Llegue como todas las veces a casa; sentía ese venir e ir de un silencio a otro...
-Hoy estuve por alcanzar la sombra de una mariposita, tocar sus alas y sus movimientos...
Al llegar hasta mitad de la sala ahí estaba él, su rostro nadaba en una profundidad inalcanzable. A lo que quise continuar con mi relato sobre la escuela como de costumbre, me interrumpió inesperadamente.
-¡ven, siéntate. Me tengo que ir. !, Te debo esa pregunta que me hiciste de niña, ¿Lo recuerdas...? Me dijiste con un tono casual, "¿Tengo mamá... ¿Y sí es así a dónde fue?" Parecías No, aun lo pareces, uno de esos renacuajos saltarín. -
Guardo silencio con los ojos empañados de llanto, y soltó una risa con esa forma de decirme "renacuajo", ese apodo que a mí tanto me molestaba, más en aquella ocasión me pareció tan dulce y tierno que sin darme cuenta también reía con gotas de llanto en los ojos.
-solo preguntaste como quien pregunta ¿por qué el pasto se vuelve otoño...? yo solo me enojé y me fui, sin antes reprochar que no necesitábamos de nadie más que nosotros, que simplemente no estaba. dando media vuelta te deje a ti con ese sabor que me invadía y no puede evitar. Toda la noche me castigue, me quebrante una y otra vez... ¿Recuerdas lo que hiciste a la mañana siguiente? traías una mariposa que no salió de su crisálida, solo te sentaste a mi lado y dejaste suave la crisálida en mis manos; Podría preguntar tanta cosas... más solo son ideas que vagan, a veces mías otras no, podría decir un sin fin de pensamiento que solo son eso; me gusta solo meditar como si fuera brisa, más no lo tomes como que acuso algo en ti, solo que me gusta platicarlo, hablarlo, y si me siento cómoda lo hago con más amplitud. Estuve mirando esta crisálida durante meses atrás, en el árbol pequeño del patio, esperando que abriera... y de repente me pregunte por sus padres y por primera vez me pregunté por mamá, solo así. Es curioso que ni siquiera cuando los otros niños iban con sus madres a la escuela me lo preguntará, más allí en aquella vigilancia me pregunté sobre ella ... ¿Sobre su voz, su nombre, su aroma... ¿Si quizás le gustaban los sonidos del tren o sí al igual que yo se tapa los oídos antes de que se perdieran los últimos rezagos del tren?, No dijiste nada más sobre aquel tema, mirabas hacia el vacío. Fruncí el ceño sin querer, solo fue el calor de una respuesta que no puede dar, de unas palabras que me sentía incapaz de pronunciar, de no saber que hacer conmigo mismo. Note que me mirabas de regreso, y como de costumbre tan detallista en lo mínimo no hizo falta decirte como actuar, ya lo sabías antes de tan siquiera insinuarlo. Te levantaste, diste la vuelta, sacudiste tus pantalones de bota larga y con una risa solo agregaste; comprendo. Nada más que estos matorrales, mis juegos con la brisa, los libros en su estante, y saber que harías cualquier cosa por mí y yo igual, solo esto me suficiente. nada más. !Apito, Hoy quiero acompañarte a la siembra y el cargue del maíz! ¿Puedo ir...?, Y Con esa mirada tan tuya; clara e intensa, te recogiste el cabello en una cola, para subir la colina en donde estaba la siembra del maíz-
Volvió aguarda silencio, su llanto no puedo reprimirse por más tiempo. Tomo la maleta, la extendió y me dio un beso en la frente. Allí lo supe, iría a donde ella. Aunque eran suficientes los matorrales, los libros en sus estantes, su cariño infinito por mí como su hija y mi cariño de hija por él, era un adiós, lo era sin marcha atrás, lo era como solo sucede por algún infortunio, por la marcha irrefutable de una ley que nadie entiende. La ausencia y el tiempo por primer vez en mi vida...
- ¡no, no quiero. A caso no basta que yo vaya a estudiar. que tú tengas cultivos que te hacen feliz, que yo te lleve en la tarde un jugo de limón y me queje porque tengo dos pies izquierdos y me caí por todo el camino... Y tú solo te rías diciéndome mi renacuajo saltarín. ¡A caso no basta! -
Ahogada en llanto traté de no seguir con mi reproché que acusaba tanto llanto en sus ojos... Más no puede detenerme.
- ¡acaso el gripar de los grillos, el ver estrellas y reír con alguna de tus historias no bastan, acaso reír antes de dormir y estar sentados en la entrada de la casa contentos de vivir ...!
No puede sostener su mirada, no pudo sostener mi llanto. Y solo me abrazo, colgando la maleta a mis brazos, llevándome arrastras por el camino que daba a la hacia el pueblo. No puede decir o hacer, solo me vi envuelta en un hecho tras otro. Solo ante el andamio del bus, volví en sí. Me aferre a su brazo, mientras buscaba entender<<¿Por qué..? Debe de ser algo irremediable, Solo una cosa lo es en esta vida. Solo una cosa es irreversible) cada pensamiento golpeaba en mi cabeza, una y otra vez, sentí necesidad de ser fuerte, le solté despacio e intenté hablar. Cuando mire sus ojos estos se aferraban a mis ojos. Tanta fortaleza para soltar unas palabras...
