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#Oración a San Roque
elchaqueno · 6 months
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"Padre Juan Vega presenta agenda de actividades para Semana Santa en Tarija"
El padre Juan Vega, de la iglesia San Roque de Tarija, ha presentado la agenda de actividades para la Semana Santa en la ciudad, que incluye momentos de oración, reflexión y tradición religiosa. La jornada comenzará con la oración de la Cruz y la sagrada comunión, seguida del sermón de las 7 palabras y la procesión por el santo sepulcro. Además, se realizarán actividades de embellecimiento de la…
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bloggernotacom · 8 months
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slapiz · 2 years
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Algo más sobre San Roque
Contiene Oración poderosa a San Roque a favor de los animales del mundo
Contiene la Oración poderosa a San Roque a favor de los animales del mundo. San Roque, obra de José de Ribera, Museo Nacional del Prado San Roque uno de los santos más venerados en la Europa de finales de la Edad Media y la consecutiva Edad Moderna nació el 16 de agosto en Montpellier (Francia) en 1295, en el seno de una familia noble. Quedó huérfano de padre y madre, y decidió profesar la…
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heindall400 · 5 years
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afonsodeleon · 4 years
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Oración de San Roque ...#Garachico #Tenerife (en Garachico, Canarias, Spain) https://www.instagram.com/p/CD8lhrFqBxA/?igshid=1gkn4gd4uyh91
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catequesisdiaria · 5 years
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Oración a San Roque Pidiendo intercesión contra las epidemias Misericordiosísimo y benignísimo Señor, que con paternal providencia castigáis nuestras culpas, y por la infección del aire nos quitáis la salud y la vida corporal, para que reconociéndonos y humillándonos en vuestro acatamiento, nos deis la vida espiritual de nuestras almas: yo os suplico humildemente por la intercesión de San Roque, que si es para vuestra mayor gloria, y provecho de nuestras almas, me guardéis a mí y a toda esta familia y patria de cualquiera enfermedad y mal contagioso y pestilente, y nos deis entera salud de alma y cuerpo, para que en vuestro santo templo os alabemos y perpetuamente os sirvamos. Y vos, oh bienaventurado Santo, que para ejemplo de paciencia, y mayor confianza en vuestro patrocinio, quiso Dios que fueseis herido de pestilencia, y que en vuestro cuerpo padecieseis lo que otros padecen, y de vuestros males aprendieseis a compadeceros de los ajenos y socorrieseis a los que están en semejante agonía y aflicción, miradnos con piadosos ojos, y libradnos, si nos conviene, de toda mortandad, por medio de vuestras fervorosas oraciones, alcanzadnos gracia del Señor, para que en nuestro cuerpo sano o enfermo viva nuestra alma sana, y por esta vida temporal, breve y caduca lleguemos a la eterna y gloriosa, y con vos gocemos de ella en los siglos de los siglos. Amén #catequesisdiaria #oración #virgenmaria #Papa #francisco #coronavirus #covid_19 #sanroque #epidemia #pandemia #intercesion https://www.instagram.com/p/B9qQYv8FJI-/?igshid=mnrkopxr4euy
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El Gorjeo de los Grillos
Capítulo 1
La tapa del diario la Nación, anunciaba:
« CONMOCION: DESAPARECE UNA NIÑA »
Corrían comienzos de mil novecientos y el modelo agroexportador del presidente recientemente electo volvía prospero al país. La familia Vicente no era la excepción.
La Ciudad, para ese entonces, estaba a cargo del Intendente Don Alberto Idelfonso Casares. Hijo de Sebastián Alberto Casares y Dolores Uriostes Molina, reconocidos e ilustres personajes de la sociedad porteña. Don Alberto-político de raza-a diferencia de sus antecesores, era además un ferviente y devoto hombre de la Iglesia. Y sus contactos, merced a sus dos grandes pasiones, no eran nada despreciables.
2
-María, ¿has terminado de enjuagarte el pelo?
-Casi.
