hanni ᵎ 99's ᵎ 18+ ᵎ advertencia; no menores de edad | oneshot's en español ♡
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⤷ ❝sex hotline❞ — myg (s.m) pt. 2
➤ Pareja: yoongi x lectora!fem
➤ Recuento de palabras: 17.4k
➤ Género: sexo telefónico! smut y obscenidad!
➤ Resumen: La idea de tener tu primer orgasmo hablando con un extraño atractivo a través del teléfono te asusta muchísimo, pero tal vez no sea tan malo como crees, después de todo, Min Yoongi era el mejor en su trabajo.
➤ Advertencias: 18+ | lenguaje maduro y explícito | sexo telefónico | diferencia de edad (edad legal) | charla sucia | masturbación (ambos) | dom!yoongi sub!lectora | la lectora deja de ser vírgen | elogios y ligera degradación | Yoongi es coqueto y sabe lo que hace y dice | sobreestimulación | semi-exhibicionismo | mucha tensión sexual | muchos besos | sexo oral (r.lectora) | sexo con protección | sexo romántico (solo poquito) | Yoongi tiene un gran pene! | Jungkook hace una pequeña aparición sorpresa. ➤ Si no eres mayor de 18 años, POR FAVOR, no leas. Si lo haces es bajo tu propia responsabilidad, ten en cuenta las advertencias.

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Delight no siempre había sido una empresa reconocida y tolerada por mucha gente. La primera vez que lanzaron su sitio web, la gente se sintió intrigada por esa llamada "línea directa de sexo telefonico", y era esperarse que muchos se mostraran escépticos y disgustados por la idea general de su concepto.
Pero no hasta que una persona, alguien que no había sido bendecido con el premio gordo de la vida, decidió intentarlo y solicitar el trabajo. Y eso cambió todo.
A Yoongi simplemente le importaba un carajo que la gente lo señalara por postularse para ser un operador de sexo telefónico. Estaba ganando dinero desde la distancia sin esforzarse tanto como una persona promedio lo haría en un trabajo mediocre, ¿Quién no querría el tipo de trabajo que él tenía?
Y fue entonces cuando apareció el nombre 'Suga' en la plataforma, convirtiéndose en una demanda popular de los clientes por encima de otros empleados.
Y Yoongi lo había disfrutado, demasiado, sabía de antemano que él había sacado a flote una empresa condenada al fracaso y que ahora era quién la mantenía viva, él y su afilada lengua, muchas veces fue glorificado por su trabajo y su jefe nunca dudaba en decir eso frente a los otros empleados, ganádose solo los celos y la envidia de los demás empleados por ser considerado el favorito del jefe.
— Que se jodan.— Yoongi respondía de forma arrogante cada que escuchaba las quejas de sus compañeros de trabajo sobre la supuesta injusticia laboral que sufrían.— Deberían ser mejores en su trabajo.
Había estado viviendo los mejores momentos de su vida sin duda alguna, disfrutando con el hecho de hacer que las personas se retorcieran de placer a kilómetros de distancia de él con unas simples palabras que lograban desatar todas sus fantasias mas oscuras, había disfrutado de esa sensación de poder, atención y halagos que recibía por su buen trabajo, pero bien dicen que lo que fácil llega, fácil se va.
Ahora sentía como si todo lo que había logrado en Delight hubiera sido un solo momento de euforia que ahora se había acabado, porque ya no se sentía igual que cuando comenzó con este trabajo.
Ya no sentía esa sensación de adrenalina correr por sus venas cada que escuchaba el tono de llamaba de su número de trabajo, era como si esa sensación de satisfacción y poder se hubiera reducido a nada, como si la rutina de cada día lo hubiera consumido por completo, ya sin siquiera hacerlo sentir placer con lo que hacía, y odiaba admitirlo, pero se sentía como si solo fuera combustible de fantasía para los clientes que pagaban por escucharlo.
Era su trabajo, sí, pero mentiría si dijera que ahora se sentía como una tarea que debía cumplir.
Había una distancia entre él y los demás que de alguna manera detestaba ahora.
Antes, Yoongi encontraba esa desconexión como un consuelo, creía que podía ir y venir cuando quisiera. Se divertiría con los demás en una proximidad lo suficientemente segura como para perder el tiempo sin temor a contraer sentimientos serios y poder mantener su trabajo. Era un plan sólido, hasta que dejó de serlo.
Todo lo que Yoongi anhelaba ahora era esa chispa entre él y otra persona, tener alguien con quién hablar de cosas banales sobre su día y no solo tener que escucharlos gemir a través del teléfono. Y cuanto más tiempo pensaba en eso, más se daba cuenta de lo solo que estaba.
Los ruidosos gemidos al otro lado de la línea lo hicieron formar una mueca y alejar considerablemente el teléfono de su oído, eran tan ensordecedores, mucho más exagerados que si estuviera viendo una película porno, y esa simple situación estaba agotando su paciencia poco a poco. Podía haber sido lo que él quería antes, la distancia, la capacidad de mantenerse inalcanzable, pero ahora se está convirtiendo en algo molesto.
— Relájate bebé, no querrás que tus vecinos te escuchen ¿verdad? — Habló por lo bajo en una sutil amenaza cubierta en una voz ronca, agradeciendo internamente que los lamentos de su clienta al otro lado del teléfono se detuvieran casi por completo.
Y lo siguiente que vinieron fueron los mismos halagos de siempre, agradeciendo haberle hecho pasar un buen momento y rogando su atención de nuevo para la próxima llamada, pero todo lo que pudo hacer fue forzar una amplia sonrisa y encogerse de hombros ante sus palabras justo antes de que toda su máscara se desmoronara cuando terminó la primera llamada de la noche.
Su teléfono se deslizó por la mesa en el centro de la sala cuando lo lanzó sin cuidado, elevando ambas de sus manos para frotar su rostro y suspirar con frustración como lo había hecho en los últimos días, su mirada se desvió hacia su entrepierna y bufó aún más molesto. ¡Ni siquiera habia tenido una jodida erección!
Era realmente divertido como las cosas habían cambiado en un mes, hacer la misma rutina agotadora cada vez le costaba más, después de dos años de estar trabajando para Delight estaba considerando seriamente renunciar al trabajo en el que ya no podía volver a encontrar el mismo placer que sentía antes. Y sabía muy bien que el que estuviera considerando esa idea tenía mucho que ver con una persona, específicamente con T/n.
Supo que estaba completamente jodido desde el primer momento en que se dio cuenta que no podía dejar de pensar en ella, en la forma tan inusual en que llamó a su línea de trabajo,y en cómo se escuchaba tan avergonzada después de que lo supo, había sido lindo, demasiado para hacerlo sonreír después de mucho tiempo de no hacerlo.
Pero lo que simplemente no podía olvidar era su suave y dócil voz con la que lo llamaba y el título que había utilizado para él, era como si aún pudiera escuchar su respiración agitada a través del teléfono, sus gemidos, el simple hecho de recordar que él había sido el primer hombre en hacerla sentir bien, y en lo dulce que se escuchó cuando la hizo tener su primer orgasmo.
Sabia que eso simplemente había alimentado por demás su ego, pero habia algo más y él no podia comprenderlo del todo, T/n tenía algo mas que lo hacía quererla sólo para él, lejos de la forma tan adorable en que ella le había preguntado si podian conocerse en persona, lo entusiasmada que se escuchaba con la simple idea lo seguía atormentando por las noches, sintiéndose como un idiota por la forma tan cobarde que huyó de ella y de algo que él tambien quería.
Y ahora aquí estaba, mirando con desdén el sobre grueso y blanco con su paga mensual por su trabajo y con la mente llena con el recuerdo de T/n, sabía que estaba en las mismas circunstancias, porque sí, joder, la quería, la deseaba y necesitaba, pero sabía que había arruinado todo y que tendría que vivir con eso desde la última vez que habló con ella hace un mes.
Volvió a gruñir frustrado mientras se ponía de pie del sofá donde estaba para servirse un poco de Whisky y ponerse de buen humor para sus próximos clientes, sabiendo que incluso el mínimo requería un cierto grado de esfuerzo y él ya se sentía más agotado que otros días.
Pero su línea se reabriría de nuevo en diez minutos y debía cumpir con su trabajo mientras se preguntaba cuáles podrían ser los interés de su próximo cliente, qué podría hacer para complacerlo y qué podría decirle, estando seguro que al final tendría que conformarse con una paja mal hecha que intentara llenar el vacío dentro de él.

T/n se arrepentía de muchas cosas en su vida.
Cómo no haber organizado una grandiosa fiesta de cumpleaños número dieciocho para celebrar su legalidad, cómo no socializar lo suficiente como para tener un gran círculo de amigos que la sacaran de vez en cuando de su encierro en su departamento. y de cómo había tirado el trozo de papel con el número de teléfono de Yoongi hace unas semanas.
Mentiría si dijera que no había estado tan avergonzada después de todo lo que había pasado con él, podía sentir un nivel de humillación que no creía que un ser humano pudiera sentir. Pero ella lo sentía.
Qué estúpido de su parte habia sido pedirle que se concieran en persona. ¿Para qué? ¿Para que la pudiera follar? ¿Estaba tan caliente que permitió que sus sucios deseos tomaran control sobre ella?
Sí, bueno, había sido una completa tonta con sus palabras, pero lo que aún le seguía dando vueltas a su cabeza fue lo que Yoongi dijo justo antes de terminar la llamada.
"Lo pensaré."
¿No era esa una buena forma de decir "no"?
Pero aún así, no había forma de que volviera a hablar con él y pedirle una explicación o aunque sea disculparse por dejarse ver como una urgida. Su teléfono no habia guardado su contacto y queriendo olvidar todo lo que habia pasado, simplemente tiró la tarjeta a la basura.
No sabía si culparse a sí misma por querer escuchar su voz una vez más, por querer revivir los sentimientos que tenía cada vez que Yoongi le hablaba con esa voz tan sensual, incluso si era simplemente para poder disculparse, T/n anhelaba ser cautivada una vez más con su voz.
Se encogió de hombros mientras desconectaba su computadora de su escritorio para pasarse a su cama sin darle muchas vueltas al asunto.
— Soy una perra desesperada, pero está bien.— Habló sarcásticamente mientras abría el navegador, respirando profundo para tomar algo de valor.— Todo lo que tengo que hacer ahora es disculparme. Eso es todo.
Se sentía incluso más nerviosa que esta tarde cuando decidió que debia ponerle fin a todo esto que tuvo con Yoongi y tratar de buscar la empresa en la que trabajaba para disculparse y poder dormir en paz por las noches, sus manos sudaban mientras escribía en el buscador "línea directa de sexo", inmediatamente apareció un sitio llamado Delight como el enlace superior y cuando le dio clic al texto resaltado en azul se sorprendió aún más.
— Dios…— Resopló de forma temblorosa preguntándose cómo era que a las 7 p.m de un domingo se encontraba desplazándose por este sitio web.
En la página principal podía ver una línea directa etiquetada como "perfiles de operador" y cuando dio clic alrededor de 10 perfiles de operadores se desplegaron ante sus ojos, cada uno en orden de acuerdo al puntaje de estrellas que recibían de los clientes, y el primer perfil era el de Suga con una calificación de 5 estrellas y con cientos de opiniones de diferentes clientes; hombres y mujeres por igual.
Le fue imposible no sonrojarse viendo una que otra de las opiniones donde halagaban sus servicios, sorprendiéndose con lo abiertos que eran los usuarios de la página, pero de igual no podía negarlo, Yoongi era realmente bueno en su trabajo, lo había comprobado por sí misma aunque no hubiera sido una clienta como tal, y sintió su corazón latir con fuerza en su pecho mientras marcaba en su teléfono cada número que estaba en la plataforma, sin saber si estaba mental y físicamente preparada para lo que estaba a punto de hacer.

Yoongi ya iba por su segunda copa de Whisky de la noche, y agradecía internamente que fuera demasiado tolerante con el alcohol para decidir seguir trabajando con los clientes que tenía en espera en lugar de mandar todo a la mierda e irse a dormir.
Suspiró pesadamente mientras le daba un último vistazo a la gran vista de la ventana hacia la ciudad nocturna debajo de él, viendo el bullicio de los vehiculos y de la gente vivir sus vidas en paz antes de volverse hacia su sofa y tomar asiento, ya estaba sin camisa y solo vestia un par de pantalones negros, las luces de la sala era tenues y la musica sonaba de fondo, lo que ayudó a construir una buena atmosfera como lo hacia cada noche.
El tono de llamada volvió a resonar en toda la habitación y dejó el vaso de cristal en la mesita frente a él mientras respiraba hondo, como si su cerebro encendiera un interruptor su actitud arrogante y sensual regresó a su cuerpo en un abrir y cerrar de ojos mientras levantaba el teléfono para contestar.
— Buenas noches cariño.— Respondió por lo bajo, haciendo todo lo posible por entrar en personaje, y no pudo evitar fruncir el ceño cuando el otro lado de la línea se quedó en silencio.— ¿Hola? ¿Puedes oírme claramente, querida?
Y aún así, el silencio seguía predominando.
Yoongi no estaba sorprendido por eso, e involuntariamente sonrió al recordar que así fue como conoció a T/n, se rió por lo bajo de eso y cuando estaba a punto de hablar, lo siguiente que escuchó lo tomó por sorpresa antes de que pudiera pronunciar alguna palabra.
— ¿Yoongi?
Y con eso se quedó boquiabierto cuando se dio cuenta de que el cliente sabía su verdadero nombre, entró en pánico, sin saber si alguien se había entrometido en su privacidad o si era un acosador espeluznante.
Ahora, fue su turno de quedarse sin palabras.
— Yoongi... soy T/n.
Y Yoongi sintió una puñalada clavarsele en el pecho. Había estado intentando olvidar lo que pasó entre ustedes dos durante las últimas semanas, sin poder dejar de pensar en ella, y ahora de repente todos esos recuerdos le volvieron a inundar la mente.
Ya había cometido el error de huir de ella cuando le preguntó si podían verse, pero con lo siguiente que dijo fue como si estuviera actuando solo por impulso y con la sorpresa del momento.
— ¿T/n? — Balbuceó de a poco, aun sin poder creer que estaba hablando de nuevo con ella.— T/n, ya te dije...
— ¡Escucha! — T/n respondió de inmediato, sin darle oportunidad de que volviera a alejarse.— Sé que probablemente este no sea el momento adecuado, pero quiero pedirte perdón por...
— Sí, T/n, ahora no es el momento.— Yoongi la cortó de repente, inclinando la cabeza hacia atrás y desplomándose sobre el sofá.— Estoy tratando de trabajar.
Y tan pronto como dijo eso ni siquiera pudo luchar contra el impulso de querer golpearse el rostro, ¿de verdad había dicho eso? Después de estarse quejando de su trabajo durante semanas, ¿lo había vuelto a poner primero antes que ella?
Con eso solo volvió a corroborar que era un idiota, y se sintió así aún más cuando escuchó a T/n murmurar un pequeño y debil “lo siento” a traves del telefono, era como si pudiera imaginarla encogida en su cama y con un puchero en los labios por sus palabras disculpandose por haberlo molestado, cuando él era el que debia disculparse con ella por todo lo que habia pasado.
— Esta bien bebé, lo entiendo…— Comenzó a hablar despacio mientras se pasaba una mano por su cabello negro.— Y yo también lo siento, lo último que dije la otra vez fue un movimiento idiota, solo estaba pensando en mi trabajo.
Y con eso T/n se permitiò escucharlo atentamente, asintiendo a sus palabras como si él pudiera verla, sonriendo al escuchar ese bonito apodo brotar de sus labios y sintiendo como su voz tan calmada y serena viajaba por su cuerpo como si fuera una manta cubriendola y haciéndola entrar en calor, sin poder evitar admitir que había extrañado demasiado esa sensación.
— Pero, dijiste que pensarías sobre eso…— T/n murmuró poco después sintiendo como el entusiasmo volvía a ella y atreviéndose a mencionar eso de nuevo con la pequeña esperanza de que él también lo quisiera tanto como ella.
Y aparentemente estaba en lo correcto, porque una sonrisa felina se dibujó en los labios de Yoongi al escucharla, y decidió llevar la llamada por una ruta diferente, viendo si podía usar esto a su favor para hacerlos pasar un buen rato ahora que se daba cuenta de cuánto había extrañado hablar con ella y queriendo aprovechar esta llamada al máximo.
— ¿Cuánto tiempo has estado pensando en mí, bebé? — Preguntó con su voz volviéndose grave y ronca, ensanchando su sonrisa al escuchar un leve suspiro al otro lado de la línea.— ¿No me digas que ya has dejado de pensar en lo que puedo hacerte?
Y ante eso T/n tuvo que morder su labio para intentar reprimir los pequeños gemidos que amenazaban con salir de su boca, siempre iba a estar sorprendida del increíble poder que tenía su voz en ella, de cómo se derretía ante sus palabras y de cómo su respiración se aceleraba con solo escucharlo.
Yoongi era como ese néctar de placer al que siempre quieres regresar para poder disfrutar un poco más, y por supuesto que no negaría sus preguntas, todas las noches después de sus calientes encuentros por medio del teléfono se encontraba sobre su cama y con la mano entre sus piernas intentando volver a sentir lo que sintió con él hablándole al oído, pero como era de esperarse, ninguna de esas veces lo logro, y eso solo la hacía desearlo aún más.
Yoongi solo sonrió aún más al no recibir una respuesta de ella, solo disfrutando con el sonido de su acelerada respiración, casi pudiendo imaginar que era lo que T/n debía estar sintiendo en este preciso momento
— A decir verdad, T/n, yo no podía dejar de pensar en ti. Si tan solo supieras lo horrible que me sentí cortándote así.— Yoongi volvió a hablar, usando esa voz tan sensual y sabiendo perfectamente el efecto que tenía sobre ella solo para ver hasta dónde podía llegar.
— Supongo que ambos somos culpables de algo, ¿eh? — T/n respondió de igual forma, todavía tratando de acostumbrarse a escucharlo después de tanto tiempo.— Pero eso es todo lo que tengo que decir. Yo... puedo dejarte con tu trabajo ahora, supongo que tienes toda una fila esperando por ti.— Agregó con calma y su voz se desvaneció al final de su oración.
Y esa fue la señal que Yoongi esperaba, una bombilla apareció en la parte superior de su cabeza, con una idea nadando en su mente sobre lo que podía hacer con ella, no podía dejar que esta llamada se desperdiciara, sin saber si esta podría ser la ultima vez que hablaría con ella y que escucharía su dulce voz.
— ¿Crees que voy a dejarte ir así? — Yoongi murmuró roncamente después de escuchar sus palabras y solo para agregar en medio de un gemido ahogado.— ¿Sin hacerte pasar un buen rato? ¿Qué dices, bebé?
Era como si con con cada palabra Yoongi le estuviera hablando como si fuera la primera vez, y T/n pudo sentir como los latidos de su corazón se volvieron más rápidos y acelerados, estaba volviendo a usar esa voz que tanto adoraba en secreto y simplemente dejó que su mente se sometiera a sus deseos y que sus fantasías hicieran lo que quisieran con su cuerpo.
— Aw, sé que quieres, T/n. No seas tímida, sé que ha pasado un tiempo desde que escuchaste mi voz. ¿No quieres que te hable sucio? — Yoongi volvió a provocarla, pero era como si los efectos estuvieran actuando de forma contraproducente en él porque todo su cuerpo se calentó en un santiamén cuando la escucho soltar un rápido y silencioso gemido por lo bajo, haciéndolo sonreír de forma arrogante y sentir como toda la adrenalina volvía a apoderarse de él.— ¿Mhm? ¿Ese pequeño gemido es un sí? ¿Quieres que te hable sucio y te ayude a correrte, bebé?
T/n suspiró temblorosamente mientras se acomodaba mejor sobre la cama, apoyando su cabeza en las almohadas solo para cerrar sus ojos por un breve momento, estaba aquí, ésto estaba ocurriendo de nuevo, y no había un solo nervio en su cuerpo que quisiera detenerse, así que se obligó a cerrar sus piernas juntas por la necesidad de sentir un poco de fricción ahí abajo con lo siguiente que dijo.
— Sí, por favor.
Yoongi chasqueó su lengua al otro lado de la línea al mismo tiempo que inclinaba su cabeza hacia un lado en señal de molestia.— Niña mala. ¿Ya has olvidado cómo llamarme?
— No, lo siento señor.— T/n se corrigió de inmediato, sin poder evitar arrastrar su pijama hasta sus rodillas para poder acariciar la parte interna de sus muslos de a poco, sintiendo su piel caliente y ansiosa.
— Joder, me encanta que me llames asi.— Yoongi soltó un gemido de satisfacción después de escucharla, dejando caer su cabeza hacia atrás sobre el respaldo del sofá y sintiendo como toda la sangre de su cuerpo se concentraba en su entrepierna.— Siempre tan obediente y educada conmigo, creo que necesitas saber cómo tu dulce voz hace que mi polla se ponga dura por ti.— Y con eso volvió a escuchar otro gemido manso brotar de sus labios, instandolo a continuar hablando con una sonrisa arrogante.— Me imagino lo desesperada que debes de estar por sentir mi polla follando tu pequeño y apretado coño, porque eso es lo que quieres ¿verdad?
— Sí, señor…— T/n suspiró esas dos palabras mientras su mano subía por sus piernas, llegando al lugar deseado solo dejar que sus dedos se deslizaran lentamente por encima de su núcleo vestido, sintiendo un escalofrío recorrer su cuerpo cuando escuchó un gemido gutural brotar de él seguido de un profundo suspiro.
¿Él tambien se estaba tocando? Joder, si estaba en lo correcto T/n pudo jurar que sintió como si una oleada de calor la hubiera golpeado de repente, todo su cuerpo se sentia extremadamente caliente y necesitado y le fue imposible no enredar sus dedos en el borde de su blusa para quitarsela, arrepintiendose casi de inmediato cuando escucho a Yoongi chistar molesto.
— ¿Ya te estás desvistiendo sin que yo te lo haya dicho? — Yoongi se burló con un tinte de advertencia en su voz que rápidamente fue remplazado por una neblina de deseo al imaginar todo su cuerpo desnudo, con sus senos al aire libre y sus bragas empapadas mientras lo esperabas tendida en su cama, y fue esa misma imagen mental la que lo hizo comenzar a palmearse su pene medio duro por encima de sus pantalones.— ¿Puedes hacerme un favor y jugar con tus tetas, bebé?
Yoongi pidio en medio de un suspiro tembloroso que hizo que T/n obedeciera de inmediato a su orden, poniendo su teléfono en altavoz para elevar sus manos hacia su pecho, jadeando con fuerza cuando deslizó la punta de sus dedos alrededor de sus duros pezones, amasando cada uno de sus senos con la presión perfecta haciéndola arquear su espalda; prácticamente retorciéndose sobre su cama y apretando sus muslos juntos, sintiendo como el calor en su entrepierna aumentara incontrolablemente, obligándose a morderse el labio inferior para tratar de ocultar sus vergonzosos gemidos y fallando olimpicamnete en el intento.
— ¿Alguna vez te tocaste pensando en mi, bebé? — Yoongi pregunto después de unos segundos queriendo saber si ella había pasado por lo mismo que él; disfrutando en silencio de su respiración laboriosa y sus suaves gemidos, jugando consigo mismo debajo de sus pantalones, con sus largos dedos frotando fácilmente toda la circunferencia de su pene erecto aún atrapado en su boxer.
— Lo intenté…— T/n susurro a medias, con su mente volviendo a esos momentos en los que Yoongi la hacía sentir increíblemente húmeda con solo su voz cuando hablaba con él, aun cuestionandose como era posible que un hombre detrás de un teléfono tuviera tanto efecto en ella.— Lo intenté, pero no era tan bueno���
— ¿En realidad? ¿Prefieres que yo te ayude?— Yoongi sonrió ante tus palabras y ante el bonito gemido que se escuchó al otro lado, haciéndolo sacar su pene de su confinamiento y viendo su erección salir disparada hacia arriba y golpear su abdomen ligeramente, sin poder evitar morderse el labio ante la vista, hacia tanto tiempo que no tenía una buena erección y ahora T/n lo había logrado tan fácilmente.
— Joder, sí…— T/n respondió con su voz temblorosa y mientras arrastraba su mano por toda su entrada, jugando con sus pliegues humedos por encima de la tela; ejerciendo un poco de presión sobre su clítoris solo para que sus caderas se sacudieran con placer y haciendola respirar con dificultad.— Mhm ¿puedo tocarme, señor?
Y Yoongi gruño a través de su labio inferior mordido, con sus cejas fruncidas y con sus dedos moviéndose con más fuerza sobre su dura longitud, eras una chica tan buena para él, y lo ponía duro como una piedra concebir que una chica tan linda como tú pudiera someterse fácilmente a una de sus charlas sucias, solo haciéndolo esparcir el líquido preseminal que brotaba de la punta de su pene por todo lo largo, imaginando que era tu humedad la que lo cubría.
— Ow bebé…— Yoongi bromeó con arrogancia y solo escuchandola quejarse por lo bajo de sus burlas.— ¿Quieres tocarte ahí abajo con mi ayuda?
— Sí, sí…— T/n respondió rápidamente, casi jadeando mientras las puntas de sus dedos se movían entre sus pliegues, chillando por lo bajo sin tener una fricción real donde más lo necesitaba.— Por favor, señor. Por favor…
— ¿Y qué te hace pensar que te mereces mi ayuda, hm? — Yoongi preguntó con su voz áspera, deteniendo los movimientos en su pene y escuchando el susurro confundido brotar de sus labios.
— P-pero…— T/n balbuceó sin entender sus palabras, sintiendo una serie de fuertes escalofríos recorrer su cuerpo una vez más.
— Puedo dejarte aquí, ahora mismo, terminar esta maldita llamada como si hablar contigo nunca hubiera pasado.— Yoongi habló con desdén riendo por lo bajo de la forma en que la escuchó removerse sobre la cama y dejar escapar otro gemido lastimero ante sus palabras.— Eres como una pequeña gatita, siempre lloriqueando en lugar de decir lo que diablos quiere.
¿Cómo se habia vuelto tan degradante de repente?
La mente de T/n estaba haciendo todo lo posible para pensar en una respuesta a su pregunta anterior, y, afortunadamente, Yoongi espero paciente.
— He sido buena, señor…— Respondió poco después, no queriendo hacerlo esperar demasiado y que se molestara por eso antes de sobresaltarse sobre la cama al escucharlo reír burlonamente.
— ¿Buena? Claro, has sido una buena niña.— Yoongi reaccionó arrogante ante su respuesta soltando el agarre en su miembro y viéndolo rebotar levemente sobre su vientre.— Me he encontrado con muchas de ellas en el pasado, cariño. Todas estaban llenas de palabras, pero no podían soportar ser jodidamente obedientes. ¿Cómo puedes ser diferente, eh? ¿Cómo puedo saber que no me estás mintiendo?
T/n quería golpear una pared por la forma en que se estaba burlando de ella, y su espalda se arqueó sin darse cuenta, reprimiendo un grito de frustración al escucharlo reír sutilmente ante su reacción.
— Sabes, escucharte toda ansiosa y necesitada, escuchar las sábanas debajo de ti moverse mientras tu cuerpo se retuerce es música para mis oídos, será mejor que no te toques, T/n. ¿Quieres ser una buena niña? Entonces espera mis instrucciones, ¿entendido?
— Sí, señor.— T/n respondió en un santiamén a sus palabras, alejando sus manos por completo de entre sus piernas.
Oh, Yoongi nunca se cansaria de escuchar la forma en que decias esas dos palabras.
— Más fuerte.— Demandó endureciendo el tono de su voz.
Otro jadeo tembloroso dejó los labios de T/n al escucharlo, sabía muy bien que Yoongi estaba en su estado más dominante y eso solo la hacía querer darle todo lo que pidiera, y le encantaba, jodidamente que le encantaba.
— Sí, señor.— Expresó una vez más, más fuerte que la anterior.
Yoongi no solo estaba cautivado con ella y con su afán de querer complacerlo, sino que se sentía diferente cuando hablaba con ella a comparación de otros clientes y no podía negar que sentía un cariño especial, era como si estuviera hablando con alguien personal para él, y no solo con un extraño, todo era mas intimo con ella.
— Muy bien…— Murmuró poco después, mientras que con uno de sus dedos trazaba la longitud palpitante de su miembro; provocándose desde la base hasta la punta, impaciente por escuchar sus encantadores gemidos, pero aún así se las arregló para seguir hablando.— Sabes, T/n, quiero saber más sobre ti.
— ¿Oh? ¿A qué te refieres? — T/n preguntó un tanto confundida, casi sintiendo como su excitación inicial se iba esfumando de su cuerpo.
— Tienes que decirme lo que te gusta, cariño. Lo que te excita, las fantasías que tienes almacenadas en esa sucia cabecita tuya.— Yoongi habló con una voz tan baja, tan profunda y tan sensual que T/n ni siquiera pudo evitar sentir como una descarga de adrenalina corría por sus venas y como el familiar cosquilleo se acentuaba entre sus piernas una vez más.
Inmediatamente su rostro se sonrojo y su respiración se agitó al darse cuenta de lo que estaba pidiendo, esta era la primera vez que un hombre le preguntaba cuales eran sus deseos y, si era completamente sincera, T/n tenia las fantasías más oscuras y sucias para alguien que nunca antes habia tenido sexo.
— No puedo ayudarte si no me lo dices, bebé. Vamos, dime lo que te gusta y tal vez…— Yoongi volvió a hablar justo antes de hacer una pausa y morderse el labio inferior ante lo que siguiente que dijo.— Tal vez podemos hacer que cobren vida.
Y T/n pudo jurar que casi jadeó al escucharlo, sus cejas se arrugaron dándose cuenta de lo excitada que estaba de nuevo y sus caderas se agitaron sobre la cama necesitando un poco de fricción en su clítoris, la forma en que Yoongi hablaba solo alimentaba aún más su deseo de él, y sabía que si no podía tenerlo pronto se volvería loca.
— ¿Cobren vida? — T/n preguntó retóricamente mientras pasaba la punta de su lengua por sus labios, sonriendo con complicidad queriendo escucharlo decir lo que tanto necesitaba.— ¿Qué está insinuando, señor?
Yoongi podía sentirla sonriendo al otro lado de la línea mientras decía esas palabras, haciéndolo sonreír de la misma forma; contento con la repentina confianza en su tono de voz generalmente manso que tanto adoraba.
— Niña, estoy insinuando que vengas para que finalmente pueda hacer que mi lengua pruebe tu dulce coño.
Y con eso T/n ni siquiera pudo evitar jadear con fuerza, sintiendo como si con esas palabras hubiera activado un botón de deseo duplicado dentro de ella, y haciendo que Yoongi sonriera aún más al escucharla.
Completamente seguro de que él quiso decir cada palabra que dijo.
Él la necesitaba, y ya le importa un carajo todo lo demás.

T/n no podía hacer que sus pies se quedaran quietos mientras rebotaban constantemente bajo el escritorio, sus ojos miraban el reloj sobre la pizarra cada minuto como si pudiera hacer que el tiempo avanzara mas rapido. Quedaban diez minutos antes de que terminara su última clase, irónicamente con la profesora Kim, y con eso ya habría terminado con sus clases del día de hoy, y eso significaba que finalmente conocería a Yoongi.
Nunca pensó que terminaría así, una chica universitaria virgen que anhelaba a un hombre que nunca antes había visto, pero Yoongi lo había logrado, había logrado que se enamorara completamente de él con solo su voz.
T/n no dejaba de pensar en qué aspecto tendría Yoongi, si su voz era tan profunda y erótica en la vida real o solo lo era a través del teléfono, pero en lo que más podía pensar era en cómo se sentirían sus manos en sobre ella, apretándola contra su cuerpo mientras se encargaba de murmurar todas esas palabras lascivas contra su oído, haciéndola temblar con cada sílaba que pronunciara como tantas veces había soñado. Esa simple idea hacía que su cabeza diera mil vueltas, solo haciéndola sentir cada vez más ansiosa y desesperada.
— Oye, no hagas eso.— Una voz al otro lado de ella la hizo salir de su torrente de pensamientos sucios sobre Yoongi, y cuando se giró hacia la izquierda para mirar al dueño de esa voz se encontró con un chico de cabello largo y negro, mirandola con ojos de gacela con sumo cuidado antes de volver a hablar.— ¿Estas bien?
— Si, lo siento.— T/n musitó por lo bajo deteniendo el movimiento de su pierna y encogiéndose en su asiento con vergüenza como si el hombre al lado de ella supiera cada uno de sus pensamientos.— No quise molestarte.
— No, no, no es nada. He leído en alguna parte que mover la pierna continuamente es un signo de ansiedad... o algo así.— El chico sonrió mostrando sus dientes antes de resoplar nerviosamente.— Soy Jungkook.
Esto era tan aleatorio. T/n había estado sentada al lado de este chico durante toda la clase sin haber cruzado ni una sola palabra y ahora se estaba presentando a ella.
— Soy T/n, un gusto conocerte.— Respondió cortésmente al mismo tiempo que la campana de final de clases se escuchaba por toda la escuela, regresando los nervios a su cuerpo y haciéndola ponerse de pie para recoger todas su cosas y salir lo más pronto posible, evitando más interacciones con Jungkook.
— Oye…
Su voz la detuvo de nuevo justo cuando estaba a punto de bajar las escaleras hacía la salida de la escuela, y cuando T/n se dio la vuelta hacía él casi estuvo a punto de suspirar por lo increíblemente guapo que era viéndolo pasar una mano por su cabello espeso; peinandolo hacia atrás antes de hablar.
— ¿Tal vez podríamos conocernos algún día?
Yoongi.
Tenía que ver a Yoongi.
—Uhm bueno…— T/n murmuró evitando el contacto visual con él, recordando que Yoongi la estaba esperando fuera de la escuela.— Lo pensaré, Jungkook.
Y antes de que pudiera decir algo mas T/n prácticamente salió corriendo hacia la puerta, frunciendo lo labios al darse cuenta de que acababa de rechazar a un hombre como Jungkook, pero ahora en todo lo que podía pensar era en Yoongi.

Yoongi le había enviado un mensaje de texto para que se encontraran en la biblioteca justo afuera de su universidad, y ahí estaba, sentando en uno de los bancos fuera del lugar con las piernas cruzadas mientras jugueteaba con su teléfono.
Al igual que T/n, él también se preguntaba cómo se vería ella, y sin embargo, él estaba seguro que sería tan hermosa como lo era su voz, y tenía ese pensamiento mientras escaneaba la multitud de estudiantes que salía de la universidad, tratando de adivinar quién eras en esa masa de personas.
Le envío otro mensaje con un simple "Te llamare”, y en cuestión de segundos, su corazón comenzó a acelerarse mientras caminaba hacia la biblioteca marcando su numero para llamarla, sabría instantáneamente dónde estaría T/n tan pronto como se llevara el teléfono a la oreja, y efectivamente así fue.
— Estoy justo aquí, bebé.— Yoongi habló a través del teléfono centrando su atención y su mirada en T/n quien juró que sintió una ola de mariposas revoloteando en su estómago al escuchar su voz resonando a través de su cuerpo.
Se dirigió de a poco hacia donde estaba sentado, viéndolo todavía con su teléfono contra su oreja y con sus ojos enfocados en ella sin dejar de mirarla con una sonrisa arrogante en todo su rostro, y T/n estaba rezando porque no se diera cuenta de la forma tan vergonzosa que su cuerpo estaba temblando de los nervios.
¿Realmente era él?
Dio unos cuantos pasos más hacia adelante hasta que estuvo prácticamente a medio metro de él, su mirada estaba clavada en ella y parecía que todo lo que la rodeaba la hacía aminorar la marcha.
— Yoongi…— T/n susurró por lo bajo, y él escuchó el suave sonido a través del teléfono.
— Mhm sí, ese soy yo.— Yoongi afirmó formando una sonrisa sin apartar los ojos de ella antes de levantarse bruscamente del asiento.— Acércate.— Demandó con el teléfono todavía presionado a su oreja, y T/n hizo lo que dijo, cerrando la brecha entre ustedes dos lentamente.— Más cerca.
Y mientras la veia acercarse mas a él Yoongi ni siquiera pudo evitar escanear su cuerpo de arriba hacía abajo con sus ojos, observando atentamente la forma en que sus curvas resaltaban bajo su ropa, era solo un poco más pequeña que él, sus ojos de muñeca dejaban de mirarlo con asombro y los de Yoongi se perdieron por completo en sus labios que se veían tan suaves, de repente sintió el deseo abrasador de poder besarlos para poder comprobar su teoría y las palmas de sus manos comenzaron a picar con la necesidad imperiosa de poder tocarla.
— Hermosa.— Yoongi susurró poco después, con su voz ahogada y lo suficientemente alto como para que T/n lo escuchara, haciéndolo ensanchar su sonrisa cuando noto como apartaba su mirada avergonzada de él.
La llamada terminó cuando estuvo finalmente frente a Yoongi y cuando él le extendió su mano para que la tomara, todo era diferente esta vez, esto estaba sucediendo en la vida real y T/n ya no estaba en la comodidad de su habitación hablando con él, Yoongi estaba con ella, físicamente presente, a punto de recibir su toque, como tantas veces había imaginado.
— No me dejes con la mano estirada, bebé.— Yoongi habló divertido y con su voz ronca, ensanchando su sonrisa hacia ella.
Oh, Dios. Su voz sonaba mucho mejor que por teléfono, tenía esa misma profundidad, ese tono que siempre hacía que su cuerpo temblara y se agitara de lujuria, y T/n se obligó a sacudir todo tu nerviosismo antes de tomar su mano y estrecharla con la suya.
Podría haber mentido, pero T/n estaba completamente segura que sintió una descarga eléctrica recorrer todo su cuerpo tan pronto como su mano tocó la de él, y se quedó procesando esa sensación mientras Yoongi la acercaba más hacia él, casi demasiado para poder notar la forma en que su mirada estaba pegada a sus labios, lamiendo lo suyos a cambio, y de alguna manera, era como si los dos se estuvieran tomando su tiempo para sumergirse en la presencia del otro entre las personas que seguían caminando a su alrededor.
— ¿Está bien si envuelvo mis brazos alrededor de ti? — Yoongi ronroneó examinando su rostro en busca de una respuesta, desechando su creciente ego al notar que sus mejillas se ponían más rojas a cada segundo.— ¿Hm? — Instó mientras con su pulgar acariciaba sus nudillos con calidez y, con cada roce, T/n sentía su corazón latir más rápido a cada segundo.
T/n no respondió, más bien tomó su mano y la guío hacia su cintura, como si estuviera pidiendo en silencio que la tocara, y él gustoso lo hizo, envolviendo su mano alrededor de su cintura.— Puedes abrazarme, Yoongi.
Y sin dudarlo Yoongi usó ambas manos para acercarla por completo a él, presionando su cuerpo contra su pecho y eliminando por completo cualquier distancia entre los dos casi con urgencia.
— No sabes cuánto te he imaginado diciendo mi nombre, joder.— Murmuró con su voz baja, mirándola con avidez al mismo tiempo que frotaba sus pulgares en su cintura enviandole pequeñas descargas de placer por su cuerpo.— Eres tan jodidamente impresionante, bebé.
T/n prácticamente tuvo que reprimir un gemido que amenazaba salir de sus labios al escucharlo, sabia que no podia hacerlo en publico, pero era casi imposible no querer derretirse a sus pequeñas atenciones.
— Eres más de lo que esperaba…— Yoongi volvió a hablar mientras apoyaba su frente en la tuya, ajeno al hecho de que ambos están en público, mostrando afecto como si fueran un pareja, la estaba mirando profundamente a los ojos como si se conocieran desde hace mucho tiempo sin detener sus caricias en su piel.
¿Por qué lo haría después de todo cuando se moría por ponerle un dedo encima desde que la conoció?
— Eres un chica jodidamente hermosa.— Arrulló con su voz ronca al mismo tiempo que una de sus manos viajaba hacia arriba para sujetarla por su nuca con dureza, casi a punto de besarla de una buena vez.
— Aquí no, por favor…— T/n sollozó por lo bajo, abrumada con su imponente presencia y apartando su mirada de la de él; completamente sonrojada con sus palabras.
— Esa es la voz que me gusta escuchar.— Yoongi habló en medio de una sonrisa arrogante.— No puedo esperar a escuchar más de eso pronto.— Agregó separándose de a poco de ella para tomar una de sus manos y besarla suavemente bajo la mirada sorprendida de T/n.
Aún no podía comprender que esto realmente estaba sucediendo. Nada de esto hubiera ocurrido si T/n no hubiera recogido la nota de su profesora ese día con el número de teléfono de Yoongi. En cierto modo, sentía que le debía mucho a la profesora Kim, una parte de ti estaba contenta de que fueras tú quien experimentara el toque de Yoongi y muchas más cosas y no ella.
— Hay un bar a un par de cuadras de aquí. ¿Qué dices? — Yoongi habló mientras abría la puerta del pasajero de su auto para que pudiera entrar, pero antes de que pudiera tomar asiento frunció los labios hacia él.
— No estoy vestida para eso…— T/n murmuró por lo bajo, queriendo esconderse de su intensa mirada.
— T/n…— Yoongi chasqueó la lengua, sonando un poco decepcionado.— Eso no es un problema, lo sabes.— Agregó al mismo tiempo que con sus dedos aplicaba la cantidad correcta de presión en su barbilla para elevar su cabeza hacia el.
T/n lo miro con ojos grandes sin saberlo, y eso solo hizo que la mente de Yoongi funcionara con varios pensamientos. Pensamientos que no correspondían en este momento y se mordió el labio inferior por un momento antes de regresar a la realidad.
— No tienes que disfrazarte. Solo tienes que verte bien para mí, y en este momento…— Murmuró bajando el tono de su voz, inclinándose sobre su cuerpo para estar más cerca de ella, tanto que sus rostros casi se tocaban.— Te ves jodidamente deliciosa, especialmente con esta falda corta tuya. ¿Está permitido usar un material tan corto en la escuela?
— Está bien, está bien.— T/n exclamó suspirando mientras sentía como todo su rostro se calentaba una vez más antes de subirse de inmediato a su auto sin pensarlo dos veces y haciendo reír a Yoongi.
Era la primera vez que lo escuchaba reír así, casi aireado y con hipo, lo que le pareció realmente adorable; ese era un contraste total de la personalidad habitual que había visto en él, y creo una nota mental para poder hacerlo reír más a menudo.

Era como si Yoongi encajara perfectamente en el bar como si fuera allí cada vez que podía. Su atuendo era completamente negro y se ajustaba perfectamente a su cuerpo bien formado, y complementaba el aura tenue y sensual del bar.
T/n era todo lo contrario, y era ridículo: la imagen de ustedes dos caminando dentro del edificio y lo diferente que se veía a su lado, pero tan pronto como pensó en eso también lo olvidó cuando sintió la mano de Yoongi en su espalda baja, guiandola con firmeza por el bar cuando entraron y cuando fueron recibidos con música r&b retumbando por todo el lugar, T/n prácticamente tuvo que morder el interior de sus mejillas al sentir como sus dedos rozaban su piel expuesta de su cintura, imaginándose como se sentirian si subieran un poco más, y rápidamente salió de su burbuja de fantasías cuando volvió a hablar.
— ¿Tomas? — Yoongi preguntó tirando hacia atrás el taburete para que pudiera sentarse sin apartar su mirada de ella.
— Algunas veces.— T/n respondió tomando asiento y tirando de su falda hacia abajo cuando subió un poco más por sus piernas, y formó una mueca arrepintiéndose por habérsela puesto hoy, pero cuando elevó su mirada volvió a atrapar a Yoongi observando cada uno de sus movimientos con atención.— Deja de mirarme de esa forma.
— ¿O si no qué, hm? — Yoongi farfulló con arrogancia en su voz y sonriendo al verla suspirar, joder, acababan de entrar al bar y él ya le estaban dando ganas de correr a su casa.
Antes de que T/n pudiera decir algo más el bartender se acercó a ustedes dos con un brillo particular en sus ojos, e instantáneamente fijó su atención en ella, la comisura de su boca se levantó en una sonrisa sugerente mientras se apoyaba sobre el mostrador donde estaban, y casi por inercia los ojos de T/n se desviaron a sus brazos, viendo la forma en que las curvas de sus bíceps se marcaban aún más gracias a su camisa de vestir blanca y apretada.
Y por supuesto que Yoongi lo notó, pero opto por no decir nada.
— ¿Qué puedo conseguir para ti…
— Dos latas de cerveza.— Yoongi respondió antes de que pudiera decir algo más y haciendo que el bartender lo mirara solo para poner su mano derecha sobre tu rodilla expuesta.— Para mi niña y para mí.
Dios.
T/n apretó sus labios mientras agachaba su mirada hacia abajo, completamente sonrojada por la forma en que se refirió hacia ella, y solo pudo ver de reojo como el bartender enderezaba su postura mientras tosía incómodamente.
— Entendido, en un momento traeré su pedido.
Y tan pronto como se fue volviendo a dejarlos solos Yoongi acerco su taburete al de T/n, sus rodillas quedaron rozando las de ella mientras T/n seguia mirando hacia abajo.
— Mírame.— Yoongi ordenó poco después tomándola por su mentón para obligarla a mirarlo cuando se encontró con su rostro su mirada se poso de inmediato en sus labio entreabiertos,, casi a punto de mandar todo a la mierda y besarla ahí mismo.— ¿Nerviosa, bebé? — Preguntó con voz ronca mientras frotaba con su pulgar la suave piel de su mejilla sintiendo de inmediato como el calor se acumulaba en su palma.— No tienes porque estarlo, estamos aquí para divertirnos ¿no es así?
Y cuando finalmente T/n lo miró a los ojos a pesar de su nerviosismo entendió rápidamente que a Yoongi le gustaba tener un contacto visual con ella, seguramente disfrutando mientras la veía esforzarse para mantener su intensa mirada, porque realmente era así, a Yoongi le gustaba ver cómo su respiración se agitaba cada que estaba cerca y se excitaba terriblemente al verla tan perdida en sus iris oscuros.
— Eso es, buena chica.— Yoongi murmuró por lo bajo al mismo tiempo que deslizaba su pulgar hacia sus labios, acariciando sensualmente su labio inferior, haciéndolo sonreír al verla suspirar de forma temblorosa ante sus caricias.— Eres mi buena chica. De nadie más.
— Yoongi…- T/n hablo a medias, sin saber exactamente si fue un susurro o un gemido ahogado.— N-no…
— ¿No qué? — Yoongi demandó saber con aire de suficiencia.— ¿No quieres que te toque en público?
Y T/n simplemente pudo responder con un pequeño asentimiento, ¿pero le importó a Yoongi? Por supuesto que no, porque colocó su mano disponible sobre su pierna; arrastrandola por su piel desnuda de una forma tan lenta, pulgada a pulgada, las puntas de sus dedos rozaban su piel suavemente haciendo que todo su cuerpo se estremeciera y se removiera sobre el asiento al sentir el frío metálico de sus anillos, y Yoongi volvió a maravillarse con lo receptivo que era su cuerpo a él, solo invitándolo a avanzar.
— Odio decírtelo, bebé, pero me gusta verte temblar cuando te toco.— Yoongi farfulló antes de que la mano que estaba sosteniendo su mejilla se moviera hacia atrás para sostenerla por la parte posterior de su cuello.
Los ojos de T/n se abrieron de repente cuando lo sintió tomar un puñado de su cabello y tirar de su cabeza hacía atras lo suficiente para que su cuello quedara expuesto a él, sin poder lograr ocultar el pequeño gemido que amenzaba con salir de sus labios, y en cambio soltó un sonido lascivo reprimido, solo haciendo que los oídos de Yoongi se animaran en cuando lo escuchó.
Él empujó de su taburete para que estuviera más cerca, y lo logró, su rostro quedó peligrosamente a centímetros de la curva del cuello de T/n quién tembló al sentir su caliente respiración abanicando su piel tan sensible, la repentina proximidad y el ambiente sensual del bar estaban nublando la mente de Yoongi, quería tocarla por completo, quería tener sus manos por todo su cuerpo después de tanto tiempo de bromas, arrepintiéndose internamente de haberla llevado a un bar en lugar de conducir directamente a su casa y poder tenerla para él solo.
Su mano comenzó a jugar con el dobladillo de su falda, casi de forma burlona al principio, y solo haciendo que T/n dejara escapar una respiración temblorosa al sentirlo y rápidamente se apresuró a sostener su muñeca, sin aplicar ninguna presión, pero sí lo suficiente para recordarle su presencia, y al sentirlo los labios de Yoongi se curvaron en una sonrisa, acercándose más a ella para burlarse un poco más de su estado con lo siguiente que dijo.
— ¿Qué pasaría si te meto un dedo en el coño, aquí mismo, ahora mismo? — Ronroreó con esa voz rasposa que T/n tanto amaba contra su oído, los bordes de sus labios eran como fantasmas alrededor de su oreja e inconscientemente su interior se apretó alrededor de la nada, teniendo que morderse la lengua para ocultar un gemido vergonzoso ante sus palabras.
T/n tuvo la tentación de cerrar los ojos para poder perderse en sus sucias fantasías, pero su cerebro le recordó que la gente en el bar podría estar mirando, e inmediatamente su mirada escaneó el lugar en busca de posibles ojos al acecho, pero casi todos estaban borrachos o se ocupaban de sus propios asuntos como si hubieran visto cosas peores.
— Mira mi mano, T/n.— Yoongi ordenó refiriéndose a la mano que descansaba sobre su muslo, y su mirada rápidamente se posó en ella, suspirando de forma agitada al ver lo jodidamente sexy y grande que era, las venas se resaltaban sobre su piel y los anillos solo la hacían temblar y desear poder sentirlos un poco más arriba.
Mierda. T/n podía sentir el cosquilleo aumentando cada vez más entre sus piernas, podía sentir a la perfección la incómoda humedad manchando su ropa interior, solo haciéndola removerse en el asiento cuando sintió a Yoongi meter su mano debajo de su falda, la tela cubrió sus dedos casi por completo y con eso ni siquiera pudo evitar no sacudir sus caderas más hacia su mano levemente; rogando silenciosamente que subiera más, y por supuesto que Yoongi se dio cuenta, permitiéndose sonreír arrogante cuando sus ojos se volvieron a encontrar.
— Sé que quieres sentir mis dedos dentro de ti…— Yoongi susurró con su voz ronca sin dejar de frotar sus dedos en el interior de sus muslos, burlándose de ella cuando la escucho gemir suavemente mientras lo miraba con ojos necesitados.— Sé que quieres que te toque mientras estamos rodeados de toda esta gente.
T/n podía jurar que se estaba poniendo más y más húmeda mientras él seguia hablandole de esa forma en publico, donde existía la posibilidad de que la gente escuchara todo, y ahogó una maldición cuando su dedo índice apenas y rozó su clítoris por encima de la tela de sus bragas, mierda, esto era mucho mejor que estar hablando con él por teléfono.
— ¿Te gustaría eso, bebé? — Yoongi volvió a preguntar, sabiendo ya la respuesta.
Volvió a sonreír de forma arrogante cuando la vio asentir frenéticamente incapaz de articular alguna palabra justo antes de hundir su mano por completo entre sus piernas para presionar sus dedos directamente en su clítoris, haciendo que T/n diera un pequeño brinquito en su lugar y soltara un gemido ahogado ante el impacto del placer que viajó por sus nervios, haciéndolo reír mientras se alejaba por completo de ella; dejándola completamente sonrojada, caliente y sin aliento.
— Oh, mira…— Habló agarrando las dos latas de cerveza frente a ustedes dos antes de agregar con falsa inocencia en su voz.— Ese pobre mesero debió haber visto todo mientras no estábamos prestando atención, ¿no lo crees?
Él abrió una lata para ella, mientras T/n solo podía mirarlo boquiabierta, apenas procesando lo que acababa de pasar, ¿Realmente la estaba dejando así como si nada hubiera pasado?
Pero al contrario de sus pensamientos, Yoongi también estaba teniendo dificultades para controlar su creciente erección debajo de sus jeans, sintiendo como se presionaba más y más contra la tela casi de forma dolorosa, pero disimulando bien mientras se aclaraba la garganta.
— Salud, bebé.— Habló divertido chocando su lata con la de ella; haciendo un 'tintineo' silencioso antes de que su mirada volviera a oscurecerse cuando volvió a mirarla.— Cierra esa boca tuya, T/n. Antes de que le ponga algo que la llene.
Y con eso último T/n no pudo evitar volver a sonrojarse, e hizo todo lo posible por tratar de olvidarse de los que acababa de ocurrir mientras Yoongi comenzaba a tener una conversación normal con ella, pero era difícil tan difícil hacerlo cuando aun podía sentir sus manos sobre ella, y por supuesto que Yoong estaba disfrutando de esto, estaba disfrutando de su tiempo con ella, finalmente solo estaba inmerso en todo lo que tuviera que ver con T/n, sus ojos nunca se apartaban de los de ella y no podía evitar sonreír cada que la veía agachar su mirada avergonzada cuando decía algo lascivo.
A cada segundo que pasaba mas le gustaba estar con ella, le gustaba ver como sus ojos se iluminaban con ese brillo de inocencia cada vez que lo miraba y era como si quisiera que este momento no acabara, pero habia algo que lo regresaba de golpe a la realidad, la unica regla que Delight tenia para cada empleado seguia grabada en su mente, podia sentir como su cuerpo se tensaba cada vez que su consciencia pensaba en esa regla que justo ahora estaba rompiendo, y no sabia como decirle que lo que estaban haciendo en este momento estaba prohibido en su trabajo.
Pero de cierta forma, deseaba que alguien de su trabajo lo viera en este preciso momento, de ser posible su mismo jefe, joder, deseaba que lo despidieran ahora mismo para volver a tener una vida normal, no era un secreto que Yoongi no había tenido una relación seria en mucho tiempo, había tenido una que otra aventura de una sola noche, pero no románticas, eso no era lo suyo, pero ahora que estaba con ella era como si quisiera estar con ella de todas las formas posibles, la deseaba, la quería y la necesitaba y aún no podía entender porque, lo unico que sabía era que nunca había anhelado algo tanto como ahora, como a T/n
— ¿Alguna vez, eh, has hecho esto con alguien más? — T/n preguntó por lo bajo mirándolo de reojo y rompiendo un poco su burbuja de pensamientos.
— ¿A qué te refieres? — Yoongi cuestionó de igual forma, inclinando su cabeza hacia un lado con una sonrisa astuta en su rostro.
— No importa…
— ¿Estás preguntando si alguna vez he salido con alguien? Cariño, si querías saber mi número de citas podrías haberme preguntado…
— ¡No! ¡No es así! Bueno, quiero decir, sí, pero no quería preguntar directamente…— T/n respondió rápidamente sin saber donde esconderse de la vergüenza que sentía por sus palabras.
Y Yoongi simplemente sonrió mientras dejaba escapar una risa ronca antes de elevar su mano para pellizcar su mejilla enrojecida por el alcohol de forma divertida.
— Está bien. ¿Quieres saber si puedo hacer las cosas que te prometí por teléfono, eh? — Habló regresando a su sonrisa arrogante que había tenido todo este tiempo.— No te preocupes, T/n. No soy una estafa.
Y con eso T/n solo pudo morder su labio inferior inconscientemente, sabía que la estaba molestando con sus palabras, pero su mente solo podía actuar por sí sola, imaginando como se sentiria estar debajo de él con su calor cubriendola por completo y su cuerpo presionandose contra ella, sujetándola contra la cama y haciéndola gemir su nombre.
— Pero sinceramente…— Yoongi volvió a hablar, con seriedad ahora, y T/n se preguntó cómo era posible que pudiera pasar de su tono burlón a uno tan serio en un abrir y cerrar de ojos.— No tengo muchas relaciones en estos días, solo me enfoco en el trabajo.
— Oh, ¿entonces no tienes sexo? — T/n preguntó como si nada levantando sus cejas hacia él.
Y Yoongi se contuvo increíblemente de soltar un comentario sarcástico. No quería ir allí todavía.
— ¿Es asunto tuyo, querida? — Respondió con un tono bajo, como si fuera una pequeña advertencia hacia ella.
Y T/n se encogió en su asiento no del todo satisfecha con su respuesta, sabía que no estaba en lugar para saber eso, después de todo, ese era su trabajo, excitar a la gente y llevarlos al orgasmo, y tal vez ella solo había sido afortunada.
— Oye, creo que ese tipo te conoce.— Yoongi habló de repente casi con fastidio mientras miraba un área detrás de ella.
— ¿Qué? ¿Qué chico? — T/n preguntó frunciendo su entrecejo antes de darse la vuelta en su asiento, mirando hacia todos lados, mirando más allá de toda la gente bebiendo y charlando tratando de encontrar una cara familiar hasta que con un movimiento su atención se centró en el mismo chico de hace horas, mirándola con sus ojos abiertos cuando se dio cuenta que lo había notado.
— ¿Quién es ese? — Yoongi preguntó con el mismo tono de voz mientras se removía en su asiento.
— Un chico que conocí en clase antes. Dios, espero que no me esté acosando... oh, aquí viene, ¡Oye, Jungkook! — T/n respondió rápidamente y sorprendiendose cuando lo vio caminar hacia los dos.
— ¡T/n! Me sorprendió verte aquí.— Jungkook habló con una sonrisa en su rostro antes de inclinar su lata de cerveza en dirección a Yoongi.— Con un buen compañero, por lo que veo.
— Así es, ella tiene buen gusto, ¿no lo crees? — Yoongi respondió descaradamente formando una mueca de disgusto antes de tomar otro sorbo de su cerveza, y T/n se apresuró a golpear suavemente su rodilla mientras fingía una risa.
— Espero que no me estés siguiendo, Jungkook.— T/n habló lo más alegre y amigable posible.
— ¡Oh, no, no! Todo es solo una coincidencia. Lo siento si te hice sentir incómoda…
— Bueno, a mi sí me hiciste sentir incómodo mirándola durante demasiado tiempo, Jungkook.— Yoongi volvió a hablar con dureza mientras se ponía de pie antes de tomar la mano T/n y hacerla levantarse también mientras Jungkook observaba todo con una mirada atónita en su rostro.— Nos vamos.
Todo pasó demasiado rápido cuando Yoongi comenzó a caminar por el bar directo hacia la salida que T/n apenas y tuvo tiempo de mirar sobre su hombro y murmurar un pequeño “Lo siento” a Jungkook.
— ¡Yoongi! — T/n habló en medio de un chillido mientras salían del bar, el aire frío de la noche golpeó su cuerpo y la hizo temblar detrás de él.— Eso fue muy grosero…
— Oh, no dirías lo mismo si hubieras visto la forma en que te miraba.— Yoongi se burló sin gracia de sus palabras mientras llegaban a su auto
— ¿De qué hablas? No conozco mucho a Jungkook pero no creo que él…— T/n habló confundida antes de sobresaltarse cuando Yoongi se giró hacia ella de repente; acorralandola contra su auto y cubriendo su cuerpo por completo con el suyo.
— No quiero que ningún otro hombre te mire de la misma forma que yo.
Y con eso T/n ni siquiera tuvo tiempo de procesar sus palabras, porque tan pronto como Yoongi las dijo su cuerpo se presionó con el de ella, juntando sus torsos y estrellando sus labios en un beso teñido de desesperación pura.
Pasionales, fluidos, húmedos, ansiosos.
Esos eran los labios de Min Yoongi mientras se movían sobre los de ella.
T/n no supo descifrar si fue ella, o Yoongi, o ambos los que suspiraron aliviados contra los labios ajenos, pero lo hicieron, y era entendible, después de tantas bromas y de tanto tiempo era de esperarse que reaccionaran así, sus manos se apoyaron en sus anchos hombros y las de él se ajustaron en su cintura, pasándolas por su espalda baja para lograr apretar su cuerpo mas con el suyo haciéndola jadear contra su boca y sentir que sus piernas temblaban, casi amenazando con hacerla caer de rodillas ahí mismo de no ser porque Yoongi la apoyó contra su auto mientras su lengua ávida acariciaba su labio inferior en pequeños toques, y cuando T/n entreabrió sus labios Yoongi se apresuró a insertar su lengua en la de ella, haciéndolo gemir roncamente y a ella jadear completamente abrumada, sus grandes manos estaban por todo su cuerpo, acariciando cada porción de piel a su disposición y queriendo abarcar todo de ella en menor tiempo posible; apretó su cintura, acarició sus mejillas, sus brazos, clavó sus dedos en sus muslos y enganchó una mano en el interior de su rodilla, elevando su pierna y haciendo que rodeara su cintura con ella.
El chasquido casi obseno de sus lenguas la hicieron temblar entre sus manos y no supo descrifrar si fue por una rafaga de viento o porque estaba increíblemente excitada a este punto, ahí en medio del estacionamiento los dos eran un lío de manos, saliva, lenguas y respiraciones densas.
Una de las manos de Yoongi se había ajustado a su cuello para no dejarle escapatoria, cuando él sabia muy bien que no iba a huir, las de T/n se trasladaron a la parte trasera de su cabeza donde enredó sus dedos en su cabello negro y rebelde; apretándose más contra él y escuchando un quejido gutural salir de sus labios antes de sentirlo envolver un brazo en su cintura para apretar su pelvis contra la de ella sin desantender sus húmedos besos, y en esta oportunidad, ambos soltaron un quejido al unisono sobre la boca del otro antes de tomarla por sus mejillas y separarse de ella, tirando un poco de su labio inferior en el proceso.
— Dios…— T/n jadeó entrecortado apenas separándose levemente de él, sintiéndose un tanto aturdida por la falta de aire y ahí Yoongi abrió sus ojos mientras suspiraba pesadamente cuando tuvo una vista exclusiva de sus pupilas dilatadas, sus mejillas rojas y de sus labios hinchados y resbaladizos con su saliva.
La mano de Yoongi se elevó para tomarla por el mentón con firmeza y sonreír de lado, inclinándose sobre ella para rozar sus labios de los cuales salían exhalación tras exhalación caliente.
— No, soy Min Yoongi.— Decretó de forma engreída apoyándose sobre la puerta de su auto con la otra mano, buscando presionarse mas contra ella como si eso fuera posible.
T/n negó con su cabeza sin evitar sonreír ante sus palabras dándose cuenta de lo bien que encajaban sus cuerpos juntos y del abrumador calor que la inundaba por completo.— Eres un presumido.
— Tengo cosas para presumir, así que puedo hacerlo bebé…— Yoongi explicó con altanería acompañando sus palabras con un certero empuje de caderas contra ella, presionando su erección en su vientre bajo y haciendo que su espalda chocara contra la puerta; arrancándole un quejido ahogado que emergió de sus labios.
Sin pensarlo mucho los labios de Yoongi volvieron a unirse a los de ella, sabiendo muy bien que tarde o temprano siempre volvería a caer en ellos, eran como una de las peores drogas, de esas que solo te bastaba probarlas una sola vez para querer más y más, y se encargó de devorar su boca con la suya, sus labios se abrieron para darle paso una vez más a que deslizara su lengua y que pudiera explorarla como tanto ansiaba, las manos de T/n se sostuvieron de sus hombros y el rodeó su cintura con su brazo, pegándose a ella por inercia.
La necesitaba tanto, necesitaba descargar todo lo que había contenido por días, necesitaba perderse en ella como había imaginado una y otra vez, en sus sueños, e incluso despierto.
El corazón de T/n latía con desenfreno en su pecho y la temperatura en su cuerpo se elevó con facilidad, pero simplemente no podía luchar contra la forma en que su cuerpo respondía a cada uno de los toques de Yoongi, en cómo sus lenguas se entrelazaban con afán la una con la otra, e internamente agradecía el hecho de que no hubiera gente donde estaban, y se lo hizo saber cuando movió sus caderas hacia él; restregandose suavemente contra su pelvis y contra la dura erección que podía sentir a través de sus ropas, solo ganándose que Yoongi gruñera sobre sus labios mientras apretaba el agarre en su cintura, arrepintiéndose casi al instante de su acto cuando lo sintió deslizar sus labios hambrientos por su mejilla y su mentón, hasta llegar a la curvatura de su cuello donde comenzó a besar y lamer su piel cuanto quiso.
— Yoongi…— T/n musitó con un hilo de voz, sus manos se engancharon en su cabello, disfrutando por completo de la calidez de su aliento y la humedad de su boca, mordiéndose el labio cuando lo sintió encontrar ese punto dulce detrás de su oreja que ni siquiera sabía que tenía, dejando rastros húmedos de besos hacia abajo, para luego volver a subir y dispersarlos por toda su piel, y era plenamente consciente de la forma de la humedad en sus bragas aumentando cada vez más.— ¿Vamos a tu casa o a la mía?
Y por supuesto, Yoongi ignoró su pregunta por completo, cada nervio de su cuerpo estaba monopolizado con un apetito sexual que nunca antes había sentido y que solo era potenciado por la forma en que T/n se escuchaba a sus oídos, tan sensual y dulce al mismo tiempo, y toda su mente se quedó en blanco con lo siguiente que escuchó.
— Señor, por favor… te necesito tanto.— T/n lloriqueo por lo bajo mientras empujaba sus caderas hacia él un poco más fuerte esta vez, haciéndolo consciente de la necesidad latente entre sus piernas, buscando de nueva cuenta sus labios para depositar cortos y repetitivos besos sobre ellos, sintiendo sus mejillas arder aún más al ser consciente de la forma en que lo había llamado.
No sabía si era buena o mala señal que Yoongi se hubiera quedado estático ante sus palabras, pero tampoco podía pensar mucho en eso, no cuando su todo su cuerpo estaba ardiendo en calor, y cuando hizo un nuevo intento por mover sus caderas hacia él una de sus manos se apretó en su cintura, manteniendo su cuerpo quieto cuando sus ojos se encontraron con los de él y ni siquiera pudo evitar no temblar en su lugar cuando notó su mirada oscura antes de sentir como la tomaba por el mentón con fuerza.
— Sube al maldito auto. Ahora.— Ordenó con su voz ronca y con su mandíbula tensa, su pecho subía y bajaba en respiraciones tranquilas, como si estuviera haciendo un inútil intento de controlarse sin dejar de mirarla y solo aumentando la excitación en ella, quería estar tranquilo, pero el bulto en su entrepierna revelaba que no lo estaba y menos pudo ocultarlo cuando la vio relamer sus labios y sonreírle con descaro antes de asentir levemente; como si fuera una niña que acababa de conseguir lo que quería.
Bueno, tal vez debería quitarle esa actitud.

