#tu voz calma la rabia

[mutantes-sinmas]

Siguiendo el ciclo del agua que nutre a la Tierra... Buenos días... Siempre comienzo con la misma meditación, y luego depende del día practico diferentes ejercicios, la mayoría se derivan de las tradiciones hindú, budista, taoísta y chamánica que he ido aprendiendo de diferentes maestros y maestras que compartieron conmigo sus conocimientos, así como los que fui despertando y añadiendo de mis propias indagaciones. Independientemente del desarrollo igual siempre termino con una visualización donde la energía de la luz se ha ido desarrollando por mi ser y comienza a salir hacia todas las direcciones por igual, la luz sale hacia todos lados, atraviesa el suelo sobre el que estoy, hacia los laterales y sale hacia el cielo. Es una luz que va recorriendo toda Barcelona, recorre la península y va recubriendo toda la Tierra. Sigue expandiéndose hacia los demás planetas fundiéndose con el sol y por toda la Galaxia y así se va uniendo a otras Galaxias formando un todo con el Universo. Es una luz que purifica, limpia y sana. Y luego vuelvo a mí y abro los ojos. Así cada día termino mis meditaciones.

[ocasoinefable]

- venia hasta el borde del camino de piedra, me detenía. Lloraba en silencio, no hay mucho que decir sobre esos tiempos; solo nací envuelta en la fragildad de dos vidas, en la rabia momentánea, en el eco de la voz que volvía vacía, los días y noches en total soledad, solo un trago de imaginación entendiendo el mundo. Son solo piezas las que puedo pronunciar de todo aquello.. veía el ondear de las ramas desde allí, sabía que era primavera o verano según se moviera la brisa entre las ramas -

Su mirada navegó bajo la tierra y como si se caudiera volvía su mirada a tener vida sobre ella.. le conteste envolviendo con calma el arrebato de su mirar,

- no sé desde cuándo vengo a sentarme en este banca. Me gusta la manera en la que se mueve cada hebra del árbol, como calla y habla, esa vida que se arrastra a cada minuto y no se explicar. (Mis labios temblaron), Como tu mirada en la mía, tu silencio junto al mío. Y late, late minuto a minuto nuestro corazón..

[akraphe]

Inventario

El viejo olor a viejo. Las anécdotas. El respeto. Los que se cumplan tus deseos. La voz. Las cabezas que se giran para escucharme. Poder detectar la ironía. El tacto y la noción de tacto. El volar en primera clase, más otras cosas parecidas como la amistad o los derechos. Los motes. La circulación de la sangre. El interés de mis profesores. La calma, la paz, la ataraxia, aquello. Ah sí, y el pelo corto, el pan listo para partirse y la elegía del viento.

Es el inventario de cosas que he perdido.

Fugaz privilegio.

Algo falta. La rabia, muchísima rabia. Como para llenar infinitas páginas, cántaros, o cartas magnas.

[deltiempoquenomesobra]

Que tan arriba - La Brigida Orquesta.

Disco: Música para la inmensa minoría.

Que tan arriba es arriba,

Los animales tambien se suicidan,

Pocas puertas de entrada

Muchas de salida

Encontrémonos en vida, querida a a,

Huyendo de esta realidad aburrida.

Que tan arriba es arriba,

Los animales tambien se suicidan,

Pocas puertas de entrada

Muchas de salida,

Encontrémonos en vida, querida a a,

Huyendo de esta realidad aburrida.

Gabo paillao: Piano Voz.

Dos de azúcar, un te quiero

y un espasmo mañanero,

No soy de fingir sonrisa ni caricias

Al olvido yo me entrego,

Nunca acepte las reglas de este juego.

Sobre penar y divagar

Un corazón, otro final.

Para ver que todo lo que tienes

Viene pasa y se desvanece,

Te quise como la tierra a la lluvia,

Quién brille la luna

Y acompañe tu ruta.

Con una canción

que abrace tus adentros,

Tempo al Tempo.

Tomás Alaud: Bajo Voz.

Mi muerte brindará vida a nuevos seres,

La muerte de otro hace que yo viva,

quieres?, tomar la salida

Más no te está permitida.

Saca número respira

acepta tú turno en la fila,

Que nadie te diga

el como tomas tu vida.

Al mia me vacila

Por esa misma pija

E de invitarla a un dancing

A fornicar rajando sus pantys.

Voy a regar pa' fortalecer su lado fragil,

Polinizar y fertilizando el campo fértil,

Tan vital morir, como gestar

con un cordón umbilical.

Que tan arriba es arriba,

Los animales también se suicidan,

Pocas puertas de entrada

Muchas de salida,

Encontrémonos en vida, querida a a

Huyendo de esta realidad aburrida.

Matiah: Voz.

Usando de trotadora al mundo mientras gira,

Un beso eterno en esos labios antes que se despidan,

Un concierto de aves en tu cama entumecida,

Un destello de calma pa' tu alma amanecida,

Brota magma en tus heridas,

Sangre hervida que te deja las venas cocidas y una rabia amplia activa,

Mis palabras no son nada

Si tú no las imaginas, oh

Si no te ríes nunca de esos secretos que lastiman,

La belleza es la mitad de quién la muestra y quién la mira,

Es una mentira hermosa con verdades subjetivas,

Tengo un reloj sin pila, un calendario de otro año del negocio de la esquina,

Donde compraba cigarros

y ahora es estación de bencina.

No cambio tus abrazos por un casa con piscina,

Me acuerdo de ti cuando veo volar las golondrinas,

Yo ahorro porque lo que quiero aun no se inventa,

Traductores de perro, máquinas del tiempo y pimentones con gusto a frambuesa,

Acompañame a cortar la maleza,

Follar en la mesa,

No arruinar la sorpresa,

de la muerte teniéndola tan cerca

y su tentadora oferta.

Cuánto cuesta?,

Cuánto cuesta?,

Cuánto cuesta?.

...

[infusionmental]

Prompt 18: Tatuaje

Se había hecho ese tatuaje como muestra de rebeldía ante sus padres. Un sigilo, para que no lo encontrasen los ángeles. Le había parecido, tan irónico, tan de justicia poética, hacerse un tatuaje para evitar los ángeles. Esos con los que sus padres estaban tan obsesionados, en su fanatismo religioso, esos a los que su madre le obligaba a rezar cada noche para que velasen sus sueños y le protegiesen de las pesadillas, cuando la única pesadilla era la vida que tenía cuando estaba despierto.

Por eso le pareció tan divertido, un tatuaje para que los ángeles no le encontrases, una broma privada para reírse en su soledad. Ese tatuaje trajo consigo una paliza por parte de su padre y un hostigamiento por parte de su madre, que ya no lo dejaba nunca sin supervisión excepto para ir a clase.

A Castiel le gustaba ir a clase, mas que nada porque era el único lugar donde podía estar lejos de la mirada de Chuck y Naomi. Pero aun gustándole quería poder salir con libertad pasear entre los árboles, tumbarse al sol. También quería ir al cine y tener amigos, pero esa opción estaba más que lejos de sus posibilidades.

Una mañana cuando Naomi le dejó en la puerta del instituto, Castiel entró para salir nuevamente una vez vio que el coche de su madre desaparecía por la esquina. Sabía las consecuencias que tendría cuando llegase a casa la noticia de su falta a clase, pero solo quería ser libre por un momento.

Se dirigió hacia la salida con calma y se escondió entre unos árboles a la puerta. Después corrió hacia un pequeño bosque que estaba al lado del instituto. Se sentó debajo de un árbol y mirando entre sus hojas vio como el sol iba subiendo. Al cabo de un rato una tosecilla le sacó de sus pensamientos.

