Practicar la gratitud 🙌🏻🤝🫶 Los seres humanos tendemos a enfocarnos en lo negativo, pensar lo peor, criticar en lugar de agradecer. Casi nada nos satisface. No importa lo generosa que haya sido la vida, siempre hay motivos de queja: esa comida está mal preparada, esa ropa es ordinaria, mi celular no es tan bueno, etc. Buscamos la felicidad en las sensaciones inmediatas, en la novedad y en huir de la rutina. Dejemos de pensar que somos el centro del universo y que la vida tiene la obligación de darnos todo porque sí. Todo lo que se recibe, sea grande o pequeño, es un obsequio de la vida. Demos las gracias por estar vivos, por las cosas que tenemos, sin compararnos con los demás, no demos por sentado nada, las personas son efímeras, las situaciones pasajeras, casi nada esta bajo nuestro control. Una vez que entendamos esto, podremos disfrutar el aquí y ahora, y no pensar en lo que podría o pudo ser. https://vcsradio.net/el-poder-de-la-gratitud-para-ser-feliz/ Creadora de este black tape: @gracenuz81 ✔️
Emprendimos un viaje juntos, uno que si bien se pintaba en arcoiris y luz, se tornó gris y brumoso.
Tomamos el mismo sendero tomados con fuerza de las manos, pero no habíamos recorrido ni un tercio de este cuando decidiste soltarme.
Las risas se apagaron para volverse gritos y llanto. Cenizas de una felicidad pasajera nos distanciaron el uno del otro.
Y antes de dejarme atrás prometiste volver. Me dijiste que solo sería un momento, que volverías pronto.
Primero fueron centímetros, metros y finalmente kilómetros de separación. Para ese entonces ya eras un punto a la lejanía y yo una chica tonta, corriendo con torpeza para poder alcanzarte.
Tropecé y caí decenas de veces, lastimé mis rodillas, me hice daño aferrada a buscarte.
Y cuando creía estar cerca de hallarte, un vendaval me lanzaba millas atrás. Lluvia torrencial empeñada en ahogarme.
Me esforcé por apreciar tu silueta entre la espesa niebla, fue inútil. Yo ya era un fantasma a media carretera, buscando una salida a tal desolado paraje.
Te perdí entre el frío y la oscuridad, entre tornados y tormentas sin final. Las huellas de tus zapatos que ya no me guían más.
Me perdí, ahora soy una pequeña extraviada en medio de la nada.
¿Dónde estás? ¿A dónde fuiste que ya no puedo encontrarte?
<Todos hemos nacido en Arcadia, es decir, entramos en el mundo llenos de
aspiraciones a la felicidad y al goce y conservamos la insensata esperanza de
realizarlas, hasta que el destino nos atrapa rudamente y nos muestra que nada
es nuestro, sino que todo es suyo, puesto que no sólo tiene un derecho
indiscutible sobre todas nuestras posesiones, sino además sobre los brazos y
las piernas, los ojos y las orejas, hasta sobre la nariz en medio de la cara.
Luego viene la experiencia y nos enseña que la felicidad y el goce son puras
quimeras que nos muestran una ilusión en las lejanías, mientras que el
sufrimiento y el dolor son reales, que se manifiestan a sí mismos
inmediatamente sin necesitar la ilusión y la esperanza. Si esta enseñanza trae
frutos, entonces cesamos de buscar felicidad y goce y sólo procuramos escapar
en lo posible al dolor y al sufrimiento. [«El prudente no aspira al placer, sino a la ausencia de dolor»
Aristóteles]. Reconocemos que lo mejor
que se puede encontrar en el mundo es un presente indoloro, tranquilo y
soportable: si lo alcanzamos, sabemos apreciarlo y nos guardamos mucho de
estropearlo con un anhelo incesante de alegrías imaginarias o con angustiadas
preocupaciones cara a un futuro siempre incierto que, por mucho que
luchemos, no deja de estar en manos del destino.
¿Por qué
habría de ser necio procurar en todo momento que se disfrute en lo posible del
presente como lo único seguro, puesto que toda la vida no es más que un trozo
algo más largo del presente y como tal totalmente pasajera?
