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Absolutely Gorgeous

PAPA V PERPETUA

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There's just something about him..

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the smilerrrr

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Art compilation of Papa V Perpetua

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Es de mi agrado informarles que terminé el fanfic de Terzo que estaba escribiendo, les invito a leerlo y comentar con completa libertad, escribí cada capítulo con amor y dedicación, espero que les guste.

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Hey im posting here too now💔

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Papa V sketches I made after the Manchester and Frankfurt Rituals

I just enjoy seeing his facial expressions so much

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this song has been on repeat since it dropped i fear

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💀 Terzo cuando alguien le empieza a gustar (demasiado):

Confunde atracción con juego… hasta que no puede dejar de mirar: Al principio piensa que solo es otro juego de seducción. Pero cuando se da cuenta de que empieza a buscar tu risa entre la multitud o recordar lo que dijiste hace días… se queda en silencio un segundo. “Cazzo...”

Flirtea con todos, pero contigo titubea: Con los demás es fuego puro. Contigo, de repente olvida cómo hablar sin sonar idiota. Te suelta una frase pícara y luego se queda en silencio como si hubiera dicho algo estúpido, rascándose la nuca o riéndose nerviosamente.

Se maquilla mejor cuando sabe que te va a ver: Nunca lo admite, pero se toma más tiempo en el delineado, en que su sotana le quede perfecta, o incluso en elegir un anillo que combine con el color de tu ropa. “No es vanidad, es presencia papal…”

Empieza a verte en todos lados: Una letra de canción le recuerda a ti. Un cuadro. El clima. Tu risa se le queda pegada en la cabeza cuando se queda solo. Un día murmura tu nombre sin darse cuenta mientras afina un micrófono.

Le cuenta a sus hermanos muertos… porque no se atreve a contárselo a nadie más: En las catacumbas, frente a una urna vacía, susurra: “Creo que me estoy jodiendo… y no de la forma divertida.”

Siente celos antes de aceptar que le gustas: Si ve a alguien haciéndote reír, sonríe, sí, pero le cambia la mirada. Luego va contigo, te toca la mejilla y murmura algo como: “¿Así te ríes con todos? Me haces sentir reemplazable, tesoro.”

Se obsesiona con saber qué te gusta: Manda a los Ghouls a averiguar tus comidas favoritas, tus canciones, tus colores. Aparecen "por casualidad" cosas que amas en el comedor, en tu habitación, en los ensayos.

Se contradice a sí mismo cada dos segundos: Un día decide que no va a meterse contigo porque “eso es peligroso”. Al día siguiente, aparece con una flor negra diciendo: “No quiero nada serio, pero si me dejaras besarte el alma, no me quejo.”

Cambia el tono de voz contigo: Baja el volumen, se vuelve más suave. Como si todo lo que te dice fuese un secreto. Como si hablarte fuerte pudiera romper algo entre ustedes.

Empieza a escribir cosas y no sabe por qué: Canciones, frases, versos en latín. Se despierta en medio de la noche con una idea y la anota. Todas giran en torno a ti. Algunas están en su diario personal, con tu inicial, encerrada en tinta negra.

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Terzo como novio: headcanons & fun facts

Celoso, pero elegante: Terzo jamás hará una escena de celos… en público. Pero si alguien se te queda mirando más de la cuenta, él se acercará con una sonrisa encantadora, rodeándote con el brazo y diciendo con tono teatral: “Mi amore, pareces una obra de arte… y ya sabes lo que hacen los idiotas con el arte: lo miran sin entenderlo.”

Maestro de los detalles: Siempre sabe qué perfume usas, qué vino prefieres, y qué canción te hace sonreír. Hará que te lo encuentres sonando “por accidente” cuando entres a su habitación.

Romántico teatral: No es de los que te dicen “te amo” con normalidad. Te lo susurra en latín mientras te besa la frente, o lo grita desde el balcón del Ministerio mientras sostiene una rosa negra.

Manos inquietas: Siempre te toca de alguna forma: un dedo en tu cintura, su palma en tu cuello, su mano jugando con tus dedos mientras hablas. Es como si no pudiera creerse que estás ahí con él.

Chistes malos 24/7: Le encanta hacerte reír, aunque tenga que usar juegos de palabras pésimos. “¿Sabías que el vino también se pone celoso? Porque no soy el único que quiere estar en tus labios.”

Consentidor como nadie: Si has tenido un mal día, cancelará todo. Ordenará tu comida favorita, llenará la habitación de velas y se quedará contigo hasta que te duermas. Y al día siguiente, los que te hicieron sufrir… misteriosamente no tendrán buen día.

No le gusta dormir solo: Incluso cuando está agotado por su rol como Papa, no se duerme hasta que te siente a su lado. Si no estás, se queda despierto mirando el techo. “¿Y cómo se supone que gobierne el infierno si me falta mi cielo?”

