Tumgik
#porque es tan argentino/rioplatense
elbiotipo · 2 years
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Y ahora me pregunto si muchos de los malentendidos que los argentinos tienen por internet es porque tratan de usar la cultura del bardo "amistoso" en texto y hay gente de otros países que no la entiende y se ofenden de verdad.
Es tan arraigada esa idea del insulto amistoso que si leen las novelas gauchescas verán que el "cortejo" por darle un nombre, es de devolver los insultos e ironías pícaras a tu pareja durante el baile, y no me mientan que ustedes nunca estuvieron en EXACTAMENTE esa misma situación, muchas veces. El 70% de la amistad y el romance argentino parece ser el hecho de aguantar y encontrar ese tipo de cargadas amistosas.
Ahora no digo que eso de pie a decir cualquier cosa, solamente digo que el insulto, cuando viene de parte de un argentino, suele venir con una intención amistosa detrás, paradójicamente. Y eso a muchos les confunde.
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Lunfardo: conocé de dónde vienen muchas de las palabras que usamos a diario
Existen aproximadamente 6 mil términos y, según la Academia Argentina del Lunfardo, se agregan alrededor de 70 cada año
El lunfardo es un producto de las lenguas de las corrientes inmigratorias de finales del siglo XIX y principios del XX y nace en el hacinamiento de los conventillos por la necesidad de comunicarse. Pero sería tiempo después que a este tipo de habla popular se lo conocería como “lunfardo”. El 5 de septiembre de 1953 aparece el libro “Lunfardía”, del escritor argentino José Gobello, que rescata ciertas palabras y convierte el lunfardo en hecho lingüístico. De ahí que todos los 5 de septiembre se celebra el día del lunfardo.
La palabra “lunfardo” tiene su origen en el gentilicio “lombardo”, término que llegó a ser sinónimo de ladrón porque los lombardos fueron, en el siglo XVIII, usureros y prestamistas, actividades por entonces impopulares. Con el tiempo, lombardo derivó en lunfardo. Sin embargo, más tarde se descubrió que el lunfardo era compartido por grandes sectores de la población y que, lejos de ser un código marginal, había sido incorporado a la vida cotidiana y difundido a través de expresiones artísticas como el tango o el sainete.
Existen aproximadamente 6 mil términos, pero se trata de un número dinámico: algunos surgen y otros caen en desuso. La Academia Porteña del Lunfardo estima que aparecen unas 70 palabras por año.
Aunque no de manera consciente, todos nos apoyamos en el lunfardo para comunicarnos. "Pibe", "macana", "chamuyo","laburo", "mina", "banquina", "guita", "trucho", "chabón" y "gil", son tan solo algunas de las palabras que el colectivo popular utiliza a diario. Y si bien el lunfardo es un fenómeno portuario y rioplatense, que hace a la identidad de Buenos Aires, lo cierto es que se ha extendido por vastas regiones de la Argentina e incluso ha trascendido las fronteras.
Otilia Da Veiga es escritora, periodista y está al frente de la Academia Porteña del Lunfardo. “El lunfardo es un vocabulario y se asienta sobre la estructura gramatical del castellano”, define y agrega: "Lo que hace novedoso al lunfardo es que no nació del castellano, sino de la mescolanza de las lenguas de la inmigración”.
Pero, ¿qué hace que un término perdure en el tiempo?
“Son términos vagabundos. Por eso tenemos que buscarle a este desamparado una filiación. Una filiación que haga posible, andando el tiempo, que un término determinado ingrese al diccionario de la Real Academia como sucedió con pibe, macana, banquina. La permanencia en el habla le da al vocablo esa posibilidad”.
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boescuchateesto · 4 years
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Las otras voces de la música uruguaya: Entrevista a Jorge Costigliolo
Siguiendo con la serie “Las otras voces de la música uruguaya”, y ya a una semanita de terminarla tenemos a Jorge Costigliolo.
Jorge tiene un largo y vasto curriculum en todo lo que al abanico del periodismo se refiere: Ha trabajado dentro del rubro desde 1999, tanto en periodismo escrito (en los cuales se destacan más de diez años en Montevideo Portal)  radial y audiovisual. Además de esto tiene experiencia en producción tanto de bandas como de eventos. Así que los invito a pasarse por su web www.costigliolo.com donde pueden encontrar parte de su trabajo y proyectos.
Les dejo por acá su entrevista, la más filosa de esta serie, en la cual nos deja en claro que hay muchas formas y lugares desde los cuales pararse frente a un mismo panorama:   ● ¿Hace cuánto tiempo empezaste a escribir sobre música y cuál es tu formación referente a la comunicación? 
Empecé a escribir sobre música en el 89, cuando hice mi primer fanzine, en Buenos Aires. Fui a la UTU de Comunicación y gasté algunos añosxen Ciencias de la Comunicación de la Udelar, pero mi formación (si es que se le puede llamar de esa manera) es más bien autodidacta. Me hice escuchando discos, leyendo libros, viendo bandas, escribiendo cosas espantosas que, quiero creer, fueron mejorando con el tiempo.
● ¿Hay algún hecho que considerás disparador para haberte dedicado específicamente a la comunicación de la música? 
Antes que nada, soy periodista. Escribo de política, de economía, de judiciales. Eso lo supe a los 12 años, y nunca se me pasó por la mente ser otra cosa. Sí puedo decir que el clic fue haber leído a Enrique Symns a los 14 años. “Es por acá”, me dije. Así que arranqué con los fanzines y la radio pirata. Claro que, como dijo no recuerdo quién hablando de otro autor, quise ser Symns y me salí yo. Pero claro, es más lindo escribir o hablar de las cosas que a uno le entusiasman, y a mí me entusiasma mucho más hablar de un disco o un libro que del último tuit del presidente. Y hay otra cosa que tiene que ver, si se quiere, con la envidia. Siendo un incapaz para el arte, me deslumbra el tratar de saber cómo se hace una canción, qué secreto hay detrás de un disco, qué extraño misterio hay para que, combinando 200.000 caracteres, salga una novela. Trato de estar alerta para robar un poco de ese fuego-
● ¿Qué géneros musicales son los que más te interesan y disfrutás tanto escribir como escuchar? 
No tengo un género favorito para escribir. Me interesan todos los artistas como hacedores de un fenómeno estético, como portadores de un saber que quiero conocer, aunque no me guste el resultado. Estoy, por una cuestión cultural, de edad, de clase social, de sensibilidad, mucho más cerca del rock que de otros géneros, pero hay muchos rockeros que son aburridísimos de entrevistar. Me gusta mucho el tango, el folklore del Río de la Plata y esa cosa que, por comodidad, llamamos canción de autor; eso es lo que suena generalmente en mi casa, pero he disfrutado mucho con entrevistas a artistas de la música tropical, por poner un ejemplo.
● Una pregunta que es cliché ya, como comunicador ¿cómo venís llevando la situación por el coronavirus?   Igual que antes del 13 de marzo, pero con más rabia y menos dinero. Yo no soy comunicador, soy periodista, y el periodismo es un oficio en vías de extinción. La pandemia lo único que hizo fue desnudar un poco más sus miserias. En poco tiempo será un hobby, una actividad de tiempo libre para quien pueda vivir de otra cosa.
● ¿Cuáles son tus fuentes o lugares donde acudís para descubrir nuevos grupos o músicos y qué música compone tu lista de reproducción personal?
Tuve la suerte de que, siendo un niño, llegara a mi casa muchísima música a través de cintas copiadas que mi madre malvendía. Después llegó la FM y, cuando pude hacerme de un dinero y del valor para salir, también llegaron los recitales, las revistas, los fanzines. En tiempos sin internet había que parar la oreja y estar muy atento a ver qué banda  escuchaba el cantante de tal grupo, o leer una reseña para saber qué artista había que ir a buscar. Y después la tribu y sus conexiones, tratando de encontrar esa figurita difícil. Con internet y el P2P cambió el paradigma del consumo musical, para bien y para mal. Acá quiebro una lanza por el Soulseek, un software medianamente popular a mediado de los 2000 gracias al que descubrí muchos artistas, me hice de discos para mí inconseguibles, y hasta conocí gente: uno de mis amigos más queridos vino de allí. Desde hace algunos años tengo la fortuna de que me lleguen, todo el tiempo, materiales de artistas nuevos, y muchas veces no tengo el tiempo para prestarles la atención que se merecen y el interés con que me honran. Y también es cierto que, de cada cincuenta cosas que escucho, me quedo con dos. Ya no soy un buscador voraz de novedades, tal vez porque mi lista de reproducción personal, como dice la pregunta, es muy amplia. Ahí hay folklore rioplatense, tango, rock &roll, pop y cancionistas. Eso sí: me congratulo de haber sido de los primeros en comentar con enorme entusiasmo a artistas que hoy, o juegan en las grandes ligas, o hacen hermosos goles en el campito del barrio
● ¿Cuál es la entrevista que más has disfrutado hacer? Muchas. Capaz que suena demagógico, pero creo que la mayoría: de todas sacás algo, aunque sea una mierda. Así, en el apuro, recuerdo haber entrevistado con enormísimo interés a Enrique Symns, a María Gabriela Epumer, a Adrián Dárgelos, y a un buen lote de escritores y escritoras que me encantan. Y también me gusta mucho eso de repetir las entrevistas, de mantener el diálogo a través del tiempo, publicable o no, con gente que respeto, que me gusta, que siempre tiene algo interesante para decir. Conversar con Garo Arakelian, con Nico Barcia, con Pedro Dalton, con Fabián Furtado, con Malena Muyala, con Martín Buscaglia, para mí, siempre es un disfrute, ya sea con un grabador, un mate o un whisky en el medio de la mesa. ● ¿Qué músico o banda te gustaría entrevistar ya sea nacional o internacional y por qué?  Muchísimos, de todos lados. De acá tengo la espina con Jaime Roos y Dino. Y, si es por pedir, me gustaría conversar con P.J Harvey y Nick Cave. Los tres juntos, con un whisky en el medio. ● ¿Tuviste alguna experiencia extraña vinculada a tu profesión que quieras compartir?  
Lo más extraño que me pasó fue que me entrevistaran para Bo! Escuchate esto. No sabía que era tan difícil responder preguntas. Esto no sé si es extraño, supongo que no, pero capaz que viene al caso: hace como 20 años llegó a Uruguay la mitad de Los Violadores que, por decoro, se hacía llamar Stuka@Pil. Fui a la prueba de sonido y, con el pretexto de una nota, me quedé con ellos un rato, terminando unas cervezas. La charla siguió en un hotel medio atorrante del Centro, con más cerveza, pizza y porro. Eso, y un canal de cable que pasaba Los Tres Chiflados. ¡Estaba mirando la tele con mis ídolos de cuando tenía 14 años! La conversación, después, siguió por recuerdos de la grabación de algún disco, las polémicas con el under de entonces, y una serie de anécdotas irreproducibles de una gira por el norte y noroeste argentino, llenas de drogas, fans y comportamientos obscenos. No sé si esa nota se llegó a publicar pero, de todas maneras, lo mejor fue el off the record. Después nos fuimos al boliche donde tocaban, y presencié uno de los shows más penosos que vi en mi vida, donde la única cuota de dignidad lapuso Gabriel Peluffo, que subió como invitado a cantar “Represión”. En otro orden, una vez el Flaco Spinetta, me confundió con un artista, me estrechó la mano y con una mirada llena de admiración me dijo “maestro”.
