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la forma en que jiah gesticula hacia la nieve la hace reír suavemente y sacude la cabeza. ' no podría dejar que alguien tan encantadora quede atrapada en la nieve, no quiero un fin del mundo repleto de idiotas. ' responde, con un tono juguetón, aunque sus ojos reflejan sincero interés. sin pensarlo demasiado, extiende una mano y acerca a la chica más hacia ella, rodeándola ligeramente con un brazo. ' ¿estás mojada? no quiero que te congeles. ven aquí, al menos esto ayudará un poco. ' añade, usando su propia calidez para protegerla del frío mordaz, realmente el clima es hostil y no ayuda en lo absoluto, es probable que tenga el atuendo mojado si cayó en el manto blanco, lo sabe porque en el pasado le ha sucedido también. ' deberíamos buscar ropa seca para ti antes de que termines con hipotermia. ' su tono deja claro que lo dice en serio, incluso si la charla tiene otro tinte pues ahora que están en un refugio, “a salvo”, puede permitirse un chiste u dos. ' ¿estás bien? ' pregunta finalmente, sus ojos buscando alguna señal de incomodidad o dolor. ' ¿no te lastimaste cuando caíste? ' añade mientras ya comienza a pensar en dónde podrían encontrar algo para ayudarla.

"¡hey, no me juzgues! vengo del sur de california, allá no tenemos tanto de esto" hace ademan para señalar la nieve que la rodea para completar su oportunidad de ser dramática. claro, a veces había alguna que otra ventisca suave en los ángeles y heladas en napa, pero nada como lo que teme ahora estando en maine. la sonrisa aparece en sus labios de forma inevitable al escuchar las risitas ajenas y despacio menea la cabeza. "'go big or go home' es el lema de los ángeles, así que me alegra haber sido útil hoy" apostilla con humor al tiempo que se aferra a la mano ajena para impulsar se hacía arriba y, por suerte, sus pies se liberan de la nieve con relativa facilidad. "definitivamente no es como en las películas" susurra cuando, tras un trastabilleo más, por fin recupera el equilibrio y mira a la contraria con una sonrisa. "gracias por ser mi heroína de hoy y evitar que me convirtiera en muñeco de nieve" bromea, aunque agradecimiento es sincero. "¿ibas hacia algún lado en particular?" pregunta entonces, esperando no estarle quitando el tiempo a la contraria.

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palabras de disculpa caen sobre ella como una brisa inútil, incapaz de aplacar el fuego que arde dentro. cuando extiende su mano hacia ella, apenas pestañea, sus labios curvándose en una sonrisa helada que no llega a sus ojos. ' qué conveniente, me imagino que para ti es fácil olvidar las cosas cuando no sientes nada, ¿verdad? ' ignora la mano extendida como si no existiera, ni siquiera una mirada hacia ella, en cambio, da un paso hacia adelante, manteniendo la distancia suficiente para que su postura siga siendo defensiva. ' yebin. ' responde sin un ápice de calidez en su voz, el simple acto de presentarse es un favor que le concede a regañadientes. ' no creo que necesitemos fingir que nada ocurrió, lo que pasó, pasó, y si esperas que con un ‘lo siento’ todo desaparezca déjame decirte que yo no funciono así. ' se endereza, soltando un leve suspiro, siendo más un acto para calmarse a sí misma que un gesto hacia él. ' aunque puedes intentarlo, hikaru. decir que eres un tonto es un buen comienzo. ' da un paso hacia un lado, como si estuviera lista para irse, pero sus ojos permanecen fijos en él, vigilándolo como si fuera un libro que no termina de decidir si quiere leer o cerrar para siempre.

Obtuso como de costumbre y sin aún comprender del todo el objeto de su molestia, las palabras de la mujer encendieron en su cabeza todas las señales de alerta, provocando que saliera inmediatamente del trance en que parecía encontrarse, y que su cuerpo se tensara, el cabello en su nuca erizado mientras un escalofrío recorría su espalda. —¿Todavía estás molesta por eso? —cuestionó, la pregunta era genuina, pues él mismo era de sentires fugaces y poco complejos, o eso creía. —Ya dije que lo sentía —su cabeza gacha, incapaz de sostener la mirada acusativa de Yebin, acompañaban a sus palabras que eran, más bien, una súplica. —Mira —se puso de pie en el lugar —, podemos empezar de nuevo, hacer como que nada ocurrió. Mi nombre es Hikaru, y soy un tonto —extendió su mano hacia ella, sonriendo en un intento patético por arreglar las cosas.