El viaje a la casa de Yoongi estuvo lleno de tensión y T/n simplemente no podía entender cómo era que se había contenido de lanzarsele encima para besar su cuello, pero decidió no hacerlo porque era un peligro para la seguridad, además de que él había tomado alcohol, pero Yoongi le había dicho que tenía una alta tolerancia y que la cerveza no le afectaba en absoluto, aún desconfiaba un poco.
Y además, todo era mejor cuando había un poco de tensión.
Cuando llegaron a su departamento T/n quedó sorprendida con lo monocromático que era todo, pero lo estuvo aún más cuando se dio cuenta que cada rincón del lugar estaba lleno con el aroma de Yoongi, esa colonia que la había hecho suspirar más de una vez en lo que iba de la noche y que ahora se colaba por su nariz como si se tratara de un afrodisiaco, solo alimentando más su deseo por él, y ahora que estaba en su casa esa sensación se había duplicado diez veces más.
— No t-tienes…— T/n balbuceó de a poco, queriendo abofetearse por tartamudear cuando lo miró recargado sobre el marco de la puerta; inspeccionando su cuerpo de arriba abajo, y fue suficiente para que su mente se quedara en blanco.
Yoongi dio unos pasos más cerca de ella, llegando hasta donde estaba para quitar su bolso de su hombro y dejarlo car al suelo con un ruido sordo.— ¿Mhm? ¿Estabas diciendo?
Su voz se había vuelto mucho más profunda, más relajada, y era un tono que la hacía querer derretirse frente a él, obligándola a tomar una respiración profunda antes de hablar.
— ¿No tienes trabajo o algo así? — T/n preguntó por lo bajo, pensando que tal vez su línea estaba abierta y tenía clientes esperándolo.
Las manos de Yoongi serpentearon por sus brazos con calma hasta llegar a sus caderas, colando una de sus manos debajo de su blusa, lo suficiente para tener contacto directo con su cintura donde frotó su piel en lentas caricias; enviándole pequeñas ondas de calor por todo su cuerpo y haciéndolo sonreír cuando la vio suspirar suavemente y relajarse de a poco, su otra mano jugó con un mechón suelto de su cabello antes de curvarlo detrás de su oreja y responder con su voz una octava más abajo de lo usual.
— No. Estoy trabajando contigo esta noche.
Y tan pronto como dijo eso, guiado por el frenesí del momento, sus labios volvieron a chocar contra los de ella una y otra vez, su mano mantenía el agarre en su mentón y Yoongi se encargó de devorar su boca como si se tratara de un hombre hambriento de ella y anhelante de su sabor, y T/n apenas y podía seguir su ritmo tan demandante sobre sus labios, dejándose caer sobre una pared detrás de ella que, para empezar, ni siquiera sabía que estaba ahí, pero a la que que Yoongi pareció guiarla desde el principio sin que se diera cuenta.
Una especie de ronroneo se derritió a través de su boca al sentir su luengua jugando con la de ella y todo el deseo aumentó de sobremanera cuando sus lenguas chocaron entre sí, casi dejandola sin aliento y derritiéndose por completo al escuchar los gruñidos de Yoongi contra su boca, había soñado tanto con esto, había reprimido todo lo que sentía, y ahora todo finalmente estaba cobrando vida y sólo queria hacer todo lo que alguna vez le había prometido por telefono.
En un arrebato Yoongi guió su agarre a su nuca para mantenerla quieta, y T/n olvidándose de cualquier rastro de pudor enredó una de sus piernas en su cintura sosteniéndose con la otra una vez más, un nuevo gemido ahogado escapó de sus labios cuando Yoongi movió su pelvis contra ella, frotándose en un toque apenas perceptible pero a la vez notorio que le hizo saber de la dureza que estaba encerrada en sus pantalones, sus lenguas se enredaban con afán y todo el cuerpo de T/n tembló cuando sintió a Yoongi tomar su lengua entre sus labios, succionandola con suavidad una y otra vez, haciéndola gemir suavemente y aferrarse a él con más fuerza, moviendo sus caderas de igual forma, frotándose el uno con el otro y sólo aumentando el calor en sus cuerpos casi de forma alarmante.
Y cuando Yoongi soltó su lengua con lentitud ignoró el hilo de saliva que colgaba entre sus bocas, solo enfocándose en la belleza y el placer en todo su rostro en su máxima expresión.
— Estás segura, ¿verdad? — Yoongi preguntó poco después, con su voz ronca y su respiración agitada sin dejar de mirar sus labios hinchados y rojizos mientras se encargaba de acariciar su pierna suavemente en movimientos ascendentes y descendentes.
T/n lo miró con sus ojos muy abiertos mientras respirando por la boca y con la esperanza de que le hiciera saber de su necesidad de manera no verbal cuando movió sus caderas sutilmente hacia él, en una clara invitación.
Pero Yoongi no quería eso, él quería escuchar sus palabras, quería escucharla pedir por él, y se dio cuenta de eso un poco más tarde.
— Sí, señor…— Respondió en un murmullo entrecortado mientras deslizaba sus manos por su pecho que bajaba y subía en densas respiraciones hasta llegar a su desordenado cabello, acercándose a él para darle un delicado beso, apenas perceptible antes de continuar.— Lo quiero tanto…
Y con eso Yoongi se permitió sonreír ladinamente, hundiendo su rostro en la curva de su cuello y haciéndose espacio para sumergir sus labios en su piel y comenzar a salpicar besos húmedos por toda la zona, ensanchando su sonrisa cuando la escuchó jadear y estirar su cuello para darle más espacio.
— No te preocupes, seré amable…— Yoongi masculló contra su piel, frotando su la punta de su nariz contra su oreja, vertiendo su aliento agitado y caliente sobre ella antes de subir y encontrarse con sus ojos y pupilas dilatadas una vez más, y sonreír con lo siguiente que dijo.— Por ahora…
Lo único que T/n pudo atinar a hacer fue soltar un quejido cuando sintió a Yoongi agacharse lo suficiente para tomarla por su trasero con seguridad y alzar su cuerpo en el aire de un salto, haciéndola soltar una risita vergonzosa a la vez que envolvía sus piernas en su cintura y sujetarse de sus hombros antes de que despegara su cuerpo de la pared para comenzar a caminar hacia su habitación, y a pesar de saber el destino, se dejó envolver por sus labios suaves y dulces una vez más.
Las manos de Yoongi subieron por su espalda baja, y despegando momentáneamente sus bocas que seguían devorándose como si no hubiera un mañana, depositó su cuerpo con suavidad sobre el colchón de su cama, todo lo estaba haciendo con suma delicadeza, y T/n no sabia si era para disfrutar más el momento o para alargarlo. Las dos opciones le parecían perfectas.
El cuerpo de T/n se hundió en las sabanas y junto sus piernas frotandolas pausadamente la una con la otra, formando una pequeña sonrisa cuando vio a Yoongi deshacerse de la chamarra de cuero y cuando pensó que también se quitara su camisa, su mano grande y caliente separó sus piernas para hacerse su debido espacio entre ellas, hincando sus rodillas en la cama y acarició sus piernas desnudas con calma antes de subir al borde de su blusa, el cual tomó para tirar hacia arriba y T/n le ayudó estirando sus brazos para quitarse la prenda por completo.
La mirada de Yoongi oscureció aún mas cuando le dio un repaso a todo su cuerpo y ni siquiera pudo luchar contra el destello de timidez que la atravesó, e intentó cerrar sus piernas para cubrirse aunque sea un poco, pero antes de que pudiera hacerlo Yoongi la sujeto por su cuello, elevando su cabeza hacia él para volver a besarla.
Dieron inicio a una nueva sesión de besos desesperados por parte de ambos, dejando que sus lenguas volvieran a unirse una vez más, todo su cuerpo ancho y fornido se presionó contra el de ella y T/n dejó que un gemido saliera de su boca mientras sus manos se pasaban por su cabello para demostrarle cuan a gusto estaba, y Yoongi soltó una especie de ronroneo mientras chupaba su labio inferior, dejándolo ir con un chasquido húmedo antes de que una de sus manos se deslizara por su torso, acariciando con calma la piel que tenía a su disposición, sintiendo el cuerpo de T/n temblar y agitarse debajo de él cuando frotó su pulgar contra uno de sus pezones endurecido, aún por encima de su sostén y solo logrando que soltara un débil gimoteo.
— Quiero besarte entera.— Yoongi murmuró con su voz ronca sobre su boca y T/n supo que hablaba realmente en serio cuando sus labios bajaron por su mentón hasta llegar a su cuello para besarlo todas las veces que quiso; marcando un camino de saliva desde la curva hasta sus clavículas repitiendo esa operación una y otra vez mientras el agarre en sus senos se apretaba suavemente, tarareando de gusto mientras masajeaba uno por uno; dándoles la misma atención a ambos y un pequeño gemido salió de los labios de T/n cuando lo sintió atrapar el lóbulo de su oreja para succionarlo con ansia haciéndolo sonreír ladinamente cuando se separó un poco de ella; notando su cuello marcado y mojado por él, y la simple vista lo hizo trasladar sus manos hacia su espalda y soltar el broche de su sostén en un rápido movimiento encontrándose con sus ojos.— Quiero saber cuan dulce sabes.
Y con eso último T/n ni siquiera tuvo tiempo para reprochar porque en un santiamén los bonitos labios de Yoongi se envolvieron alrededor de uno de sus senos, tomando un gran bocado de su piel y comenzando a repartir besos húmedos en toda la zona, su lengua se movía con maestría y jugaba con su pezón tan lenta y dolorosamente que solo hizo que T/n soltara un fuerte gemido al sentirlo, su caliente respiración erizaba su piel y sus manos viajaron a su espeso cabello para tirar de las hebras sin mucha fuerza antes de arquear su espalda hacía su boca, y él gustoso aceptó el ofrecimiento, gruñendo guturalmente sobre su piel antes de elevar sus manos hacia sus senos; acunando ambos con sus palmas y apretandolos suavemente justo antes de su lengua saliera para lamer sus pezones uno por uno, intercalando entre ellos mientras la miraba con su vista nublada por sus dulces expresiones de placer.
— Yoongi…— T/n maullo sin aliento sintiendo sus besos seguir bajando por su vientre, cubriendo cada porción de piel a su alcance y todo su cuerpo se tensó cuando sin darse cuenta sus manos se encontraron con el inicio de su falda tirando de ella hacia abajo por sus piernas, dejándola demasiado embelesada con sus dedos tocando sus muslos para darse cuenta que se había llevado consigo sus bragas, sino que fue hasta que sintió un repentino escalofrío recorrer su cuerpo y su centro húmedo que se dio cuenta que estaba desnuda frente a él.
Cuando quiso hacer amague por cubrirse solo atino a lloriquear por lo bajo cuando Yoongi se alejó de su cuerpo rápidamente, enderezando su espalda y clavando sus rodillas en la cama para quitarse la camisa por su cabeza y los ojos de T/n se perdieron en su piel blanquecina, en las líneas de sus músculos; desde sus bíceps hasta sus pectorales que subían y bajaban en respiraciones acompasadas, todo su cabello caía sobre su rostro y cuando se lo echó hacia atrás, casi tuvo que obligarse a sí misma a no jadear ante la simple imagen, y por supuesto que su mirada no pasó desapercibida por Yoongi, quien formó una sonrisita arrogante mientras sus manos viajaban hacia el botón de su pantalón, desabrochándolo con calma mientras sus ojos seguían cada uno de sus movimientos.
— ¿Estás esperando una invitación? — Yoongi farfulló bajandose de un solo tiron sus pantalones hasta la mitad de sus muslos, quedando sólo en unos boxer color negro que enmarcaban a la perfección el contorno de su dura y tensa erección atrapada en ellos, su mirada subió a su rostro y sonrió con malicia cuando notó su mirada confundida.
Su cuerpo volvió a inclinarse sobre el de ella, la boca de T/n fue sellada una vez más con sus labios, chocandolos de manera repentina en un demandante y posesivo beso, tomando el mando y ladeando su cabeza con vehemencia, succionando su labio inferior y solo ganándose un adorable quejido cuando se alejó de ella dándole un sutil tironcito.
— Tócate, cariño.— Yoongi murmuró sin dejar de mirarla con ojos oscuros, como si se tratara de una fiera; a punto de devorarla por completo.— Tócate como lo hacías cada que vez que escuchabas mi voz. Quiero verte.
Y ante eso T/n ni siquiera pudo luchar contra la bruma de vergüenza que sintió con sus palabras, y cuando elevó su mirada hacia él todo su cuerpo tembló cuando se encontró con sus ojos nublados en lujuria mirándola con atención y que solo la hicieron obedecer sus palabras, su mano se movió precaria por sus muslos hasta llegar a su entrepierna y un suspiro agitado salió de sus labios cuando sus dedos entraron en contacto con su clítoris, tocándose con cuidado y comenzando a estimularse con suavidad recordando todo lo que alguna vez llegaron a hablar por teléfono y solo haciéndola gemir y mover sus dedos más rápido sobre su botón de placer, cerrando los ojos con fuerza un tanto por el placer que sentía recorrer cada rincón de su cuerpo y otro poco para intentar esconderse de su intensa mirada.
— No sabes cuantas veces te imagine así…— Yoongi susurró con voz ronca contra su oído viendo su cuerpo temblar y mover su mano más fuerte sobre su entrepierna haciéndolo sonreír antes de acariciar su mejilla con su mano, viéndola jadear ante otro movimiento y aprovechó eso para meter dos de sus dedos dentro de su boca, sus pestañas se desplegaron hacia él y una sonrisa se formó en su rostro cuando sintió su lengua comenzar a chuparlos una y otra vez.— Te ves tan jodidamente bonita tocándote, bebé.
Y tan pronto como dijo aquello sus dedos dejaron su boca en un chasquido húmedo y obsceno, deslizandolos por su cuerpo y marcando un camino de humedad hasta que llegó al centro de sus piernas, quitando su mano en un rápido movimiento para reemplazarla con la suya propia, y en un abrir y cerrar de ojos, sus dedos se presionaron con fuerza contra su clítoris y el destello de placer la hizo soltar un fuerte gemido; frunciendo sus manos en las sábanas y tirando de ellas mientras sus caderas se movían hacia sus dedos.
— Shh, shh, déjame cuidarte…— Yoongi arrulló apretando su mandíbula al mismo tiempo que movía sus dedos en círculos suaves sobre su pequeño clítoris, escuchándola gemir en cada movimiento, y aún más cuando presionó suavemente la punta de su dedo contra su entrada un par de veces antes de volver a subir lentamente y frotar su punto de placer, sonriendo al verla dejar caer su cabeza sobre la almohada en puro placer junto a un adorable gemido que coreó toda su habitación, haciéndolo sonreír antes de deslizarse por su cuerpo hasta que su respiración abanicó su entrada y que su boca se envolvió alrededor de su clítoris reemplazando sus dedos y haciéndola gemir con fuerza.
Todos los sentidos de T/n estaban al mil, apenas recuperandose de sentir sus dedos en ella cuando de un momento ya tenía su boca entre sus piernas, su cabello negro le cubria ligeramente sus ojos y su lengua se deslizaba entre sus pliegues húmedos de arriba a abajo una y otra vez antes de chupar y succionar su clítoris como un hombre hambriento, sujetando sus piernas con fuerza y gruñendo una maldición contra su piel mientras su sabor llenaba todos sus sentidos sólo haciéndolo tomar todo lo que pudiera de ella, llenando el espacio con sonidos húmedos y lascivos, ahí descubrió que Yoongi no solo sabía usar su boca para hablar sucio, sino que tambien era muy bueno oralmente e imaginó que él estaba orgulloso de lo que su lengua podía hacer, en todas las formas posibles.
Podía sentir el nudo en su vientre apretándose cada vez más; anunciando su pronto orgasmo, los gruñidos de Yoongi contra su entrada sensible solo enviaban ondas de placer por cada nervio empujándola más y más al borde del éxtasis, su nombre comenzó a brotar de sus labios en jadeos entrecortados como si se tratara de un mantra, pero Yoongi no la escuchó, él ignoró por completo la forma en que sus manos tiraban de su cabello y el sonido de su respiración laboriosa, solo se concentró en sus caderas moviéndose contra su boca, haciendo que su lengua jugara con clítoris haciéndola sentir un placer tan abrumador, que cuando sus piernas temblaron a cada lado de su cabeza y cuando orgasmo la inundó de repente solo pudo cerrar los ojos con fuerza y lloriquear por el placer al rojo vivo en cada parte de su cuerpo mientras se removía contra el firme agarre de Yoongi, sintiéndolo lamerla sin querer desperdiciar ni una sola gota de su orgasmo.
— Maldición, hubiera hecho esto mucho antes de saber que sabias tan delicioso.— Yoongi murmuró en una sonrisita y relamiéndose los labios, todavía degustando su sabor en su lengua mientras volvía a subir por su cuerpo, encontrándose con sus ojos entrecerrados y su respiración acelerada.— Oh bebé, ¿Estás cansada? ¿Quieres parar…?
— No, no…— T/n se apresuró a responder apenas saliendo de su bruma de placer, sintiendo todo su cuerpo arder aún más que al principio.— Te necesito…
— ¿Me necesitas? — preguntó con voz ronca, acunando su mejilla con una de sus manos y acariciando suavemente su piel.
— Si, por favor Yoongi, fóllame…— T/n pidió por lo bajo, apoyándose en su toque y mirándolo con ojos necesitados, notando como su rostro se deformaba en una mueca que no supo descifrar del todo.
— Podría lastimarte…— Yoongi murmuró más bajo esta vez, temiendo que realmente pudiera hacer eso.
— Entonces hazme daño, no me importa, solo…— T/n volvió a pedir por él antes de hacer una pausa y elevar su mano para frotarla suavemente contra el bulto en su boxer, sintiendo la longitud y dureza de su miembro palpitar en su mano, elevando su vista hacia el y verlo morderse el labio ante sus movimientos; dándole la última pizca de seguridad.— Por favor…
Y Yoongi simplemente no pudo evitar sonreír al escucharla, suspirando pesadamente al sentirla trasladar sus caricias hacia la punta de su pene e hizo todo lo posible por no mandar todo a la mierda y castigarla ahí mismo por su pequeño y astuto movimiento sobre él, estaba demasiado excitado para que fuera real, eso era cierto, así que verla pedir por él, con ese tono de voz tan dócil que siempre le había encantado solo hacia que su deseo por ella aumentara, casi al punto de ser doloroso y cuando volvió a mirarla algo oscuro comenzó a nadar en sus ojos.
— Hazlo mejor.— Yoongi habló poco después, trasladando su mano hacia abajo para envolver sus dedos alrededor de su cuello con la cantidad perfecta de presión, viéndola parpadear hacia él y respirar agitadamente.— Muéstrame lo buena chica que eres y súplica apropiadamente.
— Señor, por favor fóllame…— T/n respondió en un pequeño jadeo sumiso y necesitado cuando la mano de Yoongi aplicó más presión en su cuello, haciéndola agitarse y mover sus caderas hacia él en una muda invitación, completamente desesperada por sentirlo.— Por favor, lo necesito tanto…
Y antes de que pudiera decir algo más, lo labios de Yoongi volvieron a estamparse con los de ella, esta vez con una voracidad duplicada, T/n reprimió un gemido cuando la lengua contraria no espero ni un segundo en salir en busca de la suya, acariciando con la punta todo lo que estaba a su paso y arrancándole cada uno de sus suspiros en busca de aire, sus grandes manos recorrieron todo su cuerpo con dureza; como si quisiera memorizar cada curva de él, sintiendo su piel estremecerse con anticipación y haciéndola soltar un gemido ahogado cuando sintió la punta de su pene deslizarse entre los pliegues de su entrada y rozar suavemente su clítoris sin saber muy bien en qué momento se había desnudado, pero tampoco pudo pensar demasiado en eso cuando su pelvis comenzó a moverse contra ella, creando una deliciosa fricción entre sus intimidades, sintiéndolo tan grande y pesado presionando contra ella haciéndola acompañar sus movimientos con sus caderas, solo para escucharlo gruñir contra su boca mientras volvía a besarla un par de veces más antes de separarse escuchandola jadear de disgusto.
Yoongi podía sentir sus ojos seguirlo cuando alcanzó el cajón de la mesa de noche, del cual tomó un condón con rapidez, obligándose a respirar para intentar controlarse cuando regresó su vista de nuevo hacia ella, pero era prácticamente imposible hacerlo con la imagen de su cuerpo desnudo y su cabello alborotado que le gritaban que la tomara a como diera lugar, sus constantes jadeos no eran de mucha ayuda tampoco, pero tenía que mantener la cabeza en calma, por ella.
Sus manos se engancharon en el interior de sus rodillas, tirando de su cuerpo hacia él sobre las sábanas, sonriendo al escucharla reír levemente, y se apresuró a rasgar un costado de la envoltura y sacar el condón para deslizarlo por lo largo de su erección, y T/n ni siquiera pudo evitar no relamerse los labios ante la imagen; haciéndola estirar su mano para rodear la base de su miembro duro a lo alto, haciéndolo gruñir guturalmente cuando movió su mano de arriba a abajo, los músculos de Yoongi se endurecieron ante la estimulación y a T/n no pudo gustarle más la imagen de él, le gustaba ver su cabello enloquecido, le gustaba ver sus abdominales marcados por la excitación, le gustaba ver el sudor correr por sus sienes, sus labios hinchados y rojos, le gustaba escuchar su voz ronca y ver su miembro duro por ella.
Su revelación se vio interrumpida cuando de un movimiento, Yoongi se acomodó mejor entre sus piernas, haciendo que soltara el agarre en su erección palpitante, sus manos tomaron sus muñecas y con firmeza a cada lado de su cabeza y sus ojos se conectaron, transmitiendole todo el júbilo y el deseo que parecía sentir y un jadeo tembloroso la abandonó cuando sintió la punta de su pene rozar su abertura; solicitando su debida entrada con cuidado.
La expectativa se acumuló en su estómago cuando Yoongi se acercó a su rostro, tocando su nariz con la de ella suavemente antes de besar el puente de la misma, y T/n no podía entender cómo podía sentirse tanta dulzura y deseo al mismo tiempo, pero Yoongi parecía hacerlo posible con su beso esquimal y su longitud apretándose contra ella al mismo tiempo.
No supo en qué momento soltó sus muñecas pero se dio cuenta cuando comenzó a hundirse dentro de ella con lentitud, las manos de T/n salieron disparadas a su espalda y reprimió un gemido de dolor al sentirlo, todo su cuerpo estaba temblando y trató de concentrarse en los ojos de Yoongi quién estaba estático y que la miraban con atención, como si estuviera estudiando su rostro, se veía preocupado y parecía estar sufriendo en el fondo por controlarse, y otro quejido salió de sus labios al sentirlo volver a presionarse mientras ella luchaba por tomar su circunferencia.
— Ah, Yoongi, d-duele…— T/n lloriqueo por lo bajo, tensando su cuerpo y tirando de las sabanas con fuerza, Yoongi era más grande de lo que esperaba, y la punta de su pene ni siquiera estaba del todo adentro.
— Shh, lo sé, cariño. Pero tienes que ser una buena chica y relajarte para mí o de lo contrario nos detendremos aqui.—Yoongi susurró apretando su mandíbula de la misma forma antes de morder su labio inferior y empujarse un poco más, deslizándose paulatinamente, centímetro a centímetro hasta llenarla por completo y T/n volvió a cerrar sus ojos gimiendo con fuerza; sintiendo como Yoongi volvía a quedarse inmovil, dejando que se amoldara a su longitud ahora más caliente que nunca.
Sus labios fueron rápidos en amortiguar otro nuevo gemido quejumbroso de T/n, tomando su boca con la suya en una nueva oportunidad, una de sus manos se movió hacia su mentón donde acarició suavemente su labio inferior con su pulgar que cuando la vio jadear ante un sutil movimiento dentro de ella; metió su dedo en su boca, haciéndolo suspirar cuando sintió su lengua envolverse alrededor de su dedo y cubrirlo con su saliva.
— Eres muy hermosa, T/n. Muy hermosa..— Yoongi arrulló suavemente y ella abrió sus ojos ante sus palabras, encontrándose con su mandíbula marcada y sus labios entreabiertos; mirándolo sin dejar de chupar su dedo y dejando escapar un gemido amortiguado cuando movió sus caderas hacia él, en un muda invitación a que continuara, el dolor estaba siendo reemplazado por un peculiar ardor y cuando sintió que Yoongi estaba a punto de retirarse por completo de repente volvió a hundirse dentro de ella hasta tocar fondo.
Repitió esa acción una y otra vez, moviéndose dentro de ella con toda la calma del mundo, no entrecortado, sino que se deslizaba con una exquisita facilidad y T/n se dejó relajar debajo de él; intentando acompañar sus movimientos con sus caderas sintiendo como todo el placer comenzaba a consumir todos sus sentidos.
— ¿Se siente bien así? — Yoongi preguntó con su voz ahogada aún conteniendose y comenzando a marcar un ritmo lento y superficial, apretando su mandíbula y luchando por mantener el control.
— Mhm-hu… sigue Yoongi, sigue…— T/n gimió dulcemente esas palabras, rodeando su cintura con sus piernas aferrándose con fuerza a él, todo su cuerpo se agitó cuando sintió a Yoongi deslizarse hacia afuera y antes de salirse por completo la penetró en una firme estocada que la hizo retorcerse debajo de su cuerpo.— Oh, Dios…
— No, soy Min Yoongi.— Repitió socarron esas mismas palabras que había dicho antes ajustando sus manos en su cintura para darle estabilidad a sus nuevas penetraciones que se volvían mas firmes y acompasadas; empujando su cuerpo una y otra vez sobre la cama.
— Deja de decir eso, creo que se te esta subiendo a la cabeza.— T/n quiso amonestarlo pero lo terminó diciendo en medio de una sonrisa delicada que rápidamente se deformó en una mueca de placer al recibir otra rotunda embestida haciéndola arquear su espalda hacia él.
— Eres la única con la que me siento especial, T/n.— Yoongi murmuró acercándose nuevamente hacia su rostro, sosteniendo su mirada y T/n se sintió más que capaz de devolvérsela, los dos estaban igual de sumergidos en lo que sea que fuera esto, sabiendo muy bien que él también se había vuelto la única persona con la cual podía sentirse especial.
Un nuevo gemido brotó de los labios de ambos ante otra profunda penetración, los movimientos de Yoongi eran exactos y precisos, iban tomando cada segundo un ápice más de velocidad y T/n no podía hacer más que gimotear con cada nueva embestida que tocaba aquel punto especial dentro de ella, y es que todo era tan nuevo, tanto placer que no podía sostenerlo ella sola por mucho tiempo mas, todo el juego previo la había consumido, sus manos ansiosas subieron por su pecho hasta llegar a su cabello y jaló de él intentando llegar a sus labios y el mayor se dejó hacer, tomando una vez más el control del beso, mordiendo chupando su labio inferior, sus jadeos combinados con los de él junto a sus repetitivas penetraciones dentro y fuera parecían ser un impedimento para mantener sus labios unidos, pero no les importó.
T/n se sentía drogada, flotando en una nube de placer donde ni siquiera el sudor acumulandose su frente ni el calor abrumador que los envolvía se comparaban al placer latente que sentía en cada parte de su cuerpo, Yoongi se sentía tan bien dentro de ella, su pene la llenaba tan bien y tocaba todos los puntos correctos que solo la hacían gemir entre cada embestida, sus pieles ardían con cada bombeo constante mientras él seguía con sus duras embestidas que sacudían su cuerpo y que hacían que la cabecera de la cama chocara contra la pared una y otra vez, sintió a Yoongi apartar los mechones húmedos de su cabello fuera de su rostro antes de que su boca caliente volviera a devorarla con besos húmedos, comiéndose sus gemidos sin dejar de deslizarse dentro de ella cada vez más fuerte y salvaje, y es que él no estaba mejor que ella.
Estaba cerca, el inminente orgasmo estaba tocando la puerta, pidiendo salir cuando el cosquilleo y las vibraciones de su cuerpo hacían que sus estocadas se volvieran inestables y torpes, no podían culparlo, Yoongi simplemente no podía apartar la mirada de ella, de su cuerpo desnudo y cubierto de sudor debajo de él, de su rostro sonrojado, sus cejas fruncidas y sus labios entreabiertos dando bocanadas de aire entre cada beso hambriento y desesperado que le daba, podía sentir su interior apretándose imponente a su alrededor, podía sentir su cuerpo temblar con cada golpe de su pelvis dentro de ella. Habían estado sedientos durante semanas el uno por el otro, y sabía que se merecía esto y mucho más.
— Yoongi, estoy a punto de…— T/n lloriqueo cerrando sus ojos y apoyando su frente contra su hombro, abrazando su espalda y buscando un punto de apoyo sintiendo como el placer se volvió demasiado para su cuerpo.
— Si, bebé. Yo también. Córrete para mí, vamos…— Yoongi murmuró contra su oreja, dejando un rápido beso mientras aumentaba la velocidad de sus movimientos para alcanzar su placer también.
Y esa luz verde de su voz ronca y ansiosa fue suficiente para empujarla por completo a su orgasmo en medio de un fuerte y agudo gemido; sus piernas temblaron y su interior se apretó con fuerza contra su pene, jadeando ante la sensación tan deliciosa y placentera que llenó sus ojos de lágrimas mientras se aferraba a él con fuerza. A Yoongi solo le basbastaron otras tres penetraciones duras y profundas para derramarse dentro de ella; soltando una maldición entre dientes contra su cuello y un gemido aireado antes de dejarse caer sobre ella llenando el espacio solo con sus respiraciones densas y aceleradas mezclándose entre sí.
Con sus palpitaciones al mil y completamente jadeantes Yoongi trazó un camino de pequeños besos desde el hombro de T/n hacía arriba; pasando por su cuello, mejillas, hasta llegar a su boca, la punta de su lengua delineo sus labios para después soltar una sonrisa que se confundía con dulzura y travesura.
— Buena niña.— Farfulló divertido ensanchando su sonrisa al verla apartar su mirada de él completamente avergonzada, sin perder detalle de lo hermosa que lucía, incluso luego de su orgasmo, toda desalineada, jadeante y sonrojada, se veía preciosa a su ojos, y fue ese mismo descubrimiento el que lo hizo volver a buscar sus labios, más lento y suave esta vez solo para permitirse degustar su sabor una vez más.
El pequeño instante de paz fue abruptamente interrumpido con el sonido repentino y alarmante de un teléfono que se escuchó en la habitación; asustandola y haciéndola separarse de sus labios solo para ver a Yoongi apretar su mandíbula y murmurar una maldición mientras se separaba de ella haciéndola apretar sus labios ante su ausencia, y seguir sus movimientos mientras se recostaba a su lado para quitarse el condón.
— ¿No vas a contestar? — Preguntó por lo bajo removiendose sobre la cama
— No, no voy a contestar.— Yoongi respondió
— Pero, ¿y si es importante, o de tu trabajo…?— T/n volvió a insistir antes de que fuera interrumpida por su voz.
— Me importa una mierda si es del trabajo, no voy a contestar.— Yoongi espeto molesto girandose hacia ella; viendola sobresaltarse y mirarlo sorprendida ahogó un gruñido y se apresuró a subir de nuevo a la cama a su lado.— Escucha, T/n, yo… actúe como un idiota la vez que preguntaste si podíamos conocernos porque no quería perder mi trabajo, tengo esta regla donde no puedo tener ninguna relación con algun cliente y…
— Esa es una regla estupida.— T/n lo interrumpió con esas palabras, haciéndolo reír levemente.
— Sé que lo es, y yo pensé que quería eso, pero cuando no podía dejar de pensar en ti supe que lo que realmente quería era estar contigo, quiero estar contigo, no me importa que me despidan…
— Pero… es tu trabajo, no dejaré que te despidan por mi…
— No me importa, me di cuenta de que tú vales mas que ese trabajo y ese jodido dinero.— Yoongi volvió a asegurar con voz firme y sin dudar mientras acunaba su rostro con sus manos, casi perdiendose en sus ojos.— Quiero que empecemos de nuevo, que nos conozcamos, que vayamos a citas y hagamos todas esas cosas cursis y que no se quede solo como una llamada accidental de sexo telefónico entre nosotros.— agregó sin dejar de mirarla notando su sonrisa avergonzada ante el recuerdo haciéndolo sonreír también.— Estoy hablando enserio, quiero estar contigo T/n.
Y eso una vez mas demostro cuando podían afectarle sus palabras, solo que esta vez no eran vulgares ni lascivas, eran suaves y sinceras, y solo le revelaron algo que ella también sentía, quería estar con él, con nadie más.
— Me habías dicho que no eras romántico…— T/n habló con calma; mirándolo con ilusión y solo ganándose una sonrisa ladina de Yoongi sintiéndolo ajustar sus manos en su cintura para mimar su piel con calma.
— Cariño, te di un beso esquimal mientras estaba duro, por supuesto que puedo ser romantico.— Yoongi farfulló divertido sonriendo genuinamente cuando escuchó a T/n reír ante sus palabras, haciéndolo arrastrar sus manos por su cuerpo hasta llegar a su rostro para poder besarla una vez más.
Se volvió a adueñar de sus labios con puro fervor, ronroneando de gusto al sentirla enredar sus dedos en su cabello mientras se aferraba a él; invitándolo a besarla con más entusiasmo cuando el molesto sonido del teléfono volvió a escucharse, pero tampoco les importó mucho que digamos.
*Unas semanas después*
— Bebé…— La voz de Yoongi se escuchó desde el otro lado de la cocina, haciéndola dejar de hacer lo que sea que estuviera haciendo con lo siguiente que dijo.— ¡Tenemos nuestro primer suscriptor!
T/n rápidamente corrió hacia donde Yoongi estaba sentado en el taburete para mirar por encima de su hombro, con su cabello aún goteando y la toalla apenas envuelta alrededor de su cuerpo.
Después de que Yoongi dejó su trabajo y que decidieron mudarse juntos, ustedes dos habían encontrado una manera de ganar dinero juntos y divertirse mientras lo hacían, así que lo vio abrir la aplicación de OnlyFans en su teléfono y leer el nombre de la primera persona que amablemente se suscribió a su cuenta compartida.
— Jeon... Jungkook.
Ese nombre sonaba familiar.
— Wow, me pregunto cómo se topó con nuestra cuenta.— Yoongi reflexionó mientras la tomaba por sus brazos para acercarla a él y darle un pequeño beso.
T/n apenas y respondió, quedándose inmóvil en puro desconcierto, probablemente luciendo tan ridícula con la boca abierta y con el cuerpo cubierto de gotas de agua. ¿Podría ser él?
— ¿Qué estás pensando, bebé? — Yoongi preguntó mirándola con cuidado
— Nada, nada…— T/n respondió negando con su cabeza y arrojando ese pensamiento al fondo de su mente.— Supongo que será mejor que hagamos más contenido ahora, ¿no lo crees?
Y Yoongi simplemente sonrió ante eso, dejando su teléfono en el mostrador para poder envolver sus brazos en su cintura y abrazarla, sin importarle mucho que su camisa se estuviera humedeciendo con su cabello.— ¿Estás emocionada?
— ¿Por trabajar contigo? — T/n preguntó girándose hacia él y sonriendo de la misma forma antes de inclinarse y volver a besarlo.— Por supuesto, bebé.
————————————————————————
N/A: ¿Alguien más aparte de mi necesitaba que estos dos se comieran de una buena vez? Lo siento pero yo ya no podía con la tensión que se tenían
Espero que hayan disfrutado mucho de esta pequeña historia y que les haya gustado igual o más que la primera vez que la leyeron
Gracias por todo su apoyo titis ♡
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⤷ ❝DEVILISH❞ — jjk (s.m)
⤷ Especial de Halloween 🎃 | Devilish Tráiler 🎃
➤ Pareja: jungkook!demonio x lectora!fem
➤ Recuento de palabras: 10.6k
➤ Género: smut y obscenidad!
➤ Resumen: Al demonio Jeon Jungkook le encantaba arruinar cosas demasiado inocentes, así que andaba vagando por la tierra en busca de la inocencia pura para corromperla, que casualidad que esa inocencia la haya encontrado en ti.
➤ Advertencias: 20+ | lenguaje maduro y explícito | Jungkook es un íncubo de demonio | deseo de corromper la inocencia | temas religiosos | mucha manipulación por parte de Jungkook | la lectora es demasiado tímida en cuanto a su placer | charla sucia | masturbación | palabras ofensivas | halagos y bromas durante el sexo | sexo oral (r. lectora/Jungkook) | juego y estimulación del clítoris | mucha sobreestimulación | lágrimas | nalgadas | jalar del cabello | sexo duro | sexo sin protección | mención de cantidades obscenas de semen | Jungkook es un demonio y tiene un gran pene!
➤ Si no eres mayor de 18 años, POR FAVOR, no leas. Si lo haces es bajo tu propia responsabilidad, ten en cuenta las advertencias.
➤ Devilish Tráiler

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❛Ella era una santa, y aún así, había un poco de perversidad en sus ojos de ángel.❜
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Jungkook siempre había tenido cierta preferencia por los inocentes.
No era algo que él hubiera cultivado a propósito, no, simplemente comenzó a mostrarse un patrón extraño y repetitivo que Jungkook no podía definir del todo.
Todo lo que sabía era que la inocencia era especialmente divertida de romper, de manchar con su toque perverso, de ver cómo se desmoronaba en un caparazón vacío de lo que alguna vez fue.
Y la estuvo buscando por tanto tiempo, esa inexperiencia, esa confusión angelical, con un hambre atronadora, sólo para terminar hundiendo los dientes en su presa con un deleite inigualable una vez que la encontraba.
Paradójicamente, a Jungkook no le gustaban tanto las vírgenes. Extraño, lo sabía. Pero las vírgenes le daban demasiado trabajo, lo que al final no era tan fructífero como a él le gustaba; se dió cuenta de que la mayoría de los humanos no estaban muy interesados en perder su virginidad con un demonio y, bueno, no era porque alguien que fuera virgen significaba que también era inocente, eso lo sabía.
Y esa siempre fue su prioridad, al final de todo.
La verdadera inocencia era difícil de encontrar, y esa era la parte más frustrante de toda la ecuación. A lo largo de todos sus años vagando por la tierra en busca de almas para corromper, Jungkook pensó que podía haber encontrado esa marca especial de pureza solo un puñado de veces. Sin embargo, era tan inmaculado, tan embriagador, que era todo en lo que podía pensar.
Entonces, cuando finalmente te encontró, pensó que estaba a punto de volverse loco.
De vez en cuando, el universo cambiaba de tal manera que todo encajaba en su lugar. Cómo ser inmortal, Jungkook vió que eso sucedía una y otra vez: imperios que se elevaban y caían, almas gemelas que se encontraban por casualidad, y que la cura de una enfermedad horrible se descubría por accidente. Y fue esa misma energía incidental, probablemente catalizada por su voraz deseo, la que lo llevó directamente a tu casa.
Bueno, quizás no había sido tan poético. Pero decir que los adolescentes rebeldes que tenían una fiesta de pijamas en el piso de arriba lo habían invocado por error a tu complejo de apartamentos no tendría exactamente el mismo impacto.
Pero a pesar de eso Jungkook nunca fue alguien que mordiera la mano que lo alimentaba; como una criatura de las sombras, tenía que existir como un alimentador inferior, recibiendo lo que el universo había dado y convirtiéndolo en algo que pudiera usar con gusto.
Incluso si se había sentido frustrado por todo el fiasco de la ouija; encender y apagar las luces y levitar vasos de agua no eran precisamente sus pasatiempos favoritos que digamos, prácticamente tardó unos dos segundos en detectar el dulce y afrodisíaco aroma de un alma inmaculada que lo llamaba. Y estaba cerca. Muy cerca.
En pocas palabras, los adolescentes terminaron teniendo una conversación espiritual muy decepcionante con una entidad tramposa que Jungkook puso como remplazo antes de ser llevado directamente hasta su comida favorita. Y esa había sido una completa victoria en su libro.
El demonio quería tenerte desde el primer segundo en que te vio. Jungkook se hundió instantáneamente en tu alma como si se tratara de un horno calentando la totalidad de su cuerpo; un hermoso resplandor blanco, el color dorado que emanaba de tu piel y el adorable brillo de ingenuidad en tus ojos lo tentaban a alimentarse tanto de ti como si se tratara de una sirena llamando a un marinero solitario.
No tenía ninguna duda de que finalmente había encontrado lo que tanto había estado buscando todo este tiempo, alguien tan delicado y puro que adoraría ver derrumbarse por completo a él, y Jungkook realmente quería arruinar esa bonita alma tuya.
Y qué alma tan bonita tenías. Jungkook se quedó ahí contigo sólo para descubrir que sus primeras impresiones de ti, independientemente de lo fascinantes que ya habían sido desde el primer segundo, eran solo la punta del iceberg: el demonio te veía convertirte en todo un desastre abrumado y jadeante cada vez que uno de tus amigos comenzaba a hablar sobre sexo; le sorprendió bastante descubrir que luchabas mentalmente con tus impulsos de deseo y que te acostabas frustrada todas las noches porque pensabas que era algo demasiado sucio masturbarte porque simplemente te sentías avergonzada, e incluso abrumada, ante la simple idea de tu propio placer.
Ese solo pensamiento lo hizo salivar.
Jungkook sabía que no eras virgen, eran imposibles de pasar por alto, y por eso no podía entender el por qué de tu vacilación y vergüenza cuando se trataban de esos temas. No había notado ningún rastro de culpa religiosa o algo por el estilo, no creía que tus padres fueran especialmente sobreprotectores.
Era solo que eras tan... tímida.
Y eventualmente se dió cuenta de que eras un hallazgo exquisito, el más grande de todos, una cosita perfecta creada sólo para que él la destruyera; un humano tan tímido con moral pura y deseos reprimidos. Eras demasiado buena para ser verdad. Hecha a mano única y exclusivamente para él.
Y por eso Jungkook decidió esperar. Se contuvo durante mucho tiempo, observándote de cerca, aprendiendo todo lo que podía de ti y pensando en cómo procedería con sus diabólicos planes antes de, finalmente, decidir que era hora de presentarse ante ti. La parte más desagradable de todo este proceso, independientemente de la persona con la que estuviera tratando, dar una buena primera impresión siendo un demonio a menudo no iba tan bien como cualquiera esperaría.
Sí, gritaste, maldijiste y lloraste desde el primer momento en que estuvo frente a ti en su forma natural. Sí, te arrodillaste en una esquina y rezaste durante dos horas seguidas con el rosario de tu abuela en manos. Sí, incluso trajiste a un sacerdote para exorcizar todo el lugar, sólo logrando que el demonio sintiera un poco de náuseas durante unos tres días, pero Jungkook realmente pensó que todo el calvario fue lo suficientemente bien a lo que esperaba. Él había tenido peores experiencias en el pasado y sabía que después de un tiempo, eventualmente te adaptarías a su presencia. Y tal como esperaba, fuiste lo suficientemente pura como para intentar verle algún tipo de salvación. Fue casi lindo.
Parecía como si de alguna forma pensaras que Jungkook era una especie de prueba religiosa, tal vez un alma perdida en busca de orientación. Fuera lo que fuera, le abrió una puerta para que se instalara dentro de tu casa en una base de cautelosa confianza en la que podía pararse sin peligro alguno.
Para ser justos, él tuvo la culpa de eso ya que instigó un poco ese proceso. Jungkook a lo largo de todos los siglos que llevaba habitando en la tierra había aprendido que a veces una ofrenda de paz era suficiente para hacer que alguien creyera en él, y no dudó en aprovechar eso contigo. Él sabía que sólo necesitabas un pequeño empujón.
— Me iré si es lo que quieres, cariño.
Te había dicho durante una noche particularmente tormentosa, apoyado contra la encimera de la cocina con total indiferencia. Un vaso de vidrio se había esparcido por todas las baldosas de madera después de que él te sorprendiera con su materialización aleatoria, y estabas demasiado asustada para pasar por encima del vidrio roto y correr a encerrarte en tu habitación.
— Pero hablemos un rato. Soy un demonio, pero no soy malvado. No estoy aquí para robarte el alma o algo así.
Lo cual era completamente falso, sobretodo lo de la parte del alma, esa no era su especialidad, pero dudaba que siquiera te importara ya que a los humanos les encantaba escuchar bonitas mentiras para poder consolarse con ellas. Querías ver algo de bondad en él, eso era todo lo que necesitabas para poder encontrarle sentido a toda la situación y al por qué estaba ahí contigo, y una solicitud de tu consentimiento parecía ser suficiente.
Además, Jungkook no era un tonto cuando se trataba de sus ventajas demoníacas: sabía lo que era, sabía que su imagen cambiaba constantemente, reflejando a la pareja ideal de uno. No sabía qué rostro veías ni la voz que oías, pero sabía perfectamente que era tentador, demasiado, sabía que te enamorarías de él y de su imagen. Después de todo, él fue creado para eso, para ser moldeado según los deseos más íntimos de las personas, y vaya que le funcionaba bastante bien.
Así que no se sorprendió cuando aceptaste unirte a él en un diálogo inofensivo, una pequeña charla tonta no podría ser un problema, ¿verdad? No era como si fueras a vender tu alma por un saco de papas fritas por error o algo así, ¿verdad?
Y de hecho, la pequeña plática había estado bien. Bueno, más o menos.
Incluso si todavía desconfiabas de Jungkook y sus travesuras demoníacas, porque como si hubiera sido por arte de magia; te habías olvidado de ese pequeño detalle tan importante e inhumano, gradualmente le permitías entrar en tu vida cada vez más, abriendo la brecha en tu mente y dándole paso libre a que comenzara a hacer lo que quisiera contigo.
Llegó un punto en el que básicamente estaba conviviendo contigo, apareciendo en el momento más aleatorio del día para molestarte durante una reunión de trabajo o soltando burlones comentarios sobre los horribles chicos que veías todos los sábados por la noche. Jungkook se fue convirtiendo en una agradable conversación durante el desayuno y una sesión de chismes a altas horas de la noche después de haber pasado todo el día espiando a tus ruidosos vecinos. Fue divertido. Él era amable. Parecía que le importaba, como si estuviera tratando de hacer su presencia mucho mejor a como fue al principio.
Gran error; empezaste a confiar en él y a quererlo allí contigo. Y eso le permitió moverse hacia las partes más… interesantes de su plan.
Los sueños eróticos y las fantasías sexuales que Jungkook ponía en tu mente muy a menudo eran demasiado, te despertaban con una gran mancha de humedad en tus bragas y un dolor insoportable entre las piernas.
Gimoteaste mientras dormías y buscaste a tientas en la cama algo con lo que calmar tu calor hasta que finalmente te despertabas sin aliento, tirando de las sábanas mientras tratabas de ignorar esos impulsos carnales. Las imágenes eran tan vívidas, los toques aún perduraban en tu piel y el placer de los actos con los que habías soñado aún florecía dentro de tu abdomen y era increíblemente difícil dejarlo ir. La idea de hundir tu mano debajo de tu ropa interior y lidiar con esa frustración acumulada se volvió cada vez más tentadora cada noche.
Pero no. No podías permitirte hacerlo. No sabiendo que era Jungkook el único causante de todo esto.
Durante los primeros días te las arreglaste para ignorarlo y seguir adelante con tu rutina y tratar de eliminar todas esas sensaciones e imágenes en los rincones más oscuros de tu mente para no tener que pensar más en ellas. Sin embargo, se hizo cada vez más difícil dejarlos ir y, en contra de todas las fibras de tu moral, eventualmente todas las noches te encontrabas con ganas de querer quedarte dormida solo para poder experimentar ese placer abrumador de nuevo, aunque solo fuera en tus sueños.
Lo dejaste a un lado todo lo que pudiste, hasta que simplemente fue demasiado. El deseo te consumió por completo hasta que no quedaba nada para mantenerlo unido. Y finalmente cediste.
Fue algo magnífico, ver cómo esas primeras grietas en tu inocencia se iban formando. La vergüenza que impregnó tus rasgos cuando finalmente te diste cuenta de que estabas demasiado caliente para pensar correctamente, el aleteo de tus pestañas cuando dejaste que tus dedos jugaran con tu clítoris como si estuvieras descubriendo tu placer por primera vez.
Noche tras noche, Jungkook se escondía en las sombras de tu habitación y te veía llorar y gemir mientras te masturbabas de una forma tan hermosa que nunca antes había visto, con tu mano viajando hacia tu boca cada vez que te atrevías a hacer un sonido fuerte; era como si temieras que alguno de tus vecinos pudiera escucharte jugando contigo misma, como si no quisieras que la gente supiera que estabas haciendo algo tan sucio. Casi parecías culpable, Jungkook notó como tu entrecejo estaba fruncido y tus bonitos ojos estaban cubiertos por un fino velo de lágrimas, y le encantó, quería llevar esa imagen tuya en tu punto de placer por toda la eternidad.
Tu agonizante autocomplacencia hizo que cada jodido segundo que había esperado valiera la pena.
Pero en el momento en que bajabas de tu euforia, incluso a veces después de que te permitias tu segundo o tercer orgasmo consecutivo, todo se había ido, y él siempre se quedaba con un hambre aún más fuerte por tenerte.
Sin embargo, Jungkook fue paciente.
Quería verte romperte por completo antes de poder probar tu sabor; quería que le suplicaras que te tocara en lugar de que él te pidiera permiso. Así que siguió adelante con su pequeño juego: si todo salía como debía, serías tú quien suplicaría más al final, hundiéndote en tu propia perdición sin siquiera darte cuenta del lío que estabas creando.
Y por supuesto que todo sucedió como él quería.
Te tomó algunas semanas más reunir el valor para enfrentarte a él, pero llegaste a un punto en el que simplemente no pudiste reprimirlo más.
— Sé lo que estás haciendo.— Le dijiste con severidad, entrando en la sala de estar con los brazos cruzados sobre tu pecho y con la respiración acelerada.
Era una brillante mañana de verano y los pájaros cantaban afuera, la dorada luz del sol se detuvo repentinamente cuando encontraste la figura oscura y melancólica en tu apartamento. Entonces, solo estaban las sombras de su presencia y el nefasto brillo anaranjado en sus ojos. Siempre se veía así, como si estuviera viviendo en una dimensión propia, eligiendo ser afectado por (o afectar) el mundo material o no. Jungkook realmente era un ser de otro mundo, tan peligrosamente cerca de un ángel pero tan lejos de serlo.
El demonio sólo tarareó ante tus palabras, tirado en tu sofá como si se lo debiera. Llevaba una bata de satén roja esa mañana, abierta hasta por encima de su abdomen; dejando a la vista la piel caramelo de su pecho musculoso, y juraste que tu mente se quedó en blanco por un segundo.
— ¿Haciendo qué, cariño? — Jungkook respondió con los ojos enfocados en el libro que tenía en la mano acerca de una extraña teoría humana sobre la sexualidad que le pareció increíblemente divertida.— Tienes que ser más específica, hago muchas cosas en mi tiempo libre.
Suspiraste profundamente, claramente molesta y Jungkook pensó que olías particularmente delicioso ésta mañana, notó rastros de tu humedad aún adheridos a tu ropa interior, y tuvo que reprimir un gruñido de su garganta; actuar sin ser afectado a veces le era realmente difícil.
— Sabes de lo que estoy hablando.— Dijiste sin titubeos, Jungkook adoraba lo directa que te habías vuelto, evitando esas oraciones tartamudeantes que solías lanzar en su camino. Después de todo, estabas acostumbrada a él. Había hecho un gran trabajo derribando tus defensas.— Estás poniendo estos... pensamientos en mi cabeza. Y haciéndome soñar cosas…
Directo, pensó, pero todavía eras incapaz de hablar abiertamente sobre temas tan lascivos. Después de todo, todo lo que había logrado había sido un proceso gradual.
Jungkook enarcó una ceja, pero no apartó la mirada de la página del libro; ese hombre, Freud, era muy gracioso.— ¿Qué pensamientos, cariño?
Pusiste los ojos en blanco ante su actitud, pero el calor en tus mejillas delataba tu vergüenza. Jungkook sabía que no lo dirías, solo quería verte luchar con la simple idea de hacerlo.
— Ya sabes cuáles, Jungkook.— Otra respiración pesada te dejó y de repente estabas perdiendo la calma.— Lo estás haciendo a propósito.
— A lo mejor sí lo estoy haciendo.— Jungkook levantó la mirada del libro y te miró fijamente, tus hombros cayeron y todo el vigor abandonó tu cuerpo una vez que lo miraste a los ojos.
Era su apariencia, su aura, la chispa amenazante en su mirada crepuscular: todo te golpeó de una vez, en una solicitud silenciosa para que fueras un buen humano y revisaras tu postura a su alrededor.
— O tal vez es sólo tu asquerosa mente actuando, bebé. No puedes culparme por lo que tu cuerpo quiere.
Y, cuando su mirada volvió al libro, te diste cuenta de que la conversación, por muy breve que haya sido, ya había terminado.