-Ey ¿está ocupado?

Castiel no quería que le molestasen. Sabía que se la había cargado y no quería que nadie le rompiese la frágil paz que tenía. Con desgana miró hacia la voz y su respiración se quedó en su garganta cuando vio a Dean Winchester. Por supuesto... el amor platónico de Castiel. Uno de los motivos por los que según sus padres iría al infierno. El chico más atractivo de todo el instituto. Pero no era sólo su apariencia lo que había enamorado a Castiel. Era todo lo demás, como se comportaba con su hermano pequeño, cuidándole ferozmente, cómo era con el resto de alumnado del instituto, ayudando a quién lo necesitaba, cómo ignoraba a todos esos chicos que por ser más populares se creían con derecho a joderle la vida al resto, Dean no solo no les seguía el juego, en ocasiones les había confrontado.

-¿Hola? -insitió Dean, mirando a Castiel suspicazmente.

-Oh, hola...si….perdón.. me había ..desconectado por un momento – dijo Castiel vacilante, con una atisbo de sonrisa y haciéndole sitio a su lado.

-Perdona si te molesto. Te vi salir y me pareció buena idea -dijo Dean sonriendo ampliamente.

-No, no molestas. Pero igual te metes en algún lío.

-¿Tu no lo harás?

-Si, pero a mi no me importa.

El silencio cayó sobre ellos. Castiel miraba de reojo. Se maldecía pensando en cuántas veces había deseado tener la oportunidad de charlar con Dean y ahora… Era un idiota

- ¿Por qué dices que no te importa?

Castiel se sobresaltó con la repentina atención y la pregunta. No se sintió molesto, pero si un poco intimidado.

-Mis padres ya me tienen castigado...Así que … qué mas da un golpe más o menos, o que me prohiban qué, si ya no me dejan salir. Mi madre me trae al instituto y me recoge. Solo salgo para ir a misa. No puedo ir a ningún sitio más, no móvil, no internet…

Mientras decía esto Castiel simplemente miraba hacia el suelo, arrancando briznas de hierba mientras hablaba. Ni siquiera estaba enfadado, solo tremendamente triste. Dean por el contrario, con cada palabra de Castiel iba abriendo más lo ojos. Cuando Castiel mencionó el golpe apretó uno de sus puños con rabia.

-¿Y por qué te hacen eso? ¿Por qué te han castigado de esa manera? - escupió con rabia.

Castiel miró a Dean entre cerrando sus ojos y ladeando la cabeza. Y luego lentamente sonrió. Una sonrisa pequeña y casi imperceptible, que Dean vio y le hizo tartamudear el corazón.

-Por esto – dijo Castiel al tiempo que levantaba su camiseta para que Dean viese el tatuaje, el sigilo, grabado en tinta negra en su costado , pegado a su pecho y cerca de su corazón.

La boca de Dean se secó de repente, sus ojos se abrieron con sorpresa. Sin detenerse a pensarlo estiró la mano y rozó con su índice el tatuaje de Castiel, dibujando la forma y las extrañas letras.

De repente, al darse cuenta de lo que estaba haciendo, retiró su mano como si se hubiese quemado y se sonrojó furiosamente mientras miraba de reojo a Castiel, que tenía la boca semi abierta por la sorpresa y estaba igualmente sonrojado.

- Emmm….- tartamudeó Dean - ¿y que es? ¿élfico?

La carcajada de Castiel hizo que Dean levantase la vista y se encontrase con esos ojos azules. Y le robó el aliento de nuevo.

- No, no es élfico, es enochian, el idioma de los ángeles.

-El idioma de los ángeles, nunca había oído hablar de ello.

-Eso es porque tus padres no seran profundamente religiosos.

-¿Y entonces por qué se han enfado tanto por tu tatuaje?

Y ahí fue cuando Dean cayó definitivamente. Cuando Castiel le miró, con esos ojos y le dio una media sonrisa totalmente cínica respondiendo:

-Porque es un tatuaje para que los ángeles no puedan encontrarme.

Dean se encontró sonriendo como un idiota y alucinando con el extraño chico que había llamado hacía meses su atención y al que, a pesar de haber visto tantas veces por el pasillo, nunca se atrevió a decir nada porque desprendía un aura como de ser de otro mundo. Y entonces se rearmó porque, joder, él es Dean Winchester..

-Bueno, si te sirve de consuelo… - Dean levantó su camiseta, mostrándole a Castiel su propio tatuaje, sobre el pecho, justo sobre el corazón.

Castiel miró atónito el tatuaje de Dean con la boca abierta y luego a sus ojos verdes con la pregunta escrita en ellos.

-Es un amuleto, para evitar las posesiones demoníacas. Trato a toda costa de evitar que lo que se llevó a mi padre me coja a mi también.

Y ahí fue donde Castiel se perdió. Porque todo el mundo en la escuela sabía que el padre de Dean estaba vivo y era un alcohólico que había abandonado a Dean y a su hermano con su tío. Castiel miró a Dean con una tristeza aun más profunda.

-No, quita esa mirada triste de ahí, no la necesito ni la quiero. Además, mi problema ya se ha ido, tu en cambio… amigo, estas jodido. - Dijo Dean sonriendo y tratando de aligerar el ánimo.

Castiel se rió mientras le daba un golpe en el hombro

-Oye, que mis padres están chalados, un poco de clase.

Los dos comenzaron a reírse hasta que poco a poco fue pasando y se quedaron recostados en el árbol viendo el día pasar. Esa mañana hablaron de muchas cosas.

Cuando volvían de camino al instituto, una sensación de congoja les iba apretando. Y cuando pasaron la puerta se miraron y se sonrieron tímidamente.

- Me ha gustado faltar a clase contigo, Dean.

- ¿Sabes  mi nombre? - dijo Dean en una mezcla entre sorpresa y presunción.

- Por supuesto, quién no conoce al famoso Dean Winchester. - respondió Castiel tirando de una media sonrisa.

- También me ha encantado faltar a clase contigo, Castiel.- dijo Dean, eliminando de su voz cualquier burla y cargándola de intención.

Castiel miró a Dean con sorpresa.

- Eres famoso para mi, Castiel Novak.

La respiración de Castiel se cortó en sus pulmones cuando de repente un claxón comenzó a pitar de forma ensordecedora.

-Su carruaje, mylady. - dijo Dean a modo de broma sonriendo de oreja a oreja – Te veo mañana.

- Nos vemos mañana- dijo Castiel sin aliento.

[mysteryelenapunisher]

a mil paginas de ti, libro de mi autoría, derechos reservados, capitulo 1

Esta historia empieza con una ruptura, una traicion, y la realización que he vivido mi vida bajo los estándares que se me impusieron para ser feliz.

Se me dio un guion y yo casi sin chistar decidi seguirlo, hasta el momento en que me di cuenta que me había perdido a mi misma en el camino de encontrarle sentido a esta vida que me construi con instrucciones de otras personas.

Mirando la ventana de un restaurant, ese simple e impresionable otoño, que recibió mis lagrimas en sus hojas, solo mi mirada permaneció firme incluso en ese momento. 

Me los encontré al saliendo del lugar, la mirada de el se congelo momentáneamente para que luego apareciera solo un atisbo de arrepentimiento.

-           ¿Qué haces aquí’?

-queria sorprenderte, pero yo fui la sorprendida. -dije con calma, había mas resignación y dolor que rabia y deseo de venganza, no se sentía tanto como ser traicionada, sino algo que con el tiempo simplemente supuse que sucedería.

Siempre he sido pesimista en las cuestiones del amor, esto solo confirmo una teoría mia, al menos en ese momento, que alguien se cansaría de mi con el tiempo.

