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#baños jordan
mashirabar · 10 months
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𝑺𝑼𝑬𝑵𝑨 𝑬𝑵 𝑬𝑳 𝑩𝑨𝑹 𝑴𝑨𝑺𝑯𝑰𝑹𝑨.
A través de las bocinas resuena reconocida melodía y te obliga a prestar atención: DELINCUENTE de TOKISCHA, ANUEL AA, ÑENGO FLOW. En el jukebox, el mensaje es claro. Se trata de una dedicatoria de ANONIMA para KAITO WANG ( @kaitoxw ).
Tokischa ¿Tú chicha' o no chicha'?
Quiero metert-, quiero meterte en mi habitación Quítate lo' Jordan', quítate el pantalón Ven, que te espero sin panty Encima el gabetero te tengo tu condón
Dejamelo lleno 'e leche Y no hagamos mucha bulla que mi hermano no sospeche Que tengo un delicuente en mi cama Que me rompe el culo en cuatro, después que me lo mama
Vamo corriendo pa'l baño Meteme pa' la bañera que ya me sacaste el caño Sacame moja' pa' la escalera Ponme bellaca y putona y grabame perriando encuera'
Metémelo hasta dentro del closet (closet) Dame lengua, dame de'o, rompémelo en to' las poses Muérdeme, jálame, chupame, estréllame Subeme la nota, singandome arrebátame
Tengo un delincuente en mi habitación A vece' me lo mete al pelo y a vece' con condón Tengo un delincuente en mi habitación Me lo mete en la cocina y a vece' hasta en el balcón Tengo un delincuente en mi habitación A vece' me lo mete al pelo y a vece' con condón, ah (brr) Tengo un delincuente en mi habitación (to' los bellacos y to las bellacas conmigo) Me lo mete en la cocina y a vece' en el balcón
Ella quiere bicho (bellaca) Se la echo en las nalgas cada vez que me la saca Quiere bicho (bellaca) Yo se lo meto en el carro y de pasajero está el AK Brrr, ah
Ella no es un ritmo e' Tainy por eso yo le meto acapella Escucha Anuel y a Tokischa, ella no escucha a Cosculluela Después que yo le de bicho (jaja) ella no me jode ni me cela Le doy duro a ese toto pa' que le duela (brr)
Le gusta los bichote' (ah) Se arrodilla y abre la boca pa' que yo se la explote (jaja) La busco en la motor y la llevo para el bote (brr) Mami, ponme ese totito en el bigote (jejeje) Mami, ¿cómo quieres que te ponga? (Ey) Te quito los tacos y te pongo las Jordan Arrebata'o, empastilla'o, desacata'o, y con mi cora' al la'o (ey, ey)
Ella tiene sus tetota' Cuando se pone en cuatro su culo rebota Y si me lo mama a mí me sube más la nota Mamame este bicho y sácamela gota a gota (brr)
Tengo un delincuente en mi habitación A veces me lo mete a pelo y a veces con condón (sin condón, sin condón, jaja) Tengo un delincuente en mi habitación Me lo mete en la cocina y a veces hasta en el balcón (bellaca) Tengo un delincuente en mi habitación (ey, ey) A veces me lo mete a pelo y a veces con condón, ja (sin condón) Tengo un delincuente en mi habitación Me lo mete en la cocina y a vece' hasta en el balcón
Estoy loco por romperte Ponerte en cuatro y el toto lamberte (baby) Tírate bellaca, tú sabes que vo'a joderte Loca con la sucieria Chingandomela to' el dia me la paso La amarro de la cama por los brazo' (ajá)
Te gusta mamar bicho, yo lo sé Después de cuatro philie y como cinco Percocet A mí no me digas nada, de memoria (oye) me lo sé Que tú eres tremenda putilla Por más que le metí, no me cansé (nah)
Y yo le canto a las bellacas y to'a las nenas finas Los dueños de los totos en Bayamón y Carolina Que yo le canto a las bellacas y to'a las nenas finas Somos dueños de los totos en Bayamón y Carolina (ajajaja)
Los dueños de la disco, un agamico Tambor de .75 pa' ponerte a dar brinco' en el Olimpo (ajajaja) Las babies estan locas con el maleante (dile) Afeitate este toto que hoy si que vo'a detonarte, sin miedo, Tú sabes muy bien que es lo que quiero Mami llegale sin panty (ey, ey) Que esta noche hay entierro, por ley (real G 4 life)
Tengo un delincuente en mi habitación A veces me lo mete a pelo y a veces con condón Tengo un delincuente en mi habitación Me lo mete en la cocina y a veces hasta en el balcón Tengo un delincuente en mi habitación A veces me lo mete a pelo y a veces con condón, ah Tengo un delincuente en mi habitación Me lo mete en la cocina y a veces hasta en el balcón
Real hasta la muerte, oíste bebé Real G 4 life putonga Jajajaja, jajajaja Mera dime Tokischa, Ñengo Mera dímelo Mm, ah, Tokischa, Tokischa (real G 4 life, baby) Leo-Leonidas Trujillo, Paulus Music (real hasta la muerte) Tokischa, ¿tú chicha' o no chicha'?
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ivanreydereyes · 11 months
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Por cierto..si 2004 [año q cumpli 33 años y estaba en una situación muy complicada como decía mi padre en sus email_cartas..viviendo en calle MARIA SEVILLA DIAGO donde vivi el 11_M tras despertarme los gritos de TERROR DE LA VECINA..por lo q creía que había un INCENDIO o algo ASI..pero encendi la TV y vi q era los ATENTADOS..y pense como se pasan estos de ETA despues de haberme puesto en contacto con su ENTORNO]..acabo con la MUERTE DE MANZANITA [=cd QUEDATE CON CRISTO]..empezó con la MUERTE del Mago PEPE CARROL afectado por la MUERTE DE SU MADRE Y NOVIA lo q desembocó en un INFARTO:
José Arsenio Franco Larraz, más conocido por su nombre artístico Pepe Carrol (Calatayud, 19 de septiembre de 1957-Zaragoza, 5 de enero de 2004), fue un mago y presentador de televisión español. Su nombre artístico, está tomado del seudónimo del escritor británico Lewis Carroll, autor de Alicia en el país de las maravillas.. Publico 2 libros: 52 (los q cumplo en 36 dias) AMANTES y 52 AMANTES ATRAVES DEL ESPEJO
Mi disco de cabecera ese 2004 era EL PRINCIPIO DEL COMIENZO de Antonio OROZCO [en cuyo libreto dice QUE LA MUSICA NOS LO QUITARA TODO, Y CUANDO LO HAGA SE IRA]..q empieza con sonido de una EXCARCELACION como intro de DEJAME e incluye SOLAMENTE VERDADES.. Y me lleve el poster del 23 JORDAN ENMARCADO EN EL CORTE INGLES tapado con el de AXL ROSE con camiseta de CRISTO con KILL YOUR IDOLS en homenaje de malogrado MERCURY de QUEEN el cual empezo en IBEX (=INDICE DE LA BOLSA ESPAÑOLA).. y lo puse en la habitacion de TRABAJO o del PORTATIL.. pues tenia 3 habitaciones y 2 baños para mi solo
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noticiasdelreino · 1 year
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El Mundo Al Desnudo.
Por Jordan B. Petersone CONTENIDO NARRACIÓN & CUENTO Mi hijo se enteró de que estaba desnudo bastante antes de cumplir los tres años. Insistía en vestirse él mismo y para eso cerraba bien la puerta del cuarto de baño. Nunca parecía delante de los demás sin ropa, y yo me veía incapaz de entender qué relación tenía eso con la educación que había recibido. El solo lo descubrió, él solo se dio…
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diarioelpepazo · 1 year
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Los Angeles Lakers arrollan a Golden State en un partido que dominó James, que se convierte en el jugador con más series ganadas en la historia de los Playoffs ANTONI PONS Game Over. Aroma de fin de ciclo. Le sobraban motivos para no creer, pero a última hora el aficionado de Golden State se permitió soñar. Después de todo, Stephen Curry jugaba a su favor y eso, pasara lo que pasara luego sobre el parqué, justificaba ese ataque de imprudencia. Además, el baloncesto se basa sobre todo en una cosa: en fantasear con la idea de ganar y ser feliz. Pero la naranja, o mejor dicho, los Lakers, les dieron un desolador baño de realidad. Un revés con aroma de fin de ciclo. Atropellados, descosidos, desdibujados y, sobre todo, víctima de la evidencia. LeBron, el verdugo. El récord de Steve Kerr en Playoffs, 19-1. Fin de la racha. Ante LeBron James, que se convierte en el jugador con más series ganadas en la historia (41). Los Angeles Lakers atropellaron a los Warriors (122-101) y se citan con Denver Nuggets en las Finales de Conferencia Oeste. Estadísticas generales del partido: LeBron James, con 30 puntos (10-14 en TC), nueve rebotes y nueve asistencias volvió a demostrar por qué es El Rey. El mejor partido del alero en postemporada. Sensación de dominio. De superioridad. En ataque y en defensa. Austin Reaves (23 puntos, 7-12 en TC), D'Angelo Russell (19 puntos, 7-15 en TC) y Anthony Davis, con 17 puntos (5-9 en TC) y 20 rebotes acompañaron a LeBron. Y en Golden State, únicamente Stephen Curry dio la cara: 32 puntos (11-28 en TC, 4-14 en T3). No obstante, al base se le notó muy desgastado físicamente. Exhausto. Como nota negativa, Klay Thompson firmó una pésima noche en el tiro: 3-19 en TC y 2-12 en T3. Qué serie la suya. Stephen Curry ante LeBron James.Ashley LandisAP Dos partidos distintos en la 1P Inicio arrollador de Lakers. Dominantes en ambos lados de la pista, estableciendo un parcial de 24-9, con LeBron, Davis y D'Angelo Russell muy acertados en ataque y Golden State registrando un pobre 1-13 desde el perímetro (Klay Thompson, 1-10 en TC). Steve Kerr pedía tiempo muerto. Otro partido comenzaba. La toma de decisiones en los angelinos empeoró, descanso necesario para Anthony Davis, los porcentajes mejoraron para los de San Francisco, acudieron más a la línea de tiro libre y los vigentes campeones revivieron (parcial final de 9-17 a favor de GSW) de la mano de Stephen Curry. El de siempre. El segundo cuarto empezaba con Lakers abriendo la pista, debido al buen acierto desde larga distancia (6-11 en T3). Algo que, como es lógico, beneficiaba a El Kraken. A diferencia del último partido, Davis rondando su zona de acción. Y en defensa, exponiendo con asiduidad a un fatigado Curry. Completamente solo el base ante un equipo repleto de recursos. Ni Jordan Poole (12 minutos, 0 puntos, 4 faltas), ni Klay (3-13 en TC), ni Wiggins (1-6 en TC), ni Draymond Green (-25 con él en pista). Un juguete roto Golden State Los secundarios de Golden State estaban obligando a Curry a generar posesión tras posesión. Los Lakers estaban pudiendo correr con LeBron y estaban 'sangrando' a los de Steve Kerr en la pintura. No obstante, tras estar +19 en el ecuador del tercer cuarto, los angelinos no estaban "matando" a los Warriors. Los campeones, mediante un heroico Curry, seguían en partido. Una gran penetración de Jordan Poole dejaba el marcador +14 a favor de los locales. Había partido en el Crypto.com Arena. Andrew Wiggins ante Anthony Davis.Ashley LandisAP El partido de Klay, tétrico. Fallando un triple tras otro (3-18 en TC y 2-12 en T3) y sin aportar en ninguna otra faceta. Y LeBron, dominando a través de su inagotable físico. Juego de espaldas, en transición...el partido moriría y con él, las ilusiones de los aficionados de Golden State de ver a su equipo en otras Finales de Conferencia. ¿Es el fin de la dinastía de los Warriors?¿Renovación a Draymond Green y Klay Thompson? "El luto es solo una extensión de la autocompasión", decía Don Draper en 'Mad Men'.
Y ayer Golden State se hundió en sus miserias. Lo que ocurrirá a partir de ahora es imprevisible. Un escenario que puede convertir la temporada que viene en algo así como una campaña de transición. Un martirio porque este equipo necesita una sacudida drástica para volver a reinar. RESULTADOS Viernes 12 mayo NBA Playoffs Heat - Knicks ESTADO:FINALIZADO Heat 96 Knicks 92 Lakers - Warriors ESTADO:FINALIZADO Lakers 122 Warriors 101 Para recibir en tu celular esta y otras informaciones, únete a nuestras redes sociales, síguenos en Instagram, Twitter y Facebook como @DiarioElPepazo El Pepazo/Marca
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nessihow · 2 years
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Owned by Sánchez [Rick Sánchez x Reader/OC] Capítulo 9 : El principio del abismo.
Sin conciencia sobre la hora que era, intenté acurrucarme aún más en mi colchón nuevo, extrañaba esto, de igual forma en la que lo odiaba, odiaba estar sola en un momento como este, en el que me sentía miserable y adolorida a la vez, a cualquiera a quien se lo contase le parecería un simple dolor menstrual, pero eso solo era un añadido a la tremenda angustia que sentía por dentro, y cierto era que aunque el enfrentamiento con Jordan había sido el desencadenante principal de esta racha, no me había sentido bien durante unos días después de eso, y parte del problema era que Rick no me había ni dirigido la palabra durante ese tiempo, ¿Y si se había hartado? Había hablado con Beth un par de veces antes, me comentó que se estaba tomando "un fin de semana espacial" como solía llamarlos, quizá no eran más que paranoias, pero me sentía devastada todas las preguntas que acosaban mi mente. ¿Estará con otra persona? ¡¿Se habrá ido para siempre otra vez?! Casi quería vomitar, hasta que escuché un zumbido demasiado sonoro para pasarlo por alto en la sala de estar que me alarmó, me levanté corriendo por la casa para ver un remolino verde saliendo de la pared de la cocina, de él salió Rick volando, estampándose contra el suelo, había sangre debajo de su nariz, pero parecía seca, me acerqué corriendo hacia él, gritando su nombre en pánico y agachándome a su altura. Tenía los ojos rojos y muy abiertos, sin embargo, no estaba consciente, temí lo peor hasta que salió otra figura del círculo verde lima.
-Vaya vaya vaya, si que se lo monta bien el viejo Rick A-177, eres una verdadera delicia S-51, casi no me acordaba de ti.- Dijo la persona que salió del portal mientras este se cerraba con otro zumbido, cuando alzé la vista de Rick en el suelo, me encontré con... ¿Con Rick?
Mi cerebro estaba a punto de colapsar, no estaba preparada para asimilar tantas cosas a la vez, aún tenía crisis de despersonalización debido a esa vez que me llevó al espacio. Era abrumante y solo quería gritar de miedo, de incertidumbre, incluso de tristeza al saber que mi vida era insignificante entre todos los universos paralelos existentes. Sin embargo me centré en la situación y me levanté para ganar algo de poder frente al otro Rick.
-¿Quién eres?¿Tú le has hecho esto?- Dije a la defensiva en un tono tartamudeante, algo realmente patético.
-Si y no, soy él, y esto se lo ha hecho a él mismo, así que entramos en un dilema muy fuerte que no estás preparada para enfrentar, pero no te preocupes, soy un buen amigo de tu "papi".- Salté al oír ese apodo, no recordaba haber llamado así a Rick delante de nadie. Y si aun así fuera, era extraño oírlo de la boca de la misma persona con la que me acostaba, pero sabiendo que no era él.
-¿Qué estás diciendo? Alejate de él.- Grité casi empujándole cuando se arrodilló a su lado para sacar algo de su chaqueta de aviador, algo que me había sorprendido era su atuendo, iba vestido como sacado de Top Gun, algo que hubiese sido gracioso en otra situación.
-¿Sabes que cualquiera puede ver lo que le escribes a tu pequeño novio no? ¿Cómo crees que he llegado aquí?- Y caí en la cuenta de que había visto los mensajes del móvil de Rick y me había geolocalizado, el miedo que pasé en los primeros minutos se transformó en alivio cuando vi que lo que le estaba pinchando en el cuello estaba haciendo efecto de adrenalina y sacando de la inconsciencia a Rick, quien se incorporó de golpe, mirando a su alrededor desconcertado antes de correr al baño a vomitar. El Rick  de la chaqueta anticuada se quedó allí mientras ajustaba una especie de escáner con una bombilla verde, me asusté pensando que era un arma, pero antes de que pudiese gritar o correr habló.
-Mira, ni sé ni me importa si habéis tenido una pequeña discusión de novietes, pero aquí tu Rick se ha intentado quitar del medio, y como dato, casi lo consigue.- Se me encogió el corazón al pensar en eso.- Realmente me la pela, pero se que él no te lo va a decir, así que lo haré yo. En la ciudadela hay muchos Ricks que salen con Kats... Y si rompen, después de todo lo de Diane... No quieres saber como acaban.- Hizo una mueca desagradable antes de abrir uno de esos vórtices en la misma pared, girándose hacia el para entrar no sin antes decir que nos veríamos pronto, probablemente.
No entendí esa parte, siendo sincera no entendí nada de lo que dijo, mencionó a su ex-esposa, mencionó una ciudad, mencionó incluso a versiones de nuestra relación, pero lo que más me impactó fue que mencionó que Rick había intentado suicidarse, y no era esa la sorpresa, sabía del historial del hombre, incluso yo misma había tenido problemas con el mismo tema, pero lo que de verdad dolió fue ver como yo de alguna manera podría tener algo que ver. Cuando salí del trance, me levanté corriendo al baño de la planta baja, encontrando a Rick arrodillado frente a la taza del retrete, purificando su estómago de una manera un tanto extrema. Cuando parecía que había cesado su dolor, me acerqué a él y me senté a su lado, con la espalda contra la pared y las rodillas flexionadas presionando mi pecho, él se movió para recostarse contra la bañera con las piernas extendidas.
-Ven aquí.- Tragó fuerte alejando el sabor de vómito de su garganta, extendió sus brazos y yo gateé hasta su regazo, acurrucando mi cabeza en su pecho.
-¿Por qué?- Rompí los minutos que llevábamos de silencio en un sollozo, amenazando con derramar lágrimas.
-Shh Ahora n-no mi amor, ahora no. - Susurró con una voz ronca que me dejó claro que no debía presionar demasiado, quizá más tarde.
...
-¿Quieres más tortitas?- Pregunté en un susurro cuando acabó el plato que le había cocinado. Lo apoyó en el brazo del sofá cuando terminó y se recostó en el sillón gimiendo de dolor, era una de esas resacas.
-Rick, no sé hasta que punto estoy relacionada con que te hayas hecho esto pero...- Me senté a su lado.
