Tumgik
#Preparativos de viaje
cheritzteam-es · 1 month
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[Mystic Messenger] Anuncio de evento de verano agosto 2024: Refrescante mar🌊, ¿con quién quieres ir de vacaciones de verano?
Hola, somos Cheritz.
Muchas gracias a las coordinadoras que han celebrado el 8vo aniversario de Mystic Messenger ♥
Los miembros no han podido ocultar su emoción y sorpresa al probarse nueva ropa por primera vez.
Uno de los miembros se negó rotundamente porque no podía usar esta ropa, pero pensando que la coordinadora se pondría feliz dijo que podía soportarlo :-) 
Para celebrar la exitosa conclusión del evento del 8vo aniversario, ¡los miembros decidieron ir todos juntos a unas refrescantes vacaciones de verano! 
Después de un caluroso debate decidieron ir al 🌊mar🌊 para las vacaciones de verano.
Como opciones estaba ir a la playa o de campamento, pero no había nada mejor que jugar con el agua seguido de una deliciosa barbacoa 😂
Coordinadora, ¿qué te parece superar este caluroso verano junto al evento de verano de Mystic Messenger?
¡¡Entonces, para más información continúa leyendo este anuncio!! 😉
< ① Evento de verano >
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¡Los miembros después de decidirse ir a la playa de vacaciones de verano, se pusieron a planear con más detalles el viaje, qué traje de baño ponerse, cómo viajar, y otros preparativos…!  
Como están apartando un tiempo en su día a día tan ocupados, están planeando pasar un tiempo bonito y muy divertido. 
V planea traer una funda impermeable para su cámara para sacar muchísimas fotos, ya que hace mucho que no juegan en el agua todos juntos… 👏
(Si tienes curiosidad por las fotos que sacará V de las vacaciones de todos los miembros espera un poco!👀)
Y el 20 de agosto (martes) habrá un evento de reposteo en X. 
Entre las personas que hayan reposteado se sortearán y se entregarán 50 relojes de arena​⌛♥ (15 ganadores)
Así como los miembros se preparan para sus vacaciones de verano, ¿qué tipo de vacaciones de verano estás preparando, coordinadora?
Junto al hashtag #MM_vacasdeverano_x100 postea con qué miembro quieres irte de vacaciones y públicalo en X o en Instagram, y por sorteo podrás ganar 50 relojes de arena ⌛  : - D  (15 ganadores)
(¡No es ningún secreto que todos los miembros están esperando a quién elegirás!)
Por último, tendremos un evento de descuento de algunos productos de la tienda,  
¡Si estabas dudando en comprar no te pierdas esta oportunidad por nada★!
Periodo de descuento en la tienda de Cheritz: 16 de agosto (viernes) 2pm ~ 22 de agosto (jueves) 2pm (KTS) 
< ② Evento de inicio de sesión >
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¡Si te conectas durante el periodo mencionado a continuación podrás disfrutar de la ilustración de portada de verano! Diviértete jugando junto a la ilustración de portada de verano y pasa un verano feliz. 
¡¡Y no te pierdas la recompensa sorpresa de conexión : D !!
Periodo de la ilustración de portada : 17 de agosto (sábado) ~ 30 de agosto (viernes) (KTS)
Recompensa de conexión de verano : 19 de agosto (lunes) ~ 22 de agosto (jueves) (KTS)
¿Qué te parecieron los eventos de agosto que hemos preparado?
¡Esperamos que tengas un muy feliz verano junto a Mystic Messenger!
¡Muchas gracias!
De Cheritz.
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naturalswimmingspirit · 10 months
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siendoviajeros
MARATÓN NUDISTA 2023 🌿🏃‍♀️🏃🏽 🍀Este año vamos a participar en la Cross Nudista y estamos muy emocionados de ir a nuestro primer evento Naturista en Argentina . ⁉️¿Cuando? ¿ Donde? 👉El 10 de Diciembre en Yatan Rumi, la Reserva Nudonaturista en Tanti, Sierras de Córdoba . 👉Este evento se realiza hace 17 años y da inicio a la temporada de verano nudista 🦦 Ya les contaremos detalles de la Maratón y los preparativos del viaje 🌎😍 ¿ Te gustaría participar de un evento nudista? 👇 👉Para consultas e inscripciones podes pasar por @yatanrumi 🍀🤍 📸 Arroyo Siry Siry , Paraguay .
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zonadelcaos · 5 months
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SONIC PICT ABRIL 2024 - Los preparativos del viaje animan la ciudad
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La ciudad bajo el castillo bulle con la placidez primaveral, animada por el sol matutino. 🏰
Sir Percival, caballero de la Mesa Redonda, revisa productos para un viaje en un puesto callejero.🤔
Los ciudadanos se agitan con la llegada repentina del caballero… ¿qué necesitará?
¡Mañana comienza la Golden Week! ¿Estás preparado?
¡Que tanto los caballeros como todos empecéis vuestros viajes con buen pie! 😉
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Comentario de Eitaro Toyoda:
"Bla--¡Digo, Sir Percival de Sonic y el Caballero Negro!
En este juego, la cantidad de fanáticos o "seguidores" aumenta a medida que juegas un papel activo en las misiones del juego. Estoy seguro de que Percival tenía muchos seguidores y cada uno de sus movimientos emocionaba a todos. :D"
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Recordad darle apoyo con vuestros likes y RTs a los tweets originales del @SonicOfficialJP y ahora también podéis visitar la galería en Sonic Channel
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projectrevolutionff · 5 months
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Sombras del Ayer — Chelsea IV
Cansada de tanta cháchara, diversión y ser observada por Dennis, decidió tomarse un respiro en el exterior. La noche refrescó gracias a la asistencia de la suave brisa; sintió las manos enfriarsele, la mente exhausta y los bebés inquietos. «De no ser porque estoy embarazada me habría prendido un cigarrillo. Dios, que gran momento para algo de nicotina.» Viajar por su inestable adolescencia, recordar ciertos momentos bastante desagradables… Aún peor fue la fotografía de su graduación. Dos semanas antes se practicó un aborto y dos semanas después Dennis se fue al ejército. ¿Por qué su cabeza no dejaba de darle vueltas a aquello? Se encontró a sí misma rumiando en el recuerdo, pese a haber salido de toda esa situación y vivir una vida apetecible. «Quizá porque me recuerda a las sensaciones y emociones, y eso que ya no soy la misma.» Transformó su dolor en acción, en nuevas oportunidades y cruzó el puente. Se convirtió en una mujer con experiencia y resiliencia. No una niña o jovencita explotada. Se alejó del bullicio del salón principal dando pasos tranquilos y los brazos cruzados. Inhaló la fragancia ambiental, observando que los empleados del lugar removieron casi la totalidad de los arreglos de la recepción. Descendió los escalones suavemente, sujetando el barandal y una mano en el bajo vientre. ¿Por qué tiraba tanto? Oyó la fuente del segundo nivel, y admiró las tranquilas aguas. Optó por tomar asiento en la tercera terraza, la que daba directamente al verde césped del inmenso campo de golf. Divisó en la distancia los hoyos, árboles al igual que las trampas para las pelotas. Encontró un banco de madera disponible y lanzó un sonoro suspiro. Práctico algunos ejercicios de respiración para calmar los tensos músculos, ceño fruncido, pensando en el viaje al extranjero. «Lo único que me falta es tener que atrasar nuestra mudanza. Porfa hijitos déjenme llegar al puto Reino Unido.» Rezó porque no fuese nada grave. Se mantuvo en silencio varios minutos, saboreando el fresco contra la piel y jugueteando con sus bebés. A veces movía su estómago a propósito para sobresaltarlos, o palmeaba un poco más fuerte y sentirlos moverse. Todo iba bastante tranquilo hasta que percibió pasos rápidos acercarse. Resignó el abandonar el momento de calma ante la visita de un extraño. —¿Chels? —oyó una pincelada de desesperación en la voz, pero lo que más le impactó fue oír el timbre—. ¡Chelsea! ¿Dónde estás? «Me cago en mi madre y en mi padre… es lo único que me faltaba.» Dennis. Lo vio descender hacia su posición con rostro desencajado. Se quedó quieto al encontrarla, volviendo lentamente el cuerpo hacia ella. —¿Qué tal lo llevas, campeón? —soltó irónica. Él se acercó y su perfume masculino se perdió en la peste alcohólica—. ¡Vaya! Hueles… a bar. Una repulsión la asaltó. Gracias a sus ocho años de sobriedad desarrolló un instintivo asco al olor de alguien borracho. —Lo intento lo mejor que puedo, pero la verdad es que…
