Tumgik
#Casi Perfecto Spinoff
mgatito · 5 years
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DANGER Capítulo 3 -A partir del Comienzo-
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Pasando a saludarlos y dejando mi actualización  =)
Con la chica en su regazo y esa pregunta en el aire, Sayaka no pensó en la respuesta si no en todo lo que había sucedido.
–¿Ella? –
–Sí, Yokoyama–
–No lo sé–
Levantándose solo un poco para verla a los ojos, Miyuki la sorprende de nuevo dada su cercanía y la manera en que vuelve a mirarla.
–¿Después de la graduación, adonde fue? –
–P-pues, creo que sus padres la mandaron a estudiar a América… algo así–
–¿América? –
–Eso creo–
–Mmh, pues juraría que no hace mucho la vi en el cruce de Shibuya–
–¿En verdad? –
–Vaya, que rápida ¿Te importa? –
–Bueno, ella fue...–
–A la única que le permití llegar a ti ¿Cómo era en Tokyo con ella?–
Miyuki no le permitió decir más, con la simple mirada callaba cualquier palabra, se respiraban celos en el aire y no era para menos, en el pasado en verdad tuvieron sus dificultades.
–Pues era mi única amiga desde que tenía cinco años, mh me comprendía y jamás cuestionaba nada a pesar de mi comportamiento hostil… mi mejor amig.. de ese entonces–
–Hummm–
–¿Estas celosa? –
–¿Yo? Para nada–
–Cuanta seguridad–
Miyuki se acerca lo suficiente para respirar el aliento de la chica sin dejar de mirarla a los ojos y como era de esperarse le roba un beso que duro algunos segundos sin caer en la lujuria, era un beso poco común con cadencia deliciosa suficiente para trasmitirse un sentimiento en común. Separándose un poco, yendo hacia una de las orejas de Yamamoto dejando besos en el camino le susurra.
–No es seguridad,  Tú Yamamoto Sayaka, en esta y cualquier vida me perteneces– Miyuki Regresa a mirarla de nuevo a los ojos y como si de un conjuro o hechizo se tratasen esas palabras, Sayaka le devolvía la mirada pérdida en su encanto junto la profundidad de esos labios que sabía bien, no la dejarían ir a ninguna parte.
Miyuki se levanta un poco sin perder el contacto de ese beso bien dado solo para acomodar mejor su cuerpo arqueando la espalda. Inicia una danza erótica haciendo fricción lenta contra el cuerpo de Yamamoto. Regular mente Sayaka es quien toma el control de este tipo de situaciones, siempre la deja hacer y deshacer a su antojo, esta vez Miyuki tenía otro plan en mente. Ahogaba lo que quería refutar  haciendo más presión sobre sus labios y junto a sus movimientos perfectos la temperatura subía.
El timbre del apartamento suena pero aunque Sayaka quiere atender  le es inútil intentarlo, lo ignoran tanto que dejan de escucharlo mientras sus manos cobran vida y Sayaka está completamente sometida a la voluntad de Miyuki. Sus acciones comenzaban a tener efecto y Sayaka por primera vez deja salir un quejido inusual.
–¿Por qué no- WOOW–
Momoka se voltea sabiendo que llego en un muy mal momento y vio algo que no debió de ver, pero es una sinvergüenza así que solo finge impacto.
En un movimiento rápido ambas voltean a ver que ya no están solas y junto a ese movimiento Miyuki lastima el labio de Sayaka sin querer.
–¡AUh! – Inmediatamente se toma la boca con una expresión de dolor.
–¿Momoka? –
–Perdón, la puerta no tenía seguro y nadie respondía y decidí entrar, además es hora de irnos las otras chicas nos esperan–
–Oh, ire a cambiarme– Sayaka huye de esa situación bochornosa dejando a Miyuki sentada en el sillón al cual se acerca Momoka para sentirse sus anchas.
–Perdón, las interrumpí caray que pena~ –
–Siempre tan oportuna, eres como su ángel guardián–
Hablando irónicamente, Miyuki se acomoda en el sofá acomodando su ropa, a ella no le hacía falta cambiarse, su atuendo era sencillo pero elegante.
–Bueno, así que tú digas un ángel pues no soy más bien su amiga y me alegra que te tenga a ti–
–¿En verdad te alegra? –
–Si, a pesar de todo si–
–Mmm, eres todo un caso Kinoshita–
–Estoy lista, ¿nos vamos ya? –
–SI–
Las chicas salen de su apartamento dirigiéndose a la entrada principal donde las esperan Jurina y Rena.
***OSAKA [Años Atrás]***
Deteniéndose en la entrada de la puerta principal, suspira. No queriendo cometer los mismos errores, se promete a si misma guardar las apariencias y pasar desapercibida, solo un poco más. Romper las reglas no es lo suyo, pero de un tiempo para acá le es bastante fácil. Sabiendo sobre el bien y el mal, cree que puede encontrar un equilibrio. Aún es muy reciente lo que le acaba de pasar así que es mejor tomar las cosas con calma.
Traicionada por su ser relajado, lleva su maletín al hombro pero enseguida lo baja en un gesto de atraparse en el acto natural de su antigua ella. Mirando como las demás lo llevan al frente, ella simplemente lo empuña con fuerza a su costado  y se arma de valor para iniciar un nuevo comienzo.
En cuanto ella cruza la línea de la entrada,  en seguida una chica de cabello  hasta el hombro de color poco común, portando el mismo uniforme pero siendo vista como un bicho raro por quien pasaba a un lado de ella, se llevaba una mano a la barbilla mientras sonreía y alzaba su ceja  en una mueca de conspiración.  
