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Agradecer en Medio del Sufrimiento.

Hace muchos días escribí a cerca del agradecimiento, ese día recuerdo que escribí en un montón de hojitas separadas, anotaba todo lo que venía a mi mente, pero la verdad, era un desastre, luego me costo un poco poder ordenarlo y entender la secuencia que estaba llevando.

Todo lo que escribí ese día, lo perdí, no recuerdo en que lugar guarde el archivo ni donde quedaron las "hojitas" a lápiz (les recomiendo escribir siempre en cuaderno), pero siento que hoy puedo escribir algo muchísimo mejor que aquél día. No puedo mentirles y decirles que agradecer es algo sencillo, pero creo que se aprende con la práctica. Agradecer en medio de momentos difíciles es aún más complicado, quizas algo "antinatural", inesperado  y contrario a los propios sentimientos, sin embargo, agradecer es para mi una forma de afrontar la vida.

Vivir sin sufrimiento

Sentir dolor en la vida es inevitable, hay cosas que simplemente duelen, como la pérdida de un familiar o un ser querido, el abandono de un padre, el rechazo de una madre, el adiós inesperado de alguien a quien quisimos mucho, etc. Son cosas que indudablemente nos lastimarian  y de no ser así, más bien tendríamos que preocuparnos. Cuando comenzamos a alimentar ese dolor constantemente, con nuestros pensamientos negativos, generalizados, críticos y autocompasivos, ese dolor se prolonga mucho más de lo esperado y pasa de Dolor a Sufrimiento.

¿Cómo hacemos para no sufrir?

Parte de lo que hoy te propongo para no sufrir es agradecer, algo que la mayoría de nosotros sabe hacer, pero no lo aplicamos cuando la frustración, la amargura y la tristeza llegan. No es una fórmula mágica aunque si la aplicas te ayudará  mucho. Cuando pienses que no está funcionando, sólo sígue haciendolo y obtendras resultados más adelante. Muchos  cristianos y creyentes de la Bíblia  ni si quiera ponen esto en práctica (me incluyo, no siempre lo hacia), porque olvidan alimentar sus mentes con la palabra de Dios. La Biblia afirma:

Den gracias en todo, porque ésta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús (1 tesalonicenses 5:18).

Job 1:21 y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá. El SEÑOR dio y el SEÑOR quitó; bendito sea el nombre del SEÑOR.

Salmos 34:1 Bendeciré al SEÑOR en todo tiempo; continuamente estará su alabanza en mi boca.

Agradecer a Dios, es su voluntad

Dios desea que agradezcas hasta cuando todo está aparentemente mal en tu vida, cuando sientas que el mundo es una desgracia, Dios te pide Agradecer ¿Qué locura es esta? ¿Cómo puede Dios pedirme algo así? El señor Jesús también dijo: cualquiera que quiera ganar su vida la perderá, y el que la pierda  a causa de mí, la ganará.

Agradecer es aceptación, es aceptar la realidad cruda como es y ver lo bueno que posee. Cuando aceptas lo que sea que este pasando en tu vida, habrás aprendido algo y con el tiempo las cosas volveran a estar  en calma. Dios te pide que en medio de la calamidad le cantes algo lindo para decirle GRACIAS, el premiará ese esfuerzo y tu valentía.

Imagina

Imagina que estas en el mar, todo esta bien porque tienes un flotador, con el te sientes seguro porque sabes que no vas a hundirte, pero de pronto una ola golpeo tan fuerte que te hizo soltarlo, como es de esperar sentirás miedo porque no sabes nadar muy bien, puedes entrar en desesperación y pensar que vas a morir de inmediato, mientras más luchas por salir del agua, más comienzas a hundirte y más tiempo tardas para salir a la superficie. Pero si tan sólo te quedarás más quieto, podrías flotar y sacar tu cabeza para tomar aire afuera.

Así es el agradecimiento, es la clave que Dios te da para salir del problema, es lo que te conecta con él y es lo que abrirá una puerta para ver su poder obrando en tu vida.

Ejercicio diario:

Puedes anotar diariamente en una libreta, las cosas por las cuales das gracias. Así estés en el peor momento de tu vida, siempre hay algo que agradecer.  

Recuerda oir  música que te inspire estar agradecido.

Ora y da gracias hasta por las cosas que no entiendes.

Comienza a valorar lo que si está presente en tu vida, más que añorar  lo que no está.

invierte tiempo en cosas que te produzcan  alegría y satisfacción.

Si lo pones en práctica por favor dime qué tal te resultó. Recuerda que agradecer no es una fórmula mágica, tomará tiempo, pero te ayudará a vivir mejor.

Joy D. Abrazos!

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¿A caso las cosas buenas no son difíciles?

¿Te has sentido cansado o cansada de luchar alguna vez? ¡Yo también! Sí, cada uno de nosotros a su manera, enfrenta sus propias batallas y luchas. En mi caso he tratado de ser perseverante en muchas cosas: metas, sueños, proyectos, valores e ideas, y me ha pasado que cuando todo iba bien, de pronto va mal, y empiezo a dudar si realmente hago lo correcto con mi vida.

En diversas oportunidades me he preguntado ¿Por dónde debo comenzar? ¿Cómo debo actuar? Y como soy una persona muy pensativa y analítica, comienzo a realizarme mil preguntas y meditar en cada cosa durante días y días (cosa que tiene algunos aspectos positivos y otros no tanto) tratando de evaluar las situaciones y replantearme objetivos o simplemente descubrir un nuevo aprendizaje en medio del asunto.

Vivir en Venezuela también me ha generado una serie de conflictos internos, este es un país donde casi todo se ha convertido en un caos y pareciera que no hay salidas ni alternativas ¿Qué sentido tiene esta vida? Me he preguntado muchas veces, si a fin de cuentas todo se termina, si hoy tenemos cosas y personas valiosas y mañana puede que no, si un día estas más cerca de ese lugar donde quisieras estar y luego estas bien perdido (de ti y de todo). En medio de eso, buscando resolver los conflictos en mí, Dios me hace recordar que esta vida no lo es todo, que este no es el capítulo final, que la vida va más allá de la economía, los bienes, la fama, el poder o la posición social y que la vida de verdad comienza cuando todo se “termina” ¡Hay un mejor lugar que nos espera!