Se sentó torpemente a su lado. Ella se apartó discretamente hacia el extremo opuesto. «Igual al marzo de ese año…» Su estómago se revolvió al tenerlo tan cerca. Le recordó cuando ambos dieron un salto equivocado. —Bueno, es difícil y lo comprendo. Las bodas nunca son fáciles, es mucho estrés para un par de horas. —Y que lo digas… ¿Sabes? Necesito decirte algo. —Soy todo oídos. Lo vio titubear. Dennis solamente titubeó cuando era algo serio, de ese tipo de cosas que la otra persona quizá no quiera escuchar. Oh, no. ¿Y ahora? «¡Trágame tierra y no me devuelvas!» El rubio se encogió, colocando sus codos contra las rodillas. Se mordió los labios un par de veces para luego toser. —Chels, pasó mucho tiempo desde que no nos sentamos a hablar seriamente de las cosas, ¿no te parece? Ella asintió con cautela. Su tono casi susurrante le erizó la piel. —Bueno, estuviste un poco ocupado con los preparativos y los invitados, ¿no? Es normal, nosotros cuando planeamos… —¡No! —La corto repentinamente, con una pasión inusitada—. No, por favor no menciones eso ni… —¿Eh? ¿Qué carajos te pasa? —No lo menciones más, parece que hablas como de un culto y no como una persona independiente. ¿Un culto? ¿Qué mosca le picó? —¿Ethan? —balbuceó, el verlo asentir se indignó—. ¿Y ahora que tienes contra él? —Yo… No me cae bien, no lo soporto. Parece como si fuese una especie de Jesús para ti. Se levantó. Su acompañante le siguió, tomándola del brazo para obligarla a voltear. Chelsea se zafó de su agarre y le dirigió una mirada cargada de desprecio. —¿Cómo te atreves a decir una cosa así de mi marido? ¿Quién te crees que eres? ¡Ethan no es ni por asomo lo que tú crees que es, carajo! ¡Es mucho más hombre de lo que tú vas a ser en tu puta vida! Dennis intentó acercarse una vez más, pero ella retrocedió con la mano en alto. Un paso más y le plantaría un buen bofetón. —¿Es que no lo ves? Tiene aires de suficiencia, se cree mejor que cualquiera. Me da miedo que sea así contigo o con cualquiera, no te merece en lo más mínimo. Al borde de salirse de sus cabales lo enfrentó luego de darle un fuerte empujón. El rubio retrocedió un paso hasta posicionarse fuerte. —¿Porque tú sí, Dennis? ¿En serio? ¿El mismo hijo de puta que me dejó tirada a los dieciocho porque no tenía huevos para quedarse? ¿Te crees que todos son como tú o como Joe? —Si, y me odio desde ese momento. Te rechacé para callar lo que tenía dentro y porque me moría de miedo de… «¿Qué carajos está diciendo?» —¿Miedo? ¿De qué mierda tenías miedo? Su garganta ardió al gritar. Él la miró con ojos transparentes; ella no logró reprimir un escalofrío. —De haberme enamorado de ti. —El corazón le dio un vuelco; ahogó sus palabras, completamente pasmada—. De eso. No quería aceptar que sentía cosas… que siento mucho más por ti de lo que crees. De lo que debería alguien que se acaba de casar. —No lo digas, por favor… —Lo siento, Chels, pero estoy enamorado de ti desde entonces. La aludida se masajeó las sienes en un desesperado intento por encontrar lógica al suceso. Retrocedió unos pasos y desvió la vista escaleras arriba, al cielo y a las estrellas. —Yo no puedo creer la sarta de estupideces que dices, realmente no puedo —espetó violenta—. ¿Cómo te atreves a decirme algo así aquí y ahora? ¿Cuándo hace tres horas que te casaste con Kelly? ¿Es en serio? —Mucho muy, perdona —murmuró ronco de la emoción—. Realmente me asusté de quererte, eras demasiado frágil para alguien como yo… ¡Diablos! Hice todo para alejarte y para que mis sentimientos no siguiesen su camino, pero el corazón quiere lo que quiere. —¿Qué mierda pretendes lograr con esto, Dennis? Explícame de una puta vez o me va a estallar la cabeza. —Sintió el latir de las venas del cuello, ardor por la bilis en la garganta—. ¿Después de todo lo que me dijiste hace unos años? —Estaba celoso a muerte de tu novio y de tu bebé, herido porque sabía que él podría quedarse para siempre contigo y yo perderte. —Desvió el rostro, apretando las manos en puños—. No podía soportar esa idea, me comía la cabeza que él te tuviera y yo no.
—¿Tenerme? ¿Te crees que soy un juguete? —No, yo… —No sigas, te lo pido por favor. No me obligues a ahorcarte aquí mismo —amenazó, con el dedo índice elevado—. Déjame a mí y a mi familia en paz. Lo nuestro se terminó el día en que te despediste para ir a jugar a los putos soldaditos. Emprendió la vuelta mas fue detenida por él; la retuvo suavemente del brazo y le dio vuelta, obligándola a encararlo. —Debí decirlo antes, lo admito, pero tú siempre dices que es mejor tarde que nunca, ¿no? —¡Suéltame! ¡Déjame ir! Una voz femenina llamó a su amiga desde la parte más alta del complejo. Dennis observó en dirección a la voz y finalmente dijo: —Mejor tarde que nunca… La besó. La mujer sintió el contacto de sus labios contra los suyos al tiempo en que golpeó su pecho con puños. La diferencia de altura, el agarre y su estado hizo difícil el zafarse. De no ser por el grito femenino, no se habría librado.
Él se separó como si su cuerpo quemara, ojos hacia la figura de piel morena y cabellos negros. Delaney bajó rápidamente las escaleras, interpuso su cuerpo entre los dos para luego preguntar a su amiga si estaba bien. El rostro alargado de la chica presentó una fuerte contorsión ante la impresión. Chelsea no supo que responder más que soltar insultos, sonidos de asco y finalmente encarar al individuo masculino. Lo abofeteó tan fuerte como pudo. Dela la frenó cuando quiso darle un segundo golpe, a puño. Dennis quedó de pie sujetando su rostro con la zurda para luego volver los ojos. —Hijo de mil putas, me cago en Dios y en tu puta vida. No vuelvas a dirigirme la puta palabra en tu miserable vida —lanzó un gruñido después de cerrar las manos en puños—. ¿Puedes darte una idea de lo que acabas de hacer o te lo dibujo? ¿A una mujer casada? » Yo no soy como tú, no engaño a quienes más me quieren porque no puedo aceptar que soy un maldito tiro al aire. —Envalentonada se posicionó frente a él—. Me da lástima Kelly, casándose con un gusano como tú. Mucha suerte en la vida, la vas a necesitar. Dennis meneó suavemente la cabeza. El alcohol le otorgó un brillo especial en los ojos. Vio tristeza, resignación y complaciencia detrás de ellos. Masculló “maldito infeliz” y se acercó a su amiga; Dela pasó un brazo por sus hombros mientras la condujo hacia los escalones. La descendiente mexicana dirigió un insulto a muchacho, luego emprendió la subida. Involuntariamente tembló hasta llegar a metros de la puerta; dentro, los asistentes sentados charlaban animadamente. Delaney se percató su deplorable estado, abrazándola momentáneamente para luego dirigirle palabras de aliento. Acarició sus mejillas, echó algunos mechones de cabello detrás de su oreja y otro abrazo, aún más largo que el primero. Ninguna de las dos mencionó lo que sucedió. Clavó sus orbes avellanados en los oscuros ojos de su mejor amiga, trató por todos los cielos de que no le temblase la voz. —Dela, no digas nada ni a Ethan ni a nadie. —La vergüenza la cubrió como un oscuro manto; se sintió sucia e infiel—. Ni una puta palabra de lo que pasó. —Mi reina, yo solo fui a buscarte porque tardabas mucho. Eso es todo. Ingresaron al fiestón. Risas, copas chocando y ruido de cubiertos chocando llegaron a sus oídos. Enfilaron hacia sus asientos. Su esposo la vio y no logró ocultar su preocupación. Fue peor al verla tan descompuesta. Chelsea no pudo evitarlo. —Cambia un poco la cara, parece que mataron a alguien frente tuyo. —¡No puedo! —susurró, recibió un apretón en su hombro izquierdo—. Ni siquiera a los ojos puedo verlo. —Chels, mi reina, tú no le hiciste nada. Cálmate y dile que se irán más temprano. Agotada, se desplomó sobre la silla. El resto la miró con sorpresa. Ethan aguardó unos segundos para que recuperase la compostura; Chelsea lo contempló con ojos vidriosos. Las luces cambiaron para las copas de champaña y las palabras a los novios. Dennis ingresó, siendo recibido por vitoreos de sus amigos del ejército. —¿Estás bien? —preguntó cauto—. ¿Qué sucedió ahí fuera? —Vámonos a casa —dijo por fin, voz acongojada—. Vámonos en este instante. Un fuerte tirón en su abdomen casi que la dobló en dos. Se sujetó la enorme tripa con ambas manos e intentó mantener la compostura. Su marido se demostró sumamente preocupado, sujetando también su vientre con la zurda biónica. —Primero tomaremos algo de aire, un poco de agua y nos serenaremos, ¿de acuerdo? No puedes ir a ningún lado en ese estado. —No, quiero irme ya. Ethan elevó la vista más allá de las mesas linderas, a la pareja de recién casados que se sentó tranquilamente en la mesa principal. Sus ojos verdosos se cruzaron con los azulados unos instantes; el duelo acabó cuando un cuate del ejército jugó a probar el micrófono. La rabia fluyó en el interior masculino. Ese malnacido le hizo algo a su esposa y no le quedarían dientes para comer el postre. —Termina este segmento y nos largamos, cielo. Bebe un poco de agua. Al final su presentimiento no le mintió. Fue un rotundo error presentarse a la boda.
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luisfelizalde · 2 years
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Aya, la abuela regañona.
Es la 1:15 de la mañana y me acabo de tomar la segunda dosis de Ayahuasca, porque al parecer, el efecto de la primera toma de las 10:15 ya desapareció.
¿Cómo lo sé?
“Pregúntale a tu cuerpo, él te va a responder”
Fue la respuesta que me dio el guía cuando le pregunté cómo sabía si debía tomar más medicina.
Pero me estoy adelantando, creo que debo empezar por el principio.
Y eso es hace un par de años, cuando la conversación de este brebaje ancestral mágico, poderoso y curativo empezó a hacerse cada vez más presente, al menos en mi círculo.
Comencé a sentir que debía tener esa experiencia de la que todos hablaban como algo profundamente revelador y definitorio. Como algo que te cambiaba la vida. Y por una u otra razón, las cosas nunca se habían acomodado para asistir a una ceremonia con la que me sintiera confiado y tranquilo. Después de todo, lo que se dice de esta planta es que es sabia y que tú no la debes buscar sino que ella te debe encontrar, así que después de un par de años, por fin estoy aquí con un grupo de desconocidos dispuesto a descubrir esta medicina milenaria y emprender un viaje interior que espero sea esclarecedor e inolvidable.