Se pone nervioso cuando siente amor real: Es seductor por naturaleza, pero si de verdad siente algo profundo, se vuelve torpe. Se queda en silencio, te mira como si fueras imposible y murmura cosas como: “Dio... ¿cómo es que existes?”

Guarda cosas tuyas: Tiene una cajita con una servilleta donde escribiste algo, tu primer ticket juntos, una hebra de cabello tuya (porque es Terzo, obvio), y tal vez un papel donde garabateaste tu nombre con el suyo.

Prometió no enamorarse, y te odia por romper esa promesa: Al principio pensaba que solo sería algo casual, pero ahora no puede imaginar su vida sin ti. Y eso le asusta… porque no creía merecer algo tan puro.

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¿Se dan cuenta que literalmente Sister mató a los hijos de Nihil que él tuvo con mujeres por allí para posicionar a sus propios hijos al poder?

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El pequeño Diario de Terzo

Diario de Sua Santità Terzo

Fecha incierta, porque el tiempo se detiene cuando uno es inmortalmente fabuloso.

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Querido diario,

Hoy me desperté sintiéndome más divino que nunca. Me miré al espejo (Giovanni, por supuesto) y él me devolvió una mirada tan intensa que casi me beso. Decidí usar mi capa carmesí con bordados dorados y nada más debajo. Nada. Porque los verdaderos Papas saben que el mejor incienso es el de la confianza propia.

Durante la misa de esta mañana, uno de los Ghouls desafinó. No diré cuál, pero tú sabes quién eres. Como castigo, lo obligué a bailar conmigo una versión lenta de Square Hammer frente al altar. Sorprendentemente emotivo. Estoy considerando añadirlo al ritual oficial.

Más tarde, encontré una paloma en el jardín del Clero. La bauticé como “Pequeño Hereje” y le enseñé a robar hostias consagradas para mí. Es un ave talentosa, aunque algo dramática.

Momento destacado del día:

Le cambié el ringtone al Cardenal Copia sin que se diera cuenta. Ahora, cada vez que le llaman, se escucha mi voz diciendo “No soy un reemplazo, soy un upgrade”. Aún no lo ha descubierto. Exquisito.

Intenté convencer al Clero de hacer una misa temática de los años 70. Rechazaron la idea de la bola de espejos. HIPOCRISÍA. ¿Acaso no fue la era disco también una era de iluminación espiritual?

Terminé el día tomando absenta en mi sofá rojo (que sigue prohibido para todos excepto para mí y Giovanni). Escuché vinilos al revés por si algún demonio quería charlar. Sólo se presentó uno, pero le pedí que volviera mañana: hoy estoy ocupado siendo legendario.

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Nota para mí mismo:

Comprar más glitter litúrgico.

Componer una canción solo con suspiros y relámpagos.

Recordarle a todos que soy el mejor Papa, incluso muerto. Especialmente muerto.

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Con amor eterno,

Papa Terzo, icono, hereje y amante del terciopelo.

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Fun Facts about Papa Emeritus III (Terzo) en Español

1. Tenía un espejo de cuerpo entero llamado “Giovanni” al que consultaba antes de cada misa. Si Giovanni no “le guiñaba el ojo”, Terzo cancelaba la ceremonia por mala vibra estética.

2. Inventó un cóctel llamado “Holy Libation”, hecho con vodka bendito, glitter comestible y lágrimas de un exorcista arrepentido. Solo lo servía en copas negras de cristal.

3. Creía que los Ghouls no tocaban mejor si no llevaban medias de encaje debajo del uniforme. Nunca lo comprobaron, pero ninguno se atrevió a tocar sin ellas.

4. Organizaba concursos de “poses dramáticas” en los pasillos del Clero. El ganador se llevaba una capa de terciopelo y el derecho a usar el incienso más caro durante la misa.

5. Tenía un ringtone personalizado que decía “Papa needs attention” y sonaba cada vez que alguien lo ignoraba por más de cinco minutos.

6. Le tenía celos al Papa Nihil porque él podía fumar con estilo. Así que Terzo practicó durante semanas hasta lograr una calada con giro y reverencia sin perder el equilibrio.

7. Una vez intentó convertir el confesionario en un spa. Dijo que la gente confesaba mejor mientras le hacían una limpieza facial.

8. Tenía un diario con stickers y frases como “Soy una bendición con patas” y “Too holy to care”. Lo escondía en una caja fuerte junto a una foto suya firmada por él mismo.

9. En las cenas del Clero, siempre se sentaba en el centro, rodeado de velas, y hacía que todos brindaran con la frase: “¡Por el pecado que nos une y la elegancia que nos salva!”

