scripts-and-nightmares

[scripts-and-nightmares]

Me duele la cabeza, quisiera abrirla y repartir cada pedazo de mi cerebro en algún lugar cálido. Conozco la forma del cerebro humano, siempre lo imaginé con forma de nuez, similar a la idea principal pero más agresiva.

Si los zombies fuesen reales y realmente solo comieran cerebros, podría decirse que son como cascanueces bizarros, aunque. Los cascanueces son ya bastante bizarros y para completar la idea, si cascanueces y zombies estuviesen en una fiesta, estarían escuchando alguna canción de Boy Harsher

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[Sin Título]

- Vale ¿Cómo se supone que deba empezar esto?

- Se supone que esto sería una expresión creativa, pero la realidad es que no pasa nada por mi cabeza

- Curioso, cuéntame más…

- Veras soy un joven de 22 años que no hace nada interesante con su vida

- ¿A qué te refieres con interesante? –menciona esta extraña persona de espaldas en la esquina de la habitación- pareces un chico interesante

- ¿Interesante? ¿Para ti que se supone que significa eso?

- Pues… tú.

- No puedo ser tal cosa, veo a las personas, crear cosas ingeniosas, tomar viajes en busca de aventuras. Pero solo estoy aquí -Un golpe de martillo corta la oración-

- Disculpa, no te entiendo…

Un leve brillo ilumina su ojo izquierdo enrojecido, su ojo derecho se encontraba cerrado todo el tiempo, su mirada fija únicamente en los ojos del joven, una mirada profunda como si estuviese jugando dentro de su cabeza deformando los pliegues de su cerebro.

- Lo que quiero decir es que necesito emoción -su lengua se siente pesada-

- Disculpa, sigo sin entenderte. ¿Puedo acercarme?

Solo balbuceos resonaban en la habitación, el joven no tenía idea de lo que estaba pasando ¿Por qué sonaba de esta manera? Sentía hormigueo en todo su cuerpo, una molesta migraña en la cabeza. Constantemente sus pensamientos resonando con poca fuerza.

- Disculpa, te pregunte ¿Puedo acercarme?

Sus manos empezaron a sudar un poco, no podía decir nada. Desesperado, en lo único que pensaba era por qué tenía tanto temor, solo quiero estar lejos; penso. Un deseo lleno su cabeza con un único pensamiento. Aléjate.

- ¿Puedo acercarme?

¿Cómo era posible? Su mirada nunca se desvió de esa esquina. Me estas observando, ¡Aléjate! ¡ALÉJATE! ¡ALÉJATE!

Se detuvo. Una aguja salida del lagrimal de su ojo derecho, la sangre escurría de la misma manchando su ropa blanca. Eres interesante, se repetía así mismo constantemente mientras una enfermera limpiaba su rostro.

Fin