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Vertigo

Un pequeño análisis de la obra maestra de Hitchcock que me gustó como quedó.

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Vertigo (Vértigo: De entre los muertos) es una película estadounidense de 1958 dirigida y producida por Alfred Hitchcock, basada en el libro D'entre les morts de Pierre Boileau. Se trata de un thriller psicológico acompañado de suspenso, misterio y romance, considerado uno de los mejores filmes de todos los tiempos. 

Guionistas: Alec Coppel y Samuel A. Taylor. 

Fotografía: Robert Burks. 

Actores principales: James Stewart (John “Scottie” Ferguson), Kim Novak (Madeleine Elster/Judy Barton) y Barbara Bel Geddes (Marjorie “Midge” Wood). 

Premios: Nominada al Óscar a la mejor dirección artística y decorados y al mejor sonido. Ganó el premio Concha de Plata al mejor director del Festival Internacional de Cine de San Sebastián y el Premio Zulueta del Festival de San Sebastián. 

Vértigo surge justo entre el final de la época del Hollywood clásico y el paso hacia la tendencia del American New Wave, una serie de películas caracterizadas por tener un contenido mucho más artístico, preocupado por la estética y la fotografía de la obra. Fue en este período que los cineastas descubren que no era necesario dar a la obra un final convencional a través de un guion, sino que podían hacerlo a través de imágenes y otros recursos cinematográficos. 

Esto causó que gran parte del público, que hasta en ese momento no había experimentado algo similar, no supiese apreciar el simbolismo visual que Hitchcock incorporó en las escenas de su obra, pues esta usa el color y los planos de cámara para dar a la obra “la lógica de una pesadilla”. 

Vértigo narra la historia de John “Scottie” Ferguson, un expolicía que se ve obligado a darse de baja tras provocar que, debido su acrofobia y vértigo, su compañero muriese. Scottie quiere superar su miedo, pero su exnovia Marjorie “Midge” Wood, quien es una de sus amigas más cercanas, piensa que solo con un trauma mayor podría lograrlo. 

Pasado un tiempo, un ex compañero de clase, Gavin Elster, contrata a Scottie como investigador privado para que vigile a su mujer, Madeleine Elster, pues piensa que podría estar poseída por el espíritu de su bisabuela, Carlotta Valdes. Scottie decide ponerse en marcha y descubre que Madeleine, quien según su marido no sabe nada de Carlotta, realiza una serie de actividades extrañas que olvida pocas horas después: visita la tumba de su bisabuela, museos de arte, habla de un pasado lejano e intenta suicidarse lanzándose al agua. 

Scottie acaba por enamorarse de Madeleine, pero, cuando el sentimiento parecía empezar a ser reciproco, esta se lanza del campanario de una iglesia en un ataque de locura, sin que Scottie pudiese ayudarla debido a su vértigo. Ferguson es considerado no culpable de la muerte de la mujer de Gavin Elster y este le pide que siga con su vida como antes, pero el dolor de la pérdida de su amada lo hace difícil. 

Tras la muerte de la joven, Scottie encuentra a una mujer muy parecida a Madeleine físicamente, Judy Barton. Se nos revela que Judy había sido contratada como actriz por el señor Elster para poder asesinar a su mujer: su trabajo era hacerse pasar por Madeleine para hacer ver su muerte como un suicidio. El expolicía, sin embargo, se obsesiona con la idea de estar con ella, hasta el punto de obligarla a parecerse lo más posible a su fallecida amada. 

Descubrimos más adelante que Scottie ya se imaginaba todo esto, por lo que decide hacer que Judy suba al mismo campanario donde murió Madeleine, pero diciendo que esta vez superaría su miedo y la salvaría. Judy le ruega que la perdone mientras le confiesa todo lo ocurrido, pero una monja sube a la torre para investigar los ruidos y asusta a Judy, quien resbala y cae hacia su muerte. 

En muchos casos se suele dividir esta historia en dos partes bien diferenciadas: la primera, donde se nos muestra a un héroe con el que nos podemos identificar, que encuentra un amor en principio prohibido y sufre el dolor de perderlo, además de provocar una cierta pena en el espectador, quien es testigo del engaño a Scottie; y la segunda, en la que se corrompe a nuestro protagonista y empezamos a repudiar sus acciones. 