Sayaka seguía su caminar, lento y sin prisa sin embargo, le incomodaban un poco las miradas que recibía, de su saco saca una pequeña papeleta que le dio su tío esta mañana y revisa el aula que debe visitar pero es una escuela demasiado amplia, hacia donde debe ir.  
–¿Perdida? –
–¿Eh? ¿yo? –
Una voz desconocida le habla repentinamente y ella voltea por inercia hacia el propietario de esa voz. Bien dicen que la primera impresión es lo que cuenta y en definitiva esta chica no es normal. Sayaka miraba hacia sus lados pero parecía que no le hablaba a nadie más. Con su dedo índice se señalaba hacia ella misma bajo la mirada picara sonriente de la chica extraña que le daba vueltas escudriñándola.
–Mmh que bien hueles–
–¿Eh? –
–Entonces, ¿estas perdida? –
–P..pues…–
–Eres tímida, que divertido. Quien quiera que te vea diría todo lo contrario–
–¡No soy tímida! Es solo que es mi primera vez…–
–Entonces si estas perdida–
–Un poco–
–¿Puedo ayudarte? –
–Bueno, debo ir a este salón–
–¡Ah! Con que Yamamoto. Es el área de orientación, no soy bien recibida ahí pero puedo acompañarte. Sígueme.–
–Oh, gracias–
La chica de cabellos extraños camina mostrándole el camino y ella le sigue en silencio mientras seguía mirando a su alrededor lo lujosa que era esta escuela. Incluso es más ostentosa que de la que proviene.
–¿No eres de por aquí cierto, Yamamoto? –
–¿Eh? –
–¿No sabes decir otra cosa que no sea “¿eh?” “¿oh?” –
–¿Ah? –
–Muy lista–
–Lo siento, yo–
–Lo sé, no te preocupes, al dar la vuelta en esa esquina no voy a asaltarte y amarrarte y desnudarte y quizá aprovecharme un poco por que en verdad te llevo a un lug- –
–¡Qué! – Sayaka se detiene de golpe, ¿Quién es esta chica que se toma demasiadas atribuciones y dice muchas cosas extrañas? – ¿Qué pasa contigo? –
–Ahh, perdón a veces suelo hablar de más–
–¿A veces? –
–Sí, pero solo en casos extremos como ahora, tu no coperas–
–Bueno, no te conozco–
–Y tampoco eres muy social–
–Bueno…–
–Camina, o se no hará tarde–
–Ah sí–
–Entonces, ¿de donde vienes? –
–De Tokyo–
–Wooo la gran ciudad–
–¿Y qué haces aquí? Es raro que trasfieran a alguien a estas alturas–
–Ahh, prefiero omitir eso por ahora ¿está bien?–
–mmh, bueno te disculpo solo si me respondes ¿Te gustaría tener una cita conmigo Yamamoto? –
De la nada lanza esa indiscreta pregunta que le pone helada la sangre a Sayaka, ¿Qué pasa con esta chica, está bien de la cabeza?
–¡QUE! –
–JAJAJAJA, mírate  completamente roja JAJAJAJA~ –
En una burla inmediata la chica se tomaba el estómago sin dejar de reír cayendo en cuenta Sayaka que esta chica se ha dado cuenta que es muy fácil alterarla y tomarle el pelo.
–¿Cómo puedes? –
–Naa ya, ¿te gusta la Música? –
–Sí, bastante–
–mmmh, excelente. Este es el aula que buscas y mientras yo me voy a mi clase– La chica extraña da algunos pasos hacia atrás para volver por donde venían –Te estaré vigilando Yamamoto pronto tendrás noticias de mi– Le dice ella guiñándole el ojo – ¡ah! Por cierto, Kinoshita Momoka, pero tú puedes llamarme Momoka, hasta luego–
Sayaka ve como desaparece la chica dejándola en la puerta de un aula que no tenía ventanas hacia el pasillo. Bastante parlante esta chica para su gusto y en verdad espera que sea otra de sus bromas aquello de estarla vigilando. Antes de tomar la puerta para deslizarla hacia un lado, ésta se abre pasando por un sobre salto tan to ella como quien está del otro lado.
–¡Ah! Tu debes ser la nueva alumna, este a ver…– La aparente maestra busca entre sus cosas la lista –¡Ah! Aquí está, Yamamoto Sayaka ¿Cierto?–
–S-si– Inmediatamente, la chica hace una reverencia–
–Como vi que no llegabas ya me iba al aula–
–Ah, bueno, me perdí un poco–
–Si supongo es una escuela muy grande y con un alumnado muy peculiar, sobre todo las chicas de prepa–
–Sí, algo–
–Vamos, te llevare al que será tu grupo y tu salón, sígueme–
–Si–
Sayaka sigue a la maestra como antes lo hizo con la chica de nombre Kinoshita, esta escuela lo que tiene de lujosa lo tiene de extraña.
–De acuerdo a los informes, vienes de Tokyo–
–Si–
–Y de la mejor academia, unida a la universidad de Tokyo – La maestra parece sorprenderse –No me explico que haces aquí, en fin. Esta es el aula ¿estas lista?–
–Creo que si–
–Bueno, esta es una institución para chicas como ya debiste darte cuenta, cada una es muy peculiar pero en su mayoría son muy buenas compañeras y alumnas. –
La maestra desliza la puerta, la primera impresión de Sayaka es un salón muy amplio con bancas muy cómodas, al menos así se ven a simple vista. Hay mucha luz y una mezcla de aromas muy agradable, no cabe duda que son  muy femeninas.