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nota como el par de guantes aterriza cerca de su calzado y da un paso hacia adelante, observándolos en el suelo. ' hm, podrías haber apuntado mejor. ' tono es ligero, burlón. ' ensuciarte las manos es de lo mejor que puede pasarte aquí. ' considerando otras opciones, como salir y enfrentarse al horror del exterior, meter las manos en tierra no es nada. ' entonces, ¿qué estás haciendo? ' pregunta mientras da un paso más cerca, curiosa. ' porque yo, sinceramente, me estoy muriendo de aburrimiento. '

área de cultivos 🌿 ⠀⠀⠀⠀⠀⠀Quizá no es día o su deseo por distraerse parece contraproducente mientras intenta realizar una tarea bastante fácil, retirar la maleza. Está mal apoyada que termina cayendo, nada grave. Rueda los ojos y termina por quitarse los guantes y lanzarlos sin fijarse realmente, los cuales terminan cerca de un calzado del cual no se había percatado Nova " Me estorbaban, además que importa si me ensucio un poco, como si importara a estas alturas " finaliza con una risita irónica,

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' no lo creo, solo siguen muy ocupados, pero si están riéndose en otra habitación, al menos eso significa que alguien se está divirtiendo por aquí, tienen suerte. ' rueda los ojos mientras organiza unas vendas en un estante cercano, a salvo, sí, pero también aburridísima, realmente no encuentra ningún tipo de divertimento en el refugio. ' sí, vengo de safe haven. ' suspira de forma pesada, decir el nombre de aquel pueblo que la llevó a la perdición y que aún detesta pareciera que quemara su lengua. ' ¿y tú qué, de dónde vienes? ¿qué hiciste para terminar aquí? ¿intentaste bailar sobre la nieve o algo así? '

ala médica // Era una tontera, un tobillo doblado y ya, pero este no le dejaba caminar sin una molesta renguera. Y por eso ahí estaba, sentada en una camilla. Desde hacía ya... demasiado. Soltó un suspiro exasperado— ¿Crees que los enfermeros se olvidaron de mí, o que se están riendo en otra habitación? —preguntó al aire, sólo por el hecho de que oyó movimiento a su alrededor. Buscó localizar al sonido con la mirada—. ¿Vienes de Safe Haven...? —algo que había pronunciado demasiadas veces ese mes, pero que aún no obtenía respuesta satisfactoria, y por eso su tono sonaba tan cansado al hacerlo.

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' ¿en serio? ' dice, apoyando su tenedor en el borde del plato mientras lo observa con curiosidad, no sabe nada de niños, solo lo obvio y lo básico. ' para ser justa, creo que yo también me habría quejado. ' confiesa burlona pues nunca fue muy estudiosa que digamos y siempre detestó tener que levantarse temprano, plus, no tiene buenos recuerdos de ciertas instituciones. ' increíble que hayan profesores que logran hacer que los niños se sienten y presten atención incluso en medio de todo esto, eso sí que debe ser una hazaña. '

se dejó caer en una de las sillas del comedor, en un lugar desocupado frente a la persona que ya estaba ahí. colocó su bandeja con comida en la mesa y soltó un leve suspiro antes de hablar. ' no puedo creerlo. ' comenzó, negando con la cabeza mientras su tono llevaba una mezcla de incredulidad y diversión. ' hasta en el apocalipsis, mis hijos todavía se quejan de la escuela. '

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levanta la vista, reconociendo de inmediato la voz que rompió el silencio: el chico al que le guarda gran rencor, quien no quiso abrirse con ella, ¿y hasta se burló? puf, yebin lo sintió así. su expresión se endurece al instante, máscara fría y distante cubre su rostro. no hace esfuerzo alguno por disimular el disgusto que le provoca presencia ajena. ' ¿en serio? ¿me estás preguntando eso a mí? ' responde finalmente señalándose a sí misma con el índice, su tono es cortante y su mirada lo atraviesa como una aguja, cargada de enojo y desdén. ' no sé de qué hablas, y no me importa, la última vez que me dirigiste la palabra fue para soltar puras estupideces así que no estoy interesada en ti. '