Lo que dice la gente, lo que dice Dios

La sociedad mide el valor de las personas por las posesiones, el éxito, la autorrealización, el tener mucho dinero, etc. Y en realidad nada de eso es sinónimo de felicidad, algunas personas teniendo todo, se han sentido desdichadas, han perdido sus vidas y han dañado a otros por no resolver su caos interior. Nuestro valor no lo determina lo material, ni el reconcomiendo de muchos ¡Nuestro valor esta en Dios! saber quiénes somos en él y para él nos revela un propósito por el cual luchar.

¿Y si se pone dificil?

Cuando comienzo a ver todo cuesta arriba, yo recobro sentido al pensar que la vida va más allá de lo observable, que nada pasa por casualidad, que mis acciones tienen un propósito y un peso muy grande en este mundo, porque soy parte de los guerreros del cielo, de esa manera tomo ánimo y soy capaz de afrontar la tristeza y los problemas ¡Todo esta en la mente!

¡Lo Bueno es difícil!

Si quieres crecer como persona, si quieres hacer cambios en tu vida, si quieres conocer más a Dios, si quieres mejorar tu economía o alcanzar tus sueños, si deseas tener una familia, amar o encontrar tu camino en esta tierra, si quisieras encontrar tu equilibrio y tu paz, todo ello te tomaria tiempo. Hay un montón esfuerzos que se deben realizar para conseguirlo, cosas que aprender, riesgos que tomar y definitivamente miedos que afrontar.

A mí personalmente el miedo me paraliza la mayoría de las veces, y estoy tratando de identificar a qué cosas les tengo miedo y porqué, Para atreverme a enfrentarlas poco a poco.

No te Rindas

Con todo esto, he quiero decirte que tu lucha no es en vano, no se cuales son las razones que te motivan a seguir (o tal vez ni si quiera las tienes) pero si se trata de algo que te genera bienestar y consideras que contribuye a la sociedad, a tus amigos o a tu familia, por favor no desistas y lucha siempre por encontrar algo que te inspire.

Hay una batalla que librar y es interna, es ganarte a ti mismo, liberarte de los juicios, las falsas expectativas, sanar tu corazón del odio, valorar a las personas, lograr que alguien te recuerde con una sonrisa y ganar la corona de la vida eterna ¡Esa lucha vale la pena pelearla!

La biblia nos dice: ¡Es necesario padecer a causa de Cristo! Para llegar a ser sus hijos y estar tan si quiera un poquito más cerca de su “estatura”, hay cosas difíciles que enfrentar, pero eso es lo que nos hará ser grandes. Les aseguro que al final de todo, cada dolor, cada proceso, cada prueba, resultará pequeño frente a nuestra gran recompensa que esta en Dios.

Recuerda si se pone Difícil en un momento, es porque vas a subir de nivel ¡Joy!

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¿Cómo saber la voluntad de Dios?

Muchos de nosotros en diversas oportunidades, llegamos a sentir la necesidad de que Dios nos diga qué hacer o qué decisión tomar, esperamos prácticamente que él nos susurre al oído su perfecta voluntad. Decir que tengo una fórmula para saber oír a Dios, sería decirles una mentira, porque soy fiel creyente de que Dios no sigue patrones o esquemas y a cada persona que le busca, se le muestra a su manera, sin embargo, creo personalmente que Dios habla a nuestros corazones y es necesario aprender a interpretarle a medida que nos conectamos con él.

Muchas de nuestras decisiones, quizás la mayoría, están fundamentadas en nuestra respuesta emocional a un hecho, y pienso que todo es mucho más vulnerable cuando no estamos constantemente en una búsqueda de Dios. Tendemos a pensar que tenemos todo bajo control o queremos controlar las cosas a nuestra forma, pero a medida que nos relacionamos con Dios, él nos hace ver que es muy poco lo que está en nuestro poder y nos enseña a confiar en el suyo.

Ora y espera

La biblia afirma: pacientemente espere a Jehová y se inclinó a mí y oyó mi clamor y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; puso mis pues sobre peña y enderezo mis pasos (salmos 40:1-2).

Resulta difícil esperar pacientemente una respuesta de Dios, pero el escritor de ese versículo nos dice que se mantuvo en oración ESPERANDO en Dios y obtuvo respuesta en el tiempo preciso, le mostró como actuar y dio firmeza a su carácter, corrigiéndole su manera de andar o su forma de actuar. Entonces no podremos conocer la voluntad de Dios, si no nos es revelada por medio de la oración.

Otro versículo de la biblia nos dice que no nos afanemos por nada, sino que primeramente, presentemos nuestras peticiones a Dios en oración, dando Gracias “de ante mano” por lo que él hará en respuesta (Esto significa que tienes que creer que te responderá y agradecer aún cuando no ha contestado).

Alinéate

Alinearse a Dios es tratar de mirar las cosas como él las percibe, es saber que hasta las situaciones más difíciles son parte de un propósito y en lugar de huir o actuar de una forma imprudente y equivocada, te peguntarás ¿Qué quiere mostrarme Dios con todo esto?

Alinearte es tratar de ir en dirección a Dios y anhelar su sabiduría, por ello es importante leer la Biblia. Alinearnos a Dios también significa obedecer su palabra, sin embargo considero que como somos humanos, no podemos esperar a ser perfectos de inmediato y en todo, tenemos que ser realistas con nosotros mismos y tenernos paciencia. Es en el camino que iremos mejorando y evolucionando.

Pablo también dijo: NO DESMAYEN a causa de la tribulación, porque son vuestra GLORIA. Es decir que cuando te alineas con Dios, confías en que luego de la duda y el tormento, el caos y la ansiedad, el mismo Dios te dejará ver su poder y su gloria con tu vida.

Actúa por fe

Esta es una de las cosas más complejas, somos muy incrédulos y negativos por nuestra naturaleza de pecado, y actuar por fe es tener la convicción de algo que todavía no ha pasado. Es pensar que estaremos mejor, que encontraremos la salida, que los pasos que estamos dando son los correctos, y aunque no lo fueran, sabemos que tendremos la capacidad de corregirlos. Para mí la Fe es un tema de confianza, una seguridad que opaca el miedo.

Cree en lo que dicta tu corazón

Aunque he dicho anteriormente que el corazón es engañoso (la mente pero el sentimiento se refleja en el corazón), también es cierto que su sentir nos dice algo todo el tiempo, por ejemplo: cuando algo nos genera pasión; un proyecto, un trabajo, un sueño, cuando algo nos inspira realmente, somos capaces de entender que ese sentir tiene que ver con nuestro propósito o potencial. Esto quiere decir, que nuestro corazón nos dicta el camino por donde dirigirnos, pero debemos aprender a conocerlo e interpretarlo bien. Hay una pregunta que nos sirve para sincerarnos hoy ¿La forma en que vivo, me acerca a lo que quiero para mi vida en el mañana?

