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#concepción historicista
wilalejo · 2 years
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Arnold Hauser [1892-1978]
El gran historiador social del arte, Arnold Hauser, nació en Budapest en 1892. Estudió filosofía en su Universidad e integró desde 1916 a 1918 el famoso Círculo del Domingo fundado por el poeta Béla Belázs y del que formaban parte Karl Mannhein, George Luckas y Karl Tonay. Después de terminar sus estudios en 1918, y liquidada la República socialista húngara, se trasladó en 1921 a Berlín; allí, bajo la dirección del profesor Adolf Goldschmidt inició los estudios sobre el origen social del arte. Siguiendo las investigaciones de la escuela historicista y sociológica alemana y la doctrina marxista de György Lukács, Hauser elabora una teoría del arte en la que analiza los fenómenos artísticos en estrecha relación con su contexto histórico y social y los fenómenos socioeconómicos. En este sentido, se hace heredero del pensamiento de la Escuela de Viena y su crítica al positivismo: la sociología y el estudio del medio serán sus principales armas. En 1924 marcha a Viena, y con Max Dvorak funda la famosa Escuela de Viena para la investigación histórico-artística, sin referencias directas a las obras de arte. A la caída de Austria en manos de los nazis, en 1938, emigra a Inglaterra. En Londres recibe el encargo de Mannhein de escribir un tratado sobre sociología del arte. Rechaza la autonomía de las artes, ya que éstas están formadas por factores materiales que son interdependientes. En su opinión, cada sociedad tiene un estilo específico. Por ejemplo, según él, el arte inicia "plano, simbólico, formal, abstracto y preocupado por los seres espirituales", luego en una sociedad agraria que socioeconómicamente tiende a ser cerrada y más conservadora su arte reflejará lo mismo; en la sociedad aristocrática se prefiere un estilo rígido y tradicionalista; mientras que la sociedad a más mercantil y burguesa menos jerárquica y autoritaria, prefieren elementos más naturales y un arte más naturalista. En 1977 regresó a su patria, Hungría, donde falleció. Su estilo literario, fluido, brillante y rico de chispeantes observaciones, hicieron de sus obras un vademécum no sólo para los estudiantes del arte, sino también para los aficionados y los artistas del mundo entero. Falleció a la edad de 85 años en 1978.
Sus obras más importantes son:
Historia social del Arte y de la Literatura (1950)
Historia Social del Arte, Volumen 1: De la Prehistoria a la Edad Media (1951)
Historia Social del Arte, Volumen 2: Renacimiento, Manierismo, Barroco (1957)
Historia Social del arte (1955)
Filosofía de la Historia del Arte (1958)
El Manierismo (1964)
Origen del Arte moderno y de la Literatura (1964) Sociología del Arte (1974)
Métodos de contemplación del arte.
El manierismo. La crisis del renacimiento y los origenes del arte moderno (1965)
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Lo importante de esta actividad, es reflexionar acerca del texto que escribió este gran autor.
Una reflexión sobre: "El manierismo. Crisis del renacimiento y los origenes del arte moderno".
El texto nos habla de cómo la concepción del espacio se ha modificado en la historia del arte plástico, donde en algunos casos se denotan características de estética conservadora, tranquila, introvertida o una cultura más dinámica , activa, extrovertida. Llegando al renacimiento el espacio es un tema más desarrollado, no es más algo que no se estudia, sino que empieza a tener más relevancia a la hora de hacer arte. En el manierismo el espacio pierde esa importancia, pero no pierde totalmente su valor.
El Renacimiento se identifica con un estilo lineal, su racionalidad en base a proporción, medidas y simetría,con un eje marcado y un dominio de la perspectiva y el espacio, una forma cerrada y una organización preferentemente piramidal, mientras que durante el manierismo se empleó la una técnica más extravagante basada en lo imperfecto, las composiciones se volvieron complejas y tensas con un manejo espacial forzado, Se alteran las leyes de la perspectiva y se quiebra la armonía que une la figura con su entorno, con iluminaciones y cielos extraños.
En el espacio renacentista, la intención es que el edificio no domina al individuo, sino que éste reflexiona sobre su espacialidad y la maneja. Se traslada el concepto de una arquitectura a la medida de Dios a la de una a la medida del hombre. Teniendo esto en cuenta podemos decir que surge una arquitectura insertada en un espacio perspectivo, interpretado por el observador y cuyas relaciones de proporción y dinámica se muestran de forma analítica, objetiva, y clara. La arquitectura del manierismo por otro lado, aísla al hombre de su ambiente,no sólo en que lo sitúa en un plano superior, en un ámbito inusual, más grandioso y armonioso, sino también que subraya su alineación con respecto al ambiente. En el manierismo existe una tendencia hacia la profundidad, el impulso de lejanía, el intento de romper hacia espacios amplios, de gran envergadura y a la vez una ruptura repentina del ambiente.
Uno de los mayores representantes de la arquitectura manierista , es el patio de LOS UFFIZI DE VESARI. Que a diferencia de los patios cerrados y confinados del renacimiento, como por ejemplo el de "BRAMANTE O EL PALAZZO FERNESE en Roma " que poseen en sus propiedades rasgos de condicionamiento de finalidad, tranquilidad y poco dinamismo. El patio de los Uffizi por estar orientado en un sentido longitudinal, causa la impresión de ser una calle abierta, con una profundidad dinámica que da un sentimiento de desasosiego al espectador. Siendo un corredor , un espacio abierto que es cortado de manera repentina para generar tensión.
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marqsar · 4 years
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Totalitarismo
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Comentario y reflexión sobre el libro de Hannah Arendt by Mtro. Edwin Saravia Tablas
Estando en pleno siglo XXI y las formas de explotación siguen siendo las misma desde hace miles de años atrás, lo único que «ha cambiado» es el «nombre»: capitalismo, imperialismo, racismo, explotación, inversión, capital, consumo, etc., y un solo denominador común: Ganancia.
En su obra cumbre, Arendt deja entrever muchas «circunstancias»; que fueron parte de un relato histórico poco estudiado por la filosofía como fenómeno, de allí su persistencia en demostrar que, efectivamente, se dejó de analizar esta parte histórica, para comprender las mutaciones del capitalismo de Lenin y Marx.
Me llama la atención cuando expone que uno de los argumentos u objetivos de la actividad de los campos de concentración, durante la 2da. guerra mundial, fueron, «para eliminar la espontaneidad en el ser humano, con el fin de volverlos «cosa»», y al querer eliminar esta espontaneidad, me pregunto: ¿No se elimina la naturaleza misma del hombre, es decir, su propia dignidad e incluso, su ser? ¿un retorno a su estado animal?
Considero que existe una usurpación de definiciones, o quizá, suplantación de las mismas, con esta idea de exterminio, porque los significados cambiaron en su concepción primaria, por ejemplo, la idea de muerte que bien menciona Arendt «privación de la muerte de su significado como final de una vida realizada», es decir, que las expectativas de vida o el ideal de muerte, fueron proyectadas por las más horrendas experiencias.
Por lo tanto, la vida misma durante este tiempo era un morir constante, como bien se menciona, el hombre era un «muerto viviente».
Con esta idea de exterminio, toma fuerza el concepto de dominación total, porque hace al ser humano más dóciles, sin voz y voto frente a la sociedad y regímenes imperantes.
Esto traería como consecuencia el resurgimiento, o quizá, la fortaleza del capitalismo en su última fase: el imperialismo,  aquel del  que tanto hablaba Lenin, porque al tener bajo el dominio al ser humano, naturalmente controlarían gran parte del mercado, inclusive llevándole al empleo de armas, invasiones territoriales y transformaciones de los sistemas económicos de los países emergentes o demasiados pobres.
Arendt enfatiza esto último sobre el imperialismo que es llevado fuera de las fronteras, aunque Lenin ya lo había mencionado cuando la concentración del capital y la producción llegan a su estado abrasivo en forma de monopolio y éste mismo perfilándose internacionalmente, hasta el punto de distribuirse las riquezas territoriales entre sus integrantes.  En otras palabras, el imperialismo es sinónimo de inversión e invasión extrajera.
De aquí surge los problemas de racismo que actualmente se padece, porque era necesario «explicar» o justificar los hechos que cometían los imperialistas en nombre del progreso. Esto naturalmente traería sus propios beneficios, la llegada del mal llamado «progreso» a los pueblos o países pobres del mundo —África o una parte de Asia, por ejemplo— donde el término raza sustituye al de la nación, entre otros.
A esta altura surge una duda: la conquista  y la «colonización» ¿no es acaso un imperialismo disfrazado? ambas mantienen una misma «esencia»: la adquisición de los territorios en mayor o menor grado de violencia.
Por lo tanto, se puede afirmar juntamente con Arendt, que la cimiente del totalitarismo imperialista, es el racismo.
Por otro lado, es interesante ver la postura de Arendt con su tesis del totalitarismo frente a la propia filosofía, pues ésta última no tuvo ningún protagonismo o injerencia sobre ella, quizá por no hallar fundamento o simplemente no polemizar al respecto.
Quizá lo más próximo en cuanto a filosofía se refiere, es sobre la historia y su inmanente  relación con ella, dado que mantiene una estrecha relación con el relato de los sucesos o explicación de los acontecimientos, un tanto de historicismo más que una «ideología» cronológica, porque existe según Arendt  «una heterogeneidad en sus acontecimientos.»
Considero que Arendt, en cierto punto encarrila los eventos para que efectivamente la historia valide la idea de «raza» como artificio de su tesis, pues hace alusión a una «lucha de razas» y no de clases como Marx le llamaba.
En el apartado donde desarrolla la filosofía, la autora diferencia a la filosofía de historia como tal; hasta el siglo XIX, en pleno siglo XX le denomina «ideología». Aunque ciertamente la historia se construye por ideologías propias, no creo que la filosofía haga lo mismo, porque tengo entendido que la filosofía de la historia estudia al sujeto que construye la historia y no la idea, por lo tanto, considero que nuevamente intenta incursionar a que se considere el término dentro de la rama.
