Tumgik
#-le tira besos-
sxllyscngs · 1 year
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#MENTIRA @doierme
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"no... no te he visto" momento donde ha entrado al baño y ha visto que no estaba ocupado ha sido inesperado. pero más sustancia que gotea de delicada fosas blanquecinas "---¿te has puesto a jugar con tiza?"
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elxctrs · 2 years
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#INFORMES @rvuhan
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"¿la secretaria siempre pone cara de oler a mierda si le preguntas por algo que no sabes? qué hospitalidad"
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vkents · 2 years
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#BALONCESTO | @blasb
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"soy algo nulo con las pelotas... no sé si puede botar más de tres veces" confiesa. salvo el fútbol, no tenía ningún otro conocimiento básico de los deportes. mira al chaval más cercano "¿quieres ser mi gancho?"
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deepinsideyourbeing · 3 months
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qué respondería Enzo cuando la novia le pregunta "¿me seguirías amando si fuera un insecto?", en volá siento que podría darte una respuesta bien argumentada like the smart boy he is mientras la novia trata de discutir
Fluff ♡
-Enzo...
La única respuesta que obtenés es un sonido grave por parte de tu novio, que intenta prestarte atención aunque está profundamente sumergido en el libro que sostiene entre ambas manos. Frunce el ceño cuando algo entre las páginas lo confunde o sorprende y de tanto en tanto cierra el libro para permitirse asimilar lo que leyó.
-Enzo- insistís-. Enzo.
-¿Qué?
-¿Vos me seguirías amando si fuera un insecto?
-Depende...- contesta sin dudarlo, todavía concentrado en las palabras frente a sus ojos y ajeno a tu indignación. Cuando no contestás inmediatamente su curioso cerebro lo obliga a preguntar:- ¿Qué clase de insecto serías?
-Dejá.
-¿Eh?- cierra el libro para mirarte-. ¿Qué? ¿Qué dije?
Abandonás la cama sin contestar y te encaminás hacia la cocina todavía sin mediar palabra, tus pasos molestos resonando por todo el corredor y pronto acompañados por el sonido de sus pisadas apresuradas persiguiéndote.
Ignorás su presencia hasta que intentás tomar una taza que no lográs alcanzar y él intercede, tomándola y forzándote a mirarlo a los ojos cuando te la entrega. En su rostro hay una sonrisa que él pretende contagiarte pero no lo logra, porque es obvio cuánto lo divierten la situación y la expresión molesta en tu rostro.
-¿Te enojaste por eso?- asentís-. ¿Por qué?
-¿Cómo que por qué?- repetís-. Dijiste que depende.
-Y sí... ¿Vos me querrías si fuera una cucaracha?
Hacés una mueca de desagrado.
-¿Ves? No sé si podría quererte si sos una cucaracha, pero si sos una mariposa o...
-Sos re superficial, ¿sabés?- lo empujás para poner distancia entre ambos-. Solamente me querrías por mi apariencia, tarado.
-No.
-Sí, seguro que si fuera una lombriz tampoco me cuidarías.
-¿Cómo que no?- te abraza por la espalda, acorralándote contra el mueble e ignorando la furia con que preparás el té para ambos-. Hasta te pondría un moñito para distinguirte de otras lombrices.
-Sos un boludo.
Besa tu mejilla y deshace el abrazo.
-Vos lo que me estás preguntando es si yo seguiría estando a tu lado con vos en un estado tan vulnerable, ¿no? Querés saber si estando así toda chiquitita e indefensa te protegería de otros.
-Ponele.
-¿Y qué creés?
-Que no.
Suelta una carcajada de incredulidad.
-Yo siempre te cuido, no seas así- se inclina para encontrar tus ojos y suspira cuando volteás para no verlo-. ¿Me perdonás, mi amor?
-No sabés ni por qué me pedís perdón.
-Por ser mal novio- su voz es seria aunque es más que consciente de que pensás lo opuesto a sus palabras-. ¿Cómo te puedo compensar?
-No sé si podés.
-¿Con un beso?- negás-. ¿Un abrazo...? ¿Los dos?
No espera por tu respuesta y otra vez te rodea con sus brazos, aprisionando tu espalda contra su pecho. Ignorás sus besos en tu cabello, en tu cuello y en tu mejilla, pero la sonrisa que tira de tus labios te delata y cuando ríe el sonido endulza tus oídos.
El silencio es interrumpido por el silbido de la tetera, que te saca del trance producido por los labios de Enzo sobre tu piel. Antes de oírte, él ya sabe lo que ocurre en tu mente.
-¿Qué clase de mariposa creés que sería?
-La más linda- contesta rápidamente-. Y la más insoportable.
-¡Enzo!
taglist: @madame-fear @creative-heart @chiquititamia @delusionalgirlplace @llorented @lastflowrr @recaltiente ♡
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koishhiteru · 8 months
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౨ৎ SUCK it and SEE
by koishhiteru
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Un Enzo de veinticinco años intentaba controlar las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos cuando su novia, o bueno, ex novia, le dio una fabulosa pero terrible noticia a la vez.
– Entonces... ¿esto es un adiós?– preguntó tragando el nudo que se había formado en su garganta.
La rubia sorbió su nariz y limpió las comisuras de sus ojos que se encontraban húmedas, a ella le dolía tanto como a Enzo.
– Enzo, sabes que es lo mejor para los dos. Una relación a distancia no funcionaría y nos haría sufrir– explicó intentando que el chico la entendería– Lo siento, pero esta vez he de elegir mi futuro como bailarina antes que nada.
– No sé tú, pero yo ya estoy sufriendo sin necesidad de estar separados– y con eso, el pelinegro se levantó del sofá de su casa y se dirigió a la puerta principal, abriéndola– Adriana, si no tienes nada más que decir, vete.
La chica hizo todo lo posible para no derrumbarse y llorar ahí mismo, camino hacia la puerta y antes de salir dejó un beso en la mejilla de Enzo, pero él ni le miró.
Salió de la casa y se dirigió a la parada de bus, poniéndose sus auriculares y roprodució la playlist más triste que encontró, echándose a llorar mientras esperaba a que el transporte público llegara.
. . .
5 años después
Enzo estaba en una linda cafetería pagando el café latte que acababa de pedir, le sonrió a la camarera y le agradeció en un susurro una vez lo obtuvo. Una vez con el café en la mano se dio la vuelta cuando se chocó con alguien.
– Uy, discúlpeme, iba distraído– se excusó con una leve risa pero al ver quién era contra quien había chocado casi tira el café al suelo de la sorpresa– ¿...Adriana?
Estaba impactado, no sabía que la chica había vuelto a la ciudad, aunque bueno, tampoco tenía forma de enterarse.
Por otra parte, los ojos de la chica se abrieron con sorpresa al ver a Enzo delante suya, después de como habían terminado las cosas entre ellos lo que menos quería era encontrárselo y llenarse de vergüenza y remordimientos.
Pero eso a él le daba igual, el pasado pasado está y ahora solo se podía fijar en lo cambiada que estaba la rubia; su pelo estaba más largo casi llegándole a la cintura, sus ojos tenían un color azul más claro que el de la última vez que la vio y sus fracciones estaban más definidas, denotando lo mucho que había madurado. Ya no era aquella chiquilla de veinte años, ahora era una mujer. Claramente había cambiado pero seguía siendo la misma chica, su chica.
– Enzo...– parpadeó varias veces incrédula, la ansiedad se apoderó de su cuerpo y sentía como le costaba respirar.
Rápidamente Adriana se dio la vuelta y salió corriendo del café, casi como si hubiera visto a un zombie.
Enzo solo se quedo en su lugar quiero sin saber que hacer, anonadado.
" you have got that face
that just says
'baby, i was made to
break your heart'  "
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N/A: este es el prólogo de mi nueva historia de wattpad, podéis ir allí y leerla si os ha gustado esto ♡.
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wosohavemyheart · 4 months
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Holaa!! Puedes hacer un fic con 58 y 94 donde tn juega en el barça y todas son protectoras con ella y la cuidan, si quieres que tenga alguna en especial lo dejó a tu elección ( me gustan todas😜) Graciass❤🦄
Perdoooooooon muy tarde lo sé 😓👏
Pero aquí lo tienes 😜 y si hay más peticiones ya sabéis, voy a mí ritmo 😬😂
58- "Estoy aquí. Y no voy a ir a ninguna parte, ¿de acuerdo?"
94- "¡D-Quítate de encima!"
PÁNICO
Estábamos todas las chicas en un bar después de la cena de navidad del equipo, ya llevábamos un par de horas ahí y yo ya tenía 3 cubatas encima, tengo que confesar que no era muy buena bebiendo, así que ya iba un poco mareada.
En ese momento estaba en la pista de baile con Patri, Pina, Mapi, Engen y Alexia.
Cada pareja iba a lo suyo y yo la verdad es que estaba demasiado pegada a la capitana aún sin ser nada.
Las chicas del equipo siempre se burlaban de nosotras porque se podía ver la atracción a kilometros y aún a pesar de estar casi siempre tonteando, habernos dado algún que otro beso cuando salimos a discotecas y de haber dormido en la misma cama sin hacer nada, nunca nos habíamos puesto a hablar de lo que sentíamos y hacia donde queriamos ir.
Bailabamos una canción pegadita y la verdad es que tenía el tanga bastante mojado por culpa de cierta persona que estaba pegada a mi espalda con sus manos en mi cadera baja y podía incluso sentir sus pezones en mi espalda desnuda.
Me sentía demasiado atraída por ella y para que negarlo, también enamorada, pero como había dicho antes, ninguna había dado el paso.
Cuando sonó el último tramo de la canción me gire muy lentamente quedando frente a ella y me acerque a su oído.
-Voy un momento al baño, Putellas- Le susurro y paso mi nariz un poco por su cuello antes de separarme.
-¿Quieres que te acompañe?- Pregunta.
Se que no lo hace con otra intención más que de protegerme y asegurarse de que no me pase nada, al igual que las otras chicas del equipo me tenían muy protegida sobre todo Mapi, Patri, pero la que más, Alexia.
Decido jugar con ella
-No puedes estar 5 minutos sin mi, Capi?- Le pregunto burlonamente
-Bueno, te diría que si, pero te estaría mintiendo- Me susurra suavemente en el oído enviando descargas directo a mi corazón.
Niego con la cabeza sonriendo y antes de soltarme puedo sentir un apretón suyo en mi culo.
Me sonrie juguetonamente cuando le saco el dedo del medio.
En el camino hacia el baño puedo notar una mirada demasiado intensa sobre mi y me incómodo cuando noto que es de un tío de unos 30 años sonriendome asquerosamente.
Aparto la mirada ignorandolo y me pongo a hacer la cola bastante larga.
Una vez dentro meo y me retoco el maquillaje
Al salir voy a la barra a pedir otra copa.
-Hola guapa- Escucho a mi lado y me giro y veo al mismo tio de antes.
Ruedo los ojos ignorandolo.
-No es de buena educación que las chicas como tú ignoréis, gatita.