Debo decir que me advirtieron muchas cosas acerca de la medicina: desde las más oscuras hasta las más maravillosas, así que tardé un tiempo en dejar clara la intención de acercarme a ella, porque lo último que quería es que esta fuera una experiencia lúdica. Obvio tenía mucha curiosidad pero nunca lo iba a hacer “por echar desmadre”, yo en verdad estaba buscando una experiencia espiritual.
Había escuchado los testimonios de muchas personas que habían tenido encuentros con seres pasados y futuros, con entidades de otros planetas, con familiares que ya no transitan en este plano, con seres de otras galaxias, con ángeles, con Dios. Había escuchado de personas que se encuentran con demonios y los enfrentan, con personas que al fin definen su propósito de vida, con personas que salen de la experiencia completamente cambiados, gente que abre portales a otras dimensiones, gente que sale de la ceremonia pudiendo hablar telepáticamente con animales y plantas.
Así que, estando la vara tan alta, me costó mucho definir una expectativa realista, de hecho mi idea, aunque parezca extraño, era tratar de llegar a la ceremonia sin ninguna expectativa, es decir, dejar que la planta me guiara y me llevara a donde quisiera. Yo me entregaría. Me rendiría a su sabiduría de abuela e iría con ella de la mano a descubrir los lugares que tuviera que sanar para progresar como persona.
Éramos un grupo de 16 personas. Completamente diferentes los unos de los otros: un estudioso y divulgador de las plantas de poder, dos ingenieros de audio, la directora de una escuela  montessori, una modelo ucraniana, un restaurantero, una pareja que se dedicaba al comercio de artículos deportivos de aventura, un par de amigas universitarias, dos casabolseros, un curandero gringo de Nuevo México, un escritor y un ingeniero en sistemas. Nueve de los dieciséis estábamos ahí por primera vez.
Nos citaron a las 7 de la noche en este lugar escondido en plena vista de todos para iniciar los preparativos, es decir, que nuestro guía nos explicara los detalles de la ceremonia.
Después de ir paso por paso por lo que se podía sentir, por lo que no y por hacer un compromiso grupal de “ir hasta el final” nos contó que durante la ceremonia, que duraría hasta las 6 de la mañana también efectuaríamos dos ofrendas distintas: una andina única en su especie en donde experimentaríamos con otras medicinas para tener diferentes sensaciones e ir todavía más profundo en nuestra introspección y una budista muy especial, para cerrar nuestra práctica.
Para acompañar al guía lo flanqueaban dos cantantes que estarían tocando música durante toda la experiencia. Entonarían rezos budistas, rezos chamánicos, mantras y canciones relacionadas con las plantas de poder.
Así que dieron las 10 de la noche y después de que cada participante expresara en voz alta “al abuelo fuego” (una ofrenda justo al centro del círculo donde estábamos) sus intenciones, me llegó el turno de decirlas, para que no hubiera duda de mis propósitos para esa noche.
Después se apagaron las luces y en penumbra a las 10:15, me estaban dando lo que sería la primera toma de ayahuasca de mi vida.
Acá va mi comentario whitexican: después del Durian que alguna vez probé afuera del Templo Sri Mariamman en Singapur, esto sin duda es la segunda cosa más asquerosa que he probado en mi vida. Verdaderamente asquerosa.
Un líquido espeso de color café oscuro y consistencia como de brea, amargo y que a cada milímetro que avanzaba por mi esófago, me iba dejando una sensación de quemadura de tercer grado que ni con un té de tepezcohuite se me iba a quitar.
Inmediatamente sentí el reflejo de expulsar el brebaje. Por el sabor, por la consistencia y por la sensación en mi garganta, pero respiré profundo, me tranquilicé y dejé que la pócima se asentara lentamente en mi estómago cultivado en dieta vegana desde hacía más de 5 días.
Pasó media hora y como tengo todo, menos elasticidad y no pensaba (ni podía) pasarme 8 horas sentado sobre mi cóccix, me recosté tranquilamente sobre mi yoga mat para esperar lo que tuviera que venir.
A partir de aquí esta narración se pondrá un poco borrosa en cuanto a los timings pero trataré de detallarlos con la mayor fidelidad posible.
En un silencio absoluto se empezaron a escuchar personas que vomitaban porque la ayahuasca es una bebida que una vez que hace efecto, casi necesariamente te hace vomitar o te provoca una diarrea fulminante. Es lo que se conoce como “la purga” de la planta. Ahí es donde empiezas a expulsar tus demonios, ahí es donde sacas todo lo malo que ya no necesitas en tu ser. Todo lo que te detiene, todo lo que no te deja crecer ahí se va. Tus barreras, tus miedos, tus limitaciones, tus apegos.
Pero, además de los sonidos de las arcadas, la noche también se empezó a llenar de risas, suspiros, pedos, eructos y gemidos de asombro y placer.
Comenzó la música. Una especie de rezo a dos voces con percusiones, panderos y guitarras acústicas inundaron el espacio donde estábamos y yo con los ojos cerrados me fusioné con la melodía. No hay otra manera de explicarlo. Las notas y yo éramos uno solo y yo flotaba alrededor de ellas. Era un sentimiento, nunca me vi flotando entre notas musicales multicolores, ni las vi convertirse en redes fractales, pero estoy seguro de que acariciaban mi cuerpo y se metían por cada uno de mis poros haciendo sentir un placer indescriptible. Trataba de no caer dormido. El guía nos había explicado amablemente que aquí habíamos venido a estar en la ceremonia, no a dormir, así que cada vez que sentía que estaba a punto de vencerme el sueño, abría los ojos de manera abrupta y me encontraba de nuevo en ese salón, alerta, rodeado de música y aderezado de efectos especiales de gente vomitando, pedorreándose, riendo o disfrutando de su viaje interno.
Antes de tomar por primera vez, crucé algunas palabras con el chamán de Nuevo México y me dijo “el único consejo que te doy es que si las cosas se ponen feas, regreses a tu respiración. Respira profundo para que vuelvas a tu centro y te mantengas calmado”.
Comento esto porque inmediatamente después de que acabaran un par de canciones, el cuerpo me empezó a temblar de manera incontrolable. Exactamente como si tuviera 40 grados de temperatura o más. Durante más tiempo del que hubiese querido, tuve unas convulsiones febriles espantosas y no había nada que pudiera quitármelas. Me tapé con las dos cobijas que llevaba y parecía como si no me hubiera puesto absolutamente nada. Tenía un frío brutal y el tiempo pasaba y yo seguía temblando y el tiempo pasaba y yo seguía temblando. De pronto una canción llamaba mi atención y me olvidaba por un minuto de ellos escalofríos pero cuando sentía que me iba a dormir, volvía a mi estado de alerta y por supuesto a seguir temblando.
Otra de las recomendaciones que nos hizo el guía antes de empezar fue que le pidiéramos a la abuela (así le dicen de cariño a la ayahuasca) que nos tratara con dulzura y amor, que todo lo que nos mostrara lo hiciera de manera dulce y tranquila, porque se sabe que muchas experiencias con esta planta de poder suelen ser a veces muy agresivas.
Recordé esta recomendación cuando ya no aguantaba más la temblorina y empecé a pedirle a la abuela que me tratara bien, que me tratara con dulzura y poco a poco los espasmos se hicieron menores.
Tuve unos segundos de paz y antes de que mis músculos se pudieran recuperar de los temblores, todo el cuerpo se me empezó a dormir. Brazos, piernas, dedos, pelo. Sentía un hormigueo brutal y no tenía ninguna capacidad de moverme. Se me congeló la región occipital del cráneo y claramente sentía como la escarcha iba recorriendo lentamente desde la conexión con la columna vertebral, hasta el hueso frontal.
“Trátame bien abuela” “trátame con dulzura”
Y durante otra hora o más, regresaron los temblores de nuevo. Estaba tirado en el suelo, cubierto con un par de cobijas como si fuera una momia, muriéndome de frío, sin poder moverme ni poder contrarrestar este sentimiento.
Y regresó la música. Y regresó el sentimiento maravilloso de ser levantado por ella a la estratósfera y de pronto, blackout.
Me regresó al aquí y al ahora un manojo de sonidos que escuchaba como si los tuviera a un milímetro de mi oído. Escuchaba el crujir de la madera, la respiración de la persona que estaba junto a mí y los pasos del guía que me preguntaba “cómo vas?”
-Pues creo que bien, aunque tengo mucho frío y no sé si ya me hizo efecto.
-Si crees que todavía no te ha hecho efecto es porque no te ha hecho efecto.
¿Y cómo sé si debo tomar un poco más? – desde hacía media hora que el guía nos había dicho que a partir de ese momento, los que quisieran profundizar un poco más la experiencia, podrían acercarse a pedir un poco más de medicina-.
Pregúntale a tu cuerpo, él te va a decir.
“Por supuesto que no quiero más de esa mierda” – fue lo que mi cuerpo me dijo cuando le pregunté.
Pero, a eso de la una de la mañana, yo lo único que sentía era un sueño tremendo y definí que tenía dos opciones: una, mandaba a todos a la mierda y me iba a dormir privándome del resto de la experiencia o dos, le volvía a preguntar a mi cuerpo si intentábamos de nuevo. Total, “ya estábamos ahí”.
Mi cuerpo aceptó la propuesta dos y entonces me acerqué al guía y brindamos “por la vida” con mi segunda toma.
A los pocos minutos el proceso de las diez de la noche volvió a repetirse: escalofríos potentísimos, adormecimiento general del cuerpo, congelamiento del cráneo y del cerebro y una exacerbación del sentido del oído con respecto a los sonidos de alrededor y de la música que nos acompañaba. Solo que esta vez se agregaron un par de cosas: una especie de slideshow de miles de fotogramas de mi vida se aparecieron en mi cerebro. Corrían a mil kilómetros por hora y era casi imposible identificar cada una de las imágenes.