-¡pero hija!, ¡apúrate!, ¡que vamos a llegar tarde!
Esther, tomando una silla del comedor, la llevó hasta el baño-atravesando un pequeño pasillo-para colocarla lindera junto al retrete. María, la aguardaba allí-sin prisa-sentada sobre el mismo canturreando una canción. Pronto estuvieron listas. Orlando-hacia unos instantes-las esperaba junto a la puerta. Tiempo antes-aproximadamente un mes- habían recibido la siguiente epistolar: Remitente: Intendencia de la Ciudad de Buenos Aires
Destinatario: Don Vivente Orlando Agustin Buenos Aires, 2 de Junio de 1904
Estimados,
En ocasión de la Inauguración de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires, le hacemos llegar a vuestra familia, la invitación a tan importante acontecimiento. La celebración tendrá lugar en la Catedral Metropolitana, sito en la intersección de la calle San Martin y Avenida Rivadavia, de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el día 11 de Junio del año 1904, a las diez horas. Sin más, aguardamos su presencia.
3
El nuevo Arzobispo no cesaba de trabajar intensamente desde la aceptación del cargo. Pero no solo sus novadas funciones desvelaban sus madrugadas. Existía otro episodio-de mayor envergadura-que no lo dejaba en paz. La venidera inauguración de la Catedral Metropolitana. Finalmente aquella jornada habia arribado. En las afueras de la imponente edificacion, pequeños nubarrones se divisaban cercanos al río. Distantes unos de otros. Confundían sus amalgamadas formas con el extenso horizonte que asomaba detrás de sus aguas. Por fuera de aquel firmamento, el frente de la catedral se imponía bajo esas columnas romanas en color ocre antiguo, erigiéndose de manera simétrica, apoyadas sobre sus escaleras en mármol en cuatro desniveles. Al otro lado, sobre el continente, la Plaza de la Republica recibía una nutrida bandada de palomas provenir del sur. A lo ancho y a lo largo de sus pasajes, la ciudad emergía de sus sueños, personificada en sus transeúntes. Aquella jornada, Valeria, había llegado temprano, muy por encima de lo habitual. La esperaba Antonio, donde siempre.
4
No habian transcurridos mas que unas cuantas horas y las primeras campanadas sonaron sin cesar. El pueblo escuchó los latidos de bronce del señor, inmiscuirse en los patios, en las galerías, descender a los aljibes, y subir viejos peldaños. Numerosos fieles, hombres, mujeres y niños, alistaban sus trajes, recogían sus cabellos, abandonando sus moradas, con destino a la parroquia. La que abría sus puertas de roble viejo. Poco tardó en colmarse sus bancos y pasillos. De fondo, un nutrido grupo de jóvenes entonaba canciones de bienvenida en continuado, perdiendo cierto vigor, a manos del bullicio. Numerosos personajes importantes se daban cita. El Intendente de la Ciudad, y varios funcionarios locales y provinciales; miembros de la Iglesia y del Episcopado; y varios integrantes de las familias más acaudaladas de la sociedad de ese momento. Cercanos a todos estos ilustres, y por expresa disposición de Antonio, Vicente, Esther, y su única hija-María-aguardaban el comienzo de la jornada. La celebración iba tomando autentica forma. Oliendo a congregación. Era solo necesario, levantar la vista y contemplar una horda de gente agolparse en los vestíbulos. Incluso, los atriles dedicados a la oración de los Santos Apóstoles, eran colmados de inquietos niños y adultos. La enorme puerta-de roble antiguo-quedaría abierta para la ocasión. Los últimos en llegar, irían acomodándose como fuere. En el centro y de fondo, la pintoresca calle Roque Sáez Peña; la Plaza de la Republica y una creciente nubosidad desdibujaban el cielo de una perfecta jornada. El reloj daba las diez. Detrás del colosal altar, asomo por la puerta izquierda