Lo que me llama la atención es cuando Arendt clasifica a estas ideologías en tres partes, pero más aquella donde enfatiza que las realidades no son entendidas por el experimento y la comprensión del individuo, a la cual la sustituye la «cosmovisión» de las ideologías mismas. Esto quiere decir que los propios campos de concentración del que tanto señala la autora, que son producto de una ideología imperialista ¿fue solo una idea general ? ¿no fue nada concreto lo que la propia historia relata? ¿no es acaso una interpretación muy genérica de una sola persona más que una cultura?
A este punto siempre me he preguntado: ¿Quién escribe la historia de la que todos hemos aprendido? ¿No es acaso una visión historicista más que una prueba real de los hechos? ¿No es acaso el punto de vista de quien relata? ¿Y qué hay de las historias de los de abajo? es decir, ¿de aquellos que son protagonistas de la historia y la escriben con hechos y no palabras bonitas? ¿A quién le corresponde «desenmarañar» todo este nudo? ¿al filósofo o al historiador? Author ⏤ Mtro. Edwin Saravia Tablas.
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toradata · 5 years
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Arquitectura SXIX.
Introducción: Fue una época e profundos cambios económicos, político, sociales e ideológicos. Encontramos una revolución industrial iniciada en Inglaterra que se difunde por Europa, extendiendo el capitalismo y la industrialización. En Francia tras la restauración de la monarquía y las revoluciones liberales, tomo el poder la burguesía llegando el fin del absolutismo y la sociedad estamental, difundiendo por Europa el liberalismo político y el nacionalismo. El desarrollo científico y tecnológico avanzo gracias a al industralización. 
arquitectura y urbanismo:  Encontramos la aparición y difusión de Historicismo y del  Eclecticismo y por otro lado la explosión de la arquitectura que conocemos como “nuevos materiales” 
1. Arquitectura historicista y ecléctica: En la primera mita del siglo XIX el Romanticismo pone de moda la recuperación de los estilos arquitectónicos del pasado. Prima una arquitectura representativa  de su identidad nacional inspirándose en lo histórico. El historicismo fue la corriente arquitectónica que se inspira en los estilo del pasado e imita sus formas y elementos decorativos. El eclecticismo combina varios de eses estilos en un mismo edificio. Se siguio construyendo edificios neoclasicos pero al mismo tiempo los encontramos neorrenacentista, neoromanico, neogotico, neobizantino, neoislamico, neomudejar o incluso neobarroco. 
De todos estos estilos el neogótico fue el mas característico por su simbolismo cristiano y sus connotaciones nacionalistas. Entre los grandes propagandistas encontramos a los arquitectos británicos Augustus Pugin y John Ruskin. Tambien destaca el frances Eugene Violet-le-Duc. Las obras mas relevantes fueron: 
El pabellón real de Brighton. obra de John Nash. Se inspiro en la arquitectura india y destaca por sus cúpulas bultosas, torres y alminares. Utilizo columnas de hierro como elemento sustentante. 
El parlamento de Londres, edifico neogotico de Charles Barry y August Pugin, considerado uno de los mas importantes de la arquitectura historicista decimononica. Se caracteriza por su gran extensión, su trazado simétrico y la riqueza de las formas neogóticas. Barry se encargo de la estructura y el ordenamiento mientras que Pugin se encargo de la decoración de las fachadas y del interior. 
La opera de París, obra de Charles Garnier, puso de moda el neobarroco. Es un edificio monumental y lujoso, cubierto con una gran cúpula achatada y dotado de una fachada que combina arcos y dinteles, columnas y esculturas. La decoración recargada tanto exterior como interior oculta una estructura de hierro 
España: Encontramos ejemplo en la segunda mitad del SXIX
Universidad Literaria de Barcelona de Elías Rogent (1821-1897), realizada en estilos neorrománico y neogótico 
Biblioteca Nacional de España, en Madrid, obra neorrenacentista de Francisco Jareño (1818-1892) 
La sede central de Banco de España, en Madrid, de Eduardo Adaro (1848-1906), también neorrenacentista 
Las Escuelas Aguirre, situadas frente al parque del Retiro en Madrid, de Emilio Rodríguez Ayuso (1845-1891), en estilo neomudéjar. 
2.Arquitectura de los nuevos materiales: Panorama arquitectónico de la segunda mitad del siglo XIX  marcado por la pugna mantenida entre los primeros y los que veían nuevas posibilidades ofrecidas por los nuevos materiales producto de la industralización. Los arquitectos se resistieron mucho tiempo a estos materiales ligados a la industralización y no a lo artísticos. Por ello empezaron a usarse en partes que no estaban a la vista.  Destacamos edificios como: 
Crystal Palace, de Joseph Paxton, construido para la exposición universal de Londres. Era un enorme pabellón formado por una estructura de hierro recubierta de vidrio. Asombro no solo por sus grandes proporciones si no por la belleza de sus firmas. Estaba inspirado en los invernaderos y estaba construido por elementos prefabricados y montados. 
Galería de las maquinas de charles Louis Dutert y Victor Contamin para la expo universal de París del 89. Era un pabellón ferro-vitreo de 420m de largo y 115 de ancho, con gran luminosidad gracias a su cubierta acristalada 
Torre Eiffel de Gustave Eiffel para la exposición universal de paris del 89. Costa de 300m de altura y esta formada por piezas de hierro prefabricado. Mostro al mundo las posibilidades de los nuevos materiales. Tiene 3 pisos y todo su peso se apoya en cuatro enormes pilares inclinados y unidos por arras. Eiffel demostró que con hierro podía levantarse cualquier construcción. Fue la obra cumbre de los nuevos materiales 
Sala de lectura de la biblioteca de santa Genoveva y la sala de lectura de la biblioteca nacional, por henri Labrouste. En esta ultima empleó arcos y columnas de hierro fundido para sostener las bóvedas vaídas con oculos de la cubierta. Estos materiales le otorgan ligereza y claridad al recinto . 
Galeria Victor Manuel II. de Guuiseppe mengoni  Es uno de los mejores empleo de las numerosas galería edificadas del periodo. Planta de Cruciforme formada por dos calles que se cruzan en un espacio octogonal central. La cubierta abovedada esta construida con hierro y recubierta de vidrio
En España lo mas interesante se construye a finales del siglo XIX, la estación de Atocha de alberto palacio y el palacio de cristal de velázquez bosco. 
3. Escuela de Chicago: Tras el incendio  que destruyo buena parte de la ciudad  surgió un grupo de arquitectos que utilizaron el hierro colado y fundido para crear un nuevo tipo de edificio funcional, como fue el rascacielos. Este nuevo edificio se caracterizaba por su altura y al tener una estructura octogonal de pilares y vigas de hierro. Su aportación se debió a varios motivos: 
La carestía del suelo que animo a aumentar la altura de los edificios. 
a falta de tradición arquitectónica 
la invención del ascensor 
la edificación con estructuras de hierro que permitía suprime los muros de carga por o que no tenían que ser sustentantes 
Los edificios tenían un fin funcional, almacenes, oficinas y viviendas. Los principales arquitectos fueron: 
Louis Sullivan que trabajo asociado a Dankmar adler construyendo los almancenas carson. Destaca por su amplitud y numero de ventanas. Otra interesante obra de Sullivan es el auditorio de Chicago con forma cubica y sobria y la fachada llena de ventanas para la iluminación interior. Conserva detalles tradicionales como el muro de piedra, la cornisa moldurada y el juego entre vanos y arcos. 
Henry Richardson autor de los almacenes Marschall Field 
William Le Baron Jenney que diseño el home insurrance Building, de diez pisos. 
Daniel Burnham y john Root autores del relience building 
4. El modernismo: El art nouveau fue un movimiento artístico desarrollado en Europa  que aspiro a una renovación de las artes entre 1890 y 191. Destinado a la clase burguesa por el alto coste de sus obras, que revaloriza la belleza de la producción artesanal frente a la producción industrial en serie. Se inspira en la naturaleza y por ello rechaza tanto la arquitectura ecléctica como la de los nuevos materiales. Uno de los principales teóricos y artistas de esta corriente fue William Morris., impulsor del movimiento Arts and Crafts, rechazaba el trabajo industrial y el maquinismo, consideraba que ahogaba la libertad creativa del artista. Entre las características de este estilo encontramos: 
Concepción unitaria de las artes
La importancia de la decoración de los edificios a base de lineas curvas, de formas inspiradas en la naturaleza
Utilización de materiales tradicionales como el ladrillo, piedra o madera junto con nuevos  materiales. 
Gran importancia de la luz de penetra por ventanales y claraboyas
El empleo de algunos elementos historicistas tomados de la arquitectura medieval y oriental
Diferenciamos dos tendencias: 
1. La organiza: Se basa en el uso de elementos decorativos y lineas curvas. Los focos principales los encontramos en : 
Bélgica: Que destaca con Victor Horta autor de la casa Tassel donde usa el hierro como elemento decorativo y funcional a la vez. Se caracterizara por la importancia de elementos decorativos basado en lineas curvas. Apreciamos la utilización de diferentes materiales integrándolos todos en un conjunto armónico. La columna de hierro fundido tiene un fuste muy delgado y su capitel se ramifica con vástagos ondulantes, que sirve para sostener las viga. Destaca también el mosaico del pavimento, policromo que imita motivos curvilíneos o los peldaños de la escalera, también curvos. Los motivos decorativos inspirados en el movimiento Arts and Crafts. La casa del pueblo de bruselas fue la sede del partido socialista y considerada su obra maestra. Tenia una fachada cóncava acristalada y un salón de actos que destacaba por sus vigas onduladas de hierro y soportes inclinados del mismo material pero fue demolido en los años 60 del siglo pasado. 
