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#Samuel del luque
dandream235 · 10 days
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Por fin encontré que subir (de momento) en este Tumblr
Posts sobre el desarrollo de mis proyectos, alguno que otro comunicado (ya que Twitter pide una suacripción oara hacer posts largos, y ya me harté de hacer hilos de más de 5 tweets para dar un mensaje) y detalles sobre el personaje "DanDream235" en internet, ya que pues, al igual que casi todos los creadores de contenido, como lo serían Samuel de Luque (Vegetta777) y Luis Fernando Flores (Fernanfloo), ellos frente a la cámara o a su audiencia a través de Internet, interpretan un personaje para el entretenimiento del espectador, incluso Ruben Doblas (elrubiusOMG) lo aclaró años atrás, diciendo que "Rubén" es él mismo, la persona natural y auténtica, mientras que "Rubius" es el 100% de Rubén, y con uno que otro añadido, pero se entiende el punto, incluso German Garmendia (HolaSoyGerman) cuando contaba el como era hacer los videos en su canal de HolaSoyGerman, uso de mucha energía, entre 1 o 2 días para grabar, y luego editar el resto de días, pero al fin y al cabo, es un personaje cómico que él hace
Así que bueno, a través de los personajes de Internet, los famosos "influencers", hay veces que, debido a la idealización de sus acciones, haya momentos donde se sienta algo "raro e irreal", ya que alguien normal no estaría del mismo humor todo el tiempo, no hablaría de una sola cosa todo el tiempo, no estaría en un mismo estado constantemente, por eso es una idealización
Por eso, nunca hay que olvidar que, detrás de cada YouTuber o influencer, hay una persona sintiente que está en constante cambio, y si, si están abiertas al criticismo, es válido hacerles saber nuestro punto de vista sobre su contenido, pues como es ley universal, nadie es perfecto, y si lo es, es porque está fingiendo u ocultando todos sus errores para mantener una apariencia de "ser perfecto"
Bueno, creo que me puse muy filosófico xd, pero ese era el punto, empezar con esto, y hablar sobre el como son los creadores de contenido según mi punto de vista (énfasis en, mi punto de vista, que quede claro, no quiero que luego vengan a decirme que estoy pretendiendo ser el dios de la verdad)
Más tarde subo un post más normal
Bueno, chao
Mientras yo sigo dibujando, con Angel with a shotgun de fondo
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agendaculturaldelima · 4 months
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#ElEscenarioDelMundo
🎭🎼 “PARAÍSO PERDIDO, la tragedia de Lucifer” 👺😱🔥
✍️ Inspirada en la obra Paraíso Perdido de John Milton (Reino Unido)
🗯 Argumento: Espectáculo de ópera rock inspirado en el poema épico homónimo de John Milton, donde se reconstruye la historia de la caída de Adán y Eva y la pérdida del Edén, en paralelo a la rebelión de Lucifer en contra de los ejércitos del Cielo. Una historia arquetipal, ancestral y que está en los albores de nuestra cultura, actualizada y musicalizada en vivo por la banda peruana de rock progresivo Clavel.
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💃 Coreografía: Jose Ruiz Subauste
🎵Compositores: Andrés Herrera y Roberto Rodriguez
👥 Musicalización: Clavel [Fernando Luque (voz) / Roberto Rodriguez (guitarra) / Luis Felipe Ortega (batería) / Renzo Solimano (bajo) / Andrés Herrera (teclado)
🗣 Coro: Verónica Infantes, Katia Uriol, Nick Delgado, Valeria Fumagalli, Rommileth Coronado, Fabian Suni, Samuel Valdivia, María Fernanda Misajel, Ana Paula Galvez, José Soto, Hanks Sarmiento, Akemi Toma y Francesco Bacilio.
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😎 Banda Invitada: Volcano
🖼 Escenografía: María Hilaje
👗 Vestuario: Roberto Rodriguez
📝Producción Ejecutiva: Fernando Luque y Paola Terán
📢 Dirección: Fernando Luque
🎨 Ilustración: @mirogia / @______moog
© Producción: Británico Cultural y La Vaca Multicolor 🐄
▶️Vídeo Promocional: https://youtu.be/OuB-LIN2v6c
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📌 TEMPORADA: Del 09 al 28 de febrero
📆 Funciones: Martes, Miércoles, Viernes y Sábado
🕗 8:00pm.
⌛️ Duración: 110 minutos
🏪 Teatro Británico (calle Bellavista 527 - Miraflores)
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🎯 Aprovechen la Pre-venta:
🎟 Entrada general: S/.45
🎫 Adulto Mayor y Estudiantes: S/.25
🖱 Reservas: https://www.joinnus.com/events/theater/lima-paraiso-perdido-la-tragedia-de-lucifer-59127
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incorrectkarmaland · 4 years
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Heartstrings:
De Luque vs Luzuriaga.
Era el día de la comida entre la familia Luzuriaga y De Luque. Samuel y Noah la habían preparado con la intención de que Rubius y Auron comenzasen a llevarse bien.
Cuando la familia De Luque estaba en la puerta esperando a que les abriesen el portón, Vegetta puso una mano sobre el hombro de Samu.
— Va a ir bien, te lo prometo. — Besó la parte superior de la cabeza de este.
Samuel le sonrió cálidamente. Violett y Luca jugaban por el terreno. Tenían 10 y 13 años, Samuel 15. Cuando abrieron las puertas, se encontraron con el rostro de Luzu.
— ¡Bienvenidos! — Dijo antes de que Vegetta lo abrazase.
Tras entrar al terreno de la familia, se encontraron a Auron de pies junto a la entrada de la casa en sí. Rubius y el se quedaron frente a frente.
— Puerco. — Le dijo Auron.
— Calvo tóxico. — Respondió Rubius.
Los demás miembros presentes quedaron en silencio, hasta que Vegetta se echó a reír.
— Si es que quien nace tontito morirá tontito.
Entraron y vieron a Noah dar los últimos retoques a la mesa. A Samuel se le iluminaron los ojos, y al ver eso Rubius negó con la cabeza lentamente.
Samuel y Noah se saludaron a cierta distancia, permaneciendo a varios metros el uno del otro, por la presencia de sus familias.
Violett corrió a abrazar a Noah, quién la recibió sonriente con los ojos abiertos.
— ¡Hola! — Dijo Noah respondiendo al entusiasmo de la pequeña.
Luca ayudó a Luzu a colocar la comida mientras que Vegetta Violett y Noah re��an ya sentados.
Samuel quedó entre Rubius y Auron. Se miraban fijamente, Rubén intentando no reírse.
— Si se casan yo te mato.
— Si se casan yo me mato, no te preocupes. — Le respondió Rubius, quitándole importancia.
Samuel se llevó la mano a la nuca, claramente incómodo.
— No pienso compartir nietos contigo, y menos que TU tengas que educarlos. — Dijo Auron con cara de asco.
Rubius comenzó a vacilarle.
— Si yo los educase por lo menos quedarían cuerdos. Tú siendo psicólogo y viendo cómo trataste a Lolo, matan a media población Karmaladiense.
Auron entrecerró los ojos.
— Por lo menos no se unirán a sectas religiosas satánicas.
Religiosas... ¿Satánicas? Pensaba Samuel.
— Oh vamos, eso fue hace mucho. — Rubius se encogió de hombros.
— Pues a mí me parece muy reciente, ya sabes, cuando me explotaste el culo con tus minas.
Rubius rió entre dientes.
— Pero no te preocupes, si tengo nietos, les enseñaré como destruir cosas moderadamente. — Dijo Rubius con tono bromista.
— Tu no sabes moderarte ni el desayuno cabrón. — Respondió Auron.
Los dos adultos se echaron a reír. Samuel arqueó las cejas casi asustado y se acercó a la mesa, sentándose justo enfrente de Noah.
Los dos adolescentes conectaron sus miradas. Noah le sonrió y después bajó la mirada a su plato de nuevo.
Cuando todos se sentaron en la mesa, Rubius y su familia comenzaron a bendecir la mesa.
Auron se cruzó de brazos, y Luzu le dió un codazo para que empezase a hacerlo también.
— Yo no hago estás mierdas.
Rubius levantó la cabeza.
— ¿Perdona que has dicho calvo?
Vegetta se llevó las manos a la frente.
— En mi casa se le reza a esto. — Dijo Auron subiendo a Frederick a su regazo.
— Yo no me pongo de rodillas por unos pollos.
— Pero si por unas poll- — Antes de que Auron fuese a terminar su broma, Luzu le estiró de la oreja, causando que gritase.
Rubius se echó a reír descontroladamente.
— Como niños. — Murmuró Vegetta.
Samuel y Noah volvieron a mirarse. En la cara de Noah se veía angustia y nerviosismo, pero la sonrisa de Samuel relajó todos sus músculos, como si ese gesto hubiese eliminado todo el estrés que sentía.
— Bueno, ¿Que tal alcaldía? — Le pregunto Luca a Luzu, intentando relajar el ambiente.
— Bastante bien, el otro día reparamos la ventana rota que alguien hecho de sopa de veneno rompió.
Rubius y Samuel se miraron mutuamente, sabiendo que fueron ellos haciendo el retrasado por el pueblo.
Vegetta los pilló y negó con la cabeza, desesperado.
— Pues aquí solo hay alguien así. — Dijo Auron, señalando a Rubius con la cuchara.
— ¿Me estas acusando con una cuchara? ¿Manchada de tus babas? Eso no tiene validez legal desgraciado.
— Soy el juez.
— Eso no te da derecho-
— Denegado.
Rubius suspiró hondo, la frustración escrita en letra mayúscula en su frente.
— Denegame esta. — Dijo tirándole una manzana que había en la mesa a la cara a Auron.
Este la esquivó de milagro y le tiró un aguacate a la cara.
Rubius se levantó y le tiró el puchero de sopa. Este manchó a Vegetta, Samuel y Violett.
Auron respondió lanzándole la vajilla modo disco volador. Rubius los esquivaba, haciendo que se estrellasen contra la pared.
— ¡Calvo, feo y tóxico! — Le gritaba Rubius tirándole trozos de pan a los ojos.
— Te voy a meter tal puñetazo que no me vas a pedir otro, ¡Porque vas a estar muerto!
Noah se puso de pies y golpeó la mesa de tal manera que todo el comedor cayó en silencio. Rubius dejó caer la armadura que le iba a tirar a Auron al suelo.
— ¡Una comida! ¡Sólo pedíamos una comida! Y ni eso nos habéis dado, pero luego pretendéis ir de buenos padres. Unos buenos padres dejarían de lado sus diferencias por hacer felices a sus hijos. Pero se ve que no sois capaces de hacer eso. — Dijo Noah mirando a Auron y a Rubius. Vegetta se giró para mirarlos, sacandoles el dedo corazón a los dos.
— Noah -— Comenzó a decir Auron con cara de arrepentimiento, pero Noah lo cortó levantando la mano. Salió al patio trasero, seguido por Samuel.
Luzu se levantó.
— Sois un par de estúpidos potenciales.
— Efectivamente. — Comentó Luca, ganándose una mirada fulminante de Rubius.
En el patio trasero, Noah daba vueltas. La ansiedad lo invadía poco a poco, sabiendo que nunca podría estar con Samu por esta clase de cosas.
— Hey, tranquilo. Son idiotas pero no lo hacen en serio. — Dijo Samuel sonriendo.
— ¿Y qué? ¿Vamos a pasarnos la vida así? No thank you.
Samuel puso sus manos sobre las mejillas de Noah.
— Mi vida la quiero pasar contigo, con padres idiotas o no. Y me da igual si tengo que aguantar todos los domingos a nuestros padres gritandose mutuamente, porque se que vas a estar conmigo.
El rostro de Noah se endulzó, rodeó la cintura de Samuel con sus manos y lo besó suavemente, saboreando el momento.
Desde la cristalera, Vegetta y Luzu chocaban los cinco. Luca seguía comiendo. Auron y Rubius vieron como sus hijos se besaban.
— Pues nada consuegro. — Dijo Rubius poniendo una mano sobre el hombro de Auron.
— ¿Te apetece explotar algo? — Dijo Auron, Rubius aceptó.
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solo-soy-abii · 4 years
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-IMPOSIBLE- [RUBEGETTA]
CAPÍTULO  1    Los rayos de luz atravesaban la delgada cortina que colgaba de mi ventana, iluminando todo a su paso. Un extraño dolor en el cuello me abordo en cuanto intente moverme, por lo que de inmediato me retracte y permanecí quieto de nuevo. Intentando guardar la calma, volví a moverme esperando aquel dolor que segundos antes me había abordado, sin embargo, este no apareció. Una ligera sonrisa broto de mis labios, aliviando el sentimiento de terror que se había instalado en algún lugar de mi estómago. 
   Con mucha pereza, me levanté y me dirigí al baño, encontrándome rápidamente con mi reflejo en el estúpido espejo. Las ojeras se hacían presente por debajo de mis ojos, mi cabello rubio estaba hecho un desastre y ni hablar de mi cara en general.
   - ¿Qué coño te pasa Rubén? –Me decía a mí mismo, observando detenidamente cada rincón de mi cara-. Eres un puto desastre, tío.
   Una ducha rápida basto para despertar del todo y ayudar en mi aspecto. Ese día no tenía planes, pero no quería decir que me quedaría en casa. Buscando en la maraña de mis pensamientos, me encontré deseando ir a minar, por lo que, sin pensarlo más, tome mi pico, mi mochila y un poco de comida, aquello me llevaría horas y lo sabía.
——————————————————————————————————
  -Venga ya, solo quiero un diamante más –Me repetía la misma frase por quinta vez. Tenía más de cien, pero uno más no le hacía daño a nadie o ¿Si? -. Venga, sal ratita…    Estuve picando lo que pareció un minuto más, sin embargo, al sacar mi móvil, me percaté que ya había pasado al menos hora y media desde mi pequeña decisión. Harto de ver piedra y granito a mi lado, me dispuse a regresar a mi casa, pero antes de eso, pasaría por Karmaland, el pequeño pueblito al que pertenezco y donde he pasado momentos inolvidables al lado de mis mejores amigos.
