#tal vez si | Explore Tumblr Posts and Blogs

lui1227 · 10 years

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NaruSaku - Sin Título

-Séptimo, …

-Naruto,

- ¿eh? …, sabes muy bien que no voy a llamarlo as…

-Naruto

-…

-no es difícil, Sakura-chan –una pequeña sonrisa se dejó entrever entre las manos del rubio que tenía contra sus labios –siempre me has llamado Naruto, no tiene que cambiar ahora –lo único que les separaba era un escritorio a rebosar de documentos y cuencos de ramen vacíos; el ordenador portátil estaba olvidado en una esquina. Naruto arqueo una ceja esperando por la respuesta de la pelirrosa que le observaba. No sabía definir muy bien lo que ahora se reflejaba en el rostro de su amiga, atrás quedaron los momentos en que podía ver absolutamente todo de ella; el tiempo se había encargado de enfriar su relación y era la razón de que empezaran esa pequeña disputa.

La pelirrosa soltó un bufido molesto y se pasó los dedos por la frente intentando relajarse un poco. la actitud del rubio le molestaba, no entendía a que venían esos juegos – iré al grano, han llegado algunos casos preocupantes al hospital desde la academia, todos dicen que es Bolt quien les deja así y no quería creerlo hasta que Sarada me lo confirmo –cuando el rostro del Hokage se ensombreció sabía que había dado en el clavo – no quiero poner más problemas sobre tus hombros de los que ya tienes pero debes hablar con él, si es tan fuerte ya haz que se gradúe y ponle bajo la supervisión de alguien pero no puedo curar más huesos rotos cada vez que le dé una rabieta –termino por apoyar las manos en la mesa y observarle con firmeza – mételo en cintura, es tu hijo.

El rubio bajo la cabeza, su hijo… cuan orgulloso estaba de él y en cuantos problemas se estaba metiendo solo por llamar su atención, aunque hace mucho que eso había dejado de ser así, intento darle razones pero no quería entenderlas –lo se Sakura-chan, pero no sé muy bien que puedo hacer con él, y Hinata… -Hinata no era capaz de alzarle la voz tampoco, era demasiado flexible con él y el niño empezaba a utilizarla – no puedo ocuparme de eso, tengo todo este papeleo y… –puso excusas, aunque ya ni siquiera eso le extrañaba; hace mucho que su actitud con la vida había cambiado y esa era uno de los tantos efectos. A Sakura no le pasó desapercibido que Naruto esquivaba su mirada. Hizo girar el portátil con el que se atrevió a intentar parecer ocupado escuchando como protestaba el rubio, guardo el documento y lo cerro –vas a escucharme, ¿qué es lo que sucede contigo? El Naruto que yo conozco no dejaría pasar esto, corregías a Konohamaru y tú no eras solo un mocoso igual que el – que lo llamara por su nombre sirvió para atraer su atención – Hinata me ha dicho que hace mucho que no pasas por casa y que Himawari apenas te ve también… he estado alejada pero soy tu amiga –frunció el ceño cuando su interlocutor se levantó haciendo un sonido irónico – ¡sí! Soy tu amiga con un demonio y aunque no tenga derecho a reprenderte lo hare. Es tu familia la que llama por tu atención y simplemente estas aquí, esto es importante pero no puedes ponerlo sobre sus vidas – le siguió con la mirada hasta que se sentó sobre la mesa frente a ella y se cruzó de brazos –hm… ¿quieres saber lo que me pasa? Mira el calendario y dime qué fecha es – le sorprendió el tono sin vida que salió de la garganta ajena, no necesitaba el calendario –abril tres, ¿Qué tiene de especial? ��le observo con los brazos en jarras.