● ¿Qué géneros considerás que la están rompiendo hoy en día y cuáles son los que percibes que se vienen en el futuro? Si bien escucho mucha música, hay una enormidad de géneros que, por edad o sensibilidad, se me escapan. Es una cuestión, si se quiere, de elecciones estéticas, así que no tengo una respuesta para esta pregunta. Tampoco me interesan especialmente la ópera o la música dodecafónica, y los periodistas que entienden de ese rollo tal vez no conozcan a Radio Birdman ni escuchen a Motosierra. Zapatero, a tus zapatos. Se habla del trap y los derivados del hip hop, pero no lo tengo claro. Por otro lado, la única vez que jugué mis fichas al género que se venía, le erré feo. Fue a mediados de los 90, después de la muerte de Cobain: pensé que se impondría el desparpajo guarro del rock del norte de Europa, con los Hellacopters, Turbonegro, Backyard Babies y Flaming Sideburns; en cambio, nos tocó Limp Bizkit y toda la pose bravucona del nü metal.
● Como todos podemos notar hay músicos con material de muy buena calidad que no “triunfar” y otros que casi automáticamente se vuelven masivos ¿De qué pensás que depende ser exitoso en el mundo de la música?   Si el éxito dependiera de volverse masivo y tuviera una respuesta me dedicaría a la industria discográfica, y no al periodismo. No tengo idea, la verdad, y depende de lo que signifique ser exitoso. En un plan totalmente egoísta creo que, si una canción me gusta a mí, si me conmueve, ya es exitosa. Claro que el que hizo esa canción también querrá llegar a fin de mes y tomar un whisky decente, y seguramente con mi aprobación no consiga ninguna de esas cosas. Supongo que quien se vuelve masivo es porque logra alcanzar cierta fibra, colmar una necesidad del público, latente o impuesta a fuerza de marketing. Eso no es bueno ni malo per se, y me emocionan algunas cosas “exitosas” y otros grandes fracasos. Se lo preguntaría a Kurt Cobain o a Nick Drake, pero me temo que ya es tarde.
● ¿Cómo ves el panorama general de la música uruguaya hoy en día? No sé cuál es el panorama general, porque consumo una pequeñísima porción de la música popular, y del resto no tengo idea. Sí sé que, dentro de ese minúsculo universo, hay mucho profesionalismo, buenas intenciones e, incluso, hasta talento. ● ¿Cuáles consideras que son las bandas o artistas fundamentales para conocer la música uruguaya?  La música uruguaya es inabarcable como tal. ¿Habría que arrancar con Bartolomé Hidalgo o con Eduardo Fabini? ¿Con Carlos Gardel o Alberto Mastra? ¿Con Aníbal Sampayo o Los Olimareños? ¿Con Amalia de la Vega o Alfredo Zitarrosa? ¿Con Ruben Lena o Fernando Cabrera? Ahí hay algunos nombres para empezar, pero no pueden representar un todo. Si viene un extraterrestre y me hace esa pregunta le daría un disco de Jaime Roos, y después hablamos. O, mejor aún, lo mandaría a hacer un curso con Andrés Torrón. ● ¿Crees que en este país estamos cerrados a géneros musicales emergentes o que por el contrario que deberíamos estar más arraigados a nuestras raíces musicales?  No soy un entendido en géneros musicales emergentes “de hoy”, aunque toda la música que escuchamos fue “emergente” en algún momento. Sí es cierto que el Uruguay es incapaz (por suerte) de tomar un género de afuera y hacerlo tal cual. Me vienen a la memoria conversaciones con artistas tan dispares como Marcos Motosierra, Papina De Palma y Tussi Dematteis: los tres coinciden en que es imposible no uruguayizar todo lo que entre. Me gusta coincidir con ellos.
● ¿Cuáles son las bandas o músicos uruguayos de esta nueva generación que creés que están marcando una diferencia y cuáles son las que más te gustan?  Hay un montón de música de la “nueva generación” que, por una cuestión etaria y estética, se me escapa. De los que conozco, y nada más que por ser más jóvenes que el resto, destaco a La Mujer Pájaro, Florencia Núñez y Papina De Palma.
 Cortita y al pie  ● Banda favorita: Muchas, y cambian todos los días. Ahora, en este momento, PiL, La Foca y Mandrake y Los Druidas. Mañana serán otras. ● Canción favorita: Muchas, y cambian todos los días. Ahora, en este momento, “Rise”, “Son solo ustedes los que se van” y “Están pasando los días”. Mañana serán otras. ● Mejor década: No sé si alguna década es mejor que otra, no lo creo. Si me atengo a mis consumos musicales, depende del artista, el género, elpaís. Lo que sí es cierto es que, del 95 para acá, la música anglosajona dejó de ser la más relevante en mi lista de reproducción. ● Mayor descubrimiento reciente: Capitán Tormenta. ● Gusto culposo: No tengo. Lo que me gusta, me gusta sin culpa. ● Disco imprescindible: Cientos. Imposible elegir uno. Para cumplir con la formalidad, el Nevermind the Bollocks y Mediocampo. Esos son inoxidables . ● ¿Beatles o Rolling?: Beatles, por muchísimas razones. Quizás la más importante es que se separaron antes de hacer el ridículo a 33 Revoluciones por Minuto. ● ¿El rock está muerto?: Decir que está muerto sería una falta de respeto para con los tipos que, me gusten o no, hacen rock, y para con el liceal que todavía sueña con comprarse una Telecaster. Pero sí está viejo, gordo, aburrido, y ya ni siquiera se droga. No está lejos el día en que el rock sea una pieza de museo, un placer elitista. Como la ópera, pero con menos disfraces.
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Muchísimas gracias Jorge por la tremenda buena disposición, onda y en especial por tus respuestas que me quedaron y quedarán. sin dudas, dando vuelta un rato largo en la cabeza.
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ardeportal · 4 years
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Luca Not Dead - nuestro italiano más vivo que nunca.
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Hoy cumpliría 67 años Luca Prodan. Un personaje único; el músico que tuvo que llegar desde Italia, cantando en inglés, para revolucionar el rock argentino.  En Arde recordamos su legado y vigencia, desde la más profunda admiración.
Por Ginny Lupin. 
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“Yo vine a la Argentina con una onda muy Joy Division, con ganas de hacer una mezcla de estilos muy complicada. Por eso al principio yo tocaba la guitarra aunque no me guste tocar y cantar; yo quería incitar a los músicos que estaban conmigo. Yo rompía cuerdas y me salía sangre de los dedos, mientras que aquí todos querían ser Al Di Meola. Pero cambiaron y así llegamos a Sumo. Creo que dentro de los esquemas de los grupos de acá somos muy distintos”. - Luca entrevistado por Pipo Lernoud y Marcelo Fernández Bitar; para la revista Canta Rock número 64. 
Argentina es la gran redentora de almas perdidas. Y Luca lo sabía, o al menos lo intuía. Para el, las sierras de Córdoba, en foto de su amigo Timmy MacKern, fueron la viva imagen de la tierra prometida. Un faro de esperanza en medio de el torbellino conflictivo de sus años en Europa. Ni su Roma natal, ni Escocia en sus años de formación, ni Londres en el auge del Punk - fueron su casa. No como Argentina, Buenos Aires, Hurlingham.  Luca llegó al sur para morir, como un pájaro herido que cae del nido esperando aterrizar en manos piadosas. Pero antes de dar un último suspiro, dio vida a una escena musical y a miles de jóvenes que encontraron en Sumo una razón para existir.  Luca amó, desde lo más profundo de su ser. Fue un amigo atento, aunque invasivo, que quiso con locura y pasión. Fue amante de mujeres receptivas de su sabiduría, y de tantas otras que se acercaron a su energía magnética buscando notoriedad.  Fue disruptivo, trayendo a una mujer británica a dar clase en la batería; cuando la guerra de Malvinas polarizaba dos sociedades con la crueldad que solo un enfrentamiento bélico genera. Fue maestro, con el subte, recitales, bares y la ginebra como escuela para tantísimos transeúntes que cruzaron su camino.  Trajo consigo la revolución melancólica de Joy Division, la actitud radical de The Clash y la cadencia alegre del reggae.  En Buenos Aires se despojó de todo, abandonando y perdiendo sus pertenencias, pero aferrado a una esencia que mantuvo consigo a donde fue. 
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Tuvo poco tiempo para dejarnos un legado muy extenso, que vive hoy en cada músico con el que compartió escenario, en sus canciones, en sus comentarios filosos y en el cariño de sus fieles. Porque Argentina es así, evangeliza. Y el evangelio según Luca, aquel hijo de una familia tocada por la guerra; es de una vigencia intacta.  Hoy cumpliría 67 años el hombre que renegó de su estatus; para amanecer una y otra vez en las calles porteñas, sucio y solo, conversando con fantasmas. El que gritó verdades y mitos, llenó de música Obras, Cemento y la Rural del Prado; entendiendo y definiendo nuestra cultura como ningún otro rioplatense. 
No voy a hablar de la historia de Luca o Sumo. Todo aquel que quiera acercarse a su obra puede hacerlo a través de sus discos y todo reconocimiento que llegó después: documentales, ensayos, biografías (recomiendo enfáticamente “Luca Prodan - Libertad divino tesoro, de Oscar Jalil).  Hoy, en su natalicio, desde Arde elegimos recordar a Luca por su legado, en forma física y en melodías replicadas. Luca not dead. 
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La Casa de Luca. 
En Mayo de 1987, semanas antes de su cumpleños; Luca - siempre nómade e itinerante - encontró refugio en el barrio de San Telmo.  “La cuarta casona más antigua del casco histórico de Buenos Aires”, ubicada en Alsina al 451 funcionaba como un “conventillo”. La vivienda comunitaria, en la que también paraba su amigo Geniol; tenía una mística particular. Se dice que en el sótano surgieron - en su momento - las primeras mazmorras de la ciudad. Luca desconocía esta información, que podría ser la explicación de sus interacciones con los fantasmas de la casa - si eligiéramos adentrarnos en ese plano de la historia. Es que, ya sea por su consumo de alucinógenos o una cercanía innata con otros planos, Prodan siempre tuvo latente un costado espiritual que trascendía los análisis en los que podemos incurrir.  Si sabemos que el músico eligió la casa - o la casa lo eligió a él - la primera vez que subió a su terraza. Desde la parte más alta de la propiedad, observando a lo lejos la cúpula de la Basílica de San Francisco, Luca confesó:
 “Esto lo soñé cuando estuve en coma en Londres. Soñé esta casa. La vi.” 
Luca vivió 7 meses en la casona de San Telmo. 
“Yo dentro de poco me voy a morir”, repitió a lo largo del 87′ a todo aquel que se detenía a escucharlo. Finalmente, el 22 de Diciembre, la muerte lo encontró en esa misma casa.  Sumo terminó, Divididos y Las Pelotas nacieron de sus cenizas; pero es esa fachada de Alsina al 451 que mantiene el auténtico recuerdo de Luca vivo y vigente.
