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Frank Paton - Witness my Act and Deed (1882)
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A little blue abstract landscape, just for fun.
(ink and markers on paper)
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No entres dócilmente en esa noche quieta.
La vejez debería delirar y arder cuando se cierra el día;
Rabia, rabia, contra la agonía de la luz.
Aunque los sabios al morir entiendan que la tiniebla es justa,
porque sus palabras no ensartaron relámpagos
no entran dócilmente en esa noche quieta.
Los buenos, que tras la última inquietud lloran por ese brillo
con que sus actos frágiles pudieron danzar en una bahía verde
rabian, rabian contra la agonía de la luz.
Los locos que atraparon y cantaron al sol en su carrera
y aprenden, ya muy tarde, que llenaron de pena su camino
no entran dócilmente en esa noche quieta.
Los solemnes, cercanos a la muerte, que ven con mirada deslumbrante
cuánto los ojos ciegos pudieron alegrarse y arder como meteoros
rabian, rabian contra la agonía de la luz.
Y tú mi padre, allí, en tu triste apogeo
maldice, bendice, que yo ahora imploro con la vehemencia de tus lágrimas.
No entres dócilmente en esa noche quieta.
Rabia, rabia contra la agonía de la luz.
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"Hace muchos, muchos años, en un país muy lejano y triste, existía una enorme montaña de piedra. Era negra y áspera. Al caer la tarde, en la cima de esa montaña, florecía todas las noches una rosa que otorgaba la inmortalidad, sin embargo, nadie se atrevía a acercarse a ella, pues sus numerosas espinas estaban envenenadas. Entre los hombres sólo se hablaba del miedo a la muerte y al dolor, pero nunca de la promesa de la inmortalidad.Y todas las tardes la rosa se marchitaba sin poder otorgar sus dones a persona alguna. Olvidada y perdida en la cima de aquella montaña de piedra fría, sola hasta el fin de los tiempos"
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Mientras otros se fijan en tu físico, yo siempre me acordaré de tu cumpleaños, cómo te brillan los ojos cuando te ríes o cuando hablas de cosas mínimas que te gustan o tus sueños, en todo lo que tuviste que sufrir, en el buen corazón que tienes, en cómo te duele la vida.. Eso, cosas mínimas que recuerdo por amor.. por amor a tí.
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Hoy me lastime para ver si todavía siento y me estoy concentrando en el dolor. Y es qué, estoy tan familiarizado con ese sentir que no se cuanto permaneceré aquí...
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A ti que llegaste a mi vida sin avisar,
Que llamaste mi atención...
Que pinaste de colores mi día gris.
Llenaste de risas mi vida y llenaste de alegría mi corazón...
A ti, que llegaste a mi vida trayendo cosas buenas contigo.
Por enseñarme que hay algo hermoso en este mundo que tanto amas pintar de amarillo...
Simplemente gracias por ser , Mi sol y mis estrellas.
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Deseo
Te escribí algo:
Rosas rojas,
corazones hinchados y palpitantes,
el suave rumor de la sangre
arremolinándose en tu pecho...
Tu pecho...
Tu vientre
y tus caderas...
Tus caderas,.
tus nalgas
y tus piernas...
Derecha...
Derecha...
Ponte derecha.
Déjame dibujar tu cuerpo.
Dibujar con mis manos en tu piel...
Con mis dedos.
Pintar con mis labios en tu espalda...
Acurrúcate en mi regazo...
Quiero consentirte y acariciarte.
Eres mi amor ¿Sabes?
Y yo una serpiente errante.
La gloria está en tu lecho...
Una diosa en carne...
La gloria de tu amor,
tangible, palpable.
¿Puedes sentirme?
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La usanza del pirata.
"Eres la chica más increíble de los siete mares"
Te dije y como no queriendo sonreiste. Cómo al principio, como siempre lo hiciste
Pero no, no habría de mentirte, amor mío... Jamás había viajado en velero ni en mar bravío.
El tiempo contigo fue el que le enseñó bien a navegar.
Me convertiste, fácil, en un viejo lobo de mar, atimonear en la tormenta sin temor al naufragio, o a dormir arrullado por las olas.
Navegaría sin temor al abismo, sirena...
La usanza del pirata es, en el mejor de los casos, obvio y legítimo auto de muerte...
Si así pudiera volver a verte.
