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#oración para tu gato enfermo
slapiz · 2 years
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Algo más sobre San Roque
Contiene Oración poderosa a San Roque a favor de los animales del mundo
Contiene la Oración poderosa a San Roque a favor de los animales del mundo. San Roque, obra de José de Ribera, Museo Nacional del Prado San Roque uno de los santos más venerados en la Europa de finales de la Edad Media y la consecutiva Edad Moderna nació el 16 de agosto en Montpellier (Francia) en 1295, en el seno de una familia noble. Quedó huérfano de padre y madre, y decidió profesar la…
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forever-broken-girl · 5 years
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Parte 2.
Lo que NO son los amigos.
 
Tras largos días de pensar qué escribir exactamente aquí, cómo explicar lo que sabía y había vivido, cómo plasmarlo en letras y que todos entendieran, llegué a la conclusión de hacer una mini historia dónde a través de los sucesos que leerán, se darán cuenta y entenderán lo que NO es la amistad.
O mejor aún, lo que no son los amigos.
“Gigi tenía muchos y buenos amigos, o al menos eso pensaba. Es decir, salía con ellos de fiesta, iba a tomarse una cerveza los viernes después de un largo día de trabajo todos juntos. Estaban ahí siempre para cada uno de sus cumpleaños, siempre la felicitaban en cada uno de sus logros y los celebraran con ella.
Tenía muchos amigos, siempre estaban ahí a su alrededor. O al menos eso creía Gigi.
Un día, sin previo aviso y sin esperarlo, Gigi empezó a sentirse sola al llegar a casa cada día. A pesar de tener una calurosa bienvenida por sus mascotas, Lala y Lili, ella sentía un vacío descomunal que se hacía más y más grande al paso del tiempo. Se preguntaba diariamente porqué se sentía de tal manera si, a pesar de todo, era “feliz”.
Tenía a su familia que la amaba, tenía un trabajo estable, estudiaba la carrera que siempre deseó desde pequeña y tenía buenos “amigos”. No tenía razón para sentirse así.
Así pasó tiempo y cada día era peor, Gigi ya no tenía ganas de trabajar, su jefe siempre le reprochaba su poco rendimiento, le iba constantemente mal en sus clases, se alejó de su familia, no juagaba con sus mascotas y dejó de salir con sus amigos.
Llegaba a casa, se deshacía de su ropa y se ponía algo cómodo para luego sentarse en el sofá a mirar películas a las cuáles no le ponía atención realmente.
Nadie le escribía a excepción de su familia, y si lo hacían, era sólo para invitarla a salir o decirle que haga alguna tertulia en su casa con él fin de pasar un fin de semana más bebiendo. Quizá, alguna de sus otras amigas, sólo la invitaban a comprar ropa y gastar en cosas que no necesitaba realmente mientras ellas hablaban de cosas que Gigi, realmente, no quería ni necesitaba escuchar.
Pero siempre fue lo mismo, una y otra vez, fue un constante vaivén de repeticiones de frases en donde ella, muy a su pesar, ya se sabía el libreto.
Meses más tarde ya no de hablaba con nadie, dejó su trabajo y abandonó su carrera. Lo único que hacía era hacerse un ovillo cada día en su cama.
Aquel jueves por la mañana se levantó con una valentía que creía perdida y decidió hablar con su familia de cómo se sentía, se levantó de su cama aún un poco desganada, se dio un baño de gato como suelen decir, se puso la misma ropa con la que había pasado dos días seguido y pidió un taxi para llegar a casa de sus padres. Al llegar, se llevó la sorpresa de que su madre se encontraba preparando un té para su padre, quien, yacía enfermo desde hace varios días por un mal estomacal.
Se sintió culpable por no haberse enterado antes de la situación y, en vez de hablar con sus padres y tal vez desahogarse un poco, decidió simplemente ayudar en casa ese día y atender a sus padres.
Su mente estuvo ocupada todo el tiempo que estuvo allí y hasta había sonreído y reído un poco, lo cual llevaba un tiempo sin hacer.