del ambulatorio un joven, de no más de veinte años. Estaba preparado para el servicio. Vestía un alba color rojo, con el habitual roquete blanco. Llevaba una orden que cumplir. Cruzo a paso firme el altar y se dirigió a la primera fila. Varios de los presentes lo reconocieron. El-asintió divisarlos-con una leve mueca en su boca-casi sonriendo-y siguió camino. Lo esperaba el Intendente- y su esposa-la señora Inés Angileri. -Buenos días señora-esbozo el joven haciendo una pequeña reverencia hacia la mujer. -Buenos días-contesto ella amablemente. Era imprescindible describir lo primero que se le venía a la vista si de mirar se trataba. Llevaba un atuendo particular en su cabellera. Que lograba distraer a cualquiera que se le pusiese enfrente. Un especie de peineton-mayúsculo y extravagante-con incrustaciones de piedras-probablemente comprado con dinero del erario público-.Y detrás del mismo, su pelo tirante color negro. Un trajecito bordo le recorría la figura. Blazer y pollera a la rodilla. El descubierto de sus piernas-algo regordetas-culminaban en unos zapatos negros, estos si-por cierto-discretos. El joven regresó la mirada al rostro de la mujer y sonrió. Esperaba que no se hubiera dado cuenta de todo aquello que fugazmente había pensado. Del peineton, las piedras preciosas, y el erario público. Aquel que administrara Casares, a quien se dirigió. -Señor Intendente. Buenos días. El joven opinaba lo mismo que muchos. El primer funcionario municipal-un hombre de unos sesenta años, de mediana estatura y tez blanca-portaba un aire de granjero. Humilde y conservador. Quizás fueran sus ojos amarronados y su prolija barba rojiza. O su mayúscula cara, y pómulos redondos. Quién sabe. Llevaba un pantalón azul bajo su amplia cintura, zapatos negros. Arriba un saco de corderoy le cruzaba el torso.
El intendente saludo afable al muchacho y escucho su cometido. Era momento de empezar. El joven-entretanto-se despidió de ambos y regresó veloz al ambulatorio. Casares beso a su mujer en la mejilla y se dirigió al Ambon. De pie sobre el atril, tomo la palabra, agradeciendo a los concurrentes. El tono de su voz-de la que poco se conocía- no llegaba a alzarse lo suficiente, para llegar a oídos de todos. Detrás de su figura se erigía la cúpula de la Catedral, con sus frescos. Debajo el altar mayor, a su izquierda, el ambulatorio, el presbiterio y el Crucifijo. Una enorme y monumental obra que había sido recientemente restaurada. Al otro lado, detrás de las paredes curvas que formaban aquel templo, la sacristía. Un pequeño y oculto cuarto con acceso al altar mayor. Allí estaban Antonio, y Pedro-aquel joven colaborador que solo hacía unos instantes había cruzado palabra con el Intendente y su esposa- Habían pasados solo unos minutos.
Frente a sus ojos, la sotana pendía-delicada e impoluta- sobre una de las sillas. El joven Pedro esperaba que Antonio saliera. Si bien-podía decirse que estaba nervioso-sensaciones que venían acompañándolo desde aquella jornada en que el clérigo le había propinado aquella tarea, eran- a su modo de entender- en un grado mucho menor a lo que Antonio, de manera presunta percibía. Y en cierta forma, no estaba equivocado. Al hacer su aparición, su rostro su semblante, indicaban en apariencia, todo aquello que conjeturaba. Sin embargo, esa sensación duraría solo unos momentos.
-Oye Pedro, ¿estás bien? Inquirió Antonio saliendo del baño.
El joven tardo unos segundos en responder. Como si no hubiera podido desatarse de aquel pensamiento.
-Si. Perdón. No sé en qué estaba pensando.
Al otro lado de la pared se escuchaba el bullicio de los feligreses. Hacia solo un instante, había culminado el discurso del intendente Casares, bajo un cálido aplauso. Era tiempo de salir.