-Hablé con Beth, j-justo después de que te fueras a ver al chico ese. ¿Jason?- No hizo ningún esfuerzo para recordar su nombre.
-Jordan, es un gilipollas.- Aclaré con un tono de asco, él asintió diciendo que se alegraba de oír eso antes de seguir hablando.
-Ella me dijo que teníais algo y tú me habías dicho que solo era un amigo. - Su tono a pesar de ser cansado era ofensivo, se notaba que estaba enfadado, no sabía si yo debía estarlo con Beth, pero la pobre no tenía ni idea de que me estaba acostando con su padre. -Y te seguí, t-te ví con él en el restaurante y reflexioné que... Creo que h-hemos hecho esto sin pensar, creo que urp-deberíamos trazar una línea.-
-Pero... Dijiste que querías hacer las cosas bien. Dijiste que te recordaba que todavía me querías...- Murmuré con el corazón en la mano después de casi sentir un paro cardiaco al escuchar su razonamiento, y en cierto modo, podía estar de acuerdo en que estábamos yendo muy rápido, yo misma fui la primera en temer a que esto pasase, maldije a mi mente por la predicción, maldije a mi carácter por haber causado esa discusión en el coche.
-Y creo q-que esto es lo mejor, realmente disfruto de tu compañía, creo que podrías s-ser  la única amiga que he tenido en mucho tiempo, me urp da asco lo misógino que suena pero, probablemente seas la única mujer en la que me he interesado más allá del sexo desd-
-Desde Diane.- Acabé su frase. Respetaba mucho el recuerdo de la mujer de Rick en su memoria, ella era buena mujer, me costaba admitir que al menos en mi universo el problema de la relación había sido él. Sin embargo había aprendido a no hablar del pasado, ya que aún desconocía los detalles de la familia de Rick en su dimensión original, 177A según había explicado el Rick aviador que lo había salvado.
-Está bien, lo entiendo, solo amigos, estoy de acuerdo.- Reuní toda mi dignidad para responder con una sonrisa que no se acababa de creer. - Pero no me pidas que deje de pasar tiempo contigo, eres lo único interesante que le ha pasado a mi vida de mierda en los últimos... ¿7 años?- Reí mientras su expresión cambiaba de una amarga a una de satisfacción al ver que lo había aceptado y entendido. Disimule que me dolía, me dolía una barbaridad, pero me decía a mí misma que ya sabía que esto iba a pasar. Ya lloraría más adelante.
-Obvio que lo soy neeeeenaa.- Se levantó rítmicamente para ir a por una cerveza supuse, no había acabado su resaca y ya estaba bebiendo otra vez, típico de Rick.  Cuando volvió a la habitación con dos botellines en su mano me entregó uno, viendo el humor en el que estaba me atreví a presionar la herida.
-El Rick que te salvó...Ehm, mencionó unos números... Quiero que me expliques que son.- Dije decidida.
-Bueno... No tenía muchas ganas de enseñar-t-te esto pero, algún día iba a llegar este momento.-
-¿Qué moment-? AAAAH- Grité cuando disparó el vórtice justo debajo de mí haciéndome caer y aparecer en otro escenario, era parecido al barrio donde vivíamos, pero tenía una vibra diferente, como más triste.
-Empezando por aquí, mira hacia tu ventana, esa eres t-tú, en esta dimensión j-jamás fuimos vecinos, no nos conocimos y te has casado con un urp novio de la adolescencia, tienes dos hijos.- Mis ojos se abrieron como platos, pude ver a través del ventanal de la sala de estar a una preciosa familia, el marido de la familia estaba cargando a un niño rubio y de piel clarita, por otro lado, estaba... Estaba yo. Con una niña un poco mayor en brazos, peinándola, quise acercarme a ver, quise disfrutar de la imagen, era lo que siempre había querido, era la familia que esperaba tener durante toda mi vida, y que nunca había tenido, se me aguaron los ojos al pensar esto. Pero antes de poder decir nada volví a sentir ese hormigueo, y cuando me di cuenta me encontraba en el medio de una plaza, no había gente, solo un monumento gigante que representaba a un átomo.
-Y esta, mi querida e incompetente terrestre es...- Hizo una pausa mientras avanzábamos por la calle hacia una parte en la que se oía más ruido, justo cuando pude visualizar el centro de la ciudad, me quede embobada con los edificios, las calles, los túneles flotantes, era una verdadera ciudad futurista, pero más fue mi sorpresa cuando vi que la gente, los transeúntes, los policías de tráfico, eran TODOS Ricks. - "La ciudadela de los Ricks"... Una v-verdadera mierda, pero creo que es necesario para explicártelo un poco por encima, no me voy a tomar mucho urp tiempo.-
Ignoré que me había llamado incompetente, todavía estaba asimilando verme a mí misma en una realidad alternativa, asimilando que podía viajar entre dimensiones solo con una pistola que emitía... ¿Portales? Era consciente de que Rick era capaz de viajar al espacio y de que existía vida exterior desde que salíamos. También estaba enterada de los universos paralelos, pero no era lo mismo entenderlo que vivirlo.
-¿Qué? ¿Te vas a quedar ahí parada o vamos a por unos helados peeerra?- Preguntó caminando delante de mí.
Tuvimos una buena tarde, me sentí un poco mal por hacer que él pagase todo, pero no tenía ni idea de que moneda se aceptaba aquí, así que decidí sentirme consentida por una vez.
-Ya era hora de sacarle un poco de partido al Sugar Daddy ¿No?- Reí tomándome el vaso de licor de golpe. No estaba borracha y eso me gustó, no estábamos coqueteando, no estábamos luchando para echar un polvo, éramos dos amigos, charlando, bebiendo sin más, aunque muy en el fondo sabía que solo quería lanzarme a sus brazos, pensé que esto era lo más sano que podía hacer, reprimir ese impulso y seguir con mi vida.
- Como si no lo hubieras disfrutado.- Dijo con ese tono burlón pero más chistoso que sexual.- Espera aquí, voy a mear, no dejes que nadie que no sea yo te diga nada.- Se alejó bastante rápido de mí dejándome sola rodeada de Ricks, nadie parecía querer decirme nada, pero sentía que todas las miradas estaban en mí, me ponía muy nerviosa así que cuando Rick regresó al momento de haberse ido le pregunté si podíamos irnos ya. -¿Ya has ido al baño?- Me sorprendí porque básicamente era una persona mayor, me parecía muy raro que pudiese orinar en ese tiempo récord. -¿Uhm ? Aaah, no, voy en casa, había cola, no te preocupes mi amor. - Me sobresalté al escuchar el apodo saliendo de sus labios con esa facilidad, ya que desde que habíamos aclarado las cosas no me había vuelto a llamar cariño,ni amor, ni nada que no fueran sus típicas muletillas de "zorra, nena, perra" pero eso estaba incluido en su vocabulario. -¿Rick te encuentras bien?- Pregunté mientras sacaba el arma de portal con el que me había familiarizado en las últimas horas, apuntó a una pared y me arrastro con él al remolino verde, salimos en una casa, después de haber estado en mi realidad alternativa dude de si sería mi casa, era igual a la mía solo que no podía ver por las ventanas, reflexioné pensando que igual se había ido la luz afuera y por eso se veía oscuro, no quería ponerme en lo peor. -Voy a dejar unas cosas en el garaje y vuelvo ahora ¿Vale bebe?- ¿Qué sustancia ilegal habrá comprado Rick para tener que esconderla en mi garaje y no en el suyo? Pensé cuando se fue, pero estaba tan cansada que opté por ir directamente a la cama, quitándome la ropa sucia y quedándome en ropa interior, era agosto , hacía calor y me daba mucha pereza ponerme un pijama. Supuse que Rick se habría ido al no verme en el salón, pero subió las escaleras y se paró en el marco de la puerta, observando de arriba a abajo mi cuerpo casi desnudo.
-¿Pero cómo me haces esto Kattie?- Arrastró las palabras en un lloriqueo mientras se acercaba a mí y posaba sus manos en mis caderas, me sorprendí y intenté alejarme, no entendía porque estaba haciendo esto, él era el que había propuesto que dejáramos de acostarnos. -Rick, ya sabes que no podemos...- Hice un puchero mientras el arrastraba una de sus manos hacia mi mandíbula, elevándola para que le mirase a los ojos. -No puedes fingir que no lo quieres gatita.- Subió su otra mano a apretar mis pechos. Reí al oír ese nombre de sus labios, nunca me había llamado así, de hecho me hacía bastante gracia porque nos solíamos burlar de la gente que lo utilizaba. Justo cuando iba a mencionarlo, subió la mano de mi mandíbula a mis labios y apretó un dedo contra estos , haciéndome guardar silencio y hablando en un tono extrañamente obsesivo. -Shhh... No digas nada... Tu Rick te va a cuidar. ¿Vale? Eres mía ahora. -
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ivanreycristo · 2 years
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Hoy GOOGLE FOTOS me recuerda FOTO a una CAJA DE CARTON con unos PARAGUAS y con MUY FRAGIL q fotografié en SEVILLA 25_nov_2014..un BILLETE de METRO de SEVILLA A SOL [solo una estacion] de 22_nov_2016..un partido de PUTO FUTBOL de CHICAS en las Instalaciones deportivas LUIS ARAGONES [donde jugué al futbol contra LEIVA DE PEREZA el 07_enero_07 xq al salir del Hotel NH BARAJAS me encontré a mis amigos y me convencieron para hacerlo tras hablar días antes con su hermano PABLO CONEJO=COÑO TORRES=GEMELAS..gracias a q el de CORREOS=TENED ORGASMOS ..me conocía y me dio la dirección de la nueva casa de sus padres con los q hablé cuando entonces vagabundeaba x MADRID al irme de casa x discutir con mi padre el día de mi 35 cumple=28_11_06..al no querer bajar al GARAGE para abrirle la puerta xq al parecer no funcionaba..y al día siguiente vinieron al hotel NH BARAJAS a llevarme al psikiatriko tras estar 12 hrs pertrechado en la habitación 130 con el COLCHON y SOMIER entre LA PUERTA Y PARED DEL BAÑO hasta q los BOMBEROS empezaron a ROMPER LA PARED ..y al bajarme la POLICIA me encontré a mis AMIGOS pues llamé a toda mi agenda de CONTACTOS y les dije q me habían TRAICIONADO respondiéndome SANTIAGO JIMENEZ MARTIN o el hijo de ADORACION q no podían hacer NADA así como tambien estaba JESUS BENITO CASERO el cual me REGALO x mi 32 cumple [28_11_2003] un RELOJ ROSA de la cantante argentina CHENOA de OT q empezo en QUO VADIS=embarcacion q me llevo a ver GLACIARES ARGENTINOS en la PROVINCIA DE SANTA CRUZ..
X cierto..cuando un policia me iba a subir a la AMBULANCIA le empuje y salí corriendo como 500 mts en camiseta pero estaba rodeado x PATRULLAS q incluso atravesaron el PARQUE x donde está la ESTACION "EL CAPRICHO" donde en un CESPED me resbale xq estaba MOJADO o había LLOVIDO y entonces me disponía a volar a LOS ANGELES [como le dije a PABLO CONEJO] tras la PISTA de AXL ROSE al q habia visto en AUDITORIO JUANCARLOS I o a 500 mts d mi casa hacia 6 meses en su 1er concierto EN EUROPA en 13 años donde adelanto cd CHINESE DEMOCRACY tras 10 años de producción x 10 mill. De € siendo lo último q había publicado OH MY GOD para la BSO de END OD DAYS de SCHWARZENEGGER al q me cruce en hotel CLARIDGE DE LONDRES..un mes después de fotografiar a los GUNSNROSES DUFF MCKAGAN y STEVEN ADLER en pub UNDERWORLD junto pub WORLD'S END]
..y en esas 12 horas q estuve pertrechado leí algo de CABALLO DE TROYA de JJ BENITEZ sobre un viaje en EL TIEMPO de unos militares de EEUU a JERUSALEN en la epoca de CRISTO y reuniéndose en CHICHEN ITZA con uno para darle las claves para encontrar los ROLLOS donde estaba TRANSCRITO todo lo q vivieron en JERUSALEN..siendo una de las claves la tumba de JFK en ARLINGTON..pues había comprado el 5_1_07 [cumpleaños de JUANCARLOS I ..VISPERA DE REYES MAGOS y de la PASCUA MILITAR] en el CORTE INGLES de CAMPO DE LAS NAZIONES 9 LIBROS [3×2] sobre temas RELIGIOSOS u OCULTOS..
X cierto..el partido contra LEIVA [al q al final le pedí el EMAIL y q acabo a PENALTIES marcando yo el último x la ESCUADRA dejándolo en EMPATE xq no quedaban más jugadores en un partido q apesar q hacia 13 años q no jugaba al FUTBOL me sentía como ILUMINADO o como en ESTADO DE GRACIA]..lo jugué con el CHALECO MILITAR y con el PASAPORTE ENCIMA..y que sobre camiseta de los DEL_FIN_ES de MIAMI q compre en el SUN LIFE STADIUM actual HARD ROCKen SEP'08 fue como iba vestido mi 1er día en VERACRUZ q fue el de la VIRGEN DE GUADALUPE de 2008
Como última foto unas NIKE JORDAN q tiene una COLOMBIANA q viene ha atender a mi MADRE
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you-moveme-kurt · 2 years
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Glee «A hilarious answer» Part VI
Agosto de 2038
-Si, gracias… ¿esta enterada que Kurt Hummel esta aquí esta noche? -Por supuesto… —contestó Rachel sonriendo mientras se echaba una porción de cabello hacia atrás— es mi gran amigo y colega,  no se si todos saben pero nos conocemos desde la secundaria e incluso fuimos… -A NYADA juntos, si, si, si… a lo que me refiero es que empezó a circular en los chat de Broadway el rumor que en realidad esta aquí porque vino a promocionar su nueva obra y ver la posibilidad de reunirse con Jordan Gatenby… ¿sabe algo de eso?... -¿Disculpe?, ¿cuál es su nombre? -Cosmo… —Rachel gesticulo impacto extremo— en fin… como decía, tengo el mensaje de alguien muy cercano a Jordan Gatenby que afirma que el mismo le pidió el guión de su nueva obra para que la estrene en este teatro la próxima temporada.. —insistió el periodista haciendo como que leía la noticia desde su propio teléfono. -Eso es imposible, con Jordan… -De seguro esta confundido… —se adelantó en responder Jesse al ver que Rachel empezaba a perder la voz y a esbozar una mueca infantil de tristeza . -No lo estoy… pero si quiere le preguntamos… —insistió señalando hacia los servicios— lo acabo de ver meterse al baño con su esposo Klaine… -Es Blaine… —le corrigió Rachel como si eso fuera lo importante. -Eso… ¿vamos?... —dijo señalando de nuevo para luego dirigir  sus pasos hacia donde dijera, el resto de los reporteros se miraron entre sí, luego a Rachel y así unas tres veces hasta que se decidieron a seguir al que parecía y tenía una exclusiva muy jugosa, Rachel miro a Jesse y abrió sus ojos y fosas nasales como si le fuera a dar algo. -Creo que es mejor seguirlos… —dijo Jesse con cara de complicación. -¡Obvio que es mejor seguirlos!, ¿qué pasa contigo?... —exclamó Rachel tratando de disimular con una sonrisa cada vez que los reporteros se volteaban a verla— por favor que esto no sea verdad… —murmuro mirando al cielo.
-Lo más probable es que lo sea… -¿¡Que!?... —dijo deteniéndose de pronto. -Rachel… —Jesse la tomó de un brazo y la llevó hacia un costado del salón, los reporteros miraron de soslayo aquello mientras que Cosmo golpeaba en repetidas ocasiones la puerta del baño pronunciando el nombre de Kurt y de, según él, su esposo Klaine— esta persona es un reconocido chismoso del mundo de Broadway y si él sabe algo, te aseguro que es verdad en un 99.9% de las veces… —explicó mientras le acariciaba el cabello a  lo largo. -Pero eso nos deja un 0.01% de posibilidad de que no, ¿verdad?... -Verdad, pero… -Nada de peros, me aferraré a ese 0.01%... —sentencio Rachel abriéndose camino para ir hasta donde estaban los reporteros, se arremango la blusa casual y de diseñador que llevaba puesta, y siguió su camino, Jesse pensó que todo aquello terminaría en golpes.