Hitchcock se tomó la libertad de incorporar emociones como el miedo y la lujuria y traducirlas de forma visual en vez de reflejarlas en el guion, lo que hace que muchas personas no admiren esta obra por su historia, sino por su lenguaje artístico: incorporó por tanto sus lecturas psicológicas, fetiches (entre los que cabe destacar las mujeres rubias) y obsesiones (el control absoluto de todos los detalles) sin dejar de lado la trama principal. 

La película hace referencia, también a una de las teorías del psicoanalista Sigmund Freud conocida como “compulsión de la repetición”, que consiste en el impulso humano de repetir acciones dolorosas, pues se siente más atraído a estas que a su bienestar4. Podemos también hacer referencia nuevamente al color, donde el verde se asocia a la ilusión de la mujer y el rojo al peligro, y a los filtros que le dan la apariencia de un sueño. 

En cuanto a la influencia posterior del filme, destaca que muchos directores a lo largo de la historia han descrito la película de Hitchcock como una fuente de inspiración, entre ellos Paul Thomas Anderson, Guillermo del Toro y Martin Scorsese. 

En diversas producciones se han realizado también referencias a Vértigo, sea de forma directa (Toy Story 2 y James Bond), como de forma indirecta debido a su legado artístico. Un ejemplo de esto último es la incorporación del travelling compensado (también conocido como Dolly Zoom o efecto vértigo), que consiste en combinar un zoom atrás con un movimiento hacia adelante o viceversa, además de el uso de la cámara para satisfacer los deseos sexuales del protagonista, ambas técnicas que hoy en día son extremadamente comunes. 

Por tanto, fue Hitchcock quien, a través de películas como estas, introduce la tendencia actual de representar los sentimientos y la personalidad del director en su obra, logrando comprobar que el cine también es una forma de arte que no siempre debe depender de diálogos para contar una historia, sino que puede convertirse en, tal y como dijo Scorsese, “poesía cinematográfica”. 

Trailer: https://www.youtube.com/watch?v=95o-QM-lz8g&feature=youtu.be  

Bibliografía: 

IMDb. Vertigo (1958). IMDb. https://www.imdb.com/title/tt0052357/ (Consultado el 12 febrero 2021). 

Ebert, R. (13 de octubre 1996). Vertigo movie review & film summary (1958). Rogerebert.com https://www.rogerebert.com/reviews/great-movie-vertigo-1958 (Consultado el 12 febrero 2021). 

Mullor, P. M. (2018, August 10). 60 años de “Vértigo”: Guía para entender la mejor película de la historia. Fotogramas. https://www.fotogramas.es/noticias- cine/a22652476/vertigo-alfred-hitchcock-analisis-aniversario/ (Consultado el 12 febrero 2021). 

The 100 Greatest Films of All Time (Actualizado el 8 de septiembre de 2020). Sight & Sound. British Film Institute. https://www2.bfi.org.uk/greatest-films-all-time (Consultado el 12 febrero 2021). 

Fandor (2018). The Influence of “Vertigo”. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=F3WHuOcwyUs Consultado el 12 febrero 2021). 

Laplanche, J. (1996). Diccionario de psicoanálisis. Barcelona: Paidós. Now you see it (2017). The Dolly Zoom: More Than A Cheap Trick. YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=u5JBlwlnJX0 (Consultado el 13 febrero 2021). 

Voice of Fire (2017). Filmmakers on Vertigo (Hitchcock Truffaut, 2015). YouTube. https://www.youtube.com/watch?v=uXdytQuuiUw (Consultado el 13 febrero 2021). 

Enfilme (2018). La influencia y las repercusiones de Vertigo de Alfred Hitchcock. Enfilme.com. https://enfilme.com/notas-del-dia/video-la-influencia-y-las- repercusiones-de-vertigo-de-alfred-hitchcock (Consultado el 13 febrero 2021). 