El primero en asomar por el ambulatorio fue Pedro. Envuelto en su atuendo habitual. Al incorporar un pie en el presbiterio, se oyó un fragoroso batir de palmares. Se acomodó en su lugar, agradeciendo el recibimiento. Cruzo sus manos por delante de su vientre mirando de reojo al auditorio-que no cesaba de aplaudir-. Al instante, viro la mirada hacia su izquierda, de regreso a la puerta del ambulatorio. Desde allí, solo él podía verlo.
Hasta que finalmente apareció Antonio. Sus habituales zapatos negros, denodadamente lustrados. Debajo de la casulla, el alba. Por encima del torso, coronaba ese rostro ambivalente, la Mitra pastoral en su afable blanco y encendido rojizo. Saludo a los presentes asintiendo con su brazo derecho en un gesto cordial. Llevaba puesto por primera vez en el dedo anular de su mano derecha el anillo pastoral. Camino apacible por el presbiterio. Contiguo al Ambon-Valeria su ayudanta-arropada en una polera blanca aguardaba por él. Pendían de sus manos dos hojas. Trataban de agradecimientos previos y avisos. Antonio fue a su encuentro. Valeria asintió su presencia, acomodo el micrófono y comenzó a bosquejar las primeras palabras. El público se fue silenciando hasta hacerlo por completo. Dando comienzo a la misa.
Continuará...
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petiterebellefleur · 7 years
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¿Feliz Independencia?
¡Hola, hola! 
Resumiendo para los que andaban pendientes: no escribo si no me siento lo suficientemente bien para ello y tampoco si no tengo ninguna inspiración. Más adelante les contaré qué fue de mí en todo este exilio.
PERO DESDE HACE COMO CUATRO HORAS ME INVADIÓ ESTA NECESIDAD DE EXPRESARME Y HEME AQUÍ. 
A cambiar el mundo, una vez más.
Hoy 15 de septiembre, conmemoramos el 196º aniversario de independencia de mi queridísimo país El Salvador y sus hermanos Guatemala, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.
La pregunta es ¿qué hiciste hoy para celebrarlo?
Seguro la pasaron como yo, (quizá también sobrevivieron la semana de parciales, por cierto) echando la hueva y desperdiciando el divino tesoro de la juventud en las redes sociales, Netflix o alguna otra cosa de esa naturaleza. Capaz ni se bañaron y estuvieron en pijama toda el día... Ay, chichí, ¡si ya me los puedo!
Sin embargo, yo tuve una revelación, como dije, hace un par de horas y por eso estoy escribiendo, para sentir que este día no fue un desperdicio.
Les contaré una historia: yo desde hace algunos años no me emocionaba en lo más mínimo por la independencia, la aborrecía. ¿Por qué celebrar que una minoría criolla se había revelado de su autoridad en España para tomar las riendas y controlar los territorios? ¿Qué era el punto de celebrar algo así, si nada tenía que ver conmigo? Solo agradecía el asueto y los actos cívicos para perder clase y ya. Hasta ahí llegaba mi patriotismo.
Sin embargo, este año cambié.
¿Qué estamos celebrando este día sinceramente? Nada.
Si te dijese, definime qué es ser salvadoreño, ¿qué me dirías? Estoy segura de que sería algo muy lindo, muy alegre y muy positivo. Ahora bien, si le preguntás a un extranjero, que solo nos conoce por los medios de comunicación y las redes sociales, pasarían dos cosas: o no sabe qué es El Salvador o está muerto de miedo porque es el país más peligroso del mundo.
Pero no estoy hablando de ellos, sino de nosotros.
¿Te sentís orgulloso de tu país? ¿Sí? ¿En serio? 
Contame, cuándo fue la última vez que te pusiste un traje típico y bailaste gustoso cualquier canción nuestra o que visitaste las ruinas arqueológicas por puro placer o que anduviste en las fiestas patronales de cualquier pueblito no por obligación de ir a ver a tu pariente que vive ahí. Contame si no te dormías cuando recitaban la Oración a la Bandera o cuando ingresaba el pabellón con todas las banderas centroamericanas en los actos.