#cocina: Cada día que pasaba se volvía más difuso en su mente, incapaz siquiera de recordar los pasos que había tomado para encontrarse en ese lugar, en ese momento, comiendo un trozo de pan mientras la sopa que lo acompañaba se enfriaba sobre la mesa, su mirada perdida en el espacio. —Oye, —habló hacia la nada, apretando sus ojos más de lo usual con cada parpadeo— ¿cuándo es el certamen de penal?

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yebin se detiene en seco, sorprendida tanto por la repentina aparición como por la intensidad en el tono del hombre. sus ojos se posan en la figura frente a ella, tomando rápidamente nota de los detalles: el cabello húmedo, el abrigo voluminoso y una mirada que guarda furia contenida. ' ¿que te robaron? ' pregunta mirando a su alrededor como si esperara ver a los adolescentes en cuestión aparecer de la nada. ' no he visto a nadie así, pero, uh, ¿estás bien? ' ojos se detienen un segundo más en rostro ajeno, intentando leer algo más allá de las palabras. ' ¿dónde los viste por última vez? puedo ayudarte a buscar.  ' da un paso hacia adelante, su postura relajada pero con una intención evidente de asistir, no por buena samaritana, sino por puro aburrimiento. ' aunque, por lo que dices, parecen más bromistas que verdaderos ladrones. '

📌 fuera de las duchas, primeros días después de su llegada.

fue cuestión de segundos lo que le salvó de colisionar contra una figura opuesta, la prisa impregnaba hasta la forma en que pronunciaba cada palabra, entrecortada y ansiosa. " ¿has visto a unos niños? " preguntó sin molestarse en saludar, la urgencia en su tono era suficiente para transmitir su desesperación. de las hebras oscuras de su cabello caían pequeñas gotas de agua que recorrían su rostro, mientras la humedad hacía que su piel brillara bajo la tenue luz. el enorme abrigo que llevaba parecía ofrecer más protección de lo que realmente tenía; debajo, la verdad era que no vestía nada más.

" adolescentes, " corrigió casi de inmediato, como si las palabras fueran claves para encontrar una respuesta más precisa. " posiblemente corrían, llevaban una toalla y prendas cargando, se reían entre ellos— los vi cuando me robaron. "

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observa el espectáculo desde unos pasos atrás, el inicio de una risa escapándose antes de que pueda detenerla y lleva una mano a su boca, tratando de contenerla, pero fracasa estrepitosamente. ' pensé que yo era la torpe de las dos. ' dice entre carcajadas suaves, acercándose con pasos cuidadosos sobre el manto blanco para no correr la misma suerte. sus ojos brillan con ternura al ver a jiah luchando contra el montón de nieve que parece haberse convertido en su trampa personal. al inclinarse un poco para ofrecerle la mano, yebin suelta una broma, su voz teñida de calidez: ' podrías haber hecho esto menos espectacular, pero agradezco el entretenimiento. ' le guiña un ojo antes de agarrar firmemente mano femenina. ' vamos, no te dejaré convertida en un muñeco de nieve. '

en el camino de un edificio a otro, se le hace fácil tratar de cortar el trayecto a través de la nieve que ha comenzado a acumularse desde la noche anterior. sin embargo, al dar un paso, su pie se hunde hasta la mitad de la pantorrilla y el otro sigue el mismo camino, haciéndole perder el equilibrio. su mano se estira instintivamente hacia una rama cercana buscando apoyo pero sólo consigue que nieve de las ramas superiores le caiga encima. "riéte si quieres, pero…" sacude la cabeza al darse cuenta de que hay al menos un testigo de su traspié. "¿te importaría darme una mano? creo que estoy… atorada" añade haciendo un intento por salir de la nieve.