Al marcharse les dio un gran abrazo a ambos y se marchó con una extraña sensación de calidez en su estómago y una satisfacción que no podía describir.
Pero sólo duró lo que restó de ese día.
El siguiente jueves, una semana después de que había ido donde sus padres, sintió la misma valentía para hablar de cómo se había estado sintiendo. Pero decidió no molestar a sus padres, así que decidió escribirle a uno de sus amigos.
Tomó el celular de la mesita de noche, buscó entre sus contactos y no supo a quién escribirle dentro de los 37 que tenía agregados y que eran sus amigos, con los que siempre salía y se divertían. Así que aleatoriamente sólo escogió uno y le escribió a Victoria, amiga de la universidad.
Abrió el contacto y luego de los saludos formales le dijo:
-Gigi: ¿tienes un momento para hablar? No me he sentido bien y creo que necesito hablar con una amiga.
-Victoria: ¡Ay querida! Justo ahora no puedo, pero voy de salida para la fiesta de cumpleaños de Alice, si quieres ven y aquí hablamos de cómo te sientes.
Gigi lo pensó, lo pensó, y lo volvió a pensar y llegó a la conclusión de dos cosas; la primera es que no quería salir y la segunda es que, si iba, sabía que no tendría oportunidad de hablar acerca de cómo se siente. Así que no le respondió y dejó el mensaje en visto.
Sin embargo, seguía necesitando encontrar con quién hablar y desahogarse un poco, así que volvió a buscar en su lita de contactos y vio el número de César, eran amigos por su antiguo trabajo.
Abrió el chat, volvió escribir los mismos saludos formales y volvió a preguntar lo mismo:
-Gigi: ¿tienes un momento para hablar? No me he sentido bien y creo que necesito hablar con un amigo.
-César: Mmm, supongo, ¿qué sucede?
-Gigi: Gracias a Dios que tienes tiempo para leerme, bien, te cuento. Últimamente no me he sentido bien, me he sentido un poco cansada de mi monotonía y tengo un poco de miedo a sumergirme en ella y perder quizá mi esencia y la de la vida misma.
-César: Entiendo, Gigi. Pero siéndote honesto la verdad no soy bueno dando consejos, así que no creo que pueda ayudar mucho. Por qué no mejor salimos mañana a tomarnos algo, a Leo lo subieron de puesto y vamos a ir a celebrar todos mañana, sé que ya no trabajas allá, pero es como si lo hicieras aún. Así despejas tu mente y quizás te sientas mejor.
Gigi leyó el mensaje una y otra vez, a la cuarta vez que lo hizo, sintió una calidez en su pecho, pero no de los buenos, sino de esos que te dejan un sabor amargo en la boca. Y volvió a llegar a una conclusión; quizás no quería que la aconsejaran, en realidad, estaba segura de que no es lo que ella estaba buscando. Gigi sólo quería que la escucharan.
Así que volvió a dejar un mensaje en visto, pero esta vez, sus ojos se llenaron de jugosas lágrimas que se permitió dejar salir.
Pero, aún no se quería rendir, así que fue por el último intento quizás.
Encontró el número de Laura, una vieja amiga de secundaria, tenían años conociéndose y pensó que ella si podría escucharla.
Esta vez, no le escribió, tomó todo el valor que le quedaba, el cual honestamente no era mucho, y marcó su número, seis tonos después Laura contestó:
-Laura: ¡Gigi hola, cuánto tiempo ha pasado! ¿cómo estás?  - respiró y después de unos pocos segundos contestó.
-Gigi: Hola, Laura. He estado algo, mm, bien… Me gustaría saber si tienes un minuto para hablar conmigo, por favor.
-Laura: Claro querida, lo que gustes, soy tu amiga para eso estoy.