-Creo que es obvio – dije mirándolo con calma y triztesa contenida- terminamos.

Su mirada y la de ella reflejaron sorpresa, probablemente esperando que haga algún escandalo o que saliero un grito de mi parte, pero además de las lagrimas y mi voz cortada, no les entregue nada.

-           Tus padres –empezo a decir el – se enojarán con nosotros-

Bueno – comencé sonriendo con un poco de diversión no fingida- no creo que eso es lo que estabas pensando mientras te besabas con ella en este restaurant.

   La mirada de la chica se dirigio a mi, como si esperara que la insultara o algo, es decir, si, me engaño con ella y probablemente ella era consciente de eso, pero si estuvo conmigo y con ella, no amo a ninguna.

-           No diría que es un gusto, pero tampoco es tan desagradable conocerte – digo con una simple y resignada sonrisa en mi rostro- no nos han presentado, mi nombre es Amellise

   Los ojos de la chica, joven no mas de 18 años talvez, reflejaron arrepentimiento, vergüenza, sorpresa y curiosidad.

-Soy Anna- dijo con timidez bajo la mirada impresionada de Christopher. - lamento la situación.

No pude evitar soltar una sonrisa amarga.

-           ¿me creerías si te dijera que lo esperaba?

[atreveteyentra]

𝙇𝙖 𝙉𝙞ñ𝙚𝙧𝙖

Era una noche aparentemente tranquila en la casa de los Álvarez. Los padres, confiando en Clara, la niñera de siempre, salieron con la promesa de regresar tarde. Sin embargo, esa noche, Clara no era la misma. Sus ojos, una vez cálidos y amables, ahora reflejaban una vacuidad inquietante, y su sonrisa había adquirido una frialdad perturbadora, como si el silencio de la casa la hubiera enfriado.

La transformación de Clara no había sido repentina. Durante años, el dolor y la soledad habían carcomido su espíritu, moldeándola en algo irreconocible. La pérdida de algo querido o una decepción profunda la había llevado a un rincón sombrío de su mente, donde la desesperanza se había arraigado. Cada risa infantil, cada sonrisa inocente, le recordaba la alegría que ella sentía que le era ajena. Esto la consumió, dejándola con un resentimiento palpable, como si esos niños le recordaran constantemente lo que le faltaba.

Esa noche, la "oscuridad sin fin" que había cultivado en su corazón comenzó a manifestarse. Los niños, incómodos e inquietos, no podían dormir. A medida que el reloj avanzaba y la casa se sumía en la penumbra, Clara se deslizó hasta la puerta de su habitación. Su figura, apenas iluminada por el tenue resplandor de la luna, se recortaba de manera inquietante contra la oscuridad.

—Es hora de dormir —murmuró Clara con una dulzura ominosa que parecía resonar demasiado en la noche silenciosa. El tono de su voz, casi un susurro, hizo que un escalofrío recorriera la espalda de los niños.

A medida que la penumbra se hacía más densa, Clara se acercó a ellos. Su sombra se alargaba y se deformaba en las paredes, y su voz, cargada de una calma siniestra, se deslizaba desde las sombras:

—Tus padres no volverán. Ahora solo soy yo… para siempre.

El último sonido que se escuchó fue el estrépito de la puerta al cerrarse tras ella, un eco que resonó como una sentencia final. Los niños se encontraron atrapados en una oscuridad que no solo era física, sino también emocional y mental.

Era una oscuridad que se sentía opresiva, una presencia tangible que anulaba cualquier esperanza de escape. La casa, ahora sumida en un abismo de desolación, vibraba con un miedo creciente, y Clara, una vez cálida y atenta, se había convertido en una figura ominosa, movida por una rabia abrumadora. Ella era ahora el vacío, dispuesta a arrastrar a los niños hacia la misma oscuridad en la que ella se había perdido.

𝓯𝓲𝓷

La moraleja de esta historia podría ser: "El dolor no resuelto puede transformar a una persona y proyectar oscuridad sobre quienes la rodean". La niñera, Clara, al no haber enfrentado ni sanado sus heridas emocionales, dejó que su sufrimiento creciera hasta convertirse en resentimiento, afectando a quienes una vez cuidaba. Esto muestra cómo la falta de manejo emocional puede convertir incluso lo más puro y hermoso, como la inocencia de los niños, en víctimas de una oscuridad interna no confrontada.

[decmultiverse]

Narración:

Freak permanecía inmóvil, con los brazos cruzados, mientras Geno, a unos pasos de él, se reía abiertamente, disfrutando de cada segundo de su juego sádico. La atmósfera a su alrededor era inestable, distorsionada, como si el propio multiverso no supiera cómo reaccionar ante el tenso intercambio entre ambos. Las líneas del espacio y el tiempo se retorcían y rompían en patrones caóticos de píxeles y glitches, mientras destellos de color fallidos aparecían y desaparecían en el horizonte de su visión. En ese rincón olvidado del DarkSoulTale-Verse, donde todo era una parodia rota de la realidad, la confrontación entre los dos seres parecía una obra macabra de un universo que ya no tenía sentido.

Geno: (Con una risa burlona, su voz goteando sarcasmo mientras su mirada se posaba en Freak con una mezcla de burla y superioridad) "Awww, pero mira qué tierno eres. Qué pequeño... tan adorable."

Freak: (Su mirada permanecía fija en Geno, su expresión era un bloque de piedra. No dijo nada, no se movió. Su mente estaba fría, calculadora, pero debajo de esa capa de calma forzada, un volcán de odio burbujeaba silenciosamente. La rabia no era algo que Freak pudiera permitirse mostrar en este momento, pero cada palabra que salía de la boca de Geno era como un cuchillo girando en una vieja herida).

Geno: (Riéndose con más fuerza, disfrutando del aparente silencio de Freak, alimentando su propio ego) "¡Oh, pero qué dulce! ¿No vas a decir nada, pequeño muñequito? ¿Dónde está ese espíritu combativo? ¿Dónde está esa arrogancia? Vamos, no te pongas tímido ahora. Eres tan diminuto, tan frágil… casi me das lástima."

Con cada palabra que Geno lanzaba, su tono era más infantil y condescendiente. La crueldad detrás de esas palabras no estaba en lo que decían literalmente, sino en el veneno que llevaban implícito, el subtexto de superioridad total. Geno disfrutaba humillando a Freak, reduciéndolo a un juguete, una pieza rota en un tablero donde él controlaba todas las piezas.

Freak: (Apretando los brazos contra su pecho, los músculos de su cuerpo estaban tensos, aunque su rostro continuaba inexpresivo. Sus ojos, sin embargo, parecían brillar con una rabia oscura, apenas contenida) "Sigues hablando como si tu poder fuera infinito, Geno. Pero lo único infinito aquí es tu ego."

Geno: (Ignorando completamente la amenaza implícita en las palabras de Freak, levantó las manos teatralmente, como si estuviera presentando a Freak a un público invisible) "¡Mira, está enfadado! Qué encanto, ¿no es así? Esos ojitos, tan pequeños y llenos de odio... Awww, qué ternura. Casi puedo sentir el calor de tu furia. ¡Adorable!" (Geno avanzó un paso más hacia Freak, acercándose con una sonrisa diabólica en el rostro) "Pero dime, pequeño Freak, ¿de qué te sirve esa furia cuando estás aquí, atrapado conmigo, y ni siquiera puedes tocarme?"