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La Casa de Luca es hoy un refugio para músicos y público. El espacio artístico fue declarado de Interés Cultural por la Legislatura porteña en el año 2007, y recibe cada semana - de Jueves a Domingo - a bandas y fanáticos para compartir música y recuerdos.  Llegué a La Casa de Luca una madrugada de Noviembre de 2019. Había estado en la puerta un año antes, dejando mi firma junto a infinitas huellas de las vidas que el tano marcó. Pero esa noche había tributo a Sumo y me tocaba conocer la historia desde adentro.  Desde las escaleras que conducen al primer piso, pasando por el patio, los baños y cada uno de sus ambientes; la casona de Alsina cuenta por si misma la historia del músico. Las paredes están plagadas de fotos, dibujos y firmas de los fanáticos que llegan de todas partes del mundo a conectar con su gurú.  En La Casa de Luca se vive un ambiente de fiesta. El humo de cigarro y los vasos de cerveza invaden los pasillos, donde se baila y conversa como en cualquier otro punto de encuentro musical. Eso, hasta que suena un tema de Sumo.  Ahí el clima se mantiene, pero las caras cambian. Hay una comunión de esas almas tocadas por Sumo, que conectan apenas sienten vibrar las paredes con la música que nos convoca en ese lugar particular. Hay respeto, tristeza - como esa que nos llena el cuerpo ante la partida de un ser querido. Pero están las ganas de honrar su legado, de saltar y gritar esos temas como si fuera el pelado y su acento italiano que agitaran desde el escenario.  No soy objetiva; me motiva - como a todos allí - un amor más grande que la profesionalidad de una crónica. En más de un momento me gana la emoción; la perspectiva de imaginar a Luca haciendo crujir el piso de madera con sus pasos escuchándose más fuerte que la música. Ahí las mismas canciones suenan distinto y nos sentimos acompañados con la mirada comprensiva del resto de los asistentes. Es una noche como ninguna otra. Hasta la ginebra parece tener otro gusto - aunque mi amiga insista que no es algo bueno; que a tan significativo trago lo cortaron con vodka. Pero no importa, no cortaron la experiencia. Estamos en la casa donde, 32 años antes, Luca dejó este mundo. Pero nunca dejó la casa, y aunque no lo vea en la forma de sus amigos los fantasmas; lo siento más presente que nunca. 
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Contar con un lugar así en la actualidad es de extrema importancia. No es lo mismo que visitar una tumba o un monumento. Es historia viva y allí cobra incluso más valor el trabajo de aquellos que se esfuerzan en mantener el lugar.  En Agosto de 2018, poco después de mi primer visita, los graffitis que cubrían la fachada de la casa fueron borrados “por error”; las voces de cada fanático acalladas por funcionarios de la ciudad. Pero en cuestión de días el arte estaba restaurado en forma de nuevas firmas y recuerdos; ajeno a la ignorancia de quienes caminando por Alsina desconocen la historia detrás de la inmensa puerta marrón.  A principios de 2020, la casa sufrió un nuevo golpe, con el robo de sus equipos. Músicos y público se unieron para poner el lugar nuevamente en marcha; logrando que siguiera operativo hasta el cierre temporal forzoso por la cuarentena.  La Casa de Luca se mantiene en pie. Y es obligada la visita, para recordar al músico y colaborar con que nuevas generaciones puedan acceder al privilegio de existir en el mismo espacio en que él lo hizo.  
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Su influencia - a ambos lados del charco.
Sumo fue una de las bandas participantes de la primer edición del Montevideo Rock, en 1986. Tocaron su controversial versión de Cambalache, y compartieron escenario con Los Estómagos. Dos grandes bandas unidas por un tango; el lazo entre dos países afianzándose en una coincidencia.  Como estandarte del rock rioplatense, la banda ha sido tributada un sin fin de veces, por artistas a ambos lados del Río de la Plata. No es raro encontrar el logo de Sumo o la mirada de Luca impresa en las camisetas de rockeros y seguidores locales. Tampoco es poco frecuente escuchar los acordes de La Rubia Tarada o Los Viejos Vinagres como elegidos por algún grupo para coronar sus presentaciones. Pero Mejor No Hablar De Ciertas Cosas merece un capítulo aparte. Nacida de la pluma de Carlos “El Indio” Solari e interpretada con maestría por el tano y los suyos, la canción es un himno indiscutido del cancionero argentino. Es el caballito de batalla, esa carta infalible que - de ser correctamente empleada - oficia de broche de oro de cualquier recital. Un buen cover de Mejor No Hablar de Ciertas Cosas consagra a una banda como ninguna otra versión. Hace vibrar al público, lucirse a los músicos y disfrutar a todos del legado de un artista que - aunque importado - es nuestro gran orgullo.  En Uruguay, muchos nos acostumbramos a escucharla por La Triple Nelson, usualmente cerrando su repertorio. El año pasado - en el marco de su regreso triunfal a los escenarios - Hablan Por La Espalda también versionó el tema; logrando sonar a Hablan y a Sumo, a los 80′ y a la más cruda actualidad, a tributo y autenticidad.  Anoche, en celebración del natalicio del músico, decidieron sacarla de la exclusividad del vivo - para que todos puedan disfrutar del tema. El video que acompaña es justo lo que éste necesita - emotivo y energético. Y es la manera perfecta para celebrar a ese músico que dio su vida y arte para abrirnos los ojos.  En esta noche de Domingo, los invito a consentirse con un vaso de ginebra, un tema de Sumo y un grito a todo pulmón: ¡LUCA VIVE!
*ambas fotos de Luca Prodan incluídas en este artículo son de autoría de  Andy Cherniavsky. 
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merakiteatro-blog · 6 years
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¡Viva el teatro!
El pasado sábado, 29 de diciembre de 2018, 20.15, en la sala del Teatro Casa de la Cultura, de nuestra ciudad, se presentó la 1ª muestra de teatro 2018 del taller EL OFICIO DEL ACTOR, promovido por el Municipio de Aiguá.
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Dicho taller a cargo del docente Gabriel Martínez Guerra, se inició en el mes de mayo y durante el período de siete meses, se trabajó en tres montajes de autor nacional, rioplatense y universal.
Abrió la programación, el trabajo de Jorge Alemán Paciello, Teresa de los Santos Saldivia, Eleonora Maritán Broglia, Estela Puceno Méndez y Vicente Bello Martínez, interpretando escenas de la obra El zoo de cristal, de Tennessee Williams. Clásico universal que narra la historia de los perdedores de siembre, los hermanos Laura y Tom, hijos de Amanda, agobiados por los recuerdos y el verano de New Orleans y la visita de Jim, un huésped inoportuno invitado a cenar.
Continuó con la presentación de Clara Pacheco y Enzo Martínez, que trabajaron escenas de la obra Eso que se mueve tan despacio que parece quieto, del autor contemporáneo argentino Matías Dinardo. Caro y Ciro son una ex-pareja que se reencuentran luego de estar mucho tiempo sin verse en un lugar neutral. Traen su pasado a cuestas -literalmente- y ambos juegan de expectantes y reticentes a lo que el otro propone sobre cuestiones del pasado. Aunque ni ella ni él niegan que esos problemas que parecen quietos, se están moviendo.
Culminando con el trabajo de Lucia Battaglino Gamarra, interpretando a la actriz francesa Sarah Bernhardt, en Oh Sarah, unipersonal clásico para una diva en apuros, del autor uruguayo contemporáneo Ariel Mastandrea. Una evocación sobre el arte escénico, de ir y venir en la rutina de una lucha constante por la máscara. Un personaje que pasa constantemente de la comedia al drama, de la caricatura al sainete, de la risa al código trágico de lo real-histórico. Es la historia de una sobreviviente radical que busca su propio destino entre bambalinas, trajes, pedazos marchitos de tiempo, estilos y anécdotas curiosas.
El evento contó con la presencia del Sr. Alcalde, Dr. Raúl Agustoni, del actor y director Leonardo Limongi, ex-presidente de la Asociación de Teatros del Interior e integrante de Si porque si y de  la actriz y directora Angles Arena y el técnico Carlos Funti, integrantes de Centro regional de teatro.
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hipertexto · 4 years
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El gaucho: Martín Fierro por José Fernandez
gaucho, gaucha
Cómo se pronuncia
nombre masculino
1.Hombre mestizo de sangre española e indígena que, en los siglos XVIII y XIX, habitaba las llanuras rioplatenses de Argentina, Uruguay y Río Grande del Sur (Brasil); era diestro en las tareas rurales y en montar a caballo, y usaba una vestimenta típica; se convirtió en personaje folclórico y sirvió de inspiración a numerosas corrientes literarias, entre ellas la poesía gauchesca."la mayoría de los gauchos participaron en las guerras de independencia"
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Texto Argentino con continuación (este se llama la ida y la vuelta). El poema es, en parte, una protesta en contra de la política del presidente argentino Domingo Faustino Sarmiento de reclutar forzosamente a los gauchos para ir a defender las fronteras internas contra los indígenas.
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Junta esperencia en la vida hasta pa dar y prestar, quien la tiene que pasar entre sufrimiento y llanto; porque nada enseña tanto 125 como el sufrir y el llorar.
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Venía la carne con cuero, la sabrosa carbonada, mazamorra bien pisada los pasteles y el güen vino... 250 pero ha querido el destino, que todo aquello acabara.
Estaba el gaucho en su pago con toda siguridá: pero aura... ¡barbaridá! 255 la cosa anda tan fruncida, que gasta el pobre la vida en juir de la autoridá ----
Ansí empezaron mis males lo mesmo que los de tantos, si gustan... en otros cantos 285 les diré lo que he sufrido- después que uno está... perdido no lo salvan ni los santos.
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Sólo queda al desgraciao lamentar el bien perdido. ----
Y es lo pior de aquel enriedo que si uno anda hinchando el lomo, se le apean como plomo... ¡quién aguanta aquel infierno! 430 Si eso es servir al Gobierno, a mí no me gusta el cómo ----
Y el indio es como tortuga 505 de duro para espichar, si lo llega a destripar ni siquiera se le encoje, luego sus tripas recoje y se agacha a disparar. ----
 Si me atribulo, o me encojo, siguro que no me escapo: 590 siempre he sido medio guapo pero en aquella ocación, me hacía buya el corazón como la garganta al zapo. -----
 Del sueldo nada les cuento 625 porque andaba disparando nosotros de cuando en cuando solíamos ladrar de pobres- nunca llegaban los cobres que se estaban aguardando. 630   Y andábamos de mugrientos que el mirarnos daba horror; le juro que era un dolor ¡ver esos hombres por Cristo! En mi perra vida he visto 635 una miseria mayor. ---
ya nos tenían medio loco la pobreza y los ratones. ----
¡Ah! hijos de una... la codicia ojalá les ruempa el saco; ni un pedazo de tabaco le dan al pobre soldao, 790 y lo tienen de delgao más lijero que un guanaco. ---
 Era un gringo tan bozal, que nada se le entendía- ¡quién sabe de ande sería! Tal vez no juera cristiano; 850 pues lo único que decía es que era pa-po-litano.
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y eso sí, en lo delicaos, 905 parecen hijos de rico.
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Cuando llueve se acoquinan como el perro que oye truenos- ¡Qué diablos! sólo son güenos 915 pa vivir entre maricas- y nunca se andan con chicas para alzar ponchos ajenos. ----
Nunca jui gaucho dormido, siempre pronto, siempre listo- yo soy un hombre, ¡qué Cristo! que nada me ha acobardao, 970 y siempre salí parao en los trances que me he visto-. Dende chiquito gané la vida con mi trabajo, y aunque siempre estuve abajo 975 y no sé lo que es subir- también el mucho sufrir suele cansarnos- ¡barajo!
 En medio de mi ignorancia conozco que nada valgo- 980 soy la liebre o soy el galgo a sigún los tiempos andan, pero también los que mandan debieran cuidarnos algo.