Lo curioso de toda la situación en la que estabas envuelta fue que nunca le pediste a Jungkook que se detuviera. Y te diste cuenta de que era porque una parte retorcida dentro de ti en realidad lo estaba disfrutando; todas esas bromas, esos sueños vulgares, la frustración sexual que te inundaba cuando bajabas del orgasmo.
Cuanto más jugabas contigo misma, más llegabas a admitir que no era suficiente; siempre te sentías vacía, agitada, tratando de encontrar algo que no podías alcanzar sola.
Nunca era suficiente. Era como si estuvieras en un borde infernal y perpetuo que te empujaba hacia las paredes de lo impuro.
Y para empeorar las cosas, sabías a ciencia cierta que podías expulsar a Jungkook en cualquier momento y poner fin a toda esta tortura, lo habías investigado y el mismo Jungkook lo había confirmado. Los demonios no podían quedarse por mucho tiempo si el humano no consentía su presencia, pero había algo en ti que realmente lo quería allí.
Querías que su calidez te rodeara, querías que su voz melosa y profunda te dijera todo lo que querías escuchar. Era una presencia embriagadora, un suave zumbido en el fondo de tu mente, sentías el deseo de que te abrazara, de que te tocara, de que te hiciera suya aún si eso estaba moralmente mal.
Jungkook te había arruinado de tal manera que, incluso si le pedías que se fuera, sabías que la mancha que había dejado se quedaría por mucho más tiempo dentro de ti.
Era aterrador ver a un demonio como pareja sexual, pero, ¿cómo no verlo así? Jungkook era la criatura más atractiva que alguna vez pudiste llegar a imaginar, todo lo que hacía, cada pequeño movimiento o parpadeo de su mirada, era tan sexual que casi te hacía jadear ante su sola presencia.
Se burló de ti: te susurró al oído y te abrazó por la espalda; acarició tu rostro y recorrió con sus ojos oscuros todo tu cuerpo, y solo podías pensar en lo deslumbrante y encantador que era; querías sentir sus suaves y bonitos labios sobre los tuyos, querías sentir sus grandes manos sobre tu piel, apretando tu cuerpo contra él y jugando contigo, querías tenerlo dentro de ti; llenándote hasta el fondo, querías recostarte y dejar que él hiciera todo lo que quisiera contigo.
La idea de hacer todo eso con un demonio, independientemente de lo amable que fuera contigo, era absolutamente una locura, lo sabías, pero simplemente no estabas pensando con claridad a este punto.
Sólo podías pensar en él — Jungkook, Jungkook, Jungkook — y sabías que tus propios deseos no fueron plantados por él. El demonio simplemente había instigado algo que ya existía dentro de ti, una pequeña llama a la que él le arrojó gasolina, y ahora estabas mirando cómo incendiaba toda tu mente.
Lo querías. Y tenías que tenerlo.
Así que lo hiciste.
Esas noches vívidas y de pensamientos lujuriosos alcanzaron un nivel de incomodidad que; después de despertarte de otro sueño húmedo, llamaste a Jungkook como si fuera tu segunda naturaleza, rogándole que hiciera algo, cualquier cosa para liberarte de este deseo que te estaba inundando el cuerpo. Y para tu deleite, el demonio apareció con la misma rapidez, dejándote ver un hermoso y diabólico destello de lujuria brillando en el fondo de su mirada y a través de su sonrisita burlona.
— Cosita bonita…— Se había murmurado para sí mismo, de pie junto a tu cama. Estabas sentada en el borde, mirándolo como si fuera tu propia versión de la salvación, pero en ese momento, ya no te importaba lo que era ni la intención oculta que pudiera tener. Todo lo que sabías era que te volverías loca si él no te ayudaba a lidiar con el deseo que había instigado en ti.— ¿Te pusiste caliente y ahora necesitas mi ayuda con eso?
— Sí…— Dijiste con el pecho agitado. Las escenas de tu sueño indecente aún estaban vivas en tu mente, el fantasma de tu placer aún seguía nadando dentro de tu piel. Había una sensación húmeda y pegajosa entre tus piernas que odiabas y adorabas al mismo tiempo haciéndote pedazos junto al hormigueo de la anticipación llenando tu núcleo.— No sé lo que me estás haciendo, pero... ya no me importa. Ayúdame, Jungkook, por favor…
Él sonrió y su cabello negro cayó sobre sus ojos, haciéndolo lucir mucho más encantador, el calor de su palma se encontró con tu muslo desnudo haciéndote temblar, todo se intensificaba cuando Jungkook estaba contigo, cada toque era el cielo y el infierno al mismo tiempo.
— Qué humana tan sucia…— Murmuró por lo bajo comenzando a deslizar su mano hacia arriba por todo lo largo de tu pierna; mimando tu piel con calma y acercándose peligrosamente a tu entrepierna solo para comenzar a frotar su dedo índice por la mitad de tu entrada; ejerciendo una presión especial sobre tu clítoris vestido haciéndote ahogar un gemido, y como era de esperarse, sus dedos se sentían mucho mejor que los tuyos.— ¿Quieres que juegue con tu coño, cariño? ¿Quieres que te haga sentir bien?
No podías asentir con la cabeza lo suficientemente rápido, todas las inhibiciones que alguna vez llegaste a sentir antes de que Jungkook apareciera en tu vida se hicieron a un lado sin pudor alguno.
Te sentiste extraña haciéndolo; nunca habías estado tan desesperada sexualmente en tu vida, y no sabías dónde terminaba su influencia y dónde comenzaban tus propios impulsos. Quiz��s eras tan culpable como él, tan incapaz de luchar contra tus propias tentaciones.
— Necesito oírte decirlo.— Jungkook murmuró apartando el encaje de tus pantalones cortos de pijama lentamente, disfrutando con el sonido de tu laboriosa respiración. Podía oler tu excitación explotando a su alrededor e inundando toda la habitación; era ese olor dulce y tan adictivo que lo estaba haciendo perder la cabeza, y ya podía sentir su miembro endureciéndose dentro de sus pantalones de una forma tan dolorosa.— No puedo hacer nada a menos que me lo digas.
Tragaste saliva, ahogándote con sus propias palabras por un segundo. No podías creer que estuvieras a punto de pedirle eso, y la simple idea hacía que tus mejillas ardieran.
— Quiero... quiero que juegues con mi coño…— Las palabras salieron en un lío tembloroso de tu boca, cayendo una encima de la otra de una forma arrítmica. Si era por lujuria o vergüenza, no se podría decir.— Quiero que hagas que me corra, por favor. No puedo soportarlo más, no puedo hacerlo yo sola….
Pensaste que tal vez si él te ayudaba, tal vez todo se detendría, esas intensas oleadas de hambre, ese deseo insaciable dentro de tu pecho. Quizás eso era todo lo que necesitaba de ti. Y luego todo volvería a la normalidad.
Incluso si no estabas segura de que realmente querías que eso sucediera.
Jungkook era consciente del hecho de que nunca antes te habían practicado un buen sexo oral (cortesía de tu única y terrible pareja sexual en el pasado), así que uso eso a su favor, como todo lo que había hecho para que terminaras en esta situación, rogando por él.
Fue realmente una tortura ver la forma en la que Jungkook se estaba tomando todo el tiempo del mundo antes de darte lo que tanto querías, era como si estuviera disfrutando con tu desesperación e impaciencia, y cuando por fin lo viste hacerse espacio entre tus piernas y a su aliento caliente acariciar la piel tan sensible de tu entrepierna dejaste escapar un suspiro tembloroso mientras tus caderas se elevaban en busca de él haciéndolo reír. Hubo un momento de silencio que fue cortado por un agudo gemido que brotó de tus labios en cuando sentiste a Jungkook deslizar su lengua por tus húmedos pliegues, comenzando a lamer y chupar todo de ti.
Internamente agradecías el hecho de fuera Jungkook el primero que te estuviera dando este tipo de placer, porque joder que lo hacía tan bien, Jungkook se sentía tan bien, sus labios devorándote por completo se sentían tan bien, su lengua tan caliente y pecaminosa deslizándose y recogiendo todo de tu sabor para probarlo y degustarse con él se sentía tan bien, y los audibles y guturales gruñidos que dejaba escapar contra tu piel sensible se sentían mucho mejor, era como si todo en él gritara lujuria y placer, y cuando menos te diste cuenta, tus manos ya se encontraban enredándose en su cabello negro para aferrarlo más contra ti mientras tus caderas se elevaban contra su boca, rogándole más, mucho más, y esa acción pareció encantarle, ya que un gruñido dejó su boca antes de que su lengua volviera a jugar con tu clítoris, dándole toda la atención que se merecía; haciéndote gemir y temblar entre sus manos.
Tal vez había sido todo el deseo acumulado que había dentro de ti por tanto tiempo, o tal vez fueron los bonitos labios y la caliente lengua de Jungkook trabajando sobre ti, pero fue increíblemente vergonzoso lo rápido que llegaste a tu orgasmo, fue como si tu clímax te hubiera destruido por completo y el placer duplicado que inundó tu cuerpo fue tan grande que te hizo olvidar quién eras por un momento, con el cuerpo temblando y tus manos aún hundidas en su cabello como si estuvieras a punto de morir mientras te corrías sobre su lengua; como si estuvieras hecha para eso, tan bonita y avergonzada que Jungkook pensó que se iba a olvidar de su autocontrol.
— Que humana tan perfecta...— Te felicitó mientras bajabas de tu orgasmo tratando de regular tu errática respiración, su vista estaba clavada en tu entrepierna; demasiado perdido en la forma en la que tu humedad se escurría entre tus muslos antes de que dos de sus dedos se presionaran contra tu entrada al mismo tiempo que se relamía los labios, su cabello revuelto le daban el toque final de erotismo a toda su aura, sus ojos entrecerrados te miraban como si fueras la cosa más sexista que jamás hubiera visto antes de volver a murmurar.— Hecha para ser jodida por mi.
— ¡J-Jungkook! — Gritaste cuando sus dedos entraron en ti comenzado a estirar tu interior de a poco, el ardor hizo que pequeñas lágrimas se acumularan en las comisuras de tus ojos, y cuando menos te diste cuenta; su boca ya estaba de vuelta en tu clítoris sensible e hinchado antes de que pudieras protestar, haciendo que tu espalda se arqueara fuera de la cama.— Es demasiado…
Pero él no respondió, solo te miró fijamente con esos penetrantes ojos negros mientras su lengua se deslizaba por todo lo largo de tu coño chupando con la fuerza necesaria tu clítoris; desafiándote silenciosamente a que te corrieras una vez más para él. Después de todo, tú lo habías pedido, así que él se complació en dártelo.
Y cuando no trataste de alejarlo, supo que te había conquistado.

No pasó mucho tiempo hasta que Jungkook te estaba complaciendo en cada oportunidad que tenía. Estaba enterrándose entre tus muslos y prácticamente rasgando tus bragas mientras contestabas alguna llamada en tu teléfono; lamiéndote y tocándote hasta que te corrías para él.
Hizo que llegaras a tu orgasmo con solo montar su muslo, te hizo tocarte y bordear tu coño hasta que estabas pidiendo desesperadamente alivio. Prácticamente te había convertido en su pequeña zorra codiciosa más rápido de lo que pudieras entender, podía hacer que le abrieras las piernas con sólo un chasquido de sus dedos y le encantaba mirarte mientras le suplicabas que te tocara más fuerte, más profundo, tal como a él le gustaba.
Una y otra vez, te pedía permiso y, cada vez, tú le decías que sí, un acuerdo nervioso y avergonzado que hacía que su polla palpitara de deseo. Pero justo cuando te hacia correrte y estabas pidiendo más de él, queriendo sentirlo dentro de ti con su polla abriéndote como sabías que lo haría, él se iba, dejándote incluso más frustrada que antes.
A Jungkook le gustaba jugar con su comida, y esa era la razón por la que se estaba tomando su tiempo antes de follarte como es debido. Estaba bromeando, por supuesto. Y estaba funcionando, por supuesto.
Estabas tan cerca de tu punto de ruptura y pasabas tus días casi completamente consumido por el pensamiento de él: su abrumadora belleza, sus caricias, la forma en que se zambullía en tu coño con tanta hambre que parecía que lo disfrutaba incluso más que tú. Incluso cuando te ibas a dormir, estabas plagado de sueños sobre él, algunos tan vívidos que estabas segura de que eran reales; soñando con Jungkook gimiendo contra tu oído y casi pudiendo sentir como la punta de su pene se presionaba contra tus pliegues empapados, con sus dedos frotando tu clítoris sólo como él sabía hacerlo y a su boca chupando tus pezones endurecidos hasta que la necesidad de liberarte te despertaba.
Y sin embargo, incluso en tus sueños, nunca te folló. Era realmente cruel cuando quería serlo, y eso te estaba volviendo loca.
— Jungkook…— Llamaste su nombre una tarde, cuando ese pensamiento te estaba atormentando una vez más, y él apareció justo después, envuelto en un traje oscuro y con el cabello recogido en una pequeña coleta. Realmente era el pecado encarnado.— ¿Puedo preguntarte algo?
— Lo que sea, cariño.— Respondió acercándose a ti para darte un beso en los labios, e instantáneamente te derretiste.— ¿Qué ocurre?
Tragaste en seco, la chispa inicial de tu coraje se desvaneció. No podías mantener tu postura por mucho tiempo cuando estabas bajo su mirada de esa manera, sus seductores iris negros mirando lujuriosamente tus labios te desconcentraban de tu propósito.
— Yo mmh, quería saber por qué nunca... me acompañas hasta el final cuando te lo pido.
Y Jungkook sonrió diabólicamente ante tus palabras.
— Cariño, no creo que estés lista para que yo haga eso todavía.— Respondió y su pulgar rozó tu labio inferior, el familiar estremecimiento recorrió todo tu cuerpo ante ese simple y sutil toque.— Sin embargo, apuesto a que ésta bonita boca se sentiría increíble alrededor de mi polla. Si quieres hacer eso.
Cada vez, sin falta, tus mejillas se calentaban y tus ojos se ensanchaban ante el sonido de sus palabras obscenas. Jungkook las usaba con tanta facilidad, como si las hubiera creado él mismo, y no podías acostumbrarte a lo tentadoras que sonaban cuando salían de su hermosa boca. Pero sólo había un problema con lo que te ofreció.
— Yo... no sé cómo hacer eso.— Admitiste completamente avergonzada y tratando de evitar su lujuriosa mirada de ti.— Yo nunca... simplemente no hubo…
Y Jungkook sintió su respiración atascarse en su garganta, podría haberse corrido justo en ese mismo momento: abrumado por la inexperiencia dulce e inmaculada que nunca te había abandonado por completo. Fue tan entrañable, pensó, la forma en que le rogaste que te follara al mismo tiempo que admitías que no sabías cómo hacer un oral. Realmente fuiste impecable. Y él mejor que nadie sabía que nunca volvería a encontrarse con nadie como tú.
— Me dijiste que no eras virgen.— Jungkook dijo, por supuesto, él lo sabía con certeza, eso era algo que los de su clase nunca se perderían. Sólo quería escucharte decirlo.
— No lo soy.— Tus ojos se dispararon para encontrarse con los suyos. Jungkook todavía tenía deseo nadando dentro de su mirada, sus dientes mordisqueando su labio inferior como si estuviera considerando qué hacer contigo.— Tuve… sexo antes. Una vez. Simplemente no tuve la oportunidad de... ya sabes.
— ¿Chupar una polla? — Completó, disfrutando cada gramo de tu timidez. Incluso después de todo lo que había pasado, seguías siendo tan pura, tan incómoda para explorar tu propia sexualidad. Y Jungkook quería derribar esos muros.— No hay razón para preocuparse, querida. Te puedo enseñar si quieres.
— ¿Tú puedes?
Jungkook sonrió, colocando un mechón de tu cabello detrás tu oreja. Su simple toque te mareaba por completo y su voz ronca te envolvía como una cálida manta tu alma ansiosa.
— Haré lo que quieras que haga.— Ronroneó con su voz melosa y cubierta de deseo.— Todo lo que tienes que hacer es pedirlo, cariño.

La primera vez que viste su pene, jadeaste tan fuerte de la sorpresa que Jungkook se echó a reír.
Habría estado mintiendo si hubiera dicho que no le encantó tu reacción, disfrutó demasiado con el asombro en tu mirada mientras observabas su tamaño y todos los detalles sobre él: la punta de su pene enrojecida y goteando para ti, la vena que se erguía hermosamente contra su piel lo hacía ver incluso mucho más imponente de lo que ya era.
Jungkook tenía longitud y grosor, una combinación peligrosa que te dejaba en algún lugar entre la emoción y la preocupación cuando pensabas en llevarlo dentro de ti.
— Vamos, cariño, no seas tímida.— Jungkook te animó elevando una de sus manos y llevándola a la parte posterior de tu cabeza; sujetando los mechones de tu cabello y el tirón que te dio no fue fuerte de ninguna manera, pero sí lo suficiente para que tu boca se acercara a su miembro erguido en lo alto.— Dale una lamida, quiero sentir tu lengua alrededor.
Tragaste saliva ligeramente nerviosa, tus dedos se envolvieron alrededor de la base de su pene para darle apoyo, y te sorprendiste aún más con la forma en la que tu mano lucía absurdamente pequeña contra su gorda polla. Pero aún así, hiciste lo que te pidió; tu lengua salió suave y plana contra su punta, comenzando a trazar pequeños círculos de saliva en su glande.
— Buena chica…— Jungkook elogió con un profundo suspiro, relajando su posición sobre la cama.— ¿Puedes llevártelo a la boca, bebé?
—No lo sé…— Murmuraste contra la punta húmeda.— Es tan grande…
Jungkook se rió entre dientes ante tus palabras, su mano bajando por tu rostro para poder acariciar tu mejilla.— Empecemos despacio, ¿de acuerdo? Puedes parar cuando quieras.
Y tú asentiste con la cabeza sintiendo como el calor se extendía por tus mejillas. A Jungkook le gustaba demasiado la vista que tenía de tus bonitos labios tomando todo de su grosor; siguiendo tus movimientos incómodos mientras agarrabas su base con más fuerza y te inclinabas sobre él antes de que tu boca se envolviera en la punta para darle una ligera succión.
Jungkook suspiró de nuevo ante la sensación, pero estaba más entretenido viéndote luchar con su tamaño mientras tu mandíbula se movía para acomodar su grosor dentro de tu boca. Era un espectáculo tan pecaminoso y estaba empezando a perderse en tu expresión concentrada cuando decidiste hundirlo un poco más y chuparlo más fuerte.
— Muévete hacia arriba y hacia abajo para mí.— Te ordenó e hiciste lo que dijo, luchando contra el ardor en tu boca mientras lo llevabas más profundo gradualmente, sólo un poco más cada vez que bajabas la cabeza.— Usa tu mano también, bebé, hazme sentir bien…
Gimoteaste alrededor de su polla cuando tu mano comenzó a acariciar su base, cubriendo las partes de él que tu boca no podía alcanzar, moviendo tu cabeza hacia arriba hasta que sólo la punta estaba en tu boca antes de volver a tomar todo de él, con los bombeos de tu mano a la par de cada nueva succión. Jungkook te enseñó lo fuerte que tenías que chuparlo, lo rápido que le gustaba y lo mucho que amaba cuando gemías alrededor de su dura longitud. La pegajosa humedad entre tus piernas era cada vez más insoportable y solo aumentaba entre cada gutural gemido que brotaba de sus labios combinados con algunas maldiciones en nombre del placer que estaba sintiendo.
— ¿Puedo follarme tu boquita, bebé? — Preguntó y tú lo miraste desde abajo, la vista de Jungkook estaba enfocada en ti, mirando tus ojitos llorosos mientras asentías sumisamente a su alrededor y sonrió diabólicamente.— Buena niña.
Hace unos meses, ni siquiera hubieras aceptado la simple idea. Pero ahora, Jungkook te había convertido por completo en un desastre caliente y débil a sus encantos, en alguien que haría cualquier cosa que él te pidiera, y amabas cada segundo de esto.
Jungkook estaba orgulloso de su trabajo. Había sido uno de los mejores.
— Quiero que relajes tu garganta, bebé…— Te dijo mientras sus manos se movían hacia la parte de atrás de tu cabeza, dándole un tirón fuerte y experimental a tu cabello que te gustó más de lo que esperabas e hiciste todo lo posible por hacer lo que te pidió, colocando las palmas de tus manos contra sus fuertes y gruesos muslos para intentar prepararte. Nadie te había hecho esto antes y no sabías qué esperar.— Tu boca se ve tan bonita llena de mi polla. No puedo esperar para llenarla con mi semen.
Jungkook gruñó y tus piernas se debilitaron con sus palabras, un pequeño gemido vibró alrededor de su polla cuando elevó sus caderas hacia ti, llevándose más profundamente dentro de tu boca; tus ojos se cerraron ante la sensación de su punta rozando con dureza tu lengua. Jungkook no tardó ni dudó en establecer un ritmo; empujando hacia arriba dentro de tu boca mientras luchabas por mantenerte abierta para él, tu mandíbula dolía con la posición en la que estabas y no fue hasta que lo sentiste golpeando la parte posterior de tu garganta que te ahogaste con su tamaño y tus ojos se llenaron de lágrimas mientras lo escuchabas gemir sobre ti.
— Mierda…— Maldijo, cerrando los ojos y echando la cabeza hacia atrás. Jungkook era una imagen de perdición en la que fácilmente podías perderte, la forma en que se mordió el labio mientras te follaba la boca haciendo que tu coño se mojara aún más de pura necesidad. Te encantaba la sensación de que él te estaba utilizando, como si fueras una simple herramienta para su propio placer.— Ah, sabía que lo podías tomar. Nunca me decepcionaste.
Tu frágil sollozo salió amortiguado alrededor de su miembro, las vibraciones de tu voz hicieron que Jungkook te follara la boca más rápido y más fuerte. Cada vez que golpeaba la parte posterior de tu garganta, te ahogabas y tus uñas se clavaban en sus muslos, pudiendo sentir como tu coño se apretaba alrededor de la nada, imaginando cómo se sentiría tenerlo dentro de ti. También sabías que él podía sentir lo caliente y necesitada que estabas, podía oler tu excitación a millas de distancia, y la idea te hacía gemir.
— Eres una humana tan sucia…— Jungkook habló viendo como una lágrima corría por tu mejilla; le encantaba lo desordenada que te veías, tan desesperada con su polla metida en tu boca.— Eras tan inocente cuando te conocí, y ahora…— Agregó en medio de un audible gruñido.— Ahora mírate; llorando alrededor de mi polla, como una buena puta.
Cerró los ojos de golpe y gimió, con su cuerpo completamente dominado por la lujuria y por la sensación de la calidez y humedad de tu boca cubriéndolo por completo. El dolor en tu mandíbula ya no te molestaba; de hecho, te gustaba que Jungkook superara tus límites, haciéndote olvidar de tu propia incomodidad para poder darle más placer.
— Me voy a correr…— Advirtió y su voz salió ronca y firme, enviando escalofríos por tu columna vertebral, sintiendo su pene palpitar dentro de tu boca; llenando tus papilas gustativas con el gusto salado del líquido preseminal.— Y serás una buena niña y te tragarás todo.
No necesitó pedirlo dos veces porque no pensaste que hubiera algo más que quisieras hacer. Jungkook te folló la boca por unos segundos más con sus embestidas volviéndose erráticas, antes de que la punta hinchada chocara contra la parte posterior de tu garganta y se corriera con una fuerte maldición brotando de sus bonitos labios acompañada de un tirón en tu cabello que hizo que tu cuero cabelludo picara.
Gimoteaste mientras hacías todo lo posible por tragar las espesas olas de semen con su mano manteniéndote firmemente en su lugar mientras lo hacías. Jungkook no pudo maravillarse más con la sensación de tu garganta apretándose a su alrededor mientras tu lengua se movía para poder limpiarle la polla.
— Eso es…— Siseó un poco moviendo su pelvis de forma lenta.— Trágatelo todo.
Jungkook llegó en una cantidad sorprendente y, sin embargo, te las arreglaste para tomar todo de él, y cuando estuvo satisfecho soltó tu cabello y jadeaste por aire mientras te movías hacia arriba separándote de a poco de su pene aún duro y un visible hilo de saliva colgó de tus labios; conectando tu boca con su punta.
— Tan jodidamente bonita…— Dijo con ternura acariciando tu cabello, y no pudiste descifrar su expresión, pero de todos modos te emborrachaste con sus elogios.— Hiciste un gran trabajo. Ahora ven aquí.
Hiciste lo que te pidió, arrastrándote más cerca de él hasta subir a la cama y recostarte a su lado, rápidamente Jungkook se colocó encima de ti y su mano viajó por tu cuerpo hasta encontrarse con tu cuello; atrayéndote en un beso tan caliente y sensual que te dejó buscando aire; en medio de ese beso sentiste como su rodilla se movía entre tus piernas separándolas y abriéndote para él.
Su otra mano se movió hacia abajo para envolver tu coño y el demonio tarareó de placer una vez que sus dedos se encontraron con tus pliegues empapados, y sin querer perder mucho tiempo; dos de sus dedos se sumergieron dentro de tu calor, comenzando a estirar tu interior de a poco, tu espalda se arqueó ante la sensación y un gemido necesitado salió de tus labios mientras él comenzaba a bombear dentro y fuera de ti, llenando el dormitorio con los sonidos de tu humedad mezclados con tus suaves gemidos.
Jungkook se rió entre dientes cuando se apartó, sus rosados labios estaban hinchados y se inclinó para volver a atacar los tuyos.— Mírate…— Murmuró estableciendo un ritmo deliciosamente lento dentro y fuera de tu coño.— ¿Te mojaste así con solo chuparme la polla, bebé?
Tu asentiste con la cabeza ante su pregunta.— Me gusta hacer que te sientas bien.
Y Jungkook no pudo evitar sonreír ante tus palabras tan dóciles.
— Que linda.— Se inclinó y te dió un húmedo y casto beso en los labios, el movimiento fue extrañamente suave en comparación con la forma en que se cernía sobre ti, con su presencia casi amenazante cuando se encontraba con tu mirada.— ¿Quieres tener mi polla de nuevo, bebé? Las niñas buenas merecen recompensas.
Casi no podías creer sus palabras, una mezcla de euforia y lujuria se apoderó de ti al escucharlo. Tenerlo dentro de ti era todo lo que deseabas, y no podías aceptar lo suficientemente rápido.
— Sí, por favor…— Te quejaste, casi ahogándote con tus propias palabras mientras él agregaba un tercer dedo; abriéndote y preparándote para él, tu abdomen se apretó ante la idea de su gran polla entrando y saliendo de ti, con la idea de su semen llenándote mientras seguía follándote a través de su orgasmo. Nunca habías necesitado tanto a alguien.— Por favor, úsame. Quiero tanto sentirte…
Y la expresión entretenida en su rostro no vaciló, depositó otro nuevo beso en tus labios y te quitó los dedos.— Siempre tan educada.— Murmuró por lo bajo empujando tu espalda contra el colchón y atrapando tus muñecas con su mano, entrelazándolas justo encima de tu cabeza.— Me encanta cuando me ruegas.
— Pero nunca me das lo que quiero…— Hablaste en medio de un puchero y con las mejillas ardiendo.
— Esta noche lo haré.— Jungkook se rió entre dientes ante tus palabras mientras su otra mano se movía hacia abajo para bombear su pene. Estaba tan duro como antes, pero por supuesto, no esperabas que su cuerpo inmortal funcionara igual que cualquier otro humano, y la vista te hizo agua la boca.— ¿Quieres que te folle, bebé? — Preguntó con su voz ronca y arqueó las cejas, viendo como tragabas saliva y asentías desesperadamente, sus manos eran tan grandes, pero incluso parecían pequeñas al envolver su miembro, su pulgar llegaba a acariciar la punta rosada; cubriéndose con su humedad y los restos de tu saliva por todo lo largo.— Quiero que lo digas.
— Lo necesito tanto…— Dijiste, encontrando su mirada divertida puesta sobre ti.— Necesito tu polla dentro de mí, por favor Jungkook…
Los ojos de Jungkook brillaron con hambre y deseo mientras se relamía los labios. Te estabas volviendo una personita tan sucia, pensó, y aún así, seguías siendo tímida como antes.
— ¿Lo necesitas? — Repitió tus palabras inclinándose más cerca de ti y buscando alinearse correctamente con tu goteante entrada, y cuando habló de nuevo; sus palabras fueron una nube de calor contra tus labios entreabiertos.— ¿Me necesitas follando tu pequeño coño como una buena puta?
Jadeaste ante sus palabras tan sucias; buscando a tientas algún tipo de agarre en tus muñecas.— Sí, por favor, Jungkook, yo…
Tu oración se atascó en tu garganta cuando lo sentiste presionando la punta caliente de su pene contra tu entrada; provocándote lo suficiente como para que tus ojos se cerraran y que tu cuerpo se tensara con expectativa.
Sin embargo, a Jungkook le gustaba bromear.
— Relájate, bebé…— Murmuró alejándose un poco hacia atrás para apoyar su pene contra tu coño, comenzando a rodar sus caderas; haciéndote jadear cuando rozó intencionalmente tu clítoris y todo tu cuerpo se concentró en lo pesado y grueso que se sentía presionando contra ti.— Estás tan tensa.
Gemías con cada lento y provocativo movimiento de sus caderas contra ti, los sucios sonidos de su polla arrastrándose entre tus húmedos pliegues llenaban tus oídos y te hacían suspirar de pura frustración.— Por favor, mételo…— Suplicaste patéticamente y con los ojos nublados por el deseo.— No puedo soportarlo más…
Jungkook se rió entre dientes.— ¿Estás segura, bebé?
Y tu asentiste con la cabeza, más que necesitada y ansiosa por tenerlo dentro de ti.— Sí, joder, eso es todo lo que quiero…
— Todo lo que mi linda humana quiera…— Jungkook habló antes de tomar su pene por la base y alinear su punta contra tu entrada una vez más. Los dedos de tus pies se curvaron cuando él comenzó a deslizarse, el ardor que sentiste de su miembro grande y grueso abriendo tu interior gradualmente envió oleadas de dolor y placer al mismo tiempo.
Cerraste los ojos y tu cabeza cayó hacia atrás contra la almohada ante la deliciosa sensación.— Oh, joder, Jungkook…
— Shhh... eso es, despacio, bebé.— Jungkook susurró deslizándose lánguidamente dentro de ti, tomándose su dulce tiempo, disfrutando de la sensación de tu coño apretándose de forma imponente a su alrededor mientras entraba en tu interior y amando como se apretaba más a medida que avanzaba.— Sé que puedes tomarlo.
Intentaste apartar las manos de su agarre de nuevo, pero era en vano, Jungkook te sostenía con demasiada fuerza y prácticamente estabas a su merced.— Es mucho, Jungkook…— Te quejaste debajo de él sintiendo que todo tu cuerpo estaba en llamas. Nunca antes te habías sentido algo así, nunca pensaste que estarías tan llena.— Es demasiado grande…
— ¿Lo es, bebé? — Preguntó mientras se inclinaba sobre ti para darte un pequeño beso en los labios, suave, tranquilo. Todas las cosas que no era.— ¿Quieres que pare?
— No, por favor, no te detengas…— No dudaste, nunca lo hiciste con él.
Jungkook sonrió diabólicamente ante tu rápida respuesta. Realmente te había entrenado bien, te había convertido en su pequeña y obediente muñequita. Joder, el escucharte así hizo que su polla palpitara, dándose cuenta de que acababa de enseñarte cómo darle una buena mamada porque eras tan inocente que ni siquiera sabías cómo hacerlo y ahora te retorcías debajo de él, tratando de darle sentido a la sensación de su gran polla llenándote. Era demasiado perfecto.
— Mi linda bebé necesita tanto mi polla, ¿no es así? — Murmuró con su voz ronca empujando dentro de ti con tanta fuerza que te quedaste sin aliento, deteniéndose justo después para poder escuchar tus gemidos quejumbrosos saliendo de tus bonitos labios.— Mírate. Fuiste hecha para ser follada por mí.
— Es tan grande…— Balbuceaste sin sentido antes soltar un patético gemido cuando Jungkook comenzó a dar profundas embestidas dentro y fuera de ti, lentamente al principio; comenzando a establecer un ritmo conforme avanzaba. No pensaste que alguna vez serías capaz de experimentar este sentimiento con nadie más.— Se siente tan bien…
— Te encanta, ¿no es así? — Habló y se inclinó sobre ti; presionando su frente contra la tuya, su mano todavía sostenía con fuerza tus muñecas comenzando a perderse en el delicioso placer que sus cuerpos creaban, tus senos rebotaban cada vez que empujaba su polla dentro de ti con fuerza, haciendo que la vista de todo fuera aún más placentero.— Mi linda mortal fue hecha para tomar mi polla.
— S-Sí, por favor, no pares…— Gemiste de pura felicidad mientras las lágrimas corrían por tu rostro con la fuerza de sus embestidas. Ni siquiera podías pensar con claridad, tu mente era un desastre, demasiado intoxicada con la sensación de su miembro golpeando tu coño. Todas esas noches frustrantes, todos esos sueños eróticos que tuviste con Jungkook, nada podría compararse, y realmente pensaste que estabas arruinada para siempre.— Es tan bueno…
A Jungkook le encantaba verte llorar mientras estabas tan llena de su polla, esas lágrimas etéreas corriendo por tu rostro mientras sus embestidas se volvían más fuertes y duras dentro de ti. También le encantaba cómo se volvían tus gemidos cuando llegabas a ese punto: tan agudos y rotos, con tu cerebro incapaz de formar una sola oración comprensible.
— Qué linda humana.— Elogió elevando su mano para acunar tu rostro y limpiar una lágrima de tu mejilla.— Eres tan bonita cuando lloras…
— Es... es tan grande.— Gimoteaste dócilmente una vez más, parecía como si eso fuera todo lo que pudieras decir, ese único pensamiento repitiéndose como un disco rayado dentro de tu aturdida mente.
Tus ojos estaban tan borrosos que casi te perdiste la sonrisita diabólica que apareció en sus labios.
— ¿No puedes soportarlo, bebé? — Jungkook bromeó moviendo sus caderas de una manera que hizo que tu coño se apretara a su alrededor haciéndote gemir su nombre y arquear tu espalda hacia él; ofreciéndole en bandeja de oro tus senos para que él los atacara con su caliente lengua, lamiendo tus pezones antes de regalarles una mordidita por igual, y otra lágrima se deslizó por tu rostro con un deleite sin fin.— ¿Me molestas durante semanas, suplicando que te llene con mi polla, y luego empiezas a llorar porque no puedes soportarlo? Deberías ser más consciente de lo que pides.
— N-No, no es eso…— Tragaste saliva sintiendo como las palabras se atascaban en tu garganta ante sus duras embestidas.— Y-yo p-puedo tomarlo, lo juro…
Jungkook tarareó y se echó hacia atrás para poder mirar el lío que estaba haciendo entre tus piernas. Gimió en aprobación cuando vió su gruesa polla hundirse con fuerza entre tus empapados pliegues, casi hasta el borde.— Lo estás tomando muy bien princesa… – Él te miró con sus ojos de obsidiana brillando con malicia.— Qué buena puta eres. Harás todo lo que te pido, ¿no?
Asentiste desesperada con la cabeza sin entender realmente lo que dijo. Sentías como si el mundo se cerrara a tu alrededor, asfixiándote. Jungkook era demasiado grande, demasiado grueso, la forma en que te estiraba no era más que deliciosa y placentera.
— ¿Todo? — Preguntó inclinándose más cerca y soltando tus muñecas, con su boca a centímetros de tu oreja. Su aliento era caliente y pesado, cubierto de hambre.— Si quisiera seguir follándote una y otra vez, hasta que esté satisfecho, ¿me dejarías?
— Sí...— Gemiste en aprobación, eso era todo lo que querías.
Jungkook curvó sus manos debajo de tus rodillas y tiró de tus piernas hacia arriba, más cerca de tu pecho. El nuevo ángulo fue un descubrimiento tan delicioso, un gemido particularmente fuerte explotó en tu garganta mientras seguía follándote con fuerza.
— ¿Incluso si te corres tanto que ni siquiera puedas hacerlo más? — Preguntó una vez más; sus embestidas se volvieron más duras, golpeando increíblemente profundo dentro de ti de una manera que te hacía gemir su nombre una y otra vez.— ¿Me dejarías usar tu coño y llenarte con mi semen hasta que estés goteando? ¿Hum? ¿Hasta que no puedas soportarlo más y aún así no me detendré?
— Joder, sí... — Tus ojos se cerraron revoloteando en puro placer, y con tus muslos temblando con cada nueva colisión de sus caderas contra las tuyas. Dejarías que Jungkook hiciera lo que quisiera contigo, estabas más allá del punto de cuestionar cualquier cosa.— Por favor, Jungkook, yo solo… oh, joder…
— Estás tan jodidamente apretada…— Jungkook maldijo en medio de un gruñido, sus manos enterrándose en la piel de tus caderas.— Qué buen coño, tan húmedo y apretado para mi polla.
— Jungkook estoy tan cerca…— Gemiste desesperada sintiendo como todo el placer que te estaba dando comenzaba a golpear tu cuerpo.— Por favor, no te detengas.
— No puedo parar, cariño.— Jungkook siseó echando su cabeza hacia atrás en un nuevo y gutural gruñido, su cabello era un desastre sudoroso sobre sus ojos, su pecho palpitaba con el placer que lo estaba invadiendo, podía sentir todo: tu euforia, tu lujuria, la desesperación que emanaba de tu alma. Todo era tan lascivo, tan manchado; podría perderse en él. Casi podía saborear la corrupción que impregnaba tu alma.— No cuando te sientes tan jodidamente bien…
Otro agudo gemido brotó de tus labios sonando peligrosamente cerca de su nombre, sintiendo cómo tu interior apretaba su polla un poco más, Jungkook gruñó y maldijo ante la sensación de tus paredes palpitando a su alrededor con tu orgasmo llamándolo a follarte más fuerte y rápido, amando esas hermosas lágrimas que manchaban tu rostro y viendo como empezabas a retroceder por la sensibilidad extra a través de los espasmos de tu clímax.
— J-Jungkook, es demasiado…— Te quejaste por lo bajo buscando apoyo en sus fuertes brazos.
— Me dijiste que me dejarías usar este coño, bebé.— Jungkook te recordó con su voz rota por un gemido entrecortado. Se notaba que estaba cerca, sus embestidas eran demasiado descuidadas y desesperadas.— Hasta que esté satisfecho.
— S-sí...— Jadeaste sabiendo que no habías cambiado de opinión.
— ¿Vas a dejar que te llene con mi semen? — Preguntó de nuevo, sonriendo ante el pequeño y débil "sí" que le diste.— No voy a parar después de que me corra, bebé. Voy a follarte hasta que no puedas hacerlo más.
Abriste la boca para decir algo, qué, exactamente, no tenías idea, pero pronto sentiste su semen caliente derramándose dentro de ti y tu mente se quedó completamente en blanco. No sabías si era por lo que era Jungkook, pero todo lo que hizo fue extremadamente fácil para excitarte, y su semen dentro de ti no fue la excepción. Un gemido salió de tu garganta antes de que pudieras detenerte y todo tu cuerpo se apoderó de un nivel de deseo que ni siquiera podías comprender.
Hubo un momento de confusión interna cuando el demonio se detuvo para recuperar aliento en el que realmente pensaste que había terminado, que Jungkook se iba a ir y te dejaría con ese deseo construyéndose dentro de ti. Pero el aura animal que lo rodeaba no te dejaría descansar.
Después de unos cuantos segundos Jungkook encontró tus ojos a través de la cortina de su cabello oscuro, el brillo de malicia que viste en ellos te emocionó el doble antes de escucharlo hablar en medio de un gruñido.
— Más.
Y esa fue toda la advertencia que te dió, cuando menos te diste cuenta, Jungkook te dió la vuelta como si fueras una muñeca de trapo y presionó tu cara y tu cuerpo contra el colchón. Gimoteaste al sentir un duro azote golpear contra una de las mejillas de su trasero antes de que tomara con fuerza tus caderas, tirando de tu cuerpo hacia arriba hasta que tus rodillas te sostuvieron sobre la cama y apenas tuviste tiempo para reaccionar antes de que su polla se hundiera dentro de ti una vez más.
— Oh, Dios…— Jadeaste con fuerza y tus manos apretaron las sábanas mientras Jungkook continuaba golpeando dentro de ti, haciendo que la mezcla de su semen y tu humedad goteara por tus piernas. Su resistencia era una locura, como esperabas que fuera, pero la dureza de su polla te estaba haciendo perder la cabeza.— Joder, Jungkook…
— Tienes un coño tan perfecto, no puedo tener suficiente de ti…— Jungkook gruñó antes de tirar con fuerza de tu cabello mientras continuaba perforando dentro de tu coño, haciendo que tu cuerpo temblara con cada duro impacto. Tus ojos se cerraron ante la deliciosa sensación y tus paredes se apretaron alrededor de él mientras te llenaba hasta el borde.— Estás jodidamente goteando sobre mi polla. Qué puta tan sucia.
El placer dentro de ti era innegable, aumentando tan rápido que apenas y podías seguirlo. Acababas de alcanzar tu punto máximo y ya sentías que estabas a punto de hacerlo todo de nuevo.— J-Jungkook, yo…— Las palabras luchaban por salir de tu lengua con tu mente empañada por el erotismo de sus acciones.— Se siente tan bien, joder, no te detengas…
Hubo un ligero escozor en tu cuero cabelludo cuando apretó el agarre en tu cabello, haciéndote inclinar tu cabeza hacia atrás y que tu trasero se presionara contra su pelvis.— ¿Vas a correrte de nuevo, bebé? — Jungkook preguntó sin aliento antes de sonreír cuando asentiste con la cabeza, con tus ojitos llorosos mirándolo por encima de tu hombro.— Eres una pequeña mortal tan hambrienta. Acabas de llegar y estás a punto de correrte en mi polla de nuevo, ¿eh?
Gemiste una vez más igual de fuerte mientras lo sentías tirar de tu cabello, haciendo que tu espalda se arqueara y tu coño se apretara a su alrededor.— Sí, joder…— Admitiste en medio de un jadeo, la habitación estaba tan caliente que apenas y podías respirar, sentías como si todo el lugar estuviera dando vueltas a tu alrededor. Estabas tan, tan cerca de tu orgasmo que casi podías tocarlo.— Voy a correrme de nuevo…
Jungkook se humedeció los labios, bajando su atención al movimiento de su polla dentro y fuera de ti y gimió al ver tus pliegues envolviéndose alrededor de su grosor, tragándolo ansiosamente mientras tu humedad goteaba por tus muslos, ensuciándolo por completo. Era la cosa más hermosa que había presenciado en su vida, quería tener eso para siempre.— Sabía que serías tan perfecta después de que te preparé para esto, sabía que te encantaría ser una puta para mí.
No podías decir que te sorprendió su confesión; no eras tonta, sabías que había una sola cosa que un demonio quisiera contigo y, después de los sueños sexuales, no fue difícil sumarlo todo. Y, sin embargo, aceptaste sus avances en cada paso del camino, permitiste que te hiciera pedazos y te enseñara cómo ser tan sucia para él. Y tenía razón: te había encantado cada segundo.
— Voy a correrme.— Le advertiste, cerrando los ojos mientras todo el placer se arrastraba por toda tu piel justo hasta tu centro.— Joder, tu polla es tan grande, voy a…
Tu orgasmo te fue arrebatado cuando Jungkook se apartó abruptamente de tu coño. Lloriqueaste por lo bajo y sollozaste ante la pérdida de su pene dentro de ti, los sonidos lascivos se convirtieron en un jadeo de sorpresa y sin aliento cuando te separó de él.
Jungkook fácilmente te dio la vuelta y tiró de tus piernas hacia arriba, presionándolas contra tu pecho cuando se inclinó.— Quiero ver tu bonita cara cuando te llene con mi semen.
Y eso fue todo lo que dijo antes de irrumpir dentro nuevamente en una deliciosa penetración, todo tu cuerpo se estremeció ante la sensación y ante el repentino estiramiento que te empujó al borde del placer y te hizo correrte alrededor de su polla por segunda vez esa noche.
— Que humana tan dulce…— Jungkook gimió demasiado perdido en su propio placer, tus paredes se habían vuelto increíblemente apretadas a su alrededor, latiendo con cada bombeo de su longitud dentro de ti.— Me encanta arruinarte. Eres tan perfecta para mí. Hecha para esto…— Sus frases eran sólo algunos pensamientos conectados por fuertes gemidos, sus cejas bajaban a medida que se acercaba su propio orgasmo.— Me encanta verte así, te ves tan linda, toda llena de mi polla.
Jungkook murmuró con su voz aireada antes de derramarse de nuevo dentro de ti con un fuerte y entrecortado gemido y unas pocas palabras de elogio que salieron de sus labios: de lo bien, lo húmeda y lo apretada que estabas para él. Al igual que la primera vez, la sensación de que él te llenaba era embriagadora y te hacía perder la cabeza una vez más.
Intentaste quejarte un poco pero tus palabras fueron silenciadas con el choque de sus labios contra los tuyos, un gemido gutural lo dejó mientras derramaba las últimas gotas, su polla palpitó un par de veces más mientras seguía bombeándose a sí mismo través de su orgasmo; asegurándose de que cada gota de su semen estuviera profundamente dentro de ti.
Se notaba que estaba lejos de estar satisfecho cuando te besó con fervor, tarareando ante el sabor de tu lengua mientras sus manos sostenían con fuerza tus caderas impidiendo moverte. El pene de Jungkook todavía estaba duro dentro de ti, enterrado profundamente, incluso si había detenido sus movimientos, y te encantaba lo lleno que te hacía sentir, y sabías que estabas más allá del punto de la salvación.
Jungkook suspiró profundamente contra tus labios y se inclinó hacia atrás, sus ojos se encontraron con la unión de sus cuerpos mientras se alejaba, viendo como su semen se derramaba fuera de ti lentamente, haciendo un desastre sobre las sábanas y marcándote como suya, completamente suya.
— Perfecta…— Murmuró y debió haber sido la centésima vez que dijo eso en la noche, pero no podía tener suficiente de ti.— Hecha para mí.
Hubo un peso en tu pecho cuando lo miraste, observando la forma tan hermosa en la que su piel brillaba bajo la luz de la luna. Quizás fue la culpa, pensaste, o la comprensión de que acababas de manchar tu alma en nombre de la lujuria. Sin embargo, ya no te importaba.
Respiró pesadamente cuando se acostó a tu lado sobre la cama, y te giraste de lado para poder mirarlo; Jungkook era tan guapo, tan perfecto; y la mirada que te dio fue nada menos que pecaminosa.
— ¿Estuve bien? — Preguntaste por lo bajo con tu voz temblorosa debido a tu estado nebuloso y cansado antes de formar una pequeña sonrisita.
El demonio asintió, encontrando esa pregunta bastante adorable.— Sí, cariño. Aprendes rápido.
Tu sonrisa satisfecha se ensanchó en tu rostro y te acercaste a él, colocando tu cabeza contra su pecho, donde no podías escuchar ningún latido. Ese momento fue lo suficientemente extraño como lo fue, pero no estabas pensando con claridad; además, abrazar a un demonio no podía ser peor que todo lo que había sucedido antes.
Si Jungkook pensó que eso era extraño, no lo mencionó. Simplemente apartó unos mechones de cabello de tu frente, mirándote.— ¿Cansada, querida? — Preguntó.
— Sí…— Respondiste por lo bajo y parpadeaste pesadamente.
El tarareó colocando su palma contra tu mejilla.— Puedes descansar un poco.— Habló casi con suavidad al principio antes de que su voz volviera al tono profundo y áspero de antes.— Pero aún no he terminado contigo.
Después de todo, le permitiste usarte hasta que estuviera satisfecho. Y Jungkook estaba lejos de estarlo. No era que estuvieras quejando después de todo.
Y antes de que el sueño y el cansancio hiciera efecto por completo en tu cuerpo, escuchaste a Jungkook murmurar por lo bajo contra tu oído:
— Espera a que ellos te conozcan, cariño.

N/A: Por finn después de mucho tiempo y de que me lo pidieran demasiado por fin está disponible de nuevo 'Devilish' como especial de halloween 🎃
Espero por fin poder publicar la segunda parte de este oneshot, que realmente es una serie👀
So espero que lo disfruten igual o más que la primera vez🌚 gracias por todo su apoyo ♡
taglist: @guvgguk @lessuwu @cometaart @AnnieKCV @darysnowflwr @nunubly @choco-linny @aavacaf @wtffktt7 @minmin-cat @18fernanda @ariggukie @Katherine Murillo @lizxz @onixbae02 @piligt @youtis @tessacereza
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⤷ ❝voyeur❞ — jjk (s.m)
➤ Pareja: jungkook!voyeur x lectora!fem
➤ Recuento de palabras: 9.2k
➤ Género: voyerismo! smut y obscenidad!
➤ Resumen: La culpa de ser un mirón pervertido consumía a Jungkook cada día, no sabía admitir si eran sus propias tendencias voyeristas las que lo empujaban a mirar a escondidas a su vecina por su ventana, o si realmente ella estaba bromeando con él, de todas formas, todo era parte de tu elaborado plan para hacerlo enloquecer y jugar un poco con tu adorable vecino.
➤ Advertencias: 20+| lenguaje maduro y explícito | Jungkook es un mirón | masturbación | charla sucia | sexting | exhibicionismo | halagosy bromas durante el sexo | sexo oral (r. Jungkook) | juego y estimulación del clítoris | juguetes sexuales | mucha sobreestimulación | lágrimas | nalgadas | jalar del cabello | sexo duro | sexo sin protección | Jungkook tiene un gran pene!
➤ Si no eres mayor de 18 años, POR FAVOR, no leas. Si lo haces es bajo tu propia responsabilidad, ten en cuenta las advertencias.

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Jungkook sabía que estaba mal, Dios, él sabía que estaba mal, pero aquí estaba una vez más.
Actuando como si no tuviera la intención de dejar las persianas entreabiertas; inclinadas en el ángulo correcto que le permitía seguir viendo la vista que le otorgaba su propia ventana a solo unos cuantos metros de distancia.
Era divertido ahora, cuando compró la casa en la ciudad por primera vez, Jungkook odió lo cerca que estaban sus vecinos de él, y ahora aquí estaba, siendo un pervertido absoluto que estaba agradecido por la estrecha distancia entre sus edificios.
El autoproclamado pervertido con tendencias voyeristas, como se hacía llamar, simplemente se sentaba en su escritorio, revisando sin pensar demasiado en los correos electrónicos de su trabajo mientras sus ojos continúan mirando hacia arriba una y otra vez; observando a través de las ventanas de su habitación en busca de cualquier señal de movimiento al otro lado.
Podía sentir su pecho agitarse mientras esperaba, mirando el reloj en la esquina de su pantalla y viendo que a cada minuto la hora se acercaba más a las nueve de la noche y T/n, su vecina, aún no llegaba a casa.
Tal vez ella tenía planes para esta noche, salir con sus amigos, tal vez tenía una cita con algún chico, o simplemente salió a caminar, pero la mente demasiado preocupada para poder complacer un poco las sucias fantasías en la mente Jungkook lo tenían dándole vueltas a su cabeza. Le costaba admitirlo, pero se había convertido en su actividad diaria favorita echarle un vistazo a escondidas a su vecina, a veces viéndola hacer cosas simples como relajarse con una máscara facial o tener una fiesta de baile.
Por supuesto, todos esos momentos eran adorables, pero sus momentos favoritos eran aquellos en los que la miraba caminar por toda su casa en topless o cuando se cubría el cuerpo en loción después de una ducha, apenas logrando ver el destello de su piel brillando hermosamente y solo tentándolo a querer tocarla.
Incluso Jungkook podía asegurar que su vecina estaba llevando las burlas más allá de lo que él podía manejar; viéndola abrir las persianas de su habitación casi por completo y solo dejando que la cortina transparente se interpusiera entre él y su silueta sombreada, atrapándola en el acto de lo que solo su mente estimulada podía suponer que era ella mastubandose, y casi podía jurar que la vez que dejó una ventana abierta; pudo escucharla gimiendo tan hermosamente a sus oídos.
Y como era de esperarse, aquella vez tuvo una noche bastante acalorada con su mano, sus dominantes fantasías y la soledad de su habitación, dando fugaces vistazos hacia la ventana frente a él mientras frotaba su miembro duro a lo alto una y otra vez; alimentando su propia excitación y deseando que fuera T/n la que estuviera frente a él ayudándolo a calmar un poco el calor en su cuerpo que ella misma había instigado, y a decir verdad, ni él mismo entendía la fijación tan intensa que tenía por su vecina, solo sabía que la deseaba, demasiado, y sabía que se volvería loco en cualquier momento si no podía tenerla.
De cierta forma, Jungkook solía pensar que todo lo que pasaba era puramente accidental, solo una vecina descuidada que no tenía idea de que su habitación tenía la vista perfecta a la suya, pero Jungkook podía jurar que T/n había hecho contacto visual con él demasiadas veces como para que esto no fuera intencional.
Y antes de que su mente pudiera girar más en espiral, el repentino parpadeo de luz alumbrando el departamento frente a él lo hizo fijar sus ojos como un imán en su objetivo; viendo a T/n entrar a su habitación con una toalla pequeña sobre el hombro, un sostén deportivo y unos diminutos pantalones cortos para hacer ejercicio, mostrándole en primera fila como su piel y cuerpo brillaban en sudor.
Empujándose lejos de su escritorio, la silla rodó rápidamente a lo largo del piso para poder tener una mejor vista, completamente interesado en ver la forma en que su vecina intentaba relajarse y sentirse cómoda después de su viaje al gimnasio.
Llámenlo espeluznante o atento, pero Jungkook había aprendido horario de cada día de T/n;y de alguna forma sabía que ella disfrutaba dándole espectáculos, por lo que no fue difícil darse cuenta de la rutina habitual que tenía. Sin embargo, ésta era la primera vez que la veía regresar del gimnasio tan tarde.
Jungkook gimió de frustración al darse cuenta de eso, la palma de su mano frotó su rostro mientras podía escuchar sus propios pensamientos, casi comportándose como un hombre que tiene un cuaderno donde anota cada uno de sus horarios.
No lo tenía, pero aun así, se sentía como un pervertido. Un jodido pervertido.
Con los ojos bien cerrados, movió la silla de regreso al lugar que le correspondía como un niño avergonzado por sus pensamientos, inclinando su cuerpo hacia su computadora para evitar que sus ojos errantes miraran a través de la ventana una vez más, sintiendo como la vergüenza lo carcomía una vez más como lo hacía cada vez que caía en cuenta de su estado.
¿Realmente su vecina hacía esto a propósito?
Por supuesto que sí, T/n no era tonta.
Desde el momento en que Jungkook se mudó a su vecindario rápidamente se convirtió en la comidilla de la cuadra; las amas de casa suburbanas, las jóvenes adolescentes, incluso su vecino, el anciano del #13 comenzaron a preguntarse quién era el chico lindo que salía a correr por las mañanas.
Él gritaba atractivo sexual por todos lados, sin siquiera darse cuenta de lo desmayados que tenía a todos con su entrenamiento matutino, y no fue extraño que Jungkook pensara que todos lo saludaban y le sonreían por pura amabilidad, y aunque no tuviera idea de lo sexy que se veía, T/n había sido bendecida con el don de la buena vista y el sentido común. Sólo le tomó una mirada de él saliendo de su casa, con el cabello largo parcialmente atado hacia atrás y pantalones cortos para correr abrazando sus gruesos muslos que fácilmente T/n quedó encantada con él.
Y cuando se dió cuenta de que era su vecino de al lado, fue como si una bombilla se encendiera sobre su cabeza, ese simple hecho era una bendición disfrazada y T/n no iba a dejar pasar la oportunidad de que esto fuera a su favor. Darle un asiento de primera fila para ella y todo lo que tenía que ofrecer eran las cartas que escogió para jugar, y hasta ahora todo había ido de maravilla.
Eso fue hasta que salió de la ducha, podía sentir la emoción recorrer todo su cuerpo mientras se preguntaba cómo iba a burlarse de él esta noche. Con la toalla colgando holgadamente alrededor de su pecho T/n estaba lista para el pequeño espectáculo, pero cuando se colocó en su posición habitual, rápidamente notó que las persianas del departamento de Jungkook estaban bien cerradas, sin espacio entre ellas para permitirle verlo ni que pudiera verla.
Esta era una cadena de eventos repentina e inesperada, con un pequeño resoplido de decepción se sentó en el borde de su cama, directamente frente a la ventana mientras pensaba que sus planes descarados para esta noche se habían arruinado por completo.
Y prácticamente se pasó toda la noche preguntándose qué podría haber hecho que Jungkook no quisiera ver un poco de acción de su parte, así que cuando lo vió llegar a su casa de su rutina matutina justo cuando estaba punto de irse a su trabajo por la mañana, no lo pensó ni siquiera dos veces antes de hablarle.
Tuvo que reprimir soltar una risita al verlo estremecerse cuando lo saludó de buenos días, y no pudo encantarse más con la forma en que se puso nervioso al estar tan cerca de él.
— Ah, buenos días…— Jungkook respondió sonriendo cortésmente, al mismo tiempo que sacaba su AirPod para detener la música por completo y brindarle toda su atención sintiendo las palmas de sus manos sudar de repente, solo había hablado con ella una sola vez y no sabía a dónde iría esta conversación, ¿Acaso estaba a punto de llamarlo un pervertido repugnante?
— ¿Tuviste una noche tranquila? — T/n preguntó al instante formando una suave e inocente sonrisa que no revelaba sus verdaderas intenciones, pero Jungkook lo supo de inmediato, y la forma en que sus ojos se abrieron ligeramente ante sus palabras lo hicieron todo mucho más obvio.
— Sí…— Balbuceó a medias limpiándose las manos sudorosas en sus pantalones cortos negros, odiando la forma en que su corazón se aceleró al escucharla, ella lo sabía, y su culpable consciencia le hizo creer que lo que su vecina había hecho fue intencional para que él no se sintiera como el mirón que claramente era, pero escucharla admitir que sabía que no la había observado anoche lo hizo sentir como si le hubieran echado un balde de agua fría encima.— No he estado durmiendo muy bien últimamente, así que...
Y T/n simplemente asintió con la cabeza mientras él se desvanecía en una mentira, sus labios se abrieron en una sonrisita mientras lo miraba detenidamente, enfocándose en la apretada camisa que estaba usando y en la forma en que exponía por completo su brazo musculoso y cubierto de arte en forma de tatuajes, y cuando su vista bajó un poco más no pudo evitar imaginarse a ella misma brincando sobre su polla y sobre esos gruesos muslos una y otra vez, gimiendo de pura felicidad, tuvo que suspirar levemente ante esa fantasía dándose cuenta de que su vecino realmente estaba ciego a su buena apariencia.
— Lamento no haberte dado una buena bienvenida cuando te mudaste, ¿puedes darme tu número? — T/n habló al mismo tiempo que sacaba su teléfono de su bolso sabiendo muy bien que Jungkook no diría que no, pero aún así agregó una mentirita inocente para que su coqueteo fuera un poco más sutil.— Los vecinos tienen un chat grupal, te agregaré para que puedas obtener todos los chismes del vecindario.
Si Jungkook sabía que estaba mintiendo, no lo demostró, en cambio su semblante cayó a uno decepcionado de que T/n quisiera su número para agregarlo a un chat grupal del vecindario. Pero independientemente de eso se apresuró a recitar su número con una sonrisa y al momento su teléfono vibró en su palma con un mensaje de texto de ella; un amistoso "hola vecino" con un emoji saludando al final.
— Te enviaré un mensaje de texto si alguna vez necesito azúcar… u otras cosas de vecinos.— T/n agregó por lo bajo llamando su atención una vez más.
La provocación sugerente en su tono no se le escapó a Jungkook, sintiendo sus mejillas sonrojarse ante las implicaciones detrás de sus palabras, así que asintió con su cabeza mientras mordisqueaba levemente el piercing en su labio inferior antes de responder.
— Sí, lo que necesites.

Era cierto que Jungkook estaba aún más que decepcionado cuando el hilo de su mensaje se agotó por completo, y T/n ni siquiera lo había agregado al chat del grupo de chismes por el que tenía curiosidad. Ni siquiera le había dado un espectáculo desde la noche en que cerró las persianas, pero todo era parte del plan de T/n diseñado por expertos para ir a su favor.
Porque mientras estaba en su trabajo, recibió el correo electrónico que pondría todo en marcha, una notificación de que su paquete estaba listo para ser entregado. Un juguetito color rosa bebé muy lindo se colocaría en el escalón de su puerta en un paquete discreto y, si las cosas salían como T/n esperaba, haría su debut esta noche, con suerte con una audiencia de uno.
Jungkook se alejó de la pantalla de su computadora cuando su teléfono vibró sobre su escritorio, el nombre se iluminó en la pantalla de inicio e hizo una pausa por un momento, preguntándose si esto era simplemente un mensaje de texto de que había sido agregado a ese maldito chat grupal que no tenía idea de que en realidad no existía, pero cuando lo desbloqueó y abrió el chat, vio que solo era su vecina.
T/n: Hola Jungkook, lamento hacer esto, pero hoy me entregarán un paquete súper importante, ¿podrías mantenerlo seguro hasta que llegue a casa más tarde esta noche? 🥺🖤
Quería que cuidara un paquete, solo cosas de vecinos, exactamente por lo que le había dicho por la mañana.
Jungkook: Claro, ¿Qué es?
Y de inmediato se sintió estúpido después de presionar enviar, sus manos se cerraron en puños mientras miraba la pantalla, ¿Por qué demonios iba a preguntar qué era el paquete? Ser un mirón claramente no era suficiente, no, él tenía que saber acerca de sus compras en línea.
T/n: Solo algo para los músculos adoloridos 😅
Al igual que lo haría un típico adolescente cachondo, su mente vagó por lo que podría haber exactamente en la caja, y rápidamente le envió un mensaje de texto con un "¡bien! 👍🏻" antes de bloquear su teléfono por completo. Estaba seguro de que iba a perder la cabeza.
Todo según el plan.