Ese apodo me causa repulsión.
-No sabía que había que contestarle a los idiotas como tú.
-Ummh un gatita peleona. ¿También eres así en la cama? Eso me pone mucho- Se muerde el labio.
Lo miro de arriba a abajo despectivamente.
-Seguro que no aguantas ni un minuto y por lo que veo yendo acosando a las chicas en discotecas la tienes que tener pequeña...- Le suelto tranquilamente y me voy con mi copa en mano.
De un momento a otro siento un tirón y hace que mi espalda esté contra la pared y el tío ese delante mía con cara de enfado pero a la vez pervertida.
-Quita...Quítate de encima- Le digo sin sonar todo lo fuerte que me hubiera gustado.
Mi cabeza me está fallando.
-Ahora comprobarás lo pequeña que la tengo- Empieza a besarme el cuello de manera agresiva.
Intento que mi cerebro mande órdenes a mí cuerpo pero me siento bloqueada, no puedo mover nada.
Su peso encima mio no dura más de cinco segundos cuando alguien lo tira bruscamente al suelo
Lo poco que mi visión puede enfocar es a Mapi y Patri a mi lado mientras que Alexia está en el suelo pegándole puñetazos al tío.
Pina consigue separarla pero solo me puedo enfocar en intentar que el aire pase a mi pecho.
-Alexia- Alguien grita pero no distingo quién es- Está teniendo un ataque de pánico.
Siento manos a mí alrededor pero eso solo hace que me sea más difícil que el aire pase a mis pulmones.
Cuando consigo que mi cuerpo obedezca mis ordenes me encuentro en el exterior con la brisa del aire fresco en mi cara pero no hace que mi respiración vuelva en si.
Unas manos suaves agarran mis mejillas e intento apartarme hasta que enfoco a la persona que tengo enfrente, Alexia.
-T/n, cariño, soy yo. Soy Ale- Dice suavemente y guía mi mano hacia su corazón- ¿Lo sientes?
Muevo la cabeza casi imperceptiblemente.
-Bien, siente los latidos de mi corazón y como mi pecho sube y baja poco a poco.
Hace las inspiraciones de manera exagerada para que me centre en el movimiento.
Poco a poco siento que el aire pasa por todo el aparato respiratio hasta terminar en los alvéolos y volver afuera.
Mi pecho sube y baja a la vez que el de Alexia y es en ese momento en el que me doy cuenta de que mi ataque de pánico a cesado.
Había tenido bastantes más de los que puedo contar con ambas manos y había aprendido a controlarlos yo sola pero con la ayuda de alguien ha sido más reconfortante.
-Gracias- Susurro cuando por fin me salen las palabras.
Niega con la cabeza y hace un gesto como de preguntarme si quiero contacto físico y enseguida me acurruco en ella.
Después de estos episodios solía estar un par de días sin querer tener contacto con nadie pero con ella he sentido una necesidad diferente.
Escucho unos pasos acercándose y inevitablemente me pongo tenga en sus brazos pero ella me aprieta más hacia ella.
Veo que es Mapi y Patri y me relajo.
-¿T/n estás mejor?- Pregunta la central.
-Si, perdón por joder la noche chicas- Digo apenada por no saber controlar ciertas cosas aún.
-No digas tonterías- Dice Patri- A sido ese cabron y me sacudo con un escalofrío.
-Voy a llevarla a casa, avisar a las chicas- Dice Ale- Te voy a llevar a casa.
Asiento agradecida y me separo de ella cuando es necesario para que ambas subamos al coche.
El trayecto es silencioso pero se encarga de que me sienta reconfortada con suaves patrones en mi rodilla descubierta.
Intento abrir la puerta de casa pero con la mano aún temblorosa no lo logro y ella se encarga de hacerlo.
-Bueno...
La interrumpo.
-Quedate está noche porfavor- Se me quiebra la voz- No me dejes sola.
Me abraza enseguida y me vuelvo a sentir segura.
-Estoy aquí- Susurra- Y no me voy a ir a ninguna otra parte, ¿de acuerdo?
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rhaenysaemma22 · 1 month
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MODERN AU.
Rhaenyra: Mami levantate que hoy es un día especial vamos. *Tocan la puerta.*
Visenya: Mami si no te levantas, nos enojaremos mucho.
Aemon ll: O te daremos comida de Meleys.
Jocelyn ll: O comerás la comida de Helaena.
*Sintió que su esposa se movía a su lado rodeándola con el brazo la cintura.*
Rhaenys: Tus hijos te llaman. *Murmura.*
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Aemma: También son tus hijos, tu los engendras y yo los creo, así que levantate de la cama. *Le tira la almohada.*
Rhaenys: Está bien. *Se levanta de la cama colocandose una bata negra, abre la puerta solo para ser empujada a un lado por sus hijos quienes corren a donde su esposa está acostada.*
Visenya y Jocelyn ll: Mami levantate vamos. *Le jalan un brazo ambas.*
Rhaenyra y Aemon ll: Mami vamos, levantate. *Se suben a la cama intentando quitarle el edredón de encima.*
Aemma: Déjenme dormir un poco más. *Se cubre la cabeza con el edredón.*
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*Rhaenys al ver a sus hijos intentar levantar a su esposa sonrió con malicia.*
Rhaenys: Niños tengo una idea. *Les hace una seña de silencio a los 4 quienes hacen caso, mientras se sube a la cama levantando el edredón para mirar a su esposa a la cara.* Despierta bella durmiente, los dragones tienen algo para ti. *Le empieza a dar besos en el cuello.* O nos podemos quedar todo el día aquí y practicar para el siguiente bebe. *Las últimas palabras se las susurra al oído.*
Aemma: *Se levanta de golpe mirando su esposa sorprendida.* Ni siquiera lo pienses Rhaenys Targaryen Baratheon.
Rhaenys: Bien, entonces ve con tus hijos. *Le da un beso en lo labios para luego levantarse y entrar al baño cerrando la puerta.*
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Jocelyn ll: Vamos mami. *Le agarra la mano derecha mientras su gemelo le agarra la izquierda, y sus hermanas mayores la empujaban por detrás.*
*Aemma se levanta tomando su bata azul siendo guiada por sus hijos por las escaleras en dirección a la cocina que estaba desordenada con harina en todas partes pero en la mesa había un desayuno para todo un ejercito.*
Rhaenyra: Mami te hicimos el desayuno. *Le sonríe.*
Visenya y Aemon ll: También te tenemos un regalo. *Esconden las manos detrás de ellos.*
Jocelyn ll: Mamá dijo que si lo hacíamos te quedarías con nosotros hoy todo el día. *La mira sonriendo de la misma forma que su esposa.*
Aemma: Solo por esta sorpresa no los voy a regañar. *Los mira fingiendo estar enojada, pero después sonríe.* A quien engaño, es una hermosa sorpresa. *Le da a cada uno un beso en el cabello.* Ahora que me querían regalar.
*Rhaenyra y Aemon ll se miraron riéndose para luego atacar a su mamá con unos sprays de serpentina a la vez que su madre Rhaenys salia de su escondite con su hermanita Helaena en brazos para también atacarla.*
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Aemma: Eso es trampa, no pueden ser 6 contra 1. *Se cubre la cara con las manos riéndose.*
*Rhaenys le seguía lanzando serpentina hasta que la abraza por detrás con cuidado de no lastimar a Helaena dándole un beso en el cuello.*
Rhaenys: Mami ha sido derrotada con un beso. *Le dice a sus hijos quienes saltaron victoriosos.*
Rhaenyra: Mami ha sido derrotada.
Aemon ll y Jocelyn ll: Mamá derroto a Mami.
Visenya: Mami derrotada. *La abraza por la cintura riéndose.*
Aemma: Si, mami fue derrotada. *Se quita la serpentina de su cabello para tomar a su bebé en brazos.* ¿Tu también estabas incluida en el club Hela? *Le da un beso en la mejilla escuchando como balbucea.* Eso lo confirma.
Rhaenys: Oye la idea fue de todos, además está pequeña princesa fue muy tranquila al levantarse sin llorar. *Le sonríe a Helaena quien suelta una carcajada.*
Visenya: ¿Mami podemos comer ya? Es que mi estómago está gruñendo.
Aemma: Claro que sí, vamos a comer el desayuno hecho por los dragoncitos de mamá. *Camina a la mesa siendo seguida por su familia quienes se sientan a devorar todo.*
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*Mientras todos estaban comiendo Aemma le estaba dando de comer a Helaena, a la vez que miraba a sus hijos devorar toda la comida pero la que la sorprendio fue su esposa quien parecía que no hubiera comido nada pero estaba devorando todo, siempre recuerda que su esposa tiene un apetito muy grande al igual que sus hijos pero está vez fue completamente diferente.*
Jocelyn ll: ¿Podemos ir mañana a dónde los abuelos? *Pregunta con la boca cubierta de chocolate.*
Aemon ll: Yo también quiero ir mamas. *Habla dándole un mordisco a su waffle.*
Visenya: *Le lleva la taza de café a su mamá Rhaenys mirándola.* Yo puedo ir con el tío Daemon a practicar boxeo.
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Rhaenys: Sigue así y muy pronto irás a dormir con Meleys. *Agarra la taza tomando un sorbo para después hacer una mueca de asco.*
Rhaenyra: Yo también quiero ir con mi hermana para la casa del tío Daemon. *Le da un mordisco a su sandwich.*
Aemma: Primero debemos llamarlos y ver si están en casa. *Les sonríe apretandole la nariz a Helaena.*
*Todos continuaron comiendo tranquilamente pero después de unos momentos Rhaenys se levantó con la mano en boca corriendo hacia el baño para vomitar todo lo que había devorado momentos antes.*
Rhaenyra: ¿Mamá se siente mal? *Pregunta cuando escucha las arcadas desde el baño.*
Aemma: Debe haber sido algo malo, no te preocupes, ya se le pasara.
Rhaenyra: Está bien mami.
*Continuaron comiendo mientras Aemma estaba preocupada por su esposa que no salía del baño, asi que llevo a Helaena a su corral donde la dejo jugando con los juguetes mientras iba al baño.*
Aemma: ¿Cariño? *Toca la puerta escuchando como baja el inodoro.*
*Rhaenys abre la puerta viendose miserable.*
Rhaenys: Creo que estás embarazada, por que estos síntomas no son normales en mi. *Se recuesta en el marco de la puerta sudando.* Antojos, mareos y náuseas.
Aemma: Estás delirando cariño. *Se burla.* Yo no puedo estar embarazada.
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Rhaenys: Es la verdad. *Se acerca a su rostro mirando sus labios.* Yo los engendro y tus los creas. *Le susurra mirándola a los ojos.*
Aemma: Vuelve a decir eso y te quedarás durmiendo con Meleys en el sofá. *Frunce el ceño.* Además la última vez que hicimos el amor fue a escondidas de la familia, hace 3 meses. *Habla recordando ese momento íntimo con su esposa.* Recuerda que nos escondimos en el invernadero para no escucharlos hablar de política y terminamos haciendo el am... *Se calla al recordar.* ¿Espera, tu usaste protección ese día? *La mira preocupada.*
Rhaenys: No, no lo hice, por qué tu me dijiste que te tomarías el anticonceptivo. *Se cruza de brazos.* Solo se que está ves yo tengo los síntomas. *Le dice antes de volver al baño a vaciar todo su estómago.*
Aemma: *Pone los ojos en blanco.* Mierda.