10. Juraba que su voz podía exorcizar demonios... solo si cantaba baladas italianas. Una vez intentó con “Volare” y el espíritu terminó cantando con él.

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FUN FACTS ABOUT TERZO (Español)

1)Tenía una colección secreta de perfumes carísimos escondida en el Vaticano del Clero. Se decía que podía seducir a cualquier alma con sólo un par de gotas.

2. Terzo tenía un sofá rojo que nadie más podía usar. Decía que estaba “imbuido de energía sensual” y que sentarse ahí sin permiso podía hacer que soñaras cosas indecentes durante semanas.

3.Le encantaba el cine clásico italiano. Aparentemente obligó a los Ghouls a ver La Dolce Vita como preparación espiritual antes de las giras.

4.Tenía una serpiente como mascota. Se llamaba Peccato (pecado), y dormía en una urna gótica al pie de su cama.

5. Solía escribir cartas a sí mismo desde el futuro. En ellas, firmaba como “Papa Quinto Magnífico”, afirmando que su espíritu seguiría guiando al Clero incluso después de su muerte.

6. Su copa favorita no contenía vino, sino absenta. Decía que el vino era “para las misas”, pero que el alma necesitaba algo más... etéreo.

7. En sus últimos días como Papa, hablaba solo en francés con su reflejo. Cuando le preguntaban por qué, respondía: “Mon reflet me comprend mieux que vous tous.”

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Fun Facts about Frater Imperator

Formerly known as Papa Emeritus IV

Formerly known as Cardinal Copia

He is the son of a human cannonball

Likes to put ice cubes down his pants

Banned V neck shirts from his workplace because he hates his twin brother (who he just learned existed at age 55)

His father passed away (on stage after playing a saxophone solo), but continues to be Frater Imperator’s #1 hater even after death by appearing as a ghost to torment him and shart in his car

He can do jump splits raw with no warm up or stretching

Loves to ride tricycles

Holds the esteemed honor of second most employee of the month awards

Can’t whistle

Likes to bark in front of thousands of people

If drunk he will hump things

Fucks with socks ON

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All we know that she hates Emeritus bc probably are sons of different women

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Perpetua X Oc

Disponible en Wattpad

https://www.wattpad.com/story/393740624?utm_source=android&utm_medium=link&utm_content=share_writing&wp_page=create&wp_uname=emeraldtf

Chapter 2: El Hombre sin Nombre

El aire en el Ministerio de Satanás había estado cargado durante semanas, como si el mismo cielo se hubiera agriado, presagiando lo que estaba por llegar. La noticia había recorrido los pasillos como un incendio sin control: Perpetua, el nuevo Papa, estaba cerca. Pero Sira no lo esperaba con la anticipación que otros sentían. Para ella, la llegada de un nuevo Papa no era una celebración ni un regreso a la luz. Era una herida abierta, un recordatorio de la cruel pérdida de Terzo, su Papa, su amor.

Sira había vivido toda su existencia entregada a la devoción hacia él. Lo siguió a través de su ascenso fulgurante, a través de su magia y su poder. Cada gesto suyo, cada palabra que Terzo pronunciaba, era como un himno para ella. Terzo no solo era el Papa, era el hombre que había sacudido su alma y la había transformado. Y ahora, el espacio vacío que él había dejado era aún más doloroso de llenar.

De alguna manera, Sira sentía la presencia de Terzo, como si su espíritu aún estuviera a su lado. En su mente, la voz de Terzo aún susurraba consejos, y sus ojos, invisibles pero presentes, la guiaban en sus momentos más oscuros. Pero esa conexión ya no parecía tan fuerte. Algo o alguien venía a interrumpirlo. La figura de Perpetua, el nuevo Papa, lo estaba rompiendo todo.

El día llegó sin que Sira pudiera evitarlo. Los pasillos del Ministerio se llenaron de murmullos y susurros. La puerta principal se abrió lentamente, y ahí estaba él. Perpetua. No con la corona de oro, no aún, pero con la misma mirada que Sira había temido desde que se había enterado de su existencia.

Era más alto que Terzo, con una presencia menos explosiva, más contenida. No tenía la chispa de su predecesor, pero sí algo aún más peligroso: una calma peligrosa, como un océano profundo y oscuro que escondía secretos antiguos. Era difícil ver sus ojos al principio, estaban opacados por la sombra de su mitra, pero Sira lo sabía: este hombre no era como Terzo.

Perpetua caminaba entre los Ghouls y las Ghoulettes, su paso seguro y decidido. Cuando finalmente sus ojos se encontraron con los de Sira, la Ghoulette sintió una sacudida interna, como si un rayo de electricidad hubiera atravesado su cuerpo. No podía evitarlo. Él tenía algo que la desestabilizaba, una fuerza misteriosa que parecía ir más allá de su presencia física. Era una fuerza emocional que la perturbaba de una manera que no quería admitir. Pero antes de que pudiera procesarlo, él habló.

