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@minxrvax

“Mierda.” Se queja entre dientes, mirada en blanco y orbes cayendo sobre el escenario que los rodeaba, cuerpos desesperados por olvidar los tormentos pasados, ambas universidades unidas nuevamente con un solo propósito. Vuelve su atención al de hebras ámbar, ladea la cabeza oculta sus labios, la risa es contenida, castigada. “Eres tan idiota.” Vocablos cargados de una tonalidad rica en hastío, cual oraciones hubiesen sido suficiente para drenar todo tipo interés, gracia o cualquier cosa que la hubiese mantenido ahí hasta entonces. No obstante, menguante una cuerva comienza a formase, cualquier rastro de distancia restante siendo desterrada por obra suya, mentón en alto para poder observarlo. Objetivo inconcluso, provocación como excusa. “Y vas muy lento, imbécil.” Pronuncia dejando que cada palabra sea saboreada, permitiendo degustar cada una de ellas, dejando que el tiempo se extienda más de lo normal, queriendo prolongar el obsequio de las caricias noruegas sobre su dermis. “Eso fue un reto. ” Revela, pulgar picando la zona violácea en su cuello, gesto coqueto e irónico, espina dorsal inclinándose un poco amagando al porvenir de una lejanía. “¿Qué? ¿Ahora sí te emocionaste?” Chista, juega, tintes desafiantes regidos por una menta bajo la influencia de aquel líquido preciado, sonrisa pícara que no busca una positiva, mas tampoco una negativa.

“Tan temprano y ya comenzaron los cumplidos, te lo advierto, una palabra más y mis mejillas se pondrán coloradas” lengua serpentina, es el licor el que expulsa barbáricos vocablos, el que le nublan el raciocinio, y cual pirómano juega con fuego, tienta una paciencia que de experiencia sabe es poca. Pronuncia hasta la última sílaba con sonrisa infantil que se decora de esquina a esquina se niega a ceder, a verse lastimado por la lengu filosa de su antagonista, ese que no sólo corta sino que pica en la herida.  “¿Y crees que no lo sé?” arcos que se elevan con una incredulidad palpable. La única manera en la que aquel ligero gesto, labios sobre la dermis marcando terreno es pura obra de un reto impuesto por un ebrio mas del montón, lo deduce y no se queja. “mi ego no es tan grande como para pensar que simplemente se te dio la gana venir y marcarme” tranquilidad, hombros que se elevan y dígitos que no se sueltan de su agarre, la piel nórdica es el canvas y el roce de las yemas es la tintura que se marca suave, con cautela eleva el borde de la prenda apenas un ápice en busca de un poco más de terreno. “Quizás sí, quizás no” la punta de la lengua choca contra el paladar, un suave chasquido que se pierde entre el ambiente privado que sin querer han creado. Infantil, desde el tono suave y burlón hasta la luna menguante que se dibuja en sus facciones. Es el líquido etílico el que nubla cada pensamiento, el que lo reta a acortar aún más la distancia, a irrumpir en un terreno que se pinta de peligro. Se embriaga de a poco con el aroma femenino, ese que se mezcla con licor y lo tienta, cual serpiente a Eva. La diestra se mueve, busca refugio sobre el mentón ajeno, suave movimiento del mentón basta para elevar la mirada avellana. “Si me vas a golpear procura que no sea en mis partes nobles.”