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#ropa para mujeres
mantecol · 1 year
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estaba haciendo online shopping pero sin purchasear nada y me dieron tantas ganas de restablecer los valores conservadores sobre las prendas femeninas porque, no me entran los pantalones de hombre, they just dont no se acomodan a my crazy body, pero los que estan hechos para las minas tienen 400000 tajos y hay algunos con VENTANA PARA LA TIRA DE LA TANGA Y UN TAJO DONDE TE TERMINA LA CACHA QUE TE AGACHAS Y MOSTRAS EL AGUJERO NEGRO
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malkaviian · 2 years
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voy a hacer a luca mi oc más cringe, ya van a ver
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alma-brigida · 2 years
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jptclothing · 6 months
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Ropa para mujer al por mayor NYC
JPT Clothing's Ropa para mujer al por mayor NYC line is a game-changer for retailers. The quality and style of their wholesale women's clothing is unmatched in the NYC market. Stock up on chic pieces that will fly off the shelves!
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creativesalo · 9 months
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Tendencias de moda primavera-verano 2024/ Guía completa para vestirse a la ultíma.
Hoy te comparto una guía completa de tendencias de moda, colores en tendencia y piezas clave para esta primavera verano 2024. Espero te sea de gran utilidad.
¿Qué me pongo hoy? la gran pregunta Esta primavera-verano podrás contestar tu misma a esta pregunta, de una manera rápida y fácil, gracias a esta completa guía de tendencias de moda primavera- verano 2024 que he preparado para ti, veamos la lista de prendas y colores que vamos a poder utilizar este año, para ir siempre con el mejor look. Colores de moda primavera/verano 2024 La moda de 2024 se…
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fitnesswomenes · 9 months
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🛍️ ¡Sumérgete en la moda fitness! 🌺
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julissadesigns · 1 year
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Modelos hombres modelando ropa de mujer , nueva campañia de Addidas #ult...
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mocofo · 1 year
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pajamasetsco · 2 years
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madeleinecasmo · 2 years
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*Made Store* , mírala en este link:
Estoy vendiendo algunas piezas de ropa. Nueva y usada entra a la tienda virtual a cureosear, quizás encuentres algo que estabas buscando.
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deepinsideyourbeing · 4 months
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Podría ser que Enzo esté obsesionado con la tetas de reader y terminen haciendo una rusa?
No se si tu le dices así, m parece q se dice de diferente manera x todas partes pero x si acaso te dejo la definición sacada de Google :)
“Práctica sexual en la que el hombre desliza su pene entre los senos de la mujer”
Graxx
+18!
No es ningún secreto que tu novio está obsesionado con tu cuerpo. Cada que comienza a acariciarte se toma su tiempo, tentándote y torturándose mientras finge -como si le fuera posible ocultar los efectos que tenés sobre él- no estar más que desesperado por llevarte a la cama.
Sus intenciones eran más que obvias cuando te acorraló en la cocina, presionando su erección contra tu espalda y masajeando tus pechos con movimientos no tan suaves. Deslizó sus manos por debajo del suéter que llevabas puesto y comenzó a acariciarte hasta sentirte temblando bajo sus dedos.
No tardó demasiado en arrastrarte hacia la habitación y posicionarse sobre tu cuerpo, ignorando tus protestas tanto como la situación ardiente entre tus piernas. Luego de despojarte de tu ropa se dedicó a jugar con tus pechos por un largo rato, provocándote y haciéndote llorar cuando tiró de tus pezones.
Se deshizo de su pantalón y su ropa interior y volvió a aprisionarte contra el colchón luego de acomodar las almohadas bajo tu espalda. Creíste que sólo quería usar tu boca y fue por eso que te sorprendiste cuando dirigió su punta hacia tus pechos, manchándote con líquido preseminal y haciéndote gemir por su calor.
Ahora lo observás mientras humedece tu piel -ya empapada con su excitación- con lubricante y te ordena sostener con firmeza tus pechos para poder usarlos.
-Así- indica y obedecés-. Muy bien, sí, justo así.
Tus mejillas arden por sus palabras y él te sonríe mientras desliza su miembro entre tus pechos. Arroja la cabeza hacia atrás cuando la suavidad y calidez de tu piel lo reciben, primero abrazando su punta de un rojo furioso y luego el resto de su extensión.
Te sorprende la sensación y tus palabras cuando susurrás:
-Se siente bien.
-Muy bien- contesta con la voz entrecortada-. Me encantan tus tetitas, ¿sabías?
Respondés con un gemido involuntario y bajás la vista para concentrarte en la manera en que su punta y parte de su miembro se asoman entre tus pechos. Presionás con más fuerza, sin importarte el deje de dolor, haciéndolo gemir.
Sus dedos acarician tu mejilla y roza tu labio inferior con su pulgar antes de introducirlo en tu boca, ofreciéndote una especie de consuelo: succionás con fuerza y tu lengua juega con el dígito que ahoga tus gemidos, pero luego de unos pocos minutos Enzo te arrebata tal confort.
Reemplaza una de tus manos con la suya y utiliza la humedad de tu saliva para jugar con tu pezón despiadadamente, imitando los movimientos que normalmente dibuja sobre tu clítoris. Encontrás su mirada, que alterna entre tu rostro y el espectáculo desarrollándose debajo de él, y sabés por sus pupilas dilatadas que ya está saboreando su orgasmo.
Separás tus labios y enseñás tu lengua para comunicarle lo que querés, tu mueca logrando que los movimientos de su cadera sean aún más frenéticos y que sus jadeos se transformen en gemidos desvergonzados, los cuales sólo empeoran la humedad en tu centro.
Su semen caliente pinta la piel entre tus pechos y tu cuello, salpicando también tu mentón y tu lengua ansiosa por probarlo; un patético sonido deja tu garganta pero él no logra oírlo, porque su respiración agitada es escandalosa y los latidos de su corazón inundan sus oídos.
Nueva necesidad desbloqueada 😔
taglist: @madame-fear @creative-heart @chiquititamia @llorented @recaltiente @delusionalgirlplace @lastflowrr ♡
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dreaming-star20 · 9 months
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Infidelidad
Una persona con el corazón roto es capaz de cualquier cosa por despecho. Cuando Antonio se enteró de que su esposa le había sido infiel, se volvió loco. 20 años de matrimonio se fueron directamente a la basura. Aparentaba estar tranquilo ante todos, incluso firmó los papeles de divorcio sin ninguna protesta. Pero de lo que nadie se había percatado era que Antonio cocinaba su venganza desde las sombras. Hasta donde él sabía, su esposa estaba por fugarse de la ciudad con su amante, varios años más joven que Antonio. Las piezas estaban en el lugar ideal para la venganza.