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Mas también en este juego, voy a pedir mi bolada- 1100 a naides le debo nada, ni pido cuartel ni doy- y ninguno dende hoy ha de llevarme en la armada.   Yo he sido manso primero, 1105 y seré gaucho matrero- en mi triste circustancia aunque es mi mal tan projundo, nací, y me he criao en estancia, pero ya conozco el mundo. 1110   Ya le conozco sus mañas le conozco sus cucañas, sé cómo hacen la partida, la enriendan y la manejan-. Deshaceré la madeja 1115 aunque me cueste la vida.   Y aguante el que no se anime a meterse en tanto engorro, o si no aprétese el gorro o para otra tierra emigre- 1120 pero yo ando como el tigre que le roban los cachorros.   Aunque muchos cren que el gaucho tiene un alma de reyuno- no se encontrará ninguno 1125 que no lo dueblen las penas- mas no debe aflojar uno mientras hay sangre en las venas. - VII (SEGUIDO)-    Aquí me pongo a cantar al compás de la vigüela, que el hombre que lo desvela una pena estraordinaria, como la ave solitaria 5 con el cantar se consuela.   Pido a los Santos del Cielo que ayuden mi pensamiento, les pido en este momento que voy a cantar mi historia 10 me refresquen la memoria, y aclaren mi entendimiento.   Vengan Santos milagrosos, vengan todos en mi ayuda, que la lengua se me añuda 15 y se me turba la vista; pido a mi Dios que me asista en esta ocasión tan ruda.   Yo he visto muchos cantores, con famas bien obtenidas, 20 y que después de alquiridas no las quieren sustentar-: parece que sin largar se cansaron en partidas.   Mas ande otro criollo pasa 25 Martín Fierro ha de pasar, nada lo hace recular ni las fantasmas lo espantan; y dende que todos cantan yo también quiero cantar. 30   Cantando me he de morir, cantando me han de enterrar, y cantando he de llegar al pie del Eterno Padre- dende el vientre de mi madre 35 vine a este mundo a cantar.   Que no se trabe mi lengua ni me falte la palabra el cantar mi gloria labra y poniéndome a cantar, 40 cantando me han de encontrar aunque la tierra se abra.   Me siento en el plan de un bajo a cantar un argumento- como si soplara el viento 45 hago tiritar los pastos- con oros, copas y bastos, juega allí mi pensamiento.   Yo no soy cantor letrao, mas si me pongo a cantar 50 no tengo cuándo acabar y me envejezco cantando; las coplas me van brotando como agua de manantial. —4→   Con la guitarra en la mano 55 ni las moscas se me arriman, naides me pone el pie encima, y cuando el pecho se entona, hago gemir a la prima y llorar a la bordona. 60   Yo soy toro en mi rodeo y toraso en rodeo ageno, siempre me tuve por güeno y si me quieren probar, salgan otros a cantar 65 y veremos quién es menos.   No me hago al lao de la güeya aunque vengan degollando, con los blandos yo soy blando y soy duro con los duros, 70 y ninguno, en un apuro me ha visto andar titubiando.   En el peligro ¡qué Cristos! el corazón se me enancha pues toda la tierra es cancha, 75 y de esto naides se asombre, el que se tiene por hombre ande quiera hace pata ancha.   Soy gaucho, y entiendanló como mi lengua lo esplica, 80 para mí la tierra es chica y pudiera ser mayor, ni la víbora me pica ni quema mi frente el Sol.   Nací como nace el peje 85 en el fondo de la mar, naides me puede quitar aquello que Dios me dio lo que al mundo truje yo del mundo lo he de llevar. 90   Mi gloria es vivir tan libre como el pájaro del Cielo, no hago nido en este suelo ande hay tanto que sufrir; y naides me ha de seguir 95 cuando yo remonto el vuelo.   Yo no tengo en el amor quien me venga con querellas, como esas aves tan bellas que saltan de rama en rama- 100 yo hago en el trébol mi cama, y me cubren las estrellas.   Y sepan cuantos me escuchan de mis penas el relato que nunca peleo ni mato 105 sino por necesidá; y que a tanta alversidá sólo me arrojó el mal trato.   Y atiendan la relación que hace un gaucho perseguido 110 que fue buen padre y marido empeñoso y diligente, y sin embargo la gente lo tiene por un bandido. - II - Ninguno me hable de penas 115 porque yo penando vivo- y naides se muestre altivo aunque en el estribo esté, que suele quedarse a pie el gaucho más alvertido. 120   Junta esperencia en la vida hasta pa dar y prestar, quien la tiene que pasar entre sufrimiento y llanto; porque nada enseña tanto 125 como el sufrir y el llorar.   Viene el hombre ciego al mundo cuartiándolo la esperanza, y a poco andar ya lo alcanzan las desgracias a empujones; 130 ¡Jue pucha! que trae liciones ¡el tiempo con sus mudanzas!   Yo he conocido esta tierra en que el paisano vivía. Y su ranchito tenía 135 y sus hijos y mujer... Era una delicia el ver cómo pasaba sus días.   Entonces... cuando el lucero brillaba en el cielo santo 140 y los gallos con su canto la madrugada anunciaban, a la cocina rumbiaba el gaucho... que era un encanto. —5→   Y sentao junto al jogón 145 a esperar que venga el día, al cimarrón le prendía hasta ponerse rechoncho, mientras su china dormía tapadita con su poncho. 150   Y apenas el horizonte empezaba a coloriar, los pájaros a cantar, y las gallinas a apiarse, era cosa de largarse 155 cada cual a trabajar.   Éste se ata las espuelas se sale el otro cantando, uno busca un pellón blando, éste un lazo, otro un rebenque, 160 y los pingos relinchando los llaman desde el palenque.   El que era pión domador enderezaba al corral, ande estaba el animal 165 bufidos que se las pela... Y más malo que su agüela se hacía astillas el bagual.   Y allí el gaucho inteligente en cuanto al potro enriendó, 170 los cueros le acomodó y se le sentó en seguida, que el hombre muestra en la vida la astucia que Dios le dio.   Y en las playas corcobiando 175 pedazos se hacía el sotreta, mientras él por las paletas le jugaba las lloronas, y al ruido de las caronas salía haciéndose gambetas. 180   ¡Ah! ¡tiempos!... era un orgullo ver ginetiar un paisano- Cuando era gaucho vaquiano aunque el potro se boliase no había uno que no parase 185 con el cabresto en la mano.   Y mientras domaban unos, otros al campo salían, y la hacienda recogían, las manadas repuntaban, 190 y ansí sin sentir pasaban entretenidos el día.   Y verlos al caer la noche en la cocina riunidos con el juego bien prendido 195 y mil cosas que contar, platicar muy divertidos hasta después de cenar.   Y con el buche bien lleno era cosa superior 200 irse en brazos del amor a dormir como la gente, pa empezar al día siguiente las faenas del día anterior.   ¡Ricuerdo!... ¡Qué maravilla! 205 cómo andaba la gauchada, siempre alegre y bien montada y dispuesta pa el trabajo... pero hoy al presente... ¡barajo! no se le ve de aporriada. 210   El gaucho más infeliz tenía tropilla de un pelo, no le faltaba un consuelo y andaba la gente lista... tendiendo al campo la vista 215 sólo vía sino hacienda y cielo.   Cuando llegaban las yerras, ¡cosa que daba calor! tanto gaucho pialador y tironiador sin yel-. 220 ¡Ah tiempos!... pero sin él se ha visto tanto primor.   Aquello no era trabajo, más bien era una junción, y después de un güen tirón 225 en que uno se daba maña, pa darle un trago de caña solía llamarlo el patrón.   Pues vivía la mamajuana siempre bajo la carreta, 230 y aquel que no era chancleta en cuanto el goyete vía, sin miedo se le prendía como güérfano a la teta.   ¡Y qué jugadas se armaban 235 cuando estábamos riunidos! Siempre íbamos prevenidos pues en tales ocasiones, a ayudarles a los piones caiban muchos comedidos. 240 —6→   Eran los días del apuro y alboroto pa el hembraje, pa preparar los potajes y obsequiar bien a la gente, y ansí, pues, muy grandemente, 245 pasaba siempre el gauchage. Venía la carne con cuero, la sabrosa carbonada, mazamorra bien pisada los pasteles y el güen vino... 250 pero ha querido el destino, que todo aquello acabara.   Estaba el gaucho en su pago con toda siguridá: pero aura... ¡barbaridá! 255 la cosa anda tan fruncida, que gasta el pobre la vida en juir de la autoridá.   Pues si usté pisa en su rancho y si el alcalde lo sabe 260 lo caza lo mesmo que ave aunque su mujer aborte... ¡No hay tiempo que no se acabe ni tiento que no se corte!   Y al punto dese por muerto 265 si el alcalde lo bolea, pues ay nomás se le apea con una felpa de palos-, y después dicen que es malo el gaucho si los pelea. 270   Y el lomo le hinchan a golpes, y le rompen la cabeza, y luego con ligereza ansí lastimao y todo, lo amarran codo con codo 275 y pa el cepo lo enderiezan.   Ay comienzan sus desgracias, ay principia el pericón; porque ya no hay salvación, y que usté quiera o no quiera, 280 lo mandan a la frontera o lo echan a un batallón.   Ansí empezaron mis males lo mesmo que los de tantos, si gustan... en otros cantos 285 les diré lo que he sufrido- después que uno está... perdido no lo salvan ni los santos. - III - Tuve en mi pago en un tiempo hijos, hacienda y mujer, 290 pero empecé a padecer, me echaron a la frontera, ¡y qué iba a hallar al volver! Tan sólo hallé la tapera.   Sosegao vivía en mi rancho 295 como el pájaro en su nido- allí mis hijos queridos iban creciendo a mi lao... Sólo queda al desgraciao lamentar el bien perdido. 300   Mi gala en las pulperías era en habiendo más gente, ponerme medio caliente pues cuando puntiao me encuentro me salen coplas de adentro 305 como agua de la virtiente.   Cantando estaba una vez en una gran diversión; y aprovechó la ocasión como quiso el Juez de Paz... 310 se presentó, y ahí no más hizo una arriada en montón.   Juyeron los más matreros y lograron escapar- yo no quise disparar- 315 soy manso y no había por qué- muy tranquilo me quedé y ansí me dejé agarrar.   Allí un gringo con un órgano y una mona que bailaba, 320 haciéndonos reir estaba cuando le tocó el arreo- ¡tan grande el gringo y tan feo! lo viera cómo lloraba.   Hasta un Inglés sangiador 325 que decía en la última guerra, que él era de Inca la perra y que no quería servir, tuvo también que juir y guarecerse en la Sierra. 330 —7→   Ni los mirones salvaron de esa arriada de mi flor- fue acoyarao el cantor con el gringo de la mona- a uno sólo, por favor, 335 logró salvar la patrona.   Formaron un contingente con los que del baile arriaron- con otros nos mesturaron que habían agarrao también- 340 Las cosas que aquí se ven ni los diablos las pensaron.   A mí el Juez me tom�� entre ojos en la última votación- me le había hecho el remolón 345 y no me arrimé ese día, y él dijo que yo servía a los de la esposición.   Y ansí sufrí ese castigo tal vez por culpas agenas- 350 que sean malas o sean güenas las listas, siempre me escondo- yo soy un gaucho redondo y esas cosas no me enllenan.   Al mandarnos nos hicieron 355 más promesas que a un altar- el Juez nos jue a ploclamar y nos dijo muchas veces: «muchachos a los seis meses »los van a ir a revelar». 