Jungkook guardó ese paquete con su vida, colocándolo delicadamente en el mostrador de su cocina desde el momento en que vió que el cartero lo dejaba en la puerta de su vecina, y había estado pegado a su sofá desde entonces, mirando regularmente por encima de su hombro para asegurarse de que la caja marrón no fuera a desaparecer espontáneamente.
Y justo cuando estaba punto de mandar todo al carajo e intentar abrir la caja, unos suaves golpes en la puerta principal lo hicieron saltar de su sofá, deteniéndose a unos metros de la puerta mientras miraba la perilla antes de volver a mirar el paquete. ¿Debería saludar a su vecina con él en sus manos, o parecería que estaba tratando de alejarla rápidamente?
Cuando T/n tocó por segunda vez, Jungkook optó por abrir la puerta de una vez, viéndola allí de pie con esa sonrisa amistosa, vestida con una pequeña falda y top a juego, mostrándole que acababa de salir del trabajo, sus ojos rápidamente se posaron en sus piernas expuestas por un momento demasiado largo hasta que su voz lo sacó de eso.
— Hola, Jungkook…— T/n lo saludó con esa dulce voz de miel, y el pequeño brillo en sus ojos casi la traicionó pero él no lo notó.— ¿Recibiste mi paquete?
— Hola, sí lo hice.— Jungkook respondió encontrando su voz y dejando la puerta entreabierta, adentrándose más en su casa, recuperando rápidamente la caja y regresando con ella hacia su vecina que todavía lo esperaba pacientemente con esa sonrisa, como si no supiera lo que estaba empaquetado dentro de esa caja.
— ¡Eres un ángel! — T/n habló sosteniendo el paquete cerca de su pecho con un pequeño suspiro.— No sé qué habría hecho si me lo robaban…
Jungkook pudo sentir que su rostro se calentó de inmediato ante eso, incapaz de evitar que su boca funcionara en piloto automático, y sin querer mostrarse como un vecino extremadamente observador.
— Debes estar muy adolorida por ir al gimnasio todo el tiempo, ¿eh? — Preguntó y el silencio que vino después de su pregunta casi lo hizo querer golpearse la cara, casi pudo jurar que la mirada de T/n parpadeando con la misma picardía de antes se posó sobre él, haciéndolo tragar en seco.
— Definitivamente…— T/n respondió con una risa antes de regresar a su postura y despedirse de él.— Gracias de nuevo, ¡Que tengas una buena noche!
Y así como así, su vecina ya se había ido de su departamento, dejando a Jungkook con la frente presionada contra la puerta de la entrada mientras se sentía como todo un idiota. "¿De verdad, debes estar adolorida?" Se burló de su propia voz poniendo los ojos en blanco antes de enderezarse y retirarse a su habitación para terminar el trabajo que había descuidado por proteger el dichoso paquete.
El mismo paquete al que T/n se estaba aferrando mientras subía las escaleras de su casa con un par de tijeras en la mano opuesta, y no pudo evitar no sentirse como una mujer loca cuando las clavó en la cinta transparente para romper el sello, quitando las solapas antes de soltar una risita maliciosa cuando vio la elegante caja blanca con una foto del dispositivo impresa en el frente.
Se apresuró a sacar el preciado juguete, tirando descuidadamente las cajas vacías a un lado y escuchándolas aterrizar con un ligero ruido sordo al piso. La sensación de la silicona suave contra sus dedos la llenó de anticipación duplicada, y el clic silencioso contra el primer botón apagó la emoción en su cuerpo cuando se negó a encenderse.
— Malditos estúpidos cargadores.— T/n gruñó dejando el dispositivo de lado e inclinándose para buscar entre todas las cajas descartadas en el piso hasta dar con el diminuto cable blanco para enchufarlo.
El folleto que venía junto al juguete indicaba que la carga estaría completa en una hora, eso era mucho tiempo para que pudiera controlarse un poco, todo lo que necesitaba era abrir las persianas y encontrarse cara a cara con su vecino caliente y comenzar con la acción, pero ya se había divertido demasiado viéndolo todo nervioso, realmente no necesitaba asustarlo antes del evento principal.

Y claramente Jungkook no la estaba pasando nada bien mientras se deslizaba sin pensar a través de los datos interminables de su computadora frente a él, sus ojos flotaban a través de los números de una manera aturdida y su mente estaba demasiado ocupada pensando en ese estúpido paquete. Sabía exactamente lo que era, orgullosamente descifró el código de algo que era supuestamente algo para los músculos adoloridos para terminar deletreando vibrador en letras gigantes de color neón.
¿Lo estabas usando ahora, en tu dormitorio a un metro de distancia del suyo, sobre tu cama directamente en su línea de visión? Su mente continuaba representando todos esos escenarios lascivos uno tras otro y solo lo hacían desear estar contigo para comprobar si sus sospechas eran ciertas. Pero sabía que era algo imposible, algo que nunca pasaría, y eso era lo peor de todo para él.
Para cuando T/n terminó de darse una ducha y mientras aplicaba su loción corporal favorita notó como los botones del juguete rosa sobre su cama parpadeaban indicando la carga completa y sonrió sabiendo que su plan estaba de nuevo en marcha. Abrió lentamente las persianas de la ventana, formando un puchero al darse cuenta de que las de Jungkook estaban cerradas, miró hacia el cielo viendo cómo se oscurecía lentamente; formando nubes sobre su cabeza y una sonrisita se dibujó en sus labios mientras pensaba la forma perfecta para hacer que su vecino abriera las persianas para el espectáculo.
El teléfono de Jungkook vibró con un mensaje de texto unos segundos después, y sus ojos se abrieron un poco cuando se dió cuenta de que era de T/n.
T/n: Jaja, ¿Te parece que va a llover?
Su cabeza se inclinó hacia un lado con confusión ante su pregunta, sin embargo, se levantó de su escritorio, subiendo completamente las persianas para mirar al cielo y dándose cuenta de las nubes grises, miró su teléfono de nuevo para comenzar a escribir cuando el pequeño destello de movimiento desde el otro lado lo hizo congelarse en su lugar; viendo directamente a través de la ventana de T/n una vez más, ahí estaba; sentada en su cama y mirándolo con una sonrisa felina en todo su rostro.
Jungkook casi juro que se quedó sin aire cuando observó con atención su posición, con una pierna cruzada sobre la otra y descansando sobre sus palmas, con la cabeza inclinada hacia un lado mientras T/n lo saludaba con la mano, teniéndolo justo donde ella quería.
Su mano se elevó para devolverle el saludo, pero la voz en su cabeza estaba gritando todas las obscenidades que se le ocurrían y que quería hacerle a su vecina en ese preciso momento mientras intentaba sonreír a medias, y la mueca en su rostro casi le hizo difícil a T/n no reírse al verlo.
Empezó despacio, queriendo darle el tiempo suficiente para cerrar las persianas si realmente no quería participar en esto, su mano se levantó para comenzar a quitarse la bata de su hombro solo un poco más, apenas dejando expuesta una pequeña porción de su piel a los ojos de Jungkook, quien quería gritar al verla mientras su cabeza caía hacia adelante golpeando contra el vidrio de su ventana levemente viendo la forma en que su piel brillaba, sabiendo muy bien que se había aplicado aquella loción que siempre le encantaba ver.
Y cuando Jungkook no se movió de su posición, T/n dejó caer la otra manga de su bata, la hinchazón de sus senos sostuvo el suave material contra su piel, protegiéndolos de su vista por otro momento más, sus ojos no dejaban de ver el rostro de Jungkook, sabiendo que necesitaba ver la reacción de su vecino cuando se sentó derecha sobre la cama; haciendo que los extremos de su bata se deslizaran por su pecho y se acumularan en sus caderas, dejando sus senos completamente expuestos para que él los pudiera ver.
Y por supuesto la reacción de Jungkook valió la pena, abriendo sus labios levemente al ver la forma en que sus rosados pezones se endurecieron en el aire expuesto, su frente casi chocó contra la ventana una vez más cuando vió a T/n elevar una de sus manos para delinear el contorno de uno de sus pezones suavemente; acariciando su piel con calma y haciendo rodar su pezón entre sus dedos antes de darle un pequeño y juguetón pellizco, y Jungkook pudo sentir como su pene se agitó dentro de sus pantalones viendo a T/n dejar caer su cabeza hacia atrás y abrir sus labios para dejar escapar lo que él sabía era el gemido más bonito antes de volver a mirarlo fijamente y morderse el labio inferior.
Jungkook no sabía que hacer mientras seguía observándola, viendo hipnotizado la forma en que las curvas de su cuerpo resaltaban gracias a la bata color negro que todavía enganchada alrededor de sus codos, y fue ahi cuando la vio inclinarse hacia un lado de la cama para tomar el juguete color rosa que había comprado hoy, la tapa metálica brilló con la poca luz de su habitación y lo hizo tragar duro mientras la veía exhibirlo a él.
Por un momento, su atención se movió de la figura casi perfecta y mirada maliciosa de su vecina para aterrizar en su teléfono, viéndola escribir rápidamente un mensaje antes de dejarlo a un lado una vez más. Y al instante su teléfono cobró vida en su mano, casi asustándolo con las vibraciones.
T/n: Tócate, por favor.
Y Jungkook pudo jurar que soltó un gemido ahogado ante eso, sintiendo como todo el calor de su cuerpo se acumulaba en su creciente erección, apenas pudiendo escribir un rápido “bien” y enviarlo, un mensaje que T/n obviamente ignoró por completo mientras encendía el juguete. Un destello de emoción brilló en sus ojos sintiendo como el dispositivo vibraba en su mano, y sonrió divertida viendo a Jungkook mover sus dedos ansiosos hacia la hebilla de su pantalón, desabrochando el botón casi con torpeza justo cuando la vió comenzar a arrastrar la cabeza vibrante del juguete por su pecho, pasándolo sobre sus pezones levemente y haciéndola jadear por la sensación de cosquillas contra su piel.
La vista de T/n regresó a la ventana, notando la mirada de Jungkook clavada en ella, la silueta de su cuerpo estaba iluminada por la luz de su habitación, lo que le permitió ver sus manos bajar apresuradamente su pantalón llevándose su bóxer al mismo tiempo, viendo su como su erección salía disparada a lo alto, y le fue imposible no morder su labio inferior al verlo elevar su palma para escupir desordenadamente sobre sus dedos antes de volver a bajar y apretar la base de su pene para empezar a masajearlo lentamente de arriba a abajo notando como el pecho de Jungkook se agitaba con un resoplido cuando trasladó los movimientos de su mano hacia arriba y hacia la punta rosada e hinchada de su pene, cubriendo su palma con las gotas sueltas de líquido preseminal que goteaban por todo lo largo de su pene.
Eso solidificó aún más que Jungkook era un pervertido, al menos en su propia mente, quién más estaría tan ansioso por masturbarse a la vista de su vecina tan fácilmente. Pero sin embargo, T/n no lo veía así, más aún sabiendo que cada una de sus acciones tenían un propósito, Jungkook no era un pervertido por ser un chico predecible, solo estaba haciendo exactamente lo que ella quería que hiciera.
A medida que la punta del juguete bajaba por su pecho, T/n se tomó su tiempo sólo para verlo perder la cabeza un poco más; moviendo el juguete sobre su vientre hasta llegar a sus caderas, deslizándose hacia abajo al mismo tiempo que comenzaba a separar sus piernas tan lentamente que Jungkook no pudo apartar la mirada de ella, y cuando finalmente se reveló ante él, los pliegues húmedos de su entrada brillaron con su excitación ante sus ojos, cubriendo la parte interna de sus muslos y permitiendo que el juguete se deslizara con facilidad.
Jungkook gimió en voz alta viéndola pasar el juguete zumbante sobre su clítoris de a poco, casi en un toque similar a una pluma que fácilmente la hicieron temblar y gemir sobre la cama, su mano se apretó firmemente alrededor de su pene mientras su pelvis se movía hacia adelante a la par de sus movimientos, bombeandose a sí mismo y buscando desesperadamente un poco más de fricción, y ahí se dió cuenta de que T/n era el pecado personificado frente a él; dándole un espectáculo mientras jugaba con ella misma, separando sus labios en un gemido cuando finalmente presionó el juguete contra su clítoris firmemente; haciéndola jadear y retorcerse sobre la cama antes de que soltar una risita entrecortada por la sensación mientras volvía a mirarlo los ojos con timidez.
Joder, Jungkook sólo quería poder escucharla gimiendo de puro placer, solo podía pensar en lo que haría para poder tocar su piel, ser él quien sostuviera ese juguete contra su coño hasta que se retorciera de puro placer.
Y T/n podía verlo en sus ojos, ese deseo carnal nublando su visión mientras la miraba, con su mano aún bombeando su dura longitud cada vez más fuerte y su rostro arrugándose en muecas de placer, y cuando alejó el juguete de su entrada las cejas de Jungkook se fruncieron en desconcierto, liberando su pene de su agarre para colocar su palma pegajosa contra la ventana, preguntándose qué estaba planeando ahora mientras la veía alcanzar su teléfono una vez más.
A T/n sólo le tomó unos segundos escribir el mensaje y presionar enviar, volviendo a mirarlo con la misma mirada depredadora que había estado usando toda la noche, y cuando lo vió desbloquear su teléfono, se puso de pie, dejando que la bata se deslizara por completo de su cuerpo, cayendo alrededor de sus pies mientras se acercaba a la ventana, con los brazos cruzados debajo de su pecho para empujar sus senos hacia afuera mientras lo miraba.
T/n: Ven.
Jungkook leyó ese mensaje tres veces, todavía con su pene de fuera para que su vecina lo viera mientras contemplaba todas sus opciones, y finalmente, cuando elevó su vista de nuevo hacia arriba casi se ahogó al ver la forma en que T/n estaba parada frente a la ventana, completamente desnuda y con esa dulce y maliciosa sonrisa en sus labios, y eso fue suficiente para tomar su decisión; bloqueando su teléfono y gimiendo mientras deslizaba su polla dentro de su bóxer y volvía a ponerse los pantalones.
Los ojos de T/n brillaron cuando lo vió darse la vuelta y salir de su habitación, la luz se apagó cuando Jungkook bajó las escaleras hacia la puerta principal y cuando salió al porche vió que el suelo estaba húmedo, las pequeñas gotas de agua comenzaron a caer con más fuerza y el frío se deslizó a través de su ropa mientras caminaba a través de las entradas conectadas de los apartamentos, haciendo todo lo posible de cubrir con sus manos el bulto extremadamente prominente en sus pantalones.
— Gracias, dios…— Susurró por lo bajo con alivio cuando giró la perilla de la puerta y cuando esta se abrió, ni siquiera le importaron los modales cuando entró cerrando la puerta detrás de él, subiendo instantáneamente las escaleras de dos en dos, sabiendo ya dónde estaba su habitación ya que la casa era una copia exacta de la suya.
Y cuando finalmente empujó la puerta de la habitación para abrirla, fue bienvenido con la vista de T/n sentada en su cama, completamente desnuda y esperándolo con ese mismo juguete arrastrándose hacia arriba y hacia abajo por su abdomen haciéndolo jadear de solo verla así, la necesidad de presentaciones se desvaneció por completo cuando cruzó la habitación a pasos firmes hasta llegar donde ella para sentarse a su lado, fue rápido para ahuecar su rostro y atraerla hacia él para poder besarla con dureza de una buena vez.
T/n ni siquiera pudo reprimir el pequeño gemido ahogado que dejó escapar de pura sorpresa contra sus labios, su vecino normalmente tímido que se ponía nervioso cada vez que lo sorprendía mirándola fijamente no esperaba que fuera del tipo que perseguía lo que quería de esta manera, y la forma en que tomó el control de ese posesivo beso la hicieron apoyarse en su toque.
Sus labios eran suaves pero la forma en la que la estaba besando dejaban de lado toda ternura, y tembló contra él cuando su caliente lengua se unió a la de ella, chocando la una con la otra y llenando el espacio con sonidos húmedos y respiraciones pesadas.
A menudo T/n había fantaseado con besarlo, preguntándose si Jungkook era del tipo que se burlaba, el que retrocedía y te dejaba con ganas de más, pero la desesperación en su cuerpo era la que guiaba sus movimientos justo ahora y la que le impedía no cumplir sus propios deseos. Jungkook la besaba con pura pasión, y el hambre dentro de él lo llevó a empujar su cuerpo hacia atrás y hacerla caer sobre la cama de espaldas, sus manos bajaron para sujetar suavemente su cuello y un nuevo gemido escapó de T/n al sentirlo, haciéndola arrojar el juguete hacia un lado y llevar sus manos hacia su cabello, deslizando sus dedos entre su largo cabello negro cuando lo sintió mordisquear su labio inferior.
— Quítatela…— T/n murmuró contra su boca, arrastrando sus manos por su pecho y tirando con fuerza de la tela de su camisa, decidida a arrancarla de él para finalmente poder ver su glorioso cuerpo y solo ganándose otro rápido y húmedo beso de Jungkook antes de verlo arrodillarse frente a ella para quitarse su camisa por el cuello, dejando cada centímetro de su piel expuesta a sus ojos.
T/n ni siquiera podía apartar la mirada de la forma en que sus músculos se ondearon y se tensaron cuando tiró la tela negra hacia un lado, abultándose cuando finalmente se relajó, ni siquiera pudo evitar no relamerse sus labios cuando pasó sus dedos entre cada surco de su abdomen, y una especie de jadeo pesado salió de sus labios cuando trasladó su atención a las líneas de cada uno de sus tatuajes por todo lo largo de su brazo hasta llegar a su hombro, antes de escucharlo soltar una risita oscura.
— ¿Te gusta lo que ves? — Jungkook preguntó con su voz ronca mirándola con sus ojos entrecerrados y mordisqueando su labio inferior dándole un repaso a todo su cuerpo, sintiendo su boca salivar al notar el rápido ascenso y descenso de sus senos con cada respiración que daba y la forma en que sus caderas se movían hacia arriba; buscando cualquier tipo fricción que pudiera encontrar.
— Eres jodidamente irreal.— T/n admitió en medio de un jadeo dándole un par de caricias más en su abdomen antes de ponerse de rodillas frente a él y comenzar a desabrocharle los pantalones, con toda la prisa por ver su polla sin la distancia que los separaba.
— Esto es lo que querías, ¿no? — Jungkook preguntó con firmeza, dándose cuenta de todo y con su mirada completamente desfasada en su rostro y en el movimiento rápido de sus manos, los textos perfectamente ejecutados y la entrega del paquete, solo sabiendo que había hecho todo lo que querías que hiciera.
— Fue divertido, ¿verdad, Jungkook? — T/n preguntó de la misma forma, bajándole los pantalones de un solo tirón junto a su bóxer para lanzarlos junto a su camisa en el suelo.— ¿Dime, qué te gustó más? ¿Verme hacer cosas cotidianas o mirarme tocándome y jugando conmigo misma?
Jungkook ni siquiera tuvo tiempo de responder cuando un gemido ahogado se le escapó de sus labios al sentirla envolver una de sus manos alrededor del duro eje de su pene, comenzando a bombearlo de arriba abajo una y otra vez mientras lo interrogaba, disfrutando de la forma en que luchaba por responder a sus preguntas.
— Dios, eres tan sucia…— Gruñó apretando su mandíbula al verla inclinar su cuerpo a la altura de su pelvis, quedando frente a frente con su enorme erección antes de clavar su mirada sobre él mientras pasaba la punta de su lengua por sus labios, justo antes de verla sonreírle con total astucia.
Y esa misma sonrisa le hizo saber que ella sabía muy bien que lo era, T/n sabía exactamente lo sucia que era llegando al punto de usar todo a su favor solo para obtener lo que quería, Jungkook contuvo el aliento mientras observaba la forma en que T/n avanzaba poco a poco hacia él, sacando la lengua para lamer suavemente la punta hinchada de su pene; atrapando la gota salada de líquido preseminal que amenazaba con escurrirse por todo lo largo para saborearlo con hambre, escuchándolo gemir sobre ella.
Y eso fue suficiente para envolver sus labios alrededor de su grosor por completo; haciendo rodar su lengua varias veces en la punta rosada antes de darle una ligera succión y comenzar a mover su cabeza de arriba abajo por todo lo largo de su pene, Jungkook soltó un suspiro al sentir el calor envolviendo todo de él, amando la forma en la que la humedad y calidez de su lengua lo cubría por completo haciéndolo tensar su abdomen evitando empujar su pelvis hacia su boca.
El pequeño gemido que T/n dejó escapar contra su longitud al sentir su pene duro y caliente sobre su lengua la hicieron envolver su mano en la base para estabilizarse mientras movía su cabeza una vez más hacia abajo, tratando de tomar todo de él, pero era tan jodidamente grande y estaba cien por ciento segura que esto era mucho más satisfactorio que verlo masturbarse a unos metros de distancia, los suspiros y gruñidos que brotaban de sus bonitos labios la animaban a seguir adelante, deseando verlo desmoronarse solo por ella.
Jungkook ni siquiera supo en qué momento sus manos se enredaron en su cabello; tirando con la suficiente fuerza de sus mechones para guiar sus movimientos de arriba hacia abajo por todo lo largo de su longitud, marcando un ritmo firme y constante; los sonidos húmedos y obscenos inundaron todo su cuerpo y solo lo hicieron obligarla a moverse con más fuerza, empujando su cabeza contra su pene y follando su boca con fuerza una y otra vez, gruñendo guturalmente al sentir como su garganta se cerraba alrededor de su punta en una audible arcada y formó una sonrisa cuando se encontró con su rostro, viendo sus ojos llenos de lágrimas y su nariz presionada contra su ingle mientras gemía alrededor de su polla, y estaba seguro que te veías tan bonita así.
Jungkook la apartó de su pene unos segundos después, el húmedo jadeo que T/n dejó escapar rasgó el aire mientras intentaba recuperar el aliento sin borrar esa sonrisa burlona de su rostro mientras observaba su longitud desordenada y húmeda balanceándose ligeramente de lado a lado con cada movimiento que hacía, sintió a Jungkook inclinarse sobre ella y a su mano tomarla por su mejilla con total ternura.
— Joder, apuesto a que te ves tan bonita cuando lloras…— Murmuró por lo bajo pasando su pulgar por su labio inferior hinchado y resbaladizo, notando las pequeñas lágrimas en sus ojos y en sus pestañas inferiores, casi a punto de deslizarse por sus mejillas.
— Hazlo.— T/n susurró sintiendo como el tono ronco de su voz hizo que su estómago se retorciera y que más humedad cubriera sus muslos, sonriendo cuando vió sus cejas levantarse en forma de pregunta.— Hazme llorar Jungkook.
Y Jungkook juró que sintió su polla palpitar ante sus palabras, queriendo nada más hacer lo que T/n le pedía, convertirla en un desastre de llanto mientras rogaba que la follara con fuerza.— ¿Estás segura?
Con un pequeño asentimiento T/n se arrastró hacia atrás sobre la cama antes de girarse sobre tus manos y rodillas, arqueando su espalda y poniendo su trasero en pompa; exponiendo su entrada húmeda frente a Jungkook justo antes de mover sus caderas levemente de lado a lado.— Estoy segura.
Y Jungkook no necesitó nada más convincente que eso, envolviendo una mano en su pene para bombearse un par de veces mientras se acercaba a ella, colocando sus rodillas entre sus muslos y siseando cuando apoyó su polla contra su húmedo coño comenzando a rodar su pelvis una y otra vez hacia enfrente; haciendo que la punta se deslizara entre sus pliegues con cada movimiento y escuchándola gemir cuando rozó su necesitado clítoris un par de veces antes de alinearse correctamente en su entrada y empujar su pelvis; presionándose dentro de ella poco a poco.
Los ojos de T/n se cerraron con fuerza ante la sensación, sus manos apretaron con fuerza las sabanas mientras sentía a Jungkook deslizar cada centímetro de su longitud dentro de ella, ajustando su interior a su tamaño y llenándola de una forma tan deliciosa, un gemido de placer goteó de sus labios cuando Jungkook le dio un tirón a sus caderas hacia su pelvis, asegurándose de que todo su pene estuviera dentro de ella, apenas deteniéndose para respirar correctamente, viendo hipnotizado la forma en que su coño lo tomaba, amoldándose tan bien a su alrededor como si estuviera destinado a estar allí.
— Esto es…— T/n balbuceó por lo bajo, quejándose cuando sintió a Jungkook deslizarse un poco hacia fuerza antes de recibir una nueva y rotunda embestida.— Así es como me lo imaginé…— Agregó en medio de un jadeo antes de soltar una risita baja que despertó el interés de Jungkook, inclinándose sobre su cuerpo para verla con la cara presionada contra las sábanas y una sonrisa burlona en su rostro.
— ¿Si? — Jungkook preguntó con su voz aireada y apretando el agarre en su trasero; clavando sus dedos en su piel y sin duda marcándolos para que los pudiera ver más tarde.— ¿Te imaginaste siendo follada por detrás por tu vecino?
— Mhm-hu…— T/n musitó sin poder evitar la risa ahogada que salió de sus labios cuando Jungkook comenzó a follarla con fuerza, saliendo casi por completo de su interior solo para volver a introducirse en una dura penetración, haciendo que el sonido de sus pieles chocando se mezclara con su risa y gemidos.
— Lo sabía…— Jungkook gruñó mientras deslizaba una de sus mano por toda su espalda desnuda hasta llegar a su nuca; rodeando su cuello con sus dedos hasta que su palma presionó su cara contra el colchón con fuerza, sosteniendo su cuerpo debajo de él mientras sus penetraciones se volvían más duras y desordenadas.— Sabía que lo estabas haciendo a propósito, joder, ¿sabes lo culpable que me sentí? — Un nuevo gruñido salió de sus labios al sentir su interior apretarse ante sus palabras, deleitándose con los sonidos húmedos y lascivos de su coño cada que volvía a hundirse dentro de ella cada vez más fuerte.
— L-lo siento…— T/n susurró con falsa inocencia en su voz rota por sus bruscos movimientos, pero Jungkook sabía que no lo decía enserio y la sonrisa juguetona que se sintió contra su palma le dió la razón.
— Oh, ¿lo sientes? — Jungkook preguntó tomando un puñado de su cabello y dándole un tirón hacia atrás con fuerza, escuchándola gimotear feliz cuando aceleró aún más el ritmo de sus penetraciones dentro y fuera de ella, sabiendo que había encontrado el ritmo correcto cuando la vió arquear su espalda más para él; rozando ese punto dulce en su interior una y otra vez, T/n podía sentir las primeras chispas de su orgasmo destellando dentro de ella, y el hecho de que obtuviera lo que quería la acercaba al límite más rápido de lo esperado.
— No, no lo siento.— admitió gimiendo descaradamente con cada embestida. De ninguna manera se arrepentía, si este fuera el resultado, haría todo de nuevo y exactamente de la misma manera.
— Sé que no lo haces, te encantó montar un espectáculo para mí, eh, sabiendo que te estaba mirando desde mi ventana mientras jodías conmigo.— Jungkook escupió deshaciéndose de la culpa que alguna vez llegó a sentir, soltando su cabello y viéndola colapsar de nuevo sobre el colchón, su mano volvió a presionar su cabeza contra las sábanas ahora siendo reemplazada por hambre pura que sólo aumentó cuando sus gemidos comenzaron a volverse más entrecortados, calientes y pesados contra su mano.
Sus palabras fácilmente hicieron que la mente de T/n diera vueltas, el balanceo embriagador de sus caderas contra su trasero la estaban arrastrando al mismo estado de desesperación en el que Jungkook estaba, fueron semanas de tortura sin sentido que los alimenta a ambos con más que suficiente frustración sexual para follarse como tantas veces habían deseado e imaginado.
— Me encantó hacerlo…— T/n se quejó en medio de un nuevo gemido roto sintiendo como su cara era empujada con más fuerza contra las sábanas, la aspereza que Jungkook le estaba mostrando hacía que su estómago se retorciera, como pudo se las arregló para abrir sus muslos más para él y dejó escapar un gemido tembloroso cuando lo sintió hundirse más profundamente en ella rozando ese punto dulce en su interior con cada rotunda embestida que daba solo arrastrandola al borde.
T/n iba a correrse, Jungkook lo supo por la forma en que su cuerpo se tensó, por la forma en que sus paredes se cerraron a su alrededor haciéndolo maldecir mientras continuaba embistiéndola, sin poder evitar sonreír al escucharla gemir con fuerza ante otra dura penetración; viéndola tirar de las sabanas con desesperación hasta que de repente, la sintió correrse alrededor de su polla con un grito de su nombre.
— J-joder, Jungkook…— Gimió una vez más sintiendo sus piernas temblar con la fuerza de su orgasmo, escuchando a Jungkook gruñir detras de ella sintiendo como todo su interior aprisionaba su pene dentro de ella, goteando por sus muslos y cubriendo su pene por completo con su orgasmo; dejándolo resbaladizo con su excitación y solo haciéndolo tararear de puro gusto.
Jungkook no perdió ni un segundo saliendo de su interior para girar su cuerpo hacia él, haciéndose espacio en entre sus muslos necesitando ver su rostro mientras se volvía a hundirse de nuevo dentro de ella en una deliciosa penetración, amando el suave gemido que T/n dejó escapar cuando tocó fondo una vez más, sus brazos se envolvieron alrededor de sus fuertes hombros cuando comenzó a moverse dentro de ella antes de sentirlo volver a estampar sus labios juntos.
El gusto salado de su transpiración potenció mil veces más su excitación, todo era tan carnal y tan sucio, el calor de sus cuerpos se fusionaba con cada empujón duro y decidido que Jungkook daba dentro de ella, sus lenguas calientes se juntaron, pero apenas y pudieron mantener la unión a causa de los desesperados jadeos en busca de oxigeno, y fue ahí cuando Jungkook se alejó solo un poco para poder mirarla; formando una sonrisa aturdida al ver su rostro sonrojado y su cabello húmedo cayendo sobre sus ojos, y T/n apenas y pudo sostenerle la mirada; admirando cada una de las expresiones de placer que hacía, creando un espectáculo privado tan erótico y sensual solo para ella.
— Quiero hacerte llorar…— Jungkook confesó inclinándose sobre ella para besar una vez más sus labios al mismo tiempo que su mano derecha golpeaba la cama torpemente hasta que encontró lo que estaba buscando, ese maldito vibrador que había guardado con su vida antes.
En el momento en que las pequeñas vibraciones llegaron a los oídos de T/n sus ojos se abrieron de par en par, apenas captando la sonrisa malvada en los labios de Jungkook mientras sostenía el juguete entre sus cuerpos, jugueteando con los ajustes hasta que las vibraciones fueron lo suficientemente bajas como para comenzar.— Espera Jungkook, soy muy sensible…
— Me dijiste que te hiciera llorar, ¿no es así, bebé? — Jungkook recordó comenzando a arrastrar la cabeza del juguete por su vientre y por su monte de venus lentamente, burlándose de ella mientras llegaba poco a poco al lugar deseado.
La emoción atravesó el cuerpo de T/n una vez más, haciéndola soltar un jadeo tembloroso cuando la cabeza del juguete apenas y rozó su sensible clítoris, todo su cuerpo se sacudió de placer y su interior se apretó con fuerza alrededor de su polla haciendo que Jungkook cerrara los ojos ante la sensación, volviendo a presionar el vibrador contra su pequeño clítoris, los ajustes bajos hicieron un zumbido a través de ella y sus uñas se hundieron en sus hombros.
— ¡Ah, Jungkook! — T/n lloriqueó su nombre una vez más, sintiendo su pecho agitarse con cada desesperada respiración que daba cuando Jungkook comenzó a follarla de nuevo; haciéndola girar sus caderas hacia arriba y contra su pelvis, sin saber exactamente si quería alejarse del juguete o presionarlo con más fuerza, el ligero dolor entre sus cuerpos rápidamente se transformó en placer cuanto más sentía su pene moviéndose dentro de ella.
— ¿Qué pasa, cariño? — Jungkook preguntó con falsa inocencia, elevando los ajustes del juguete hasta que un gemido particularmente fuerte resonó en la habitación, haciéndolo reír al sentir sus muslos apretarse en su cintura por reflejo, pero él sabía que a T/n le estaba encantando esto, con sus dientes mordisqueando su labio inferior mientras lo miraba con sus ojos llenos de lágrimas, instándolo a follarla más fuerte, rogándole silenciosamente por más.
Y por supuesto que Jungkook hizo lo que T/n mudamente le pedía, empujando sus caderas dentro de ella con la fuerza suficiente para empujar su cuerpo contra la cabecera de la cama, creando un audible y repetitivo golpeteo contra la pared que estaba seguro despertaría a más de uno de sus vecinos, pero eso le importaba una mierda, demasiado perdido en las olas de placer que se mezclaban con las vibraciones contra su clítoris. Jungkook podía sentir su propio orgasmo acercándose sigilosamente a él, arrastrándose por su columna vertebral con cada embestida húmeda y con cada gemido de su nombre.
Con unos cuantos clics más el vibrador alcanzó la configuración más alta, zumbando intensamente contra su sensible clítoris y casi haciéndola golpearse ante la sensación repentina, arqueando su espalda hacia el pecho de Jungkook mientras jadeaba una serie de cosas sin sentido que ni ella misma entendía, solo escuchándolo reír sin dejar de verla mientras presionaba el juguete con más fuerza.— ¿Vas a correrte de nuevo en mi polla, bebé?
— Jungkook…— T/n volvió a lloriquear su nombre buscando desesperadamente con sus manos sujetarse de su cuerpo, necesitando algo que la conectara de nuevo a tierra del abrumador placer al que estaba siendo sometida.
— Vamos, quiero verte llorar…— Jungkook la animó una vez más, observando con asombro cómo su cuerpo se tensaba por completo por un momento, sabiendo muy bien que estaba a punto de correrse de nuevo.
— Joder, joder...— T/n gimoteó sintiendo como sus palabras se mezclaban con los espasmos de su orgasmo brotando alrededor de su pene, sintiendo todo su cuerpo temblar cuando la sensación de euforia la inundó por completo, sus cejas se fruncieron mientras maullaba ante la sensación de su orgasmo llegando al punto máximo y fue ahí cuando las lágrimas finalmente se derramaron por sus mejillas, sintiendo todos sus sentidos abrumados por la cantidad de placer que sentía.
— Tan jodidamente perfecta…— Jungkook murmuró ante las altas vibraciones que se sentía contra su pene, el aleteo de sus paredes aterciopeladas evitaban que quisiera apagar el vibrador, deslizándolo un poco más cerca de su entrada hasta que él también jadeo.
— Es demasiado…— T/n suplicó por lo bajo, mirándolo con sus ojos empañados y aún llorosos de placer, los labios de Jungkook se abrieron en un gemido silencioso cuando aumentó sus embestidas buscando su propia liberación y elevó su mano libre para ahuecar su mejilla y poder limpiar las lágrimas perdidas que habían caído sobre su piel, corroborando que realmente te veías bonita cuando llorabas.
— Ya casi llego bebé, ¿estás bien? — Jungkook preguntó en medio de un suspiro, cerrando los ojos al sentir su interior palpitar alrededor de su longitud.
Su preocupación hizo sonreír a T/n, asintiendo levemente mientras colocaba su mano sobre la de él, luchando un poco más con la hipersensibilidad de él para obtener su propia liberación.— Sí, córrete dentro de mí, por favor…
Y Jungkook gimió en respuesta a sus palabras, deslizando el vibrador más abajo hasta que descansó contra la base de su pene, las fuertes vibraciones se arrastraron por todo lo largo de su longitud en cada una de sus desordenadas y torpes embestidas que daba dentro de ella, y cada zumbido solo hizo que su cuerpo se estremeciera.
— Ah, mierda…— Jungkook gruñó empujando su pelvis contra su coño con más urgencia, hundiéndose dentro de ella descuidadamente, sus ojos se abrieron hacia ella mientras llegaba, y la mirada llena de lujuria que T/n le dio fue todo lo que necesitó para dejarse ir por completo.
Un gemido murió en su garganta cuando se hundió dentro de ella lo más profundo que pudo con una descuidada y fuerte embestida, sintiendo como los chorros clientes y espesos de semen brotaban de su punta; llenando su interior y empujándose superficialmente unas cuantas veces más para asegurarse que todo estuviera dentro de ella hasta que finalmente se detuvo de a poco para apagar el juguete con sus manos temblorosas, lanzándolo a un lado de la cama sin cuidado antes de colapsar sobre el cuerpo de T/n en puro dramatismo. Ni siquiera se preocupó por su peso sobre ella y solo se concentró en tratar de recuperar el aliento mientras sentía a T/n pasar sus dedos entre su cabello húmedo.
— Me siento sudoroso y sé que hice un desastre en tus sábanas.— Jungkook murmuró después de unos segundos, con su mejilla presionada contra sus senos y los ojos cerrados mientras intentaba darle sentido a todo lo que acababa de pasar.
— Está bien, me gusta el desorden.— T/n respondió de la misma forma, y aunque parecía ser una broma, la forma en que el pene de Jungkook palpitó aún dentro de ella demostraba que él se tomaba en serio todo lo que decía.— Eres un pervertido.
— ¿Yo soy el pervertido? — Jungkook se burló sintiéndose completamente ofendido mientras salía de su interior, y cuando la vió asentir con su cabeza no pudo evitar soltar una risa y señalarla con su dedo.— ¡Lo dice la que me daba espectáculos gratis todas las noches!
— No es mi culpa que seas fácil de atrapar, te enganchaste en el segundo que me viste tener esa fiesta de baile aquí, ¿eh? — T/n preguntó de forma divertida y Jungkook asintió de inmediato sabiendo exactamente de qué noche estaba hablando.
— Bien, ¿Qué debería hacer ahora? — Jungkook preguntó poniéndose de pie y entrando al baño para tomar una toalla, pensando que lo mínimo que podía hacer era limpiar el desastre que había causado entre tus muslos.— ¿Debería enviarte un mensaje de texto sobre el clima mañana, y llamarte a mi departamento esta vez? Dejaré que me ahorques si te gusta eso.— Agregó de una forma tan casual que hizo que T/n soltara una risa ante sus palabras.
— ¿Te gusta eso? — T/n preguntó sintiéndolo limpiar con calma sus muslos y alrededor de su entrepierna, sintiéndose más que sorprendida cuando lo vió regalarle una mirada traviesa.
— Tal vez...— Jungkook agregó antes de formar un guiño coqueto, regresándole la bata y colocándose su bóxer de nuevo para dejarse caer sobre la cama a su lado.
T/n estaba segura que eso era algo con lo que podía trabajar, pensando en la próxima vez que torturaría a su vecino, preguntándose cómo se verían sus manos envueltas alrededor de su cuello, quién sabe, tal vez podría ver si se veía bonito cuando lloraba.
Y por supuesto que Jungkook notó la travesura en todo su rostro, pero antes de que pudiera sugerir una segunda ronda, había una cosa que lo estaba devorando por completo.— Por cierto, nunca me agregaste a ese grupo de chismes de los vecinos.
Los labios de T/n se fruncieron en una sonrisa tensa mientras sus manos regresaban a su cabello, haciendo girar un dedo alrededor de un mechón suelto y tratando de aguantar la risa, sabiendo muy bien que tal grupo no existía en absoluto, pero no estaba de humor para aplastar su espíritu, sabiendo que él quería desesperadamente conocer los chismes del vecindario, así que simplemente se encogió de hombros en una falsa disculpa, diciendo otra mentirita piadosa.
— Mi error, te agregaré mañana.
Y Jungkook sonrió en respuesta inclinándose para presionar un beso contra su muslo, mientras en su mente también se imaginaba cuán lindas se verían tus manos alrededor de su cuello.

N/A: He vuelto por aquí titis🥺 yo sé que no me van a perdonar haber desaparecido así como así pero espero poder recompensar mi ausencia con este OneShot que muchas de ustedes me pedían que publicará de Jungkook y su vecina y no podía decirles que no porque estos dos me tienen mal sooo les prometo publicar la segunda parte de este oneshot muy pronto ♡
Una disculpa enormee por la tardanza, la vida de adulto no es muy bonita que digamos 🥺
Prometo estar más seguido por aquí ♡
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⤷ ❝sex hotline❞ — myg (s.m) pt. 1
➤ Pareja: yoongi x lectora!fem
➤ Recuento de palabras: 8.6k
➤ Género: sexo telefónico! smut y obscenidad!
➤ Resumen: La idea de tener tu primer orgasmo hablando con un extraño atractivo a través del teléfono te asusta muchísimo, pero tal vez no sea tan malo como crees, después de todo, Min Yoongi era el mejor en su trabajo.
➤ Advertencias: 18+ | lenguaje maduro y explícito | sexo telefónico | diferencia de edad (edad legal) | charla sucia | palabras sucias y picantes obviamente | masturbación (ambos) | dom!yoongi sub!lectora | la lectora es virgen | elogios y ligera degradación | Yoongi es coqueto y sabe lo que hace y dice | sobreestimulación | semi-exhibicionismo | mucha mucha tensión sexual | la voz de Yoongi (sí es una advertencia) ➤ Si no eres mayor de 18 años, POR FAVOR, no leas. Si lo haces es bajo tu propia responsabilidad, ten en cuenta las advertencias.

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Min Yoongi se había convertido en el operador más solicitado desde que se unió a la empresa Delight, y tenía cientos de clientes esperándolo impacientes.
Yoongi se había demostrado a sí mismo que podía mantener a su boca en un muy buen uso; haciendo que hombres y mujeres se enamoraran de su voz profunda y sensual en una sola llamada telefónica.
Sus palabras fácilmente podían hacer que cualquiera cayera en sus trampas; pintando escenarios oscuros y sexuales que sus clientes hubieran preferido mil veces experimentar en la vida real.
Y Yoongi no era tonto, él sabía que muchas personas querían escuchar su voz, sabía que tenia un gran ego y lo usaba completamente a su favor. Él sabía que su voz podía derretir a sus clientes, sabía cómo hacer que la gente se corriera con solo decirles palabras pecaminosas y seductoras a través del teléfono. Y le pagaban ochenta dólares por hora.
Obsceno, frío y con una lengua afilada. Ese era Suga en tres palabras.
Y su personaje no tenía ninguna gran diferencia con su yo real.
Yoongi se sentó cómodamente en el colchón de su cama, levantando las rodillas mientras frotaba su creciente erección a través de sus pantalones de chándal delgados.
—Dime cuánto lo quieres, cariño. —Yoongi murmuró con su voz ronca y áspera a través de su teléfono hacia la persona al otro lado de la línea mientras fijaba su posición sobre el colchón. —Dime cuánto quieres sentir mi polla follando ese pequeño y mojado coño tuyo.
La mujer al otro lado de la línea gimió, fuerte, obviamente tocándose a sí misma. —Sí, sí. Quiero tanto tu polla, Suga…
Y Yoongi tuvo que hacer todo lo posible para evitar que un resoplido cayera de sus labios al escuchar el tono tan ansioso y necesitado de su voz.
—Mmh por supuesto que lo quieres, es una pena que no pueda estar allí contigo. Joder, te follaría tan fuerte y duro hasta que estés llorando. ¿Quieres eso?
—Oh Dios… sí, sí, quiero que me folles así, por favor, por favor, ya casi llego…
Y ahí estaban, las palabras mágicas que encendían la excitación en su cuerpo, haciendo que Yoongi no pudiera pensar en nada más que en hacer que su cliente se corriera y que se sintiera satisfecha. Porque eso era lo que Yoongi quería. Satisfacción.
—¿Lo haces? Huh, qué pena, no creo que puedas manejar mi gran polla. —Yoongi gruñó sombríamente al escuchar a su clienta gemir de frustración ante sus palabras, y eso sólo alimentó más su ego .—Fóllate más fuerte por mí, ¿sí, cariño? Empuja esos dedos más profundo dentro de ese apretado coño tuyo. Mierda, mi polla está palpitando por ti, bebé. Muéstrame lo hermoso que suenas cuando te corres.
—Joder, Suga, justo así…
Yoongi agarró el teléfono con más fuerza, pudiendo escuchar los sonidos húmedos y lascivos al otro lado de la línea, lo que lo hizo morderse el labio inferior, la imagen que se formó en su mente lo estaba poniendo más duro a cada segundo que pasaba y sólo lo hizo comenzar a frotar su pene de arriba hacia debajo de una forma tan lenta y casi burlona; esparciendo el líquido preseminal que brotó de su punta por toda su longitud, gruñendo un par de ánimos sucios más a su clienta.
—Esa es mi chica, folla más fuerte ese coño, nena. Vamos, córrete para mí, ensucia tus sábanas, quiero escucharte…
—Dios, Suga, voy a correrme….
Y Yoongi sonrió diabólicamente al escucharla, sintiéndose tan complacido y realizado. Era uno de los mejores sentimientos, hacer que alguien se sintiera bien, incluso si él era solo un extraño con quien estaba hablando por teléfono. Su polla se retorció en el apretón de su mano al escuchar los gemidos de placer volviéndose más fuertes cuando por fin su clienta llegó a su orgasmo.
—Eso es todo, déjalo salir, bebé. Joder, te escuchas tan jodidamente deliciosa… —murmuró palmeando con más fuerza su erección sobre su puño; disfrutando con los gemidos ahogados y la respiración agitada de su clienta al otro lado. —Te corriste muy fuerte, ¿verdad, cariño? —preguntó en medio de una risita burlona.
—G-Gracias, Suga. Eres el mejor.
Yoongi sonrió.— Me alegro de haber podido ayudarte, cariño.
—¿Te puedo llamar de nuevo la próxima semana?
—Por supuesto, pero tienes que esperar en la fila, bebé.

Ahí estaba T/n; contemplando si debería terminar su ensayo que literalmente debía entregar en una hora o llamar al número que estaba escrito en ese el papel que por accidente se le cayó a una de sus profesoras después de decirle lo espantoso que había sido el primer ensayo de su materia.
No la podían culpar, T/n había intentado devolverle el pequeño trozo de papel, pero su profesora ni siquiera le dio tiempo de hablar cuando salió del salón de clases maldiciendo a todo lo que se atravesara en su camino.
Y cuando T/n la inspeccionó de cerca, quedó más que confundida que al principio.
Suga
28 años
698-8876-203
Trato de averiguar de qué o quién podía ser ese número pero seguía sin saberlo, podría ser literalmente cualquiera y cualquier cosa. No era una tarjeta de visita habitual, o una tarjeta de presentación de alguna empresa, era solo la información personal de alguien escrita desordenadamente en una tarjeta blanca. Y eso le hacía sentir una inmensa curiosidad que la atraía como si se tratara de un imán.
—Suga… —T/n se susurró a sí misma y sus cejas se arrugaron con desconcierto.— ¿Quién diablos se llama Suga?
Volvió a repetirse esa pregunta mientras caminaba de un lado a otro en su habitación, pensando seriamente si debía marcar ese número misterioso que estaba escrito en la tarjeta. Eran las tres y media de la tarde, y ciertamente no pensó que su atención estaría cien por ciento es ese número misterioso en lugar de su ensayo.
Sí, podría ser la información privada de alguien y estaba siendo una completa entrometida, pero tal vez este hombre Suga quisiera recuperar su tarjeta, quién sabe.
Con un resoplido, se acercó a su mesita de noche y retiró el cargador de su teléfono, sintiendo instantáneamente como su corazón latía más rápido mientras marcaba lenta y vacilantemente el número extraño en su dispositivo.
—¡Joder, lo que sea! —suspiró presionando el intimidante botón verde de llamada, escuchando su teléfono resonar el timbre una y otra vez haciendo que las palmas de sus manos sudaran cada vez más.— No debería… —murmuró por lo bajo recostándose en su cama, dándose cuenta de que esto estaba mal, pero cuando quiso colgar, la pantalla de su celular se iluminó anunciando que la llamada había sido contestada.
—¿Hola?
Mierda.
Espera, ¿Qué mierda?
¡Esa voz! ¡¿Qué diablos era esa maldita voz baja?!
—¿Hola? — Se volvió a escuchar, pero T/n parecía estar en estado de shock.
El hombre al otro lado de la línea tenía una voz tan baja, oscura y áspera que hacía que su corazón diera vueltas y vueltas, y T/n mentiría si dijera que no la hacía sentir escalofríos.
Yoongi dejó escapar una pequeña risita ante el silencio, rodando los ojos mientras fijaba su posición en la silla y levantando los pies sobre la mesa de madera frente a él.— No me hagas hablar solo, cariño.
Un jadeo repentino salió de los labios secos de T/n cuando el tono de su voz se volvió firme. Había un matiz estricto y dominante en la voz de aquel hombre que la hacía quedarse quieta; estaba demasiado conmocionada para responder mientras su mente intentaba comprender la situación en la que se había metido.
—Yo-yo… —tartamudeó de a poco, queriendo golpearse la cara al no ser capaz de formular una oración entendible.
Yoongi frunció el ceño ante eso, levantando una mano para jugar con su labio inferior antes de formar una sonrisa.— ¿Sí? —bromeó con un tinte de diversión. A pesar de que no podía escuchar su voz claramente como él quería, podía comprender que definitivamente era una mujer, una muy joven.
—T-tú eres uhm… ¿S-Suga? —T/n murmuró con nerviosismo apenas encontrando su voz para preguntar eso.
— El único.— Yoongi respondió ensanchando su sonrisa mientras despeinaba su cabello con la otra mano, comenzando a maquinar su siguiente movimiento para poder comenzar con su trabajo y darle una noche especial de puro placer a una nueva clienta.
—Yo, uh- alguien dejó caer tu... tarjeta con tu n-número en ella, ¿y supongo que la quieres de vuelta? — T/n se las arregló para preguntar aquello a pesar del temblor evidente en su voz.
Y no supo qué hacer cuando no recibió ninguna respuesta.
Hubo un silencio total y absoluto, y T/n quería cavar su tumba allí mismo, pensando que realmente había sido tonta al llamar a aquel número y decir eso. Y por otro lado, Yoongi no podía creer lo que estaba escuchando, intentó procesar cada palabra que dijiste, y una vez que lo hizo, entendió todo.
Kim Yejoon, la caliente profesora a la que le había dado su número la semana pasada, ¿Se le cayó la tarjeta?
Se pasó la mano por la cara con frustración, gruñendo profundamente al caer en cuenta de la situación, pero a pesar de eso, Yoongi sabía que no debería hacer de esto un gran problema, no había nada malo después de todo. Y además, tenía una nueva llamada para que la disfrutara.
Se encogió de hombros rápidamente, sin darle muchas vueltas al asunto antes de hablar.— Bueno, bebé, ¿sabes por qué le di mi tarjeta a ese 'alguien'?
Bebé. Él la había llamado bebé.
T/n casi estuvo a punto de suspirar de nuevo al escucharlo llamarla así, debía de admitir que su voz realmente le estaba haciendo algo a su cuerpo, esa voz monótona y profunda la estaba haciendo agitarse en su lugar y le costaba pensar correctamente.
—Uhm, ¿P-por qué? — T/n susurró, poniéndose cada vez más ansiosa y nerviosa al mismo tiempo.
—Esta es una línea directa de sexo telefónico, querida.
Y ahí T/n juró que su mandíbula casi se cayó al suelo al escuchar eso, joder, no había forma que su profesora supiera que este tipo Suga trabajaba como operador de sexo telefónico, ¿O sí? Dios, estaba segura que nunca volvería a verla igual después de esto.
—L-lo siento mucho... Dios mío, puedo volver, espera... No sé, tal vez pueda devolverle esto a...
—No tienes que estar nerviosa por eso, bebé.— Yoongi habló por lo bajo, casi en medio de un ronroneo que hizo que la respiración de T/n se cortara por el rápido giro de su voz, sonando tan sexy y sensual.
—¿Cómo?
—¿Cuántos años tienes? —Yoongi ignoró su pregunta mientras él mismo hacía una; dándose cuenta de que podría sacar algo divertido de toda esta situación.
—No sé si debería decírtelo… —T/n murmuró por lo bajo, e inconscientemente cerrando sus piernas en un intento de evitar que se excitara si seguía hablando con él.
—Oh, es una pena…— Yoongi habló con falsa inocencia en su voz y T/n juró que pudo sentirlo formar una sonrisa al otro lado de la línea.—Quería... ya sabes... hacerte sentir bien, al menos.
Y sus palabras fueron muy tentadoras. Demasiado.
En algún punto de su desordenada mente T/n se dio cuenta de que quería esto, algo de espontaneidad y adrenalina con algún extraño, no tenía nada que perder y tenía que vivir un poco al final de todo, esta sería probablemente la primera y última vez que experimentaría algo como esto, así que aceptó de inmediato.
—T-tengo diecinueve… —murmuró casi en un susurro esperando que aquel hombre no cortara la llamada tan pronto como escuchara su respuesta, pero no fue así, porque lo que recibió fue un audible gruñido al otro lado de la línea que le puso la piel de gallina.
Yoongi no pudo sorprenderse más de una buena manera, era muy raro para él recibir llamadas de clientes que no tuvieran veinticuatro años o más, y aquella jovencita podría ser su primera vez. Y la idea le gustaba más a cada segundo.
—Oh, nena… —resopló mordiéndose el labio inferior antes de agregar con una sonrisa pintando en todo su rostro.— Creo que eres la primera clienta que tengo que es tan joven.
Y tan pronto como T/n escuchó eso pudo jurar que una ola de calor recorrió todo su cuerpo; haciéndola removerse sobre la cama y respirar de forma densa y pesada.
—¿Eso es algo bueno? —preguntó agarrando con más fuerza su teléfono para evitar frotar sus piernas entre ellas; buscando algún tipo de fricción donde más lo necesitaba.
—Oh, depende, cariño. ¿Todavía quieres continuar? Puedo hacerte sentir realmente...— Yoongi habló con su voz ronca justo antes de hacer una pausa y gemir en voz baja para sí mismo ante lo que estaba imaginando.— Realmente bien…
Él ni siquiera estaba diciendo nada sexual todavía y T/n ya podía sentir sus bragas empapadas pegarse a su piel sensible. ¡Esto no sucedería si su voz no fuera tan sexy!
—S-sí. —respondió después de pensarlo y en medio de un suspiro tembloroso.
La polla de Yoongi se retorció dentro de sus pantalones, excitándose con la simple idea de guiar a alguien probablemente nuevo en la vida sexual.
—¿Quieres decirme un nombre, cariño? Nombre real, nombre falso, algún apodo favorito, como quieras que te llame. —preguntó con calma ajustando su posición sobre el sofá.
¿Era malo que T/n quisiera escuchar a este extraño decir su nombre con su voz profunda y tan jodidamente sensual?
—¿Me prometes que no me hackearás o algo así? —preguntó por lo bajo aún sintiendo irreal toda esta situación en la que estaba.
Y Yoongi se rio ante eso, encontrando realmente adorable esa pregunta. Su tono oscuro era todo lo contrario de tu tono dulce e inocente, se le hizo realmente lindo hablar con alguien con una voz tan animada y adorable, al menos para él.
—¿Hackearte? Oh, bebé… —comenzó a hablar antes de chasquear su lengua aún divertido. —Estás hablando con el mejor operador que existe, gatita. Otros clientes estarían celosos de que estés recibiendo toda mi atención en este momento, y no ellos. Estás a salvo conmigo, te lo prometo.
El rostro de T/n se enrojeció por completo al escucharlo, dándose cuenta de que si aparentemente era el “mejor” entonces eso significaba que hacía bien su trabajo, ¿verdad?
Bueno, fuera lo que fuera, ya era demasiado tarde para echarse atrás.
—Bueno, uhm... soy T/n.
Yoongi se mordió el labio, cada vez más emocionado. No podía esperar a que experimentaras lo que estaba a punto de darte.
—T/n… —Tu nombre sonaba tan sensual cuando él lo decía, y T/n pudo jurar que la atmósfera en su habitación de repente se volvió cien veces más caliente con sólo escucharlo decir su nombre de esa forma.— T/n, estás de acuerdo con lo que estamos a punto de hacer, ¿verdad? ¿Tengo tu pleno consentimiento?
—Mmh-ju… —T/n musitó sintiendo su corazón bombear rápidamente en su pecho, nerviosa porque realmente se había dado cuenta de lo que estaba a punto de hacer. Sexo telefónico. Un jodido sexo telefónico.
Todo su cuerpo se estremeció de repente y un dio un pequeño brinquito sobre la cama al escucharlo gruñir inesperadamente y a su voz volverse más dura y firme antes de hablar. —Quiero escuchar palabras, niña.
—S-Sí señor. —T/n respondió de inmediato, no queriendo molestarlo más y que pudiera dejarla con el calor a tope en su cuerpo, sin darse cuenta realmente de lo que había dicho.
Mierda.
Los ojos de Yoongi se agrandaron en estado de shock y su mandíbula se abrió mientras procesaba todo; como operador de sexo telefónico había experimentando múltiples fetiches y roles que le pedían sus clientes y sabia como manejar cada llamada que venía con esas instrucciones para hacer todo lo que su cliente deseara, pero ciertamente no esperaba que esa palabra repentina saliera de tus labios.
Echó su cabeza hacia atrás, cerrando los ojos por un breve momento mientras sentía como su pene se endurecía cada vez más.. Era muy difícil para él contenerse porque todo lo que quería hacer era decirte las cosas más sucias y desagradables contra tu oído. Él quería cumplir todas tus sucias fantasías que no sabías que tenías, pero sabía que necesitaba reducir la velocidad.
—¿Señor? Oh, ¿Qué te hace llamarme así, bebé? —preguntó con un tono arrogante cubriendo su voz mientras palmeaba de a poco su dura erección; haciéndolo sisear ante la sensación.
—N-No lo sé… —T/n murmuró completamente sonrojada, sentía su garganta seca y no sabía qué responder sin sentirse tan avergonzada.
—Oh, sé que jodidamente lo sabes, T/n. Te excita, ¿verdad? ¿Quieres que alguien te domine, cariño? —preguntó con dureza y sin poder evitar sonreír con orgullo al escuchar el pequeño gemido silencioso que ella dejó escapar. —¿Qué haces cuando alguien te hace una pregunta? ¿Mmh?
Yoongi volvió a preguntar y el tono de su voz hizo que T/n se removiera impaciente sobre la cama, sintiendo como la humedad en su entrepierna hacia que sus bragas mojadas se frotaran incómodamente contra sus pliegues, él tenía toda la razón en todos los sentidos posibles. Quería que alguien la dominara, alguien que la controlara en un plano puramente sexual, era una de tus mayores fantasías.
—Sí, s-señor. Yo quiero eso. —T/n respondió tímidamente por lo bajo.
—Oh cariño, no tienes por qué ser tímida conmigo. ¿Estás sola?
—Sí, señor. —T/n volvió a responder de la misma forma dócil de antes, dirigiendo su atención a la perilla de la puerta como si alguien estuviera a punto de irrumpir en su habitación, sintiendo todo su cuerpo temblar al escucharlo reír.
—Entonces no hay nada de qué preocuparse. Sólo somos tú y yo, nena. Ahora, antes de que podamos pasar al lado más... divertido, quiero ser un poco neutral por ahora, ya que es tu primera vez. Así que dime, ¿cuándo fue la última vez que te follaron?
Neutral. ¿Eso fue neutral?
T/n podía sentir a la perfección su rostro arder en vergüenza ante sus palabras y tuvo que cerrar sus ojos con fuerza mientras trataba de controlarse. Su voz la volvía loca, y hacía tanto calor que si no fuera una tímida virgen ; podría haberse masturbado todo este tiempo hablando con él.
—Uhh… — T/n musitó antes de reírse nerviosamente. —Y-yo... no he... todavía no…
—Oh, Dios mío, cariño… —Yoongi gimió por lo bajo al escucharla; apretando el grosor de su polla con más fuerza aún por encima de sus pantalones.— Lo siento mucho… —agregó soltando una risita mientras movía su cabeza de un lado a otro.— ¿Aún quieres seguir con todo esto?
—Sí, sí señor. Por favor, lo quiero. No me importa, por favor solo… —T/n habló en medio de un suspiro tembloroso, cerrando los ojos con fuerza dándose cuenta de su estado. —Estoy muy excitada en este momento y...
—Oh, cariño, está bien, ¿sí? Sé lo que quieres. —murmuró con calma al otro lado de la línea.— Es mi trabajo hacerte sentir bien nena, no tienes que preocuparte.
—Está bien… —T/n exhaló al mismo tiempo que asentía con su cabeza, como si él la pudiera ver.
—Dime lo mojada que estás para mí, T/n. —Yoongi preguntó con su voz varias octavas abajo, moviendo su mano de arriba abajo por toda la longitud de su erección que se cernía dura entre sus piernas abiertas, pero aún sin liberarla de su confinamiento.
T/n no dudó ni siquiera un segundo en obedecer su orden, llevando su mano libre por debajo de su short para presionar sus dedos ligeramente contra su coño vestido, haciéndola gemir cuando frotó de a poco sobre la mancha de humedad en sus bragas, estimulando de a poco su pequeño y necesitado clítoris, sólo haciéndola sacudir sus caderas hacia arriba en busca de más fricción.
—Estoy muy mojada, s-señor. —habló en un gemido bajo y estrangulado.— Mis bragas están húmedas p-por tu culpa.
Ni siquiera podía creer que en realidad ella estuviera hablando de esa forma tan sucia, hizo todo lo posible por no sonar tímida, pero simplemente no podía evitarlo, toda la situación la estaba sobrepasando, y la voz de aquel hombre al otro lado del teléfono la hacía sentir más caliente a cada segundo que pasaba.
—¿Si? ¿Te estás tocando, bebé? —Yoongi arrulló con voz burlona disfrutando con su respiración agitada; casi pudiendo escuchar los movimientos que hacía.— Joder, las cosas que le haría a tu precioso coño si estuviera allí contigo, T/n… —habló y sus palabras solo la hicieron querer seguir escuchándolo.— ¿Quieres saber?
—Sí, sí señor, por favor… —T/n respondió y su tono desesperado la hizo temblar sobre la cama.
—Mmh, eso es lo que quiero escuchar. —Yoongi murmuró finalmente decidiéndose por deslizar su mano debajo de sus pantalones; agarrando firmemente la gruesa circunferencia de su polla y dejando escapar un gemido gutural ante el contacto.— Comenzaría por comerte el coño, bebé. —admitió y casi tuvo que reprimir una risita al escucharla gemir ante sus palabras. —Imagina mi lengua lamiendo una y otra vez tu bonito y mojado coño, bebé. ¿Puedes sentirlo?
T/n dejó escapar jadeo desesperado cuando sus dedos recorrieron delicadamente de arriba hacia abajo justo por la mitad de su coño, imaginando que él estaba con ella, diciéndole exactamente qué hacer y casi pudiendo sentir su lengua húmeda y caliente arrastrándose entre sus pliegues con fervor, podía sentir la humedad filtrarse a través de la tela de sus bragas mojando sus dedos y eso la hizo quejarse.— Sí, señor.
—Tócate, T/n. Juega con tu coño mientras escuchas mi voz.
—Lo estoy haciendo, pero por favor... ¿Puedes… —T/n sollozó por lo bajo ante su orden, no queriendo hacer nada más que darse un poco de placer con ayuda de su sensual y erótica voz. —¿Puede ayudarme, señor?
—Oh, qué niña tan obediente tengo aquí. —Yoongi sonrió ante eso al mismo tiempo que con sus dedos esparcía el líquido preseminal que escurría de la punta por toda su dureza; usándolo como lubricante, excitado con la simple idea de que aún necesitabas ayuda para tocarte, y por supuesto que él estaba encantado de ayudarte.— Lleva tus dedos a tu clítoris, gatita, comienza a frotar suavemente ese pequeño botón para mí.
T/n siguió sus instrucciones y obediente llevó sus dedos hacia arriba, frotando de a poco sobre su clítoris y gimiendo al sentir un repentino rayo de placer recorrer todo su cuerpo una vez que aplicó presión.— A-ah, s-señor…
—Mmh, se siente bien, ¿no es así, cariño? Solo sigue tocándote bebé, hazte un favor y desvístete por completo. —ordenó segundos antes de escucharla asentir levemente y comenzar a quitarse la ropa lo más rápido que pudo.— ¿Escuchas bien las instrucciones verdad? Eres una buena niña.
—Oh… —T/n musitó al escucharlo, sin poder evitar sonrojarse ante la forma en que sonaba ese apodo cariñoso saliendo de sus labios, haciéndola subir de nuevo a la cama y hundir las manos entre sus piernas, a espera de una nueva orden.
—¿Quieres jugar con tu pequeño coño hasta que te corras, bebé?
¿Cómo podían sus palabras crear un efecto tan grande en ella? T/n podía sentir su rostro calentándose a cien grados mientras se permitía volver a disfrutar del maravilloso placer que le estaban dando sus palabras tan sucias. Cerró los ojos cuando sus caderas se empujaron hacia su mano, y sus dedos fueron rápidos en volver a frotar lentamente círculos delicados en su pequeño punto de placer.
—Señor, ayúdeme, por favor. —T/n pidió inocentemente tratando de mantener a raya los gemidos que amenazaban salir de sus labios.
—Es un placer, gatita. Para eso estoy aquí, ¿verdad? —Yoongi gruñó mientras liberaba su polla de su confinamiento, saliendo disparada hacia arriba entre sus piernas; completamente duro como una roca.— Maldita sea bebé, escucharte me ha puesto tan duro…
Y T/n soltó una respiración áspera ante eso, jugando con su clítoris cada vez más rápido, mojándose más y más cada segundo que pasaba, antes de que su voz la hiciera temblar.— Tu pequeño coño debe estar tan desesperado por una polla, ¿eh? ¿Es eso lo que quieres?
—S-señor… —T/n gimió con los ojos cerrados mientras se concentraba en su voz caliente.
Yoongi gruñó entre dientes cuando comenzó a bombearse a sí mismo, usando el líquido preseminal para humedecer su polla en cada firme movimiento, imaginándose que era tu mano apretando su polla y con tus ojos mirándolo dulcemente, probablemente nerviosa por tomar una polla por primera vez.— Bebé, quiero escuchar cómo te corres por primera vez, debes sonar tan jodidamente hermosa…
Y eso hizo que T/n jadeara con fuerza, moviendo sus dedos más rápido sobre su clítoris intentando alcanzar su nivel máximo de placer, los gruñidos de Yoongi en su oído la hacían sentir increíblemente mas húmeda, se lo imaginaba sentado en algún lugar, follándose con su mano mientras escuchaba sus pequeños gemidos, todo se sentía tan bien, y deseaba tanto haberlo hecho antes.
—Cariño, joder, me estás volviendo loco. Si yo estuviera ahí contigo te daría tanto placer, T/n. Te haría correrte más rápido y más fuerte de lo que tus pequeños dedos pueden hacerlo. Te encantaría mi lengua en tu lindo coño, y a mí me encantaría tanto probarte…
—Oh, señor… —T/n gimió con fuerza, dejando caer su cabeza hacia atrás sobre la cama retorciéndose de puro placer, sus sucias palabras hicieron que su estómago se revolviera y que su interior se apretara alrededor de la nada, formando un nudo incómodo en su vientre que parecía que se rompería en unos segundos.— Creo que voy a…
—Oh, ¿vas a correrte para mí, cariño? —Yoongi habló soltando una pequeña risita arrogante mientras escucha sus gemidos resonar cada vez más fuerte y desesperados, haciéndolo acariciar su pene más rápido, sintiendo las fuertes oleadas de placer correr por sus venas con cada firme movimiento de su mano en su pene endurecido.— Suenas tan jodidamente adorable. No puedo dejar de pensar en lo bonita que sonarías en la vida real.
—Señor, e-estoy tan cerca… —T/n lloriqueó frotando su clítoris más fuerte y más rápido, con el sudor acumulándose en su frente y con sus mejillas al rojo vivo, deseando que él estuviera con ella para que le hiciera todo lo que le estaba diciendo.— ¿Puedo, ah, puedo correrme por favor?
—Qué buena niña, pidiendo permiso primero… —Yoongi suspiró profundamente ante el tono desesperado en su voz, y dejó escapar un fuerte gruñido cuando frotó el glande enrojecido e hinchado de su pene con su pulgar, imaginando que era tu caliente y húmeda lengua contra su punta queriendo probar todo de él. —¿Quién te está haciendo sentir bien, hm?
—Tú, tú s-señor, por favor… —T/n suplicó tratando de contener su orgasmo tanto como pudiera hasta que él le diera el permiso de hacerlo.
—Así es, cariño. Joder, nunca había tenido un cliente tan obediente como tú, eres una chica tan buena…
—Señor… no puedo contenerme más, por favor, por favor… —T/n volvió a lloriquear por su orgasmo, podía sentir el nudo en su vientre volverse más apretado, podía sentir sus piernas temblando y podía sentir sus dedos mucho más resbaladizos y cubiertos con su humedad mientras seguía tocándose.— P-por favor, solo…
Yoongi se rio por lo bajo de su desesperación, moviendo con más fuerza su mano sobre su pene y sintiendo como el cosquilleo se acentuaba en su pelvis de la misma forma, el simple hecho de que él fuera el primero en ayudarla a darse placer y hacerla sentir bien aumentaba por demás de su excitación y ya podía sentir que él también estaba cerca.
—Córrete para mi bebé, quiero escucharte. —Ordenó en medio de un gruñido y con su voz agitada.
Ni siquiera necesitó decir algo más que cuando escuchó sus gemidos agudos y rotos le fue imposible no formar una sonrisita orgullosa en todo su rostro, podía escuchar los sonidos húmedos de su orgasmo rompiéndose en su cuerpo y podía escuchar su respiración acelerada y errática.
—Joder, s-señor… —T/n lloriqueó apenas siendo consciente de lo bien que se sentía todo este placer acumulado dentro de ella, su cuerpo estaba flotando con la intensidad de su orgasmo, apretó con más fuerza su teléfono mientras intentaba bajar de su nube de placer aunque parecía casi imposible, con su vista borrosa apenas enfocándose en nada más que el dulce éxtasis de su liberación.
El sonido de los gruñidos guturales de Yoongi en su oído la hicieron temblar en su lugar, ahí supo que él también había llegado y todo su rostro se enrojeció al imaginar su semen brotando de su pene; manchando sus dedos y abdomen, y la simple imagen la hizo jadear por lo bajo.
—Esa es mi chica, ¿Te gustó, cariño? —Yoongi preguntó después de unos largos segundos donde solo se escuchaban sus respiraciones agitadas a través de la llamada.— ¿Cómo te sentiste?
—Muy bien, señor… —T/n admitió con su pecho subiendo y bajando buscando relajarse.
—¿Hiciste un desastre en tus sábanas, bebé? —preguntó cerrando los ojos ante la simple imagen antes de recibir un pequeño asentimiento por parte de T/n haciéndolo reír.— ¿Esperabas que tu primer orgasmo sucediera así.
Y al escuchar esa pregunta T/n casi juro que quería que la tierra se tragara viva, no lo había hecho, en absoluto, y tener la revelación de que acababa de tener su primer orgasmo con un extraño a través del teléfono, mientras él le hablaba sucio, mientras él se corría con ella, le hizo sentir una terrible vergüenza.
—L-lo siento, eh... yo no... yo no... —T/n balbuceó moviendo su cabeza de un lado a otro, sin saber qué decir exactamente para dejar de sentirse así.
—¿Por qué te disculpas, gatita? —Yoongi preguntó al notar su cambio y bajando el tono de su voz, sabiendo lo mucho que a la gente le encantaba cuando lo hacía.— ¿Estás avergonzada?
—Yo-yo...
*llamada terminada*
Inmediatamente T/n lanzó su teléfono al borde de la cama, sintiendo sus manos temblar mientras caía en cuenta de todo lo que había pasado.
¿Por qué diablos había hecho eso? ¿Por qué simplemente no cortó la llamada antes de que las cosas llegaran hasta este punto? ¿Por qué no podía negar que le había encantado tanto escucharlo decirle todas esas cosas y la forma en la que hizo correrse con solo su voz?
Miró su cama hecha un desastre y sus dedos cubiertos con su orgasmo y sus mejillas ardieron ante la vergonzosa vista.
¿Qué se suponía que debía hacer? Ya se sentía lo suficientemente avergonzada y humillada con todo lo que pasó, y solo podía pensar en lo que aquel hombre estuviera pensando de ella, cortando la llamada después de haberla hecho correrse sin siquiera un gracias.
—¡Por qué! ¡Qué carajo! —gritó con frustración poniéndose de pie mientras caminaba como un pingüino torpemente hacia el baño para limpiarse.