La paz es una buena señal

Hace poco una persona me dijo “A veces Dios te pedirá que hagas cosas que no te darán paz, fíjate en la historia de Jonás”, y fue algo que en verdad me sorprendió, ya que no lo había visto desde esa perspectiva. Estamos acostumbrados a oír “la voluntad de Dios te genera paz” y no fue así con este hombre a quien se lo tragó una ballena, lo que Dios le pidió le generó un gran conflicto interno. Si conoces la historia, sabrás que el objetivo era salvar a todo un pueblo, pero Jonás se enfocó más en sus prejuicios que en el amor de Dios. Me atrevo a decir que la voluntad de Dios si trae paz, pero puede ocurrir que nuestros procesos humanos sirvan de obstáculo, por eso es importante evaluar las cosas no solo desde lo personal, si no desde el beneficio que pudiera traerle a otros. El salmista también expresó: Busca la Paz y síguela (34:14).

Espero que estas pequeñas lecciones sirvan de gran ayuda para tu vida, en todo lo que necesites y en todo lo que te propongas ¡Joy!

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¿Qué hacer cuando me siento perdido?

Es completamente normal y humano sentirnos perdidos, con esa sensación de estar “extraviados” alguna vez. La mayoría de nosotros hemos llegado a estar en un estado de confusión, sin saber qué camino tomar. En esos momentos nos es difícil decidir y tendemos a volver todo mucho más complejo de lo que en verdad es.

El mundo de nuestras emociones y sentimientos es tan profundo, que nos conviene conocer sobre ello, para que nos resulte un poco más sencillo lidiar con todo.

La Biblia afirma que Engañoso es el Corazón, más que cualquier cosa, y aunque las emociones y sentimientos se producen gracias a nuestro cerebro, las sentimos en el corazón. Si nos basamos en emociones simplemente (son pasajeras) o en sentimientos, muchas veces generados por creencias erradas, tomaremos decisiones apresuradas o de las que se pueden generar conflictos mucho peores en nosotros y en los demás.

Personalmente me pasó, que me encontraba en una etapa de sentimientos y emociones encontradas, que en realidad me generaban mucho malestar y de verdad no sabía lidiar con nada, sabía que estaba mal  en muchos aspectos, pero mientras más trataba de “controlarme”, peor era, solo lograba fingir y engañarme, y es que en lugar de oponerme a lo que sentía, lo que yo debía saber era el porqué esos sentimientos estaban apareciendo, cual era la raíz de todo y que me estaban tratando de decir a cerca de mí misma (Eso requería un tiempo, dedicación de mi parte, un tiempo fijo solo para mí y para conocerme, lo sabía, no lo hice y me fue mucho peor).

Una frase para recordar

Hemos oído o leído muchas veces “No tomes una decisión, cuando estés triste o airado” TIENE TODA LA RAZÓN Y yo le agregaría “mucho menos si estas confundido, con sentimientos encontrados como Amor y Odio, Desanimo y Ganas de iniciar, Seguridad y Desesperanza, etc. A eso es lo que le llamo sentirse “perdido”.

Es un proceso

Hoy día considero que en esta situación una de las cosas más importantes es entender, recordar, tener en claro, que todo es Pasajero, es decir, un proceso que ha comenzado pero que también terminará. Nuestro problema casi siempre es pensar que “estaremos en estas de por vida” ¿Cuándo voy a salir de esta? ¿Qué es lo que debo hacer? ¡Debo decidir rápido! No te adelantes ni te atrases, todo a su tiempo, los problemas se resuelven y si no de todas formas la vida continua. Aprovecha el proceso para reflexionar y aprender.

No todo es felicidad

Si eres de los que cree que la vida debe ser siempre perfecta y alegre, esa creencia te afectará más de lo que crees. La vida es como todo, períodos buenos y otros no tanto y no por ello debes renunciar a todo cuando se empiece a poner difícil.

¿Qué debo hacer cuando me siento perdido?

·         Además de entender y pensar constantemente el hecho de que este proceso es pasajero o temporal y que va a pasar, puedes comenzar a cambiar esos pensamientos confusos y pesimistas por unos menos drásticos, fuertes o cerrados (para esto debes identificar que es lo que estas pensando frecuentemente por ejemplo “mi vida perdió el sentido”), en lugar de pensar que tu vida perdió el rumbo, podrías pensar que algo nuevo va a resurgir y que quizás para ello era necesario que salieras de tu comodidad (Es parte del trabajo que se hace en terapia psicol��gica).

La Biblia afirma “Estas tribulaciones temporales, están creando el más grande peso de gloria” La vida en parte es una “prueba”, si pasas la prueba la recompensa será muy grande.

·         Has algún cambio: Dios quiere que constantemente hagas pequeños cambios en tu vida, de eso se trata el crecimiento personal. Hay muchas cosas en ti que debes trabajar, por eso La Palabra de Dios también nos dice que Renovemos nuestros pensamientos cada día. Has una lista de cosas nuevas que puedas incorporar a tu rutina, sea leer un libro por mes e ir al gimnasio, y ve anexándolas a tu vida poco a poco.

·         Busca apoyo: desahógate con algún amigo que consideres es prudente y sabe oír. Cuéntale a tu mentor o ve con un profesional de la salud mental.

·         Ora: orar funciona más de lo que puedas creer, orar no es simplemente “echarle el cuento a Dios”, se trata de hablar con él y tener un dialogo con él, debes apartar un tiempo también para oírle. Dios te hablará de muchas maneras, pero a medida que practiques la oración aprenderás a entender sus mensajes. Entrégale todo, recuerda no tienes nada, nada te pertenece, todo ha sido creado por él, entrega tus propios sentimientos y confia, alguien poderoso estará encargándose del asunto.

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Joy Dudamel.

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¿Cómo controlar mi enojo?

¿Cómo controlar mi enojo? 

Este tema que he querido desarrollar se trata un poco a cerca de las emociones, específicamente la del enojo y quisiera comenzar aclarando un punto importante que es el aspecto negativo que se le han dado a estas. Es común escuchar hablar a cerca de las emociones “negativas”, pero es un término mal utilizado ya que las emociones son sencillamente eso, emociones, y están allí para protegernos, para liberarnos de malestares peores, para cuidarnos, quizás se vean como “negativas” por las consecuencias que en ocasiones generan sobre nuestro entorno, o con quienes nos relacionamos, al no saber manejarnos con ellas.  