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EVOLUCIÓN DE LA REPRESENTACIÓN FEMENINA EN LOS MEDIOS AUDIOVISUALES

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(un trabajo voluntario que hice para historia de la radio y television; hope you love it as much as I did)

La televisión fue un invento que revolucionó la forma de entretener. El público deja de verse obligado a recurrir a la literatura y de estar a limitado ser oyente de la radio, pues ahora podían percibir todo el material proporcionado de manera más completa. El entretenimiento busca contar una historia a partir de la representación de diversos personajes. Representar quiere decir describir la manera en la que vemos el mundo o, en este caso, a las personas. Sin embargo, esta visión se ve constantemente distorsionada por los prejuicios sociales que se reflejan y construyen en los medios.

El caso de la representación de los géneros es de los más complejos, pues tenemos producciones donde la mujer es un ser pasivo y sumiso, objeto de mirada del hombre, quien es el que mueve la acción. No obstante, con los avances a lo largo de la historia relacionados con la igualdad de género, las producciones de este tipo han tendido a desaparecer para ser sustituidas por otras donde ella también es protagonista.

Analizaremos las causas y repercusiones de este fenómeno, centrándonos principalmente en la imagen de la mujer mostrada en los medios occidentales a lo largo de los años, principalmente la televisión y la publicidad, con el objetivo de entender la relación entre la misma y los eventos históricos que se daban en el momento.

PRIMERA OLA DEL FEMINISMO Y SUS EFECTOS

A pesar de tener un pequeño despegue durante el Renacimiento (s. XV-XVI), se considera que movimiento feminista se origina durante la Revolución Francesa (1789-1799), cuando el empirismo, el racionalismo y el utilitarismo eran las corrientes de pensamiento más difusas. No obstante, las mujeres no formaban parte de estas tendencias y fueron ignoradas por los dirigentes del movimiento ilustrado.

Se pensaba que la mujer pertenecía al ámbito privado, no poseía ningún derecho civil o político. La voz del género femenino carecía de valor alguno y no debía ser escuchada. Incluso Jean-Jacques Rousseau (1712-1778), uno de los pensadores europeos más relevantes del siglo XVIII, consideraba a la “mujer moderna” como una mujer doméstica. La prensa se dedicó a ridiculizar a las mujeres que simpatizaban con la igualdad género a través de viñetas cómicas, haciendo que perdiesen credibilidad.

De este modo los ideales feministas se posponen hasta la llegada de la Revolución Industrial. La Gran Guerra (1914-1918) obliga a que muchas mujeres empiecen a trabajar para poder mantener a sus familias, pues los hombres habían sido reclutados para la batalla. Se vuele común la imagen de la mujer trabajadora, aun si no es en el mismo ámbito que los hombres, y esta crea para sí misma una vida fuera de casa, aunque nunca tan activa como la de los varones.  

Las obreras empiezan a notar las desigualdades que tienen respecto a los hombres al verse en la necesidad de incursionar en el mundo laboral, por lo que la lucha se volvió más activa. Es entonces cuando el feminismo deja de estar reservado a una minoría privilegiada. Aquellas con estudios los utilizaron para plantear demandas políticas, sociales y económicas igualitarias, logrando los primeros sufragios femeninos y haciendo más accesible la educación femenina. Todo lo anterior otorga a las mujeres experiencia en diplomacia y relaciones internacionales.

REPRESENTACIÓN DE LA MUJER TRAS LA I GUERRA MUNDIAL

Como era de esperarse, tras la Primera Guerra Mundial las estadísticas muestran un brusco descenso en la natalidad, debido principalmente a los 9 millones de soldados y 7 millones de civiles muertos a causa de la contienda, sin contar a los fallecidos debido al hambre y a las enfermedades. Sin embargo, los medios y la prensa deciden responsabilizar a las mujeres obreras, que al empezar a trabajar habían desatendido su función principal: ser máquinas de hacer hijos. Este evento coincide además con el inicio de los “Felices años 20” en los Estados Unidos de América, donde se empiezan a promocionar los primeros electrodomésticos, que la publicidad se encargó de dirigir al público femenino.  

Empiezan entonces las primeras representaciones en los medios de la esposa perfecta: una mujer sumisa y servicial, buena madre de numerosos hijos y cuya función era ser ama de casa.  