Hoy debo orar con todo mi corazón, este corazón que apenas esta aprendiendo a amar... este corazón herido por la vida pero que solamente sanará en tus manos, con ese amor puro y verdadero que solo TU me das Amado de mi Alma.
Pocos pueden entender la vida, talvés yo menos... sin embargo he comprendido donde se encuentra la felicidad. Aunque el mundo me diga que debo buscarla donde tanto tiempo anduve cegada..., ahora sé que todo eso no fue más que vanalidades y glorias pasajeras.... y que bueno que el tiempo se llevó todo aquello...porque finalmente encontré lo que siempre busqué, contigo.
Señor, ¿porque nadie entiende? acaso debo de convercerlos... ? ¡haré lo que tu quieras!, si quieres verme en el mundo denuevo... estará bien, pero por favor que nada me aleje de ti... que no quiero morir en vida... no quiero perderme... Te prometo una sola cosa "No tendré miedo".
Hoy repetiré estas palabras: "Si Dios esta conmigo, que he de temer?"... Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda. La paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene, nada le falta. SOLO DIOS BASTA.
Y TU me bastas... no importa lo que digan... yo te elijo a TI.
La Experiencia de Ser la Oveja Negra: Autenticidad Frente a Conformidad
¿Alguna vez te has sentido como la oveja negra en un mundo que valora la conformidad? Si es así, no estás solo. Desde pequeños, algunos de nosotros nos sentimos diferentes, no mejores, simplemente distintos. No seguimos las normas establecidas, las modas pasajeras ni las opiniones impuestas por una sociedad que a menudo parece demasiado complaciente. Esta diferencia puede llevarnos a vivir de manera auténtica, aunque también puede significar enfrentarnos al rechazo, la burla y la indiferencia.
Ser diferente significa tener una personalidad única y nadar contra la corriente. Requiere una convicción plena y una mentalidad fuerte para asumir el reto de ser único y pensar diferente. Implica adoptar otras costumbres, ver la vida desde otra perspectiva y tener pensamientos que van más allá de lo establecido. Ser distinto puede ser una maldición o una bendición, dependiendo de cómo lo manejemos.
La autenticidad es un valor que se eleva por encima de la intolerancia, la envidia y las normas prefabricadas. Vivir auténticamente significa seguir lo que dicta el corazón, lo que nos hace únicos y nos distingue del resto. Es un acto de valentía que desafía intereses políticos, sociales y económicos.
Celebrar la libertad de ser uno mismo y abrazar la autenticidad es un camino hacia la realización personal y la verdadera felicidad. Es un mensaje poderoso para aquellos que se sienten atrapados en la mediocridad y la obediencia ciega. La vida es demasiado corta para vivir según las expectativas de los demás. En su lugar, vivir con autenticidad y seguir nuestro propio camino puede llevarnos a una vida plena y significativa.
La oveja negra de la familia o del grupo no es simplemente un rebelde sin causa; es alguien que busca su verdad y su lugar en el mundo. A través de la autenticidad, estas personas pueden inspirar a otros a cuestionar las normas y a buscar su propia voz. Al final, ser la oveja negra no se trata de soledad o rechazo, sino de encontrar la fuerza y la convicción para ser fiel a uno mismo en un mundo que a menudo premia la uniformidad sobre la individualidad.
Aquí tienes algunos consejos prácticos para vivir con autenticidad:
Conócete a ti mismo: Tómate el tiempo para explorar tus valores, creencias y deseos. La auto-reflexión te ayudará a entender quién eres realmente y qué es lo que quieres en la vida.
Acepta tus imperfecciones: Nadie es perfecto. Aceptar tus defectos y limitaciones te permite ser más auténtico y realista contigo mismo y con los demás.
Sigue tus pasiones: Identifica lo que te apasiona y encuentra maneras de incorporar esas actividades en tu vida diaria. Hacer lo que amas te mantendrá motivado y genuino.
Comunica tus pensamientos y sentimientos: Expresa lo que realmente piensas y sientes de manera honesta y respetuosa. No tengas miedo de compartir tu verdadera opinión.
Rodéate de personas auténticas: Busca amigos y colegas que valoren la autenticidad y que te apoyen en ser tú mismo. Las relaciones genuinas te fortalecerán.
