Expresidente de Surinam, Desi Bouterse
Ehemaliger Präsident von Surinam, Desi Bouterse
La Corte Suprema de Surinam anotó una victoria para el Estado de derecho al ratificar la condena por homicidio contra el dictador y expresidente Desi Bouterse, pero este fallo no tendría mucho efecto para erradicar un sistema de clientelismo criminal inaugurado por el exmandatario.
El pasado 20 de diciembre, los magistrados del alto tribunal ratificaron la sentencia de 20 años de prisión contra Bouterse, quien, como cabeza de la dictadura militar, determinó una serie de asesinatos contra 15 disidentes del gobierno en diciembre de 1982.
Bouterse, de 78 años, fue el principal sospechoso del caso, que se oyó en los tribunales por primera vez en 2007. Después de muchas prórrogas y dos apelaciones a la condena en 2019 y 2021, el veredicto del 20 de diciembre es definitivo.
En la ratificación de la condena, los jueces no ordenaron el arresto de Bouterse, pero la Fiscalía declaró que hará efectivo el fallo.
Bouterse no asistió a la audiencia y se desconoce su actual paradero. Su abogado, Irvan Kanhai, declaró a los periodistas que estaba contrariado por la decisión del tribunal.
Aunque el fallo del tribunal es definitivo, es posible que Bouterse no llegue a pagar tiempo en prisión. Su abogado solicitó una suspensión temporal de la sentencia para presentar una solicitud de indulto presidencial. Sin embargo, el presidente Chandrikapersad Santokhi declaró al medio neerlandés Nieuwsuur que «hay un veredicto y ese veredicto debe hacerse efectivo».
Bouterse también puede interponer una denuncia ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, según señala Gerold Sewcharan, abogado y presidente de la Fundación para el Estado de derecho en Surinam.
Der Oberste Gerichtshof von Surinam errang einen Sieg für die Rechtsstaatlichkeit, indem er das Mordurteil gegen den Diktator und ehemaligen Präsidenten Desi Bouterse bestätigte. Dieses Urteil hätte jedoch keine große Auswirkung auf die Beseitigung des vom ehemaligen Präsidenten eingeführten Systems der kriminellen Schirmherrschaft.
Am 20. Dezember bestätigten die Richter des Obersten Gerichtshofs die 20-jährige Haftstrafe gegen Bouterse, der als Chef der Militärdiktatur im Dezember 1982 eine Mordserie an 15 Regierungsdissidenten ermittelt hatte.
Bouterse, 78, war der Hauptverdächtige in dem Fall, der erstmals 2007 vor Gericht verhandelt wurde. Nach vielen Verlängerungen und zwei Berufungen gegen das Urteil in den Jahren 2019 und 2021 ist das Urteil vom 20. Dezember rechtskräftig.
Bei der Bestätigung des Urteils ordneten die Richter nicht die Verhaftung Bouterses an, die Staatsanwaltschaft erklärte jedoch, dass sie das Urteil vollstrecken werde.
Bouterse nahm an der Anhörung nicht teil und sein derzeitiger Aufenthaltsort ist unbekannt. Sein Anwalt Irvan Kanhai sagte gegenüber Reportern, er sei von der Entscheidung des Gerichts enttäuscht.
Obwohl das Urteil des Gerichts endgültig ist, droht Bouterse möglicherweise keine Gefängnisstrafe. Sein Anwalt beantragte eine vorübergehende Aussetzung der Strafe, um einen Gnadengesuch des Präsidenten einzureichen. Präsident Chandrikapersad Santokhi sagte jedoch gegenüber der niederländischen Presse Nieuwsuur, dass „es ein Urteil gibt und dieses Urteil umgesetzt werden muss“.
Laut Gerold Sewcharan, Anwalt und Präsident der Stiftung für Rechtsstaatlichkeit in Surinam, kann Bouterse auch eine Beschwerde beim Interamerikanischen Gerichtshof für Menschenrechte einreichen.
Bouterse, dictador militar de Surinam entre 1980 y 1987 y presidente elegido de 2010 a 2020, es una de las figuras más influyentes del país. En repetidas oportunidades, trató de obstruir el caso en su contra, incluida una enmienda a la ley de amnistía del país en 2012. La enmienda paralizó el caso hasta 2015.
En una carrera política que se extendió por cuatro décadas, Bouterse resultó vinculado en repetidas ocasiones al narcotráfico por autoridades extranjeras, diplomáticos y medios de comunicación. En 1999, un tribunal neerlandés lo condenó en ausencia por traficar casi 500 kilos de cocaína.
Bouterse es el jefe del principal partido opositor de Surinam, el Partido Nacional Democrático (Nationaal Democratische Partij, NDP). En referencia a su caso, lo calificó de político.
Bouterse, Surinams Militärdiktator von 1980 bis 1987 und gewählter Präsident von 2010 bis 2020, ist eine der einflussreichsten Persönlichkeiten des Landes. Er versuchte wiederholt, das Verfahren gegen ihn zu behindern, unter anderem durch eine Änderung des Amnestiegesetzes des Landes im Jahr 2012. Durch die Änderung wurde das Verfahren bis 2015 auf Eis gelegt.