- Veo tu cara en el espejo, y por más que lo intento, no comprendo lo que vio ella en ti. 
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Germán, el joven hombre de 29 años, se dijo a sí mismo en el espejo, mientras con sus manos, acariciaba su musculoso cuerpo lampiño. Bueno, algo así. Si bien ese era el cuerpo de Germán, era Antonio quien lo utilizaba. El hombre había robado el cuerpo de este joven como parte de su plan.
- Quiero decir, eres guapo, bastante, a decir verdad. Y tienes un cuerpo bastante sexy. Pero yo también tengo lo mío. Para empezar, gano más dinero que tú. En lo que respecta a la apariencia, es verdad que no hago tanto ejercicio como tú, pero nunca he descuidado mi cuerpo.
Mientras estas palabras salían de su boca robada, Antonio continuaba sintiendo con sus nuevas manos cada centímetro del cuerpo de Germán. Poco a poco sus dedos se acercaron hacia su zona más íntima. Sin vacilar, sus dedos entraron por debajo de su ropa interior y le dio un buen apretón al largo y sensible trozo de carne circuncidada entre sus muslos.
Mientras estas palabras salían de su boca robada, Antonio continuaba sintiendo con sus nuevas manos cada centímetro del cuerpo de Germán. Poco a poco sus dedos se acercaron hacia su zona más íntima. Sin vacilar, sus dedos entraron por debajo de su ropa interior y le dio un buen apretón al largo y sensible trozo de carne circuncidada entre sus muslos.
- ¡Vaya muchacho! Puedes sacarle el ojo a alguien con esta cosa. Pero el mío es mucho más grueso.
Una sonrisa arrogante se dibujó en el rostro de Germán, una que el verdadero nunca haría. Antonio continuó con su monólogo frente al espejo, odiaba admitirlo, pero toda esta experiencia lo excitaba demasiado.
- Bueno, no importa lo sexy que seas, ahora todo esto me pertenece. Yo soy tu, al menos por ahora. No me malinterpretes amigo, esto tiene poco o nada que ver contigo. Tu no tenías idea de que te estabas metiendo con una mujer casada. Simplemente estuviste en las circunstancias incorrectas. Pero, en fin, eres justo lo que necesito para vengarme de ella.
Antonio terminó de quitarse la ropa que llevaba puesta, dejando al aire libre la hombría de Germán, además de su redondo y suave trasero. La figura redondeada del par de melones que ahora poseía fue irresistible para Antonio. Se dio una fuerte nalgada que hizo a sus glúteos temblar como dos gelatinas.
- La idea original era grabarme teniendo sexo con varias de las amigas más íntimas de mi ex, pero tengo una mejor idea. Llevo semanas con una inquietud en la cabeza, pero no me atrevo a intentar en mi propio cuerpo. Supongo que esta es mi oportunidad.
Antonio les dio un fuerte apretón a las suculentas nalgas de Germán. Estaba muy excitado por la emoción de estar en un nuevo cuerpo. Y más por el estar en uno tan sexy. Se dirigió a la mesa de noche junto a su cama, abrió el cajón, y de él sacó una bolsa negra. Dentro se encontraban un estimulador de próstata totalmente nuevo y una botella de lubricante. Solo Antonio sabía cuánto tiempo llevaban esos objetos guardados. Antonio sacó de su empaque el vibrador y se aseguró de cubrir meticulosamente todo lo largo del objeto de plástico con suficiente lubricante. Aún recordaba con recelo su último chequeo médico, cuando tuvo que consentir un tacto rectal. Salió del consultorio caminando como un cervatillo. Antonio se agachó casi hasta tocar sus pies, de tal manera que su trasero quedó expuesto al cielo.
Todo estaba listo, y con una mezcla entre emoción, duda y algo de miedo, Antonio acercó poco a poco el estimulador a su ano. Introdujo suavemente la punta en su culo virgen, y con toda la delicadeza que pudo, metió el objeto hasta el fondo. Antonio se incorporó y se vio de nuevo al espejo. Hasta el momento todo iba excelente, su rostro mostraba genuina emoción. Su pene incluso se había comenzado a poner erecto sin haberlo tocado. Antonio se recostó cómodamente en su cama y tomó el control del vibrador. La verdadera diversión estaba por empezar. Con mucha seguridad presionó el botón de encendido, haciendo así que un muy corto y rápido movimiento sacudiera el ano robado de Germán. Esto solo había sido el aviso de encendido, pero fue más que suficiente para que un gemido escapara de los labios de Antonio.
La mirada de Antonio se llenó de determinación. Configuró el aparato a una intensidad media y con vibración constante. Tan pronto cómo el estimulador comenzó a hacer su magia, Antonio comenzó a retorcerse de placer en la cama. Daba vueltas y vueltas por todos lados, intentando agarrarse de las sábanas. Las olas de placer recorrían su cuerpo, su respiración comenzó a agitarse. Gemidos, bufidos e incluso gritos se hicieron audibles por toda la habitación. Antonio estaba volviéndose loco de placer. Gotas de líquido preseminal salían de la punta de su pene erecto, que se sacudía erráticamente al ritmo de sus caderas.
Su parte consciente se repetía a sí mismo una y otra vez que debía controlarse, pero poco a poco la lujuria y el placer fue todo lo que su mente obedeció entre el caos sensorial. Constantemente Antonio tapaba su boca, en un intento deliberado de no dejarse llevar tanto por sus instintos. “¿Por qué hago esto?” pensó a la vez que apartaba sus manos de su rostro y se dejaba llevar por la excitación. Respiró profundamente, recuperando un poco el aliento, y a partir de ese momento dejó que el cuerpo que tanto trabajo le había costado robar fuera dominado por sus instintos más salvajes. 
Los ruidos de placer se hicieron más intensos. Probablemente podían escucharse desde la calle, pero a Antonio no le importaba. Su cuerpo estaba empapado por el sudor. El olor que emanaba de él era exquisito. Con sus fuertes manos recorrió cada parte del cuerpo bien tonificado de Germán. Su pene se encontraba ya a reventar. Antonio quería llegar de una vez por todas al clímax, así que tomó la botella de lubricante, se untó las manos con él y comenzó a acariciar furiosamente su verga. No pasó mucho tiempo hasta que hilos de blanco y caliente semen salieron disparados en todas direcciones. El cuerpo de Germán terminó cubierto en sus propios fluidos. Varios chorros aterrizaron en su cara, uno incluso en su boca, permitiendo a Antonio probar por primera vez en su vida el jugo viril de otro hombre.