-No sé a qué te refieres con lo del  «bla, bla, bla..», pero yo  no odio a Rachel, es una gran actriz, tiene buena voz, es tu amiga y tiene sus cosas, pero ¿quién no?… es solo que… -La odias… y esta bien, no te preocupes, yo la conozco más años que tu y créeme que también la odio en ocasiones, pero esta es su noche, no quiero arruinarla— dijo Kurt tomándolo por los hombros. -Ok, como quieras… ¿que?…—preguntó de vuelta Blaine al ver que su esposo se le quedaba viendo de medio lado y sospechando. -O estas ebrio o quieres sexo, porque juro que está es la primera vez que mis argumentos te convencen tan rápido… —dijo Kurt aún con la mirada de sospecha en la cara. -Ninguna de las dos… sólo quiero evitar cualquier cosa que te amargue la velada…. ¡es verdad!… —añadió cuando su esposo empequeñeció los ojos para dar más duda a su mirada— claramente recibiste buenas noticias de Helen… ¿quién soy yo para arruinar aquello?… así es que mejor cuéntame cómo salimos de aquí y  qué es eso con el Señor Gatenby que mencionaste… -¿Entiendes porque esto es importante?, ¿verdad? -Lo entiendo… -Pero… -Pero… —Blaine tomó aire y se tomó un par de  segundos antes de decir lo que tenía en mente, Kurt lo miro fijo sintiendo que perdía la paciencia en cualquier momento. -Blaine, te juro que sí sigues guardando silencio por un segundo más… -Si, si… lo siento… —dijo soltando una pequeña risa ante el desespero que comenzaba a darle a su esposo— es solo que… no se, no me gusta que te minimices cuando está Rachel, como si te avergonzara ser más famoso y talentoso que ella… mereces brillar Kurt y en todo momento… incluso cuando esta ella… —dijo Blaine tomándole ambas manos— eres el mejor, en lo que sea… —termino por decir dándole un beso en cada mano. -Eso fue muy dulce… —respondió Kurt sonriendo feliz— tal vez por eso es que te amo tanto… —añadió conduciendo los brazos de su esposo para que se cruzaran en su cintura, Blaine acepto de inmediato y lo acercó bien  él como le gustaba— pero te prometo que no es así.. y no es tampoco que me avergüence de ser lo que soy, no lo hice cuando estábamos en la secundaria, menos lo haré ahora que nuestra estabilidad económica depende de eso… es solo que no se, es su noche y no quiero robarle el protagonismo… además, ella hace lo mismo por mi cada vez que… —Blaine alzó una ceja primero y empequeñeció sus ojos después— Ok, esa es una mentira, pero estoy seguro que en alguno de los multiversos que existen, hay una Rachel considerada que merece cada una de las cosas que hago por ella… -Mírate hablando de multiversos… —dijo Blaine sonriendo y ciñéndolo más el— sí Henry pudiera escucharte… saltaría en un pie de que por fin se te pego algo del universo Marvel… -Si, bueno, es lo único que sé, y cuan ajustado es el traje del Capitán América… —añadió moviendo sus cejas con travesura, Blaine sonrió de nuevo y le dio un pequeño beso. -Suficiente para mi… nuestro hijo y yo te miramos con orgullo… aunque debo decir que yo tengo sentimientos más adultos al respecto… —contestó mordiéndose el labio. -Ridículo… —contestó Kurt besándolo de vuelta— ¿asumo y estamos bien?… -Muy bien… ahora… ¿es verdad que Helen te dijo que podíamos salir de aquí sin que nos vieran? -Muy verdad… me dijo que había una puerta inmediata a esta que conduce a la sala de algo y de ahí al callejón al lado de los almacenes Target… -Muy conveniente, creo que podremos… -¡Señor Hummel!... —escucharon ambos seguido de un par de golpes al otro lado de la puerta. -¿Cómo supieron que estábamos aquí?... —preguntó Kurt mirando la puerta. -No lo sé… ¿esta cerrado?, ¿verdad?... —quiso saber Blaine  aun con su esposo entre sus brazos. -Por supuesto… -¡Señor Hummel!, ¡sabemos que esta ahí con su esposo Klaine!… -¿Klaine?... —repitieron los dos al unísono. -¿Puede salir a responder un par de preguntas?... ¡su amiga esta aquí!… -¿Rachel?—susurró Kurt haciendo ademán de ir a abrir la puerta. -Esta fanfarroneando… —dijo Blaine  queriendo impedir aquello. -Kurt… ¿estás ahí?... —escucho decir a su amiga seguido de unos cuantos golpes a la puerta. -Entonces si es Rachel… —dijo Blaine encogiéndose dé hombros, Kurt frunció el ceño y quitó el cerrojo a la puerta del baño, movió la perilla y se encontró de frente con su amiga que entró sin darle tiempo a reaccionar. -Rach… -¡Demonios Kurt!, ¡¿que es toda esa historia de Jordan Gatenby pidiéndote guiones?! —preguntó la chica cómo primera cosa, Kurt retrocedió la misma cantidad de pasos que su amiga daba en su dirección. -¿Como?… —preguntó sintiéndose intimidado -Lo que oyes, un tal Cósmico o lo que sea, me dijo que ese rumor había en los chats de Broadway… ¿es verdad?… -Es verdad… -¿Qué?… ¡Kurt! -Rachel…  —dijo Blaine queriendo intervenir. -No te metas Blaine o juro por dios.. -Cuidado con lo que dices Rachel Berry, es a mi esposo al que le estás hablando… —advirtió Kurt parándose al lado de Blaine, este sonrió para sí sintiéndose extrañamente halagado. -¿Como pudiste hacerme esto?, es mi noche, ¡MI NOCHE!,  ¡y ahora tú me quitas todo el protagonismo!... ¡uy! -Primero, respira… segundo no te estoy quitando nada, trate de pasar lo más desapercibido posible y tercero ¿qué esperas que haga?, ¿qué deje de buscar oportunidades si estas se me presentan?, porque no lo haré, las voy a tomar Rachel ahora y en el futuro, y lo siento pero tú harías lo mismo… —dijo Kurt gesticulando obviedad con sus manos. -Es verdad… pero eso no te da derecho a hacerlo tú también… -¿Como?… —dijeron Kurt y Blaine al unísono. -Es decir… sabes a lo que me refiero… —dijo la chica comenzando a pasearse entre los lavabos y las casetas de los inodoros— ahora no sé que voy hacer… -¿A… a qué te refieres?… —pregunto Blaine como con miedo. -A todo el alboroto que hay afuera, ya cuestionaron mi actuación, la cantidad de gente que vino… ahora solo falta que cuestionen mi integridad como ser humano por entrar aquí a hacer un escándalo… ¡uy!… —repitió empuñando sus manos, se medio sentó en el mueble continuo de los lavamanos y se quedó  como derrotada abrazándose a sí misma… -Lo lamento Rachel, si quieres puedo salir e inventar algo… -Descubrirán lo que sea… ese tal cósmico es como el mago de los chismes o algo…—respondió Rachel antes de repetir por tercera vez ese “uy”, Kurt puso cara de complicación y se tomó el cuello de la camisa, Blaine los miró  ambos y se decidió por algo. -Tengo una idea… —dijo caminando hacia la puerta. -¿Una idea?, ¿qué idea?… —preguntó Rachel incorporándose. -Una idea que hará ambos quedar bien, solo… solo síganme la corriente y luego tú Kurt llama a Helen para que corrobore la historia. -¿Historia?, ¿qué historia?… —quiso saber Kurt acercándose a él. -Está historia… —dijo Blaine abriendo la puerta, la media docena de reporteros se abalanzaron a ellos y comenzaron a preguntar lo mismo al unísono, Blaine pidió calma y empezó a contar una historia digna del Óscar al mejor guión. Partió corroborando lo del guión y lo  de Jordan Gatenby, nombró a Helen  y a su esposo y acabó diciendo que había sido la Señora Berry St James quien le había dado el dato a su esposo, porque en su generosidad había querido que su amigo de toda la vida también tuviera la oportunidad de pisar las tablas del «Lyric Theatre», todos los reporteros incluido Cosmo se tragaron la historia y se volcaron a Rachel para que contara más detalles, Blaine  se apartó y se paró al lado de su esposo, este le sonrió y le tomo la mano. -Gracias…—dijo Kurt susurrándole al oído. -Lo hice por ti… siempre es por ti… —termino por decir Blaine besándole la mano que su esposo tenía entrelazada con la suya, Kurt suspiró sintiendo que era él ahora quien tenía sentimientos más adultos para reaccionar al respecto.
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eldiariodelarry · 5 years
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Inocencia, parte 2
Parte 1
Camilo llegó a su casa y se acostó de inmediato, en completo silencio para no despertar a su madre.
Le costó mucho conciliar el sueño, con su cabeza dando vueltas alrededor de lo ocurrido esa noche.
Se sentía completamente vacío y sucio, como si hubiera hecho algo imperdonable.
Y de alguna forma, lo era. Basado en la crianza cristiana que había recibido de parte de su madre, lo que había hecho era algo muy malo. La prostitución no estaba seguro que fuera algo tan malo, pero el tener sexo con otro hombre, estaba completamente seguro que si.
“No debí haberle dado mi número de celular”, pensaba, arrepentido. No quería saber nada de Raúl, nunca más.
Se quedó dormido después de un par de horas, pensando en cómo sería capaz de mirar a su madre a los ojos al día siguiente.
 Pasaron los días, y los sentimientos de asco y culpa se fueron desvaneciendo. El dia lunes fue a clases de forma normal, y antes de volver a su casa, pasó al supermercado a comprar mercadería con el dinero que le había pagado Raúl, para rellenar la despensa sin que su madre lo notara. Así por último usaría ese dinero para ayudar en la casa.
A mitad de semana, ya pensaba en lo que había pasado de otra forma. Ya no le daba asco pensar en Raúl, sino que lo excitaba. Se estremecía cada vez que pensaba que había recibido dinero por tener sexo, que alguien estaba dispuesto a pagar por estar con él. Y no veía la hora para volver a hacerlo.
Por eso se alegró mucho cuando vio que tenía una llamada perdida de su parte el sábado en la tarde.
—Tengo un amigo que quiere conocerte. Rafael —le dijo Raúl cuando Camilo le devolvió el llamado.
—¿Cuándo? —preguntó Camilo, sintiendo como la adrenalina aumentaba en su organismo.
—Hoy en la noche —respondió—. Paga lo mismo que yo, por lo mismo del otro día.
—Ok —dijo escuetamente Camilo, ansioso.
—Aún eres virgen, ¿cierto? —quiso saber Raúl.
—Si —respondió con una risita tonta.
—Buena. No la pierdas aún —le aconsejó—, y mucho menos con mi amigo de hoy, ¿estamos? —sonaba más como una orden.
—Bueno —respondió un poco desconcertado.
Esa noche Camilo se alistó para ir al encuentro con el amigo de Raúl, en la dirección que éste le había enviado por mensaje de texto. “Nuevo cliente”, pensaba, y sonreía para sus adentros, como si estuviera haciendo una travesura.
Sabía que lo que iba a hacer podía ser peligroso, podría ir al encuentro con un asesino en serie o algo así, pero no le importaba. De hecho, esa misma sensación le provocaba aún más excitación. La adrenalina de estar haciendo algo muy al límite de sus valores morales.
—Cuídese, por favor —le pidió su madre cuando él iba saliendo, después de decirle que se juntaría a carretear con unos compañeros de la universidad. Él asintió y le dio un beso en la mejilla antes de salir.
Tomó un taxi hasta la dirección indicada, una sencilla casa verde en el sector norte de la ciudad.
Tocó el timbre que estaba adosado a la reja negra, y miró a través de los fierros esperando que se abriera la puerta.
Salió a recibirlo un hombre bajito de unos sesenta años, pelo cano y piel muy rojiza.
—¿Rafael? —preguntó en voz baja Camilo, cuando el hombre le abrió la reja.
El hombre asintió y le indicó que pasara.
Camilo se quedó de pie en la entrada de la casa, mirando el lugar. Los sillones del living estaban llenos de bolsas y cajas, y no había lugar donde sentarse.
—Ven, siéntate aquí —le dijo Rafael, tomándolo de la mano y llevándolo a través de una cortina de cuentas hasta su habitación, donde estaba la cama de una plaza.
Camilo se sentó en la cama, y le sonrió con amabilidad, a pesar de que el lugar lo incomodaba por lo desordenado y pequeño, y comenzó a dudar de que el hombre tuviera los medios para pagarle.
—¿Cómo te llamas? —le preguntó Rafael, notablemente contento por la compañía.
Camilo pensó en responder su nombre de manera automática, pero luego decidió dar uno falso, como una ridícula forma de protegerse.
—Jordan —dijo finalmente. Así se llamaba el compañero de curso que le gustaba en primero medio.
—Mucho gusto —dijo Rafael—. Raúl me habló mucho de ti, así que decidí ver qué tanta maravilla. Hasta ahora no decepcionas —le dijo, acariciándole el rostro con los dedos—. Eres realmente hermoso.
Camilo no pudo evitar sonrojarse. A pesar de que no tenía ninguna conexión emocional con el hombre frente a él, nunca le habían dicho que era hermoso.
Rafael besó a Camilo de improviso, y aún con su nula experiencia, el joven notó que su cliente era un pésimo besador. El exceso de saliva, y la forma desesperada con la que movía su lengua, sumado a un leve mal hálito, le provocó un inmediato rechazo. Camilo lo empujó, como acto reflejo, para ponerle fin a ese pésimo beso.
—¿Qué pasó? —preguntó Rafael, con una triste expresión en su rostro.
Camilo no supo qué decir. Se notaba que el hombre estaba emocionado de tenerlo ahí con él, y en cierto sentido eso le provocaba ternura (a pesar de que estaba pagando para tener sexo con alguien que perfectamente podría ser menor de edad).
—Soy un idiota —dijo el hombre, poniéndose de pie y dándose media vuelta para buscar algo en la cómoda que tenía a sus espaldas—. Aquí tienes —le entregó un sobre blanco. Camilo lo abrió y adentro estaba el dinero prometido. Los contó y efectivamente había diez billetes azules.
Con ese dinero en la mano, Camilo evaluó si era suficiente para soportar los besos de Rafael. 
Por supuesto que eran suficientes.
Camilo hizo de todo lo que su cliente le pidió, y pudo disimular muy bien su falta de experiencia, ya que, al parecer, Rafael tampoco era muy experimentado.
Mentiría si dijera que Camilo no se sintió igual de sucio y vacío que la primera vez que estuvo con Raúl. Exactamente después de eyacular en la boca de Rafael mientras éste le hacía sexo oral, sintió un fuerte rechazo hacia él. Sintió asco y solo quería irse lo más rápido posible del lugar.
Evitó hacer contacto visual con su cliente. Guardó el sobre con el dinero en el bolsillo de su polerón, y se llevó su ropa al baño para ducharse. Al cabo de unos minutos ya estaba listo.
Se despidió de Rafael, quien se deshizo en halagos y agradecimientos para él, maravillado por su desempeño, mientras lo acompañaba hasta la puerta. Camilo le dio un simple apretón de manos, y una sonrisa amable, aunque seguía sin mirarlo a los ojos.
Caminó hacia el paradero de micros, a esperar que pasara un colectivo o un taxi, mientras pensaba que Rafael efectivamente debía haber sido virgen también, para haber encontrado tan maravilloso su inexperto desempeño.
 Las semanas pasaban y Raúl lo contactaba periódicamente para ofrecerle nuevos “amigos”. Camilo los aceptaba todos a pesar de que el pago iba disminuyendo progresivamente, y no le pagaban directamente a él, sino que a través de Raúl.
—Es mejor así —le dijo Raúl cuando Camilo le preguntó al respecto—. Es más seguro por si te asaltan en la noche, no pierdes todo el dinero —explicó—. Así yo te lo paso después de día, cuando hay más seguridad.
—¿Y por qué están pagando menos? —preguntó.
—Es porque ya no eres el “chico nuevo”. Ya tienes más y más experiencia y eso hace que pierdas cierto valor —intentó que sonara lo menos frío posible.
Camilo aceptó a regañadientes las razones de Raúl, y siguió trabajando con sus “amigos”.
Así fue como conoció a varios de los amigos de Raúl: a Alan, el gerente de un supermercado; a Francisco, el profesor de la universidad; a Germán, el Cirujano de la Clínica; a Sebastian, el operador de minería; a Jonathan, el ingeniero químico; entre tantos mas.
Todos tan diferentes entre sí, en edades, contextura física, estilos de vida y experiencias. Pero todos tenían una cosa en común: Camilo. Pagaban para que el joven estudiante de pedagogía se los follara como si no hubiera un mañana.
Y a Camilo le gustaba. Lo hacía sentirse deseado y, de alguna forma, poderoso. Con el tiempo fue perdiendo el rechazo que le producían sus clientes después de terminado el acto sexual. De hecho, ya no sentía nada en absoluto. Era todo estrictamente “profesional”.
a la vez, seguía utilizando el dinero para ayudar a su madre en la casa, compraba víveres y pagaba las cuentas cuando ella le entregaba el dinero para hacerlo, pero después se lo devolvía sin que ella se diera cuenta.
Al cabo de un par de meses, un día viernes recibió una sorpresiva llamada de Raúl.
—¿Estás muy ocupado? —le preguntó al teléfono.
—Tengo clases ahora, ¿por? —contestó extrañado Camilo.
—Para que vengas a mi casa para prepararte. Un amigo quiere pagar por tu virginidad —respondió, y se le notaba la emoción en la voz.
Camilo sintió un vacío en el estómago, se puso nervioso, aunque no sabía por qué. Después de todo, solo era sexo. ¿Cierto?
—Ok, voy para allá —respondió, y cortó la llamada.
Se saltó la última clase del día que le quedaba, y se fue a la casa de Raúl.
—Tienes que lavarte bien. Toma todo el tiempo que necesites —le dijo Raúl, entregándole un enema a Camilo, después de explicarle cómo hacerlo.
Camilo ya había investigado todo al respecto en internet, por su cuenta, pero de todas formas estaba nervioso. Y Raúl no lo ayudaba a relajarse.
El dueño de casa no paraba de hablar de lo importante que era su “amigo”, y que tenía que complacerlo en todo sin reparos. No quiso decirle quién era, ni por qué era tan importante, pero Camilo asumió que por lo mismo era tan misterioso.
Camilo se vistió con el traje que le entregó Raúl, y quedó impresionado por lo bien que se veía con esa tenida tan elegante.
—¿Cuánto te costó? —preguntó preocupado por el regalo.
—Tú tranquilo, que tienes que estar bien presentable para mi amigo —lo calmó Raúl, sonriéndole con los labios, mas no con la mirada.
Faltando cinco minutos para las nueve de la noche, Camilo llegó al prestigioso Hotel donde Raúl lo envío al encuentro de su amigo. Se sentó en uno de los sillones de la sala de estar, y miró a cada una de las personas presentes, intentando adivinar quién sería su cliente.
Al cabo de unos minutos, a las veintiuna horas en punto, un alto hombre de unos cuarenta años, con un traje gris, se acercó hacia donde estaba, y se sentó frente suyo.
—Tú debes ser Camilo —le dijo con una intimidante voz ronca, aunque su mirada le inspiraba confianza.
Camilo temblaba por dentro. No quería dejar en evidencia su timidez e inexperiencia (aunque si lo pensaba, precisamente por su inexperiencia estaba ahí con ese hombre).
—Así es —respondió con una sonrisa. Quiso preguntar el nombre de su interlocutor, pero no sabía si podía hacerlo.
—Mucho gusto —dijo el hombre, extendiéndole la mano por sobre la pequeña mesa de centro donde descansaban un par de periódicos del día—. Yo soy Fernando.
—Mucho gusto, Fernando —respondió Camilo, aliviado porque el hombre se presentó sin preguntarle.
—¿Te gustaría beber algo? —le ofreció Fernando—, podemos tomar algo acá en el bar, o pedimos algo en la habitación, ¿qué prefieres?
Camilo no supo qué responder.
—Pidamos en la habitación —respondió después de pensarlo unos segundos, intentando sonar lo menos indeciso posible.
Tomó esa decisión después de pensar en que si se quedaban en el bar, podría caber la posibilidad de que alguien lo viera.
Camilo se puso de pie y vio a Fernando mientras se acercaba al bar para decirle algo al barman. Supuso que le estaba pidiendo que le enviaran una botella de champán a su habitación o algo por el estilo.
Recorrió con su mirada la estilizada figura de su cliente, y admiró su buen gusto para vestir. Asumía que el traje era hecho a la medida porque le quedaba perfecto, y deseó alguna vez poder vestirse así (a pesar de que el traje que estaba usando en ese momento lo hacía verse muy guapo, en su humilde opinión).