La llegada al poder del Partido Nazi en Alemania se encargó en los años treinta y cuarenta de fomentar aún más esta imagen con el modelo de la familia de raza aria, donde la mujer se regía por las reglas de las tres K: Kinder, Küche und Kirche (niños, cocina e iglesia).  

LA MUJER EN LA DÉCADA DE LOS 40, 50 Y 60

La mujer de los años 50 se había convertido en aquello que los medios llevaban más de dos décadas inculcándole: un ser carente de vida social que estaba obligado a permanecer en casa la mayor parte de su tiempo. Pertenecía legalmente a su marido y socialmente a su familia. Sin embargo, existía una parte considerable de féminas que no estaba de acuerdo con estos estándares, pues ya habían experimentado ciertas libertades en el mundo laboral y se negaban a encerrarse en casa nuevamente.

Debido a esto, los medios se encargan no solo de desprestigiar este tipo de pensamiento en las mujeres, ridiculizándolas y representándolas como locas insensatas, sino también de promover la imagen de un marido castigador, cuyas agresiones a su mujer estaban justificadas para evitar que se volviese rebelde e independiente. La violencia intrafamiliar y los feminicidios aumentan de forma considerable, al igual que el miedo generalizado de las mujeres a sus maridos. Todo esto era representado en la televisión y la publicidad de manera gráfica y como eventos normales que formaban parte de la vida diaria de una esposa.  

Ejemplos de mujeres sumisas a sus maridos son personajes como Lucy Ricardo de I Love Lucy (Yo amo a Lucy) de 1951, quien es un ama de casa ingenua y carente de ambiciones o intereses más allá de la vida en el hogar. Curioso es también el caso de la Sra. Banks de “Mary Poppins” en 1964, quien es simpatizante del movimiento feminista y el voto igualitario como demuestra en su canción “Sister Suffragette” (Hermana Sufragista), pero en el momento que se le informa la llegada de su marido, se preocupa diciendo: “Esconde esto. Sabes que nuestra causa molesta al Sr. Banks”.

La mujer debía ser totalmente dependiente de un hombre fuerte y rico que la salvara de su miseria. Su mayor aspiración en la vida debía ser llegar al matrimonio y ser una buena ama del hogar. Estos principios se enseñaban constantemente en producciones infantiles siguiendo el modelo que Blancanieves puso a finales de los años 30: una mujer sin intereses ni sueños más allá de “algún día mi príncipe llegará”, cuya única habilidad era limpiar y cocinar en cada casa que encontraba abandonada en el bosque. Los líderes del cuento eran los príncipes y guerreros, los verdaderos protagonistas de películas como la Bella Durmiente (1959), donde Aurora solo participa en 16 minutos dentro de la producción de más de una hora.

También se vuelve popular la visión de la mujer como objeto sexual, diseñado para ser contemplado por el hombre. Esto podría estar relacionado con que, tras las guerras, se produjo un aumento notable en la prostitución, que se vio ligeramente normalizada y tolerada hasta 1956, pero, aunque los hombres podían pasar allí horas de ocio, no permitirían que sus hijas o esposas se dedicasen a ello. Las chicas desde una corta edad debían permanecer sumisas a cualquier figura masculina con la que se relacionasen y centrar su objetivo en la vida familiar.

Figuras como Betty Boop (1930) revolucionan esta imagen, pues marca un estereotipo de mujer sensual, pero infantil e ingenua tanto física como psicológicamente, por lo que algunos la definen como una “adolescente de la época moderna”. La sexualización de la mujer se convierte cada vez en algo más frecuente, con la llegada de mujeres como Marilyn Monroe y Barbara Eden (actriz que interpreto a Jeannie en I dream with Jeannie o Sueño con Jeannie), mujeres talentosas en la década de los cincuenta y sesenta que solo fueron valoradas por su belleza.