- No puedo esperar para que metan algo aún más grande por allí. Esto va a ser aún mejor de lo que había pensado. - Antonio apagó el vibrador y recobró su aliento. Tras unos minutos pudo ponerse de pie, tomó una toalla de su baño y se limpió un poco. Sabía que debería haberse duchado, pero le pareció más apropiado conservar su cuerpo cubierto por fluidos corporales. Se puso de nuevo sus Jens y se recostó de nuevo viendo hacia el espejo.
- Voy a matar dos pájaros de un tiro contigo. Tú no te preocupes amigo, descansa allí adentro. Cuando salga de ti no recordarás absolutamente nada de todo esto, y yo abre obtenido mi venganza contra esa perra que alguna vez llamé esposa.
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fodanse-gringos · 4 months
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Catalina no tenía pensado ir al cabaret. Su plan era dejar a @highlandsailorcon ese mensaje y reirse en su cuarto mientras piensa en la cara de tonta que se le ha quedado mientras le esperaba. Realmente se la puede imaginar ya, está segura de que se la ha sacado un par de veces, pero aún así le parece una idea graciosísima.
Sabe que Maki trabaja junto a Reigna Young, la otra Regina Young, y no confía en que pueda contener sus ganas de saltarle a la garganta con una precisión mortal si se encuentra con ella. No le importaría rodear su precioso cuello de cisne con las manos y presionar hasta que dejara de respirar… si no fuera porque no es una pelea que esté segura de que vaya a ganar. Regina es una mujer más peligrosa de lo que deja aparentar, o al menos tiene aliados hasta en los rincones más inhóspitos de la sociedad. Incluso el dueño del cabaret, se ha enterado la rubia, es un ex-miembro del Team Rocket que, está segura, no va a dejar que le pase nada a una de «sus» chicas mientras él esté ahí.
Y si no consigue acabar el trabajo, esta vez ella será la presa en la mira de la otra mujer. Nyet, no se puede permitir eso.
Pero por otro lado… no le iría mal hacer trabajo de reconocimiento. Ver la ubicación del local en persona, los horarios de las chicas, las entradas, las salidas… pero lo que acaba de inclinar la balanza es lo divertido que sería. Ir al local en el que se encuentra su adversaria, pasar por debajo de sus narices y que no se dé cuenta. Quien sabe, quizá pueda incluso mandarla una foto de su propia nuca tomada desde el vestuario.
Catalina se muerde el labio. Se levanta del sofá y se va a su habitación.
Hace poco que Alex le gritó por ocupar demasiado espacio en el diminuto armario que comparten entre los tres. Desde que recuperó parte de sus cosas, irónicamente, ha echado más de menos tenerlas, en particular su ropa. Pero está segura de que dentro de una de las bolsas está el vestido que se compró para el entierro del padre de Mihail. Con un cuello de corte Mao y una falda larga y fluida, no solo hacen un buen trabajo escondiendo sus tatuajes, sino también sus curvas.
Lo deja encima de la cama y se mete un momento en el baño. Busca una lata de gomina, la que ha visto usar a Ollie, y se la pone en el pelo para echarselo hacia atrás. Posa unos segundos ante el espejo, se ve guapa con ese peinado… pero quizá en otro momento. Ahora se lo cubre, primero con una redecilla y luego con una peluca pelirroja. No tiene mucho tiempo para estilizarla, pero le gusta como le enmarca la cara. Finalmente, con un poco de base de maquillaje, se tapa la cicatriz de la cara.
Una vez vestida y con las gafas de sol, nadie diría que tiene ante así a Catalina Veloso.
El perro de San Roque no tiene rabo…Murmura para sí mientras sale de la caravana. ...porque un rabino se lo ha cortado. Para en el ultimo momento. Deja el movil apartado para darle un corto y pequeño abrazo a Rokko antes de salir, y le dice a la compañía de taxis que manden a alguien a recogerla.
Una media hora después, la irreconocible figura de la cambiada Catalina aparece ante Malachy. Ni siquiera su forma de caminar es la misma, aunque no es tanto parte del disfraz como que no le gusta demasiado ese vestido.
Buenas noches, рыбка . Le dice con una voz que no parece la suya. Se desliza las gafas por el puente de la nariz y le guiña un ojo.
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latinotiktok · 1 year
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Propaganda:
Shrek & Burro
-Shrek - realmente se necesita explicación?
-Shrek, él es completamente un latino que tiene que vivir en gringolandia (sólo tenés que ver la segunda película para entender esto) Además la versión latino es muchísimo mejor que la original o cualquier otra, vos decís una frase de cualquiera de las pelis a otro latino y va a saber que viene de Shrek, en otros lugares no es así. Como nacionalidad no estoy seguro de donde pero latino si o si
-Veo. Nadie mencionó a Burro de Shrek? Nadie??? NADIE??? BURRO DOBLADO POR EUGENIO DERBEZ Y QUE GRACIAS AL MALPARIDO TUVIMOS A OBRA MAESTRA, LA JOYA, EL REGALO A LA HUMANIDAD QUE ES SHREK EN ESPAÑOL????????
-si puedo ofrecer a otro personaje, el burrito de Shrek. siento que le debemos demasiado como cultura como para negarle un puesto. el original podrá ser Eddie Murphy pero el doblaje de Eugenio Derbez todos nos lo sabemos de memoria.