EN LA NOCHE.
*Rhaenys estaba sentada en el suelo de la sala de estar, tomándose un te mientras tenía la comida de su esposa en una mesita, esperaba a Aemma que estaba en el baño, agradeciendo mentalmente a sus padres por dejar a los niños con ellos hoy.*
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Rhaenys: ¿Aemma, que ha pasado? *Le pregunta tomando un sorbo de su te.*
*Aemma sale llorando del baño con una prueba de embarazo en la mano, llega a dónde está Rhaenys y se sienta en el suelo enfrente de ella con una mano en la boca.*
Aemma: Dio... Dio positivo. *Dice bajando la cabeza, entregandole la prueba.* Rhaenys es el 6 bebé Helaena solo tiene 2 años.
Rhaenys: Lo se, pero ya no somos unas adolescentes cariño, podemos tenerlo y igualmente sera amado por sus hermanos mayores. *La mira con una pequeña sonrisa sosteniendo la prueba de embarazo en las manos.*
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Aemma: Ya puedo escuchar a los abuelos darme un sermón por no usar protección. *Se cubre la cara con las manos.* No puedo con eso, será el peor sermon en toda mi vida.
Rhaenys: Cariño, si te hace sentir mejor, no tienes que sentir los síntomas, solamente sentirás al bebé.
Aemma: Lo siento, debe ser horrible para ti tener náuseas. *La mira.* Con los niños si me dieron los síntomas pero este bebé no me dio indicios de nada.
Rhaenys: Claro que sí, te volviste muy juguetona en las noches y muy rara vez me dejas descansar. *Le sonríe seductoramente.* Y también haciamos el amor hasta la madrugada.
Aemma: Basta no quiero recordar esos días.
Rhaenys: Oh cariño recuerdas que hace unos días ambas estábamos haciéndolo y tú por no tener que gritar para despertar a los niños decidiste morder la almohada, pero resulta que eso me excito más de lo que pensaba. *Le sonríe siniestramente.*
Aemma: Basta o quieres dormir con Meleys. *Le da una mirada asesina.*
Rhaenys: Di que no estás pensando en cosas sucias y te dejare tranquila. *Se recuesta a la pared.*
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Aemma: Claro que n... *Se calla al sentir un pequeño cosquilleo en la parte baja de su vientre.* Te espero en la habitación. *Se levanta corriendo escaleras arriba.*
Rhaenys: Lo sabía. *Sonríe levantándose para subir a su habitación.*
*Esa noche ninguna de las dos durmió hasta la madrugada, dejando que Meleys no pudiera conciliar el sueño ya que los gritos y maldiciones por parte de Aemma se escuchaban por toda la casa.*
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belencha77 · 1 month
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CAP 30 - BAJO LA SUPERFICIE
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|| ¿Qué es lo que mis ojos acaban de captar? ¿Una hermosa dama que se ha infiltrado en mi fiesta? Honestamente, no recuerdo haberte visto en mi lista de invitados || Exclama con una voz seductora, su mirada fija en mí.
|| ¡Liam! || respondo emocionada mientras me doy vuelta para mirarlo. Mis ojos se iluminan y mi corazón late con fuerza al verlo. Él me sonríe con picardía y lentamente me lleva a un lugar más reservado, alejándonos de las miradas curiosas.
|| Supongo que no debería sorprenderme verte aquí... || dice mientras una de sus manos descansa sobre la madera y se inclina lentamente hacia mí. Su aroma embriagador me hace cerrar los ojos por un momento. Acerca su boca a mi oído y susurra suavemente || Riley, realmente te ves hermosa y sexy hoy. Eres impresionantemente deslumbrante ||
|| Siempre tan encantado || Sonrío mientras mis manos juegan con los botones de su camisa || ¿Sabías que me muero por verte desde hace tiempo? ||
|| ¿De verdad? || pregunta con una sonrisa traviesa, acercándose más. Siento su aliento cálido en mi cuello, y un escalofrío recorre mi espalda.
|| Sí... || respondo, apenas capaz de ocultar mi emoción. Liam levanta suavemente mi barbilla con su dedo, obligándome a mirarlo a los ojos. La intensidad en su mirada me hace perder el aliento.
|| Pues no eres la única || susurra, sus labios apenas rozando los míos. Sin poder resistirme más, cierro los ojos y permito que nuestros labios se encuentren en un beso lleno de pasión y deseo. Al separarnos, él me sonríe y acaricia mi mejilla con suavidad || Por muy contento que estoy de verte, supongo que no estás aquí solo por mi compañía, ¿verdad? || pregunta Liam con una sonrisa insinuante, sus ojos brillando con curiosidad.
|| Desafortunadamente, no || respondo, lanzando un pequeño suspiro que tenía sostenido. Liam me mira con ojos amorosos y ansiosos || Quería aprovechar este evento para hablar con Sebastián. No quiero que pase más tiempo || Le explico.
|| ¿Sola? Por qué no me avisaste… ¿No deseas que te acompañe? || pregunta con preocupación, mientras coloco mi mano sobre su pecho, sintiendo su corazón acelerarse.
|| Me encantaría, pero probablemente sea más seguro si parece que no sabes nada aún. Al menos por ahora || le respondo, mirándolo fijamente || Pero Drake se ofreció a acompañarme. Dijo que él también necesita algunas respuestas || Y con mis palabras noto una chispa de incomodidad y celos en los ojos de Liam antes de que se recomponga.
|| Drake, ¿eh? || murmura, su tono apenas disimulando la molestia || Bueno, entiendo... Pero luego de que hables con Sebastián, de inmediato tomaré cartas en el asunto || Se inclina más cerca y comienza a susurrar en mi oído, su aliento cálido y sus palabras sutiles hacen que mis mejillas se sonrojen || Dejando ese tema a un lado... Mientras adornas inesperadamente mi presencia en este lugar, tengo una propuesta para ti. Hay un lugar particularmente agradable a lo largo del Sena, un puente con columnas coronadas por estatuas doradas. Lo he estado observando durante los últimos días y, alrededor de la medianoche, está completamente desierto || Se echa hacia atrás y tira suavemente de mi barbilla para que lo mire, sus ojos fijos en los míos con una intensidad electrizante || Por esta noche, me gustaría alejarte de todo esto... de nuestros enemigos y de los complots contra nosotros... y tener una velada juntos en el corazón de París || susurra, sus labios rozando los míos.
|| Liam, sabes cómo tentarme... || respondo, sonriendo coquetamente mientras mis dedos trazan líneas imaginarias en su pecho || No puedo resistirme a una noche así contigo… Aunque, ¿no estarás cansado después de todo esto? ||
|| ¿Cansado? Jamás… Mi tiempo contigo es como el aire para un hombre que se está ahogando. Nada me alejaría de ti || dice con una sonrisa traviesa, acercándose aún más || Entonces, está decidido. Haré que un auto te lleve. Nos veremos ahí a la medianoche. Te prometo que será una noche inolvidable ||
|| ¿Y qué es lo que estaríamos haciendo, exactamente? || pregunto, dejando que mi curiosidad y coqueteo se mezclen en mi voz.
|| Considéralo una… sorpresa. Pero te puedo decir que tendremos a París para nosotros solos mientras el resto de la ciudad duerme ||
|| Vaya… Suena asombroso || respondo, sorprendida y feliz.
|| Lo es, pero más lo es la idea de pasar tiempo contigo. Anhelo tenerte para mí más tarde || dice, acercándose aún más. Nuestros labios se encuentran en un beso lleno de promesas, dejando atrás cualquier rastro de celos y preocupación. Al separarnos, nuestras respiraciones están aceleradas. Liam se aleja un poco, marcando distancia, mientras yo me apoyo en una de las columnas del lugar.
|| Liam, ¿así que aquí es donde te escapaste? || exclama la voz de Charles. Al girar, veo que llega junto con Rashad. Ambos me miran de pies a cabeza || No sabía que las plebey... || comienza Charles en tono burlón, pero al ver la mirada seria de Liam, se detiene bruscamente y cambia de tono || Quiero decir, ¿las damas de la corte están permitidas en tu fiesta? || Y antes de que Liam pueda responder, Rashad intercede de inmediato.
|| Liam, ¿por qué tienes a una mujer tan hermosa en tu despedida de soltero? No sabía que estaba permitido || anuncia Rashad sin quitarme los ojos de encima. Noto que Liam frunce el ceño, claramente molesto por el comentario de Rashad || ¿Acaso tengo el placer de que me hayas venido a buscar? || añade Rashad, con una sonrisa insinuante.
|| ¿Buscarte? ¿Yo? || exclamo, sorprendida y sin saber cómo responder. Liam me mira y sonríe, adelantándose a contestar.
|| Para ser sinceros, Lady Riley parece siempre asomarse en eventos como estos || dice Liam con mucha seguridad, aunque noto un destello de celos en su mirada. Inmediatamente, me sale una gran sonrisa, entendiendo el porqué de su comentario. En efecto, esta sería mi segunda despedida de soltero.
|| Exacto, Liam tiene razón || digo, dándole un codazo y poniendo los ojos en blanco.
|| Entonces, ¿a qué se debe tu hermosa presencia? || pregunta Rashad, aún sin quitarme los ojos de encima, ignorando el evidente disgusto de Liam.
|| A un pequeño error… || respondo rápidamente, tratando de mantener la compostura mientras él y Charles me miran confundidos. || Pensé que era un evento para la corte. No creí que fuera exclusivamente la despedida de soltero de Liam ||
|| Bueno, valió la pena ese error. Así que, si necesitas aprovecharlo, estaré encantado de mostrarte algunos de los rincones más secretos de esta fiesta. Solo di la palabra || Liam se adelanta un poco más, colocando una mano firme sobre mi hombro, sus celos ahora evidentes en la tensión de sus músculos.
|| Rashad, Lady Riley es una dama bastante influyente en mi corte || interviene Liam con voz firme y autoritaria || Te sugiero que muestres más respeto || Su tono es cortante, dejando claro su molestia por sus insinuaciones. Rashad se sorprende y se nota bastante avergonzado.
|| Lo lamento, Liam… Lo siento, Lady Riley || responde Rashad más calmado. Charles aclara su garganta incómodamente para romper la tensión.
|| Por casualidad, ¿Lady Hana no está contigo? || pregunta, mirándome intensamente.
|| No, en estos momentos no || respondo con serenidad, notando su superficialidad y egocentrismo.
|| Qué lástima. Honestamente, me encantaría volver a verla || comenta Charles mientras saca un puro de una caja dorada y lo enciende con precisión. Su expresión es indiferente y engreída.
|| Charles, permíteme ser franca || digo, mirándolo directamente a los ojos || Estoy completamente segura de que no tienes ninguna oportunidad con Hana ||
Charles parpadea, sorprendido, y casi se atora con su cigarrillo. Rápidamente se recompone y me mira con incredulidad.
|| ¿Lo dices en serio? Pero esa no fue la impresión que tuve cuando hablé con ella… Parecía emocionada por conocerme ||
|| ¿Emocionada? Me temo que estás muy equivocado, Charles. Tal vez deberías considerar comprarte unos lentes. Quizás así veas la realidad con más claridad || Respondo con una sonrisa serena. Luego, añado || Hana es una mujer de inteligencia y carácter. Ella no se impresiona fácilmente por hombres que creen que su estatus le da derecho a su atención. Deberías enfocarte en ser alguien digno de respeto y no solo de posición || Charles casi salta de su lugar, pero se controla, exhalando un aro de humo. Liam me observa, tratando de contener su risa. Miro hacia donde está Drake y él me hace señas || Bueno, caballeros, ha sido un placer, pero las bebidas me llaman. Hasta luego || Ignorando las miradas de Charles y Rashad, me acerco a Liam y le doy una sonrisa cálida.
|| Su Majestad, nos vemos luego. Disfruta de tu fiesta || le digo suavemente, colocando mi mano en la espalda de Liam. Noto cómo susurra entre dientes "buena suerte". Le guiño un ojo, disfrutando de mi confianza y de los efectos que tengo en él antes de dirigirme hacia donde está Drake.