Al llegar a la habitación, Camilo se pudo relajar un poco, producto de la capacidad que tenía Fernando de hacerlo sentir cómodo y a gusto. Ocupaba un tono de voz amable y atento, como si de verdad le interesaba lo que Camilo le pudiera contar.
Y por alguna razón, Camilo bajó la guardia. Con todos los otros “amigos” de Raúl, Camilo evitaba compartir información muy personal, y si lo llegaba a hacer, era información completamente inventada, desde su nombre hasta su real ocupación. Pero en ese momento se sentía incapaz de mentirle a Fernando. El hombre tenía algo que lo hacía responder sin pensar en sus propias barreras.
Después de haber revelado prácticamente toda su vida, Fernando se levantó de la cama, y se acercó a Camilo, que estaba sentado en el sillón debajo de la ventana. Fernando tomó la mano de Camilo con suavidad y le indicó que se levantara. Tomó la copa de champán de la mano de Camilo y la dejó en el velador con cuidado.
Camilo comenzó a temblar, nervioso por lo que estaba a punto de pasar.
—¿Raúl te explicó de qué se trata esto, cierto? —le preguntó Fernando, a solo un par de centímetros de su rostro, y Camilo pudo sentir el agradable aroma del perfume que usaba.
Camilo asintió, intentando ocultar su nerviosismo.
—Bien —dijo Fernando, con un brillo de satisfacción en los ojos—. Porque no me vas a querer decepcionar.
Fernando miró a Camilo con deseo, recorriendo cada centímetro de su rostro con la mirada, encantado con el muchacho que tenía frente a él.
Camilo sintió la mano de Fernando apoyada en su nuca mientras se acercaba a besarlo, y lo interpretó como un gesto de dominancia.
El beso fue apasionado, e incluso violento, desde el primer segundo, y Camilo se dio cuenta de inmediato que era el mejor besador de entre todos los amigos de Raúl.
Camilo se dejó llevar por el beso de Fernando, hasta que de improviso sintió que lo empujó hacia la cama, descolocándolo por completo.
Miró desconcertado a Fernando, quien le devolvía la mirada con una sonrisa socarrona mientras se quitaba la chaqueta. Camilo se sentó en la cama y comenzó a desvestirse, imitándolo, cuando Fernando le indicó que se detuviera.
Fernando se bajó el cierre del pantalón, y por la abertura de la tela sacó su miembro. Camilo quedó impresionado por el tamaño, pero no tuvo mucho tiempo para contemplarlo porque la mano de Fernando sobre su cabeza lo obligó a meterlo en su boca rápidamente.
Se atragantó varias veces, producto de la presión de Fernando que lo obligaba a mantenerlo todo dentro de su boca. Por los ojos de Camilo caían lágrimas y la saliva caía por su boca cada vez que podía separar su rostro del pubis de Fernando.
Fernando volvió a empujar a Camilo contra el colchón, y se abalanzó sobre él para besarlo en la boca, y lamió las lagrimas que habían caído por su rostro.
Camilo pensó que el momento más duro ya había pasado, cuando Fernando de repente abrió con fuerza su camisa, lanzando botones por doquier.
Camilo se inclinó, preocupado por su ropa, pero Fernando no le permitió mirar, y de un beso lo obligó a apoyar la cabeza nuevamente en la cama.
Fernando lo volteó con fuerza, y Camilo de inmediato comenzó a desabrochar su cinturón, pero su cliente fue más rápido (o agresivo), y rajó el pantalón por las costuras posteriores, dejando la ropa interior expuesta, aunque no por mucho, ya que de igual forma rasgó la tela.
La preocupación y el miedo se apoderaron de Camilo, pensando en cómo se iría a su casa después, con toda la ropa hecha tiras, y pensando también en el dolor que sufriría si Fernando continuaba con ese nivel de agresividad.
Sabía que debería preocuparlo más el dolor, pero en su mente estaba dispuesto a aguantarlo, pensando en el dinero que recibiría a cambio. El tener que andar por las calles sin ropa, por otro lado, le preocupaba más.
Fernando le hizo un beso negro, que Camilo pudo disfrutar placenteramente, y le sirvió para despejar la mente de aquellas preocupaciones y enfocarse en el momento.
Después de unos minutos, Camilo notó que Fernando se ponía el condón, y sin previo aviso, presionó el pene contra su ano. Su virginidad posterior intacta oponía total resistencia, pero Fernando no estaba dispuesto a esperar.
Camilo sintió un dolor como nunca antes y las lágrimas comenzaron a caer espontáneamente por su rostro. Se quejaba roncamente por el dolor e intentó relajar su esfínter para poder facilitar la tarea, pero no fue suficiente.
El ardor que le provocaba el miembro de Fernando entrando en su cuerpo lo hacía imaginarse que estaba completamente destrozado, pero quiso alejar ese pensamiento de su mente, e intentó obligarse a dsifrutar el momento.
No lo logró.
Fernando se apoyó con fuerza sobre él, moviendo su pelvis sin importarle el daño que le producía a Camilo. De vez en cuando le halaba el cabello desde atrás, haciendo que Camilo exhalara un quejido de dolor y sorpresa.
Cuando lo volteó, quedando frente a frente, levantó las piernas de Camilo y volvió a introducir su miembro sin mayor consideración.
A Camilo le costaba mantener el contacto visual con Fernando, quien lo miraba fijamente en todo momento, disfrutando el encuentro, pero él prefería cerrar los ojos a ratos.
Abrió los ojos asustado, al sentir las manos de Fernando ejerciendo presión en su cuello. El hombre lo miraba con una sonrisa de placer, viendo la desesperación en los ojos de Camilo a medida que su rostro se tornaba rojo por la falta de aire.
Camilo respiró aliviado cuando Fernando quitó la presión de su cuello, e inmediatamente después se acercó a besarlo, eufórico por lo que había hecho.
Después de varios minutos, Fernando finalmente eyaculó y se recostó en la cama al lado de Camilo.
Camilo, por su parte, se sintió aliviado de que todo hubiera terminado, mientras el ardor en su parte posterior tomaba aún más fuerza.
Fernando le ofreció pedir comida a la habitación, como si lo que había ocurrido hace unos minutos no fuera nada. Como si comprar la virginidad de un joven de diecinueve años, y hacerlo con tanta violencia fuera algo normal en su vida.
Camilo, de todas formas, no dijo nada. Intentó dejar a un lado sus sentimientos y actuó lo mejor que pudo para dejar una buena última impresión en su cliente.
—Te puedes duchar si quieres, y te vistes con esto después —le dijo Fernando, sacando una muda de ropa (una polera blanca, un jeans celeste y un polerón gris con capucha) del armario.
Camilo tomó una ducha larga, intentando limpiarse lo mejor posible a pesar del dolor que sentía. Se miró al espejo antes de vestirse, y notó que las manos de Fernando quedaron marcadas en su cuello. Sintió un vacío en el estómago y comenzó a temblar, nervioso por la secuela de ese desagradable encuentro. Se vistió rápidamente y salió del baño ya listo para irse.
—Me gustó tu trabajo —le dijo Fernando, levantándose a su encuentro.
—Gracias —respondió Camilo, bastante descolocado, evitando el contacto visual directo.
—Ya le pagué lo acordado a Raúl. Espero te sirvan los quinientos mil para ayudar a tu madre —agregó, intentando sonar cercano, aunque Camilo ya no lo sentía así, después de conocerlo en la cama.
Fernando le extendió la mano a modo de despedida, y Camilo salió por la puerta.
Camilo estaba descolocado. Le costaba caminar, y aún sentía la presión del miembro de Fernando en su cuerpo, sus manos apretando su garganta y golpeando su pecho.
Recordó la primera vez que tuvo sexo con Raúl, esa sensación de rechazo a si mismo, sintiéndose sucio por lo que había hecho. Pero ahora, además, se sentía vacío, como si fuera un simple objeto que es usado para beneficio de quien lo quiera sin importar sus emociones.
Tenía ganas de llorar, pero no lo hizo, para no llamar la atención, asumiendo que todos verían los hematomas en su cuello, pero en realidad, nadie se fijó en él.
Al salir del hotel, llamó a Raúl por teléfono. Quería cortar todo tipo de relación con él. Solo quería que le diera el dinero que le correspondía y no saber más de Raúl ni de sus amigos.
—¿Cómo te fue? —preguntó Raúl al otro lado de la línea, aunque Camilo apenas pudo oírlo por la música fuerte.
—Mal —respondió escuetamente Camilo, intentando mantener firme la voz.
—¿Por qué? —Camilo notó preocupación en la voz de Raúl—, ¿lo hiciste enojar?
—No, no es eso…
—¿Entonces? —estaba molesto, según Camilo pudo notar—. ¿Tuvieron sexo o no?
—Si, pero…
—¿Quedó satisfecho Fernando?
—Si, pero…
—Mira, yo estoy en la disco pasándola bien, no quiero que me molestes, ¿entendido? —dijo Raúl, ya evidentemente molesto, y cortó la llamada.
Camilo sintió una mezcla de emociones en su interior. La pena por la situación que había sufrido hace minutos, y la rabia por la forma en que Raúl le respondió, hicieron que explotara en llanto en plena calle.
No sabía qué hacer. No podía llegar a su casa en esas condiciones y arriesgarse a que su madre lo viera así.
Decidió irse caminando hasta la discoteca donde estaba Raúl (sabía cuál era porque pasaba prácticamente todos los fines de semana ahí), e insistir en hablar con él.
Al llegar a la disco, ya estaba un poco más calmado. Había tenido tiempo para llorar en el camino, así que ya se sentía aliviado en ese sentido. Aunque sabía que tenía los ojos hinchadísimos.
Quiso entrar al local, pero olvidó que no tenía dinero suficiente para pagar la entrada.
Estaba sacando el celular de su bolsillo, para llamar nuevamente a Raúl, cuando sintió que le tocaban el hombro.
—¿Algún problema? —dijo una voz a sus espaldas.
Camilo se volteó y vio los ojos verdes del barman que le devolvían la mirada. El muchacho le sonreía de forma amable. No supo qué responderle, si la verdad, o dejarlo pasar diciéndole que no tenía ningún problema.
—Es que necesito hablar con un amigo que está adentro, pero se me quedó la plata en la casa —respondió finalmente, con sinceridad a  medias.
—Tranquilo, yo te dejo pasar —le respondió el Barman. Habló un par de palabras con el guardia y pudieron entrar sin problemas—. Tanto tiempo sin verte —le dijo cuando iban caminando por los pasillos del local.
—Si —respondió con timidez Camilo. La amabilidad del barman lo descolocaba un poco, y además le sorprendía que se acordara de él. Quizás lo estaba confundiendo con alguien más—. ¿De verdad te acuerdas de mí?
El Barman se rió.
—La verdad es que si —respondió, y Camilo pudo notar, incluso bajo la escasa iluminación, que se ruborizó. El barman se detuvo y miró de frente a Camilo—. De hecho, esa noche quería seguir hablando contigo, pero desapareciste.
Camilo tuvo una sensación tibia en su interior. Sintió una leve alegría al saber que el Barman de verdad había estado interesado en él esa noche, pero a la vez, sintió mucha pena y rabia al darse cuenta que el muchacho de ojos verdes no lo encontró más tarde esa noche porque se había ido con Raúl.
—Pero ese día yo volví a la barra y no te vi —dijo Camilo, intentando hacerle ver que él también lo buscó.
—¿En serio? —preguntó el Barman, abriendo los ojos emocionado—. Quizás fue justo cuando tuve que ir a solucionar unos problemas de abastecimiento allá atrás.
Camilo no podía creer lo que le estaba pasando. El chico más guapo de la disco estaba frente a él, mostrando genuino interés, y sin intercambio de dinero de por medio.
—De ahí al rato me fui —agregó Camilo con cierta tristeza.
Se quedaron en silencio un rato, mirándose con complicidad, como si se conocieran de años.
—¿Te tincaría juntarnos a conversar algún día? —le preguntó, ansioso, el Barman.
—Si, obvio —respondió de inmediato Camilo, esbozando una sonrisa genuina por primera vez en la noche.
—¡JuanJo! —gritó una voz que venía desde adentro de la disco—. ¡Aquí estás!, ya pues apúrate, que está imposible para atender yo sola la barra —era la chica de pelo negro que había visto Camilo en su visita anterior.
—Ya, voy altiro —le respondió el Barman—. ¿Te tinca mañana?, en el Café del Centro? —propuso.
—Ahí estaré. ¿A las cinco? —preguntó Camilo.
—Perfecto —cerró el trato con una sonrisa—. Me llamo Juan José, JuanJo, por si acaso —el Barman le extendió la mano.
—Camilo —respondió, y le dio un apretón de manos.
JuanJo se dirigió hasta donde estaba la muchacha de pelo negro, dejando solo a Camilo, quien, con una sonrisa plasmada en el rostro, tomó más fuerzas de las que tenía, para buscar a Raúl, y terminar definitivamente con esa relación “laboral” enferma.
Se paró al borde de la pista de la discoteca buscando con la mirada a Raúl, esperando que aún estuviera en el lugar.
Por suerte, al cabo de unos minutos, lo encontró saliendo del baño junto a un joven que no demostraba más de veinte años.
Raúl se sorprendió al verlo y lo saludó con una sonrisa que le indicó de inmediato a Camilo que estaba bajo la influencia de algo.
—¿Decidiste venir a celebrar tu gran noche? —le preguntó con ironía Raúl.
—No —respondió serio Camilo—. Quiero terminar con esta… cosa que tenemos.
Raúl cambió su expresión de inmediato, y mostró preocupación en su rostro.
—¿Estás seguro? —intentó mantener la calma—. Creo que es mejor que lo pienses bien antes de tomar una decisión así.
—Ya lo pensé bien. Quiero que me pagues lo de hoy, y terminar con todo esto.
Raúl se quedó pensando unos segundos, y luego respondió.
—Ya, mira, vamos a mi casa, te paso el dinero, y conversamos bien las cosas. Con calma —propuso.
Camilo aceptó resignado, con una alegría interior sabiendo que por fin terminaría con este tipo de acuerdos.
Raúl condujo su camioneta hasta su casa en completo silencio.
—Cuéntame, ¿por qué quieres terminar? —le preguntó Raúl, ya en la casa, sentándose en el sillón, intentando mostrarse tranquilo, pero en verdad su expresión decía todo lo contrario. Le indicó a Camilo que se sentara en el sillón frente a él.
—Porque no quiero volver a pasar por lo que tuve que pasar hoy —respondió Camilo, con la voz temblorosa.
—¿Por qué?, ¿qué te hizo? —preguntó con cinismo, viendo claramente las marcas en el cuello de Camilo.
—Me lastimó —dijo con una mezcla de pena y rabia—. Mucho —las lágrimas comenzaron a caer por su rostro.
—Camilo, yo te advertí que era un amigo complicado e importante, que no sería como los demás, y tu aceptaste.
—Nunca me dijiste que sería violento —dijo Camilo, ya entregándose al llanto.
—¿Y qué esperabas?, ¿Qué te tratara con amor? —Raúl se burló, mientras se ponía de pie para ir a la cocina a sacar una cerveza—. Una persona que paga por la virginidad de un pendejo de diecinueve años obviamente está mal de la cabeza.
Camilo se quedó en silencio, sorprendido por las palabras de Raúl. Sabiendo que su “amigo” era alguien “malo de la cabeza”, igualmente lo expuso.
—Tú hiciste lo mismo —le respondió finalmente, en voz baja.
Raúl se volteó furioso, y Camilo notó que no estaba enojado porque no le había dicho que era virgen cuando estuvo con él (de seguro ya lo sabía), sino porque efectivamente se describió a sí mismo con sus propias palabras.
—Y tú aceptaste libremente, nadie te obligó —replicó Raúl. Estaba visiblemente furioso, haciendo que Camilo tomara una actitud más defensiva.
Raúl se dirigió a su habitación, con la botella de cerveza en la mano, y volvió a los segundos con un sobre blanco.
—Ahí tienes, lo de hoy —lo tiró sobre la mesa de centro, con desdén.
Camilo recogió al sobre y sacó del interior un fajo de billetes y los contó.
Doscientos cincuenta mil pesos.
Sintió una ola de rabia en su interior. Ya era bastante malo haber tenido que pasar por lo que tuvo que pasar con Fernando, para ahora enterarse que Raúl le estaba robando en su propia cara.
—¿Dónde está el resto? —preguntó serio.
—¿Cuál resto? Eso es lo que Fernando pagó por ti.
—Él me dijo que pagó quinientos —dijo Camilo, acercándose a Raúl para intimidarlo. No sabía de donde venía esta nueva actitud, pero esperaba que funcionara.
Raúl soltó una risa nerviosa.
—El resto son los costos operacionales —respondió después de unos segundos, recuperando su actitud arrogante.
—¿Qué costos operacionales? —preguntó incrédulo Camilo.
—No ibas a creer que tener una red de contactos como clientes para ti seria gratis, ¿o si?
—Eso nunca estuvo en el acuerdo —Camilo estaba reuniendo todas sus fuerzas para no pegarle o estallar en llanto por la rabia.
—¿Y qué vas a hacer?, ¿me vas a denunciar? —Raúl se burlaba de Camilo en su cara—, ¿acaso te vas a arriesgar a que tu madre se entere que eres un puto maricón?
Camilo no aguantó más y le dio un golpe de puño en el rostro. La mención de su madre fue la gota que rebalsó el vaso.
Raúl logró apoyarse en la pared para evitar caer al suelo, y derramó un poco de cerveza de la botella que aún tenía en la mano. Rápidamente se incorporó y se abalanzó sobre Camilo, quien se golpeó la cabeza con el marco de la puerta al caer.
Camilo pudo ver el rostro de Raúl sobre él, completamente rojo por la ira, de forma borrosa. Sentía un dolor puntante en la cabeza producto del golpe, el cual aumentó al extremo cuando Raúl lo golpeó con la botella de cerveza en la sien izquierda, dejando su rostro lleno de pedazos de vidrios.
Camilo se desesperó. Quería defenderse pero no podía, no tenía las fuerzas para moverse ni levantar los brazos para bloquear los golpes de puño que le daba Raúl sin parar.
Quería llorar pero ya ni eso podía hacer. Las lágrimas salieron de sus ojos y cayeron por sus sienes hasta su cabello, en ausencia total de llanto.
—A mi ningún pendejo maricón me va a venir a golpear en mi casa, ¿entendiste? —le dijo Raúl, acercando su rostro al de Camilo.
Camilo veía todo borroso, pero aún así pudo ver la sonrisa de maldad pura en el rostro de Raúl, quien continuó golpeándolo sin piedad.