-BURRO DE SHREK NO SE PQ NO LO DIJE ANGMTES EUGENIO DERBEZ TE ODIO PERO QUE GOD
Jojo's
-Todos los Jojos son latinos
-Los Jojo's. Porque son familia numerosa, tienen un desmadre, nadie tiene papá y así. Además hay un chorro de edits de los personajes en situaciones tercermundistas, busca Jotaro comiendo takis afuera del oxxo. Je
-Todos los Jojos pero en especial Jotaro que embarca en una aventura a través del mundo para salvar a su mamá, empieza algo macho pero luego se deconstruye (lo más hombre latino que puedes ser) (fuente: los ángeles me entregaron este mensaje)
-Joseph Joestar, hace lo que se le canta el ojete y vive en un cumpleañito, ama a su madre y cuernió a su mujer
-Paco Laburantes de Jojo's es argentino pq es insufrible, tiene papá alcohólico, se llama laburante y encima es chorro
-Jotaro Kujo is literally chicano
-Los jojos son un huevo, la mita no tiene padres. el pais no importa, caben en cualquiera pero si hay que elegir uno México por tequila joseph
-Joseph Joestar, conozco a varias personas que se comportan como el (ruidosos, creidos, quieren mucho a los abuelos, se quieren pelear con tipos que les sacan 50 kilos de músculo y ver cada culo que pueden), más cuando estan borrachos. Además, tequila Joseph Joseph Joestar, I know several people who behave like him (loud, arrogant, they love their grandparents a lot, they want to fight with guys who have 50 kilos of muscle on them and check out every ass they can), especially when they are drunk. Plus, tequila Joseph
-narancia ghirga from jojos bizarre adventure. just cuz
-DIO BRANDO de jjb
Guido Mista (jojo). Su suéter es celeste y blanco ARGENTINA CAMPEON DEL MUNDOO
-Narancia Ghirga porque él es mi causa, yo sé que su mamá al menos fue peruana, me lo dijo Araki
-Sheila E. de la novela de JoJo's Purple Haze Feedback tiene que ser latina si o si, y tengo evidencia; en primera su nombre viene de una mujer de descendencia latinoamericana, mas especifica mexicana, ademas que su nombre de nacimiento (Capezzuto) recuerda a los apellidos que llevamos varios latinos que tienen descendencia italiana. creció en el campo y en ocasiones se menciona que creció jugando en los ríos y afuera en la naturaleza, como buena latinoamericana 💪 también lleva ropa que (deliberadamente!) recuerda a diseños nativos Americanos, la novela es bastante bruta en cuanto culturas nativas pero Araki, que hizo el diseño de Sheila, lleva un entendimiento por lo menos estético de los pueblos nativo. es religiosa en una forma muy latina, no se como explicarlo pero hace sentido 💪💪 no puede pelear contra alguien que siente que hace mas bien que ella, y siente que su vida no vale mucho, entonces se la pasa tratando de sacrificarse por la gente que piensa vale mas que ella. paso un cuarto de su vida buscando a un tipo que mato a su hermana Clara, y se unio a un cartel para matarlo. cuando tenia 10 años. es bien perra nunca inperra, en la novela casi se agarra a piñas con 2 viejos distintos encima de todo eso, se la pasa sirviendo concha absoluta💅💅💅 tiene un sentido del olfato mega desarrollado, es tortillera y trava, tiene problemas mentales, y como todo latino al final se quizo agarrar a piñas con alguien y acabo echa pija. perdón mods de latinotiktok. tengo problemas y esta morra es 6 de ellos.
-un personaje de jojos recientemente introducido llamado Paco. En resumen es un tipo alto y musculoso que anda por la calle sin remera y con los ojos todos manchados con delineador. Es un forro y encima medio pelotudo pero en el fondo es buen tipo. Le encanta afanar cosas y es mejor amigo de un chico de quince años que lo ayuda a vender droga. Su superpoder es que puede agarrar cosas con la espalda. En mi humilde opinión este tipo es argentino porque su apellido es literalmente Laburantes y también porque es muy gracioso y lo amo.
-Dio brando as argentine. he's a rugbier and also in an alternative universe his name is confirmed to be a shortening of diego. i rest my case
-guido mista bc literally just look at him.
-Si puedo nominar dos veces, quiero añadir otra nominación para los JoJos. Criados por mamás solteras, con papás que solo se aparecen cuando ya están grandes para causar problemas. Tiene mucho énfasis en la música que es algo con lo que cualquier latino se identifica. La masculinidad tóxica abunda a veces pero la lección siempre es que ser campy le salva a uno la vida, lo cual es una lucha de todos los días acá en Latinoamérica.
Yo tambien vengo a nominar a los jojo. Siempre traen desmadre a donde sea que vayan y estoy segura que si alguna vez se hace reunión familiar, van a terminar en puras broncas por los terrenos/ofensas personales que ni al caso. Aparte se ven como que por cualquier cumple tiran cohetes 💁‍♀️
Todos los Jojos son Latines agreed pero creo que con los Pillar Men en cuenta deberían ser Mexicanos. Jotaro salió del Conalep y ustedes bien que lo saben
-bueno mira yo tengo un AU en mi cabeza de los jojos parte 5 que son italianos bueno en mi AU son argentinos descendientes te inmigrantes italianos-- *lo pisa un camion*
-Yukako Yamagishi de jojos recontra latina
-Dio Brando argentino súper argentino es inexplicable
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pricesugarwife · 12 days
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Por si quieres saber más, escuché esta canción mientras lo escribía.
Una pequeña obscenidad para rascar la picazón que me ha dejado este relato sobre John Price x Cali x Me (Gigi). Si quieres conocer a una de las mejores escritoras de COD puedes encontrarla como @the-californicationist y aunque ella no lo sepa, probablemente tengamos una relación a distancia.
Como siempre, mis obras son +18. Si no te gusta algo, por favor no lo leas.
Johnny estaba, para decir palabras menores, celoso de lo afortunado que era su Capitán. El mismo Capitán que se había deslizado de su asiento, con Cali apretada contra su cadera, en busca del pajarito que les había dado la nota. Y aunque el resto del 141 intentó ignorarlo, o cómo había dicho la mujer de cabello negro cuando la invitaron a sentarse en su mesa: “hacerse los locos”, porque era difícil evitar el elefante en la habitación. Sin embargo, la más joven que les comentó le decían Gigi, parecía esa cosita dulce que cualquier hombre quisiera tener en sus fauces. 
Ghost, al menos, podía sentirse aliviado de que Price se había llevado toda la atención. La amargura de sus celos mermaba al mismo ritmo en que Cali parecía derretirse, conversando animadamente, al igual que John pareció más relajado cuando la rubia le daba miradas de aprobación ante los avances de la desconocida. 
Y no, Johnny después se enteraría, para disgusto de Price, que no tuvieron sexo con ella esa misma noche, ni siquiera dos semanas  posteriores a ese encuentro. Les había tomado varias citas para comunicar claramente sus intenciones, límites y necesidades; Gigi estaba temerosa, esa servilleta la había enviado bajo los efectos de dos sangrías y quizás un gesto demasiado atrevido luego de admirar durante toda la noche a la pareja que se había refugiado en el lugar más cálido del bar.