Narración:

Freak no respondía, pero en lo más profundo de su mente, las palabras de Geno resonaban como una amenaza constante, un recordatorio de su situación. El odio que sentía hacia Geno era algo que había crecido y mutado con el tiempo, volviéndose algo casi tangible. Pero por mucho que odiara a Geno, sabía que no podía dejarse llevar por ese odio, no todavía. Cada burla, cada insulto, era una chispa más en el fuego que ardía dentro de él, pero también una oportunidad para aprender, para analizar las debilidades de su enemigo. Geno se creía intocable, invencible, pero Freak sabía que todos los imperios caen, y los dioses, al final, no son más que figuras de arena que el viento puede llevarse cuando menos se lo esperan.

Geno: (Lanzando otra risotada, se agachó un poco para quedar a la altura de la mirada de Freak, sus ojos brillando con malicia) "Vamos, pequeño. Dame algo. ¿No tienes nada ingenioso que decir? Oh, es cierto, claro que no. Eres un simple muñequito." (Geno estiró una mano, como si fuera a tocar de nuevo la cabeza de Freak, pero esta vez Freak dio un pequeño paso hacia atrás, su gesto firme, aunque silencioso).

Freak: (Con un tono bajo, cargado de significado, sin apartar la mirada de Geno) "No necesitas provocarme, Geno. Sé exactamente lo que eres, y sé lo que intentas hacer. Disfruta de este momento, ríete mientras puedas. Porque cuando llegue el día en que caigas, y caerás, todo esto será solo un recuerdo patético de tu vanidad."

Geno: (Su sonrisa se amplió aún más, como si las palabras de Freak le divirtieran en lugar de intimidarlo) "¿Caer? ¡Qué idea más divertida! Tú y todos esos sueños tuyos. Es adorable, en serio. La ilusión de que algún día podrás hacerme daño. Pero mientras tú sigues soñando, yo seguiré gobernando este lugar, y tú seguirás siendo mi pequeño y dulce muñequito. Tan frágil, tan inútil... tan tierno."

Narración:

La tensión en el ambiente seguía creciendo, un crescendo silencioso en medio de la distorsión abstracta que era el DarkSoulTale-Verse. Mientras Geno continuaba burlándose de Freak, su voz reverberaba en el espacio como un eco constante, como si cada palabra estuviera diseñada no solo para humillar, sino para desgastar el espíritu de Freak. Pero Freak, a pesar de toda la rabia que bullía en su interior, mantenía el control. Sabía que Geno estaba jugando un juego largo, un juego de desgaste, esperando que Freak perdiera el control y cometiera un error.

Pero Freak no era tan predecible como Geno creía.

Freak: (Con una voz tan fría como el hielo, rompiendo el silencio de nuevo) "Todo lo que dices, Geno, solo me muestra lo desesperado que estás por reafirmarte. Es casi patético ver cómo necesitas menospreciar a los demás para sentirte poderoso. Pero lo que no entiendes es que la verdadera fuerza no necesita de palabras vacías. La verdadera fuerza viene en silencio... cuando menos te lo esperas."

Geno: (Su risa se detuvo por un segundo, solo un segundo, pero en ese momento, algo en su mirada pareció cambiar. Una chispa de incomodidad cruzó su rostro antes de que rápidamente recuperara su tono burlón) "¿Silencio? Oh, pequeño, eso es algo que nunca entenderás. El silencio es para los débiles. Los poderosos, como yo, hacemos que el mundo escuche nuestro rugido. Y tú..." (Geno extendió una mano, tocando suavemente la frente de Freak como si quisiera hacer un gesto afectuoso, pero la crueldad en sus ojos lo delataba) "Tú solo eres un muñequito sin voz, atrapado en mi mundo."

Freak: (Esta vez no retrocedió, permaneció firme, su cuerpo emanando una calma peligrosa) "Entonces sigue riendo, Geno. Sigue llamándome 'muñequito', sigue pensando que controlas todo. Porque cuando llegue el momento en que tu arrogancia te ciegue, yo estaré allí. Y no necesitaré palabras para demostrarte lo equivocado que estás."

Narración:

El aire entre ellos parecía haberse congelado por un instante, como si el propio multiverso estuviera conteniendo la respiración, esperando lo inevitable. La mirada de Freak seguía fija en Geno, imperturbable, mientras Geno comenzaba a retroceder lentamente, como si hubiera sentido, por primera vez, una ligera inquietud al enfrentarse a esa calma helada.

A pesar de su juego de superioridad, algo en las palabras de Freak había resonado con una verdad incómoda dentro de Geno. El dios de la vida, con todo su poder, se dio cuenta de que Freak no era el juguete quebrado que él creía. Por un breve momento, su risa burlona se apagó, reemplazada por una sonrisa menos confiada, aunque aún mantenía la fachada. Sabía que el tiempo estaba de su lado, pero una pequeña parte de su mente no pudo evitar preguntarse cuánto tiempo más podría mantener el control absoluto.

Freak, por su parte, se mantuvo inmóvil, observando cómo Geno se alejaba. No hubo palabras de despedida, no hubo necesidad de más provocaciones. El odio entre ambos era demasiado profundo, demasiado arraigado en el tejido del multiverso mismo. Y aunque Geno seguía siendo el amo y señor de este extraño rincón del DarkSoulTale-Verse, algo en el aire había cambiado. Una grieta, minúscula, imperceptible, había comenzado a formarse en su dominio de poder.

Freak no necesitaba apresurarse. Sabía que las mejores batallas se ganaban en silencio, en la espera paciente, y cuando ese momento llegara, Geno descubriría que incluso los "muñequitos" pueden volverse monstruos.

[somnolientoydesorientado]

Cara de borracha

Con los ojos nublados, entro en la sala,

y ahí está, la sombra que me llama.

Cara de borracha, risa vacía,

destruyendo en segundos lo que antes construía.

La furia me arde, en el pecho retumba,

cada palabra suya, un golpe que tumba.

¿Qué fue de la mujer que un día amé?

¿Qué queda de nosotros? No lo sé.

Me duele verte así, perdida en el abismo,

espejo roto de un amor ya sin ritmo.

La rabia me consume, quema mi piel,

eres un fantasma en este cruel carrusel.

Odio tus risas, odio tu llanto,

odio tus mentiras, odio mi quebranto.

Frustración en el aire, veneno en la voz,

somos dos extraños, sin rumbo ni Dios.

Cada copa vacía, un grito silente,

cada lágrima mía, un lamento hiriente.

Te miro y me pierdo, ya no sé quién soy,

eres la espina en el jardín que destruyó.

Rabia y odio, sentimientos cruzados,

en esta guerra, ambos estamos derrotados.

Quizá un día el tiempo, la paz nos dará,

pero hoy, tu cara estúpida, mi calma se llevará.

[angcarepu]

Camino de vida (12/05/2022)

La reflexión y la capacidad de análisis son características que pueden marcar la diferencia a la hora de vincularse, ya sea con personas o con la naturaleza, pero que a la vez pueden significar nada si no van de la mano con la empatía, la emoción y la práctica.

En momentos me admiro de mi propia capacidad de atar cabos, escarbar en mis pensamientos y “concluir” o acercarme a una verdad o al sentido de la vida, de las relaciones, de mi lugar en el mundo y la existencia. Sin embargo, todas esas aproximaciones, si no logro cimentarlas desde la coherencia emocional y llevarlas al mundo material, se esfuman, se esparcen por aquí y por allá, quedando difuminadas en algún espacio-tiempo, en el que no soy capaz de ubicarme.

Estos días le negatividad, la desesperanza, el desgano y la autocrítica han estado muy presente en mis días. Me atraviesa una pena que no sé cómo explicar del todo y que a ratos contemplo como una realidad más grande que éste exhalo de vida hecho cuerpo. Aclaro, para mí, que acepto el dolor como parte de la gama de emociones que esta sustancia que hábito me permite experimentar, más no puedo tolerar las consecuencias que conlleva.