Siempre nos hablan de controlar las emociones, sobre todo las “negativas”, pero en realidad se trata de saber qué hacer con la presencia de ellas o cuando estas aparezcan, es decir, no podemos evitarlas, tratar de reprimirlas, negarlas, rechazarlas, ignorarlas etc. El punto seria saber actuar, detectar los pensamientos que las ocasionan y manejar la forma en que debemos expresarlas. Las emociones están allí  por algo y no por algo “malo” propiamente.

Déjalas correr…

¿Qué pasa con el agua estancada? ¿La has visto alguna vez? cuando el agua está estancada pierde sus propiedades, se vuelve dañina al no estar en movimiento. Del mismo modo es necesario que las emocionen sean como agua que corre, es decir, hay que drenarlas, la cuestión seria de qué forma.

Me enojo constantemente y no sé qué hacer…

En el caso del enojo puede ocurrirnos que lo dejamos salir con mucha más facilidad que el resto de las emociones, quizás porque sentimos que debemos defendernos y por lo general terminamos diciendo cosas que no queríamos, o actuando de una manera en la que luego nos arrepentimos, es decir, no sabemos manejarnos ante esta emoción, ni notamos lo que pensamos cuando esta se genera.

Lo primero que debemos tomar en cuenta es de dónde viene nuestro enojo, por qué estamos enojados y qué nos dice ese enojo, creo que hacernos esta pregunta es muy importante: ¿Qué intenta comunicarme mi enojo?, estoy segura que conseguiremos una respuesta y si indagamos más, nos daremos cuenta que hemos estado acumulando un montón de cosas, que hemos llegado a conclusiones sin basamento, que en muchas ocasiones no nos hemos comunicado, hemos callado nuestra opinión por temor y tolerado hacer cosas que no queríamos. Es allí cuando cualquier tontería nos hace “explotar” y mientras no seamos conscientes de ello, mientras no indaguemos, vamos a actuar de forma impulsiva, y vamos a vivir amargados.

No siempre tenemos la razón…

Cada cabeza es un mundo y cada persona se siente el protagonista de su película, ante esas injusticias que a veces sentimos de otros y que nos causan tanto enojo, tenemos que tener claro que cada persona actúa según haya sido su educación, cada persona es criada en una realidad distinta con aprendizajes diferentes y más allá de querer atacarnos, juzgarnos, solo esta defendiéndose a sí misma.

Así que nuestro enojo también podría estar basado en una idea distorsionada. Por ello, considero que aprender a autoanalizarnos y analizar a los demás, es una tarea a la que tenemos que dedicarnos toda la vida, de cierta manera. 

La técnica “The work” nos ayuda un poco con esto:

1.       Pregúntate por qué estas enojado o pregúntaselo a tu cerebro.

2.        ¿Por qué te hicieron eso?

3.       ¿Estás seguro de que eso es cierto?

4.       ¿Estás 100% seguro, de que esa es la razón?

Cuando tengas las respuestas actuarás de forma inteligente. Gritar, reclamar e imponernos, nunca nos llevarán a un buen resultado con nuestras relaciones interpersonales, ni conseguiremos más respeto de los otros por ello, pero hacer las cosas inteligentemente puede llevarnos a conseguir casi todo lo que queramos.

Respira profundamente.

Piensa en algo agradable, algo bonito, contrario a lo que te este disgustando para calmarte, o escribe en un papel todo lo que pienses y sientas.

Reflexiona, hazte preguntas para indagar en ese enojo.

Evalúa tus alternativas de solución.

Y espera el momento indicado para hablar o comunicar.

Si  la situación persiste, si sientes que no puedes, por favor acude a un especialista.

Espero que esta breve reflexión sea de mucha ayuda. Les envió un fuerte abrazo y muchas bendiciones.

Joy Dudamel.

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¿Si pudiera cambiar mi pasado?

“He pensado en que me hubiera gustado cambiar ciertas cosas del pasado,  a veces lo pienso, no todo el tiempo, pero quizás pudo haber sido diferente y hoy también lo fuera sido. Me lamento de no haber actuado de otra forma, haber vivido algo mejor, una mejor experiencia, una experiencia más bonita. Hoy me doy cuenta de muchas cosas que en aquel momento no pude ver, o no tuve el valor de enfrentarlas”…

Todos, en alguna oportunidad de nuestras vidas, hemos deseado cambiarle algo a nuestro pasado. Al mirar atrás en cierta ocasión, habrás tenido esa sensación de lamento, tristeza y reproche, por no haber obtenido el conocimiento que ahora tienes, por no haber evitado ciertas cosas y haber actuado de la manera en que lo hiciste en aquel momento.

Yo creo que se trata de algo que es inevitable, porque la madurez no es algo que necesariamente obtienes con el paso de los años, con las enseñanzas de otro, con el estudio de temas relevantes, que si bien te protegen de dar ciertos “pasos en falso”, a mi criterio no garantizan tu madurez emocional porque esa madurez se obtiene estando en el “campo de juego”, la obtienes cuando te ocurre algo que amerita fortaleza, que requiere mucho más de ti y tu fuerza, de tu voluntad y tu autocontrol.

Pienso entonces, que cada proceso difícil ha sido y es necesario en tu vida y en la mía. La vida desde un inicio es crecer y aprender, puede que algunas cosas podamos aprenderlas con mayor rapidez, o sepamos manejarlas con mucha naturalidad, pero otras van a costarnos un poco más y el proceso puede resultar más lento. En algunos casos ni si quiere se internaliza o se aprende significativamente, si no que nos mantenemos en un ciclo repetitivo.

Esto me lleva a la siguiente pregunta: ¿ES POSIBLE APRENDER SIN CAMBIAR?

Yo creo que cuando aprendes lo que en realidad tenías que aprender vas a saber elegir en la próxima oportunidad, lo que se traduce en un cambio. Pienso que si las circunstancias te ayudaron a comprender cuál era verdaderamente tu conflicto y lo elaboras, allí ocurre el verdadero aprendizaje.

El asunto es que..

Si lograste ver algo que antes no veías y lo internalizas al punto que no permites que se repita en tu vida, entonces eso que ocurrió, eso que te permitió llegar a comprender  lo que ahora estas reflexionando, era exactamente lo que tenía que pasar y de nada vale pensar que pudo ser distinto.

