Tumgik
#los frenos y otras cosas seguro
Note
HOLA LU! yo sé que ahorita tu lista de cosas que escribir es demasiado larga, pero he tenido esta idea en la mente por mucho rato. Que te parece un escenario de mean!dom Mati que no sea sexual? Me explico. Esto se me pasó por la mente cuando leí Con toda Devoción y Delirio de Condenados, específicamente cuando la lectora se corta y cuando Matías le pregunta porque partió la taza, en especial la segunda. No sé, trato de pensar como reaccionaria en momentos x del día, no sé si me explico.
Ten un fantástico día!
-♠️
(Kind of) Casual dominance con MeanDom!Mati ♡
-Tardaste bastante...- se queja Matías cuando te ve llegar. Ocupás tu silla, con tu cabello todavía goteando después de una ducha de sólo cinco minutos, y lo observás mientras corta un par de naranjas sin dejar de quejarse por lo bajo.
-Podías dejarlo preparado- contestás con el mismo tono-. Dejá que...
-No, callate- te señala con el cuchillo-. Y tenés que tomarlo recién hecho o no sirve.
Un vaso vacío que reposa sobre la mesa es, sin lugar a dudas, el motivo de su molestia. Probablemente lo preparó cuando le dijiste por tercera vez que sólo te faltaban cinco minutos, seguro esperaba que lo bebieras mientras aún estaba fresco, pero...
-Gracias- le sonreís cuando te entrega el vaso, ignorando las vitaminas que deja sobre la mesa; el sabor es horrible, en extremo amargo, pero Matías sostiene -y sabés que tiene razón- que no necesitan tener un buen sabor para hacerte bien.
La casa está en silencio, la televisión apagada y sus teléfonos en la habitación, así que sin esas distracciones sólo te queda fingir concentrarte en el paisaje del otro lado de la ventana, con la esperanza de que así no sean evidentes tus intenciones de no ingerirlas. Matías te conoce, sabe lo que hacés, pero elige callar.
-¿Dónde querés ir primero?- pregunta media hora más tarde, mientras recogen lo necesario antes de salir. Cuando nota que estás luchando por colocarte el calzado, en lugar de ayudar como normalmente lo haría, desaparece brevemente y regresa con las vitaminas que dejaste olvidadas en la mesa.
El tirón en tu cabello te sorprende y cuando separás los labios para protestar arroja las vitaminas en tu boca, utilizando la palma de su mano para impedir que hables. Espera pacientemente hasta verte tragar -sabe que no necesitás agua, él mismo entrenó tu garganta- y te libera.
-Todos los días lo mismo, nena.
Luego de una pequeña discusión en el estacionamiento (porque él sostiene que no, no necesita que le recuerdes poner el freno de mano y no, no va a tener otro incidente con el auto) ambos ingresan en tu tienda favorita y él observa tu gradual descenso hacia la histeria mientras te probás algunas prendas que escogiste.
Vuelve a correr la cortina del probador para examinar la situación en el interior del mismo, esperando no ser el blanco de una de tus miradas cargadas de furia, pero todo lo que encuentra en tu rostro es frustración e inseguridad.
-Me queda todo para el orto.
-Qué boquita, eh.
-No me rompas, Matías, no estoy para...
Entra en el cubículo rápidamente y te acorrala contra el espejo.
-Para empezar, hablame bien- te recuerda-. Segundo, ¿ya te olvidaste de lo que hablamos ayer?
-No.
-¿Entonces?
-Es que no me gusta...
-Entonces elegís otra cosa o vamos a otro lugar, pero esto de "me queda para el orto" no, ¿entendiste?- presiona su cuerpo todavía más contra el tuyo, su mano sobre tu pecho que ahora sube y baja rápidamente.
Ojalá el calor que irradia no fuera tan perceptible, pensás mientras un escalofrío te recorre, porque evita que te concentres por completo en sus palabras. Puede que él intente que dejes de hablar negativamente de tu persona o de tu cuerpo, justo como lo hizo tantas otras veces, pero ahora mismo vos sólo pensás en todo lo que podrían hacer ocultos únicamente por una cortina.
Golpea tu mejilla para sacarte de tus pensamientos.
-¿Entendiste?- repite y asentís. Retira las prendas que cubren tu cuerpo con cuidado y comienza a vestirte, tomándose el tiempo de acariciar tu cuerpo-. Dejá de mirarme así, no vamos a coger acá...
No sé si esto era lo que tenías en mente, pero igualmente espero que disfrutes la lectura ♡ taglist: @madame-fear @creative-heart @chiquititamia @delusionalgirlplace @recaltiente @llorented ♡
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caperucitaverde · 2 years
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el era un chico solo pero no era exclusivo y no sabia lo que era amar YO le enseñe a amar, yo era una chica con miles de inseguridades EL me enseño a amarlas y amarme, nos enseñamos muchas cosas los dos mutuamente nos amabamos no podiamos vivir sin el otro tanto que el llego a tener la llave de mis recuerdos y yo la de el, obviamente nos separabamos pero al tiempo volviamos no podiamos vivir separados, nos amabamos tanto que aunque quisieramos no podiamos mirar a otras personas, nos amabamos tanto que cualquier cosa que veiamos nos hacia acordar al otro, el era mi lugar seguro y yo era su lugar seguro yo lo saque del poso de donde estaba metido lo ayude a seguir adelante sin mirar atras lo ayude a poner en marcha el auto de una vez por todas los dos andavamos en la carretera sin poner el freno de mano....
continuara...
att:caperucitaverde
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claudiogsaucedo · 2 months
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Steve Lawson - En deuda, ansioso y sin vergüenza
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Sermón por el pastor Steve Lawson en Grace Community Church 2024
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Steve Lawson 2024
Quiero que tomes tu Biblia y vayas conmigo al Libro de Romanos. Estoy seguro de que tu Biblia se abre automáticamente en Romanos, en Romanos capítulo 1, y hoy quiero que miremos los versículos 14-17 en nuestro tiempo juntos antes de venir a la mesa del Señor. El título de este mensaje es "En deuda, ansioso y sin vergüenza."
Estos cuatro versículos también se conocen como el gran "YO SOY" de Pablo. Notarás, mientras leo esto, que el versículo 14, el versículo 15 y el versículo 16 comienzan con las palabras "Yo soy," así que este es el Gran "Yo Soy" de Pablo. Que estos sean nuestros "YO SOY" este día, comenzando en el versículo 14.
"Tengo obligación tanto con los griegos como con los bárbaros, tanto con los sabios como con los insensatos; así que, por mi parte, tengo mucho deseo de predicar el evangelio también a vosotros que estáis en Roma. Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree, al judío primeramente y también al griego. Pues en él se revela la justicia de Dios de fe en fe, como está escrito: más el justo vivirá por la fe."
La mayor necesidad que tenemos en el mundo hoy es que el evangelio haga su obra. Nuestra mayor necesidad no es un nuevo liderazgo político en Washington; nuestra mayor necesidad no es frenar la recesión; nuestra mayor necesidad no es resolver el problema racial; nuestra mayor necesidad no es descarrilar la agenda del despertar ni detener el movimiento homosexual ni el transgénero. La locura es la mayor necesidad, y subrayo la palabra "mayor." La mayor necesidad que tenemos es que el evangelio haga su trabajo, y todas estas otras cosas serán atendidas.
Es por eso que Pablo quería ir a Roma, no para ser un espectador de los SES y no como activista para protestar contra los abusos del gobierno humanista, no para hacer lobby en el Senado ni para hacer piquetes en el Palacio de César.
Quería ir a Roma, no para boicotear el Coliseo o cerrar el circo Maximus. Pablo estaba decidido a ir a Roma para predicar el evangelio de Jesucristo y poner el evangelio en el mercado de las ideas, y ver cómo el evangelio saca del agua todas las demás filosofías e ideologías.
Qué extraño que Pablo quisiera ir a Roma, porque Roma era la ciudad más turística de Europa. Hoy en día, lo llamarían el cementerio de los misioneros; Cicerón lo llamó un pozo negro de iniquidad; otro filósofo se refirió a Roma como una cloaca sucia en la que inundan los frenos del Imperio. Roma era en realidad un pecado con esteroides; era un semillero de lujuria furiosa, prostitución, homosexualidad y lesbianismo.
Roma estaba llena de adoración a dioses griegos y todo tipo de idolatría. Ahí es exactamente donde Pablo quería ir; quería que la luz brillara en el lugar más oscuro. Roma hacía alarde de su poder con su abuso de mujeres e hijos, de esclavos y de enemigos capturados.
Roma estaba llena de orgullo, arrogancia y poder; sin embargo, era en Roma donde Pablo anhelaba hacer del evangelio el tema del día. Pablo no buscaba un lugar fácil para servir al Señor, no buscaba un lugar cómodo, sino que buscaba el lugar más difícil para llevar el evangelio. Roma era la ciudad capital del poderoso Imperio, y sabía que si podía llegar a Roma con el evangelio de Cristo, enviaría un efecto dominó a lo largo de todo el Imperio. Lo estratégico sería llegar a Roma con el evangelio.
Al mirar estos versículos hoy, creo que debemos darnos cuenta del lugar estratégico que el Señor les ha dado para estar aquí en Los Ángeles. De muchas maneras, llegar a Los Ángeles con el evangelio es enviar un efecto dominó por todas partes de esta nación, ya que los medios de comunicación, el entretenimiento y tantas otras industrias están aquí. Si pudiéramos llegar a Los Ángeles con el evangelio, tendría un efecto poderoso, no solo en los Estados Unidos, sino también en el alcance misionero de esta iglesia más allá del océano, hacia tierras lejanas.
Estos tres grandes "YO SOY" necesitan ser grabados en nuestros corazones este día. Aquí está la primacía del evangelio de Jesucristo, aquí está la primacía de la misión de la iglesia, aquí está la primacía de la Gran Comisión que se nos ha confiado. Así que quiero que sepas tres cosas al mirar este pasaje.
La primera está en el versículo 14, donde Pablo dice: "Estoy obligado." Notarás cómo comienza el versículo 14 con "Estoy bajo obligación." Lo primero que se destaca son las dos primeras palabras "Soy," como si dijera "ahora mismo, en este mismo momento, tiempo presente, aquí y ahora." Pablo dice: "Estoy bajo obligación." No dice "Yo estaba bajo obligación y me he calmado," ni dice "Yo espero estar obligado algún día, espero madurar y crecer hasta ese punto." No, dice "ahora estoy obligado."
En otras palabras, aquí es donde Pablo vive las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Este es su estilo de vida, su visión cristiana del mundo, si así lo deseas. "Estoy bajo obligación" significa que vive en un estado de obligación constante.
¿Qué significa estar bajo obligación? Podría traducirse fácilmente como "soy un deudor." La antigua traducción y la versión King James lo expresan de esta manera: "Soy un deudor."
Alguien a quien se le ha confiado algo muy valioso debe dárselo a otra persona, y está obligado y endeudado a entregarlo.
Por ejemplo, si me diste un billete de 100 dólares y si dijeras que cuando veas al Dr. MacArthur quiero que le des este billete de 100 dólares, siempre y cuando permanezca en mi bolsillo y no se lo doy al Dr. MacArthur, estoy en deuda con él y, en cierto modo, también estoy en deuda contigo porque me lo has confiado.
Es en este sentido que Pablo está pensando en lo que se refiere al evangelio. Se nos ha dado el Evangelio de Jesucristo gratuitamente y sin costo alguno, y como lo hemos recibido por fe, también viene con una mayordomía de que debemos transmitirlo, darlo y proclamarlo a todos con quienes el Señor trae a través de nuestro camino.
Mientras el evangelio permanezca en mi bolsillo, estoy obligado y en deuda con esta persona perdida que tan desesperadamente necesita el Evangelio de Jesucristo.
Esta palabra "bajo obligación" es una palabra muy fuerte que significa que Pablo dice: "Estoy obligado. Estoy comprometido. Hay un sentido de necesidad divina que se le ha impuesto a Pablo, y él no puede excusarse de esta obligación".
Con esto, él especifica que esta obligación se debe tanto a los griegos como a los bárbaros. ¿Qué está diciendo aquí? Bueno, los griegos fueron aquellos que fueron criados en el nivel más alto de la cultura griega, fueron los más educados, los más eruditos, los más leídos. Se sentaron a los pies de los filósofos griegos Platón y Aristóteles, y leyeron sobre sus escritos y sus visiones del mundo. Eran muy cultos en gracia social, muy pulidos, tenían la etiqueta adecuada, modales adecuados, eran muy refinados, eran los mejores de la sociedad, estaban bien vestidos, se presentaban bien, estaban bien arreglados. Hoy los llamaríamos los "de arriba". Y Pablo tiene la carga de alcanzarlos con el Evangelio de Jesucristo. Pablo no tiene la nariz en el aire, no; ellos también necesitan desesperadamente el evangelio de Cristo y quiere llevar el evangelio a los gobernadores, a los reyes, a los jueces, a los ricos y a los sofisticados.
Pero luego agrega a los bárbaros. No son los de arriba y los de abajo, son los de abajo y afuera. No están en el ático, están en el sótano. No tienen educación, no tienen estudios, hoy diríamos que son iletrados. No tienen cultura, son toscos, y cuando hablaban era simplemente galimatías. Mataban el idioma de tal manera que los griegos ni siquiera podían entender lo que intentaban decir, y cuando los griegos escucharon a los bárbaros hablar en las calles y en el mercado, sonó como si estuvieran diciendo "bar" y entonces comenzaron a llamarlos bárbaros.
Pablo dice que debo llegar hasta abajo y afuera también con el Evangelio de Jesucristo. Ellos también están pereciendo y necesitan a Cristo. Lo que Pablo está usando aquí cuando dice "de los griegos a los bárbaros" es una figura retórica conocida como inclusio o inclusión, y son como corchetes alrededor de la idea o sujeta-libros que apuntalan todo lo que hay en el medio.
Hoy decimos de costa a costa, desde la costa este hasta la costa oeste, y lo que eso implica son todos los estados de paso elevado en el medio y, por lo tanto, lo que Pablo está diciendo es, estoy obligado con la clase baja, la clase media, la clase alta, si no tienes clase, seas quien seas, estés donde estés, quiero llevarte el evangelio. Él no ha designado un código postal al que está tratando de llegar y luego sigue. Se le ocurre otro recurso literario, otra figura retórica conocida como ISM paralelo. Por lo que al final del versículo 14 dice que tanto para los sabios como para los necios. Los sabios son los griegos, los necios son los bárbaros, simplemente repite lo mismo pero con alternativas. Palabras para los sabios nuevamente, esto se refiere a los sabios mundanos griegos que están entrenados y educados en el secularismo y la filosofía mundana, no son sabios celestiales, son sabios mundanos, son asombrosamente brillantes en la bancarrota intelectual del sistema mundial. Y entonces los tontos, bueno, estos son los bárbaros, son tan ignorantes, ni siquiera son sabios en sabiduría mundana, ni siquiera han ido a la escuela a leer, ni siquiera les han enseñado, ni siquiera saben lo que es la agenda secular. No les han enseñado a pensar, no les han enseñado a leer. Son muy poco sofisticados, son muy tontos. Esta es la manera que tiene Pablo de decir de una manera bastante dramática y enfática que es deudor de todas las personas en todo momento en todos los lugares en todos los niveles. Si estás respirando, Pablo quiere traerte el evangelio.
Si Dios providencialmente te trae a través de mi camino, todos los que Pablo conoce son candidatos para el Evangelio de Jesucristo, ya sea una gran reunión, ya sea un grupo pequeño, ya sea una persona individualmente. Usted es su campo misionero, y lo mismo es cierto para usted y para mí también. La Gran Comisión todavía está en los libros. Necesitamos regresar al evangelio.
Alguien ha dicho y es obligatorio para nosotros, hay un mandato sobre nosotros de que al regresar a nuestros vecindarios, nuestras comunidades, nuestras escuelas, nuestras oficinas y nuestras relaciones, debemos llevar el evangelio con nosotros y debemos testificar a otros de la Gracia Salvadora del Señor Jesucristo. Y cuando estemos ante el tribunal de Cristo en el último día, en 2 Corintios 5 versículo 10, parte de Cristo auditando nuestros libros es ¿aprovechamos las puertas abiertas que Dios nos dio para pasar por esa puerta? y para llevar el evangelio a otra persona y contarle acerca de Cristo, no podemos atesorar el evangelio, no podemos guardarlo en nuestro bolsillo, no podemos guardarlo para nosotros mismos, debemos transmitirlo.
Así que ahí es donde comienza Pablo. Estoy bajo la obligación, tú estás bajo la obligación. Estoy bajo obligación, pero luego continúa en el versículo 15. Lo lleva al siguiente nivel. Dice estoy ansioso entonces por mi parte, estoy ansioso. Ahora, una cosa es estar obligado a hacer algo y otra cosa es estar ansioso por hacerlo. Estoy obligado a pagar mis impuestos y estoy arrastrando los pies y estoy esperando hasta el 15 de abril a las 11:59 para poder enviar mis impuestos por correo. Hay algunas cosas que estamos obligados a hacer que no estamos entusiasmados y emocionados de hacer. Estoy obligado a hacerme un examen físico todos los años. Odio que me saquen sangre, pero debo hacer esto.
Paul dice que no solo está obligado, sino que está ansioso. No solo tiene que hacer esto, sino que quiere hacerlo. No solo debe hacer esto, sino que está motivado para hacerlo. ¡Qué combinación tan poderosa es esta del versículo 14 al versículo 15! Es como gas y fuego al encender una cerilla, y hay una explosión dentro del alma de Pablo.
Así que míralo de nuevo. En el versículo 15, él dice que comienza así: "por mi parte". Y el impacto de esto es que si alguien más está ansioso, por mi parte, estoy ansioso. Él no mira hacia la izquierda ni hacia la derecha para esperar a ver si todos los demás están ansiosos y luego él estará ansioso. No, Pablo dice: "por mi parte, si nadie más va a sacar el evangelio, estoy ansioso por hacerlo".
Y cuando dice que está ansioso, nuevamente quisiera señalar el hecho de que está en tiempo presente. Pablo simplemente vive de esta manera; esta es su vida. Su vida está ligada a difundir el evangelio a otros. Esa es su misión. Ese es su trabajo. También puedes ser abogado, puedes ser maestro de escuela, puedes ser enfermera, eso es como se gana la vida, pero su trabajo es contarles a otros acerca de Jesucristo.
Este verbo "ansioso", "estoy ansioso", literalmente significa "adelante en espíritu". El Espíritu adelante en espíritu. Así que la idea es como un velocista en los bloques de salida que está inclinado hacia adelante, listo para salir disparado de esos bloques de salida. Él no está sobre sus talones, está inclinado hacia adelante, de puntillas. No duda y arrastra los pies. No, está listo para hacerlo con cada fibra de su ser, para saltar con el Evangelio de Jesucristo. Él es como un caballo de carreras en el shute, listo para que esa puerta se abra y salga en estampida. Así es como es Pablo.
Él dice que predique el evangelio, que en realidad es una palabra en el idioma original y simplemente significa "proclamar buenas nuevas". Eso es lo que es el evangelio, eso es lo que significa el evangelio: son las buenas nuevas de la salvación de Dios en la persona de su hijo Jesucristo, que se ofrece gratuitamente a aquellos que no lo merecen, sobre la base de la fe en Jesucristo. Eso es lo que el evangelio es. El evangelio es la persona y obra de Cristo. Él dijo eso antes en el versículo 3, que el evangelio se refiere a su hijo, el Hijo de Dios, que nació de un descendiente de David según la carne, versículo 4, que fue declarado el Hijo de Dios con poder por la resurrección de entre los muertos. Versículo 5, por medio de quien hemos recibido la gracia. El Alfa y la Omega del evangelio es la persona y obra de Jesucristo.
Y por eso Pablo dice: "Estoy ansioso por predicar el evangelio, para levantar mi voz y dar a conocer el evangelio". Es una buena noticia, es una gran noticia, es la noticia más grande que jamás escucharás, la noticia más grande que jamás le transmitirás a otra persona. Nada saldrá jamás de tus labios que sea de mayor importancia que este mensaje del evangelio.
No es de extrañar que Pablo esté tan ansioso. Y él dice en el versículo 15: "a ustedes también que están en Roma". Y lo que me llama la atención es la palabra "también". La idea es que dondequiera que Pablo vaya, él está proclamando el evangelio. Y oh sí, a ustedes en Roma también. Cuando va a Filipos, proclama el evangelio. Cuando va a Tesalónica, predica el evangelio. Cuando va a Corinto, predica el evangelio. Cuando va a Atenas, predica el evangelio. Oh sí, y también a ustedes en Roma.