–De pie– Escucha una voz en el interior dar órdenes.
–Buenos días señoritas–
–Buenos días Maestra– Responde unísonamente –Sentados. – Dice después la misma voz de hace un momento.
Una vez todo acomodados en sus asientos, la maestra saca su lista y voltea hacia la puerta haciéndole una seña a Sayaka para que entre.
– Ella una nueva estudiante,  es de Osaka, pero viene de Tokio por favor trátenla con respeto, preséntate por favor–
–Mi nombre es Yamamoto Sayaka tengo 15 años espero y podamos llevarnos bien, mucho gusto a todas.– Ella hace una reverencia para mostrar su educación y respeto ante sus nuevas compañeras aunque en realidad está bastante incómoda de ver solo chicas en aquel amplio e iluminado salón.
Regresa a su poción erguida  y su  mirada recorre rápidamente esa amplia habitación que aun que llena, la encontraba vacía. No presto mucha atención a quienes eran esos nuevos individuos con los que tenía que interactuar.
–Bien, veamos te asignare un lugar– Dice la maestra mientras ella continuaba observando únicamente moviendo sus ojos lo más discreto posible. –Qué te parece ese asiento de allá, el del fondo aun lado de la ventana
–[Excelente lugar]– Piensa ella e su mente. –Está bien, gracias–
–Adelante por favor–
Sin pensarlo más se dirige hacia él, sintiendo las miradas interrogativas de todas las chicas presentes en el aula daba pasos seguros hasta llegar ahí. La clase dio comienzo y no tardó mucho en darse cuenta de qué a pesar de que la maestra es una excelente maestra, ella ya había visto ese tema incluso no tuvo que asistir a clases para aprobar la materia. No presto mucha atención a esa clase y a las que le siguieron, presiente que esta mitad de año faltante será pan comido, de nuevo.
Dedico su tiempo a mirar por la ventana y los maestros se dieron por vencidos  ante su distracción ya que al preguntarle cosas ella respondía correctamente. La misma clase se dio cuenta que no era una chica ordinaria y que su coeficiente intelectual estaba quizá muy por encima de muchas.
En la hora del almuerzo, esta nueva y sencilla estudiante salió del aula para ir a la cafetería. No sentía hambre pero no se le ocurrió otra manera de matar el tiempo para no estar en esa ala todo el tiempo. Al llegar exitosamente sin ayuda, distingue de entre todas a alguien peculiar.
–Ay no, ahí está la chica de la mañana–
Mirando hacia todas partes buscando una salida, ve una que da acceso a alguno de los patios, ella se escurre entre las alumnas para no ser vista por ese ente raro.
–¡OH! ¡Yamamoto! –
Kinoshita la ve y grita sus nombre pero las demás chicas que le rodeaban le hacen perderla de vista.
–¿La conoces? –
–Sí, es mi amiga–
–Pero según los rumores es nueva–
–aaah, pequeñeces, la conocí esta mañana– Kinoshita miraba entre las chicas pero ya no la veía a ella  –¿A dónde se fue? – decía mientras sacudía su cabello.
–Pues parece que ella no piensa lo mismo–
–Bueno, es bastante tímida pero descubrí que le gusta la música–
–¿Enserio? –
–Sí, y quizá sea el elemento que nos falta para por fin poder ensayar como es debido–
–Deberíamos de hacer una invitación–
–Déjenmelo a mí, esta misma semana ella estará con nosotros. –
–Si tú lo dices–
Viéndose fuera de su alcance corre un poco llegando a un lugar algo solitario. Tuvo que ocultarse y no solo por la chica de cabellos extravagantes de verdad se había vuelto popular en un santiamén. Muchas chicas intentaron tomarle foto discretamente, y otras eran muy evidentes.
Usual mente no había estudiantes nuevas a mitad del año, el rumor de su belleza y elegancia se corrió en un par de horas gracias a las redes sociales. A demás su aspecto no le ayudaba mucho, su cabello corto le daba un toque varonil y eso a un sin saber  sus demás talentos.
Había que sumar también el uniforme, era color negro con adornos rojos, camisa blanca y saco también con adornos rojos y el escudo metálico dorado del lado izquierdo. Era opcional usar moño o corbata, sin duda alguna le sentaba mejor ese pedazo de tela alargado negro con la terminación en flecha color rojo.
Ella se encontraba oculta detrás de unos arbustos sobre el pasto cerca de un invernadero. Fue el mejor lugar para huir de todo aquello a pesar de que se propuso pasar desapercibida esta mañana. Pronto se dio cuenta de que no estaba sola y había alguien más ahí, recostada escucha algunos murmuros y gira su cuerpo ayudándose de sus manos para levantar un poco su cuerpo y ver entre los arbustos.
En una banca fuera del invernadero alguien leía un libro, los rayos del sol hacían brillar su cabello castaño, largo y un poco ondulado. El uniforme le sentaba tan bien que no parecía una simple estudiante, aunque ella llevaba moño del mismo color de su corbata.
El timbre para volver a clases suena y es distraída por ello volteando hacia la dirección de dónde provenía el sonido, cuando regreso su vista a la banca ya no había nadie más ahí. Mira hacia diferentes direcciones y no hay rastro de la chica.
–¿Adonde fue? – Murmuro quedándose pensativa mirando hacia la banca –Oh no, se me hace tarde– Levantándose de golpe sale corriendo de entre los arbustos.