360   Yo llevé un moro de número, ¡sobresaliente el matucho! Con él gané en Ayacucho, más plata que agua bendita siempre el gaucho necesita 365 un pingo pa fiarle un pucho.   Y cargué sin dar más güeltas con las prendas que tenía, jergas, poncho, cuanto había en casa, tuito lo alcé- 370 a mi china la dejé media desnuda ese día.   No me faltaba una guasca, esa ocasión eché el resto; bozal, maniador, cabresto, 375 lazo, bolas y manea... ¡el que hoy tan pobre me vea tal vez no crea todo esto!   Ansí en mi moro escarciando enderesé a la frontera; 380 aparcero, si usté viera lo que se llama Cantón... Ni envidia tengo al ratón en aquella ratonera.   De los pobres que allí había 385 a ninguno lo largaron; los más viejos rezongaron, pero a uno que se quejó en seguida lo estaquiaron y la cosa se acabó. 390   En la lista de la tarde el Gefe nos cantó el punto diciendo: «quinientos juntos »llevará el que se resierte, »lo haremos pitar del juerte 395 »más bien dese por dijunto».   A naides le dieron armas pues toditas las que había el Coronel las tenía, sigún dijo esa ocasión, 400 pa repartirlas el día en que hubiera una invasión.   Al principio nos dejaron de haraganes criando sebo, pero después... no me atrevo 405 a decir lo que pasaba- Barajo... si nos trataban como se trata a malevos.   Porque todo era jugarle por los lomos con la espada, 410 y aunque usté no hiciera nada lo mesmito que en Palermo, le daban cada cepiada que lo dejaban enfermo.   Y ¡qué indios, ni qué servicio! 415 no teníamos ni Cuartel- Nos mandaba el Coronel a trabajar en sus chacras, y dejábamos las vacas que las llevara el infiel. 420   Yo primero sembré trigo y después hice un corral, corté adobe pa un tapial, hice un quincho, corté paja... ¡La pucha que se trabaja 425 sin que le larguen ni un rial! —8→   Y es lo pior de aquel enriedo que si uno anda hinchando el lomo, se le apean como plomo... ¡quién aguanta aquel infierno! 430 Si eso es servir al Gobierno, a mí no me gusta el cómo.   Más de un año nos tuvieron en esos trabajos duros-, y los indios, le asiguro, 435 dentraban cuando querían: como no los perseguían siempre andaban sin apuro.   A veces decía al volver del campo la descubierta, 440 que estuviéramos alerta que andaba adentro la indiada; porque había una rastrillada, o estaba una yegua muerta. Recién entonces salía 445 la orden de hacer la riunión- y cáibamos al cantón en pelos y hasta enacaos, sin armas, cuatro pelaos que íbamos a hacer jabón. 450   Ay empezaba el afán se entiende de puro vicio, de enseñarle el ejercicio a tanto gaucho recluta, con un estrutor... ¡qué bruta! 455 que nunca sabía su oficio. Daban entonces las armas pa defender los cantones, que eran lanzas y latones con ataduras de tiento... 460 las de juego no las cuento porque no había municiones.   Y un sargento chamuscao me contó que las tenían, pero que ellos las vendían 465 para cazar avestruces; y ansí andaban noche y día dele bala a los ñanduces.   Y cuando se iban los Indios con lo que habían manotiao, 470 salíamos muy apuraos a perseguirlos de atrás; si no se llevaban más es porque no habían hallao.   Allí sí, se ven desgracias 475 y lágrimas y afliciones: naide le pida perdones al Indio, pues donde dentra roba y mata cuanto encuentra y quema las poblaciones. 480   No salvan de su juror ni los pobres anjelitos; viejos, mozos, y chiquitos los matan del mesmo modo- el indio lo arregla todo 485 con la lanza y con los gritos.   Tiemblan las carnes al verlo volando al viento la cerda- la rienda en la mano izquierda y la lanza en la derecha- 490 ande enderieza abre brecha pues no hay lanzaso que pierda.   Hace trotiadas tremendas dende el fondo del desierto- ansí llega medio muerto 495 de hambre, de sé y de fatiga, pero el indio es una hormiga que día y noche está dispierto.   Sabe manejar las bolas como naides las maneja, 500 cuanto el contrario se aleja manda una bola perdida, y si lo alcanza, sin vida es siguro que lo deja.   Y el indio es como tortuga 505 de duro para espichar, si lo llega a destripar ni siquiera se le encoje, luego sus tripas recoje y se agacha a disparar. 510   Hacían el robo a su gusto y después se iban de arriba, se llevaban las cautivas y nos contaban que a veces les descarnaban los pieses 515 a las pobrecitas vivas.   ¡Ah! ¡si partía el corazón ver tantos males, canejos! los perseguíamos de lejos sin poder ni galopiar; 520 ¡y qué habíamos de alcanzar en unos bichocos viejos! —9→   Nos volvíamos al cantón a las dos o tres jornadas, sembrando las caballadas: 525 y pa que alguno la venda rejuntábamos la hacienda que habían dejao resagada.   Una vez entre otras muchas tanto salir al botón, 530 nos pegaron un malón los Indios, y una lanciada, que la gente acobardada quedó dende esa ocasión.   Habían estao escondidos 535 aguaitando atrás de un cerro ¡lo viera a su amigo Fierro aflojar como un blandiso! salieron como maíz frito en cuanto sonó un cencerro. 540   Al punto nos dispusimos aunque ellos eran bastantes, la formamos al istante nuestra gente que era poca, y golpiándose en la boca 545 hicieron fila adelante.   Se vinieron en tropel haciendo temblar la tierra, no soy manco pa la guerra pero tuve mi jabón 550 pues iba en un redomón que había boliao en la sierra.   ¡Que vocerío! ¡qué barullo! ¡qué apurar esa carrera! la Indiada todita entera 555 dando alaridos cargó- Jue pucha... y ya nos sacó como yeguada matrera.   Qué fletes traiban los bárbaros como una luz de lijeros- 560 hicieron el entrevero y en aquella mescolanza, éste quiero, éste no quiero, nos escojían con la lanza.   Al que le dan un chuzazo, 565 dificultoso es que sane, en fin para no echar panes, salimos por esas lomas, lo mesmo que las palomas, al juir de los gavilanes. 570   ¡Es de almirar la destreza con que la lanza manejan! De perseguir nunca dejan- Y nos traiban apretaos- si queríamos de apuraos 575 salirnos por las orejas.   Y pa mejor de la fiesta en esta aflición tan suma, vino un indio echando espuma, y con la lanza en la mano 580 gritando «Acabau cristiano »metau el lanza hasta el pluma».   Tendido en el costillar cimbrando sobre el brazo una lanza como un lazo 585 me atropeyó dando gritos- Si me descuido... el maldito me levanta de un lanzazo.   Si me atribulo, o me encojo, siguro que no me escapo: 590 siempre he sido medio guapo pero en aquella ocación, me hacía buya el corazón como la garganta al zapo.   Dios le perdone al salvaje 595 las ganas que me tenía... Desaté las tres marías y lo engatusé a cabriolas... Pucha... si no traigo bolas me achura el indio ese día. 600   Era el hijo de un cacique sigún yo lo averigüé- la verdad del caso jue que me tuvo apuradazo hasta que al fin de un bolazo 605 del caballo lo bajé.   Ay no más me tiré al suelo y lo pisé en las paletas- empezó a hacer morisquetas y a mesquinar la garganta... 610 Pero yo hice la obra santa, de hacerlo estirar la geta.   Allí quedó de mojón y en su caballo salté, de la indiada disparé, 615 pues si me alcanza me mata, y al fin me les escapé con el hilo de una pata. —10→ - IV - Seguiré esta relación aunque pa chorizo es largo: 620 el que pueda hágase cargo cómo andaría de matrero, después de salvar el cuero de aquel trance tan amargo.   Del sueldo nada les cuento 625 porque andaba disparando nosotros de cuando en cuando solíamos ladrar de pobres- nunca llegaban los cobres que se estaban aguardando. 630   Y andábamos de mugrientos que el mirarnos daba horror; le juro que era un dolor ¡ver esos hombres por Cristo! En mi perra vida he visto 635 una miseria mayor.   Yo no tenia ni camisa ni cosa que se parezca mis trapos sólo pa yesca me podían servir al fin... 640 No hay plaga como un fortín para que el hombre padezca.   Poncho, jergas, el apero; las prenditas, los botones, todo, amigo, en los cantones 645 jue quedando poco a poco, ya nos tenían medio loco la pobreza y los ratones.   Sólo una manta peluda era cuanto me quedaba- 650 la había agenciao a la taba y ella me tapaba el bulto yaguané que allí ganaba no salía... ni con indulto.   Y pa mejor hasta el moro 655 se me jue dentre las manos- no soy lerdo... pero hermano vino el comendante un día diciendo que lo quería «pa enseñarle a comer grano». 660   Afigúrese cualquiera la suerte de este su amigo a pie y mostrando el umbligo, estropiao, pobre y desnudo, ni por castigo se pudo 665 hacerce más mal conmigo.   Ansí pasaron los meses y vino el año siguiente, y las cosas igualmente, siguieron del mesmo modo- 670 adrede parece todo pa atormentar a la gente.   No teníamos más permiso, ni otro alivio la gauchada, que salir de madrugada 675 cuando no había indio ninguno, campo ajuera a hacer boliadas desocando los reyunos.   Y cáibamos al cantón con los fletes aplastaos- 680 pero a veces medio aviaos con plumas y algunos cueros- que pronto con el pulpero los teníamos negociaos.   Era un amigo del Gefe 685 que con un boliche estaba, yerba y tabaco nos daba por la pluma de avestruz, y hasta le hacía ver la luz al que un cuero le llevaba. 690   Sólo tenía cuatro frascos y unas barricas vacías, y a la gente le vendía todo cuanto precisaba... algunos creiban que estaba 695 allí la proveduría.   ¡Ah! pulpero habilidoso nada le solía faltar- ay juna y para tragar tenía un buche de ñandú, 700 la gente le dio en llamar «El boliche de virtud».   Aunque es justo que quien vende algún poquito muerda, tiraba tanto la cuerda 705 que con sus cuatro limetas él cargaba las carretas de plumas, cueros y cerda. —11→   Nos tenía apuntaos a todos con más cuentas que un rosario, 710 cuando se anunció un salario que iban a dar, o un socorro- pero sabe Dios que zorro se lo comió al comisario.   Pues nunca lo vi llegar 715 y al cabo de muchos días- en la mesma pulpería dieron una buena cuenta- que la gente muy contenta de tan pobre recebía. 720   Sacaron unos sus prendas que las tenían empeñadas, por sus deudas atrasadas dieron otros el dinero, al fin de fiesta el pulpero 725 se quedó con la mascada.   Yo me arrecosté a un horcón dando tiempo a que pagaran, y poniendo güena cara estuve haciéndome el poyo, 730 a esperar que me llamaran para recibir mi boyo.   Pero hay me pude quedar pegao pa siempre al horcón- ya era casi la oración 735 y ninguno me llamaba- la cosa se me ñublaba y me dentró comezón.   Pa sacarme el entripao vi al Mayor, y lo fi a hablar- 740 Yo me le empezé a atracar y como con poca gana le dije: «tal vez mañana »acabarán de pagar».   «-Qué mañana ni otro día» 745 al punto me contestó, «la paga ya se acabó, »siempre has de ser animal»-. Me raí y le dije: «-yo... »no he recebido ni un rial». 