Francia: Destaco Hector Guimard que realizo varias entradas de metro en París, con marquesinas acristaladas sostenidas por estructuras de hierro y decoración de formas vegetales y curvilíneas. 
España: El modernismo arraigo sobretodo el Cataluña gracias al desarollo industrial y la pujanza de la burguesía enriquecida. El principal representante del modernismo fue Antonio Gaudi. Tiene un estilo personal e imaginativo, con edificios cargados de fuerte simbolismo religioso y formas vegetales, animales, formas rocosas, fantásticas y elementos curvilíneo. Utilizo todo tiempo de materiales. Entre sus obras destacan: 
La casa batllo, terminada en 1906 con una fachada de balcones que se asemejan a antifaces y un tejado curvilíneo. Esta decorada con azulejos policromos y su comisa esta alabeada
Casa Mila, también conocida como la pedrera su planta es asimétrica y curvilínea. La fachada es de piedra y tiene un aspecto ondulante  a base de lineas cóncavas y convexas que simulan un acantilado . Los balcones son de hierro retorcidos, el tejado simula las huellas de las olas y sus chimeneas, decoradas con trencadis
La sagrada familia es un templo inacabado, símbolo del misticismo cristiano frente al materialismo de su época. Tiene planta de cruz latina con cinco naves y su alzado recuerda una catedral gótica. Su interior semeja un bosque donde las columnas se ramifican. La fachada es escultórica y delirante, reproduce figuras naturalistas de animales y vegetales junto a temas religiosos. los remates de las torres están decorados con cerámica de colores 
El parque Guell donde combina formas arquitectónicas curvilíneas, decoración cerámica y arcos parabólicos, con zonas ajardinadas 
Otras obras son el capricho (Cantabria) la casa vicens o la casa botines (león)
2. Tendencia racionalista o geométrica: Se caracteriza por las formas geométricas y las lineas rectas buscando la simplificación de volumen y la sobriedad decorativa. Los principales focos los encontramos en: 
Gran Bretaña: Destaca Mackintosh con su escuela de Bellas Artes de Glasgow con edificios de formas geométricas, lineas rectas y decoración sobria. Grandes cristaleras en la fachada. Combina los muros de piedra con le hierro y el vidrio de la fachada
En Austria el modernismo estuvo representado por el grupo de la denominada Secesion vienesa. Destaca olbrich, Wagner y Hoffmann. Olbrich es el autor de la sezession de viena con volúmenes geométricos y coronado por una esfera dorada calada con adornos de hojas. Wagner  realizo edificios funcionales, desnudos de decoración y volúmenes geométricos, anticipando la bauhaus y arquitectura racionalista. En Viena construyo las estaciones del metro de la que destaca la arlsplatz, la caja postal de ahorros y la saca mayolica
5. Urbanismo: Con las ciudades de grandes masas de población consecuencia de la industrialización y del éxodo rural, hizo necesaria la planificación y organización de los espacio urbanos . Se separaban los barrios según clases sociales, construir fabricas, estaciones, zonas verdes... Por ello las ciudades se ampliaron mediante ensanches al tiempo que los cascos históricos se re modelaron para hacerlos viables, se iluminaron las calles y construyeron cloacas entre otras. Las principales transformaciones urbanas se hicieron en parís llevadas acabo por Haussmann. Contemplo la ampliación de la ciudad siguiendo un plano ortogonal y reforma de centro histórico, creando grandes avenidas que mejoran el trafico y permiten el rápido desplazamiento del ejercito. Destaca la palza de la estrlla, con el arco del triunfo, que se convirtio en una enorme plaza donde parten donce amplias avenidas
En España la actuación urbanística mas importante fue el ensanche de Barcelona proyectado por Idelfonso de Cerda. Se hizo entorno al casco histórico. Para despejas el centro del ensanche trazo dos grandes avenidas en diagonal que se cruzaban en una plaza central, donde solo llego a construirse una, la avenida diagonal. Formaron manzanas cuadrangulares entre las calles. 
Otro tuvo lugar en Madrid por carlos maria de castro que rodeaba el casco histórico en sentido radical siguiendo un plano ortogonal, diferenciando los barrios según clases sociales. El proyecto de Ciudad lineal de Arturo Soria consistía en grandes avenidas de mas de 40 m con edificios y zonas verdes a ambos lados de la misma. Pretendía crear un modelo de ciudad descentralizada pero bien comunicada
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§. El carácter mitológico de lo político puede ser tomado en diferentes sentidos: por ejemplo uno de ellos se refiere a que en la teoría política ha de tomarse la nocion de temporalidad mitológica, antes que histórica. Es decir, que los hechos políticos pueden verse como algo en lo cual, si bien el contexto historicista es importante a la hora de situar coordenadamente las cosas, una parte determinante de tales cosas se desenvuelve realmente de acuerdo a patrones anteriores que pueden tomarse por intemporales, que se repiten por analogía a lo largo del tiempo; al que de este modo se le concibe como algo cíclico antes que lineal. El resultado es que la época puede cambiar, pero el significado de los actos no tanto. Así, se estima que determinadas narraciones políticas tienen un valor mítico, señalan acontecimientos o protagonistas que encierran un significado que es valioso por sí mismo, que transciende la historia, el tiempo transcurrido, y que siempre contendra éste significado ilustrativo, porque independientemente de la época muestran algo que está siempre en el meollo de lo que ha de advertirse respecto a los estudios políticos. No sólo es que las, digamos, narraciones o glosas pretéritas esten sujetas a este tipo de intemporalidad, sino que toda reflexión política, en el presente, que esté orientada deliberar de manera objetiva sobre el fenómeno político resulta ser un tipo de tratadismo en el que necesariamente sobrevuela ésta concepción de regularidad de los tiempos, de posibilidad de la (docta) comparativa entre el significado de la política de diferentes épocas. Emerge la analogía temporalmente mítológica con el pasado, al que se le resucita en un eterno retorno de lo pretérito. Despues de todo ¿con qué puede compararse algo si no es con lo ya transcurrido? El pasado es el único maestro posible del presente. Ésta analogía en el tiempo se fundamenta en que las emociones y los sentimientos humanos se repiten, y las pasiones naturales son las mismas. Además, siendo el ser colectivo (el ente social) anterior al individuo, la necesidad de ciertas características del ser colectivo (la mitología de la encarnación, la personificación y la hipóstasis de todo ser colectivo, la jerarquía que se produce, el antagonismo pluralista que no puede trascender, la inequidad inherente a la aplicación automática de la ley, el uso de la fuerza como medio tanto en lo interno como en lo externo al cuerpo político, ...) son también cuestiones que se repiten, y constituyen los pilares de un marco de actuación que permanece sustancialmente igual frente a la evidente transformación de (acaso) todo lo demás. En el interior de éste conjunto de temas (que se podría tomar como una especie de ley natural política) están marcados, por tanto, una serie de parámetros a los cuales tanto las inmanencias del ser político como las propias del individuo se circunscriben. Nada en realidad puede ser novedoso en las emociones o las pasiones humanas. Nada puede serlo en la serie de congénitas contradicciones inherentes al ser social. Lo que puede ser radicalmente diferente son los medios en los cuales se expresan dichos invariantes; así, la realidad material e histórica es completamente distinta a través de las épocas, pero los ingredientes del plato son siempre los mismos. Y por consiguiente uno encuentra, flotando siempre en éste caldo, determinadas cuestiones que se sumergen y emergen de modo contínuo, siempre como inacabadas: las tácticas que la acción política desarrolla, son repetitívamente analógicas, asimismo: los agones políticos, las tomas de posición de tales actores. Y, por ejemplo, también la sutil orientación del argumentario de éstos agentes de lo político: bien hacia la justificación del status quo, ó contrariamente a poner el acento en la crítica al mismo, correspondiendo a si tienen un papel más nuclear o más periférico en la instancia política. Las situaciones de crisis que son propicias para acaudillar ciertas partes del cuerpo político también se repiten; La asociación de los actores periféricos a la instancia, que tienden a verse entre ellos preferiblemente como aliados aunque el contenido de sus discursos puedan ser meridianamente opuestos, también manifiesta la analogía. Tambien la gravitación del discurso político entre ensalzar lo nuevo y su antagónico: naturalizar lo viejo como axioma. Desde ésta perspectiva, los fenómenos políticos son reverberaciones de dilemas ya conocidos, aunque no por ello mejor acometidos, que teatralizan una y otra vez la misma tragedia, que tienen una correspondencia mítica con el presente, o establecida a través de un uso mitológico de la temporalidad.