In seiner vier Jahrzehnte dauernden politischen Karriere wurde Bouterse von ausländischen Behörden, Diplomaten und Medien immer wieder mit dem Drogenhandel in Verbindung gebracht. 1999 verurteilte ihn ein niederländisches Gericht in Abwesenheit wegen des Handels mit fast 500 Kilo Kokain.
Bouterse ist Vorsitzender der größten Oppositionspartei Surinams, der Nationaldemokratischen Partei (Nationaal Democratische Partij, NDP). In Bezug auf seinen Fall bezeichnete er ihn als politisch.
Análisis
El veredicto contra Bouterse demuestra que nadie en Surinam está por encima de la ley.
“Muestra que se ha preservado la democracia y que tenemos un Estado de derecho que funciona”, le comentó el politólogo surinamés Glenn Truideman, a en una entrevista.
Sin embargo, es improbable que el fallo desmonte un sistema criminal iniciado por el expresidente, en los que algunos políticos de alto nivel brindan protección y respaldo a narcotraficantes. La rama judicial de Surinam, con su falta de recurso humano, seguirá lidiando con la corrupción sistémica y el narcotráfico que por tantos años ha plagado a las instituciones del país.
“Está mejorando, pero no hay jueces suficientes ni personal de apoyo”, anotó Sewcharan.
Por décadas, Bouterse y otros usaron su influencia en el gobierno para facilitar el narcotráfico a través de Surinam.
Analyse
Das Urteil gegen Bouterse zeigt, dass in Suriname niemand über dem Gesetz steht.
„Es zeigt, dass die Demokratie erhalten geblieben ist und dass wir über einen funktionierenden Rechtsstaat verfügen“, sagte ihm der surinamische Politikwissenschaftler Glenn Truideman in einem Interview.
Es ist jedoch unwahrscheinlich, dass das Urteil das vom ehemaligen Präsidenten ins Leben gerufene kriminelle System zerschlagen wird, in dem einige hochrangige Politiker Drogenhändlern Schutz und Unterstützung bieten. Surinams Justizbehörde wird sich aufgrund ihres Personalmangels weiterhin mit der systemischen Korruption und dem Drogenhandel befassen müssen, die die Institutionen des Landes seit so vielen Jahren plagen.
„Es verbessert sich, aber es gibt nicht genügend Richter oder Hilfspersonal“, bemerkte Sewcharan.
Bouterse und andere nutzten jahrzehntelang ihren Einfluss in der Regierung, um den Drogenhandel durch Surinam zu erleichtern.
El segundo al mando de Bouterse fue condenado en 1986 por tráfico de estupefacientes. Un co-conspirador en ese caso declaró a agentes encubiertos estadounidenses que el entonces presidente podría brindar protección para los cargamentos de droga que pasaban por Surinam.
“Todo el ejército giraba en torno a la cocaína, al igual que la política y los negocios”, dijo Marcel Nelom, agente de seguridad de Bouterse por una década, en declaraciones a la revista neerlandesa De Groene Amsterdammer en 1994.
Después de la transición de Surinam a la democracia en 1987, Bouterse fue vinculado con frecuencia al tráfico de drogas. El exdictador cerró contratos de armas a cambio de cocaína con las Fuerzas Armadas Revolucionarios de Colombia (FARC), según una investigación del parlamento brasileño de los años 90. También se dice que se alió con el narco más destacado de la vecina Guyana a comienzos de la década de 2000.
Nada de esto impidió a Bouterse ser presidente de Surinam dos veces, en 2010 y en 2015.
Bouterses Stellvertreter wurde 1986 wegen Drogenhandels verurteilt. Ein Mitverschwörer in diesem Fall teilte verdeckten US-Agenten mit, dass der damalige Präsident für den Schutz von Drogenlieferungen sorgen k��nne, die durch Suriname gingen.
„Die gesamte Armee drehte sich um Kokain, ebenso wie Politik und Wirtschaft“, sagte Marcel Nelom, ein Jahrzehnt lang Bouterses Sicherheitsagent, 1994 der niederländischen Zeitschrift De Groene Amsterdammer.
Nach Surinams Übergang zur Demokratie im Jahr 1987 wurde Bouterse häufig mit dem Drogenhandel in Verbindung gebracht. Der frühere Diktator schloss Waffenverträge im Tausch gegen Kokain mit den Revolutionären Streitkräften Kolumbiens (FARC), wie aus einer Untersuchung des brasilianischen Parlaments in den 1990er Jahren hervorgeht. Außerdem soll er sich mit dem prominentesten Drogenhändler im Nachbarland Guyana verbündet haben Anfang der 2000er Jahre.
Nichts davon hinderte Bouterse daran, zweimal, 2010 und 2015, Präsident von Suriname zu sein.