   Sin esperar más, me adentre a sus pequeñas calles y termine frente a la taberna oscura, mi mayor adquisición dentro de este pueblo, o eso creía…
-VEGETTA-
Las luces del restaurante estaban totalmente apagadas, no sabía porque, pero un presentimiento me decía que esto se debía a Lobo Nogtugno y el pánico que generaba en todo el pueblo de Karmaland. Ante aquel pensamiento, no pude evitar comenzar a reír, no podía imaginar que alguien le temiera tanto como para tomar medidas tan drásticas, aun así, me quedaría sin comer, una vez más.
  Estaba dispuesto a volver a mi fortaleza, cuando música lejana llamo por completo mi atención. Cuanto más caminaba, la música se intensificaba y me llamaba a entrar. Era una especie de cueva, con escaleras de color negro, había estado solo una vez ahí y eso se debía a la inauguración y a mí mejor amigo: Willy.    Pero esta vez, no había ninguna inauguración ni nada, solo la curiosidad y el hambre.
Las luces eran de todos los colores que yo conocía, pero eso no fue lo que me dejo atónito; frente a mí se encontraba un puñado de hombres, todos de distintas edades, todos ellos admiraban a un solo chico, que, para mi mala suerte, no conocía.
   Evitando aquel espectáculo, decidí pasar directo a la barra y pedir algo de comida para llevar.    -Hola Samu –Saludaba el barman, con una sonrisa-. ¿Qué quieres tomar? Mi mirada estaba puesta en el pequeño menú que ofrecía la taberna, por lo que no le preste mucha atención a este.    -Quiero una hamburguesa, una cerveza y tal vez unas gomitas…-Dije aun mirando el descuidado papel en donde se encontraba el menú-. Todo que sea para llevar.    Un asentimiento basto, para que el barman se perdiera de mi vista. Minutos después, algunos gritos llegaron desde las escaleras, advirtiendo que fuera de este lugar se estaba llevando a cabo una pelea. Decidí no prestar mucha atención, dado que no quería meterme en problemas, no esa noche; además, estaban los guardias, ellos se harían responsables, o al menos lo intentarían.
-RUBIUS-
    Estaba disfrutando del pequeño espectáculo, que se había generado a mitad de mi taberna, cuando un tío mayor entro y comenzó a amenazar a todo mundo, diciendo que, si no le dábamos algo de dinero, nos mataría a todos. Era obvio que no sabía quiénes eran los dueños de aquel local, <<Que iluso, pensé>> Dejaría que se largara, solo si no me molestaba, si lo hacía, pagaría las consecuencias.
   Dispuesto a ignorarlo, me deje llevar por la música y trate de terminar mi cerveza, la cual comenzaba a afectarme. Un minuto después, sentí un terrible dolor en la mano, seguido de un golpe en la cara. Tarde algunos segundos en reaccionar y darme cuenta que aquel tío me acababa de golpear.    - ¿¡Qué coño te pasa!? –Grite, atrayendo toda la atención de la gente a mi alrededor-. ¡Eres un gilipollas!    Sin pensarlo una vez más, lo empuje y este cayó de espaldas, era obvio que no esperaba aquello y yo ni siquiera sabía lo que estaba a punto de pasar. Lo tome de su sucia playera y lo arrastre fuera de la taberna, no estaba dispuesto a dejar pasar lo que me había hecho, esto me lo pagaría y muy caro.
   En medio de todo el alboroto, alguien comenzó a gritar << ¡Pelea! >> Pero sinceramente eso era lo de menos, ahora lo único que necesitaba era romperle la cara a ese hijo de puta e irme a dormir.    El tío se dio cuenta de mis intenciones, ya que de inmediato, se puso de pie y me reto a golpearlo. Estaba a punto de echármele encima, cuando unos brazos me rodearon por la cintura, impidiéndome ejecutar la acción. Incluso antes de mirarlo, ya sabía a quién pertenecían, era él, era Samuel...Samuel de Luque.
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Aquí esta la continuación de mi novela, por si gustan echarle un ojito <3  https://www.wattpad.com/user/AbiPaulino
-A ♥                                                      
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acruxblack · 7 years
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Travieso
Guillermo: Samu, ¿Sabes en que se parece  un cubo de rubik y tu pene? Samuel: ¿En que? Guillermo: Es que entre màs juego con ellos, Màs duros se ponen
z4
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boomyou · 5 years
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»El Salón de Detención»Youtubers»Wigetta« - ~1. Risas Resonantes~ (on Wattpad) https://my.w.tt/ot7Q0Cw6VW Guillermo Díaz, Samuel De Luque, Francisco Garnes, Alejandro Bravo, Borja Luzuriaga, Ruben Doblas y Miguel Ángel Rogel son los 7 chicos mas malos de todo el colegio. Cada uno, en diferentes secciones del edificio, buscan problemas y se creen superiores por ser así. Sus personalidades chocaran, pero no de la forma que quieren. Todos ocultan un secreto que nadie mas sabe, pero tendrán que dejarlo de lado si quieren salir de aquella horrible y aburrida secundaria. Sus calificaciones tendrán que empezar a ascender y su comportamiento mejorar. Pero para eso, tendrán que dejar de visitar el lugar en donde todo comenzó... El Salón de Detención. ~•~•~•~•~•~ ©Todos los derechos reservados. Espero les guste... Luna❤ LOS ADORO! #489 en Fanfic (6/1/17) #424 en Fanfic (26/01/17) #374 en Fanfic (3/02/17) #342 en Fanfic (7/02/17) #299 en Fanfic (9/02/17) #202 en Fanfic (10/02/17) #100 en Fanfic (15/02/17) #78 en Fanfic (17/02/17) #64 en Fanfic (25/02/17) #40 en Fanfic (02/03/17) #26 en Fanfic (06/03/17) #23 en Fanfic (08/03/17) #19 en Fanfic (13/03/17) #16 en Fanfic (01/04/17)
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thelastdada · 5 years
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Tus Ojos Brillan Diferente - Capítulo 6
Capítulo Anterior.
...
Capítulo 6: "Jugando con fuego"
Me sentí inquieto conforme pasaban los minutos, tal vez me apresuré en hablarle, debí esperar hasta después de la reunión. Me quede de pie para luego sentarme una vez más, no sabía cómo esperarlo, y me parecía muy extraño mi nerviosismo. Sin embargo, continúe esperándolo. Luego de quizá diez minutos entró a su oficina, me quedé en silencio y vi cómo se sentó en el pequeño sofá de siempre, no decía nada. Se quedó mirándome un momento, yo respondí de la misma forma, podía notar que él también estaba inquieto por algo, no lucía tan relajado como era costumbre, pero no podía preguntar. Llevábamos tan solo una semana siendo... amigos. Me negaba aun a ese término, estábamos a lo que era previo a una amistad. Era sumamente confuso, ¿Cómo llamas a tu primer amor que te dejo cruelmente diez años atrás y regresó buscando que arreglen esa amistad? Lo que sea que éramos ahora, sin duda era diferente, había podido conversar con él un poco más a detalle, y él había cambiado. Obviamente, sin embargo... –disculpa, ¿querías hablar de algo? –interrumpió mi pensamiento, de pronto sentí que había olvidado de lo que le hablaría, me estaba comportando extraño.
--Es... es sobre una idea, un juego para móvil –había debatido mucho sobre si contarle o no mi idea, incluso Santiago me incitó a que tomara la oportunidad, yo creía que era pronto, además de que no quería aprovechar nuestra reciente situación, pero esta mañana, algo pudo conmigo, y tenía que decirle
--¿Tienes un proyecto previo o solo es la idea?
--Tengo la planeación, pero solo quería mencionarte la idea –no quise verme tan atrevido como para llegar con toda mi planeación, quería lucir más casual frente a él. Miro su reloj y sacó su móvil, estaba haciendo una llamada, fue breve, tan solo dijo que estaba bien y listo, regreso a mirarme –si estas ocupado podemos dejarlo para después –comencé a excusarme, tampoco quería agobiarlo más de lo que ya parecía estar
--¿Tienes planes para la cena? –esbozo una media sonrisa, como diciéndome que estaba bien, que podía ocupar su tiempo
--No –los tenía. Había aceptado ir a una cena con Anna y su novio, a la cual debería negarme porque Santiago dijo que llegaría tarde a casa, y no quería estar solo con ellos –no los tengo –afirme respondiendo con una sonrisa como la suya.
--Te envió la dirección más tarde entonces –asentí, me levante, salí de su oficina y me quede quieto unos segundos. Me sentía raro, podía sentir mi estómago revolverse, no era dolor, era... era algo en lo que no tenía que pensar más. Sacudí mi cabeza y fui al baño, tenía que mojarme la cara para despejar esos pensamientos. Regresé a mi puesto de trabajo, apenas me senté sentí las manos de Anna masajear mi cuello, poco a poco usando más fuerza
--¡Ay! Duele –la mire haciendo un puchero, ella solo giro de vuelta mi rostro y continuo con menos fuerza. Era el momento para decirle que no podría esta noche, que tenía otro compromiso, tenía que inventar algo pronto –oye –comencé con temor –surgió algo para esta noche, no creo que podamos llegar a la cena –uso más fuerza, por supuesto que lo haría
--¿Santiago? Ese bastardo... --comenzó a quejarse, dentro de las cosas que ella más odiaba estaba eso. Que yo terminara cancelando mis planes por él, algo que sucedía cada vez más seguido
--No, no. Soy yo –aclaré, a pesar de que él ya me había cancelado –iré a casa de mis padres –mentí
--¿Tú? Pero si apenas fuiste la semana pasada –me conocía bien. Sabía que era muy perezoso como para ir dos veces así de seguidas, elegí mal mi excusa. Era un mal mentiroso
--Sí, mi madre necesita que le ayude a limpiar unas habitaciones –otra mala excusa, tan solo esperaba que no pidiera más detalles
--¿Hoy en la noche? –mierda...
--Cenare con ellos –mis mejillas comenzaban a colorarse, detestaba ser así
--¿Y regresarás mañana? –la pantalla del móvil se ilumino, mostrando un previo del mensaje de Samuel. La cubrí de inmediato y le di vuelta, me levanté estirando mis brazos
--Sí, llegare desde allá. ¿Deberíamos ir a almorzar? ¿Eduardo, quieres ir al restaurante que mencionaste la vez pasada? ¿Qué era, costillas? –balbucee rápidamente, quería evitar el tema, o me tendría sobre las cuerdas --¿vamos ya? –les anime, Anna me miro con duda
Mientras Eduardo terminaba de escribir algo, yo me gire a verlo --Willy, son las diez de la mañana –dijo mientras no despegaba la mirada de su pantalla, vaya, no había visto la hora siquiera --¿ahora qué te pasa? –preguntó con curiosidad, yo me recargué en el gran escritorio, admirando su habilidad de hacer dos cosas a la vez –me atrevo a decir que llevas desde que inicio el mes así de extraño
--Nada –ahora ambos me miraban
--Dime la verdad, ¿te vas a ver con él? –cuestiono ella, su mirada era inquisitiva, la maldita lo sabía. Negué mirando al piso todavía
--¿Quién él? ¿Qué no me están contando? –pregunto volviendo su atención al monitor
--¿Te acuerdas de su primer amor? –Eduardo nos dio toda su atención, tanto que giro su silla para vernos mejor
--¿El idiota ese? –Anna asintió, yo ahogué una risa, si supieran de quien hablaban –woah, Willy, ¿lo vas a ver? –asentí sin más remedio, debía conseguirme mejores excusas. Ambos se quedaron pensando, sé que siendo amigos tan cercanos y de hace varios años, ellos lo detestaban tanto como yo lo hacía, no podía pedirles que comprendieran tan prontamente --Santiago no sabe, ¿verdad? –negué sintiéndome un poco culpable, en realidad no había pensado en darle una excusa, él no se preocupaba mucho por lo que yo hacía fuera del trabajo. Pero, desde cierto punto, estarme viendo con un exnovio no era muy agradable
--Piensa bien lo que estás haciendo Willy, lo que menos queremos es que ese tipo te lastime de nuevo. Has cambiado, él ha cambiado, pero su pasado nadie lo puede borrar.
Esas fueron las palabras que se quedaron conmigo el resto del día, termine de trabajar a temprana hora, les dije que no almorzaría allí, y salí directo a mi casa. Entré decidido a darme una ducha, me sentía agotado a pesar de no haber hecho nada intenso, lo que me sorprendió fue encontrarme con Santiago empacando ropa, no era extraño, seguido cambiaba su ropa por la sucia que dejaba en el hospital --¿qué haces tan temprano? –sonrió al mirarme allí de pie en la puerta de nuestra habitación, me acerque sin decir nada, quería abrazarlo –no me he duchado en dos días amor –me alejo al sentirme cerca, no respondí nada, me senté en la orilla de la cama, a un lado de su mochila y me deje caer hacia atrás –ahora regreso –se quitó su camiseta y se metió al baño.
Me quede mirando al techo todo ese tiempo, mientras escuchaba caer el agua, continuaba cansado y preocupado. Temía del sentimiento que me pegó cuando salí de la oficina de Samuel, del sentimiento que surgió cuando me dio esa última sonrisa, del sentimiento que me da al verlo otra vez. La culpa me comía por estar pensando en otro hombre, mientras con el que he convivido casi dos años estaba a unos metros. Me sentía estúpido y malagradecido, Santiago no merecía que yo me comportara así, él siempre había sido honesto. Tanto como la vez que me pidió tiempo, que llegó a decirme todo lo que sentía, cuando me pidió que termináramos las cosas. Ese día él había sido lo más sincero, gracias a ello yo insistí en que podía mejorar mis errores, en que podíamos intentarlo otra vez, así fue como llegamos aquí.
