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"KINO ES SOLO FACHADA"

“Kino” es uno de los relatos que se encuentran en el libro “Hombres sin mujeres” del escritor japonés Haruki Murakami.Trata sobre un hombre mayor llamado Kino, quien es dueño de un pequeño local en Tokio y carece de sentimentalismo; es parco, aparentemente no le afecta ningún tipo de emoción.Vive el día a día sin compartir ningún momento significativo con nada ni nadie, la gente viene y se va, tanto en su negocio como en su vida.

Sin embargo, cuando un misterioso cliente, llamado Kamita, le indica que debe dejar su pequeño bar e irse de viaje por mucho tiempo, es el momento en que el verdadero arco del personaje aparece: Kino había estado reprimiendo sus emociones, su dolor luego de haber descubierto la infidelidad de su exesposa hasta el punto de “no importarle” realmente nada. No sentía un verdadero apego hacia ninguna cosa en especial únicamente para no tener que sacar su corazón quebrado del oscuro cajón en el que lo había metido.

Esto lo llevó a carecer de todo sentido de pertenencia para con su local o incluso para con su propia vida.El bar era acogedor , pero le faltaba ese algo que verdaderamente lo llenara y lo hiciera especial, y a su vez era “apto para cualquiera”. Cualquier persona entraba y salía, dándole lo mismo a Kino.Su corazón estaba igual , y no fue sino hasta verse envuelto en una persecución en Kamuto que se percató de ello.En su vida permitía la entrada a quien quiera que apareciera , por más dañino que fuera, como es el caso de la muchacha con quemaduras de cigarrillo. Kino había empezado a querer verla de nuevo pero realmente se trataba de un sentimiento superficial y , como era de esperarse, tanto el local como su corazón eran cáscaras vacías. 

Nuestros sentimientos son la razón de apegarnos a algo , de que algo nos importe y por más doloroso que sea , no podemos simplemente “dejar nuestro corazón en otro lado” para enfrentar al mundo. Necesitamos crear lazos y sentir lo que traen consigo para crear barreras saludables que conformarán un espacio cálido en nuestra vida que nos permita sanar heridas para al final no sentirnos vacíos como el bar de Kino en Tokio.