–Fue el día en que me enamore de Sakura-chan… – esas palabras pronunciadas con tanta ligereza le petrificaron. Sus ojos se clavaron en los azules – el día en que me prometí que algún día te fijarías en mi – llevo su mano a la parte trasera de su cabeza y se desordeno el cabello en lo que su rostro fue llenándose de nostálgica alegría en lo que sonreía como antaño – es el día en que me permito pensar en ti y en como hubiera sido nuestra vida juntos – bajo la mano un poco para masajearse el cuello casi de manera inconsciente, la sola añoranza de aquello era suficiente para hacer que en el rostro del rubio se reflejara una alegría que ya no solía mostrar ni a sus hijos – quiero mucho a Hima y a Bolt pero no puedo estar en casa por estas fechas. Siento causarte problemas, me encargare de que el cabeza hueca de mi hijo se responsabilice de sus actos – los brazos de la pelirrosa habían caído a sus costados y no era capaz de observar otra cosa que no fueran sus ojos. Se preguntaba cómo era posible que le soltara eso ahora…precisamente ahora… luego de diez años – Naruto… eres un…- sus puños se apretaron al ver como el rostro ajeno perdía su gestualidad y volvía a ese tono gris que había adoptado desde quien sabe qué momento –ya lo sé, igual el momento ha pasado ya pero no puedo simplemente olvidarlo, ¿sabes? – Tamborileo distraídamente sobre la madera de su escritorio – nunca tuvimos mucho tiempo para estas cosas y cuando todo termino tu mirabas solo a Sasuke, así que pensé que nada había cambiado desde la Academia. ¡! – con la mano vendada detuvo en un rápido movimiento el puño que se diría a su rostro - eh! ¿A qué viene eso?...ah! Sakura-chan! – Se alarmo cuando escucho un sollozo venir de ella; vio sus lágrimas – no no no, no llores anda – se sintió algo nervioso, no recordaba haberla hecho llorar en su vida y no sabía cómo actuar –idiota… eres un grandísimo idiota – murmuraba ella en lo que intentaba zafarse de su agarre –todos estos años… ¡nunca me lo dijiste! Tu... ¡grandísimo cobarde! –sabía que era injusto llamarlo así pero realmente no lo entendía; si, no recordaba que le impulso a decirle a Sasuke si dejaba que le acompañase, tal vez la nostalgia del momento, pero nunca lo vió como algo romántico, vaya si fue una idiota. Naruto simplemente nunca más volvió a mencionar el tema y ella esperaba el momento para hacerlo. Nunca llego, lo último que supo del rubio fue que se había declarado a Hinata y ahí todas sus esperanzas acabaron.

Se soltó por fin de su agarre, no por su voluntad si no porque el dejo de retenerle, y pudo limpiarse el rostro – siempre fuiste lento pero esta vez han sido 10 años, eres el rey de lo inesperado como siempre – murmura. El no dejaba de observarle hacer, su cabeza daba vueltas intentando entender sus palabras ¿“tarde”? ¿Cómo tarde? ¿Por qué tarde? – me estás diciendo que si yo… - no quiso terminar la frase, dudaba si quería conocer la respuesta o no. Eso no detuvo a Sakura para dársela con un simple asentimiento de la cabeza. No fue consciente de que había dejado de respirar hasta que se le hizo necesario dar una bocanada de aire para recuperar el habla – ¿me q-querías? ¿Tú? – No se fijó en que su sorpresa lastimaba a Sakura – sí, yo… pero no he venido a esto… -su voz de pronto se tornó algo amarga. Dio dos pasos atrás y la media vuelta para recorrer la distancia que le separaba de la salida – ambos tenemos una familia y ya no somos niños. Encárgate de Bolt, te lo pido.

Solo pudo verle partir pues no se atrevía a moverse.

En un parpadeo se encontraba frente al hospital entrando en la recepción con pasos urgidos – ¡¿dónde está Sakura Haruno!? – no tenía tiempo para parecer calmado serio o controlado, era el Hokage pero ahora mismo se sentía un adolescente explosivo de nuevo. La mujer tras el mostrador le indico la habitación y el no perdió el tiempo en agradecimientos antes de emprender el camino a zancadas; sudaba y estaba preocupado, en cuanto había escuchado de boca de Shikamaru sobre la emboscada, que le habían tendido de vuelta del país de la hierba, y que le habían traído casi sin vida no dudo en dejar todo tirado para saber de ella. En la puerta de la sala de cirugía se encontraba Tsunade – ¡vieja! – la rubia le observo, que no le gritara que no le llamara así le hizo pensar que algo grave estaba sucediendo – ¿cómo está? ¿Dónde está? – Le tomo de los hombros y le zarandeo un poco sin querer, víctima del sentimiento de vacío que le estaba envolviendo - cálmate, Naruto. El peligro ha pasado pero tiene que descansar... ha sufrido u... –cuando quiso explicarle la luz de roja que indicaba que la sala estaba ocupada se apagó y abrieron las puertas. Le llevaban en una camilla mientras una bolsa de líquidos, otra con sangre y una máscara de oxígeno estaban pegadas a ella, se podían ver raspones, moretones y algunos cortes en su rostro y brazos. No quería imaginarse lo que había debajo de las sabanas. Los médicos no le prestaron atención pero Shizune se quedó a su lado – está bien, está fuera de peligro, tardara en recuperarse pero lo hará. Es una mujer fuerte – no tenía que escuchar sus preguntas para saber lo que le atormentaba y con eso también calmaba a Tsunade.