--Volví –salió con una toalla en la cintura, y nada más, escuché sus pasos alrededor, yo no me movía aún --¿te sientes bien? –acercó su mano a mi frente, sintiendo mi temperatura, yo estaba bien
--Saldré esta noche –solté
--Con Anna y su novio ¿no?
--No. Con mi jefe, quiere saber más a detalle del proyecto –hasta este punto, Santiago aun no sabía que Samuel era mi jefe, tan solo que él trabajaba en la misma empresa. Le estaba diciendo la verdad, solo ocultaba unos detalles, no quería provocar que se molestara
--Muy bien entonces, así lo convences –sentí un poco de molestia, era una cena, con mi jefe. ¿No debía interesarse un poco más? A mí no gustaría mucho saber que sale a cenar con otro hombre, a solas
--Supongo –me levanté y me dirigí al baño, estaba siendo muy inmaduro. Lo sabía, pero algo se sentía extraño con él últimamente, y que no reaccionara a ello me ponía más en duda. Me despedí de él mientras elegía que usar en el closet, ahora estaba más y más preocupado. Elegí un pantalón de mezclilla oscura con una camisa blanca medio abierta del cuello y una chaqueta negra, la dirección del restaurante la podía reconocer, al parecer a Samuel le gustaban los lugares lujosos, así que mi atuendo quedaría bien.
...
--¿Tiene reservación? –me preguntó un hombre de traje, asentí torpemente por estar viendo todo el lugar
--Samuel De Luque –reviso rápidamente unas hojas y me dirigió a la entrada, caminamos a través de unas mesas y pasamos unas puertas de cristal, era una terraza muy bonita. Estaba decorada con luces navideñas, esas de luz led que hacen brillar todo alrededor, me señalo una mesa al fondo, una con la vista de los edificios, me senté del lado que tenía la mejor vista, justo en la esquina.
No paso mucho hasta que llegó. Lucía demasiado perfecto, usaba el mismo traje con el que lo vi esta mañana, solo que, sin corbata, y con la camisa un poco desabrochada. Mantuve un suspiro y retiré la mirada de inmediato, tenía que quitarme esas ideas pronto --¿esperaste mucho? –se sentó frente a mí, esbozo una sonrisa tranquila, no pude evitar sonreírle igual
--Menos de cinco minutos
--¿Conocías el lugar? –negué mirando una vez más todo lo que me rodeaba –se ha vuelto mi favorito, la comida es demasiado buena para lo que se paga, créeme –así que su paladar seguía siendo igual de especial
--Entonces podrás ayudarme a pedir –asintió recibiendo las cartas del mesero. Pidió dos de las especialidades del lugar, nunca antes había probado pato, y siendo honesto, fue delicioso. Dijo que era de sus platos favoritos de toda su vida, y a continuación me recomendó postres, hizo énfasis en que el de chocolate era muy rico. Terminé pidiéndolo, mientras bebíamos cerveza, de repente sentí como estaba perdido en la vista que ofrecía esa terraza.
--Siento que olvidamos nuestro objetivo –se rió conmigo, llevábamos hablando mucho tiempo sobre otras cosas, entre ellas lo bonitas que eran las noches de Madrid, las distintas cervezas que hemos probado y mi poca resistencia al alcohol –cuéntame, cuál es tu idea –y entonces le explique todo, sin detenerme mucho en los detalles, era algo simple; un zoológico donde los animales se pudiesen fusionar conforme los niveles avancen. Parecía encantarle, de pronto nuestra conversación se vio inmersa en la idea, los detalles que aún estaban solo en mi mente ya eran discutidos por ambos, él también pensó en mejoras para que el juego fuese más atrayente. Estabamos complementando mi idea. Nos quedamos durante más tiempo solo bebiendo y enfocándonos en cómo llevarlo a cabo, me propuso hacer toda la planeación para que se la presentará formalmente, posterior a eso él la mostraría con su jefe y allí tendríamos que esperar –tiene mucho potencial, créeme –dijo mirándome a los ojos, aun recargando su brazo ligeramente en la mesa, sonreí emocionado, podía ver su sinceridad. De verdad confiaba en mi idea
Termine la cerveza de mi vaso y escuche mi teléfono, era Anna --¿Qué pasa? –respondí en voz baja, me había levantado para acercarme a la barra que permitía apreciar mejor todo
--¿Cómo estuvo?
--Sigo aquí –pude escuchar un suspiro al otro lado de la línea –estoy por irme, no bebí mucho –aclaré, para después darme cuenta de que no debí haber dicho eso
--¿Bebiste? Willy, sabes cómo eres con el alcohol –se quejó, y con justa razón
--Lo sé, es solo que me olvide... --la convivencia con él se estaba volviendo cada vez más profunda, al grado que me olvidaba de otras cosas –pero estoy bien, de verdad
--Solo cuídate ¿vale? –asentí como si ella fuese capaz de verme --¿Willy?
--Si, te aviso cuando este en casa –fue lo último que dije, al colgar me percaté de que pasaban de las once, ya era bastante tarde como para que siguiéramos allí, regrese a la mesa y lo vi pagando la cuenta --¿has pagado? ¿Cuánto fue? –pregunte de inmediato
--No te preocupes, yo fui quien te invito
--El sitio parece costoso, no puedo dejarte toda la cuenta –insistí
--Entonces puedes pagar mi taxi a casa, bebí mucho y no puedo conducir –asentí rendido, ya pagaría yo la próxima vez. Salimos del restaurante y aquella plaza estaba casi vacía, caminamos en silencio hasta la salida, donde el frío y la oscuridad de la noche nos esperaban. Sus pasos se alentaron conforme veíamos los enormes cristales de la salida, caminé a su paso, me dije mil veces que aquello no significaba nada, tan solo estábamos siendo lentos, por el cansancio, la bebida, la larga noche... –se aproxima el invierno –miramos al cielo juntos, el viento se sentía cada vez más fuerte –tomemos el mismo taxi, vivo unas calles antes de ti
--Vale –dude un poco, sin embargo, ya estaba en la avenida deteniendo un taxi, yo mismo me desconocía. Subimos en silencio y le dimos ambas direcciones, él se bajaría primero. El transcurso fue el mismo, total silencio, a diferencia de la cena, era como si fuésemos conscientes de que algún secreto guardábamos, la oscuridad tan densa de la noche, nuestros cuerpos a tan poca distancia, y solo el ruido de la ciudad de fondo. Me pareció familiar de inmediato, ya habíamos vivido algo así, quizá por eso nuestro aparente miedo a decir algo.
"--¿Estás seguro? –volvió a preguntarme mientras esperábamos a que dieran las seis. Estábamos a punto de ver una película de terror, él sabía mi gran miedo por las cosas paranormales, por eso insistía
--Que si, vamos adelantándonos –yo sabía que él quería ver esa película, por eso acepte, además, estando a su lado no sería tan mala. Y si lo era, bien podía cerrar los ojos todo el tiempo, la sala es oscura. Pensando en esto nos levantamos y caminamos confiados hacia la sala 7, al llegar vimos que estaba vacía. No sé si él también lo sintió, pero la densidad de la oscuridad ya me ponía nervioso. Nos sentamos en el centro y casi al fondo, "los lugares perfectos" decía él, los avances comenzaron, nadie más llegaba a la sala. La película por fin iniciaba, yo no podía concentrarme del hecho de que estábamos solos, podía sentir mi corazón acelerarse poco a poco, recargue mi mano en el respaldo, choque con la suya. Los dos nos encogimos del roce, la película avanzaba y yo no entendía nada, estaba muriendo debido a esa tensión que se sentía de estar solos en esa enorme sala, y tan cerca, las ideas me comían. Desde hace días teníamos roces que ya no eran normales, yo ya no sentía lo mismo estando a su lado, y sentía que él tampoco. Estar solos se sentía agobiante, sin embargo, también se sentía muy bien. Me sentía feliz a su lado, con él podía actuar con naturalidad, y no me juzgaba nunca, al contrario, me miraba con una sonrisa radiante. La noche anterior él había tomado mi mano, y no como amigos, casi pude sentir electricidad en ese agarre, el cual tampoco quería soltar, y ahora, estar aquí era sumamente intenso.
Un fantasma se apareció en la película, de la atención que tenía en mis pensamientos salte del susto, él se giró a mirarme de inmediato y tomo esa mano que yo retire. La sostuvo con fuerza y regreso a mirar la pantalla –acabara pronto –susurro buscando consolarme, yo quería salir corriendo. Pero su mano, era tan cálida y reconfortante, que me di cuenta de que no quería que acabara, quería quedarme así mucho tiempo. Desconocía a donde nos llevaría eso, esas pequeñas acciones ya no eran inocentes, éramos adolescentes que se daban cuenta poco a poco de sus sentimientos, y yo... yo quería cada vez más a Samuel."
El auto se detuvo por fin, salí del recuerdo tan fugaz, lo mire sonrojado, seguramente por lo que bebió, además debía estar exhausto, era el primer día de la semana y habíamos gastado toda la noche –aquí me quedo yo –me sonrió y se bajó con lentitud, una vez más –hablamos mañana, descansa
--También descansa –me despedí correspondiendo la sonrisa –Samuel –le llamé, giró y volvió a mirarme –gracias –dije con sinceridad, sentí mi corazón acelerarse, estaba jugando con fuego.
...
Un mes y medio después nos encontrábamos en la sala de reunión, esperando que el jefe llegará, Anna me miro ansiosa, toda la mesa lo estaba. No sabían el porqué de la reunión, pero yo sí. Samuel por fin les presentaría el juego que surgió de mi idea, por el cual habíamos trabajado, nos esforzamos en que la idea luciera interesante, y así lo hizo. Entonces desde Londres nos dieron luz verde para que comenzáramos a desarrollarlo todavía más, ese sería nuestro primer proyecto grande, después de tanta espera. Estaba esforzándome demasiado al juego, la presentación decidimos hacerla en conjunto, así que habíamos pasado mucho tiempo preparándola. Tanto tiempo que llegaba a ser demasiado uno al lado del otro, noches como esas terminaron volviéndose más largas, debido al trabajo, debido a que parecía que queríamos más tiempo juntos. Mi relación con Santiago se mantuvo a pesar de una pelea, en la que me recriminaba el tiempo fuera, recuerdo que por fin tuve el valor de decirle que el pasaba más tiempo lejos de mí, y que yo jamás se lo había reprochado. Esa discusión paso, paso de mala forma, pero la superamos, ahora nos manteníamos más al pendiente el uno del otro, incluso sentí como sus celos surgían cada vez que me quedaba hasta tarde con Samuel, él aun no sabía quién era, sin embargo, ya le hacía ruido que me viera por tanto tiempo con otro hombre a solas.
Y dentro de todo esto, lo más preocupante era que el proyecto apenas iniciaría de verdad, quizá el tiempo a solas ya no será el mismo, pero el tiempo en oficina incrementará más y más. Lo vi entrar a la sala, me dio una sonrisa discreta, la cual yo ya podía imaginar tan radiante cuando estuviésemos solos. Si esa noche pensé que estaba jugando con fuego, ahora creo que me estoy quemando, irónicamente, quiero seguir haciéndolo. Quiero que esas sonrisas sean mías nada más.
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karendeluque · 5 years
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Guillermo estaba con Cristina, hasta que sonó el móvil, el cual contestó.
XX: usted es familiar de Samuel de Luque?
Guille: si, soy su amigo, que pasa? Está bien??
XX: está en el hospital, usted es la última llamada que tuvo con alguien
Guille: QUÉ?!? pero que pasó?
XX: tuvo un accidente, usted tendrá que venir, si quiere verlo.
Guille: voy ahora mismo! (Cuelga)
Guillermo se levantó del sofá donde se encontraba sentado junto a Cristina, la mencionada algo confusa le pregunto
Cristina: que pasa cariño?
Guille: no tengo tiempo, me tengo que ir.
Cristina: pero por qué?
Guille: Samuel tuvo un accidente!
Cristina: yo te acompaño, no quiero qué vayas sólo!
Guille: lo siento, pero voy sólo...
Continuará......