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kiro-anarka · 4 years
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Este mes de julio del año 2020 se cumplen cuarenta años de la muerte de un hombre que fue historia viva de su tiempo, un revolucionario de acción y de palabra, pues manejaba perfectamente la oratoria. Murió solo, murió lejos de Reus, su pueblo natal; y yacen sus huesos en Guadalajara, México, país donde se exilió. Este artículo, además de repasar su vida política en una efeméride tan señalada, quiere dar a conocer la investigación histórica que ha propiciado localizar la tumba de Juan García Oliver, desconocida hasta el momento actual. En tierras mexicanas se encuentra uno de los corazones más apasionados de la memoria libertaria. Juan García Oliver fue camarero de profesión desde los trece años en diversos restaurantes de Barcelona, tuvo una trayectoria vital intensa, trepidante y novelesca. Es una de las figuras más importantes del anarcosindicalismo español que encierra una de las rarezas más peculiares de la historia libertaria, y es que este militante anarquista catalán fue nombrado Ministro de Justicia el 4 de noviembre de 1936, en plena Guerra Civil española. Un revolucionario que tan solo había pisado los tribunales como acusado, y que había pasado doce años de su vida en prisión por sus acciones en el grupo Los Solidarios en los años 20, y posteriormente en la República española por practicar la táctica de la gimnasia revolucionaria. Sus inicios revolucionarios y militancia en los años 20 Se politiza al calor de la Huelga Revolucionaria de 1917 en España, y particularmente en la Huelga de La Canadiense en Barcelona en 1919, donde encuentra un momento de gran agitación social e intensa lucha sindical. Se afilia a la Societat de Cambrers L’Aliança, adherida a la UGT, sumándose a la huelga de hostelería de ese mismo año. Todo esto le llevará a fundar junto a otros compañeros (como Durruti) el grupo Los Solidarios en el año 1922, una respuesta de militantes de la CNT contra la patronal y el gobierno, que están infringiendo numerosas pérdidas y asesinatos brutales en Barcelona contra sindicalistas. Esta violencia culminó con el asesinato del militante cenetista Salvador Seguí, conocido como el Noi del Sucre, en plena calle en el Raval barcelonés, por parte de pistoleros del carlista Sindicato Libre. Ese hecho conmocionó profundamente a toda la CNT, que llevó a que se reuniera un grupo clandestino en una islita junto a la riera del río Besós. Decidieron declarar la guerra total a los enemigos de la organización obrera. Se creó un Comité ante la posible desaparición de la CNT porque no se podía asegurar la propia vida de sus militantes, por lo que iniciarán planes de acción directa contra esta represión. El 4 de junio de 1923 se produce el asesinato del cardenal Juan Soldevila por parte del grupo Los Solidarios, en el que participó logísticamente García Oliver junto a otras grandes figuras del anarquismo como Ascaso. Estuvieron a punto de disolverse por la represión que sobrevino con la dictadura de Miguel Primo de Rivera. La fundación de la FAI en 1927 con una marcada línea anarquista, y el sindicalismo obrero de la CNT, dan un nuevo valor en la lucha en los años 30. Como curiosidad, es el propio García Oliver quien afirma que creó el diseño de la bandera rojinegra en diagonal para simbolizar la unión de estas dos tendencias ahora aliadas. García Oliver representa perfectamente el ímpetu de los obreros barceloneses, y daba a menudo conferencias revolucionarias en prisión a otros compañeros. La estrategia de los cuadros de defensa de la CNT en los años 30 pretendía hacer frente a cualquier golpe militar de manera organizada. Los nuevos cuarteles militares en esa época en Barcelona se abrían en abanico tratando de controlar las barriadas periféricas de la ciudad. La disyuntiva estaba entre dejarles salir del cuartel o retenerles en los cuarteles en caso de levantamiento, pues nunca se les había presentado resistencia alguna. Finalmente, en la Barcelona de 1936, se decidió que el pueblo saliera armado al toque de sirenas de las fábricas, pero que no se convocase la huelga general para no alarmar ni frenar la normalidad de la producción. El objetivo era dejar salir a los militares de los cuarteles para que no se atrincherasen, y alejarles de los mismos, fueron atacados tal y como estaba previsto por las milicias obreras por sorpresa, y para dejarles la mínima capacidad de reacción. La CNT representaba entonces ese vanguardismo revolucionario, había sido un movimiento siempre ascendente desde sus orígenes, que ante el salto transformador que supone la Revolución Social de 1936, queda superada por el movimiento natural del que todo sistema vivo tiende a seguir adelante sin aplicarle un freno. Ministro de Justicia y el peso de las contradicciones políticas Nombrado Ministro de Justicia al calor de estos hechos revolucionarios en noviembre de 1936, implementó desde su ministerio la ‘justicia popular’. Tras la masacre de los sublevados en la plaza de toros de Badajoz, y la respuesta en Madrid con el incendio de la cárcel Modelo, creía que no había que llenar las cunetas como hacían los franquistas. Anula el 10 de noviembre de 1936 todas las fichas de antecedentes penales, quizá por un bombardeo en la sede del ministerio en la calle de San Bernardo de Madrid, o quizá incendiados adrede. Nombra a Melchor Rodríguez como director de prisiones de la ciudad para frenar las sacas/paseos y bajar la ratio de presos. Los anarcosindicalistas acceden al Estado por protagonismo propio en la Revolución Social y haciendo frente a los sectores marxistas. Pretendía establecer una legalidad no procedente de lo estatal sino de lo popular. En sus 191 días como ministro destruyó la Dirección General de Registros y Notariado porque no había propiedad privada de las tierras. Aprendió la justicia en las prisiones, no en la Escuela de Derecho. Tras los sucesos de mayo de 1937 cae del gobierno de Largo Caballero, aun habiendo acudido a Barcelona a tratar de poner fin la represión. ¿Pragmatismo revolucionario o vértigo revolucionario? Fue un personaje abierto a ser tanto pistolero como ministro, las contradicciones se pagan pero sus acciones le hacen quedar plasmado en los libros de historia. La amargura, la violencia, el ajuste de cuentas, son algunas de las características que se le han achacado a García Oliver. En el exilio tras la guerra él sigue convencido de ser el mejor y el más inteligente en la estrategia, no tiene ansias de poder pero sí una gran seguridad en sí mismo de que su planteamiento es el idóneo. Pretendía llevarlo a cabo en nombre de la Revolución Social y retirarse, quería ir a por el todo, expulsar al fascismo e imponerse en la calle. García Oliver cree en la audacia, no tanto en la vanguardia, pero en los años 30 promueve la organización de cuadros obreros preparados para la dureza y la violencia contra el fascismo, pero también frente al estalinismo. Es por ello que se le tilda de militarista y anarcobolchevique. Colaborará posteriormente con Defensa Interior, órgano de resistencia antifranquista, fue uno de los financiadores de varios intentos de asesinato de Franco a lo largo de la Dictadura. Gran parte de su estancia en México se dedicó a ser viajante de ventas. Desapareció de la vida pública hasta los años 70, viviendo   tan solo en el recuerdo, y de hecho en un viaje a París donde fue a visitar a su nieta, acude a la librería de la editorial Ruedo Ibérico, que publicaba libros contra el régimen y los introducían clandestinamente en el país. Se entrevista con José Martínez Guerricabeitia, encuentro que dará lugar a la publicación de las memorias de García Oliver, El Eco de los Pasos, como consecuencia de la relación epistolar entre el antiguo militante anarcosindical y el editor. Sale a la luz en el año 1977, aunque no deseaba publicarlo en España, porque muestra la cara fea del anarcosindicalismo, los trapos sucios de la CNT. Un testimonio del sueño de lucha social y revolucionario de García Oliver, narrado desde el ego y la grandilocuencia exagerada que le caracterizó toda la vida. Una tumba sin nombre, y el eco de los pasos en la memoria A veces la historia está repleta de casualidades en las que creemos encontrar el desciframiento de grandes acontecimientos como un puzzle de piezas que alguien ha puesto adrede. Esta concepción historicista del transcurso del tiempo ya está bastante superada, y bien sabemos que la historia tiene que ver más con un relato de nuestro presente, a costa del pasado que idealizamos. La pasión investigadora, y el compromiso con la memoria libertaria, y por lo tanto, con una parte de la autogestión de nuestro conocimiento, nos ha impulsado a rescatar a García Oliver, y situarlo ante el jurado popular de la crítica histórica. En el país mexicano, concretamente en la ciudad de Guadalajara, murió completamente solo García Oliver el 11 de julio de 1980, a las 13:30h. del mediodía. Según el acta de defunción original, certificada por el doctor Alejandro Híjar Godínez, el viejo anarcosindicalista murió de infarto agudo de miocardio en su domicilio, calle Árbol 395, sector Juárez. Falleció a los 78 años de edad y habiendo estado casado con Pilar Álvarez Celada, quien vivía con su nieta en París. Fue sepultado en el Panteón Colonias, de Zapopan (Sección D, pasillo 4 lote 17), sin la presencia ni de testigos, ni de amistades. Durante decenas de años su tumba ha sido irreconocible, quedó olvidada y perdida en la lejanía de una tierra que le acogió silenciosamente, había sido un mito como militante revolucionario, y la historia le deparaba un grito mudo. La tumba de García Oliver no lleva su nombre. Sin embargo, está enterrado en el mismo nicho que su hijo, Juan García Álvarez, muerto años antes el 19 de enero de 1964, y a quien él mismo le dedicó la esquela en la lápida. A la muerte de García Oliver, único titular del nicho, nadie pudo añadir su nombre a la tumba. En los dos últimos años el compromiso indagador de un joven catalán afincado en Guadalajara, el apoyo de la organización libertaria en esa ciudad, y la ilusión desde aquí en Madrid por rescatar su memoria, han encaminado este homenaje, este atronador eco de los pasos de Juan García Oliver.
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minarquia · 6 years
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Datos de mercado: poder, guerra y hombre, por Mises Hispano.
[Este artículo está extraído del capítulo 23 de La acción humana]
1. La Teoría y los Datos
La cataláctica, la teoría de la economía de mercado, no es un sistema de teoremas válido solo bajo condiciones ideales e irrealizables y aplicable a la realidad simplemente con restricciones y modificaciones esenciales. Todos los teoremas de la cataláctica son rígidos y sin excepción válidos para todos los fenómenos de la economía de mercado, siempre que estén presentes las condiciones particulares que presuponen. Es, por ejemplo, una simple cuestión de hecho si hay un intercambio directo o indirecto. Pero donde hay intercambio indirecto, todas las leyes generales de la teoría del intercambio indirecto son válidas con respecto a los actos de intercambio y los medios de intercambio. Como se ha señalado, el conocimiento praxeológico es conocimiento preciso o exacto de la realidad.1
Todas las referencias a los problemas epistemológicos de las ciencias naturales y todas las analogías derivadas de la comparación de estos dos ámbitos radicalmente diferentes de la realidad y la cognición son engañosas. Aparte de la lógica formal, no existe un conjunto de reglas “metodológicas” aplicables tanto a la cognición por medio de la categoría de causalidad como a la de la categoría de finalidad.