Sus hombros bajaron y se dejó caer contra la pared deslizándose hacia el suelo; soltó un suspiro de alivio y se pasó las manos por la cabeza – pensé que…. –ambas mujeres le observaban; pensaban porqué era el rubio el que estaba ahí y no cierto moreno. Naruto tenía un nudo en la garganta fruto de la angustia por que había pasado durante unos minutos pues desde su conversación, hace eso de un mes, no había dejado de pensar en ella y en todo lo que no se habían dicho durante ese tiempo. Sin darse cuenta se había encontrado añorando su adolescencia y cuestionando si había pasado por alto algo cuando hablaba con ella; añorando sus sonrisas, sus exaltaciones, sus quejas, ¡hasta sus golpes! Muchas veces Shikamaru pinchaba su burbuja y le obligaba a volver al trabajo pero no pasaba mucho tiempo antes de que su cabeza se perdiera en Sakura Haruno. Se dio cuenta entonces que sí tenía fecha para el día en que se había enamorado de ella, no la tenía para cuando dejo de hacerlo…eso quería decir que ¿no lo había hecho? Se dio cuenta de so en el trabajo, solo porque Nara le cuestiono que le pasaba tras verle caer de la silla; ¡le amaba!, aun lo hacía y que estuviera casada con su mejor amigo no iba a detenerle… ¡ni siquiera que el mismo estuviera casado! No sabía cómo demonios iba a arreglarlo pero pensaba hacerlo. Así que escuchar de palabras de Nara que ella estaba en peligro de muerte fue el detonante.

Se despidió de las mujeres con un gesto apresurado, ellas simplemente sonrieron de una forma cómplice despidiéndose del Hokage con un gesto que é ignoro por completo, y siguió a los médicos que llevaban a Sakura a una habitación. No le permitieron entrar hasta que le conectaron a una máquina que leía sus signos y él no les permitió que le retuvieran más que lo necesario para que lo hicieran metiéndose en la habitación y cerrando la puerta. Se sentó a su lado y le observo…aun con todas esas heridas era una mujer hermosa, casi le parecía estar viendo a la Sakura de hace 10 años.

Si lo pensaba nunca le había escuchado rechazarle, ni siquiera recordaba escucharle aceptar a Sasuke pues cuando menos se dio cuenta el moreno estaba en su oficina diciéndole que ella estaba embarazada, si lo pensaba el sí que tuvo citas con Hinata y poco a poco le fue cogiendo cariño pero ¿Sakura y Sasuke? Nada, no había nada en su memoria sobre citas ni cortejos ni nada de ese estilo. Vaya que Sasuke era una seta cuando quería pero… sacudió la cabeza, ahora no era momento de pensar en tonterías, Sakura estaba frente a él durmiendo plácidamente y el disfrutaría de poder tener su mano entre las suyas. Sonrió como un tonto solo por hacerlo; casi se sintió algo avergonzado por esperar que durmiera muchas horas y así poder prolongar ese agarre. Tan mentido en sus pensamientos que no se dio cuenta de que alguien entro a la habitación hasta que escuchó la voz grave de un hombre carraspear tras su espalda.

Giro, y vio a Sasuke Uchiha observándole fijamente con el ojo que no cubría el flequillo, podía sentir la pregunta que flotaba en el aire pero su primer instinto no fue soltar la mano de la mujer, sino que lucho con cada fibra de su ser para obligarse a ello – va a despertar pronto. No corre peligro – el Uchiha rodeo la cama para apoyarse en la ventana sin hacer ninguna señal de que le escuchaba, pero él le conocía así que sabía que lo estaba haciendo – lo sé – fue su escueta respuesta – es fuerte –replico metiendo las manos en los bolsillos del pantalón – Shikamaru está fuera de la habitación esperándote y Sarada quiere ver a su madre, no pueden estar más de dos dentro de la habitación – ambas miradas chocaban. Estaba claro que de ahí no le moverían y Sasuke no parecía querer hacerlo. De su actitud más bien se percibía un extraño sentimiento de alivio – ¿puedo preguntar algo? – Volvió la mirada a Sakura por unos segundos antes de seguir – lo has hecho ya, idiota... pero adelante – no se dejó llevar por ese camino cuando antes hubiera caído fácilmente – tu no estas casado con Sakura-chan – impregno de resolución que no quedaba de ella un solo ápice de interrogación – no, solo vivimos juntos y tenemos una hija en común – se encogió de hombros; una hija que ni siquiera era de ambos – … debiste decírmelo antes – replico el rubio, sus mayores temores/anhelos se hacía realidad –nunca te interesó preguntar – y era verdad, simplemente había asumido la verdad que conocía y nadie intento sacarlo de su error. Tal vez Sakura se resignara, tal vez Sasuke quería aprovechar la oportunidad... Tal vez él no debió rendirse.

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No se qué me ha impulsado a escribir esto, lo único que suelo escribir son textos jurídicos xDD. así que no me hago responsable de errores ni nada por ese estilo. realmente no se ni porque lo pongo aquí *sigh* no es todo lo que quería escribir pero tampoco se si voy a continuarlo. tal vez es solo fruto de mi enorme decepción con "ese" final tan incoherente e insustancial de Naruto, algo que he adorado por más de siete años.

ya ni siquiera se trata de las parejas. (aunque mi "OTP for life" es y será el NS)

#narusaku #fic #tal vez si #no me mateis #mi corazón duele

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