750   Se le pusieron los ojos que se le querían salir, y ay no más volvió a decir comiéndome con la vista: «-¿y qué querés recebir 755 »si no has dentrao en la lista?-».   «-Esto sí que es amolar» dije yo pa mis adentros, «van dos años que me encuentro »y hasta aura he visto ni un grullo, 760 »dentro en todos los barullos »pero en las listas no dentro».   Vide el plaito mal parao y no quise aguardar más... es güeno vivir en paz 765 con quien nos ha de mandar- y reculando pa trás me le empezé a retirar.   Supo todo el Comendante y me llamó al otro día, 770 diciéndome que quería aviriguar bien las cosas- que no era el tiempo de Rosas, que aura a naides se debía.   Llamó al cabo y al sargento 775 y empezó la indagación, si había venido al cantón en tal tiempo o en tal otro... y si había venido en potro en reyuno o redomón. 780   Y todo era alborotar al ñudo, y hacer papel, conocí que era pastel pa engordar con mi guayaca, mas si voy al Coronel 785 me hacen bramar en la estaca.   ¡Ah! hijos de una... la codicia ojalá les ruempa el saco; ni un pedazo de tabaco le dan al pobre soldao, 790 y lo tienen de delgao más lijero que un guanaco.   Pero qué iba a hacerles yo, charabón en el desierto, más bien me daba por muerto 795 pa no verme más fundido- y me les hacía el dormido aunque soy medio dispierto. —12→ - V - Yo andaba desesperao, aguardando una ocasión 800 que los indios un malón nos dieran y entre el estrago hacérmeles cimarrón y volverme pa mi pago.   Aquello no era servicio 805 ni defender la frontera- aquello era ratonera en que sólo gana el juerte- era jugar a la suerte con una taba culera. 810   Allí tuito va al revés: los milicos son los piones, y andan por las poblaciones emprestaos pa trabajar- los rejuntan pa peliar 815 cuando entran Indios ladrones.   Yo he visto en esa milonga muchos Gefes con estancia, y piones en abundancia, y majadas y rodeos; 820 he visto negocios feos a pesar de mi inorancia.   Y colijo que no quieren la barunda componer para esto no ha de tener 825 el Gefe, que esté de estable, más que su poncho, y su sable, su caballo y su deber.   Ansina, pues, conociendo que aquel mal no tiene cura, 830 que tal vez mi sepoltura, si me quedo iba a encontrar, pensé en mandarme mudar como cosa más sigura.   Y pa mejor, una noche 835 que estaquiada me pegaron, casi me descoyuntaron por motivo de una gresca- Ay juna, si me estiraron lo mesmo que guasca fresca. 840   Jamás me puedo olvidar lo que esa vez me pasó-: dentrando una noche yo al fortín, un enganchao que estaba medio mamao 845 allí me desconoció.   Era un gringo tan bozal, que nada se le entendía- ¡quién sabe de ande sería! Tal vez no juera cristiano; 850 pues lo único que decía es que era pa-po-litano.   Estaba de centinela y por causa del peludo verme más claro no pudo 855 y esa fue la culpa toda- el bruto se asustó al ñudo y fi al pavo de la boda.   Cuando me vido acercar: «Quen vivore»... preguntó 860 «Qué vívoras» -dije yo- «Ha-garto» -me pegó el grito: y yo dije despacito «más lagarto serás vos».   Ay no más- ¡Cristo me valga! 865 Martillar el jucil siento- me agaché, y en el momento el bruto me largó un chumbo- mamao, me tiró sin rumbo que si no, no cuento el cuento. 870   Por de contao, con el tiro se alborotó el abispero- los Oficiales salieron y se empezó la junción- quedó en su puesto el nación- 875 y yo fi al estaquiadero.   Entre cuatro bayonetas me tendieron en el suelo- vino el Mayor medio en pedo y allí se puso a gritar 880 «pícaro, te he de enseñar »a andar declamando sueldos».   De las manos y las patas me ataron cuatro sinchones- les aguanté los tirones 885 sin que ni un ¡ay! se me oyera, y al gringo la noche entera lo harté con mis maldiciones. —13→   Yo no sé por qué el Gobierno nos manda aquí a la frontera, 890 gringada que ni siquiera se sabe atracar a un pingo- ¡Si creerá al mandar un gringo que nos manda alguna fiera!   No hacen más que dar trabajo 895 pues no saben ni ensillar, no sirven ni pa carniar, y yo he visto muchas veces, que ni voltiadas las reses se les querían arrimar. 900   Y lo pasan sus mercedes lengüetiando pico a pico- hasta que viene un milico a servirles el asao- y eso sí, en lo delicaos, 905 parecen hijos de rico.   Si hay calor, ya no son gente, si yela, todos tiritan- si usté no les da, no pitan por no gastar en tabaco-, 910 y cuando pescan un naco uno al otro se lo quitan.   Cuando llueve se acoquinan como el perro que oye truenos- ¡Qué diablos! sólo son güenos 915 pa vivir entre maricas- y nunca se andan con chicas para alzar ponchos ajenos.   Pa vichar son como ciegos, ni hay ejemplo de que entiendan, 920 ni hay uno solo que aprienda al ver un bulto que cruza, a saber si es avestruza, o si es ginete, o hacienda.   Si salen a perseguir 925 después de mucho aparato, tuitos se pelan al rato y va quedando el tendal- esto es como en un nidal echarle güevos a un gato. 930 - VI - Vamos dentrando recién a la parte más sentida, aunque es todita mi vida de males una cadena- a cada alma dolorida 935 le gusta cantar sus penas.   Se empezó en aquel entonces a rejuntar caballada, y riunir la milicada teniéndole en el cantón, 940 para una despedición a sorprender a la Indiada.   Nos anunciaban que iríamos sin carretas ni bagajes, a golpiar a los salvajes 945 en sus mesmas tolderías- que a la güelta pagarían licenciándolo al gauchaje.   Que en esta despedición tuviéramos la esperanza, 950 que iba a venir sin tardanza sigún el Gefe contó, un ministro o qué sé yo- que le llamaban Don Ganza.   Que iba a riunir el Ejército 955 y tuitos los batallones- y que traiba unos cañones con más rayas que un cotín- Pucha... las conversaciones por allá no tenían fin. 960   Pero esas trampas no enriedan a los zorros de mi laya, que esa Ganza venga o vaya poco le importa a un matrero- yo también dejé las rayas... 965 en los libros del pulpero.   Nunca jui gaucho dormido, siempre pronto, siempre listo- yo soy un hombre, ¡qué Cristo! que nada me ha acobardao, 970 y siempre salí parao en los trances que me he visto-. —14→   Dende chiquito gané la vida con mi trabajo, y aunque siempre estuve abajo 975 y no sé lo que es subir- también el mucho sufrir suele cansarnos- ¡barajo!   En medio de mi ignorancia conozco que nada valgo- 980 soy la liebre o soy el galgo a sigún los tiempos andan, pero también los que mandan debieran cuidarnos algo.   Una noche que riunidos 985 estaban en la carpeta empinando una limeta el Gefe y el Juez de Paz- yo no quise aguardar más, y me hice humo en un sotreta. 990   Me parece el campo orégano dende que libre me veo- donde me lleva el deseo allí mis pasos dirijo- y hasta en las sombras, de fijo 995 que donde quiera rumbeo.   Entro y salgo del peligro sin que me espante el estrago, no aflojo al primer amago ni jamás fi gaucho lerdo-: 1000 soy pa rumbiar como el cerdo y pronto caí a mi pago.   Volvía al cabo de tres años de tanto sufrir al ñudo, resertor, pobre y desnudo- 1005 a procurar suerte nueva- y lo mesmo que el peludo enderecé pa mi cueva.   No hallé ni rastro del rancho, ¡sólo estaba la tapera! 1010 Por Cristo si aquello era pa enlutar el corazón- Yo juré en esa ocasión ser más malo que una fiera.   ¡Quién no sentirá lo mesmo 1015 cuando ansí padece tanto! Puedo asigurar que el llanto como una mujer largué- ¡Ay! mi Dios si me quedé ¡más triste que Jueves Santo! 1020   Sólo se oiban los aullidos de un gato que se salvó; el pobre se guareció cerca, en una viscachera- venía como si supiera 1025 que estaba de güelta yo.   Al dirme dejé la hacienda que era todito mi haber- pronto debíamos volver sigún el Juez prometía, 1030 y hasta entonces cuidaría de los bienes la mujer. [...] [...] [...] 1035 [...] [...] [...]   Después me contó un vecino que el campo se lo pidieron- 1040 la hacienda se la vendieron en pago de arrendamientos, y qué sé yo cuántos cuentos, pero todo lo fundieron.   Los pobrecitos muchachos 1045 entre tantas afliciones, se conchavaron de piones. ¡Mas qué iban a trabajar si eran como los pichones sin acabar de emplumar! 1050   Por hay andarán sufriendo de nuestra suerte el rigor: me han contado que el mayor nunca dejaba a su hermano- puede ser que algún cristiano 1055 los recoja por favor.   ¡Y la pobre mi mujer, Dios sabe cuánto sufrió!- Me dicen que se voló con no sé qué gavilán- 1060 sin duda a buscar el pan que no podía darle yo.   No es raro que a uno le falte lo que algún otro le sobre- si no le quedó ni un cobre, 1065 sino de hijos un enjambre, ¡qué más iba a hacer la pobre para no morirse de hambre! —15→   ¡Tal vez no te vuelva a ver prenda de mi corazón! 1070 Dios te dé su proteción ya que no me la dio a mí- y a mis hijos dende aquí les echo mi bendición.   Como hijitos de la cuna 1075 andarán por ay sin madre- ya se quedaron sin padre y ansí la suerte los deja, sin naides que los proteja y sin perro que los ladre. 1080   Los pobrecitos tal vez no tengan ande abrigarse, ni ramada ande ganarse, ni rincón ande meterse, ni camisa que ponerse, 1085 ni poncho con que taparse.   Tal vez los verán sufrir sin tenerles compasión- puede que alguna ocasión aunque los vean tiritando, 1090 los echen de algún jogón pa que no estén estorbando.   Y al verse ansina espantaos como se espantan a los perros irán los hijos de Fierro 1095 con la cola entre las piernas, a buscar almas más tiernas o esconderse en algún cerro.   Mas también en este juego, voy a pedir mi bolada- 1100 a naides le debo nada, ni pido cuartel ni doy- y ninguno dende hoy ha de llevarme en la armada.   Yo he sido manso primero, 1105 y seré gaucho matrero- en mi triste circustancia aunque es mi mal tan projundo, nací, y me he criao en estancia, pero ya conozco el mundo. 1110   Ya le conozco sus mañas le conozco sus cucañas, sé cómo hacen la partida, la enriendan y la manejan-. Deshaceré la madeja 1115 aunque me cueste la vida.   Y aguante el que no se anime a meterse en tanto engorro, o si no aprétese el gorro o para otra tierra emigre- 1120 pero yo ando como el tigre que le roban los cachorros.   Aunque muchos cren que el gaucho tiene un alma de reyuno- no se encontrará ninguno 1125 que no lo dueblen las penas- mas no debe aflojar uno mientras hay sangre en las venas. - VII - De carta de más me vía sin saber a dónde dirme 1130 mas dijeron que era vago y entraron a perseguirme.   Nunca se achican los males- van poco a poco creciendo, y ansina me vide pronto 1135 obligao a andar juyendo. ----
-«Negra linda»... dije yo, «¡Me gusta pa la carona!» 1170 Y me puse a champurriar esta coplita fregona:    «A los blancos hizo Dios,    »a los mulatos San Pedro,    »a los negros hizo el diablo 1175    »para tizón del infierno». ---
Y dicen que dende entonces cuando es la noche serena suele verse una luz mala 1265 como de alma que anda en pena.