Al entrar a su nuevo salón algo agitada y aliviada de que no estuviera aun el profesor, escucha inmediatamente como murmuraban cosas por su llegada, pero no les dio importancia solo sonreía a quien la miraba mientras se aproximaba a su asiento.  Nuevamente se distrajo cuando su mirada cayó en la misma persona que estaba en el invernadero, caminar por el patio de la escuela tranquilamente con su libro en su regazo. La observaba desde la ventada del segundo piso tan fijamente que no escucho la indicación de la presidenta de la clase decir que se sentara provocando así su primera llamada de atención del día.
Las clases terminan, y está más agotada que nunca. Desde su lugar ve como una a una las chicas abandonan el aula y hablan de sus clubs
–Es verdad, debo elegir un club– piensa ella. –Esperare un poco más–
Toma su maletín y camina hacia la salida del salón es temprano para volver a casa así que solo camina sin rumbo fijo. Quizá deba ir al centro de la ciudad a comprar algunas cosas que le hacen falta, su mudanza fue tan apresurada que ni siquiera tiene su propia cama.
La primer semana fue la más dura y agotadora, pero logro adaptarse gracias a que poco a poco sus dotes naturales salieron a relucir durante las clases de música y hasta ahora una de sus favoritas descubrieron que tenía una voz bien entonada y con un color muy agradable a los oídos el profesor de música la felicito de inmediato y la invito a formar parte del coro de la escuela. En deportes  las chicas hacían gran alboroto cuando le tocaba correr o hacer saltos de altura.
Un día más terminaba, ella guardaba sus apuntes  y abrumada por el acoso de muchos clubs y de sus ahora admiradoras decide huir cuanto antes de ahí.
–Vaya que eres experta en escapes– Reconociendo al instante la voz, mira hacia todas partes e incluso gira pero no ve a nadie. –Acá arriba erudito–
–¿Eh? – Mira hacia la barda y cual lagartija, Kinoshita Momoka estaba acostada sobre ella, por un momento vino a su mente la escena de Alicia en el país de las maravillas y el gato Chesire  hablándole desde un árbol, aunque no hay mucha diferencia.
–Te he estado buscando– De un brinco cae al piso, una experta en ello.
–¿A..Así? –
–Sí. –
–¿Qué paso con eso de que ibas a vigilarme? –
–lo hice–
–Pues no lo sentí como tal–
–Dije “voy a vigilarte” nunca a acosarte–
–Bueno, honestamente siendo tú y lo poco que te conozco es casi lo mismo–
–Pues no, te seguí de cerca y casi robo tu ropa de deportes–
–¡Que! ¿y dices que eso no es acoso? –
–Bueno, no quería que hicieras las pruebas para el club de atletismo–
–Eres muy extraña ¿sabes? –
–Sí, me lo han dicho muy a menudo–
–¿Y que mas descubriste? – Sayaka cruza sus brazos dispuesta a escuchar a su si/no acosadora.
–Sé que corres 50 metros en 7.40 segundos, nadas 100 metros en 57 segundos , encestas 15 canastas en un cuarto de partido, eres pésima para cocinar, pero tu coeficiente intelectual está por encima incluso de nuestra queridísima presidenta, aciertas 10/10 en tiro con arco el club de kendo te persigue porque derrotaste a su líder–  
–Mmh–
–Tocas varios instrumentos, tienes  una maravillosa voz, – Sayaka se sorprende, en verdad la ha estado observando.  –… buenas piernas, busto grande– Sayaka hace una mueca de nervios y molestia escuchando como la chica sigue con sus bromas aun después de todo.  –y tu ropa interior casi siempre es negr- –
–¡Suficiente!¿A dónde quieres llegar? –  
–Ya, no te enojes. Quiero que me acompañes a un lugar especial~ – Sayaka la mira con mucha desconfianza. –Tranquila, te va a gustar–
–Quieres ¿Quieres dejar de ser tan sugestiva? –
–Está bien, está bien. – Llevándose la mano derecha al pecho y alzando la otra la altura de su cara. –Prometo firmemente respetar tu integridad si aceptas venir conmigo–
Aun mirándola con desconfianza desenreda sus brazos bajándolos a los costados chistando con su boca.
–Está bien, vamos–
–¿En verdad? –
–Sí y vamos ya antes de que me arrepienta–
–No se diga más, ven sígueme–
La felicidad repentina de la chica le parece nítida  de alguna forma le agrada. Era el lugar más alejado y quizá el más olvidado del instituto, aun así seguía confiando en la palabra de Kinoshita mientras caminaban sin llegar a ningún lugar.
–Bienvenida–
Kinoshita abre la puerta con una gran sonrisa y en cuanto ella mira hacia adentro sus ojos se iluminan y le brillan cual niño pequeño en dulcería. Era exactamente lo que buscaba desde hace mucho tiempo solo que había un pequeño detalle, solo había dos chicas dentro.
–Adelante– Sayaka entra, a pesar de las pocas integrantes estaba muy bien equipado incluso hasta tenían un mini estudio de grabación y una bella sala. Era evidente que estaba muy olvidado el club debido a la falta de integrantes aunque estando Kinoshita no le sorprende. –Chicas preséntense–
–Ijiri Ana de segundo año, soy la tecladista y mezcladora de sonidos–
–Yamaguchi Yuki segundo año, soy la bajista y toco otros instrumentos–
–Y yo, soy Kinoshita Momoka, la baterista y te toco lo que quieras~ –
–¿Tú no tienes vergüenza, verdad? –
–¿Qué es eso? –
–No puedo creerlo–
–¿Quieres unirte a nosotros? – Yuki camina hasta ella y la toma de los hombros obligándola a sentarse en uno delos sillones. –Te acostumbraras a ella, es algo fastidiosa pero es excelente baterista y guitarrista y si tuviera más manos te aseguro que tocaría muchas más cosas–
–Toquemos algo para ella chicas– Momoka propone yendo hacia su batería y tomando asiento en ella.