-Muestrámelo más despacio abuelita, no entiendo.
El slideshow seguía corriendo de manera frenética en mi cabeza.
-Muéstrámelo más despacio abuelita, no comprendo qué es lo que me quieres decir.
O la abuelita es sorda, o simplemente le vale pito lo que le pido porque nunca bajó la velocidad. Era imposible entender las imágenes. Era claro que se trataba de mi vida, pero no tenía ni idea de qué significaba cada foto.
Y de pronto me inundó una sensación de terror. De que algo malo estaba pasando. De que en las imágenes había algo terrible. Solo era la sensación porque no alcanzaba a distinguir de manera visual qué era exactamente.
“Regresa a tu respiración”, “regresa a tu respiración”
Las palabras que había hablado con el chamán de Nuevo México me hacían todo el sentido en este momento. Respiré profundo. Adentro, afuera. Inhala, exhala. Adentro, afuera. Inhala, exhala y así, la sensación de tragedia se iba disolviendo para darle entrada a la cascada de imágenes indescifrables de mi vida que se iban intercalando con la música y se convertían en un loop del que era muy difícil salir.
“Respira profundo” “respira profundo”.
Y justo a dos milímetros de mi oído escucho un ruido que me saca del loop y me hace abrir los ojos súbitamente solo para descubrir que a mis pies está la silueta de un gigante. Solo distingo la silueta pero tiene hombros anchos y cabeza potente. Siento que mi respiración se detiene. Me escucho el latir del corazón. Pum, pum, pum.  El gigante me da la espalda y no se ha percatado de mi presencia pero está ahí y se está acuclillando a mis pies.
Vuelvo a sobresaltarme y ahí me doy cuenta que no es ningún gigante, que es el guey que ha estado junto a mí durante toda la ceremonia pero el efecto de la medicina le ha provocado que quiera pararse varias veces y estirarse justo frente a mí. Sobra decir el pedo que me saca y que en cuanto me doy cuenta que solo es este guey, regresa a mí la cordura y la calma y pienso “no mames, qué pinche susto”. Me relajo y la música me vuelve a atrapar y vuelvo a cerrar los ojos para seguir mezclándome con la melodía pero ahora esa melodía tiene sonidos huecos y gruñidos. Pienso que otra vez es el gigante que hace esos ruidos pero ahora siento ese sonido en mis entrañas. ¿Recuerdan que les había dicho que la salida natural de la pócima era en forma de vómito o diarrea? Como hasta ahora no había vomitado, yo pensé que iba a ser “uno de esos suertudos que no vomitan” y sí, nunca vomité, a mí me tocó la otra forma de purga, gracias.
Era irremediable que debía correr al baño. En-ese-momento. Afortunadamente, había guardado toda mi energía por haber estar acostado durante toda la ceremonia así que pude levantarme rápido y salir disparado. El caminar hacia el baño fue una especie de peregrinación en cámara lenta en donde veía como mis brazos se repetían en cada vaivén que daban. Veía mis manos repetirse mil veces. Pero mi concentración y mi atención no debían estar en la multiplicidad de mis extremidades sino en mis intestinos. Así que hice lo que debía hacer y regresé al círculo de contención.
Me volví a acostar. Se volvió a aparecer el gigante. Volví a escuchar los sonidos de mis entrañas. Volví a correr a desalojar todo lo que le hacía daño a mi alma. Esto se repitió 4 veces más.
Regresé a acostarme justo en el momento que estaba empezando el segundo ritual: La ofrenda Andina a la que ya no puse atención porque físicamente estaba hecho un guiñapo. Lo único que pude escuchar fue:
“Ahora les vamos a dar a probar esta medicina ancestral. Son unas gotas que se ponen en los ojos y que les van a hacer la visión mucho más clara, van a ver todo mucho más nítido y eso les va a enaltecer la experiencia”.
A esas alturas de la noche ya estaba tan inmerso que pensé  “qué más puede pasar” chinguesumadre, que me las pongan.
“Arden un poco, pero no te concentres en el dolor sino en la luz que te va dar cada una de las gotas para que tu experiencia sea más nítida” – me dijo la ayudante del guía mientras dejaba caer el líquido sobre mi retina.
¡Laputamadrequeteparióhijadelachingada! eso fue lo que pensé por  que nos habían dicho que no podíamos hablar durante toda la ceremonia. ¡La recontra puta madre que te mil mierdas parió!
El ardor que tenía en ese momento era como si me hubieran untado catorce mil chiles habaneros en las pupilas. Me daban ganas de arrancarme los ojos. Me voy a quedar ciego, me lleva la chingada, me voy a quedar ciego. Y el ardor no se me quitaba y lejos de “ver mejor” el ardor me obligaba a apretar los ojos y esto solo hacía que me ardieran más. Litros de lágrimas salían de mis ojos y yo solo me los tapaba con las palmas de las manos. Lo único bueno fue que el ardor era tan intenso, que todos mis sentidos se enfocaron solo en eso: en el ardor. Diarrea olvidada, entumecimiento olvidado, frío olvidado.
Terminó el ardor y al menos yo, no sentí ninguna diferencia en mi visión.
Creo que ahí fue cuando mi cuerpo se rindió por completo. Me volví a recostar y al parecer me quedé dormido porque no recuerdo haber escuchado que nos llamaran para reunirnos al centro del salón y ser parte de la última ofrenda. La especial. La budista. Abrí los ojos justo para escuchar las intenciones de la ofrenda y el desarrollo de la misma. Los veía desde mi lugar en posición fetal, completamente destruido.
¡Un escorpión!
Fue el grito que espetó el guía a mitad de la ceremonia y vi como todos se incorporaban cada uno a su propio torpe ritmo.
¡No mames, qué loco!
Bueno, es la primera vez que me pasa, de alguna manera se tenía que manifestar nuestro maestro del himalaya.
¡Woooooow! Qué honor haber presenciado esto!
Aquí fue cuando me dí cuenta que ya no tenía ningún efecto de la medicina encima porque estuve a punto de gritarles a todos que sí, una opción era que el maestro budista se había materializado y había salido de la ofrenda en forma de escorpión, o que estábamos a unos pasos de un jardín de 400 metros y que probablemente, solo probablemente se habría podido meter un puto alacrán buscando el calor de las velas, el olor del copal y aprovechando que estábamos en la puta penumbra y que más valía que buscáramos a la parejita del arácnido para que no nos fuera a picar y nos fuera a mandar al hospital PERO, me callé el hocico y no dije absolutamente nada, en parte porque qué hueva ser el escéptico del grupo y en parte porque yo había aceptado inbuirme en la experiencia al 100% y aceptarla con respeto y humildad so…
Dieron las siete de la mañana, hicimos una fogata en el jardín para quemar todas la intenciones de la ofrenda budista y recibir una última limpia de nuestro guía.
Podemos ir en paz. La ceremonia ha terminado.
Y sí. Me fui muy en paz. En el camino a casa ni siquiera pude prender el radio del coche. Todo era demasiado ruidoso para mí. Me sentía flotando. Con una tranquilidad indescriptible. Mi esposa me dijo que mee veía lento. Yo me sentía perfectamente, sereno, imperturbable.
Al día siguiente sentía que me moría. Me quise levantar pero no pude. De hecho tenía un dolor tan intenso por todo el cuerpo que lo único que pude hacer fue tomarme dos tylenols de un gramo y regresarme a dormir. Nunca me había sentido tan mal, con tan poca energía, con tan pocas ganas de moverme, de respirar, de vivir. Era como si me hubiera aventado 10 rounds con el canelo. Ese día dormí 16 horas.
Hoy puedo decir que ya estoy bien. Que ya soy Luis. Que me resetearon el Windows, que ya regresó todo a la normalidad y que mi experiencia con la abuela ha sido muy pero muy fuerte.
Puedo afirmar que lo que me tocó fue mucho más físico que espiritual. De hecho, me atrevo a decir que no tuvo nada de espiritual. Lo poco que tuvo de lindo y ensoñador, fue meramente sensorial.
Si me preguntaran ¿lo recomiendas? Respondería “si te va a tocar una experiencia como la mía, no. Pero quién sabe, cada cabeza es un mundo y tal vez a ti te paso algo maravilloso e iluminador”.
Los que saben afirman que “lo que me pasó es justo lo que la abuela sabía que necesitaba”. Yo digo que, con todo respeto a la abuela y a todos aquellos fieles que la consultan, cualquier cosa puede ser “el designio de la planta”. Así como la materialización del escorpión. Pudo meterse un gato, un pájaro o una mantis religiosa, TODO hubiera sido una justificación de la medicina.
No fue una experiencia reveladora, no encontré nada nuevo, no es algo que me cambió la vida: repito, hasta hoy. Tal vez en el tiempo esas imágenes se esclarezcan y tenga una mejor idea de algo que debiera mejorar como persona.
En todo caso es algo que ya no me van a contar. Es algo que ya hice y les firmo, es algo que no vuelvo a hacer.
Feliz jueves tengan todos.
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armatofu · 8 months
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JULIO VERNE
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Julio Verne siempre estará asociado a mis inicios como lector allá en mi adolescencia. Sus personajes y Asterix, por otro lado, en el mundo de los cómics, me hicieron pasar muy buenas horas de lectura. Y Verne me hizo además soñar con sus historias.
Nuestro personaje de hoy nació en Nantes el 8 de febrero de 1828. Estudió derecho, aprobando su tesis doctoral en 1850, y aprovechó su buena situación económica para dedicarse a la literatura. Se dio a conocer con su obra Cinco semanas en globo (1863), que tuvo una gran acogida entre el público y en la que se empiezan a manifestar las características que constituirían su obra: aventura geográfica, voluntad didáctica y preocupación por el progreso tecnológico y científico.