Establece límites claros: Aprende a decir "no" cuando algo no se alinea con tus valores o necesidades. Establecer límites saludables es crucial para mantener tu autenticidad.
No busques la aprobación de los demás: Vivir auténticamente significa dejar de lado la necesidad de complacer a todos. Confía en tus decisiones y en tu juicio.
Acepta el cambio: La autenticidad no es estática. A medida que creces y cambias, permite que tu verdadera esencia evolucione contigo.
Sé valiente: Ser auténtico a veces requiere coraje, especialmente cuando te enfrentas a la presión social. Mantente firme en tus convicciones y no temas destacarte.
Practica la gratitud: Aprecia lo que tienes y quién eres. La gratitud te ayuda a enfocarte en lo positivo y a mantener una perspectiva auténtica y optimista.
Implementar estos consejos en tu vida te ayudará a vivir con más autenticidad, a conectar mejor contigo mismo y con los demás, y a encontrar una mayor satisfacción personal.
"En un mundo de copias, ser la oveja negra es el acto revolucionario de abrazar tu esencia única. ¡Vive auténticamente y deja tu huella imborrable!"
"Recojan rosas mientras puedan, los tiempos pasan pronto y esta misma flor que hoy sonríe mañana morirá"
Adaptación del poema "To the Virgins, to Make Much of Time", Robert Herrick.
En el "Club de los Poetas Muertos" hay un tema que se trata durante la película, se habla de la importancia de aprovechar el tiempo presente y disfrutar de la vida mientras eres joven.
El tiempo, desde la perspectiva de los humanos, es un recurso limitado e inestimable, la vida es breve y efímera, y cada momento que pasamos es irrecuperable.
Estoy pasando por algo raro, me siento como un anciano de noventa años, pues he pasado muchos días pensando y tratando de comprender las cosas que me sucede, entonces, en la pasividad de una banca, o en el silencio de mi habitación, comprendí que mientras somos jóvenes consideramos que todas más cosas, nuestro cuerpo, la persona y los amigos que amamos estarán siempre allí, pero la belleza, la dicha y el amor son fugaces, al igual que una rosa, lo bello y la felicidad son cosas pasajeras y transitorias. Por eso, es importante disfrutar las cosas mientras duren, sin aferrarse a ellas o tratar de prolongarlas más allá de su tiempo natural, verlas en su belleza presente, entender que un día se marchitaran.
También aprendí que el presente es lo único que tenemos, pues el pasado ya sucedió, y el futuro no lo tenemos, entonces, lo único que poseemos es el presente, y es ahí donde realmente debemos centrar nuestros esfuerzos, parece un cliché, porque los enfermos de cáncer siempre dicen esas cosas, pero es cierto, un día todos aprenderemos esto mientras nos despedimos de amigos, de esa persona que amamos, de la vida.
Tal vez debería acostumbrarme al agotamiento y dolor que causa seguir con vida, dónde la felicidad es tan pasajera como el dinero y el amor solo se reserva para los dueños del tiempo.
Quiero escribir algo por si te animas a checar esta cuenta. Una forma de recordar el pasado, un gesto adicional de agradecimiento de mi parte hacia tí. Quizás, la última carta que me permitas escribirte.
No sabemos que va a suceder después de hoy, no sabemos lo que viene mañana. Uno puede imaginarlo, usar el sentido común para hacerse una idea de lo que podría pasar mañana, o dentro de un minuto, pero el futuro no deja de ser impredecible: un suceso que nunca viene, y que, cuando llega, deja de existir. Un día inexistente esperando a que se manifieste delante tuyo, el dueño de tus metas, el testigo de tus bendiciones y desgracias, el que nunca deja de asomarse por la esquina para recordarte que siempre estará ahí, hasta que la querida señora Muerte le quiera poner precio a su cabeza; porque, como dicen por ahí, nada vale más que el tiempo. Y el futuro es el tiempo de reserva que no deja de gastarse en cada segundo que sucede.
Por esto mismo es difícil comprender qué es vivir, o tomar la vida como un regalo. Por esto mismo la gente es egoísta, egocéntrica, autocentrada, materialista: el sistema educativo jamás te enseña lo que es vivir. ¿Por qué no lo hace? Porque, ¿quién querría? ¿Quién estaría dispuesto a escuchar una lección de un desconocido acerca de la volatilidad de la vida misma? ¿Quien querría preocuparse por un día que no ha llegado?