Mientras camino hacia Drake, veo cómo Maxwell se apresura al centro de la habitación con su bebida y se aclara la garganta, haciendo tintinear el vaso con una cuchara cercana.
|| Buenas noches, damas y caballeros... Eeeeh… excepto que aquí no hay damas, por supuesto || Exclama mientras sus ojos se agrandan y evita mirarme || No, ninguna en absoluto || Vaya manera de pasar desapercibido. De repente todos los hombres en la sala dirigen su atención hacia él || Me gustaría proponer un brindis por nuestro maravilloso Rey || dice Maxwell. Liam sonríe desde el otro lado de la habitación.
|| Eres muy amable, Maxwell || contesta Liam.
|| Por supuesto, recuerda Aparte de amable, soy deslumbrantemente guapo, por cierto. Este día es tan especial que hasta el personal de limpieza merece una ovación || Continúa Maxwell con una sonrisa traviesa || Sí, ellos han hecho un trabajo increíble asegurándose de que no quedara ni una sola mota de polvo en este lugar. Vamos, un aplauso para ellos || El auditorio estalla en risas y aplausos, completamente cautivado por el ingenio de Maxwell. Mientras tanto, Drake y yo nos movemos en silencio a lo largo de la pared del fondo, aprovechando que todas las miradas están fijas en Maxwell || Y claro, no podemos olvidar al chef que nos ha deleitado con estos manjares. Si no fuera por él, estaríamos comiendo papas fritas y cacahuetes || Casi dejo escapar una carcajada por lo lejos que está yendo. Maxwell sigue hablando, ahora narrando una anécdota divertida sobre cómo casi confundió al jardinero con un invitado de la realeza.
|| ¡Rayos! Sí que sabe cómo llamar la atención, ¿no? || susurro riendo a Drake.
|| Quién como él. Pero bueno, hasta ahora todo va perfecto. Vamos por aquí, Sebastián debe estar en la parte posterior || me susurra Drake mientras nos deslizamos por las sombras, evitando ser vistos || Aprovechemos que nuestro amigo lo está dando todo en su discurso ||
Nos movemos con cuidado, manteniéndonos cerca de las paredes y evitando los grupos de hombres elegantemente vestidos que conversan en pequeños círculos íntimos o se mueven por el lugar. El aroma a perfume de alta gama y el humo de cigarrillos exóticos flotan en el aire, mientras los camareros elegantes navegan entre la multitud, equilibrando bandejas llenas de cócteles y champagne.
Finalmente, alcanzamos una esquina más tranquila y apartada del bullicio principal. Aquí, las luces son más tenues, creando un ambiente íntimo y acogedor. Sofás de terciopelo oscuro y mesas de mármol ofrecen refugio para conversaciones privadas o momentos de descanso entre bailes y brindis.
De repente, una mano firme toma mi brazo, haciéndome saltar del susto. No es Drake, sino Sebastián, cuyos ojos furiosos nos llevan a un rincón oscuro, alejados de las miradas curiosas. La música y las risas de la fiesta parecen disminuir en este pequeño oasis de privacidad, mientras Sebastián nos mira con atención antes de dirigir su mirada directamente hacia Drake.
|| Drake, estoy seguro de que estás disfrutando de la fiesta. El whisky y los bistecs parecen ser de tu agrado esta noche. Pero no entiendo por qué has traído una brecha de seguridad contigo || dice con seriedad, su mirada luego se posa en mí || Sé que ustedes dos se llevan bastante bien y son muy cercanos, pero temo que Lady Riley debe irse ||
|| No me voy a ir a ningún lado || exclamo, liberando mi brazo de su agarre con un movimiento brusco, la furia ardiendo en mis ojos || Tengo que hablar contigo, Sebastián || Mi arrebato lo toma por sorpresa, pero rápidamente recupera la compostura, su rostro se endurece.
|| Me temo que deberá irse, Lady Riley, o yo mismo la acompañaré afuera. Hablar no es una opción || dice, apretando mi brazo con más fuerza. Pero Drake interviene de inmediato, sujetando el brazo de Sebastián con firmeza y obligándolo a soltarme, mientras me coloca detrás de él, su ceño fruncido con determinación.
|| Lo que ella quiso decir es que QUEREMOS hablar contigo || exclama Drake con una rabia contenida. Sebastián se acerca, su tono de voz ahora un rugido.
|| Drake, si es necesario… Te acompañaré afuera a ti tamb--- || Amenaza, pero antes de que pueda terminar, me muevo entre ellos, mis ojos suplicantes buscando los suyos.
|| Sebastián, escúchame || le digo con desesperación || Solo necesito hablar contigo. No vine a causar problemas, pero hay algo que debo saber || Sebastián, aún enfurecido por nuestra presencia en la fiesta, intenta mantener la compostura. Su mirada se endurece mientras nos observa a ambos.
|| ¿De qué está hablando, Lady Riley? Esta es una fiesta privada. Ya ha causado suficiente revuelo al estar aquí. No tiene nada que buscar en esta fiesta || dice con frialdad. La tensión en el aire es palpable, cada segundo que pasa intensifica el enfrentamiento. Drake y yo intercambiamos una mirada, sabiendo que estamos en el filo de la navaja.
|| Sebastián, por favor || insiste Drake, tratando de calmar la situación || Esto es importante. Necesitamos respuestas, y sé que tú las tienes ||
|| ¿Respuestas? No sé de qué hablas, Drake, pero este no es el lugar ni el momento || Sebastián escupe la palabra con desprecio.
|| Sebastián, no tenemos que hacer esto aquí, pero no me iré sin hablar contigo || mi voz es firme, inquebrantable || Sé que fuiste tú ||
|| Sí, soy yo… Pero soy quien los va a sacar de la fiesta en este momento. Ahora, vengan conmigo || Sebastián se mueve para agarrarme una vez más, pero Drake intercepta su mano, bloqueándola y colocándose frente a mí. Claramente aprieta los dientes, luchando por mantener la calma.
|| No te hagas el desentendido. Sabemos que fuiste tú quien ayudó a tenderle una trampa a Riley... Así que no sirve de nada negarlo. Penélope le contó todo a ella sobre cómo la convenciste para sabotearla. Apuesto a que tú también estás detrás de lo de Olivia para que dejara la corte. Aunque sigo preguntándome por qué. ¿Por qué les harías eso a ellas? ¿A Liam? No tiene ningún sentido para mí || exclama Drake, lleno de rabia.
|| Drake... || Sebastián abre los ojos, notablemente nervioso. Mira alrededor de la habitación antes de encontrar la mirada de Drake de nuevo y comenzar a negar con la cabeza || No puedo hablar de esto ahora… Entiende que soy simplemente un sirviente de la corona ||
|| Sebastián, ¿por qué lo hiciste? ¿Qué fue lo que te hice yo? || exclamo frustrada. Sebastián me mira con un poco de vergüenza, pero Drake no le da tiempo para responder.
|| Sebastián, dinos quién tuvo su mano en esto. Quiero saber quién… Dímelo ||
|| Drake, no hagamos esto en este momento, por favor || Sebastián levanta las manos para calmarlo, mirando entre la oscuridad en la que estamos y la fiesta que se desarrolla afuera.
|| Sé que eres un buen hombre, Sebastián... Pero lo que hiciste, lo que casi ayudaste a Tariq a hacerle a Brown esa noche, es una locura. ¡Y lo sabes! Sé que tenías que estar trabajando para alguien. Sé que no harías... || exclama Drake, pero inmediatamente Sebastián golpea su puño en la pared al lado de Drake, casi raspándolo.
|| ¡MALDITA SEA, DRAKE! ¡DIJE QUE NO PUEDO HABLAR DE ESTO EN ESTOS MOMENTOS! || dice con los dientes apretados.
|| Sebastián, por favor... || finalmente logro hablar, intentando ocultar mi temblor mientras miro al suelo. Siento sus miradas sobre mí, pero trato de contener las lágrimas y el dolor que me abruma || Solo necesito entender. ¿Por qué lo hiciste? ¿Qué ganaste al traicionar a alguien que confió en ti? || mis palabras salen entrecortadas por la emoción, pero mi voz es firme y determinada. Sebastián toma gentilmente mi brazo, esta vez de manera cariñosa.
|| Lo siento mucho, Lady Riley. De verdad, y para ser honesto, no fue nada personal… Es lo único que puedo decirle. Pero ahora, es tiempo de que se vayan || dice Sebastián mirándome con recelo. Drake toma el brazo de Sebastián fuertemente y, furioso, lo aleja de mí.
|| Retira tus manos de ella en este momento || exclama Drake mientras coloca su mano en mi brazo suavemente || Nos iremos… ¡Pero no puedo creerlo, Sebastián! ¡Siempre te jactabas hablándome sobre la lealtad y luego, a escondidas, le haces esto no solo a Brown, quien fue inocente en todo esto, sino a Liam! Qué lástima que no seas el hombre que pensé que eras. Mi papá estaría decepcionado de ti ||
|| Drake... lo siento. No quise... || Sebastián se mueve hacia Drake de nuevo, con una mirada muy triste || Como dije, esto no fue personal, lo juro ||
|| Honestamente, se siente muy personal desde donde estoy parado || le reclama Drake. La ira de Drake parece irradiar en el pequeño espacio, pero todo lo que siento ahora es pura tristeza, un peso abrumador en mi corazón. Todo esto no sirvió para nada || Vámonos, Brown. No vale la pena permanecer aquí ||
Pero antes de que podamos alejarnos de Sebastián, escucho una voz indignada detrás de mí.
|| ¡Por Dios santo! Me ausento durante diez minutos y regreso al caos absoluto. ¿Qué está ocurriendo aquí? || exclama Bertrand. Al encontrarse con mi mirada, su expresión cambia de indignación a sorpresa || ¿Riley? ¿Qué te pasó? ¿Qué haces aquí? || pregunta, asombrado y preocupado.