Permitirse el dolor, permitirse sentir. Qué bonito suena en el papel, pero más bonito sería si tuviera la capacidad de regular mis emociones desde la autonomía que los años me han permitido construir. Contemplo, en este sentido, que el camino recorrido en la búsqueda de la autogestión emocional está inconcluso y quizás ésta reflexión debería partir desde esa base, del apreciar que la humanidad, si es que se me permite adjudicarme la voz de toda la humanidad, está al “debe” en este aspecto. Maternarse, contenerse. Sé que mi rumbo se guía a la consecución de éstas certidumbres, pero el trayecto es irregular, con altibajos que se sienten profundamente.

Miro atrás con pena, a veces rabia. Veo a la niña que fui, tan poco contenida emocionalmente y encarno un dolor tan pasado como presente. Esa herida, aún no sanada en la actualidad, reverbera, emerge cada cierto tiempo y me hace actuar desde la realidad de una niña que no sabe, porque su entorno no fue lo suficientemente nutritivo para entregarle ese valioso aprendizaje, gestionar sus emociones. Cuando me invade la pena, el sinsentido y la pregunta del para qué, se me cae un poco el mundo. Trato de comprender a las/os adultas/os presentes en mi crianza desde el amor-odio, y observarlos desde la falta de herramientas para entregar la compleja respuesta del porqué o para qué; a veces llego a la deducción de que sólo me faltaba la simplicidad de un abrazo. El abrazo es calma y la calma es lo que una necesita en tiempos caóticos, en que la angustia invade cuerpo y pensamiento.

Cuando tus figuras primarias no te han entregado el sosiego y el espacio necesario para soltar miedos y angustias, una aprende a vincularse desde la desconfianza y el temor a revelar el caos interno. He pensado, gran parte de mi vida, que mi forma de ser es incorrecta y poco valiosa para el mundo. Que estas emociones que “cargo” me las tengo que guardar para mí, para no incomodar ni molestar, porque de alguna u otra forma, esa niña intuyó que el entorno no tenía los recursos para hacerse cargo. Y yo que tenía tanto deseo de que alguien me dijera que todo iba a estar bien, que el revoltijo de ideas y temores que me incendiaban por dentro se podían trabajar. Aprovecho de recordarme, en este momento de mayor serenidad, que se puede.

Me aferro a los espacios de calma pero no siempre los aprovecho. Por desgracia espero a que el remezón sea tan fuerte que me desarme entera para rearmarme de apoco, con lo que tengo a mano ¿qué resultados puedo obtener de eso? Me pregunto. La posibilidad de repetir y repetir conductas y forma de pensar y sentir, deberían ser una oportunidad de cambio, si se es consciente del patrón, pero me doy cuenta que cuando la emoción está viva la capacidad para analizar racionalmente la vida se nubla. Y la emoción, como aspecto más primitivo que el desarrollo del pensamiento reflexivo, es el que prima. Y lo único que deseo en momentos de malestar psíquico es que alguien venga, me abrace eternamente y me diga que todo va a estar bien y me lo repita las veces que sea necesario para creerlo, porque he sido incrédula por tanto tiempo. Por carencia. Y no me basta ni una, ni dos, ni tres veces. Todo es insuficiente cuando una no se lo ha creído por años, cuando los momentos de tormento han superado con creces los de serenidad.

Con el pasar de los años una traslada ese deseo de contención a otros vínculos. Para una persona (como yo) que desarrolló temor a vincularse por diferentes motivos, depositar confianza y sentirse segura con otra persona es una tarea titánica. Por años pensé y sentí que no tenía esa capacidad y a veces lo sigo dudando. Construí un muro enorme entre mi corazón sensible y el mundo hostil, para mantenerme a salvo, lo que no me ha permitido vincularme libremente. Siempre resguardada. Siempre de a poquito. Esto afecta, a ratos, enormemente a los vínculos que construyo, porque cuando me baja el sinsentido y la desesperanza busco esa contención que no obtuve de mis figuras primarias, en el vínculo más íntimo que tenga. En una relación de confianza y seguridad, la intención de brindar sostén en momentos de desconsuelo, por lo general, está; más no siempre tiene que ir de la mano de disposición emocional, fundamental para no remover a la otra persona, que probablemente también está aprendiendo a lidiar con sus propias emociones, en un mundo con una salud mental tan al debe. En momentos de inestabilidad esta reflexión se pierde de vista, porque la necesidad de contención supera la percepción racional de las circunstancias y se proyecta toda la historia pasada en el presente. La famosa carencia. Se reactivan los mecanismos de defensa infantiles y lo único que se activa es la necesidad de que alguien esté ahí para saciar la necesidad de calma, cual niña herida. Pasado el tiempo, baja la culpa por actuar de esa forma con esa persona que una tanto ama y los cuestionamientos: de ser insuficiente, de no ser merecedora, de no ser un aporte para el bienestar de la otra persona y el dolor aumenta.

Me quiero recordar todo esto no para martirizarme, sino para recordar lo importante que es mantener un trabajo constante en una, darse los espacios para autorregular las emociones, para luego buscar apoyo y hablar de todas esas penas que una carga, para aliviar un poco el peso de la existencia. Maternarse y contenerse, como camino de vida.

[just-another-shitty-day]

S.

Yo moría de amor por ti, mi lado más dulce y tierno quería salir a darte el cielo si pudiera; pero, cometiste errores que mancharon mi confianza y rompieron mi corazón.

Ahora, solo queda esa pequeña esperanza la cual debo matar, quien quiso sacarme de su vida ya no existe, desconozco quien eres ahora y las expectativas no sirven en alguien que no va a cumplir con lo mínimo de ellas.

Mi alma ha llorado con tanta fuerza, tanto amor, tanto odio y tanta rabia, que ya siento que no quedan lágrimas, solo queda un sentimiento de indiferencia; aunque, he de admitir que hay tardes en las que te recuerdo y extraño quien solíamos ser.

Lastimosamente, a quien extraño, murió.

Y yo tuve que matarme, porque no sólo morí, me obligaste a destruirme, a destrozar partes de mi que tenían que ser reemplazadas por algo... ¿Algo mejor?

Espero que si.

Me obligaste a irme, a dejar de esperar, a deshacerme de esperanzas, de ilusiones, me obligaste a olvidar tu tacto, tu voz, tu risa... A olvidar quién fuiste, lo bueno que hiciste y lo que me hiciste sentir.

A veces, solo tengo furia, rabia, una fuerza destructora dentro de mi que quiere con muchas ganas que sientas todo el dolor que me causaste, esas noches de incertidumbre, de ansiedad, de no saber qué sentías y si al día siguiente todo sería caos o sería calma.

Pero después, llega un sentimiento apacible, casi indiferente, un sentimiento de que la persona que está naciendo en mi luego de haberse suicidado, no quiere tus pobres y nimias migajas, te mira con compasión al saber que no has cambiado, que tu castigo será buscar en otros lo que no tienes en tí.

La parte lógica de tu mente te pide mejorar, pero sólo te encargas de atarla, taparle la boca con cinta y encerrarla en el sótano.

Sea cual sea la realidad, ya no debo seguir en un lugar donde no importa si estoy o no, mi propia realidad me dice que solo soy tu vertedero, una distracción, no te importo en lo más mínimo y cuando hablamos... no hablamos, sólo me respondes.

¿Por qué mantengo mis ilusiones, en alguien que demuestra una gran incongruencia entre sus palabras y sus acciones?

Qué lástima.