Con esto dicho, quiero darme la oportunidad de hablar sobre un bello recuerdo, el cual formaste parte de, o al menos llegamos a hablar cuando sucedió. Era en Halloween, dentro de unos días se cumplirán más de 2 años desde que pasó esto. Me sentí agobiado por la situación, era una fiesta donde muchos ya estaban pasados de copas, yo no me sentía cómodo, y me levanté de mi asiento. Me puse los audífonos, no dije nada, y me fui caminando afuera de la casa donde era la fiesta. Dejé llevarme por la música, que mis pies me dirijan a donde mi cuerpo quería ir. Gracias a esto descubrí KMD, la mejor canción que puedo conocer, y tengo el recuerdo más hermoso de toda mi joven y, si la señora Muerte me lo permite, longeva vida. Mirar para el cielo, ver las estrellas, sentir la brisa de la laguna a mi costado; el estrecho camino pavimentado iluminado por la luz anaranjada de los postes de luz, las casas apagadas, y la sombra de mi antiguo yo caminando hacia el horizonte delante mío. La música resonando en mis oídos, enfocándome plenamente en la progresión de los acordes, y sonriendo ante el escenario donde me encontraba presente. Paz conmigo mismo, y paz con la existencia misma.
Muy pocas veces he sentido algo así, la primera de mi más reciente recuerdo fue ahí. El resto lo marcaste tú, Luna, la mujer que pudo aceptar mi amor, que pudo aceptarme por como soy. Un regalo que un adolescente no podría creer capaz de considerar suyo. Una responsabilidad enorme que cargaban sobre nuestros hombros, un futuro prometedor, ambicioso, pero lleno de esperanzas y promesas por cumplir. Algo para rememorar, para sentirnos en paz y calmados de haber tenido, sin saber con certeza si llegaría el día.
Y aquí te encuentras, leyendo esta carta posterior a nuestra ruptura con final feliz. Un final feliz que ya sucedió: un final que siempre consideramos inalcanzable, impensable, parte de un futuro lejano. De un futuro que se volvió nuestro presente. Un presente, como lo dice su nombre, es un regalo. Un día más de vida, un segundo más de respiración, un parpadeo más que nos permite seguir disfrutando de la vida pasajera. Un presente lleno de bendiciones, desgracias, sentimientos, recuerdos, y ambiciones. Una vida llena de personas, amores, enemigos, familiares, mascotas, lugares, aromas, y un sinfín de sustantivos que nombrarlos todos haría la lista más larga de lo que ya es.
Con esto, solo me queda nuevamente darte las gracias: gracias por madurar, anhelar tu bienestar propia, tu propia felicidad. Eres muy joven, Luna, con muchas cosas por experimentar por tu propia cuenta. Ambos tenemos muchas cosas por delante, y el tiempo incesante determinará si nuestro futuro se encuentra en el mismo camino. Independientemente de lo que suceda, sea juntos, separados, o que nos volvamos un lindo recuerdo de lo que alguna vez fue y pudo ser, la vida no dejará de seguir adelante. Motívate, permítete tomar riesgos, ríe, llora, ama, besa, haz todo lo que siempre quisiste, porque cada segundo qué pasa es un segundo que jamás recuperarás.
La vida está llena de milagros, y tú fuiste uno de los míos. Siempre estaré aquí para ti, como tú mejor amigo, tu mentor: como Diego. Nunca te rindas, y siempre sigue adelante. Alcanza lo que quieras obtener. Allow yourself to be better.
Evangelio: Mateo 5:1-12a IV Domingo Ordinario | USCCB
Porque Dios es misericordioso, su voluntad ha sido que las almas que lo aman y que renuncian las cosas banales por El reciban aun en esta vida las doscientas veces mas que Jesús prometió. Por ende, tenemos las Beatitudes que el Señor predico en el monte; y aunque las vemos a través de las sombras de la imperfección que no desaparecerá por completo mientras permanezcamos en este valle de lágrimas, en este exilio terrenal, las Beatitudes son las cumbres de la perfección y la felicidad que nos guían a lo gloria misma.