INFLUENCIA DE LOS DERECHOS DE LA MUJER EN LA DÉCADA DE LOS 70

En España, el movimiento a favor de los derechos de las mujeres toma más tiempo en llegar. La representación de la mujer tras la Guerra Civil (1936-1939) que podemos encontrar es en su mayoría publicitaria, pues la televisión no se situó definitivamente en los hogares españoles hasta los años setenta. No obstante, se promovía que estas fuesen sumisas a sus maridos, que soportasen sus maltratos y agresiones y que tuviesen la mayor cantidad de hijos posibles. No daban tanta importancia a sus estudios, pues debían enfocarse en la vida en el hogar, sin tener una opinión política valida.  

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https://www.youtube.com/watch?v=F49If5qxKC4

La “ley de la mayoría de edad de la mujer”, que hace invalida la licencia marital para permitir a las mujeres realizar actos jurídicos y legales sin el consentimiento de sus maridos, no se aprueba hasta 1975 tras la muerte de Francisco Franco. En 1978, la nueva Constitución provoca un gran avance en la lucha por los derechos igualitarios con el articulo 14 que consagra la “igualdad sin discriminación de raza, sexo, religión u opinión”. Desde 1976 hasta 1980 se considera la década de la mujer, pues empiezan a sostenerse las primeras reuniones gubernamentales para tratar temas relacionados con mujeres.

A nivel mundial las mujeres empiezan a mostrarse en condiciones de poder tras la llegada de las primeras mujeres presidentas en occidente. Las mujeres son más fuertes e independientes en los medios, como en el caso de la Princesa Leia en Star Wars o la emblemática Lois Lane en Superman, que marcaron los estándares de cómo se debía representar una mujer de carácter fuerte en el cine. Empiezan a tener roles mucho más activos y protagónicos como en los Ángeles de Charlie. Nichelle Nichols, quien interpreto a Nyota Uhura en Star Trek, fue primera mujer afroamericana en representar un papel cuya importancia era igual a la de sus compañeros varones de raza blanca.  

              A pesar de este avance la sexualización de la mujer seguía estando presente, pues seguía siendo mostrada con cánones de belleza inalcanzables y carentes de realismo para atraer la atención masculina. No será hasta 1979 que el personaje ficticio Ellen Ripley en Alíen crearía una imagen nueva de la heroína de acción.

  EL NUEVO MODELO DE MUJER DURANTE LOS 80

En la década de los 80 comienzan las primeras demandas políticas de la mujer para prevenir la violencia de género, que solo conducía a la dominación y discriminación.  La popularidad de super heroínas como La Mujer Maravilla a finales de la década anterior, que representa la justicia, la fuerza y la libertad sexual, crea nuevos modelos y aspiraciones para las pequeñas, quienes aprenden que pueden aspirar a ser más que princesas.  

La anteriormente mencionada Ellen Ripley fue definida por los medios como la versión femenina de Rambo, lo cual hace ver claramente la masculinización de la heroína de acción en el cine, quien posee un cuerpo fuerte y toma control de las armas. Destaca la eliminación del cuerpo femenino, pues para que una mujer sea considerada igual a un hombre esta debe parecerse también físicamente al mismo. Esta imagen no cambiará hasta la llegada del nuevo milenio, donde la mujer podrá tener un cuerpo más realista.

No obstante, destacan personajes como Sarah Connor en Terminator (1984) y Celie Harris Johnson en El Color Purpura (1985), heroínas diferentes pero igualmente importantes y recordadas.

  NUEVOS MODELOS FEMENINOS DURANTE LOS 90

La llegada del postmodernismo supone la inclusión de la mujer en la historia de todas las áreas, empezando a reconocerse y resaltarse el importante papel que jugaron muchas mujeres. Se vuelve popular el concepto de Enpowerment o empoderamiento femenino para incluir a las mujeres en la vida pública. Empieza a utilizarse el término “supermujer”, que se otorgaba a aquellas que lograban tener una vida laboral y familiar al mismo tiempo, normalizando así la imagen femenina en campos como las ciencias y la economía.

Las representaciones en series infantiles de madres solteras o mujeres que son el soporte económico de su familia se vuelven frecuentes incluso en programaciones infantiles como Toy Story (1995).  