Cerró los ojos, esperando que Raúl se cansara de golpearlo, pero no había indicios que eso fuera a suceder pronto.
Poco a poco los golpes se sintieron más distantes, y el dolor de cabeza comenzó a desaparecer. Ya no sentía dolor alguno. Se dejó llevar en un vacío oscuro hasta que todo contacto con el mundo real desapareció por completo.
 Camilo despertó muy desorientado. No podía ver nada y sólo podía oír sonidos ahogados que no pudo descifrar de donde provenían.
Intentó moverse, pero no pudo. Estaba atrapado, envuelto con algo que no pudo descifrar bien. Palpó con los dedos y notó que era algún tipo de tela.
Quiso gritar, pero la voz no le respondía, y notó que su cuerpo era presionado cada par de segundos por un golpe pesado que se mantenía.
Intentó liberarse de lo que sea que fuera lo que lo mantenía atrapado, pero no pudo, estaba muy apretado. Se desesperó e intentó gritar, pero nuevamente no le salía la voz.
Comenzó a llorar pensando en su madre, en lo mucho que iba a sufrir cuando se diera cuenta de su desaparición, y aún más cuando supiera las razones de eso y su fin.
Se arrepintió por haberle mentido siempre, por no haber sido sincero con ella, y esa angustia le provocó un dolor profundo en el pecho.
Comenzó a ahogarse, por el llanto y la falta de oxígeno. Lentamente, al cabo de unos minutos, comenzó a adormecerse, pero él no quería, porque sabía que si se entregaba a eso sería su fin. No quería que su madre sufriera por él.
Ese último pensamiento lo acompañó hasta que un punto blanco apareció frente a él, y comenzó a hacerse más y más grande, hasta que la luz lo consumió todo, y Camilo por fin pudo descansar.
 Raúl terminó de tapar el hoyo en el cual había enterrado a Camilo y se secó el sudor de la frente con el antebrazo.
Temblaba levemente y estaba mareado. Vomitó por tercera vez al lado de la camioneta justo antes de tirar la pala en el pick up.
Sacó su celular del bolsillo y llamó a un contacto sin nombre.
—Ya está listo —dijo con la voz ronca, una vez le contestaron la llamada.
—Bien. Te espero mañana a primera hora en el hotel. Tenemos que hablar de esta tremenda cagada que te mandaste —respondió Fernando desde el otro lado de la línea.
—Fue un error —respodió Raúl con voz queda—. No volverá a ocurrir, lo juro —agregó antes de volver a vomitar.
—Por supuesto que no volverá a ocurrir. Mataste al muchacho —dijo, haciendo énfasis en las últimas palabras, aunque bajando la voz—. Mañana a primera hora —dijo para cerrar la conversación antes de cortar la llamada.
Raúl se subió a la camioneta y al encender el motor, miró hacia su derecha, y vio a Camilo de pie fuera de la ventana. El muchacho tenía el rostro manchado de sangre mezclada con lágrimas y tierra. La capucha del polerón enmarcaba su rostro resaltando sus ojos entre tanta oscuridad.
Raúl lanzó un grito de horror y apretó con fuerza el acelerador para salir del lugar.
Camilo vio como la camioneta se alejaba, impotente por no poder hacer nada, entendiendo que se quedaría ahí para siempre y nunca volvería a casa, no podría darle un beso y un abrazo a su madre, decirle lo mucho que la amaba. No podría hacer nada por evitar su sufrimiento desde ese día hasta el día en que dejase de existir.
Resignado, se dio media vuelta, y comenzó a caminar por el cerro en el cual lo habían hecho desaparecer, con la esperanza de que alguien apareciera de casualidad y lo encontrara.
Ya no sabía cuánto tiempo había pasado, hasta que apareció una pareja de enamorados, haciendo un picnic cerca de su lugar de entierro. Camilo los observó con pena durante todo el atardecer. Pensó que esos podrían ser él y JuanJo, si las cosas no hubieran resultado tan mal.
“¿Estará preocupado por no haberme juntado con él en el café?”, se preguntó con nostalgia, pensando que había estado tan cerca de, quizás, haber sido feliz.
Lamentablemente, la pareja de enamorados notó su presencia y salieron arrancando por el miedo, y Camilo volvió a quedar solo en su lugar maldito.
FIN
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alediazpizarro · 4 years
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Senior Soundtrack
Music is a love language. Lo he tuiteado, lo he dicho, y —con ustedes— lo he vivido. Parte de mis 7 años en ASF ha sido la música que he compartido: canciones que son intereses en común, recomendaciones, o hasta tracks de obras de teatro que nunca voy a borrar de mi memoria. After all, de eso se trata la música en parte: de acordarse. Y sepan que cada vez que oiga una de las canciones en esta lista, va junto con su recuerdo. A todos ustedes, de todo corazón, gracias. No sé que sería de mi vida sin ustedes.
Les dejo la playlist que construyeron conmigo, whether you knew it or not, de 2014 para acá.
PS: si no aparece su nombre en esta lista de canciones, lo único que quiere decir es que we have yet to share a song. Los adoro a todos. 
Abarca
Burn · Lin Manuel Miranda You have the voice of an angel, and every time I think of this song I no longer hear it in Philippa Soo’s voice, but in yours.
Tuyo · Rodrigo Amarante Dancing Kermit.
Alexander
"Eungenio” Salvador Dalí · Mecano We love the music, hate the lyrics.
Na Na Na · My Chemical Romance Debate bus trips. Blasting it from the backseat, with Nesquik and cold pasta at hand.
I’m Not Okay · My Chemical Romance “¿Estos son los Rolling Stones?”
Being Alive · Stephen Sondheim Life’s dream: be Bobby. Not literally. That would suck.
If I Could Tell Her · Benj Pasek & Justin Paul You once said this is the song you would dedicate to me. Though I think we’ve grown past that, I will always remember how warm it made me feel when you said it.
Ana
Isle of Flightless Birds · Twenty One Pilots Ya sé que me odias, pero DARARAAAARAAA
I’m Low on Gas and You Need a Jacket · Pierce The Veil El concierto que más he disfrutado en mi vida (and that’s saying a lot), y parte de por qué fue porque fui contigo. Lloramos en esta canción y en el video que grabé con mi horrible teléfono se oye lo feo que cantamos. 
In the Aeroplane Over the Sea · Neutral Milk Hotel De un Tiktok (de miles) que me mandaste pero de los pocos que sí abrí.
Numb · Linkin Park WAWAWAWAWAWA 
Anna
Fashionista · Jimmy James Really obscure pre-middle school memory, pero every time it gets stuck in my head me acuerdo de ver el lyrics video en el ballet y la miss Celia regañándonos.
Ari
Life Itself · Glass Animals It slaps. Plus, concert.
Remember When · Wallows My favorite song in my “Drive” playlist, cada vez que sale I remember sitting in the backseat of your dad’s car and you turning the volume up so we could drive over the Reforma speed limit with this blasting.
The Cave of Two Lovers · That LSD guy from Avatar SECRET TUNNEL!!!!!!!! SECRET TUNNEL!!!! THROUGH THE MOUNTAIN!!!! SECRET SECRET SECRET SECRET TUNNEEEEEEEL!!!! (No Spotify version, so here’s the surf rock cover.)
Covarrubias
Toxic · A Static Lullaby Flashbacks a clase de Ms. Miranda en 7º.
Back to Black · Amy Winehouse No puedo oír esta canción sin acordarme de tu audición para Grease. Rizzo could-have-been?
Diana
The Adults Are Talking · The Strokes Es chill yet vaguely nostalgic Diana vibes to the max.
Stuck on the Puzzle · Alex Turner Thank you for liking Alex Turner. :`)
Dark Red · Steve Lacy Memorias de una tarde que pasamos armando Repentinos con una mini guillotina y pláticas de Dinamarca.
Diego
Thinking of a Place · The War on Drugs La primera que me recomendaste, y la mejor para manejar de noche.
Vissi d’Arte · Giacomo Puccini No creo que hubiera visto Tosca si no me la hubieras recomendado. Qué bueno que lo hiciste, porque esta aria se volvió de mis favoritas. 
Money · Pink Floyd Alguna vez jugamos music trivia en el salón de Stearns y me acuerdo de que yo todavía no la ubicaba pero tú la adivinaste sin problema. Years later, eres la persona que sé que le gusta Pink Floyd tanto como a mí. Lástima de Roger. :(
Layla · Derek & The Dominoes Este año tuve un classic rock renaissance que empezó, you guessed it, cuando me recomendaste esta. Clapton no falla.
Klavierkonzert Nr. 21, No. 2 “Andante” · Wolfgang Amadeus Mozart También me hiciste escuchar mucha más música clásica de la que conocía, y aprendí a disfrutarla. Esta sigue siendo mi favorita.
Sara · Fleetwood Mac De las pocas de Fleetwood Mac que no conocía pero que me recomendaste en uno de esos exchanges a las 12 am y que oí con audífonos in the dark.
Resguardum Ether · León Larregui También de las pocas de este cuate que nunca había oído pero que se volvió de mis favoritas.
Fer
Good Life · OneRepublic Buenas vibes.
Can’t Fight This Feeling · REO Speedwagon Horton --> improvised conciertos en el baño.
What the Heck I Gotta Do · Lin Manuel Miranda Más conciertos de regadera/vestidor en lo que nos arreglamos juntas.
Beth · KISS El club Glee y el karaoke en el Wii.
Miss Jackson · Panic! At The Disco No lo vas a admitir, pero te gusta mi música y lo sabes. Anytime que dudas, sólo es cuestión de ponerte esta.
The Man · The Killers Nada como nuestros buenos trips manejando de noche.
Fernando
The Bad Touch · Bloodhound Gang You and me, baby, we ain’t nothing but mammals...
EugeRiq
This Life · Vampire Weekend Siempre que la oigo pienso en ti.
I Wear Glasses · Mating Ritual Me la recomendaste en alguna de mis countless Close Friends stories.
Jose
I’m Gonna Be (500 Miles) · The Proclaimers Picture it: a gaggle of eight or so kids marching around Cumbres de Santa Fe loudly screaming this in a terrible Scottish accent after watching a horror movie.
Somebody Else · Clones of Clones A bop!
Ocean Man · Ween I will only say four words: Lord of the Flies.
Lauro
Desencuentro · Residente ft. Soko Clases de Domínguez contigo were always lovely. Plus, who could forget the iconic “NO HAY SEÑAL”?
I Don’t Know How to Love · The Drums Otra de cuando we were still developing our own music tastes.
Luz
Papaoutai · Stromae De cuando estábamos haciendo Haiti research and really wanted to get into the francophone mindset.
Moonlight Sonata · Ludwig Van Beethoven Those Knowledge Bowl kids never saw it coming.
Beware of the Boys (Mundian To Bach Ke) · Panjabi MC Memoria tangible de Vancouver: cuando pusiste esta en el restaurante indio al que fuimos.
Madison
I Know Things Now · Stephen Sondheim No sé cuántas veces me ayudaste a ensayar esta canción. Me ayudaste muchísimo todo Into the Woods, y desde ahí en 6º sé que te tengo como amiga.
Mare
Rumour Has It · Adele ¿Te acuerdas del proyecto que hicimos de Mr. Kamm en 7º estilo “fleas on rats”? Literal después de que usamos esta canción ya no puedo cantar las lyrics de la original.
Mariana
Bitter Sweet Symphony · The Verve La oíamos dizque “para concentrarnos” en el salón de Austin.
Pas de Quatre from Swan Lake · Piotr Ilyich Tchaikovsky De cuando te fui a ver bailar ballet con Fran. :)
Tú y Yo Somos Uno Mismo · Timbiriche EL SOL
Manu
Fly Away · Laid Back The moment you played this at Montero’s party you literally made everyone be vibing. It’s like the Fairy Godmother of Chill. That was also the day you stopped being “Manu from TEDx” and were just “Manu” there on. Probably ‘cause you appreciated my ability to drive a stick. :`)
MDRH
Choke · I Don’t Know How But They Found Me I wouldn’t like this Dallon spinoff as much as I do without you. It’s like emo, but evolved, mature— like you. In a good, compliment-y way.
Oceans · Frank Iero Remember when we were gonna see him in concert? :( Thanks for being the only person with whom I can enjoy weird throaty emo screamy shit. At least the guitar is good.
House of Wolves · My Chemical Romance Something about the aggressive guitar and fast pace of this song has always reminded me of you.
Mich
Tear in my Heart · Twenty One Pilots Your Koreaboo initiation before you even knew it.
The Kids Aren’t Alright · Fall Out Boy Remember the lyrics from this I wrote as a dedication in your eighth grade yearbook? I meant them. 
I Write Sins Not Tragedies · Panic! At The Disco I CHIME IN—
She’s My Winona · Fall Out Boy Something about Folie à Deux, and especially about this song, always carries a you vibe.
Perfect · Simple Plan From when you got angsty and Montes called you out on it. Then it became a bit of a joke.
One of THOSE Nights · The Cab Back in seventh grade, this was the most ambitious crossover ever attempted. 
Montse
I Want To Hold Your Hand · The Beatles De cuando saturamos la rockola del Johnny Rocket’s con 15 canciones y pensaron que no servía. But we knew. Plus, a really fun Snapchat video de nosotras bajando las escaleras a tambos y aplausos con esta canción.
Something · The Beatles Too bad Eric Clapton stole George Harrison’s wife.
I Am the Walrus · The Beatles Want to feel what it’s like to do acid without actually doing it? Play this song on Rock Band!
Don’t You (Forget About Me) · Simple Minds De la única pijamada que me han dejado hacer, donde vimos tu película favorita. An unforgettable night with an unforgettable person.
Pato
Hit the Back · King Princess The best experience of my life was one I’m glad I shared with you. Still want to murder those Rock Lobster loiterers though— blocked us from KP. >:(
Just the Same · Bruno Major I had never heard of him, but to be next to you enjoying him, with our KP t-shirts in my bag and just-refilled water bottles, was one of the highlights of my night.
The Louvre · Lorde Remember when we played Melodrama in your bedroom? This is the song that I feel best captivates that: shoes on the floor, laying softly on the bed, sunlight streaming in through the window, the vinyl spinning, and a general feeling of levity.
No You Girls · Franz Ferdinand Friendly reminder of literally the worst physical experience of our lives. :))))
The Other Side of Paradise · Glass Animals The first GA song I ever showed you, which is a nice chain thing because it’s the first GA song I ever listened to that Jordan showed me. And a birthday vinyl we played in your room.
Romina
The Only Thing · Sufjan Stevens This entire album is your personality. Sorry, I don’t make the rules.
Futile Devices · Sufjan Stevens Same as above. It’s not your fault you’re a Sufjan Suf-stan. But every time I listen to Sufjan I remember you playing him at the Open Mic. That’s a very nice feeling.
Mama · My Chemical Romance Indisputably goes HARD and hey what are mommy issues without a little angst/general gender confusion?
Sam
Goodie Bag · Still Woozy El día del college fair que estuvimos juntas al principio y conocimos a la USC rep que nos cagó traías tu camisa de Still Woozy. Since then, el grupo me recuerda a ti.
Vale
Heart of Glass · Miley Cyrus Tú viviste esta out-of-body transcendental experience al mismo tiempo que yo, el día de mi cena. 
Don’t Stop · Fleetwood Mac Espero que ya te guste Rumours completo. :)
Yuhis
Chiquitita · ABBA I didn’t know you could sing. After listening to you sing this one (and almost crying), I wondered why you didn’t do it more often.
Beauty School Dropout · Frankie Avalon I am sorry pero literal I can only think of this song in your voice. Iconic!
Gracias por todo. Los quiero. Los voy a extrañar.
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«Antártida», Claire Keegan.
Cada vez que la mujer felizmente casada salía, se preguntaba cómo sería dormir con otro hombre. Ese fin de semana estaba decidida a descubrirlo. Era diciembre; sintió que se corría un telón sobre otro año. Quería hacer eso antes de ponerse demasiado vieja. Estaba segura de que se iba a desilusionar.
El viernes a la noche tomó el tren a la ciudad, se sentó a leer en un vagón de primera clase. El libro no llegó a interesarle; ya podía prever el final. Del otro lado de la ventana, las casas iluminadas pasaban veloces en la oscuridad. Había dejado afuera un plato de macarrones y queso para los chicos, había ido a buscar a la tintorería los trajes de su marido. Le había dicho que iba a hacer las compras de Navidad. No había razón para que no confiara en ella.
Cuando llegó a la ciudad, tomó un taxi hasta el hotel. Le dieron un cuarto pequeño y blanco, con vista a Vicar’s Close, una de las calles más antiguas de Inglaterra, una hilera de casas de piedra, con altas chimeneas de granito, donde vivía el clero. Esa noche se sentó en el bar del hotel a beber tequila con lima. Los viejos leían periódicos, no había mucho movimiento, pero no le importó, necesitaba una noche de descanso. Se metió en la cama que pagó y cayó en un sueño sin sueños, y se despertó con el sonido de las campanas que repicaban en la catedral.
El sábado fue hasta el shopping. Las familias habían salido a empujar cochecitos, a través de la muchedumbre matinal, un espeso torrente de personas que circulaba por las puertas automáticas. Compró regalos inusuales para los chicos, cosas que pensó no iban a imaginarse. Al hijo mayor le compró una afeitadora eléctrica —ya era hora—, un atlas para la niña y, para su marido, un costoso reloj de oro con esfera plana y blanca.
A la tarde se vistió, se puso un vestido color ciruela, tacos altos, su lápiz labial más oscuro y volvió al centro. Una canción de fonola, «La balada de Lucy Jordan», la atrajo al pub, una cárcel transformada, con barrotes en las ventanas y un techo bajo brillante. En un rincón, titilaban las máquinas tragamonedas y, en el momento en que se sentó en el taburete junto a la barra, por la canaleta cayó un montón de monedas.
—Hola —le dijo el tipo que estaba sentado al lado de ella—. No te había visto antes.
Tenía tez rojiza, una cadena de oro debajo de la camisa hawaiana de cuello abierto, cabello color barro y su vaso estaba casi vacío.
—¿Qué estás tomando? —preguntó ella.
Resultó ser un verdadero parlanchín. Le contó la historia de su vida, que trabajaba por las noches en un geriátrico. Que vivía solo, era huérfano, que no tenía familiares, salvo un primo lejano al que nunca había conocido. No llevaba anillo en el dedo.
—Soy el hombre más solitario del mundo —dijo—. ¿Qué hay de ti?
—Soy casada —le dijo, antes de saber lo que estaba diciendo.
Él se rio.
—Juguemos al pool.
—No sé jugar.