Las Beatitudes pueden ser una fuente de consuelo para almas que añoran por una migaja de amor y están sedientas de felicidad.
Las Beatitudes son un suspiro, un aliento de vida nueva para las almas que han aguantado mucho. Son un nuevo aliento, para alentar a vivir allá en esas mansiones, en esas cumbres, respirando la brisa de las alturas del Señor; y dejarse llevar y sentirse enaltecido porque Él te levantara sobre alas de águila, “y te cubrirá con sus plumas y bajo sus alas hallarás refugio” (Ps. 91:4).
Las Beatitudes son una maravillosa cadena de montañas de las cuales cada pico es un escalón en el ascensor que llega hacia Dios.
Cada una de las Beatitudes, en las palabras de Santo Tomas, "es algo perfecto y excelente—una cumbre en si mismo/a; y a la misma vez es el comienzo de una felicidad por venir aun en esta vida".
Todas las Beatitudes son cumbres nobles, pero hay una constante ascensión desde las primeras hasta la última, que nos promete la gloria misma.
Primero, la libertad del desprendimiento, o desapego que nos da la pobreza del espíritu, la frescura de las lágrimas; luego la plenitud de la justicia y la gentileza de la misericordia; y muy cerquita del cielo, la luz de la pureza, la paz del amor y el estasis del martirio.
Cuando Jesús dejo abrir sus labios para revelarnos los secretos de las Beatitudes, nos pintaba un paisaje del ascenso espiritual hacia la felicidad y de las cualidades que deben tener los que ascienden al cielo porque nos estaba revelando un auto retrato de El mismo, el discípulo perfecto que encierra todas estas cualidades, Jesús, pobre de Espíritu que lamenta y duele por su gente, que es manso y tierno y tiene hambre y sed de justicia, es misericordioso y puro de corazón y busca la paz y cuando lo hieren, lo insultan y humillan pone la otra mejilla. Es perseguido por anunciar el Reino de Dios.
El primer paso por quien desea alcanzar la vida bendecida descrita por las Bienaventuranzas es renunciar, sinceramente, totalmente, y completamente a las alegrías falsas y pasajeras que ofrecen las cosas vanas de este mundo como los honores, las riquezas, los carros caros incluso nuestra reputación y todas aquellas cosas que otros nos pueden quitar.
Por más de veintiún siglos el antídoto contra la vida vana y la felicidad engañosa de riquezas, honores y placeres se ha desplegado en las paginas de los Evangelios: Pero ¡ay de ustedes los ricos! Porque ya están recibiendo todo su consuelo.
»¡Ay de ustedes, los que ahora están saciados! Porque tendrán hambre. ¡Ay de ustedes, los que ahora ríen! Porque se lamentarán y llorarán.» ¡Ay de ustedes, cuando todos los hombres hablen bien de ustedes! (Lk 6:24-26). Pero la gente no sabe como leer los Evangelios. Deslumbrados por el mundo, ya no toman en serio la palabra de Dios. Por eso cada vez hay menos y menos gente feliz en el mundo. Muy poca gente tiene el valor de atreverse a ser feliz porque la felicidad verdadera se encuentra en Jesús, con Jesús y a través de Jesús.
Es difícil arrancar nuestro corazón de las cosas pasajeras de este mundo como las riquezas, los carros caros, los títulos de honor, las cenas de gala, para entregarle nuestro tiempo y nuestro corazón a Jesús. Aun así, la felicidad no se encuentra en estas cosas: El Reino de Dios esta dentro de ti.” Porque el reino de Dios no cobra vida en la comida ni en la bebida, sino en la justicia, en la paz y alegría en el Espíritu Santo que solo podemos conocer a través de Jesús (Rom 14:17).
"Aprendí a afrontar que mi canción favorita sólo es de dos minutos y medio, y no hay nada que yo pueda hacer para prolongarla. Tuve que hacerme a la idea de que el bote de helado en la nevera no iba a durar para siempre. Y, por supuesto, también atravesé por lo difícil de aceptar que de lunes a viernes el despertador debe sonar en algún momento para interrumpir mi sueño y regresarme a la realidad.