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fans-book-forever · 6 years
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Capítulo 15 > NO TE ESPERABA - WIGETTA
Estaba por anochecer cuando Guillermo despertó de su inconciencia. Ana, su madre, aun no llamaba a su móvil, por lo que supuso era de esos días en que no llegaba a casa por el trabajo. Samuel le explicó, con toda la tranquilidad que aun tenía, por lo que había pasado en las horas pasadas. El doctor dejó descansar a Guillermo un par de minutos antes de volver a aparecer en la habitación. -Buenas tardes a todos. Entiendo que es un ambiente poco grato para los presentes, por lo que intentaré ser lo más rápido y explicito posible. -el doctor aclaro su garganta y miró a Guillermo. - Se le realizaron diversos estudios al señor Díaz y sus recuentos estaban completamente normales. -el doctor repaso los exámenes sujetos a una tablilla y volvió a mirar al omega. -Su presión está anormalmente baja pero las conclusiones las sacaremos en un minuto. La habitación estaba inundada en un silencio sepulcral. Guillermo esta sentado en la camilla, sujetando su vientre con ambas manos. A su lado estaba Samuel, con un vaso de café casi vacío y un sándwich a medio comer. En el sofá se encontraba Frank con Alex en su regazo dormido, portando la gran sudadera que minutos atrás le había proporcionado su novio. -La mayor preocupación fue su repentino sangrado rectal. Por lo que me comentaron, el señor Díaz no tiene alfa ni marca, aunque el padre del bebé si se encuentra junto a él. El joven Díaz se encuentra actualmente pasando por “placenta previa”, lo que le originó el sangrado. -¿Eso es grave? Porque si es grave necesitamos saber con detalle los pasos a seguir desde ahora y si el bebé tiene algún daño porque… -Señor de Luque por favor cálmese. La placenta previa es una condición más común de lo que usted cree, sobre todo en los omegas varones. Por la ecografía pudimos deducir que la razón de esta condición es que el feto esta posicionado de forma incorrecta y esto no afecta a su salud, aunque si la del omega. En una omega femenina tiene diferentes variables, puesto que este mismo tipo de placenta previa le prohibiría dar a luz en forma natural. En el caso de Guillermo es necesaria la cesárea, por lo que no hay que preocuparse por eso. -¿E..en..tonces solo es que mi bebé esta de nalgas? -Exactamente joven Díaz. Por otra parte, el desmayo que sufrió si puede ser algo más complicado. Sabemos que algunas condiciones en nuestro organismo, muchas veces están ligados a la persona con la que se está. La presión, los niveles hormonales y la temperatura son uno de los factores que se regularizan por la cercanía o lejanía que pueda tener una pareja alfa-omega. Una baja presión en el embarazo puede provocar desmayo, los cuales pueden llegar a ser mortales para el feto, puesto que nunca se sabe dónde pasara. -Yo tengo una pregunta con eso. -Frank levantó el brazo como un niño pequeño y la volvió a acomodar rodeando al omega. -entendí la parte de los cambios y esas cosas. El asunto es que mi omega está embarazado y yo soy beta. Él tiene algo así como un pequeño problema de ira y me preguntaba si eso de alfas y omegas juntos era como tener a un padre beta. -En el caso de un embarazo con padre beta, las cosas son un poco diferentes. El padre beta no puede regularizar todo aquello que un alfa puede hacer en su pareja y, a su vez, el omega embarazado no sufre tantos cambios en su organismo. En ese caso el mejor tratamiento es no exponer al omega embarazado a mucho contacto con alfas. -¿Entonces yo debo aislarme de los alfas también? -En su caso joven Díaz, el diagnóstico es lo opuesto. Debe intentar establecer más intimidad con el alfa del bebé. Con eso no quiero decir que la intimidad sea en un ámbito sexual, ya que parte de su tratamiento es abstenerse del coito. También necesitara permanecer en cama y haciendo el menor esfuerzo posible. -Yo me haré cargo de que cumpla las indicaciones doctor. Muchas gracias. -Samuel le estrechó la mano y lo acompañó a la puerta mientras este le pasaba un par de papeles. +++ Guillermo logró salir del hospital 2 días mas tarde. Su madre, Ana, había estado mensajeando desesperada a su móvil desde que le había llegado la llamada del hospital. Se encontraba en el aeropuerto de Roma cuando recibió la noticia e hizo todo lo posible por conseguir un vuelo de vuelta a casa para estar con su bebé. Pese a todos los intentos de sus compañeras para enviarla a casa, el itinerario que debía cumplir no pasaba por España hasta dentro de una semana entera. Samuel se ofreció, ante Guillermo, para acompañarlo en casa mientras su madre no estuviese. Le repitió cientos de veces que no era un problema para él y que, ahora que había terminado la pasantía en el instituto, tendría mucho tiempo libre para dedicarlo al omega y su embarazo. -Ayer ya descubrimos que mis habilidades culinarias están desastrosas, así que debemos pensar en un plan para hoy. -Samuel pasaba las paginas de un libro de cocina. -Siempre está la posibilidad de que yo cocine. No me siento mal y te tendré por si me pasa algo. -Guillermo intentó salir de la cama pero Samuel le dio una de sus severas miradas para volver al libro. -Puede bajarte la presión y desmayarte Guillermo. Desmayarte en la cocina, que esta llena de cosas afiladas. -Estas exagerando las cosas. -de la mesita de noche sacó el toma presión, acomodándolo en su brazo. Samuel dejó el libro sobre el escritorio y se acercó a ver la pequeña maquina en el brazo del omega. -Te dije que me sentía mejor. El omega se levanto con la ayuda del alfa y se puso sus pantuflas de tortuga. Vestía un afelpado pijama de osito y un gran gorro de lana. Su vientre sobresalía redondo, a la altura de la panza del pijama, luciendo como un niño pequeño que ha pasado toda la tarde comiendo golosinas. El primer día con Samuel en casa había estado lleno de vergüenzas. En cuanto llegaron, Guillermo apenas tenia fuerzas para subir a su cuarto, por lo que el alfa debió cargarlo al estilo nupcial. En cuanto llegaron, encontraron en medio de la cama una gran mancha roja. Guillermo, al estar inconsciente en el momento que sucedió el sangrado, no podía explicar como era que su cama estaba de tal forma, y en su mente se comenzaron a idear macabros planes de como es que mataron a alguien cobre su lecho. No habían pasado muchos minutos de sueño cuando el omega había sentido esas irresistibles ganas de orinar, propias del embarazo. Había intentado correr al baño y cuando ya se hallaba dentro, apareció el alfa en la puerta, con su camiseta en mano y una expresión confusa en el rostro. -Supongo que podríamos llegar a un trato. +++ -No estas cortando los vegetales correctamente, Samuel. -el omega intentó acercarse al alfa, pero este retrocedió con el cuchillo en mano. -Te puedes hacer daño Guillermo. El omega retrocedió, sentándose en una silla llena de cojines, y suspiró mirando hacia Samuel. ‘No esta cortando como le dije. Va a hacer que queden crudos y sabrán feo. ¿Cómo es que me podría dañar al compactar la carne para una hamburguesa?’ -Necesito la cesta de condimentos para aliñar la carne de la hamburguesa. Está frente a ti. -El doctor dijo que no debes poner muchos condimentos ni picantes porque te dolerá la panza luego. -No pienso comer todo tan desabrido. -el omega se levantó sujetando su vientre para caminar hasta la barra, tomando la pequeña cesta de condimentos y volviendo a su lugar. -Pero cuando termines de darle sabor me la pasas para darle forma. -No me voy a morir por darle forma a una hamburguesa. -Guillermo rodó los ojos y siguió en su trabajo. Samuel miró los desprolijos trozos de verduras y se sintió mal por su comportamiento en los últimos días. -¿Qué harás con el instituto? Se que el médico dijo que necesitas reposar pero también creo que esta parte de la educación es importante para decidir lo que quieres a futuro. Guillermo se levantó sujetando el plato de las hamburguesas, y se acomodó junto al alfa, poniendo aceite en un sartén. -En la mañana me llegó un correo desde la dirección. -el omega puso los trozos de carne sobre el teflón y miró entre las salsas de la alacena. -Me citaron para hablar con el director. No dice algo como “necesitamos atender el problema” pero, es algo que se puede intuir. -se decidió por una salsa negra viscosa que puso al sartén. -Te acompañaría pero seguramente el director no me querrá ver ahí. -el alfa puso las verduras por parte para comenzar a saltearlas. -Creo estar bien con su charla eufemista. -hizo un gesto vago con la mano en el aire y sirvió la comida. En el fondo, Samuel sabía que estaban actuando como una familia antes de ser siquiera una pareja. Le gustaba ver al omega, con su notable pancita, cocinando parte de la comida en la mesa, y con Samuel terminando el trabajo en la cocina. Se lo imagina, luego de comer, en la cama tomando una siesta y yendo Samuel a despertarlo para comer la cena que él prepararía luego de ver algún tutorial en YouTube. Casi al anochecer verían su serie en Netflix, mientras toman chocolate caliente. El omega se dormiría en medio del capítulo por lo cansado que está el embarazo, y por eso Samuel deberá cargarlo a la cama. Eso sonaba muy bien. -¿Samuel dónde estás?. -Guillermo movía la mano de un lado a otro frente a su rostro. -¿La comida no quedo bien? -No es eso. -sonrió amistosamente y sigua comiendo de los desformes vegetales, un poco quemados, a decir verdad. -Estaba pensando en como explicarle a tu madre lo del bebé. -Aún tenemos tiempo para pensarlo. Quedan al menos 4 días para que llegue. -¿Sueles pasar así tus días? Me refiero a el hecho de que tu madre no llegue en varios días… -Mamá es azafata. Desde que se enteró del bebe, ha estado tomando unas rutas mas extensas para ganar bonos de temporada. -el omega miró el plato mientras jugaba con su contenido. -Antes se tardaba máximo 2 días en volver a casa, pero ahora es normal que llegue tras una semana, descanse un par de días y vuelva a rutas largas. -Yo… lo siento mucho pequeño. Sabes que cualquier cosa me puedes llamar para que venga aquí y supervise todo. De todas formas, espero llegar a un acuerdo con ella en cuanto llegue. +++ Guillermo se había despertado más tarde de lo habitual a la mañana siguiente. Cuando vio la hora, saltó de un brinco para correr, entre lo que podía, hacia el armario. Se puso los únicos pantalones que aun le quedaban y un vestido bastante corto, aunque justo para su pansa, que había encontrado en un cajón de descuentos. Estaba por salir de la habitación cuando un atontado Samuel, vestido solo en bóxer, se le apareció por delante. Miró de reojo el escultural cuerpo del alfa y negó efusivo con las mejillas al rojo vivo. -Debo ir a la charla con el director. Voy atrasado. -pasó por el lado y bajó las escaleras con cuidado. -Ten cuidado con los taxis… -‘Ten cuidado con el taxi. ¿Es en serio Samuel?’ -Claro. Volveré para el desayuno. -el omega abandonó la habitación y se puso junto a la vereda esperando por el taxi. +++ -Señor Diaz, el director ya esta disponible en su oficina. Guillermo se quedo unos segundos apoyado en el mesón, recobrando el aliento, y se adentró en la elegante oficina. -Tome asiento joven Díaz. -el anciano beta le apuntó con un lápiz el sofá de cuero frente a su escritorio y volvió con su mirada hacia los papeles. -Lamento la tardanza señor. -Guillermo tomó asiento, aun con la respiración agitada. -No es problema. -el beta le dirigió una sonrisa no tan amistosas y junto las manos sobre le escritorio. -Imagino que el embarazo lo tiene cansado. A Guillermo no le gustaba como aquel señor usaba la palabra embarazo. Sentía que su entonación le hacia sonar un tanto cínico. -Señor, ¿Por qué motivo me citó hoy?. -jugaba inquieto con sus manos apoyadas en los muslos. -Algunos alumnos me comentaron que su gestación ya va por el quinto mes. -el director apoyó el mentón sobre las manos y se acercó. -Para el centro de padres, y la dirección del instituto, nos resulta un poco inquietante como es que su embarazo afecta al alumnado. Guillermo se tensó. Aferró sus manos, ya sudadas, sobre el pantalón, asustado. -No queremos que el instituto se vea afectado por un descuido en un adolescente poco instruido, por lo que decidimos llegar a un consenso sobre su estadía aquí. -el beta removió unos cuantos papeles dentro del cajón y tomo un sobre. -Pensamos que su estancia en esta institución podría afectar la responsabilidad de algunos estudiantes. -le extendió el sobre sellado. -Por lo que le pedimos que su estadía aquí sea pospuesta hasta que el embarazo haya culminado y se sienta apto para retomar sus estudios con normalidad. ¿Me..me.. esta echando por un embarazo…? -los ojos de Guillermo se aguaron mientras tomaba el sobre y luego envolvía los brazos en su abdomen. -Se encuentra temporalmente expulsado señor Díaz. Sabemos que es lo mejor para usted. -el director se levanto de su asiento y extendió la mano a Guillermo, para que se la estrechara.
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pariona-lpm777 · 6 years
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Noche de Gala {Wigetta}
Ambos eran el centro de atención en esa gala, él de traje negro desde los zapatos hasta a camisa lo cual hacia resaltar la corbata morada oscura con hermosos destalles platino lo cual complementaba perfectamente a su vestimenta.
Él otro con un pantalón negro apegado a sus largas piernas, una camisa blanca con un chaleco del mismo color que su pantalón, y un pañuelo verde con los mismos detalles que la corbata de su acompañante colocada en el bolsillo delantero del chaleco.
Ambos se encontraban entrelazadas las manos, una con la otra encajando perfectamente como un rompecabezas, esas sonrisas que iluminaba sus rostros. Todos los miraban con sorpresa, con desagrado y por supuesto con sonrisas y miradas cómplices por un grupo de personas que sabían que esto pasaría, habían de todo pero ellos sabían que nada les arruinaría esta noche.
- Samuel de Luque y Guillermo Díaz – escucharon sus nombres a través de los parlantes, apretaron su agarre y lentamente comenzaron a descender por las hermosas y enormes escalaras blancas las cuales eran cubiertas por una alfombra roja, llegaron hasta donde los demás invitados.
Ambos mantenían sus sonrisas mientras saludaban a todos, sus mejores amigos los felicitaban por hacer pública su relación, porque a pesar de que ninguno de los dos confirmaba algo se notaba a leguas que algo pasa entre ese par.
Cuando todos los invitados fueron presentados, empezaron el baile; Samuel hizo una reverencia ofreciendo su mano a Guillermo, el cual lo tomo con una sonrisa y así se dirigieron hasta el centro de la sala, Ed Sheeran comenzó a sonar de fondo haciendo que ambos enamorados sonrieran ya que el pelirrojo con sus hermosas canciones y su increíble voz había ayudado mucho en lo referente a su relación.
Samuel tomo a su novio por la cintura atrayéndolo más a su cuerpo, Guillermo entrelazo sus dedos detrás de la nuca del mayor, así lentamente comenzaron a mecerse de un lado al otro, no eran los mejores bailarines pero en estos momentos no importaba. Las miradas regresaron al ellos aun con la sorpresa ya que jamás pensaron que dos personas que son diferentes pudieran estar juntas sin matarse porque uno este de en desacuerda por una opinión del otro.