Dejemos de llamar “Villano” al pasado.

Cuando todavía estamos refiriéndonos al pasado, a las acciones que hicimos o a las decisiones que tomamos, de forma negativa, es momento de prestar mucha atención, ya que estamos aún aferrados a lo que ocurrió, a lo negativo y no estamos viendo el lado positivo que seguramente también existe. Si aún después de un largo tiempo, hablamos mal de una persona, nos lamentamos y continuamos decepcionados o decepcionadas, quizás debamos buscar ayuda de un profesional.

Aceptar el pasado es precisamente soltarte de todo eso y liberarte de esa carga para comenzar a ser tú, hay que dejar de fijarse en los “villanos” para no arrastrarlos día a día a nuestro presente y poder así continuar libremente con aquel aprendizaje que tuvimos.

Recuerda:

“No había otra forma, no había otra manera de aprender si no esa, eligiendo y equivocándote”.

“ Si no hubiera ocurrido lo que pasó, no hubieras entendido lo que aprendiste”.

“Gracias al pasado descubriste lo inteligente que eres, y lo mucho que puedes brillar en el hoy”.

Espero que este breve escrito les sea de gran ayuda y reflexión para sus vidas y les motive a continuar buscando siempre los mejores horizontes, lo mejor de ustedes mismos. Se les quiere mucho. ¡Abrazos!

Joy Dudamel.

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Decisiones difíciles.

Todos hemos estado en ese lugar o en ese momento donde no sabemos qué hacer ni qué elegir, los pensamientos van y vienen durante días y no logramos determinar absolutamente nada. A veces optamos por hacernos los “locos” aunque en realidad invertimos bastante tiempo en pensar y pensar siempre lo mismo. Tener que elegir entre dos opciones que nos generan angustia, suele ser difícil, decir qué hacer al respecto sería un poco más sencillo de lo que pudiera ser para cualquiera.

He notado que esas decisiones que llamamos difíciles, por lo general implican que debemos desprendernos o distanciarnos de algo a lo que queremos mucho, algo que nos importa, alguien con quien tenemos un vinculo. Al tratarse de este tema, quizás algunos estén esperando de mi palabras que ya han oído de otros, frases muy utilizadas como lo es “aprender a escuchar la voz de Dios”.

No niego la importancia de la dirección de Dios a la hora de tomar decisiones, de hecho para mi es sumamente importante sentir que voy en la dirección o el camino que Dios pensó, según sus propósitos conmigo, pero en momentos de angustia no resulta tan sencillo discriminar y llegar a tener esa convicción. En estas situaciones nuestro “sistema de creencias” sale a flote (aunque no lo notemos) y los sentimientos que vivimos a raíz de esas creencias (muchas veces erróneas) nos afectan. Dios puede hablarnos de muchas maneras, primeramente por medio de su palabra (la biblia), sin embargo, bajo la presión que nos puede causar el hecho de decidir pronto,  nos cegamos y nos complicamos.

¿Qué hacer?

En mi opinión y por lo que he visto, de momento, lo principal seria tratar de disminuir esa angustia, ¿de qué manera?, pues distanciándonos un poco de aquella situación que nos causa el malestar, colocar algunos límites necesarios para protegernos de aquello que nos perturba, hasta lograr equilibrar la mente. La oración, la lectura, los apuntes de interés, el tiempo a solas, pueden ayudarnos a recuperar la paz o la calma en ese proceso. 

Pensar con mente fría..

En una oportunidad un amigo me dijo que tenía que ser “cabeza fría” le dije que a qué se refería y me dijo que se trataba de ver las cosas sin tanta gravedad, como si no me afectara del todo lo que estaba ocurriendo. Antes de llegar a analizar con mayor profundidad, considero que esto seria relevante, para no decidir en base a emociones o temores.  

Preguntas que respondernos...

Una vez estemos más tranquilos preguntémonos lo siguiente: ¿A qué le temo? ¿Qué pasa si sucede eso que tanto temo? ¿La vida podría continuar o la vida terminaría allí? ¿De qué manera puedo continuarla? Con estas preguntas vamos a tener un poco más claro los temores que sustentan nuestra indecisión (sobre todo las dos primeras) y vamos a desmentirlos de alguna forma, vamos a ser un poco menos pesimistas, y vamos a pensar en alguna alternativa.

Confía en tu intuición.

De todos modos, creo que de manera intuitiva casi siempre sabemos hacia qué lado dirigirnos y sabemos también hacia que lado nos inclinamos más. Dentro de nosotros está la respuesta y la determinación, por eso debemos aprender a confiar en nosotros y sentir nuestras corazonadas.

Puntos extras...

+no te sientas presionado a encontrarle solución a todo, a veces las cosas no tienen solución, o al menos no la que tú esperas.

+no te sientas presionado a determinarte por una de dos opciones, puede que hayan otras alternativas.

+una vez decidas algo o fijes una posición, comprométete con ella y no te detengas, has una lista de lo que debes hacer para llevarla a cabo o todo aquello que pudieras necesitar y acciona.

+Ten en cuenta que a veces las cosas pueden dar un giro, la vida no es rígida y puede que incluso algún día cambies de opinión y tengas que tomar nuevas decisiones (no hay ningún problema por eso).

“Lo que nos angustia no es en sí la decisión, si no el pensar que sus consecuencias son irremediables” (cosa que no es cierto porque mientras estemos vivos, tendremos la oportunidad de elegir y modificar nuestras vidas).

Espero que esto les sea de ayuda, a mi me sirvió mucho durante días críticos en mi país, en donde me sentía presionada a tomar acciones con urgencia, pero no sabía por donde comenzar. Pienso que puede servirle a alguno de ustedes en diversas situaciones. Les envío un Abrazo y que Dios los bendiga.

Joy Dudamel.

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¿Excusas, conformismo o excelencia?

Esta vez, esta vez no voy a guiarme por la secuencia que traían mis escritos, solo hablare de lo que pienso y siento. Me he cansado de oír siempre los mismos argumentos en una gran mayoría y aunque yo también los creí en un momento, de cierto modo me he librado de ellos.