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Review: La Maquina de Hacer Pajaros
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Escrito por: Aga Teron
Hoy toca un álbum que quería reseñar hace tiempo ya: La Máquina de Hacer Pájaros “LMDHP” es el álbum debut de la banda homónima, publicado en en 1976. Una de las piezas esenciales del rock progresivo en Latinoamérica, fue llamada por su cantante y teclista Charly García como “El Yes del subdesarrollo”. La banda incluyo en sus trabajos elementos de Genesis, Yes, Camel, Pink, Focus asi como elementos del folk argentino. Este álbum cuenta con 7 canciones, durando un total de 38 minutos. La primera canción del álbum es Bubulina, canción que ya había sido tocada por Charly Garcia en el último recital de su anterior banda (Sui Generis). La canción abre con una lenta y potente introducción con teclados junto a la voz de Garcia para luego pasar a unos sinfónicos arreglos de guitarra (de Gustavo Bazterrica), mezclados con una simplista línea de bajo (por parte de José Luis Fernández) y una batería con un excelente Groove (por parte de Oscar Moro). Un elemento que notamos aquí es que el álbum no parece dar una mayor prioridad a ningún elemento, manteniendo a cada instrumento en un volumen adecuado, solo destacándolos cuando necesiten brillar. Los teclados se mantienen en el fondo mientras la guitarra suena, pero luego los teclados toman la canción por completo después de una pausa, dando un excelente sonido sinfónico (muy diferente del rock de guitarras típico de Argentina en esa época). Cada instrumento brilla, manteniendo un ritmo bastante consistente a la vez que complejo, una guitarra que brilla sin necesidad de anteponerse a los otros instrumentos, teclados creativos, potentes y sinfónicos y la armoniosa voz de Charly, quien sin ser un gran cantante, cumple. La canción con constantes referencias a la fantasía, dramática y hermosa hace una introducción perfecta al álbum. La segunda canción, Como mata el viento norte, se siente mucho más folk, igual de armoniosa y sinfónica con un gran bajo y teclados pero con una guitarra acústica, un mensaje con referencias a la mitología, al amor. Los arreglos son igual de buenos, incluyendo ahora un piano dándole un sonido más clásico a la canción. Los coros se sienten mucho mas completos que en Bubulina, pues se cuenta con María Rosa Yorio (ex esposa de Charly) y Nito Mestre (ex colaborador de Charly). Los teclados se sienten más potentes, esto es debido a que cuenta con la participación del segundo tecladista, Carlos Cutaia (quien no toco en Bubulina). Haciendo referencias no tan leves a la dictadura y al asesinato de inocentes (siendo Charly una persona con ciertos ideales izquierdistas), dándole aún más profundidad y un trasfondo socio-político al álbum. Boletos, pasos y abonos cuenta con un sonido más optimista. Un bajo más complejo, una batería más rápida sin sentirse cargada, una guitarra jazzera. Una queja personal con esta canción es que la voz de Charly apena se escucha, algo bastante malo porque se nota que es una muy buena performance de su parte, y yo, como Rioplatense, no puedo entender casi nada de lo que dice. Afortunadamente, los teclados dobles siguen sonando excelente. Creo que se puede entender el problema en producir esto, pues LMDHP contaba con demasiados instrumentos, sonidos y voces, por lo que lograr un mixing equilibrado fue difícil y decidieron sacrificar al elemento más débil, la voz de Charly. La letra de la canción hace referencia al sufrimiento, la despedida de Sui Generis y una especie de venganza de ego de Charly y una reafirmación de su ego, haciendo cierto contraste con el sonido considerablemente más alegre que tiene esta canción. La canción mantiene elementos progresivos, con cambios erráticos, toques jazzeros, solos de teclados, bajo y guitarras, dando como resultado una canción muy muy completa. Perdiendo y ganando toques sinfónicos a lo largo de la canción, parece durar mucho más de 6:32 minutos (en un excelente sentido). No Puedo Verme Más es la brutalidad hecha canción, con una de las mejores relaciones batería-bajo-teclados que he tenido el gusto que escuchar. No puedo dejar de alabar el trabajo de Moro en esta canción, pues parece poseído por el espíritu del jazz, teniendo una gran velocidad y a su vez un Groove perfecto. La línea de bajo se vuelve más compleja, la guitarra se aparta un poco del jazz, las vocales siguen sonando demasiado bajas (aunque los coros ayudan a darle más cuerpo y por lo menos son levemente más apreciables) y los teclados siguen teniendo una excelente sinergia. No hay mucho que comentar de la letra, pues no le encuentro realmente mucho sentido, aunque sin embargo se hacen referencias al miedo, cosa que se menciona a lo largo del álbum. Rock inicia como una pieza con mucha más clase, con obvios elementos de música clásica y romántica, siendo una canción mucho más calmada y más orientada a los pianos. La guitarra gana un sonido más rockero, la batería mantiene el Groove y el bajo se vuelve menos audible. La canción luego gana un sonido más frenético, similar a No Puedo Verme Más, agregando teclados y sintetizadores, que hacen contrastes con el piano. Durante estos momentos se incorporan varios solos de guitarra de calidad y el bajo vuelve a ganar cierta relevancia, manteniendo la regla de darle brillo a los instrumentos cuando lo necesiten. Una canción frenética y variada, 4 minutos empaquetados con una tremenda variedad. La canción trata temas recurrentes del álbum, el miedo y el hedonismo, además de menciones a la naturaleza, tema que hace referencia tanto en los proyectos folk de Charly como en Como Mata el Viento Norte. Por probar vino y agua salada resulta aún más folk que Como Mata el Viento norte, sonando sumamente clásica. Por lejos, la canción con menos influencias internacionales. La canción sigue contando con los elementos de las otras canciones, teclados en una constante sinergia y una batería muy efectiva, solo que ahora las vocales ahora pueden ser escuchadas de manera mucho más adecuada (por suerte). Es sin duda la canción menos progresiva del álbum. La letra parece intentar transportar al oyente a la realidad argentina, sumando con los clásicos elementos fantásticos y metafóricos que tiene el álbum a lo largo de toda su canción. En sus últimos segundos, sin perder el toque folk, la canción gana un sonido más similar al resto de las canciones, más orientado a los teclados. Y la gran canción que cierra este álbum es Ah, te vi entre las luces. Obra maestra del rock progresivo. Variada, emocional, poética, perfecta en todo instrumento, única y a su vez con tantas reminiscencias a Yes, Genesis y Pink Floyd. Es el epíteto del rock argentino, una obra de arte que nunca fue apreciada como se debía. Una introducción conmovedora, que pasa al formato habitual de la banda, manteniendo un sonido igual de emocional y serio en un sonido de rock. Se mantiene dramática, con un gran sonido de teclados y pianos, sin opacar a los otros instrumentos (que realizan un trabajo excepcional, pero esta canción se la roban los teclados). Volviéndose más seria mientras pasa, sumando reminiscencias a la música clásica y a las ya mencionadas bandas, se aparta del sonido de jazz para un sonido más cercano al art rock y el rock sinfónico. Con solos de guitarra frenéticos y emocionales, un bajo justo y necesario que combina muy bien con la batería aun algo jazzera de Moro (ya más tirando al rock progresivo), la canción termina siendo una muestra de originalidad, plasmando todas las influencias de la banda en una manera coherente, junto a un buen nivel de experimentación. La canción en ningún momento se vuelve demasiado compleja o realmente difícil de escuchar, por lo que los 11 minutos que dura no se vuelven una experiencia en la que se debe sobre-analizar exageradamente lo escuchado, si no que se vuelve una experiencia de inmersión total. La canción podría haber sido perfectamente instrumental y, pese a ser el track más largo del álbum durando 11:11 minutos, es la que posee menor contenido lirico. La letra breve pero melancolica, con una leve alusión a lo romántico, solo está ahí para agregarle un sentimiento poético a una canción que ya de por si perfecta. Esta canción es la conclusión perfecta para el álbum, cerrando con broche de oro este disco. Conclusión: Album sumamente variado, excelente a nivel instrumental, poético a nivel lirico, con trasfondos políticos y sociales, con una producción y mixing balanceados y justos que permitieron a cada instrumento brillar como se debía. Un álbum que logro escapar a sus influencias y lograr dar un producto de calidad, dando algo que es tan parecido y tan diferente a la vez de sus contrapartes americanas y europeas .Una obra de arte que nunca brillo como se debía fuera de su país.
100/100
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pangeanews · 7 years
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Hebe Uhart: lo scrittore ha bisogno di solitudine. E deve stare lontano dal potere
Faccia pazzesca. Da fauno. Intrisa di geroglifici. Come se ogni racconto fosse lapidariamente vergato sul volto. Incisa nella disciplina “dell’osservare”, come dice lei, lasciando che il racconto scorra, annientando l’ego di legno dello scrittore. Quando Hebe Uhart fu tradotta in Italia, troppo tardi, già ritenuta tra i massimi scrittori argentini di sempre, nel 2015, per Calebuig, bravissimi, si urlò al miracolo o quasi (“Auguriamo che Calabuig pubblichi altro, di questa indomita signora”, auspicò Goffredo Fofi, su Internazionale; in effetti, lo stesso editore pubblicò, l’anno dopo, Turismo urbano). “Dicono che sia una signora schiva e dal carattere spigoloso, poco interessata alla circolazione dei suoi racconti. Eppure, chi ha avuto la fortuna di leggerla non l’ha più abbandonata”, sintetizzò così la sagoma trapezoidale e diffidente della Uhart, Repubblica. In effetti, è così. Ritrosa, lapidaria, iconica, secondo lo scrittore e critico argentino Elvio Gandolfo, Hebe Uhart è tra quegli scrittori il cui modo di guardare le cose produce un modo di dire, uno stile: come Eudora Welty, Felisberto Hernández, Juan José Millás e Clarice Lispector, “ed è uno dei più solidi e sorprendenti narratori rioplatensi”. Per lo scrittore Rodolfo Fogwill, Hebe Uhart è semplicemente la maggiore scrittrice argentina. “Che cosa vuol dire?”, dice lei, ogni volta che le ricordano tale verdetto, “che cosa significa? Nulla”. Chi la conosce sa che in Hebe Uhart non ci sono finzioni; le dà fastidio fare riferimento ai tanti riconoscimenti (lo ha detto in più di una occasione), preferisce parlare di altro, dei suoi viaggi, per esempio, o di quello che la motiva quando scrive: il contatto con le persone, i paesaggi, gli animali, le situazioni intime, minime, come una situazione intima è quella che appare all’inizio di Guiando la hiedra, uno dei suoi racconti più conosciuti. “Qui sto sistemando le piante, in modo che non s’intralcino l’una con l’altra, che non ci siano parti morte né formiche. Mi fa piacere osservare che crescano così poco; sono sensibili e si adattano ai loro vasi; se sono piccoli, si restringono, se c’è spazio, si allargano. Sono differenti dalle persone: certe persone, pur avendo una base meschina, acquistano una tale frondosità che non riusiamo a percepire la loro dimensione reale; altri, di grande cuore e capacità, sono schiacciati e disorientati dal peso della vita. Penso a questo quando annaffio e trapianto, ai diversi modi di essere delle piante”. Nel corso della sua carriera, Hebe Uhart ha lavorato come insegnante, ha collaborato con varie riviste e scritto libri di racconti come El Budín esponjoso (1977) e La luz de un nuevo día (1983); romanzi come Camilo asciende (1987) e Mudanzas (1995), tradotto in italiano come Traslochi, nel 2015, e cronache di viaggio come Viajera crónica (2011) e De aquí para allá (2016). Nel luglio di quest’anno ha ricevuto il Premio Iberoamericano de Narrativa Manuel Rojas (valore: 60mila dollari), assegnato annualmente dal 2012 dal Consiglio Nazionale della Cultura e delle Arti del governo cileno allo scrittore che si è maggiormente distinto nel mondo della letteratura ispanoamericana.
  Intanto. Lei è maestra indiscussa nell’arte del racconto: da dove trae le sue ispirazioni? Qual è il segreto – se esiste – per scrivere il racconto perfetto?
“Intanto. Non esiste il racconto perfetto. In generale, mi ispirano i contatti con le persone, gli animali, i paesaggi, le situazioni intime, le vita della gente. Mi tengo sempre ancorata alla realtà. Per questo, la parola ‘ispirazione’ mi suona strana. Piuttosto, preferirei parlare del lavoro dell’osservare”.