La praxeología se ocupa de la acción humana como tal de una manera general y universal. No trata con las condiciones particulares del entorno en el que actúa el hombre ni con el contenido concreto de las valoraciones que dirigen sus acciones. Para la praxeología, los datos son las características corporales y psicológicas de los hombres que actúan, sus deseos y juicios de valor, y las teorías, doctrinas e ideologías que desarrollan para ajustarse deliberadamente a las condiciones de su entorno y, por lo tanto, para alcanzar los fines a los que apuntan. Estos datos, aunque permanentes en su estructura y estrictamente determinados por las leyes que controlan el orden del universo, son perpetuamente fluctuantes y variables; cambian de instante a instante.2
La plenitud de la realidad puede ser mentalmente dominada solo por una mente que recurre tanto a la concepción de la praxeología como a la comprensión de la historia; y el segundo requiere el dominio de las enseñanzas de las ciencias naturales. La cognición y la predicción son provistas por la totalidad del conocimiento. Lo que ofrecen las diversas ramas de la ciencia es siempre fragmentario; debe ser complementado por los resultados de todas las otras ramas. Desde el punto de vista del hombre que actúa, la especialización del conocimiento y su división en las diversas ciencias es simplemente un dispositivo de la división del trabajo. De la misma manera en que el consumidor utiliza los productos de varias ramas de la producción, el actor debe basar sus decisiones en el conocimiento generado por diversas ramas del pensamiento y la investigación.
No está permitido ignorar cualquiera de estas ramas al tratar con la realidad. La Escuela Historicista y los Institucionalistas quieren proscribir el estudio de la praxeología y la economía y ocuparse simplemente con el registro de los datos o, como los llaman hoy en día, las instituciones. Pero ninguna declaración sobre estos datos puede hacerse sin referencia a un conjunto definido de teoremas económicos. Cuando un institucionalista atribuye un evento definido a una causa definida, por ejemplo, el desempleo masivo a las supuestas deficiencias del modo de producción capitalista, recurre a un teorema económico. Al objetar el examen más detenido del teorema tácitamente implícito en sus conclusiones, simplemente quiere evitar la exposición de las falacias de su argumento.
No existe tal cosa como una mera grabación de hechos no adulterados, aparte de cualquier referencia a teorías. Tan pronto como dos eventos se graban juntos o se integran en una clase de eventos, una teoría es operativa. La pregunta de si existe alguna conexión entre ellos solo puede ser respondida por una teoría, es decir, en el caso de la acción humana por la praxeología. Es vano buscar coeficientes de correlación si uno no parte de una percepción teórica adquirida de antemano. El coeficiente puede tener un alto valor numérico sin indicar ninguna conexión significativa y relevante entre los dos grupos.3
2. El Papel del Poder
La Escuela Historicista y el Institucionalismo condenan la economía por ignorar el papel que juega el poder en la vida real. La noción básica de economía, es decir, el individuo que elige y actúa, es, dicen, un concepto poco realista. El hombre real no es libre de elegir y actuar. Está sujeto a la presión social, a la influencia de un poder irresistible. No son los juicios de valor de los individuos sino las interacciones de las fuerzas del poder lo que determina los fenómenos del mercado.
Estas objeciones no son menos espurias que todas las demás declaraciones de los críticos de la economía.
La praxeología en general, la economía y la cataláctica en particular, no sostienen ni suponen que el hombre sea libre en ningún sentido metafísico vinculado al término “libertad”. El hombre está incondicionalmente sujeto a las condiciones naturales de su entorno. Al actuar, debe ajustarse a la inexorable regularidad de los fenómenos naturales. Es precisamente la escasez de las condiciones dadas por la naturaleza de su bienestar lo que impone al hombre la necesidad de actuar.4
“La praxeología en general, la economía y la cataláctica en particular, no sostienen ni suponen que el hombre sea libre en ningún sentido metafísico asociado al término ‘libertad’”. En la actuación, el hombre está dirigido por ideologías. Él elige los fines y los medios bajo la influencia de las ideologías. El poder de una ideología es directo o indirecto. Es directo cuando el actor está convencido de que el contenido de la ideología es correcto y que sirve a sus propios intereses directamente en el cumplimiento de la misma. Es indirecto cuando el actor rechaza el contenido de la ideología como falso, pero está bajo la necesidad de ajustar sus acciones al hecho de que esta ideología es respaldada por otras personas. Las costumbres de su entorno social son un poder que las personas están obligadas a considerar. Aquellos que reconocen la falsedad de las opiniones y hábitos generalmente aceptados deben, en cada caso, elegir entre las ventajas derivadas de recurrir a un modo de actuación más eficiente y las desventajas que resultan del desprecio de los prejuicios populares, las supersticiones y las costumbres populares.
Lo mismo es cierto con respecto a la violencia. Al elegir, el hombre debe tener en cuenta el hecho de que hay un factor listo para ejercer una compulsión violenta sobre él.
Todos los teoremas de la cataláctica son válidos también con respecto a acciones influenciadas por tal presión social o física. El poder directo o indirecto de una ideología y la amenaza de la compulsión física son meramente datos de la situación del mercado. No importa, por ejemplo, qué tipo de consideraciones motiven a un hombre a no ofrecer una oferta mayor por la compra de un bien que la que realmente gana sin obtener el bien en cuestión. Para determinar el precio de mercado, es irrelevante si prefiere gastar su dinero espontáneamente para otros fines o si teme que sus semejantes lo vean como un advenedizo, o como un derrochador, temeroso de violar precio máximo decretado por un gobierno o de desafiar a un competidor dispuesto a recurrir a la venganza violenta. En cualquier caso, su abstención de pujar por un precio más alto contribuye en la misma medida al surgimiento del precio de mercado.5
Es costumbre hoy en día para indicar la posición que los propietarios de la propiedad ocupan en el mercado como poder económico. La conveniencia de esta terminología es cuestionable. El término es, en cualquier caso, inapropiado en la medida en que pretende implicar que, bajo el impacto del poder económico, la determinación de los fenómenos del mercado está controlada por leyes distintas a las tratadas por la cataláctica.
3. El papel histórico de la guerra y la conquista
Muchos autores glorifican la guerra y la revolución, el derramamiento de sangre y la conquista. Carlyle y Ruskin, Nietzsche, Georges Sorel y Spengler fueron heraldos de las ideas que Lenin y Stalin, Hitler y Mussolini pusieron en práctica.
El curso de la historia, dicen estas filosofías, no está determinado por las actividades mezquinas de vendedores ambulantes y comerciantes materialistas, sino por las hazañas heroicas de guerreros y conquistadores. Los economistas se equivocan al abstraer de la experiencia del breve episodio liberal una teoría a la que atribuyen validez universal. Esta época del liberalismo, el individualismo y el capitalismo; de democracia, tolerancia y libertad; de la indiferencia de todos los valores “verdaderos” y “eternos”; y de la supremacía de la chusma ahora está desapareciendo y nunca volverá. La edad de madurez de la hombría requiere una nueva teoría de la acción humana.
Sin embargo, ningún economista se atrevió a negar que la guerra y la conquista eran de suma importancia en el pasado y que los hunos y los tártaros, los vándalos y los vikingos, los normandos y los conquistadores desempeñaron un papel enorme en la historia. Uno de los factores determinantes del estado actual de la humanidad es el hecho de que hubo miles de años de conflictos armados. Sin embargo, lo que queda y es la esencia de la civilización humana, no es el legado heredado de los guerreros. La civilización es un logro del espíritu “burgués”, no del espíritu de conquista. Aquellos pueblos bárbaros que no sustituyeron el trabajo por el saqueo desaparecieron de la escena histórica. Si todavía queda rastro de su existencia, es en los logros que lograron bajo la influencia de la civilización de los pueblos sometidos. La civilización latina sobrevivió en Italia, Francia y la península Ibérica en desafío a todas las invasiones bárbaras. Si los empresarios capitalistas no hubieran sucedido a Lord Clive y Warren Hastings, el dominio británico en la India podría algún día convertirse en una reminiscencia histórica tan insignificante como lo son los ciento cincuenta años de dominio turco en Hungría.
No es tarea de la economía entrar en una examinación de los esfuerzos por revivir los ideales de los vikingos. Simplemente tiene que refutar las afirmaciones de que el hecho de que haya conflictos armados reduce sus enseñanzas a la nada. Con respecto a este problema, es necesario enfatizar nuevamente lo siguiente:
“Uno de los factores determinantes del estado actual de la humanidad es el hecho de que hubo miles de años de conflictos armados. Sin embargo, lo que queda y es la esencia de la civilización humana, no es el legado heredado de los guerreros. La civilización es un logro del espíritu “burgués”, no del espíritu de conquista”.
1. Las enseñanzas de la cataláctica no se refieren a una época definida de la historia, sino a todas las acciones caracterizadas por las dos condiciones: propiedad privada de los medios de producción y división del trabajo. Cuando y donde sea, en una sociedad en la que hay propiedad privada de los medios de producción, las personas no solo producen para la satisfacción directa de sus propias necesidades, sino que también consumen bienes producidos por otras personas, los teoremas de la cataláctica son estrictamente válidos.
2. Si, aparte del mercado y fuera del mercado, hay robos y saqueos, estos hechos son un dato para el mercado. Los actores deben tener en cuenta el hecho de que son amenazados por asesinos y ladrones. Si la matanza y el robo llegan a ser tan frecuentes que cualquier producción parece inútil, finalmente puede suceder que cese el trabajo productivo y la humanidad se sumerja en un estado de guerra de cada hombre contra cualquier otro hombre.
3. Para aprovechar el botín, debe haber algo que saquear. Los héroes solo pueden vivir si hay suficientes “burgueses” para ser expropiados. La existencia de productores es una condición para la supervivencia de los conquistadores. Pero los productores podrían prescindir de los saqueadores.