Quiero decir que Pablo es como un violinista con una sola cuerda. Es el mismo mensaje, es la persona y obra de Jesucristo. Y él anhela tanto venir a Roma, ahora que hay una iglesia establecida en Roma. Pensamos en aquellos que vinieron el día de Pentecostés para escuchar a Pedro predicar su sermón en Hechos 2:10. Allí había judíos que se convirtieron entre esos 3.000 bajo el poder del Evangelio de Jesucristo y trajeron el evangelio de regreso a Roma con ellos. Y hay una iglesia que ahora está establecida en Roma, y Pablo quiere venir a Roma para edificar a los santos y fortalecerlos, pero también para establecer una mayor playa para el evangelio de Cristo en esta ciudad.
Lo que hace que Pablo esté tan ansioso. Bien, ¿por qué la urgencia? ¿Por qué la inmediatez? Bien, la respuesta está en esto: la brevedad de la vida. No tenemos tiempo que perder. Lo repentino de la muerte, la duración de la Eternidad, la inminencia del juicio, el regreso del Hijo de Cristo, la bienaventuranza del cielo, el horror del infierno, la exclusividad de la Salvación en Jesucristo: todo esto se ha hundido profundamente en Pablo y no puede ser lacásico, no puede estar arrastrando los pies, no puede estar letárgico con tanta gente pereciendo a su alrededor. No puede ser indiferente, no puede posponer las cosas, no puede posponer esto, debe irse a Roma. Y por eso quiero preguntarte, ¿cuál es tu habitación? ¿Qué está en tu punto de mira? ¿Son otras personas en el trabajo, otros compañeros de clase en la escuela, aquellos con los que juegas golf, otros en tu vecindario, aquellos que están a tu alrededor?
Necesitamos poder ponernos en los zapatos de Pablo y sentir lo mismo; que estoy bajo obligación y por la gracia de Dios y por el poder del Espíritu Santo en mí, estaré ansioso de testificar y dar testimonio del Señor Jesús Cristo.
Pero Pablo tiene uno más. Comienza el versículo 16 después de haber dicho "estoy bajo obligación y estoy ansioso", ahora dice "no me avergüenzo". Otra vez, está en tiempo presente, y este es el estado constante de su vida; él vive de esta manera día tras día. Cuando dice "no avergonzarse del Evangelio", ¿qué quiere decir? Bueno, es otra figura retórica conocida como litotes. Es el uso de una doble negación que significa un solo positivo. "No" es un negativo, "avergonzado" es un negativo, y cuando los reúnes, es una manera más poderosa de decir "Estoy entusiasmado por el Evangelio". Estoy entusiasmado por el Evangelio. Estoy entusiasmado por el Evangelio. Eso es lo que Pablo está diciendo, y surge de su entusiasmo y su obligación. "No me avergüenzo del Evangelio. No me avergüenzo de mencionar el Evangelio, sin importar con quién esté. No dudo en hablar del Evangelio. No soy reservado sobre el Evangelio. Todo lo contrario, estoy ondeando mi bandera para que la vean todos los que están a mi alrededor con respecto al Evangelio de Jesucristo."
Y esa es la forma en que usted y yo debemos ser. Y es el resultado de ser llenos del Espíritu Santo. Y cuando estamos llenos del Espíritu Santo, entonces hay una santa audacia. Y la palabra "negrita" simplemente significa "todo el habla", palabra compuesta en griego. Hay una santa audacia para decir la verdad, toda la verdad, y nada más que la verdad.
Pablo podría haberse avergonzado para hablar. Quiero decir, pensemos en esto juntos, pensemos en el sufrimiento de Pablo por el evangelio. Se le ha rechazado en cada ciudad a la que va. Cuando va a una ciudad, también podría seguir adelante y simplemente ingresar en la cárcel; está arrestado. Lo arrestaron, lo golpearon, lo azotaron, lo metieron en prisión, lo pusieron en cepos y cadenas, se burlaron de él, lo apedrearon, lo persiguieron. Quiero decir, Pablo podría haberse retractado un poco con respecto al evangelio, podría haberle bajado el tono un poco.
Y luego, desde una perspectiva humana, el evangelio es sobre Jesucristo. Ahora pensemos en esto: en el primer siglo, Jesús era un humilde carpintero de todos los lugares, Nazaret. ¿Puede venir algo bueno de Nazaret? Fue crucificado como un criminal entre otros dos criminales. Esto significa que era una persona despreciada, menospreciada, y esto es lo que Pablo está predicando. Y mira quién sigue a Cristo: si alguna vez ha habido un grupo heterogéneo de seguidores, son los primeros cristianos. Un grupo de pescadores, un recaudador de impuestos y un fanático político, y al final, solo las mujeres están allí al pie de la cruz y regresan a la tumba vacía. Todos quieren estar asociados con un ganador; nadie pone una calcomanía en el parachoques en la parte trasera del auto si tu equipo de fútbol va 0-11. Quiero decir, quieres estar asociado con un ganador. Y, sin embargo, todos los que siguen a Cristo básicamente en este punto son perdedores anónimos.
Y luego están en minoría, quiero decir, están eclipsados ​​​​por la mayoría en el Imperio Romano. No tienen tamaño, no tienen influencia, no tienen estatura. Y luego el mensaje es tan estrecho. Quiero decir, sería más popular si pudiéramos ampliar un poco este mensaje y ser más inclusivos. Este es un mensaje intolerante que es muy inclusivo, y dice que tenemos razón y todos en el mundo están equivocados, que solo hay un camino de Salvación y es a través del Señor Jesucristo. Quiero decir, eso sería suficiente para que alguien retrocediera un poco sus cuernos, pero no Pablo.
Y es una tontería para los griegos. En esta cultura intelectual griega, todo proviene de la academia en Atenas, donde estaban los filósofos griegos, y este mensaje del cristianismo simplemente carece de sofisticación. Quiero decir, ¿me estás diciendo que mi destino eterno depende de mi relación con un carpintero crucificado rechazado de Nazaret? Quiero decir, ¿dónde está la profundidad? Y luego es un obstáculo para los judíos. Están esperando que el Mesías venga montado en un semental blanco y simplemente rompa el yugo de la opresión romana, y venga y establezca el reino de Dios, y Santiago y Juan se sentarán a ambos lados de Cristo y dominaremos el mundo. En lugar de eso, él vino montado en un asno, y en una semana lo habían crucificado.
Ahora, Pablo podría haberse avergonzado de este mensaje. Fue tan ofensivo: el mensaje de la cruz, la cruz fue la silla eléctrica del primer siglo, la cruz fue la cámara de gas del primer siglo. Y sí, es la revelación del amor de Dios, pero también es la revelación de la ira de Dios y el juicio de Dios y la justicia de Dios. Es un mensaje tanto sobre el pecado como sobre la gracia.
Desde una perspectiva humana, Pablo tenía todos los motivos para murmurar sus palabras y arrastrar los pies, pero en cambio está ansioso y no se avergüenza de sacar a relucir el evangelio, no importa con qué grupo de personas esté. Bueno, nos da en los versículos 16 y 17 cinco razones por las cuales, y quiero que las veas.
La número uno es su poder, el poder del evangelio. Dice la cuarta, que introduce una explicación de por qué no se avergüenza, porque es el poder de Dios, los dunamis de Dios, el explosivo del evangelio, la erupción volcánica y el poder del evangelio. Cuando explota en la vida de alguien, nunca volverán a ser los mismos. Es el poder de Dios para salvación, es poder que hace temblar la tierra.
La palabra salvación significa liberación de la destrucción, significa rescate de la ruina. ¿Y qué es esta ruina? ¿Qué es esta destrucción que se avecina en el horizonte? Bueno, dice en el versículo 18: "Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda injusticia e impiedad de los hombres que suprimen la verdad en la injusticia". Ahora, la salvación es el único medio de escapar de la ira divina en una eternidad del infierno. R.C. Sproul ha escrito un libro titulado "¿Salvado de qué?" ¿De qué somos salvos? ¿Eres salvo de qué? ¿De la soledad? no, ¿de la inseguridad? No, ¿de un trabajo sin sentido? No. Es mucho más grande, eres salvo de Dios. Necesitas ser salvo de la ira de Dios, y solo hay uno que puede salvar de Dios, y ese es Dios mismo. Y en realidad, la salvación es una liberación de Dios, por Dios, por Dios.
No es de extrañar que Pablo no se avergüence; es el único mensaje que tiene poder real para cambiar y transformar la vida de alguien y salvarlo de la pena del pecado, el poder del pecado, la práctica del pecado. Todo está en el evangelio.
Y luego, segundo, no solo su fuerza, sino su simplicidad. Continúa diciendo en el versículo 16: "A todo aquel que cree". Todo lo que tiene que hacer es poner su confianza en Jesucristo, haberse arrepentido de sus pecados. Creo que estas fueron buenas noticias para los bárbaros que tienen una posición cultural muy baja, que tienen un nivel de coeficiente intelectual bajo, que tienen una posición económica baja, que todo lo que tienen que hacer es creer en Jesucristo.
No tengo que ser lo suficientemente bueno; en realidad, solo tengo que admitir y confesar que soy bastante malo porque Cristo vino solo para salvar a los pecadores y se ofrece como un regalo gratuito. No hay nada que hacer. No hay nada que ganar. No hay nada que merecer. Todo ha sido hecho en la cruz por Jesucristo. No es de extrañar que Pablo no se avergüence.
Luego, su alcance: le dice al judío primero y también al griego. Esto es mirar a la humanidad desde un ángulo diferente. En el versículo 14, eran los griegos y los bárbaros los que lo miraban desde un nivel socioeconómico, pero ahora gira el prisma y mira la humanidad a través de una lente religiosa. El judío es el muy religioso; el griego es el muy irreligioso. El judío es el moralista; el griego es el injusto. Pablo tiene un mensaje para todos, sin importar quién seas, dónde te encuentres en la vida, qué tienes, qué no tengas, lo que sabes o lo que no sabes. Es para el judío primero y también para el griego, y nuevamente eso es inclusivo, que incluye a todos.
Luego, en el versículo 17, es provisión o suministro. Mira el versículo 17: "Porque en él se revela la justicia de Dios". Ves que la salvación implica más que el perdón del pecado; eso es solo la mitad del evangelio. Necesitamos justicia. El perdón simplemente cancela la deuda y borra nuestro pecado, pero todo lo que hace es traernos de regreso a cero.
Debemos tener un depósito positivo en nuestra cuenta ante Dios para poder ser aceptados por Dios. Necesitamos perdón, que es el lado negativo; necesitamos justicia, que es el lado positivo.
Necesitamos que la deuda sea cancelada y luego la riqueza de la justicia de Cristo y de Dios sea depositada en nuestra cuenta. Esta justicia es lo que se nos declara ser cuando creemos en Jesucristo. Esta es la doctrina de la justificación por la fe sólida: somos salvos solo por gracia, a través de la fe, solo en Cristo. Solo esta justicia es lo que se deposita en nuestra cuenta. Esta justicia es lo que nos viste desde la coronilla hasta la planta de los pies. Solo el evangelio de Cristo puede darnos una justicia positiva para poder encontrar aceptación con el Dios santo.
Como Isaías dice, nuestra justicia, es decir, lo que hemos tratado de producir para encomendarnos a Dios, nuestra justicia es como trapo de inmundicia a sus ojos. Es un hedor en las narices de Dios. Cualquier bondad que intentemos conseguir para negociar con Dios, ahora necesitamos esta justicia de Dios. Significa que viene de Dios; Él es la fuente, Él es el dador. Es una justicia que debe descender del trono de Dios para ser otorgada a nosotros.
Martín Lutero la llamó una justicia extraña, una justicia extraña que viene de fuera de nosotros. En un sentido, es una justicia fuera de este mundo que debe descender de otro reino y ser dada a nosotros, lo que resulta en una posición correcta de aceptación con el Dios santo.
Solo el Evangelio puede hacer esto. Por eso es que la urgencia en Pablo y finalmente su duración, al final del versículo 17, dice: "De fe a fe". ¿Qué significa esto? A lo largo de los siglos, ha habido una serie de interpretaciones que se remontan al padre de la iglesia, a través del período medieval, a través de los reformadores, etc., algunas al menos de 10 a 12 interpretaciones de esto. Así que estoy aquí hoy para darles la verdadera interpretación. Eso fue una broma, pero les voy a dar la verdadera interpretación de la fe: la fe salvadora en el momento en que cree en Jesucristo.
La fe es la confianza y la fe diarias y continuas en Jesucristo. Ahora, ¿por qué esto es importante? Es que nadie que ejerza la fe salvadora dejará de creer en Jesucristo y nunca dejará de creer en el evangelio de Cristo. Un incrédulo puede convertirse en un creyente, pero un creyente nunca se convertirá en un incrédulo. Dios da el don de la fe salvadora, y es una fe poderosa y potente que nunca implosionará, nunca se quedará sin gasolina, nunca se desvanecerá. Siempre seguirá creyendo en Jesucristo. Podemos debilitarnos, podemos tropezarnos y caer, pero nunca dejaremos de creer en Jesucristo. Creemos el día que llegamos a la puerta de la narración, creemos en cada paso del camino a lo largo de la vida cristiana, y cuando estemos en nuestro lecho de muerte, estaremos creyendo en Cristo. Esto se conoce como la perseverancia de los santos, que va más allá de la simple seguridad eterna. Seguridad eterna significa que nunca puedo perder mi salvación. La perseverancia de los santos significa que nunca puedo dejar de perseverar en mi fe y seguir a Cristo.
¿Cómo sabemos que esa es la interpretación adecuada? Lo veremos al final, como está escrito, y ahora cita Habacuc 2:4: "Pero el justo vivirá por su fe." ¿De qué fe está hablando? De una vida continua de fe a lo largo de toda su vida cristiana.
Todos conocemos a personas que han orado, caminado por el pasillo, se han unido a una iglesia, han sido bautizados y luego simplemente desaparecen de la escena, dando la apariencia de que perdieron su salvación o tenían fe salvadora, pero ahora que la fe salvadora se ha ido. No, la fe que se desvanece antes del final tuvo un defecto desde el principio; era una fe falsa y eran un converso falso, nunca nacieron realmente de nuevo. Simplemente dieron la apariencia exterior, tal como un Judas. Pero de acuerdo a esto, irás de fe en fe en fe en fe, y no es solo una cuestión de que tú te aferres a él; él se aferra a ti. Es Dios quien está trabajando dentro de nosotros tanto para querer como para hacer su voluntad.
Es por eso que Pablo no se avergonzó; es por eso que Pablo estaba ansioso y bajo la obligación. Él tiene el mensaje más grande y la verdad más grande que jamás se haya anunciado en el planeta Tierra, y es su privilegio de poder compartirlo tan lejos como sea posible. Lo mismo es cierto para mí y para ti también.
Dondequiera que Dios te coloque en este mundo, ya seas un hombre de negocios, un ama de casa, un maestro de escuela, ya sea que estés en el ministerio o no en el ministerio, no importa. Todos nos ganamos la vida de diferentes maneras, pero todos tenemos un trabajo principal y es difundir las buenas nuevas de Jesucristo en todo el mundo.
Este texto exige algo de nosotros; este texto exige algo grande de nosotros. Exige no solo que reconozcamos que es verdad, sino que tomemos acción. Necesitamos orar para que Dios nos dé oportunidades de compartir el evangelio de Cristo con otros. Necesitamos penetrar este mundo con el mensaje de Cristo. Sin embargo, Dios por su providencia nos dirige y nos conduce. No queremos morir en reclusión; queremos morir en medio del ajetreo de este mundo compartiendo el evangelio de Cristo.
Si nunca has creído en el evangelio que se te ofrece ahora mismo, nadie aquí hoy puede decir "bueno, no lo sabía, nunca escuché." Has escuchado hoy que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores. Has oído que tanto amó Dios al mundo que dio a su hijo unigénito para que todo aquel que en él crea no perezca, sino que tenga vida eterna. Has oído que Dios demuestra su amor hacia nosotros y que, siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Entonces, ¿cuál será tu respuesta? ¿Creerás en la verdad? ¿Encomendarás tu vida a Cristo? ¿Confesarás tu pecado y tu necesidad de un salvador? ¿Por fe te aferrarás a Cristo y creerás en él? Es la pregunta más importante que alguna vez se te podría hacer, y confío en que por la gracia de Dios esto ya sea cierto en tu vida o será cierto antes de que dejes este edificio. Hoy, he aquí, ahora es el tiempo aceptado; he aquí, hoy es el día de salvación.
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juanmecanico · 6 months
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¡Hombre de Texas se cuela en un avión SIN billete y lo que pasa después te dejará con la boca abierta! ¡Wow, esto es increíble! Al parecer un hombre de Texas logró subirse a un avión ¡sin tener una entrada! Esto es definitivamente algo que no esperas ver todos los días. Muestra que algunos acontecimientos de la vida son más absurdos que los rasgos más raros que puedes encontrar en los autos extravagantes que analizo. Los hechos ocurrieron en un vuelo de Southwest Airlines desde Dallas a Houston, y parece que el tipo que logró este truco es bastante elusivo. ¿Cómo pudo hacerlo? Bueno, eso es algo que nadie parece saber por el momento. ¡Esto solo demuestra que la realidad a veces puede ser mucho más extraña que la ficción! Hablando en términos de seguridad, este incidente representa una gran brecha. Claro, no estamos hablando del robo de un vehículo, pero sí de la violación de las reglas y protocolos de seguridad aérea! Entiendo que las aerolíneas tienen sistemas para evitar que las personas aborden sin billete, pero en este caso, de alguna manera, no funcionó. Este incidente me hace pensar en las peculiaridades de los protocolos de seguridad en los aeropuertos. La seguridad es obviamente una gran preocupación en los aeropuertos, al igual que lo es cuando hablamos de autos. Todos los días los fabricantes de autos intentan hacer sus modelos cada vez más seguros, incorporando airbags adicionales, sistemas de frenos ABS, control de estabilidad y muchas otras características. Sin embargo, a pesar de todos nuestros intentos de hacer nuestros vehículos "a prueba de fallos", todavía existen brechas y errores que los individuos pueden aprovechar para así hacer cosas inesperadas, tales como conducir sin licencia en las vías públicas. ¿Y qué pasa con el sujeto que logró embarcar sin billete? Supongo que está causando bastantes dolores de cabeza a la aerolínea y al personal de seguridad del aeropuerto. De todos modos, toda la historia es bastante fascinante, así como cuando descubro algún extraño quirk o característica extraña en un vehículo. Espero que teniendo este evento en mente, las autoridades aeroportuarias tomen medidas para prevenir que algo similar ocurra en un futuro. Tanto en la industria automotriz como en la aeroportuaria la seguridad es de suma importancia. Finalmente, debo decir que admiro la audacia de este tipo, aunque definitivamente no recomendaría intentar hacer lo mismo. Al igual que cuando manejo coches impresionantes, siempre es emocionante encontrar formas inusuales e inesperadas de desafiar el statu quo. Recordatorio para todos, seguir las reglas de seguridad, ya sea en un aeropuerto o en carretera, es esencial para mantenernos seguros. ¡Felicidades a Southwest Airlines por manejar bien la situación! #ListaDeDeseosDeCarros
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pensando-hueas · 8 months
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Sobre mi muerte
Si alguien me pregunta sobre cómo creo que moriré, la respuesta es sencilla para mi: por suicidio. O bueno, también puede haber algún accidente en el camino. O bueno, ahora que vivimos en el primer mundo, puede ser por eutanasia también ¿no? Las bondades de las sociedades "desarrolladas" de occidente que avanzan en legislación para que uno se pueda morir cuando desee, se supone. En fin, probablemente la burocracia me de pereza y me termine suicidando de todas formas.
Nunca le he querido contar a la gente porque la palabra suicidio suele ir muy ligada a la depresión ¿no? pero en mi caso no tiene que ver con eso ni mucho menos. Soy feliz, al menos eso creo, pero incluso si no lo fuese, estoy conforme con mi vida de todas formas. No es como que el capitalismo nos de muchas posibilidades de ser felices, pero al menos sí de sentirnos contentos con lo poquito que tenemos. Por lo que mi eventual suicidio poco tiene que ver con algún estado de desamparo. O bueno, tal vez sí, quién soy yo para decir que nunca me deprimiré hasta ese punto. No pasa hasta que te pasa.
Sin más rodeos, creo firmemente que acabaré con mi propia vida pues no creo que la vida vaya a valer la pena eternamente. Eventualmente algo se torcerá, que esperemos que sea la salud a avanzada edad al punto en que la vida ya no sea disfrutable, y cuando eso pase, ¡pum! y [redacted] ya no es más que un recuerdo en la mente de la gente a la que espero haber tocado en sus vidas.