De repente, siento cómo la respiración de Drake cambia y comienza a volverse más rápida y pesada. En un parpadeo, sus ojos se fijan en Bertrand con una intensidad que nunca antes había visto. Sin decir una palabra, Drake avanza lentamente hacia Bertrand, sus manos cerrándose en puños y su mirada encendida de furia.
|| ¡TÚ! || exclama Drake, su voz vibrando de rabia contenida. Cada paso que da hacia Bertrand está cargado de una amenaza palpable, sus músculos tensos como un resorte a punto de estallar.
Bertrand retrocede un paso, sorprendido por la reacción violenta de Drake. La tensión en el aire es casi insoportable, como una tormenta a punto de desatarse. El silencio que sigue es ensordecedor, mientras todos los presentes contienen la respiración, esperando lo que está por venir.
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@tessa-liam, @kingliam2019, @choicesficwriterscreations
If anyone else wants to be tagged, just let me know. I hope you enjoy this wonderful love adventure.
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srtapinklips · 9 months
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Música y drama, siempre de la mano
Esta tarde estaba yo bien nostálgica escuchando reguetón añejo y, escuchando a Romeo Santos me he dado cuenta de que muchas canciones describen demasiado bien algunos de mis roles y me he dicho, ¿dónde puedo compartir esta idea de mierda? Y aquí estamos
Imitadora, Romeo Santos: Un Ecthelion descorazonado cantándole a su señora
¿Quién es esta extraña que se ha apoderado de tu ser? ¿Dónde está la amante loca que me erizaba la piel? Porque ya tú no me tocas como lo hacía esa mujer Algo no anda bien Esta noche me hago el interrogante Y le pongo fin a la impostora, usurpadora Exijo contigo una entrevista Sospecho plagio a mi señora, mala imitadora
¿Tengo que añadir algo más? Literalmente el rol que estoy teniendo con @yuliw Osea es que para qué añadir algo más cuando Romeo Santos ya lo ha dicho todo...
Mayor que yo 3, Luny Tunes & co: Jarrik encandilado por la vieja
La canción no tiene pérdida, así que simplemente me limitaré a poner aquí mis estrofas favoritas, empezando por el estribillo:
Que la quiero mayor que yo, que yo Que me dé calor, que me dé de su amor Me eduque en experiencia, me deje loco Me lleve a la cama y me haga alucinar
And there's more...
Con esa experiencia que usted me ha conquistado Me tiene loco, me tiene enamorado Esa cinturita cómo que no ha cambiado Y esta noche la quiero tener... Allá en mí cama Tu cuerpo calentao, prendío en llamas El ronque dure hasta las tres de la mañana Yo forever, papá, tú forever, mamá
Y mi estrofa favorita donde me vuelvo loca (y Jarrik también)
Auh-auh, me puse salvaje Auh-auh, aguanta el voltaje Auh-auh, sacúdeme ese motete La llevo a caminar, suéltese, lo bajo pa' que respete Estoy enloquecido y convencido Que usted se va conmigo aunque me busque un lío No te obligo ma', si yo te sigo Tranquila que de aquí nos vamos encendío
Arte, si me preguntan.
Ella y yo, Aventura ft. Don Omar: dos hombres, una señora y un desengaño.
A ver, aquí entra un poco de mi headcanon porque Jarrik y Ecthelion ni se conocen, pero es que una vez más Romeo Santos aka. Ecthelion como el buenazo que es aconsejando a Don Omar aka. Jarrik que luche por amor cuando su amor es ni mas ni menos que su esposa. ¿El drama? ¿El plotwist? A cultural reset.
La cosa empieza con Don Omar aka. Don Bigotón rayado por su amor prohibido confesándole parcialmente la movida a su interlocutor:
Amigo, ella y yo Solo nos vemos a escondidas para ahogar esta prohibida pasión Y aunque tiene dueño, yo solo tengo un sueño, ser su protector Somos su marido, ella y yo
A lo que Romeo Santos aka Ecthelion el Santo responde con su zen y su temple, y empieza a caldearse la cosa:
Mi esposa y yo Somos felices, dos almas, matices en lo que es el amor Por eso te entiendo, y aunque sea casada, no te alejes por temor No lo hagas Don, ay, no, no, no
Y despues de unos cuantos tiras y aflojas... Llegó la CONFESIÓN de nuestro northel lover:
Amigo, pido perdón, yo nunca te fallé Me traicionaron las ganas de volverla a ver Y aunque todavía no puedo creer Lo que este amargo encuentro me hizo comprender Pues tú también llegaste a ese lugar Donde tantas veces yo la fui a buscar Y aunque no es fácil lo que voy a hacer Admitiré que salí con tu mujer
Spoiler: Ecthelion no se lo toma bien y rompen la relación que nunca tuvieron (?).
Pobre diabla, Don Omar: un Jarrik más morrotriste que nunca
Esta canción es simple y llanamente Jarrik Nordar con Nerissa. Me voy a tomar la libertad de cambiar el género de la Pobre diabla a pobre diablo y voilà, la relación de Jarrik y Nerissa in a nutshell.
Pobre diablo Se dice que se te ha visto por la calle vagando Llorando por una elfa que no vale un centavo Pobre diablo, llora por una pobre diabla Que no te valorizó nunca Y que nunca lo hará Que solo te hizo llorar Pero tú la amas Que no te valorizó Cuando con besos te hechizó Que solo te utilizó Y hasta te embarazó
Bueno, la última estrofa es difícil de cambiar pero creo que la idea esta bastante clarita JAJAJAJA.
Rueda rueda, Eddy Lover: se vienen cositas
Las cositas: Jarrik se entera de lo mala que es su vieja y la inperdona. ¡Que ruede la vieja, cuesta abajo y sin frenos!
Tú fuiste mala Fuiste veneno y mala Yo q te di el corazón Y lo echaste a perder Traicionándome, mala Vas a pagar por mala Tu pago es malo Yo te veré Para llorar, rogar Yo sé q tú Lloraras como he llorado Por ser tan mala Que te recojan con pala
Bueno, espero que este tremendo shitpost os haya sacado una sonrisa y hayáis descubierto tremendas joyas del reggaeton y entendáis así por qué este género es una de mis fuentes de inspiración y hype para mis roles y tramas JAJAJAJA.
Mención especial a @yuliw y @gamberroymaleante por ser las víctimas del shitpost de hoy 👁️🫦👁️
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outlanderrepublic · 2 years
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En este #LunesDeLibrosEdicionNavidat, abrimos el arcón de los recuerdos y les compartimos a nuestro #KingOfTodo adorado sumándose al "Feliz, triste y confundido" que Josh Horowitz hizo con nuestra #QueenB durante el segundo encierro en UK por la pandemia. El king está leyendo un poema clásico de Navidad de Clement Clarke Moore que se llama " La noche antes de la Navidad" publicado en 1823.
#GordaFanFacts y #VeoVeoQueVes:
1) Para las #GordasFansMal de Tim Burton, este poema es la inspiración de "El extraño Mundo de Jack" que en Inglés se llama "La pesadilla antes de Navidad"
2) En el minuto 00:22 mientras dice CAP (=COFIA), el king baja la cabeza mostrando su gorra tipo Peaky Blinder y ya nos agarra el primer desmayo.
2) en el minuto 02:20 cuando habla del guiño de Santa Claus, el king guiña el ojo rapidito y vayan buscando palas.
3) Al final tira beso...adiós mundo cruel!!!
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conobarco · 3 months
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me esta, me esta, me esta gustando un chico que anda en bicicleta con pantalones cortos camisa y camiseta, yo le tiro un beso el me tira dos, yo muy enojads le canto esta cancion: huevos duros, a comer, ensalada vomitada, cucarachas, sin bombacha, anoche fui a un baile un chico me beso, le dije que era monja y todo se acabo, mi hermana tuvo un hijo la loca lo mato, lo hizo picadillo y al horno lo metio
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deepinsideyourbeing · 3 months
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Far Too Gone (Gimme Love) - Enzo Vogrincic
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+18! Sub!Enzo (hint of Switch!Enzo). Begging, dirty talk, fingering (anal), hiperespermia, masturbación, (fugaz) mommy kink, sexo oral, sexo sin protección, sex toy (dildo), subspace (implícito), edades no especificadas. Uso de español rioplatense.
-¿Querés más café?- ofrece tu novio mientras tus dedos se deslizan entre las hebras todavía húmedas de su cabello castaño. Permanece recostado en tu regazo y su palma cálida y pesada recorre tus muslos afectuosamente, sus labios sembrando besos ocasionalmente. 
-No, gracias bebé.
Es una fría mañana de sábado y te encontrás nuevamente bajo las mantas para protegerte de las bajas temperaturas invernales; tu novio, por el contrario, caminaba hasta hace unos minutos por todo el departamento, llevando nada más que su ropa interior y un suéter oversize con el que no logró ocultar por completo su erección.
-¿Te falta mucho?- pregunta Enzo, estirándose para poder mirarte desde su posición.
Cerrás tu libro y te entretenés con otro sorbo de café antes de contestarle. Te observa con esa arrolladora profundidad que tanto caracteriza su ser y su mirada y contrasta con la impaciencia que tira de sus labios hasta transformarlos en un tierno gesto que pretende ser demandante. Dejás la taza sobre la mesita de noche y con tu mano libre abrigás su mejilla.
-¿Por?- tu pulgar juega con su labio-. ¿Necesitás algo?
-No.
Suspirás.
-¿Qué querés?- insistís-. Decime.
-Nada, es que…- muerde su labio, indeciso-. No, no importa, seguí leyendo.
Un pequeño movimiento llama tu atención y comprendés que está intentando con todas sus fuerzas no imponer sus deseos, como siempre, convenciéndose –falsamente esperanzado- de que los roces de su mano podrán sustituir el placer que le brindan tus atenciones y tu cuerpo. Capturás su fuerte mandíbula entre tus dedos y cierra los ojos con anhelo.
-¿Qué estás haciendo?
-Nada.
-No me parece que sea nada- renegás, apartando las mantas para descubrir su cuerpo.
Todavía está muy duro y su excitación oscurece desvergonzadamente su ropa interior. Sus movimientos no se detienen y, motivado por el fulgor que percibe en tu mirada, permite que su mano se cierre en torno a su bulto para que puedas apreciar el contorno de su extensión. Enzo es insaciable y ojalá pudieras molestarte con él por eso, pero… ¿Cómo podrías cuando tiene tanto para ofrecer? 
-Desde que te despertaste estás así, ¿por qué?
-Por tu culpa- dice con un hilo de voz-. Porque vos estabas…
-¿Qué?