Era imposible mirar a su profesora de la misma manera que antes. T/n ni siquiera pudo concentrarse en todo lo que duro su clase porque sólo estaba pensando que se suponía que su profesora pasaría una noche caliente de sexo telefónico si le hubiera regresado la dichosa tarjeta.
Si se la hubiera devuelto como la buena estudiante responsable que era, ¡Entonces ella podría haber tenido el mejor momento de su vida y no estaría siendo un dolor en el trasero para todos los alumnos justo ahora!
Esto era tan trágico.
Y cuando regresó a su casa la realidad la golpeó como una bofetada en la cara, mirando detenidamente la espantosa tarjeta que estaba colocada en su mesita de noche, encogiéndose al recordar lo que había sucedido el día anterior.
Pero no podía dejar de pensar en él. En Suga.
Durante toda la mañana, él fue lo único que ocupó su mente. Su voz. Su elección de palabras tan lascivas. La forma en que la hizo sentir. La forma en que la hizo correrse.
Demonios, quería volver a sentir eso.
¿Qué pasaría si lo volvía a llamar?
Todo su cuerpo rogaba por volver a sentir esa sensación de euforia, volver a sentir la forma en que sus piernas temblaban cada que escuchaba su profunda voz, guiando sus movimientos para darse placer, o la forma en la que sintió mariposas en el estómago cuando tuvo su primer orgasmo, deseaba sentirlo una vez más.
—No, no… —se dijo a sí misma sacudiendo la cabeza.
Además, él probablemente terminaría la llamada inmediatamente que supiera que era ella de nuevo, ¿verdad?
Estaba tratando de ser inteligente, de pensar con la cabeza fría, pero el calor en todo su cuerpo le hacía las cosas difíciles. Quería volver a escucharlo, escuchar su voz profunda y áspera en lo más profundo de su ser. Quería que le dijera qué hacer, que la controlara, incluso si en realidad no estaba aquí con ella. Su voz era realmente embriagadora, tenía que admitirlo, pero ¿Era la decisión correcta llamarlo de nuevo?
Al carajo, ¿Dónde estaba la diversión entonces? ¿Dónde estaba la adrenalina de hacer algo que no estaba correcto sólo para poder disfrutar un poco?
Así que cuando menos se dió cuenta ya estaba tomando su teléfono y la tarjeta blanca, sus pulgares marcaron rápidamente el número y el timbre de la llamada sonó inmediatamente, y allí estaba de nuevo, las palmas de sus manos sudando, el agarre apretándose alrededor del teléfono mientras esperaba que él respondiera, como la última vez.
Pero esta vez no fue tan rápido en responder. Su teléfono emitió un pitido, lo que indicaba que la pusieron en espera, así que espero lo que le pareció una eternidad, pero la pantalla de su teléfono marcó que solo había sido un minuto y veinticinco segundos.
Tal vez no debería haber hecho esto…
—Hola.
Oh no.
Su voz era absolutamente igual a como la recordaba, y T/n sintió inmediatamente el cosquilleo familiar circulando por todo cuerpo, con la sensación disparándose hasta su centro.
—Hola… —respondió por lo bajo, mordiéndose el labio justo después mientras trataba de evitar que sus rodillas le fallaran. —Soy yo, T/n.
Y el cuerpo de Yoongi se congeló al escucharla, deteniendo sus pasos a mitad de su camino hacia la nevera para tomar un poco de agua, esto era mucho más importante.
No dijo nada mientras se sentaba en su sofá, juntando las cejas. No podía creer que lo hubiera llamado de nuevo después de su abrupto corte la noche anterior.
—¿T/n? ¿Estás bien? —preguntó a los pocos segundos. —¿Por qué... por qué llamaste?
T/n frunció su entrecejo ante sus palabras, no tenía ese mismo tono seductor y oscuro en su voz, se escuchaba demasiado dulce, hasta preocupado.
—Mmh quiero… —T/n comenzó a hablar aclarándose la garganta de a poco y buscando las palabras adecuadas para decir. —Bueno, quiero hablar contigo de nuevo…
Y Yoongi simplemente no pudo luchar contra la sonrisa que se deslizó en sus labios, mordió su labio al instante de escucharla y desviando su mirada hacia sus pantalones; sintiendo como su pene se endurecía con solo el recuerdo de la noche anterior, no lo entendía, ella no estaba haciendo nada y tenía un gran efecto en él.
—¿Ah, si? —murmuró de forma arrogante y el cuerpo de T/n tembló por la forma en que pronunció esa simple palabra.— No puedes tener suficiente de mi voz, ¿verdad, bebé?
—No… —T/n respondió tímidamente, recostándose sobre la cama y tratando de ponerse cómoda.
—Eso pensé. Disfrutaste la última vez que hablamos juntos, ¿eh? Pero, ¿Por qué terminaste la llamada tan rápido, bebé? Yoongi preguntó fingiendo un tono de decepción en su voz sin borrar su sonrisa antes de agregar. —Quería hablar contigo un poco más.
Y T/n pudo jurar que su corazón casi saltó fuera de su cuerpo con esas palabras, la atmósfera en su habitación rápidamente se volvió más espesa a medida que trataba de pensar en las palabras correctas para decirle, pero a Yoongi le encantaba bromear con ella, sentándose mejor en su sofá con una gran sonrisa en su rostro, imaginando que probablemente ella estaría sonrojada en este preciso momento.
—No es necesario que respondas si te sientes incómoda…
—¡No! No, es eso… —T/n se apresuró a responder saliendo de su trance.— Está bien. Lo hice porque estaba demasiado avergonzada, porque… bueno…
La risita que Yoongi dejó escapar la hizo temblar en su lugar. —Shh, shh. No digas nada más, sé lo que quieres decir y lo entiendo completamente. Además, llamaste para pasar otro buen rato, ¿O me equivoco?
—Sí… —T/n susurró por lo bajo, deslizando una mano entre sus pantalones cortos mientras para comenzar a jugar con el borde de sus bragas. —¿P-Puedo tocarme, señor?
Yoongi soltó un profundo suspiro al escucharla, excitándose de inmediato, el hecho de que le pidieras permiso hizo que se palmeara su polla a través de sus jeans.
—Mmh, que buena niñita tengo aquí, pidiéndome permiso, como la última vez. —habló antes de reír por lo bajo al escucharla jadear ante sus palabras. —Adelante bebé. Toca tu pequeño coño como te enseñé.
Y en el momento en que comenzó a escuchar los pequeños gemidos y maullidos silenciosos lo hicieron morderse el labio y dejar el celular a un lado para poder desabrochar su pantalón, bajándolo junto a su bóxer hasta la mitad de sus muslos; liberando su pene medio duro.
—¿Quieres que te ayude a correrte de nuevo, bebé? ¿Quieres oírme hablarte sucio mientras te tocas? ¿Hum?
—Sí, sí, p-por favor… —T/n respondió rápidamente, asintiendo con su cabeza como si él pudiera verla mientras jadeaba más fuerte; podía sentir lo húmedas que se estaban poniendo sus bragas mientras seguía frotando lentamente su clítoris por encima de la tela.
—Buena niña. —La elogió comenzando a mover su mano de arriba a abajo sobre su ya dura y palpitante erección antes de hablar en medio de un gruñido.— Mierda, todo lo que quiero es sentir tu lengua contra mi polla, T/n… —murmuró echando su cabeza hacia atrás sobre el respaldo, con los ojos cerrados mientras dejaba fluir su imaginación y aumentaba sus movimientos. —¿Quieres eso? ¿Quieres chuparme la polla, bebé?
Y tan pronto como preguntó aquello T/n pudo escuchar a la perfección como Yoongi escupía sobre su palma; usando su saliva como lubricante para poder bombearse más fuerte antes de que un gutural gruñido que dejó escapar ante la fricción la hiciera temblar y a su coño apretarse alrededor de la nada, encontrando increíblemente eróticos los sonidos húmedos que Yoongi le estaba regalando.
—Sí, sí quiero… —T/n respondió al mismo tiempo que deslizaba sus dedos por debajo de sus bragas, haciéndola soltar un gemido lascivo por lo sensible y mojada que ya estaba, sintiendo sus dedos bailar entre sus pliegues resbaladizos de a poco.
—Oh, ¿lo quieres? Mmh, pero tengo la sensación de que no lo has hecho, ¿estoy en lo cierto? —Yoongi preguntó con arrogancia sin dejar de mover su mano y suspirando de solo pensar en enseñarle cómo darle una buena mamada.
T/n tenía muchas ganas de decir que sí lo había intentado y mentir, pero no tuvo el corazón para no hacerlo.
Frunciendo el ceño, suspiró con tristeza antes de responder.— No, todavía no.
—Está bien, bonita. ¿Quieres que te diga cómo hacerlo?
—Sí, por favor, por favor, señor… —rogó con entusiasmo volviendo a frotar sus dedos contra sus pliegues, imaginando que eran las manos de él las que estaban jugando con su coño en ese momento.
El cuerpo de Yoongi se estremeció por su tono desesperado, murmurando un "mierda" en voz baja antes de continuar.
—Eres una niña tan ansiosa, ¿verdad? Pero probablemente no puedas tomar mi gran polla dentro de tu pequeña boquita. —comenzó a hablar con su voz ronca, los movimientos sobre su pene se volvieron más firmes antes de formar una sonrisa arrogante y agregar. —Tal vez te ahogues con mi polla como una buena zorra.
Su habitación inmediatamente se sintió mucho más caliente que al principio cuando sus sucias palabras nublaron la mente de T/n, su elección de palabras lo único que estaban haciendo eran que alzara sus caderas contra su mano con pura necesidad, podía sentir el sudor cubriendo su cuerpo y se sentía sucia, pero le encantaba sentirse así con solo escuchar su voz.
La voz de Yoongi se volvió más profunda mientras seguía balbuceando palabras lascivas sin contenerse al mismo tiempo que agarraba su polla con más fuerza, atrapando el líquido preseminal que goteaba de la punta para deslizarlo por todo lo largo de su dura erección, estaba tan desordenado, y podía sentir sus testículos más y más tensos a cada segundo.
—Dime qué tan mojada estás… —gruñó con su voz ronca apretando el agarre en su miembro. —¿Qué tan mojada está mi bebé, hm?
—Estoy tan mojada señor… —T/n gimoteó de puro placer mientras pellizcaba cuidadosamente su clítoris.
—¿En realidad? No te creo. —Yoongi murmuró divertido, ralentizando sus movimientos antes de escucharla lloriquear por lo bajo.
—Lo prometo… —T/n respondió por lo bajo haciendo todo lo posible por sonar lo más convincente posible y solo escuchándolo soltar una risita oscura.
—¿Te importaría meter un dedo dentro de ese coño entonces? —pidió con ilusión en su voz y sonriendo al escuchar el silencio que se instaló ante sus palabras.
—No sé si puedo hacerlo… —T/n susurró tímidamente deteniendo sus movimientos, pero sintiéndose emocionada con la simple idea.
—Sabes que puedes, T/n. Puedo guiarte a través de esto, ¿sí? Puedo ayudarte, enseñarte cómo hacerlo. —Yoongi habló con calma, antes de que un gruñido saliera de su garganta. —Mierda, mi polla palpita solo con la idea de que te folle con mis dedos bebé, ¿Quieres eso?
—Sí…— T/n admitió en medio de un jadeo al escucharlo decirle aquello.— Quiero hacerlo…
—Buena niña. —la elogió formando una sonrisa maliciosa, podía sentir ponerse más duro de solo pensarlo. —¿Puedes meter tu dedo medio dentro de tu boca por mí bebé? Chúpalo y ponlo bien húmedo para mí.
T/n podía jurar que todo su rostro ardía de vergüenza mientras hacía lo que Yoongi le había ordenado obedientemente, estaba completamente sola, pero ¿Por qué sentía que había cientos de ojos observando cada uno de sus movimientos?
Decidió provocarlo un poco y ver que podía obtener de él, creando pequeños ruidos de succión con su lengua antes de liberar su dedo con un chasquido húmedo de saliva, estremeciéndose al escuchar la risita oscura que Yoongi dejó escapar.
—Ah, cariño. Quieres jugar así, ¿eh? —Yoongi murmuró mordiéndose el labio ante el sonido, casi imaginando que era polla lo que estabas chupando y no tu dedo. —Ahora dirígete lentamente a tu entrada, y empuja la punta de tu dedo ligeramente, ¿sí?
T/n mantuvo sus ojos fijos en el techo mientras presionaba su dedos contra su entrada, metiendo de a poco solo la punta antes de sentir un repentina rayo de dolor dispararse a través de su centro y por todo su cuerpo, haciéndola gemir y echar la cabeza hacia atrás sobre su almohada, con sus ojos cerrados con fuerza mientras sentía que sus paredes húmedas se apretaban alrededor de su dedo con fuerza.
—Eso es bebé, relaja tu cuerpo y no dolerá tanto, recuerda respirar, ¿de acuerdo? —Yoongi murmuró suavemente, privándose a sí mismo de tocarse sólo para hacer que se sintiera bien. —Quiero que empujes tu dedo suave y lentamente, se sentirá bien, lo prometo.
T/n pudo sentir como su voz inmediatamente ayudó a relajar su cuerpo mientras seguía sus instrucciones, inhalando y exhalando mientras movía su dedo de a poco dentro de ella, aún acostumbrándose a la extraña pero placentera sensación, podía sentir su humedad deslizarse entre sus muslos y a su clítoris palpitar de pura necesidad.
—Eso es, esa es mi niña… —Yoongi gruñó con su pecho subiendo y bajando en densas respiraciones mientras su propio placer abrumaba su cuerpo. —Empieza a meterlo y sacarlo a tu propio ritmo, bebé. Vamos, sé que puedes hacerlo.
Y el adorable gemido que se escuchó a través de la llamada lo hizo sonreír, T/n podía asegurar que nunca había sentido algo así antes, todo se sentía tan delicioso, podía sentir el placer burbujeando en su interior con cada débil movimiento de su dedo dentro y fuera de su coño, su interior estaba ardiendo y los sonidos húmedos no tardaron en escucharse en cada embestida que se daba a sí misma.
—Señor, se siente tan bien… —T/n gimió removiéndose sobre la cama tratando de asimilar la cantidad de placer que estaba sintiendo. —Te deseo tanto…
—¿Oh sí? —Yoongi se burló con una sonrisa pintando en su rostro, casi juró que pudo sentir su polla palpitar con su afirmación. —¿Me deseas? Oh, apuesto a que quieres mis dedos en lugar de los tuyos, ¿eh? Apuesto a que puedo hacer que te corras tan jodidamente duro, te haría hacerte gemir mi nombre hasta que tus vecinos puedan oírlo.
—S-señor, por favor, por favor… —Lloriqueó con fuerza mientras movía su dedo a un ritmo más fuerte dentro de ella, sintiendo que su orgasmo aumentaba a cada segundo, casi a punto de golpearla. —Haz que me corra por favor... quiero tus dedos, quiero tanto tu polla…
—Oh mierda, mierda T/n. ¿Sí? ¿Quieres mi polla en tu pequeño coño? —Yoongi gruñó ante la simple idea, volviendo a bombearse con la misma fuerza de antes, apretando el agarre en su polla y haciendo que sus movimientos fueran más duros y bruscos en su grosor. —Pon tu teléfono en el altavoz y usa la otra mano para jugar con tu clítoris, cariño.
Ordenó y T/n obediente lo hizo, colocando su teléfono sobre su estómago y usando su otra mano para volver a frotar su sensible clítoris, gimoteando ante la sensación de placer duplicado golpeando su cuerpo de repente, todo lo que decían en las redes sociales sobre lo bien que se sentía masturbarte no era absolutamente nada comparado con lo que estaba sintiendo ahora. Era mucho, mucho mejor.
El nudo apretado comenzó a formarse en la parte inferior de su vientre más rápido de lo que esperaba, luchando por mantener las piernas abiertas mientras su mente estaba llena de lujuria. —Dios, sí lo quiero tanto, me voy a correr…
—Gime mi nombre, bebé. —Yoongi pido en un nuevo gemido gutural, su voz inestable y aireada delataron que estaba cerca de romperse también. —Quiero escuchar esa bonita boca decir mi nombre.
—¿S-Suga? —T/n jadeó sin aire y confundida, antes de escucharlo soltar una pequeña risita.
—Yoongi. Llámame Yoongi. —aclaró divertido y negando con su cabeza a pesar del calor en todo su cuerpo.
Y T/n sonrió ante eso, estuvo a punto de decir algo más pero un nuevo destello de placer recorrió su cuerpo, borrando todos sus pensamientos, su espalda se arqueó y sus piernas temblaron cuando su orgasmo se rompió dentro de ella, viajando por cada uno de sus nervios, sintiéndose tan abrumada y con el placer al rojo vivo instalándose en cada parte de su cuerpo y haciéndola jadear su nombre uno y otra vez en respiraciones agitadas y temblorosas.
—Joder, Yoongi… —gimoteó su nombre una y otra vez, volviéndose adicta a la deliciosa sensación y con su mente centrándose únicamente en el placer y nada más, y lo que la dejó fuera de combate fue escuchar aquel ronco gruñido brotar de los labios de Yoongi.
Yoongi rápidamente se apresuró a poner su teléfono en el altavoz para colocarlo en la mesita frente a él, sus dedos se pasaron por su cabello, apartando los mechones sueltos y húmedos por el sudor de su rostro mientras cerraba los ojos, llevando su mano disponible hacia abajo para apretar la piel sensible de sus testículos, gruñendo entre dientes mientras se masturbaba con más fuerza.
Te imaginó arrodillada frente a él como una buena chica, con tus manos descansando en tu espalda mientras lo mirabas dulcemente, esperando ansiosa a que te pintara la cara con su semen, marcándote como su pequeña zorra, pensando en lo jodidamente caliente que sería eso. Y fue esa misma fantasía la que lo hizo derramarse en un gruñido gutural.
—Mierda… —Yoongi gimió viendo como los chorros calientes de semen brotaban de su punta uno tras otro, cayendo sobre el piso con cada movimiento errático de su mano; haciendo un desastre mientras pensaba en ti. —Mereces un premio bebé, nadie había logrado hacer que me corriera así…
Y T/n no pudo sentirse más avergonzada después de escuchar eso, saliendo de su cama para dirigirse al baño y limpiar todo el desastre entre sus piernas. —No voy a terminar la llamada de repente como la última vez. —advirtió por lo bajo y sonrió al escucharlo reír.
—Esto no es tan malo, ¿verdad? —Yoongi habló en medio de un denso suspiro mientras se desplomaba sobre el sofá.
—Sí, es malo.
—¿Por qué? ¿Te hice sentir incómoda? —las cejas de Yoongi se fruncieron con duda, no queriendo que por algo que haya dicho volviera a pasar lo mismo de la noche anterior.
—No, no para nada, déjame terminar… —T/n respondió de inmediato al escucharlo antes de reír nerviosamente por lo que estaba a punto de decir.— Es ... es sólo que creo que necesito más de ti…
No hubo respuesta, así que continúo.
—Yo-yo realmente quiero verte, ¿sabes? Tal vez... eh, ¿continuar esto en la vida real? —preguntó mordiéndose el labio nerviosa, no sabía qué esperar, no sabía si Yoongi quería verla también o tan siquiera saber de ella, pero ya lo había dicho.
El pecho de Yoongi se oprimió con tanta fuerza que el corazón casi se le cayó al suelo, suspiró en silencio mientras bajaba la cabeza. La forma en que tu voz sonaba tan ansiosa y ferviente solo hacía todo más difícil para él.
Desde que entró a trabajar a Delight, había una única regla que todos tenían por igual: ningún operador debía tener una relación privada con un cliente. Estaba estrictamente prohibido. A los trabajadores se les enseñaba a manejar los sentimientos, recordándoles a sí mismos que solo estaban ahí para satisfacer; para alimentar las fantasías y los deseos de cada cliente. Ese era el único objetivo.
¿Pero cómo podía decírtelo? ¿Cómo podía decirte que era absolutamente imposible algo entre ustedes dos? Yoongi no era tonto, a pesar de todo, él sentía algo por ti, desde la vez que tan inocentemente llamaste a su número sin saber que era una línea directa de sexo, y había odiado la forma en que su pecho se retorció con inquietud cuando terminaste la llamada.
Estaba atónito, tan desconcertado con todo lo que tenía que ver contigo, y no podía evitar pensar demasiado.
Él también te deseaba, demasiado.
Pero no se arriesgaría a perder su trabajo.
—Yo… —murmuró apenas encontrando su voz y aclarándose la garganta. —Lo pensaré, T/n.
—Yoongi, espera…
*llamada terminada*

N/A: Por finn uno de los oneshots que tanto me pedían está de regreso! Lo sé les debo una disculpa porque este oneshot es también mi favorito y ya quería volver a publicarlo, so espero que les haya gustado igual que la primera vez y que hayan disfrutado de este pequeño maratón, prometo estar mas seguido por aquí pupis Gracias infinitas por todos sus comentarios y paciencia, las amo mucho ♡ prev
taglist: @guvgguk @lessuwu @cometaart @AnnieKCV @darysnowflwr @nunubly @choco-linny @aavacaf @wtffktt7 @minmin-cat @18fernanda @ariggukie @Katherine Murillo @lizxz @onixbae02 @piligt @youtis @tessacereza
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⤷ ❝oh, god❞ — ksj (s.m)
➤ Pareja: jin!sacerdote x lectora!fem
➤ Recuento de palabras: 7.9k
➤ Género: sexo en una iglesia! smut y obscenidad!
➤ Resumen: Tu imperturbable devoción a la iglesia nunca había sido algo que realmente te importara, y sabias que no debías estar haciendo esto, sabias que estaba mal, pero no podías hacer nada desde el momento en que el Padre Seokjin entró en tu mente, haciéndote fantasear con él todas las noches, arrastrándote a un estado en el que sabias que estabas condenada, por suerte, el Padre Seokjin estaba dispuesto a perdonar todos tus pecados.
➤ Advertencias: 20+ | Lenguaje vulgar y explícito | uso de temas religiosos | tensión sexual | sexo en una iglesia | uso inapropiado del confesionario | blasfemia y jurar en nombre de dios | referencias religiosas | voyerismo | charla sucia | masturbación | frottage | sexo oral (r. ambos) | comer semen | algo de culpa religiosa | sexo sin protección | Jin es un sacerdote y tiene un gran pene! ➤ Si crees que el contenido de este oneshot te ofenderá a ti o a tus creencias, por favor, NO LEAS. ➤Si no eres mayor de 18 años, POR FAVOR, no leas. Si lo haces es bajo tu propia responsabilidad, ten en cuenta las advertencias.

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Era otro domingo de congregación como cualquier otro, T/n estaba sentada en una esquina del banco de la iglesia lo más cerca posible del atril que se elevaba imponente frente a todos, con los brazos cruzados y completamente desinteresada en lo que pasaba a su alrededor, toda su atención estaba cien por ciento enfocada en el Padre Seokjin.
Siempre se negaba a participar mientras el Padre Seokjin dirigía la congregación a través de oraciones y anuncios. Su suave voz reverberaba a través de toda la habitación, cautivando a los asistentes del domingo por la mañana con sus palabras de adoración, predicando sobre la divinidad del amor y de Dios.
Se podía ver fácilmente cuánto había tocado los corazones de los creyentes con sus palabras y actos bondadosos con solo mirar alrededor de la iglesia.
Sus ojos seguían cada movimiento del Padre Seokjin, suspirando cada vez que mostraba una sonrisa encantadora, riéndose cuando hacía una o dos bromas ligeras. Si no supiera nada mejor, pensaría y estaría completamente segura de que las personas que iban a la iglesia estaban allí solo para ver al Padre Seokjin. Prácticamente había hecho que todo el pueblo se enamorara de él. El sacerdote encantador y de buen corazón que era un símbolo de la devoción del pueblo y era una luz cálida y brillante para aquellos que buscaban su providencia.
El Padre Seokjin hablaba y todos escuchaban. Bueno, todos menos T/n.
Sus sermones parecían entrarle por un oído y salir por el otro, y en su lugar, optaba por soñar despierta. Sus ojos nunca deambulaban por el interior de la iglesia, siempre estaban enfocados en la mirada suave y persistente del padre Seokjin. Y esto no había pasado desapercibido para él, por supuesto.
T/n era la chica que asistía a sus misas todos los domingos pero que solo estaba allí; sentada entre la multitud, el mismo asiento todas las mañanas, interactuando con la menor cantidad de personas posible, siempre la primera en entrar y la última en salir. Y había llamado su atención por completo, cada vez más intrigado por ella y por la forma en que parecía querer arrancarle la sotana con los ojos, deseando poder saber que pasaba por su cabecita para ser tan persistente y dispuesta en cualquier cosa que tuviera que ver con la Iglesia, y ahora era él quien estaba completamente cautivado por ella,
La comunión era la parte favorita de la misa para T/n. Eso significaba que era casi la hora de irse y formó un pequeño puchero dándose cuenta de que ahora tendría que esperar hasta la próxima semana para volver a ver al Padre Seokjin, pero aun así se puso de pie y caminó hacia la fila para recibir la hostia, y mientras esperaba, no pudo evitar mirar el hermoso arte pintado en el techo de la iglesia y las estatuas de santos que la rodeaban a cada paso que seguía avanzando hasta que finalmente estuvo frente a frente con el Padre Seokjin.
Él le sonrió cálidamente y con ternura en sus ojos mientras la veía hincarse frente a él sobre el reclinatorio, esperando pacientemente a que ella lo mirara y sonriendo aún más al ver el destello de timidez que brilló en su rostro mientras parpadeaba a través de sus pestañas cuando finalmente elevó su mirada hacia él. Su imponente estatura fácilmente hacía sentir a T/n como si estuviera mirando a Dios mismo.
— El cuerpo de Cristo.— Anunció con su voz suave y amable mientras le ofrecía la hostia.
Los labios de T/n se cerraron alrededor del pan sin dejar de mirarlo a los ojos, sus labios rozaron de forma cálida y suave contra los dedos del Padre quien inclinó la cabeza levemente hacia un lado con diversión y una pequeña sonrisita tiró de la comisura de sus labios hacia arriba, había sido una acción pequeña e imperceptible que debió haber sido la primera bandera roja de que el Padre Seokjin no era en absoluto quien parecía ser, y tal vez T/n había sido demasiado ingenua por no darse cuenta.
— Amén.— T/n respondió por lo bajo mirándolo con pura adoración en sus ojos, odiando profundamente tener que alejarse de su presencia.
Pero simplemente obedeció cuando el clérigo hizo un pequeño asentimiento para que se levantara y regresara a su asiento, el Padre Seokjin aun podía sentir la sensación de sus suaves labios en la punta de sus dedos mientras le daba un rápido vistazo desde lejos, y tenía que admitir que sintió como si lo hubiera besado un ángel.
Y el pensamiento de T/n no abandonó su mente durante el resto de la misa, estando completamente seguro que tal vez ella era una especie de tentación divina puesta deliberadamente frente a él como si se tratara de una prueba de Dios o como si fuera un desafío en su camino. Una cosita curiosa e inocente que el Padre Seokjin amaría ver caer y derrumbarse frente a él solo para poder reclamarla como suya.
Para él, T/n era como un pequeño cordero tembloroso, completamente ajena al lobo que la acechaba. Quizás hoy era el momento perfecto para atacar. Tal vez la presa ya estaba lista para ser capturada.
"Todavía no." El Padre Seokjin pensó para sí mismo.
Había decidido que se tomaría su tiempo, continuaría observándola desde lejos como siempre lo había hecho y planear cuidadosamente su siguiente paso antes de finalmente morder la manzana del pecado que era esa jovencita de ojos de muñeca y labios rosados que atormentaban sus noches más solitarias y más pecaminosas.
Él jugaría con su desinterés en la iglesia justo como ella lo hacía con sus pensamientos lujuriosos, después de todo, tenía que haber una razón que la estaban atrayendo a la iglesia, a él, y para ser alguien supuestamente irreverente, T/n estaba mostrando una gran devoción hacia cualquier cosa que estuviera planeando, pero el Padre Seokjin lo solucionaría, solo era cuestión de…
—¿Padre? —T/n lo llamó suavemente y su voz interrumpió sus pensamientos por completo.
—Vaya, ¿Todavía estás aquí, paloma mía? — El Padre preguntó, mirando alrededor de la iglesia, notando que ahora estaba vacía y solo eran ellos dos quienes seguían ahí.
—Quería hacerle una pregunta, padre. —T/n pidió en voz baja, mientras se distanciaba levemente de él.
El Padre Seokjin le hizo un gesto para que se sentara en uno de los bancos a su lado y T/n lo hizo evitando su mirada, mordiéndose el labio inferior cuando el silencio se hizo presente entre los dos, sin saber cómo empezar exactamente.
— Bueno, por supuesto que puedes hacerme preguntas.— El Padre Seokjin aseguró dando un par de pasos cuidadosos hacia ella.— Ven, siéntate y cuéntame qué es lo que te preocupa.
—Temo que me estén corrompiendo, Padre…—T/n comenzó a hablar por lo bajo y de a poco, cuidando cada una de las palabras que le decía.— Me está comiendo por dentro, es como si se estuviera extendiendo como el fuego del infierno dentro de mi.
—Está bien.— La voz del Padre era tranquila y firme, transmitiendole un poco de seguridad con sus palabras.— Estás a salvo conmigo, puedes confiar en mí.
Y con eso el corazón del Padre Seokjin se llenó de preocupación.
—¿Corrompiendo? Oh, mi dulce paloma. ¿Es por eso que has estado tan distante recientemente? ¿Te has estado guardando todo esto para ti sola? —preguntó con voz suave acortando de a poco la distancia que los separaba sin llegar a ser muy invasivo, mucho menos cuando la vio ponerse rígida y asentir levemente con su cabeza.— Paloma mía, esta es una carga que no tienes que llevar sola. Estoy aquí para ti. No hay razón para que sientas que tienes que distanciarte cuando te sientas preocupada.
—Lo siento, padre. —T/n respondió por lo bajo, agachando su cabeza sintiéndose avergonzada.
—No hay necesidad de disculparse. —murmuró en medio de una sonrisa y elevando una de sus manos para frotar suavemente el dorso de la de T/n, viéndola suspirar y relajarse de a poco en su toque y se aclaró la garganta.— Entonces, cuéntame más sobre ésta... corrupción.
—Me condenaría, Padre… —T/n respondió con voz pequeña mordiendo su labio y sintiendo como su rostro comenzaba a arder de vergüenza.
— ¿Qué clase de sacerdote sería yo para condenar tal pureza? —Habló y su voz la tranquilizó más de lo que alguna vez hubiera pensado, era como miel para sus oídos.
El Padre Seokjin se levantó de su asiento y lentamente se dirigió hasta quedar de pie frente a ella, viéndola clavar sus ojos en el suelo, incapaz de siquiera mirarlo y él no podía entender del todo su actitud.
Había un silencio de muerte. La tensión en la iglesia de repente se hizo notar entre los dos y el Padre Seokjin se movió para pararse más cerca de ella y su sombra cayó sobre T/n como si fuera una manta con cada uno de sus pecados y, sin embargo, comenzó a sentirse más caliente que el calor del sol de ésta mañana.
—¿Has perdido el contacto con tu fe? —El Padre Seokjin habló con la voz más baja y suave que alguna vez hubiera escuchado.
T/n jugaba con sus manos en su regazo, retorciéndose bajo su profunda mirada y no respondió, estaba demasiado aturdida por la pregunta que le hizo para saber cómo responder correctamente.
—Dime, paloma. —El Padre volvió a hablar, usando dos de sus dedos para inclinar su barbilla hacia arriba y hacer que por una buena vez que lo mirara. —¿Buscas una nueva religión?
—¡N-no! No he perdido mi fe…—T/n habló finalmente en medio de un sollozo, sintiendo como todo su cuerpo comenzaba a temblar bajo su toque y su mirada. —Ésta corrupción es…diferente.
—¿Diferente? —El Padre preguntó aún más confundido, inclinándose sobre ella para mirarla a los ojos.— ¿Cómo?
—Yo… —T/n balbuceó sintiendo como su mirada la hacía sentir increíblemente pequeña frente a él.— Tengo estos deseos. Impulsos pecaminosos que vienen a mí tarde en la noche. Padre, quiero deshacerme de ellos.
Y con eso el Padre Seokjin pareció comprenderlo todo, pero trató de guardar las apariencias lo mejor que pudo, pero fue incapaz de luchar contra la sonrisa divertida que se formó en su rostro justo antes de relamerse los labios.— ¿Impulsos pecaminosos? ¿Deseos? Querida, no estás hablando de lo que creo que es... ¿verdad?
—Es vergonzoso, Padre, lo sé… —T/n murmuró por lo bajo mordiéndose el labio con fuerza y sintiendo como pequeñas lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos.
— Shhh, no hay necesidad de avergonzarse. —El Padre Seokjin susurró de forma tranquilizadora al mismo tiempo que elevaban sus manos para acunar su rostro con cuidado; limpiando de a poco sus lágrimas.
Era como si su simple toque enviará olas de electricidad por todo su cuerpo, y T/n hizo todo lo posible para concentrarse en los tiernos ojos del Padre Seokjin mientras volvía a hablar.
—Las necesidades carnales son humanas, querida. Está en nuestra naturaleza querer ceder a esa tentación. —explicó suavemente, como si estuviera hablando con una niña pequeña mientras T/n se derretía por completo en su toque, mirándolo con ojos de cachorrito y presionando su mejilla más contra su palma. —Cuéntame más de cómo te consume esta corrupción.
—No podría, Padre… —T/n habló negando con su cabeza en medio de hipos y una que otra lágrima que aún goteaba de sus ojos antes de darle un rápido vistazo a todas las estatuas y pinturas de santos a su alrededor.— No aquí…
—Entiendo, ¿Quieres ir al confesionario? —preguntó tranquilamente colocando un mechón de su cabello detrás de su oreja justo antes de verla asentir con ilusión haciendo sonreír.— Está bien, vamos.