Las mujeres se ven incluidas en ámbitos de trabajo dominados por los hombres como en el caso de Mulán (1998), quien va a la guerra para proteger a su padre, y “Silence of the Lambs” (El Silencio de los Corderos-1991), donde Clarice Starling es una investigadora encargada de un caso sumamente importante y peligroso. También se muestran con características menos estereotipadas como en 10 Things I Hate About You (10 Razones para Odiarte-1999), siendo Cat una adolescente rebelde y con mal carácter que ansía estudiar una carrera para independizarse, o en la Bella y la Bestia (1991), donde Bella es denominada “la rara del pueblo” porque le fascina leer y se niega a casarse si no es por amor.

   LA MUJER DEL NUEVO MILENIO Y CONSECUENCIAS DEL NUEVO MODELO FEMENINO

Se considera que en los 2000 la mujer, al menos en occidente, empieza a ser reconocida e incluida en los medios. Nacen personajes icónicos como Elle Woods de Legally Blonde (Una Rubia muy Legal-2001), Kill Bill (2003) y Rapunzel (2010).  

Sin embargo, tras la creación en España de la primera ley integral contra la violencia de genero entre 1998-1999, esta empieza a hacerse más notable una vez llegado el nuevo milenio, lo que hace que los medios de noticias hagan públicos los feminicidios y las denuncias por violencia doméstica. Esto trae consecuencias positivas, como la visibilización de las desigualdades, y a su vez negativas, como la normalización de estos temas en los medios. Esto quiere decir que, según las estadísticas obtenidas por el periódico El Mundo, cuando en los noticieros se habla del género femenino suele ser el 41% de las veces para mostrarlas en su estado de vulnerabilidad más grave. Con esto se inicia una visión peyorativa a nivel social de las mujeres víctimas de violencia, pues deja de parecer alarmante al ocurrir constantemente.  

Por otra parte, también la representación de mujeres fuertes en el cine es criticada. Es vista como exagerada e irreal, debido a que un personaje femenino independiente mal logrado puede resultar molesto o poco carismático, como llego a ocurrir como en el caso de Jailbreak en The Emoji Movie (2017). No obstante, en la gran mayoría de casos se debe a que la sociedad no quiere aceptar que son ya muchas las mujeres que prefieren alejarse de la vida familiar y enfocarse en ellas mismas, al igual que tienden a hacerlo muchos hombres. Criticas como estas fueron hechas a personajes como la Capitana Marvel (2018) y a Nani de Lilo y Stitch (2002), por mostrarse demasiado frívolas.

REFLEXIONES FINALES

El mundo audiovisual ha tenido un impacto enorme en la vida de todos los que hemos tenido la oportunidad de crecer con él. Muchos aprendimos a leer, escribir y contar frente a la televisión, pero también valores como el respeto, la tolerancia y la existencia de la diversidad en el mundo. Mas se da el caso que en los medios se aprende a su vez a discriminar, herir y maltratar.

En el caso femenino ha habido múltiples avances en la representación, siendo cada vez más inclusiva y positiva. Sin embargo, todavía existe un largo camino que recorrer, donde los personajes femeninos sean realistas, pero también donde el público sea consciente de que lo que está observando tiene una razón de ser: influenciar de forma correcta a la sociedad. De este modo, dejaremos de criticar a madres que trabajan horas extra para poder darle una vida digna a sus hijos y dejaremos de juzgar a aquellas niñas que sueñan con estudiar ingeniería.

En el mundo de las noticias se debe avanzar. Aunque la importancia de denunciar la violencia hacia la mujer es innegable, se debe recordar que estas no son solo aquellas pobres víctimas de sus maridos o padres, sino también abogadas, médicas, artistas y profesoras que tienen mucho más que contar.  

BIBLIOGRAFÍA  

Mujeresenred.net - El 41% de las mujeres aparecen en los informativos como víctimas – Marivi Casanueva

La Mujer en los Medios de Comunicación - María José de los ríos y Joaquina Martínez Almería

Mujeres en los medios – Asunción Bernárdez Rodal

Gendered Transformations - T. Krijen; C. Alvares, S. van Bauwel

Crítica feminista y comunicación - María José Sánchez Leyva; Alicia Reigada Olaizola

Medios de comunicación audiovisuales y la violencia de genero adolescente – Irene Belmonte Borrego

Representación de género en los informativos de radio y televisión – Pilar López Diaz

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