Hoy día noto las tantas creencias erróneas de las que muchos se sienten orgullosos y defienden como una verdad, cuando ni si quiera les ha traído grandes resultados, ni mucho menos lo que profesan. Lamento que sea algo tan cotidiano encasillar a Dios en formas, procesos  y caminos que se creen son los correctos. Creo que cada quien interpreta como quiere, lo que quiere, y es difícil encontrar a alguien que acepte que está equivocado o que reconozca que no sabe de algún tema y lo exprese abiertamente.

La verdad es que después de discutir un par de veces con personas que pensaban diferente a mí respecto a un punto, comencé a considerar el hecho de revolucionar la forma en que pensaba y perder el miedo al cambio y lo desconocido. Cambiar parece que se ha vuelto un pecado, todo el mundo habla de cambios pero a la hora de la verdad pocos lo soportan y toleran, parece que las cosas “nuevas” son peligrosas y provienen de algo completamente contrario a Dios. Yo creo que en la mente de un creador, innovar, rehacer y renovar, son palabras completamente digeribles, pero como cuesta entenderlo, quizás sea así porque nos aferramos al “viejo hombre” aunque prefiero llamarle el “viejo yo”.

Miedo a perder mi viejo “yo”…

Dejar el viejo “yo” no es algo que conseguimos en un día, una vez y para siempre, es un llamado que considero Dios nos hace diariamente y va más allá de abandonar vicios y pecados. Se trata de renovarnos con el paso del tiempo y esto nos trae muchos beneficios (que momentáneamente no vemos).

Los procesos de cambio son necesarios para sacar de nuestra cabeza una serie de autoengaños y poder superarnos, de lo contrario nos estancaremos en ese viejo “yo” al que nos acostumbramos y que nos es tan conocido (Efesios 4: 22-23).

Para ser un poco más directa…

Me he referido a esto por situaciones que he visto y vivido en el ámbito musical y cristiano, aunque esto aplica en todo, pero me refiero a los músicos y cantantes que dedican su arte a Dios, aspiran eso, o sirven como músicos en una iglesia.

Imaginemos que Dios es el dueño de una Gran empresa, la más grande de todas y con garantía eterna, tú deseas ser un trabajador o ya lo eres y te das cuenta que quieres desarrollarte en el departamento de música. Como estas en la mejor empresa de todas y tienes el mejor jefe, sería lógico pensar que tu meta es sorprender y generar los más grandes y excelentes resultados, porque donde tú vas,  ahí está el nombre de tu empresa exitosa.

Y de pronto aparecen las excusas…

Alguien comienza a exigir: “A Dios le importa es nuestra actitud” “No somos grandes virtuosos, somos es adoradores” “Es por su gracia, no porque lo hagamos bien o mal” “Dios ve el corazón, no mi voz”.

Alguien comienza a tener aspiraciones: “no tenemos equipos costosos” “no tengo tiempo” “no tengo dinero” “eso lleva mucho trabajo”. 

Alguien comienza a mejorar o cambiar: “le lavaron el cerebro” “eso es una traición” “no le importan los sentimientos del grupo” “perdió el objetivo”.

Alguien comienza a surgir: “eso no es de Dios” “lo que quiere es fama” “se le subieron los humos a la cabeza” “no fuimos llamados a que otros nos reconozcan, debemos ser humildes”.

¿Qué nos dice esto?

Que realmente no sabemos para quien trabajamos, que no sentimos propósito con lo que hacemos, que no nos tomamos nada en serio, y que ponemos por menos a Dios. Estemos claros, a Dios no le importan nuestras excusas y lo dejó explícito en la biblia con la historia de Moisés, él mismo tuvo que enseñarle lo mucho que podía hacer con lo poco que tenía: una vara (Éxodo 4). Así que tenemos estas opciones: o estamos en el departamento equivocado, o estamos siendo mediocres (nos estamos limitando y ofreciendo baja calidad en lo que hacemos para la empresa de Dios).

No lo olvides…

Para crecer tienes que tener un espíritu moldeable, déjate enseñar por las personas que saben y que son buena referencia en aquello que deseas lograr.

Ten en cuenta que muchos podrán ofrecerte ayuda, pero no todos pueden brindarte la ayuda adecuada.

Siempre necesitarás hacer cambios para llegar más lejos de donde estas, siempre.

Si no estás dispuesto a cambiar no seas tropiezo, deja que los demás lo hagan y abre camino.

Todo lo que hagas hazlo como para Dios, o sea, da lo mejor que puedas y atrévete a hacer cosas nuevas, pero se consciente que requerirá un alto esfuerzo.

Espero que este escrito sea de ayuda para tu vida, identifica las excusas o limitaciones que quizás has estado usando, plantéate nuevos pensamientos y ¡lucha! ¡¡Dios Te Bendiga!!...

Joy Dudamel.

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¿Es la experiencia la mejor maestra?

Casi siempre he dudado sobre la creencia de que la experiencia es la mejor forma de aprender o que la gente con numerosas vivencias son las que más saben y las que más pueden dar, quizás porque no he tenido mucho que contar en mis años de vida en comparación con otras personas.

Creo que mi mundo ha girado básicamente entre la iglesia, la música, mis estudios y la familia, pero mis aprendizajes han sido significativos ahora que me he dado cuenta. No estoy diciendo que he tenido una vida libre de problemas, cada quien se encuentra con procesos duros que enfrentar en la vida, pero mayormente he sido de las personas que reflexionan sobre las cosas que suceden sean muchas o pocas.

Quizás se trate de una cuestión innata a la que rechacé por algún tiempo, siempre me realizaba constantemente preguntas sobre las cosas que pasaban a mi alrededor y necesitaba las respuestas. Por algunos días pensar y sentirme en la incertidumbre de no encontrar esas respuestas me hacía sentir mal, pensaba en que tal vez era malo estar cuestionando el porqué de todo y escribiendo sobre mis sentimientos y mis vacíos, pero poco a poco fui notando que era algo de mi personalidad a lo cual yo debía comenzar a abrazar y con el pasar del tiempo me di cuenta que podía usarlo a mi favor. Hoy me doy cuenta que en realidad se ha tratado de una fortaleza, un punto fuerte que me ha servido de mucho, porque precisamente eso me hace apreciar las lecciones que la vida y Dios han querido mostrarme, aunque me costó un poco hacerme totalmente consciente de eso. Con el pasar de los días entendí, que no siempre encontraría las respuestas a mis interrogantes, no todo el tiempo o quizás más tarde hallaría las respuestas correctas, lo importante era el tiempo que dedicaba a observar las situaciones que ocurrían.

¿Cuál es el punto de este escrito?