Y tan pronto como dijo el Padre Seokjin entrelazó su mano con la de ella guiandola por el pasillo que daba directo hacia el confesionario y que se escondía en una de las esquinas del gran salón de la Iglesia, lo suficientemente aislado del lugar para que nadie pudiera escuchar ninguna de las confesiones que los creyentes hicieran y se respetará el secreto de confesión del Padre Seokjin.
Era una especide de armario de dos espacios, hecho de la misma caoba lacada de los bancos y de tamaño solo un poco mas grande que para una persona en cada uno de ellos, una cortina de color rojo vino a lo largo de cada puerta que ayudaban a proteger la identidad de cada penitente, y tan pronto como llegaron el Padre Seokjin abrió la puerta del lado derecho, haciendole un leve movimiento para que entrara y ella lo hizo murmurando un pequeño ‘gracias’.
T/n sabía que no debería estar haciendo esto, sabía que estaba mal, incluso el mero pensamiento de confesar todos sus pensamientos pecaminosos eran suficiente para destrozar su conciencia, pero su conciencia ya estaba arruinada desde el primer momento en que hundió su mano entre sus piernas teniendo en su mente al Padre Seokjin, y sabía que eso era la mayor condena para sí misma.
Así que se obligó a quedarse quieta en el banco de madera en el que estaba sentada, tratando de asegurar sus crecientes nervios, podía escuchar los latidos de su corazón en ese pequeño espacio, al menos estaba oculta por la tenue oscuridad de la cabina, pero de alguna manera se sentía desnuda y expuesta, como si la oscuridad fuera aún más reveladora, y sabía que sus pensamientos no estaban a salvo en este silencio y oscuridad sobresalientes.
El sonido de la puerta de la otra cabina se escuchó tres veces más fuerte cuando el Padre Seokjin entrò, T/n notó su silueta oscura moverse del otro lado, sus zapatos resonaron en el piso de madera con cada paso que dio y el asiento crujió cuando se sentó, sus manos se movian nerviosamente en su regazo cuando la voz profunda del Padre se escuchó a su derecha.
—No te pongas nerviosa, paloma. Tómate tu tiempo para encontrar tus palabras. —El Padre Seokjin murmuró suavemente, intentando transmitirle toda la confianza que necesitará.
El corazón de T/n se estremeció en su pecho y se obligó a inhalar y exhalar pausadamente. Podía hacer esto. Sus labios se abrieron y las palabras cayeron familiarmente, como un hábito perpetuo.
—Bendígame Padre, porque he pecado. Esta es mi primera confesión. —comenzó a hablar apretando sus manos en puño en el borde de su falda, pensando que la verdad debería mantenerse bajo llave como lo había estado haciendo los últimos días, esa verdad con la que no debería haber jugado en primer lugar.
—Independientemente de que estés aquí solo para decir tu verdad o para desahogar su mente, estoy aquí para escuchar, paloma.— El Padre aseguró y el sonido de su voz retumbó bajo y cálida a través de la rejilla que los separaba.
Ya estaba aquí, ya no había vuelta atrás ahora.
—He tenido pensamientos impropios sobre éste… hombre, que está fuera de mi alcance. Sé que no debería tener pensamientos tan traicioneros sobre él. Pero no puedo parar. —T/n comenzó a hablar sintiendo como su voz salía temblorosa, manteniendo sus ojos enfocados en las tenues sombras de las estatuas que se reflejaban dentro de la cabina.— Yo… apenas puedo mirarlo, apenas puedo soportar estar cerca de él, porque lo deseo tanto y eso me vuelve codiciosa, ese es uno de los siete pecados capitales, ¿no? ¿Codicia? Eso es lo que soy, Padre. Lo quiero y quiero todo de él. Quiero su tiempo y sus pensamientos, y no quiero compartirlo con nadie.
Y tan pronto como su confesión salió de sus labios un silencio abrumador los inundó a ambos, un largo y agonizante silencio mientras esperaba la respuesta del Padre Seokjin quien parecía estar encontrando las palabras correctas que decir, imposible de ocultar la bruma de celos y posesividad que comenzó a crecer en su pecho después de escuchar a su pequeña paloma hablar de esa forma de otro hombre.
Detestaba el simple pensamiento de T/n tocandose pensando en otra persona y le ardía en sus entrañas, él quería ser el único hombre que estuviera en su mente, el único que la hiciera sentir bien, el único que la viera doblegarse y caer de rodillas pidiendo mas placer, quería que fuera suya, y de nadie más.
—¿Él está casado? —preguntó poco después, recordando sus palabras y con su voz más dura y áspera de lo que imagino, pero era algo que simplemente no pudo evitar.
—No, no lo está. Es... mucho peor. —T/n respondió pensando cual de las dos opciones era peor, ¿Fantasear con un hombre casado o con un hombre que comprometía su vida a Dios?
—Solo eres humano, y el humano comete errores. Ningún error es imperdonable cuando te arrepientes de tus pecados.— El Padre Seokjin instruyó con prudencia, y casi sonó como si esas palabras se las estuviera diciendo a sí mismo.
T/n negó con su cabeza ante eso, como si el hombre al otro lado pudiera verla, eso no era lo que queria escuchar de él, queria que le dijera que estaba mal, algo que le diera un incentivo para acabar con esta tortura.
—Lo hace sonar tan inocente Padre, y no es así…—hablo casi burlándose sin humor de sus palabras.
—¿Por qué no lo es? —El Padre preguntó y su tono de voz cambió por completo, enviàndole un escalofrío que recorrió el cuerpo de T/n, sonaba diferente ahora, ya no se escuchaba reservado ni distante, sonaba cálido y curioso, y la animó a seguir hablando.— Dime más.
Oh, Dios.
—Yo… —T/n balbuceó sintiendo de repente como si su garganta estuviera llena de ceniza. —Lo quiero de manera inocente, a veces. Quiero arrodillarme frente a él y adorarlo hasta que no pueda más, quiero ser buena para él y que me halague por eso. —habló con calma, dejando que su mirada se deslizara hacia el suelo, donde la luz de las velas iluminaba sus piernas. —Pero también lo quiero de otras maneras.
Podía sentir cómo sus palabras se le clavaban en la garganta una tras otra. Estaba segura que la vaga forma de su deseo era suficiente para que el Padre Seokjin supiera que estaba hablando de él, pero parecía como si el sacerdote no tuviera intenciones de detenerla, era como si la estuviera provocando con su voz, y la tensión se podía palpar en el aire, espesa, a pesar de la rejilla que los dividía y el Padre tarareó levemente.
Quería que siguiera hablando.
—Pienso en él cuando no debería, Padre. Trato de no pensar en él de esa manera, pero es tan difícil no hacerlo, siento que sabe cómo es mi alma, y me asusta, pero también me hace quererlo más… —T/n continuó hablando sintiendo como toda la sangre de su cuerpo circulaba con más rapidez, acentuándose en su rostro y entre sus piernas como ocurría todas las noches desde que conoció al Padre Seokjin.
—¿Cuándo piensas en él? —El Padre preguntó con voz áspera, y ese mismo sonido era todo lo que T/n podía escuchar, todo lo demás se había desvanecido en la oscuridad del lugar.
—Lo hago cuando los pensamientos me mantienen despierta por la noche. Cuando está oscuro y estoy sola. Me marean y me dan calor…—respondió con dificultad, sintiendo como las palabras quedaban atoradas en su garganta y como sus mejillas ardían de vergüenza ante lo siguiente que dijo. —Pienso en él cuando me toco, Padre.
Y en ese preciso momento T/n deseaba profundamente que el suelo se abriera y la tragara por completo, pero aún así no podía dejar de hablar, no ahora que parte del secreto que la atormentaba estaba a la vista, necesitaba compartirlo todo, no pensaba seguir cargando con esa culpa sola, y no le importaban las consecuencias que vendrían con eso.
—Trato de no hacerlo, sé que está mal, pero no puedo, trato de pensar en alguien sin rostro, pero no puedo sacar su rostro de mi cabeza. Su voz. Trato de pensar en alguien menos en él, pero no puedo detenerme.
Su respiración era rápida y agitada, sentía como si acabara de subir corriendo tres tramos de escaleras. Las palmas de sus manos estaban pegajosas por el sudor y como pudo las limpió en la tela de su falda sintiendo su cuerpo arder en calor, y por una fracción de segundo, se le ocurrió correr, salir corriendo de ahí al aire frío de la noche, el hecho que el Padre Seokjin no hubiera dicho ni una sola palabra acerca de su confesión la hacía sentir mucho más nerviosa, completamente segura de que él la reprendería por tener ese tipo de pensamientos, que le diría que estaba condenada al infierno por ese pecado, pero lo siguiente que escuchó la dejó congelada en su lugar.
—Hazlo.
Esa palabra del Padre Seokjin sonó como un trueno dentro de la iglesia.
—¿Qué? —preguntó incrédula, sin entender exactamente lo que dijo.
—Muéstrame. —El Padre Seokjin corrigió rápidamente antes de que se escuchara un sonido resbaladizo, como si se hubiera humedecido los labios con su lengua.— Muéstrame tu pecado.
Y ante eso lo único que T/n pudo hacer fue jadear por lo bajo, esperaba internamente la broma, la risa, que él estuviera bromeando, pero eso nunca llegó. Y en cambio, sólo hubo silencio. Por primera vez miró hacia un lado, buscando alguna señal del Padre Seokjin pero todo lo que vio a través de la rejilla fue el contorno aproximado de su perfil.
Antes de que T/n pudiera reaccionar, vergonzosamente, su cuerpo lo hizo primero, reaccionando por completo a su voz, su piel se calentó más que el mismo sol, sus pezones se irguieron debajo de su blusa y el familiar cosquilleo se acentuó entre sus piernas como si se hubiera tratado de una orden del Padre Seokjin.
Apenas y pudo murmurar un pequeño asentimiento antes de hacer exactamente lo que le había dicho, T/n podía escuchar el latido de su corazón retumbando en sus oídos y el ritmo incierto de su respiración mientras separaba de a poco sus piernas para deslizar su mano entre sus muslos.
Su estomago se contrajo abrupatmente cuando sus dedos hicieron contacto con su centro vestido y su respiración se cortó aún más al sentir la pequeña macha de humedad en sus bragas, joder, había estado sufriendo tanto por esto que ni se habia dado cuenta, pero era algo obvio, el Pade Seokjin siempre había tenido un efecto especial en ella, y lo corroboró cuando presionó ligeramente sobre su clítoris, mordiéndose el labio inferior para evitar gemir demasiado pronto y sujetandose con fuerza del borde el asiento con su mano disponible.
La culpa y la excitación se retorcían dentro de su cuerpo, una con la otra, luchando por ver cual tendría el control, sus dedos se movían tan lentamente, torturándose a sí misma y con su respiración agitándose cada vez más con cada débil movimiento sobre su clítoris, estaba demasiado metida en sus propias sensaciones que apenas y fue consciente de la misma respiración agitada del Padre Seokjin, y cuando se dio cuenta de eso T/n no pudo evitar preguntarse qué estaba haciendo en su lado de la cabina, se preguntaba dónde estaban sus manos, tal vez agarrando sus rodillas o apretando con fuerza la tela de sus pantalones, o tal vez en otra parte; subiendo por sus muslos hasta…
—Oh, Seokjin… —T/n gimió por lo bajo antes de taparse la boca con su mano libre para sofocar otro gemido, aunque fue demasiado tarde para que el Padre Seokjin lo escuchara a la perfección.
—¿Es eso lo que haces? —El Padre preguntó con su voz baja y ronca, enviándole un escalofrío de deseo al rojo vivo a T/n por su columna vertebral, casi pudiendo escuchar su sonrisita al otro lado con lo siguiente que dijo. —¿Cuando te tocas dices mi nombre, paloma?
—Padre, por favor yo no… -T/n balbuceó ahogando un nuevo gemido ante otro movimiento de sus dedos, incapaz de poder mentirle ahora.
—No mientas paloma, la forma en que dijiste mi nombre, suena tan familiar. Como si hubieras hecho esto antes. —El Padre agregó con soberbia, había una oscuridad en su voz que T/n nunca había escuchado en él.
—Oh, Dios… —Un nuevo jadeo se derritió en sus labios sin poder ocultarlo, sus caderas se movieron hacia enfrente y contra su palma, buscando desesperadamente un poco más de fricción para su clítoris necesitado, la culpa se estaba comiendo sus entrañas, pero no podía detenerse.— Padre, por favor, siento que empiezan a corromperme de nuevo…
Y con eso los ojos del Padre Seokjin se iluminaron en puro deseo, agradeciendo que ella no pudiera verlo.— ¿Ahora mismo?
—Sí, los pensamientos están volviendo, Padre… —T/n asintió con la cabeza con furia, como si él pudiera verla moviendo sus dedos con más fuerza sobre su centro ahora empapado con su humedad, mojándole los dedos vergonzosamente.
Inesperadamente se escuchó un tintineo metálico al otro lado de la cabina y a T/n se le cortó el aliento al darse cuenta. Su cinturón, el Padre Seokjin se estaba desabrochando el cinturón, mierda, mierda. Cerró los ojos con fuerza intentando alejarse de eso, pero aún podía escuchar el roce de su cinturón cuando el cuero se movió contra sus trabillas y simplemente no pudo evitar imaginarse la forma en que se veía su mano sobre el bulto de sus pantalones.
—Dime de quien se tratan, paloma. —El Padre pidió en medio de un suspiro pesado y T/n juró que su cuerpo tembló sobre el asiento al escucharlo.
—Se tratan de ti Padre, siempre has sido tu… —Admitió entrecortado presionando con más fuerza sobre su clítoris, lo necesitaba, demasiado, era casi carnal la necesidad que tenía por él.
Una especie de calor perverso le atravesó el pecho al Padre Seokjin, casi como un sentimiento de orgullo al escuchar a su pequeña paloma admitiendo que él era el que la hacía pecar, que él era el protagonista de sus fantasías como ella lo era de las suyas, era perfecto y eso le hizo apretar con más fuerza el eje de su miembro duro por encima de la tela de su boxer, casi gruñendo al imaginarse que era T/n la que estaba entre sus rodillas dándole la misma atención con su propia mano.
—¿Yo? —Él se rió entre dientes mientras la seguía escuchando sollozar y gemir por lo bajo, casi deseando poder estar con ella para ver como aliviaba el calor de su cuerpo.— No eres tan pura como yo pensaba, ¿verdad paloma?
—Por favor, Padre…— T/n gimoteó una vez más, presionando sus muslos juntos y moviendo sus caderas con fuerza contra su mano.— Por favor, ayúdame a deshacerme de estos deseos…
Y con eso el Padre Seokjin ensanchó su sonrisa, ¿Quién era él para negarle a su linda palomita que la librara de sus deseos carnales? Después de todo, ese era su deber como sacerdote, ¿no es así? Limpiar a los pecadores de sus pecados, y qué mejor manera que hacer lo mismo con ella, limpiar esos pensamientos pecaminosos de su linda cabecita y devolverle la pureza.
Hubo un silencio después de su ruego hacia el Padre que rápidamente fue cortado por un ruido repentino, demasiado rápido para que T/n lo procesara antes de parpadear ante la luz que inundó la pequeña cabina, y cuando pudo ver con claridad el Padre Seokjin estaba de pie frente a ella, su barbilla está inclinada hacia un lado, el cinturón de su pantalón colgaba pesado hacia ambos lados, la cremallera estaba abierta y una mancha oscura y húmeda decoraba el contorno de su dura erección haciéndola jadear sin ser capaz de cerrar sus piernas ante la imagen cuando el Padre Seokjin rápidamente apretó con sus manos su pantalón, levantando la tela para poder arrodillarse frente a ella.
—Padre…— T/n susurró por lo bajo, sin poder recordar ninguna palabra excepto su título mientras lo veía hundirse entre sus piernas para tomarla por el cuello con una de sus manos, su palma ancha se envolvió alrededor de su garganta antes de inclinarse hacia ella y perseguir su boca ansioso con la de él.
Sus rosados labios se estrellaron con firmeza contra los de ella, y T/n sintió como si estuviera en la puerta del cielo y jadeó contra su boca al darse cuenta de que el Padre Seokjin besaba como un hombre hambriento.
Su cuerpo cayó en un flujo intenso con sus labios unidos a los del otro, sus manos se ajustaron a sus anchos hombros y los arañó por encima de su camisa negra, desesperada por más. Toda la mente de T/n se nubló con la sensación de él, con su aroma, con su sabor, con cada presión de sus labios sobre los de ella y sintiendo como acariciaba su cuello suavemente, rozando sus dedos sobre su pulso antes de presionar con la fuerza suficiente para hacerla jadear sobre su boca y él aprovechó la oportunidad para meter su lengua en la de ella, y rápidamente sus lenguas se enredaron en una danza ardiente, sin necesidad de música, solo el ritmo recién descubierto de sus lenguas, dientes y labios.
—Seokjin… —la voz de T/n tembló mientras respiraba su nombre en una oración entrecortada contra su boca apenas separándose de él.
—Sí, cariño, estoy aquí. —El Padre respondió de la misma forma antes de volver a presionar otro beso voraz en sus labios, ajustando sus manos en su cintura para acercarla lo más posible a su cuerpo, y T/n dejó escapar un suspiro de alivio ante su entusiasmo por continuar.
—Lo siento, sé que no debería… no debería quererte así, pero…— T/n se lamentó de la misma forma ajustando sus manos en su cuello blanco y clerical, el recordatorio de que esto estaba mal, pero no pudo hacerle mucho caso a sus culpables pensamientos cuando sintió al Padre Seokjin tomar sus piernas con sus manos para ajustarlas en su cintura firmemente.
—Está bien, paloma. —Arrulló con su voz ronca volviendo a atrapar sus labios en otro beso, mordisqueando su labio inferior y escuchándola gemir desde lo más profundo de su pecho antes de tomar su mano y guiarla hacia abajo hasta dejarla sobre su entrepierna.— Sigue adelante, cariño. Sigue tocandote para mi.
Y con eso ultimo T/n ahogó otro gemido contra sus labios, volviendo a frotar sus dedos una y otra vez sobre su botón de placer, amando la fricción que se producía entre sus torsos presionados el uno con el otro y de sus respiraciones agitadas coreando el pequeño y santo espacio en el que estaban.
—Pensé que me dirias que debía dejar de pecar…— T/n se las arregló para murmurar aquello descansando su frente contra la de él, sonriendo tontamente al escucharlo reír contra sus mejillas.
—No creo que un pecador pueda decirle a otro que se detenga.— El Padre afirmó con sorna en su voz, presionando la parte inferior de su cuerpo para que estuviera al ras con la de él, situándose mejor entre sus piernas y viéndola jadear cuando su pelvis se hundió contra su entrepierna.
No había mucho espacio en la pequeña cabina, pero eso solo los acercó aún más mientras T/n le rodeaba el cuello con los brazos con fuerza; podía sentir su erección hurgando sobre su núcleo vestido, y no había nada más que quisiera que arrancar la tela que se interponía entre sus cuerpos.
El beso acalorado se estaba convirtiendo en algo más. El Padre trazó sus cálidos besos con la boca abierta por el arco de su cuello, hasta la base de tu garganta antes de darle un suave mordisco, sus labios rosados se cerraron alrededor del área, succionando y chupando su piel suavemente, haciendo que T/n exhalara un gemido estrangulado, el volumen se elevó un poco por encima de los sonidos de sus respiraciones agitadas pero tampoco les importó demasiado. Rápidamente las manos de T/n abandonaron su cuello y aflojaron los primeros botones de su blusa, invitando a la boca atenta y pecadora del Padre Seokjin a bajar un poco más, y él por supuesto que estaba más que ansioso por responder a su deseo.
Su cabeza bajó por tu cuello, tomándose el tiempo para besar minuciosamente tu piel caliente, acariciando su rostro entre tus pechos y un escalofrío recorrió el cuerpo de T/n al sentir la punta de su nariz rozar la curvatura de uno de sus senos antes de que su lengua caliente saliera para lamer su pezón endurecido a través de la delgada tela de su blusa, haciéndola gemir con fuerza y taparse la boca desesperadamente para evitar hacer más ruido.
—Dios se tomó su tiempo cuando te hizo para mi, paloma.— El Padre Seokjin murmuró sobre su pecho continuando con el implacable ataque de su lengua sobre su pezón, desviando su vista hacia arriba y hacia su rostro solo para verla con la cabeza hacia atrás contra la pared de madera y con sus labios entreabiertos, y se apresuró a elevar su otra mano para masajear su seno descuidado.
T/n sentia que podia morir feliz justo ahora, siendo torturada con sus bonitos labios y su caliente lengua una y otra vez, podía sentir como la tela de su blusa estaba empapada con su saliva por la forma en que se adhería a su piel, haciéndola jadear ante la deliciosa fricción en su sensible brote y removerse en el asiento y que sus caderas se frotaran contra su dura erección.
Y antes de pasar al otro lado, el Padre Seokjin le dio otra perversa succión a su pezón riendo por lo bajo de cómo su cuerpo se sacudió debajo de él y su voz salió ahogada en medio del beso de transición a su otro seno.
—Eres celestial, más de lo que podría haber imaginado.— Afirmó cuando su dedo encontró el tramo húmedo de tela, jugando con su sensible pezón una y otra vez, casi volviéndola loca y haciendo que ajustara sus movimientos con su cadera, prácticamente frotando su centro húmedo contra su dura erección atrapada en sus pantalones; haciéndolo ahogar un gruñido contra su seno ante la fricción.
Sus cuerpos seguían completamente vestidos, nunca antes habían estado tan excitados como ahora que su sucia fantasía se estaba haciendo realidad, la espalda de T/n se arqueó más hacia su boca, buscando su calor, rogando por mas, tenia miedo que esto fuera solo un sueño, uno más entre muchos que había tenido con el Padre Seokjin.
Sabía que ya había probado la fruta prohibida y, como un adicta, solo podía rogar por más. Sus indecentes oraciones de más se convirtieron en susurros en el momento en que escapaban de sus labios hinchados de tanto morderlos, y ni siquiera pudo mantener el volumen bajo cuando lo sintió morder con fuerza su pezón al mismo tiempo que sus manos deslizaron sus bragas por sus piernas en un rápido movimiento; el escozor de su mordida y el aire frío golpeando la piel sensible de su entrada convirtieron sus silenciosos gemidos en un grito agudo que reverberó desde el espacio confinado del confesionario hacia la extensión silenciosa y resonante de la iglesia.
Ni siquiera pudo reaccionar cuando el Padre Seokjin tomó sus piernas para colocarlas sobre sus hombros, arrodillándose por completo frente a ella y haciéndola estremecerse aún más al sentir su aliento caliente y agitado abanicar su sensible entrada.
—Eres como un ángel puesto delante de mi.— El Padre Seokjin volvió a hablar entrecortado, viéndola desde abajo morderse el labio para evitar gemir cuando deslizó uno de sus dedos entre sus pliegues resbaladizos, recogiendo su humedad solo para llevárselo a la boca y chuparlo ruidosamente; ronroneando gustoso al probar su sabor.
La vista que T/n tenia era algo completamente digno de contemplar, era algo que pensaba que nunca pasaría, pero ahora aquí estaba; viendo los ojos oscuros y cargados de placer del Padre Seokjin mientras se relamía sus labios enrojecidos por todos los besos que se habían dado, terminando de degustar los restos de su sabor justo antes de formar una sonrisita maliciosa y susurrar acaloradamente sobre su centro.
—Sabes a cielo, paloma, déjame adorarte…
Y tan pronto como dijo eso su cabeza se hundió por completo entre sus piernas y la vista de él desapareció detrás de tus párpados cuando los cerraste ante el primer contacto de sus labios sobre tu clítoris hinchado y necesitado.
Empezó despacio, perezosamente, como si tuviera todo el tiempo del mundo, la mano de T/n se movió para tomar un puño de su cabello; tirando de los suaves mechones ansiosa y desesperada cuando su lengua caliente salió para lamer y chupar entre sus pliegues una y otra vez, le gustaba demasiado esto, la sensación de que el Padre Seokjin la devoraba, succionando su pequeño clítoris cada vez más fuerte que le fue imposible no enredar sus dedos entre su cabello para guiarlo hacia arriba y abajo mientras elevaba sus caderas para encontrar su lengua, y él se dejó hacer, no había nada que hubiera deseado más que probar su sabor justo como ahora lo estaba haciendo, podía sentir que su pequeña paloma estaba punto de romperse, el agudo gemido que soltó y el temblor de sus piernas se lo hizo saber, y justo cuando estaba listo para tomar todo de su dulce orgasmo su voz lo regresó a la realidad.
—Jin, porfavor, necesito sentirte dentro de mi…— T/n rogó tan dulcemente a sus oídos que al Padre le fue imposible no obedecer sus plegarias.
Le dio unas últimas lamidas en su entrada y clítoris antes incorporarse y colocarse de nuevo entre sus piernas sintiendo como las manos de T/n volaban hacia los botones de su cuello y camisa, comenzándolos a soltar desesperadamente y él hizo lo mismo con su pantalón, apretando su mandíbula con fuerza ante la dolorosa fricción de la tela de su boxer cuando finalmente liberó su miembro; viéndolo salir disparado hacia arriba completamente duro e hinchado, tuvo que reprimir una risita al verla relamerse los labios ante la vista y se apresuró a separar aún más sus piernas, siseando cuando apoyó su miembro contra su entrada para comenzar a deslizar la punta de su pene entre sus pliegues, cubriéndola con su humedad y haciéndole saber cuán grande era y cuán profundo estaría dentro de ella.
El Padre se inclinó sobre su cuerpo, volviendo a tomarla por su cuello para encontrar sus labios una vez más, jugando con su lengua y mordisqueando su labio inferior para amortiguar su gemido cuando comenzó a empujar de a poco la punta de su pene a través de su entrada, chistando suavemente al sentir su cuerpo estremecerse mientras su interior se apretaba imponente alrededor de su duro eje.
—Es… demasiado grande…— T/n jadeó luchando por asimilarlo, y le resultó difícil formar esas palabras en su estado sin aliento sintiendo su miembro empujarse contra cada parte de ella, hambriento de más, alentando a su interior a aceptarlo más profundamente, y el Padre Seokjin gimió en tu boca, con una voz ronca y áspera.
—Puedes tomarlo, paloma…— El padre siseó ajustando sus manos en tu cintura con fuerza, ayudándote a aceptar su tamaño mientras seguía empujándose dentro, hundiéndose cada vez mas hasta la base de su pene, gruñendo cuando terminó de empujar los últimos centímetros de su longitud dentro de ella.— Joder, te sientes increíble…
Aquel gruñido poco después de tocar fondo hizo que a T/n se le cortara la respiración, la quemadura dentro de ella hizo que su cabeza se confundiera de felicidad mientras luchaba por ajustarse a su tamaño, y aunque el Padre Seokjin estuviera un tanto abrumado con la estrechez que lo rodeaba, fue lo que lo animó a comenzar a marcar un ritmo lento y constante dentro y fuera de ella, hundiendo su rostro en su cuello, volviendo a salpicar toda su piel con besos húmedos y calientes.
T/n se sentía en el cielo con cada una de sus embestidas profundas y duras, sus sueños y pensamientos pecaminosos nunca lograrían compararse a la realidad de estar siendo follada por el Padre Seokjin, todo se sentía mil veces mejor, su polla la llenaba de una forma tan deliciosa y los gemidos que goteaban como miel de sus labios la dejaban delirando por más, sus uñas se deslizaban y dejaban marcas rojizas por su pecho y hombros, el sudor que caía por sus sienes hasta su cuello lo hacían ver incluso más tentador y la hinchazón de sus labios la hacían querer volver a besarlo.
A tientas extendió una mano para sostenerse de algo, cualquier cosa, y cuando su mano agarró el crucifijo que colgaba de su cuello, tiró con fuerza de él como si fuera una correa, acercando al Padre hacia ella viéndolo lanzarle una sonrisita siniestra justo antes de besarlo con fuerza, gimiendo contra sus labios cuando sus embestidas se volvieron brutales y profundas, su pelvis chocaba contra sus caderas de una forma tan deliciosa, los sonidos húmedos y lascivos de su polla hundiéndose una y otra vez en su coño llenaban sus oídos y la dejaban delirando sintiendo como el nudo apretado de su orgasmo amenazaba con romperse en cualquier momento.
—Oh Dios, Jin estoy tan cerca…— T/n lloriqueó contra él sintiendo su aliento caliente y rápido contra la piel de su cuello, haciéndola sentir cada vez mas humeda.— Voy a correrme… —advirtió con su respiración atascada en la garganta y con los latidos de su corazón martillando en su pecho con fuerza.
—Hazlo, paloma…— El Padre gimió sin aliento acariciando su mejilla caliente y luego la comisura de su labio, deleitándose con su simple belleza en su punto máximo de placer justo antes de volver a atrapar su pecho entre sus dientes, sintiéndola removerse y arquear su espalda aún más contra su boca mientras seguía chupando y mordisqueando con fuerza su endurecido pezón una y otra vez.
En algún punto de la desastrosa mente de T/n esperaba que eso dejara marcas en su piel, entonces, podrían servirle como un recordatorio de a quién le pertenecía, la pelvis del Padre se acercó a su centro cada vez más errático y desesperado, todo su cuerpo rebota sobre su pene, el ardor en sus piernas mezclado con la fuerza de sus embestidas la estaba empujando a un punto sin retorno, al borde del límite, y fue justo ahí cuando lo sintió arrastrar una mano por su cuerpo sudoroso hasta llegar al centro de sus piernas para comenzar a frotar su botón de placer con su pulgar una y otra vez antes de ordenar entre dientes.
—Correte para mí, paloma.
Y eso fue suficiente para que su orgasmo la atravesara como si se tratara de un resplandor celestial, todo su cuerpo tembló en sus brazos sintiendo como los espasmos de placer la hacían sentirse finalmente llena y satisfecha, su interior se apretó con fuerza alrededor de su miembro, aprisionándolo dentro de ella y cubriéndolo con su orgasmo, haciéndolo murmurar su nombre una y otra vez, como si se tratara de una oración divina.
Ni siquiera pudo evitar lloriquear por lo bajo cuando el Padre Seokjin besó suavemente su frente, sus mejillas y luego sus labios para salir de a poco de su interior, toda ella se sintió de nuevo vacía y buscó la mirada del Padre cuando se puso de pie frente a ella, sus ojos recorrieron su torso desnudo y cubierto de un sudor reluciente, siguiendo hasta su miembro aun duro y pesado que la hizo suspirar, y cuando lo escuchó hablar todo su cuerpo recibió una corriente eléctrica.
—Ven aqui, paloma.— Ordenó con su voz ronca y profunda al mismo tiempo que su mano bombeaba de a poco su pene, y su mirada se oscureció aún más al ver lo rápido que T/n se arrodillo frente a él, como si hubiera querido esto desde un principio.
Sus ojitos brillantes lo saludaron desde abajo, mirándolo con total adoracion cuando enredó sus dedos en su cabello alborotado para guiar su boca hacia su pelvis, gruñendo por lo bajo cuando la calidez de su boca y lengua envolvieron la punta de su pene; primero dándole una pequeña lamida, sonriendo cuando lo vio suspirar temblorosamente antes de tomar una porción completa en su boca sin dejar de mirarlo a los ojos.
El Padre Seokjin echó su cabeza hacia atrás y sus labios se abrieron en gesto de puro placer mientras seguía sintiendo como los labios de su paloma tomaban todo de él cómo una buena niña, su respiración se cortó cuando la sintió elevar una de sus manos para envolverla en su grosor y comenzar a masajear las partes que no alcanzaba con su boca, y cuando abrió sus ojos mirando hacia abajo, la imagen fue lo mas caliente que alguna vez se llegó a imaginar, el agarre en su cabello se apretó con fuerza y su respiración se agitó sintiendo que estaba a punto de perderse, y su teoría fue cierta, porque cuando sintió a T/n lamer y chupar su uretra fue que se derramó en su boca con un audible gruñido.
Le tomó unos segundos recuperarse de todo lo que acababa de pasar, sintiendo su pecho agitado y tratando de regular su respiración acelerada, y cuando finalmente miro hacia abajo ni siquiera pudo luchar contra la sonrisa de orgullo que se formó en su rostro, viendo sus ojitos brillantes y como unas gotas de su semen escurrían de la comisura de su labio, haciéndolo elevar su pulgar para reunirlas y volver a introducirlo en su boca, riendo entre dientes al sentir como su lengua lamía su pulgar degustando las últimas gotas hasta dejarlo limpio.
—Creo que tus pecados han sido perdonados.— Dijo suavemente despues de unos segundos, el olor a sexo se mezclaba con el incienso que se filtraba desde el santuario y sonrió al notar su mirada confundida.
—Pero Padre, si mis pecados han sido perdonados, ¿Por qué sigo pensando en ti? —T/n preguntó volviendo a su actitud inocente y volviendo a usar su título después de todo lo que había pasado, viéndolo reír por lo bajo mientras se inclinaba para estar a su nivel, sus mejillas fueron aplastadas con una de sus manos antes de recibir un febril beso en sus labios.
—Bueno, quizás ahora yo soy el pecado con el que deberás cargar, paloma.

N/A: Buenoo hace calor, no? Si asi lo sientes será mejor que sigas al siguiente oneshot de este pequeño maratón pupi! Espero que este gustando mucho estas historias titis, las estaré leyendo y díganme cual está siendo su favorita. ♡ next
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⤷ ❝older❞ — kth (s.m)
➤ Pareja: taehyung!dilf x lectora!fem
➤ Recuento de palabras: 4.7k
➤ Género: daddy kink! smut y obscenidad!
➤ Resumen: Le habías estado rogando a tu novio que jugara contigo durante meses. y no es que él estuviera exactamente en contra del concepto de juego de roles, era solo que en tu mente había un escenario en particular que querías representar desde que comenzó su relación, y estabas a punto de obtenerlo de la misma persona que había motivado tu fantasía.
➤ Advertencias: 20+| lenguaje maduro y explícito | dilf!taehyung | juego de roles | diferencia de edad | infidelidad | daddy kink | charla sucia | nalgadas | ojos vendados | manos atadas | masturbación | halagos durante el sexo | sexo oral (r. lectora) | juego y estimulación del clítoris | sobreestimulación | sexo duro | sexo sin protección | Taehyung tiene un gran pene! ➤ Si no eres mayor de 18 años, POR FAVOR, no leas. Si lo haces es bajo tu propia responsabilidad, ten en cuenta las advertencias.

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—¿Está lo suficientemente apretado? ¿Puedes ver algo? —La voz de su novio se escuchó temblorosa y por lo bajo y se filtró por los oídos de T/n como su única fuente de sonido dentro de la venda atada alrededor de sus ojos y negó con su cabeza a su pregunta; sintiendo como los nervios y la emoción revoloteaban en su estómago a cada segundo que pasaba.
Escuchó un suspiro escapar de los labios de su novio y después unos pasos a su alrededor indicando que se estaba moviendo por la habitación, de seguro comprobando su posición y pensando seriamente qué hacer con ella.
—No puedo creer que esté a punto de hacer esto… —murmuró en voz baja como si estuviera reconsiderando toda la situación en la que estaba metido, y T/n lo entendió por completo antes de sentir su mano envolverse alrededor de la de ella, girando su cuerpo suavemente para que quedara frente a la cama y poder atar sus manos juntas con una cuerda.— ¿Recuerdas la palabra de seguridad?
—Fresas. —T/n respondió con su voz suave y delicada a pesar del evidente nerviosismo de su novio.
—Bien. Ahora no te muevas, tengo que... meterme en el personaje, Dios, esto es tan extraño. —su novio volvió a hablar en medio de un suspiro entrecortado antes de que escuchara más ruido a su alrededor y T/n simplemente esperó pacientemente a que su novio se relajara aunque sea un poco.
De cualquier forma, ella no podía culparlo, de todas las peticiones que podría hacerle a su dulce novio, T/n había elegido precisamente ésta.
Y él, siendo el novio siempre cariñoso y complaciente que era, o tal vez ya harto y cansado de sus quejas y ruegos por hacer esto, que simplemente accedió.
Era extraño, no lo podía negar, eso si consideramos que T/n le había pedido, con una voz tan dulce y adorable, si podía atarla e inclinarla para follarla como una puta, y no solo eso; sino que hiciera todo eso mientras hacía un roleplay como si fuera un DILF.
Su novio no sabía nada de la fascinación de su pequeña novia por ellos cuando la conoció. Pero T/n solo quería probarlo, de verdad, aunque fuera una sola vez, pensando que podría ser divertido cumplir una de sus más dominantes y húmedas fantasías. Y por supuesto, nunca le diría a su novio qué inspiró la fantasía; o más específicamente, quién.
—Quizás sería más fácil si… —T/n musitó por lo bajo después de unos segundos de silencio donde extrañamente se sintió sola, antes de que su oración fuera cortada de repente, haciéndola sobresaltarse en su lugar.
—Cállate. —Su voz repentinamente retumbó alrededor de toda la habitación con si fuera un trueno, y fue una comparación tan extraña y excitante escuchar un sonido tan autoritario reverberar de su novio cuando T/n sabía muy bien que él tenía cosas como posters de Rápidos y Furiosos pegados en toda su habitación.
Realmente debió haberse metido en el personaje bastante bien.
—¿Tae? —T/n preguntó por lo bajo y su pequeña voz tembló al sentir las manos de su novio en su espalda, se sentían mucho más grandes y pesadas de lo normal, pero apenas pudo pensar en eso antes de que empujaran su cuerpo sobre la cama; haciéndola soltar un pequeño chillido mientras caía hacia adelante sin nada que la estabilizara, con las manos atadas inútilmente a la espalda.
—Ya no es Tae. —Su voz profunda ordenó y un escalofrío recorrió la espalda de T/n al escuchar sus siguientes palabras. —Es papi. ¿Entendido?
—S-suenas como tu papá… —T/n habló por lo bajo suponiendo que eso era algo inevitable.
Por supuesto que su hijo sonaría como él, aunque un poco más profundo y áspero en su tono, e inevitablemente T/n dejó escapar un suspiro de ensueño sintiendo su excitación aumentar ante el pensamiento y la imagen del hombre que había provocado todo esto. T/n estaba segura que si su novio se vistiera como su padre, se verían como gemelos, lástima que un atuendo no fuera parte del juego de roles, pero bueno, tendría que mantener viva esa imagen mental del Sr. Kim.
—Es lo que querías, ¿no? —Habló con su voz ronca antes de que su mano golpeara su trasero en un fuerte y limpio azote, creando un crujido en toda la habitación, haciéndola jadear al sentir la picazón en su piel y como su mano se sentía mucho más grande y pesada con la pérdida de sus otros sentidos.— Respóndeme.
—Sí, papi. —T/n respondió con voz pequeña y en medio de un jadeo al frotar sus piernas entre ellas cuando sintió como la humedad comenzaba a acumularse y a gotear de entre sus pliegues, empapando sus pantalones cortos de pijama.
Dios. Mierda. Quería arrodillarse y agradecerle a su novio por hacer esto.
No sabía cómo, pero lo compensaría de alguna manera. ¿Tal vez con algún juego de roles de sirvienta? ¿Una mamada en público? ¿Anal? Podría darle todo lo que él quisiera sólo por interpretar el papel de su padre con ella. Y T/n sabía lo retorcido que sonaba, pero no le importaba. No con la forma en que el colchón se hundió con su peso sobre ella, sintiendo como se le cortaba la respiración cuando sus manos empujaron debajo de su blusa y ahuecaban sus senos con dureza.
—Mmh, ¿sin sostén? —Preguntó peligrosamente cerca de su oído, sonriendo al verla removerse debajo de su cuerpo cuando les dió un pellizco a sus pezones endurecidos por igual, su mirada oscureció aún más cuando hundió una de sus manos en su calor húmedo mientras la escuchaba gemir, deslizando sus dedos entre sus piernas para empujar la tela hacia un lado; sin poder evitar sonreír al sentir sus dedos siendo empapados con su humedad que solo lo hizo morderse el labio antes de hablar con burla.— ¿Qué, tampoco bragas? ¿Estabas esperando a que te follara como una putita?
Y la única respuesta audible que recibió fue la de un adorable gemido que brotó de los labios de T/n cuando se dedicó a trazar círculos apretados sobre su botón de placer, sus caderas se agitaron al sentirlo y gruñó entre dientes al sentir su trasero restregarse una y otra vez contra la dura y tensa erección dentro de sus pantalones.
—No te preocupes, bebé. Papá se va a encargar de este pequeño coño mojado. —Habló por último antes de ajustar sus dedos en el elástico de sus pantalones cortos deslizándolos hacia abajo con un movimiento rápido; haciéndola rebotar en la cama mientras permanecía allí, indefensa para moverse con las ataduras apretadas en sus muñecas.
—Tae… —T/n balbuceó sintiendo sus grandes manos vagando por toda su piel disponible, apretando y masajeando con fuerza antes de sentir un nuevo y fuerte azote golpear un lado de su trasero, haciéndola jadear y retorcerse sobre la cama.
—No me llamo así. —La voz detrás de ella se escuchó firme y molesta, e increíblemente la hizo sentir más húmeda, sus manos volvieron a apretar su piel enrojecida antes de sentir su dedo medio deslizarse entre las mejillas de su trasero hasta encontrarse con su centro empapado y resbaladizo; brillando con su excitación, y la forma en que T/n gimió al sentirlo solo hizo que su polla se contrajera en sus pantalones, lista para saltar y enterrarse en ese bonito coño tuyo.
—Papi… —T/n se corrigió de inmediato en medio de un gemido roto y quejumbroso al sentir como sus dedos eran reemplazados de un momento a otro por su caliente boca.
T/n pudo sentir como su respiración se le atascaba en la garganta mientras sentía los bonitos labios de su novio chupar una y otra vez su sensible coño, sus grandes manos se clavaron en la piel de sus muslos separando las mejillas de su trasero para tener un mejor acceso mientras su lengua se deslizaba una y otra vez entre sus pliegues resbaladizos hasta encontrarse con su clítoris hinchado para arremolinarse alrededor de él una y otra vez.
Un gemido fuerte se escuchó en toda la habitación al sentirlo, la venda en los ojos de T/n sólo potenciaba sus otros sentidos y podía sentir a la perfección la forma en que la lengua de su novio se curvaba para intentar tomar todo de su sabor, podía sentir las uñas de sus dedos clavándose y marcando su piel enrojecida, y podía sentir su interior apretándose alrededor de la nada con cada deliciosa lamida que recibía.
Quería poder tocar a su novio, quería poder enredar sus dedos entre su esponjoso cabello y hacer que su boca se hundiera más en ella, pero la cuerda en sus manos se lo impedía, así que simplemente se conformó con estar siendo atacada con su caliente y pecaminosa lengua una y otra vez, jadeó de puro placer mientras su novio seguía lamiendo el dulce camino hacia su orgasmo que cada vez se sentía peligrosamente cerca, y justo cuando sintió que estaba a punto de explotar, su novio se alejó por completo de ella, dejándola respirando agitadamente y tratando de procesar todo.
T/n apenas y pudo ser consciente del sonido de la cremallera de sus pantalones siendo abierta con urgencia justo antes de sentir la punta caliente e hinchada de su pene presionarse contra su entrada, deslizándola entre sus pliegues un par de veces y asegurándose de cubrirla con su humedad mientras se alineaba correctamente detrás de ella.
—Espera, ¿No me vas a preparar primero? ¡Oh! —T/n preguntó apenas saliendo de su trance y jadeando cuando su novio deslizó su pene dentro de ella, haciendo que su cuerpo se presionara contra el colchón junto a cada centímetro que iba entrando y estirando su apretado interior.
—No hay necesidad, ya estás goteando con solo pensar en mi polla. —Su novio gruñó detrás de ella, echando su cabeza hacia atrás mientras se empujaba por completo hasta que su trasero quedó presionado con su pelvis, escuchándola soltar un gemido tembloroso. —Será mejor que te acostumbres a tomar la polla de papá en seco, bebé.
Santo cielo.
La venda en sus ojos y las ataduras en sus muñecas estaban haciendo maravillas en todos sus sentidos porque su polla se sentía jodidamente enorme dentro de ella, el ajuste era más apretado que nunca y era como si toda su longitud estuviera alcanzando profundidades que ni siquiera podría imaginar mientras lo sentía deslizarse hacia atrás solo para tomar envión y volver a entrar en un firme y duro choque de sus pieles sudorosas.
—¡Ah-joder, papi! —T/n gimió con fuerza cuando sintió a su novio separando las mejillas de su trasero con ambas manos para tener una vista completa de su pene entrando y saliendo de su apretado interior; cubierto con su humedad mientras se empujaba más fuerte dentro y fuera de ella a cada segundo.
—Eso es, bebé. Di mi nombre. ¿A quién le pertenece este lindo y apretado coño? —Su novio preguntó soltando un pesado suspiro completamente abrumado con la estrechez de su interior rodeando el eje de su pene de una forma tan deliciosa que solo lo hizo comenzar a marcar unas penetraciones duras y rotundas.
—¡A ti, papi! —T/n jadeó aquello apenas concentrándose en cómo el dolor del estiramiento se mezclaba con el placer burbujeando en su interior, pero aún así, en su desordenada mente estaba segura que si este fuera un día cualquiera ya habría alejado a su novio de ella, sin dejar que se acercara sin un condón o sin prepararla adecuadamente, pero ahora, ahora todo eso se había ido a la mierda.
—Muy bien bebé, maldita sea, te sientes tan jodidamente apretada. —Su novio masculló entre largas respiraciones, ajustando sus manos en sus caderas cuando el ritmo de sus embestidas se volvió brutal, gruñendo cada que sentía como su interior se apretaba cada vez más con sus palabras; aprisionando su duro eje y sintiendo como la humedad de su excitación lo cubría por completo.
Decir que T/n estaba abrumada era poco, su novio normalmente era tan suave cuando la follaba, y casi siempre terminaba decepcionada y aburrida del sexo vainilla que tenían, pero ahora, parecía como si fuera otra persona, fallándola tan fuerte, tan rudo, sin contenciones y completamente desesperado mientras sus penetraciones iban en aumento a cada segundo que pasaba, a la par de sus gemidos amortiguados contra la almohada.
Y joder, le encantaba, le encantaba la forma en la que sus cuerpos sudorosos y calientes chocaban cada vez con más fuerza, le encantaba la forma en que sus testículos golpeaban una y otra vez contra su necesitado clítoris, le encantaba la forma en que sus grandes manos la sostenían debajo de él para que no pudiera escapar de todo el placer que le estaba dando, y bueno, no era como si ella quisiera hacerlo de todas formas.
Y se lo hizo saber a pura base de gimoteos y jadeos entrecortados, quejándose en un gemido silencioso ante la fricción de sus pezones endurecidos y sensibles rozándose una y otra vez sobre las sábanas con cada nuevo empuje de su pelvis contra su trasero, pero no quería que parara, y su novio se rio por lo bajo de su vulnerabilidad, de su sumisión, porque todo eso esto era lo que T/n necesitó para caer de rodillas frente a él. Porque él conocía muy bien la imagen que su novia tenía en su mente, en quién pensaba, a quién se imaginaba mientras la follaba estúpidamente. Él lo sabía.
—Ah, mierda…—Su novio gruñó guturalmente antes de dejarse caer sobre ella, presionándola contra la cama y atrapando su cuerpo entre sus brazos mientras sus manos descansaban sobre su cabeza, viendo completamente hipnotizado el rebote de sus glúteos frente a él en cada profunda embestida que daba.
En un rápido movimiento, T/n sintió que le arrancaban la venda de los ojos, y tan pronto como abrió sus ojos tuvo que parpadear varias veces para adaptarse a la luz brillante de la habitación, y el hecho de que su novio aún estuviera follándola tontamente no ayudó mucho a que pudiera enfocar su visión.
Por eso no lo registró al principio.
Esos anillos. El color verde esmeralda adornando sus manos y resplandeciendo frente a ella, casi de forma burlona, y… la banda de oro envuelta alrededor de su dedo anular...
T/n ahogó un jadeo y levantó su cabeza en estado de shock al darse cuenta, podía sentir el hielo correr por sus venas en una punzada fría y todo su cuerpo se congeló de repente.
—¿T-tae? ¿Taeyong? —Su voz de pánico gritando el nombre de su novio sonaba tan pequeña en comparación con el fuerte golpeteo de su pelvis contra su trasero, y entre más tiempo seguía en silencio después de sus palabras, más aterrorizada se sentía.
Sus muñecas rápidamente fueron liberadas de las ataduras y T/n apenas pudo apoyarse sobre sus brazos antes de que su cuello fuera rodeado por una de sus grandes manos, obligándola a echar su cabeza hacia atrás y arquear su espalda aún más; dejando que su trasero se mostrara redondo y apetecible frente a él, sintió su pecho desnudo presionarse contra ella y un jadeo se le escapó de sus labios cuando se encontró con su rostro a centímetros del de ella, con sus perfectos y maduros rasgos deformados en una sonrisa maliciosa y con su cabello negro cayendo en cascada sobre la oscura mirada del hombre que perseguía sus más húmedos sueños y sucias fantasías.
—Dime que realmente no creíste que mi hijo podría follarte así. —Habló de forma burlona y sus palabras infundieron miedo en el cuerpo de T/n, la sonrisita divertida que formó después de eso solo ayudó a confirmar sus pensamientos.
Kim Taehyung, el padre de su novio Taeyong, tenía su polla enterrada profundamente dentro de ella. Y no tenía planes de detenerse.
—Señor Kim, yo… —T/n jadeó entrecortado sintiendo como su rostro ardía de vergüenza, pero sus palabras fueron arrancadas de sus labios al recibir otra dura y firme embestida que hizo que el nudo en su interior se apretara aún más.
—Cállate, no actúes como si no quisieras esto. Fingir no sirve de nada conmigo. —El señor Kim jadeó contra su oído, su respiración caliente y pesada chocó contra su piel como una nube oscura de deseo y placer al mismo tiempo que la mano que estaba en su cuello cubría su boca antes de volver a hundirse en su coño.— ¿Crees que no me daba cuenta de cómo me mirabas? — Preguntó de forma agitada y entre cada palabra tomaba envión y volvía a embestirla con fuerza sintiendo sus gemidos contenidos en su mano justo antes de estrellar su otra mano contra una mejilla de su trasero; sintiendo su interior apretarse con el golpe.— ¿Crees que no sé qué te tocas pensando en mí? // ¿Crees que no sé qué querías te follara así como lo estoy haciendo?
Y tan pronto como terminó de decir aquello el señor Kim volvió a embestirla sin reparo, una y otra vez arremetía contra su cuerpo con una velocidad y fuerza que sólo aumentó el placer en el cuerpo de T/n ahora que se dio cuenta de la situación en la que estaba. Y sin embargo, el señor Kim no se equivocaba.
Si bien su cuerpo se había congelado en el momento, su interior se apretó con fuerza alrededor de su gruesa longitud en el momento en que lo descubrió, y en cierto modo, T/n lo supo desde el principio.
Sabía que no era su novio quien estaba detrás de ella, lo supo en el momento en que entró a la habitación, podía sentir su presencia en todos lados, pero aún así, no había hecho ningún movimiento para detenerlo, no cuando todo su cuerpo pedía a gritos esto después de noche tras noche en que había imaginado estar justo como estaba ahora.
Y fue esa misma sensación y satisfacción de estar cumpliendo una de sus más sucias fantasías que la hicieron abrir sus ojos para ver al mismísimo pecado hecho hombre antes de separar sus labios y rozar con la punta de su lengua su pulgar en un intento de llamar su atención, si ya estaba siendo follada por él, entonces aprovecharía cada segundo de esto.
El señor Kim detuvo sus movimientos al sentirlo y enfocó su mirada en ella, dándole paso libre a insertar su dedo dentro de su boca, dejándola que envolviera sus labios y comenzara a chupar de él, la simple vista de sus ojos de muñeca mirándolo con astucia y su lengua chupando su dedo como si se tratara de su pene lo hicieron morderse el labio, y T/n no estaba mucho mejor, todo su cuerpo estaba ardiendo en necesidad por querer seguir sintiéndolo perforando en su interior, como pudo se las arregló para mover sus caderas en círculos contra su pelvis, haciendo que la punta de su pene chocara una y otra vez contra su punto dulce en su interior.
—Maldita sea, eres una delicia. —El señor Kim gruñó y su mirada se oscureció aún más viendo la forma en que su lengua se enredaba en su pulgar, chupando y mojando su dedo con hambre al mismo tiempo que usaba su miembro para follarse a sí misma, restregando su trasero contra él como una gatita necesitada, y eso fue suficiente para volver a inclinarse sobre su cuerpo y hundir su cabeza en la curvatura de su cuello, comenzando a repartir besos húmedos y mordidas furtivas sobre su piel, marcándola para poder demostrarle a todo el mundo a quién le pertenecía.— Justo como te imaginaba.
Y una vez más sus embestidas tomaron el ritmo de antes, deslizándose una y otra vez en su estrecho interior, gruñendo contra su oído al mismo tiempo que su otra mano golpeaba una vez más un lado de su trasero, haciéndola gimotear contra su mano al sentir como su anillo de matrimonio dejaba un escozor particular en su piel enrojecida.
—Vas a tomar lo que papi te da, ¿verdad? —El señor Kim preguntó con su voz ronca e inestable, se notaba que estaba cerca de su orgasmo, pero aún así se las arregló para burlarse un poco más de la chica a la que estaba follando como si fuera el último día de su vida mientras hundía su mano disponible entre sus piernas, encontrando su pequeño clítoris para frotarlo frenéticamente y hablar contra su oído.— ¿O qué? ¿Quieres ser la madrastra de Taeyong?
Y después de preguntar eso ni siquiera pudo evitar no reírse entre dientes de los quejidos de T/n, de la forma en que sus puños apretaban las sábanas de la cama de su hijo y en cómo su cuerpo se retorcía debajo de él ante sus palabras y ante los movimientos de sus dedos sobre su botón de placer.
Taeyong era bueno con ella y T/n sabía que lo adoraba más de lo que imaginaba, pero justo ahora lo único en lo que su desordenada mente podía pensar era en Kim Taehyung, su padre, y se quejó de eso mientras su vista nublada por la excitación y los bruscos movimientos se enfocó en una foto de ustedes dos en su mesita de noche, dándose cuenta que su novio era la viva imagen de su padre cuando Taehyung era joven.
Lástima que T/n los prefiriera más viejos.
Y corroboró eso cuando su orgasmo la golpeó de repente, toda la mezcla de placer, de sensaciones, de la sorpresa de estar siendo follada por el padre de su novio, y la de su pene llenándola de una forma tan deliciosa hicieron que sus gemidos se volvieran más agudos y constantes mientras sentía como el dulce placer duplicado viajaba por cada parte de su cuerpo, su interior se apretó con fuerza mientras gemía su nombre una y otra vez como si se tratara de un mantra, escuchó al señor Kim gruñir detrás de ella justo antes de que sus labios se unieran a su espalda; comenzando a repartir besos húmedos por toda su piel mientras seguía empujándose dentro de ella.
—Papi, quiero sentirte… —T/n lloriqueó por lo bajo apenas recuperándose del poder de su orgasmo sintiendo como las chispas de sensibilidad aumentaban en su interior con cada duro deslizamiento de su pene y haciendo que el señor Kim soltara un gemido ahogado.— Por favor, córrete dentro mi…
T/n rogó con una voz tan inocente a pesar de toda la situación en la que estaban, y justamente eso pareció enviarlo al límite, los movimientos del señor Kim dentro de ella se aceleraron despiadadamente, golpeando su pelvis contra su trasero con más fuerza que antes mientras sus gruñidos guturales resonaban sobre ella hasta que bastaron cuatro profundas embestidas más para que se derramara dentro de ella, dejando que las cuerdas blanquecinas de su semen caliente y espeso pintaran su interior hasta el borde.
Los gruñidos brotaron de sus labios mientras empujaba su pene perezosamente en su interior un par de veces más; escuchándola gimotear por lo bajo mientras se aseguraba de que cada gota de su semen estuviera profundamente allí, y justo cuando T/n se disponía a relajarse y procesar todo lo que había pasado, el rostro del señor Kim se enterró en su cuello una vez más.
—Mi hijo tiene suerte de tenerte. —Murmuró contra su cuello con pesadez justo antes de escucharla quejarse cuando mordió una marca particularmente fuerte en su piel, haciéndolo reír por lo bajo y enredar una mano en su cabello para obligarla a mirarlo y agregar con soberbia. —Pero ahora eres mía.
Y tan pronto como dijo eso; estampó sus labios contra los de ella, dejando que sus bocas se movieran ansiosas sobre la otra, en un acto puro de desesperación deslizó su lengua dentro de su boca y el pequeño y audible gemido de T/n tensó todo su cuerpo, después de todo lo que había pasado, esta era la primera vez que se besaban, y como era esperarse, los besos del señor Kim eran igual que todo el resto de él; autoritarios, sensuales y posesivos, y fue eso mismo lo que envió una descarga de deseo potenciado que los embriagó de pies a cabeza por igual, casi haciéndolos temblar, y si T/n era sincera, no sabía a dónde la llevaría todo esto.
Lo único que sabía era que estaba completamente jodida.

—Bebé, por favor, escúchame… —La voz de Taeyong era tranquila y calma, un completo contraste con la de su novia.
—¡Lo dejaste entrar allí! ¡Sin decírmelo! —T/n le reclamó de forma exasperada antes de que su voz se redujera a un susurro áspero. —Taeyong, dejaste que tu padre me follara ¿Cómo se supone que voy a volver a mirarlo a los ojos?
—Estás haciendo un gran escándalo. Querías follarte a un DILF y lo hiciste, no veo el problema. —Taeyong explicó de la misma forma, antes de poner sus ojos en blanco por la discusión que estaban teniendo. —Me pedías que hiciera un juego de roles, y eso era demasiado extraño.
T/n respiró hondo para intentar calmarse, aunque todo se fue a la mierda cuando volvió a hablar.
—Un juego de roles era demasiado extraño, pero ¿Tu papá follándome estuvo bien? ¡¿Qué demonios te pasa?! —volvió a reprocharle completamente irritada y aún sin poder entender lo que pasó por su mente, justo antes de que fuera interrumpida por una firme voz.
—Oigan.
Oh bueno, habla del diablo y aparecerá.
La cabeza del señor Kim se asomó por la puerta de la cocina, con una gran sonrisa en su rostro mientras los miraba a ambos, evitando no echarse a reír ahí mismo al ver a T/n agachar su mirada en cuanto lo vio y en cómo sus mejillas se tiñeron en un sonrojo.
—Chicos podrían ayudarme a preparar la cena, tu mamá está por llegar Taeyong. —pidió con calma viendo como su hijo de inmediato saltaba del sofá donde estaban para dirigirse a la cocina y dejar a su novia sola, y simplemente soltó una risa al verla. —Sigues quejándote, pero mírate, te sigues mordiendo el labio cada vez que me miras.
Agregó por último sin poder contener su risa al verla completamente avergonzada y T/n quería que la tierra se la tragara viva, pero aún así se las arregló para ignorar sus comentarios y dirigirse hacia la cocina y ver en qué podía ayudar a su novio, eso antes de que fuera detenida por el cuerpo firme y musculoso del señor Kim frente a ella, elevó su vista hacia él y lo vio peinar su cabello hacia atrás y darle un vistazo a su hijo sobre su hombro.
—Lo que pasó hoy podemos repetirlo cuando quieras. —habló por lo bajo y en un tono meloso al mismo tiempo que elevaba una mano hacia ella; sonriendo al verla estremecerse cuando acarició suavemente la marca rojiza en su cuello, su mirada se oscureció y su voz se redujo varias octavas con lo último que dijo.— Solo no hagas que Taeyong sospeche y puedes volver a tenerme cuantas veces quieras ¿de acuerdo?
Y ante eso T/n ni siquiera pudo luchar con la sonrisa traviesa que se formó en sus labios al ver que el señor Kim también quería más.
Bueno, tal vez podría divertirse un poco con el padre y con el hijo.

N/A: He vuelto pupiss! Una disculpa enorme por desaparecer asi como asi, pero prometo publicar mas seguido por aquí, y por le momento les tengo preparado un pequeño maratón con los oneshots que ustedes mas votaron en mi ig, soo sigan a la siguiente historia ♡ next
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⤷ ❝material girl❞ — jjk (s.m)
➤ Pareja: jungkook!sugardaddy x lectora!fem
➤Recuento de palabras: 15.7k
➤Género: dilf & sugar daddy, smut y obscenidad.
➤Resumen: El señor Jeon Jungkook era todo lo habías soñado en tu corta vida, no te importaba que él estuviera casado o que fuera padre, sabías que él podía darte todo lo que deseabas, y a ti siempre te habían gustado las cosas bonitas y costosas, así que cuando el señor Jeon te hizo la oferta que tanto querías escuchar sabías que serías una tonta si lo rechazabas, aún si eso significaba convertirte en su pequeña y dulce amante.
➤Advertencias: 18+ | lenguaje maduro y explícito | sugar daddy!Jungkook | la lectora es interesada y materialista | diferencia de edad | jungkook 40 años y lectora 21 años | infidelidad | daddy kink | jungkook es un CEO millonario | la lectora es una estudiante malcriada | jungkook es coqueto | tensión sexual | charla sucia | masturbación | halagos durante el sexo | sexo oral (r. Jungkook) | comer semen | Jungkook tiene un gran pene | juego y estimulación del clítoris | nalgadas | sobreestimulación | mención de juguetes sexuales | diferencia de altura (un poco tierno) | follar con los dedos en un auto | bromas juguetonas durante el sexo | sexo duro | sexo sin protección | sexo en un avión | semi-exhibicionismo | Jungkook es padre! ➤Si no eres mayor de 18 años, POR FAVOR, no leas. Si lo haces es bajo tu propia responsabilidad, ten en cuenta las advertencias.

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Mientras T/n crecía, recordaba haber oído hablar de su futuro toda su vida.
En las escuelas le preguntaban qué prefería ser entre doctora y bailarina, y ella siempre recordaba haber pensado en que nunca podría ser médico porque odiaba la sangre. Había oído hablar de los profesores, pero odiaba a los niños.
En realidad, nunca había pensado mucho en su futuro, no era ambiciosa y emprendedora, pero le gustaba el estilo de vida fácil, y si pudiera, abandonaría la universidad para casarse con un hombre rico y convertirse en una esposa trofeo. Nunca había querido trabajar por nada y hasta ahora había ido por buen camino.
Estaba atrapada en la universidad únicamente porque sus padres pagaban su matrícula y alojamiento. Ahí estaba la cosa, desde que era pequeña T/n nunca tuvo que trabajar duro para conseguir lo que quería. Su padre fue un hombre de negocios que engañó a su ex esposa con su madre, que era veinte años menor que él en ese momento, y él había pagado todo de ella, la escuela, la ropa, los viajes, cualquier cosa que T/n quisiera.
Hasta hace poco nunca había tenido que preocuparse por nada. Sabía que siempre y cuando prometiera ir a la escuela todo estaría pagado hasta terminar su carrera. Y bueno, eso fue hasta el año pasado cuando chocó el nuevo Mercedes Benz que había recibido por su cumpleaños que de repente perdió todos los privilegios que tenía.
Lo que realmente significaba todo lo que una chica rica podía perder en grandes palabras, su padre todavía pagaba la escuela, pero el par de miles de dólares adicionales que recibía cada mes se acababan más pronto de lo que los recibía. Y sabía que necesitaba un trabajo para sus propios gastos, y bueno, T/n tenía gustos caros y este era un mundo cruel.
Así que cuando conoció al Sr. Jeon Jungkook, todo en lo que podía pensar era en lo jodidamente perfecto que era.
La noche había comenzado lenta, con su compañero de trabajo haciendo todo lo posible para entretenerla fingiendo coquetearle un poco, aunque T/n sabía que Jimin era demasiado gay para funcionar.
Se aplicó otra capa de brillo labial mirando alrededor de la barra y fue ahí cuando lo vio. Él entró al lugar, el traje negro azabache hecho a la medida se ajustaba a la perfección a su gran y musculoso cuerpo mientras caminaba con un porte elegante y decidido, tenía un cigarro entre los labios y desvió su atención del hombre a su lado cuando sus miradas se encontraron, y la luz se reflejó en su Rolex y en sus ojos.
—Huelo a hombres ricos.— Jimin murmuró arrugando su pequeña nariz dándole un codazo en el brazo a su amiga, y T/n solo pudo rodar los ojos ante eso, mordiéndose el labio mientras limpiaba el mostrador disimuladamente antes de mirar hacia atrás a Namjoon, quien asintió ligeramente en dirección al hombre.
Aquí era donde su trabajo era fácil, todo lo que T/n tenía que hacer era intentar que estos hombres gastaran tanto dinero como pudieran en el bar y bueno, esa era su especialidad después de todo.
Arregló el vestido negro que decidió usar esta noche, los accesorios plateados y sus uñas cuidadas brillaron a través de su cabello mientras lo peinaba un poco antes de alcanzar el menú de bebidas y dirigirse a la mesa V.I.P a la que se habían ido los cuatro hombres, y con una sonrisa perfecta se acercó a ellos, con un nivel de energía más alto y una voz coqueta cuando les dio la bienvenida.
Todo su cuerpo se estremeció por completo en cuanto escuchó su voz por primera vez, y simplemente no podía apartar la vista de sus manos, la camisa blanca que usaba se aferraba con fuerza en su pecho y bíceps, las mangas estaban arremangadas hasta los codos y revelaban sus brazos tatuados y musculosos, su cabello era largo y de un negro profundo dejando la vista libre de los rasgos cincelados de su rostro y labios rosados.
Prácticamente le fue imposible a T/n poder apartar la mirada de él mientras atendía su mesa como si fuera cualquier otra, aunque a la mitad de esa primera noche de conocerlo, Jungkook ya estaba en la barra con ella, importándole muy poco sus amigos y con su atención cien por ciento en ella.
—¿Por qué una chica tan linda como tú trabaja aquí? — Jungkook preguntó por lo bajo con su voz ronca y profunda señalando el lugar levemente.
“Sassy Muse” era un club del tipo lujoso y costoso de cinco estrellas, estaba ubicado en el corazón de Seúl y tenía una gran demanda entre la población de hombres empresarios y políticos, y por lo tanto, debía cumplir con toda la mayor calidad en todos los sentidos, desde el buen servicio hasta las bebidas, era un trabajo fácil y T/n casi siempre se iba a casa con $400 dólares de propina en una sola noche, además de que siempre estaba en medio de hombres poderosos y millonarios que nunca se tardaban en darle algún cumplido, por supuesto que T/n lo disfrutaba, demasiado.
—Es dinero fácil. —T/n respondió sin rodeos y en una pequeña sonrisa mientras inclinaba su cabeza ligeramente hacia un lado; dejando que su cabello cayera sobre uno de sus hombros solo para ver a Jungkook regresarle la misma sonrisa, y las pequeñas líneas que se formaron en las comisuras de sus ojos le confirmaron que era mucho mayor que ella.
—¿Estudias? —Jungkook preguntó, su mano estaba apoyada en un lado de su boca, el codo apoyado contra el mostrador mirándola atentamente, con un interés genuino expresado en todo su rostro, y le fue imposible no morder su labio inferior al ver como su clavícula expuesta se abultaba con el profundo suspiro que tomaste, mostrando el valle de tus senos desde la parte superior de tu vestido.
—Sí, en la Universidad de Seúl. —T/n respondió empujando las manos contra el mostrador fingiendo estar limpiando, sonriendo por lo bajo al sentir como sus dedos rozaron solo un poco su mano entintada.
Y por supuesto que Jungkook notó su sutil movimiento, asintió levemente a sus palabras antes de volverse hacia sus amigos que estaban todos de pie en la mesa, así que solo escribió en su cuenta y te deseó buenas noches antes de levantarse y alejarse de la barra, y cuando revisaste el recibo, una sonrisa se dibujó en tu rostro.
Propina: $300
Nota: Para la chica más linda de la noche.
Jeon Jungkook