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se queda quieta por un momento, indecisa entre retroceder para no invadir el espacio personal ajeno o acercarse para ofrecer consuelo, aunque nunca fue muy buena en ello. finalmente, opta por lo segundo, caminando despacio hacia la figura inmóvil, sus pasos apenas perceptibles en el suelo del área de cultivos. ' descuida. ' responde suavemente con voz tranquila y sigue la dirección que señala hacia la planta, inclinando ligeramente la cabeza para observarla con detenimiento. ' oh, ¿también encontraste a uno de tus padres aquí, en el refugio? ' pregunta pues vivió algo muy similar con su madre y empatiza desde ese lugar. ' ¿él está bien? '

lleva unos minutos en el área de cultivos, su cuerpo inmóvil mientras que lágrimas recorren sus mejillas silenciosamente. se aprovecha de la soledad del lugar para dejar todo salir, aunque plan termina por arruinarse cuando se percata de la presencia de alguien más. “ lo siento, no—no estoy llorando. ” se apresura por explicar, lo que es bastante irónico considerando las lágrimas frescas en sus mejillas. “ quiero decir, sí estoy llorando pero no por algo malo. esa planta de ahí la cultivó mi padre. ” explica finalmente, apuntando la planta indicada. “ tuve que aguantarme las ganas de llorar cuando lo vi, y bueno... ” terminó llorando en una esquina como una completa desquiciada.

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' el color es perfecto, e incluso si no lo fuera, ¿quién dice que los atuendos tienen que combinar todo el tiempo? ' ¿ella está diciendo algo así? ¿y está siendo sincera? sí, solo emociones genuinas y sanas podrían generar algo así, que yebin se olvide de la moda y sea completamente feliz con su prenda, sabiendo que la utilizará con orgullo y presencia. pausa que sigue está cargada de un peso que no esperaba, especialmente cuando nota el cambio en la expresión de jiah, como si una sombra pasara por su rostro. entiende entonces que sus palabras han tocado algo, más no se atreve a retroceder. en cambio, decide tomar un riesgo. ' perdón, no quería decirlo de una manera tan fatalista. ' murmura suavemente, extendiendo la mano para tocar el brazo femenino y acariciarlo con suavidad. ' es solo que a veces pienso en lo frágil que es el mundo ahora, pero no lo digo porque planee desaparecer, no lo planeo, jiah. ' sus ojos buscan los de ella, queriendo que esas palabras lleguen al lugar correcto, que sepa que no miente y que si logra volver en una sola pieza lo primero que hará es ir a su encuentro. propuesta contraria, tan simple pero llena de significado, le hace sonreír, aunque también siente un leve temblor en su pecho, el cual le recuerda el horror que las rodea, por más que ahora mismo se sienta en una burbuja de cariño y emoción. la cadena continúa en su mano, sus dedos acarician el oro con delicadeza, apretando la joya ligeramente mientras organiza pensamientos y sentimientos intensos que la recorren entera. ' de acuerdo, suena justo, así siempre tendremos una excusa para regresar la una a la otra. ' levanta la mirada apenas lo suficiente como para vislumbrar el perfil de jiah con sonrisa trémula y ojos que parecen sostener algo más allá de lo que están dispuestas a decir. se separa solo lo suficiente para poder observarla directamente, con el calor del abrazo aún persistente en su piel. ' ¿sabes? nunca recibo regalos desinteresados pero creo que podría acostumbrarme si vienen de tu parte. ' no puede evitar sonreír, curvatura de labios ligera y sincera, algo que siente que hace mucho no experimentaba, cuando se trata de cosas materiales siempre suele ser quien da, nunca quien recibe. ' si algo sucede, quiero que nos acordemos de esto, de que aún podemos crear cosas hermosas. como esta prenda. como este momento. ' su voz se suaviza aún más al final, consciente de lo mucho que está rompiendo su propia barrera emocional al permitir que tanta cercanía entre las dos, sin embargo hay algo en jiah que hace que valga la pena correr el riesgo.