Contame, cuándo fue la última vez que compartiste una publicación en Facebook de alguna página que no tiene nada que ver con nuestra realidad o cuándo comiste comida rápida y la preferiste por la cena tradicional de huevo frijoles y pan o cuál fue la última serie/película que viste (seguramente gringa). Contame qué canciones escuchaste hoy, contame qué emoji o filtro de Snapchat usaste hoy; contame, qué hiciste hoy para homenajear tus orígenes. Contame.
Yo no hice nada. No celebré nada y eso me puso triste. Muy triste.
¿Por qué tanta pena hacia nuestros símbolos patrios, nuestro náhualt, nuestro folklore y nuestras tradiciones? ¿Por qué muy pocas veces preferimos consumir lo local? ¿Por qué nos desvivimos por tener lo último en tendencia, escuchar la mejor música en inglés y dejamos de lado todo lo que somos?
¿Por qué seguimos matando nuestra cultura? ¿Qué tiene de feo? ¿Qué tiene de malo? ¿Qué le falta para ser lo suficientemente buena?
¿Qué necesitamos para que todos nos sintamos dichosos de ser quienes somos y de haber nacido donde nacimos y no desgraciados e inferiores en comparación con el resto del mundo?
¿No trabajar más de diez horas en un call center o en un restaurante de comida rápida? ¿Ser capaz de visitar el Centro Histórico de San Salvador sin sentir el miedo que hay por la delincuencia? ¿Que las pupusas los domingos sean gratis? ¿Ponerle tu nombre a una coaster? ¿Aprender a tocar marimba? ¿Comer pan con pavo todos los días para la cena? ¿Reventar cuetes todo diciembre? ¿Que lluevan los zompopos en cantidades exageradas? ¿Que resucitemos a Monseñor Romero, Alfredo Espino o a Roque Dalton para que nos contagien del amor a la patria? 
No sé, no tengo la respuesta. No espero que me respondan tampoco, sé que no es fácil.
Solamente sé que somos mucho más de lo que aparentamos, que valemos la pena tanto como los países con el mejor índice de desarrollo humano, que tenemos una historia hermosa de la cual aprender para no volverla a regar, que somos alguien en este mundo, que no tenemos que definirnos por todo lo que nos bombardea a nuestro alrededor, que nos urge aprender a ser críticos...
Sé que cultura somos todos y sé que los responsables de hacer un mejor El Salvador somos nosotros, los pobres, los ricos, los que leen, los que no, los artistas, los que te limpian el vidrio, los que piden en el semáforo, los que están empezando el kínder, los gays, los negros, los indios, los evangélicos, los ateos, los de San Miguel, los de Chalate... somos todos y punto. Todos somos necesarios. 
Por favor, aprendamos a amar nuestro paisito, y si amar es imposible, a respetar por lo menos. Esta tierra que nos vio nacer no es culpable de todo lo que le sucede, su gente lo es. Su desorden, su caos, su soberbia, su avaricia, su impaciencia, su ira, su intolerancia, su ignorancia, su pereza, su violencia... podría seguir enumerando los males, pero mi objetivo jamás ha sido ese.
Solo quiero que sintás ese amor que yo descubrí hace poco y que tratés (como yo) de contagiarlo a alguien más. 
Así, entre todos, hacemos un mejor El Salvador, una mejor Centroamérica, una mejor América Latina, una mejor América y un mundo mejor.
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Viernes 16 de Agosto de 2019. De la feria. Verde. San Roque, laico. Blanco.
Viernes 16 de Agosto de 2019. De la feria. Verde. San Roque, laico. Blanco.
LA LITURGIA COTIDIANA
San Roque fue un ermitaño y peregrino que recorrió varios lugares de Europa durante el siglo XIV. Enfermo de peste, se recluyó en un bosque, donde fue alimentado y atendido milagrosamente por un perro. Su culto se extendió como patrón de los afectados de peste.