Pero, y este es un gran pero, creo que hay variadas circunstancias en la vida que tal vez precipiten un fin algo apresurado de la misma. Obviamente el sistema tiene un arsenal de ases bajo la manga listos para arruinarte. Es parte del negocio. Y bueno, llegadas esas circunstancias, ¿de verdad valdrá la pena la lucha para volver a un estado de "felicidad"? (que, a ver, insisto, probablemente solo sea una ¿contentud? (¿Cuál chota es el sustantivo de contento?) bobalicona y conformista, pero good enough)
Digo, si en algún momento el sistema me castiga por elegir el camino de las artes y me deja luchando mes a mes por mi subsistencia, atrapado en un trabajo y una rutina que no me llenan, despojado de todo sueño de realización ¿Por qué no? ¿De verdad vale la pena una vida vivida así? Eventualmente la vida se torcerá y dejará de valer el esfuerzo, sea por enfermedad, por dinero, por amor o porque nos carguemos el planeta y la vida se transforme en una barbarie por sobrevivir (entre otras muchas, muchas circunstancias que considero dignas de suicidio). Y en ese caso, lo siento, pero no está en mis planes presenciar, impotente, como todo se va al garete.
Tengo siempre un plan, por si llega a ser necesario. Y tengo pensadas varias cosas: le dejaré toda mi fortuna (já, si se le puede llamar así) a un amigo para que lo invierta en su hija, que por algún motivo en mi mente he elevado a la categoría de ser de luz absoluto que iluminará la vida de muchos afortunados que se la crucen; mis guitarras a otro amigo para ver si puede retomar su pasión por la música, pues siempre me apenó mucho que la perdiera; y así varias cosas más. Me gustaría que cuando pase, deje ciertos positivos a aquellos que se han quedado con mi más profundo cariño.
Hay un gran asterisco: Mi madre. Creo que es un freno absoluto. Esto no sucederá mientras ella viva. Todo el resto de gente que me consta que me lleva en su alma podrá aguantarlo y comprenderlo, pero mi querida madre no podría con ello. Es un cliché, pero estoy absolutamente seguro que deben haber pocas cosas más tristes que enterrar a un hijo y es un dolor que no estoy dispuesto a infligir a una mujer que se lo merece todo. Así que el asunto se posterga, al menos, hasta la muerte de ella (que ya que estamos, podría ser perfectamente el motivo para que sí suceda).
Pero cuando llegue el momento... ¡pum!
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septimahora · 9 months
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I
Fue un viernes a la tarde cuando me despedí de Vicky y me subí a la bicicleta de mi hermana, la cual me llevó dos cuadras darme cuenta que no tenía frenos.
Desde ese viernes hasta el día de hoy pasaron tantas cosas que lo único que puedo hacer es el ejercicio de intentar registrarlas.
Esa tarde me quedé pensando…
¿Dónde estoy?
Y al intentar responder o escribir me encuentro con la misma dificultad de siempre, ordenar mis pensamientos. Así que después de un rato mirando las letras decido que para responderme esa pregunta voy a situar tiempos y espacios a fin de que sea más fácil empezar por algún lugar.
Ahora estoy en mi casa, con la compu. Pero ese día estaba en la casa de mi hermana…
Hace rato tenía incertidumbre de cómo sería una vida sin terapia, pues hago terapia hace 3 años sin interrupciones. Psicoanálisis, claro.
Y ese viernes era mi última sesión porque una serie de eventos desafortunados condicionó mi continuidad. Fui con todos los temas en la cabeza, era la última vez que le iba a contar a Vicky las cosas que me estaban pasando y los análisis que hacía de cada una de esas situaciones.
Pero claro, empecé con el primer tópico y enseguida terminé hablando de otra cosa.
Apenas salí incluso se me ocurrieron mejores cosas que las que había estado diciéndole hasta recién, pero era diferente porque esta vez ya no se las iba a poder contar.
Mi cabeza creo que funciona como una máquina de generar títulos… paradójicamente hago graphs en mi trabajo. El título del primer tema que pensé en profundidad después de ese viernes por la tarde fue “La gran disociación que tengo entre mi cuerpo y mi cara” … ampliaremos. Pero el concepto básico es que me miro a la cara y en el espejo no me siento portadora de este cuerpo. No sé si es que no me identifico con él o que... (quizás Vicky lo sabría), pero lo que sí puedo afirmar es que no estoy segura de que me pertenezca y en caso de hacerlo entonces no entiendo por qué no responde a mí.
Por ejemplo, ahora…
Ahora estoy escribiendo porque las teclas se presionan rápido de lo que me tiemblan los dedos. Y usualmente ya no escribo, pero hace un rato llegue de lo de mi mamá, que como buena psicomamá que es, “dio en la tecla”.
Y acá vamos con el segundo título “El artista finalmente necesita de la contemplación de otro para que su obra este realizada”.
Y yo soy una buena artista de mi vida, la verdad es que la dibujo como una campeona. Pero en medio de ese perderse para encontrarse, también me encuentro totalmente perdida. Y desde ya les aviso a ustedes, lectores, que en esta vida digo mucho más cuando me adentro en el barro asqueroso de mis recovecos mentales, que cuando ando en paz.
Eso tiene un nombre dentro del psicoanálisis, yo no me lo acuerdo, pero Vicky y mi madre seguro que lo saben.
La cuestión es que, saliendo un poco de la poesía melodramática, algo que venía hablando con Vicky en algunas oportunidades era justamente la necesidad que tengo de la aprobación en la mirada ajena…
Tomá, ahí tenes otro título.
Perdón, pero ya dije que me cuesta ordenar los pensamientos, ¿no?
Interrumpo toda la profundidad con la que venía escribiendo para decir que hoy mientras volvía para mi casa, hace menos de dos horas, se me pinchó la rueda del auto. Y que como soy bastante estúpida (a veces) ahora voy a tener que comprar una rueda nueva. No era necesario que eso me pase hoy, que tengo la serotonina por el subsuelo y algún que otro temblequeo.
Además, yo sabía que no tenía que andar así, pero cuando me di cuenta que podía estar pinchada estaba cómo por Zapiola y Salcedo, y los días que no estoy bien, no me gusta estar en la calle.
Me di cuenta porque el volante se torcía a la derecha todo el tiempo. Pero no frené.
“Cualquier similitud entre el volante y la realidad en Argentina es pura coincidencia.” arre
Bueno, nada, ahora ya no puedo seguir escribiendo.
Paro de escribir unos minutos y ya me vuelve la ansiedad.
La verdad es que no se si en algún momento se me va del todo igual. Otra vez mis manos se mueven más rápido de lo que mis pensamientos alcanzan a salir, entonces ya ni sé que es lo que escribo.
Respiro profundo. Profundísimo. Pero se me prende sola la pantalla del celular y lo miro como si esperara que un mensaje me llegue.
No espero nada, no espero a nadie, pero puedo jurar que si me distraigo hasta lo escucho vibrar.
Acá es donde me gustaría poder hablar con Vicky. Aunque después estas cosas me las olvido y cuando llego a la sesión estas palabras las pierdo completamente.
¿Será un poco raro retomar en marzo y pedirle que lea lo que fui escribiendo? Como para que esté al tanto, digo…
Le preguntaría que hacer, y ella no me lo respondería, claramente.
A veces me miraba con una cara que yo odiaba, porque las 20 cuadras antes de Frías 555 yo elaboraba un buen análisis de las cosas para que ella me diga algo al respecto, y nada…
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Mato y muero por algo dulce. ¿O es ansiedad oral?
Últimamente las ganas de fumarme un pucho me invaden.
¿Ves lo que digo? Mi cuerpo no responde a mí, si lo hiciera se calmaría. Pero resulta que el deseo me hace transpirar las manos, y aunque me acuerde que “fumar me calma porque es inhalar y exhalar aire muy profundamente” (algo que descubrí estando de viaje), hasta que no me prendo un porro el sentimiento no cesa. ¿Entonces dejé de fumar hace dos años o es todo una mentira? Porque ta, “no fumo tabaco”. Pero para no fumar la oración se tendría que haber terminado una palabra antes.
La puta madre, como me gustaría a veces pensar un poco menos, o al menos un poco mejor.
Igual, vamos a decir la verdad, estoy haciendo un gran esfuerzo por entender este mundo. Ahora hasta salgo a correr.
Este año implementé varias cosas en mi vida, que se pueden resumir básicamente en una: no quedarme quieta.
Creo que eso un poco lo tomé de mi hermana, la misma que me prestó la casa en donde me encontraba el último viernes que fui a terapia.
Mi hermana es una persona bastante ansiosa también. Pero supo encontrarle su lado bueno y aprendió una diversidad de actividades que van desde la natación, pasando por yoga, boxeo, atletismo y hasta un deporte chino para encontrar el equilibrio interno (o algo así). Se inscribió en una maestría, leyó muchos libros, aprendió de medicina y hasta se volvió experta en el rubro de los tumores en la tiroides después de que convivir con uno fue su única posibilidad. Descubrió pasiones, se tatuó CARP en un cachete del culo y el nombre de su marido en la muñeca. Todo lo que juro destruir.
De algún modo, la admiro porque se cagó en todo que siempre se “armo” como estructura propia, a cambio de su felicidad.
Qué se yo.
Otra de las cosas que me gustaría hablar con Vicky se me acaba de venir a la mente y de la misma forma se fue antes de que la pueda escribir.
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Ya me acorde, después de releer lo que venía escribiendo me di cuenta que lo que quiero para mí para este año es “trabajar mi voluntad”. Ese es mi propósito y espero que Vicky me ayude a cumplirlo.
También espero poder pagarle sus honorarios que de acá a marzo son incalculables. Dos meses en tiempo “argentina” son como dos años reales. Sino, hasta que no vuelva un gobierno Peronista Vicky no va a poder saber de mis asuntos y yo no voy a poder saber de sus devoluciones. Puede pasar…
Mientras tanto en la lupita de mi Instagram los bebes y las lesbianas son La temática de la noche. ¿El algoritmo me estará queriendo decir algo? También hay lesbianas con bebés.
¿Ves por qué digo que no puedo ordenar un puto pensamiento?
¿Qué gano yo haciéndome estas preguntas tan pelotudas? ¿Si ni yo sé que mierda quiero, por qué lo sabría el algoritmo de una aplicación?
Hubo una época en la que iba a la psicóloga con el teléfono apagado. Tenía miedo de que algo de lo que hablara en la sesión apareciera después en un reel que seguro estaría viendo acompañada.
En ese momento no hablaba con Vicky, hablaba con Mariana. Mariana fue la primera psicóloga que me sirvió y creo que en parte le debo bastante de mi presente.
La conocí cuando estaba realmente en la mierda, estaba de novia y mi relación llevaba un ritmo tan disfuncional como mi vida.
Malos hábitos, malas juntas, malos momentos.
Con Mariana tuve mi primer espacio seguro.
Más de una vez pensé en hablarle para contarle como estaba, porque creo que lo que la caracterizaba era lo humana que era. Se le notaba que era psicóloga hace relativamente poco y seguramente habría mucha gente con mucha más experiencia que ella. Pero sabía entender cuando yo le decía que realmente “no podía”.
Mariana no supo nunca más de mí, porque también, en parte, habíamos entablado un lazo, ella me quería, y eso es lo que quiero seguir creyendo.
Son las 03:07 de la mañana del lunes 8 de enero, y la Abril del futuro me va a agradecer dejar la computadora en este momento e irme a bañar para no tener que hacerlo cuando me levante 7.30 am para ir a trabajar.
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liarist · 9 months
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Trust and Secrets
Capítulo 5
“¿Lilly, es cierto? Adeline y el hacker están detrás de la desaparición de Hannah?” preguntó Thomas “¡Por supuesto que no!” “Tienen que ver lo sospechosos que son Adeline y Jake” dice Lilly “¿Quién es Jake?” preguntó Dan “Sí ¿Quién es Jake?” pregunté “El hacker” aclaró Lilly
Mientras su conversación seguía me empezaron a llegar mensajes de personas que no conozco reclamándome por lo de Hannah. Intenté escribirle a Jake, el hacker, para pedir ayuda y saque el video, pero no respondía.
Los mensajes seguían y los demás estaban debatiendo sobre qué hacer, pero todos sabían que sería en vano, ninguno de nosotros íbamos a convencer a Lilly de borrar el video
Richy y Jessy estaban haciendo lo posible para animarme y Richy me contó como terminó lo de Alfie, le dio una taza, él la tiró al suelo y se rompió a lo que ambos rieron. Hubiera sido divertido de ver.
“Me ocupo” respondió Jake
Avisé a los demás sobre eso y seguí hablando con él, al parecer, a Jake le perseguía el gobierno. No sé qué le habrá dicho a Lilly, pero me alegro de que haya logrado convencerla, aunque no todos se veían confiados aún con el Hacker.
Empecé a seguir la nueva pista que teníamos: Jennifer. Me sonaba ese nombre, pero no sabía de donde, no me quedaba de otra que preguntarle a alguien y la persona en la que más confianza del grupo era Jessy. Estuvimos hablando del tema, murió en un accidente hace más de diez años.
Por el grupo, Dan estaba seguro de que alguien había manipulado su coche, pensaba que alguien debió hacerle algo a sus frenos, por alguna razón le creía, pero solo era la única.
Al día siguiente, desperté y vi la conversación de Jessy y Dan mientras desayunaba. Luego recibí un mensaje de Cleo, había recibido una amenaza, o mejor dicho su madre, para que no entrenen al bosque, había muchas fotos de Cleo y esa no era la primera carta que recibía, su madre lo había ignorado, pensaba que era una corma de confirmación, de tal palo tal astilla, dicen por ahí.
Informamos al grupo de eso y luego informé a Jake, todos pensamos igual, Hannah debe estar en alguna parte del bosque.
Mi siguiente tarea fue la de investigar el registro de llamadas de Hannah, primera llamada, el taller de Richy, al parecer el auto de Hannah tenía problemas con la bandeja del aceite, cuando hablé con él fue muy extraño, como si la conversación hubiese estado preparada, por lo menos de su parte. Luego empezamos a hablar del coche de Dan, Richy iba a revisarlo para ver si las sospechas eran ciertas o no, pero estaba complicado, la parte frontal estaba destrozada.
Le informé de esto al hacker y proseguí con las llamadas, la penúltima llamada fue de Thomas. Me habló de su discusión con Hannah y las dudas que tenía respecto a la pulsera “J.H” y que como habían discutido, la había llamado para poder quedar y arreglar las cosas. Me mandó una foto de la pulsera, eran esmeraldas… como los ojos de Jennifer e Iris.
Le envié todo esto a Jake, para seguir decodificando, había encontrado un video, era raro, parecía un típico video de miedo de esos que tienen screamers.
Por la tarde estuve charlando con Jessy, me tenía una sorpresa, iba a darme un recorrido por Duskwood, ya lo conocía, pero me daba ilusión que sea ella quien me lo muestre. Me empezó a mandar fotos del centro, la plaza del mercado, la calle que llega al Aurora, la cafetería arcoíris, la biblioteca y la iglesia, el lago y un video por los alrededores.
Nuestra conversación se vio interrumpida debido a que Phil le estaba escribiendo, espío su conversación, Cleo y Thomas estaban intentando ingresar al sótano del Aurora y él le envió el video de la cámara de seguridad.
Jessy me cuenta de esta conversación y de la complicada situación que está entre su hermano y sus amigos, pero que al llegar a casa llamaría a los demás para que hablaran con Phil, ya que él estaba a punto de llamar a la policía
“¿Puedo llamarte por teléfono? Bueno, hasta que llegue a casa. Me empiezo a sentir un poco inquieta” “Claro, Jessy”
Se veía la oscuridad, Jessy estaba notablemente inquieta.
“Muchas gracias por estar conmigo al teléfono, se suponía que debía estar en casa antes de que oscureciera, pero… Oh vaya, no puedo creer que Thomas y Cleo hayan intentado entrar en el sótano ¿Qué hacían esos dos allí? No hay nada allí dentro. Y si no os localizo ahora mismo ¿qué pasará? ¿De verdad Phil va a llamar a la policía? Eso es lo último que necesitamos ahora.
Lo siguiente que veo es que Jessy cae al suelo, una persona toma el teléfono era nuevamente esa máscara
“¡Jessy!”, exclamé a gritos “¡Jessy! ¡Déjala tranquila, hijo de puta! ¡Te voy a matar cuando te encuentre! ¡Jessy!”.
La veo reaccionar asustada, toma el teléfono rápidamente para correr y colgar la llamada.
Phil vuelve a escribir a Jessy, pero no hay respuestas, le escribo a Jessy y más de lo mismo. La ansiedad empieza a consumirme.
Tomo un abrigo y salgo mientras le escribo a Richy sobre lo de Jessy, y a Thomas sobre lo de Phil para que vaya a aclarar.
Corrí calle abajo, sentía el móvil vibrar en el bolsillo, pero no era el momento.
Llegué al Aurora corriendo y fui directo a la oficina de Phil, allí estaba él viendo las cámaras aún
“¡Phil! ¡Atacaron a Jessy!” Phil quita la mirada de la pantalla y me mira fijamente
“¿Cómo?”, preguntó
“El mismo que me ha llamado, el que nos ha estado amenazando, el que secuestró a Hannah, estaba hablando por teléfono con Jessy cuando él llegó y le atacó por la espalda” sentía todo mi cuerpo temblar “¿Dónde vive Jessy? La vi levantarse y correr, pero luego cortó la llamada. Es mi culpa Phil, debí haber escuchado sus amenazas, es mi culpa. Phil, no me odies, por favor.”
Sus brazos me rodean y me guía a un asiento
“Ade, respira, le escribiré a Jessica, la llamaré. No te preocupes, no es tu culpa” Se escucha unos golpes en la puerta
“Phil, soy Thomas, vengo a hablar por lo sucedido”
Me fui a esconder en lo que ellos hablaban, Thomas no debe saber quién soy. Cuando él se fue, volví a mi asiento y Phil se sentó al lado mío.
“Sé que tienes preguntas, puedes hacerlas” le dije “No sé qué tanto dijo Lilly sobre mí…”
“No quiero… incomodarte” esquiva mi mirada, lo sabía
“Es verdad…” dije
“¿Qué cosa?”, preguntó
“Yo lo maté, yo maté a mi padre”
“Ade…”
“Nunca conocí a mi madre, murió en el parto, mi padre me culpaba por eso, me culpaba constantemente, me odiaba y le gustaba recordármelo, crecí en un hogar abusivo, pero no podía hacer nada, nadie haría nada para ayudarme, mi padre era parte de la estación de policía, tenía un rango importante. De vez en cuando él llevaba a sus amigos y solían beber, cuando él estaba borracho era aún más violento, me aterraba, muchas veces pensé que no despertaría al día siguiente. Ese día, él estaba borracho, yo tenía diez años, no había alcanzado a esconderme, tuve mucho miedo, creí que moriría, pero solo tenía una luz de esperanza. Tomé una de las botellas de vidrio que había cerca y la estampé contra su cabeza haciendo que se rompa, luego, con la botella rota, le apuñalé y llamé por ayuda. La situación estaba clara, y dije lo que había sucedido, pero eso no les importó mucho, dijeron que alguien había intentado entrar a robar y como no pudo mató a mi padre.” Phil me escuchaba atentamente “Los de la estación se hicieron cargo de mí, temían que fuera a decir por ahí mi versión de los hechos, no querían que su imagen se viera manchada. Lo único bueno que pude sacar es que aprendí a pelear y a investigar, pero solo eso, ellos son unos inútiles” resoplé, él empezó a reír levemente “Empecé con mi vida de consumo y mi trabajo de investigadora privada. Hannah confía en mí para que la encuentre y solo estoy poniendo a sus amigos en peligro…”
“Ahora tengo tu número, algo bueno hay que sacar del video de Lilly” respondió, reí y le abracé.