"es que no estaba segura de si el color sería el adecuado" intenta bromear. lo cierto es que, si bien, es una habilidad que ha desarrollado como pasatiempo durante varios años, no había tenido oportunidad de compartirla con otres hasta ahora y su lado perfeccionista no está del todo conforme, debe admitir.

sin embargo, son las siguientes palabras de yebin las que terminan por sentirse como una presión en su pecho, no le gusta la nota de despedida que hay implícita en ellas, la previsión de su ausencia. porque de inmediato traen a su mente los rostros de sus padres, de harper y keith, personas que habían constituido los pilares que sostenían su mundo y que ahora la han dejado a la deriva en ese futuro incierto. y lo odia, no va a negarlo, odia la sensación de impotencia y vulnerabilidad que le despiertan porque ha hecho todo lo posible en las últimas semanas para mantener a los demás a una distancia segura, temiendo que las pérdidas se acumulen hasta hacerse insoportables, más de lo que ya resultan ahora, que no está segura de cómo reaccionaría si ella se añadiera.

antes de poder detenerse, se acerca un poco más, sonrisa trémula logrando formarse en sus labios porque ahora el gesto no es tan nítido como le gustaría mientras toma la cadena y la envuelve entre sus dedos. "te diré qué haremos" carraspea un poco tratando de alejar el nudo que tensa su garganta. "quédatela y vendré a buscarla mañana antes de mi salida. así podré llevármela y tendré un motivo para regresar porque tengo que devolvértela, y tú harás lo mismo cuando tengas que salir, ¿qué dices?" ofrece con algo de confianza. una vocecilla en su cabeza comienza a decirle lo pésima idea que es posar su motivación en alguien más, alguien que podría no estar al día siguiente, el riesgo que implica, y aún así... decide ignorarla y contentarse con el calor que la envuelve en medio de aquel abrazo, permitiéndose sentir algo de esperanza de que, a pesar de todo, ambas estarán bien al final. "¿lo ves? así está mejor" musita con humor sobre el hombro contrario cuando la escucha decir aquello y agradece que no esté mirándola porque está a poco de ponerse a llorar.

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' ten cuidado de como y cuando dices esas cosas, aquí hasta las paredes podrían escucharte. ' es lo que ella siente, al menos, que está siendo constantemente observada y analizada. forzada a hacer cosas que no le gustan e intimidada, también. ' ¿te los imaginas en una cena? madre serena, probablemente muy quieta, mirándote con esa sonrisa inquietante, y el sargento, con el ceño fruncido incluso mientras mastica. debe de ser un espectáculo digno de ver. ' sacudió ligeramente la cabeza, como si disipara el peso de sus propias palabras anteriores y sonríe. ' pero, ¿quién sabe? quizá sea una buena oportunidad para observar un poco más de cerca cómo funcionan ellos y sacar algo útil de todo esto. '

"aquí no tenemos opción." añade con el mismo tono cansino que ocupa cada vez que le toca hablar de lo injusto que resulta que les arrebaten el poder de decisión. los lamentos no harán demasiado para cambiar la situación, sólo el tiempo definirá. al menos él mantiene esa creencia. "si tenemos suerte pasará volando." trata de animarle, a pesar de que sospecha que el banquete transcurrirá con una lentitud casi tortuosa, pero ¡hey! primero hay que llegar a ese día. "mis cenas familiares siempre lo hacían, aunque también es que sólo éramos tres invitados, pero madre serena y el sargento deben tener otras ocupaciones, dirigir el lugar debería tenerlos con la agenda apretada incluso en el fin del mundo."

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' es peor de lo que imaginaba, si ellos estando en un refugio militar no tienen suficiente comida, ¿qué nos dice eso de nuestras posibilidades allá afuera? ' su voz pasa a ser baja, casi un susurro, teme que las paredes también la traicionen, llevando su preocupación a oídos malintencionados. '  pero, ¿cual sería el plan b? realmente no tengo idea de a dónde ir, o qué hacer, ya cuando llegue a safe haven me sentía perdida, imagínate ahora. ' deja escapar aquella verborragia completamente sincera, preocupaciones calan hondo y simplemente sabe que verena la comprenderá. ' este lugar no me gusta, pero irnos sin saber exactamente a dónde sería igual de peligroso. ' coincide con acompañante, necesitan algo que no dependa de rumores y suposiciones. ' ¿deberíamos hablar más con los recién llegados? conseguir información certera… '  su única opción no puede ser quedarse allí o lanzarse a lo desconocido sin más. ' y debo pensar en lo que hará jiah. ' consultarlo con ella, tal vez, porque cuando se trata del apocalipsis es quien estuvo a su lado desde el comienzo y de las pocas personas en las cuales logra confiar plenamente. no desea perderla ni dejarla atrás, se volvió importante de una manera especial y separarse de ella no está en sus planes. ' y mi madre, siempre la tengo en la mente, incluso cuando trato de concentrarme en lo que está pasando aquí, es como si una parte de mí estuviera buscando constantemente una señal, algo que me diga que está bien. ' hace una pausa, su mirada ahora más fija y reflexiva. ‘ ella podría estar en el refugio militar, es una posibilidad que no puedo ignorar, no puedo quedarme sin al menos intentar averiguarlo. ' es complicado, siente que cada decisión que toma podría ser la equivocada, pero no puedo quedarse sin hacer nada.