En 2012, la policía neerlandesa interceptó una conversación en que dos narcos parecían hacer referencia a Bouterse con un apodo, “Bouta”. En la conversación, los traficantes decían que “Bouta” y un cómplice de nombre “Dino” —nombre del hijo de Bouterse— podían rescatar una carga de cocaína de un avión abandonado en la selva surinamesa. Dino Bouterse fue condenado por narcotráfico y otros cargos en Estados Unidos en 2015.
Después de dejar la presidencia en 2020, Bouterse siguió en el negocio de la droga, según un correo electrónico filtrado de la Fiscalía General de Colombia, al cual tuvo acceso en el curso de una investigación. En 2022, un informante declaró a un investigador del gobierno colombiano que Bouterse hacía parte de una red que planeaba enviar entre 1,2 y 1,5 toneladas de cocaína a través de Surinam en un avión particular. Sin embargo, otras fuentes consultadas por indicaron que Bouterse se había retirado del negocio.
Otros políticos de alto nivel en Surinam también han abusado de su poder para sacar provecho del tráfico de drogas sin enfrentar las consecuencias.
Im Jahr 2012 fing die niederländische Polizei ein Gespräch ab, in dem zwei Drogenhändler Bouterse offenbar mit dem Spitznamen „Bouta“ bezeichneten. In dem Gespräch sagten die Drogenhändler, dass „Bouta“ und ein Komplize namens „Dino“ – der Name von Bouterses Sohn – eine Ladung Kokain aus einem verlassenen Flugzeug im surinamischen Dschungel retten könnten. Dino Bouterse wurde 2015 in den USA wegen Drogenhandels und anderen Anklagen verurteilt.
Nach seinem Ausscheiden aus dem Präsidentenamt im Jahr 2020 war Bouterse weiterhin im Drogengeschäft tätig, wie aus einer durchgesickerten E-Mail der kolumbianischen Generalstaatsanwaltschaft hervorgeht, auf die er im Zuge einer Untersuchung Zugriff hatte. Im Jahr 2022 teilte ein Informant einem Ermittler der kolumbianischen Regierung mit, dass Bouterse Teil eines Netzwerks sei, das plante, zwischen 1,2 und 1,5 Tonnen Kokain mit einem Privatflugzeug durch Suriname zu schicken. Andere von ihm konsultierte Quellen gaben jedoch an, dass Bouterse sich aus dem Geschäft zurückgezogen habe.
Auch andere hochrangige Politiker in Surinam haben ihre Macht missbraucht, um vom Drogenhandel zu profitieren, ohne mit Konsequenzen rechnen zu müssen.
El actual vicepresidente Ronnie Brunswijk fue condenado por narcotráfico en los Países Bajos en 1999 y en Francia en el 2000. En agosto de 2020, un agente especial de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos a (DEA) declaró a la Fiscalía General de Colombia que sospechaba que Brunswijk tenía que ver en un caso en el que se devolvieron 400 kilos de cocaína a un traficante después de su decomiso, según correos electrónicos filtrados a los que tuvo acceso en la misma investigación.
Brunswijk ha negado cualquier participación en narcotráfico.
Der derzeitige Vizepräsident Ronnie Brunswijk wurde 1999 in den Niederlanden und im Jahr 2000 in Frankreich wegen Drogenhandels verurteilt. Im August 2020 sagte ein Spezialagent der US-amerikanischen Drug Enforcement Administration (DEA) vor der kolumbianischen Generalstaatsanwaltschaft aus, der Brunswijk des Drogenhandels verdächtigte Laut durchgesickerten E-Mails, auf die er im Rahmen derselben Ermittlungen Zugriff hatte, war er an einem Fall beteiligt, bei dem 400 Kilo Kokain nach der Beschlagnahme an einen Drogenhändler zurückgegeben wurden.
Brunswijk hat jede Beteiligung am Drogenhandel bestritten.
En 2019, un tribunal francés condenó a Joël Martinus, directivo del partido político de Brunswijk, en ausencia por dirigir una red de narcotráfico que exportaba cocaína de Surinam a Francia. Al año siguiente, el gabinete de ministros de Surinam aprobó su designación como asesor de políticas de gobierno.
La condena de Desi Bouterse, a quien muchos consideraban intocable, ha traído esperanza de que se lleve a juicio a más políticos implicados en el negocio de la droga.
“Nos dirigimos hacia una situación en la que todos son iguales ante la ley”, señaló Sewcharan.
Im Jahr 2019 verurteilte ein französisches Gericht Joël Martinus, den Vorsitzenden der politischen Partei von Brunswijk, in Abwesenheit wegen der Leitung eines Drogenhandelsnetzwerks, das Kokain aus Suriname nach Frankreich exportierte. Im folgenden Jahr genehmigte das Ministerkabinett von Surinam seine Ernennung zum Politikberater der Regierung.
Die Verurteilung von Desi Bouterse, die viele für unantastbar hielten, hat Hoffnung geweckt, dass noch mehr Politiker, die in das Drogengeschäft verwickelt sind, vor Gericht gestellt werden.
„Wir steuern auf eine Situation zu, in der alle vor dem Gesetz gleich sind“, sagte Sewcharan.
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