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merkabici · 1 year
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Specialized S-Works Turbo Creo SL revisión a fondo
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Specialized ha entrado en el juego de las bicicletas eléctricas de carretera con la nueva Specialized S-Works Turbo Creo SL y ha causado un gran revuelo, con un paquete que logra un equilibrio de peso, alcance y potencia que se destaca solo en un campo abarrotado.  Specialized está tan seguro de su Creo SL, que le ha otorgado la insignia S-Works, reservada solo para sus bicicletas de alto rendimiento. Esos son zapatos grandes para llenar la gracia de bicicletas casi impecables como Tarmac y Venge.  Entonces, ¿el rendimiento de la nueva Specialized S-Works Turbo Creo SL está a la altura de las circunstancias? Revisemos la Specialized S-Works Turbo Creo SL Probablemente el precio de la nueva Specialized S-Works Turbo Creo SL sea terriblemente alto y es común cuando la gente dic: ¡podrías conseguir un coche por eso! Pero, revisemos a continuación a detalle la nueva bicicleta insignia de Specialized. La Specialized S-Works Turbo Creo SL es la bicicleta eléctrica más ligera de su clase, literalmente es muchos kilos más ligera que su competencia. El cuadro de carbono FACT 11r, ligero y rígido, no solo inspira a pararse en los pedales y el sumergirse en las curvas, sino que también reduce el peso general y aumenta la autonomía. Una de las muchas razones por las que esta bicicleta cuesta 12.499,00 € es porque su cuadro FACT 11r (el mismo que el de la S-Works Roubaix ) y le da a la Creo una sensación vivaz. Specialized realmente quería hacer las cosas bien en la bicicleta de carretera eléctrica, esperando que la tecnología fuera la adecuada para el ciclista con mentalidad de rendimiento.  La bicicleta eléctrica de carretera perfecta Si bien los competidores se apresuraron a lanzarse al mercado, Specialized ha tenido mucho tiempo para descubrir exactamente cómo debe verse una bicicleta eléctrica de carretera de alto rendimiento. Debe verse como una bicicleta de carretera, una que de un vistazo podría confundirse con sus hermanas analógicas. También debe manejarse como una bicicleta de carretera, mientras equilibra el peso adicional del motor y la batería con la autonomía para todo el día. El ligero motor SL 1.1 duplica tu esfuerzo con hasta 240 vatios de potencia y silenciosa asistencia para ampliar tu rodada. La curva de respuesta del motor entrega potencia en perfecta sintonía con tu cadencia de conducción normal y sin resistencia cuando se monta sin asistencia. El motor está diseñado para funcionar mejor a altas cadencias. De manera algo poco intuitiva, cuando desee ir más rápido, especialmente mientras sube, es posible que deba cambiar a una marcha más fácil para poder girar más rápido y activar los vatios del motor.  Irás brevemente más lento, pero el motor hará que vayas más rápido que antes. Tener un motor suave hace que cualquier día se sienta como una carrera mejor, proporcionando el impulso psicológico para profundizar en sus reservas de energía biológica.  Specialized S-Works Ares las nuevas zapatillas del 2021 ¿Qué hay de la nueva batería y componentes de la nueva Creo SL? El Range Extender agrega hasta 80 Km de alcance y se adapta perfectamente al portabidón del tubo del asiento. Se incluye con los modelos S-Works, pero es un accesorio de 399 €. ¿Estrés por la batería? No en la nueva Specialized S-Works Turbo Creo SL Con un rango de hasta 130 kilómetros con su batería interna, la Creo SL se come los kilómetros y las jornadas largas. El extensor de autonomía opcional proporciona hasta 65 kilómetros adicionales de potencia. Remueva el motor y la batería, y las especificaciones y la geometría de la Specialized S-Works Turbo Creo SL se parecen a las de una bicicleta de carretera de alta resistencia. La versión S-Works SL tiene frenos de disco hidráulicos Shimano Dura Ace Di2 y palancas de cambio / freno con desviador trasero XTR que cambia a través de un cassette 11-42.  En la parte delantera hay un juego de bielas de carbono Praxis con un plato de 46 dientes. Otras partes incluyen un manillar y tija de sillín de carbono, ruedas de carbono para cubierta sin cámara de 50 mm de profundidad con rodamientos de cerámica, un sillín con rieles de carbono y neumáticos de 28 mm. Una bicicleta inteligente Al conectarte con la aplicación Mission Control, puedes ajustar el motor SL 1.1 a tu estilo de conducción, grabar recorridos y ver el estado de la batería. La aplicación también puede administrar la batería automáticamente, asegurando que dicha batería durará tanto como lo necesites. El motor de la Specialized S-Works Turbo Creo SL incluso tiene un medidor de potencia incorporado que la transmite a cualquier unidad mediante ANT+. ¿No quieres conectarte? No te preocupes, la Unidad Turbo Connect (TCU) en el tubo superior te ofrece todo el control que necesitas para montar. Las bicis e-road son inherentemente rígidas, pero con el Future Shock 2.0, sentirás una reducción en la fatiga y un aumento de velocidad, sin importar el terreno. La versión 2.0 te ofrece más control a través de un dial que se encuentra sobre la potencia. Este dial ajusta la compresión desde totalmente abierto a rígido, mientras que internamente la amortiguación hidráulica controla el rebote. El nuevo Smooth Boot, de la tapa superior y la potencia Future Stem mejoran la estética, por lo que obtienes una transición limpia desde la dirección a la potencia. Read the full article
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bbelucabrera · 1 year
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Una vez más pude elegir una destinataria diferente y te elegí a vos, aunque no vas a querer creérmelo. Me salto formalidades, no te pregunto cómo estás porque seguro no te parece que yo valga una respuesta honesta, me lo dejaste en claro muchas veces. Pero es que nos dimos muchos años de nuestras vidas y al final nos tiramos mutuos reproches por un tiempo que ya no podemos devolvernos, por eso tengo que escribirte. Porque no fue todo malo, llegaste a mi vida a buen horario y me amaste con un corazón limpio y dispuesto, me acobijaste en las noches de terremotos que me agrietaban el pecho y me enseñaste parte de un mundo que por muchos años pareció ajeno a mí.
Creo, presiento, que esta es una carta de lamentos. Porque intenté olvidarte, odiarte, pasar página y dejar caer el libro al abismo, pero te sigo pensando casi todos los días en algún punto, siempre te encuentro dando vueltas en mi cabeza errante. Pienso en las veces que te decepcioné y que me decepcionaste, en las exigencias implícitas, en todo lo que no supe ser y lo que no fuimos capaces de hablar, o peor aún, de estar dispuestas a escuchar. Entonces lo vuelvo a lamentar una vez más.
¿Que porqué te escribo cuando todo parece haber sido dicho mil millones de veces y seguimos sin entenderlo? Porque no porque no hablemos, eso signifique que te ame menos. No sé cómo demostrarlo, porque ninguna de las dos está lista para formar parte de la vida de la otra, pero necesito que sepas, que entiendas, que tengas clarísimo como el agua, que yo siempre voy a estar, que yo siempre estoy. Que no te odio, que no estoy enojada por lo que no pudo ser, aunque lo lamente. Que te pienso con frases bonitas y con otras no tanto, que fuiste prioridad y que, a pesar de mis modos extraños de demostrarlo, lo seguis siendo, y lo serás para siempre. Fuiste y sos de mis personas favoritas en este mundo.
Este tiempo entendí que nuestra relación no dependía ni depende solamente de mi, sino que depende de las dos.
Está bien entonces si finalmente suelto. Ha sido desgastante estar agarrada a este tren que hace mucho se desvió del camino y perdió los frenos. Vos saltaste de él y ahora es mi turno. Tengo que saltar, abandonar lo que no pudimos ser, lo que quisiera que seamos algún día, cerrar los ojos con fuerza y prepararme para el impacto con la realidad. Te amo, que eso nunca sea puesto en duda, aunque me has dicho más de una vez que no es suficiente, esta vez me toca a mí y salto.      Caigo lejos de vos, me demoré mucho. Ahora soy yo quien necesita tiempo y espacio. Sabes bien que odio a la gente que se aleja porque las cosas no son como ellos quieren, pero tengo que convertirme en una de ellas ahora, acabo de explotar. Tengo que correr lejos para que la explosión no te alcance.
Algún día, volveré a vos, sonreiremos y hablaremos de cosas nuevas, de un futuro al cual no le importa lo que pudimos ser sino lo que somos.
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Abriles Malditos
Me basta con una racha de un almanaque consecutivo, para empezar a pensar que estoy bajo una especie de maldición. Porque la realidad es que, después de verme repetir ciertos patrones en el lapso de, exactamente doce meses, opino que, coincidencia, ciertamente, no puede ser.
Y por más que también sé identificar esto como parte del proceso, es duro admitir que, a veces, el amor propio tiene un precio alto de pagar. Sobre todo, cuando las canciones que solías escuchar comienzan a pertenecerle a otra persona. Como así también, ciertos rincones de tu casa, de tu cabeza y tus pensamientos. Como así también, una parte de vos misma. Porque lo cierto, es que uno deja una parte de sí mismo en las personas con las que se relaciona. Y cuando dicha persona se va de tu vida, también lo hace ese pedazo tuyo; junto con los códigos compartidos, el sentido del humor en común, el tiempo que apartaste de tu cotidianeidad para compartir con ese individuo que hizo, de esos ratos, algo especial. Y además, el sentimiento de que por más que una aprende a llevarlo, no se vuelve más fácil con los años, no. Porque, y repito: alejarse de alguien que querés, a quien valorás y a quien le abriste las puertas de tu yo más íntimo, fuese por el tiempo que fuese, siempre es difícil.
Así que por eso estoy hoy acá, estrenando mi mesa con la redacción de esta noche... porque así y todo, sabiendo que es lo correcto, no se vuelve más fácil. Y las ganas de llorar un poquito, tampoco desisten. Pero me enderezo en mi asiento, me pongo en perspectiva. ¿Que si voy a estar bien? Por supuesto. ¿Que si esto es, también, parte del mismo trecho? Claro. Los remolinos de recuerdos lindos van y vienen. Y las ganas de volver, también. El tema es, que cuando uno es capaz de distinguir el ciclo de bienestar-situación-discusión-bienestar en loop, que convierte una relación en un espiral tóxico; por el propio bien de uno, no alejarse no es una opción. Al menos, no si tenés un poco de estima por vos mismo.
Es entonces cuando siento la brisa de realidad soplar mi cara algo húmeda por las lágrimas. Y sólo así, me doy cuenta que, de repetir patrones, esta vez nada. Porque dejarse querer de a ratos, cuando el otro está disponible, tampoco es una opción. Por lo que, en verdad, allá donde una vez dejé pisotear mis emociones, mi valor y mis sentimientos, o en su defecto, posponerlos para cuando a esa otra persona decidiera sacarme del stand by... hoy, le pongo un freno. Me voy, me alejo. Y vuelvo a mí espacio seguro.
Por ende, estoy ahora, acá. Blanco y marrón a mi alrededor, junto a una ventana sin cortinas y la visión de un par de edificios altos con algunas luces prendidas, entre casas y otras construcciones de mayor o menor altura, haciéndome compañía. A su vez, acompañada de mi propia compañía. Y la tranquilidad, a pesar de la tristeza, de saber que, pase lo que pase, me estoy siendo fiel a mí misma por sobre todas las cosas. Porque al final de cuentas, eso es todo lo que siempre nos queda.
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valentincurci · 2 years
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El memorioso
Extractos del libro "El dolor me hace más humano"
1. “Cuadra y media” : En sus pagos
2. “Las luces de los autos y el mounstruo amarillo” : El verdadero desarme
3. “Tercer sueño”: El vuelo
Cuadra y media
No me quise desarmar pero te estabas yendo, apurada. Empezaste a caminar, tranquila. Ibas pegando saltitos cortos, pisando las hojas secas. Te seguí, tuve que trotar para alcanzarte.
Creo que había varios ruidos, los típicos de esa calle, de ese otoño, de esa hora y de ese sol. Si mal no recuerdo sonó mi preferido. Una chicharra atrás a mi derecha, otra le respondía, diría que a las once en punto. Que te importaba a vos los números y los relojes. Seguías con los saltitos mirada abajo. Extendí la mano. Te roce la piel.
De golpe no estabas apurada. No me sorprendía. Y no mirabas más abajo, mirabas el cielo. No se si te acordas, ni siquiera se si vos estabas prestando atención a eso. Pero era azul. No azul celeste ni azul oscuro, azul azul. No te das una idea las cosas que se me pasaron por la cabeza en esos segundos. Cerraste los ojos, sonreíste, suspiraste y arrancaste otra vez.
Y otra vez quede atrás.
A tantas cosas le podríamos haber prestado atención. Como la piba que pasó en una playera, en contramano. Los perros, las ruedas. La calle rota y las baldosas flojas. Pero esas cosas me quedaron a mi. Vos estabas en otra. Tal vez vos miraste algún pájaro que yo no o a un señor despidiendo con un beso en la frente a su amada. No se, esas cosas las ves vos. Yo vi una bici playera, negra, con freno a contrapedal. Y por esa boludez me quede por tercera vez unos diez metros atrás tuyo.
Imagínate las cuadras que podríamos haber hecho en esos minutos que cada uno estaba en la suya. Y para que? Si íbamos lento. Íbamos bien.
Esta vez cuando me acerqué por tu costado me diste la mano. Me acercaste un beso, en la mejilla. Y me tuviste que dar otro, para emparejar. Fue rápido, impreciso. Porque obviamente había más hojas para pisar.
Seguí tu zigzag, tu camino hecho a mano. Casi te caes, pero fue solo el amague.
Habíamos pasado ni más ni menos la gran distancia de una cuadra. Ya estábamos. Y justo en ese momento, cuando no había más vereda para guiarnos, cuando no quedaba cordón ni hojas caídas en el piso, cuando no quedaban charcos ni escombros, ramas ni semillas, te diste vuelta. Un poquito. Medio cuerpo. Y esto sí me acuerdo perfecto. Te giraste una última vez. Me miraste a los ojos. Para mí fue una eternidad pero quizás fue la mirada más rápida y más sincera que vi en mi vida. Y con el viento que venía de tu lado, vientosur de marzo, un poco frío pero no tanto, vino la palabra que estaba esperando. "¿Venis?".
Esa vez mi trote fue un poco más rápido.
Las luces de los autos y el mounstruo amarillo
Esta vez no había tierra, no había pasto y ni de casualidad había aire fresco. Pero salimos a caminar igual. Ese día también se había hecho tarde y eso lo hacía diferente. Ya estaba oscuro y era de noche. Oscuro naranja. Y tampoco había hojas, en cambio había polvo de primavera. ¿La temperatura? Fresco para vos, normal para mí, óptima. El polvo no sé si era lo mejor. Yo con los ojos llorosos, vos creo que estornudaste quince veces seguidas. Que se yo, después de la sexta deje de contar. Y así todo ese lugar lo hacíamos nuestro.
Alguno de los dos tiró la de salir a caminar. Un martes. Tarde. Seguro fuiste vos. Y no te voy a mentir, para mi de vuelta estabas en otra. Pero en otra que no era igual a la anterior.
Las luces de la avenida, un poco de todo. Cada tanto parecía un carnaval y cada tanto parecía un poco abandonado. Me pediste que te abrace, te abracé. Se me dificulto un poco caminar y tuvimos que parar.
Hicimos cuadras y cuadras, dimos cien vueltas a la manzana y parecía que no nos cansabamos. Me fumé cien puchos y mis pulmones seguían sanos. Y a cada paso y a cada pitada me enamoraba un poco más de vos. Y vos respirabas un poco más despacio.
Recordamos cosas juntos, proyectamos unas más.
De golpe cada vez estaba más claro. Amanecía. O tal vez la charla se volvió más divertida. Nos reímos, de la gente, obviamente.
- ¿Pegamos la vuelta?
- Un poquito más - dijiste. 
Seguimos un poquito más, una o dos horas más. Un poquito para vos. Hasta que vimos el reflejo en el agua y la luna borrosa en el lago. Que suerte que salimos, que suerte que volvimos. No podíamos irnos a dormir así.
Tercer sueño
Abrí los ojos. Un poco de luz. Debían ser las nueve pero ni idea, por esos días no usábamos relojes. Lo que estoy seguro es que ahí adentro, siendo recién las nueve, hacían más de treinta grados. Y había mucho olor a humedad. No me jodió. No estabas pero escuche un ruido de un cierre. Sentí el aire en la cara.
Habíamos dormido en suelo duro, habíamos dormido en tierra de afuera. No me molestaba. Y habíamos tenido frío, eso era lo raro.
Comimos mucho, charlamos un poco más. Nos tiramos al río y nos secamos al sol. La calidad de los rayos de ese sol era única. Y con los colores que distinguimos juntos ese día podríamos haber hecho una obra de arte.
Habíamos caminado por años y habíamos llorado charcos. No me molestaba.
De los recuerdos que tengo, están los escritos que hicimos. Creo que una vez los anote en ese cuaderno. Palabras sin sentido, frases coherentes. Un hombre descalzo y música rara. Anote nombres de frutas también. Dibuje más historias.
Al final fumamos un faso en vez de un cigarro. Nos sentamos y apoyaste tu cabeza en mi hombro, nos dormimos. Esta vez no era un sueño, era un vuelo.
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chancienta · 2 years
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八月 の 十六~
A pesar de que me cueste aceptar la realidad de que no nos veremos nunca más, y te dijera que te apartaras completamente de mi vida, por ende nunca leas esto ni lleguen estas palabras hacia ti… Te deseo un cálido feliz cumpleaños. 
Es extraño escribir una carta (sí, fue a lápiz primero) que no llegará a su destino ni tampoco será leída ¿será tuvo que ser de esta forma? Seguro ahora debes despreciarme por las últimas palabras que te escribí [está bien, puedes sentir rencor por eso] yo sólo coloqué el freno en una situación aparatosa para ambos. Todo eso que te envíe la última vez haría más fácil que te desprendas de mí aunque no era forma de. Como sabes, hay muchos peros entre nosotros que comenzaron a crecer más y más. No sé cuales fueron todos los que te limitaron pero sí sé los míos. Como todo esto ya acabó no tiene caso que los mencione sobre todo porque ya conoces muchos de ellos. La verdad nunca pude lidiar con AQUEL tema que te dañó tanto ni tampoco podré.
Espero, desde el fondo de mi corazón, que en un futuro todo sea para mejor, de verdad quiero creerlo. Deseo puedas ser sincero con todo, no quede en palabras solamente sino puedan manifestarse en cambios los cuales poco a poco te ayuden a superar el dolor. Nunca lo sabrás pero al principio el plan era ayudarte con eso de tu pasado y más porque deseaba quedarme contigo por el resto de mi vida luego resultó imposible. Si hubieras sido completamente sincero conmigo desde un principio, sí tan sólo ambos hubiéramos intentado ser más humanos, preocuparnos x el bienestar del otro sin rechistar, amarnos básicamente… pero todo se fue a la mierda. Terminamos siendo extraños. En fin, mi corazón se sintió más completo en nuestras últimas conversaciones ¿acaso eras un mago? Sabes, Nunca percibí que había un espacio para mí en tus cumpleaños, ahora ya no seré una molestia pero ¿Por qué me apartabas? Tal vez pienses que tu lado amable no lo reconozco pero no hacía otra cosa más que pensarte así en la distancia, en toda tu frágil ternura abrazándome al dormir, creyendo en ese lado tuyo más que en cualquier otro. Era el tipo de fe que en secreto te tuve.
Las circunstancias todo el tiempo me empujaban a resignarme a olvidarte más no lo conseguía, mi corazón seguía flotando en escenarios imposibles de tu mano, sin embargo el seguir despidiéndonos tantas veces sólo acarrearía heridas cada vez más profundas difíciles de sanar, por eso tuve que tomar decisiones. Perdón.
Y con esto dejaré de escribir sobre ti aquí (a veces eran algunas ideas/cosas/vivencias personales pero gran porcentaje de este Tumblr eras tú) como presente para tu completa paz, junto con el anillo (Por problemas en el trabajo no pude dárselo a Gonzalo a tiempo :/ hace un momento me pasó la dirección, entre mañana o pasado lo enviaré por DHL) Hablando del anillo, como anécdota, el 16 de Agosto también es el cumpleaños de Diana Wynne Jones autora de la novela el Castillo Ambulante. Eso me pareció tan lindo~
Espero que ahora la senda de tu vida se encuentre mejor encaminada, que siga en pie la promesa de velar x tu salud mental ¿Lo harás no es así? que no te falten nunca las ganas de hacer lo correcto porque pienso que es lo q ue en nuestro tiempo juntos quise transmitirte con el fin de ayudarte a sanar tus heridas un poquito, de despertar tus ganas y dejaras de abandonarte. No permitas que nada ni nadie te lastime nuevamente a tal punto de volverte un muerto en vida alejándote de tu mundo. Eso no es amor Rodrigo ¿No volverá a pasar cierto? sé que puedes lograrlo porque yo creo en ti. 
Me gustaría estar a tu costado en este preciso instante, abrazarte fuerte, consolarte, decirte que todo va estar bien. Te extraño en tantos sentidos, hay veces que ya no sé que hacer… me haces tanta falta.
Te conocí por primera vez en tu cumpleaños del 2019, han pasado tres años desde ese día que pasaste de caerme mal a ser la persona que más amé. Un 7 de Julio del 2021 te apartaste de mí, fueron 405 días insoportables sin ti. Una vez, antes de conocernos, apareciste en mis sueños y por un sueño nos separamos. 