Pero todo esa travesía había llevado a ese momento, una lujosa noche de viernes donde Cali había preparado pasta con su cremosa salsa alfredo, tarta como postre; y John sacó un delicioso vino para acompañar. La casa se había limpiado y acomodado, en la habitación principal se cambiaron las sabanas, se recogió el desorden de ropa sin planchar e incluso se encendieron velas aromáticas para que una débil fragancia a vainilla y coco impregnara la atmósfera. 
Las negociaciones se habían elaborado. Y antes de darle la bienvenida a una persona a su cama, le habían abierto las puertas de su corazón, compartiendo su amor con la dulce joven que los había cautivado hasta cada célula de su cuerpo. 
Tan arrollador y caótico como su espíritu. Se habían enamorado de sus sueños, luchas y aspiraciones. 
Y ella, una migrante que había cruzado la frontera para construir una vida mejor, sin intención de encontrar el amor, los conoció a ambos, quienes la salvarían. 
“¿Crees que me veo linda?” Cali se movía nerviosamente entre la sala de estar y la cocina, acomodando el escote de su llamativo vestido rojo que hacía resaltar el color de su piel, así como el lápiz labial que había aprendido, volvía loco a John. 
Él la miró de vuelta, enrollando las mangas de su camisa blanca, revisando si las chuletas de su barba habían quedado bien recortadas. “Amor, estoy segura de que podrías recibirla vistiendo solo una tanga o una bata de abuelita y saltaría sobre ti”
“Oh, es que no me sentía tan nerviosa desde que cogimos por primera vez” señaló la rubia, aplicando otra capa de gloss para que sus labios luzcan mucho más provocativos. 
“Sí, en la manera en cómo te arrodillaste por mí disimuló bastante esos nervios” bromeó John, agarrándola por la cintura y besándola hasta que escucharon el timbre. 
__________
Lo que parecía ser una balada en español camuflaba la cacofonía de jadeos, gemidos y sonidos que rebotaban en las paredes de la habitación donde Cali, Gigi y Price yacían acostados como protagonistas de un cuadro renacentista. Las luces de hada brillando sobre la cama derramando sombras sobre los cuerpos que se fundían en el amor, cautivados, embrujados por la neblina de la lujuria que elevaba la temperatura sobre las sábanas con aroma a rosas y vainilla. 
Cali acariciaba los pechos de Gigi, pellizcando los pezones y dejando besos en su boca que gemía de placer ante las ministraciones de John que devoraba su coño, presagiando el dulce ardor de la quemadura de barba con la que despertaría en la mañana. Gigi sujetaba con fuerza el cabello del capitán que observaba como sus dos chicas se divertían, riéndose cuando Cali se burlaba juguetonamente de la mujer más joven que habían descubierto era una princesa de almohada.
“¿Quieres que papi folle este coño, hmm, dulce?” susurró la rubia, compartiendo la misma sonrisa lobuna de John que empujaba los dedos índices y anular en su agujero de goteo. 
“Por favor, los necesito a ambos, necesito…” su línea de pensamiento se vio interrumpida por la cadena de gemidos sin aliento que liberaba de su pecho y revoloteaba sus ojos del más asfixiante placer.
“Tenemos una cosita muy codiciosa aquí, amor” dijo John, embistiendo su coño con sus gruesos dedos mientras levantaba su rostro, el resbaladizo untado por toda la boca, su barba y cuello. Cali lo empujó contra sus labios, dándole un beso con lengua y dientes para probar el picante sabor a excitación de Gigi que seguía poniéndose más mojada al ver a los objetos de su deseo compartir esa intimidad con ella. 
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John estaba extasiado, luego de haberle sacado un orgasmo a la mujer de cabello negro que yacía encima de Cali besándola y frotando su clítoris, mientras él follaba a la mujer de caderas más anchas, complaciéndola luego de que ambos decidieran entrenar a Gigi para que se volviera un desastre húmedo y desordenado, una gatita dispuesta a complacerlos a los dos. 
Su miembro estaba duro y cubierto por el resbaladizo de ambas, embistiendo con vehemencia hasta que su espalda se arqueaba a causa de la excitación. Los ojos brillantes, viciosos, los labios enrojecidos y el los colores de los lápices labiales esparcidos por su cuello, abdomen, y la base de sus bolas peludas, incluso se había transferido a los pechos de ambas mujeres que sonreían al ver la obra de arte que habían pintado. 
“¿Estás cerca, eh? Te ves tan deliciosa, cuando los vi no podía dejar de pensar lo bonita que serías con su polla enterrada en tu coño” las palabras más sucias se deslizaban de Gigi, que besaba y acariciaba la unión entre los dos mayores que gemían sin control. 
Cuánto se alegraba de que ella hubiese rechazado a MacTavish.
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bichotaaseason · 3 months
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califórnica - blas polidori x modelo!lectora.
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quiero clavar mis colmillos en tu carne, morena. / quiero hacerte el amor en una sala de espera.
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resumen: blas y tú se han visto en sesiones de fotos las veces suficientes para sentir atracción. pero nunca antes con ropa tan provocativa, ni con un director de fotografía que demande acciones tan... provocadoras.
wc: 3.3k
warnings: español neutro (ish), relación indefinida, nsfw (18+), sexo sin protección (chulo en teoría pero no lo practiquen amores), blas con mommy kink!!, risky sex, semi-público, dos idiotas bien pero bien horny.
A/N: eeeem yo usualmente escribo en inglés y para otros fandoms peeero @chiquititamia me dio tremendo brainrot con mommy kink!blas entonces tuve que hacer esto + tengo califórnica en repeat constante. cualquier retroalimentación es muuuy bienvenida ♡
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now playing . . . califórnica - la guasana ciega
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Por lo que Blas conocía de la marca, modelar para Diesel iba a ser… distinto. 
La ropa era de denim mayormente rasgado, con acentos en brillantina y colores que iban desde tornasol a neones brillantes. Pero lo que él veía como un mayor desafío era lo provocativo que solían ser las campañas. Cuerpos expuestos y brillantes simulando el efecto de sudor, manos atrevidas que podían hacer que cualquier peatón volteara la cabeza completamente para fijarse bien en el anuncio. 
Aún así, aceptó el contrato, sintiendo su estómago retorcerse por la emoción hacia lo desconocido. Era un reto, un buen reto. Era el tipo de adrenalina que muchos buscaban en las drogas o en la velocidad de un vehículo, sin importar las consecuencias en ambos casos. 
Sentado en el camerino del estudio los nervios disiparon con la música y la plática a su alrededor, su autoestima estaba igual de reluciente que el producto que le aplicaban en su torso desnudo. 