Pero así sucedió destino, amor; como deseen llamarlo solo sucedió ellos jamás pensaron que esto pasaría pero ahora lo están; los opuestos se atraen, y que bien quedaba esa frase ahora, eran el balance del otro, el negro en su blanco, la cuerda de su ancla, eran justo lo que necesitaban…su complemento.
Todos los invitados comenzaron a dejar de observarlos y decidieron seguir su acto y empezar a bailar. Cuando la música estaba por el estribillo final Samuel vio a Guillermo a esos ojos jalados con arruguitas las cuales se formaban cuando sonreía, lo cual lo hacía volverse loco, se aman se notaba claramente, a ellos ya no les importaba la gente a su alrededor estaban en su propia burbuja, su burbuja de amor como solía decirlo Rubén.
Samuel comenzó a acercar su rostro al del menor cerrando los ojos, para así juntar sus labios con los de él, sus labios se movían en un tierno beso; el mayor estrujo un poco más el agarre en la cintura de Guillermo, este paso su manos al rostro de Samuel haciendo más intenso el beso.
Se separaron por falta de aire, el menor coloco su rostro en el cuello de su pareja, a pesar de que Guillermo era alto, Samuel lo pasaba por unos cuantos  centímetros, y así volvieron a mecerse al compás de un bachata, no les importaba que no supieran como bailarla nada les arruinaría esta noche, su noche
-Al The Love, Pat z4
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lokingmontlife · 6 years
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MOMENTOS WIGETTA EXTREMO 3 | CASI muero por la miniatura!! #13.
MINUTO- 6:33
V: A ver tú piensa que hemos ido dejando bloquesitos como granitos de arena...Somos como eh...
W: Pulgarcito. Que se lo comieron. Hansel y Gretel!!
V: Hansel y Gretel. Tu eres Gretel yo soy Hansel.
W: Buen nombre Hansel eh??
V: Pues si la verdad...que tú hijo que se llame Hansel molaría un montón (se interrumpe) Hansel de Luque fufff le da un toque.
| AHHH ESTO ME TRAJO RECUERDOS DE CUANDO LOS DOS DECÍAN QUE QUIERIAN TENEER HIJOS. Y WILLLY SIEMPRE ERA/ES LA MUJER DE LA RELACIÓN. BUENOS TIEMPOS |
MINUTO- 8:17
V: Bueno ahora pues importantísimo. Vale creo que veo un spawn de Blaze.
W: A quien?? Donde estás?! Donde estás?! -se gira- A vale vale -más calmado. Aquí hay un spawn de blaze.
V: Vale no te me alteres Willy tranquilo.
| SI WILLY TRANQUILO! NO PUEDES PERDER ALGO QUE YA NO ESTÁ. Ok no. MEMORIES |
MINUTO- 14:30
W: Cuidado Vegetta!!
V: Lol ¿pero que me ha dado? Ostras!
W: Toma leche!Toma leche!Toma leche! -apurado.
V: Toma- no si la leche que me ha dado ya vez.
W: (risas)
| MI CORAZÓN SE ROMPIÓ CUANDOO VEGETTA NO SOLTÓ UN COMENTARIO CON DOBLE SENTIDO |
MINUTO- 19:24
W: Vale genial. Voy a ver si sacando cosas del inven- del aquí del horno me sube la experiencia.
V: Vale toma a ver si así consigues un logro. Que sería al hacerte la mesa esta. Hay lo llevas.
W: Bueno... El logro he? Ha. -sarcasmo- Gracias eh? Esto me lo llevo también.
V: De nada! Pues si es que todo por ti Willy!
| ESCUCHARON ESO? ES MI CORAZÓN ROMPIÉNDOSE |
MINUTO. 19:50
W: A mira pues no! Es una vara de blaze.
V: Ugh Willy. Me llaman!! Me llaman!! Ahora vuelvo chao! -se mutea.
W: Bueno... y se fue -sorprendido- Pues nada otro corto si es que será por cortes -molesto.
//corte// MINUTO- 19:58
W: Y ya tenemos nuestro soporte para pociones! Y listo Vegetta. ¿Quien era? ¿Quien te había llamado? A ver cuéntanos. | AQUÍ HUELE A CELOREX SEÑORES |
V: Bueno a ver...Pues alguien que venía por una cosa tuya. Tu llave de la otra casa.
W: Amigo. De verdad gracias Vegetta -apenado.
MINUTO- 22:10
V: Oye vamos- cada episodio nos superamos. Si es que prácticamente el avance que estamos teniendo es la leche!!
W: Hasta que llegó Farfán -reproche- y nos retrasó.
| APARICIÓN DE CELOREX 2.0|
MINUTO- 30:07
V: Tengo todas tus cosas en el salón. Todavía. Que lo sepas.
W: En serio?! Bueno muy bien ahí! Tienes que dejar ahí las cosas importantes.
V: Si tu ordenador lo tengo- Lo tengo en el armario.
W: Muy bien.
V: Igual sale del armario tu ordenador. | UHHH LA PARASTE DE PECHITO LOCOO |
.....
Bueno aquí les dejo unos momentos “wigetta” que me encontré en el video de ayer? La verdad es que me tuve que morder un huevo al verlo pero valió la pena. Me hizo recordar buenos momentos. Además de que extrañe mucho a Samuel -Vegetta.
Tratare de subir los momentos de los videos pero no prometo nada. Disfrutarlos. 💕💕💜💜
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manuelverdugo · 3 years
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Guillermo Díaz Ibáñez (Willyrex)
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Youtuber Guillermo Díaz Ibáñez (Willyrex)
Guillermo Díaz Ibáñez; conocido en el mundo de Youtube como Willyrex es el tercer canal con mayor número de seguidores. 
Nació en España el nueve de mayo del noventa y tres (1993) y tiene veintitrés años. 
Se crió en Madrid con sus padres y con su hermana más pequeña, a la que podemos escuchar en sus vídeos en alguna que otra ocasión. 
Willyrex pasó una infancia tranquila, era un niño risueño y un buen estudiante, de pequeño, quería ser piloto de aviones. También jugaba al fútbol sala y practicaba natación. Incluso tiene el título de socorrista. 
Al contrario que muchos otros Youtubers, no tiene gatos, pero le encantaría tener un mono. 
Siempre le gustaron los videojuegos, de chiquillo, solía jugar a juegos didácticos que le compraban sus padres. 
Más tarde se pasó a los de estrategia y poco a poco fue jugando a más videojuegos. 
Guillermo, quería compartir las partidas con sus amigos, pero en ese momento no había soporte en los juegos para hacerlo, así que compró una capturadora y empezó a subir vídeos a Youtube. 
Subió su primer vídeo a su canal principal; Willyrex, en septiembre del diez (2010), una partida de Call of Duty Modern Warfare 2. 
El nickname de Willyrex, viene de su nombre en Inglés William; abreviado Wild y de Rex, que significa Rey en latín y se lo puso mucho antes de Youtube. Lo tiene desde que se abrió una cuenta por primera vez en Messenger. 
Al principio no hablaba, pero fijándose en los foros y en otros canales de Youtube de habla Inglesa, pensó que podría ser una buena iniciativa comenzar las partidas para el público hispano. 
Sus primeros vídeos solo los veían sus amigos, pero poco a poco más gente se unió al canal y actualmente va para dieciséis millones y medio de suscriptores. 
Willy, descubrió que esto de Youtube, podía tener más salida de la que pensaba inicialmente. 
Durante su último año de bachillerato, se levantaba una hora antes para subir sus vídeos y poder compatibilizarlo con sus estudios, porque; una de las cosas que más podemos destacar de Willyrex, es el compromiso que tiene con sus seguidores y es que cada día tiene un vídeo nuevo. 
Da igual que sean vacaciones, navidad, fin de año, lo que sea. 
Durante mucho tiempo, subía principalmente partidas de Call of Duty, pero poco a poco ha ido incorporando nuevos juegos como GTA (Grand Theft Auto), Ark, Far Cry, Happy Wheels y muchos otros. 
En el once (2011), abrió su canal secundario TheWillyrex, dedicado principalmente a Minecraft y que cuenta con más de dieciocho millones y medio de suscriptores y donde acumula más de seis billones y medio de visualizaciones. 
Felicidades Willy. 
Al terminar el instituto, se matriculó en la carrera de Administración de Empresas, pero viendo que no le daba tiempo a todo, decidió pausar sus estudios para dedicarse solo a Youtube. Aunque siempre afirma que no le importaría volver a retomarlos. 
Su vida de Youtuber, le ha dado la oportunidad de viajar por todo el mundo. En el doce (2012), cumplió uno de sus sueños, televisar por primera vez al E3 (exposición de videojuegos). 
En sus canales siempre nos encontramos un montón de colaboraciones con otros gamers conocidos. Como sTaXxCraft, ElRubius, aLexBY11, xFaRgAnx YT, Mangelrogel, Sarinha, TheGrefg, Blutube y Vegetta777. 
Vegetta777; que aunque no fue uno de los primeros con los que colaboró, si fue el que más lo marcaría durante el transcurso en la plataforma. 
De esta conexión nació Wigetta, Samuel de Luque Batuecas, alias Vegetta777 y Willyrex, se unieron para vivir miles de aventuras en los mundos digitales, pero también en la vida real. 
En primavera del 14 (2014), se mudaron juntos a Los Ángeles durante un tiempo. Una ciudad que le encanta a Willy y en la que le gustaría volver a vivir. 
Ha sacado varios libros inspirados en personajes y en su universo de Minecraft. 
Wigetta, un viaje mágico salió en marzo del dos mil quince (2015) y unos meses más tarde se publicó Wigetta y el báculo dorado, Wigetta y el antídoto secreto se publicó en marso del dos mil dieciséis (2016). 
Ya tienen también Wigetta y los gusanos guasones que salió en septiembre del 16 (2016). 
Hizo otro libro con su amigo Staxx; Los Diminutos, que salió en octubre del 16 (2016). 
Aparte de libros, también ha hecho sus pinitos en la música. Ha sacado versiones de canciones conocidas y canciones propias, colaborando con cantantes y animadores. 
A principios de agosto lanzó la canción YOU & I con un videoclip con el formato 360°. 
Willyrex, se considera muy afortunado por poder dedicarse a lo que más le gusta. Está muy agradecido con todos sus fans y siempre está buscando maneras de mejorar. 
El veinticinco de marzo del dieciocho (2018) ElRubius hizo un torneo de Fortnite en modo Battle Royal, donde Willyrex participó junto con otros noventa y nueve más jugadores. 
Epic Games, también hizo un torneo especial con el mismo juego en ese año, donde Willyrex logró colarse junto con otras más de cien gentes; artistas, creadores de contenido y gamers. 
Prince Royce y Willyrex estaban juntos participando y quedaron en el sexto lugar, con lo que se hicieron acreedores del premio en dinero de setenta mil dólares, mismos que dieron a obras de caridad. 
El veintiuno de agosto del diecinueve (2019) anunció que se casaría con su novia Cristina. 
El tres de agosto del veinte (2020), Willyrex anunció que su esposa estaba esperando su primer hijo. 
Estamos seguros de que le espera una larga trayectoria. 
Sigue así Willy. 
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incorrectkarmaland · 4 years
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Heartstrings:
Violett acarició la aterciopelada colcha de su cama. En su habitación reinaba un color y sus variantes, el púrpura. Se levantó poco a poco, asimilando que había destruido parte de la mente de una persona.
Cuando puso los pies sobre el suelo, escuchó la manilla en movimiento, abriendo la puerta muy lentamente, como si la persona al otro lado tuviese miedo de destapar aquella guarida morada.
Cuando se abrió por completo, se encontró a Rubius con los ojos cerrados y las manos temblorosas. Su mente estaba pasando por un proceso de preparación antes de enfrentarse al cuarto de su hija fallecida.
Cuando abrió los ojos y estos se encontraron con la penetrante y llorosa mirada de la menor, el adulto quedó perplejo, observándola por varios segundos.
— No... No... N- — Rubius no era capaz de articular palabras. Su lengua se enredó en sí misma, y su mente se dispersó como una nube al viento.
Violett tampoco supo reaccionar. Estaba mirando a los ojos al hombre al que pensaba que jamás vería de nuevo. Se levantó lentamente, su pelo castaño rozando su cintura.
Los ojos esmeraldas de Rubén derramaron lágrimas que desbloquearon su capacidad comunicativa.
— ¿Osito? — Le preguntó Vivi, al borde del derrumbe.
Rubius cayó de rodillas y abrió los brazos, la pequeña saltando a ellos. Se unieron en un abrazo en el que sus almas danzaron, recuperando el vínculo que antes les unía.
Tras unos minutos, se miraron a los ojos y juntaron sus frentes sonriendo.
— Tu también eres mi osita favorita. — Dijo Rubius besando la punta de su nariz.
Violett lo abrazó de nuevo, escondiendo su rostro en el cuello de su padre. Minutos después bajaron al comedor, donde los tres miembros restantes de la familia comían en silencio.
El primero en alzar la vista y verla fue Luca, quién soltó los cubiertos y se levantó al instante, apartando su silla. Samuel miró a su hermano, sorprendido.
Cuando siguió su mirada y la fijó en su hermana, supuestamente muerta, su mandíbula cayó en picado.
Los músculos del cuerpo de Vegetta no quisieron responder. Se adormecieron ante el rostro de la mismísima juventud. Violett, agarrada de la mano de Rubius, dió un paso hacia adelante.
— Lo mas triste de todo, es ver que ahora al verme vuestros rostros me transmiten dolor.
Samuel fue el primero en reaccionar. Se acercó a su hermana pequeña y se detuvo ante ella un buen rato, después se agachó, poniendo su rostro a la par del suyo.
Violett sonrió, y la presión que Samu había estado sintiendo estas semanas se desvaneció con eso. Cogió a su hermana en brazos y la escondió en su pecho, riendo.
— Pequeña desgraciada.
Luca se unió al abrazo, besando la mejilla de Violett y después revolviendo su cabello. Violett sonrió y le devolvió el afecto a sus hermanos.