Pasó un mes entero antes de que T/n volviera a ver a Jungkook de nuevo, y asumió que se debía a su trabajo, estaba acostumbrada a ver eso una y otra vez con los clientes más recurrentes del “Sassy Muse”, la mayoría de ellos asistían cuando cerraban algún negocio importante o simplemente para relajarse un poco, pero con Jungkook era diferente, no quería nada más que volver a verlo, había quedado encantada con todo lo que era él, así que cuando lo vio entrar de nuevo con el mismo porte y autoridad no pudo evitar sentirse emocionada, Jungkook le sonrió cálidamente desde su mesa y le pidió exclusivamente al dueño del lugar que ella los atendiera a él y a sus amigos, así que T/n se preparó para estar una vez más frente a él.
—Me preguntaba si podría verte esta noche. —Jungkook preguntó dejando sobre la mesa su vaso de whiskey antes de morderse el labio cuando sus ojos recorrieron todo su cuerpo frente a él, casi reprimiendo la imperiosa necesidad de pasar sus dedos por sus piernas y cintura.
—Veo que tienes fans a donde quiera que vayamos, Jungkook. —Uno de los hombres a su lado se rio entre dientes de sus palabras, pero a T/n no le importó, confiaba en que había más en juego que un pequeño comentario como ese, como el tamaño de la propina que dejaría esta vez.
Y Jungkook lo hizo callar simplemente, sin dejar de mirarla como si no quisiera perder detalle de ella.— Solo mírala, yo soy el que es fan aquí.
Y con eso T/n ni siquiera pudo evitar sonrojarse ante sus palabras mientras apartaba la mirada levemente de él antes de sonreírle de la misma forma cuando lo vio picotear el interior de su mejilla de una forma tan sensual al mismo tiempo que elevaba sus cejas hacia ella; como si le hubiera gustado su reacción.
—Con gusto señor Jeon, estoy para servirle. —T/n respondió poco después, manteniendo su mirada y excusándose para retirarse de la mesa.
No entendía muy bien qué fue lo que había pasado, pero era como si pudiera sentir la mirada de Jungkook sobre ella a cada segundo, pero optó por no pensar mucho en eso cuando se encontró con Jimin frente a la barra, y la sonrisita en su rostro le hizo saber que había visto todo lo que pasó, y no tardó en atacarla con la pregunta que ya sabía.
—¿Nuevo Sugar Daddy? —Soltó aguantando una risita divertida.
—Sería un sueño… —T/n resopló de la misma forma llegando a su lado. —Pero digamos que me verías mucho menos por aquí.
—Bueno, tus sueños podrían hacerse realidad muy pronto. —Jimin habló mirando sobre el hombro de su amiga y haciendo una pequeña señal que T/n no entendió del todo mientras lo veía alejarse de ella hasta que la voz de su cliente favorito se escuchó sobre la música a sus espaldas.
—¿Ya es mi turno de tu atención? —Jungkook murmuró por lo bajo, apoyándose sobre la barra, y T/n reprimió una sonrisa mientras se giraba sobre sus pies hasta encontrarse con su imponente figura frente a ella mirándola con diversión.
—La acaba de tener, señor Jeon. —T/n respondió en un ronroneo meloso, acercándose solo un poco a él, sin querer demostrar mucho sus intenciones mientras le sonreía sutilmente
—Y ya necesito más. —Jungkook aseguró mordisqueando su labio inferior mientras pasaba una mano por su cabello, peinándolo hacia atrás un poco antes de volver a clavar su mirada en ella
Era como si T/n lo quisiera devorar con la mirada, sus ojos recorrieron todo su rostro con calma, dándose cuenta de la pequeña cicatriz en su pómulo izquierdo y la forma tan perfecta de sus labios, llevaba un traje color gris esta noche junto a una camisa negra, lucía igual de elegante y poderoso que la última vez que lo vio, y cuando sus ojos se posaron sobre sus manos y el reloj de cristales que llevaba casi se le cortó la respiración, se tomó un momento para admirar las venas que resaltaban hermosamente de su piel y…
Oh, mierda.
A T/n le tomó dos segundos completos darse cuenta, con los ojos fijos en la banda de oro con diamantes incrustados en su dedo anular.
—¿Estás casado? —T/n preguntó recelosamente, aunque era demasiado obvio.
Por supuesto que estaba casado, su identificación le decía que tenía al menos 40 años de edad, pero se veía demasiado joven y era jodidamente atractivo, claramente tenía unos buenos millones y un buen trabajo. ¿Por qué un hombre como él estaría soltero? Jungkook era el hombre perfecto, y si había algo que T/n sabía sobre los hombres casados era que se preocupaban menos por sus esposas que por un polvo rápido.
—Y también soy padre. —Jungkook agregó con voz firme pero sus ojos habían perdido un poco del brillo juguetón que tenía hasta hace poco mientras apartaba su mano de su vista.
Era más que obvio que T/n no sabía cómo reaccionar ante este nuevo descubrimiento, era como si estuviera procesando sus palabras una y otra vez, y de un momento se quiso dar un golpe en la cara, ¿Había estado fantaseando con un hombre casado los últimos días? ¿Era tan malo como parecía? Bueno, quería pensar que no era así, Jungkook tenía todo el atractivo sexual que T/n necesitaba para que sus pensamientos divagaran hacía ese lugar oscuro dentro de su mente y era indescriptible lo atraída que se sentía por él, nunca había tenido un deseo tan intenso por alguien como lo tenía por Jungkook.
Pero para ser justos, T/n nunca había sido muy estricta con las reglas que le imponían, no era buena siguiendo instrucciones cuando el resultado final no le gustaba, así que no le tomó mucho tiempo en perder toda su moral y decidir que tomaría esta nueva información a su favor, no era como si le fuera a pedir que dejara a su esposa por ella ni nada por el estilo, pero la ultima vez que lo vio le dio una propina increíblemente buena, y se preguntaba que haría un poco más de coqueteo, quién sabe, quizás podría divertirse un poco con él.
—Apuesto a que debe ser un gran padre, señor Jeon. —T/n habló poco después, cubriendo sus verdaderas intenciones con aquellas palabras.
—Eso es lo que quiero pensar. —Jungkook respondió entre dientes antes de hacer un pequeño movimiento con su mano. —Pero no quiero hablar de eso, quiero hablar de ti. —agregó con calma, y todo su semblante cambió por completo con lo siguiente que dijo. —¿Tienes novio?
—No. —T/n resopló con falsa tristeza, acercándose más a él, casi quedando a la par de su cuerpo. —No me interesan mucho los chicos de mi edad, ya sabe, son inmaduros y poco detallistas, solo… no son mi tipo.
—¿Entonces qué tipo de hombres te interesan? —Jungkook preguntó entrecerrando sus ojos en su dirección, casi retándola con la mirada antes de pasar la punta de su lengua por sus labios sin romper el contacto visual ni una vez formando una sonrisa divertida.— ¿Cómo yo?
Bingo. Ahí estaba su oportunidad.
—Ah, señor Jeon, por favor, no me haga ilusionarme, usted es un hombre casado y yo… —T/n comenzó a hablar negando con su cabeza y sin poder evitar morder su labio inferior cuando volvió a encontrar su mirada. —Bueno, puedo ponerme muy difícil cuando no obtengo lo que quiero…
Y con eso fue como si hubiera dicho las palabras mágicas, fue como si el tiempo se hubiera suspendido mientras Jungkook la miraba con una pizca de diversión y lujuria nadando en sus oscuros ojos al mismo tiempo que se inclinaba sobre ella, sin importarle mucho que la barra se interpusiera entre los dos o que sintiera las miradas de sus amigos sobre él.
—¿Y qué es lo que quieres, bebé? Una chica tan linda como tú no debería necesitar nada de mí, ¿verdad? —preguntó por lo bajo observando con atención todo su rostro, reprimiendo las ganas de sonreír al ver cómo sus ojos brillaron con sus palabras.
Bueno, si los dos iban a jugar, T/n iba a jugar mejor. Dejó escapar un suspiro exagerado, apartando la mirada de él para lograr un efecto completo con lo siguiente que dijo. —Bueno, verá, Señor Jeon, en este momento parece ser usted.
—Mmh, ya veo… —Jungkook silbó y una leve sonrisa se formó en sus labios al escuchar aquello mientras la veía morder su labio. —Te gustan las cosas prohibidas, ¿verdad?
Eso era música para los oídos de T/n proveniente de este hermoso hombre que tenía enfrente de ella. —Bueno, si las cosas prohibidas tienen su nombre y se parecen a usted, claro que sí.
Y estaba bien, T/n nunca había dicho que era una buena persona.
Ni una sola vez en su vida se había considerado una santa. Así que cuando Jungkook le envió un gran ramo de rosas a su trabajo con una pequeña nota y un hermoso vestido de Versace una noche invitándola a cenar, simplemente no pudo encontrar algo en ella para rechazarlo.
No podía evitarlo. Siempre le habían gustado las cosas buenas de la vida y era joven, no le importaba si Jungkook nunca dejaría a su esposa o si no la quería, le estaba dando lo que siempre había querido y ella siempre había sido una chica egoísta y materialista.
Así que cuando Jungkook llegó por ella, T/n ya lo estaba esperando en la entrada de su edificio, y casi tuvo que reprimir una risita cuando lo vio empujar su lengua en el costado de su mejilla cuando la observó de pies a cabeza, casi por demasiado tiempo admirando como el vestido que le había enviado se ajustaba a la perfección a todas sus curvas.
—Te ves increíble. —Jungkook murmuró contra su oído cuando la saludo con un beso en su mejilla antes de guiarla a la parte trasera del auto donde el conductor sostenía la puerta abierta para ambos.
El restaurante al que fueron era uno de los más reconocidos y lujosos de la ciudad, estaba en el centro de la ciudad y, según Jungkook, pertenecía a uno de sus amigos, el salón principal estaba repleto de una atmósfera cálida y romántica, había ramos de flores que separaban cada una de las mesas principales y había un pianista en vivo que armonizaba todo el lugar.
—Dime lo que estás pensando. —Jungkook fue el primero en hablar una vez que el mesero se fue con sus pedidos. Fue brusco e impaciente, se notaba, pero a T/n no le importaba escuchar su demanda.
—Lo que haces para ganarte la vida. —T/n soltó de la misma forma, sin importarte mucho cómo sonaba. —Es solo que, a veces te veo mucho, y a veces no te veo durante meses.
—Eso es porque paso la mayor parte de mi tiempo en Busan. —Jungkook dijo simplemente, jugando con los dedos alrededor de su copa de Champagne mientras la miraba fijamente. —Soy el CEO de una empresa de entretenimiento tecnológico, nuestra sede está en Busan, pero nuestro socio está en Seúl, y tú también lo estás.
T/n intento no parecer afectada por sus palabras, porque claramente ese era todo su plan y tal vez su objetivo era que te acostaras con él, pero Jungkook tenía que saber que tú también querías algo a cambio, así que ni siquiera estuvo exactamente tranquilo cuando llegó la comida, Jungkook te mantuvo entretenida y tú a él.
—¿Qué estás estudiando? —preguntó mientras se frotaba los labios con la servilleta, empujando el plato y señalando cómo toda su atención estaba en ella nuevamente.
Y T/n suspiró apartando la mirada de él mientras bajaba su pierna, su pie golpeó accidentalmente el de Jungkook, y se mordió el labio inferior por un segundo sintiendo el dobladillo de sus pantalones, y prácticamente le fue imposible no empujar su pie hasta su tobillo, y Jungkook inmediatamente sintió la calidez contra él, pero mantuvo la compostura, en su mayor parte, no pudo evitar ponerse rígido por tu audacia.
—Estudio Marketing. —T/n respondió a su pregunta devolviéndole la mirada. —Pero hay tantas cosas de las que prefiero hablar antes que de mi educación. —Agregó sonriéndole levemente mientras su pie subía de a poco por su muslo debajo de la mesa, viéndolo tomar una larga respiración antes de volver a hablar. —Oye, ¿cómo conociste a tu esposa?
Oh, eras inteligente. Mencionabas a su esposa mientras los dedos de tus pies recorrían suavemente el bulto de sus pantalones creando una pequeña tensión en su abdomen, y Jungkook solo pudo sonreír de lado mientras agachaba su mirada.
—Nos conocimos en la universidad, ambos nos especializamos en negocios y en cierto modo tenía sentido en ese momento. —Comenzó a hablar tratando de regular su respiración que comenzaba a acelerarse al sentir otro suave movimiento contra su entrepierna. —Ella quería un bebé, así que le di uno y ahora tengo a Yunho.
—Que lindo, ¿Y cuantos años tiene? —T/n preguntó dándole una inocente sonrisa, apoyando su pie con un poco más fuerza sobre su bulto.
—Mi hijo tiene ocho años. —Jungkook dijo con calma, estando completamente seguro de que no tenías idea de con quién te estabas metiendo, su mano agarró tu pie, apretando sus dedos alrededor de tu tobillo mientras lo mirabas con ojos inocentes en su dirección antes de dejar caer tu pie .—¿Tienes idea a qué estás jugando?
—Tú dime. —T/n respondió riendo levemente de él y con su pie subiendo por su pantorrilla nuevamente, con su barbilla descansando sobre sus nudillos y con los codos presionados contra la mesa.
—Sabes que estoy casado. —Jungkook repitió lo obvio, pero T/n solo le respondió con un pequeño asentimiento antes de dejarlo continuar. —Y no me divorciaré de mi esposa.
—Nadie te lo está pidiendo. —T/n respondió simplemente, sonriéndole con picardía, viéndolo hundir sus mejillas en sus dientes mientras pensaba, asintiendo con la cabeza.
—Entonces, qué ganas con esto? Seguramente una chica bonita como tú ya tiene muchos hombres persiguiéndola. No me necesitas. —Jungkook inquirió con curiosidad frunciendo su entrecejo levemente hacia ella.
—Me gusta este vestido que me compraste. —T/n dijo de la nada, mirando el vestido reluciente en el que estaba enfundada. —Es justo de mi talla también.
Y ante eso Jungkook se rio secamente negando con su cabeza, pero cualquiera podía leer en su rostro lo afectado que estaba por ti, fue justo como lo esperaba, había oído hablar de chicas como tú. La joven y hermosa femme fatale, y él había sido tu víctima.
—¿Te gustan los regalos? —preguntó metiendo la mano en el bolsillo de su abrigo. —Porque me gusta dar regalos T/n, y supongo que es por eso que estás aquí conmigo esta noche.
Sacó una caja negra y la presentó frente a ella mientras la invitaba a abrirla. —Pero sentí que apreciarías que te mimaran, así que supongo que es por eso que también te perseguí.
Dentro de la caja había una hermosa gargantilla de diamantes con una perla en el centro, y T/n ni siquiera se molestó en ocultar su sonrisa mientras seguía observando la joya frente a ella. —Y yo había pensado que era por mi apariencia increíble.
—Oh, confía en mí, también juega un papel importante en mi plan. —Jungkook afirmó de inmediato ajustando sus manos en su pierna que hasta ahora había estado descansando sobre su muslo y viéndola estremecerse cuando su palma caliente hizo contacto con su piel. —Sin embargo, tengo algunas condiciones que deberás firmar por escrito si es que llegamos a un acuerdo.
Y ante eso T/n ni siquiera pudo evitar reírse levemente, bueno, Jungkook parecía conocer de este tema, pero eso solo le hizo querer mover un poco más sus hilos. —¿Me estás diciendo que tu vida amorosa tiene términos y condiciones? ¿Así fue como conquistaste a tu esposa?
—No. —Jungkook se apresuró a defenderse. —Y yo no lo llamaría una vida amorosa a lo que tú y yo tendríamos. Es solo un negocio, solo dos partes mutuas pasándola bien sin correr el riesgo de sufrir un desamor. Tendríamos citas, claro, pero solo en mis términos ya que estaría invirtiendo mi dinero en ti.
Bueno, su oferta sonaba muy tentadora a decir verdad, prácticamente Jungkook le estaba ofreciendo en bandeja de plata todo lo que ella quería, pero T/n era una burlona, así que quiera tocar un poco más su ego y ver que podía obtener de él.
—No creo que sea muy justo. —T/n comenzó a hablar, suspirando profundamente mientras sentía su cuerpo calentarse, especialmente donde las yemas de sus dedos entintados se arrastran lentamente hacia arriba por su pierna; cada vez más cerca de donde más lo deseaba.
—¿Puedo preguntar por qué? —Jungkook cuestionó, arqueando levemente su ceño y aplicando un poco más de presión en el interior de su muslo mientras la veía tomar un poco más de su copa.
—Eventualmente, después de tener algunas citas y conocernos, de una forma u otra terminaríamos teniendo sexo. Y para empezar, podrías besar muy mal o, peor aún, podrías tener un pene pequeño o no saber qué es un clítoris. Ya sabes, no quiero perder el tiempo en algo que podría resultar en una decepción colosal. —T/n respondió en un tono de voz completamente engreído bebiendo su bebida solo para ver a Jungkook reír secamente a sus palabras.
—Veo tu punto, y me ofende que ya pienses tan poco en mí. —Jungkook murmuró bajando el tono de su voz, antes de morderse el labio al sentirla volver a rozar su tensa erección atrapada en sus pantalones y viéndola sonreír con victoria. —Te diré qué, pondré mis cartas sobre la mesa… —comenzó a hablar mientras trazaba formas suavemente en la parte interna de tu muslo con sus dedos tatuados, relamiéndose los labios sin romper el contacto visual ni una vez contigo. —Antes de que aceptes nada, dame esta noche para probarte que no soy ninguna de esas cosas que tanto te asustan.
—¿No va eso en contra de las condiciones de tu acuerdo? Probar antes de comprar. —T/n soltó en tono burlón, se estaba divirtiendo realmente, y sabia que tenia el control total de la situación, solo sonriendo aun mas al verlo todo irritado mientras chasqueaba sus labios.
—Tienes razón, sería injusto de mi parte esperar aceptar algo antes de haberlo experimentado. —Jungkook aseguró ladeando su cabeza levemente, deteniendo los movimientos sobre su piel para meter su mano en la bolsa de su pantalón y sacar su celular. —Pero estoy seguro de que puedo convencerte de lo contrario.
En el espacio de diez minutos T/n ya estaba sentada en la parte trasera de su auto, apretando las piernas en un intento de disminuir la humedad y excitación palpitante en su ropa interior, la simple tensión sexual dentro del restaurante y las delicadas caricias de Jungkook en su pierna fácilmente la habían dejado al límite, aunque había logrado disimularlo bastante bien, su vista se perdió en la forma en que la gran y tatuada mano de Jungkook sobre su muslo, frotando su pulgar suavemente mientras miraba por la ventana, observando a las personas que entraban y salían del restaurante sin tener siquiera una idea de lo que estaba a punto de hacerte.
Había pasado un tiempo desde que T/n había tenido sexo, demasiado para su gusto, y la mera perspectiva de que Jungkook la hiciera tener un orgasmo con solo sus dedos era casi suficiente para desesperarla aun más, y Jungkook finalmente se dio cuenta de su estado y su respiración ligeramente agitada a su lado y sonrió para sí mismo.
—Recuérdame otra vez… —Jungkook murmuró cerrando la poca distancia entre sus cuerpos, quitándose el cinturón de seguridad mientras se deslizaba sobre el cuero del asiento hasta acorralarla entre su cuerpo y el respaldo. —¿Cuáles son las cosas que te impiden aceptar mis términos? ¿De qué tienes tanto miedo?
—Bueno, antes que nada, me preocupa que resultes ser un besador realmente malo… —T/n repitió actuando con indiferencia, pero eso no podría estar más lejos de la verdad, lo deseaba ahora, anhelaba tanto su toque y no quería nada más que Jungkook la follara con fuerza como sabía que era más que capaz de hacerlo, él rezumbaba energía sexual por todos lados, y ella solo estaba disfrutando haciéndole pasar un mal rato. —En segundo lugar, podrías tener un pene pequeño, y no me refiero a un pene pequeño, me refiero a un pene pequeño sin ninguna esperanza de complacer a una mujer. Y en tercer lugar, probablemente no sepas dónde está mi clítoris. —T/n terminó, encogiéndose de hombros con indiferencia, a pesar de que estaba gritando internamente por él.
Y Jungkook solo se humedeció los labios, con una sonrisa divertida tirando de sus rasgos. —Esas son preocupaciones razonables, supongo. —dijo y su voz era baja y llena de humor mientras se inclinaba más cerca de ella. —¿Pero qué pasa si tú eres una besadora terrible?
—No lo soy. Soy una gran besadora. —T/n aseguró de inmediato mirándolo a través de largas pestañas, con el corazón latiendo con fuerza en su pecho casi pudiendo sentir su respiración abanicando sus labios entreabiertos.
—Mmh, ¿es así? —Jungkook inquirió divertido, elevando una sola ceja antes agarrar su mandíbula con fuerza, acercándose más hacia ella y sonriendo con lo siguiente que dijo. —¿Me lo vas a demostrar?
Y de repente, esas palabras fueron todo lo que T/n necesitó para presionar sus labios con los de él en un beso teñido de deseo y ansia, el zumbido del vehículo en movimiento se desvaneció por completo en un ruido blanco de fondo mientras perseguían sus labios con tanta ansia por igual, Jungkook la tomó por su mentón posesivamente y le regresó el beso con mucha más fuerza, con carnalidad pura mientras la empujaba hacia atrás sobre el asiento, parecía como si estuviera descargando toda la ira acumulada durante la cena cuando coló su lengua en el interior de su boca, comenzando a acariciar todo lo que estaba a su paso.
T/n se sentía abrumada, y se vio siendo arrastrada fuera de cualquier pensamiento racional con solo oír el choque de sus bocas la una con la otra, esperaba que Jungkook fuera así, posesivo y autoritario, y se lo recordó una vez más cuando una especie de jadeo brotó de sus labios chocando contra los de él cuando sus grandes manos viajaron por su cuerpo, comenzando a explorar la forma de sus curvas dentro del vestido cada vez más impaciente por sentirla, un ronroneo se derritió en su garganta mientras T/n luchaba con su lengua contra la de él, jugando entre ellas en una perfecta sincronía que provocó que Jungkook gruñera por lo bajo, y ese simple acto hizo que T/n sonriera triunfalmente contra sus labios mientras ajustaba sus manos en sus anchos hombros antes de que Jungkook aprovechara aquello para atrapar su labio inferior entre sus dientes, mordisqueándolo levemente y tirando un poco de él antes de separar sus rostros y labios hinchados.
—Joder… —T/n suspiró suavemente sintiendo a Jungkook sonreír para sí mismo con eso, y por mucho que odiara admitirlo, Jungkook era, de hecho, el mejor besador que había tenido, y esa simple revelación la hizo sentir una nueva ola de excitación viajar por cada uno de sus nervios.
Algo se rompió de repente y rápidamente Jungkook le desabrochó el cinturón de seguridad ajustando sus manos en su cintura para empujar su espalda sobre el asiento, haciéndose espacio entre sus piernas lo mas rápido posible provocando que sus pelvis se juntaran entre si, un gemido ahogado salió de T/n al sentir su erección enorme y dura clavarse en uno de sus muslos y se vio tentada a replicar otro cuando su boca volvió a callarla besándola con mas fuerza que antes, estrellando sus labios juntos y ladeando su cabeza cuando sus lenguas volvieron a encontrarse a medida que ambos se volvían cada vez mas impacientes, el cuerpo de Jungkook estaba duro y caliente sobre el de ella mientras una de sus manos acariciaba su muslo de arriba hacia abajo, haciéndola gemir dulcemente mientras enredaba sus dedos entre su cabello negro.
—Tan necesitada… —Jungkook murmuró con su voz ronca y en medio de una sonrisita chupando su labio inferior levemente, viéndola desde arriba a través del manto de su cabello.
—Tócame, por favor tócame… —T/n jadeó entre besos lascivos con la boca abierta, desesperada por sentir más de él, y afortunadamente Jungkook escuchó sus súplicas, su mano áspera subió por completo por su pierna hasta alcanzar el lugar deseado entre sus muslos, sus dedos se engancharon en su ropa interior mientras frotaba su núcleo palpitante. —Oh, Jungkook… —maulló, echando su cabeza hacia atrás sobre el asiento y levantando las caderas hacia él en busca de más fricción.
—¿Ansiosa, bebé? —Jungkook susurró en una voz adormilada y cargada de sensualidad, sin poder evitar sumergir su rostro en la curva de su cuello pasando la punta de su lengua por el lóbulo de su oreja hasta delinear su garganta, probando el sabor de su piel y ensuciando su cuello con una serie de besos húmedos.
El auto chocó contra un bache en el camino que hizo que su mano se deslizara y presionara contra su clítoris vestido haciéndola jadear, y lo que T/n pensó que era accidental al principio, Jungkook ahora lo estaba recreando a propósito, frotando burlonamente su punto de nervios más sensible a través de su tanga de encaje, sonriendo socarronamente al verla morderse el labio para evitar gemir antes de alardear con suficiencia. —Creo que puedes tachar el número tres de tu lista, definitivamente sé dónde está.
Y tan pronto como dijo eso, los movimientos repetitivos y placenteros se intensificaron un poco más, frotando su pulgar una y otra vez sobre su clítoris vestido antes de que un gemido ahogado cayera de sus labios entreabiertos mientras empujaba sus caderas hacia su mano y enfocándose en la sensación de placer burbujeando en su interior sin siquiera poder articular alguna palabra entendible, y por supuesto que Jungkook lo notó mientras apoyaba su brazo sobre el asiento, justo al lado de su cabeza e inclinándose más cerca de ella.
—¿Ninguna respuesta ingeniosa? —Jungkook se burló, y su aliento caliente rebotó en la ladera de su cuello antes de que su lengua caliente y húmeda saliera para trazar figuras invisibles de saliva en su piel haciéndola cerrar sus ojos y perderse en sus besos húmedos y caricias repartidas en su clítoris que le pedían gemir cada vez más fuerte. —Bueno, dime ¿Cómo puntúo en los besos?
Y a T/n le fue increíblemente difícil pensar con claridad cuando Jungkook volvió a chocar sus labios juntos en otra acalorada sesión de besos, sus manos descendieron desesperadas entre su firme pecho hasta llegar a la hebilla de su cinturón tomando el borde de sus pantalones para tirar de él, atrayéndolo hacia ella más cerca, casi arrancándole un gruñido cuando sus dedos se colaron por debajo de su camisa, comenzando a rozar su pelvis y sus tensos abdominales que hizo que Jungkook sintiera un tirón doloroso en su entrepierna ya estimulada por todos los roces.
—Supongo que estás bien… —T/n jadeó aquello en busca de aire, con sus labios presionados bruscamente contra los de él sintiendo todo su cuerpo temblar cuando Jungkook apartó la tela húmeda de su entrada hacia un lado para sumergir sus dedos entre sus pliegues resbaladizos una y otra vez, recorriendo todo el camino hasta subir a su clítoris hinchado para frotarlo con fuerza, haciéndola gemir mientras sus piernas temblaban a cada lado de su cuerpo.
Joder, Jungkook era bueno, sabía que hacer para que todo su cuerpo se retorciera de placer al rojo vivo, lo escuchó susurrar un par de cosas que no pudo entender por completo mientras sus dedos seguían deslizándose entre sus pliegues y jugando con ella, su pulgar se arremolinaba en su clítoris de una forma tan deliciosa y cuando sintió la súbita intrusión de sus dedos en su interior el placer duplicado la hizo gemir, arqueando su espalda hacia él y haciendo que sus senos se presionaran contra su pecho.— Jungkook…
—Maldición… —Jungkook gruñó contra sus labios, dejando toda su mente en blanco por un segundo, solo el sonido de él bombeando dentro y fuera de su coño llenaba la parte trasera del auto, T/n podía sentir su interior apretarse alrededor de sus dedos hasta los nudillos y todo el rostro de Jungkook se arrugó en una mueca de excitación cada vez mayor. —Estás tan jodidamente apretada bebé, toda para mi…
—Ah, Jungkook… —T/n gimoteó dejando caer su cabeza hacia atrás agarrando con fuerza sus hombros, su voz era suficiente para llevarla al límite, su pecho subía y bajaba en cada respiración irregular que daba cada vez más cerca de su orgasmo.
—Vamos bebé… —Jungkook arrulló con voz ronca moviendo sus caderas por ella sobre el asiento, básicamente follándola con sus dedos mientras formaba un sonrisita de lado al verla tratar de enfocar su vista en él amando sus gemidos de placer. —Se una buena niña y córrete en mis dedos.
Todo el cuerpo de T/n tembló de repente ante sus palabras, podía sentir la ola de placer a punto de golpearla mientras su interior se apretaba alrededor de sus dedos, pero estos no eran sus planes que deseaba, quería algo mucho mejor, así que se obligó a empujar la ráfaga de euforia lejos mientras se retorcía sobre el asiento.
—No, no, espera… —jadeó sin aire, alejándose solo un poco de él, y eso fue todo lo que Jungkook necesito para hacer lo mismo, separándose de su cuerpo y mirándola confundido, sus labios estaban manchados de besos e hinchados.
—¿Te lastimé? —Jungkook preguntó por lo bajo con ojos grandes y preocupados, e inmediatamente supo que debía asegurarle que no hizo nada malo.
—No es eso, en absoluto… —T/n respondió estabilizando tu respiración y tomando su mano que está cubierta con su excitación para presionar los dos dígitos húmedos contra tu boca, salpicándolos con pequeños besos sin dejar de mirarlo antes de hablar dulcemente. —Es solo que… quiero correrme alrededor de tu polla. —murmuró suave, y su inocencia fingida rápidamente se convirtió en una sonrisa traviesa, sabiendo exactamente lo que estaba haciendo.
Y sin siquiera darle la oportunidad de responder, T/n tomó sus dedos cubiertos de su humedad en su boca, deslizando su lengua entre ellos y chupándolos suavemente, creando un sonido obsceno que les hirvió la sangre por igual y que solo hizo que Jungkook suspirara pesadamente mientras apretaba su mandíbula antes de que se abalanzarse sobre ella, tomándola por su mentón con fuerza volviendo a chocar sus labios contra los de ella.
—Eres una niña tan sucia, debería enseñarte modales… —gruñó con dureza, sus ojos estaban hinchados y llenos de lujuria, mirándola con una expresión indescriptible mientras el auto finalmente se detenía.—Y al parecer hoy tendrás tu primera lección.

Jungkook estaba agarrando su muñeca con fuerza; prácticamente arrastrándola hacía el ascensor en su gran complejo de apartamentos, y por más que luchara por ocultarlo, T/n podía ver lo tan excitado que estaba mientras esperaban a que el ascensor se abriera y sonrió al verlo suspirar aliviado mientras entraban, y fue ahí cuando Jungkook decidió recordarle quién era cuando presionó el botón del ultimo Penthouse del edificio.
Todo el recorrido hacia su departamento se volvió increíblemente largo, los dos podían sentir la tensión flotando a su alrededor con la mera idea de lo que estaba a punto de suceder, Jungkook se veía realmente impaciente mientras apretaba su mandíbula tan fuerte que T/n pensó que se la iba a romper en cualquier momento, y cuando escuchó el glorioso sonido de las puertas abriéndose fue que sintió como si le fueran a arrancar todo el aire de sus pulmones.
Su departamento era enorme y encajaba a la perfección con lo que era Jungkook, los grandes ventanales deban una vista panorámica de la ciudad, el estilo minimalista y los colores monocromáticos en tonos grises y negros predominaban en todo el lugar en el rápido vistazo que le dio a los muebles y las encimeras de mármol mientras el calor inundaba su abdomen ante la perspectiva de finalmente estar completamente a solas con él. Jungkook la dejó sola por unos minutos para dejar a salir a sus perros en el balcón y fue ahí cuando se dedicó a escanear el lugar un poco más, quedándose atrapada mirando las fotos en una de las paredes.
Jungkook. Jungkook y sus amigos. Jungkook y sus perros. Jungkook y su hijo de ocho años que era una mini copia exacta de él.
Ahí recordó una vez más que Jungkook estaba casado, sabía que estaba casado, pero francamente no le importaba en absoluto, Jungkook no tenía ni una sola foto de su esposa por ninguna parte, y tal vez esa era la primer señal de que no tenían un matrimonio de cuento de hadas, bueno, si eso fuera así no estaría aquí en primer lugar a punto de ser follada por él.
—¿En qué estás pensando? —Jungkook preguntó por lo bajo contra su oído, sacándola de sus pensamientos al mismo tiempo que envolvía sus manos en su cintura, inclinándose sobre ella para plantar un beso húmedo en su cuello haciéndola sonreír antes de girarse entre sus brazos para quedar frente a él.
—En qué tanto quiero sentirte dentro de mí… —T/n respondió envolviendo sus brazos en sus hombros mientras lo atraía mas hacia ella, fusionando sus bocas deseosas por la otra una vez más, sus labios se entreabrieron inmediatamente para darle paso libre, y Jungkook no tardó en sumergir su lengua, en cuanto le dio una probada de su aliento mentolado gimió, apretándose más contra él, presionando sus caderas contra su pelvis.
Todo su cuerpo se estremeció al escuchar el gemido gutural brotar de la garganta de Jungkook ante eso, sus grandes manos se pasaron entre su cabello mientras sus labios se movían con una urgencia desmedida sobre los de ella antes de tomarla posesivamente por su mentón al mismo tiempo que tiraba de su labio inferior entre sus dientes, arrancándole un gemido entrecortado que salió amortiguado contra su boca mientras se alejaba de a poco de ella, y la vista de sus pupilas dilatadas y cargadas de deseo a juego con sus labios rojos e hinchados lo hicieron jadear.
Se acercó a ella con pasos medidos e intentando regular su respiración aunque fue en vano, sus ojos oscuros estaban fijos en ella hasta que su espalda chocó contra la pared al lado de la chimenea acorralando su cuerpo y viéndola arquear su cabeza hacia él, sosteniéndole la mirada con seguridad
—¿Qué me estás haciendo, T/n? —Jungkook preguntó por voz ronca sujetándola por su mentón, y delineando su labio inferior con su pulgar suavemente.
Y ante eso T/n solo le regaló una pequeña sonrisa inocente que rápidamente se convirtió en una sonrisa traviesa al mismo tiempo que sus manos se deslizaban por su pecho y abdomen hasta llegar al bulto que sobresalía en su pelvis para presionar sus dedos alrededor del eje rígido de su erección, teniendo que morderse el labio al verlo apretar su mandíbula y suspirar con pesadez cuando comenzó a masajear toda la longitud de su pene.— Creo que puedo decir lo mismo, señor Jeon.
Un imán tiro hacia la boca del otro con esas palabras en un gesto ansioso y casi impaciente, aprisionando su cuerpo por completo contra la pared las caricias de T/n sobre su erección solo se intensificaron, frotando su mano desde la punta donde podía sentir una pequeña mancha de humedad a través de sus pantalones hasta la base de su pene, aplicando un poco más de presión cada vez, Jungkook se encargó de chupar su lengua con hambre, saboreando sus gemidos mientras balanceaba sus caderas más hacia su mano, chocando sus labios contra los suyos cada vez más fuerte, mordisqueando burlonamente su labio inferior porque rápidamente se dio cuenta de lo mucho que le gustaba que lo hiciera, y efectivamente así porque un gemido ahogado la traicionó mientras Jungkook presionaba su muslo contra su centro caliente.
—Jungkook… —T/n ronroneó gustosa y sin aliento mientras lo sentía trasladar sus besos calientes y húmedos hacia su cuello comenzando a cubrir sus piel con extensas mordidas y profundas lamidas, sus manos se perdieron en su melena oscura y dejó caer su cabeza hacia atrás sobre la pared para darle un acceso exclusivo a su boca jadeante para que la saboreara a su antojo antes de enredar una de sus piernas en su cadera; aferrándose a su cuerpo a como diera lugar.
Un gruñido brotó de los labios de Jungkook al sentirlo, sin poder evitar caer en la tentación de lanzar su mano hacia abajo para apretar el agarre en su muslo que estaba aferrado a su cadera, levantando la tela de su vestido en el camino, tarareando al sentir su piel cálida y suave contra las yemas de sus dedos sin desatender su cuello con besos y mordidas, teniendo que mover del tirante de su vestido hacia abajo; dejando su hombro y clavícula al descubierto, su boca se trasladó a esa zona para devorarla al mismo que la mano en su pierna se colaba un poco más hacia arriba; cubriendo con su palma una de las mejillas de sus glúteos, masajeando con cizaña y aplicando más fuerza de la necesaria que solo le arrancó un jadeo desesperado al sentir su creciente y dura erección por debajo de sus pantalones.
—Jungkook… —T/n volvió a gemir su nombre, sus grandes manos estaban en todas partes al mismo tiempo que su boca, y era como una sobrecarga de estímulos con la que apenas podía lidiar. —Te necesito ahora, por favor…
Y esas palabras endulzadas fueron las que lo regresaron al momento, Jungkook se alejó de a poco de ella mirándola fijamente, perdiéndose un poco en la forma en que sus labios estaban más hinchados de lo normal y en sus mejillas enrojecidas hermosamente, y ahí fue cuando cayó en cuenta de todo, él no había hecho esto nunca antes, no era algo propio de él ni de sus principios, no hasta que te conoció que fue que comenzó a actuar de acuerdo a sus impulsos, y sabía que ya no podía contenerse de tus avances, cualquiera que estuviera medianamente cuerdo podría perderse fácilmente en ti, eras como una sirena que lo llamaba hasta en sus más profundos sueños.
Su esposa se había estado acostando con su amante desde hace meses, y Jungkook lo sabía, le había sido fiel cada día hasta que supo de su engaño, así que, ¿por qué él no debería hacer lo mismo? Él sabía que lo que tu querías, podía verlo en la chispa de deseo brillando en tus ojos, en tu astucia, en todas tus palabras inteligentes y guiadas solo para conseguir lo que querías lo estaban volviendo loco, y simplemente no pudo encontrar una razón que le importara lo suficiente para no seguir con esto.
T/n podía ver su quijada apretada con fuerza mientras seguía mirándola fijamente donde todo había quedado suspendido por unos segundos, veía su pecho ancho y firme subir y bajar en prolongadas respiraciones, todo su cabello estaba hecho un desastre por todos los jalones que le había dado, pero era ese aspecto salvaje que sólo la ponían el doble de caliente y necesitada, y se lo hizo saber cuando empujo sus caderas hacia su pelvis con la presión perfecta, comenzando a frotarse como una gatita en celo contra su erección creando una deliciosa fricción que le puso los pelos de punta.
—¿Qué pasa, bebé? ¿Qué es lo que quieres? —Jungkook arrulló en una sonrisa perezosa por la forma en que la escucho gemir por lo que dijo mirándola con sus ojos más ensombrecidos que de costumbre, y con toda malicia, dio un particular y fuerte empujón de sus caderas contra su centro caliente, haciendo que su rostro se arrugara en una mueca de placer sin siquiera poder responder correctamente, y él solo se inclinó más cerca de ella; con sus labios rozando su mandíbula mientras susurraba con bastante sensualidad. —Dime lo que quieres…y será un maldito placer dártelo…
—Te quiero a ti… —T/n jadeó aquello volviendo a mover sus caderas; apretándose más contra él, completamente desesperada por sentirlo, y sabía que Jungkook se estaba divirtiendo con esto, pero le importaba poco mientras hablaba con una voz endulzada. —Quiero que me folles, fóllame por favor…
Una risita oscura rebotó contra su cuello y oído por igual antes de sentir a Jungkook bajar el cierre de su vestido lo mas rápido posible, tomándose la molestia de deslizar sus manos por toda su espalda hasta que quedó en el suelo en un charco negro del que rápidamente T/n salió pateando sus tacones lejos y haciéndose instantáneamente siete centímetros mas baja de lo que solía serlo, pero antes de que pudiera ser consciente de eso, Jungkook volvió a presionar sus labios juntos con una voracidad duplicada y completamente cegado por el deseo donde ambos soltaron un suspiro de satisfacción.
T/n se sentía abrumada por todo lo que era Jungkook, desde la forma en que reclamaba sus labios con esa dureza y posesividad hasta la forma en que sus grandes y ásperas manos acariciaban con total descaro su cuerpo, se apresuró a enredar sus dedos en el cuello de su camisa antes de darle un fuerte tirón; abriendo su camisa blanca por el centro haciendo que algunos botones salieran volando hacia los lados, sin tener la paciencia para soltarlos uno por uno cuando se alejó solo un poco para apreciar su pecho desnudo; revelando la hilera de abdominales trabajados en su vientre y pectorales grandes y abultados, un suspiro de ensueño se le escapó antes de sentirlo trasladar sus besos hacia abajo y por el inicio de sus senos, dejando un rastro de mordidas por toda la zona teniendo que acunar ambos con sus manos antes de sentir su lengua deslizarse alrededor de uno de sus pezones.
—Joder… —T/n jadeó totalmente perdida en el placer latente en el centro de sus piernas a la vez que elevaba sus manos para tomar sus cabellos por la parte trasera de su cabeza, admirando la vista de sus bonitos labios y lengua chupando y succionando su pequeño pezón una y otra vez. —Jungkook, yo…
—Eres tan perfecta… —Jungkook tarareó contra su piel, soltando aquel botón que estaba entre sus labios para luego elevar su mirada hacia ella al mismo tiempo que deslizaba sus pulgares alrededor tus pezones endurecidos; acariciando ambos por igual. —Y toda mía.
Y tan pronto como dijo eso, la boca de Jungkook se lanzó sobre su otro seno descuidado, dándole la misma atención con su boca y lengua solo haciéndola echar su cabeza hacia atrás mientras gemía descuidadamente, incapaz de poder articular alguna palabra entendible mientras su lengua hacía maravillas sobre ella, todo su cuerpo estaba ardiendo en placer y deseo, tanto que apenas y fue consciente de los dedos de Jungkook enganchándose en la tira de sus bragas para bajarlas por sus piernas con urgencia, apenas dándole tiempo de salir de ellas antes de escucharlo comenzar a desabrochar su cinturón.
—Recuérdame, ¿por qué me detuviste en el auto? —Jungkook preguntó con un tono de voz mortalmente serio mientras subía por su cuerpo; elevándose sobre ella, sonriendo levemente y con ternura al ver la diferencia de altura entre los dos.
—Porque quiero correrme… —T/n respondió débilmente en un suspiro pesado, justo antes jadear con fuerza al sentir sus dedos deslizarse sin previo aviso entre los pliegues de su entrada por todo lo largo hasta llegar a su punto de nervios para acariciarlo suavemente, y ella tuvo que aferrarse de sus hombros una vez más.
—¿Solo eso? —Jungkook inquirió en una sonrisita, completamente dispuesto a hacerla hablar, quería escucharla rogar una vez más por él y se lo hizo saber frotando su clítoris en círculos apretados una y otra vez, tarareando al verla desmoronarse con solo sus dedos.
—Quiero correrme en tu polla… —T/n se las arregló para jadear aquello entre respiraciones irregulares, había algo en el hecho de que ella estuviera completamente desnuda mientras él aún seguía vestido solo que con su camisa abierta que hacía que su abdomen se tensara en anticipación, Jungkook era tan dominante y sexy que sentía que podría explotar en cualquier momento.
—No creo que puedas tomar mi polla todavía, bebé… —Jungkook se burló un poco más de ella, deslizando dos de sus dedos en su interior de a poco, teniendo que apretar su mandíbula con fuerza al sentir como sus paredes revoloteaban en pura anticipación. —Estas tan apretada…
—Sí puedo tomarlo… solo por favor, fóllame Jungkook… —T/n sollozó en un nuevo gemido necesitado, esta era la primera vez que estaba rogando por un hombre, era algo a lo que ninguna otra persona la había reducido jamás, y realmente lo estaba disfrutando, demasiado.
Jungkook estaba bombeando sus dedos dentro y fuera de ella cada vez más fuerte, estirando su interior y preparándola minuciosamente para él porque sabía que tampoco podía esperar demasiado, la necesitaba más que a cualquier otra cosa en el mundo, y pudo ver el alivio en su rostro cuando terminó de soltar el botón de su pantalón junto a su bragueta hasta que los deslizó hacia abajo dejando en evidencia el prominente bulto de su erección aún atrapada en su bóxer, y T/n tuvo la increíble necesidad de hincarse sobre sus rodillas para poder probarlo un poco, pero esa ilusión rápidamente se rompió cuando sintió a Jungkook volver a estampar sus labios una vez más; comenzando a tomarla como ella quería, como realmente quería, con una ferocidad de la cual cualquiera temería.
Sintió su mano grande y tatuada rodeando su cuello con la presión perfecta para hacerla jadear contra sus labios mientras que la otra bajaba por su espalda hasta que inesperadamente la tomó por su trasero, levantando su cuerpo sin ningún tipo de esfuerzo contra la pared, y T/n no dudo ni siquiera un segundo en envolver sus piernas en sus caderas, soltando un gemido para nada pudoroso cuando Jungkook la apretó con fuerza contra él, presionando sus entrepiernas y frotándose la una con la otra, y toda su mente se nubló de repente.
—¿Qué fue lo segundo que te preocupaba, bebé? —Jungkook preguntó con un tono divertido en su voz, despegando una mano de sus glúteos para poder bajar su bóxer por completo, liberando su pene de su confinamiento solo para sentirlo rebotar ligeramente en el aire, apenas rozando su sensible entrada con la punta cuando la escuchó jadear.
—¿Qué? No puedo recordar Jungkook, solo fóllame, por favor… —T/n rogó una vez más, mirándolo con ojos necesitados balanceándose un poco entre sus brazos para no caerse, pero sí para frotarse contra él y contra la dureza de su erección que sentía clavarse en uno de sus muslos.
—No, no hasta que me digas la segunda cosa que te preocupaba. —Jungkook murmuró moviendo su pelvis hacia enfrente, haciendo que la punta caliente de su pene se deslizara entre sus pliegues húmedos y resbaladizos una y otra vez, frotando su clítoris suavemente y cubriéndola con su humedad al mismo tiempo que se alineaba correctamente en su entrada.
Y T/n suspiró al sentirlo, se sentía tan pequeña bajo su mirada y le excitaba tanto, nunca antes había conocido a alguien tan naturalmente asertivo, especialmente en el sexo, no así, ningún hombre con el que haya estado se comparaba a Jungkook esta noche.
— Es posible que tengas un pene pequeño que…
Su oración se vio interrumpida cuando Jungkook introdujo la punta de su miembro en su interior, embistiéndola en una sola penetración seca y dura, haciendo que su cuerpo se presionara más contra la pared antes de que un gemido agudo y entrecortado brotara de sus labios al mismo tiempo que arqueaba su espalda al darse cuenta de que su pene era más grande de lo que jamás hubiera imaginado, Jungkook profirió un gutural gruñido mientras trataba de darle sentido a la deliciosa sensación de su apretado y joven coño envolviendo alrededor de su pene con fuerza, haciéndolo echar la cabeza hacia atrás disfrutando de la calidez y humedad de su interior, dándose cuenta que era esa misma sensación la que no había sentido en mucho tiempo, el Fleshlight que había comprado para usarlo en viajes como estos no era nada en comparación con la contracción ligera o el pulso que su coño alrededor de su polla mientras se esforzaba al máximo, deteniéndose solo el tiempo suficiente para que T/n se relajara y se acostumbrara a su imponente tamaño
—¿Qué fue eso? ¿Hmm? No te escuché, bebé… —Jungkook masculló divertido y en un gemido ahogado, sintiendo como su cálido interior se ceñía sobre su miembro erecto, posicionando sus manos debajo de sus muslos para, sin mayor esfuerzo, elevar su cuerpo levemente para luego dejarla caer sobre su regazo. La penetración en seco logró provocar que un grito descarado y cargado de placer saliera de la boca de T/n y sus manos se aferraron a sus hombros mientras sus piernas se ajustaban con presión en sus caderas.
—Oh, Dios… —T/n siseó sin aliento dejando caer su cabeza hacia atrás y su espalda se despegó de la pared ante un nuevo y fuerte empujón de su miembro dentro de ella, era grueso y ligeramente curvado hacia la derecha y era mucho más grande que cualquiera de sus ex novios juntos, lo suficiente para volverla loca con cada embestida que daba dentro de ella y estaba completamente segura de que Jungkook sabía lo que estaba haciendo o de lo contrario no sería padre. —Es tan grande…
—Es bueno saberlo… —Jungkook se burló en tono arrogante antes de verse a sí mismo acunando sus glúteos redondos para masajearlos con dureza, completamente sediento de ella, deslizándose fuera de su coño solo para tomar envión y volver a empujar su pelvis contra sus caderas haciendo que su pene se enterrara en su interior con fuerza, haciéndola gemir en voz alta cuando comenzó a marcar un ritmo profundo y constante dentro y fuera de ella, procurando tocar ese punto de placer en su interior con cada embestida que daba. —Te voy a follar tan bien bebé, justo como tú mereces ser follada…
Jungkook no podía empezar suave y lento, y tampoco quería, porque maldición, su interior se sentía tan bien, tan estrecho y tan húmedo, y eso rápidamente lo hizo dar inicio a una embestidas bruscas y rítmicas, su pelvis golpeando sus caderas y trasero con cada nueva y profunda penetración que daba en su interior, el ruido de sus pieles calientes y sudorosas chocando continuamente la una con la otra rebotaba en cada rincón del departamento casi a oscuras y solo alimentaba su placer mientras se tomaba el tiempo de apreciar la exquisita imagen frente a él.
La lujuria cubría el rostro de T/n hermosamente, sus pómulos estaban sonrojados, sus ojos estaban entrecerrados y el destello de brillo que vio en ellos a través de sus pestañas dejaba en evidencia el placer latente que recorría su cuerpo de pies a cabeza, su cuello y pechos estaban cubiertos de una fina capa de sudor y sus pezones rosados y endurecidos estaban justo a su disposición, rozando su afilada mandíbula con cada rebote de su cuerpo contra la pared mientras los suaves gemidos goteaban de sus labios solo animándolo a follarla con más avidez.
—Joder, por supuesto que puedo darte todo lo que quieras… —declaró hundiendo su rostro en el hueco de su cuello para dejar varios besos desordenados y húmedos sin dejar de embestirla con fuerza y que solo erizaron la piel de T/n mientras luchaba por acompañar sus estocadas con sus caderas hacia su pelvis, haciendo que cada una fuera más profunda que la anterior.
—No, no, no, no pares… —T/n lloriqueó en medio de un gemido tembloroso y componiendo un puchero en sus labios al sentir a Jungkook tomar su miembro por la base para sacarlo de su interior en un sonido húmedo.
Siguió la mirada de Jungkook hacia abajo y entre sus piernas que estaban aferradas a sus caderas para tener la vista completa de él guiando su pene entre sus pliegues resbaladizos, acariciando su pequeño e hinchado clítoris con la punta un par de veces y sonriendo al escucharla gimotear para luego volver a deslizarse dentro de ella con vehemencia, sumergiéndose nuevamente en su estrecho interior, rozando ese punto de placer cuando tocó fondo en su interior, sus grandes manos la sostenían contra él cuando comenzó a rebotar su cuerpo sobre su polla, hundiéndose más profundamente mientras elevaba su vista de nuevo hacia ella, notando la expresión jodida en su rostro por culpa de su polla.
—Mírame. —Jungkook ordenó al mismo tiempo que con su mano golpeaba su mejilla lo suficientemente fuerte para devolverla al momento, y cuando sus ojos se desplegaron hacia él un nuevo gemido goteó de los labios de T/n, su cabello largo y ligeramente húmedo por el sudor caía sobre su rostro y ojos, dándole un aura más oscura y carnal que la hizo apretar su interior alrededor de su pene. —Tienes el mejor coño que he tenido…
—¿Mejor que el de tu esposa? —T/n se las arregló para preguntar aquello en medio de gemidos entrecortados y con una sonrisita burlona pintando sus labios mientras enredaba sus dedos en su cabello para atraerlo hacia ella y poder besar el pequeño lunar debajo de su labio inferior
—Mucho mejor bebé, fuiste hecha para mi polla. —Jungkook respondió de la misma forma, regresándole la sonrisa y sintiendo como su pene se contraía dentro de ella antes de volver a estampar sus bocas juntas con desesperación.
—Quiero un abrigo nuevo… —T/n murmuró mordisqueando su labio inferior y tirando levemente de él al mismo tiempo que movía sus caderas hacia su pelvis, sin poder evitar gemir cuando lo sintió estrellar una de sus manos en uno de sus glúteos.
—Siempre quieres algo… —Jungkook masculló soltando una risita ronca al mismo tiempo que acariciaba y apretaba la piel enrojecida que había golpeado, empujando su pene con más fuerza dentro de ella y gruñendo al sentir su interior apretarse imponente a su alrededor. —Por supuesto que si, todo lo que mi bebé quiera…
—Joder, te sientes tan bien papi… —T/n gimoteó contra sus labios, sus uñas se clavaron en sus anchos hombros mientras todo el placer se acumulaba en su vientre casi a punto de romperse. —Quiero correrme…
—¿Oh, sí? —Jungkook preguntó mordiéndose el labio inferior en una sonrisa al verla asentir débilmente a sus palabras antes de enterrar su rostro en su cuello, haciéndola temblar cuando su respiración caliente y áspera golpeó su piel mientras le ordenaba. —Tócate cariño, frota tu bonito clítoris para mi hasta que te corras sobre mi polla tal como querías bebé…
La firmeza de su voz y las duras penetraciones que recibía en su interior la hicieron obedecer sus órdenes más rápido de que pudiera pensarlo, su mano viajó hacia abajo hasta hundirse entre sus piernas y el primer toque de sus dedos sobre su clítoris hinchado la hicieron jadear con fuerza y apretarse alrededor de su pene, toda su mente estaba luchando por darle sentido a lo bien que se sentían sus dedos frotando su punto de nervios una y otra vez, podía sentir la humedad de su excitación goteando y cubriendo sus muslos vergonzosamente y la sensación de la gruesa longitud de Jungkook sumergiéndose repetidamente dentro y fuera de ella encendieron un fuego en su vientre.
—Jungkook, joder… —T/n gimoteó con su respiración agitada mientras sus dedos seguían haciendo maravillas en su clítoris, frotándolo cada vez con más fuerza mientras se retorcía entre sus brazos. —Por favor…
—Córrete para mi bebé, quiero sentirlo… —Jungkook ordenó en un gruñido ronco mientras sus penetraciones perdían ritmo, empujándose en su interior torpemente justo antes de que su orgasmo explotara alrededor de él.
El excitante y sensual sonido de su voz solo hicieron que el deseado orgasmo arrasara todo a su paso, toda la mente de T/n se quedó en blanco mientras sentía su cuerpo ser golpeado por ola tras ola de placer al rojo vivo viajando por cada uno de sus nervios, brotando alrededor de él y cubriendo su polla con su humedad mientras gemía su nombre una y otra vez cuando las embestidas de Jungkook se volvieron descuidadas y ásperas en cuanto sintió su pene palpitar dentro de ella, aprovechando cada segundo de los espasmos de su orgasmo para buscar su propia euforia.
Porque eso fue último que Jungkook necesitó para empujarse por encima de su límite, el agarre en sus caderas se apretó y su cuerpo tembló mientras daba sus últimas y profundas embestidas, empujando hasta el último centímetro de su miembro dentro de ella antes de que su semen caliente y espeso saliera de la punta y llenará su interior; haciéndolo gruñir mientras empujaba su pene perezosamente en su interior un par de veces más sintiéndose completamente abrumado con la sensación de sus paredes ordeñando las últimas gotas y escuchándola gimotear por lo bajo ante la sensibilidad y fue solo ahí cuando se alejó de a poco de su cuerpo.
Su cabello oscuro estaba pegado a su frente sudorosa, su labio estaba atrapado entre sus dientes, los músculos de sus brazos estaban tensos y toda su piel estaba cubierta en sudor, Jungkook era la viva imagen del sexo, y estaba segura que él era lo mas perfecto que podría haber imaginado en su corta vida.
—Entonces, sobre ese contrato… —T/n comenzó a hablar apartando el cabello húmedo de su rostro, sintiendo la mirada intensa de Jungkook sobre ella antes de que su propia mano encontrara el agarre en la parte posterior de su cabeza mientras se acercaba más a ella. —Si puedes agregar una cláusula que prometa follarme así cada vez, podría estar interesada después de todo.
—Como dije… —Jungkook murmuró sensualmente sobre sus labios, jugando con la tentación de besarla solo para agregar en una sonrisita. —Sabía que podía convencerte de lo contrario.
Y con eso volvió a juntar sus bocas ansiosas por la otra, ronroneando de puro gusto al sentir como sus lenguas se entrelazaban mientras sus labios se chocaban juntos una y otra vez con una urgencia duplicada. Y en el fondo de él, Jungkook sabía que nunca podría tener suficiente de ella.

—Éste es mi favorito… —T/n murmuró felizmente mirándose en el espejo frente a ella, admirando el vestido de seda negra sobre su cuerpo, viendo como la figura fruncida alrededor de su cintura enfatizaba aún más sus curvas.
Había pasado un mes desde que habían comenzado esta relación, Jungkook seguía yendo y viniendo entre Busan y Seúl como siempre, solo que ahora tenía un motivo mucho más importante para viajar mas seguido, siempre que llegaba a la ciudad dejaba de lado su vida como padre y esposo solo para hundirse en el placer con el que T/n siempre lo recibía, y hoy era uno de esos días.
Jungkook había regresado de Busan sin previo aviso, solo explicando que su hijo se había ido de campamento con sus abuelos durante el fin de semana y que él no tenía que hacer nada en su casa y menos con su esposa, así que decidió sorprender a T/n con viaje a la isla de Jeju como regalo solo por ser ella, así que ahora aquí estaba, sentado en uno de los sofás de cuero del avión privado con un vaso de whiskey a la mitad en una de sus manos, sonriéndole a T/n hermosamente mientras veía lo mismo que ella.
Antes de se dirigieran al aeropuerto para tomar su vuelo Jungkook la había llevado de compras a todas y cada una de las tiendas de la ciudad, y T/n no pudo evitar sentir una sensación de orgullo cuando notó a todas las amas de casa comprando solas y mirando boquiabiertas a Jungkook como si fuera un pedazo de carne, y sí, lo era, pero era su pedazo de carne, y tenía que hacérselos saber a como diera lugar, así que en cada momento que podía no desaprovechaba la oportunidad para lanzarse a besarlo como si estuviera hambrienta de él, y por supuesto, Jungkook siempre la recibía gustoso, completamente ajeno a sus intenciones.
Sus ojos oscuros como la noche se deslizaban sin pudor por cada parte de su cuerpo, mirando la forma en que el escote en su espalda llegaba solo un poco por encima del inicio de su trasero, sus caderas sobresalían mucho más dándole ese aspecto de reloj de arena junto a los tacones Gucci en sus pies que solo alargaban sus piernas.
El tirón en su entrepierna lo alertó de repente, sabiendo que estaba listo para devorarla por completo, pero antes de que pudiera lanzarse sobre ella, su teléfono sonó, y cuando miro la pantalla, el nombre de su esposa se mostró en letras grandes.
Eso fue todo lo que T/n necesitó para mirarlo mientras presionaba el botón de no contestar mientras se acercaba a él, viéndolo abrir sus piernas para que pudiera sentarse sobre su regazo a horcajadas, sintiéndolo envolver su brazo tatuado alrededor de su cintura para presionarla contra su pecho, su teléfono volvió a sonar haciéndolo soltar una maldición entre dientes antes de contestar en medio de un suspiro de frustración.— ¿Qué quieres?
—¿Por qué se rechaza mi tarjeta? —La voz de su esposa se escuchó al otro lado de la línea haciendo que Jungkook rodara los ojos con fastidio.
—Porque te dije que comenzaría a limitar tus gastos solo a las necesidades de Yunho. —Respondió con calma, y T/n no pudo evitar pasar sus dedos entre su cabello; peinándolo hacia atrás antes de inclinarse y besar la punta de su nariz con adoración, solo ganándose una sonrisa de Jungkook mientras comenzaba a acariciar su cintura. —Si ya te gastaste tu asignación del mes, lo demás corre por tu cuenta.
—¿Estás bromeando, Jungkook? —su esposa volvió a quejarse mientras las manos de T/n se deslizaban por su torso, comenzando a soltar uno a uno los botones de su camisa hasta que su pecho y abdomen quedaron al descubierto para luego llegar a la hebilla de su cinturón, y fue ahí cuando Jungkook se dio cuenta de lo que estaba haciendo mientras negaba con su cabeza y apenas escuchando a su esposa. —¿Tienes idea de lo vergonzoso que fue que me rechazaran la tarjeta en Chanel? ¡Soy un miembro V.I.P!
Los labios de Jungkook se entreabrieron en cuando sintió la manos de T/n pasarse por encima de sus pantalones, aplicando presión sobre su ingle para bajar por sus gruesos muslos una y otra vez. —No sé qué decirte, te mando dinero para mi hijo, no para que te compres una puta cartera… —Escupió antes de hacer una pausa para tomar una respiración profunda cuando sintió sus dedos bajando la cremallera y deslizándose dentro, sabiendo que lo único que separaba su mano de su pene endurecido eran sus bóxer Balenciaga. —A principios de mes te di $3000 dls, no es mi culpa que ya te lo hayas gastado todo en tus estúpidas compras. Si tanto te molesta, consíguete un puto trabajo.
T/n sonrió por lo bajo al escuchar lo grosero que Jungkook estaba siendo, ese era un completo contraste con lo suave y dulce que era con ella cuando no estaba follándola, pero escucharlo escupir maldiciones le encantaba y la ponían caliente, así que se lo hizo saber hundiendo su rostro en su cuello, comenzando a repartir besos húmedos por toda la zona al mismo tiempo que terminaba de liberar su pene de su encierro para poder sentir la textura suave y la temperatura de su piel por completo contra sus dedos, viéndolo relajarse visiblemente cuando dio un par de bombeos lentos y perezosos alrededor de su erección antes de soltarlo y elevar esa misma mano hacia él justo debajo de su barbilla; instándolo a escupir sobre sus dedos y Jungkook así lo hizo, tanto que cuando su mano volvió a encontrarse con su miembro erecto una especie de sibilancia escapó de sus bonitos labios.
Los dedos de T/n se enredaron alrededor de su erección y la yema de su pulgar comenzó a rodear la punta enrojecida y cubierta de aquel líquido blanquecino, la cabeza de Jungkook cayó hacia atrás sobre el sofá y su mano se apretó en su cintura resaltando las venas en sus brazos debajo de su piel y antes de que pudiera pensar algo mas, T/n ya se estaba liberando de su abrazo para deslizarse sobre su cuerpo hasta colocarse de rodillas justo entre sus piernas, y Jungkook simplemente no pudo evitar morderse el labio inferior mientras la sentía terminar de quitarle el cinturón.
— Sí, ya sé porque haces esto, solo estás tratando de darle todo tu dinero a tu puta de turno, no creas que soy estúpida Jungkook, vi cuánto dinero sacaste de la cuenta, ¿Y los boletos de avión a Jeju? ¿Estás con ella ahora, verdad? —Su esposa vociferó al otro lado del teléfono, pero Jungkook apenas y podía escuchar sus gritos, optando por concentrarse en respirar correctamente mientras balanceaba sus caderas hacia arriba y hacia su toque, haciendo que su dura erección se deslizara en el apretón de sus manos una y otra vez.
—Estás enojada porque yo no soy tan idiota como tu amante como para dejar un rastro de todos tus gastos. —Jungkook masculló entre dientes, molestándose aún más al recordar todos los cargos reflejados en su tarjeta de crédito de habitaciones de hotel reservadas, dándose cuenta que su esposa usaba su propio dinero para revolcarse con el instructor de las clases de yoga que él mismo había pagado, así que una sonrisa burlona se formó en su rostro con lo siguiente que dijo. —Pero sí, estoy con ella, y déjame decirte que es mucho mejor que tú follando.
La voz chillona y molesta de su esposa volvió a escucharse, pero Jungkook simplemente colgó el teléfono con dureza, llevando sus manos hacia su rostro mientras suspiraba frustrado, eso antes de regresar sus ojos hambrientos a T/n, viéndola mover sus manos con más rapidez sobre su pene mientras lo miraba con total adoración. —Lo siento bebé, no quise sonar así, es sólo que ella me enoja.
Y eso fue todo lo que T/n necesitó para envolver sus labios en la punta de su erección por completo, besándola suavemente y chupando huecamente alrededor, sintiendo las gotas de líquido preseminal golpear sus papilas gustativas sin dejar de mirarlo, Jungkook jadeó y elevó su mano para acariciar su cabello apartando los lados de su camisa abierta con la otra para poder mirarla mejor, viéndola cubrir su punta con besos húmedos antes de tomar su polla con sus labios, introduciéndola en su boca cada vez más, colocando una mano en uno de sus muslos jodidamente gruesos para ayudarse a guiarse mientras su otra mano acariciaba el resto de su longitud, y Jungkook frunció su ceño ante la vista enredando sus dedos entre su cabello apenas dándole un pequeño tirón a sus mechones mientras T/n comenzaba a marcar un ritmo lento y superficial dentro y fuera de su boca.
T/n lo estaba lamiendo de arriba a abajo, degustando el sabor salado de su piel, sus dedos se fruncieron en la base y mientras lo acariciaba con su lengua, podía sentir la intensidad de sus ojos negros escudriñando cada uno de sus movimientos, y el sonido laborioso de su respiración la hicieron tomar un poco mas de él dentro de su boca, sintiendo como la punta golpeó su garganta levemente; haciéndola tener una pequeña arcada a su alrededor solo para escucharlo soltar un gruñido grave antes de deslizar hacia afuera su pene en un chasquido húmedo de saliva, notando la mirada confundida de Jungkook sobre ella.
—¿Crees que tu hijo sabe que tú y tu esposa tienen problemas? —T/n preguntó por lo bajo, casi en un susurro que salió caliente contra su punta enrojecida e hinchada mientras movía su mano por todo lo largo, acariciándolo suavemente.
—Yunho es inteligente, no creo que sea difícil para él entenderlo, no creo que nuestra situación sea buena para él y… —Jungkook explicó con voz ronca tratando de respirar correctamente antes de volver a gruñir al sentir a T/n deslizar la punta de su lengua contra una vena prominente en un costado de su miembro, provocando que un poco de líquido preseminal y saliva mancharan su mejilla levemente sin dejar de mirarlo. —Joder, no quiero hablar de mi hijo mientras me chupas la polla…
Y ante eso T/n soltó una pequeña risa contra su longitud antes de volver a tomarlo con su mano y envolver sus labios en su polla sin advertencia, haciendo girar su lengua alrededor de la punta antes de volver a chuparlo, dejando que toda su extensión acariciara por sí sola su lengua y rodeando su base con sus dedos para comenzar a masturbar lo que no había alcanzado a meterse en la boca, sacando su erección y volviéndola a meter en su boca en un sonido húmedo y obsceno, sumergiendo la punta en el interior de su mejilla una y otra vez solo para verlo apretar sus labios y su abdomen tensarse con cada lamida que le daba.
—Eso es, cariño, eso es, joder eres una buena chica… —Jungkook masculló dejando caer su cabeza hacia atrás sobre el respaldo mientras se mordía el labio inferior, y la perforación en su labio se movió en el proceso. —Me tratas tan bien, bebé…
—Mhm… —T/n asintió levemente, con su lengua sobresaliendo de debajo de su pene para lamer una línea larga mientras lo empujaba más profundo en su garganta, manteniéndolo ahí por un momento, amordazándose con su tamaño y tragando alrededor de la punta solo para escucharlo gemir roncamente mientras sus dedos se apretaban en su cabello con fuerza, podía sentir la saliva deslizándose por un lado de su boca antes de sacarlo y respirar profundamente mientras encontraba su mirada, mirándolo con ojos llorosos por su acto anterior.
Y Jungkook le sonrió cálidamente, sintiendo esa sensación de orgullo llenar su pecho al verla tan dispuesta a complacerlo, y la necesidad imperiosa de querer regresarle el mismo placer que estaba sintiendo en este preciso momento lo hicieron estremecerse, era difícil no querer hacerlo cuando eras tan hermosa y atenta con él, y apenas y pudo pensar en eso antes de soltar un bufido denso al sentir su lengua húmeda y suave deslizarse por sus testículos, delineando su forma y acariciando la piel rugosa a su alrededor mientras su mano se movía sobre su erección a un ritmo rápido, Jungkook podía sentir que su liberación se acercaba cada vez mas, tus manos eran tan resbaladizas y tu boca tan cálida que se sentía como un adolescente cachondo teniendo sexo por primera vez cuando el cosquilleo familiar se acentuó en su vientre bajo.
T/n jadeó con una risa ligera y aireada cuando su semen se derramó alrededor de sus manos en chorros blanquecinos calientes y espesos aterrizando sobre su abdomen y dedos mientras lo veía deshacerse en un gutural gruñido solo con su boca, pero a ninguno de los dos les importó, Y T/n fue rápida en deslizar su lengua por toda su piel decorada con su semen, limpiando su polla y vientre indulgentemente escuchando a Jungkook sisear antes de volver a subir por su cuerpo encontrando su rostro sonrojado, sintiéndolo elevar su mano para acariciar su labio inferior recolectando un poco de su esencia que había quedado ahí solo para introducir su pulgar en su boca, en una muda señal de que lo limpiara, y T/n así lo hizo; chupándolo y saboreando las últimas gotas de su semen sin dejar de mirarlo con total adoración.
—Eres una niña tan buena… —Jungkook murmuró en una sonrisa adormilada apartando su cabello de su rostro notando sus ojos más brillosos de lo normal antes de estrellar sus labios juntos con puro ímpetu, dejando el tacto sutil en segundo plano, sus lenguas no tardaron en salir al inminente encuentro, entrelazándose la una con la otra y degustando parte del rastro de su esencia en su boca.
—Quiero que me folles… —T/n ronroneó apenas separándose de sus labios y comenzando a mover sus caderas en su regazo haciendo que su polla aún dura rosara de a poco su clítoris vestido, escuchando a Jungkook gruñir al sentirlo y apretar el agarre en sus caderas, en un vago e inútil intento de detenerla.
—En una hora vamos a llegar, tendríamos que haber aprovechado y dormir un poco, o en cuanto llegues al hotel vas a entrar en un coma. —Jungkook explicó entre respiraciones densas, como si quisiera convencerse a sí mismo de que no quería follarla como se lo estaba pidiendo y sintiendo como sus movimientos se profundizaban cada vez más.
—¿Tengo cara de querer dormir? —T/n preguntó divertida hundiendo sus manos en su cabello para darle un pequeño y para nada fuerte tirón a sus mechones, volviendo a besar su cuello al mismo tiempo que pegaba su entrepierna mucho más a la dureza de su erección haciendo gruñir a Jungkook y a ella sonreír al ver que sus intenciones estaban funcionando. —Tú mismo lo dijiste, cuando llegue al hotel me voy a dormir rápido, quiero aprovechar ahora…
Inesperadamente, Jungkook la tomó de su cabello con brusquedad, separándola de su cuello y haciendo que sus rostros quedaran el uno frente al otro, los ojos de Jungkook desprendían deseo puro y T/n tenía una sonrisa de lado que rozaba la picardía mientras que él estaba golpeando el interior de su mejilla con la punta de su lengua.
—¿Vas a ser duro conmigo? Porque tus ojos me dicen que sí… —T/n farfulló sin dejar de sonreírle burlonamente.
Jungkook alzó una ceja ante sus palabras, manteniendo su semblante serio antes de jalar un poco más el agarre que mantenía en su cabello. —¿Quieres que sea duro?
Y T/n chasqueó su lengua levemente, dando un ligero sentón en su regazo viendo a Jungkook apretar su mandíbula antes de hablar con sorna. —Ya sabes como me gusta que me folles…
Y eso fue suficiente para presionar sus bocas una vez más con carnalidad pura, haciéndola tragarse sus propias palabras con el sonido de sus labios chocando entre sí, sentía que habían pasado semanas, meses desde la última vez que se habían besado así, al menos de aquella forma tan desenfadada y cruda, T/n jadeó contra su boca al sentirlo elevar la tela de su vestido por sus caderas para palmear sus nalgas con dureza y con ambas manos, empujando su cuerpo más hacia él y hacia su erección que parecía haberse endurecido el doble después de sus palabras, separando sus mejillas y masajeando su piel a su gusto y antojo, ayudándole a profundizar sus movimientos sobre su polla antes de finalmente hartarse y tomar el extremo de su vestido para tirar con fuerza hacia los lados, rasgando la tela justo por la mitad, escuchándola jadear sorprendida mientras la vista de sus senos desnudos y pezones endurecidos lo saludaban frente a él, sin poder evitar elevar sus manos y estrujarlos entre sus manos con fuerza.
—Jungkook, mi vestido… —T/n sollozó en una especie de gemido al sentirlo darles un tironcito sus pezones entre sus dedos solo haciéndola retorcerse y echar su cabeza hacia atrás sobre su cuerpo antes de que su boca y lengua se unieran a su pecho, comenzando a chupar alrededor de sus senos, marcando su piel con cada ligera succión que daba.
—Te compraré cien más… —Jungkook gruñó mordisqueando levemente uno de sus pezones y dejándolo ir con un chasquido de salida solo para deslizar su lengua caliente sobre él; calmando la marca que dejó mientras sus manos se enroscaban en sus bragas para hacer lo mismo que con su vestido, escuchando el sonido de tela rompiéndose antes de lanzar las tiras hacia un lado de él, dejándola completamente desnuda sobre su cuerpo. —Abre.
Jungkook ordenó picoteando sus labios con dos de sus dedos y T/n entendió la orden a la perfección entreabriendo sus labios y dándole vía libre a que sus dedos se empaparan con su saliva mientras volvía a encontrar su mirada, las pupilas de Jungkook estaban completamente dilatadas, sus labios estaban más rojos e hinchados de lo normal, y su mandíbula estaba completamente tensa, irradiaba autoridad y carnalidad en su estado más puro… y le encantaba.
Sin poder contenerse más, Jungkook retiró sus dedos de entre sus labios ahora cubiertos con su saliva para luego viajar hasta ese punto entre sus piernas encontrando su pequeño e hinchado clítoris antes de presionar sus dedos humedecidos sobre él, comenzando a frotarlo con fuerza y en círculos, teniendo que sujetarla con fuerza de su cintura al verla agitarse de placer en su regazo, T/n hundió sus uñas en sus hombros mientras movía sus caderas hacia sus dedos; buscando un poco mas de fricción en su punto de nervios, y Jungkook entendió aquello cuando deslizó un dedo en su interior, arrebatándole un sonoro gemido de placer mientras observaba cada una de sus expresiones moviendo su dedo dentro y fuera de ella, rozando aquel punto dulce en su interior, viéndola cerrar con sus ojos y apoyar su frente contra la de él.
—Jungkook, ya por favor… —T/n lloriqueó sintiendo todo su cuerpo temblar mientras Jungkook volvía a frotar su clítoris con su pulgar, casi a punto de deshacerse si seguía burlándose de ella de esta forma.
—¿Ya? —Jungkook preguntó pasando la punta de su lengua por su labio inferior y alzando una ceja en pura diversión con su estado completamente necesitado.
—Ya, papi… —T/n asintió sin aliento y en falsa inocencia pintada en su rostro, presionando un débil beso en sus labios
—Dios, no puedes ser tan… —Jungkook gruñó tomándola por sus glúteos con sus dos manos, haciendo que T/n elevará su cadera y se acercará mas a él.
—¿Linda? —T/n agregó en una sonrisa tomando su miembro en su mano para acercarlo a su entrada, rozando la punta con ella un par de veces, cubriéndolo con su humedad y provocándolo un poco más.
—Perfecta. —Jungkook corrigió mordiéndose el labio inferior mientras la veía bajar sus caderas pausadamente sobre él, sintiendo como su erección se iba hundiendo poco a poco en su apretado interior, teniendo que apoyar su cabeza contra el asiento en un gemido áspero notando como su cálido interior se ajustaba a la perfección a su alrededor.
Las manos de T/n volaron hacia sus anchos hombros para sujetarse sintiendo como cada centímetro de su longitud llenaba su coño de una forma tan deliciosa que la hicieron gemir entrecortado antes de siquiera comenzar a moverse, flexionando sus piernas para dar inicio a unos pequeños saltitos sobre su regazo, haciendo que su polla se hundiera una y otra vez dentro de ella, rozando todos los puntos de placer correctos que solo la hacían gemir su nombre una y otra vez.
—Ah, así bebé, justo así… —Jungkook gruñó hundiendo sus uñas en la piel de sus glúteos, ayudándola a enfatizar sus movimientos luego de verla echar su espalda hacia atrás y apoyar sus manos en sus rodillas,moviendo su pelvis en un delicioso balanceo de atrás hacia adelante que lo hicieron ahogar una maldición ante la vista de sus senos y pezones rosados moviéndose justo frente a su boca. —Te sientes tan bien, cariño…
—Solo lo mejor para ti, papi… —T/n jadeó regalandole una adorable sonrisa sin dejar de balancear sus caderas sobre él, podía sentir sus pieles húmedas por el sudor y por el esfuerzo de sus cuerpos, pero eso hacía que todo fuera más intenso y más perfecto.
—Me encanta cuando me llamas así, dilo de nuevo… —Jungkook pidió con la respiración agitada, elevando su pelvis hacia arriba para encontrar sus movimientos y hacer que su pene se hundiera más profundo en su coño.
—¿Papi? Eres solo mío papi, y yo soy solo tuya… —T/n gimoteó aquello presionando sus labios con los de Jungkook un par de veces antes de escucharlo gruñir guturalmente y sentir como la tomaba por sus nalgas, parándose de su lugar cargándola entre sus brazos para darse media vuelta cambiando los roles y tumbarla sobre el sofá, haciéndose espacio entre sus piernas y abriendolas mientras bombeaba su erección dura a lo alto.
—Solo mía, cariño… —Jungkook repitió sus palabras aún parado frente a ella, tomando su polla y acercándose a su entrada para volver a penetrarla por completo, arrancándole un gemido de placer mientras salía de su interior. —Solo mía. —declaró y volvió a penetrarla con fuerza.
—Jungkook… —T/n jadeó sin aliento cuando lo sintió dar inicio a embestidas bruscas y decididas dentro y fuera de ella, arremetiendo sin reparo contra su coño haciendo que sus pieles chocaran y crearan una sinfonía que se mezclaba la fricción de sus cuerpos contra el sofá de cuero blanco del avión.
Todo estaba dando vueltas ahora, las embestidas de Jungkook eran tan profundas, tan ásperas y tan deliciosas que la hacían arquear su espalda hacia él dejándole en primera plana la vista de sus senos rebotando con cada embestida fuerte y rotunda en su interior, sus manos estaban envueltas en su cintura con tanta fuerza que sabía que sus pulgares dejarían moretones en su piel, pero no le importaba, no cuando Jungkook la estaba follando tan bien, solo como él sabía hacerlo.
—¿Papá te está follando bien, bebé? ¿Eh? ¿Es así como lo querías? —Jungkook gruñó inclinando su cabeza para tomar su pezón derecho en su boca, y la sensación de su lengua caliente solo aumentó el placer en su cuerpo haciendo que su interior se apretara con fuerza a su alrededor.
—Oh sí, sí papi… —T/n gimoteó sin aliento aferrándose a su ancha espalda sintiendo como el nudo en su vientre estaba a punto de romperse, y no fue hasta que Jungkook traslado una de sus manos entre sus cuerpos hasta llegar a punto deseado entre sus piernas para frotar su pequeño clítoris frenéticamente que sintió como su orgasmo la golpeaba de repente.
Su cuerpo se arqueó sobre el sofá hacia él mientras sentía como las olas de placer duplicado la recorrían de pies a cabeza haciendo que su gemido llenara todo el pasillo del avión, su orgasmo chorreó sobre Jungkook mientras él seguía con sus penetraciones dentro y fuera de ella, atreviéndose a aumentar la intensidad de las mismas gruñendo ante la estrechez que lo rodeó de repente y que solo lo hizo dar dos embestidas profundas y rotundas antes de llenarla de él.
—Mierda… —Jungkook masculló ahogando un gruñido contra su pecho, toda su mente nubló por unos segundos mientras mecía su pelvis con lentitud dentro de ella, su respiración agitada erizo su piel y cuando se separó de a poco de ella sus ojos recorrieron todo su cuerpo caliente y cubierto de sudor debajo de él.
Se obligó a tragar en seco mientras salía de su interior, sonriendo por lo bajo al escucharla jadear ante la pérdida y rápidamente la tomó por su mano, haciendo que se levantara hasta quedar frente a él.
—Vamos a limpiarnos bebé, falta poco para aterrizar. —murmuró sonriendo dulcemente antes de depositar un fugaz beso en sus labios para después tirar de ella por el pasillo del jet, directo al baño.
—Uhm, si prometes volver a follarme así en cuanto lleguemos al hotel, te perdonaré por haber rasgado mi vestido. —T/n musitó por lo bajo fingiendo un tono de molestia en su voz con lo último que dijo.
—Estaremos tres días aquí, bebé. —Jungkook soltó una risita ronca ante sus palabras mirándola sobre su hombro y dándole una sonrisa coqueta. —Por supuesto que te voy a follar todas las veces que quieras y como quieras.