Aún continuo sin poder beber alcohol no obstante para acompañarte en este día especial iré al lugar más alto que tenga cerca a las 00:00 hrs Vancouver, buscaré alguna constelación o al menos una tímida estrella y rezaré; soy una escéptica pese a eso creo en el poder de las intenciones así que elevaré un sigilo como plegaria para pedir por ti a las estrellas que te guíen en los momentos difíciles protegiendo el fuego de tu corazón (pondré mi alma en ello)
Gracias por los momentos genuinos. Me alegra que fueras tú.
                        Hasta otra vida. 
Con amor, 
                   tu gorda, Chan⭒.
Tumblr media
https://youtu.be/ra2IuRwt9M4
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survive-angel · 4 years
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Desahogo
La verdad es que llevo bastante, demasiado tiempo mal. A veces siento que no puedo conmigo mismo, ni con mis pensamientos, ni mis sentimientos, a veces no me aguanto y a veces me dan ganas simplemente de desaparecer porque siento que si ni yo me aguanto nadie más lo va a hacer, y quizá sea verdad, pero sé que no lo es, porque ya me lo han dicho muchas veces “no sos una molestia, mandame mensaje que te voy a responder” y no me sale, simplemente... estoy cansado de mí mismo, estoy cansado de cómo soy, estoy cansado de vivir una vida que no es la que quiero y estoy cansado por no haber vivido mis años anteriores como quiero pero me cansa aún más seguir pensando en todo esto. 
La verdad es que intento ver para adelante, seguir con mi vida, pero realmente siento que me debo muchísimo tiempo y la verdad que no me da el tiempo para darme el tiempo que necesitaba. Sé que debo dejar todo atrás y volver para adelante, seguir viviendo hacia delante, respirar y vivir cada día... sin embargo siempre está ese pensamiento “y si hubiera hecho caso a mi interior”, “y si me hubiera escuchado hace años cuando empecé con todo esto”, “y si lo hacía hace 2, 3 años, y hacía tal y tal cosa?” y no, soy yo quien tiene el poder sobre su propia vida, soy yo quien debe empezar a cambiar y lo más importante: soy yo quien debe perdonarse a sí mismo por haberse fallado.
Sí, estuve muchos años viviendo y cambiando todo a una mentira, estuve viviendo una mentira. Y me arrepiento muchísimo, creo que no hay cosa de la que me arrepienta más. Eso me ha cambiado a modo que he sido una persona totalmente sumisa, que lo único que hacía era acatar órdenes, si me decían que algo estaba mal lo cambiaba. Así, como si mi opinión no importara y no lo hacía porque yo me dejaba pisotear. Me dejé pisotear por muchas personas durante mucho tiempo, era un títere que quien quisiera podría usar para lo que quería, lo único que tenía que hacer era darme una crítica y ya estaba a su mercer y no es así. También las personas se aprovecharon de todo eso, sé que sabían lo que hacían, y las perdono por todo lo que han hecho, porque me ha servido para ahora saber en quién confiar y en quién no, cómo ser fuerte y cómo protegerme de estas. Aunque todavía me falta, todavía hay personas que no perdono y todavía hay algunas personas a las que me cuesta demasiado rebelarme.
La verdad siento que aún sigo siendo esa persona que se deja llevar por lo que le dicen, aún sigo sintiéndome un poco como títere. ¿Te molesta si hago esto?, ¿Puedo hacer esto?. A ver, mi pequeño yo, ¿por qué pides permiso para hacer tu propia vida? Vos sabes lo que estás haciendo y por qué, sabés cuidarte porque lo estuviste haciendo mucho tiempo, si no, no estarías acá, sanando de a poco y aprendiendo de a poco.
Uno de los mecanismos que más tiempo llevo usando y peor me hace es el de siempre, siempre, siempre que veo que algo malo se va a venir me prepararo con 200 peleas imaginarias en mi mente y jamás sucede. Únicamente sucede cuando no estoy preparado. Y las que sí, siempre me pongo mal a mí mismo por algo que hice, que hago, que sigo haciendo. De hecho, hoy lo hice, más de una vez en el día, y me perdono por eso.
Me perdono por todo lo que me está costando vivir de la manera que quiero.
Estoy cansado de llevar tanto tiempo lamentandome de lo que hice o lo que no hice. De quien soy o de quien no soy. Basta. Pisa el freno. Ya está, lo único que estoy haciendo es maltratarme a mí mismo y muchísimas personas lo hicieron para que yo lo esté haciendo de nuevo. Me perdono por esto.
Me perdono por todo lo que me hice, y lo que no me hice. 
Me ha costado casi 10 años darme cuenta de todo esto y me ha costado casi 12 darme cuenta de algunas cosas más y de perdonarme.
Pero es cierto. Llevo demasiados años con una carga que no me merezco y no la debo tener. Llevo muchísimo siendo lo que todos quieren que sea, incluso lo que mis pilares quieren. Por eso también me cuesta decirles todo lo que estoy ocultando en mi interior.
¿Saben? Llevo meses sintiendo como un monstruo crece dentro de mí, creo que ya lleva 1 año creciendo. Empezó de a poco, algunas inseguridades nuevas, más preocupación ante todo lo que me estaba dañando, en estos momentos siento como mis alas se despluman un poco después de tanto estrés que me he hecho pasar. Ese monstruo, terminó siendo más fuerte que todo lo que estuve aguantando durante todo este tiempo dentro del pozo, la verdad, fue el que más cosas me llevó y donde más crecí en demasiados sentidos y, a veces, agradezco por eso, porque ha sido un viaje tremendo que tuve que pasar, muchas cosas que aguantar y muchas que reventar. Llevo muchos meses reviendo como desaparecer de la faz de la tierra, perdí la cantidad de veces que pensé en agarrarme un arma y dispararme. Perdón por preocuparles, me perdono por pensarlo. Llevo bastante tiempo bloqueado conmigo mismo porque no dejo de estar pensando que en realidad no me merezco esto, no me merezco tanto apoyo, y sé que en parte es por las personas que me lo han hecho creer, pero también he dejado de pelear y me la comí enterísima. Me perdono por eso. Me está costando mucho dejar libre bastantes cosas y muchas simplemente son por miedo, por miedo a fracasar, por miedo de que no me presten atención, por miedo de que se vayan, por miedo de quedarme solo de nuevo, por miedo de que no me entiendan, por miedo de que me dañen.
La verdad es que hasta pensé en escribirles mails o cartas de despedida. Las pensé cientos de veces, algunas las tengo grabadas en mi cabeza. Se me está siendo muy duro tener que luchar día a día con los fantasmas de mi interior, con el mundo diario y tener que verme todavía como un pequeño niño asustado que no sabe hacia donde ir, a pesar de que tiene muy en claro a dónde quiere llegar.
Sinceramente, llevo rato sin entenderme. Y claro, cómo no hacerlo, si cada vez que pienso en mí mismo hay una voz diciéndome ¿y si a tal no le gusta esto? Pues que no le guste. No puedo estar haciendo todo dependiendo de lo que me digan. Hay cosas y hay cosas, y esa no es una de las cosas permitidas. Es muy estresante tener que estar constantemente viviendo para los demás y no para mí, realmente, una de las cosas que más ando disfrutando es estar tranquilo caminando con gente que adoro y aprecio muchísimo cerca mío, me llena, me hace conectarme tanto conmigo como con ellas, y sé que probablemente estén leyendo esto ahora, no lo tomen como un grito de ayuda, solo estoy largando cosas que me estuvieron haciendo mal mucho tiempo.
De todos modos, sé que no estoy expresando todo lo que siento, que dejo todo abierto, simplemente hay cosas que no me sale sacar al exterior porque lo siento como si fuera mi veneno, y el veneno propio no me hace daño, de una u otra forma me libero cuando comienza a hacerlo. Hay tanto que quise sacar durante mucho tiempo que ahora no sé bien por dónde seguir. Me gustaría poder lograr las cosas que quiero. Últimamente ando con ganas de aprender a editar con los programas a los que estoy acostumbrado y a los que quiero acostumbrarme, probablemente lo haga con el nuevo celular, seguro las uso de conejillos de indias, bueno, al menos van a tener muchas fotos a las que subir a Instagram. Siendo sinceros, creo que nunca me quité la máscara que me cree hace años. Sólo a veces me la quitaba y deseaba con mucha desesperación que me saquen información que no me atrevía a darselas, creo que sólo lo hicieron tres o cuatro veces y nunca llegaron muy a fondo. Sé que no podían adivinar que era un grito de ayuda, pero tampoco podía demostrarles de otro modo porque no estaba listo para todo lo que iba a tener que aguantar. Ahora tampoco lo estoy, pero no es lo mismo. Ahora estoy el triple de mejor, y voy a seguir mejorando, por mí y por todos los que me estuvieron apoyando todo este tiempo. Gracias por ayudarme a crecer como persona, gracias por aguantar todos mis cambios y gracias, realmente, gracias, por oírme cuando más lo necesitaba.
Sé que saben que no les digo todo, porque sé que se nota. Peor en las videollamadas, se les nota en los ojos el “otra vez está ocultando cosas” la verdad, también me las ocultaba a mí mismo. A diario siento como si tuviera una banda en los ojos que me impide ver con claridad, donde únicamente veo con mis manos y con lo que escucho. Aunque rara vez me tomo el tiempo de mirar hacia dentro mío. Últimamente se siente como si la vegetación estuviera creciendo después de muchísimo tiempo. Lo único que espero es que sigan caminando conmigo.
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sem-piterno · 3 years
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La autopista del Sur
Julio Cortazar
Gli automobilisti accaldati sembrano nom avere storia… Come realtà, un ingorgo automobilistico impressiona ma non ci dice gran che.
Arrigo Benedetti “L’Espresso”,
Roma, 21/6/1964
Al principio la muchacha del Dauphine había insistido en llevar la cuenta del tiempo, aunque al ingeniero del Peugeot 404 le daba ya lo mismo. Cualquiera podía mirar su reloj pero era como si ese tiempo atado a la muñeca derecha o el bip bip de la radio midieran otra cosa, fuera el tiempo de los que no han hecho la estupidez de querer regresar a París por la autopista del sur un domingo de tarde y, apenas salidos de Fontainbleau, han tenido que ponerse al paso, detenerse, seis filas a cada lado (ya se sabe que los domingos la autopista está íntegramente reservada a los que regresan a la capital), poner en marcha el motor, avanzar tres metros, detenerse, charlar con las dos monjas del 2HP a la derecha, con la muchacha del Dauphine a la izquierda, mirar por retrovisor al hombre pálido que conduce un Caravelle, envidiar irónicamente la felicidad avícola del matrimonio del Peugeot 203 (detrás del Dauphine de la muchacha) que juega con su niñita y hace bromas y come queso, o sufrir de a ratos los desbordes exasperados de los dos jovencitos del Simca que precede al Peugeot 404, y hasta bajarse en los altos y explorar sin alejarse mucho (porque nunca se sabe en qué momento los autos de más adelante reanudarán la marcha y habrá que correr para que los de atrás no inicien la guerra de las bocinas y los insultos), y así llegar a la altura de un Taunus delante del Dauphine de la muchacha que mira a cada momento la hora, y cambiar unas frases descorazonadas o burlonas con los hombres que viajan con el niño rubio cuya inmensa diversión en esas precisas circunstancias consiste en hacer correr libremente su autito de juguete sobre los asientos y el reborde posterior del Taunus, o atreverse y avanzar todavía un poco más, puesto que no parece que los autos de adelante vayan a reanudar la marcha, y contemplar con alguna lástima al matrimonio de ancianos en el ID Citroën que parece una gigantesca bañadera violeta donde sobrenadan los dos viejitos, él descansando los antebrazos en el volante con un aire de paciente fatiga, ella mordisqueando una manzana con más aplicación que ganas.
A la cuarta vez de encontrarse con todo eso, de hacer todo eso, el ingeniero había decidido no salir más de su coche, a la espera de que la policía disolviese de alguna manera el embotellamiento. El calor de agosto se sumaba a ese tiempo a ras de neumáticos para que la inmovilidad fuese cada vez más enervante. Todo era olor a gasolina, gritos destemplados de los jovencitos del Simca, brillo del sol rebotando en los cristales y en los bordes cromados, y para colmo sensación contradictoria del encierro en plena selva de máquinas pensadas para correr. El 404 del ingeniero ocupa el segundo lugar de la pista de la derecha contando desde la franja divisoria de las dos pistas, con lo cual tenía otros cuatro autos a su derecha y siete a su izquierda, aunque de hecho sólo pudiera ver distintamente los ocho coches que lo rodeaban y sus ocupantes que ya había detallado hasta cansarse. Había charlado con todos, salvo con los muchachos del Simca que caían antipáticos; entre trecho y trecho se había discutido la situación en sus menores detalles, y la impresión general era que hasta Corbeil-Essones se avanzaría al paso o poco menos, pero que entre Corbeil y Juvisy el ritmo iría acelerándose una vez que los helicópteros y los motociclistas lograran quebrar lo peor del embotellamiento. A nadie le cabía duda de que algún accidente muy grave debía haberse producido en la zona, única explicación de una lentitud tan increíble. Y con eso el gobierno, el calor, los impuestos, la vialidad, un tópico tras otro, tres metros, otro lugar común, cinco metros, una frase sentenciosa o una maldición contenida.
A las dos monjitas del 2HP les hubiera convenido tanto llegar a Milly-la-Fôret antes de las ocho, pues llevaban una cesta de hortalizas para la cocinera. Al matrimonio del Peugeot 203 le importaba sobre todo no perder los juegos televisados de las nueve y media; la muchacha del Dauphine le había dicho al ingeniero que le daba lo mismo llegar más tarde a París pero que se quejaba por principio, porque le parecía un atropello someter a millares de personas a un régimen de caravana de camellos. En esas últimas horas (debían ser casi las cinco pero el calor los hostigaba insoportablemente) habían avanzado unos cincuenta metros a juicio del ingeniero, aunque uno de los hombres del Taunus que se había acercado a charlar llevando de la mano al niño con su autito, mostró irónicamente la copa de un plátano solitario y la muchacha del Dauphine recordó que ese plátano (si no era un castaño) había estado en la misma línea que su auto durante tanto tiempo que ya ni valía la pena mirar el reloj pulsera para perderse en cálculos inútiles.
No atardecía nunca, la vibración del sol sobre la pista y las carrocerías dilataba el vértigo hasta la náusea. Los anteojos negros, los pañuelos con agua de colonia en la cabeza, los recursos improvisados para protegerse, para evitar un reflejo chirriante o las bocanadas de los caños de escape a cada avance, se organizaban y perfeccionaban, eran objeto de comunicación y comentario. El ingeniero bajó otra vez para estirar las piernas, cambió unas palabras con la pareja de aire campesino del Ariane que precedía al 2HP de las monjas. Detrás del 2HP había un Volkswagen con un soldado y una muchacha que parecían recién casados. La tercera fila hacia el exterior dejaba de interesarle porque hubiera tenido que alejarse peligrosamente del 404; veía colores, formas, Mercedes Benz, ID, 4R, Lancia, Skoda, Morris Minor, el catálogo completo. A la izquierda, sobre la pista opuesta, se tendía otra maleza inalcanzable de Renault, Anglia, Peugeot, Porsche, Volvo; era tan monótono que al final, después de charlar con los dos hombres del Taunus y de intentar sin éxito un cambio de impresiones con el solitario conductor del Caravelle, no quedaba nada mejor que volver al 404 y reanudar la misma conversación sobre la hora, las distancias y el cine con la muchacha del Dauphine.
A veces llegaba un extranjero, alguien que se deslizaba entre los autos viniendo desde el otro lado de la pista o desde la filas exteriores de la derecha, y que traía alguna noticia probablemente falsa repetida de auto en auto a lo largo de calientes kilómetros. El extranjero saboreaba el éxito de sus novedades, los golpes de las portezuelas cuando los pasajeros se precipitaban para comentar lo sucedido, pero al cabo de un rato se oía alguna bocina o el arranque de un motor, y el extranjero salía corriendo, se lo veía zigzaguear entre los autos para reintegrase al suyo y no quedar expuesto a la justa cólera de los demás. A lo largo de la tarde se había sabido así del choque de un Floride contra un 2HP cerca de Corbeil, tres muertos y un niño herido, el doble choque de un Fiat 1500 contra un furgón Renault que había aplastado un Austin lleno de turistas ingleses, el vuelco de un autocar de Orly colmado de pasajeros procedentes del avión de Copenhague. El ingeniero estaba seguro de que todo o casi todo era falso, aunque algo grave debía haber ocurrido cerca de Corbeil e incluso en las proximidades de París para que la circulación se hubiera paralizado hasta ese punto. Los campesinos del Ariane, que tenían una granja del lado de Montereau y conocían bien la región, contaban con otro domingo en que el tránsito había estado detenido durante cinco horas, pero ese tiempo empezaba a parecer casi nimio ahora que el sol, acostándose hacia la izquierda de la ruta, volcaba en cada auto una última avalancha de jalea anaranjada que hacía hervir los metales y ofuscaba la vista, sin que jamás una copa de árbol desapareciera del todo a la espalda, sin que otra sombra apenas entrevista a la distancia se acercara como para poder sentir de verdad que la columna se estaba moviendo aunque fuera apenas, aunque hubiera que detenerse y arrancar y bruscamente clavar el freno y no salir nunca de la primera velocidad, del desencanto insultante de pasar una vez más de la primera al punto muerto, freno de pie, freno de mano, stop, y así otra vez y otra vez y otra.
En algún momento, harto de inacción, el ingeniero se había decidido a aprovechar un alto especialmente interminable para recorrer las filas de la izquierda, y dejando a su espalda el Dauphine había encontrado un DKW, otro 2HP, un Fiat 600, y se había detenido junto a un De Soto para cambiar impresiones con el azorado turista de Washington que no entendía casi el francés pero que tenía que estar a las ocho en la Place de l’Opéra sin falta you understand, my wife will be awfully anxious, damn it, y se hablaba un poco de todo cuando un hombre con aire de viajante de comercio salió del DKW para contarles que alguien había llegado un rato antes con la noticia de que un Piper Club se había estrellado en plena autopista, varios muertos. Al americano el Piper Club lo tenía profundamente sin cuidado, y también al ingeniero que oyó un coro de bocinas y se apresuró a regresar al 404, transmitiendo de paso las novedades a los dos hombres del Taunus y al matrimonio del 203. Reservó una explicación más detallada para la muchacha del Dauphine mientras los coches avanzaban lentamente unos pocos metros (ahora el Dauphine estaba ligeramente retrasado con relación al 404, y más tarde sería al revés, pero de hecho las doce filas se movían prácticamente en bloque, como si un gendarme invisible en el fondo de la autopista ordenara el avance simultáneo sin que nadie pudiese obtener ventajas). Piper Club, señorita, es un pequeño avión de paseo. Ah. Y la mala idea de estrellarse en plena autopista un domingo de tarde. Esas cosas. Si por lo menos hiciera menos calor en los condenados autos, si esos árboles de la derecha quedaran por fin a la espalda, si la última cifra del cuentakilómetros acabara de caer en su agujerito negro en vez de seguir suspendida por la cola, interminablemente.