-Gigi: Bien, es sólo que, últimamente no me he sentido bien, siento que me estoy sumergiendo en una constante monotonía de la cual tengo miedo no poder salir al final y…
-Laura: ¡Oh Dios mío, Gigi! Sí, te entiendo totalmente. El año pasado me sentía, en ese entonces estaba trabajando para aquel call center, ya sabes, y sentía que me llevaba la vida poco a poco, me estaba consumiendo y ahogando en el sentido retórico, ya sabes, así que lo que hice fue…
Gigi enmudeció. No dijo una sola oración en los siguientes 27 minutos de llamada, en los cuales Laura se desbordó hablando de ella y sus pesares. Sólo respondía con monosílabos. Excepto en el final, cuando Laura se despidió apresuradamente porque tenía que ir a un compromiso ese día, pero prometió volver a llamarla para que siguieran “hablando”.
Al cortar, se quedó con el teléfono en la oreja y respiró profundamente y lloró. Explotó en su máxima expresión y fue todo lo que pudo hacer.
Varias horas después, cuando encontró fuerzas para calmarse sintió una rabia apoderarse de ella, sin embargo, no quería alimentar sentimientos negativos en su corazón, así que sólo sacudió su cabeza y se quedó un largo tiempo pensando.
Se preguntó que hubiera pasado si Victoria simplemente hubiera ido a su casa a pasar tiempo con ella, o si César sólo la hubiera escuchado, o si Laura sólo la hubiera dejado hablar.
¿Qué habría pasado?
Sin embargo se reprendió a ella misma por pensar en cosas que no ocurrieron, porque eso la hacía sentirse aún peor.
No era sano pensar en cómo habrían sido las cosas si pasaran de manera diferente. Porque, muy a su pesar, no fueron diferentes. Las cosas suceden de cierta manera para que entendamos o aprendamos alguna lección.
Y Gigi lo entendió, aprendió la lección.
Había leído hace mucho tiempo una reseña, donde, al final del texto ponía “para tener buenos amigos hay que ser un buen amigo” y era cierto, pero hasta cierto punto.
A veces éramos muy buenos amigos, siempre estábamos ahí para todos, siempre ayudábamos a los demás, extendíamos nuestra mano amiga incluso cuando no podíamos. Siempre estamos. Y, aún así, aunque fuéramos los mejores amigos, lastimosamente no por eso debíamos estar rodeados de buenos amigos también.
Al pasar por aquellos eventos, Gigi entendió que nunca tuvo amigos a sus cortos (o largos) años de edad, sólo tuvo compañeros de trabajo y conocidos de la escuela o universidad.
Así que, empezó de nuevo con una nueva y mejorada perspectiva y nuevos valiosos conocimientos.
Encontró un empleo mejor, continuó con su carrera universitaria, hizo nueva decoración de casa, cambió de ambiente y, más que nada, se centró en encontrar personas con la misma o mejor energía positiva que ella. Personas que no sólo estuvieran en los momentos de gloria, si no también en los bajones que podíamos tener, personas que querían ser escuchadas y que también podían y más que nada sabían escuchar. Personas con un hombre para reír y también llorar, que eran capaz de cancelar una fiesta por acompañarte a casa a comer helado y ver películas toda la noche porque simplemente no querías salir de fiesta.
Esa clase de personas que valen la vida.
De esa clase que nos hacen ser mejores y que los hacemos mejores a ellos.
De los que verdadera y honestamente podemos llamar AMIGOS.”
Entonces, al llegar hasta aquí y conocer su historia, sólo puedes pensar en algo:
¡Soy Gigi!
Y sí, estás en todo lo correcto porque todos y cada uno de nosotros, hemos sido Gigi en alguna parte de la historia. De nuestra historia.
A veces sólo debemos parar un segundo en la vida, mirar donde estamos parados, si donde estoy hoy es donde quiero estar mañana y si de verdad, honesta, completa y sinceramente, tengo verdaderos amigos que me apoyen y me impulsen a ser la mejor versión de mí.
Porque en realidad, muchos de nosotros tenemos a una Victoria, o un César, o quizá una Laura en nuestras vidas y pensemos que realmente son nuestros amigos.
Cuando en realidad no lo son.
Porque eso no es amistad.
Eso es lo que NO son los amigos.
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yoamolosgirasoles · 5 years
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Un mensaje que todo padre y adulto debe leer porque nuestros niños están atentos a lo que hacemos , no a lo que decimos.