Hasta que entraste tú. 
Al sonido de la puerta, simplemente miró hacia un lado sin mover la cabeza, todavía concentrado en la manera que se movían los dedos de la estilista para definirle los rizos. Pero la voz de la directora creativa hablando directamente con él hizo que, por respeto, volteara su atención hacia el umbral desde que dejaron de trabajar en su aspecto. 
La mujer te presentó como su compañera del día, riéndose que debían actuar como pareja, y como respuesta su garganta se secó significativamente mientras dabas pasos lentos pero seguros hacia el. 
¿Era su imaginación o estudio estaba más caluroso? Según el recordaba el efecto del sudor era por maquillaje. 
Lo saludaste con una cierta felicidad, esperando que te recordara de otras sesiones pasadas que compartieron. El recordatorio de tu nombre se deslizó de tus labios como un cántico de los dioses, tu sonrisa más brillante que cualquiera de los productos colgados en perchas y modelos que se tomaban sus fotos antes que ustedes. 
Si no estuviera tan hipnotizado se hubiera dado cuenta la manera en la que tus labios se curvaban, convirtiendo tu sonrisa dulce en una con intenciones más profundas. También se hubiera dado cuenta como tus ojos examinaban cada centímetro de piel expuesta de su torso antes de que debían volver a su puesto; tú teniendo que ser arrastrada a otra silla a comenzar de inmediato con tu maquillaje. 
En ese momento, mientras veía de reojo por el espejo como te quitabas la camiseta oversize para quedarte solamente en el sostén de una tela casi transparente, Blas empezó a sacar las cuentas; ¿cuándo había sido la última vez que había cogido? No debió haber sido hace tanto, al menos no lo suficiente para sentirse así de caliente. 
Tuvo que empezar a recordar escena por escena la primera película de Shrek para poder disipar cualquier posibilidad de una erección. Tantas mujeres que había visto usando solo un par de pantysitos, y nadie había sacado una reacción tan adversa dentro de él. 
Pero para su alivio— proseguido por horror— pronto estaba a tu lado de nuevo, estilistas dando los últimos retoques. El solo portaba unos jeans anchos que dejaban ver el elástico de la ropa interior de la marca y un tank blanco demasiado cropped para su gusto, pero tus piezas consistían en unos jeans que parecían esculpidos a tus piernas y un micro top de la misma tela que apenas sostenía y cubría tus pechos en la posición perfecta. 
Él sabía que debía mirar hacia el techo durante la espera, pero tu voz simulaba un ronroneo mientras intentabas sacarle conversación, saber más de cómo estaba desde la última vez que se vieron. Su mirada se dirigía hacia abajo para mirarte, hasta con tacones el te sacaba una diferencia de tamaño, y por ahí mismo le daba una ojeada a tu escote. La piel brillante bajo las luces profesionales simplemente hacían que se le aguara más la boca. 
Y de nuevo a rogarle a su mente que empiece a relatar Shrek, esta vez la segunda película. 
Observaste su sesión en solitario de reojo; no eras tonta. Te diste cuenta como te examinó de arriba a abajo el momento que pisaste el camerino, y te pareció simplemente adorable. 
Tu adición a la campaña fue repentina; una de las modelos originales no contestaba el teléfono el día antes, y tu agente siempre había sido muy oportunista. Se sintió como si los astros se hubieran alineado para tu participación, considerando que la otra sesión que tenías había sido movida para el día siguiente. 
Saliste de tus pensamientos al oír al director preguntar por ti, indicando tu entrada junto a tu compañero frente a la cámara. Blas escuchó atentamente las indicaciones antes de posar, aprovechando lo apropiado que se consideraba tocarte en esta situación. 
Sus dos pares de cejas se fruncieron cuando el director creativo mandó a detener por un momento el trabajo, indicando a una asistente algo y apuntándote. 
“¿No le habrán enseñado en su casa que es de mala educación apuntar a los demás?” Le comentaste a Blas en voz baja, mirando hacia arriba para notar la manera en la que te miraba embelesado. El no pudo evitar reírse, el sentimiento de emoción propagándose como una enfermedad hacia ti, uniéndote en sus risitas. 
El fotógrafo captó algunas tomas de esa escena genuina antes de que un asistente viniera a tu lado. 
A Blas nunca se le había muerto una risa más rápido seguido del momento que presenciaron sus ojos; una corta conversación mientras la asistente te ajusta la tanga que traías para que los hilos sean visibles por encima del borde del pantalón que reposaban en tu cintura baja, la diminuta D brillaba bajo las luces. 
“Ahora si; esta vez, denme más pasión.” El director del rodaje comenzó. “Como si se quisieran arrancar la ropa uno al otro.” 
“No debo fingir mucho, no.” Tu voz era apenas un hilo de lo que era hace unos minutos cuando conversaban, pero Blas logró entender perfectamente lo que decías. Su garganta volvió a secarse, pero estar de frente a la cámara le da un cierto delirio de grandeza que no pudo controlar. 
Su mano ya se encontraba ubicada en tu cadera, y lo miraste cuestionante al sentir el movimiento de su tacto. No pudiste evitar el rubor que te subió a las mejillas al sentir como jugueteaba con uno de los hilitos de la tanga negra, recibiendo elogios del fotógrafo. 
Bajo el pretexto de brindar una mejor toma estiraste tus brazos para reposar en su hombros, tu espalda curveando para descansar tu pecho en contra del suyo. La manera en la que te miraba resultaba intoxicante, su mano soltando la tira para deslizarse dentro del bolsillo trasero del pantalón. 
“Van muy bien chicos, necesito una toma de los dos de frente antes de seguir contigo, dulzura.” El director se refirió a ti, pero aún así ambos asintieron ante las órdenes. Un quejido amenazó con salir de tus labios al momento que no sentiste su tacto en tu piel, pero obviamente resististe, dejando su mirada mientras te volteabas. 
Las primeras tomas fueron con poses rígidas antes de volver a la corriente artística de la marca, las indicaciones que recibieron fue aún más atrevimiento. Pegaste tu espalda cerca a la suya, tu cabeza reposando contra su hombro. Las palabras de agrado y aliento para dar más. Más pasión, más lujuria. 
Sentiste su brazo cruzar a través de tu pecho para mantenerte cerca, justo antes de inclinarse y hundir sus dientes en la piel de tu hombro. El director silbó complacido, pidiéndote mantenerte seria mientras mirabas directamente hacia la cámara con tus dedos colándose entre los rizos, para luego pedirle a Blas que dirigiera su mirada hacia arriba. 