4. Existen, por supuesto, otros sistemas imaginables de una sociedad basada en la división del trabajo además del sistema capitalista de propiedad privada de los medios de producción. Los campeones del militarismo son consistentes al pedir el establecimiento del socialismo. Toda la nación debería organizarse como una comunidad de guerreros en la que los no combatientes no tienen otra tarea que la de proporcionar a las fuerzas combatientes todo lo que necesitan. (Los problemas del socialismo se tratan en la quinta parte de este libro).
4. Hombre Real como Datos
La economía trata con las acciones reales de hombres reales. Sus teoremas no se refieren ni a hombres ideales ni a hombres perfectos, ni al fantasma de un hombre económico fabuloso (homo œconomicus) ni a la noción estadística de un hombre común (homme moyen). El hombre con todas sus debilidades y limitaciones, cada hombre como él vive y actúa, es el tema de la cataláctica. Toda acción humana es un tema de praxeología.
El tema de la praxeología no es solo el estudio de la sociedad, las relaciones sociales y los fenómenos de las masas, sino el estudio de todas las acciones humanas. El término “ciencias sociales” y todas sus connotaciones son a este respecto engañosas.
No hay un criterio que una investigación científica pueda aplicar a la acción humana más allá de los objetivos últimos que el individuo actuante quiere realizar al embarcarse en una acción definitiva. Los objetivos finales mismos están más allá de cualquier crítica. Nadie está llamado a establecer lo que podría hacer feliz a otro hombre. Lo que un observador no afectado puede cuestionar es simplemente si los medios elegidos para el logro de estos objetivos finales son adecuados o no para producir los resultados buscados por el actor. Solo al contestar esta pregunta la economía puede expresar libremente una opinión sobre las acciones de individuos y grupos de individuos, o de las políticas de partidos, grupos de presión y gobiernos.
Es costumbre disfrazar la arbitrariedad de los ataques lanzados contra los juicios de valor de otras personas convirtiéndolos en una crítica del sistema capitalista o de la conducta de los empresarios. La economía es neutral con respecto a todas esas declaraciones.
A la afirmación arbitraria de que “el equilibrio entre la producción de diferentes bienes es ciertamente defectuoso bajo el capitalismo”,6 el economista no se opone a la afirmación de que este equilibrio es irreprochable. Lo que afirma el economista es que en la economía de mercado sin trabas este equilibrio está de acuerdo con la conducta de los consumidores como se muestra en el gasto de sus ingresos.7 No es tarea del economista censurar a sus semejantes y llamar al resultado de sus acciones defectuosas
La alternativa al sistema en el que los juicios de valor del individuo son primordiales en la conducción de los procesos de producción es la dictadura autocrática. Entonces los juicios de valor de los dictadores solos deciden, aunque no son menos arbitrarios que los de otras personas.
El hombre ciertamente no es un ser perfecto. Su debilidad humana contamina todas las instituciones humanas y, por lo tanto, también la economía de mercado.
El artículo original se encuentra aquí.
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ericktellez11 · 7 years
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POSICIÓN DISCURSIVA DE SIMÓN BOLÍVAR FRENTE A LA GUERRA DURANTE EL PERIODO COMPRENDIDO DESDE 1810 HASTA 1815.
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INTRODUCCIÓN
             El inicio de la segunda década del siglo XIX, trajo consigo grandes cambios en el acontecer histórico, político y social para Venezuela. Un contexto repleto de incertidumbre, desorganización y movimientos reivindicativos marcó este episodio de la historia; impulsando al partido patriota-republicano a direccionar una propuesta de guerra que consolidara los reclamos de independencia y justicia, hechos en el seno de una sociedad convulsionada por los intereses oligárquicos, que lejos de contribuir con la consolidación de un plan de acción emancipatorio; acentuó la gravedad de la crisis, comprometiendo a la población al desarrollo de una sanguinaria guerra civil que provocando grandes estragos, exigió desde la visión de Bolívar la ejecución de reformas pragmáticas en el diseño institucional y programático que se venía implementando, para atender las demandas independentistas.
A través de la presente monografía se abordará como temática central la posición discursiva de Simón Bolívar frente a la guerra como proceso independentista, durante el periodo comprendido entre 1810 hasta 1815; siendo estos los años iniciales de la denominada “guerra de independencia”; lapso en el que pueden comprenderse las diferentes opiniones de Bolívar como estratega, frente a una coyuntura sociopolítica particular, que forjó las bases de una apasionada lucha en la que más allá del mero matiz independentista, son perceptibles simultáneamente otros factores promovidos a través de sus ideas y propuestas de guerra.
           Es menester señalar que la intención de la presente investigación más allá de buscar la realización de un estudio historicista sobre  cómo ocurrió la gestación de los años tempranos de la llamada guerra de independencia de Venezuela; persigue el análisis sistemático de categorías conceptuales presentes en el discurso de Bolívar como protagonista del proceso; adentrándonos así en la comprensión de una época de complejas tramas políticas, económicas y sociales, desde la visión de uno de los hombres más conocidos y renombrados dentro de  la historiografía venezolana, como máximo representante del partido patriota republicano.
           Como punto de fundamental relevancia para entender el panorama en que se suscita el interés de Bolívar por la transformación de la realidad político-económica acontecida, debe asignarse especial atención a la situación geopolítica desarrollada frente al escenario de debilitamiento que se encontraba atravesando España, al ser víctima de invasiones territoriales por Bonaparte y sus filas; lo que supuso, el establecimiento paralelo de una crisis política en la península, que facilitó el descontrol de la misma sobre las tierras coloniales; constituyendo esto una valiosa oportunidad para Bolívar y las tropas patriotas, debido a la incapacidad de la península de arremeter tenazmente contra las exigencias de libertad  no sólo de Venezuela, sino de cada pueblo dependiente de España.
           En este sentido, Bolívar vislumbra el necesario aprovechamiento de las condiciones de pérdida del poderío español, en aras de lograr finalmente una transición efectiva de cara a las condiciones conflictivas producidas por la caída de la Primera República; episodio que se desencadena en el marco del fracaso de la implementación del federalismo como modelo de institucionalización política.
Esto lleva por ende, a entender la disyuntiva generada como consecuencia de la declaración de la independencia con fecha 19 de abril de 1811 por el primer Congreso Constituyente de Venezuela. Donde la reestructuración del modelo político adherido a la institucionalidad, solicitaba la elección entre el federalismo y el centralismo para la adecuación de un sistema diferente al ejecutado por el régimen colonial. Produciéndose así fuertes discrepancias entre las oligarquías territoriales; que desembocaron en la elección del federalismo, como acto visiblemente influenciado por los intereses de las oligarquías del oriente y occidente del país, en su notable deseo de evitar ser  oprimidas por la Gran Provincia de Caracas, que apoyaba la opción centralista y pese a su evidente dominio en el escenario del poderío nacional, fue derrotada por la mayoría encontrada en la coalición oriente-occidente. Siendo este un punto esencialmente agravante, ya que dentro de la constitución social basada en las castas y clases; el discurso que se había vendido exitosamente y que había ganado adeptos dentro de los grupos sociales no pertenecientes a las oligarquías era el del liberalismo, en tanto que representaba para dichos grupos en desventaja socioeconómica una esperanza reformadora real; lo que se ve caducado con la pronta instauración del federalismo como modelo programático institucional en el seno de la naciente Primera República.
La supuesta reestructuración adecuada a un nuevo modelo, distinto al colonial, lejos de cumplir lo ofrecido en materia reivindicativa, terminó por escenificar un continuo y creciente sistema desigual, en el que los más vulnerables por su condición de no poseedores de propiedades vieron frustradas sus añoranzas de hallar oportunidades y respuestas ante sus demandas socioeconómicas; en este sentido las oligarquías hicieron uso favorable de la situación para continuar desarrollando una marcada exclusión a quienes no formaban parte de sus cuerpos poblacionales.
           En relación a lo planteado,  Bolívar realiza duras críticas que manifiestan su descontento frente al federalismo, adjudicando a este modelo un enfoque negativo; evaluando a través de un análisis minucioso el estado situacional de Venezuela, describiendo lo que a su parecer fueron los causantes directos del fracaso de la nombrada Primera República. Otorgando gran responsabilidad a la poca coherencia y unidad al momento de tomar decisiones políticas, como consecuencia del no establecimiento de un sistema centralista, que garantizase una dirección política única en la que se permitiese un mejor y más sencillo alcance de los planes y decisiones  a asimilar. También puntualiza en el grave desequilibrio generado por la puesta en uso de una moneda sin valor alguno, constante ataque a funcionarios gubernamentales y la irresponsable malversación de dinero en frivolidades.
Ahora bien, resulta curioso, analizar la opinión fijada por Bolívar en relación a   la necesaria posición combativa que debió asumir el gobierno de forma inmediata frente a sublevaciones, estableciendo en este sentido, una justificación sobre el desarrollo de la guerra frente a pueblos ignorantes, que careciendo del suficiente conocimiento sobre la sus derechos han pasado a defender causas que no les corresponden; mostrándose contrario al espíritu reinante de una tolerancia pasiva que termina por comprometer el desarrollo emancipador y cede terreno a los “enemigos de la patria”. Si bien es evidente el grado explícito de rechazo a España como enemiga acérrima de los intereses patrióticos, al mismo tiempo la postura tomada por Bolívar sobre el ataque militar a quienes se resistían a asumir los roles fijados por el reciente gobierno constituido, pareciese expresar un particular desconocimiento del carácter reivindicativo que conllevó a la existencia de sublevaciones que saboteaban la causa patriótica, en tanto que no existía una identificación hacia lo promovido desde dicho ejército, producto de un notable desencanto con las políticas implementadas y todas las repercusiones que éstas realzaron.