En algún momento (suavemente empezaba a anochecer, el horizonte de techos de automóviles se teñía de lila) una gran mariposa blanca se posó en el parabrisas del Dauphine, y la muchacha y el ingeniero admiraron sus alas en la breve y perfecta suspensión de su reposo; la vieron alejarse con una exasperada nostalgia, sobrevolar el Taunus, el ID violeta de los ancianos, ir hacia el Fiat 600 ya invisible desde el 404, regresar hacia el Simca donde una mano cazadora trató inútilmente de atraparla, aletear amablemente sobre el Ariane de los campesinos que parecían estar comiendo alguna cosa, y perderse después hacia la derecha. Al anochecer la columna hizo un primer avance importante, de casi cuarenta metros; cuando el ingeniero miró distraídamente el cuentakilómetros, la mitad del 6 había desaparecido y un asomo del 7 empezaba a descolgarse de lo alto. Casi todo el mundo escuchaba sus radios, los del Simca la habían puesto a todo trapo y coreaban un twist con sacudidas que hacían vibrar la carrocería; las monjas pasaban las cuentas de sus rosarios, el niño del Taunus se había dormido con la cara pegada a un cristal, sin soltar el auto de juguete. En algún momento (ya era noche cerrada) llegaron extranjeros con más noticias, tan contradictorias como las otras ya olvidadas, No había sido un Piper Club sino un planeador piloteado por la hija de un general. Era exacto que un furgón Renault había aplastado un Austin, pero no en Juvisy sino casi en las puertas de París; uno de los extranjeros explicó al matrimonio del 203 que el macadam de la autopista había cedido a la altura de Igny y que cinco autos habían volcado al meter las ruedas delanteras en la grieta. La idea de una catástrofe natural se propagó hasta el ingeniero, que se encogió de hombros sin hacer comentarios. Más tarde, pensando en esas primeras horas de oscuridad en que habían respirado un poco más libremente, recordó que en algún momento había sacado el brazo por la ventanilla para tamborilear en la carrocería del Dauphine y despertar a la muchacha que se había dormido reclinada sobre el volante, sin preocuparse de un nuevo avance. Quizá ya era medianoche cuando una de las monjas le ofreció tímidamente un sándwich de jamón, suponiendo que tendría hambre. El ingeniero lo aceptó por cortesía (en realidad sentía náuseas) y pidió permiso para dividirlo con la muchacha del Dauphine, que aceptó y comió golosamente el sándwich y la tableta de chocolate que le había pasado el viajante del DKW, su vecino de la izquierda. Mucha gente había salido de los autos recalentados, porque otra vez llevaban horas sin avanzar; se empezaba a sentir sed, ya agotadas las botellas de limonada, la coca-cola y hasta los vinos de a bordo. La primera en quejarse fue la niña del 203, y el soldado y el ingeniero abandonaron los autos junto con el padre de la niña para buscar agua. Delante del Simca, donde la radio parecía suficiente alimento, el ingeniero encontró un Beaulieu ocupado por una mujer madura de ojos inquietos. No, no tenía agua pero podía darle unos caramelos para la niña. El matrimonio del ID se consultó un momento antes de que la anciana metiera las manos en un bolso y sacara una pequeña lata de jugo de frutas. El ingeniero agradeció y quiso saber si tenían hambre y si podía serles útil; el viejo movió negativamente la cabeza, pero la mujer pareció asentir sin palabras. Más tarde la muchacha del Dauphine y el ingeniero exploraron juntos las filas de la izquierda, sin alejarse demasiado; volvieron con algunos bizcochos y los llevaron a la anciana del ID, con el tiempo justo para regresar corriendo a sus autos bajo una lluvia de bocinas.
Aparte de esas mínimas salidas, era tan poco lo que podía hacerse que las horas acababan por superponerse, por ser siempre la misma en el recuerdo; en algún momento el ingeniero pensó en tachar ese día en su agenda y contuvo una risotada, pero más adelante, cuando empezaron los cálculos contradictorios de las monjas, los hombres del Taunus y la muchacha del Dauphine, se vio que hubiera convenido llevar mejor la cuenta. Las diarios locales habían suspendido las emisiones, y sólo el viajante del DKW tenía un aparato de ondas cortas que se empeñaba en transmitir noticias bursátiles.. Hacia las tres de la madrugada pareció llegarse a un acuerdo tácito para descansar, y hasta el amanecer la columna no se movió. Los muchachos del Simca sacaron unas camas neumáticas y se tendieron al lado del auto; el ingeniero bajó el respaldo de los asientos delanteros del 404 y ofreció las cuchetas a las monjas, que rehusaron; antes de acostarse un rato, el ingeniero pensó en la muchacha del Dauphine, muy quieta contra el volante, y como sin darle importancia le propuso que cambiaran de autos hasta el amanecer; ella se negó, alegando que podía dormir muy bien de cualquier manera. Durante un rato se oyó llorar al niño del Taunus, acostado en el asiento trasero donde debía tener demasiado calor. Las monjas rezaban todavía cuando el ingeniero se dejó caer en la cucheta y se fue quedando dormido, pero su sueño seguía demasiado cerca de la vigilia y acabó por despertarse sudoroso e inquieto, sin comprender en un primer momento dónde estaba; enderezándose, empezó a percibir los confusos movimientos del exterior, un deslizarse de sombras entre los autos, y vio un bulto que se alejaba hacia el borde de la autopista; adivinó las razones, y más tarde también él salió del auto sin hacer ruido y fue a aliviarse al borde de la ruta; no había setos ni árboles, solamente el campo negro y sin estrellas, algo que parecía un muro abstracto limitando la cinta blanca del macadam con su río inmóvil de vehículos, Casi tropezó con el campesino del Ariane, que balbuceó una frase ininteligible; al olor de la gasolina, persistente en la autopista recalentada, se sumaba ahora la presencia más ácida del hombre, y el ingeniero volvió lo antes posible a su auto. La chica del Dauphine dormía apoyada sobre el volante, un mechón de pelo contra los ojos; antes de subir al 404, el ingeniero se divirtió explorando en la sombra su perfil, adivinando la curva de los labios que soplaban suavemente. Del otro lado, el hombre del DKW miraba también dormir a la muchacha, fumando en silencio.
Por la mañana se avanzó muy poco pero lo bastante como para darles la esperanza de que esa tarde se abriría la ruta hacia París. A las nueve llegó un extranjero con buenas noticias: habían rellenado las grietas y pronto se podría circular normalmente. Los muchachos del Simca encendieron la radio y uno de ellos trepó al techo del auto y gritó y cantó. El ingeniero se dijo que la noticia era tan dudosa como las de la víspera, y que el extranjero había aprovechado la alegría del grupo para pedir y obtener una naranja que le dio el matrimonio del Ariane. Más tarde llegó otro extranjero con la misma treta, pero nadie quiso darle nada. El calor empezaba a subir y la gente prefería quedarse en los autos a la espera de que se concretaran las buenas noticias. A mediodía la niña del 203 empezó a llorar otra vez, y la muchacha del Dauphine fue a jugar con ella y se hizo amiga del matrimonio. Los del 203 no tenían suerte; a su derecha estaba el hombre silencioso del Caravelle, ajeno a todo lo que ocurría en torno, y a su izquierda tenían que aguantar la verbosa indignación del conductor de un Floride, para quien el embotellamiento era una afrenta exclusivamente personal. Cuando la niña volvió a quejarse de sed, al ingeniero se le ocurrió ir a hablar con los campesinos del Ariane, seguro de que en ese auto había cantidad de provisiones. Para su sorpresa los campesinos se mostraron muy amables; comprendían que en una situación semejante era necesario ayudarse, y pensaban que si alguien se encargaba de dirigir el grupo (la mujer hacía un gesto circular con la mano, abarcando la docena de autos que los rodeaba) no se pasarían apreturas hasta llegar a Paría. Al ingeniero lo molestaba la idea de erigirse en organizador, y prefirió llamar a los hombres del Taunus para conferenciar con ellos y con el matrimonio del Ariane. Un rato después consultaron sucesivamente a todos los del grupo. El joven soldado del Volkswagen estuvo inmediatamente de acuerdo, y el matrimonio del 203 ofreció las pocas provisiones que les quedaban (la muchacha del Dauphine había conseguido un vaso de granadina con agua para la niña, que reía y jugaba). Uno de los hombres del Taunus, que había ido a consultar a los muchachos del Simca, obtuvo un asentimiento burlón; el hombre pálido del Caravelle se encogió de hombros y dijo que le daba lo mismo, que hicieran lo que les pareciese mejor. Los ancianos del ID y la señora del Beaulieu se mostraron visiblemente contentos, como si se sintieran más protegidos. Los pilotos del Floride y del DKW no hicieron observaciones, y el americano del De Soto los miró asombrado y dijo algo sobre la voluntad de Dios. Al ingeniero le resultó fácil proponer que uno de los ocupantes del Taunus, en que tenía una confianza instintiva, se encargará de coordinar las actividades. A nadie le faltaría de comer por el momento, pero era necesario conseguir agua; el jefe, al que los muchachos del Simca llamaban Taunus a secas para divertirse, pidió al ingeniero, al soldado y a uno de los muchachos que exploraran la zona circundante de la autopista y ofrecieran alimentos a cambio de bebidas. Taunus, que evidentemente sabía mandar, había calculado que deberían cubrirse las necesidades de un día y medio como máximo, poniéndose en la posición menos optimista. En el 2HP de las monjas y en el Ariane de los campesinos había provisiones suficientes para ese tiempo, y si los exploradores volvían con agua el problema quedaría resuelto. Pero solamente el soldado regresó con una cantimplora llena, cuyo dueño exigía en cambio comida para dos personas. El ingeniero no encontró a nadie que pudiera ofrecer agua, pero el viaje le sirvió para advertir que más allá de su grupo se estaban constituyendo otras células con problemas semejantes; en un momento dado el ocupante de un Alfa Romeo se negó a hablar con él del asunto, y le dijo que se dirigiera al representante de su grupo, cinco autos atrás en la misma fila. Más tarde vieron volver al muchacho del Simca que no había podido conseguir agua, pero Taunus calculó que ya tenían bastante para los dos niños, la anciana
del ID y el resto de las mujeres. El ingeniero le estaba contando a la muchacha del Dauphine su circuito por la periferia (era la una de la tarde, y el sol los acorralaba en los autos) cuando ella lo interrumpió con un gesto y le señaló el Simca. En dos saltos el ingeniero llegó hasta el auto y sujetó por el codo a uno de los muchachos, que se repantigaba en su asiento para beber a grandes tragos de la cantimplora que había traído escondida en la chaqueta. A su gesto iracundo, el ingeniero respondió aumentando la presión en el brazo; el otro muchacho bajó del auto y se tiró sobre el ingeniero, que dio dos pasos atrás y lo esperó casi con lástima. El soldado ya venía corriendo, y los gritos de las monjas alertaron a Taunus y a su compañero; Taunus escuchó lo sucedido, se acercó al muchacho de la botella y le dio un par de bofetadas. El muchacho gritó y protestó, lloriqueando, mientras el otro rezongaba sin atreverse a intervenir. El ingeniero le quitó la botella y se la alcanzó a Taunus. Empezaban a sonar bocinas y cada cual regresó a su auto, por lo demás inútilmente puesto que la columna avanzó apenas cinco metros.
A la hora de la siesta, bajo un sol todavía más duro que la víspera, una de las monjas se quitó la toca y su compañera le mojó las sienes con agua de colonia. Las mujeres improvisaban de a poco sus actividades samaritanas, yendo de un auto a otro, ocupándose de los niños para que los hombres estuvieran más libres: nadie se quejaba pero el buen humor era forzado, se basaba siempre en los mismos juegos de palabras, en un escepticismo de buen tono. Para el ingeniero y la muchacha del Dauphine, sentirse sudorosos y sucios era la vejación más grande; lo enternecía casi la rotunda indiferencia del matrimonio de campesinos al olor que les brotaba de las axilas cada vez que venían a charlar con ellos o a repetir alguna noticia de último momento. Hacia el atardecer el ingeniero miró casualmente por el retrovisor y encontró como siempre la cara pálida y de rasgos tensos del hombre del Caravelle, que al igual que el gordo piloto del Floride se había mantenido ajeno a todas las actividades. Le pareció que sus facciones se habían afilado todavía más, y se preguntó si no estaría enfermo. Pero después, cuando al ir a charlar con el soldado y su mujer tuvo ocasión de mirarlo desde más cerca, se dijo que ese hombre no estaba enfermo; era otra cosa, una separación, por darle algún nombre. El soldado del Volkswagen le contó más tarde que a su mujer le daba miedo ese hombre silencioso que no se apartaba jamás del volante y que parecía dormir despierto. Nacían hipótesis, se creaba un folklore para luchar contra la inacción. Los niños del Taunus y el 203 se habían hecho amigos y se habían peleado y luego se habían reconciliado; sus padres se visitaban, y la muchacha del Dauphine iba cada tanto a ver cómo se sentían la anciana del ID y la señora del Beaulieu. Cuando al atardecer soplaron bruscamente una ráfagas tormentosas y el sol se perdió entre las nubes que se alzaban al oeste, la gente se alegró pensando que iba a refrescar. Cayeron algunas gotas, coincidiendo con un avance extraordinario de casi cien metros; a lo lejos brilló un relámpago y el calor subió todavía más. Había tanta electricidad en la atmósfera que Taunus, con un instinto que el ingeniero admiró sin comentarios, dejó al grupo en paz hasta la noche, como si temiera los efectos del cansancio y el calor. A las ocho las mujeres se encargaron de distribuir las provisiones; se había decidido que el Ariane de los campesinos sería el almacén general, y que el 2HP de las monjas serviría de depósito suplementario. Taunus había ido en persona a hablar con los jefes de los cuatro o cinco grupos vecinos; después, con ayuda del soldado y el hombre del 203, llevó una cantidad de alimentos a los grupos, regresando con más agua y un poco de vino. Se decidió que los muchachos del Simca cederían sus colchones neumáticos a la anciana del ID y a la señora del Beaulieu; la muchacha del Dauphine les llevó dos mantas escocesas y el ingeniero ofreció su coche, que llamaba burlonamente el wagon-lit, a quienes lo necesitaran. Para su sorpresa, la muchacha del Dauphine aceptó el ofrecimiento y esa noche compartió las cuchetas del 404 con una de las monjas; la otra fue a dormir al 203 junto a la niña y su madre, mientras el marido pasaba la noche sobre el macadam, envuelto en una frazada. El ingeniero no tenía sueño y jugó a los dados con Taunus y su amigo; en algún momento se les agregó el campesino del Ariane y hablaron de política bebiendo unos tragos del aguardiente que el campesino había entregado a Taunus esa mañana. La noche no fue mala; había refrescado y brillaban algunas estrellas entre las nubes.
Hacia el amanecer los ganó el sueño, esa necesidad de estar a cubierto que nacía con la grisalla del alba. Mientras Taunus dormía junto al niño en el asiento trasero, su amigo y el ingeniero descansaron un rato en la delantera. Entre dos imágenes de sueño, el ingeniero creyó oír gritos a la distancia y vio un resplandor indistinto; el jefe de otro grupo vino a decirles que treinta autos más adelante había habido un principio de incendio en un Estafette, provocado por alguien que había querido hervir clandestinamente unas legumbres. Taunus bromeó sobre lo sucedido mientras iba de auto en auto para ver cómo habían pasado todos la noche, pero a nadie se le escapó lo que quería decir. Esa mañana la columna empezó a moverse muy temprano y hubo que correr y agitarse para recuperar los colchones y las mantas, pero como en todas partes debía estar sucediendo lo mismo nadie se impacientaba ni hacía sonar las bocinas. A mediodía habían avanzado más de cincuenta metros, y empezaba a divisarse la sombra de un bosque a la derecha de la ruta. Se envidiaba la suerte de los que en ese momento podían ir hasta la banquina y aprovechar la frescura de la sombra; quizá había un arroyo, o un grifo de agua potable. La muchacha del Dauphine cerró los ojos y pensó en una ducha cayéndole por el cuello y la espalda, corriéndole por las piernas; el ingeniero, que la miraba de reojo, vio dos lágrimas que le resbalaban por las mejillas.
Taunus, que acababa de adelantarse hasta el ID, vino a buscar a las mujeres más jóvenes para que atendieran a la anciana que no se sentía bien. El jefe del tercer grupo a retaguardia contaba con un médico entre sus hombres, y el soldado corrió a buscarlo. Al ingeniero, que había seguido con irónica benevolencia los esfuerzos de los muchachitos del Simca para hacerse perdonar su travesura, entendió que era el momento de darles su oportunidad. Con los elementos de una tienda de campaña los muchachos cubrieron la ventanilla del 404, y el wagon-lit se transformó en ambulancia para que la anciana descansara en una oscuridad relativa. Su marido se tendió a su lado, teniéndole la mano, y los dejaron solos con el médico. Después las monjas se ocuparon de la anciana, que se sentía mejor, y el ingeniero pasó la tarde como pudo, visitando otros autos y descansando en el de Taunus cuando el sol castigaba demasiado; sólo tres veces le tocó correr hasta su auto, donde los viejitos parecían dormir, para hacerlo avanzar junto con la columna hasta el alto siguiente. Los ganó la noche sin que hubiesen llegado a la altura del bosque.
Hacia las dos de la madrugada bajó la temperatura, y los que tenían mantas se alegraron de poder envolverse en ellas. Como la columna no se movería hasta el alba (era algo que se sentía en el aire, que venía desde el horizonte de autos inmóviles en la noche) el ingeniero y Taunus se sentaron a fumar y a charlar con el campesino del Ariane y el soldado. Los cálculos de Taunus no correspondían ya a la realidad, y lo dijo francamente; por la mañana habría que hacer algo para conseguir más provisiones y bebidas. El soldado fue a buscar a los jefes de los grupos vecinos, que tampoco dormían, y se discutió el problema en voz baja para no despertar a las mujeres. Los jefes habían hablado con los responsables de los grupos más alejados, en un radio de ochenta o cien automóviles, y tenían la seguridad de que la situación era análoga en todas partes. El campesino conocía bien la región y propuso que dos o tres hombres de cada grupo saliera al alba para comprar provisiones en las granjas cercanas, mientras Taunus se ocupaba de designar pilotos para los autos que quedaran sin dueño durante la expedición. La idea era buena y no resultó difícil reunir dinero entre los asistentes; se decidió que el campesino, el soldado y el amigo de Taunus irían juntos y llevarían todas las bolsas, redes y cantimploras disponibles. Los jefes de los otros grupos volvieron a sus unidades para organizar expediciones similares, y al amanecer se explicó la situación a las mujeres y se hizo lo necesario para que la columna pudiera seguir avanzando. La muchacha del Dauphine le dijo al ingeniero que la anciana ya estaba mejor y que insistía en volver a su ID; a las ocho llegó el médico, que no vio inconvenientes en que el matrimonio regresara a su auto. De todos modos, Taunus decidió que el 404 quedaría habilitado permanentemente como ambulancia; los muchachos, para divertirse, fabricaron un banderín con una cruz roja y lo fijaron en la antena del auto. Hacía ya rato que la gente prefería salir lo menos posible de sus coches; la temperatura seguía bajando y a mediodía empezaron los chaparrones y se vieron relámpagos a la distancia. La mujer del campesino se apresuró a recoger agua con un embudo y una jarra de plástico, para especial regocijo de los muchachos del Simca. Mirando todo eso, inclinado sobre el volante donde había un libro abierto que no le interesaba demasiado, el ingeniero se preguntó por qué los expedicionarios tardaban tanto en regresar; más tarde Taunus lo llamó discretamente a su auto y cuando estuvieron dentro le dijo que habían fracasado. El amigo de Taunus dio detalles: las granjas estaban abandonadas o la gente se negaba a venderles nada, aduciendo las reglamentaciones sobre ventas a particulares y sospechando que podían ser inspectores que se valían de las circunstancias para ponerlos a prueba. A pesar de todo habían podido traer una pequeña cantidad de agua y algunas provisiones, quizá robadas por el soldado que sonreía sin entrar en detalles. Desde luego ya no se podía pasar mucho tiempo sin que cesara el embotellamiento, pero los alimentos de que se disponía no eran los más adecuados para los dos niños y la anciana. El médico, que vino hacia las cuatro y media para ver a la enferma, hizo un gesto de exasperación y cansancio y dijo a Taunus que en su grupo y en todos los grupos vecinos pasaba lo mismo. Por la radio se había hablado de una operación de emergencia para despejar la autopista, pero aparte de un helicóptero que apareció brevemente al anochecer no se vieron otros aprestos. De todas maneras hacía cada vez menos calor, y la gente parecía esperar la llegada de la noche para taparse con las mantas y abolir en el sueño algunas horas más de espera. Desde su auto el ingeniero escuchaba la charla de la muchacha del Dauphine con el viajante del DKW, que le contaba cuentos y la hacía reír sin ganas. Lo sorprendió ver a la señora del Beaulieu que casi nunca abandonaba su auto, y bajó para saber si necesitaba alguna cosa, pero la señora buscaba solamente las últimas noticias y se puso a hablar con las monjas. Un hastío sin nombre
pesaba sobre ellos al anochecer; se esperaba más del sueño que de las noticias siempre contradictorias o desmentidas. El amigo de Taunus llegó discretamente a buscar al ingeniero, al soldado y al hombre del 203. Taunus les anunció que el tripulante del Floride acababa de desertar; uno de los muchachos del Simca había visto el coche vacío, y después de un rato se había puesto a buscar a su dueño para matar el tedio. Nadie conocía mucho al hombre gordo del Floride, que tanto había protestado el primer día aunque después acabara de quedarse tan callado como el piloto del Caravelle.. Cuando a las cinco de la mañana no quedó la menor duda de que Floride, como se divertían en llamarlo los chicos del Simca, había desertado llevándose un valija de mano y abandonando otra llena de camisas y ropa interior, Taunus decidió que uno de los muchachos se haría cargo del auto abandonado para no inmovilizar la columna. A todos los había fastidiado vagamente esa deserción en la oscuridad, y se preguntaban hasta dónde habría podido llegar Floride en su fuga a través de los campos. Por lo demás parecía ser la noche de las grandes decisiones: tendido en su cucheta del 404, al ingeniero le pareció oír un quejido, pero pensó que el soldado y su mujer serían responsables de algo que, después de todo, resultaba comprensible en plena noche y en esas circunstancias. Después lo pensó mejor y levantó la lona que cubría la ventanilla trasera; a la luz de unas pocas estrellas vio a un metro y medio el eterno parabrisas del Caravelle y detrás, como pegada al vidrio y un poco ladeada, la cara convulsa del hombre. Sin hacer ruido salió por el lado izquierdo para no despertar a la monjas, y se acercó al Caravelle. Después buscó a Taunus, y el soldado corrió a prevenir al médico. Desde luego el hombre se había suicidado tomando algún veneno; las líneas a lápiz en la agenda bastaban, y la carta dirigida a una tal Ivette, alguien que lo había abandonado en Vierzon. Por suerte la costumbre de dormir en los autos estaba bien establecida (las noches eran ya tan frías que a nadie se le hubiera ocurrido quedarse fuera) y a pocos les preocupaba que otros anduvieran entre los coches y se deslizaran hacia los bordes de la autopista para aliviarse. Taunus llamó a un consejo de guerra, y el médico estuvo de acuerdo con su propuesta. Dejar el cadáver al borde de la autopista significaba someter a los que venían más atrás a una sorpresa por lo menos penosa: llevarlo más lejos, en pleno campo, podía provocar la violenta repulsa de los lugareños, que la noche anterior habían amenazado y golpeado a un muchacho de otro grupo que buscaba de comer. El campesino del Ariane y el viajante del DKW tenían lo necesario para cerrar herméticamente el portaequipaje del Caravelle. Cuando empezaban su trabajo se les agregó la muchacha del Dauphine, que se colgó temblando del brazo del ingeniero. Él le explicó en voz baja lo que acababa de ocurrir y la devolvió a su auto, ya más tranquila. Taunus y sus hombres habían metido el cuerpo en el portaequipajes, y el viajante trabajó con scotch tape y tubos de cola líquida a la luz de la linterna del soldado. Como la mujer del 203 sabía conducir, Taunus resolvió que su marido se haría cargo del Caravelle que quedaba a la derecha del 203; así, por la mañana, la niña del 203 descubrió que su papá tenía otro auto, y jugó horas y horas a pasar de uno a otro y a instalar parte de sus juguetes en el Caravelle.