Después quedó Vegetta. Este no sabía cómo reaccionar. Llevaba semanas convenciendose de que tenía que seguir adelante, pero la vida no quería dejarle, pues su hija muerta estaba de pie frente a él.
— Esto no es real. — Murmuró.
Violett se acercó a él, pero su padre se alejó de ella. Su rostro marcado por la ansiedad y la incertidumbre.
— Te vi desaparecer. Brillabas y me dijiste que te ibas. ¡Esto no es real! — Tiró varios complementos del comedor al suelo, haciéndolos estallar en pequeños cristales.
Se llevó las manos a la cabeza, directo a perder el control de la situación. Pero el calor del abrazo de su hija lo detuvo. Rodeó su torso con sus brazos y apoyó su rostro contra su pecho.
— Es real, estoy aquí papá. Siempre he estado aquí.
Los ojos de Vegetta se cristalizaron, el aire volviendo a llenar sus pulmones. Por primera vez en semanas, veía el mundo de colores.
Tras organizar una reunión extraordinaria en el pueblo por la familia De Luque, todos los habitantes de Karmaland asistieron.
— ¿Alguna idea? — Preguntó Fargan al llegar con los gemelos.
Auron négo con la cabeza.
— No sabemos absolutamente nada. Luzu recibió una llamada de Vegetta, diciendo que teníamos que venir todos.
Noah y Colette estaban sentados juntos, mientras que Emma y Adora hablaban cogidas de la mano.
Zeus y Ayden estaban sentados algo separados, pero sus manos muy cerca.
Ethan hablaba con Luzu, quien parecía confuso por aquella llamada de su viejo amigo.
Cuando vieron llegar a la familia, su atención se fijó en ellos. Pero cuando vieron una quinta figura emerger tras sus padres, las almas de los presentes tocaron el suelo.
Violett se plantó ante ellos, una sonrisa en la cara. Noah se levantó muy lentamente, su mirada conectada a la chica.
— Ohtia illo. — Dijo Mangel llevándose las manos a la cabeza.
Lolito parpadeó varias veces.
— ¿Violett? ¿Esto puede ser un efecto de la luz o algo? — Preguntó Fargan al aire.
Adora se acercó a ella la primera. Violett miró un poco hacia arriba, sus ojos violetas penetrando en los ojos ámbar anaranjados .
— Estaba claro que no nos íbamos a librar de ti tan fácil. — Dijo la mayor, en un tono serio y amenazante.
Violett sonrió, y Adora también. Se abrazaron por unos segundos, antes de que Noah y Zeus se uniesen a ellos.
Los demás jóvenes no tardaron en abrazar a su amiga, quién se lo agradeció con besos y otras muestras de afecto.
Estos decidieron celebrar una gran fiesta por el regreso de Violett. Hubo mucha comida y bebida, y lo más importante, alegría.
Fargan y Rubius acabaron bailando borrachos en un escenario. Auron les tiraba billetes mientras que Willy y Vegetta lo grababan. Alex echaba un pulso a Lolito y Mangel hacia de juez.
Luzu hablaba con otros habitantes de Karmaland, cumpliendo sus tareas de alcalde.
Noah y Samuel bailaban en la verbena del pueblo, y Auron y Rubius no tardaron en entrometerse, separando a los chicos.
— Mi hijo es meJoR que el tUyO. — Le decía Rubius a Auron, completamente borracho.
— Ni lo sueñes puerco.
Noah y Samuel pusieron los ojos en blanco.
Emma y Adora estaban sentadas junto a la fuente. Emma llevaba el pelo cubierto de flores, e incluso ignoraba a Samuel y a Noah.
Adora cogió a la chica por las mejillas y junto sus labios rosados, tomando por sorpresa a Emma.
Zeus y Ayden sonreían sentados en la mesa, tirándose comida mutuamente. Colette Luca y Ethan charlaban en las escaleras de la iglesia.
Violett sonrió. Después de toda la odisea que había pasado para llegar a ver este momento... Sentía que debía saborear cada segundo de el.
Pues aún estar en la mente de otra persona, atrapada y asustada, había conseguido abrir su propia mente al mundo. Estaba conectada a cada uno de ellos, sin importar la realidad o el universo. Esa era su familia, a pesar de todo.
Joder, en esta vida hay capítulos tristes, que te hacen llorar por semanas. Hay capítulos que se te hacen cuesta arriba, en los que tienes que luchar. Hay veces que incluso querrás arrancar las páginas y terminar con todo. Pero es tu vida, vívela. Conoce a cada personaje, enamórate, lucha, llora, ríe, grita.
Aunque el libro de la vida de Violett a veces fuese cuesta arriba, esa gente siempre estaría ahí para tirar de ella.
Ya podría haber un tsunami, terremoto, huracán, lluvia de meteoritos...
Que esa familia, sería por y para siempre.
Fin.
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vanessitapm-blog · 7 years
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01. Vegetta
Dedicada a las chicas del grupo Salseo Tumblr, quienes me animaron a plasmar esta historia en palabras. ¡Sois las mejores!  <3 - - - - - (VEGETTA) Samuel de Luque llevaba tan solo cinco días viviendo en Japón y solo eso le había bastado para convencerse de que aquel lugar era tan gris como su propia vida. Quizá otro se habría dicho que era un pensamiento algo depresivo para sus escasos 16 años de vida pero a él, que ahora miraba por la ventana del que iba a ser su dormitorio durante los próximos años, no le salía encontrar un símil mejor. Entendía por qué sus padres habían querido realizar la mudanza a aquel extraño país. Al igual que entendía por qué ellos consideraban que sería lo mejor para él. Pero, y él lo sabía con una certeza que le hacía daño, todos los esfuerzos eran vanos. Nada de aquello le devolvería a Iván. El muchacho resopló con gesto abatido, avanzando un par de pasos para acercarse a la triste y solitaria cómoda que había pegada a la pared. En ella tan solo había colocada una única foto de su familia: su padre, su madre, Samuel e Iván. Reprimió un poco la mueca de tristeza que amenazó con aparecer por su rostro al rozar con los dedos la imagen de su hermano mayor. A veces era terriblemente doloroso tomar un poco de consciencia con la realidad y asumir que estaba muerto. Que ya jamás volvería. O que mudarse a un país extranjero no arreglaba absolutamente nada. Aun así, Samuel tenía que seguir con su vida. Y eso incluía unos carísimos estudios que sus padres le habían comenzado a pagar en aquel nuevo país, por muy pocas ganas que tuviera de volver al instituto. Su mirada se desvió con algo de desagrado a la cama, sobre la cual estaba doblado el que sería su uniforme en el colegio súper pijo al que sus padres lo habían apuntado y en el cual empezaría las clases hoy mismo. Santa María de Tito Jose, se llamaba. O al menos eso aparecía bordado en el chaleco del uniforme. Algo con un nombre así no podía augurar nada excesivamente bueno pero, de todos modos, no le quedó otra que ponérselo en silencio y bajar a desayunar. Lo último que quería era que sus padres se enfadasen con él. —Nos dijo el director que a primera hora vayas a su despacho—le informó su padre mientras Samuel desayunaba tratando de poner la mejor cara posible—Para informarte sobre tu clase y tus horarios. Tienes suerte de que te hayan aceptado en pleno noviembre. —Ese tal Tito Jose parecía muy amable por teléfono—apuntó su madre. —¿Quién es Tito Jose?—inquirió Samuel. —El director—respondió ella—Ahora lo conocerás, cielo. Dijo que te estaría esperando. —Genial—medio bostezó él sin casi ánimo. Esperaba que no fuera demasiado pesado. • • • El prestigioso Santa María de Tito Jose tenía transporte propio, así que Samuel se pasó todo el trayecto hasta el centro de estudios casi al fondo del autobús y sin intercambiar ni una palabra con nadie. Miraba a su alrededor y, para qué engañarse, no le gustaba en exceso lo que veía. No tenía del todo claro que un colegio lleno de niños de papá fuese a ser la mejor idea contra su estado de ánimo. Pero no le quedaba más remedio. No más de quince minutos después llegó a su destino y, como no tenía ni idea de dónde estaría el despacho del tal Tito, optó por preguntarle a la primera persona con aspecto de profesor que vio: un señor moreno y engominado con una inmensa barriga que fumaba con demasiada fruición junto a la puerta de entrada. —Eh… Perdone...—titubeó un poco al acercarse el señor—¿Me podría usted indicar dónde queda el despacho del director? Tito Jose creo que se llama… —¿Para qué quieres saber eso?—preguntó el orondo hombre frunciendo su mirada hacia él. Tenía una voz muy ronca y un tono de voz demasiado alto, como enfadado. Además, se había echado mucha cantidad de alguna colonia demasiado intensa. —Bueno...—Samuel se había impresionado un poco ante aquel poco agradable señor.—Soy nuevo en el colegio y mi madre me ha dicho que… —¡Ah!—exclamó el hombre tras darle otra honda calada a su cigarro.—Tú eres ese tal del Pino. —De Luque. —Tito Jose soy yo—dijo con superioridad—Hablé con tus padres y me dijeron que eres un muchacho inteligente. Esperemos que sea verdad. Samuel solo se encogió de hombros. —Acompáñame a mi despacho—dijo Tito mientras arrojaba la colilla por las escaleras—¿Dónde está Jose? ¿Alguien ha visto a Jose?—vociferó acto seguido mientras caminaba a pasos muy rápidos por el hall y Samuel hacía lo que podía para seguirlo.—Grace, ¿has visto a mi hijo Jose?—se paró a preguntarle a un mujer de rizadísimo cabello rubio. —Debe estar ya en el aula. Ahora tiene clase de Literatura conmigo—respondió ella. —¿¡Qué!?—se enfureció Tito—¿¡Que se ha ido a clase sin prepararme mi café matutino!? ¡Este niño qué se ha creído…! ¡Dile que venga a mi despacho inmediatamente, Grace! La mujer asintió y se fue y Tito Jose siguió avanzando mientras Samuel lo seguía medio flipando. Lo condujo a un despacho inmenso de amplisimas paredes color crema y muebles de aspecto robusto y elegante. Se sentó detrás de un imponente escritorio e indicó a Samuel con un gesto que lo imitase. —Así que tú eres Samuel de Luque—dijo con su ronca y fuerte voz tras ponerse unas diminutas gafas frente a los ojos.—Y vas a entrar a 1º de bachillerato. —Sí—es todo lo que dijo él. Se sentía un poco incómodo a pesar de que Tito tampoco le había dicho nada malo. Tal vez porque aquel señor parecía estar enfadado todo el tiempo. —Bueno, estas son las normas del colegio y este es el horario de tus clases—comenzó a explicar.—Ya que por lo que veo has escogido Ciencias. —Así es. —Tu tutor es el profesor Gonzo Gonzalez, puedes encontrarlo en…¿¡QUIÉN ES!?—vociferó Tito de pronto, sobresaltando a Samuel. Acababan de llamar a la puerta del despacho. —Soy yo—dijo de pronto la cabeza de un muchacho asomándose.—Te traigo tu café. —¡Ya iba siendo hora, Jose!—vociferó con mal humor—¿¡Dónde estabas!? ¡Me cago en la Josa! —Te lo estaba preparando—dijo el chico con resignación mientras lo dejaba en la mesa. Samuel se paró a observarlo. El hijo de Tito Jose parecía menor que él (no le calculaba más de 13 o 14 años) y, al contrario que su padre, era delgado, con cara de buen tipo y una melena que le recordó a Tarzan. —¿¡Desde cuando se tarda tanto en preparar un café!?—gruñó el padre.—¡Creía que te habías ido ya a clase sin hacerlo! ¡Espero que le hayas echado mi chorrito de whisky!—añadió mirando la taza con el ceño fruncido. —Claro que sí. —Al menos haces algo bien—asintió más calmado tras dar un sorbo—Jose, ve ahora mismo a 1º de bachillerato grupo A y dile a Tsubasa Yagami que venga. —Papá, que llego tarde a mi clase… —¿¡Me estás replicando!? —No, no… —¡Ah! ¡Y después llama al pintor! ¡No me termina de gustar cómo ha quedado el tono de las paredes! —¿Algo más?