 -Desde ayer- tiembla bajo tus dedos-. No me dejaste…
-Eso fue tu culpa- corregís-. No querés otro castigo, ¿no?
-No.
-Entonces hablame bien- cerrás tus dedos sobre su cuello -. ¿Querés que te la chupe?
Un patético sonido de necesidad surge en su garganta y asiente rápidamente.
-¿Y te vas a portar bien?
-Sí- pellizcás su pezón por sobre el suéter-. Sí, me voy a portar bien.
Se mueve rápidamente cuando te alejás para dejar tu libro en la estantería y se recuesta sobre las almohadas, impaciente, bordando la desesperación. No puede evitar observar todas las líneas y curvas que la ropa holgada cubriendo tu figura le permite ver, así como tampoco puede evitar pensar en arrancar las prendas de tu cuerpo para regarlo con besos y mordidas.
No se atreve a deshacerse de su ropa interior -que está cada vez más empapada- porque sabe que preferís ser vos quien descubra su cuerpo y mientras espera tira nerviosamente de las mangas del suéter, que ya son lo suficiente largas como para que sólo las puntas de sus dedos sean visibles. Sus dedos inquietos se contraen repetidamente en un intento de no tocarse.
Regresás a la cama luego de unos minutos y gateás hasta él, posicionándote entre sus piernas y mirándolo seductoramente mientras deshacés la distancia entre su cuerpo y el tuyo. Tus dedos escalando rítmicamente por su muslo desnudo hacen que se estremezca y le sonreís antes de depositar un pequeño, casi imperceptible beso sobre su piel caliente.
Rodeás su erección con una mano y con movimientos lentos pero firmes comenzás a masajearlo por sobre la tela. Suspira de alivio, agradecido por un poco de estimulación, pero pocos minutos más tarde su compostura comienza a desvanecerse y tiene que esforzarse por no mover sus caderas en busca de más contacto con tu palma. Sabe cuáles son las consecuencias.
Gime débilmente, sensible en extremo cuando son tus caricias las que bañan su cuerpo, y te recostás sobre su pierna temblorosa mientras continuás torturándolo: observás cómo muerde su labio inferior con fuerza, su cabello cayendo en todas las direcciones cuando arroja la cabeza hacia un lado y luego hacia el otro, sus uñas clavándose en sus palmas.
Ojalá nunca sepa lo hermoso que se ve y lo débil que te sentís ante su imagen, pensás, porque es peligroso que sepa todo el poder que su ser tiene sobre tu cuerpo y también sobre tu mente. Es capaz de deshacerte con una sonrisa y calmarte con un abrazo, cosas sobre las cuales es consciente y aprovecha sin maldad, ¿pero esto? Es mejor que no lo descubra.
-Así te gusta, ¿no?- preguntás sólo para hacer arder su rostro.
-Sí- contesta, casi siseando-. Se siente muy bien.
-Mirá cómo te estás mojando…
Una exclamación ahogada, mezcla entre vergüenza y excitación, escapa de su boca. Sentís el súbito y violento palpitar de su erección, que seguramente está liberando todavía más del abundante líquido preseminal que pronto tendrás el lujo de sentir recorriendo tu lengua.
-¿Más?- suplica-. Por favor, mi amor.
Tocás su cadera con dos dedos para que te permita retirar su ropa interior y cuando lo hacés, lenta y serenamente para atormentarlo, su erección furiosa reclama tu atención. Está goteando y hace brillar deliciosamente la piel de Enzo, sobre la cual deslizás tus yemas para luego llevarte los dedos a la lengua y probar su esencia.
-Elegí- decís una vez que comenzás a masturbarlo justo como le gusta-. ¿Dónde querés acabar?
Torcés tu muñeca y él arroja la cabeza sobre las almohadas.
-En tu boca- contesta entre gemidos-. ¿Puedo?
-Sí, podés- besás la base de su miembro y suspira, contento.
Los movimientos de tu mano no cesan y, luego de lo que él considera una eternidad, tus labios siempre tan provocadores comienzan a sembrar en él besos húmedos que resuenan por toda la habitación. Tu saliva y sus fluidos se entremezclan hasta cubrirlo por completo, provocando sonidos obscenos y otorgándote tanta lubricación como necesitás para aumentar el ritmo.
La vena que recorre su extensión te desconcentra de la mejor manera y bajás la velocidad con que lo masturbás sólo para poder trazarla con tu lengua. Un gruñido que él intenta silenciar es la única confirmación que necesitás para comenzar a lamerlo con entusiasmo, como si se tratara de tu dulce favorito, pero sabés que para Enzo no es suficiente. 
Sus muslos se contraen sobre tu cuerpo, producto del placer de los interminables giros de tu muñeca y la antelación con que espera sentir más de tu boca, y te detenés por completo para llamar su atención. Descubre su rostro, oculto los pasados minutos por su brazo en un intento desesperado de no dejarse llevar por tu imagen, encontrándose con tu mirada en el momento justo en que tus labios se cierran sobre su glande y succionás.
Sus dedos fundiéndose con las pobres sábanas bajo su cuerpo, tirando y retorciéndolas, son un claro indicio de su sensibilidad. Intentás no sonreír para no entorpecer tu trabajo pero te resulta imposible, sobre todo considerando cuánto disfrutás arruinar a tu novio y la forma en que su adictivo sabor recorriendo tu lengua provoca más calor y humedad entre tus piernas.
El más que generoso tamaño con que siempre llena tu interior, independientemente de en qué entrada sea, provoca cierto dolor en tu mandíbula y te dificulta respirar con normalidad; no te importa, por supuesto, ya estás acostumbrada a manejarlo y estás segura de que disfrutás ahogarte con él más de lo que otras personas lo harían.
Las vibraciones que tus gemidos provocan sobre su miembro y el constante ritmo con que lo tomás en tu boca, cada vez más profundo y permitiéndole golpear tu garganta, lo hacen tiritar; pronuncia un hilo palabras entre las cuales se repite tu nombre –que con su voz suena celestial-, muerde sus nudillos para que el dolor lo distraiga, pero es completamente inútil.
Es obvio que él también disfruta en demasía tu pasión y devoción a la hora de chupársela.
-¿Qué pasa?- preguntás cuando te separás para tomar aire-. ¿No aguantás más?
-Necesito…- sacude la cabeza y en sus ojos hay lágrimas de vergüenza-. ¿Puedo?
-Cuando quieras, bebé.
Cuando quieras resulta ser el preciso momento en que volvés a llevártelo a la boca, succionando con fuerza y ocupándote con tu mano de los centímetros que no lográs tomar más allá de tus labios. Los incontables hilos de su semen caliente salpican tu garganta y cubren por completo de blanco tu lengua, y prolongás tus acciones hasta oírlo sollozando por la sobre estimulación. Gimotea tu nombre cuando tu garganta se contrae mientras tragás.
Lo liberás e intenta regular su respiración errática, esforzándose por calmar el ritmo descontrolado de su corazón mientras te observa ponerte de pie en busca de quién sabe qué. Con la mente letárgica y desorientada por la intensidad del orgasmo es incapaz de comprender por qué no estás consolándolo o mimándolo y un quejido deja sus labios.
Regresás a la cama y encontrás su rostro oculto en la almohada en un dramático gesto de protesta. No le das importancia y tirás de sus piernas con fuerza para obligarlo a retomar su posición anterior, haciéndole a su vez entender cuál era el motivo por el cual lo dejaste solo: buscar el lubricante y el dildo que llevás en tus manos.
-Pensé que…
-¿Que iba a dejar que me cojas?- arqueás una ceja-. No.
No es correcto que te parezca divertida la decepción con que deja caer sus hombros, lo sabés, pero la bruma que nubla sus pupilas y las lentas reacciones de sus extremidades comienzan a hacer efecto en ese rincón de tu mente: su vulnerabilidad y total entrega desencadenan en tu sistema algún proceso, ya sea químico u hormonal, no estás segura y no te importa.
Sólo sabés que te encanta.
El lubricante en contacto con su piel lo sorprende y cuando intenta apartarse lo inmovilizás con una mano en la parte baja de su abdomen, una franja de su piel ahora visible gracias a que su ropa está desacomodada. No estás haciendo fuerza, es más como una leve caricia, pero es suficiente para mantenerlo quieto en su lugar.
-Lento, amor- implora.
Separás sus muslos todavía más, en tu rostro una sonrisa dulce y atrevida que le roba el aliento, sosteniéndole la mirada para distraerlo: tus dedos rozan su entrada y sus músculos se relajan por la costumbre, haciéndote notar que su cuerpo todavía está muy arruinado por las reiteradas e incontables veces en que lo castigaste el día de ayer… y el plug anal con el que durmió.
Su entrada no presenta resistencia cuando presionás sobre ella y unos segundos más tarde te recibe en su interior, sus paredes bañadas de lubricante provocando sonidos indecentes cuando comenzás a estimularlo con pequeños y repetitivos movimientos. Su erección pulsa con el ritmo de tus estocadas.
Enzo se retuerce, extremadamente sensible en cuerpo y mente, cuando curvás tus dedos para acariciar su próstata. Un roce en el lugar exacto y se lleva las manos a la boca, mordiéndose los nudillos y las mangas del suéter para guardar silencio, consciente –aunque cada vez menos- de que aún es muy temprano y que no pueden permitirse más quejas por parte de los vecinos.
Tomás su miembro y por la desesperación en sus facciones creerías que no está goteando cantidades absurdas de líquido preseminal, los hilos traslucidos que brotan en su punta cayendo por tus dedos y también por el dorso de tu mano. Respirás profundo, ignorando sus ojos atentos a tus movimientos, con la esperanza de controlarte ante la tentadora imagen frente a vos.
Rezás para no desmoronarte antes que él.
Entre sus gemidos graves y suspiros temblorosos repite tu nombre para llamar tu atención mientras lo preparás; hacés caso omiso porque sabés que en caso de mirarlo va a conseguir justo lo que quiere y no es algo que estés dispuesta a concederle sólo porque sí. Una simple advertencia, ese gesto tuyo más que familiar para él debería resultar, pero....
-¿Me dejás? Por favor.
-Enzo- apretás su miembro, más molesta por tu debilidad que por su insistencia y la irónica facilidad con que logra manipularte siempre, y se queja.
-Dale, mami, te necesito…
Temblás.
-Callate. No te aguanto más.
Tus dedos dejándolo vacío y desprovisto de atención son para él más angustiantes que tus furiosas palabras. Te observa inmóvil desde su posición, preguntándose qué tan mal estaba comportándose como para que reacciones de tal manera: no cree haber cruzado el límite, pero no encuentra otro motivo para tu falta de paciencia.
Tardar no es una opción porque sabés que podrías arrepentirte –sobre todo viendo que Enzo no deja de gotear y sintiendo entre tus piernas el correr de tus fluidos- y es por eso que llenás el juguete con lubricante para luego conducirlo hacia su entrada. Con tan sólo un poco de presión lográs introducirlo en su interior y él clava las uñas en el colchón ante la estimulación.
Volvés a tomar su miembro.