Sin embargo existe en el discurso de Bolívar, un aval recurrente con el que demuestra la justeza sobre la guerra, al repetir los males que ha enfrentado durante siglos la América en manos de asesinos colonizadores, que sin piedad alguna cometen los más grotescos crímenes, atentando frente a los más desvalidos, sin clemencia, asegurando la legitimidad del accionar en contra de estos; bajo la concepción de un acto que más allá de vengativo, caracteriza como necesario; asomando incluso en parte de sus cartas implícitamente la no elección sobre el hacer o no la guerra; señalándola como una condición básica para la mera continuación de la vida de los hombres americanos y que intrínsecamente debe llevarse a cabo por el reclamo que ante tanta agonía la América exclama. Así lo explica:
“V. E. debe creerme; cuando las tropas de la Nueva Granada salieron a mis órdenes a vengar la naturaleza y la sociedad altamente ofendidas, ni las instrucciones de aquel benéfico gobierno, ni mis designios eran ejercer el derecho de represalias sobre los españoles, que bajo el título de insurgentes llevaban a todos los americanos dignos de este nombre, a suplicios infames, o a torturas mucho más infames y crueles aún. Más viendo a estos tigres burlar nuestra noble clemencia, y asegurados de la impunidad continuar aún vencidos la misma sanguinaria fiereza; por salvar la vida amenazada de mis compatriotas, hice esfuerzos sobre mi natural sensibilidad, para inmolar los sentimientos de una perniciosa clemencia a la salud de la patria”. [1]
De esta manera, se extiende otra categoría dentro del discurso de Bolívar, perceptible a través del uso constante de “la América”, como término que denota la implementación de una estrategia continentalista; muy distante de la típica idea, promovida desde el simplismo histórico, que con audacia ha logrado insertarse en el imaginario colectivo; sobre la ilustración de un Bolívar netamente “nacionalista”, que respondiendo a intereses herméticos, es caracterizado como un planificador de la guerra defensiva para el estado-nación Venezuela
[1] Simón Bolívar. “Excmo. Señor Gobernador y Capitán General de la Isla de Curazao y sus Dependencias”.  Obras Completas. Tomo I (Volumen I). Bloque Editorial De Armas. Colección Bohemia. Venezuela. s.f. p. 63.
Topándonos así igualmente, con una contradicción existente frente a la creencia en la trillada frase: “la defensa de la nación”, ya que además del sentido ampliamente continentalista presente en la propuesta de guerra de Bolívar, es visible además un rechazo hacia el concepto defensivo de la guerra en tanto que la considera poco efectiva, levantando su apoyo por el contrario a la “guerra ofensiva” con lo que manifiesta la urgencia de asumir una postura de confrontación ante el enemigo.
Ahora bien,  el “enemigo”, es a su vez caracterizado por la condición intrínseca de la no pertenencia al suelo; delimitándose así, un mensaje en el discurso de Bolívar que genera una dicotomía para promover la clasificación entre ciudadanos legítimos e ilegítimos basada en la posesión o no de la pertenencia al suelo; lo que puede comprenderse con el trasfondo de la división en dos bloques humanos donde se establecen simultáneamente dos roles funcionales frente al conflicto; con lo que posiblemente Bolívar persigue canalizar la adopción de una tipología particular para cada uno de estos grupos, conllevando en este sentido al aprovechamiento de dicha disección poblacional para el convencimiento político discursivo frente a la masa que necesita persuadir. Ya que la realidad presente para la época, claramente tenía una trama social mucho más compleja, en la que más allá de limitarse a un problema ocurrido entre dos estados-naciones, se trataba de un escenario de múltiples choques que cimentaron las condiciones para el desarrollo de una guerra más de corte civil que independentista.
En este sentido; el interés de Bolívar por la unidad entre Venezuela  y  la Nueva Granada manifiesta la visión inicial del proyecto continentalista; con lo que analiza el rol fundamental de ambos estados naciones para la creación de una propuesta estratégico-ofensiva de la guerra; para la cual no sólo reitera un discurso persuasivo hacia las autoridades neogranadinas, haciendo uso de argumentos correlacionales sobre los efectos que podrían generarse en la Nueva Granada una vez aliada con Venezuela; sino que además explica igualmente desde un sentido correlacional lo suscitado en Venezuela, como un llamado de atención frente a la Nueva Granada; estableciendo así un nudo estratégico de gran relevancia, ya que generó las condiciones necesarias para el fortalecimiento del ejército patriota a través de la ayuda prestada por la Nueva Granada, que daría rienda suelta a la conocida campaña admirable, una vez acicalado el discurso unitario de Bolívar. Así puede verse en el escrito titulado: Memoria dirigida a los ciudadanos de la nueva granada por un caraqueño. Cartagena de Indias, escrita el 15 DE SEPTIEMBRE 1812 en la que Bolívar señala:
“Aplicando el ejemplo de Venezuela a la Nueva Granada, y formando una proporción hallaremos: que Coro es a Caracas, como Caracas es a la América entera:  consiguientemente el peligro que amenaza a este país, está en razón de la anterior progresión: porque poseyendo la España el territorio de Venezuela, podrá con facilidad sacarle hombres y municiones de boca y guerra, para que bajo la dirección de jefes experimentados contra los grandes maestros de la guerra, los franceses, penetren desde la provincia de Barinas hasta los últimos confines de la América meridional” 2..
             En este sentido, vale acotar además el conocimiento presente en Bolívar en relación a las fuertes arremetidas que avizora traería para la América el cambio de rumbo del conflicto acaecido entre las metrópolis Europeas; calificando dicho escenario como un agravante que subyugaría a la América si se perdiese la oportunidad brindada por la incapacidad ofensiva peninsular. Expresando:
“Es muy probable que al expirar la Península, haya una prodigiosa emigración de hombres de todas las clases; y particularmente de cardenales, arzobispos, obispos, canónigos y clérigos revolucionarios, capaces de subvertir no sólo nuestros tiernos y lánguidos estados, sino de envolver el Nuevo Mundo entero, en una espantosa anarquía. La influencia religiosa, el imperio de la dominación civil y militar, y cuantos prestigios pueden obrar sobre el espíritu humano, serán otros tantos instrumentos de que se valdrán para someter estas regiones”3.
En este mismo orden de ideas; es necesario destacar la importancia coyuntural precisada por una posible violenta coacción hacia las colonias americanas que desemboca  fuertemente en el deseo apresurado de Bolívar por concretar una victoria rápida de la guerra, una vez emprendida la campaña admirable; donde son notorias las concepciones manifestadas desde una escritura con tintes triunfalistas, que parecen acentuar la seguridad de éste en relación a los avanzados, rápidos y sistemáticos logros de la causa patriótica. Lo que hace pensar en un incontenible anhelo por la consolidación del proyecto emancipador
2 Simón Bolívar. “Memoria Dirigida a los Ciudadanos de la Nueva Granada por un Caraqueño”.  Obras Completas. Tomo I (Volumen I). Bloque Editorial De Armas. Colección Bohemia. Venezuela. s.f. p. 46.
3  Simón Bolívar: Ibídem. p.  45.
frente a las nuevas posibilidades que el contexto en sí mismo iba generando, a través del apoyo brindado por la Nueva Granada. Sin embargo, es necesario mirar desde otra perspectiva lo ya manifestado; pues en medio del deseo de Bolívar por llevar a cabo la estrategia continentalista y con el interés de persuasión hacia el congreso de la Nueva Granada, no resulta extraño el considerar los rasgos triunfalistas del Bolívar de aquel momento como el producto del convencimiento que debía demostrar para garantizar una continuidad  del apoyo ofrecido al ejército patriota; más allá de la existencia real de una rotunda credibilidad en las capacidades arrasadoras  por parte de los republicanos que describe con aparente firmeza.
Otro punto importante dentro de la discusión enmarcada en las pretensiones unitarias de Bolívar entre Venezuela y la Nueva granada, es precisamente el proyecto de gran nación, con el que reafirma contundentemente su visión centralista frente al proceso emancipador, añadiendo además el carácter continentalista para la puesta en práctica de una estrategia de guerra en la que enfatiza sobre la necesaria alianza de ambos estados-naciones, como el punto de auge de un proyecto de mayores dimensiones, que cobijará a todos aquellos que por su condición legítima como americanos y defensores de la causa patriótica deben accionar. Así puede apreciarse en una carta dirigida al General en jefe de oriente Santiago Mariño; donde plantea:
“A penas Venezuela unida con la Nueva Granada podría formar una nación que inspire a las otras la decorosa consideración que le es debida ¿Y podremos pretender dividirla en dos? Nuestra seguridad y la reputación del gobierno independiente nos impone al contrario el deber de hacer un cuerpo de nación con la Nueva Granada. Este es el voto ahora de los venezolanos y granadinos, y en solicitud de esta unión tan interesante a ambas regiones, los valientes hijos de Nueva Granada han venido a libertar a Venezuela. Si unimos todo en una misma masa de nación; al paso que extinguimos el fomento de los disturbios, consolidamos más nuestras fuerzas y facilitamos la mutua cooperación de los pueblos a sostener su causa natural. Divididos, seremos más débiles, menos respetados de los enemigos y neutrales. La unión bajo un solo gobierno supremo, hará nuestra fuerza, y nos hará formidables a todos” 4.