—No importa —dijo el hombre—. Te enseñaré. Vas a embocar esa negra antes de darte cuenta.
Puso monedas en una ranura y tiró de algo, y un pequeño estruendo de bolas de billar se derramó dentro de un agujero oscuro debajo de la mesa.
—Rayadas y lisas[1] —dijo, poniéndole tiza al taco—. O eres unas o eres otras. Yo empiezo.
Le enseñó a inclinarse y medir la bola, a observar la bola del taco cuando le daba, pero no la dejó ganar ni un juego. Cuando ella fue al baño, estaba borracha. No pudo encontrar la punta del papel higiénico. Apoyó la frente contra el frío del espejo. No recordaba haber estado tan borracha alguna vez. Bebieron sus copas y salieron. El aire le dolía en los pulmones. Las nubes se estrellaban unas contra otras en el cielo. Dejó caer la cabeza hacia atrás para verlas. Deseó que el mundo pudiera volverse de un rojo fantástico y escandaloso para combinar con su humor.
—Caminemos —dijo él—. Te llevaré a dar una vuelta.
Caminó a la par de él, oyendo el crujido de su campera de cuero, mientras él la guiaba por una vereda donde se curvaba el foso que había alrededor de la catedral. Afuera del Palacio del Obispo había un viejo que vendía pan duro para los pájaros. Le compraron y se quedaron junto al borde del agua, alimentando a cinco cisnes cuyas plumas se estaban poniendo blancas. Unos patos marrones cruzaron el agua volando y aterrizaron en el foso con un leve y delicado movimiento. En el momento en que un labrador negro se apareció a los saltos por la vereda, un desorden de palomas levantó vuelo al mismo tiempo, y se posó mágicamente sobre los árboles.
—Me siento como si fuera San Francisco de Asís — dijo ella riéndose.
Empezó a llover; sintió que la lluvia caía sobre su rostro como si fuera pequeñas descargas eléctricas. Volvieron sobre sus pasos hasta el mercado, donde se habían montado puestos protegidos por una lona alquitranada. Vendían de todo: libros hediondos de segunda mano y porcelana, grandes estrellas federales rojas, coronas navideñas, adornos de cobre, pescado fresco que yacía sobre hielo, con ojos muertos.
—Ven a casa —le dijo él—. Te cocinaré.
—¿Me cocinarás?
—¿Comes pescado?
—Como de todo —dijo la mujer y él parecía divertido.
—Conozco a las de tu tipo —dijo el hombre—. Eres salvaje. Eres una de esas mujeres salvajes de clase media.
Escogió una trucha que se veía como si todavía estuviese viva. El pescadero le cortó la cabeza y la envolvió en papel metalizado. A una mujer italiana que atendía el puesto al final de la feria el hombre le compró un frasco de aceitunas negras y un pedazo de queso feta. Compró limas y café de Colombia. Siempre, cuando pasaban delante de los puestos, le preguntaba a ella si quería algo. Era desprendido con el dinero, lo llevaba arrugado en los bolsillos, como si fuera facturas viejas, ni siquiera alisaba los billetes cuando los daba. Camino a la casa de él, se detuvieron en una licorería, compraron dos botellas de Chianti y un número de la lotería, todo lo cual ella insistió en pagar.
—Si ganamos, dividimos —dijo la mujer—. Vamos a las Bahamas.
—Sí, puedes esperar sentada —le dijo el hombre y la vio cruzar la puerta que él le había abierto. Pasearon por calles adoquinadas, dejaron atrás una barbería en la que un hombre, sentado con la cabeza hacia atrás, estaba siendo afeitado. Las calles se hicieron angostas y serpenteantes: ahora estaban fuera de la ciudad.
—¿Vives en los suburbios? —preguntó la mujer.
Él no respondió, siguió caminando. La mujer sintió el olor del pescado. Cuando llegaron a un portón de hierro forjado, él le dijo «dobla a la izquierda». Pasaron debajo de una arcada que daba a un callejón sin salida. Él abrió la puerta de una casa de esa cuadra y la siguió escaleras arriba en dirección al piso más alto.
—Sigue caminando —le decía, cuando ella se detenía en los descansos. Ella se reía nerviosa y subía, volvía a reírse nerviosa y volvía a subir. Arriba de todo se detuvo.
La puerta necesitaba aceite; los goznes chirriaron cuando se abrió. Las paredes del departamento no tenían adornos y estaban amarillentas, los alféizares estaban polvorientos. En la pileta de la cocina había una taza sucia. Un gato persa blanco saltó de un sofá en la sala de estar. Estaba abandonado, como un lugar donde ya no viviera nadie; olor a humedad, ningún signo de teléfono, ninguna foto, adornos, árbol de Navidad. El gomero del living se arrastraba por la alfombra en dirección a un cuadrado de luz que venía de la calle.
Había en el baño una gran bañera de hierro fundido, con patas de acero azul.
—Un baño —dijo ella.
—¿Quieres un baño? —preguntó el hombre—. Pruébala. La llenas y te metes. Vamos, adelante.
La mujer llenó la bañera, mantuvo el agua tan caliente como pudo soportarla. Él entró y se desnudó hasta la cintura, y se afeitó en el lavabo, dándole la espalda. Ella cerró los ojos y lo escuchó batir la espuma de afeitar, golpear la navaja contra el lavabo, afeitarse. Era como si ya lo hubieran hecho antes. Pensó que él era el hombre menos amenazador que hubiese conocido. Se apretó la nariz y se deslizó debajo del agua, oyendo cómo la sangre le bombeaba en la cabeza, el ajetreo y la nube en su cerebro. Cuando emergió, él estaba ahí, entre el vapor, limpiándose rastros de espuma de afeitar del mentón, sonriente.
—¿Te diviertes? —preguntó él.
Cuando él se puso a enjabonar una toalla de mano, ella se incorporó. El agua le caía por los hombros y le chorreaba por las piernas. Él comenzó por los pies y fue subiendo, enjabonándola lenta y enérgicamente. La mujer lucía bien a la luz amarilla de la espuma; levantaba los pies y los brazos y, ante su requerimiento, se daba vuelta como una niña. La hizo meterse nuevamente en el agua y la enjuagó. La envolvió en una toalla.
—Ya sé lo que necesitas —le dijo él—. Necesitas que te cuiden. No hay una sola mujer en el mundo que no necesite que la cuiden. No te muevas —añadió y salió para volver con un peine y comenzar a peinarle los nudos del cabello—. Mírate. Eres una verdadera rubia. Tienes vello rubio, como un durazno. —Y los nudillos de él se deslizaron por su nuca y siguieron por su columna.
Su cama era de bronce con un acolchado blanco de duvet y fundas de almohada negras. Ella le desabrochó el cinturón, se lo sacó de las presillas. La hebilla tintineó cuando tocó el suelo. Lo liberó de los calzoncillos. Desnudo no era bello, aunque había algo voluptuoso en él, algo inquebrantable y recio en su constitución. Tenía la piel caliente.
—Suponte que eres América —le dijo ella—. Yo seré Colón.
Debajo de la ropa de cama, entre la humedad de los muslos del hombre, ella exploró su desnudez. El cuerpo de él era una novedad. Cuando los pies de ella se enredaron en las sábanas, se las sacó de encima. En la cama, ella tenía una fortaleza sorprendente, una urgencia que lo lastimaba. Lo tomó del cabello y le llevó la cabeza hacia atrás, borracha con el olor de un extraño jabón en el cuello de él. El hombre la besó y la besó. No había ningún apuro. Sus palmas eran las manos ásperas de un obrero. Lucharon contra su deseo, combatieron contra lo que al final les iba a ganar.
Después, fumaron; ella no había fumado en años, había dejado después del primer hijo. Se estiraba para buscar el cenicero, cuando, debajo de su radio reloj, vio un cartucho de escopeta.
—¿Qué es eso?
Lo levantó. Era más pesado de lo que parecía.
—Ah, eso. Es algo que me regalaron.
—Qué regalo —dijo la mujer—. Parece que no solo te gustan los tiros del pool.
—Ven acá.
Ella se acurrucó contra él y rápidamente se durmieron, el adorable sueño de niños, y se despertaron en la oscuridad, hambrientos.
Mientras él se hacía cargo de la cena, ella se sentó en el sofá, con el gato en el regazo, y miró un documental sobre la Antártida, millas de nieve, pingüinos que arrastraban las patas con vientos bajo cero, el Capitán Cook navegando en busca del continente perdido. Él se apareció con una servilleta en el hombro y le ofreció una copa de vino helado.
—Tú —le dijo— tienes algo con los exploradores. —Y se inclinó sobre el respaldo del sofá y la besó.
—¿Con qué te ayudo? —preguntó la mujer.
—Con nada —respondió él y volvió a la cocina.
Ella bebió su vino y sintió cómo el frío le bajaba por el estómago. Lo podía oír cortando verduras, el hervor del agua sobre la hornalla. El olor de la cena flotó por los cuartos. Coriandro, jugo de lima, cebollas. Podría seguir borracha; podría vivir así. Él volvió y dispuso los cubiertos en la mesa, encendió una vela verde y gorda, dobló las servilletas de papel. Se veían como pirámides pequeñas y blancas, bajo la vigilancia de la llama. Ella apagó el televisor y acarició al gato. Su pelo blanco cayó en la bata azul oscura, de talla mucho más grande que la suya. Vio el humo del fuego de otro hombre del otro lado de la ventana, pero no pensó en su marido, y su amante tampoco mencionó la vida hogareña de ella ni una vez.
En cambio, con ensalada griega y trucha grillada, por alguna razón la conversación tuvo al infierno como tema.
De niña, le habían dicho que el infierno era diferente para cada persona, la peor de las situaciones posibles que uno imaginara.
—Siempre pensé que el infierno sería un sitio insoportablemente frío, en el cual una estaría medio congelada, pero sin perder la conciencia y sin sentir verdaderamente nada —dijo la mujer—. No habría nada, salvo un sol frío y el diablo, allí, mirándote.
Tembló y se sacudió. Estaba colorada. Llevó la copa a sus labios e inclinó el cuello hacia atrás mientras tragaba. Tenía un cuello hermoso y largo.
—En ese caso —dijo él—, para mí, el infierno estaría desierto; no habría nadie. Ni siquiera el diablo. Siempre quise considerar que el infierno está poblado. Todos mis amigos irán al infierno.
El hombre le echó más pimienta a su plato de ensalada y arrancó un pedazo blanco del centro del pan.
—En la escuela —dijo la mujer, sacándole la piel a su trucha—, la monja nos dijo que el infierno iba a durar toda la eternidad. Y cuando le preguntamos cuánto iba a durar la eternidad, nos contestó: «Piensen en toda la arena del mundo, todas las playas, toda la arena de las canteras, el lecho de los océanos, los desiertos. Ahora imagínense todos esos granos en un reloj de arena, una clepsidra gigante. Si por año cae un grano de arena, la eternidad es el lapso que a toda la arena del mundo le toma atravesar ese vidrio». ¡Qué te parece! Nos aterrorizó. Éramos muy niñas.
—Aún no crees en el infierno —dijo él.
—No. ¿Qué te creíste? Ojalá la hermana Emmanuel pudiera verme ahora, cogiéndome a un completo desconocido. Qué risa —dijo y, sacándole una escama a la trucha, comió un pedazo con las manos.
Él dejó los cubiertos de lado, apoyó las manos sobre sus propios muslos y se la quedó mirando. Estaba satisfecha, jugaba con la comida.
—De modo que piensas que también todos tus amigos irán al infierno —dijo la mujer—. Qué bien.
—Pero no al de tu monja.
—¿Tienes muchos amigos? Supongo que conoces gente del trabajo.
—A algunos —respondió—. ¿Y tú?
—Tengo dos buenos amigos —dijo ella—. Dos personas por quienes moriría.
—Tienes suerte —le dijo el hombre, y se levantó para hacer el café.
Esa noche, él fue voraz, entregándose totalmente a ella. No había nada que no habría hecho.
—Eres un amante generoso —le dijo ella más tarde, pasándole un cigarrillo—. Eres muy generoso y punto.
El gato se trepó a la cama y la sobresaltó. Había algo escalofriante en ese gato.
Las cenizas del cigarrillo cayeron sobre el acolchado, pero estaban demasiado borrachos como para preocuparse. Borrachos y descuidados y en la misma cama la misma noche. En realidad, todo era muy simple. Del departamento de abajo comenzó a subir música navideña. Canto gregoriano, monjes cantando.
—¿A quién tienes de vecino?
—Oh, a una viejita. Sorda como una tapia. Canta, también. Ahí abajo está en su mundo, tiene horarios extraños.
Se dispusieron a dormir; ella, con la cabeza apoyada en el hombro de él. Él le acariciaba el brazo, arrullándola como a un animal. La mujer imitó el ronroneo de un gato, haciendo sonar las erres de la manera en que le habían enseñado en las clases de castellano, mientras el granizo golpeteaba contra los cristales de las ventanas.
—Te voy a extrañar cuando te vayas.
Ella no dijo nada, se quedó ahí mirando cómo cambiaban los números rojos de la radio reloj hasta que se quedó dormida.
El domingo la mujer se despertó temprano. Durante la noche había caído una helada blanca. Se vistió, lo observó dormir, con la cabeza sobre la almohada negra. En el baño, miró dentro del botiquín. Estaba vacío. En el living, leyó los lomos de los libros. Estaban ordenados alfabéticamente. Atravesando el pavimento traicionero, se encaminó al hotel para pagar la cuenta. Se perdió y tuvo que preguntarle cómo seguir a una señora de aspecto preocupado y con un caniche. En el lobby del hotel resplandecía un gran árbol de Navidad. Su valija estaba abierta sobre la cama. La ropa olía a humo de cigarrillo. Se duchó y se cambió. La mucama llamó a las diez, pero ella le indicó que se fuera, le dijo que no la molestara, le dijo que nadie debería trabajar los domingos.
En el lobby, se sentó en la cabina de teléfono y llamó a su casa. Preguntó por los chicos, por el tiempo, le preguntó a su marido cómo había sido su día, le contó los regalos que les había comprado a los chicos. Volvería a los cuartos desordenados y revueltos, a los pisos sucios, a las rodillas lastimadas, a un vestíbulo con bicicletas y skates. Preguntas. Cortó, se dio cuenta de que detrás de ella había una presencia que esperaba.
—Nunca dijiste adiós.
Ella sintió la respiración de él en su cuello.
Ahí estaba, una gorra de lana negra le cubría las orejas, ocultándole la frente.
—Dormías —respondió.
—Te escabulliste —le dijo el hombre—. Eres discreta.
—Yo…
—¿Querías escabullirte para almorzar y emborracharte? —dijo, empujándola dentro de la cabina y besándola, un beso largo y húmedo—. Me desperté a la mañana con tu olor en las sábanas —le dijo—. Fue hermoso.
—Envásalo —respondió ella— y nos haremos ricos.
Almorzaron en un lugar con paredes de dos metros, ventanas en arco y piso de lajas. Su mesa estaba al lado del fuego. Comiendo carne asada con Yorkshire pudding, volvieron a emborracharse, pero no hablaron mucho. Ella bebía Bloody Marys y le decía al mozo que no fuera tímido con la salsa tabasco. Empezaron con cerveza, luego pasaron a los gin tonics, todo lo que pudiese alejar la perspectiva inminente de su separación.
—Por lo general, yo no bebo así —dijo la mujer—. ¿Y tú?
—No —dijo él y le hizo una seña al mozo para que trajera otra ronda.
Se tomaron más tiempo del debido con el postre y los diarios dominicales. Vino la patrona y echó más leña al fuego. En un momento dado, mientras daba vuelta la página del diario, ella levantó la vista. Él le estaba mirando fijo la boca.
—Sonríe —dijo el hombre.
—¿Qué?
—Sonríe.
Sonrió y él se estiró para poner la punta de su dedo índice contra los dientes de ella.
—Listo —le dijo, mostrándole un pedacito de comida —. Ya está.
Cuando pasaron por el mercado, caía una niebla espesa sobre la ciudad, tan espesa que ella apenas podía leer los carteles. Los vendedores domingueros rezagados, salidos para hacer las ventas de Navidad, mostraban sus porcelanas.
—¿Terminaste con las compras de Navidad? —preguntó ella.
—No. ¿Acaso tengo a alguien a quien regalarle algo? Soy huérfano. ¿Recuerdas?
—Lo siento.
—Vamos. Caminemos.
Él la tomó de la mano y la condujo por una calle sucia que daba a un bosque negro, más allá de las casas. Le apretaba la mano; a ella le dolían los dedos.
—Me estás lastimando —le dijo.
Dejó de apretarla, pero no se disculpó. La luz abandonaba el día. El atardecer avanzaba sobre el cielo, sobornando a la luz para que oscureciese. Caminaron un buen rato sin hablar, limitándose a sentir el silencio del domingo, oyendo a los árboles que se tensaban contra el viento helado.
—Me casé una vez, estuve en África de luna de miel —dijo repentinamente el hombre—. No duró. Tenía una casa grande, muebles, de todo. Era una buena mujer; también, una maravillosa jardinera. ¿Viste la planta esa que hay en mi living? Bueno, era suya. Durante años estuve esperando que se muriese, pero la mierda esa sigue creciendo.
Ella recordó la planta que reptaba por el piso, del tamaño de un hombre adulto, con una maceta no más grande que una cacerola, las raíces secas enmarañadas sobre la maceta. Un milagro que todavía estuviera viva.
—Hay cosas sobre las que uno no tiene control —dijo el hombre, rascándose la cabeza—. Me dijo que sin ella no duraría ni un año. Ja, se equivocó —agregó y la miró sonriéndole, una extraña sonrisa de victoria.
Para entonces ya se habían adentrado mucho en el bosque; salvo por el sonido de sus pasos sobre el camino y por la franja de cielo entre los árboles, ella podría no haber estado segura de dónde estaba el sendero. De pronto, él la agarró y la tiró debajo de los árboles, la empujó contra un tronco. Ella no podía ver. Sintió la corteza a través del abrigo, el vientre de él contra el suyo, pudo oler el gin en su aliento.
—No me olvidarás —le dijo él, sacándole el cabello de los ojos—. Dilo. Di que no me olvidarás.
—No te olvidaré.
En la oscuridad, pasó sus dedos por el rostro de ella, como si fuera un ciego tratando de memorizarla.
—Tampoco yo te olvidaré. Algo de ti quedará latiendo acá —dijo el hombre, tomándole la mano y poniéndola dentro de su camisa. Ella sintió latir el corazón del hombre debajo de su piel caliente. Él la besó entonces como si en la boca de ella hubiese algo que quería. Palabras, probablemente. En ese momento repicaron las campanas de la catedral y ella se preguntó qué hora era. Su tren partía a las seis, pero había empacado todo, no había prisa.