Por vos apostaba todo, pero ahora eres un negativo, me quitas y no tienes nada para ofrecerme. Qué cansino dar, cuando nunca será suficiente. Qué agobiante esperar a que algún día veas todo lo que soy, y que tal vez nunca llegue ese día.

Después de todo, no fui, ni soy, ni seré el amor, ni la persona más importante en tu vida.

Abril 2 - 2024

Ya casi un año.

Algún día, todo pasará.

[caaalvazquez]

Exponé mi locura.

Me da rabia tu belleza natural

Esa forma tan particular que tenés de observar

La cabeza en alto y lo ojos bien abiertos

Esperando encontrar algo que te saque el sueño

En silencio y pensando

Todo lo que ya no está

Tratando de comprender la ausencia y su herencia

(...)

Da vuelta la esquina

Corré si hace falta

No quiero que mis ojos te vean

Y se den cuenta que ya me haces falta

Da un salto a ese vacío

Que te llama e insentiva

A que caigas de rodillas

Sin dejar rastro de heridas

Pero sí quedan en mi mente

En mi corazón

Y en mis venas

Las ilusiones e idealizaciones

Que te hicieron ser un poco mia

Apropiarme de tu voz

De tu rostro y tu calor

De la luz que emana tu figura

Que resalta entre toda la bruma

De tu arte y de tu esencia

De tu calma y toda esa paciencia

Tu carácter y el desastre

Que se mezcla entre lo estable

(...)

Dame un poco de paz

Poneme el freno

Alejame

Gritame bien cara a cara

Exponé mi locura

Desterrá lo que me hace sentir insegura

Revolvé cada carencia

Refregá toda tu represa

[defect-reject]

A ti, para ti, sobre ti.

Impregnada de nostalgia, recuerdo cuando tenía doce años, cuando conocí a la que después sería tu mejor amiga de liceo, agradezco ese momento de no haberme sentido perdida, de haber sido auténtica para haber conectado con alguien como ella. Sé que he mencionado esto varias veces antes, pero no me cansa de sorprender cómo todo se alineó para que yo durara menos de un semestre en ese colegio, pero que fuera suficiente para tener a una amiga de toda la vida, y que después serían dos. Todo lo que tuvo que pasar para que te conociera y todos los lugares por los que tuve que pasar para conectar contigo, y en el tiempo oportuno, si hubiera sido más temprano, probablemente lo hubiéramos arruinado; si hubiera sido un poco tarde, quizás nada me hubiera salvado y de verdad que entonces sería literal muy tarde para mí. Digo esto porque me salvaste, regaste una parte de mi corazón, de mi alma y de mi psique que había dejado abandonada secándose, llena de grietas y de maleza; tú con tu presencia, con tus ojos, con tu cuerpo adolorido y con un corazón rebalsado de sangre viniste a revivir todo eso, y me trajiste de nuevo a la vida, a mí, a mi propio corazón, al lugar al que quería llegar. Recuerdo cuando aún no éramos amigas pero terminé tomando once en tu casa, y me dije que ese fue el mejor día de mi vida y que anhelaría siempre volver a ese ambiente; ahora, he llegado incluso a despertar en ese ambiente, con tus gatos, con ese olor particular de tu casa, con ese color a hogar, con esa voz que me calma y sin saberlo también me ha hecho llorar; no te preocupes, todas esas veces que lloré por ti, sé que no lo causaste a propósito… ni siquiera estás consciente de que lo causaste, ni siquiera lo sabes, he llorado y llorado por ti, por amor, por falta de reciprocidad, por tus sentimientos románticos hacia terceras personas, dentro de mi delirio cuando aluciné que te torturaban y mataban, y con eso culminando mi locura. Te amo tanto y eres a quien más cuido, todos los días te cuido porque todos los días te protejo de estos sentimientos, este amor que se asimila a la rabia porque en el fondo es pasión contenida, te amo tanto que cada día hago el ejercicio consciente de valorar como un tesoro tu amistad, que es más importante incluso que una relación de pareja contigo, porque esto último implicaría más fragilidad en el vínculo y arriesgar a que se acabe; si eso llega a pasar, sobreviviría, como siempre he sobrevivido a los duelos y a las pérdidas de otras personas, pero no quiero intentar y ver qué se siente: perder a alguien tan importante. Una cosa es clara. y es que hay alguien más importante que tú (además de mi hermano), soy yo, no puedo perderme a mí, lo más importante que tengo, en pos de mantenerte a ti; aunque es paradójico porque a través de ti fue cómo me he encontrado y celebrado a mí misma. Pero supongo que podría seguir viviendo, sólo dime que también tienes miedo de perderme, sólo quiero que sepas que no necesito que me ames románticamente, pero sí quería que me amaras como una mejor amiga, que me tuvieras la confianza suficiente para contarme tus secretos, quizás pedirte reciprocidad romántica cuesta menos que pedirte lo otro que más anhelo: tu cariño y aprecio, asegurado y prometido que será eterno.

[bookishnerdlove]