Por primera vez el frío se hacía sentir en pleno día, y nadie pensaba en quitarse las chaquetas. La muchacha del Dauphine y las monjas hicieron el inventario de los abrigos disponibles en el grupo. Había unos pocos pulóveres que aparecían por casualidad en los autos o en alguna valija, mantas, alguna gabardina o abrigo ligero. Otra vez volvía a faltar el agua, y Taunus envió a tres de sus hombres, entre ellos el ingeniero, para que trataran de establecer contacto con los lugareños. Sin que pudiera saberse por qué, la resistencia exterior era total; bastaba salir del límite de la autopista para que desde cualquier sitio llovieran piedras. En plena noche alguien tiró una guadaña que golpeó el techo del DKW y cayó al lado del Dauphine. El viajante se puso muy pálido y no se movió de su auto, pero el americano del De Soto (que no formaba parte del grupo de Taunus pero que todos apreciaban por su buen humor y sus risotadas) vino a la carrera y después de revolear la guadaña la devolvió campo afuera con todas sus fuerzas, maldiciendo a gritos. Sin embargo, Taunus no creía que conviniera ahondar la hostilidad; quizás fuese todavía posible hacer una salida en busca de agua.
Ya nadie llevaba la cuenta de lo que se había avanzado ese día o esos días; la muchacha del Dauphine creía que entre ochenta y doscientos metros; el ingeniero era menos optimista pero se divertía en prolongar y complicar los cálculos con su vecina, interesado de a ratos en quitarle la compañía del viajante del DKW que le hacía la corte a su manera profesional. Esa misma tarde el muchacho encargado del Floride corrió a avisar a Taunus que un Ford Mercury ofrecía agua a buen precio. Taunus se negó, pero al anochecer una de las monjas le pidió al ingeniero un sorbo de agua para la anciana del ID que sufría sin quejarse, siempre tomada de la mano de su marido y atendida alternativamente por las monjas y la muchacha del Dauphine. Quedaba medio litro de agua, y las mujeres lo destinaron a la anciana y a la señora del Beaulieu. Esa misma noche Taunus pagó de su bolsillo dos litros de agua; el Ford Mercury prometió conseguir más para el día siguiente, al doble del precio. Era difícil reunirse para discutir, porque hacía tanto frío que nadie abandonaba los autos como no fuera por un motivo imperioso. Las baterías empezaban a descargarse y no se podía hacer funcionar todo el tiempo la calefacción; Taunus decidió que los dos coches mejor equipados se reservarían llegado el caso para los enfermos. Envueltos en mantas (los muchachos del Simca habían arrancado el tapizado de su auto para fabricarse chalecos y gorros, y otros empezaron a imitarlos), cada uno trataba de abrir lo menos posible las portezuelas para conservar el calor. En alguna de esas noches heladas el ingeniero oyó llorar ahogadamente a la muchacha del Dauphine. Sin hacer ruido, abrió poco a poco la portezuela y tanteó en la sombra hasta rozar una mejilla mojada. Casi sin resonancia la chica se dejó atraer al 404; el ingeniero la ayudó a tenderse en la cucheta, la abrigó con la única manta y le echó encima su gabardina. La oscuridad era más densa en el coche ambulancia, con sus ventanillas tapadas por las lomas de la rienda. En algún momento el ingeniero bajó los dos parasoles y colgó de ellos su camisa y un pulóver para aislar completamente el auto. Hacia el amanecer ella le dijo al oído que antes de empezar a llorar había creído ver a lo lejos, sobre la derecha, las luces de una ciudad.
Quizá fuera una ciudad pero las nieblas de la mañana no dejaban ver ni a veinte metros. Curiosamente ese día la columna avanzó bastante más, quizás doscientos o trescientos metros. Coincidió con nuevos anuncios de la radio (que casi nadie escuchaba, salvo Taunus que se sentía obligado a mantenerse al corriente); los locutores hablaban enfáticamente de medidas de excepción que liberarían la autopista, y se hacían referencias al agotador trabajo de las cuadrillas camineras y de las fuerzas policiales. Bruscamente, una de las monjas deliró. Mientras su compañera la contemplaba aterrada y la muchacha del Dauphine le humedecía las sienes con un resto de perfume, la monja hablo de Armagedón, del noveno día, de la cadena de cinabrio. El médico vino mucho después, abriéndose paso entre la nieve que caía desde el mediodía y amurallaba poco a poco los autos. Deploró la carencia de una inyección calmante y aconsejó que llevaran a la monja a un auto con buena calefacción. Taunus la instaló en su coche, y el niño pasó al Caravelle donde también estaba su amiguita del 203; jugaban con sus autos y se divertían mucho porque eran los únicos que no pasaban hambre. Todo ese día y los siguientes nevó casi de continuo, y cuando la columna avanzaba unos metros había que despejar con medios improvisados las masas de nieve amontonadas entre los autos.
A nadie se le hubiera ocurrido asombrarse por la forma en que se obtenían las provisiones y el agua. Lo único que podía hacer Taunus era administrar los fondos comunes y tratar de sacar el mejor partido posible de algunos trueques. El Ford Mercury y un Porsche venían cada noche a traficar con las vituallas; Taunus y el ingeniero se encargaban de distribuirlas de acuerdo con el estado físico de cada uno. Increíblemente la anciana del ID sobrevivía, perdida en un sopor que las mujeres se cuidaban de disipar. La señora del Beaulieu que unos días antes había sufrido de náuseas y vahídos, se había repuesto con el frío y era de las que más ayudaba a la monja a cuidar a su compañera, siempre débil y un poco extraviada. La mujer del soldado y del 203 se encargaban de los dos niños; el viajante del DKW, quizá para consolarse de que la ocupante del Dauphine hubiera preferido al ingeniero, pasaba horas contándoles cuentos a los niños. En la noche los grupos ingresaban en otra vida sigilosa y privada; las portezuelas se abrían silenciosamente para dejar entrar o salir alguna silueta aterida; nadie miraba a los demás, los ojos tan ciegos como la sombra misma. Bajo mantas sucias, con manos de uñas crecidas, oliendo a encierro y a ropa sin cambiar, algo de felicidad duraba aquí y allá. La muchacha del Dauphine no se había equivocado: a lo lejos brillaba una ciudad, y poco y a poco se irían acercando. Por las tardes el chico del Simca se trepaba al techo de su coche, vigía incorregible envuelto en pedazos de tapizado y estopa verde. Cansado de explorar el horizonte inútil, miraba por milésima vez los autos que lo rodeaban; con alguna envidia descubría a Dauphine en el auto del 404, una mano acariciando un cuello, el final de un beso. Por pura broma, ahora que había reconquistado la amistad del 404, les gritaba que la columna iba a moverse; entonces Dauphine tenía que abandonar al 404 y entrar en su auto, pero al rato volvía a pasarse en buscar de calor, y al muchacho del Simca le hubiera gustado tanto poder traer a su coche a alguna chica de otro grupo, pero no era ni para pensarlo con ese frío y esa hambre, sin contar que el grupo de más adelante estaba en franco tren de hostilidad con el de Taunus por una historia de un tubo de leche condensada, y salvo las transacciones oficiales con Ford Mercury y con Porsche no había relación posible con los otros grupos. Entonces el muchacho del Simca suspiraba descontento y volvía a hacer de vigía hasta que la nieve y el frío lo obligaban a meterse tiritando en su auto.
Pero el frío empezó a ceder, y después de un período de lluvias y vientos que enervaron los ánimos y aumentaron las dificultades de aprovisionamiento, siguieron días frescos y soleados en que ya era posible salir de los autos, visitarse, reanudar relaciones con los grupos de vecinos. Los jefes habían discutido la situación, y finalmente se logró hacer la paz con el grupo de más adelante. De la brusca desaparición del Ford Mercury se habló mucho tiempo sin que nadie supiera lo que había podido ocurrirle, pero Porsche siguió viniendo y controlando el mercado negro. Nunca faltaban del todo el agua o las conservas, aunque los fondos del grupo disminuían y Taunus y el ingeniero se preguntaban qué ocurriría el día en que no hubiera más dinero para Porsche. Se habló de un golpe de mano, de hacerlo prisionero y exigirle que revelara la fuente de los suministros, pero en esos días la columna había avanzado un buen trecho y los jefes prefirieron seguir esperando y evitar el riesgo de echarlo todo a perder por una decisión violenta. Al ingeniero, que había acabado por ceder a una indiferencia casi agradable, lo sobresaltó por un momento el tímido anuncio de la muchacha del Dauphine, pero después comprendió que no se podía hacer nada para evitarlo y la idea de tener un hijo de ella acabó por parecerle tan natural como el reparto nocturno de las provisiones o los viajes furtivos hasta el borde de la autopista. Tampoco la muerte de la anciana del ID podía sorprender a nadie. Hubo que trabajar otra vez en plena noche, acompañar y consolar al marido que no se resignaba a entender. Entre dos de los grupos de vanguardia estalló una pelea y Taunus tuvo que oficiar de árbitro y resolver precariamente la diferencia. Todo sucedía en cualquier momento, sin horarios previsibles; lo más importante empezó cuando ya nadie lo esperaba, y al menos responsable le tocó darse cuenta el primero. Trepado en el techo del Simca, el alegre vigía tuvo la impresión de que el horizonte había cambiado (era el atardecer, un sol amarillento deslizaba su luz rasante y mezquina) y que algo inconcebible estaba ocurriendo a quinientos metros, a trescientos, a doscientos cincuenta. Se lo gritó al 404 y el 404 le dijo algo Dauphine que se pasó rápidamente a su auto cuando ya Taunus, el soldado y el campesino venían corriendo y desde el techo del Simca el muchacho señalaba hacia adelante y repetía interminablemente el anuncio como si quisiera convencerse de que lo que estaba viendo era verdad; entonces oyeron la conmoción, algo como un pesado pero incontenible movimiento migratorio que despertaba de un interminable sopor y ensayaba sus fuerzas. Taunus les ordenó a gritos que volvieran a sus coches; el Beaulieu, el ID, el Fiat 600 y el De Soto arrancaron con un mismo impulso. Ahora el 2HP, el Taunus, el Simca y el Ariane empezaban a moverse, y el muchacho del Simca, orgulloso de algo que era como su triunfo, se volvía hacia el 404 y agitaba el brazo mientras el 404, el Dauphine, el 2HP de las monjas y el DKW se ponían a su vez en marcha. Pero todo estaba en saber cuánto iba a durar eso; el 404 se lo preguntó casi por rutina mientras se mantenía a la par de Dauphine y le sonreía para darle ánimo. Detrás, el Volkswagen, el Caravelle, el 203 y el Floride arrancaban, a su vez lentamente, un trecho en primera velocidad, después la segunda, interminablemente la segunda pero ya sin desembragar como tantas veces, con el pie firme en el acelerador, esperando poder pasar a tercera. Estirando el brazo izquierdo el 404 buscó la mano de Dauphine, rozó apenas la punta de sus dedos, vio en su cara una sonrisa de incrédula esperanza y pensó que iban a llegar a París y que se bañarían, que irían juntos a cualquier lado, a su casa o a la de ella a bañarse, a comer, a bañarse interminablemente y a comer y beber, y que después habría muebles, habría un dormitorio con muebles y un cuarto de baño con espuma de jabón para afeitarse de verdad, y retretes, comida y retretes y sábanas, París era un retrete y dos sábanas y el agua caliente por el pecho y las piernas, y una tijera de uñas, y vino
blanco, beberían vino blanco antes de besarse y sentirse oler a lavanda y a colonia, antes de conocerse de verdad a plena luz, entre sábanas limpias, y volver a bañarse por juego, amarse y bañarse y beber y entrar en la peluquería, entrar en el baño, acariciar las sábanas y acariciarse entre las sábanas y amarse entre la espuma y la lavanda y los cepillos antes de empezar a pensar en lo que iban a hacer, en el hijo y los problemas y el futuro, y todo eso siempre que no se detuvieran, que la columna continuara aunque todavía no se pudiese subir a la tercera velocidad, seguir así en segunda, pero seguir. Con los paragolpes rozando el Simca, el 404 se echó atrás en el asiento, sintió aumentar la velocidad, sintió que podía acelerar sin peligro de irse contra el Simca, y que el Simca aceleraba sin peligro de chocar contra el Beaulieu, y que detrás venía el Caravelle y que todos aceleraban más y más, y que ya se podía pasar a tercera sin que el motor penara, y la palanca calzó increíblemente en la tercera y la marcha se hizo suave y se aceleró todavía más, y el 404 miró enternecido y deslumbrado a su izquierda buscando los ojos de Dauphine. Era natural que con tanta aceleración las filas ya no se mantuvieran paralelas. Dauphine se había adelantado casi un metro y el 404 le veía la nuca y apenas el perfil, justamente cuando ella se volvía para mirarlo y hacía un gesto de sorpresa al ver que el 404 se retrasaba todavía más. Tranquilizándola con una sonrisa el 404 aceleró bruscamente, pero casi en seguida tuvo que frenar porque estaba a punto de rozar el Simca; le tocó secamente la bocina y el muchacho del Simca lo miró por el retrovisor y le hizo un gesto de impotencia, mostrándole con la mano izquierda el Beaulieu pegado a su auto. El Dauphine iba tres metros más adelante, a la altura del Simca, y la niña del 203, al nivel del 404, agitaba los brazos y le mostraba su muñeca. Una mancha roja a la derecha desconcertó al 404; en vez del 2HP de las monjas o del Volkswagen del soldado vio un Crevrolet desconocido, y casi en seguida el Chevrolet se adelantó seguido por un Lancia y por un Renault 8. A su izquierda se le apareaba un ID que empezaba a sacarle ventaja metro a metro, pero antes de que fuera sustituido por un 403, el 404 alcanzó a distinguir todavía en la delantera el 203 que ocultaba ya a Dauphine. El grupo se dislocaba, ya no existía. Taunus debía de estar a más de veinte metros adelante, seguido de Dauphine; al mismo tiempo la tercera fila de la izquierda se atrasaba porque en vez del DKW del viajante, el 404 alcanzaba a ver la parte trasera de un viejo furgón negro, quizá un Citroën o un Peugeot. Los autos corrían en tercera, adelantándose o perdiendo terreno según el ritmo de su fila, y a los lados de la autopista se veían huir los árboles, algunas casas entre las masas de niebla y el anochecer. Después fueron las luces rojas que todos encendían siguiendo el ejemplo de los que iban adelante, la noche que se cerraba bruscamente. De cuando en cuando sonaban bocinas, las agujas de los velocímetros subían cada vez más, algunas filas corrían a setenta kilómetros, otras a sesenta y cinco, algunas a sesenta. El 404 había esperado todavía que el avance y el retroceso de las filas le permitiera alcanzar otra vez a Dauphine, pero cada minuto lo iba convenciendo de que era inútil, que el grupo se había disuelto irrevocablemente, que ya no volverían a repetirse los encuentros rutinarios, los mínimos rituales, los consejos de guerra en el auto de Taunus, las caricias de Dauphine en la paz de la madrugada, las risas de los niños jugando con sus autos, la imagen de la monja pasando las cuentas del rosario. Cuando se encendieron las luces de los frenos del Simca, el 404 redujo la marcha con un absurdo sentimiento de esperanza, y apenas puesto el freno de mano saltó del auto y corrió hacia adelante. Fuera del Simca y el Beaulieu (más atrás estaría el Caravelle, pero poco le importaba) no reconoció ningún auto; a través de cristales diferentes lo miraban con sorpresa y quizá escándalo otros rostros que no había visto nunca. Sonaban
las bocinas, y el 404 tuvo que volver a su auto; el chico del Simca le hizo un gesto amistoso, como si comprendiera, y señaló alentadoramente en dirección de París. La columna volvía a ponerse en marcha, lentamente durante unos minutos y luego como si la autopista estuviera definitivamente libre. A la izquierda del 404 corría un Taunus, y por un segundo al 404 le pareció que el grupo se recomponía, que todo entraba en el orden, que se podría seguir adelante sin destruir nada. Pero era un Taunus verde, y en el volante había una mujer con anteojos ahumados que miraba fijamente hacia adelante. No se podía hacer otra cosa que abandonarse a la marcha, adaptarse mecánicamente a la velocidad de los autos que lo rodeaban, no pensar. En el Volkswagen del soldado debía de estar su chaqueta de cuero. Taunus tenía la novela que él había leído en los primeros días. Un frasco de lavanda casi vacío en el 2HP de las monjas. Y él tenía ahí, tocándolo a veces con la mano derecha, el osito de felpa que Dauphine le había regalado como mascota. Absurdamente se aferró a la idea de que a las nueve y media se distribuirían los alimentos, habría que visitar a los enfermos, examinar la situación con Taunus y el campesino del Ariane; después sería la noche, sería Dauphine subiendo sigilosamente a su auto, las estrellas o las nubes, la vida. Sí, tenía que ser así, no era posible que eso hubiera terminado para siempre. Tal vez el soldado consiguiera una ración de agua, que había escaseado en las últimas horas; de todos modos se podía contar con Porsche, siempre que se le pagara el precio que pedía. Y en la antena de la radio flotaba locamente la bandera con la cruz roja, y se corría a ochenta kilómetros por hora hacia las luces que crecían poco a poco, sin que ya se supiera bien por qué tanto apuro, por qué esa carrera en la noche entre autos desconocidos donde nadie sabía nada de los otros, donde todo el mundo miraba fijamente hacia adelante, exclusivamente hacia adelante.