Se le considera el padre de la moderna literatura de ciencia ficción. Aprovechando sus conocimientos geográficos, adquiridos a través de numerosos viajes por Europa, África y América del Norte. Sus predicciones fueron asombrosas, por su gran precisión narradas en sus libros como la aparición de algunos inventos en ese afán por los avances tecnológicos que luego en el siglo XX vieron la luz como las naves espaciales, los submarinos o los helicópteros.
Dotado de una imaginación inagotable, gran cultura, una gran capacidad para la creación de personajes y extraordinaria fuerza narrativa, fue el más popular y el más leído de los escritores de su época y su obra está considerada un clásico de la literatura no solo juvenil.
Los éxitos se sucedieron de forma vertiginosa, así en 1864 publica Viaje al centro de la Tierra y un año mas tarde De la Tierra a la Luna. Al tratarse de los preparativos del viaje, se complementaría con una segunda parte cinco años después, Alrededor de la Luna. Donde relata el viaje.
Les siguieron, Las aventuras del capitán Hatteras (1866) y Los hijos del capitán Grant dos años después.
En 1870 ve la luz Veinte mil leguas de viaje submarino, con el legendario Nautilius y su enigmático capitán Nemo. Y tres años después nos embarcaríamos en un globo aerostático para dar La vuelta al mundo en 80 días con el flemático aristócrata británico Phileas Fogg y su inseparable Passepartout. Llevado a la gran pantalla y protagonizado por David Niven y Cantinflas. De hecho, son muchos los libros de Verne que han sido llevados al cine con gran éxito u en varias versiones.
Pero mi favorita sin duda es Miguel Strogoff (1876), el correo del zar, recorriendo la espeta rusa, atravesando Siberia para llegar a su misión en la lejana ciudad de Irkutsk donde tiene que entregar el mensaje al hermano del zar avisándole de los planes del traidor Ogareff, líder de una revuelta tártara. Las apasionantes aventuras durante el viaje, el momento del encuentro con su madre que no le puede reconocer o su relación con Nadia Fedor, son ingredientes que te atrapan y mantienen en tensión durante todo el relato.
Simplemente a modo de resumen, no nos podemos olvidar de otras obras como Un capitán de quince años (1878); as tribulaciones de un chino en China (1879); El faro del fin del mundo (1881); Dos años de vacaciones (1888) o Los viajes del capitán Cook (1896).
En 1892 había sido condecorado con la Legión de Honor.
En sus última obras, editadas póstumamente, El eterno Adán (1910) y La misión Barsac (1920), ese entusiasmo progresista había dado paso a cierta amargura escéptica respecto a la ciencia y a la perfectibilidad humana.
Falleció en Amiens el 24 de marzo de 1905.
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venusmonet · 2 years
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Dos aviones casi perdidos
Si de niña alguien me hubiera dicho que iba a ser de esos “cabros flojos” que se toman un año sabático al salir de las entrañas del sistema educacional chileno, de seguro me hubiera asustado bastante. Es que desde temprana edad te metían en la cabeza el cuento del NEM, las universidades, las carreras y su empleabilidad, que era prácticamente un juego en que ibas ganando puntos para ser alguien en la vida. Sin embargo, si alguien me hubiera dicho que sería para irme a estudiar inglés a otro país, seguramente me habría ido corriendo a los brazos de mi mamá rogándole para que no me dejara ir jamás.
Había salido recién del colegio y solo quería escapar de la vida que llevaba hasta ese momento, sentía que si no me salía de las garras de lo tradicional, me quedaría estancada y seguramente me transformaría en una persona muy diferente a la que soy ahora.
Me habían dado los resultados de la PSU, esa prueba infernal que ahora se llama PAES, que más encima se tenía que pagar para poder entrar a las prestigiosas y meritocraticas universidades de mi país. Los resultados obviamente no fueron buenos, igual me daban un poco lo mismo porque ya había decidido que me iba a ir a estudiar inglés. Una elección un poco arriesgada pero que sacando cuentas salía lo mismo que pagar una carrera tradicional chilena, y yo como en ese momento me creía nihilista al peo, ni siquiera se me pasaba por la cabeza pensar en esa idea.
Muchos se imaginan con esto ir a Estados Unidos, Inglaterra o Australia; y debo admitir que yo tenía entre ceja y ceja irme al país de los canguros, pero como siempre en mi vida, siguiendo ese patrón horrible que estoy tratando de cambiar, decidí descartar todos esos preparativos y a último momento cambiar de destino a un lugar que ni siquiera sabía que existía. Era una isla en medio del mediterráneo llamada Malta. Diciéndolo así suena maravilloso, pero en realidad esa isla era infernal, motivo por el que decidí terminar mi curso en Inglaterra.
Ya tenía todo listo; para que el viaje saliera un poco más barato mi mamá me consiguió un itinerario con dos escalas: Una en Buenos Aires y otra en Roma. Como nunca antes había viajado sola a otro país, ella me iba a acompañar hasta Buenos Aires, luego yo tenía que hacer todo por mi misma. Ya tenía los boletos listos, todos los papeles, no tenía por qué salir algo mal. Debí haberme dado cuenta que sería todo lo contrario cuando llegamos a nuestra primera escala, en la que si no me equivoco tenía como una hora para abordar. El problema aquí fue que me tenía que cambiar de aerolínea, por lo que tenía que sacar la maleta y llevarla hasta el counter de la otra aerolínea para hacer el check in. Apenas nos bajamos del avión, corrimos a buscarla. Estuvimos como media hora paradas viendo a las maletas desfilar para darnos cuenta que la mía no llegaba nunca. Aquí solo me acuerdo que mi mamá se desapareció como por quince minutos para ir a solucionar el problema y después la vi llegar corriendo. Teníamos que ir al terminal no sé cuanto, lo que pasó con la maleta ya ni me acuerdo, creo que la habían encontrado al final. El terminal al que teníamos que llegar quedaba literalmente al otro extremo del aeropuerto de Ezeiza, estaba en la hora justa y ya todos habían abordado. Yo, aun inmadura y con cero iniciativa de solucionar problemas, me salvé gracias a que mi mamá habló con los asistentes de la aerolínea para que me dejaran subir al avión, que estaba a punto de despegar. No sé cómo pero esa aerolínea hizo la excepción de esperarme para poder subir. Me tuve que despedir a la rápida de mi mamá, sabiendo que no la vería por casi un año, y salir corriendo a la puerta de embarque. Por suerte, los asistentes de vuelo me estaban esperando y como fui la última en abordar me dejaron elegir el asiento. El avión era gigante, recuerdo haber cruzado todas las clases habidas y por haber para quedarme en uno de los últimos asientos donde solo había un chico al lado de la ventana.
Aun no terminaba de procesar todo lo que estaba pasando, era la primera vez que estaba completamente sola, así que en vez de enfrentarme a esos sentimientos raros, preferí dormir. Dormí como diez horas seguidas, despertando entremedio para comer y luego para volver a forzarme a dormir una vez más. Llegué a un punto en el que no sabía si estaba solamente cerrando los ojos o durmiendo de verdad. Por suerte desperté justo cuando el avión iba a aterrizar, era de madrugada y se veía todo en una gradiente azul por fuera de la ventana, que a propósito me daba un poco de vergüenza mirar porque uno también mira a la persona que va al lado de la ventana y no la quiere incomodar.
La llegada a Roma fue burocrática, puras filas y papeleo. Una vez logré salir de ahí me confié en la puerta que salía impresa en la tarjeta de embarque, cometí el peor error de cualquier viajero, que fue no chequear en la pantalla si la puerta seguía siendo la misma. Tenía como dos horas así que me fui con calma, pasé por el duty free y me compré un desodorante, ya que solo quería pasar al baño y asearme de alguna manera. Una vez  que cumplí con esa tarea me fui en busca de algo para comer, llegué a un terminal que quedaba como en el subsuelo donde quedaba una pizzería exquisita. Después de eso ya me fui a la puerta de embarque que salía indicada en la tarjeta. Me quedé ahí hasta el último momento, debió haberme parecido extraño que el embarque no empezara a la hora correspondiente y que además en el counter se puso la señal de otra aerolínea nada que ver. Al ponerme en la fila para embarcar y mostrar mis documentos, la chica me quedó mirando raro y en un inglés que logré comprender a medias me di cuenta que ese no era mi vuelo. Yo como cualquier introvertida en vez de reclamar o preguntar algo, sonreí y me fui en silencio con mi maletita a cualquier otro lado, tratando de disimular que me había equivocado. Nunca me había sentido más tonta; pero esa torpeza no venía sola sino que también estaba acompañada con un temor terrible que me hizo llamar a mi mamá en el instante para ver qué podía hacer. No sabía qué hora era allá en Chile, probablemente era de madrugada. Me imagino lo que debió haber sido para mi mamá despertar en medio de la noche siendo que en ese momento su única hija debía estar arriba de un avión camino a Malta, para escucharla casi llorando y diciendo las palabras más horribles para cualquier viajero: “Mamá, perdí el vuelo”. Me acuerdo que me pidió que me calmara y que buscara un counter o algo de la aerolínea para explicarles mi situación, mientras tanto ella llamaría a servicio al cliente. Yo para ese momento ya me veía como Tom Hanks en esa película donde se queda a vivir para siempre en el aeropuerto; ya me estaba imaginando cuál sería un mejor lugar para dormir, los baños o alguna puerta de embarque.
Empecé a caminar por las puertas practicando en mi inglés medio cómo les explicaría mi situación a los asistentes, hasta que encontré un counter de la aerolínea. En ese momento me hubiera servido mucho más hablar español que en inglés, pero en ese momento no tenía idea de que el italiano era muy similar a mi lengua. Tuve la suerte de que el chico me pudo entender; no sé si me vio cara de asustada o si le di pena pero tuvo piedad y me cambió de vuelo sin cobrarme nada. Lo único malo era que ese vuelo saldría como en cinco horas más ¿Qué iba a hacer yo cinco horas dando bote por ese aeropuerto? Tuve tanto tiempo para recorrerlo que fácilmente me pudieron contratar para dar tours. Ya me sabía de memoria donde quedaban los terminales, las puertas, los baños, los servicios; cosa que me ayudaría a futuro porque esa no fue la última vez que tuve que hacer escala en ese lugar.