Un gemido se quedó estancado en tu garganta, su otra mano reposando en un punto vulnerable de tu abdomen expuesto. Pero antes de que pudieras seguir fantaseando, le urgieron a tu compañero que saliera de la toma para captar el resto de las imágenes individuales. 
Seguiste la sesión como era habitual, pero el latido de tu corazón en tus oídos ensordecía las palabras del director. Sentías sus ojos quemando tu piel, pero no dejaste que sintiera la inseguridad cuando caminaste hacia él, asintiendo mientras uno de los asistentes los dirigía hacia una sala de espera. 
“Van a revisar su sesión, si todo está bien, les enviaré a alguien para que les quite las piezas. Cuidado con cerrar la puerta por completo, se queda trabada.” Dijo la muchacha antes de dejarlos entre percheros de ropa y un solo sillón de cuero en el fondo de la habitación. Estarían solos por un buen rato, faltaba el resto de su grupo y revisarán las fotos por si faltaba algo o requerían una sesión grupal. 
“¿Nos sentamos?” Ofreciste, apuntando hacia el mueble con tu cabeza. 
Blas asintió, dejando que camines enfrente de él. Es hombre, sus intenciones eran obvias, y no tenías miedo ni vergüenza en dejárselo saber. “No empieces con el acto caballeroso si lo vas a usar para verme el culo,” 
Te reías suavemente en la manera que quedó pasmado, parpadeando lentamente. “No te pongas tímido ahora, muñeco.” De nuevo tu voz salió como un ronroneo, y de nuevo se le secaba la garganta. 
Sus ojos escaneaban como cruzabas las piernas, tu mano daba palmaditas al espacio vacío al lado tuyo en el mueble. Lo mirabas atentamente cómo tomaba el lugar, sentado de la misma manera que tú para mirarte directamente. 
“¿Por qué tan tímido ahora, hm?” Tu mano se extendió para tomar su cara entre tus dedos. “Frente a la cámara te sentías muy seguro agarrando mi tanga.” 
Blas te miraba hipnotizado, como si fuera un pobre marinero hechizado por un canto de sirena. Notaste de inmediato cuando sus ojos bajaron hacia tus tetas, sacando una risa burlona de tus labios. 
“Mis ojos están aquí, ¿eh?” Sus mejillas se tiñeron de un rojo más profundo ante tu comentario, y sentías bajo tu pulgar como se le calentaba la piel. 
“Perdón.” Fue lo único que le salió decir, sus ojitos dulces mirándote con una aparente inocencia. 
“¿Por qué te disculpas, bebé?” Tu voz era dulce, contrario al pulgar que trazaba una línea en su labio inferior. “Ambos sabemos que no estás arrepentido.” Te acercaste más, tu otra mano reposaba sobre su erección, restringida por los jeans. 
“¿O me equivoco?” Lo miraste a través de tus pestañas, parpadeando lentamente. Notaste como tragó en seco, antes de asentir. “Usa tus palabras, nene.” 
“No,” Su voz salió como un suspiro, y la manera en la que tu cara se llenó de satisfacción y orgullo lo hizo sentirse aún más caliente. 
“Que bueno eres,” Elogiaste, viendo como se inclinaba más hacia tu tacto. Tu sonrisa se anchó al ver como partía sus labios para tomar tu pulgar entre ellos, succionando tímidamente. “E inteligente.” 
“Gracias,” El mismo tono de voz resonó en la habitación mientras sus ojos no se apartaban de los tuyos, y tú solamente podías sentir un cosquilleo en tu abdomen bajo. 
Para su desgracia, tus manos volvieron a tu costado, e intrigado observó cómo te levantabas del mueble. ¿Había hecho algo mal? Blas se preguntaba, el sonido de los tacones llenaba el silencio de la habitación. 
Hasta que te apoyaste en la puerta, cerrándola completamente. 
“Oops,” Te encogiste de hombros con una risita, prácticamente trotando de vuelta hacia el. Tu risa era contagiosa, pero te miraba un poco confundido. 
“¿Vas a dejar la timidez ahora? Soy solo yo.” Cuestionarse mientras prácticamente te le trepabas encima, sentándote en su regazo, una pierna a cada lado de su cuerpo. 
‘Ese es el problema’ pensó, pero respondió con cierta seguridad. 
“Creo que sí,” admitió con un poco de vergüenza, sus manos dirigiéndose a tus costados, sintiendo una calidez en su pecho por tu aprobación. 
“Me avisas; si no, saco una cámara,” Bromeaste— pero si él quería, no era broma— antes de inclinarte aún más cerca de sus labios, permitiéndole cerrar la corta distancia entre ustedes. 
Blas no desperdició ni un segundo, con miedo a que te arrepintieras, como si no eras la que estaba haciendo toda la gestión para seducirlo. Sus besos eran desenfrenados, demostrando toda su desesperación. El estado de frenesí que envolvió su mente prácticamente hizo que sus manos tomaran vida propia, dedos largos hundiéndose en la piel de tus caderas, jugando con la pretina del pantalón. 
Soltó un quejido cuando tus labios partieron de los suyos, pero sus quejas quedaron opacadas por la sonrisa gigante que se amplió en su cara cuando tus manos alcanzaron los dos botones que mantenían a la excusa de blusa en su lugar. No pudiste evitar soltar una risa; nunca habías visto a nadie tan hipnotizado ante tener tus tetas de frente. 
“¿Qué pasa?” Preguntaste genuinamente, empezándote a preocupar. Tus palabras sacaron a Blas de su trance, las manos que ocupaban su lugar en tu cintura delineando tu torso antes de colocarse suavemente en la piel suave de tu pecho, suspirando. 
“Están preciosas,” Su voz se mezcló con una exhalación, inclinándose para besarte el cuello. Pronto, sus afectos empezaron a descender por tus clavículas para finalmente plantarse en tus pechos. La manera en la que su lengua jugueteaba con tu pezón era suficiente para que tu columna se curvara, brindando un mejor ángulo. Su otra mano jugueteaba con el otro, y ahí decidiste prestarle atención al segundo latido que habías desarrollado, colocando una de sus piernas entre las tuyas. 