-Así que eres la famosa Ghoulette de Terzo -dijo Perpetua con voz profunda, tan suave que parecía un susurro, pero que cortaba el aire con una precisión inquietante-. La que nunca ha bajado la cabeza ante nadie, la que no ha cedido, ni siquiera ante el nuevo Papa.

Sira no podía evitar mirar hacia abajo, pero no era por sumisión, sino porque algo en su mirada le quemaba la piel. Su corazón latió más fuerte de lo que le gustaría. En lugar de sentir desprecio, sentía una extraña fascinación, una emoción a la que se negaba a ceder. No era amor, lo juraba, pero no podía apartar la mirada.

-Soy quien fui -dijo ella finalmente, su voz clara y desafiante-. Y lo que sea que representes, no me interesa.

Perpetua la observó en silencio, como si estuviera buscando algo más en sus ojos. No parecía afectado, ni alterado por su desdén. Solo asentía lentamente, como si entendiera algo que ella aún no comprendía.

-Eso es lo que me gusta de ti -dijo Perpetua con una media sonrisa que parecía más una mueca-. Tu lealtad es feroz, pero no hacia mí. No aún. Pero te daré algo que jamás tendrás de Terzo: un propósito más allá de tu dolor.

Sira lo miró fijamente, sintiendo cómo esas palabras la tocaban en lo más profundo. No sabía por qué, pero la verdad detrás de su frase resonaba en su alma, algo que no quería reconocer. ¿Era esto un juego? ¿Estaba Perpetua intentando manipularla? No. Había algo mucho más grande, algo que la inquietaba.

Justo en ese momento, una risa irreverente rompió el tenso aire.

-¡Vaya, ya empezaron a coquetear, eh! ¿No podrías esperar a que se apagaran las luces, hermano? -La voz familiar de Copia resonó entre las sombras, y Sira no pudo evitar soltar un suspiro aliviado.

-Copia -dijo Perpetua, con un tono de voz que mostraba más paciencia de la que Sira habría esperado-. Sigues siendo un payaso.

-¿Yo? ¿Un payaso? ¡Por favor! Si mi único pecado fue haber sido un accesorio para ti y para él. -Copia se acercó con esa sonrisa burlona que siempre llevaba-. ¿No tienes miedo, hermano, de que te quedes con las sobras de todo lo que queda? ¿O te crees el gran salvador de este circo? El Papa perfecto que rescatará a los caídos.

La mirada de Perpetua se volvió fría de repente, y Copia notó la tensión en el aire.

-Cállate, Copia. Ya basta de hablar. No soy tu enemigo. Solo haz tu trabajo.

Sira observaba en silencio, viendo cómo los hermanos gemelos se intercambiaban palabras envenenadas, cada una cargada con una historia dolorosa, con una verdad amarga. No era solo rivalidad. Era algo más profundo. Un dolor compartido que nunca se resolvía, que los mantenía en esta eterna lucha de poder, pero ninguno de los dos parecía dispuesto a ceder.

Finalmente, fue Copia quien, al ver la tensión creciente, soltó una carcajada y se alejó.

-Lo que sea, hermano. Pero si alguna vez necesitas que alguien te diga la verdad, no dudes en llamarme. Yo soy el único que tiene el valor de ser sincero. -Y, sin decir más, se desvaneció entre las sombras del Ministerio.

Perpetua no le prestó atención a la partida de su hermano. Estaba más enfocado en Sira, y la Ghoulette podía sentir su mirada fija en ella como un peso sobre su pecho. El silencio entre ellos era pesado, insoportable, como si la tierra misma estuviera esperando que uno de los dos rompiera la quietud.

Finalmente, Perpetua habló, pero esta vez con una suavidad que sorprendió a Sira.

-No soy Terzo -dijo con una voz que parecía más humana, más vulnerable que la que ella había escuchado hasta ahora-. Ni lo intentaré. No soy un dios, ni un ícono. Soy solo un hombre con un destino que no elegí.

Sira lo miró fijamente, sintiendo la necesidad de hacerle frente, de rechazarlo con todas sus fuerzas, pero algo dentro de ella la detenía. Tal vez era la forma en que se había presentado, con esa fragilidad oculta en su mirada, o tal vez era porque, a pesar de todo lo que había perdido, algo en él le hacía falta para completar la historia de su vida.

-No quiero tu destino -respondió Sira, su voz dura, pero más calmada de lo que sentía por dentro-. No quiero ser parte de lo que representas.

-Pero te he tocado, Ghoulette. Y en tus sueños, Terzo me ha dejado a mí la llave para tu alma.

Las palabras lo cambiaron todo. La guerra en el corazón de Sira había comenzado.