encuentra verdades en vocablos foráneos.  presencia que normalmente describiría como luminosa y de tonalidades suaves es ahora antítesis a la energía férrea que puede vislumbra en compañía. sus propios mechones caoba danzan al compás de una afirmativa, comprendiendo de donde nace el miedo y del claro rechazo a salir y dar frente a las adversidades de este nuevo mundo. por su parte, no podía permitirse que aquel recuerdo la encerrara aun más en la rutina y en la secta en la que se encontraban, todo lo anterior creando un castillo de naipes que al caer sería analogía de la pérdida de su razón. aun así no discute, no piensa obligarla a acompañarla en su travesía, en parte, agradecía saber que ella tal vez podría quedarse segura en el rincón que han creado, donde los secretos se susurran y de lágrimas escuchadas no se habla. ‘  escuché que vienen del refugio militar.  ’ pocos habían sido los susurros claros que había podido descifrar ante la llegada de los mencionados. sabía que eran rostros familiares por los gritos de júbilo que había acompañado su arribo al centro comercial, pero los detalles de lo sucedido eran casi nulos. ‘  no creo que estén infectados. samuels ya les hubiese puesto una bala en la cabeza.  ’ el hombre no era exactamente la divina criatura que madre serena parecía creer. verena consideraba que si fuese el pellejo de él o el de esa señora, claramente no lo pensaría dos veces antes de empujarla a los infectados. ‘  lo que sí oí murmurar en la sala de curación es que estaban desnutridos, eso me hace pensar que tal vez el refugio militar también tiene poca comida... tal vez hasta estén peor que nosotros.  ’ lo cual creaba un aura tan desesperante que le era imposible creer que tuviesen otra salida. ¿a dónde más podrían ir? prácticamente todo el continente ( por lo que les habían dicho ) había caído ante el virus. ‘   la verdad comienzo a pensar que ese lugar no es una muy buena idea. si nos vamos de aquí, deberíamos tener un plan b. ’ se encuentra siendo sincera,  palabras susurradas cual confesión solo para canales auditivos cercanos.

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cuando la mexicana habla sobre su hogar, sobre los sabores que tanto extraña, nota que ella no tiene algo así, nunca se sintió realmente en casa y probablemente el país donde nació nada tenga que ver con eso. ' suena increíble, casi que puedo saborearlo ahora mismo. ' no sabe mucho de comida mexicana, lo básico, pero la forma en que lo describe, se animaría a probarlo y cree que existen grandes chances de que lo disfrute. ' si pudiera elegir cualquier cosa para comer ahora mismo… probablemente sería un bol de tteokbokki. ¿sabes lo que son? pastelitos de arroz en una salsa picante dulce, solía comprarlos cuando viví un tiempo en corea. ' su expresión se iluminó un poco, el simple recuerdo es un consuelo momentáneo, pensó que siempre tendría a disposición una gran variedad de gastronomía y el mundo le demostró lo equivocada que estaba. ' de todas formas, creo que ahora mismo me conformaría con un simple pan fresco, recién salido del horno, con un poco de mantequilla. ' podría jurar que siente el olor y el calor del pan recién horneado, caminando por las calles de paris solía ser moneda corriente, despilfarrando y disfrutando al máximo.