n/a: el oneshot que tanto me pedían por fin esta de regreso, peroo las entiendo, este os es otro nivel de pecado y ha sido de los que mas me ha encantado y he disfrutado de escribir recuerdan que material girl tenia segunda parte? espérenla muy pronto titis 🎀 gracias por su paciencia, comenten cual es su parte fav de este os, las amito mucho ♥︎
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⤷ ❝hands on❞ — jjk (s.m)
➤ Pareja: jungkook!tatuado x lectora!fem
➤ Recuento de palabras: 7.2k palabras
➤ Género: compañeros de clase, smut y obscenidad.
➤Resumen: Cuando conociste a tu compañero de proyecto nunca te imaginaste terminar babeando y obsesionada por sus manos y por un bocado de él, en un esfuerzo por aliviar algo del estrés decides alimentar tus sucias fantasías con algunos textos y mensajes inocentes sobre Jungkook con tu mejor amiga, detallando, explícitamente, lo que quieres que esas grandes y jodidas manos te hagan, hasta que un día le envías por error unos de esos mensajes a Jungkook, y es ahí cuando él decide cumplir todos tus deseos al pie de la letra.
➤ Advertencias: 18+ | lenguaje maduro y explícito | lenguaje vulgar y obsceno | sobreestimulación | las manos de Jungkook (sí, es una advertencia) | sexting | masturbación | charla sucia | tensión sexual | halagos durante el sexo | sexo oral (r. mujer) | juego y estimulación del clítoris | un poco de insultos | bofetadas en los pechos | chupar pezones | la lectora está atada de manos a una silla | follar con los dedos | jalar el cabello | nalgadas | bromas juguetonas durante el sexo | sexo duro | sexo con protección | JK ama tus tetas y juega con ellas (mucho) es dulce pero también engreído | Jungkook tiene un gran pene!
➤Si no eres mayor de 18 años, POR FAVOR, no leas. Si lo haces es bajo tu propia responsabilidad, ten en cuenta las advertencias.

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Esto es malo.
—¿Crees que realmente revisará y contará todas nuestras fuentes? —Jungkook preguntó pero yo no podía escuchar nada de lo que decía.
Esto es realmente malo.
—Solo tengo diez, pero miré documentos de la época medieval y aún así no encuentro más…
Sus dedos se abrieron paso a través de esos largos mechones negros de su cabello con frustración y sus ojos se cruzaron con los míos por unos segundos.
Esto es jodidamente malo.
—No mucha gente ha escrito sobre este tema en específico y nos estamos quedando sin información…
Jungkook tomó distraídamente su lápiz mientras seguía hablando y mi pulso se aceleró por el pánico creciente en mi cuerpo.
No, por favor no, el lápiz no…
Lo hizo girar hábilmente sobre sus nudillos, moviendo su muñeca casualmente para que crujiera con un pequeño estallido agudo.
Y luego; apretó los puños. Duro. Si, este es el final para mí.
—¡Agua! — casi grité mientras saltaba bruscamente de mi asiento, los papeles de nuestra investigación se deslizaron en todas direcciones y la mirada sorprendida de Jungkook se lanzó hacia mí.
—¿Estás bien? —Jungkook me preguntó sin dejar de mirarme y yo traté de relajar mis nervios.
—Sí. Oh, sí. Solo tengo... sed. —respondí formando una sonrisa forzada, y esas fueron las palabras más verdaderas que jamás había dicho.
Mi dulce, amable y jodidamente sexy compañero de proyecto sonrió; felizmente inconsciente de todas las formas en que lo profanaba mentalmente.
—La cocina está a la vuelta de la esquina, si no tienes problemas en ir sola en lo que investigo más sobre nuestro tema. —Jungkook habló con calma sin borrar su bonita sonrisa y yo solo pude asentir rígidamente antes de desaparecer por el pasillo.
Y unos momentos después, en la relativa privacidad de la cocina de Jungkook, apoyé ambas palmas de mis manos sobre la mesa y traté de respirar correctamente antes de gruñir por lo bajo.
Dios, soy una desgracia.
No siempre había sido así. Todavía podía recordar una época (hace 3 semanas exactamente) en la que era una persona normal, lejos de ser una completa exhibicionista.
Mi carrera era mi prioridad justo ahora, estaba a punto de titularme y debía esforzarme el doble si quería terminar mi último año sin problemas y poder obtener un trabajo decente, tenía todo planeado, nada se me salía de control, sabía lo que quería y lo que tenía que hacer para conseguirlo, tenía toda mi vida organizada y estable.
Hasta que Jeon Jungkook envolvió sus gloriosas manos alrededor de mi piso de cotidianidad y aburrimiento y me sacó de ahí.
A primera vista, Jungkook no representaba una verdadera amenaza. Sí, era hermoso, no estaba ciega, estaba bien formado y era abrumadoramente educado, pero no era una novata inexperta en eso, el salir un par de veces con Park Jimin me habían dejado en claro que había llegado a un nivel superior de belleza con él.
O eso pensaba.
Tal vez era su costumbre de usar mangas holgadas que colgaban sueltas sobre sus brazos hasta que solo se veía el más mínimo indicio de las yemas de sus dedos, pero mi impresión inicial de Jungkook no fue cuando ingresó de último a clase de arte, eso habría sido inolvidable. Más bien fue hasta que el Dr. Kim anunció a los compañeros de tesis que había descubierto mi error fatal.
—Trabajarás con Jeon Jungkook.
Y ahí los dos nos miramos el uno al otro a través de la pequeña sala de conferencias e intercambiamos amistosos asentimientos, y después de finalizar la clase, mi nuevo compañero se dirigió a mi escritorio.
—Hola, déjame darte mi número, envíame un mensaje de texto con tu disponibilidad y puedo reservar tiempo en la biblioteca para nosotros.
Y entonces sucedió.
Jungkook se arremangó las mangas de su camisa y mi cerebro sufrió un cortocircuito.
Santa mierda.
Sus manos eran obscenas. NSFW. Básicamente pornográficas.
Sus dedos eran largos y con un toque suave en cada nudillo, uñas bien redondeadas y palmas anchas con un toque de venas que subían por sus brazos hermosamente.
—¿Está bien? —preguntó pero su voz solo se escuchaba de fondo mientras yo seguía observando sus manos sin descaro alguno.
Los diseños hábilmente tatuados en su piel sobresalían de su mano derecha y se entrelazaban con su muñeca y su antebrazo, no podía ver más allá de lo que me permitía la manga de su camisa pero estaba segura que todo su brazo estaba tatuado, y juré que moría por pasar mi lengua por cada trazo en su piel.
—A menos que no te sientas cómoda…— volvió a hablar y casi estuve a punto de decirle que se callara para seguir observando sus manos como tanto quería.
Esos anillos; uno en el meñique y otros dos más en sus dedos índices y… el pulgar, Dios, tragué saliva al imaginarme de rodillas frente a él mientras Jungkook me obligaba a chupar su pulgar como si fuera su polla, preparándome antes de…
—Quiero decir, así no tienes que darme tu número, como sea, escríbeme y nos ponemos de acuerdo.
¿Esas eran pulseras de cadena? ¿Quién era este hombre? ¿Quién era yo? ¿Cuál era mi nombre? ¿Qué tan profundo podrían esos dedos deslizarse en mi...?
¿Por qué se está alejando?
—¡Oh, joder! ¡Espera, Jungkook..!
Y realmente todo se había ido cuesta abajo desde allí.
Sus manos eran solo una droga de entrada al resto de todo lo que era Jungkook. Cada detalle que había ignorado sin esfuerzo ahora fluía repentinamente a través de mi conciencia en alta definición.
Su olor era algo deliciosamente masculino con un toque de vainilla que me dejaba aturdida cada que estaba cerca de él, los suaves rizos de su cabello colgaban románticamente sobre los perfectos rasgos de su rostro y ojos, y ese pecho tan ancho, firme, lamible.
Jungkook era un plato completo. Y yo me estaba muriendo de hambre.
No era un secreto que mi libido había estado encarcelado durante demasiado tiempo por todas las horas extra de trabajo y clases que me exigía a mí misma, y ahora solo se había vuelto completamente salvaje, rasgando mi cuerpo cada que tenía alguna sesión de estudio con Jungkook.
Había logrado milagrosamente compensar el mal funcionamiento inicial en el que prácticamente había babeado sobre sus manos en lugar de darle mi número y establecimos un horario de trabajo, pero en realidad, las reuniones con mi compañero se convirtieron rápidamente en un ejercicio diario de incontrolable sed de deseo.
Y era necesario tomar medidas.
No iba a dejar que Jeon Jungkook y sus gloriosas y varoniles manos destruyeran años de arduo trabajo casi autoimpuesto.

—Necesitas una salida.
La voz de mi amiga Jungyeon interrumpió otro de mis sueños de clasificación porno que tenía sobre Jungkook; en el que me daba una palmada en los muslos en el parque público en el que estábamos.
—¿Qué tipo de salida? —pregunté en medio de un suspiro de tristeza; mirando mis muslos y viendo la notable falta de la mano de Jungkook antes de arrugar mi nariz al tener una sospecha de cuál era la solución que Jungyeon ofrecería.— Por favor, dime que no vas a sugerir una noche sudorosa con algún tipo sucio del bar al que vas cada viernes.
Jungyeon puso los ojos en blanco y me dio un golpecito en la frente.
—No princesa, estaba pensando en una salida más creativa. Como... escribir.
—¿Quieres que empiece a escribir poemas calientes?
—Se le dice literatura erótica.— Jungyeon me corrigió en tono de burla y ahora fue mi turno de rodar los ojos.— Pero como sea; tu pequeño y sucio secreto podría traer mucha alegría al mundo, específicamente a mi mundo.
—Debes estar bromeando. —respondí casi a punto de echarme a reír ante su sugerencia.
—Por supuesto que no estoy bromeando, en lugar de pasarme horas buscando combustible de fantasía en esos blogs usaré tus fantasías como combustible. —Jungyeon explicó con calma como si fuera la solución a todos sus problemas .—Solo envíame un mensaje de texto cuando tengas otra de tus fantasías y podrás estar más tranquila y yo disfrutar un poco, será como un servicio de suscripción sucio.
—Estás loca.
—Soy una genio.
Pero dejando de lado la falta de límites y tacto de Jungyeon, ella era, de hecho, literalmente una genio, porque todo lo que necesité fue intoxicarme de Jungkook durante nuestra próxima sesión de lluvia de ideas que yo ya me estaba escondiendo en el baño para escribirle mi primera fantasía.
Yo: Quiero que Jeon Jungkook envuelva sus manos alrededor de la parte de atrás de mi cuello y presione mi cara contra la mesa mientras me folla con fuerza hasta que esté gritando.
Jungyeon: Definitivamente soy una genio. ¿Te sientes mejor?
Yo: Sí, un poquito.
Y así comenzaron varias semanas de lo que cariñosamente llamaba "porno kookie".
Algunos eran bastante explícitos:
Yo: “Quiero que Jeon Jungkook arranque mis bragas empapadas y mueva mi clítoris desnudo en sus gruesos muslos hasta que sus jeans estén mojados con mi orgasmo.”
Otros eran de naturaleza más filosófica:
Yo: “Si muero antes de lamer el sudor de los abdominales de Jeon Jungkook, ¿realmente viví?”
Y algunos otros fueron extrañamente específicos:
Yo: “Quiero pasar mi lengua por cada vena de las manos y antebrazos de Jeon Jungkook mientras lame y muerde mis tetas.”
Jungyeon estaba viviendo su mejor vida por supuesto y esperaba con alegría mis reuniones de estudio con Jungkook para poder tener más “kookies".

Los textos, sin embargo, no eran más que una curita en la herida de bala que tenía. No eran suficientes.
Cada vez que Jungkook me sonreía o me miraba con esa expresión suave y brillante, o decía algo extremadamente inteligente; el latido insistente en mi entrepierna se intensificaba cada vez más hasta que me veía obligada a buscar un alivio inmediato cuando realmente tenía que hacerlo. Frotando mi entrepierna sutilmente contra el respaldo de su sofá cuando Jungkook iba al baño después de que usara la parte inferior de su camisa para limpiar algunas gotas de agua en la mesa; casi asesinándome con un destello de sus abdominales bien marcados por unos segundos.
Pero la peor parte de todo era que sabía muy bien que mi fijación hacia Jungkook no era simplemente sexual. Cuanto más lo disfrutaba genuinamente como persona, menos efectivos se volvían mis espeluznantes textos.
Y ahora aquí estaba: escondida en su cocina con el calor y la humedad pegándose incómodamente entre mis piernas y sin ningún tipo de alivio a la vista. Gruñendo con irritación, saqué mi teléfono y me preparé mentalmente para servirle a Jungyeon un Kookie humeante recién salido del horno de mi imaginación.
Yo: Quiero que Jeon Jungkook me ate a la silla de su comedor. Quiero que rompa mi blusa por la mitad, me golpee las tetas y me chupe los pezones hasta que grite...
La fantasía en mi cabeza se construyó a un ritmo alarmante y mis dedos apenas podían seguir el ritmo de la suciedad que estaba imaginando.
Yo: Quiero que me suba la falda y frote mi clítoris a través de mis bragas empapadas hasta que esté gimiendo su nombre una y otra vez…
Yo: Quiero ver como mete sus dedos en mi coño mojado. Quiero que me incline hacia atrás y juegue con mi clítoris hasta que no pueda recordar quién soy.
Yo: Quiero que me parta por la mitad con su polla y me golpee el culo hasta que no pueda sentarme por días. Quiero ver como sus jodidas y sexys manos recorren todos los lugares de mi cuerpo caliente por él…
Me dolía el cuerpo. Estaba atormentada. Los textos que alguna vez habían sido una válvula de presión ahora estaban aumentando activamente la presión dentro de mi cuerpo. Estaba gimiendo de frustración, presioné el botón de enviar y volví a guardar el teléfono en mi bolsillo, lista para enfrentar una vez más la fuente de mi miseria cuando de repente...
Da-ding
El sonido de un celular a través del pasillo me regresó directamente a la realidad. Y yo conocía ese sonido.
Era el sonido que Jungkook había programado como alerta de mensajes para mi contacto, y ahora… ahora significaba el sonido de mi mundo derrumbándose por completo.
Con las manos temblorosas saque mi teléfono para confirmar la terrible verdad que muy en el fondo de mi ya sabía. No le había enviado un mensaje de texto a Jungyeon.
Le había enviado un mensaje de texto a Jungkook.
Por un momento, un momento increíblemente breve, consideré la idea de que él simplemente ignoraría el mensaje y continuaría con su búsqueda de información para nuestra tesis. Pero no fue así.
El jadeo débil pero insoportablemente claro llegó a la cocina. Fue el grito ahogado de un hombre que acababa de descubrir que su compañera de tesis quería que la "partiera por la mitad con su polla".
Debía correr. Huir a cualquier otro país y cambiar mi nombre. Mis ojos recorrieron frenéticamente el lugar que me rodeaba; buscando desesperadamente un medio de escape.
Había una sola ventana en toda la habitación, justo encima del fregadero, y estaba segura que si debía trepar por el fregadero para poder salir de aquí. Por supuesto que lo haría; saltaría directo a un tiburón si eso significara librarme de la cocina de máxima seguridad de Jungkook.
Tenía un pie sobre el fregadero y el otro colgaba precariamente en el aire a punto de arrastrarme a la salvación y huir de ahí justo antes de que dos manos grandes y fuertes rodearan mi cintura; tirando mi cuerpo hacia atrás de regreso a la cocina con un esfuerzo vergonzosamente pequeño.
El pequeño chillido de sorpresa que solté no fue nada al darme cuenta de que Jungkook me había arrojado cuidadosamente y con suma facilidad sobre su hombro como un saco de harina mientras se alejaba conmigo en brazos de lo que había considerado como la única forma de salir viva de su casa.
Un quejido de indignación se me escapó cuando sentí mi trasero golpear la silla del comedor y traté de hacer todo lo posible para mantener mis ojos pegados a sus rodillas; estaba segura que sería incapaz de encontrar la mirada del alma inocente que muy probablemente había traumatizado de por vida.
Por un pequeño instante de silencio todo quedó extrañamente suspendido, no podía decir alguna palabra sin que la vergüenza se apoderara de mí después de que Jungkook hubiera descubierto mi sucio secreto acerca de él, y entonces sentí que dos de sus dedos se presionaban firmemente debajo de mi mandíbula; elevando mi rostro hacia él.
—Debo decir...—Jungkook murmuró arrastrando sus palabras pensativamente, dejando que su mirada intensa se posara sobre mi.— Que esto es algo sorprendente dada tu... historia.
Estaba cerca. Demasiado cerca. Lo suficientemente cerca como para que su aroma, esa mezcla familiar de vainilla me hiciera agua la boca.
Y definitivamente no se veía traumatizado. O inocente.
Tragué saliva al darme cuenta del hecho que el hombre frente a mi parecía más una estrella de rock empapada de sexo; con carisma puro envuelto en tatuajes y músculos sólidos.
—¿Oh? —balbuceé por lo bajo sin entender sus palabras y Jungkook solo me sonrió.
—¿Sorprendida? Eso es lindo viniendo de la mujer que quiere que yo…—alardeó con suficiencia en su voz antes de sacar su teléfono para comprobarlo.— La parta por la mitad con mi polla.
Y ahí estaba.
—Obviamente no quise enviarte eso... a ti. —murmuré por lo bajo sintiendo como la vergüenza subía por todo mi rostro.
—Oh, lo sabía incluso antes de que te atrapara queriendo saltar por la ventana. —Jungkook se rio entre dientes sin dejar de mirarme y yo solo me encogí en la silla.— Hablando de eso…
Su cuerpo se inclinó sobre el mío para tomar algo sobre la mesa y cuando regresó a su posición de antes mis ojos se abrieron al ver lo que era; una cuerda para saltar, la misma que había visto colgada en la pared cuando entré a la cocina y que ahora estaba enrollada sin apretar alrededor de su muñeca. Apenas tuve tiempo para procesar eso antes de verlo moverse hacia un lado y tomar mis manos hacia atrás contra el respaldo de la silla.
—¿Me estás… atando? —pregunté aún sin creerlo y jadeando por lo bajo al sentir un tirón fuerte con la cuerda en mis muñecas, fijando mi posición para que no pudiera moverme.
—¿No es lo que querías? —Jungkook susurró suavemente contra mi oído y su voz melosa y profunda me hizo temblar de forma vergonzosa. —Esta fue la solicitud que enviaste, ¿no es así? —agregó inclinándose para inspeccionar su obra y cuando estuvo satisfecho volvió a estar frente a mi. —Además no puedo permitir que intentes saltar por otra ventana, esto es realmente por tu propia seguridad.
Me sonrojé aún más al ver la sonrisita burlona que me regaló y abrí mis labios para decir algo, pero todo lo que salió fue una especie de sibilancia mientras Jungkook seguía mirándome con diversión engreída.
—¿Sabes que eres una especie de leyenda en la universidad? Te llaman la nena pura y casta. —Jungkook comenzó a hablar y no pude evitar rodar mis ojos ante sus palabras.
—Y se preguntan por qué nunca me acostaré con ellos. —farfullé con amargura siendo muy consciente de lo que se decía de mí y eso solo hizo que Jungkook riera por lo bajo mientras le daba un considerable repaso a todo mi cuerpo a su merced. —Sabes que no puedes andar atando mujeres a sillas contra su…
—¿Contra su voluntad? —Jungkook completó con una sonrisa diabólica adornando su perfecto rostro antes de inclinarse y quedar frente a mí, cara a cara. —Supongo que es bueno que tenga tu permiso por escrito aquí mismo.
Sentí mi respiración atascarse en mi garganta al escucharlo hablar, Jungkook me dio un rápido vistazo antes de enterrar su rostro en mi cuello y su aliento cálido aliento me hizo cosquillas en la piel segundos antes de sentir sus bonitos labios besar mi cuello con hambre, ahogué un gemido por la forma en que su lengua se deslizaba por toda mi piel; marcándola con intensas lamidas y pequeñas mordiditas, y cuando se alejó de mí no pude evitar lloriquear en silencio.
—¿Por qué no me lo lees, hmm? —Jungkook pidió elevando su teléfono a la altura de mi rostro.
—Yo no, no puedo…—balbuceé sintiendo como la vergüenza inicial regresaba a mí y respiré entrecortado cuando Jungkook pasó su pulgar por mi labio inferior lentamente; obligándome a mirarlo.
—Hazlo. —Me ordenó con su voz más dura de lo que esperaba.
El áspero timbre de su orden disparó una chispa caliente de placer directamente al centro de mis piernas, y juré que nunca había estado tan nerviosa como ahora, había algo en su mirada, algo que me hacía querer obedecerlo en todo lo que me pidiera, y así lo hice.
—Yo... quiero que Jeon Jungkook…. —comencé leyendo el texto y mi respiración se detuvo cuando el calor de su mano libre se deslizó sobre mi torso. —Me ate a su silla del comedor.
—Listo. —Afirmó en un susurro dejando que sus dedos delinearan las correas alrededor de mis muñecas.— Continua.
—Quiero que rompa, oh Dios… —balbuceé con la respiración agitada al sentir sus dedos deslizándose por mi pecho haciendo que cada palabra que decía se escuchara rota. —Quiero que rompa mi blusa por la mitad, golpeé mis tetas y…
No pude seguir leyendo más porque la mano pecadora de Jungkook se enganchó en el cuello de mi blusa; tirando con fuerza hacia los lados y rompiendo la tela, haciendo que los botones volaran en todas direcciones y que mi piel se estremeciera al sentir el aire fresco colándose por todo mi pecho.
—Me vuelves jodidamente loco… —Jungkook murmuró con una voz tan sensual y ronca mientras sentía sus ojos posarse en mis senos que subían y bajaban con cada profunda respiración que daba, lo vi relamerse sus bonitos labios al notar el sujetador de encaje negro que me había puesto hoy solo porque todos los demás estaban sucios.
Sus manos eran dulces cielos ardientes mientras se acercaban para palmear mis pechos levemente uno por uno, y yo simplemente no pude evitar gemir en voz alta; arqueando mi espalda hacia adelante y hacia sus manos sin vergüenza. Mi dignidad ya había desaparecido hace mucho tiempo a este punto y no deseaba recuperarla por ahora.
—Por favor… —rogué por lo bajo antes de soltar un pequeño gemido cuando sus grandes manos amasaron mis senos con una presión perfecta, podía sentir el peso de sus anillos a través de la tela de mi sostén.
—Nunca pensé que podría hacer esto. —Jungkook habló mientras sus pulgares rozaban con brusquedad mis pezones; arrancándome un gemido involuntario y haciendo que tirara con fuerza de la cuerda en mis manos. —Deberías de ver lo bonita que te ves así… —continuó hablando en medio de un denso suspiro, y el calor de su aliento chocó contra mi pecho haciéndome remover en la silla mientras sus manos seguían amasando con fuerza mis senos. —Pero quiero que sepas que yo también tengo muchas ideas de lo que yo te quiero hacer.
Y tan pronto como dijo eso su boca ya se encontraba sobre mi pecho; dejando besos húmedos y calientes por encima de la tela en uno de mis senos, haciendo que arqueara mi espalda más a su boca y que el calor en mi entrepierna aumentara incontrolablemente.
Había pasado tanto tiempo y estaba tan sensible, demasiado sensible.
—¡J-Jungkook! —jadeé entrecortado al sentirlo mover su boca hacia mi otro pecho sin previo aviso, dándole la misma atención con su deliciosa boca hasta que estaba retorciéndome y apretando mis muslos juntos sobre la silla.
—¿Ansiosa, bebé? —Jungkook preguntó formando una sonrisita burlona aún en mi pecho y yo solo pude lanzarle una mirada desesperada; rogándole mudamente que me diera lo que tanto quería.
Jungkook sonrió al ver mi estado de necesidad y volví a gemir cuando tomó un nuevo bocado de mi seno en su boca, sus dientes mordisquearon mi pezón sin mucha fuerza por encima de la tela que solo envió una punzada aguda de dolor teñido de placer directamente a mi clítoris, a este punto mi interior ya estaba apretando alrededor de la nada.
—Suenas tan bonita, bebé… —Jungkook elogió gentilmente, dejando que sus labios calmaran mi pezón. —Déjame darte lo que quieres…
Solté un pequeño suspiro de alivio al escucharlo justo antes de que sus dedos se engancharan al borde de las copas de mi sujetador tirando con fuerza hacia abajo hasta que mis senos desnudos se derramaron por encima y lo escuché gruñir ante la vista.
—Joder… —Jungkook jadeó antes de estirar sus manos ahuecar mis senos; como si estuviera probando su peso en ellas, su mirada me devoraba con hambre y ya podía sentir mis bragas empapadas bajo sus atenciones.
No hubo pensamientos más allá de ese segundo, mi deseo era desesperado en este momento, necesitaba más de su toque, más de él, lo necesitaba, lo anhelaba tanto que sentía que podía quedarme sin aliento, empujándome hacia él como una gatita necesitada, hasta que…
Slap.
Jadeé de placer por lo bajo cuando su palma se conectó contra mi piel, golpeando bruscamente un lado de mis senos.
—¿Es esto lo que querías, bebé? —Jungkook preguntó encontrando mis ojos llorosos antes de sonreír al ver mi estado y dar otro rotundo golpe justo del otro lado.
Mi boca se abrió de golpe al sentir mi piel arder, pero no surgió ningún sonido, salvo mis suaves y ahogados jadeos de placer, podía sentir como mis bragas empapadas se pegaban a mi entrepierna con cada impacto exquisito que recibía en mi piel ardiente.
—¿Quieres que marque estas tetas perfectas? —Jungkook volvió a preguntar solo ganándose un asentimiento desesperado de mi parte acompañado de un nuevo gemido cuando volvió a golpearme, y un gruñido primitivo retumbó en lo profundo de su pecho mientras los veía rebotar, completamente hipnotizado.
Jadeé cuando uno de sus dedos comenzó a acariciar alrededor de mi pezón adolorido, calmando mi piel rojiza con tiernas caricias en todo mi seno y cuando menos me di cuenta sus bonitos labios estaban en la misma zona; plantando pequeños besitos y erizando todo mi cuerpo una vez más.
—Debo haberte imaginado así mil veces… —susurró por lo bajo con su boca aún pegada a mi pecho solo para completar. —Y aún así nada se le acerca a lo jodidamente sexy que eres…
Sus ojos se lanzaron para encontrarse con los míos antes de sacar su lengua para lamer la punta hinchada de mi pezón una y otra vez, mi pecho se agitó ante la deliciosa sensación y gimoteé con fuerza cuando se metió todo mi seno a la boca; la obscena imagen de Jungkook chupando con hambre mi pecho mientras su mano grande y pecaminosa apretaba el otro era sacada directamente de mis fantasías más oscuras, y sabía que podía correrme con la simple vista.
Jungkook era implacable, mi cuerpo se inclinó hacia atrás contra las ataduras en mis muñecas al sentir como sus manos bajaban por mi cuerpo, acariciando cada porción de piel que tenía a su disposición con casi adoración mientras mi coño se apretaba desesperadamente alrededor de la nada.
—Jungkook, por favor yo… —sollocé por lo bajo antes de ser interrumpida cuando me tomó por mi barbilla con firmeza, su rostro de porcelana y sus rosados labios estaban a escasos centímetros de mí y tuve que reprimir la necesidad de lanzarme a besarlo.
—¿Y ahora qué, cariño? ¿Qué más quieres? —preguntó sobre mis labios, su voz era suave e indulgente, parecía dispuesto a querer complacerme en cualquier cosa, y yo jadeé de solo pensarlo.
—Yo… necesito tus manos… —rogué sintiendo mis mejillas arder al pedirle aquello, pero él solo me sonrió.
—¿Dónde las necesitas, mhm? —Jungkook instigó acariciando burlonamente mis piernas desnudas haciéndome temblar en mi lugar, sus ojos oscuros estaban observando cada expresión que hacía mientras me tocaba suavemente.
—Más arriba… —balbuceé a medias moviendo de a poco mis caderas hacia él, desesperada por sentirlas donde más lo necesitaba, pero él era un burlón y solo las deslizó una o dos pulgadas más.— Jungkook…
—Dime. —Susurró contra mis labios con su voz ronca y grave antes de robarme un pequeño y casi imperceptible beso que me dejó queriendo más. —Dime dónde quieres mis manos, cariño.
—Por favor, por favor, quiero tus manos en mi coño… —rogué en medio de jadeos desesperados inclinándome para poder besarlo de nuevo y solo recibiendo una sonrisa llena de lujuria de su parte.
—Buena niña. —Elogió con un tono meloso justo antes de acortar la distancia que nos separaba y besarme con dureza.
Apenas y podía seguirle el ritmo a su demandante beso, sus labios sabían delicioso y chocaban contra los míos con firmeza y hambre una y otra vez, una especie de ronroneo se derritió a través de su garganta cuando nuestras lenguas se encontraron para jugar entre ellas, haciéndome tirar de la cuerda detrás de mí para poder besarlo con más fuerza, su aroma varonil se me pegaba como perfume en todo mi cuerpo e inundaba todos mis pensamientos, de repente un gemido salió de mi boca rompiendo nuestro húmedo beso ganándome un leve mordisco en mi labio inferior cuando mi cuerpo tembló al sentir sus dedos frotando suavemente sobre mis bragas, forzando mis piernas a abrirse para que pudiera seguir tocándome, y yo, obedientemente lo hice.
—Mmh, estás tan mojada, bebé… —Jungkook se maravilló mirándome a los ojos; sonriendo con lujuria mientras su mano seguía frotando pequeños círculos sobre la mancha de humedad en mis bragas, ganándose un gemido desesperado de mi parte. —¿Es todo para mí?
Asentí con la cabeza frenéticamente sin poder articular alguna palabra justo antes de ver como el rostro de Jungkook se endurecía en desaprobación mientras chasqueaba su lengua, sus dedos presionaron con dureza directamente en mi clítoris, y el impacto del placer hizo que mi cuerpo se tambaleara hacia atrás con tanta fuerza que la silla raspó el suelo.
—No puedo escucharte, cariño. —Jungkook demandó ralentizando sus movimientos en mi entrepierna, claramente dispuesto a que le diera una respuesta.
—S-sí… —sollocé incoherentemente tirando con fuerza de la cuerda y moviendo mis caderas hacia sus dedos; desesperada porque me tocara más. —Es todo para ti, Kook…
Jungkook me recompensó con una sonrisa radiante antes de verlo moverse hacia abajo por mi cuerpo y depositar un húmedo beso en mi abdomen antes de abrir más mis piernas con sus manos, y lo escuché gruñir por lo bajo cuando pudo ver lo mojada que estaba realmente.
—Que linda… —tarareó para sí mismo mientras deslizaba un dedo justo por la mitad de mi coño vestido; hundiendo la tela entre mis pliegues hinchados y arrancándome un jadeo desesperado.
Lo vi lamer ligeramente la piel de mi abdomen como si fuera un gatito al mismo tiempo que apartaba la tela húmeda de mis bragas hacia un lado para que sus dedos se deslizaran por completo entre mis pliegues resbaladizos; haciéndome gemir con fuerza y recogiendo la humedad cremosa de alrededor con sus largos dedos.
—Entonces supongo que no te importará si pruebo un poco… —Jungkook habló haciendo contacto visual conmigo, observándome expandirme en lujuria cuando colocó sus dedos dentro de su boca, chupándolos seductoramente y gruñendo por lo bajo ante mi sabor mientras me veía morderme el labio con total necesidad.
Y sacó sus dedos con un chasquido de saliva, estaba completamente segura que este hombre me iba a volver loca.
—Sabes tan delicioso… —ronroneó justo antes de hundir su rostro entre mis piernas, jadeé de sorpresa al sentir sus labios envolver mi entrepierna goteante y medio vestida antes de sentirlo cubrir rápidamente la zona con besos profundos con la boca abierta, la sensación era tan extraña y deliciosa que mis caderas empezaron a temblar por la intensidad, pero sus manos me sostenían por mis pantorrillas; obligándome a soportar el placer que me estaba dando hasta que el vacío en mi coño se volvió realmente insoportable.
—¡Ah! Dios, no puedo... yo... —gimoteé negando con mi cabeza sintiendo como Jungkook me daba las últimas lamidas a mis bragas empapadas justo antes de quitármelas por completo. —Mi falda, quítame la falda, quiero...
Jungkook se echó hacia atrás, inclinando la cabeza expectante al no entender lo que quería.— ¿Oh?
Sentí que mis mejillas comenzaban a calentarse una vez más, pero en este punto ya nada se interpondría en la realización de mi fantasía, no cuando ya estaba atada con las piernas abiertas y las tetas afuera.
—Quiero ver tus manos. Cuando tú... quiero verlas en mí…— Pedí en un tono necesitado sin dejar de mirarlo.
Por su semblante pude notar como si algo en su mente hubiera hecho clic y estuviera entendiendo todo; su vista se movió de sus manos a mi rostro sonrojado y de nuevo a sus manos, su sonrisita burlona se ensanchó aún más al darse cuenta de mi pequeño fetiche con sus manos y como si estuviera recordando el mensaje que llegó a su teléfono.
“Quiero ver como sus jodidas y sexys manos recorren todos los lugares de mi cuerpo caliente por él.”
—Ya veo… —resopló suavemente y luego sus palmas golpearon mis muslos haciéndome jadear y a él reír por lo bajo. —Cualquier cosa para ti, cariño.
Ni siquiera pude entender lo rápido que Jungkook me había quitado mi falda, porque de un momento a otro ya se encontraba amontonada alrededor de mis tobillos; dejándome completamente desnuda a él, su mirada oscura rápidamente regresó a mi coño reluciente y lo vi relamerse los labios ante la vista que tenía.
—Mira este hermoso coño, bebé… —Jungkook tarareó, pasando su pulgar sobre mis pliegues hinchados y resbaladizos, evitando cuidadosamente mi clítoris necesitado, juré que podía morir ahí mismo cuando deslizó su dedo índice dentro de mí, hasta el nudillo, el acero frío de su anillo hizo contacto con mi piel sensible y gemí con fuerza apretando su dedo en mi interior.
Había pasado tanto tiempo desde que algo que no eran mis propios dígitos inadecuados habían estado dentro de mí de esta manera. La sensación era tan diferente y tan deliciosa, y si lo combinaba con la vista erótica de su mano venosa y tatuada presionada lascivamente contra mi coño era como una inyección de puro deseo potenciado burbujeando en mi interior.
—Tu coño está tan apretado… —Jungkook siseó, moviendo lentamente su dedo dentro y fuera de mi antes de agregar un segundo dígito; haciéndome gemir ante el estiramiento. —¿Cómo tomarás mi polla si estás tan apretada, cariño? ¿Cómo lo harás si tu pequeño coño apenas puede manejar dos de mis dedos, eh?
Jungkook hablando de esa forma tan sucia me puso aún más caliente de lo que ya estaba y simplemente no podía apartar la mirada de entre mis piernas, la visión de sus dedos desapareciendo una y otra vez dentro de mí sólo para reaparecer cubiertos de mi humedad me hacía jadear, el sonido lascivo y húmedo alrededor de su mano con cada embestida que daba solo hacia que mi cuerpo se retorciera contra la silla, gimiendo erráticamente mientras la sensación de placer continuaba creciendo dentro de mí, me estaba acercando al borde y él lo sabía. Su mano libre me sujetó por el cuello con la cantidad perfecta de presión para mantener mi mirada enfocada en el lugar donde sus dedos me estaban follando.
—¿Quieres correrte en mis dedos, bebé? —Jungkook preguntó y soltó una risita oscura ante un gemido particularmente fuerte que me dejó cuando su pulgar comenzó a frotar mi sensible clítoris, y todo mi cuerpo se sacudió con fuerza.
—Sí, sí, por favor… —jadeé desesperada moviendo mis caderas lo más que podía hacia su mano; haciendo que sus dedos se hundieran más dentro de mí, sus labios se envolvieron una vez más en mi entrepierna comenzando a chupar mi clítoris al mismo tiempo que sus dedos encontraban ese punto dulce en mi interior, rozándolo suavemente.— ¡J-Jungkook!
Estaba llorando su nombre a este punto, siendo incapaz de poder escapar del abrumante placer que me inundaba, sentí a Jungkook succionar mi clítoris y golpear mi coño con sus dedos sin piedad hasta el momento en el que simplemente me rompí. Mi boca se abrió en un grito silencioso mientras ola tras ola de exquisito placer corría por mi cuerpo una y otra vez, Jungkook susurró sucios elogios contra mi coño tembloroso mientras lamía con hambre mi orgasmo como si se tratara de un néctar de la fuente más dulce.
Solté un sollozo de sensibilidad y Jungkook se apartó de mí, poniéndose de pie entre mis piernas temblorosas antes de tomarme por el cuello e inclinarse para besarme con dureza, sus labios se estrellaron con los míos de forma desenfrenada y yo gustosa lo acepté, estaba tan caliente, y sabía que necesitaba más de él, mucho más.
—Lo juro… —murmuró cuando nos separamos y yo no pude evitar hundir mi rostro en su cuello, comenzando a besar su mandíbula afilada. —Hubo días en que pensé que moriría si no podía tenerte.
—Tómame, entonces… —rogué por lo bajo, mordisqueando levemente su cuello y ganándome un suspiro tembloroso de Jungkook, como si quisiera controlarse un poco.
Casi chillé cuando se alejó de mí para mirarme desde arriba, sus ojos quemaban agujeros en mi cuerpo desnudo, caliente, cubierto de sudor y aún atado a la silla, lo vi relamerse sus bonitos labios y formar una sonrisa arrogante mientras tomaba mi cabello desordenado en su mano con dureza para guiarme hacia su pelvis; solté un gemido cuando movió mi cabeza de lado a lado y cuando mis labios chocaron con brusquedad contra la tela áspera de su pantalón, justo sobre su dura erección.
—Mira lo duro que puso verte así… —Jungkook farfulló con diversión cuando mi lengua salió para intentar lamerlo aunque fuera por encima de la tela y él solo soltó una risita oscura al verme así antes de alejarme jalando mi cabello hacia atrás con fuerza.— Otro día podré sentir tu boquita en mi polla, ahora necesito follarte.
Y tan pronto como dijo eso soltó mi cabello para alejarse de mí y caminar hacia un cajón de la cocina; sacando un condón de él y regresar junto a mi mientras se quitaba la camisa por su cabeza, y yo pude haber babeado ahí mismo sin darme cuenta, joder, este hombre lo era todo, tiré con fuerza de la cuerda en mis manos queriendo poder tocar sus marcados abdominales y eso fue suficiente para que Jungkook soltara el nudo rápidamente y me hiciera ponerme de pie antes de girarme y colocar mi cuerpo con brusquedad sobre la mesa, con mis senos presionados contra la fría superficie.
Sentía mis brazos débiles y adoloridos por tenerlos tanto tiempo atados que cuando escuché a Jungkook bajar la cremallera de sus pantalones con urgencia giré mi rostro hacia atrás queriendo poder verlo, pero ni siquiera pude hacerlo cuando con su pie separó mis piernas; abriéndome para él mientras deslizaba el condón por todo lo largo de su pene en un rápido movimiento.
No podía respirar bien, aún sentía irreal que estuviera aquí, lista para ser follada por Jungkook y sin poder verlo por completo, todos mis sentidos estaban a mil, quería verlo, tocarlo, darle una buena mamada, pero todo eso se esfumó cuando lo sentí frotar la punta de su pene contra mi entrada un par de veces, cubriéndola con mi humedad antes de alinearse correctamente y empujar su pelvis hacia adelante; colando varios centímetros de golpe dentro de mí.
—¡Ah! ¡Jungkook! —me quejé al sentir como si una especie de rampa me hubiera partido por la mitad, había subestimado su tamaño, Jungkook era tan jodidamente grande, y tenía cada centímetro de él en mi interior, tratando de ajustarme a su grosor y lo podía sentir a la perfección palpitando dentro de mí.
—¿Te gusta, bebé? —Jungkook preguntó con su voz ronca y profunda, su densa respiración chocó contra mi nuca enviándome escalofríos por todo mi cuerpo mientras me sujetaba por mis caderas para salir y volver a introducirse en una embestida dura y profunda.— ¿Te gusta mi polla?
—Sí… —sollocé cerrando los ojos mientras lo sentía comenzar a marcar un ritmo más fuerte y constante, sentía mi humedad deslizarse por el interior de mis muslos, cubriendo su polla y haciendo que sus penetraciones fueran más deliciosas tocando lo más profundo de mi.— Me encanta, Jungkook…
Y ante eso recibí un audible gruñido de su parte contra mi oído, su pelvis chocaba con fuerza contra mi trasero, hundiendo su gruesa polla una y otra vez en mi coño, su agarre en mis caderas mantenía mi cuerpo firme contra la mesa justo antes de que la palma de su mano se estrellara contra un lado de mi trasero con fuerza; haciéndome gemir su nombre mientras recibía un nuevo golpe en el mismo lugar, y luego otro, y otro, y cuando menos me di cuenta mis ojos se llenaron de lágrimas ante la dureza de sus azotes y penetraciones.
Sentía la piel mi trasero arder con cada choque de su pelvis cada que volvía a hundirse dentro de mí, podía sentir todo mi cuerpo húmedo de sudor y flujo, solté un gemido particularmente fuerte cuando el ritmo de sus penetraciones se volvió brutal, los jadeos goteaban de mis labios sin que siquiera los pudiera controlar y todos mis pensamientos racionales se esfumaron cuando un fuerte y posesivo jalón en mi cabello me hizo levantarme de la mesa; Jungkook tiró de mi cabeza hacia atrás hasta que mi espalda chocó contra su firme pecho.
—Tu coño se siente tan bien, bebé… —Jungkook jadeó en mi cuello, su respiración agitada y caliente me hizo cosquillas en la piel y gemí fuerte cuando su gran mano tatuada se envolvió alrededor de mi cintura, manteniéndome al ras de su pecho mientras que la otra se aferraba a uno de mis senos; apretándolo con fuerza y haciendo rodar sus dedos sobre mi pezón endurecido y sensible.
—Jungkook… —gimoteé, incapaz de procesar nada más allá de las deliciosas sensaciones de su polla enterrándose en mi coño con cada embestida dura y profunda, tanto que ya podía sentir el nudo formándose en mi vientre cuando comenzó a golpear repetidamente en mi zona de placer.
—¿A quién le pertenece este lindo coño? —Jungkook gruñó posesivamente al mismo tiempo que sus embestidas se volvían más desordenadas, follándome con una fuerza sorprendente mientras mi orgasmo me esperaba ansioso en algún rincón.
—A ti… a ti te pertenece… —jadeé con fuerza aferrándome a sus manos, sintiéndome tan colapsada con todas las sensaciones de él, en cómo su polla me llenaba tan bien, en cómo su aliento cálido me hacía sentir increíblemente más húmeda, estaba tan cerca del borde.
—Buena niña, ¿Vas a correrte de nuevo para mí, cariño? —Jungkook me alentó mientras sus labios se unían a mi cuello para chupar mi piel sensible con hambre, dejando varias marcas rojizas por toda la zona y haciéndome asentir débilmente antes de que mi cuerpo temblara cuando sus dedos se hundieron en mis pliegues resbaladizos, encontrando mi clítoris para frotarlo furiosamente mientras sus penetraciones perdían ritmo.— Córrete en mi polla bebé, vamos, quiero sentirlo.
Un placer abrasador me atravesó en respuesta a su orden, mis piernas temblaron cuando mi orgasmo golpeó mi cuerpo borrando mis pensamientos y haciéndome gemir su nombre una y otra vez mientras mi interior se apretaba alrededor de su dura longitud, Jungkook gruñó y me sujet�� con fuerza mientras seguía empujándose dentro de mí antes de dejarse ir con dos estocadas más, la última hasta me dolió, pero era esa clase de dolor placentero por el que pasarías mil veces en la vida.
Estuvimos así por varios segundos o minutos apretados el uno con el otro, tratando de regular nuestras agitadas respiraciones, hasta que la voz de Jungkook rompió el denso silencio.
—Sabes lo que esto significa, ¿verdad, bebé? —musitó con calma pasando sus manos por mis caderas y cintura con calma.
—¿Qué significa? —pregunté girando levemente mi rostro hacia él y casi volví a gemir ante la erótica imagen de su frente cubierta de sudor y su cabello húmedo pegándose a los lados de su rostro mientras mordía su labio inferior con fuerza sin dejar de mirarme.
—Significa que es mejor que a partir de hoy todos esos mensajes sucios me lleguen directamente a mí. —aclaró formando una sensual sonrisa y yo no pude evitar sonreír también al escucharlo antes de volver a besarlo con pura necesidad.
Bueno, algunas cosas eran más importantes que nuestra dichosa investigación.

n/a: omg pupiss por fin estoy de regreso a mis andadas de escribir nsfw y eso me hace feli, gracias a todxs lxs que esperaron pacientemente mi regreso y que me siguieron hasta aquí, las amo demasiado ♡ para las personitas nuevas espero que les haya gustado esta historia, pronto seguiré publicando mas os que tengo por ahí guardados y que algunos de ellos ya conocen, gracias por todo y no duden en comentar lo que piensan ♡
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welcome to softpxachy's masterlist

Todos los derechos reservados ©soft-pxachy | tumblr. no se permiten traducciones, copias, modificaciones, etc. ;; - Aquí encontraras todos mis escritos que te harán volar tu imaginación hacia lugares oscuros y placenteros.
Masterlist for BTS, escribo mas para Jungkook y Taehyung, pronto publicare historias con los demas integrantes, be patient ♡
;; - No menores de edad, contenido sumamente explicito y detallado †
;; - El contenido de mis one-shots e historias es creado con el único fin de entretener, en ningún momento se busca ensuciar el nombre y/o imagen del o los idols, todo es ficción.
キGUIAキ
contenido explicito [s.m] 𖥔 angst [a]𖥔 fluff [f]

KIM SEOKJIN
❝Oh, God❞ 7.9k (s.m) ... sexo en una iglesia
⤷ tu imperturbable devoción a la iglesia nunca había sido algo que realmente te importara, y sabias que no debías estar haciendo esto, pero no podías hacer nada desde el momento en que el Padre Seokjin entró en tu mente, haciéndote fantasear con él todas las noches, arrastrándote a un estado en el que sabias que estabas condenada, por suerte, el Padre Seokjin estaba dispuesto a perdonar todos tus pecados.

MIN YOONGI
❝Sex Hotline❞ 8.6k (s.m) ... sexo telefónico
⤷ la idea de tener tu primer orgasmo hablando con un extraño atractivo a través del teléfono te asustaba muchísimo, pero tal vez no sea tan malo como crees, después de todo, Min Yoongi era el mejor en su trabajo.

JUNG HOSEOK
✦𓂃 en proceso

PARK JIMIN
✦𓂃 en proceso

KIM NAMJOON
✦𓂃 en proceso

KIM TAEHYUNG
❝Older❞ 4.7k (s.m) ... dilf & daddy kink
⤷ le habías estado rogando a tu novio que jugara contigo durante meses. y no es que él estuviera exactamente en contra del concepto de juego de roles, era solo que en tu mente había un escenario en particular que querías representar desde que comenzó su relación, y estabas a punto de obtenerlo de la misma persona que había motivado tu fantasía.

JEON JUNGKOOK
❝Devilish❞ 10.6k (s.m) ... íncubo de demonio
⤷ Al demonio Jeon Jungkook le encantaba arruinar cosas demasiado inocentes, así que andaba vagando por la tierra en busca de la inocencia pura para corromperla, que casualidad que esa inocencia la haya encontrado en ti.
❝Hands on❞ 7.2k (s.m) ... compañeros de clase
⤷ Te has obsesionado (inconvenientemente) de las manos de tu compañero de proyecto, y en un esfuerzo por aliviar algo de estrés que eso te causa, comenzaste a enviarle mensajes de texto a tu mejor amiga, detallando, explícitamente, lo que quieres que esas manos te hagan, aunque debiste haber comprobado el número telefónico con más atención.
❝Material girl❞ 15.7k (s-m) ... dilf & sugar daddy
⤷ El señor Jeon Jungkook era todo lo habías soñado en tu corta vida, no te importaba que él estuviera casado o que fuera padre, sabías que él podía darte todo lo que deseabas, y a ti siempre te habían gustado las cosas bonitas y costosas, así que cuando te hizo la oferta que tanto querías escuchar sabías que serías una tonta si lo rechazabas, aún si eso significaba convertirte en su pequeña y dulce amante.
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