—resopló el muchacho resignado. —Sí. No te juntes con gentuza, no te saltes las clases y ni se te ocurra fumar. Aprende de tu valeroso padre que dejó de fumar hace ya 15 años…¡Me cago en la Josa! —Adiós, papá… —¡Trae al Yagami! —¡Que sí! —No te preocupes por las pintas de vagabundo que tiene—tranquilizó Tito al ver la cara de susto de Samuel.—Es solo mi hijo Jose, que me hace también de secretario. Ha ido a buscar al delegado de tu clase, Tsubasa Yagami. Él se encargará de ti hoy. A Samuel no le apetecía nada que ni Tsubasa Yagami ni nadie se encargaran de él hoy… pero no le quedaba más opción que resignarse. El delegado en cuestión no tardó demasiado en aparecer y Samuel no supo si interpretar para bien o para mal el abrumador aspecto de niño pijo que traía consigo. Tsubasa Yagami tenía el cabello rubio tostado de manera tan perfectamente colocada encima de su cabeza que daba hasta rabia y encima parecía absolutamente sedoso tan solo a la vista. Alto, de piel pálida, nariz recta, grandes ojos castaños y gesto altivo, Samuel no supo interpretar en aquella primera impresión si se llevarían bien o mal. —Yagami, este es Samuel del Rey y a partir de hoy irá a tu clase—presentó rápidamente el director.—Confío en ti como responsable alumno de Matrícula de Honor para que lo guíes y lo orientes. —Claro—respondió Tsubasa con voz solemne.—Conmigo no le faltará de nada. Acompáñame, Samuel. Samuel ya se había convencido de que Tsubasa Yagami era el típico empollón remilgado cuando, a una distancia algo prudente tras salir del despacho del director, se echó a reír sonoramente. —Has tenido suerte con el director, ¿sabes?—le dijo—Es un coñazo de tío pero al menos es algo flexible. Jacinto, el anterior, no te habría aceptado ni de coña a estas alturas de curso. —Ah, ¿es nuevo?—se interesó Samuel.—Como el colegio lleva su nombre, pensaba que llevaba muchos años… —Qué va—negó Tsubasa.—Hace solo un año que compró el colegio y se puso como director. Le cambió el nombre porque le dio la gana. A mí me la suda—se encogió de hombros.—Ahora con él al menos puedo llevar una vida estudiantil normal. Con Jacinto me pasaba dos de cada tres días expulsado—explicó como si fuese lo más normal del mundo. —¿Y qué ha pasado con el tal Jacinto? —Tuvo que irse humillado porque todo el colegio se enteró de que yo llevaba meses follándome a su mujer. Samuel dejó escapar una carcajada, claramente interpretando aquel comentario como una broma. —Ahora en serio. ¿Qué le pasó? —Te lo estoy diciendo—el rubio seguía con un tono de lo más natural.—¡Oye, no me mires así! ¡Jacinto tenía como 50 años pero Blanca, su mujer, tiene solo 27! —¿Pero lo dices de verdad?—Samuel no daba crédito.—¿O te estás intentando quedar conmigo? —No me estoy intentando quedar contigo—bufó con exasperación—¿Es que tú nunca has estado con una mujer mayor? —Pues la verdad es que no. Samuel había tenido un par de novias en España pero siempre habían sido chicas de su edad. Desde luego, no mujeres de 27 años esposas de directores de colegios. —Pues no sabes lo que te pierdes—replicó Tsubasa.—¿Cómo decías que te llamabas? —Samuel. —Pues si quieres que te vaya bien en este sitio hazme un poco de caso, Samuel—dijo él con algo de petulancia.—Porque aquí hay cada personaje ido de la olla que… en fin, ya lo comprobarás por ti mismo. Se te ve majete, ¿sabes? ¿Cómo es que te has venido a estudiar aquí? —Me he mudado con mis padres desde España. —¿Ah, sí?—lo miró con interés.—¿Y eso? —A mi padre le han ofrecido un buen trabajo aquí—farfulló el muchacho desviando la mirada. No pensaba hablar de Iván con un completo desconocido. —Ah, pues eso mola—asintió el rubio con despreocupación.—Mira, estas son las taquillas—señaló casi acto seguido, pues habían llegado a un pasillo plagado de idénticos casilleros.—Si quieres alquilar una tienes que ir a secretaría y… ¡TAIKI ME CAGO EN TU VIDA! Todo había sucedido tan deprisa que Samuel había necesitado varios segundos para entender lo que acababa de pasar. Tsubasa y él estaban de pie junto a las taquillas cuando un manchurrón bajito y a toda velocidad había pasado por entre ellos sin ningún miramiento, haciendo que los dos adolescentes tropezasen y que Tsubasa tuviera que apoyarse en Samuel para no caerse. —Mira por dónde vas, cachorrín—dijo el manchurrón, que ya se había parado y no era un manchurrón, sino un niño pequeño y muy despeinado que no podía pasar del primer curso. Mejor dicho, dos niños pequeños, pues Samuel acababa de darse cuenta de que lo acompañaba otro crío de cara redonda y ojos achinados. —¡Deja de poner esa voz!—le increpó Tsubasa al chico despeinado, el cual le había hablado con un tono excesivamente aflautado e irritante.—¡Me pones de los putos nervios! —Hablo como me da la gana—respondió en el mismo tono, haciendo que a Samuel le chirriasen los oídos.—¿Ya te estás saltando clases otra vez? Se lo voy a decir a mamá. —Se podría decir lo mismo de ti, ¿no crees?—observó Tsubasa. —Nosotros nos vamos ya a clase—respondió el niño con la misma voz aflautada. —Taiki, creo que en realidad deberíamos ir a clase de verdad—apuntó el otro niño, el de ojos achinados, con voz insegura. A Samuel le dio lástima. —Willy, para decir esa gilipollez mejor que no hubieras dicho nada—dijo el tal Taiki antes de reírse.—Bueno, hermanito, que se lo voy a contar a mamá igualmente. —No sé qué le vas a contar—gruñó Tsubasa.—Porque yo solo he ido a recoger al nuevo de mi clase del despacho de Tito—señaló a Samuel.—Tú en cambio a saber qué coño estás haciendo. Es que ni lo quiero saber. —Haces bien—asintió el pequeño antes de volver a echar a andar.—¡Venga, Willy joder, no seas tan cagao’! ¡Te quiero ver en clase, Tsubasito! —Es mi hermano pequeño—explicó Tsubasa con algo de cansancio cuando Taiki y su amigo Willy hubieron desaparecido por otro pasillo.—Tiene 12 putos años y actúa como si tuviera 5. Algún día alguien le romperá la cara. Tal vez sea yo mismo el que lo haga o tal vez otra persona. Samuel asintió todavía algo impactado. El hermano de Tsubasa no se parecía en nada a Tsubasa. Además, parecía que no se hubiese peinado nunca y llevaba el uniforme arremangado y de forma muy descuidada. —¿Tú tienes hermanos?—preguntó Tsubasa cuando volvieron a andar. —No. —Pues qué suerte tienes,tío. Yo tengo dos. Este y una hermana. Pero ella es una emo y una drogata. Sale con lo mejorcito del instituto—añadió con ironía.—El día menos pensado se cortará las venas. Samuel lo seguía flipando. —Bueno… ¿Y qué clase nos toca ahora?—le preguntó a Tsubasa tras carraspear. —Ahora tenemos clase con el tutor pero no vamos a entrar porque su asignatura es una puta chorrada—explicó él mientras seguía andando como si nada. —¿¡Qué!?—se escandalizó Samuel.—¿¡Cómo que no vamos a entrar!? ¡E-es mi primer día…! No quería meterse en líos tan pronto, joder. —Es que esa asignatura es puro relleno, Samuel. Hazme caso—insistió el rubio.—Se llama Historia del Esqueleto y es una puta fumada salida de la mente fumada del puto profesor Gonzo. —¿Historia del Esqueleto?—se extrañó el muchacho. Jamás había escuchado ese nombre. —Como lo oyes—asintió Tsubasa.—¿Tú sabes lo que es el encefalo-pene? —No. —Pues estás mejor sin saberlo—le dio una palmadita en el hombro.—Ven, vamos a las pistas a ver si hay alguien. —¿Qué pistas? ¿¡Vamos a salir del colegio!?—a Samuel no le estaba gustando nada aquella idea.—¿Y si nos pilla algún profesor? ¡Que es mi primer día, joder! ¿¡Qué clase de delegado era este!? —Tranquilízate, no vamos a salir del colegio—dijo Tsubasa.—Me refiero a las pistas deportivas. Están dentro pero al aire libre, por aquí detrás. —No sé yo si es buena idea, Tsubasa… —¿Prefieres ir a que te hablen del encefalo-pene? —Pues… tampoco mucho, la verdad. —¡Pues entonces sígueme! Resignado, Samuel siguió a Tsubasa hacia unas grandes puertas con cristales que había al final de un gigantesco corredor. —Es por aquí—indicó el rubio señalándolas.—Oye, estoy pensando que también podríamos saltarnos la siguiente hora, ya que me acabo de acordar de que es la gilipollez de Teatro. —¿Teatro? —Sí…. Estamos haciendo una obra de Pulgarcita y me han dado el papel principal y es un coñazo. —¿Haces de Pulgarcita?—se sorprendió Samuel. —¡No coño! ¡Soy el Príncipe de las Hadas!—puso los ojos en blanco.—Tengo que ir subido en un puto abejorro, con la fobia que le tengo a esos bichos… Pulgarcita es una petarda súper cursi de 4º de ESO. Tampoco la aguanto. —¿Pero yo también voy a tener que hacer esa obra?—preguntó el muchacho con temor. —¡Pues claro! ¡Tienes que ser parte del elenco! Te tendrán que dar algún papel… —¿Así que tu nombre es Elenco?—Samuel se sobresaltó de golpe. Una voz ronca acababa de hablarle por la espalda y un principio le había parecido que era del director Tito Jose. Pero no era la voz de Tito. De hecho era la voz de una chica. Una chica con una coleta baja que lo miraba con interés. —Pírate, gorda—es como la despachó Tsubasa.—O le digo a Tito que te estás saltando las clases. —¡No me estoy saltando la clases!—se defendió—¡Solo he ido al baño! ¡Ay, Tsubasa! —Me da igual. Que te pires. La chica ignoró al rubio y se volvió hacia Samuel. —¿Así que te llamas Elenco? Eres muy atractivo. Mi nombre es Midori pero todo el mundo me dice Dori. —¡Elenco es un conjunto de actores, gorda estúpida!—exclamó Tsubasa antes de que a Samuel le diera tiempo a abrir la boca.—¡Parece mentira que no lo sepas, ya que la que dirige la obra es tu puta tía! —¡Doors no es mi tía, es mi prima! —Joder, pues sí que está vieja tu prima… ¿¡Quieres dejar de distraernos e irte a tu clase de mierda!? Tsubasa tiró del brazo de Samuel y se lo llevó rápidamente de allí. —¿¡Ves por qué te he dicho que aquí la gente está colgada!? ¡Pues así con todos! —No sé. Tampoco parecía mala… —¡Está chiflada, Samuel! Al final los dos muchachos llegaron a las pistas deportivas, las cuales estaban casi vacías a excepción de un chaval tirado en el suelo y abrazado a una pelota de baloncesto y dos figuras barbudas sentadas en las gradas. —Ahí están Arnold y Lou—indicó Tsubasa muy contento de verlos—¡Sabía que estarían aquí! Se acercaron hasta donde ellos estaban y Samuel los observó con interés. Los dos estaban fumando porros y parecían en otra dimensión. —¡Hey, Tsubasa!—saludaron alegremente aun así al verlos acercarse.—¿Quién es tu amigo? —Hola—saludó Samuel tratando de sonreírle a esos barbudos y drogados desconocidos. Se veían tan mayores que no podían ser alumnos del colegio.—Soy Samuel. —Encantado… Samuel… yo… soy… Arnold—dijo uno de los barbudos, el más delgado de los dos y que además tenía un extraño sombrero en la cabeza. Hablaba excesivamente lento. —Qué tal, Samuel, y yo soy ifay—dijo el otro barbudo con voz estúpida. —¡Deja de decir tonterías, Loulogio!—le regañó Tsubasa. —A ver, todos deberíais saber que cuando estoy fumado me llamo ifay—dijo. A Samuel le dio un poco de risa. —¿Y qué hacéis aquí? ¿Cómo habéis entrado al colegio?—les preguntó. —Estudian aquí—respondió Tsubasa.—Llevan aquí desde la Prehistoria. Repiten y repiten. Aunque ya han llegado a 2º de bachillerato. —Ha… sido… duro… pero… gratificante. —ifay opina lo mismo. —¿¡SE PUEDE SABER POR QUÉ HAY GENTE FUERA DE CLASE!? ¡ME CAGO EN LA JOSA! De pronto, el corazón de Samuel dio un tremendo vuelco. Tito Jose acababa de descubrirlos y se dirigía corriendo hacia ellos con un bate de béisbol en la mano. La mejor manera de empezar un primer día de colegio.