–¡Si! – Las chicas animadas por tener un espectador y un posible miembro hacen su mejor esfuerzo.
Sayaka veía como talento no falta, pero carecen de un orden y falta una guitarrista y una vocalista y algo de armonía. Son un completo desastre sin duda alguna sin embargo, es lo que ella anhelaba desde que comenzó la primaria en Tokyo.
A pesar de que la mayoría de los clubs intentaron reclutarla, ella no lo pensó dos veces y decidió unirse a lo que ahora sería una verdadera banda y ella tendría un protagonismo fundamental.
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mgatito · 5 years
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DANGER Capítulo 2 Amigas
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Comenzando el Año... espero sus reacciones no me abandonen!! T.T...
Dentro de la sala del consejo estudiantil la vicepresidenta miraba a la Señora que llego en mal momento. Justo ella se dirigía a la casa de Yamamoto bajo un mal presentimiento pero ahora debe atenderla, siendo una de sus responsabilidades en ausencia de la Presidenta.
–¿Y bien? ¿Qué desea saber? –
–Quise hablar con  el director pero se encontraba ocupado y tengo entendido que el sistema del consejo maneja también el orden de los archivos de alumnos y seguimiento de los mismos. –
–Sí, así es–
– Me he enterado del fallecimiento de los padres de Yamamoto–
–Sí, un evento desafortunado pero, eso ocurrió ya hace algunos meses–
–Y es por eso que he venido– Yui guarda silencio pensando en que, es extraño que después de tanto tiempo alguien venga de la nada preocupado por lo que le ocurre a Sayaka.  Solo se reservaba a mirarla intentando descifrar las respuestas en su mente.
–¿Y usted  es?–
–La tutora de Sayaka–
–¿Tutora? –
–Así es–
–Pero ella, tiene a su- –
–¿Tío? – Yui vuelve a guardar silencio, es realmente extraño –Eso es verdad pero, ante las ocupaciones de su Tio, en un poder legal dando su consentimiento y como una petición en el testamento de los padres de Yamamoto, soy su albacea y su tutora hasta que ella cumpla la mayoría de edad además, fui amiga de sus padres durante toda su vida–
–Comprendo–
–¿Tengo entendido que su comportamiento no ha sido muy bueno, cierto? –
–Así es, justo ahora iba a buscarla para hablar algunas cosas con ella–
–¿Sabe dónde se encuentra? –
–Por ahora no, pero me doy una idea–
La puerta de la sala del consejo se abre y es el director quien entra saludando a la señora con mucha formalidad y respeto.
–Director Akimoto–
–Watanabe, Yokoyama–
Ambas se ponen de pie ante la entrada del Director de la institución, un gesto muy común de educación ante alguien superior.
–Ya puede pasar a mi oficina–
–Oh, gracias en seguida voy,  Yokoyama–
–¿Sí?–  
–Le agradecería que en cuanto tenga noticias de Yamamoto me lo haga saber, este es mi número de teléfono, estaré en la dirección con el director arreglando algunas cosas–
–Disculpe, ¿Cómo es que sabe de mí? – Yui pregunta tomando con sus dedos el papel que le otorga la Señora curiosa por ello.
–Bueno, se muchas cosas de varios alumnos de esta institución, incluyéndola, con permiso–
¿Qué clase de respuesta era esa? Aun después de lo que le dijo esta señora de apellido Watanabe sigue presintiendo aun algo malo. Sin pensarlo más sale de ahí dirigiéndose directamente a la casa de Yamamoto, importándole poco la petición de la señora.
Cuando llega, algo le da mala espina. La puerta de la entrada estaba entre abierta y eso no es muy normal. Inmediatamente corre hacia ella con su presentimiento más pesado  y su estado de alerta al máximo.
Al entrar busca desesperadamente por todas partes algún indicio viendo la luz encendida de uno de los baños de abajo y una mano que apenas y cruza la línea que da entrada al baño. Mas exaltada aun, corre sabiendo que era ella.
–¡SAYAKA! –
Yacía en el piso boca arriba  y su cuerpo se contraía involuntariamente pero parecía ser ya  esporádico, por su cabeza obviamente pasa la culminación de una ¿convulsión? Corre inmediatamente hacia ella y la voltea un poco de lado.  Parece inconsciente pero una vez cerca de ella nota que su cuerpo está temblando como si tuviera frio y termina de voltearla completamente para abrazarse a ella angustiada. Sabe y presiente que si la Señora que se ha presentado antes como su tutora  se entera no sería nada bueno.   Yui se mecía aferrándose a su cuerpo inerte mientras pensaba en qué hacer, la idea de perder a Sayaka le nublaba la razón.
–Yu-ii–
 Escucha débilmente apenas si pudiendo balbucear y le da señales de conciencia,  la abrazaba aún más fuerte a su cuerpo. Aun sin saber la gravedad se tranquiliza al saber que esta lucida. Separándose un poco de ella y tomando su mentón para estabilizar un poco su cabeza la miraba  mientras acariciaba su mejilla y su cabello.
–Sayaka… ¿Qué te has hecho? – Yui hacia muecas impotentes de tristeza mezclada con molestia. Sabía que esto ocurriría tarde o temprano y Yamamoto no media las consecuencias. –Sayaka– Dijo ya derramando algunas lágrimas pero sin dejar de mostrarle afecto.