           Sin embargo es imposible comprender todo lo abordado, sin analizar el valor que trae para el estudio de lo asumido por Bolívar como líder del ejército patriota la conocida procla-
4 Simón Bolívar: Loc. Cit.
ma de guerra a muerte del 15 de junio de 1813; donde se produce una radicalización de la posición ofensiva de la guerra; en la que la polarización existente entre los adeptos a la causa patriótica y los contrarios a la misma es llevada a un punto máximo de conflicto, que  busca erradicar cualquier tipo de condescendencia hacia los discrepantes. Así surge una política de arremetida contra los españoles que afianza el carácter continentalista de la guerra pensada por Bolívar, en tanto que se utiliza la segmentación poblacional entre americanos y no americanos como consigna de clasificación para delimitar quienes son los condenados y quienes los llamados a condenar. Existiendo además, la inclusión en tal condena de aquellos que aprovechasen contextos desfavorables para propiciar actos vandálicos y de oportunismo. En “Historia Constitucional de Venezuela”, escrito por José Gil Fortoul hay un extracto sobre la proclama de guerra a muerte  que permite visualizar claramente lo ya señalado:
           “Los delitos que el Gobierno se propone castigar de este modo riguroso y terrible, son: Primero los de aquellas personas que tratan de formar partido contra nuestro sistema, con obras, atacándonos directamente, o prestando auxilio a nuestros enemigos, o con palabras seduciendo las gentes incautas, animándolas para que se reúnan contra nosotros, o se pasen al enemigo, o lo reciban con gusto en caso que él se presente. Los que incurran en este crimen serán pasados por las armas” 5.  
            Finalmente, una vez ocurrida la evacuación de las tropas napoleónicas de España; evento previsto  y presentido por Bolívar, se presenta para él y su ejército la ineludible necesidad de atender a un nuevo panorama político que replantea la guerra y exige el desarrollo de nuevas alianzas en aras de lograr un plan efectivo ante el ya avizorado lúgubre escenario que envolvería a la América y buscaría exterminar cualquier pretensión emancipadora. Situación que lleva a generar nuevos nudos estratégicos como el presentado por Bolívar al manifestar el rol fundamental que ante la incertidumbre y desestabilización representa Inglaterra como gran influyente sobre los asuntos comerciales con España; por lo que precisa el inmediato convencimiento del mencionado estado nación; con la clara finalidad de provocar presiones por parte de Inglaterra a España y así poder contrarrestar  las acciones de ataque a las que puede ser sometida la América por el incesante dominio peninsular.
           5 José Gil Fortoul. Historia Constitucional de Venezuela.      Tomo I. Talleres EOSGRAF, S. A. Madrid (España). 1967. p. 288.
CONCLUSIÓN
 Luego de desarrollar el abordaje temático sobre la posición discursiva asumida por Bolívar sobre la guerra durante el periodo comprendido entre 1810 hasta 1815; es menester señalar la notable importancia generada por el contexto histórico en las estrategias, ideas y objetivos promovidos y ejecutados por Bolívar; en tanto que moldearon sus decisiones y retos direccionales asumidos en medio de escenarios sociopolíticos llenos de desestabilización.
           Finalmente, resulta interesante traer a colación un proverbio árabe que explica: “Los hombres se parecen más a su tiempo que a sus padres”, ya que partiendo de esta premisa, puede hallarse en Bolívar la escenificación de un estratega, que influenciado por el auge del desarrollo del pensamiento liberal de su época, emprendió un movimiento emancipador que lo conduciría a producir alianzas y análisis situacionales dignos de ser estudiados; pues en éstos se vislumbra el recorrido de un hombre con visión amplia y sed de justicia que sabiendo hacer uso de recursos persuasivos e intelectuales, fue capaz de enfrentar incontables circunstancias en las que se exigió la puesta en práctica de habilidades de liderazgo para su control.
    BIBLIOGRAFÍA
           Bolívar Simón. Obras Completas. Tomo I (Volumen I). Bloque Editorial De Armas. Colección Bohemia. Venezuela. s.f.
           Gil Fortoul José. Historia Constitucional de Venezuela.   Tomo I. Talleres EOSGRAF, S. A. Madrid (España). 1967.
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jgmail · 5 years
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El movimiento homosexual «busca racionalizar la revolución sexual y extenderla»
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(Portaluz) Sin embargo Reilly ha sorprendido a todos apuntando ahora su preocupación sobre el accionar organizado de la comunidad Lésbico, Gay, Bisexual, Teransexual, Qeer (LGBTQ). En su polémico libro Making Gay Okay. How Rationalizing Homosexual Behaviour is Changing Everything, publicado en 2014, argumenta el impacto demoledor que tendría sobre las sociedades de occidente el imponer lo Gay como arquetipo cultural que modela las creencias y valores de todos.
«Mientras más se aleje una sociedad de la verdad, más odiará a aquellos que la proclaman». La expresión que pertenece a George Orwell, es punta de lanza en la reflexión de Reilly al cuestionar la conducta política del movimiento LGBTQ.
En una reseña del libro en MercatorNet, Tracy Mehan III señala que la tesis de Reilly es que hay dos modos fundamentales de ver la realidad. Uno considera que las cosas pertenecen a una naturaleza que está ordenada a «fines que son inherentes a su esencia y que les hace ser lo que son» y tienen «propósitos innatos». El otro modo de ver la realidad piensa que las cosas no tienen una naturaleza o fin en sí mismas, «sino solo lo que hace que estén de acuerdo con nuestros propósitos y deseos». El primero supone una «primacía de la razón» y el segundo inclina a una «primacía del deseo».
«El debate sobre el "matrimonio" entre personas del mismo sexo -escribe Reilly- se refiere en definitiva a eso: la naturaleza de la realidad». Para él, «el movimiento homosexual busca la más amplia racionalización de la revolución sexual y se dedica a extenderla. La aceptación de cada variante de la conducta sexual errónea refuerza a las otras».
Pero cuando se niega la razón natural, la justicia se reduce a lo que es deseado, en vez de lo que es razonable, reflexiona el autor. Quienes así basen su libertad antes o después afrontarán las consecuencias de este punto de vista, escribe Reilly, pues «lo que parece una libertad sin límites es, de hecho, la consagración de la tiranía».
La racionalización de la conducta homosexual exige además, advierte, pasar por alto o negar que en la realidad su práctica sexual -por ser ajena al orden natural- expone a mayores riesgos para la salud según evidencian todas las cifras del Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades de Estados Unidos, concluye. Saliendo al paso de otros tópicos, Reilly niega que los grandes pensadores de la antigua Grecia fueran favorables a la conducta homosexual. «Sócrates y Platón condenaron inequívocamente los actos homosexuales como antinaturales», asegura Reilly citando varios pasajes de sus obras. Más aún, Aristóteles califica el sexo entre hombres como una de esas «cosas morbosas» mencionadas en la Ética a Nicómaco. Cuando se niega la naturaleza, la justicia se reduce a lo que es deseado, en vez de lo que es razonable concluye.
En declaraciones al periodista Alvino-Mario Fantini en MercatorNet, no se priva de generar polémica al referir cómo la concepción legal sobre el matrimonio ha podido cambiar con tanta rapidez y profundidad.
«El pez se pudre por la cabeza –apunta-, como dicen los chinos. Se ha ido abriendo paso a través de los razonamientos legales y de una completa separación entre moralidad y ley. Ahora podemos ver que la mayoría de nuestros jueces son positivistas, que no ven relación entre ley y moralidad. Repiten que no hay una argumentación racional contra el matrimonio homosexual, por lo que la oposición a este debe ser considerada un prejuicio. Sin embargo, hay abundantes decisiones de la Corte Suprema desde el siglo XIX que, de un modo muy aristotélico, hablan de cuál es el papel de la familia. Pero los tribunales nunca se preguntan por estos temas; solo dicen: «Esto es un prejuicio» y siguen adelante. Los jueces se han vuelto historicistas y han abandonado las «leyes de la naturaleza y del Dios de la naturaleza (como dice la Declaración de Independencia) en las que descansa su autoridad. Están rindiendo básicamente la naturaleza a la Historia, y haciéndolo, minan su propia autoridad para tomar decisiones. Es un tipo de suicidio moral y legal».
Reilly subraya además un tópico conocido y es que nada permite asegurar que uno nace siendo gay. «No hay prueba de un gen gay. Científicos homosexuales que han investigado el asunto han sido muy francos al decir: ‘No hemos descubierto tal cosa, aunque por supuesto pudiera haber componentes genéticos en la predisposición’. Pero hay componentes genéticos en casi todo, por lo que eso no dice mucho. Y la cifra del 10 por ciento (de homosexuales en el conjunto de la población) es completamente falsa. Es más bien un dos o un tres por ciento».
«Estoy convencido –agrega- de que un número de homosexuales tienen esa predisposición sin propia responsabilidad… Merecen ser tratados con mucha compasión por esta compulsión, que no es responsabilidad suya…».
El periodista le hace notar luego que la racionalización de algún comportamiento reñido con un determinado principio moral es común a todos los seres humanos. Todos lo hacemos, le cuestiona. Reilly responde:
«Todos tenemos apetitos desordenados y pasiones. Eso no es exclusivo de los homosexuales. Y cada vez que cedemos ante una pasión desordenada, creamos una falsa realidad para justificarla»...
«Como Aristóteles apunta en su Ética, el ser humano es incapaz de escoger algo a menos que lo vea como un ‘bien’ para sí mismo. Así que creamos una realidad alternativa en la que una cosa mala se convierte en buena, pero por lo general nos recuperamos de esto cuando admitimos nuestra culpa, y lo reconocemos como un mal. Entonces el orden moral se restaura. Pero si eliges cimentar tu vida en un acto inmoral –digamos que quieres ser un ladrón profesional, o que quieres un matrimonio o relación sodomítica–, entonces tienes que construir una racionalización más permanente que soporte los repetidos intentos de tu conciencia de intervenir y de decirte que debes sentirte culpable de lo que haces porque es intrínsecamente incorrecto»…
«Para que esta racionalización triunfe, no solo tienes que convencerte a ti mismo, sino a todos los que te rodean. Las personas que se involucran en la justificación de su mal comportamiento moral no están ‘buscando la verdad’ cuando incluyen a otros en la discusión sobre su comportamiento; están buscando proteger esa racionalización y universalizarla para salvaguardar un comportamiento que ellos desean mantener. Por eso vilipendian a cualquiera que se les opone y utilizan todos los medios para dejarlos fuera de combate. No es una búsqueda de la verdad. Es una búsqueda de la auto justificación».
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