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campinzon11-blog · 7 years
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¿Qué es el amor? Parte 37// fanfic Wigetta
Guillermo y Samuel se encontraban en uno de los pasillos de la casa de la familia "De Luque", ambos estaban alagándose y ruborizándose ante los comentarios que soltaba su pareja, y a pesar de que se decían cosas dulces a diario nunca dejaban de sentir mariposas revoloteando en sus estómagos. La abuela de Samuel escucho las voces de aquellos jóvenes y sonrío de inmediato, desde el primer momento que supo las preferencias de su nieto lo acepto, el amor es amor ¿no? Y a ella le hacía ilusión que su pequeño tuviera pareja. -¿crees que podrías encargarte de apagar el horno cuando suene el reloj querida? Me parece haber escuchado a Guillermo y quisiera saludar a nuestro invitado. -no hay problema mamá, ya lo apago yo. La mujer mayor se guió por las voces y no tardó en encontrar a la pareja, soltó una risita silenciosa al observar la escena: su nieto acariciaba los mofletes de Guillermo mientras que el le susurraba algo que ella no logró escuchar. -¡hola Guille!-exclamó la mujer, haciendo que ambos se sobresaltasen-oh, lamento interrumpir pero quería saludar. -no hay problema abu, ya íbamos camino al comedor. -oh claro, ya lo veo-comentó con una sonrisa-os esperare allá, con tu madre samuelito, se supone que tu padre llega en unos minutos, será mejor que no os pille aquí solos. Pilar; la abuela de Samuel, se marchó a la cocina de nuevo, dejando a los dos mejores muriendo de vergüenza, ¿los había visto besarse? ¿O solo los vio muy cerca el uno del otro? No importaba, les daba pena a ambos, sobretodo a Guillermo que no podía dejar de temblar. -sigo sin entender porque te has puesto así, ya conozco a toda tu familia y no estaba tan nervioso como tú, estoy apunto de llamar a los de los récords mundiales y mostrarles al vibrador humano. -ja ja ja, eres un cómico nato-murmuró Guillermo-discúlpame por no haber nacido con tu don. -¿cuál don? Pero que dices tío. -el de caerle bien a todo el mundo, no es broma que puedes estar parado ahí sin hacer nada y te van a amar, yo en cambio uf, soy la persona más tímida del mundo y no me aman con solo verme. -yo creo que estás exagerando cariño, y además mi abuela te adora, ¿no lo notas? -se qué le agradó pero no puedo evitar tener miedo. -¿miedo? ¿A qué? -a cagarla y dejar de agradarle, yo apenas y conozco a algún familiar tuyo y no sé si les agrade. -claro que les agradaste guille, quieren que vayas a las comidas familiares y aunque tengas miedo ahí estaré yo, además, me importaría muy poco si mi familia te odiara pues eso no cambiará lo mucho que te amo. El menor de la pareja se ruborizó y beso la mejilla del mayor, seguidamente tomó su mano y comenzó a avanzar destino a la cocina, el padre de Samuel no tardaría en llegar y comenzaba a oler a comida, eso significaba que la cena estaba lista. En el comedor la mesa ya estaba puesta; con manteles, cubiertos, vasos, y platos, al ser rectangular alguien tendría que sentarse en la cabecera de la mesa, esa fue la abuela de Samuel que decidió sentarse ahí para poder observar a su hija y a su yerno, y a la vez observar a su nieto y al novio de este, no recuerda haber visto una sonrisa así en su pequeño Samuel, ¿desde cuando apareció ese chico en la vida de su nieto? ¿Cómo logró cambiarlo tanto? No lo sabía pero le gustaría averiguarlo en esta cena. -es un gusto tenerte aquí Guillermo-comentó la madre de Samuel cuando finalmente se sentó en la mesa-siempre serás bienvenido aquí. -lo mismo digo Guillermo-comentó el padre de su pareja al servirse un poco de pasta-se respira un aire alegre cuando estás aquí. -muchas gracias a ambos por recibirme. Las cinco personas que estaban en esa mesa comenzaron a servirse comida, esta vez las dos mujeres que estaban en la casa prepararon: fusilli con queso parmesano, filete de cerdo, tortilla de patatas, y un poco de cocido madrileño; esto sin contar el postre, de algo no cabía duda, en esta casa nunca falta la comida. Al principio de la cena poco hablaron la pareja de jóvenes, los que más entablaban conversación fueron los adultos, hablaban sobre temas típicos: familia, política, y algún comentario sobre deportes, claro está que tanto Guillermo como Samuel aportaban algunos comentarios pero se limitaban a escuchar y a de vez en cuando tomarse de la mano debajo de la mesa, finalmente cuando todos estaban por terminar sus platos, Pilar; la mujer más mayor de la casa, se dispuso a preguntar sobre la repentina relación de Samuel y Guillermo. -¿podría preguntaros algo?-dijo dirigiéndose a los jóvenes-si no hay problema claro. Ambos se miraron confundidos pero asintieron, ¿que era lo que podría inquietar a aquella mujer mayor? -claro abuela, puedes preguntarnos lo que sea. Guillermo busco por debajo de la mesa la mano de su novio, no tardó en encontrarla y la tomo con fuerza, estaba nervioso, aún seguía sin entender porque lo estaba si los pocos integrantes de la familia de Samuel que lo conocen lo adoran, y nunca tuvo problemas con la familia de Alonso tampoco, ¿tiene miedo a arruinar todo? Sí, y demasiado. -¿como os habéis conocido? Que cuando mi marido murió ya te había visto con Samuel en el pasillo de hospital pero creía que erais amigos. -soy nuevo en la ciudad de hecho, soy de un pueblo no muy lejos de aquí, por ciertos problemas nos mudamos a Madrid y entre en el mismo instituto que Samuel. -al principio no le agradaba nada, es más, creo que me odiabas pequeño. -¡no seas exagerado!-exclama Guillermo ruborizado, jamás le había llamado por apodos frente a su familia-simplemente no me agradabas y ya, pero como por obra del destino nos tocó en un proyecto de clase juntos. -y comenzamos a pasar día y noche juntos, comencé a caerle bien pero lo que él no sabía es que me enamore desde el primer instante en que lo vi y el tema del proyecto fue la mejor noticia que me pudieron dar, así que termine enamorándolo con mis encantos y le pedí que fuéramos pareja. -si es que te encanta echarte flores Samu-comentó Guillermo entre risas-la verdad es que me pareció guapo cuando lo vi y bueno conocerlo mejor me hizo darme cuenta que pensé mal de él, además karol lo amaba entonces no tuve más remedio que soportarlo. -¿pero que dices chaval? Si te agradaba tenerme ahí en tu casa. Pilar observa sonriente a los jóvenes, se ven tan bien juntos, y se nota a distancia que se quieren. -¿y cuánto lleváis juntos? -ocho meses, en una semana cumpliremos nueve. -¿tan rápido?-comentó la madre de Samuel sorprendida-oh lamentó mi comentario pero no lo sabía, se me ha pasado el tiempo volando. -a mí también se me ha pasado rápido-murmuró Guillermo-tenía miedo de que no durarán las cosas con Samuel, todo es muy bello para ser verdad pero él me ayudó a no tener miedo. Eso dejo sin palabras a todos, pero no en el mal sentido, a todos les parecía dulce la manera en la que Guillermo se expresaba de uno de los integrantes de la familia De Luque. -hacéis muy buena pareja, ¿lo saben no?-comentó pilar-se nota que se quieren y cuentan con todo mi apoyo, es difícil encontrar jóvenes que se amen de esa manera y más en estos tiempos donde parece que olvidaron lo que es querer de verdad, espero que duréis juntos toda la vida. Ambos jóvenes se miraron y sonrieron, ninguno de los dos se imaginaba una vida sin estar juntos, eran felices así, y esperaban que la abuela de Samuel tuviera razón y estuvieran juntos para todo la vida. -¿creo que es hora del postre no?-comentó la madre de Samuel-hemos preparado unos buñuelos que están para chuparse los dedos. -tienes razón querida, hace falta algo de dulce en esta mesa, ¿Samu querido? Puedes ayudarme a recoger los platos y traer unos más pequeños para el postre. -claro que si abuela. -¿te ayudo Samu? -no no guille, tú eres el invitado, quédate aquí con mi padre. Durante unos minutos Guillermo y el padre de su pareja se quedaron a solas en el comedor. -quisiera darles las gracias Guillermo. -¿a mi? ¿Por qué? -Samuel nunca hubiera aceptado cenar en familia tan seguido, no le agradaba salir de su habitación y pasaba poco tiempo en casa, la verdad es que yo tampoco era el mejor padre del mundo pero ha decir verdad nuestra relación ha mejorado y sé que parte de ello es gracias a ti. -oh, no sé qué decir señor, me alegra bastante saber que he ayudado en eso. -no tienes que decir nada Guillermo, solo quería decírtelo, y llámame Carlos, señor es para los que no son mis amigos ni les tengo cariño y a ti si te aprecio. Continuaron hablando un poco sobre las actitudes que tenía Samuel hace un año y las que tenía ahora, Guillermo se daba cuenta cuanto había cambiado su pareja y el casi no se había dado cuenta. -¿de que tanto habláis?-preguntó el joven que había sido tema de conversación segundos antes-¿no será de mi? -¿pero que dices? Hablamos de deportes-respondió su padre con una sonrisa. -si sois unos mentirosos, que Guille prefiere ver la pintura secar antes que ver un partido de fútbol. -que no, que he comenzado a ver fútbol con mi padre y con Karol. -¿ah si? ¿Y de que equipo habéis hablado? -del Madrid-respondieron Guillermo y su padre al unísono. -ya claro, ¿atlético o real? -real. -atlético. Ambos se miraron y comenzaron a reír, era obvio que hablaban de él pero no lo querían admitir. -vale que si, pero no decíamos nada malo de ti. -ya os conozco, ya averiguaré sus secretillos-comentó Samuel divertido mientras acomodaba los platos-ya vienen mamá y la abuela, ya sabéis lo perfeccionistas que son. Ambas mujeres entraron al comedor unos minutos después, una enorme bandeja llena con buñuelos apareció en la mesa. -¡se ven deliciosos! Y vaya que lo estaban, Samuel rompió su pequeña dieta por comer más buñuelos de la cuenta, Guillermo pidió llevarse un par a casa para darle a Karol y a sus padres aunque él se comería uno también. Esta vez Guillermo y Samuel participaron más en la conversación, el joven Díaz parecía menos nervioso que al principio, y lo estaba. Al terminar el postre continuaron hablando, riendo, y bebiendo café que preparó el padre de Samuel, el reloj avanzaba, hasta que sin darse cuenta ya eran las 10 p.m. -creo que tengo que volver a casa, mañana tenemos clase y seguro que mi madre estará preocupada. -vete con cuidado Guillermo, avísale a Samuel cuando llegues para que él nos avise. -claro, gracias por la cena y por recibirme, los veo luego. El joven de cabello oscuro se despidió de la familia De Luque, su pareja lo acompaña hasta la puerta de su auto y lo besa, despacio y con delicadeza. -estuve aguantándome esto toda la tarde, te ves tan bien con esa camisa cariño. -tú te ves bien siempre amor-algo se removió en el interior de Samuel, siempre que le llamaba así se sentía mejor-mañana es viernes, ¿te aparece ir al cine? -solo si yo escojo la película, las que te gustan a ti son muy malas. -acepto, te veo mañana en clase. Y un beso de despedida, con las manos de Guillermo enredándose en el cabello de Samuel y las manos de este en la cintura del menor, sus lenguas cruzaban y sus labios no se separaban de un centímetro, la abuela del mayor los observo por la ventana y sonrío, no cabía duda, su nieto estaba enamorado. -te amo, no lo olvides. -yo te amo más cariño, sueña conmigo. -siempre lo hago-murmuró acercándose a sus labios de nuevo-y esos son mis mejores sueños. El mayor volvió a su casa, no le sorprendió que su abuela estuviera esperándolo, ya estaba preparado mentalmente para las preguntas. -¿por qué no me lo contaste antes? -¿qué cosa? Que salía con Guillermo o que me gustaban los chicos. -ambas cosas, aunque a decir verdad lo de los chicos no me sorprendió tanto. -¿y eso por qué? -eres un joven apuesto Samuel, y no lo digo porque seas mi nieto, y ya me parecía un poco extraño que no tuvieras novia. -¿entonces no te molesta que no sea como mis demás primos? -¡para nada! Me gusta más como eres tú, a ellos les he conocido pocas novias y no duran mucho con ellas, además en ellos no veo el brillo que veo en ti, pero no se los digas que enfadan conmigo. -¿y si te agrada guille? No le digas que te dije pero estaba muy nervioso, no quería caerte mal. -¿caerme mal? Pero si ese jovencito es un amor de persona, y me resistí toda la noche para no estrujar sus adorables mofletes. -¿a que es mono? A él no le gustan tanto pero no me canso de decirle que es guapo tal cual es. Mientras que esa conversación transcurre Guillermo está llegando a su casa, aparca el coche frente a su jardín y atraviesa el camino que guía a la puerta de su casa, la abre y se topa con alguien que creyó que jamás volvería a ver. -¡Guillermo! Que gusto me da verte, la pequeña Karol me ha dicho que habías salido y decidí esperarte, espero no te moleste. -Eh... ¿qué? ¿Que haces aquí? -tenía que hablar contigo, se que ha pasado un año ya pero era urgente... • • • • • • Seguro que no tienen ni idea quien ha llegado a casa de Guillermo, mientras público este, ya empece a escribir el siguiente capítulo, espero les haya gustado, ¡Buen Día!
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manujurado · 5 years
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inauguración de CÓDIGO ABIERTO.
La primera edición de CoCo Adultos en CentroCentro es el resultado del trabajo y la investigación de quince comisarios y comisarias de Fundación Carlos Martín y Fundación Ademo. Ambas instituciones tienen como misión la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual, mediante el desarrollo de centros ocupacionales, viviendas tuteladas y centros especiales de empleo.
En el marco del centenario del Palacio de Cibeles, las preguntas detonantes para este comisariado han sido, precisamente, “cómo nos comunicamos” y “cómo nos conectamos”. Desde la acción creativa y la reflexión crítica, han abordado las diferentes mecánicas de trasmisión y recepción de mensajes. A partir de ahí, han surgido misivas en forma de deseos, consejos, reivindicaciones, dudas, a los que los co-comisarios han dado su enfoque para poder ir trazando los grandes capítulos de su exposición. Ocio y tiempo libre, trato y familia, gastronomía, el trabajo y el aburrimiento, así como la propia (in)visibilidad son los grandes focos temáticos que componen su proyecto. Para trasladarlos al espacio expositivo, buscan ir más allá de su visión particular y ampliarla a la del grupo, trabajando con otras personas como el artista Roberto Urbano, con quien han creado una instalación específica, o el chef Luis Sola con el que han diseñado una receta única para la exposición. Por otro lado, han desarrollado sus propios dispositivos artísticos, espacios de convivencia y han solicitado en préstamo obras que consideran fundamentales para abordar estas temáticas que les ocupan y compartirlas así con los visitantes de esta muestra.
Concepción de CoCo y organización: CentroCentro y Plataforma Indómita Co-Comisariado: Mónica Crivillén, Gonzalo Gamero, Raul Benito, Ana Gil, Laura Ontiveros, Samuel Luque, Roberto Sánchez, Juan Martínez Alberquilla, Solange Chauca, Stefan Falconi, Rebeca Sánchez, Yasmine Jaramillo, Dolores García, Marisa Lacón, Javier Frías Profesionales de Fundación Carlos Martín y Ademo: Carlos del Campo y Carla la Parra Artistas-educadoras: Sofía de Juan, María Matas, Irene Pomar Artistas participantes: Manu Jurado, Raúl Mainer, Fernando Maquieira, Cécile Paris, Luis Sola, Roberto Urbano
28.06 - 29.09.2019 Martes-domingo, 10:00 - 20:00h Planta 3 + info: centrocentro.org
Os esperamos este jueves en la inauguración de Código Abierto de 18.30 a 20.30h , en la tercera planta de Centro Centro (Plaza de Cibeles 1, Madrid), donde tengo la suerte de formar parte con la pieza “El invitado sorpresa”. ¡Allí nos vemos!
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