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Siempre me impresionaba, reía cuando la vida iba mal, pareciera que ya sabía que ella podía. Dure mucho viéndola luchar contra sus inseguridades y miedos, yo estuve ahí, pero sabía que era su guerra. Ame verla salir victoriosa, como esas flores que sobreviven al invierno. Ame el día que ella adoro su cuerpo, el día que hizo la paz con su alma y mente, el día que abrazo su pasado y decidió ser feliz, en algún punto dejó de importarle los años y le tomo más importancia a lo que estaba viviendo. Nunca se sintió perfecta pero aprendió amarse. Ya no le daba pena el paso de los años por su piel, ni las batallas que se le notaban en la mirada.
En algún punto ella se volvió arte, y nadie se lo tuvo que decir.
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JAMÁS SEREMOS FELICES EN OTRAS MANOS.
Mi cuerpo pide a gritos sentir tu piel, mis manos tiemblan al ya no sostener a las tuyas, mis ojos han perdido el brillo y mis labios se parten por la falta de tus besos...
Y es que desde que te fuiste todo cambió, yo pensaba que serías una lección más, un recuerdo nadamás, pero no.
Te quedaste, te tatuaste en cada poro, en cada rincón del corazón.
Se quedaron los momentos felices que pasamos, porque desde entonces siguen pasando por mi mente esas caminatas hasta tarde, los besos tan apasionados, las pláticas hasta desvelarnos, las risas hasta caer rendidos y hacer el amor.
Se quedaron tus caricias, tus palabras bonitas, tus cartas y cada mensaje que me mandaste.
He temido borrar nuestro chat, bloquear tu número, porque sigo llevando una pequeña esperanza de que vas a llamar.
No sé cuándo, cómo o dónde lo harás, pero si incluso pasaran un par de años, yo respondería... Todavía.
Te decidiste marchar, sin embargo puedo asegurar que jamás seremos felices en otras manos.
En donde quiera que te encuentres seguro has pensado en mí, en la sinceridad que jamás creíste, en las acciones que nunca viste, en todo lo bueno que hice por ti y jamás valoraste.
Quizá estés pensando en que pudimos ser felices y no estar así, lejos el uno del otro, tocando otros cuerpos, besando otros labios...
Cuando por dentro morimos, por estar juntos de nuevo.
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EN OTRA VIDA SEREMOS FELICES.
Todavía me cuesta entender porqué lo nuestro acabó.
Si nos veíamos tan felices, sonreíamos a diario y pasábamos momentos increíbles...
Pero de pronto todo cambió, tus manos dejaron de tomar a las mías, nuestros ojos ya no se correspondían, nuestros cuerpos ya no se reconocían.
Todo pasó tan rápido que no me di cuenta cuando ya te había perdido.
Y te fuiste, tomando otro camino muy distinto al mío.
Quizá conociste a alguien más que superó todo lo que yo te había dado antes o simplemente buscaste otro destino, lejos de alguien que lo único que buscaba era cumplir con sus sueños para poder estar contigo.
No quedó opción que despedirme de lo que habías traído, el cielo se tornó gris y seguí mi camino así, lejos de ti.
Pero con una esperanza clavada en el pecho, una pequeña gota de esperanza por saber si volveríamos a encontrarnos en el futuro o si tal vez en otra vida seríamos felices.
Me quedé con eso, con tus buenos recuerdos, con lo bueno que me diste, con las caricias y los besos que en su momento fueron sinceros, me quedé con una buena imagen de lo que fuimos.
Despedí lo malo y me dediqué a continuar con mi vida, imaginando cada día que nos quedamos con algo estancado, algo que no vio su final y que a pesar del tiempo sigue ahí.
Un amor pendiente, un café que no tomamos, una carta que no leíste, un futuro que no construimos.
Y una esperanza guardada de saber que en otra vida...
Seremos muy felices.
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Cierra bien la puerta de tu corazón conmigo...
Para que las mujeres no lo abran, y preocupen mis alegras.
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Destino.
Papá se caso con un traje prestado.
La noche que me concibió, ebrio y torpe, solo su desnudez era suya.
Entre chirrido y chirrido de la cama de hierro susurró a mi madre:
ahí va un poeta.
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Lo único que te pido a cambio es que cuando hables conmigo, cuides tus palabras. Que tus palabras sean justas, que sean del tamaño de tus sentimientos, porque si tú me dices no, para mi es no, y si me dices llueve, para mi está lloviendo. Y si me dices amor, para mi es amor.
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Más que besarla, más que acostarnos juntos, más que ninguna otra cosa, ella me daba la mano y eso era amor.
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