Los ojos de la chica son inestables completamente dilatados y su respiración era agitada, sudaba y jadeaba débilmente.  En efecto su cuerpo había pasado por una convulsión pero no se veía bien así que decide llamar cuanto antes a una ambulancia.
***Hospital***
Durante el traslado, le pidieron llamara algún familiar pero ella sabe que no hay nadie y la única opción es inevitablemente la señora Watanabe. Sin ver otra salida, en medio de la emergencia llama desde su móvil.
Solo espero un poco viendo llegara  la señora a la sala de espera. Preguntado inmediatamente que fue lo que sucedió sin embargo las enfermeras piden que espere ya que el médico la que la está atendiendo  aun no salía a dar informes.
–¿Qué fue lo que ocurrió? –
Viéndola preocupada de verdad, y viendo por primera vez a alguien preocupado por su amiga cede ante su recelo y ese sentimiento que le hacía sentir a Yamamoto de su propiedad.  Todo este tiempo la vio tan sola, y aun así nada la lograba hacer decaer ella simplemente era feliz a lado de su guitarra. Observarla era maravilloso su mal presentimiento aún no se despeja.  El duro golpe de perder a sus padres la llevo a destruirse a sí misma.  
–No lo sé señora, cuando llegue ella estaba en el piso y–
–No me refiero a eso, en todo este tiempo,– La señora se deja caer en una de las sillas. –Aún recuerdo a esa niña correr y jugar con sus amiguitos del kínder. Jugar con… mi hija, prácticamente ella viva en su casa no puedo creer en lo que se ha convertido–
–No, ella cambio desde el accidente–
–¿Qué ocurrió? –
–Ella se negaba a recibir visitas y a comer, me llego a correr varias veces de su habitación, al salir no dejaba que me le acercara y su comportamiento era en verdad des aprobable. Intimidaba a cualquiera que se le pusiera en frente y…–
–¿Y? –
El medico llega a la sala preguntando por los familiares de Yamamoto Sayaka, interrumpiendo lo que Yui le decía a la señora Watanabe parándose ambas al mismo tiempo al escucharlo.
–¿Son familiares? –
–Si– Responde la Señora Watanabe –¿Cómo esta, cuál es su estado? –
–Es grave, le practicamos un lavado de estómago debido a que venía con una severa intoxicación y…–
–¿Intoxicación? –
–Sí, y muchos grados de alcohol en la sangre,  la chica venia ingiriendo grandes cantidades de alcoho,l por el momento está dormida y muy débil en verdad tuvo mucha suerte, pudo haber muerto–
–¿Pero cómo? –  
–Ella de un momento a otro comenzó a verse extraña y agresiva, hace varios días intente hablar con ella y se negó a oírme, desde ese día no volvió  a clases–
Yui vuelve a tomar la palabra con la angustia total en su rostro, a pesar de no ser culpable siente como si lo fuera
–Eso era lo que ibas a decirme Yokohama?
–Si–
–Por ahora no tiene caso que esperen, no despertara pronto, sugiero que vuelvan mañana–
–Y eso hare, gracias doctor–
El medico se retira después de dar su diagnóstico y  la señora y Yui  voltean a verse. La señora inclina un puco su cabeza y se retira del lugar. Yui junta sus manos a la altura del pecho, como si  oprimiera su corazón. Ella no quería abandonar el hospital pero no había mucho por hacer.  Al final decide regresar al instituto, hay muchas cosas que dejo pendientes.
** Consejo Estudiantil**
Aunque Yui quisiera concentrarse no podía hacerlo,  solo veía machones y líneas en lugar de letras. Su mente estaba concentrada en Yamamoto Sayaka, incluso sentía que su cabeza iba explotarle.
** Día Siguiente**
Yui entraba al hospital dirigiéndose a la recepción para preguntar por el estado de Sayaka, amablemente le informan que ya ha despertado agradecida gira un poco para caminar hacia la habitación de su amiga  con su maletín y sus brazos al frente como toda una señorita con modales. Se detiene en un pequeño sobre salto  al ver a la señora Watanabe deteniéndose por completo y haciendo una reverencia.
–Yokoyama–
–Señora–
–Supongo que estas aquí para verla–
–Sí, así es–
–Puedo ver que en verdad la estimas–
–Es mi amiga–
–Lo sé, espero que lo tomen a bien,  a pedido verte,  te esta esperando–
–Oh, gracias– ¿A bien? Que quiso decir, Yui  intercambia posiciones con ella para entrar a la habitación.
–Es posible que la den de alta hoy por la tarde, yo debo ir a Osaka por una emergencia pero pasare   mañana al instituto, hasta entonces cuidada de ella por favor.
Yui asienta con su cabeza y hace otra reverencia ante su retirada, mira como desaparece por el pasillo ¿Osaka? ¿Eso quiere decir que ella no es de aquí? Sin pensar en lo que eso pudiera conllevar toca la puerta para avisar que hay alguien más afuera y asoma su cabeza encontrando a una Yamamoto diferente.