—¿Ya dejaste el hotel?
—Sí —se rio ella—. Creen que soy la pasajera más pulcra que jamás tuvieron. Mi equipaje está en el lobby.
—Ven a mi casa. Te llamaré un taxi, voy a despedirte.
Ella no estaba de ánimo para sexo. Mentalmente, ya se había ido, se encontraba con su esposo en la estación. Se sentía limpia, plena y afectuosa; lo único que ahora quería era un buen sueñito en el tren. Pero, finalmente, no pudo pensar en ninguna razón para no ir y, a modo de regalo de despedida, le dijo que sí.
Salieron de la oscuridad del bosque, caminaron por Vicar’s Close y aparecieron debajo del foso, no lejos del hotel. Había gaviotas. Revoloteaban sobre las aves acuáticas, se lanzaban en picada y se apoderaban del pan que un grupo de estadounidenses les arrojaba a los cisnes. Ella recogió la valija y caminó por las calles resbalosas hasta la casa de él. Las habitaciones estaban frías. Los platos sucios del día anterior habían quedado en remojo en la pileta, había un reborde de agua grasienta sobre el aluminio. Un resto de luz se filtraba por el espacio que quedaba entre las cortinas, pero el hombre no encendió la luz.
—Ven —le dijo.
Se sacó la campera y se arrodilló ante ella. Le desabrochó las botas, desatando los cordones lentamente, le sacó las medias, le bajó la bombacha hasta los tobillos. Se incorporó y le abrió cuidadosamente la blusa, contempló los botones, le bajó el cierre de la falda, deslizó el reloj de la mujer hasta tenerlo en la mano. Luego, buscó debajo del cabello de ella y le sacó los aros. Eran aros colgantes, hojas de oro que el marido le había regalado para su cumpleaños. La desnudó; tenía todo el tiempo del mundo. Ella se sentía como una niña a la que van a acostar. No tenía que hacer nada con él, para él. Ningún deber, lo único era estar ahí.
—Acuéstate —le dijo.
Desnuda, se dejó caer sobre el acolchado.
—Podría dormirme —dijo, cerrando los ojos.
—Todavía no —respondió él.
El cuarto estaba frío, pero él transpiraba; ella podía oler su transpiración. Con una mano, le inmovilizó las muñecas por encima de la cabeza y le besó la garganta. Una gota de sudor cayó sobre el cuello de ella. Se abrió un cajón y algo hizo un ruido metálico. Esposas. La mujer se sobresaltó, pero no pensó con la suficiente rapidez como para oponerse.
—Te va a gustar —le dijo él—. Confía en mí.
La esposó a la cabecera de la cama de bronce. Una parte de la mente de ella entró en pánico. Había en él algo premeditado, algo callado y avasallador. Más gotas de sudor cayeron sobre ella. Sintió el gusto picante de la sal en la piel de él. Retrocedía y avanzaba, la hizo pedir más, acabar.
El hombre se levantó. Salió y la dejó allí, esposada a la cabecera. Se encendió la luz de la cocina. Ella olió el café, lo oyó cascar huevos. Volvió con una bandeja y se sentó a su lado.
—Tengo que…
—No te muevas —dijo con tranquilidad. Estaba absolutamente sereno.
—Sacame las…
—Shhhh —dijo—. Come. Come antes de irte. —Y le extendió un pedazo de huevo revuelto pinchado a un tenedor, y ella lo tragó. Tenía gusto a sal y pimienta. Volvió la cabeza. En el reloj se leía 5.32.
—Dios, mira la hora que…
—No blasfemes —le dijo—. Come. Y bebe. Bebe esto. Ya traigo las llaves.
—¿Por qué no…?
—Vamos, bebe. Anda. Bebí contigo, ¿recuerdas? Todavía esposada, bebió el café de la taza que él le acercó a la boca. Fue apenas un minuto. Sintió una sensación cálida y oscura, y luego se durmió.
Cuando despertó, él estaba de pie, en la brutal luz fluorescente, vistiéndose. Seguía esposada a la cama. Trató de hablar, pero estaba amordazada. Uno de sus tobillos también estaba esposado a la pata de la cama con otro par de esposas. Él continuaba vistiéndose, abrochándose la camisa de jean.
—Tengo que ir a trabajar —dijo, atándose los cordones—. No tengo otra.
Salió y volvió con una palangana.
—Por si te hace falta —dijo, dejándola sobre la cama.
La arropó y luego la besó, un beso rápido y normal, y apagó la luz. Se detuvo en el vestíbulo y se volvió hacia ella. Su sombra se irguió amenazante sobre la cama. Ella abrió grandes los ojos, suplicante. Trató de alcanzarlo con los ojos. Él estiró las manos y le mostró las palmas.
—No es lo que crees —le dijo—. No es para nada eso. Te amo. Trata de comprender.
Y entonces se dio media vuelta y se fue. Lo oyó irse, lo oyó en las escaleras, un cierre relámpago que se cerraba. La luz del vestíbulo se apagó, el portazo, lo oyó caminar sobre el pavimento, los pasos menguantes.
Frenética, hizo lo que pudo para sacarse las esposas. Hizo de todo para liberarse. Era una mujer fuerte. Intentó separar la cabecera, pero cuando logró zafar de un codazo la sábana, descubrió que estaba sujeta con pernos al elástico. Durante un buen rato se sacudió en la cama. Quería gritar «¡Fuego!». Eso es lo que la policía les decía a las mujeres que gritaran en una emergencia, pero, con la venda, no podía articular. Se las arregló para apoyar el pie libre en el suelo y para patear sobre la alfombra. Luego se acordó de la abuela sorda del piso de abajo. Pasaron horas antes de que se calmase para pensar y oír. Su respiración se estabilizó. Oyó que en el cuarto de al lado la cortina golpeaba. Él había dejado abierta la ventana. Con la conmoción, el acolchado había caído al piso y ella estaba desnuda. No podía alcanzarlo. Entraba frío, inundando la casa, llenando los cuartos. Tembló. El aire frío baja, pensó. De a poco, los temblores pasaron. Un entumecimiento persistente le fue ganando el cuerpo; se imaginó que la sangre reducía la velocidad en sus venas, que el corazón se le encogía. El gato saltó y aterrizó en la cama, trazando círculos sobre el colchón. Su rabia embotada se transformó en terror. Eso también pasó. Ahora, la cortina de la habitación de al lado golpeaba más rápido: el viento era más fuerte. Pensó en el hombre y no sintió nada. Pensó en su esposo y en sus hijos. Tal vez nunca la encontrarían. Tal vez nunca volvería a verlos. No importaba. Podía ver su propio aliento en la oscuridad, sentir el frío que le atenazaba la cabeza. Empezaba a emerger sobre ella un frío y lento sol que iluminaba el este. ¿Era su imaginación o era la nieve que caía más allá de los vidrios de las ventanas? Contempló el reloj sobre la mesa de luz, los números rojos que cambiaban. El gato la observaba, sus ojos oscuros como semillas de manzana. Pensó en la Antártida, en la nieve y en el hielo y en los cuerpos de los exploradores muertos. Luego pensó en el infierno; después, en la eternidad.
Autor: Claire Keegan
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javisuzumiya02 · 4 years
Note
headcanons:1 a angie le mortifica que lucenda tenga pechos mas grandes que los suyos como se ve en el dibujo teen titans 2 lucenda lo sabe e indirectamente se los restriega 3 cuando lincoln lo hace con lucy a veces hacen juego de roll de vampiros donde casi siempre el es el vampiro por temor a que jordan vea marcas de besos en el cuello de lincoln
Lucenda es una gotica, tendra pecho pequeño pero gran retaguardia jeje. De hecho se pueden ver un poco de sus atributos en el mini comic que hice de ella mandandole a Jimmy su traje de baño.
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siemprefran · 5 years
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- LOS REPELENTES DE MOSQUITOS NO REPELEN. TE OCULTAN. EL SPRAY BLOQUEA LOS SENSORES DEL MOSQUITO POR LO TANTO ELLOS NO SABEN QUE ESTAS AHÍ. - Los dentistas recomiendan que el cepillo de dientes debe estar al menos 1.80 mts alejado del inodoro para evitar las partículas en el aire resultante de tirar la cadena. - El líquido dentro de los cocos aún verdes puede ser usado como sustituto del plasma de la sangre. - Ningún pedazo de papel puede ser plegado a la mitad más de 7 veces. Inténtalo. - Los burros matan más gente anualmente que los accidentes aéreos. - Quemas más calorías durmiendo que mirando televisión. - El roble no produce bellotas hasta que tiene 50 años o más. - El rey (K) de corazones es el único rey sin bigotes. - La distancia de alas del Boeing 747 Jumbo es más larga que el vuelo del primer avión de los hermanos Wright. - American Airlines ahorró $40,000 en 1987 eliminando 1 aceituna de las ensaladas servidas en primera clase. - Venus es el único planeta que gira en sentido horario. - Las manzanas, no la cafeína, son más eficientes para despertarte en la mañana. - La mayoría de las partículas de polvo en tu casa provienen de la piel muerta. - El primer dueño de Marlboro murió de cáncer al pulmón. - Michael Jordan gana más plata con Nike que todos los obreros de Nike en Malasia juntos. - Marilyn Monroe tenía 6 dedos en los pies. - Walt Disney tenía miedo a los ratones. - Las perlas se disuelven en vinagre. - Las tortugas pueden respirar a través de sus colas. - En 10 minutos, un huracán lanza más energía que todas las armas nucleares juntas. - En promedio, 100 personas mueren ahogados al año con bolígrafos. - La gente le teme a las arañas más de lo que ellas matan. - 90% de los taxistas de New York City son inmigrantes recién llegados. - Sólo 1 persona en 2 mil millones vivirá más de 116 años. - Las mujeres parpadean casi 2 veces más que los hombres. - La Librería Principal de la Universidad de Indiana se hunde más de 2 cm por año porque los ingenieros olvidaron calcular el peso de los libros. - Un caracol puede dormir por 3 años. - Ninguna palabra rima con indio. - Nuestros ojos tienen siempre el mismo tamaño desde el nacimiento, pero la nariz y orejas nunca paran de crecer. - La silla eléctrica fue inventada por un dentista. - Todos los osos polares son zurdos.- En el antiguo Egipto, los sacerdotes se arrancaban cada pelo de sus cuerpos incluso cejas y pestañas. - "Ve," es la oración completa más corta que puede escribirse. - Si Barbie fuera tamaño real, sus medidas serían 99 60 84. Mediría 2.15mts. Su nombre completo es Barbara Millicent Roberts. - El cocodrilo no puede sacar la lengua afuera. - El encendedor se inventó antes que los fósforos. - Los estadounidenses comen un promedio de 7.5 hectáreas de pizza por día. - La flor más grande del mundo, la rafflesia, pesa 6Kg. y tiene 1 metro de anchura. Su olor pestilente a carne podrida atrae a las moscas. - Una sola colonia de hormigas puede alcanzar mas de 20 millones de individuos. -Las arañas no caen en sus propias redes, porque tienen una especie de "cepillo" en sus patas. Este cepillo hace que las patas peinen los hilos de la tela cuando la araña camina sobre ella y así ya no se queda atrapada en sus redes. Al contrario, cada vez que la araña peina las redes hace que estas se vuelvan más pegajosas. -Las hormigas no se alimentan de hojas, lo que hacen es llevar hojas al hormiguero donde las guardan. Después de un tiempo las hojas se llenan de hongos, que son el verdadero alimento de las hormigas. -En 1983 aparecen en el mercado los primeros discos compactos Su duración es de 74 minutos debido a la 9ª Sinfonía de Beethoven. -En 1992 las Iglesia Católica decide levantar la acusación de herejía lanzada contra Galileo ? Fué 359 años después de condenarlo y quemarlo en la hoguera. -La mayoría de los peces no pueden cerrar los ojos y por eso creemos que no duermen, lo que pasa es que muchos entran en un estado de sueño, quedándose en el mismo sitio flotando o yaciendo en el fondo. -Los mosquitos son considerados como los animales que mas muertes ocasionan, un millón de niños al año en África, pues transmiten el paludismo. -Encima de una cama viven unos dos millones de ácaros ciegos Estos animalitos se alimentan con partículas de piel muerta. De cada persona se desprenden unos cincuenta millones de escamas de piel por día. -El arco iris es un segmento de círculo, con su parte inferior cortada por el horizonte. El centro de este círculo se encuentra en un punto exactamente opuesto al sol, desde el punto de vista del observador. En circunstancias favorables, es posible ver desde un avión a gran altura un arco iris como un círculo completo. -El volumen de aire que respiramos durante 24 horas supera los doce metros cúbicos Puestos en una balanza alcanzarían dieciséis kilos. La cantidad de aire que ingerimos está muy por encima de los alimentos que consumimos. -La línea ferroviaria más larga del mundo es la del legendario tren Transiberiano, que va desde Moscú a Nakhodka, en el Lejano Oriente de la ex Unión Soviética Son en total 9.438 kilómetros, completados de construir en 1984. Durante su trayecto, el Transiberiano cruza casi 4.000 puentes. -El león es llamado equivocadamente el "rey de la selva". Su rango aristocrático proviene de su porte: talla, fortaleza, abundante melena, rugido... Sin embargo, no vive en la selva, sino en la sabana, es decir, en las llanuras de ciertas regiones de Africa.-Los tiburones habitaban el planeta 300 millones de años antes de la aparición de los dinosaurios. Han permanecido prácticamente iguales durante los últimos 100 millones de años. -A los 67 años, Sigmund Freud (1856-1939) contrajo un cáncer de mandíbula, a pesar de lo cual siguió fumando de quince a veinte puros al día. En los últimos dieciséis años de su vida fue operado 31 veces. Murió al inyectarle su médico, a petición propia, una dosis letal de morfina. -Alfonso de Borbón y Borbón (1866-1934), tataranieto de Carlos III de España, fue bautizado con un total de 94 nombres de pila, algunos de ellos, además, compuestos. -Allan Pinkerton (1819-1884), fundador de la famosa agencia norteamericana de detectives Pinkerton, murió tras morderse la lengua en un traspiés y contraer gangrena. -Como media, los testiculos de los europeos son el doble de grandes que los de los chinos. -El promedio de las ballenas azules produce mas de 400 galones de espermas cuando eyacula y solo el 10% es depositado en la pareja. De modo que 360 galones son derramados en los océanos cada vez que realizan una descarga eyaculativa. .....Y usted se pregunta por que el mar es tan salado?. No trague agua. - En la época del Imperio Romano, muy poca gente tenía en su casa baños, por ese motivo existían baños públicos, que también eran considerados como lugares de reunión. Las personas no solo iban a bañarse, también iban a encontrarse con amigos para charlar, hacer ejercicios, tomar sol, nadar o recibir masajes. Algunos baños de ciudades importantes tenían bibliotecas. Las mujeres y los hombres no los compartían, los baños mixtos no estaban permitidos. En esa época no usaban jabón sino aceites que se pasaban por todo en cuerpo y luego se los quitaban con unos instrumentos llamados ¨strigiles¨ de madera o metal. Los baños eran calefaccionados mediante tuberías que desde un extremo el aire era calentado por un horno y luego circulaba calentando las paredes de las habitaciones. - El rey Tonga tenía el deber y el derecho de desflorar a todas las mujeres vírgenes de su isla. Esta obligación seguía ejerciéndola a la edad de 80 años. - Cada segundo se destruyen 2.000 metros cuadrados de bosque y cada minuto desaparecen 25 Hectáreas de selva tropical. Actualmente mas de 2.000 millones de personas viven directamente de la explotación de los bosques. - Existió realmente la COCHINCHINA. Es un territorio al sur de Vietnam que fue colonia francesa y se reintegró a Vietnam en 1949. - El ser humano renueva la piel a lo largo de toda su vida. Desde que nace hasta que muere perderá más de 100 kg - Las Secoyas son gigantescos árboles de más de 100 de altura ?Entre ellos se encuentra el vegetal más alto del mundo, llamado "National Geographic Society". Esta descomunal planta tiene una talla de 113,7 metros. No obstante, no se trata del árbol más alto conocido por el hombre, pues el mismo estaba ubicado en Australia y se trataba de un fresno que, probablemente, habría alcanzado los 152,4 metros de envergadura. - Todos los gemelos de Nigeria, chicos y chicas, tienen el mismo nombre ?El primero en nacer se llama TAIWO y el segundo KEHINDE. - La manera mas fácil de diferenciar un animal carnívoro de un herbívoro es por sus ojos. Los carnívoros (perros, leones) los tienen al frente de la cabeza, lo que les facilita localizar su alimento. Los herbívoros los tienen a los lados de la misma (aves, conejos), lo que les ayuda a detectar la aproximación de un posible depredador. - Los romanos se lavaban los dientes con orines y los más apreciados de todos eran los españoles. Se guardaba el líquido hasta la llegada del comerciante que lo compraba, se envasaba en ánforas que se embarcaban en navíos de cabotaje que tardaban uno o dos meses hasta llegar a Roma. - El número de gente que se encuentra en aviones a cualquier hora del dia es de 61,000. - En los años veinte y treinta, la mayoría de los prostíbulos españoles se anunciaban de una forma muy curiosa . Lo hacian encubiertamente como "galvanización de pistolas". - En algunas zonas de Java, las parejas tienen relaciones sexuales en el campo para intentar que aumente la cosecha. - El alfabeto hawaiiano tiene 12 letras. - El hombre más alto de la historia médica fué Robert Pershing Wadlow nacido en 1918 en EE.UU. Media 272 centímetros de estatura y 288 cms de envergadura de brazos. - La gente inteligente tiene mas zinc y cobre ...en su cabello. - En un gramo de polvo hay entre 1.500 y 2.000 ácaros. Invisibles al ojo humano, casi transparentes, estos lejanos parientes de las arañas pululan en cada habitación de la casa. Se nutren de moho, pelusa, piel descamada y son responsables de gran parte de las alergias. - Los mayores pies conocidos son los de Haji Monammad de Pakistán. Calza un número 65. - Los pájaros carpinteros son animales muy hambrientos. En un solo dia se puede comer 900 larvas de escarabajos o 1,000 hormigas. El carpintero golpea la madera de 15 a 16 veces por segundo, casi dos veces mas rápido que los disparos de una ametralladora. Su cabeza viaja a una velocidad dos veces mas rápida que la de una bala. La fuerza del impacto de su cabeza en cada golpe, es equivalente a 1,000 veces la fuerza de gravedad (mas de 250 veces la fuerza que sienten los astronautas en una nave a la hora de salida). Y todo esto lo hace a veces 12,000 veces por día. - La ciudad mas alta es Aucanquileha en Chile. Está a 5334 mts sobre el nivel del mar. -Cada tres minutos se produce el avistamiento de un ovni en algún lugar del planeta. -El esqueleto de un humano pesa por termino medio 17kg. -El sol pierde 4.500.000 toneladas de masa por segundo. -En Bangladesh, 1986, cayo un granizo que pesaba dos kilos. -En el Kama-Sutra, los distintas medidas del pene se clasifican así: a partir de 13cm de liebre, cuando llega a 22cm de toro y mas de 25 cm de caballo. Que eres tu? :D -En el único pais del mundo en el que el indice de natalidad conocido es cero, es el Vaticano. -Existen mas de 100.000 latas distintas de cerveza en todo el mundo. -La ductilidad del oro es tal que con 30 gramos de este metal se podria fabricar 85.198 kilometros alambre. -La ley irani prohibe el uso de antenas parabolicas. -La nicotina inhalada a traves de un cigarillo produce efectos en el cerebro a los siete segundos.-La primera traduccion de Coca-Cola al chino fue bite the wax tadpole (muerde el renacuajo de cera). -La religion sintoista tiene ocho millones de dioses. -Segun la NASA, los embalses de la zona templada del globo frenan la rotacion terrestre reduciendo la duracion del dia en 0.2 millonesimas de segundo. -Un rayo puede producir 3.800 millones de kilovatios de energia electrica. -Una fabrica de coches puede fabricar hasta 1.800 unidades por dia. -A la muerte de la zarina rusa Isabel I Petronvna (1709-1762) se comprobó que su guardaropa contenía la nada despreciable cifra de unos cinco mil vestidos. Se cuenta que solía cambiarse hasta tres veces en una misma noche. -El 30 de junio de 1908 a las 7:15 am se suscitó unos de los misterios más grandes sin resolver hasta el día de hoy al occurir una explosión de magnitud equivalente a una bomba atómica en la región de siberiana de Russia llamada Tunguska. -El perrito caliente o hot-dog fue inventado en la ciudad de Nueva York, hacia 1906, por Harry Mozely Stevens, concesionario de puestos de bocadillos en los estadios de béisbol, con el nombre de dachhundsausages (salchichas "perro salchicha"). En 1913, la Cámara de Comercio de Coney Island prohibió el término inventado por Stevens, pues podía inferirse de él que las salchichas estaban hechas con carne de perro salchicha, en "en forma de" perro salchicha. Se dice que su actual nombre se debe al caricaturista deportivo Thomas Aloysius Dorgan, más conocido por el seudónimo de Tad. -El primer barco que enarboló la conocida enseña de los piratas -una calavera y dos tibias blancas cruzadas- fue el francés Emmanuel Wynne, en el año 1700. -El protector labial. El ácido carbónico un componente del lápiz de labios, es un poderoso anticancerigeno.