Esta es la oración que te dirijo
Esta es la…
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alirodriguezb · 6 years
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📍San Roque📍 . Fiesta: 16 de Agosto . Durante la epidemia de peste que se desató por aquella época en Italia, el santo se dedicó a asistir a los enfermos y consiguió curar a muchos más tan sólo con hacer sobre ellos la señal de la cruz. . Estando en Piacenza, trabajando en uno de los hospitales, el santo contrajo la mortal enfermedad y decidió trasladarse a las fueras de la ciudad, instalándose en una caverna. Un perro lo alimentó milagrosamente, y el amo del animal acabó por descubrir a San Roque brindandole cuidados y atención. . Cuando recobró las fuerzas, el santo volvió a la ciudad donde curó milagrosamente a muchas personas y numerosas cabezas de ganado. San Roque fue arrestado, probablemente porque fue confundido erróneamente por un espía, permaneciendo en la cárcel por cinco años donde finalmente falleció. . 📍Oración 📍 . Glorioso San Roque, rogad por nosotros que, por nuestros pecados, no nos atrevemos a presentarnos delante de Dios. Padrenuestro, avemaría y gloria. . Roque santo, rogad por nosotros a Dios, que es Padre de misericordia, ahora que gozáis de su vista en la gloria celestial. Padrenuestro, avemaría y gloria. . San Roque glorioso, presentad nuestras humildes súplicas, uniéndolas a las de la Inmaculada Virgen María y a las de todos los Santos Franciscanos, para que seamos oídos y podamos dar a todos las gracias en el nombre de Jesús. Padrenuestro, avemaría y gloria. . La cruz santa + selle nuestra frente. La cruz, santa + selle nuestra boca. La cruz santa + selle nuestro corazón. . Por el amor que a la cruz profesó San Roque, con cuya señal libró a los pueblos del mal contagioso, libradnos, Señor. . V. Rogad a Cristo, Roque santo, en todas nuestras flaquezas.  R. Para que seamos dignos de sus promesas, . Oh, Dios, que por medio de vuestro Ángel presentasteis al Bienaventurado San Roque una tablilla escrita, prometiéndole que cualquiera que de corazón le invocare quedaría libre de los estragos de la peste, concedednos la gracia de que celebrando su gloriosa memoria, mediante sus méritos y ruegos, seamos libres de todo contagio tanto de cuerpo como de alma. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén. . #SanRoque @elartereligioso (at The Palms at Sawgrass Mills)
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padredavidroa · 7 years
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OREMOS CON EL EVANGELIO* *EVANGELIO DE HOY*: San Mateo 18,15-20 *AUDIO DEL EVANGELIO*: https://goo.gl/JY2hZ5 *LITURGIA*: Miércoles XIX del tiempo ordinario *SANTO*: San Roque _ En la Lombardía, san Roque, que, nacido en Montpellier, del Languedoc, en la actual Francia, adquirió fama de santidad peregrinando piadosamente y curando por toda Italia a los afectados de peste (c. 1379)._ *ORACIÓN*: Gracias Señor por el día que hoy comienza y por lo familia que nos diste. *MEDITACIÓN*: Hoy consideramos que la fe no es únicamente una opción individual, no es una relación exclusiva entre el “yo” del fiel y el “Tú” divino, entre un sujeto autónomo y Dios. Por su misma naturaleza, se abre al “nosotros”, se da siempre dentro de la comunión de la Iglesia. Esta apertura al “nosotros” eclesial refleja la apertura propia del amor de Dios, que no es sólo relación entre el Padre y el Hijo, entre el “yo” y el “tú”, sino que en el Espíritu, es también un “nosotros”, una comunión de personas. Quien cree nunca está solo, porque la fe tiende a difundirse, a compartir su alegría con otros. Quien recibe la fe descubre que las dimensiones de su “yo” se ensanchan, y entabla nuevas relaciones que enriquecen la vida. *PROPÓSITO*: Oremos en familia para permanecer unidos. Feliz miércoles, Dios nos bendiga. #evangeliodehoy #miercoles #16deagosto
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