Aprendiendo de mis errores, cuando ya se estaba acercando la hora de embarcar, me fijé cuidadosamente en la pantalla cuál sería la puerta, así que me dirigí hasta allá y me formé, aun con el leve temor de que me volviera a pasar lo mismo; temor que se esfumó cuando mostré mis documentos y me dijeron que podía pasar. Hasta ese momento no sabía lo que estaba a punto de vivir en los siguientes meses, en esa isla que literalmente parecía sacada de una película de Danny Boyle mezclada con una propaganda anti drogas, pero eso es otra historia.
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el-club-del-caldero · 2 years
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Queridos todos tenemos nueva entrada en este día comencemos.
Solsticio de invierno, Navidad y luna nueva. ¡Estas fechas fueron nomentos de magia y celebraciones! Deseo y espero que estuvieran tranquilos dentro de su corazón y su alma en las buenas, en las malas. Por fin el sol, está despertando lentamente en el norte🖤
En la escandinavia pre-cristiana estás cruces solares/ ruedas solares fueron creadas y colocadas frente a cada casa para mantener a los espíritus malignos muy lejos de los hogares. Fue también un símbolo del sol y una forma de honrar su futuro regreso y simbolizar los preparativos de la Yuletide.
La cruz solar se quema, mientras que las mujeres y los niños bailan al rededor del fuego usando mascaras hechas de piel de animal de la cosecha del otoño.
Quemar la cruz del sol es conectar los cinco elementos: fuego, tierra, agua, aire y espíritu. También es simbólico que la rueda del sol aya comenzado su viaje de regreso a la tierra.
Hoy en día, en su mayoría en las partes o intermedias de Suecia, la rueda solar es una decoración común frente a cada casa durante la Yuletide, el solsticio de invierno y el de verano.
Fue así como llega la bonita tradición de colgar coronas en navidad en toda latinoamérica
Con amor madame Vespertilio 🦇
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bookishnerdlove · 8 days
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MPDQHEASVA - 11
Capítulo 11 – En la finca   Tras abandonar el palacio real, Mariabelle le pidió a su padre que acelerara su partida a la finca, para evitar que la familia real la convocara de nuevo. Como ya había completado la mayoría de los preparativos, su partida fue más tranquila de lo que había previsto; el viaje a la finca fue breve y largo a la vez. Como no tenía nada que hacer mientras viajaba en el…
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cofradiastv · 8 days
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Horario e Itinerario Procesión Extraordinaria Vera Cruz. Puerto Real 28 de Septiembre del 2024
La Hermandad del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz, Aguas y Buen Viaje y Nuestra Señora de la Amargura se encuentra inmersa en los preparativos finales de una de las citas más esperadas en Puerto Real. El próximo sábado 28 de septiembre, la localidad vivirá una jornada histórica con la salida procesional extraordinaria, conmemorando el 475 aniversario de los registros más antiguos de la…
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Curso académico en el extranjero
Estudiar en Canadá: Curso Académico en el Extranjero | Study Abroad
Introducción
Canadá se ha convertido en un destino popular para estudiantes internacionales que buscan una educación de alta calidad. Con una diversidad cultural impresionante, un entorno seguro y acogedor, y algunas de las mejores instituciones educativas del mundo, estudiar en Canadá ofrece una experiencia académica enriquecedora. Este artículo explora cómo puedes beneficiarte al elegir un curso académico en Canadá y por qué es una de las mejores decisiones para tu futuro profesional.
Por Qué Estudiar en Canadá
Canadá se destaca por su sistema educativo inclusivo y de alta calidad. Las universidades y colegios canadienses están reconocidos globalmente por su excelencia académica. Aquí tienes algunas razones por las cuales estudiar en Canadá es una excelente opción:
Educación de Clase Mundial: Las instituciones educativas canadienses se ubican consistentemente entre las mejores del mundo. Ofrecen una amplia variedad de programas que van desde humanidades hasta ciencias y tecnología avanzada.
Diversidad Cultural: Con estudiantes de todo el mundo, las aulas canadienses son un crisol de culturas, lo que enriquece la experiencia de aprendizaje y prepara a los estudiantes para trabajar en un entorno globalizado.
Oportunidades de Investigación: Canadá es un líder mundial en investigación y desarrollo, especialmente en campos como medicina, ingeniería, y ciencias ambientales. Los estudiantes tienen acceso a tecnologías avanzadas y recursos excepcionales.
Costo de Vida y Educación Asequible: Aunque la educación en Canadá es de alta calidad, los costos de matrícula y el costo de vida son generalmente más bajos que en otros destinos populares como los Estados Unidos y el Reino Unido.
Proceso de Inscripción y Requisitos
Para estudiar en Canadá, es esencial cumplir con ciertos requisitos académicos y de visa. A continuación, se detalla el proceso general:
Selecciona tu Programa y Universidad: Investiga y elige un programa académico que se alinee con tus intereses y metas profesionales. Asegúrate de que la institución esté designada para recibir estudiantes internacionales.
Requisitos Académicos: Generalmente, se requiere un historial académico fuerte. Dependiendo del programa, podrías necesitar presentar exámenes como el IELTS o TOEFL para demostrar tu competencia en inglés.
Solicitud de Visa de Estudiante: Una vez aceptado en una institución, deberás solicitar una visa de estudiante. Este proceso puede incluir la presentación de pruebas de fondos suficientes para cubrir tus estudios y vida en Canadá.
Preparativos de Viaje: Después de obtener tu visa, planifica tu viaje a Canadá. Asegúrate de tener todos los documentos necesarios y familiarízate con las regulaciones de entrada al país.
Oportunidades Post-Estudio
Una de las grandes ventajas de estudiar en Canadá es la posibilidad de trabajar después de graduarse. El gobierno canadiense ofrece el Post-Graduation Work Permit (PGWP), que permite a los graduados trabajar en Canadá por un periodo que puede durar hasta tres años, dependiendo de la duración de tu programa de estudio.
Esta experiencia laboral no solo te ayuda a ganar experiencia en tu campo de estudio, sino que también puede ser un paso hacia la residencia permanente en Canadá.
Conclusión
Estudiar en Canadá es una oportunidad única para obtener una educación de clase mundial mientras se disfruta de un entorno multicultural y seguro. Con instituciones educativas de renombre, un proceso de inscripción claro y oportunidades post-estudio atractivas, Canadá se destaca como uno de los mejores destinos para estudiantes internacionales. Si estás considerando estudiar en el extranjero, Canadá debería estar en la cima de tu lista.
Para más información y asistencia con el proceso de inscripción, visita Curso Académico en Canadá. Aquí encontrarás todo lo que necesitas saber para comenzar tu viaje académico en uno de los países más acogedores del mundo.
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cronicasdeazur · 28 days
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M63 - Día de invierno, Noche de Otoño
Maradia, esposa del excéntrico pintor Elías Alum, vuelve a pedir la ayuda del gremio, esta vez de manera preventiva.
Se acerca el solsticio de invierno y Elías desea plasmar el último atardecer y primer amanecer desde el extremo sur de Cospidia continental llevándolo, nuevamente, a lo salvaje y la aventura.
La misión será escoltar a Elías hasta Dalmi, acordar con él un destino adecuado para su pintura, acompañarle y traerle con vida. Debe ser pronto para realizar el largo viaje en barco y luego a pie con calma.
Inicio: D160
Término: L182
Participantes:
Adonirán (S)
Agnediv
Groob Lizardheart
Quint Salts
Zodrak
Descubrimientos y Tesoros extraordinarios
Tras un largo viaje que nos llevó por Dalmi, por el puerto pirata de El Quiebre y hasta una de las últimas altas cumbres al sur de las Montañas del Paso, la Garra de Árfidez, regresamos con Elías Alum sano, salvo, y feliz con su nueva obra maestra. Durante la jornada descubrimos tráfico de sustancias entre Dalmi y El Quiebre, situaciones de esclavitud, criaturas consideradas como desaparecidas, y la manifestación espontánea de seres elementales.
Resultado: Éxito
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Una vez, hace un par de años, en un bar de una caleta perdida en las costas del Mar de Cristal, conocí a un aiuvarin triste y retraído. No me acuerdo cómo se pronunciaba su nombre, pero se traducía más o menos como “Flecha rota”; fue aventurero por un tiempo, pero luego de ser el único sobreviviente en una tentativa fallida de dar caza a un dragón, decidió retirarse y dedicarse a otra cosa. Entre conversa y conversa, me contó que, para su comunidad, el año nuevo se celebra en el solsticio de invierno; una noche llena de magia y de reconexión con la naturaleza. Creo que estaba pensando en eso cuando, frente al tablero de misiones, escogí tomar esta misión. Dejé una notita, y esperé a ver si llegaban aventureros en la fecha indicada.
Tuve suerte: la mañana del Domingo 160 (9/VI/1519) se hicieron presentes Zodrak (un imponente droomar de impecable armadura), Agnediv (un intenso humano con vendas en sus manos), Quint Salts (un halfling extrovertido y con ropas de marino) y Groob Lizardheart (un melancólico orco acompañado por su simpático familiar, Jonas). ¡Ah! Y yo soy Adonirán, su humilde servidor amurrum. Una vez reunidos, nos dirigimos al despacho de Tholdar, quien nos dio más detalles sobre la misión: debíamos escoltar al connotado pintor Elías Alum en su empresa de pintar un cuadro del primer amanecer de invierno, en una remota región septentrional de Cospidia; como equipo, consideramos que el lugar más adecuado sería subir a “La Garra de Árfidez”, un portentoso cuerpo montañoso al final de las Montañas del Paso. ¿Y cómo llegaríamos hasta allá? Tendríamos que viajar en barco hasta Dalmi y, desde allí, podríamos emprender el camino a pie a través de la selva, o conseguir una embarcación y aventurarnos a través de El Quiebre, el peligroso puerto pirata. En virtud del tiempo, decidimos tomar esta segunda opción, para lo que Tholdar nos dio el contacto de alguien que nos podría ayudar desde Dalmi. Y, una vez resueltos los preparativos propios del gremio, fuimos a buscar a nuestro artista hasta su domicilio, en la “ciudad antigua” de Bertus.