-No, pará- dice casi gritando-. Es mucho.
En lugar de contestar comenzás a masturbarlo siguiendo el ritmo con el que movés el dildo. Intenta cerrar las piernas para detenerte pero luego de ver la mirada que le dirigís las deja caer nuevamente y permitirte hacer con su cuerpo lo que quieras porque, más allá de cuánto él disfrute estar dentro tuyo o la insoportable sensibilidad ante tus acciones, esto también le gusta.
Mucho.
No estás segura de si intentás vengarte por su no tan ejemplar comportamiento (dijo que se iba a portar bien, ¿no? Entonces, ¿por qué no se quedó callado?) o si sólo querés reducirlo hasta convertirlo en un incoherente desastre, justo lo que era hasta hace unas horas, pero de todas formas posicionás el dildo en el ángulo ideal para golpear su próstata una y otra vez.
Grita y sonreís cuando un destello de pánico ilumina su mirada. Vuelve a cubrirse la boca y cierra los ojos con fuerza, probablemente pensando en los vecinos y en qué dirán, pero sus gemidos ahogados todavía son audibles y las lágrimas que se deslizan por sus mejillas son tu recompensa.
Continuás abusando de ese punto y su excitación cada vez más abundante entorpece los movimientos de tu otra mano. Reafirmás tu agarre sobre su miembro y para cuando Enzo reúne fuerzas e intenta protestar, reincorporándose para tomar tu muñeca y detenerte, es tarde: acariciás su punta con tu pulgar y en lugar de hablar sólo balbucea, tropezando con las palabras y con su orgasmo.
Su liberación mancha tu mano, su piel, su suéter y también las sábanas. Observás absorta ese lugar entre su estómago y su pelvis donde el semen se acumula, casi accidentalmente ignorando que el interminable vaivén del dildo en su interior y los movimientos de tu mano lo están volviendo loco.
Sólo cuando solloza salís del trance y dejás de tocarlo.
-Ya está, ya está- acariciás el interior de sus muslos-. Muy bien, bebé.
Regresás a su lado para besar sus labios, salados por sus lágrimas y muy suaves, mientras peinás su cabello y rozás su mejilla con tus nudillos. Susurrás palabras de consuelo en su oído y también un dulce sin sentido, felicitándolo sin hacer mención a un pequeño detalle que planeás usar a tu favor.
-¿Me das otro beso?- pregunta.
-Obvio.
Tus labios rozan los suyos por unos segundos y los separa cuando tu lengua se desliza sobre ellos. Es un beso húmedo, enriquecido por el fuego y la intensidad que se genera cada vez que ambos se tocan, y se prolonga hasta que sus pulmones comienzan a arder por la falta de oxígeno. Recostás tu frente en la suya y él sonríe.
Es una pena, pensás.
Está tan agotado y tan desconectado, tan pero tan lejos, que no parece comprender el motivo por el cual tus dedos recogen el pequeño mar de semen sobre su piel para luego dirigirse a tu entrepierna, haciendo a un lado tu ropa interior y mojando tus pliegues ya humedecidos.
Un sonido extraño escapa de sus labios luego de ver la expresión que hacés cuando tus dedos se deslizan en tu interior. Su mano masajea tu cadera en una silenciosa súplica y, Dios, es tan tierno que él crea que sólo utilizarás sus dedos.
-Por...- se aclara la garganta-. Por favor, ¿puedo?
-¿Qué?
-Tocarte.
-Ya me estás tocando- hacés un gesto hacia su mano recorriendo tu piel.
-Tocarte bien- explica-. Ahí.
-¿Dónde?
Se arroja sobre la almohada y cubre su rostro con una mano. Intentando amarse de valor para decir justo lo que querés oír, relame sus labios, pero antes de poder hablar lo sorprende sentir tu peso sobre su cuerpo y tu mano envolviéndolo otra vez.
-No me pediste permiso- explicás cuando encontrás sus ojos sorprendidos. Un gemido brota de entre sus labios cuando deslizás su glande entre tus pliegues, cubiertos con tu excitación y su semen, y se muerde los labios cuando lo guiás a tu entrada-. Y estabas re insoportable porque querías cogerme.
Te dejás caer sobre su miembro, su erección todavía firme luego de dos orgasmos, y el ardor que provoca en tu estrecha entrada te hace suspirar de placer. Te encanta el tamaño de Enzo, pero más te encanta saber que es sólo tuyo y que podés hacer con él lo que quieras.
Sus manos se cierran sobre tu cadera.
-No puedo, no puedo.
-Sí, podés- comenzás a mover tu cadera y una chispa de placer te recorre de pies a cabeza cuando su pelvis estimula tu clítoris. Sentis sus uñas enterrándose en tu piel y siseás-. ¿Querías cogerme? Cogeme ahora, dale.
Su mandíbula tensa y la forma en que sujeta tu cuerpo llama tu atención, seguro, pero no lo suficiente para cuestionarlo. Continuás moviéndote sobre él, embriagándote con la angustia que la sobre estimulación agrega a su voz y perdiéndote en el placer que sólo podés conseguir con su cuerpo.
-Decís que no podés pero bien que la tenés dura todavía- te burlás, deslizando una mano bajo su suéter para acariciar su pecho... Bueno, masajear su pecho era el plan inicial, pero tus dedos terminan cerrándose sobre su pezón y pellizcándolo cruelmente.
La tensión en el aire se vuelve intolerable y la única advertencia que captás es su mueca repentinamente arrogante. Sus fuertes manos sobre tu cadera te obligan a detenerte y gemís de dolor, segura de que sus huellas quedarán impresas con marcas moradas y rojas, confundida por la inesperada demostración de fuerza.
Tu voz te traiciona cuando tiembla:
-Enzo, no.
-¿No era que no ibas a dejar que te coja?- pregunta.
-Yo te estoy cogiendo.
Intentás golpear su mejilla, molesta por la insolencia, pero captura tu muñeca en el aire y tira hasta que caés sobre su pecho. Tu rostro está a milímetros del suyo cuando con una brusca estocada te hace gemir de manera patética, robándote el aliento.
-¿Segura?
Nota mental: no hacer enojar a Sub!Enzo. Eso. taglist: @chiquititamia @creative-heart @recaltiente @lastflowrr @madame-fear @delusionalgirlplace @llorented ♡
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marcela-33 · 1 year
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Hola?...mis lindas y mis lindos, como están hoy ❤️?...espero que muy bien 😊...por mi parte estoy bien aquí disfrutando de mi pereza jajaja y espero que ustedes también estén disfrutando mucho de su pereza junto con la flojera 😉 jajaja. Bueno que se le va hacer si la tarde nos tira a no hacer nada mis amores 🙃...en fin ❤️... Saludos con cariño, besos y abrazos. Cuídense mucho mucho jajaja
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jennxzzx · 1 year
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Esta es la continuación del capítulo 3 de la temporada 2 de mi fanfic de Alice In Borderland llamado "Survival Game" subido en wattpad.
Aquí mi cuenta de Wattpad 👇🏻👇🏻:
https://www.wattpad.com/user/Jennxzzx
Advertencias: para +18, nada más para decir (😭)
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Chishiya levantó suavemente la blusa de Yuki y la dejó levantada sobre su clavícula dejando al descubierto su sostén oscuro.
Yuki: ¿Qué.. que haces? — Dice con voz temblorosa sin poder evitar estar nerviosa y un poco avergonzada. —
Chishiya la mira a los ojos con una mirada burlona antes de hablar.
Chishiya: ¿Eres virgen?
Yuki: ¿Qué? No, pero... aunque lo fuera, ¿Qué tendría de malo? — Yuki frunce el ceño avergonzada viendo hacia otro lado. —
Chishiya ríe otra vez con tono ronco.
Chishiya: Nada.. ¿Puedo? — Él la mira a los ojos pidiendo permiso. —
Yuki: Ya me estás desnudando, ¿para qué pides permiso?
Chishiya: Tienes razón.
No se dijo más nada y Chishiya empezó a dejar suaves besos en el abdomen de Yuki sin tocar demasiado sus vendajes para no herirla mientras Yuki hace todo lo posible para no soltar ningún ruido que indique exitación, aunque claro, eso es lo que siente.
Chishiya sube sus besos hasta llegar a su sostén, él mira a los ojos a Yuki solo para ponerla nerviosa mientras una de sus manos rodea su espalda para desabrochar el sostén.
El peliblanco no parece tener ningún problema en desabrocharlo y lo hace rápidamente antes de pasar la blusa de Yuki por arriba de su cabeza para sacarla.
En menos de 1 minuto, Yuki ya tiene la parte superior al desnudo mientras aún le quedaban sus jeans y zapatos.
Yuki: Esto es vergonzoso.. — Yuki se tapa el rostro suspirando de vergüenza. —
Chishiya: No tiene por qué serlo. No soy un extraño..
Él toma suavemente la mano de Yuki que tapaba su rostro y besa el dorso de esta antes de acercar su boca hacia uno de los duros pezones de Yuki.
Yuki ahora no puede ocultar ningún ruido. Ella jadea al sentir la cálida boca de Chishiya en uno de sus fríos pezones.
Chishiya nunca deja de sostener suavemente la mano de Yuki y de mirar sus ojos cálidamente.
Yuki trata de tapar su boca con su mano libre de forma inconsciente, pero Chishiya también sostiene la otra dejando sin movilidad a Yuki.
Chishiya lame lentamente el pezon de Yuki antes de pasar al otro y hacer el mismo movimiento.
Al separar su boca del pecho de Yuki, se puede ver un pequeño hilo de saliva que conecta a la boca de Chishiya con el pezon de Yuki.
Yuki gime suavemente en voz baja al ver esto y Chishiya besa suavemente los labios de Yuki cariñosamente.
Yuki: No es justo.. — Ella murmura viendo a Chishiya con ojos vergonzosos. —
Chishiya la mira con confusión y Yuki señala la ropa de él.
Él ríe y se quita la chaqueta gris que siempre lleva antes de quitarse la remera negra que tenía debajo dejando ver su abdomen, si bien no era muy trabajado, se notaba que se cuidaba.
Chishiya besa los labios de Yuki una vez más antes de desabrochar los pantalones de Yuki sin aviso y bajarlos junto con sus bragas hasta sus tobillos, ahí quita los zapatos y las medias de Yuki suavemente y luego tira al suelo el pantalón y la ropa interior de Yuki de una vez.
Yuki iba a reprochar, pero Chishiya levanta una de sus piernas para pasarla sobre su hombro y acerca su rostro a la intimidad de Yuki. Yuki gime en voz alta sosteniendo con fuerza las sábanas al sentir el cálido y húmedo músculo de Chishiya recorrer sus pliegues.
Su lengua pasa por los muslos internos y los labios exteriores de Yuki antes de adentrarse a su cavidad interna e introducir su lengua suavemente mientras oye los suaves gemidos de Yuki.