El punto es que hay un sin fin de lecciones y enseñanzas que aprender mientas estamos en esta tierra, pero no siempre vamos a aprenderlas mediante la experiencia, al menos no hasta que meditemos en ella. Es decir, la experiencia no es la mejor maestra si no aprendemos la lección que ésta quería dejarnos, si no la captamos, si no la entendemos y para eso se necesita tiempo a solas y esfuerzo para evaluar. Es por ello que muchas personas “se estrellan con la misma piedra muchas veces” (como dice un dicho muy popular), es la razón por la que quizás no surgimos en algunas áreas de nuestras vidas.

La experiencia no Garantiza que la “lección” sea aprendida, el tiempo que dediques a reflexionar sobre ello sí, y seguramente eso te llevará a planear y hacer cambios necesarios para el futuro.

La reflexión es un punto clave para crecer y aprender…

Hace casi un año comencé a hacerme preguntas respecto a lo que quería para mi futuro, incluyendo la música ¿A dónde quería llegar? ¿Por qué quería hacer eso? ¿Qué me movía? ¿Qué significado tenia para mí? ¿Qué tenía que hacer para subir un escalón más? Etc. Así que empecé a investigar un poco sobre cómo crecer personalmente y en la música, e invertí tiempo en leer y realizar preguntas a personas sobresalientes y fueron surgiendo en mi cabeza una serie de ideas que fui registrando para no olvidarlas. Con el pasar de los días, estas tomaron forma, digamos que tuvieron como un proceso de gestación.

Creo que a todos nos ha pasado que en algún momento de luz, nos damos cuenta de algo que antes no veíamos y comenzamos a entender cosas que anteriormente habíamos obviado, eso fue exactamente lo que me sucedió después, el resto solo fue imaginar cómo seguir adelante con Dios y con lo que ya sabia, accionando al respecto (sin saberlo coloqué en práctica una serie de pasos necesarios para reflexionar y crecer, según autores y se los he colocado en negrita).

Cosas que hace la gente grande…

La gente de éxito toma tiempo para reflexionar, evaluar, anotar, cuestionar, realizarse preguntas y accionar cambios significativos en su vida.

Las buenas lecciones no se olvidan…

Me fue imposible no recordar mientras escribía, a mi más alto y cercano ejemplo de crecimiento, superación y experiencia, mi Gran abuelo Ramón Dudamel. Ahora sé porqué logro salir de la pobreza junto a su familia teniendo tan solo un primer grado de escolaridad. Lo hizo por amor a ellos y porque era un hombre reflexivo que evaluaba sus propias experiencias, confiando en que había un Dios que le acompañaba y desde algún lugar, le estaba enviando un mensaje. Lo recuerdo como el mejor de los abuelos, un papá que llevaré siempre en mi corazón y que hoy quiero traer a memoria y compartirlo con ustedes. Cuando leo sus escritos, aquellos aprendizajes sobre la biblia y los cuadros que pintó en sus últimos días, confirmo lo que hoy pienso. El ya no está aquí en la tierra (mi abuela tampoco) pero aún me sigue enseñando.

Espero que esta lección sea de gran ayuda para ti y que puedas comenzar a guardar un poco de tiempo, para reflexionar sobre lo que Dios quiere decirte a diario. #Hoyeseldia ¡Los quiero! ¡Un abrazo!

Joy Dudamel.

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Lo que queremos vs  lo que podemos hacer.

Aunque este no era el punto con el cual yo deseaba continuar, quise detenerme en este antes de avanzar. Quizás algunos tengan la pequeña impresión de que se trata de algo contradictorio al escrito anterior, pero no lo es. Ciertamente creo que como personas podemos lograr lo que nos propongamos, pero es fundamental que nuestras habilidades y cualidades vayan conforme a lo que nos hayamos  planteado.

¿Qué pasa cuando alguien sueña con lograr algo que está lejos de su potencial? o ¿Qué pasa si sus ideales son demasiados altos? La respuesta es simple, en algún momento se va a frustrar, se decepcionará de si mismo.

Particularmente muchas veces me vi afectada emocionalmente por ideales que otros habían “puesto” sobre mí, pero con el tiempo note que no eran lo que yo quería y podía hacer. En diferentes oportunidades, me alejé de mi potencial para seguir fines que no estaban relacionados directamente con la misión que tengo, tratando de complacer indirectamente a otros. Un ideal es la creencia de que algo “debe ser” de determinada manera, para que las cosas sean “buenas” o funcionen, y ocurre que esa creencia rígida es la que nos mantiene alejados de un montón de oportunidades y alternativas distintas, que podrían beneficiarnos muchísimo. Los “debería ser de este modo y punto” se parecen a una persona perfeccionista que siempre se mantiene centrada en los errores y en todo aquello que falta, en lugar de concentrarse en Dar Más de lo que se había planteado en un principio, como lo hacen los que prefieren la Excelencia. 

Cuando los ideales de otros nos afectan…

Sucede que en ocasiones lo que queremos “ser” ha sido influenciado por lo que alguien importante para nosotros, nos dijo que era lo que debíamos hacer, o bien porque determinadas circunstancias nos llevaron a desarrollar una actividad o un rol. Conozco personas que se han dedicado a un oficio porque alguien se los aconsejó, porque deseaban cubrir un puesto, por ser parte de un movimiento o recibir aprobación de un grupo, más que por sus habilidades y compromiso con el desarrollo de estas. En estos casos pienso que sus mayores capacidades deben estar en otra parte, porque no logran avanzar y sus acciones carecen de propósito. Así que por ellos y por experiencias propias (como la elección de estudiar psicología) comencé a preguntarme qué cosas determinan que una persona crea saber cuál es su propósito en esta tierra y por qué el mayor el número de personas se encuentra alejado de su potencial.

En relación al título...

Nuestra pasión está relacionada con aquello que nos gusta hacer, pero también está relacionada con aquello en lo que somos buenos, es decir, con aquello que cuando lo hacemos, se nos da bien. Nuestro potencial está directamente conectado a lo que nos apasiona, es decir, eso que nos gusta y que estamos en capacidad de hacerlo. Descubrir en qué somos particulares, sobresaliendo del resto, es una buena señal de que vamos por el camino correcto.

seamos conscientes de nuestras decisiones…

La verdad es que quizás hemos tomado muchas decisiones que nos han alejado del lugar en donde en realidad queríamos estar, por miedos, por cuidar las opiniones de otro, por temor al rechazo de la sociedad, por evitar problemas, por darle prioridad al dinero, por mantener una imagen, por la indisposición a sobrellevar los sacrificios que implica, en fin. Lo cierto es que nada es tan bueno como hacer aquello por lo cual fuimos creados y todos lo sabemos, así que vale la pena embarcarnos en aquello que hará bombear nuestro corazón, a partir de ahora.