Lo mismo paso con las duchas calientes antes de dormir, los cafés por la mañana y los abrazos apretados. Todos, fugaces, pasajeros. Todos instantes. Pero, sin duda, nada me costó tanto trabajo como aquel día que tuve que decirte adiós. No hubo más remedio y no había otra opción. Tampoco es que la vida me haya acorralado para encontrar otra manera, porque entendí que así debía ser. Que las cosas son como son, nos guste o no. Y fue justo en ese instante de despedida que acepté el cruel hecho de que algunas personas llegan a nuestra vida de repente, sólo para darnos felicidad temporal. Llegan a bailar con nosotros un rato y se van.
Ahora entiendo que esa es su misión: regalarnos pequeños instantes de vida que, aunque fugaces, se quedan en nuestra memoria para siempre y nos dan un respiro en medio del caos. Instantes que hacen que el mundo deje de dolerme por un rato, para después continuar, más ligeros, nuestro camino, con una sonrisa por haber logrado ser felices, aunque sólo fuera diez minutos seguidos.
Duele un poco acostumbrarse a la idea, pero nadie ha muerto por ello. Al menos yo no morí y tampoco esa parte de mi que se fue con esa persona, porque yo se la regalé. A cambio recibí un pedazo suyo como obsequio de esos instantes de felicidad, que aún conservo en esa parte de mi mente donde mantengo su recuerdo con vida. Ahora ya no somos parte de un presente compartido, y probablemente tampoco lo seamos en nuestro futuro, porque así son esos momentos de felicidad pasajera que alguien bueno nos regala cuando se estaciona junto a nosotros por un rato."
No existe MUJER INFIEL y de eso estoy totalmente seguro!! Existen hombres tan RUTINARIOS que se encargan de hacer que ellas se Desilusiónen. Hombres que olvidan las cosas básicas como los detalles; Un almorzamos juntos, vamos a Comer helados, vamos a cenar, hoy salimos a la piscina, escapémonos solitos, hoy salimos a dar una vuelta…
Hacen olvidar el dulce sabor de un beso SINCERO, pecan al no DESEAR lo que otros sí DESEAN en secreto…
Hombres que olvidaron que el AMOR es un ARTE que día a día hay que CULTIVAR, CONQUISTAR y COSECHAR…
Son hombres que cometen el ERROR de dejar que sean OTROS HOMBRES quienes dibujen sonrisas en el rostro de su mujer…
Un VERDADERO HOMBRE no es aquel que enamora a MUCHAS mujeres, sino aquel que es capaz de ENAMORAR MUCHAS veces a la misma mujer…
Quien "NO CUIDA" a su bombón se le suben las hormigas…
Necesitamos aprender a valorar a nuestras parejas, a apreciar los pequeños momentos y detalles que hacen que el amor crezca y se fortalezca. La rutina y la falta de atención pueden desgastar cualquier relación, pero si nos esforzamos por mantener viva la llama del amor, podremos disfrutar de una relación sólida y plena.
El amor no es solo una emoción pasajera, sino un compromiso diario, un constante esfuerzo por mantener viva la conexión emocional. No se trata de conquistar a muchas mujeres, sino de conquistar el corazón de nuestra amada una y otra vez, demostrándole que es única y especial para nosotros.
Recordemos que el amor es un arte que debe ser cultivado, regado con detalles, atenciones y respeto mutuo. No permitamos que la monotonía o la falta de interés apaguen la llama del amor en nuestra relación. Aprendamos a valorar a nuestras mujeres y a hacerlas sentir amadas y apreciadas en cada momento.
El verdadero amor se construye día a día, con pequeños gestos y grandes demostraciones de cariño. No dejemos que otros hombres roben las sonrisas de nuestras parejas, seamos nosotros quienes las hagamos felices y quienes las hagamos sentir amadas en todo momento.
Porque cuando no cuidamos a nuestro "bombón", cuando no valoramos a nuestra pareja, corremos el riesgo de perderla y dejar que otros ocupen nuestro lugar en su corazón. Así que, hombres, seamos conscientes de la importancia de amar y cuidar a nuestras mujeres, para que juntos podamos construir una relación sólida, llena de amor y felicidad.