Che rapporto esiste a suo avviso tra scrittore e pubblico, tra lo scrittore e la solitudine? Quanto è importante la solitudine per consolidare la voce dello scrittore?
“La solitudine produce una attenzione di migliore qualità. Il rapporto con il pubblico equivale al tempo della semina e a quello del raccolto. Quando semini, sei da solo. Quando raccogli, fai lezione, dai interviste, eccetera”.
Quali sono i suoi maestri? Che relazione intrattiene con la specificità della letteratura argentina?
“Il mio grande maestro è il narratore uruguaiano Felisberto Hernández. La letteratura argentina, a differenza di quella spagnola che è pregna di retorica, è caratterizzata dallo scrivere come si parla. Lo ha detto, alla fine del XIX secolo, Lucio V. Mansilla, ‘io scrivo come parlo’”.
Conosce la letteratura italiana? In particolare, ama alcuni scrittori?
“Non conosco la letteratura italiana contemporanea. Però apprezzo molto ciò che hanno scritto Pier Paolo Pasolini e Vasco Pratolini. E Montale”.
Come dovrebbe relazionarsi lo scrittore con la Storia, con la politica, con il potere: deve ingorarle o penetrarle?
“Relazione con la politica. Mi affascinano gli scrittori in cui la politica è la sostanza della loro esistenza quotidiana. Il caso di Natalia Ginzburg, ad esempio. Nel mio caso, ho molte difficoltà, non mi è facile fare politica con la letteratura. In un certo modo, però, quando scrivo storie di gente comune, che viene dai villaggi, dai piccoli borghi, dalle comunità indigene, penso che questa sia una forma per riscattare la presenza di chi non ha voce. I politici hanno voce, gli artisti hanno voce, ma tutte queste persone generalmente non sono comprese, non sono ascoltate. Riguardo alla Storia: non ho mai lavorato dentro eventi storici particolari. Il mio rapporto con il potere è che non voglio avere alcun rapporto con il potere”.
(servizio a cura di Maria Soledad Pereira e Davide Brullo)
*
Al decir de Elvio Gandolfo, escritor y crítico argentino, Hebe Uhart se ubica entre aquellos escritores donde un modo de mirar produce un modo de decir, un estilo: Eudora Welty, Felisberto Hernández, Mario Levrero, Juan José Millás, Rodolfo Fogwill o Clarice Lispector, y es, en rigor, una de las más sólidas y sorprendentes narradoras rioplatenses. Fogwill, por su parte, sentenció que Uhart era la mayor cuentista argentina.
—Qué es eso —suele decir ella, cada vez que le preguntan qué piensa acerca de semejante veredicto—. ¿Qué quiere decir eso? Nada.
Los que la conocen dicen que en Hebe Uhart no hay imposturas; que la incomoda referirse a sus reconocimientos (ella misma lo ha dicho en más de una ocasión); que prefiere hablar de otra cosa, de sus viajes, por ejemplo, o de lo que la motiva a la hora de escribir: el contacto con personas, paisajes, animales o situaciones íntimas; una situación íntima como la que aparece al comienzo de “Guiando la hiedra”, uno de sus cuentos más conocidos:
“Aquí estoy acomodando las plantas, para que no se estorben unas a otras, ni tengan partes muertas, ni hormigas. Me produce placer observar cómo crecen con tan poco; son sensatas y se acomodan a sus recipientes; si estos son chicos, se achican, si tienen espacio, crecen más. Son diferentes de las personas: algunas personas, con una base mezquina, adquieren unas frondosidades que impiden percibir su real tamaño; otras, de gran corazón y capacidad, quedan aplastadas y confundidas por el peso de la vida. En eso pienso cuando riego y trasplanto y en las distintas formas de ser de las plantas […]”.
A lo largo de su carrera, Uhart se desempeñó como docente, colaboró con distintos medios y escribió libros de cuentos como El Budín esponjoso (1977) y La luz de un nuevo día (1983); novelas como Camilo asciende (1987) y Mudanzas (1995), esta última traducida al italiano; y crónicas de viajes como Viajera crónica (2011) y De aquí para allá (2016), entre otros.
Recientemente, recibió el Premio Iberoamericano de Narrativa Manuel Rojas, que otorga anualmente el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes del gobierno de Chile y que distingue a escritores por su trayectoria en el mundo de la narrativa de Iberoamérica.
  “Primero, relato perfecto no hay. En general me motiva los contactos reales con personas, animales, paisajes, situaciones íntimas y relatos de otras personas. Siempre tengo un cable a tierra. De modo que la palabra inspiración me suena un tanto extraña. En realidad, yo hablaría del trabajo de observar”.
“La soledad produce una atención de mejor calidad. La relación con el público es que hay un tiempo de siembra y otro de cosecha. Cuando se siembra se está solo. Y durante la cosecha, se asiste a charlas, entrevistas, etc.”.
“Mis gran maestro es el cuentista uruguayo Felisberto Hernández. La literatura argentina, a diferencia de la española que es más retórica se caracteriza por escribir como se habla. Ya lo dijo a fin de siglo XIX Lucio V. Mansilla “yo escribo como hablo”.
“Relación con la política. A mí me interesan los escritores en los que la política es subyacente y está integrada bien con la vida cotidiana de las personas. Tal es el caso de Natalia Guinzburg. En mi caso, he tenido dificultades o no me es fácil la parte política con la literatura. Pero de algún modo, al escribir crónicas sobre personajes de pueblos, de pequeños pueblos y comunidades indígenas, pienso que es una forma de rescatar la presencia de los que no tienen voz. Porque tienen voz los políticos, los políticos, los artistas, pero toda esta gente no es habitualmente escuchada y entendida. Con relación a la historia: hechos históricos puntuales nunca he trabajado. Mi relación con el poder es que no quiero mandar a nadie ni ser mandada”.
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elbiotipo · 2 years
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biotipo... recién tuve que traducir tu post al español que reblogueaste sobre que "finding habitable planets doest make sense" a mi viejo porque no entiende inglés y me pareció que le iba a interesar (tuve razón por cierto).... que tristeza es saber que vos tmb sos argentino e igual estamos rodeados de esta cultura estadounidense imperialista de mierda que hace que la gente hablé en inglés en redes sociales, aún entre nosotros...
Me alegro que a tu viejo le interesó! Suena como una persona con la que podría conversar muy bien!
Y sí, por eso me siento tan orgulloso de postear acá y en otros lados en castellano y en mi castellano rioplatense también... no odio el inglés en el sentido de que saber inglés me ha permitido descubrir muchas cosas y comunicarme con gente de todo el mundo... pero sí resiento que parece que siempre lo primero y principal está en inglés y lo secundario se traduce apenitas al castellano si es que está... esto es muy pero muy fuerte sobre todo en las ciencias exactas y naturales...
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entrevista a | ARIEL ARELLANO                                                                    Licenciado en Turismo                                                                                  Coordinador Archivo Histórico Municipal Juan Hipólito Vieytes                Coordinador Museo de la Ciudad San Antonio de Areco
¿Qué es el arte de la payada?
A:
el arte de la payador o arte repentista, es un canto social.
calvez lo mas importante que tengan los payadores es tener conocimiento de varios temas relacionados con lo social y es un desafío que se lleva a cabo por dos payadores o mas, en donde se saca un tema y se habla sobre el mismo.
no existe el payador solitario.
el arte payadores es algo muy antiguo, podríamos decir que nace ella con Santos Vegas, a finales del siglo XVIII y lo que cuenta es el canto social en una creación del momento.
se ubica en el territorio rioplatense (hay payadores riograndenses, uruguayo, del litoral argentino e incluso de la provincia de Bs. as)
pensemos que en ese entonces, (finales del siglo XVIII) no todo el mundo sabia leer y escribir y entonces era un modo de trasmitir información, conocimiento y situaciones políticas. de echo los payadores perseguidos a lo largo de la historia fueron varios.
[TRANSMISION DE LO SOCIAL]
El arte payadores tiene un critica social, desde la vivencia propia o ajena. pueden transmitir testimonios a través de la payada.
pero cuando uno analiza las diferentes temáticas de la payada siempre van a estar relacionadas dos situaciones:
el trabajo del ámbito gauchesco, relacionado con la ganadería.
los temas sociales y políticos.
23 julio - se festeja el día de payador porque en Montevideo se enfrentan los dos payadores mas importantes del comienzo del SXX y gana Gavino Ezeiza descendiente de afroamericanos. Gavino Ezeiza en esta payada hace una loa al valor heroico de Paysandú, y gana la payada contando esta situación social entre Paysandú y los brasileros.
refleja la vida diaria, cuestiones históricas, sociales y políticas.
¿En que ámbitos se da este arte?
A:
el arte payadores se da en el ámbito público.
podemos asociar a los payadores en donde existe público: pulpería, fiestas.
hoy en día el arte payadoril no es algo que este tan extendido como estaba en el SXIX, ya que hoy en día con los medios de comunicación, uno tiene acceso a la información a través de la mediatizaron de redes sociales, radio, tv. pensemos en una época en donde no existían estos medios de comunicación, el mensaje, la noticia estaba dado por la prensa escrita y los payadores.
entonces esa es la razón por la cual fue mermando el encuentro de payadores. si existe en la actualidad encuentros de payadores, en fiestas gauchas que improvisan por ej, el relato de una jineteada o diferentes destrezas. en estos casos se puede escuchar a una payador en solitario como un relator de lo que está aconteciendo en la destreza, pero la verdad encuentro de payadores en donde hay varios payadores son acotados y muy puntuales y no tan fáciles de ver.
hoy en día vas a una pulpería, a un boliche y no vas a encontrar payadores como si existían en el SXIX  comienzos del SXX, porque hoy en día vas a esos lugares y va a estar la radio, o va a estar el televisor. pensemos que antes no había ni radio no t.v y estaban los payadores.
¿Con que instrumentos se acompaña?
A:
el instrumento para acompañar la payada es la guitarra. en el primer payador rioplantense que les Santos Vega se acompaña con el ritmo de cifra que es ritmo de payada original. el ritmo de milonga es un ritmo más moderno que la cifra y quien lo crea es Gabino Ezeiza y tiene influencias de los tambores africanos.
en el caso de los payadores riograndenses se pueden acompañar también con acordeón.
¿Cómo se aprende este arte?
A:
el aprendizaje del arte payadoril como todo en la cultura gaucha, es empírico, y quienes prosperan en este arte son los que están mas capacitados para poder ir creando las rimas a la vez que hilvanan las ideas, para bajar un concepto y transformarlos en versos.
el arte de la payada sigue vivo, si bien están acotados los lugares de encuentros.
esta la vieja guardia con jOSE Curbero, hay payadores mujeres por el ejemplo cartita suin.
el arte de la payada no tiene genero, y tampoco tiene edad. hay jóvenes payadores de la provincia de bs as como nicolas membrana david tocar que son de la nueva guardia y muy interesantes de escuchar.
¿Que es la milonga y que es la payada?
A:
no hay que confundir al payador con el que hace milongas.
la payada es repentina, fue en el momento sucedió y si no hay un registro de eso se pierde.
la milonga es un ritmo musical creado por Gavino Ezeiza, es una base rítmica que va a servir para acompañar.
y por otro lado el que hace canto surero (con ritmo de milonga, de cifra, de estilo) que cuenta una historia que se repite en los fogones, fiestas, etc.
¿Como es el panorama actual de la payada en San Antonio de Areco?
A:
canto surero hay mucho.
payadores de canto repentina que yo tenga conocimiento no hay.
los referentes mas cercanos están en Mercedes.
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