–Yui– Dice ella aun débil pero parece feliz de verla además,  no podía verla fijamente al rostro y vacila entre ver su cama y a ella. –
–¿Te sientes mejor? –
–SI,  creo que si–
–Sayaka/Yui–
–¿Qué pasa Sayaka?–
–Perdóname–
–Mmh, está bien. Lo importante es que ya te encuentras mejor–  Sayaka mira su caminar hasta que se sienta a un lado de ella sobre su cama, al tomar su mano y sonreírle,  ante tal acto su mirada es de completo arrepentimiento y vergüenza. Todo este tiempo su comportamiento fue repudiable y casi muere por su propia ineptitud. Además no sabe cómo decirle que ahora debe afrontar las consecuencias. –Todo va estar bien–
Sayaka aprieta sus sabios y asienta con su cabeza,  Yui es tan buena amiga,  quizá la mejor que pudo haber pedido en la vida y ahora se siente  mal por ello, mal por no haberse dado cuenta antes.
**Mas tarde**
El director de la escuela aparentemente muy amigo  suyo, fue quien firmo su alta y Yui  la llevo a su casa para cuidar de ella el resto del día.
Sayaka la ve entrar  a la habitación en la que está de forma provisional con esa expresión que le demuestra que no está sola. La calidez y las atenciones hacia su persona la hacen sentir más en deuda. Es la primera vez que se da cuenta que de lo que significa Yui para ella.
–¿Qué pasa? –
–¿Eh? –
–¿Por qué me miras así? –
Llevándole una bandeja con alimentos hechos por ella se sienta frente a ella sobre la cama, mirando a los ojos a la chica que parecía avergonzada.
–¿De que forma? –
–No sé, es como si …. Olvídalo, mira prepare lo que te gusta come esto–
Ofreciéndole una cucharada de una extraña sopa blanca cremosa intenta darle de comer en la boca, pero la pena de Sayaka ya era mucha.
–Gracias, y-yo sola puedo hacerlo–
–Bien, sé que puedes– Yui se levanta repentinamente.
–¿Yui? –
Sayaka nota una actitud muy peculiar, pero también puede ver que quizá la ha ofendido un poco; a veces no se explica la conducta de Yui, suele ser seria, fría y al mismo tiempo muy cálida pero, ciertamente en ocasiones hace cosas que no haría con nadie más.  
–¿Qué pasa? –
–La cuchara–
–Oh, lo siento–
Yui se había llevado el cubierto con ella y mirándolo en su mano sin sentirlo como tal se da cuenta de ello en un sobresalto vergonzoso entregándoselo de inmediato en su mano.  
–¿No estas molesta? –
En cuento Sayaka lo recibe, no pierde la oportunidad para preguntar lo que le inquieta respecto a su anterior comportamiento. Realmente Yui es tan buena que no le ha recriminado nada.
–Un poco–
–¿En verdad? –
–Mucho en realidad, ¿En que estabas pensando? –
Responde alejándose un poco de ahí, al pie de la cama exactamente la mira como su estuviera a nada de reclamarle.  
–Perdón–
Cruzada de brazos hace una pequeña mueca que se desvanece al ver el rostro que no veía hace mucho tiempo. Pacifica, calmada, simplemente ella aunque no sabe con certeza lo que ella oculta en una capa muy profunda de su ser, anteriormente la vio tocar fondo pero, la vida apenas comienza para ambas, Sayaka manifestó un comportamiento que daba miedo, su trauma personal y sus impulsos animales, Yamamoto Sayaka no puede predecirse.  
–Lo importante es que estas mejor y a partir de hoy yo me encargaré de cuidarte y tú de hacer caso a lo que te diga. Por lo pronto mañana iras al instituto, tendrás que enfrentar al consejo y al director –
–Si…–
Sayaka daba pequeños sorbos a su cuchara, evitando la mirada de Yui que tenía sobre ella, sabe que muy pronto todo puede cambiar a pesar de su buena voluntad.
***Mañana Siguiente***
Un nuevo día comenzaba, un lindo día soleado y agradable para ir caminando al instituto. Ambas chicas caminaban una a lado de otra, hombro con hombro aunque Yui es un poco más alta. Al llegar al Instituto se encuentran con la presidenta del consejo quien parecía, ya las esperaba.
–¿Yamamoto-San? –
–¿Si? –
–El director te espera en su oficina ahora–
–Oh, iré en seguida. Te veré más tarde Yui–
–Sí–
Yamamoto sigue a la presidenta por el camino que ella hace rumbo a la dirección de la escuela ¿Qué será tan importante como para que el mismo director pida su presencia ahora y no espere hasta que se reúna el consejo? Yui acude a sus clases como de costumbre y más tarde va a la sala del consejo para cumplir con otras de sus labores incluyendo el caso Yamamoto.
–¿Yokoyama- san? –
–Señora Watanabe, pase–
Apenas si se encontraba abriendo la puerta, ésta señora hizo acto de presencia, dentro ya se encontraba parte del comité lo cual era extraño porque no se veían haciendo algo útil además, no estaba Sayaka como lo acordado.
–No le quitare mucho tiempo–
–¿Qué ocurre? Aun no  empieza la sesión–
–No hay tal sesión, he decidido llevar a Yamamoto Sayaka conmigo al instituto para señoritas en Osaka–
–¡Qué! –
Yui por primera vez en su papel como parte del consejo se exalta y todos y todas los presentes se miran entre ellos por ello.
–¿Porque le sorprende?–
–Bueno, es… repentino–
–No debería de serlo después de lo ocurrido, sabemos bien que ella no puede salvar el año aquí y me niego rotundamente a que se atrase en sus estudios–
–Pero, eso era lo que se iba a discutir tenía yo entendido–
–Soy la directora del instituto más prestigioso de Osaka y la llevare ahí para que concluya con su educación media, ya lo acorde con su director y él está de acuerdo–
–¿Y ella? –
–También–
Ella siente un calambre momentáneo en su musculo cardiaco debido a la noticia, su peor miedo se ha vuelto realidad y ahora siente que no pude hacer nada, solo vacila en su convicción que siempre la acompaña. En el fondo sabe que es lo mejor para ella pero  de alguna forma no quiere dejarla ir, ser separadas así de la nada no es justo, no ahora que Sayaka ha vuelto a ser como era antes, un poco, pero ahora al menos sabe que no rechaza del todo sus sentimientos.
