  

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¿Alguien sueña?

-“¡QUIEN ABRIÓ LA BOCA!”- Grita Rafael.

Los perros vienen hacia nosotros y de lo único que se preocupa este estúpido es de quién fue el que contó el rumor. Mejor salir rápido ¡LA PISTOLA! Que nunca te agarren sin tu pistola, si alguien te trata de tocar, aprietas gatillo solamente.  

-“¡A quién le importa si alguien habló! Este teatro es un laberinto, la única opción que tenemos de salir antes que ellos es irnos juntos, ¡ahora!”

¿Juntos? Si claro eso va a funcionar. Las mejores opciones que tenemos son de ir solos e intentar salir discretamente por el salón del circo. ¿Y si me atrapan? No importa no te harán nada, sólo acuérdate de lo que dijo tu amiga antes que todo se fuera a la cresta “Si te van a violar, trata de disfrutarlo, porque así les quitas su única satisfacción.”

Pero como mierda se supone que haga eso.

Balazos

Respiración

Una puerta se cae

Mierda, mierda, mierda.

Los perros están acá, no hay nada más que hacer que correr. Sola.

Da la vuelta en la esquina, agáchate para que no te vean, ¿saqué la pistola?, camina, camina, camina, arrástrate, salta, corre, corre, corre, corre.  

Mierda.

“Suelta el arma, perra”

Haz caso, tal vez no te hagan nada si obedeces.

Obedecer, oh, hace tiempo que no escuchaba esa palabra ¿Qué diría tu papá? Probablemente que obedecieras. Que palabra más horrible.

Y se me abren los ojos. La tele se fue a comerciales.

Nunca más, juro nunca más quedarme hasta tarde viendo documentales sobre la revolución.

-Cambia el canal-

Ahh Friends, así está mejor.

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Corazón

El corazón libera el amor como colores. 

Por eso           

               Se siente                           

                               Estática en las venas

Cuando el corazón se rompe, los colores se liquidifican 

Por eso             

             Uno llora                         

                              Lágrimas amargas y antiguas.

Si uno no saca el agua estancada, se crean fondos profundos en el estómago, donde irán nuestros monstruos a guarecer y beber.

Si uno saca el agua, y seca el interior a la luz del sol, el corazón se convierte en uno, irradiando por las grietas,  para que los monstruos vayan a secarse, y a descansar de los prejuicios que los acongojan.

Los miedos beben agua.

Los miedos se secan y desaparecen al sol. 

La política, los amigos, los amores y el oficio querido, son los cinceles que rompen y moldean nuestras cáscaras internas.

Un té, una hora al teléfono, un bolero y un tatuaje las sellan de nuevo, como si fueran silicona. 

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2019

2019

Todavía tengo llaves que no me sirven.

A pesar de que lo hicieron antes.

Todas las puertas que he cerrado,

De todas las puertas que me cerré a mí misma.

Las llaves están guardadas en un velador de una casa en la que nunca viví

Porque no puedo vivir en una casa a la que me da pánico entrar.

La casa de las cosas que odié

La casa de las cosas que no quería recordar.

Hasta que las recordé, y las llaves tuvieron un uso.

Siempre las tuve en el bolsillo, pero preferí esconderlas en el velador.

La culpa nunca fue mía.  Pero ahora tengo las razones en la mano, para ver y reconocer.

¿Por qué no quiero abrir las puertas? Los fantasmas encerrados que no quería dejar salir se escaparon por las ventanas.

Piezas cerradas, donde el canto de los pájaros no entra, ni el olor a cigarro de las viejas.

Pero que en ellas están las razones guardadas bajo llave.

Las razones por las que las llaves siguen ahí.

Siempre las tuve en el bolsillo. Aunque no lo quise saber.

Es tiempo de saber.

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Corto II

“¿Por qué fumas?” me preguntan.

Es obvio, ¿no?

“Para fumigar los demonios.

         Y dejar mi interior con sabor a uva.”

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Mar II

Piel de arena

Ojos de mar en tormenta.

Cuando naces con ella, de ella; ahí en la orilla, es imposible no demostrarlo. La sangre fluye distinto dentro tuyo, cambia con la luna y se siente un oleaje al fijar el oído. Cuando cantas, las armonías son vaivenes espumosos que rompen en contrapuntos altos, claros y orgullosos. Así es como la gente del gran azul se reconoce; cantando.

Nuestras corrientes se encuentran y los ritmos que se intercambian crean melodías que laten desde lo mas profundo de nuestros pueblos.

Por eso bailamos.