Por si aún no sabes para qué viniste a este mundo…

Una de las maneras de conocer la voluntad de Dios es a través de la renovación de nuestra mente, Romanos 12:2, un versículo muy conocido nos dice que para Comprobar cuál sea la buena voluntad de Dios, es necesario renovar el intelecto, el sentido, el entendimiento, es decir, cada día hay algo nuevo que aprender y por medio de ese conocimiento sabremos cual es la dirección que debemos tomar.

Estas son algunas preguntas que te ayudarán a conocerte a ti mismo, según el autor Jhon Maxwell, y te servirán para encontrar tu propósito.

¿Qué te gustaría hacer?

¿Qué talentos, habilidades y oportunidades tienes que ayudan a ese deseo de hacerlo?

¿Qué te motiva?

¿Qué pasos debes dar, comenzando hoy, para conseguir lo que quieres?

¿Con quién cuentas durante el camino, una persona que te apoye y te aconseje?

¿Qué precio estás dispuesto a pagar, en cuestión de tiempo, recursos y sacrificios?

¿Dónde necesitas crecer más? (debes superar cualquier obstáculo que te impida alcanzar tu meta).

Espero que este material sea de ayuda, reflexiona en esas preguntas, yo también lo hice. ¡Un abrazo!

Joy Dudamel.

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¿Por qué las personas no crecen ni alcanzan sus sueños

“Dios mío como quisiera en verdad nacer de nuevo, deshacerme y volverme a hacer… De ti hay tanto que aprender pero ser como tú para mí tal vez no es ni si quiera posible, aun así confió en que estarás conmigo hasta el fin, y en tu reino si seré perfecta. Al verme me doy cuenta que nada tuyo yo merezco, hay tantas cosas que me ocurrieron aun siendo una equívoca, y sé que nunca merecí nada de todo aquello que me diste, esos lugares en los que estuve viendo tus misericordias. Todo eso me hace hoy en día darte gracias, cuando ni si quiera yo apostaría nada por mí, tú sí, y volverías a dar la vida por mí”.

Esta era una parte de la oración que realizaba mientras estaba en mi cuarto y por algún motivo decidí escribirla. Unos minutos más tarde quise hacer una lectura y justamente el capítulo que me correspondía para ese día me hizo darme cuenta de un error en mi forma de orar. Realmente no sé si se trata de experiencias que nos ocurren a la gran mayoría, o si se trata de un común en los que apreciamos el arte como medio de expresión o forma de vida. Lo cierto es que creo que casi todos los músicos hemos vivido frustrados o decepcionados de nuestros propios talentos y la música en algún momento.

Cuando estábamos pequeños…

No sé si recuerdas tu historia y no sé qué tanto se parezca a la mía pero yo era una niña muy ingenua, perfeccionista, obsesiva (con las cosas que me gustaban) y estudiar resultaba a veces una tortura para mis padres. Creo que era distraída (aun lo soy), pero mi pasión era la música y el baile. Mi padre me decía que no dijera la palabra NO PUEDO, pero al mismo tiempo me decía “eres demasiado terca, así no llegarás a nada, no te voy a explicar más si sigues así, no seas tan lenta”. Entiendo que quizás tenía algunas dificultades y él no lo sabía. También sé que nadie enseño a mis padres como criarme. Lo cierto es que poco a poco me fui sintiendo incapaz de lograr lo que me exigían y eso estaba grabado en mi mente, pero nunca me di cuenta, o quizás sí, pero no le di importancia porque creí que no me afectaba.  

La respuesta a la pregunta del título…

Aunque en la adversidad siempre he sido de los que se mantienen fuertes, no estaba dándome cuenta de una gran cantidad de pensamientos diarios en los que yo misma me decía “no mereces lograr nada Grande” “Todo lo que te sucede no es por ti, ni por tus habilidades” “no estas a la altura de” “No esperes que te quiera, no lo hará”. Esto era en casi todos los ámbitos de mi vida, incluyendo mi vida cristiana (aunque no he dudado del amor de Dios para mí). Así que la respuesta del autor Jhon Maxwell, por si no te has dado cuenta, es la Baja Autoestima, y esto va más allá de sentirte a gusto o no con tu cuerpo.

La cruda realidad…                      

La verdad es que si no logramos explotar nuestro potencial es porque no creemos en nosotros mismos (tenemos baja autoestima, por un pasado que nos dijo muchas veces que no podíamos). Pasamos la vida viendo un “sueño” como algo inalcanzable, por eso es que no lo logramos, porque los sueños solo los tenemos mientras estamos dormidos y luego ya no existen.

“si quieres llegar a un 10, pero tu autoestima es un 5, nunca lograrás un 10, sacarás un 5 o menos” (Jhon maxwell).

         Si alguien te dice que puedes lograr un 10, pero tú crees que solo puedes lograr un 5, de nada valdrá que te lo digan. Muchos podrán creer en ti, pero si tú no lo haces, estas limitado.

¡¡¡No te confundas con la Humildad!!!

Para ser humilde necesitas grandeza, compruebas que alguien es verdaderamente humilde cuando siendo grande o con éxitos, mantiene un buen trato hacia el prójimo y lo valora  como ser humano. Creer en ti no tiene nada que ver con altivez, pero la gente te va a criticar cuando comiences a hacerlo, aun así ¡¡¡Persiste!!! ¡Cree en ti y ámate! ¡Mereces lo que sueñas!

Yo me di cuenta de las cosas erróneas que me estaba diciendo en esa oración. Luego medite en lo que pensaba diariamente, en mis monólogos frecuentes y note que estaba siendo constantemente muy negativa.

ASÍ QUE…

·         Date cuenta (se consciente) de lo que piensas.

·         Examina en que te estas colocando límites o que limitaciones te traen tus pensamientos.

·         Decide cómo quieres ser, actuar y sentir.

·         Crea una frase de cambio, que sea conforme al punto anterior.

YO LO ESTOY HACIENDO, hazlo tú también. Espero que este escrito sea de ayuda para ti  ¡¡Les mando un abrazo!!

Joy Dudamel.