Notaste que soltó un gemido por la vibración en contra de tu pezón cuando empezaste a moverte en su muslo, sin darte cuenta que tu rodilla estimulaba contra el bulto en su entrepierna. Era una sensación de alivio momentáneo, pero te concentraste más en notar como tu compañero se encontraba más placer en comerse tus tetas. Al llegar a esa conclusión fue como si un bombillo se encendió en el tope de tu cabeza, y decidiste halar más coraje para tantear en tus sospechas. 
“¿Te gustan, bebito?” Preguntaste entrecortadamente. “Cualquiera cree que tienes días sin comer,” Prestaste atención a su reacción, considerando que estabas solamente probando las aguas. 
Él se limitó a asentir, ojos suaves mirándote por un segundo antes de cambiar de lado. “Respóndeme, si te quedas ahí pegado todo el tiempo te vas a quedar sin respirar.” Lo desafiaste, agarrando su mandíbula con tu mano. 
“Si,” Ahora era su turno de ronronear, parpadeando rápidamente con dulzura como lo habías hecho antes. 
“¿Si qué?” Si querías adentrar solamente la puntita de tus dedos al agua de tus sospechas, ahora estabas prácticamente hasta la cintura en ella, lista para sumergirte. Era como si su mente se había descompuesto por un momento, la nuez de Adán tan pronunciada en él rebotó mientras tragaba en seco, viendo como tu mano agarraba su duro miembro aún cubierto por el asfixiante denim. 
“Sí, mami.” Su voz bajaba otro decibel y no hubieras percibido las palabras que dijo con tanta vergüenza, pero te conformaste por ahora. 
“Tan lindo,” Tu voz salió como un dulce arrullo mientras tu mano jugaba con el cierre del pantalón, y él se apresuró a ayudarte a deslizarlo lo suficiente hasta abajo. 
Empezaste a tocarlo por encima de la ropa interior, viendo como echaba su cabeza hacia atrás, sus caderas se levantaban por la desesperación. “Por favor…” El gemía suavemente, sus plegarias evidentes en lo que necesitaba. 
Pero tú decidiste fingir demencia, levantando una ceja. “¿Hm, por favor qué?” Él te miraba como si estuvieras loca, pero al mismo tiempo con cierta obsesión en la manera que le hablabas. 
“Mami, por favor.” Rogó entre respiraciones entrecortadas, y no pudiste hacer más que quitarte de su regazo. Sabías que rogaba para que lo masturbaras, pero el miedo de manchar los jeans que costaban más de cien pavos era demasiado. 
Blas observó cómo te desabrochaste el pantalón, su miembro prácticamente palpitando al ver cómo te quedabas usando única y exclusivamente la tanga negra junto con los tacones que se te asignaron para la sesión. 
En ese momento, él juraba que se podía morir ahí mismito o que quizás ya tuvo un derrame y todo esto son delirios por la falta de oxígeno. Confirmó que no cuando te colocaste de nuevo en su regazo, tus manos actuaron lentamente para quitarle la pieza de ropa interior, ya manchada por el líquido preseminal que rodaba cálidamente por su punta. 
“Mírame,” Comandaste mientras movías la tanga hacia un lado, rozando su punta con tu entrada. El obedeció sin ninguna queja, labios ligeramente separados, los cuales dejaron escapar un gruñido bajo al sentir la calidez que proporcionaban tus paredes. 
“¿Se siente rico, hm?” Suspiraste, intentando suprimir un lloriqueo ante la profundidad de su miembro. No podías enseñar ninguna debilidad cuando lo tenías comiendo de la palma de tu mano. No era el más grueso, pero tenía una leve curvatura que te estaba volviendo loca. 
“Si, mierda—“ Notaste que aprendió a usar sus palabras, y eso fue suficientemente bueno para que movieras tus caderas en un círculo, la acción sacando gemidos de ambos. 
Tu mente se ausentó de la realidad, olvidando completamente que en la habitación posterior había un sin fin de personal y modelos por igual, dejandote guiar por el placer de por fin saciar tu deseo por el muchacho debajo tuyo, después de tantas sesiones compartidas en las que él se dejaba influenciar severamente por su timidez y no daba el primer paso. 
La manera en la que empezabas a subir y bajar la longitud de su miembro lo estaba volviendo loco, y tuvo que ocupar su mente en otra cosa para no acabar en ese preciso momento, sus dedos hundiéndose en tu cadera de una manera que te preocupaba si iba a dejar alguna marca. Pero dedujo de la manera en la que tus cálidas paredes lo apretaban que te encontrabas en una situaciónn similar. 
“Déjame ayudarte, mamita,” Blas dijo gentilmente, notando la manera en la que tus rodillas falseaban, el ritmo con el que empezaste había ido disminuyendo significativamente. 
Asentiste, dejando que él mismo fuera el que te tumbara para recostarte en el sillón de piel, la sensación de la tela pesada era ligeramente asfixiante. Aunque eso no perduró mucho desde que Blas te volvió a penetrar, forzando al aire de tus pulmones a comprimirse significativamente. 
No pudiste evitar rodar tus ojos hacia atrás, tus uñas— hechas a la perfección para la sesión— hundiéndose en sus brazos para descargar el placer abrumador que llegaba a cada esquina de tu ser. 
“Sigue así, se siente muy rico,” El elogio salió como algo cercano a un lloriqueo, y ya no podías aguantar más. 
“¿Dónde?” Logró preguntarte dentro de su propio placer cegador, y no tuviste que pedir ni una onza más de contexto para reclamar. 
“Dentro.” Las palabras que salieron de tus labios parecían demasiado buenas para ser verdad; aún así, Blas no iba a desaprovechar la oportunidad y siguió tu mandato sin queja alguna, pintando de blanco cada curva de tu interior. 
Colapsó encima tuyo, y tú no tuviste más remedio que arrullarlo en tu pecho, murmurando palabras dulces mientras ambos se recomponían. 
Justo ahí, sonó la puerta. “¡Se quedó estancada otra vez!” Pudieron oír a uno de los asistentes anunciar del otro lado mientras prácticamente volaban para volver a ponerse la ropa. 
“¿Qué vas a hacer después de aquí?” Blas rompió el silencio mientras ambos observaban y escuchaban como intentaban forcejear la cerradura de la sala de espera con un cierto aire espeso comparado al que había a la llegada de ambos. 
Lo miraste con curiosidad, alzando una sola ceja como modo de respuesta. “¿Salimos a cenar?” 
Tu sonrisa, la que era realmente genuina, hizo que se le ablandara el corazón. Tu movimiento de cabeza para asentir fue más que suficiente para que se inclinara, demandando un beso, compartiendo tu misma expresión de júbilo. 
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