La escuchó con atención, sus labios curvándose en una sonrisa cálida mientras la otra hablaba de los restaurantes y sus experiencias alrededor del mundo. Cuando terminó, asintió suavemente antes de intervenir. "No he viajado tanto como me gustaría." confesó, encogiéndose de hombros. "Originalmente soy de México, entonces apenas había conocido estos dos países, pero igual he ido a lugares preciosos donde la comida es... buenísima." se quedó un momento en silencio, recordando esos sabores que ahora parecían tan lejanos. "Lo extraño demasiado." añadió, su tono lleno de nostalgia. "Extraño tantas cosas de la vida antes de todo esto." la mexicana hizo una pequeña mueca mientras pensaba en su respuesta. "Es difícil elegir, pero, sea como sea, sería algún platillo mexicano. Probablemente una memela." dijo con una sonrisa al recordar aquel manjar. Alzó una mano, gesticulando mientras explicaba con entusiasmo. "Es como una tortilla gruesa gigante que por arriba tiene carne, chorizo, queso, frijoles y un montón de cosas más. Te juro que es buenísima." sus ojos brillaron un instante antes de devolverle la pregunta. "¿Y tú? ¿Qué comerías si pudieras elegir cualquier cosa ahora mismo?" después, sus labios hicieron un mohín y soltó una risa ligera. "Y para serte sincera, lo único que tengo es comida enlatada. Y, no es mucho mejor que lo que ya comemos todos los días." su risa suave fue acompañada de un suspiro.

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' esa responsabilidad debe ser abrumadora. '  ella no puede identificarse, aún no tiene hijos, solo una madre enferme en el refugio militar con quien apenas tiene vínculo. ' ¿hay alguien de confianza que los cuide por ti en caso de que algo suceda? ' ser fatalista y pensar lo peor es lo mínimo que puede hacer luego de haber experimentado un trauma tan grande en el bosque, ahora realmente siente el peso de la realidad sobre sus hombros y no logra simplemente ignorar el peligro y el miedo. ' no que vaya a pasarnos algo malo, pero todos tendremos que salir en algún momento, quedarnos en este sitio horrible para siempre no creo que sea una buena opción. ' detesta la nueva era, acepta que fueron buenos dándole asilo pero no comparte muchas cosas y comienza a temer que jamás puedan irse en primer lugar.

la escuchó en silencio, prestando atención a cada palabra. sabía lo que significaba el miedo en ese momento, el peso de la incertidumbre y la angustia. la idea de salir al exterior, con todo lo que acechaba, era aterradora para cualquiera. cuando ella terminó, soltó un bufido, dejándose caer un poco hacia atrás contra la pared, con una expresión seria.' yo igual detesto la idea de salir. ' admitió, su voz algo grave. ' es peligroso, no puedo evitar pensar en lo que me podría pasar allá afuera. lo que más me aterra es no regresar... dejar a mis hijos. pero... también tengo que asegurarme de que tengan comida, que estén a salvo. así que, aunque me tiemble el cuerpo de solo pensarlo, tendré que salir, igual que todos. ' su mirada se suavizó un poco al pensar en ellos, y aunque el miedo seguía presente, sabía que no tenían otra opción.

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' ¿cómo no va a gustarme? está hecha especialmente para mí. ' dice, levantando la mirada hacia jiah con una sonrisa que comienza como un reflejo suave y luego crece hasta iluminar su rostro. no le importa que no sea de marca, de hecho, eso hace que le guste aún más, sabe que detrás de cada puntada hay dedicación, algo que el dinero no puede comprar. cuando acompañante toma su mano para cerrarla en torno a la cadena, yebin no puede evitar tensarse ligeramente. baja la mirada hacia la cadena que ahora reposa en su palma y siente un nudo en la garganta. ' pero quiero que lo tengas tú. ' insiste, su tono apenas un murmullo mientras vuelve a ofrecerle la joya, realmente desea que la guarde consigo. ' por si... por si me pasa algo, no tienes que usarla, solo quiero que recuerdes que estoy aquí, contigo, siempre, incluso si no puedo estar físicamente. ' su voz se quiebra un poco al final, pero antes de que el momento se torne demasiado solemne, yebin se acerca y envuelve a jiah en un abrazo sincero, apretándola más de lo que normalmente haría. luego de lo que vivió en el bosque y sabiendo que pronto tendrán que salir de nuevo no puede evitar que vulnerabilidad la ataque. ' gracias, te prometo que no la voy a tirar. ' contesta con leve susurro cerca de su oído, intentando aliviar la emoción que amenaza con abrumarla. mientras sus brazos permanecen alrededor de la chica, inglesa siente algo nuevo y desconocido en su pecho. es cálido, palpitante, y un poco aterrador. no sabe si está lista para ello, sin embargo decide dejarse llevar por la sensación.