Cuando creías que yo no te estaba mirando,
te ví colgar mi primer dibujo en la nevera y corrí
a hacer otro.
Cuando creías que yo no te estaba mirando,
te vi poner alimento en la tacita del gato y aprendí que
es bueno cuidar a los animales.
Cuando creías que yo no te estaba mirando,
vi lágrimas salir de tus ojos y aprendí que algunas
veces las cosas duelen, pero que está bien llorar.
Cuando creías que yo no te estaba mirando,
te vi hacer mi postre favorito y aprendí que las cosas
pequeñas son las que hacen la vida especial.
Cuando creías que yo no te estaba mirando,
te escuché hacer una oración y supe que hay un Dios
al que siempre puedo acudir y aprendí a confiar en Él.
Cuando creías que yo no estaba mirando, te sentí darme el beso de las buenas noches y me sentí
amado y protegido.
Cuando creías que yo no estaba mirando,
te vi preparar un plato de comida y llevarlo a un amigo
enfermo y aprendí que todos debemos cuidar unos de otros.
Cuando creías que no te estaba mirando, te vi dar de tu tiempo y tu dinero para ayudar a gente
que no tenía nada y aprendí que los que tienen deben
ayudar a los que no tienen...
Cuando creías que no te estaba mirando, te vi cuidar
nuestra casa y de nosotros y aprendí que debemos cuidar
lo que nos ha sido dado.
Cuando creías que no te estaba mirando, aprendí de ti las lecciones de la vida que necesitaba :
como ser una persona buena y productiva...
te miré y quise decirte:
“GRACIAS POR TODAS LAS COSAS QUE VI CUANDO CREÍAS QUE YO NO TE ESTABA MIRANDO.
Todos nosotros , padres , amigos, influimos en la vida de los niños que tenemos a nuestro alrededor. Seamos un ejemplo para ellos.
#yoamolosgirasoles #sunflowerfields #girasoli #girasol #girasole #girasoles #sunflower #tumblr #facebook #tiktok #instagram #girassois
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tortuga1976 · 7 years
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CUANDO CREÍAS QUE YO NO ... Un mensaje que todo padre y adulto debe leer porque nuestros niños están atentos a lo que hacemos , no a lo que decimos. Cuando creías que yo no te estaba mirando.... ...te ví colgar mi primer dibujo en la heladera y corrí a hacer otro..... Cuando creías que yo no te estaba mirando... ...te vi poner alimento en la tacita del gato y aprendí que es bueno cuidar a los animales........ Cuando creías que yo no te estaba mirando... ...vi lágrimas salir de tus ojos y aprendí que algunas veces las cosas duelen, pero que está bien llorar... Cuando creías que yo no te estaba mirando... ...te vi hacer mi postre favorito y aprendí que las cosas pequeñas son las que hacen la vida especial.... Cuando creías que yo no te estaba mirando... ...te escuché hacer una oración y supe que hay un Dios al que siempre puedo acudir y aprendí a confiar en Él Cuando creías que yo no estaba mirando... ...te sentí darme el beso de las buenas noches y me sentí amado y protegido..... Cuando creías que yo no estaba mirando... ...te vi preparar un plato de comida y llevarlo a un amigo enfermo y aprendí que todos debemos cuidar unos de otros Cuando creías que no te estaba mirando... ...te vi dar de tu tiempo y tu dinero para ayudar a gente que no tenía nada y aprendí que los que tienen deben ayudar a los que no tienen. Cuando creías que no te estaba mirando...te vi cuidar nuestra casa y de nosotros y aprendí que debemos cuidar lo que nos ha sido dado. Cuando creías que no te estaba mirando... ...aprendí de ti las lecciones de la vida que necesitaba : como ser una persona buena y productiva... te miré y quise decirte:.. “GRACIAS POR TODAS LAS COSAS QUE VI CUANDO CREÍAS QUE YO NO TE ESTABA MIRANDO. TODOS NOSOTROS, PADRES O AMIGOS, INFLUIMOS EN LA VIDA DE LOS NIÑOS QUE TENEMOS A NUESTRO ALREDEDOR
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