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ivanreydereyes · 11 months
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Por cierto..hablando de PUTOS IDOLOS DE ORO Y PUTA MUJER..hoy hace un año fotografie un puto partido de fútbol femenino [en este caso lo llamo puto xq deberían estar follando porque FALTA AMOR=cd debut de los MEXICANOS MANA en cuyo libreto del cd SUEÑOS LIQUIDOS sale LETIZIA ORTIZ en TOP LESS con un AVION de papel ardiendo]..e incluso hace falta que DEN A LUZ HIJOS en este PUTO PAIS DE VIEJOS E INMIGRANTES..
..partido en las instalaciones deportivas del PUTO MERCENARIO LUIS ARAGONES AL QUE IDOLATRABAN en el ESTADIO MANZANA+eRES como si fuera un DIOS [y el cual apesar de ganar la EUROCOPA de 2008 como SELECCIONADOR y en vez de preparar el MUNDIAL 2010 se fue a TURQUIA a por MAS DINERO..sustituyendole DEL BOSQUE q vino a verme a hacer la prueba en el PUTO REAL MADRID xq era amigo de la INFANCIA en SALAMANCA de MARCIANO MARTIN el padre de mi amigo y vecino Daniel Martín León al que seleccionaron y a mi tras dejarme la primera parte del partidillo en el banquillo y en la 2da parte marcar 2 goles, uno de TIJERA NO..luego le partiría la boca a DANIEL MARTIN=Cantante del CANTO DEL LOCO..en la PISCINA DE LA URBANIZACION..XQ SE VOLVIO UN CHULO MADRIDISTA y se me Dan bien muchos deportes como el BOXEO eso sí todo AMATEUR O AFICIONADO]..donde jugué al fútbol en enero de 2007 contra el equipo de los PEREZA [me animaron mis amigos a jugar al encontrarmelos a la salida del NH BARAJAS donde estaba tras más de 1 mes vagabundeando preparado para irme a LOS ANGELES tras AXL ROSE de GUNS N ROSES tal como le conté a PABLO CONEJO TORRES días antes o hermano de LEIVA DE PEREZA..gracias a que el de CORREOS=TENED ORGASMOS..me conocía y me dio la nueva dirección de sus PADRES]..empatando hasta en los Penales marcando yo el ULTIMO POR LA ESCUADRA tras jugar por primera vez al FUTBOL en 13 años [aparte de jugar un partido de fútbol sala donde me lesione y me escayolaron justo después de ver a JUAN PABLO II desde el cruce calle madre de DIOS y avda PIO XII]..pidiéndole al final a LEIVA [último que he visto fuera de Madrid o al aire libre en un PUTO FESTIVAL] su email ..y al día siguiente vinieron al hotel NH BARAJAS a llevarme al psikiatriko tras 12 horas PERTRECHADO con la cama KING SIZE entre la PUERTA Y LA PARED DEL BAÑO..x lo q los BOMB_EROS empezaron a ROMPER LA PARED..luego tras decir a mis amigos que estaban en el HALL q me habían traicionado y decirme que no podían hacer nada o cuando me iban a subir a la AMBULANCIA empuje al POLICIA Y SALI CORRIENDO en camiseta pero tras correr como 300 mts me tenían rodeado las PATRULLAS QUE INCLUSO CRUZARON EL PARQUE EN EL QUE ME RESBALE EN EL CESPED AL ESTAR MOJADO O LLOVIENDO
También hoy hace un año fotografie las PUTAS NIKE AIR JORDAN de una cuidadora NEGRA o de SANTO DOMINGO que venía a casa por mi madre
Por otro lado me recuerdan no se porque que en enero 2015 visite el PUTO BERNABEU [q junto a él hay unos bancos de ladrillos con las selecciones q jugaron el MUNDIAL DE ESPAÑA 82..donde el SALVADOR Y PERU están juntos con pintada T_AMARA] y luego la expo del PUTO HERNAN CORTES..CONQUISTADOR DE MEXICO Quemando sus naves en VERACRUZ [1era ciudad fundada x europeos en AME_RICA] en el CANAL DE AGUA de ISABEL II sito en plaza CASTILLA
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carriehowland · 5 years
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Nuestro nuevo apartamento en Cecil Court, cerca de Charing Cross, en Londres, el Callejón de los Libreros.
Salón
Cocina
Baño
Habitación principal
Habitación de Aday desde dos ángulos diferentes
[Dejo un enlace con la calle donde se encuentra la casa de Carrie, @jordan-rogers y @adayrogers]
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bichador · 5 years
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Reto Octubre Bichi. 26) CMNM (Clothed Male, Naked Male)
26. CMNM (Clothed Male, Naked Male)
Protagonista: (Jordan & Frechet)
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Enlace de las imagenes: http://www.furaffinity.net/view/31563768/ http://www.furaffinity.net/view/31563778/ Artista: http://www.furaffinity.net/user/jordanfrechet/ https://twitter.com/JordanFrechet
Nota: Este artista es un buen amigo que lo conocí en mi paso por el fandom de Regular Show. El hacía vectores e ilustraciones del mismo show, pero al tiempo, creo primero a Frechet y luego a Jordan, y le tengo cariño a ambos, no por nada le dedico este escrito.
En medio de un hotel en la ciudad de no más de tres estrellas, Jordan se levantaba cansado de la incomoda cama, escuchando las mismas patrañas en la televisión de cada mañana. Toma el control y lo apaga. Se levanta de su cama, para alistarse, ya que esperaba una reunión de un grupo importante, ya que ambos estaban alistándose para la revolución que se acercaba, pero antes de eso, necesitaba asearse.
Jordan se levanta de su cama, vistiendo de sus trusas negras, se rasca la cabeza intentando quitarse el cansancio. Este camina en el pequeño cuarto hacía la ducha y deja su ropa interior en el suelo.
Jordan se baña, el fresco lo vuelve a despertar, recuperando sus ánimos. Mientras se bañaba escucha como entran a la habitación, no le presta atención ya que sabía que podía ser Frechet. Este termina de ducharse y al estirar la mano para una toalla, se da cuenta que no había ninguna en el porta toallas. Se fija afuera en el baño en donde podía estar, pero no había una a la vista. Sale todo empapado a la puerta y asoma su cabeza.
–Frechet.... Frechet... ¿Amigo? … ¡FRECHET! –no hubo respuesta
Jordan va la habitación, mojando todo el lugar. Busca alguna toalla, pero no había alguna. Este busca su playera para secarse, ya luego vería la manera de secarla, pero su sorpresa es que ya no estaba. Se alarma, busca por todo el lugar y también se da cuenta que no tenía su caparazón. Se molesta y se da cuenta que incluso le habían robado su trusa que había dejado en el suelo antes de entrar a la ducha. Este va a la cama y se da cuenta que tampoco estaban las sabanas y cobijas.
–¿Qué demonios acaba de suceder?
Se acerca a la puerta y ve una nota en ella, era la letra de Frechet “Me lleve todo, te necesito así como estas. Dale una lavaba a tu ropa interior a la próxima. Atte. Frechet”. Tomó la nota y molesto la arrojo por la habitación. Este busca por todo el lugar para encontrar algo con que cubrirse, pero no había nada. Solo encontró el rollo de papel higiénico, con el cual pudo secarse lo que pudo. Molestó, se queda esperando en la cama, aun faltaba para la reunión y sabía que su amigo regresaría, por lo que espero a la puerta.
Después de varios minutos suena la puerta y se asoma Frechet que vistiendo su indumentaria negra y sombrero.
–¡¿Por qué te llevaste todas mis cosas?! –molesto
–Tenemos menos de diez minutos para que bajes y te presentes con el grupo.
–¿Crees que voy a ir desnudo? ¡Estas loco!
–No hay problema, este grupo es un tanto relax, por eso necesitamos dejar una buena impresión con ellos, incluso, fueron amables de regalarnos el hospedaje.
–¿Pero cual es la gran idea de andar desnudo?
–Mira, no puedo decírtelo y si te lo dijera, aun así no lo harías, así que vamos abajo, ya esta todo preparado.
–No, ve tú y convencelos, yo no dejo esta habitación hasta que... –el mapache entra y jala a su amigo, arrastrándolo a la salida– ¡No creas que me voy a dejar!
Pero en un instante, Frechet saca a Jordan y la puerta se cierra detrás de ellos. La tortuga intenta entrar, pero la puerta tenía un seguro que necesitaba de las llaves para abrirse.
–¡Dame las llaves! –Frechet retrocede con ellas en sus manos– ¡Si no me las regresas, te las voy a quitar, ¡DAMELAS!
–No, baja a hablar, todo sera más claro cuando estés abajo.
–¡DAME LAS LLAVES!
Frechet corre por los pasillos y detrás le sigue Jordan con sus manos entre las piernas. Al dar la vuelta por uno de los pasillos, aparece una mucama con su carrito de limpieza, provocando que Jordan regrese y vea como su amigo le sonreía del otro lado. Jordan  espía a la mucama, esta entra a uno de los cuartos y camina hacía el carrito, sabía que debía tener algo que pudiera cubrirle. Al llegar, se da cuenta que no tenía nada, hasta le parecía una mala broma. Voltea y ve que su compañero aun seguía en el otro extremo del pasillo.
–Tenía que estar seguro que no encontraras cobertura
–Me vas a dar esas llaves y todas mis cosas, ¡Ya!
–¿Ocupan de mi ayuda? –dijo la mucama
–Dame las cosas o me van a ver.
–Vamos a las escalera –entra por una puerta
Jordan corre hacía la misma puerta. Dentro de las escaleras de emergencia, su amigo las bajaba despreocupado. Jordan todo sonrojado y molesto de lo que sucedía, le seguía por detrás. Entre quejas y reclamos, Llegan a la planta baja.
–Ya estamos a poco pasos de llegar, lo bueno es que solo tienes que bajar al pasillo y entrar la sala donde nos esperan.
–No soy un idiota, puedo quedarme aquí mientras tú haces todo solo. No me moveré por nada en el...
–Los elevadores andan llenos, mejor bajamos, las escaleras –se escuchó arriba
–¡Demonios!
Ambos salen de las escaleras. Frechet se dirige a una puerta y con las manos entre las patas le seguía su amigo. Este se da cuenta que estaban cerca del lobby  y como rayo entra a la puerta para evitar ser visto. El lugar estaba oscuro y Jordan sin saber como estaba, tantea con una mano, mientras que con la otra seguía cubriéndose. Este camina y se topa con algo.
–Ya te encontré, mapache, ahora pagaras... ¿Por qué andas sin ropa?
Una luz se enciende y frente a ellos aparece una multitud de animales sentados. Jordan no tarda en cubrirse y se da cuenta que ahora su amigo estaba en la misma condición que él. No tarda en darse cuenta que el escenario también los animales estaban desnudos.
–¡¿Qué sucede aquí?! ¿Cual es el significado de todo esto?
–Jordan, si vamos hacer la revolución, todos los bandos son bienvenidos, incluso la Asociación Nacional de Viringos.
–¿Los viringos tienen una asociación nacional?
–Si, igual que los bichis en el país norteño.
–¿Y por qué no me dijiste?
–Porque te hubieras rehusado de todas formas.
–Bueno, ese es un buen punto.
–¿Vas a pasar al escenario a contarles nuestros planes?
–Me ahorraste eso de imaginármelos desnudos, pero aun así –Jordan deja de cubrirse y va al escenario– Yo le cuentos los planes, solo secundame.
–Ya te sigo, amigo.
Jordan y Frechet comentan sus planes para lo que se avecinaba y todo lo que tenían que hacer para la revolución que estaban organizando, todos los animales desnudos le escuchaban con atención. Y en menos de minutos ya tenían todo un apoyo para su gran movimiento. La revolución tenía más adeptos.
Fin
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clemsfilmdiary · 5 years
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The Best of November 2019
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Best Discovery: Marriage Story
          Runners Up: Cthulhu, The Endless, The Lighthouse
Best Rewatch: The Silence of the Lambs
          Runners Up: The Big Easy, Crossing Delancey, The Machinist, Natural Born Killers, Sin City
Most Enjoyable Fluff: Batman Forever
           Runners Up: 8MM, Batman & Robin, Eat Pray Love, Risky Business, Stuber, Threesome
Best Male Performance: Adam Driver in Marriage Story
           Close Second: Anthony Hopkins in The Silence of the Lambs
           Runners Up: Christian Bale in The Machinist, Willem Dafoe in The Lighthouse, Jordan Gelber in Dark Horse, Woody Harrelson in Natural Born Killers, Matthew Modine in Full Metal Jacket, Dennis Quaid in The Big Easy, Peter Riegert in Crossing Delancey
Best Female Performance: Jodie Foster in The Silence of the Lambs
          Close Second: Scarlett Johansson in Marriage Story
          Runners Up: Ellen Barkin in The Big Easy, Kathy Bates in Misery, Geneviève Bujold in Coma, Bette Davis in What Ever Happened to Baby Jane?, Jane Fonda in They Shoot Horses, Don't They?, Amy Irving in Crossing Delancey, Juliette Lewis in Natural Born Killers
           Honorable Mention: Jennifer Lopez in Hustlers
Best Supporting Performance or Cameo: Ted Levine in The Silence of the Lambs
           Runners Up: Richard Benjamin and Frank Langella in Diary of a Mad Housewife,  Zachary Booth and Donna Murphy in Dark Horse, Laura Dern in Marriage Story, Vincent D'Onofrio and R. Lee Ermey in Full Metal Jacket, Reizl Bozyk and Sylvia Miles in Crossing Delancey
Most Enjoyable Ham: Julia Roberts in Eat Pray Love
          Runners Up: Stephen Baldwin in Threesome, Jim Carrey and Tommy Lee Jones in Batman Forever, Tom Cruise in Risky Business, Niall Matter in Finding Father Christmas, Engaging Father Christmas, Marrying Father Christmas and Frozen in Love, Arnold Schwarzenegger and Uma Thurman in Batman & Robin, Sean Young in Fatal Instinct
Best Screen Couple: Adam Driver and Scarlett Johansson in Marriage Story
           Runners Up: Ellen Barkin and Dennis Quaid in The Big Easy, George Clooney and Chris O'Donnell in Batman & Robin, Jodie Foster and Anthony Hopkins in The Silence of the Lambs, Woody Harrelson and Juliette Lewis in Natural Born Killers, Amy Irving and Peter Riegert in Crossing Delancey
Best Mise-en-scène: The Silence of the Lambs
          Runners Up: The Black Cauldron, Cthulhu, Dust Devil, The Endless, Full Metal Jacket, The Lighthouse, Little Monsters, The Machinist, Natural Born Killers, Quatermass and the Pit, Sin City, Woodshock
Best Score or Use of Music: The Silence of the Lambs (Howard Shore)
           Runners Up: The Big Easy (Brad Fiedel, various), Cthulhu (Willy Greer), Crossing Delancey (The Roches), The Lighthouse (Mark Korven), The Machinist (Roque Baños), Risky Business (Tangerine Dream)
Most Homoerotic Film (tied): Batman Forever and Batman & Robin
           Runners Up: 300: Rise of an Empire, The Reluctant Dragon, Threesome
Best Hunk: Chris O'Donnell in Batman Forever and Batman & Robin
          Runners Up: Stephen Baldwin in Threesome, Justin Benson in The Endless, Robert John Burke in Dust Devil, Vinny Curran in The Endless and Spring, James Gandolfini in 8MM, Andrew Keir in Quatermass and the Pit, John Bedford Lloyd in Crossing Delancey, Niall Matter in Finding Father Christmas, Engaging Father Christmas, Marrying Father Christmas and Frozen in Love, Tom Sizemore in Natural Born Killers, Sullivan Stapleton in 300: Rise of an Empire
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