- Ada luz. Hoy debo presentarme a un descargue de cuentas. En mi vida no hubieron buenas decisiones, esto es todo lo que diré. Tus ojos y sus ojos mi mundo, por eso quiero mantener ese brillo por mí, sé que lo entenderás. Solo puedo decirte esto. Bájate en la quinta parada, sujeta tu pelo con este listón verde, se sabrán a la primera mirada y esto me alivia. No estuve con quienes debía, no hice lo adecuado, cometí una falta y toda falta reprochable ante los ojos de la bondad y la inocencia en algún momento tiene su consecuencia y está suele ser a su medida y el brutal paso del tiempo. Hace unas semanas le escribí a ella, "Alice"
Al decir su nombre su voz caía como un dulce entre el pico de un colibrí, su latido se agitaba como alas.
-La carta decía lo siguiente; "a partir de mañana, el 06 dejaré de vivir, y como aquella vez que me la dejaste en los brazos besando su rostro pequeñuelo, yo te lo digo a ti por medio de esta carta; besando entre cada dedo tú aroma y la calma que desde hace unos años siento en ti al dormir con tu nombre en el mío. tú y yo cometimos errores, debo asumirlos. cuídala. pronto vendré, más sigo aquí entre cada rendija de tu luz y sombra, no le digas nada de mí, sé que tú amor le bastará para siempre reír. sí por alguna razón la envías conmigo entenderé que llegó tu momento, entonces yo seré como tú, más espero que no sea así, que lleguen los dos, que bajen los dos del tren, que atraviesen hacia mí por el sendero de los robles, ondeando sus colores entre cada pitazo. estaré mejor y así lo haré, esto es un juramento. Y como aquella vez que me besaste diciéndome esto, yo le hago un arreglo a ese juramento. No iré con ella como lo quisimos, como lo acordamos, no me será posible aquel Sueño de una casita con dos piezas; una cama para dos latidos y una cama para un latido que crecer y crece entre nosotros, una mesa con tres tacitas, y tres oraciones en las noches al dormir" ada luz, Crece como esos matorrales en los que tanto te gusta jugar, esos que no se detienen aunque sea implacable el sol y la lluvia, aunque nadie les vea o todos se le lancen encima a derribarles -
Me contrajo a sus brazos, coloco sus manos en mi cabeza.
- sube y no mires atrás, permíteme que sea yo quien te vea partir, permítele esto a tu padre; que tú me has dado ya bastantes alegrías y me has enseñado tanto, que nazco de nuevo en cada una de tus caídas y cada que te levantas de ellas-
- no te preocupes. Seré así de grande como un sueño para cubrir tu cielo. Esto me decías cada que yo enfermaba estando en la cabecera de la cama. ¿Lo recuerdas Apito? -
Me picaba el mido, la tristeza, y un agujero tan profundo me llenaba el pecho hasta no dejarme respirar. Quería decir todo y derribar cada centímetro de lo que sucedía. Más aún era más fuerte mi compresión y cariño, que solo le abrace, y reí al hacerle cosquillas mientras le decía como si todo se hubiera borrado, tan solo con el ahora.
- creo que los limones del patio se extenderán al caer y al no ser jugo, ya que la tierra los tomará... Apito lo tuyo no es llorar, déjame eso a mí y las crisálidas que siempre lo son-
Soltó su risa y su entrecejo era suave, más con esa mirada solemne de siempre avanzar.
- así es mi renacuajo saltarín. Mi risa y llanto es mi corazón y amor -
Me dio un beso en la cabeza. Y se colocó su sombrero, subí el peldaño. Sonó el primer pitido. Comenzó a moverse, más todo se detuvo y se guardó a su propio tiempo. Le puede ver seguir con su mirar el bus. Luego revolver su llanto y risas. Ponerse en marcha, caminar por los mismos matorrales más aún faltaban. Cerré los ojos, pegué mi rostro a la ventana. Como todo busque silencio y paz, sin pensar en el dolor, solo en lo mucho que vivía la felicidad y ahora lo sabía y ahora la dejaba, y volvía entre tragos a ella. De la misma manera que él y Alice. Lo mismo que cada uno de los que se quedaba en el andamio y los que no subían
....
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"Te amo, aunque no somos ni seremos"
Pero estuvimos y fuimos.
Fuimos las personas correctas con la vida equivocada.
Fuimos la forma más bonita y triste,
que tuvo la vida, para echarnos en cara
que no se puede tener todo.
Lo sé y lo sabes.
Eres mi amor para otra vida, mi amor para otra ocasión.
Llegaste demasiado pronto, Y aún así demasiado tarde.
Me entendías más que a nadie, Y no existía alguien, que te quisiera más que yo.
Siempre he creído que todo es posible,
y que lo imposible.... Solo tarda un poquito más.
Pero querido amor imposible, contigo esa teoría está de mas.
A veces siento que fuimos impuntuales, o que el destino se haya encaprichado tanto
Con nosotros.
Que decidió ponernos un minuto tarde.
Tal vez una persona antes, o una persona después.
"Fuimos todo y no fuimos nada"
~autor desconocido.
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