BFEL70 - Extra 14

Vida pasada (10) Zhao Lanxiang retiró rápidamente su mano como si se hubiera quemado. La expresión de su rostro pareció congelarse. Su delicado rostro estaba lleno de conmoción. "Tú... ¿de qué estás hablando?". He Songbai repitió con calma: "Quiero perseguirte". Esta vez no se trataba de una pregunta, sino de una frase afirmativa. Esta frase pareció soplar estruendosamente en el oído de Zhao Lanxiang. En ese momento, le pareció ridícula. En los últimos dos años, ha estado revoloteando en un matrimonio fragmentado. Su vida aburrida y el fracaso llenaron la primera mitad de su vida. Nunca pensó que habría un pretendiente en una situación tan sombría. En este ridículo momento, apareció una persona tan ridícula, e hizo un comentario ridículo. Zhao Lanxiang no conocía los antecedentes de aquel hombre, pero sabía que era muy rico. Su riqueza le bastaba para elegir a cualquier chica joven y hermosa. En ese momento, estaba frente a ella y decía que quería perseguirla. Si no fuera por la expresión seria de su rostro, Zhao Lanxiang casi pensaría que le estaba tomando el pelo para hacerla feliz. He Songbai captó todas las complejas emociones de su rostro. Dijo seriamente, palabra por palabra: "Ya no soy joven, y no tengo la pasión y la confianza de los jóvenes. Puedo recuperar tu amor. No hay tantas palabras dulces que puedan engatusarte, quizá ni siquiera tanto tiempo. Pero al acompañarte y perseguirte, puedo darte mi garantía personal-" "Haré todo lo posible para que no tengas preocupaciones el resto de tu vida". A medio camino, la mujer empujó a He Songbai con rabia y se dio la vuelta. Él se sintió tan impotente que se puso un pañuelo cubierto de sangre en la mano y volvió a limpiarse la sangre que le manaba de la frente. Se confesó con ella sin respeto. El lugar era tan informal y el ambiente tan malo. Pero estaba tan estimulado por Jiang Jianjun, que se apresuró a revelarle su corazón como un estúpido. Era realmente ingenuo. No pudo evitar reírse. He Songbai la siguió, y sus largas piernas la alcanzaron en dos o tres pasos. La siguió en el autobús y caminó hasta la puerta de su tienda. Le dijo en voz baja: "¿Puedo entrar a curarme la herida?". "He derramado mucha sangre". Zhao Lanxiang no estaba de acuerdo, pero temía tener que explicárselo a la hermana He cuando le mirara la frente. Ella le dijo: "Ve al hospital cuando estés herido. ¿De qué sirve venir a mi tienda?". El asistente de He Songbai entró en silencio y le entregó respetuosamente el botiquín. Zhao Lanxiang se sentó en su mesa de trabajo sin decir palabra y ordenó la tela a medio cortar. He Songbai se lavó lentamente la frente, las heridas de la cara y las manos, y sus profundos contornos tenían el encanto de un hombre de mediana edad. Aunque estaba avergonzado, eso no podía dañar su temperamento. Seguía siendo apuesto y atractivo. Se aflojó la corbata y se desabrochó ligeramente algunos botones. Su reloj de lujo se quedó quieto al azar. Sus gemelos y sus gafas rotas se colocaron donde solía sentarse Zhao Lanxiang. Cuando el hombre se quitó las gafas, el par de ojos profundamente lacados parecían un vórtice oscuro, suave y peligroso, capaz de atraer con firmeza la mirada de la gente, sumergiéndola en lo desconocido. Se había olvidado de que éste era territorio ajeno. Estaba tan cómodo como en su propia casa. Después de que Zhao Lanxiang lo observara durante unos segundos, cortó la tela con calma. Bajó la cabeza y pisó el pedal de la máquina de coser. Su mirada se cruzó con los ojos ardientes de él, y de repente bajó la cabeza, con el pulgar ligeramente desviado. El hilo de la aguja centelleó y la punta de la fina línea recta se torció de repente. Zhao Lanxiang frunció ligeramente el ceño y volvió a bajar la cabeza para repasar. ... He Songbai se resignó con una sonrisa tras vendarse la herida. Avanzar y retroceder eran importantes en cualquier guerra. Como si sus impulsivas palabras en el simple callejón profundo fueran sólo una ilusión. Sin embargo, el corazón de He Songbai no estaba tan tranquilo como mostraba porque la persona a la que se enfrentaba era ella. He Songbai no podía evitar imaginar que la vida de su mujer divorciada no era fácil. Si él se comportaba de forma inapropiada y la provocaba, ella no sería feliz, sino que le haría la vida difícil. Pero He Songbai pensó en ello, recordando la forma en que ella lo presionaba, paso a paso, en el campo, era tan vivaz y linda, y él tuvo que sucumbir. He Songbai volvió a reír. El amor es desenfrenado y no tiene freno. Empezó a prepararle flores, le enviaba camelia los lunes, gardenias los martes, miércoles, jueves y viernes... Cada día, le llevaba el ramo más fresco para recogerla del trabajo. Preocupado por sus problemas, He Songbai permanecía consciente en la esquina de la calle, esperándola en silencio y de buena gana. Por ello, Zhao Lanxiang cambió de ruta para ir a casa o se retrasó para salir tarde del trabajo con el fin de evitarlo, pero He Songbai volvió a bloquearla después de varias veces. Con naturalidad, le entregó la gardenia blanca y menuda que tenía en la mano y sonrió levemente: "No vuelvas a casa tan tarde en el futuro. No es seguro salir del trabajo tan tarde". "Te llevaré. Así me sentiré más tranquilo". La primavera es fría, y hay palabras suaves y firmes de preocupación en medio de la noche, que hacen que la gente se sienta cálida. Pero era aún más inseguro dejar que un hombre con cierto pensamiento la siguiera en mitad de la noche. Sin embargo, una persona como He Songbai que tiene un temperamento cálido y unos ojos amables, Zhao Lanxiang no puede asociarlo con el peligro. Cuando lo veía, pensaba en el poema que cantó para consolarla por la tarde. Es humilde y tolerante, más bien un hombre mayor, que la persigue con infinita paciencia y ternura. Sin prisas, paciente y cálido como una llovizna en marzo, mojando la calle. La mirada indiferente de Zhao Lanxiang se aligeró ligeramente y su voz se calmó durante largo rato. Dijo: "Lo siento". He Songbai observó su rostro con una leve sonrisa. "Sólo quiero ser amable contigo, no pedirte nada. Si crees que soy bueno, quédate conmigo. Si piensas que soy mala, está bien si me ignoras o incluso te enfadas conmigo, sólo... Espero que puedas considerarme". Tanto hablar de lo bueno y de lo malo hizo que Zhao Lanxiang se sintiera confusa e insegura. Le devolvió las flores enteras y negó con la cabeza. Zhao Lanxiang dijo: "Eres una buena persona, pero no volveré a casarme. Puedes encontrar a una persona mejor". Inesperadamente, He Songbai, que tenía el "carné de buen hombre", sonrió tontamente. Se adelantó con largas piernas, la siguió y dijo con firmeza y seguridad: "¿Para qué sirve una persona mejor? La persona que me gusta eres tú". He Songbai la envió a la planta baja de su unidad. Su voz era un poco baja debido al viento frío de la noche, como el gorgoteo del agua después de la primavera, pero el hielo derretido era inesperadamente cálido. "Si puedo conocerte antes en esta vida, definitivamente te apreciaré y seré cien veces mejor que Jiang Jianjun. No dejaré que estés triste y sufras. Hagas lo que hagas, ganaré dinero para mantener a la familia. Haré todas las tareas domésticas, y nunca tendrás que preocuparte por ello. Sólo tienes que mirarme y hablar conmigo. Respetaré tu elección. Si te gustan los arreglos florales, te gusta el diseño, te gusta cocinar y comer, haré todo lo posible para apoyar tus intereses. Te escucharé en casa, y discutiremos juntos sobre el exterior. Ahora todavía estoy en la flor de la vida y me quedan fuerzas. Después de unos años de gestión de la empresa, podemos irnos juntos de gira tras la jubilación y ver el mundo". "Aunque ya no somos jóvenes, aún nos queda una larga segunda mitad de nuestra vida. En la primera mitad de mi vida, estuve perdido y no te encontré. Ahora que estoy aquí, ¿podrías considerarme con atención?". Después de escuchar este largo pasaje, Zhao Lanxiang tuvo que decir que la escena que representaba era muy tentadora, emocionante y la conmovió un poco. Dijo mudamente: "Gracias. Te agradezco mucho que me digas estas cosas". "Pero... No puedo hacerlo, no soy buena, ve tú..." Después de que Zhao Lanxiang terminara de hablar, sus lágrimas se derramaron inesperadamente, y las lágrimas de cristal cayeron delante de He Songbai, goteando sobre el suelo como si fuera lava vertida en su corazón. El fuego era abrasador e incómodo. He Songbai alargó la mano y la estrechó entre sus brazos, acariciándole suavemente la espalda, diciéndole en voz baja: "No llores". "Si lo que he dicho te entristece, te pido disculpas. Lo siento, Lanxiang". 'Lo siento. He llegado tan tarde y te he hecho sufrir tanto'. ... Después de unos meses más, He Songbai sostuvo flores todos los días durante meses, esperando a que ella saliera del trabajo. Zhao Lanxiang rara vez tomaba sus flores, pero no se desanimaba. El hombre no parecía saber lo que significaba ""ser rechazado"". Por muy indiferente que fuera su trato, lo aceptaba con buen humor. Giró la cabeza, sonrió y le llevó el almuerzo a la tienda. Invadió la vida de Zhao Lanxiang con una actitud tiránica, poco a poco, bien cerrada. He Songbai volvió a venir aquel día. Lavó los palillos y se los entregó. "Date prisa en comer y prueba lo que he preparado". Zhao Lanxiang miró sus ojos sonrientes y quiso negarse. Pero las palabras se quedaron en su boca, incapaz de tragarlas y no pudo soltarlas. He Songbai dijo: "He oído decir a la hermana Xu en la tienda que a menudo comes bollos fríos al mediodía, lo que es malo para tu salud. Ven a probar las lubinas que he hecho, las he traído en cuanto han estado listas. Todavía están frescas". Zhao Lanxiang saboreó su arroz perfumado, comió la lubina que le dijo y escuchó sus suaves instrucciones. "Duerme cuando tengas sueño. No trabajes demasiado. Es fácil que te duelan los ojos por la tarde". Zhao Lanxiang no dijo nada. He Songbai esperó a que limpiara la caja aislante y salió corriendo. La hermana Xu de la tienda no pudo evitar sentir envidia: "Qué bien. El hombre vino a entregar la comida". "¿Cuándo te casarás?" Zhao Lanxiang bebió agua y casi se atragantó. Suspiró, como diciéndole a la hermana Xu pero más bien a sí misma: "¿Cómo podría casarme así?". Frunció el ceño al recordar el hecho de que no podía tener hijos. Pocos hombres pueden aceptar sin vacilar no tener herederos. De hecho, Zhao Lanxiang le había revelado su situación a He Songbai hacía mucho tiempo. He Songbai se sintió conmocionado y triste en aquel momento. Aunque vino a recogerla al día siguiente, desde entonces se preocupó por su cuerpo. La hermana Xu dijo: "Realmente se parece al hombre del periódico, oh... el dueño de la inmobiliaria no es tan rico como otros". "Pero tiene buena cara. Aunque sus condiciones económicas no son tan buenas como las de tu ex marido, se preocupa más por ti. Como mujer, tienes que encontrar a una persona cariñosa que sepa de arroz, aceite y sal. Saber de frío y de calor es mejor que nada. Si está dispuesto a darte de comer un año entero, puedes vivir con él. Últimamente, no es fácil encontrar un buen hombre". "Como ocurre con nosotros ahora, vivimos una vida poco acomodada pero feliz. La comida y la ropa son cosas importantes. Tener dinero no significa felicidad, por ejemplo, la joven que vive a mi lado se arregla todo el día. Ella era la amante de otro y la esposa original la encontró fue demasiado vergonzoso. Es por eso que te digo mientras seas joven, cásate cuando encuentres a alguien bueno, como él que es muy bueno contigo”. El pulgar de Zhao Lanxiang acarició suavemente la maceta de gardenias que había sobre la mesa. Los delicados y hermosos capullos eran como una muchacha tímida, esbeltos y exudando una tenue fragancia. Bajó la mirada en silencio e hizo que la hermana Xu la mirara con entusiasmo. He Songbai repartió comida durante un año. Reservó el rascacielos más alto de la Ciudad G el día de su cumpleaños y le regaló unos fuegos artificiales brillantes. Los fuegos artificiales son hermosos, pero son efímeros y apresurados, como su vida. Zhao Lanxiang recordó los diez años de su anterior matrimonio, carente de amabilidad. Ahora, en retrospectiva, no hay nada que valga la pena recordar. No quería estar enterrada en un matrimonio tan aburrido el resto de su vida, pero si su compañero era He Songbai, se sentía dispuesta a intentarlo de nuevo. Exactamente hoy, había entregado la comida de todo un año. Aún así, He Songbai preparó rosas, se las entregó y no pudo evitar reírse: "Siempre te envío flores, quizá estés cansada de ello. Pero estos días las has aceptado". Miró cálidamente su rostro blanco. Aunque su juventud se había ido, seguía siendo tan hermosa a sus ojos, e incluso su pelo gris parecía dulce. He Songbai dijo: "Espero poder acompañarte todos los años de la segunda mitad de mi vida". Zhao Lanxiang recogió el anillo de diamantes del ramo de rosas, abrió despacio la palma de la mano y se lo puso lentamente en el dedo anular. He Songbai la miró con ternura en los ojos. Su máscara se derrumbó y sus ojos estaban tan húmedos que la abrazó y le dijo: "Gracias. Todavía quieres creerme". "Haré todo lo posible para hacerte feliz". ... Zhao Lanxiang aceptó la propuesta de He Songbai, y empezaron a discutir el asunto del matrimonio. La boda de ambos se fijó para después de la Fiesta de la Primavera. La primavera era fría, y hacía demasiado frío para llevar un vestido de novia en esa época. Pero el corazón de Zhao Lanxiang era tan cálido que ya no sentía frío. Se conocieron en primavera, y esta primavera, dos años después, decidieron casarse. Zhao Lanxiang nunca pensó que volvería a casarse. Aunque no era la primera vez que se casaba, pensó en hacerlo con bajo perfil. Pero como el novio es He Songbai, Zhao Lanxiang nunca pensó en hacerle daño. Es un hombre apasionado y encantador. Su vida es muy discreta, pero su matrimonio tenía que ser de alto perfil. Por eso, su boda fue muy grandiosa, y toda la ciudad lo supo durante un tiempo. Los medios televisivos, los periódicos y las revistas han seguido el reportaje previo a la boda. Lo han hecho por todo lo alto, revelando uno a uno los detalles de la boda, como los vestidos de novia, los anillos de diamantes, las bebidas nupciales, los coches de lujo e incluso los testigos. Todo el país sabía que la estrella emergente del mundo de los negocios se había librado de la fila de los solteros. El día de la boda, Zhao Lanxiang se puso un vestido de novia blanco, cogió la mano de Zhao Yongqing y entró despacio en la iglesia. El sacerdote les preguntó amable y cortésmente delante de todos: " ¿Quieres aceptar a esta mujer? Amarla y serle fiel. En lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad, en las alegrías y en las penas, hasta que la muerte los separe". El apuesto y elegante novio respondió sin pensarlo: " Acepto". "¿Aceptas a este hombre? Amarlo y serle fiel. En lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad, en las alegrías y en las penas, hasta que la muerte los separe..." Zhao Lanxiang hizo una promesa: "Acepto". Atrás Novelas Menú Siguiente   Read the full article