–¿Cuándo se la llevará? –
–En cuanto el papeleo esté listo–
–¿Dónde está ella?–
–No lo sé, salió de la oficina del director pero sé que estará en el estacionamiento para irnos. –
Muda por el impacto de la noticia, sale de ahí sabiendo muy bien a donde ir. Por cada paso que da sele forma un nudo en su estómago y lucha contra sus emociones. Incrédula de lo que va a ocurrir solo  hace lo que tiene que hacer porque esa es su responsabilidad. Sayaka ha perdido el año escolar y es por su bien.
Sube las escaleras lo más rápido que puede incluso tropezando con ella misma, de pronto comienza temblar  y siente como sus palpitaciones son frenéticas.
–Sayaka–
Estruendosamente la puerta de la azotea se abre golpeado la pared de aun lado, Sayaka voltea de inmediato al escuchar el ruido. Ella se encontraba en su lugar de siempre, viendo como caía ya la tarde había estado pensando en todo aquello que hizo mal y tratando de aceptar las consecuencias de sus actos. Al ver a Yui hace una mueca triste, y es evidente por qué.
–Sayaka–
Jadeante llega hasta ella, acercándose lo suficiente para tomarla de los hombros frente afrente  era ya inútil ocultar lo evidente.
–¿Tú ya lo sabias? –  Pregunta Yui respirando frenéticamente.
–No, bueno si,  no del todo–
–¿Entonces? –
–Lo imagine cuando la vi–
–¿Y estás de acuerdo? ¿En verdad estás de acuerdo con eso? – Yui la sacudió con fuerza sorprendiéndola ¿Qué le sucede? Nunca había actuado de esa forma y definitivamente esta no es la Yui que conoce. –¡Dime! ¿Estás de acuerdo con eso? –
–Yui, ¿Qué te pasa? –
Sayaka
Yui deja caer sus brazos lentamente cayendo en la cuenta de que ha exagerado, después de todo Sayaka no se ha dado cuenta.
–Lo siento, yo solo– Con sus ojos vacilantes y un puchero incomprensible en su rostro dejaba de jadear y trataba de recuperar la calma. –Lo siento. –
–No, está bien pero, Yui no sé por qué importa tanto– Yui aprieta sus labios junto con sus puños como si reprimiera algo dentro de ella que quisiera gritar. –¿Yui? –
–Sayaka yo… tu eres mi amiga y de pronto–
–Lo sé–
–¿Lo sabes? ¿Qué Sabes? –
–Que… – Sayaka hace una pausa, aprieta sus puños pero no se atreve a decir nada, ¿qué tal que solo es su imaginación? Perder a alguien más en su vida por una estúpida pregunta que se formó hace tiempo en su mente, no podría soportarlo y es mejor saber que a pesar de la distancia siempre estaría ahí para ella –Eres mi mejor amiga, en verdad–
–Así es Sayaka, mejores amigas– Un poco desconcertada, Yui responde, creyó ver en Sayaka algo distinto pero todo este tiempo siempre ha sido así,  en verdad es distraída y no cree que haya más ahí –Sé que es lo mejor para ti pero, voy a extrañarte–
–¿Me visitaras? –
–mh, Seguro–
–Yui–
Aun no segura, sentía un tensión extraña y una pequeña punzada al creer que entre ellas hay algo que no se ha dicho, pero tampoco encuentra el valor para decirlo.
–¿mh? –
–Yui yo–
–¿Qué pasa? –
–Yo, yo… quiero agradecerte todo lo que has hecho por mí, nunca voy a olvidarlo–
–Oh, eso… eso no se agradece. Lo hice porque en verdad quería, porque te quiero–
–Lo sé, bien,  tengo que irme–
–mmh–
Sayanee camina a la puerta que da acceso a la azotea, seguida por Yui, juntas llegan al estacionamiento donde antes de subirse al coche ella gira su cabeza hacia Yui pararegalarle un sonrisa.
–Nos veremos luego–
–Mhh, hasta pronto–
Sayaka sube por fin al auto que la llevara de vuelta a su pueblo de la infancia, a decir verdad ella no recuerda casi nada,  su mente es muy confusa además de que ya ha pasado mucho tiempo, incluso olvido a quien dijo no olvidar, pero es parte de ella, es distraída y despistada en cosas referentes a los sentimientos pero, ¿hasta cuándo seguirá así? ¿Cuánto tiempo más podrá ahogar lo que su corazón quiere decir con tal de no meterse en dificultades, ¿hasta cuándo va a atreverse a dar un paso más?
Y así viéndola partir en un auto lujoso con esa señora de apellido Watanabe, no le queda más que desprenderse de una parte de ella, aun si el amor hacia Sayaka era unilateral no le queda más que dejarla ir.
**Dos días después**
A las afueras del instituto ella veía pasar a muchas chicas que rebasan su caminar la mayoría de ellas en parejas o grupos de tres, hablando y bromeando entre ellas sin perder la clase. No faltaba quienes la veían y cuchichiaban cosas a lo lejos. Más importante aún, una chica de cabello rebelde y color extravagante le miraba detrás de un poste y seguía sus pasos.
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