Un mayordomo nos franqueó el paso en la residencia, donde nos recibió la señora Maradia, la preciosa esposa de Elías, quien nos encargó con mucho cariño el cuidado de su marido. Luego, nos condujo al taller donde encontraríamos al pintor; allí, absorto en sus procesos creativos, Elías observaba naturalezas muertas de diferentes colores. Nos preguntó si uno de los cuadros nos daba la sensación de “fuego”; Agnediv se acercó para verlo en detalle, y, para nuestra sorpresa, se manifestó desde el cuadro, un pequeño elemental de fuego, un fire scamp.
Y después, un elemental de madera (wood scamp)
Y luego, uno de aire (air scamp)
Y uno de piedra (stone scamp)
Y uno de metal (metal scamp)
Y uno de agua (water scamp)
Uno a uno, fueron apareciendo y atacándonos, manifestándose desde los cuadros o desde los materiales del pintor. El combate fue más largo y complejo de lo que esperábamos, e incluso llegamos a temer por la vida de Zodrak, quien se vio envuelto en llamas durante algún tiempo; afortunadamente, contamos con la sanadora ayuda de Groob, que evitó que las cosas pasaran de castaño a oscuro. Y, francamente, en cierto punto llegamos a cuestionarnos si nuestra misión lograría salir de Bertus. Pero finalmente pudimos imponernos, y, una vez retomada la calma, conversamos con Elías. No es la primera vez que algo así le pasa (y, como veremos, no fue la última); los más afectados parecen ser los vecinos, cuando estos elementales se arrancan por la ventana. Antes de salir, vivimos un lindo momento cuando Elías le regaló a Groob una imagen de Joe, su deidad y amigo personal. Creo que fue por ahí que nuestro grupo, emocionado hasta las lágrimas, pasó a ser un equipo donde todos compartimos nuestras emociones y humedades *guiño guiño*.
Pasado el horario del almuerzo, fuimos al puerto y embarcamos en “El Próspero”, donde me reencontré con mi buen amigo Velasin, el capitán de la embarcación. Como con Quint nos manejamos en la mar, pudimos hacer que el viaje fuera más expedito de lo que originalmente habíamos proyectado, y llegamos por la noche del viernes 165 (14/VI). Como era de esperar, “El Próspero” no podría esperar a nuestro regreso, así que Velasin nos dio el contacto de Oluna Shu’a, quien podría encontrar una embarcación para nuestro regreso. Pasamos la noche en una hospedería sumamente elegante, “Las velas y los velos”: maravilloso lugar, a la altura de la cosmopolita ciudad de Dalmi. El sábado a la mañana, nos separamos en dos grupos para agilizar los preparativos: mientras Groob y Zodrak acompañaron a Elías para realizar las compras pertinentes para la exploración y escalada, Quint, Agnediv y yo partimos en busca del contacto de Tholdar que nos podría transportar hasta El Quiebre: dejamos el área noble de la ciudad y nos dirigimos a la periferia, en busca de “Las viejas aves”, el tugurio donde debíamos encontrar a Ian Sotomonte. Claramente es un lugar que no funciona temprano, así que tuvimos que llamar a la puerta; nos recibió el dueño, Argha, un semiorco que adquiriera hace algún tiempo aquel sucucho. Él nos puso en contacto con Roland Hartmut, y éste con Ian Sotomonte; un enano adulto-joven tremendamente elegante e, incluso, ostentoso, con alhajas carísimas. Al mismo tiempo, una figura tremendamente sospechosa: además de ofrecernos transporte, puso a nuestra disposición a una guía para el terreno salvaje en la región de “La Garra de Árfidez”, y sin pedirnos nada a cambio; en mi opinión, buscaría apalancar su posición con respecto a Tholdar, tanto que, una vez que aceptamos su ayuda, señaló explícitamente “Díganle a Tholdar que no tiene nada de qué preocuparse”. De hecho, con Quint y Agnediv dudamos si aceptar su propuesta; decidimos conversarlo con todo el grupo, y decidir en conjunto; finalmente aceptamos, y así conocimos a Kelzer, una persona lagarto (creo que de sexo femenino, pero no estoy 100% seguro) de piel oscura y cubierta de cicatrices. Finalmente resultó ser de suma utilidad en el trayecto, pero em ningún momento dejó de ser una presencia medio inquietante, al menos para mí (aunque diría que Groob quedó fascinado con elle).
Embarcamos en “El Usurpador”, una embarcación de carga de pequeño porte, luego de servirnos una deliciosa merluza frita y un pisco sour en “La picá de la Perla (tan real como tú)”. Queda hecha la recomendación por si alguien del gremio se encuentra de paso por Dalmi. Pero me estoy dispersando: “El Usurpador” no sólo nos llevaría a nosotros, sino también una carga desconocida de propiedad de Ian, a ser entregada precisamente en “El Quiebre”. Su capitán era un tal Godwind, un humano calvo e irascible (¿a causa, quizás, de la mercancía que transporta?), y nada receptivo a nuestra misión; su trato, tremendamente desagradable, y claramente le contrarió tener que obedecer la orden de transportarnos. Pero lo hizo, y nos llevó escondidos bajo cubierta, como contrabando, para alejarnos de Dalmi; sólo volvimos a cubierta una vez a distancia de la ciudad, y pudimos percibir que la pequeña tripulación no se movía en línea recta: no sólo evitaba ser detectado por otras embarcaciones, sino también una serie como de espinas de piedra que, fácilmente, nos harían encallar si no viajáramos con gente que conocía aquellas aguas. Y estos roqueríos se harían más y más frecuentes mientras más nos acercábamos a El Quiebre, que vimos a la distancia: el puerto no es otra cosa que una gran cantidad de naufragios y encallamientos interconectados con precarias pasarelas artesanales, hechas también con restos de estos naufragios; una suerte de ciudad flotante mal conectada al continente. Pero no pudimos ver mucho más: debíamos volver a ser contrabando en la oscuridad bajo cubierta; sólo volveríamos a la luz (sólo que tenue y solapada) una vez atracados en un muelle interno, oculto como quizás cuántos otros hay en El Quiebre. Allí Kelzer y Godwind entregaron su carga a un hobgoblin que los esperaba: varias cajas con un polvo sospechoso, muy probablemente droga. El hobgoblin incluso llegó a “bromear” con la idea de que nosotros podríamos ser esclavos para comercializar en el puerto, pero uno de nosotros, no recuerdo si Groob o Zodrak, le puso los puntos sobre las íes, y Kelzer fue hábil también en señalarle que no teníamos nada que ver con él. La misma (o el mismo) nos llamó a dejar rápidamente El Quiebre aprovechando la oscuridad de la noche: nos introdujimos en descampado y sólo después de varias horas de marcha, poco antes del amanecer, acampamos en una boscosa zona tropical, a una distancia, a juicio de la mujer lagarto, segura de los peligros de El Quiebre. En el trayecto, nos confirmó nuestras apreciaciones sobre el puerto pirata: drogas y esclavos son sólo algunas de las cosas que se pueden conseguir en sus calles.
Comenzamos la marcha a través de la selva tropical, a veces por caminos, a veces por senderos, a veces por el medio de la espesa vegetación. En un momento Kelzer nos detuvo en seco: hacia adelante detectó una emboscada: orcos que, posiblemente, nos vieran en El Quiebre y nos quisieran asaltar. Sopesamos nuestras opciones y, considerando nuestras prioridades, decidimos evitar el enfrentamiento; el equipo decidió confiar en mi experticia, y logré guiarlos en medio de la vegetación sigilosamente. Francamente, me llena de orgullo el que Elías lograra controlar sus nervios y no nos pusiera en evidencia. Una hora después, ya habíamos dejados a los salteadores atrás, y volvimos a nuestra marcha normal, de modo que alcanzamos la base de “La Garra de Árfidez” alrededor de las 4 P.M. del lunes 168 (17/VI). Decidimos acampar antes de emprender la escalada, por lo que montamos campamento mientras Kelzer iba a borrar nuestras huellas, para evitar ser seguidos. No sé bien que pasó durante la guardia de Groob -yo estaba profundamente dormido-, pero parece que tuvo un momento de conexión con Kelzer y Joe.
Antes de empezar a subir, le preguntamos a nuestra guía si conocía de un buen lugar como para que Elías pudiera dedicarse a su pintura, y ella recordó un mirador por la cara sur de la montaña. Con muchos menos sobresaltos de los esperados, escalamos durante dos días hasta llegar a esta explanada, una suerte de mirador desde donde se podía apreciar una maravillosa vista del extremo sur, del mar, incluso de El Quiebre. Elías quedó extasiado con el lugar, y corrió como si fuera a abrazarlo; llegando al borde del desfiladero, surge una gran criatura alada, reptiliana, de gran tamaño, y tremendamente irritada, justo frente a él: un Quetzalcoatlus. Y no era el único: a su poderoso grito responden otros tres, más hacia el norte, que vuelan en nuestra dirección. Parecen ser dos adultos y dos crías (sí, creemos que se trataba de una familia). Tuvimos que echar mano a nuestras armas. Zodrak eliminó ferozmente al primer adulto, no sin que éste antes hiriera profusamente a Agnediv. Yo me encargué del segundo, quedando sólo los Pteranodon menores. Quintus eliminó a uno de ellos, y el últimos cayó con facilidad: nuestro droomar evitó que huyera volando al sujetarlo de una pata; Agnediv, ya más repuesto, lo afectó con sus llamas, y me tocó a mí darle el golpe de gracia. Una vez repuestos, exploramos la zona y encontramos una pequeña cueva cruzando un muy antiguo puente, construido quién sabe cuándo, y empezamos a preparar el campamento para darle el soporte al pintor.