[iceprinceoutumn]

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El azul es el color de tu voz que corta y perfora el hielo, de tus caricias. Siento su calor cuando tu piel roza la mía y cuando me abrazas. El azul es el color de la llama en ti.

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El azul es el color de la calma y la tormenta. Un par de orbes que parpadean con emoción y llenan el vacío de sus expresiones.

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Arden con determinación, se nublan de deseo, se inundan de tristeza, se agitan de rabia y brillan con inocencia. Pero nunca podría olvidar la forma en que brillan cada vez que las comisuras de tus labios se levantan y se curvan en una sonrisa; la forma en que revolotean hasta el final cada vez que te capturo en un beso. El azul es el color en el que me quiero ahogar.

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[mimy-el-amor-escribe]

Cuando ella levantó la voz.. Él también lo hizo. Cuando ella lo ofendió.. Él no se quedó atrás y le respondió con cosas peores. Cuando ella lo culpó de todo.. Él la culpó de todo y más. Se dijeron lo que su ira descontrolada les decía.. lo que nunca hubieran dicho. Lo que comenzó con un pequeño fuego.. Se convirtió en un incendio.. Porque ambos no dejaban de avivarlo. Cuando se dieron cuenta.. el hogar estaba en cenizas. Está bien estar enojados.. Está bien tener diferencias.. Está bien discutir.. Pero, recuerda que responder con lo mismo.. no calma la situación.. ojo por ojo.. y diente por diente.. destruye en lugar de construir. Recuerda.. que a veces darse tiempo y espacio para tranquilizarse es lo mejor que puedes hacer. Porque lo que hayas dicho o hecho en tu rabia.. no tiene vuelta atrás. ✨💜✨♾️ #enojo #frustración #loquedices #loquehaces #entuira #notieneretorno #recuerda #tomatiempoyespacio #calma https://www.instagram.com/p/CkqaFynLacJ/?igshid=NGJjMDIxMWI=