El baile es eterno y constante; igual que las olas del mar.

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Mientras

Durante el verano, el sol me colorea

Durante el verano el mar me llena

Durante el otoño me destiño con el crujir de las hojas

Durante el otoño el té me llena la sangre

Durante el invierno me desangro con la lluvia

Durante el invierno el frío seco me calienta los huesos

Durante la primavera los cerezos me devuelven la esencia

Durante la primavera las mariposas me llenan el corazón.

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Pequeño cuento H

Me gusta fumar en la tarde, cuando el tiempo se detiene dentro del humo. El sol atardece entre los edificios, boto la ceniza en el borde del balcón y aprovecho de regar las plantas. Detrás suena “La Jardinera”, bailo con mi perro y se ríe. Nos reímos y se repite la canción. Estamos encerrados en ella por siempre; no podemos ni queremos salir. Y sigue atardeciendo sobre la ciudad. Y el agua sigue cayendo sobre las plantas. El tiempo es eterno cuando lo imaginas desde la pieza de un hospital, atada a tantos cables. Me gustaba fumar en la tarde.

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Tarea del niño ojos rojos

No quiero escribir

Tenemos hambre.

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Globo

Es lo más parecido a volar, lo juro. Tenía cuatro años ycaminaba de la mano de mi mamá camino de vuelta del banco cuando de repente detrás de un arbusto apareció él. Un hombre empujando un carrito lleno de colgajos brillantes y un loro que se movía al son de una cajita musical industrial. Se saca un sombrero y me pregunta que quiero, “eso de arriba, eso rojo que vuela” le digo; y como si fuera un paquete de cocaína, me deposita con extremo cuidado el hilo blanco en la mano. “Es un globo, y si lo cuidas, te enseñará a volar por un día”.

No soy muy crédula normalmente, pero algo había en este extraño objeto que me hizo creer exactamente lo que dijo el hombre. Cambié la mano por la que tomaba la mano de mi mamá y fuimos a la plaza de la esquina. No se realmente cuanto tiempo pasó, pero sentí una vida pasar mientras “globo” me enseñaba a volar; salté de bancas, de piedras, de montañas y desde el mismísimo castillo que esta al medio de la arena, hasta que pasó lo peor. Cuando iba entrando al bosque encantado al lado de la banca donde leía mi mamá, un niño vino con una rama y asesinó horriblemente a mi nuevo amigo, “pack!” fue todo lo que alcanzó a decir antes de desaparecer en una explosión plástica de rojo [siempre pensé que significaba adiós en su idioma]. Cuando miré a tal delincuente con frialdad, el se limitó a reír y salir corriendo.

Es así es como entre juegos y ensoñaciones, desperté de mi primera ilusión al mundo real.

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Guitarra Roja

Es roja porque la pinte con acrílico. En verdad fue muy estúpido, no se porque lo hice, pero es así. Un día llegué y le raspé todo el barniz; le pinté con rojo una imagen profunda que saqué de internet (algo tenía que ver con los pueblos indígenas, o con un motivo punk ya no me acuerdo) y de ahí la barnice de nuevo.

El problema es que se la regalé a ese imbécil. Y eso que el con suerte sabe tocar una o dos canciones, pero se la di igual. Mi guitarra, la que me compré con mi plata; la que elegí con mi tiempo y la que arreglé a mis gustos. Pero no, un estúpido te dice que te ama y una, obvio, le regala hasta el alma; que era mi guitarra.

El otro día lo volví a ver. Mi guitarra iba dentro de un estuche distinto y lo llevaba otra mano, una mano que después se llevó él al corazón.

Gracias, imbécil. Muchas gracias. Me dejaste sin guitarra, sin ganas de cantar y pa’ más remate; me dejaste sin sonrisa. Moraleja: quitarle el barniz a tu guitarra nunca lleva a buen puerto.

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Volantín

  Son esas cosas que pasan en la ciudad. Primer acto, un niño feliz aprendiendo a encumbrar un volantín que compró en la cuneta, esos que tienen dibujados encima un mono chino de la tele. Segundo acto, el mismo niño experimenta esa felicidad inmensa al ver que su volantín vuela y se saluda con las nubes. Tercer acto, el niño llora y se ve obligado a soltar repentinamente el hilo que sostenía su pájaro de plástico; el maldito chocó con un  alambrado eléctrico y no volverá. El niño debe enfrentar la muerte de su amigo y que se quedará para siempre en el cementerio de volantines, hasta que llegue un camión a sacarlo porque una vecina alegó que la luz funciona mal.