"qué bueno que te gusta" comenta descansando la mejilla sobre la palma de su mano mientras la observa detallar aquella prenda y no puede evitar sonreír ante sus gestos porque hacen que valgan la pena las horas de insomnio que ha invertido en aquel tejido. una parte de ella había dudado ante la posibilidad de que la prenda no fuese lo esperado por parte de yebin, especialmente porque no había podido darle mayor complejidad por falta de tiempo, pero decidió arriesgarse considerando que pronto saldría en la bendita excursión. "oh, no. no es necesario" se apresura a aclarar cuando la ve desprenderse de aquella pieza de joyería. sin dudarlo, coloca su mano bajo la ajena y la insta a cerrarse en torno a la cadena. "la hice para ti y no necesitas darme nada a cambio, por eso es un regalo. no me gustó que sintieras que estabas perdiéndote un poco por el asunto de la ropa funcional, así que ahora tienes una prenda única sólo para ti" explica con un leve encogimiento de hombros que acompaña la sonrisa que hay en sus labios, aunque siente que algo se le encoge en el pecho cuando aquella acción le confirma que yebin realmente no está acostumbrada a recibir algo por el mero hecho de hacerlo. "sólo di algo como: 'gracias, jiah, prometo no echarla a la basura' y dame un abrazo, anda" sugiere con un pretendido gesto sabelotodo antes de abrir los brazos y abre y cierra sus dedos varias veces animándola a que complete el gesto.

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' todo es tan predecible. la gente siempre quiere controlar algo: emociones, comida, quién se junta con quién. no hay nada más básico que eso. '  hace un gesto vago con la mano, apuntando hacia ningún lugar en particular, naturaleza humana le agota. ' realmente no quiero hacerlo. ' confiesa sin más, quitándoselo de adentro, rechaza la idea de salir al exterior. estuvo pensándolo todo el día, sabiendo que llegará el momento inevitable y deseando que se cancele por algún que otro motivo. ' ¿quieren que volvamos como si nada luego de lo que vimos y vivimos ahí fuera? ' su tono pasa a ser bajo, cargado de una rabia contenida que intenta disimular detrás de su usual desapego, sabiendo que verena la entenderá porque por su última charla supo que ambas experimentaron lo mismo. ' me escondería y fingiría que no estoy, y que se jodan. ' suspira, tan solo un sueño, no sabe a donde ir para protegerse. desde que llegó al pueblo que se siente perdida y confundida y en la actualidad, dentro de ese centro comercial, nada cambió en ese sentido. ' pero, más allá de eso, ¿qué piensas de los recién llegados? espero que no estén infectados, sería el colmo. '

‘  agg ––  ’ sonidito rebelde escapa entre risueña melodía la cual atrae un par de miradas curiosas. otro sorbo es dado a su horrible bebida, esperando momento propicio para dar a conocer sus conjeturas un tanto escandalosas. ‘  yo sabía que no era la única que veía las miraditas que le da al sargento cuando cree que nadie la ve. esa señora está teniendo pensamientos no muy cristianos sobre samuels.  ’ es que aquella relación que mantenían los dos mencionados era de una naturaleza demasiado extraña. el secretismo que se guardaba alrededor de sus constantes reuniones solo podía hacerle crear hipótesis inquietantes y un tanto perturbadoras, más cuando se veía claramente la diferencia de edad. ‘  hoy debemos hacer la excursión, eso dijo lysander esta mañana.  ’ la noticia había caído como agua helada sobre su semblante que ya de por sí estaba decaído, pero ante el prospecto de una cena obligatoria donde la comida simplemente era lo menos apetitoso, tal vez la salida no iba a ser tan penosa ( si es que llegaban vivas ). ‘  como sea, tal vez quiera agradecer la llegada del sargento a su vida. solo su dios sabe lo mucho que necesitaba ese tipo de energía a su alrededor.  ’