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merkabici · 2 years
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Consejos para ir con ciclistas nuevos
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Consejos para ir con ciclistas nuevos Bienvenido a nuestro artículo del blog sobre la conducción con nuevos ciclistas. En este artículo, daremos algunos consejos para ayudar a los nuevos ciclistas a adaptarse a la bici y a la carretera. También hablaremos de algunos problemas comunes que pueden encontrar los nuevos ciclistas. Así que si eres nuevo en el ciclismo, ¡sigue leyendo para obtener algunos consejos útiles! Sé paciente con los nuevos ciclistas Cuando vas en bicicleta con ciclistas nuevos, la paciencia es la clave. Es importante hacerles saber a dónde quieres ir y cómo quieres llegar, pero no te enfades cuando se desvíen o se detengan inesperadamente. En su lugar, tómatelo con calma y diles cómo mejorar sus habilidades de conducción. Con el tiempo, aprenderán a no desviarse del camino y a tener más confianza en la moto. ¿Y la mejor noticia? Pronto serán tan buenos como tú para seguir el ritmo del grupo. Así que recuerda, lento y constante gana la carrera, y no te preocupes por las cosas pequeñas. Lleva casco y ropa de ciclista Cuando circules con nuevos ciclistas, hay algunas cosas que debes tener en cuenta para asegurarte de que todos tengan una experiencia segura y agradable. En primer lugar, asegúrate siempre de que llevan casco. Esto es una ley en muchos lugares y es la ley por una razón. Llevar un casco puede ayudar a prevenir lesiones graves en la cabeza. También les da algo que hacer con las manos, lo que puede ayudar a reducir el estrés. En segundo lugar, si vas con ciclistas nuevos, considera la posibilidad de llevar ropa de ciclista. Esto puede ayudar a evitar que se caigan de la bicicleta y también puede ayudar a mejorar su comodidad. Por último, asegúrate de que todos tienen el mismo nivel de experiencia cuando se trata de nuevos ciclistas. De este modo, puedes ayudar a que todos tengan una experiencia positiva en la carretera. Toma una clase de entrenamiento o monta en grupo Aprender a montar en bicicleta con seguridad y confianza puede ser un reto incluso para los ciclistas más experimentados. Por eso es tan importante contar con la ayuda de otros cuando estás empezando. Un buen punto de partida es tomar una clase de entrenamiento o unirse a un club de ciclismo. Estos grupos pueden proporcionarte consejos y ruedas de entrenamiento mientras te acostumbras a maniobrar tu bicicleta. Otra estrategia útil es ir con otro ciclista. Esto puede ser útil porque puede darte información sobre cómo manejar ciertas situaciones o, si estás en el tráfico, puede evitar que te pierdas. En definitiva, si eres nuevo en el ciclismo, es importante que otros te apoyen en tu viaje. Monta dentro de tu nivel de habilidad - no subas o bajes montañas Cuando montes con nuevos jinetes, asegúrate de mantenerte dentro de tu nivel de habilidad. Si tu novato tiene menos experiencia que tú, puede ser tentador llevarle a subir y bajar montañas, pero no es aconsejable. Subir y bajar montañas no sólo es peligroso, sino que también puede ser muy duro para las marchas y los frenos. En lugar de ello, céntrate en enseñar a tu nuevo piloto los fundamentos de la conducción segura, como por ejemplo, cómo colocarse correctamente en la moto y utilizar las señales de mano. Si te mantienes dentro de tu nivel de habilidad, puedes ayudar a tu nuevo piloto a sentirse más seguro y capaz de conducir por sí mismo. Mantente hidratado Con cualquier actividad nueva, hay algunas cosas que puedes hacer para asegurarte de que disfrutas de tu experiencia ciclista. En primer lugar, asegúrate de llevar siempre un casco y un equipo de seguridad adecuado. En segundo lugar, asegúrate de hidratarte regularmente. Esto te ayudará a evitar los dolores de cabeza y a asegurarte de que no te esfuerzas. Por último, aprende a orientarte correctamente en la bicicleta, sobre todo cuando vayas cuesta abajo. Si sigues estos consejos, te asegurarás de disfrutar de tu tiempo en la bici y de tener una experiencia segura y divertida. Utiliza las señales de mano para indicar los giros y las paradas Cuando se trata de circular con nuevos ciclistas, hay algunos consejos que debes tener en cuenta. En primer lugar, utiliza siempre señales de mano para indicar los giros y las paradas. Esto garantizará que tanto tú como el nuevo ciclista tengáis claro hacia dónde ir. En segundo lugar, evita intentar ir demasiado rápido o maniobrar alrededor de otros vehículos. Esto puede ser peligroso y provocar choques. Por último, vigila a los peatones y asegúrate de adelantar a otros vehículos por el lado izquierdo. Siguiendo estos consejos, puedes hacer que los nuevos ciclistas tengan una experiencia segura y agradable. Ir con ciclistas nuevos Asegúrate de que las cosas vayan bien cuando llevas a tu pareja en su primer viaje, es elemental en ciclistas nuevos elegir una ruta relativamente local para comenzar en caso de que haya algún problema durante el viaje. La mayoría de los ciclistas nuevos es suelen estar nerviosos con el manejo inestable de la bicicleta, así que conduzca por delante y aliéntelos a mantener una distancia segura detrás de usted. El ciclismo en la carretera puede ser desalentador al principio, así que comience a circular por carreteras anchas y tranquilas. Tenga en cuenta que ir en bicicleta con otros requiere de una conciencia espacial, habilidad y práctica. Evite cambiar su línea o frenar repentinamente si es posible. Consejos básicos para ir con ciclistas nuevos Todos los ciclistas fueron alguna vez ciclistas nuevos, no toma mucho tiempo sumergirse por completo en el ciclismo y su cultura. Es posible que un ciclista nuevo durante su primer año se encuentre con una serie de preguntas y obstáculos, incluso aquellos que han estado rodando por diez años algunas veces pueden quedarse perplejos. No existe una guía única certera que pueda responder todas las preguntas de los ciclistas nuevos. En lugar de ello en MerkaBici daremos algunos consejos vinculado a nuestras experiencias personales como ciclistas. La comodidad en la bici es algo elemental Muchos ciclistas profesionales que han conducido durante décadas todavía están modificando su forma de bicicleta. En lo que respecta al rendimiento, para algunos ciclistas, la bicicleta es un proceso interminable de ajuste basado en factores y objetivos individuales.  Sin embargo, hay algunas pautas básicas que podemos brindarle a un ciclista nuevo para que se sienta cómodo rodando con nosotros, esto se puede aplicar a todos los ciclistas que buscan viajar con comodidad y evitar lesiones. La altura óptima del sillin se puede encontrar colocando el talón en el pedal en su punto más alejado. Su pierna debe estar recta, por lo que cuando se engancha, hay una ligera curva. También desea una ligera flexión en los codos: sabe que el alcance es correcto cuando la rueda delantera del cubo desaparece de la vista debajo del manillar cuando está montando en la parte superior. Solucionar un pinchazo Todo ciclista seguro recuerda su primer pinchazo, recuerdo el mío; tenía una pequeña mochila con una bolsa arrugada, una sudadera con capucha y una botella de agua vale destacar que no tenía absolutamente nada para reparar un pinchazo.  No hay una buena razón para que los ciclistas nuevos se queden atascado en medio de la nada con un neumático desinflado y sin medios para repararlo. En caso que tuviera los elementos como bomba, palanca y tubo no habría tenido ni idea de que hacer, puedes ver este tutorial sobre como solucionarlo. Superar la incomodidad del sillín Un ciclista nuevo suele sentirse incomodo en el sillín, es algo bastante común; como resultado hay una gran selección de sillines. Ademas también existen nueva ropa de ciclismo que resuelve este problema, acompañado junto a una crema seguro tendrá la solución.  La alimentación Compruebe que el recién llegado tenga comida y agua y tome algo de dinero por si acaso. Deténgase a intervalos regulares para asegurarse de que su amigo se esté hidratando y alimentando adecuadamente. Si es nuevo en el ejercicio, asegúrese de haber comido antes de conducir y de que lleve bocadillos y una botella de agua con usted.  Hidrátese regularmente y deje de comer algo después de la primera hora. Siempre lleve dinero con usted en caso de que esté de demasiado cansado y necesite parar para reemplazar las calorías perdidas. La ropa adecuada Algo totalmente importante es aconsejar a su amigo sobre la ropa que debe usar y explíquele las consecuencias de enfriarse y mojarse. Es probable que al principio usen ropa que no sea de ciclismo, por lo que es posible que tenga que prestarles elementos básicos, como pantalones cortos de ciclismo, guantes y un chaleco. La mayoria de los ciclistas nuevos experimentan la sensación de frio generada por la velocidad. La elección exacta de la ropa dependerá del clima, pero asegúrate de llevar una capa base y llevar una chaqueta impermeable de manga larga, es mejor estar demasiado caliente que demasiado frío. Practicar algunas habilidades básicas No es necesario pasar de cero a la velocidad de la luz, algunas habilidades básicas pueden ayudarte a sentirte más seguro.  En primer lugar, recuerda que tu freno delantero es mucho más efectivo, acostúmbrate a inclinarlo ligeramente a lo largo de la parte trasera, al tomar una curva asegúrate de reducir la velocidad antes de llegar a ella, esto te ahorrara el frenado. Levanta la rodilla interna y aplica cierto peso al exterior para mantener el equilibrio. Al acercarse a una escalada, siga pedaleando para ayudar a llevar la mayor cantidad de impulso posible a la subida y salga de la silla con regularidad para mantenerse cómodo. Mecánica de la bicicleta Es importante comprobar la bicicleta de los ciclistas nuevos antes del recorrido, también recomendamos llevar herramientas básicas de mantenimiento; por otro lado, la bicicleta debe ser segura. Asegúrese de que no haya nada suelto, que los frenos funcionen y que los neumáticos estén inflados sin daños. Las herramientas básicas para ciclismo deben incluir una bomba, un tubo interno de repuesto, un kit de reparación de pinchazos, palancas de neumáticos y una herramienta múltiple. Por otro lado, es esencial saber cómo reparar un pinchazo, es por eso que debe explicarle al ciclista nuevo como hacerlo. Te puede interesar: Errores que cometen los cicloturistas Read the full article
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elliotdwhu878 · 3 years
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Miley Cyrus y tienda de bicicletas: 10 cosas sorprendentes que tienen en común
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Es a través de ella que finaliza la transferencia de la potencia desarrollada por el ciclista. Los neumáticos tradicionales solo se pueden inflar con una cámara de aire; Los neumáticos sin cámara prescinden de cámara de aire, mientras que los tubulares, que se adhieren a la llanta, incluyen la llamada cámara de aire. Disfruta del deporte al aire libre, en alta montaña y sobre ruedas con nuestras eMTB Specialized en el corazón de los Pirineos.
De esta forma se independiza la talla del mayor o menor slooping que pueda tener el tubo horizontal y, sobre todo, del ángulo que tiene el tubo del sillín. Muchos fabricantes mantienen esta medida teórica, pero que no se aplica en la realidad. Es decir, que un cuadro talla 17,5” puede dar como resultado sixteen” dado el slooping.
Bicicleta de montaña rígida Orbea, con cuadro de aluminio, freno de disco hidráulico Shimano MT201, transmisión Shimano Continuar leyendo SLX M7100, de 12 velocidades y horquilla RockShox Judy Silver. Bicicleta de montaña Monty con cuadro de aluminio, transmisión Shimano Altus de 2x8 velocidades y frenos Tektro HD-M275. Bicicleta de montaña rígida Orbea, con cuadro de aluminio, freno de disco hidráulico Shimano MT201, transmisión Shimano Deore M6100, de 12 velocidades y horquilla RockShox 30 Silver. Bicicleta de montaña de niña Megamo con cuadro de aluminio 6061, horquilla de 80mm, transmisión Shimano TX35 de 3x7 velocidades y llantas de aluminio de 26'. Bicicleta de montaña rígida Orbea, con cuadro de aluminio, freno de disco hidráulico Shimano MT201, transmisión Shimano Deore M5100, de eleven velocidades y horquilla RockShox 30 Silver.
Por una parte incorpora la suspensión trasera que, junto con la tija telescópica, permite hacer descensos rápidos y seguros, sin el riesgo de saltar por encima del manillar. Por otra, cuenta con los frenos de disco hidráulicos, actualmente lo mejor del mercado. La marca española comercializa esta bici eléctrica de gama media-alta para los que les gusta disfrutar del mountain bike con regularidad.
Los cuadros son principalmente de aluminio y las horquillas de carbono. En ciudad, para distancias cortas o para rutas de más de 5 km, para el vélotaf o para el paseo, la bicicleta es un medio de transporte adaptado. Generalmente fabricadas en aluminio, posiblemente acero, muy raramente carbono, las bicicletas urbanas adoptan una geometría específica, para una posición más elevada. La horquilla está fabricada en acero o aluminio, cuando es rígida, pero puede ser telescópica, en algunos modelos. Los cambios de marcha se efectúan mediante manijas giratorias, mientras que el mecanismo se puede integrar en el buje de la rueda trasera.
Se trata de una bici bastante bien equipada, ya que tiene una batería de 420 Wh y un motor central de 70Nm de par, lo cual consigue una gran potencia. Todos lo controles son accesibles desde la pantalla LCD del manillar, y también desde ahí podemos alternar entre los 4 modos de autonomía. Las ebikes pueden ser rígidas, en el caso de contar sólo con suspensión delantera. No serán tan cómodas en recorridos técnicos y en descensos, pero suelen ser bastante más baratas y más ligeras.
Las innovaciones no se limitan únicamente a las bicicletas de gama más alta. Cada modelo está cargado con prestaciones y detalles que harán que disfrutes aún más de las rutas por los senderos. La bicicleta de montaña Rockrider st one hundred con 14 kg de peso y 21 velocidades, aporta la versatilidad necesaria para tus rutas de iniciación, una MTB perfect para iniciarse en esta práctica deportiva. Antes de entrar en la práctica del ciclismo btt de uso regular, es importante asegurar tu ruta en bici con los accesorios necesarios para dicha ruta. Gracias a web es posible comprar una bicicleta de montaña on-line, pero también es posible pedir su opinión en foros y webs a expertos y otros usuarios que practican el mountain bike.
Las cubiertas de las ruedas son más gruesas (normalmente de 2,35 a 2.5 pulgadas) para asegurar el máximo agarre, y el manillar más ancho para un mayor control de la bicicleta. Además de esto, la mayoría son en aleaciones de titanio, carbono y aluminio. Posteriormente en el mercado se comenzaron a comercializar bicicletas con biplato adelante y juegos de casete, de 10 y 11 velocidades en el eje trasero; en el 2015 se incursionó en el mercado con la catalina monoplato con casetes de 11 y 12 velocidades. Cuando hablamos de e-bikes, nos referimos a las bicicletas de montaña eléctricas. Los terrenos montañosos pueden resultar bastante duros, pero gracias a la incorporación de las baterías eléctricas en estos vehículos, el recorrido ya no se hace tan intenso.
En el caso del aluminio, solamente hay que ver los modelos Expert y fijarse en lo bien rematadas que están las soldaduras, completamente pulidas. Un trabajo que hay que tener en cuenta al comparar entre diferentes bicicletas, ya que los cuadros son la base más importante de esta y el que permite ir mejorando las prestaciones (como la transmisión, la suspensión delantera, las ruedas and so forth). Además puedes disfrutar de una bicicleta BH para la montaña desde unos 549€, con un equipamiento muy decente para afrontar cualquier etapa que te propongas.
Que dará lugar fácilmente a la posición en cuclillas cuando el ciclista vaya cuesta arriba. Como resultado, el ángulo más inclinado del tubo del asiento se vuelve más resistente para los impactos. Teniendo esta necesidad en cuenta, las bicicletas playeras comenzaron a emplearse para este fin más exigente.
No solamente te asesorarán al detalle nuestros especialistas biciescapa, sino que a continuación adjuntamos four puntos clave para saber marcar la diferencia entre una bici mtb u otra (más allá del precio). Los mejores rodillos de bicicleta para entrenamiento en Biciescapa. En Navarro Hermanos contamos con más de fifty five años de experiencia consolidados en el sector de recambios de motos, bicicletas y boutique de moto, con la representación de marcas de prestigio como BH Bikes, Eleven, Alpinestars, Shark, LS2 y muchas más. Además, somos Concesionario Oficial Yamaha en Málaga y Cádiz, y Distribuidores Oficiales de Peugeot Scooters en toda Andalucía.
Esta Cube Reaction Hybrid Pro tiene un montaje bastante bueno, donde destaco el cuadro de aluminio, que no es tan pesado como otras ebikes del mismo material. Elbloqueo de una horquilla hará que en las subidas el pedaleo sea lo más efectivo posible, es decir que cuando pedaleemos no se pierda parte de nuestra energía al hundirse la suspensión. También es cierto que si la suspensión es de calidad y está bien ajustada, aún sin bloqueo se puede subir bien sin perder eficiencia. Este sistema, delantero o trasero o bien en ambos casos, puede suponer un elemento secundario si estas iniciándote en la práctica del ciclismo de montaña . Por tanto si es tu caso, nuestros especialistas Escapa te recomiendan que nos indiques cual va a ser tu uso de la bici, ya que esta parte de tu bici puede encarecer mucho tu presupuesto y puede ser innecesario.
Normalmente esta medición corresponde a las bicicletas de carretera. A su vez la distancia en el caso de lasbicicletas de montaña se calcula en pulgadas del mismo modo. Bicicleta de montaña doble KTM con cuadro de carbono, horquilla FOX 32 Rhythm 100mm, amortiguador FOX DPS Performance Elite 190x37.5, grupo Shimano SLX 12v y ruedas KTM de aluminio.
La existencia de distintas tallas de bicicletas de un mismo modelo permite a la gran mayoría de usuarios disfrutar de la bici que más le guste sin importar su configuración. Tomando como ejemplo la bicicleta de montaña high de Biciprix, la Equinox, que está disponible en los tres modelos (de 26, 27’5 y 29 pulgadas), en este comercio on-line está al alcance de la mano de aficionados de altura muy diversa. Labicicleta de montaña Gtt 24es la pequeña de la familia de la serie Gtt, que ya cuenta con mountain bikes para adultos en versiones estándar y variaciones de 27,5 y 29 pulgadas, todas ellas con suspensión en la horquilla delantera. El escaparate de bicicletas de montaña con grandes ofertas en este outlet se completa con la espectacular E-MTB. Una bicicleta casi perfecta, ya que funciona bien en todos los terrenos.
Son más rígidas e incluyen refuerzos para soportar mayores presiones. En definitiva, una opción extraordinaria si quieres una bicicleta todoterreno con la que realmente irás de lujo a todos sitios. Por todo esto es la mejor mountain bike eléctrica de nuestra selección. Una bicicleta ligera y muy completa que, por el precio que tiene, creemos que es una gran compra. Por otra parte, su diseño minimalista, la batería integrada en el cuadro y el guiado interno de cables hacen de la Moma e-MTB una bicicleta discreta y bonita. Es una bicicleta perfecta para hacer largos recorridos o para no tener que cargar la batería en varios días.
Buen tiempo, cardio al aire libre y una bicicleta de montaña, ¿puede haber mejor plan para esta primavera? Toca darle al pedal y comernos kilómetros en al carretera o en el campo, y una buena opción es esta bicicleta de Amazon, barata, por menos de 200 euros, y que te ayudará a ponerte en forma rápidamente. Además, te proponemos otros modelos, algo más caros, con suspensión en el cuadro, por ejemplo. Ya que un niño de una edad mayor, disfrutará pedaleando con fuerza para luego dejarse fluir por la velocidad adquirida durante un rato, esto con el piñón fijo será imposible ya que se detendrá la bicicleta de inmediato si dejamos de pedalear. Debemos tener en cuenta también que existen distintas clases de aluminio (5000, 6000, 6061, 7000, 7005, aluminio Scandium…) y cada uno es de una calidad diferente y se comporta distinto ante vibraciones y baches.
Entre nuestra oferta de bicicletas de segunda podrás encontrar bicicletas de MTB, e incluso bicicletas electricas o E-bicicletas. Los rangos de precios varían según la marca y referencia de la bicicleta. Puedes encontrar bicicletas de segunda mano baratas, o bicicletas de alta gama usadas. Puedes contactar directamente al vendedor para hacerle tus preguntas acerca de la bicicleta y negociar las condiciones de envío o entrega. Busca tu próxima bicicleta en nuestro buscador y nos encargaremos de mostrarte las mejores marcas, precios y lo que está más cerca a tí. Cuando hayas elegido la tuya, podrás pedirla en línea directamente o ir en persona a la tienda para probarla y hablar con los expertos antes de comprar.
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Con la serie actual, el aspecto y el equipamiento se encuentran a la altura de los ojos. A la hora de montar en bici, contar con un asiento adecuadoresulta de vital importancia. En muchos casos, las personas utilizan el sillín genérico que incluye su bicicleta, pues no saben de la importancia de este elemento en la práctica del ciclismo de montaña. Para darle al cardio, sobre todo ahora con el sol y el buen tiempo, es una bicicleta de montaña. Como esta de Amazon, muy barata además, que cuesta menos de 200 euros.
Quizás, seas un apasionado de los descensos en bicicleta por montaña. Si esto es así, las bicicletas de enduro serán tu vehículo ideal para realizarlas. Esto sumado al tipo de ruedas que posee, te permitirá saltar cualquier obstáculo que te encuentres. Además, el grosor de dichos neumáticos, provoca que sus frenos de disco sean más grandes de lo ordinary. Si quieres una bicicleta de montaña plegable resistente y duradera, asegúfee de que el fabricante utiliza los mejores materiales para la fabricación del cuadro, las ruedas y el resto de los componentes.
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