Mientras Elías pinta toda la noche, la sensación es una mezcla de amenaza y protección: sentimos que una profunda amenaza se sobreviene desde el mar, mientras que algo, quizás el propio Árfidez, intenta proteger Cospidia de las garras de la oscuridad que se esconde en el océano. Elías nos pide que protejamos la luz, que se mueve salvajemente con los vientos de una tempestad que se viene formando desde el sur. Sobre el lienzo, a la izquierda el sol agoniza en el ocaso, mientras a la derecha renace al amanecer; al centro la oscura tempestad del mar. Es la hora más oscura, antes del amanecer del solsticio de invierno, y desde el mar se manifiesta un vendaval directamente hacia el cuadro: un remolino con forma humanoide, un Elemental de Aire, se forma al lado de Elías. Arrojó lejos a Groob, y atacó a Zodrak; tras recibir un golpe fortuito, se desmaterializó y reapareció nuevamente cerca de Elías, que no deja de pintar. Fallamos nuestros golpes, y el elemental vuelve a soplar sobre Groob y también sobre Agnediv; seguimos tratando de darle, pero no acertamos un golpe. Sólo conforme Elías avanza en su obra, el elemental comienza a ser más vulnerable, más tangible a nuestras armas. Pero ésta lo percibe, y trata de arrojar a Elías por el barranco. En el momento más álgido, Groob conjura una lanza divina con la cabeza de un hombre lagarto, y le da el golpe definitivo. El orbe destrozado del elemental se incorpora al lienzo, dándole destellos impresionantes a la tempestad en su centro. La obra de arte está terminada. Y se siente… viva.
Dadas las dimensiones del lienzo y la dificultad de entrar sin ser notados, decidimos evitar El Quiebre y volver a Dalmi a través del descampado: demoramos unos 5 días, y llegamos el miércoles 177 (26/VI); como corresponde, nos fuimos a celebrar a “Las viejas aves”, donde compartimos hasta con el Oso Lechuza embalsamado que tienen en el centro. Entre trago y trago, Quint se nos desapareció, y sólo reapareció al día siguiente: se fue a ver a su familia, según él. Oluna Shu’a nos consiguió pasajes en una embarcación a Bertus, hasta donde llegamos el lunes 182 (1/VII). Dejamos a Elías y su cuadro en su casa, y volvimos al gremio. Ahora, al menos yo, necesito un descansito. Merecido, creo yo.
-Adonirán
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sociedadnoticias · 1 month
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Con el arribo del nuevo Boeing 737 MAX-9, Aeroméxico celebra 90 años de surcar los cielos
Actualmente, Aeroméxico cuenta con una flota total de 155 aviones, que incluye 22 Boeing 787, 93 Boeing 737, y 40 Embraer 190. SN Redacción A unos días de que Aeroméxico llegue a su 90 aniversario, la compañía inició sus preparativos con la incorporación de un nuevo avión Boeing 737 MAX-9, reforzando así su compromiso de ofrecer viajes extraordinarios y expandir su red de conectividad global. El…
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dominiopublco · 1 month
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gatosybesos · 1 month
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Veladas en palacios dorados donde las princesas sueñan con valientes hazañas.
En un reino bañado por la luz dorada del sol poniente, se erigía un palacio tan resplandeciente que parecía tejido con hilos de oro puro. En su interior, grandes pasillos se desdoblaban en salones majestuosos adornados con tapices que narraban antiguas leyendas de valientes princesas y caballeros audaces. Así comenzaba cada velada en este reino áureo: con historias que alimentaban sueños. En una de las torres más altas, vivía la princesa Yumei, cuya belleza era tan serena y deslumbrante como el amanecer. Pero más allá de su semblante, su mente albergaba un vasto conocimiento y un espíritu tan aventurero como el de las héroes de los cuentos que tanto amaba. Cada noche, soñaba con valientes hazañas que algún día ella misma podría vivir.
Cerca del palacio, el joven Vitali cultivaba los jardines reales, y aunque parecía un mero jardinero, su linaje ocultaba una nobleza no proclamada. Vitali soñaba con aventuras que trascendieran los límites de su cotidianidad, sueños que la princesa Yumei compartía, aunque ninguno de los dos lo supiera aún.
Una tarde, mientras la princesa repasaba antiguos escritos, un susurro rompió la cadencia del silencio. « Princesa Yumei », llamaba una voz etérea, « tu destino está más allá de estos muros de piedra. Una aventura se aproxima y tú serás su protagonista. » Yumei, sorprendida pero no asustada, aceptó el presagio como una invitación del destino. Al mismo tiempo, una profecía similar fue revelada a Vitali por una mariposa de alas cristalinas, que le habló de un viaje inminente y un encuentro predestinado con alguien que cambiaría el curso de su vida.
Aquella noche, tanto Yumei como Vitali miraron las estrellas, preguntándose qué podría estar reservado para ellos bajo el manto de la infinitud. El alba trajo consigo una sorpresa; ambos se encontraron en el vestíbulo del palacio, donde un anciano los esperaba. Su nombre era Remy, y era el guardián de las profecías del reino. « Deben partir juntos », les dijo con urgencia, « un dragón ha despertado en las tierras del norte, y solo ustedes pueden calmar su furia ».
Los preparativos se hicieron a la carrera, llenos de secretismo y emoción. Yumei, con una capa de terciopelo que ocultaba su identidad real, y Vitali, cargando una espada antigua que había pertenecido a su padre, un caballero caído en desgracia, partieron hacia la aventura que sus corazones tanto habían anhelado. Atravesaron bosques donde los árboles hablaban entre susurros, cruzaron ríos que fluían con la sabiduría de los tiempos, y escalaron montañas cuyas cimas tocaban los cielos. Durante el viaje, el valor de Vitali y la inteligencia de Yumei se conjugaron en una armonía perfecta, creando entre ellos un vínculo inquebrantable.
« ¿Crees en las historias de las estrellas? », preguntó Vitali una noche, mientras descansaban bajo el firmamento iluminado.
« Creo en ellas tanto como creo en nosotros en este momento », respondió Yumei, su voz tan clara y conmovedora como la luz de la luna.
El dragón, que residía en una fortaleza de escarcha y piedra, resultó no ser la bestia cruel de las leyendas, sino un ser milenario que resguardaba el equilibrio del mundo. « He estado esperando », dijo su voz retumbante, « pues necesito que lleven un mensaje de paz a los reinos del sur, que amenazan con declararse la guerra. » La sorpresa dejó sin palabras a los jóvenes aventureros. El dragón, comprendiendo su desconcierto, continuó: « Sus corazones son puros y sus intenciones, nobles. Les otorgaré mi bendición, y el poder para unificar los pueblos en discordia. » Con la promesa del dragón sellada en sus almas, Yumei y Vitali regresaron al reino con una misión nueva.
La princesa reveló su identidad y, junto a Vitali, convocó a los líderes de los reinos vecinos. Sus palabras, imbuidas con la magia del entendimiento, resonaron en los corazones endurecidos por el conflicto. « La paz », inició Yumei, « es el más grande de los tesoros, y no puede ser custodiada por dragones, sino por la voluntad de los hombres y mujeres de buena fe. » Vitali continuó: « Uniremos nuestras tierras, no bajo el temor a un enemigo común, sino bajo la promesa de un futuro compartido y próspero. » Los líderes, inspirados por la pasión y sinceridad de la pareja, accedieron a sellar un pacto de paz.
Yumei y Vitali, una vez desconocidos entre sí, ahora se habían convertido en símbolos de la unidad y el coraje. La velada siguiente, mientras las nuevas alianzas eran celebradas en el palacio dorado, Yumei y Vitali compartieron un momento a solas en el gran balcón, mirando las estrellas que una vez consultaron en busca de señales.
« Hemos vivido una historia digna de ser contada », dijo Vitali con una sonrisa. Y Yumei, su mirada resplandeciente con el reflejo de mil soles, respondió: « No solo la hemos vivido, Vitali. La hemos escrito, y continuaremos haciéndolo, juntos. »
El reino durmió esa noche envuelto en sueños de paz y aventuras compartidas, sus habitantes inocentes a la trama que se había desarrollado más allá de sus muros, pero seguros bajo la guía de su valiente princesa y el caballero jardinero que portaba el corazón de un rey.
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armatofu · 18 days
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Hoy 6 de septiembre, La Gomera de aquí partió Colón.
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Por eso a La Gomera se le conoce como la Isla Colombina.
Cristóbal Colón hizo de La Gomera su última escala antes de cruzar el Atlántico en 1492 con sus tres barcos, deteniéndose para reponer los suministros de comida y agua de su tripulación, con la intención de quedarse solo cuatro días. Beatriz de Bobadilla y Ossorio, condesa de La Gomera y viuda de Hernán Peraza el Joven, le ofreció un apoyo vital en los preparativos de la flota, y acabó quedándose un mes.
Cuando finalmente zarpó el 6 de septiembre de 1492, ella le dio esquejes de caña de azúcar, que se convirtieron en los primeros en llegar al Nuevo Mundo.
Tras su primer viaje de Descubrimiento, Colón volvió a avituallar sus barcos en el puerto de San Sebastián de La Gomera en 1493 en su segundo viaje al Nuevo Mundo, al mando de una flota de 17 navíos.
Visitó La Gomera por última vez en 1498 en su tercer viaje a América. La casa de San Sebastián en la que se dice que se alojó es ahora una atracción turística.
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