Yuki: Chishiya.. — Ella pronuncia suavemente su nombre al ver su cabeza enterrada entre sus piernas. —
Chishiya: Shuntaro. — Él mira a los ojos a Yuki mientras mantiene su boca en su intimidad haciéndola vibrar por su tono de voz. — Llámame Shuntaro.
Yuki no puede decir otra palabra ya que Chishiya separa las piernas de Yuki aún más  para lamer su clitoris mientras dos de sus dedos se introducen en la cavidad de Yuki.
Yuki jadea mirando los ojos de Chishiya mirarla apasionadamente.
Ella siente un nudo en su estómago y antes de que ella pudiera avisarle, Chishiya presiona su mano libre sobre su abdomen bajo, claramente sin tocar el vendaje.
Yuki gime al sentir su clímax a su auge. Su cabeza cae sobre el colchón suavemente mientras dice el nombre de Chishiya entre suspiros.
Chishiya lame una última vez a lo largo de su intimidad antes de levantarse y desabrochar sus pantalones lentamente. Cuando queda con sus bóxers puestos, sostiene dos de las manos de Yuki y las pone sobre el dobladillo de su ropa interior para que ella pudiera bajarlos.
Yuki asiente y los baja dejando ver el miembro erecto de Chishiya.
Él se los termina de sacar y se acomoda entre las piernas de Yuki acariciando sus muslos suavemente.
Luego de un rato, Chishiya deja un suave beso en la comisura de sus labios y susurra.
Chishiya: Te amo..
Antes de que Yuki pudiera responder, Chishiya la interrumpe otra vez, pero esta vez lo hace con una embestida de su miembro hacia su intimidad haciéndola gritar suavemente.
Chishiya ya tenia la mitad de su miembro adentro y se queda quieto por unos minutos esperando que Yuki esté bien con ello.
Él la espera pacientemente acariciando su rostro hasta que Yuki asiente diciéndole que puede moverse en voz baja y Chishiya termina de introducir su miembro profundamente en Yuki lentamente.
A medida que Chishiya subía la velocidad de sus embestidas, Yuki ya no era capaz de ocultar sus sonidos.
Ella gemía y jadeaba el nombre de Chishiya sin controlar su volumen mientras Chishiya mordía el cuello de Yuki.
Las piernas de ella estaban sobre los hombros de Chishiya y comenzaban a doler un poco, pero ella no era capaz de detener todo esto por un pequeño dolor. Se sentía bien y eso era lo que importaba.
Chishiya movía su pelvis contra la intimidad de Yuki con fuerza haciendo que él suelte gruñidos en voz baja contra el cuello de Yuki que ya estaba lleno de marcas.
Chishiya ya estaba por llegar a su final justo cuando Yuki llegaba al suyo, las piernas de ella temblaban sobre los hombros de Chishiya mientras él acariciaba las acariciaba sin detener sus movimientos.
Yuki suelta un último gemido antes de correrse sobre el miembro de Chishiya. Él da unas cuantas embestidas más hasta que se corre después de ella con suspiros.
Chishiya: ¿Así es como lo querías? No me importaría comenzar otra ronda..
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(Esta es la primera vez que escribo obscenidad Q9WJJQWB que vergüenza. Obviamente aspiro a mejorar mi escritura y más en este tipo de escenas +18)
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rainamedianight · 8 months
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Cicatrices
Remus se encontraba en la torre de astronomía fumando mientras veía las estrellas, quería estar un rato a solas sin escuchar los malos chistes de Peter, las anécdotas de James y la risa de Sirius, esa risa que tanto le gustaba escuchar. Sabía que sus amigos estaban para apoyarlo, pero tenía tantos problemas que no podía contarles, cada vez las transformaciones se volvían más dolorosas, tenía nuevas cicatrices por todos lados que no paraban de sangrar, Sirius se dio cuenta y lo quiso ayudar, pero Remus le contesto de mala gana, estaba estresado y se sentía culpable por la forma en la que le contesto a su mejor amigo. 
Su cigarro estaba por la mitad, era un viernes por la tarde y todo Hogwarts estaba descansando, sentir el aire recorrer su cuerpo y acariciar sus cicatrices, eso le ayudaba mucho a relajarse, a sentirse menos pesado. Por otro lado, estaba Sirius en la sala común con sus amigos, hablaba, comentaba y se reía con naturalidad, pero su mente estaba llena de dudas de donde estaba Remus y si estaba bien. Tomo el valor para levantarse y buscarlos, les dio una excusa a sus amigos y salió en busca de Remus, sabía que no había fumado en todo el día, así que era fácil deducir que estaba en la torre de astronomía. Subió lo más rápido que pudo y ahí estaba, de espaldas a las escaleras, con sus brazos apoyados en el barandal. Se acercó con cuidado y le arrebato el cigarro para luego inhalar un poco de él, todo esto sin quitar la vista de Remus, él se sorprendió al principio por no saber quién era, pero a penas vio a su amigo, se relajó de inmediato.
-"¿qué estás haciendo Sirius?". Le pregunto este en todo de burla.
-"solo quería saber que estabas bien". Dijo este dándole otra calada al cigarro. Remus estaba fascinado con la vida que tenía, el chico de pelo negro algo largo, recostado en el barandal, con su espalda algo arqueada, mirando al techo mientras expulsaba el humo, una obra de arte pensó él.
-"oye Sirius, perdón por como te conteste en la mañana, sabes que he estado algo estresando". Dice el mayor con tristeza en su voz.
-"sabes que te entiendo Remus, para algo somos amigos, cuando estés preparado me puedes contar". Sirius lo voltea a mirar y le regala esa sonrisa que tanto necesita, eso hace que Remus se sienta más cómodo y menos preocupado. Sirius siempre tuvo ese poder sobre Remus, solo que el mayor nunca se lo ha dicho directamente. En ese momento Remus le arrebata el cigarro cuando este está por acabar, inhala lo último que queda, lo tira al suelo y lo apaga con el pie, voltea a mirar a su lado y estaba Sirius mirándolo con unos ojos de lujuria y admiración, esos ojos que derretían a Remus. Se sentía la tención que habían creado, ninguno se atrevía a dar el primer paso, no era la primera vez que les pasaba, a veces sus lenguajes corporales delataban la tención y el deseo, pero ninguno hacía nada para calmarlo, solo lo ignoraban.
Esta vez algo cambio, Remus se acercó más a Sirius sin romper el contacto visual, lo agarro del brazo y lo llevo a la pared más lejana, al lugar más oscuro de la torre. Remus lo agarraba de la cintura con firmeza, puede escuchar la respiración acelerada del menos y su nerviosismo se refleja en sus ojos.
-" Remus estás muy cerca". Fue lo único que pudo decir el menor.
-"¿me quito, Sirius?". Pregunto este con un tono más grave.
Remus quería ir más lejos, quería probar esos labios que tanto deseaba, quería sentir cerca a Sirius, él menor no pudo aguantar más, puso sus manos alrededor de la cara de Remus, se puso de puntas para poder besarlo y unió sus labios con un deseo enorme. Remus no supo como actuar por unos segundos, cuando asimilo la situación abrazo a Sirius para que el beso sea más profundo, era desesperado y se sentía la necesidad que tenían los dos por tenerse cerca. Se separaron para tomar aire sin despegarse, fue en ese momento donde sus ojos conectaron más que nunca, podían sentir sus corazones latir. Remus volvió a unir sus labios, esta vez más desesperado por más, Sirius despeinaba el pelo de Remus y el mayor alzaba su camisa desde la parte de atrás.
-"Remus vamos a mi cuarto si? Me estoy congelando". Dijo el menor mientras Remus besaba su cuello, estaba empezando el invierno y el frío se hacía presente.
Se separaron y arreglaron sus cabellos, desarrugaron sus camisas y bajaron corriendo por las escaleras de la torre, Remus llevaba casi arrastrando a Sirius por todo Hogwarts hasta llegar a la sala común, no vieron por ningún lado a James ni a Peter así que rogaron porque estuvieran en el comedor. Corrieron al cuarto de Remus a toda prisa, al llegar cerraron la puerta y volvieron a unir sus labios. Remus le quito la camisa a Sirius y mientras este hacía lo mismo sus besos se pasaron por todo el cuello del menos, Sirius jalaba el pelo del mayor y pequeños jadeos salían de su boca. Para Remus era lo mejor que sus oídos habían escuchado en toda su vida.
Después de que Remus se quitara la camisa, Sirius se dio cuenta de esas nuevas heridas, algunas aún rosadas de lo reciente que estaban.
-"Remus...". Dijo él menos con tristeza en sus ojos. "¿Por qué no me dijiste?", sus ojos empezaban a cristalizarse.
-"Sirius no quiero hablar de eso ahora". Se notaba el cansancio en su voz, no quería que le preguntara al respecto, pero sabía que era algo inevitable. El menor estaba sentado en la cama, muestras Remus lo miraba a los ojos, estos reflejaban una tristeza tan grande que termino haciendo llorar al menor.
-"no llores Sirius, no te sientas mal por esto... sabes que es algo que tiene que pasar". Remus se acercó a Sirius limpiándole las lágrimas con su pulgar, se sentó al lado de él y Sirius se abalanzó encima de él abrazándolo con fuerzas.
-"no me vuelvas a mentir Remus... no sé qué haría sin ti". Remus no pudo con tanto y se soltó a llorar, no podía con todo lo que tenía guardado. Sirius so acostó en la cama con él al lado, se arroparon y lo abrazo con mucha fuerza, sabía que Remus no estaba bien y dejarlo solo sería hacerlo sufrir más. Sirius lo beso, fue un beso romántico y triste a la vez, sabía que necesitaba descansar.
-"todo va a estar bien Remus, solo trata de descansar". Le dijo este mientras le acariciaba el pelo.
-"no me dejes Sirius". Dijo Remus en voz baja.
-"nunca te voy a dejar, Remus".
-rain.
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belencha77 · 2 months
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CAPITULO 19 - SUSURROS BAJO LA LUNA
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Después de un corto trayecto en auto, me encuentro caminando hacia la orilla de una playa encantadora. Las olas rompen suavemente sobre la arena oscura, mientras la luz de la luna creciente se refleja nítidamente en el agua ante mí. Al sentir la textura de la arena, me quito las sandalias y disfruto la sensación del frío entre los dedos de los pies.
Llego a un pequeño puerto donde Liam está de pie, mirando hacia el mar junto a un bote de remos. Me acerco y toco suavemente su hombro. Él se voltea rápidamente, sin aliento, y exclama emocionado:
|| ¡Viniste! || Avanza hacia mí y me abraza, presionando su cuerpo contra el mío. Como el hierro atraído por un imán, nuestros labios se encuentran en un beso apasionado. Por un instante me dejo llevar, pero luego recuerdo que estamos al aire libre y me separo rápidamente.
|| Liam... No es que odie besarte, pero ¿qué pasa si alguien nos ve? ¿No tendrás problemas con tu prometida? ¿No estarán vigilándote los fotógrafos? || pregunto preocupada. Él señala hacia la parte superior, donde claramente puedo ver a Sebastián, y luego acaricia suavemente mi mejilla.
|| No te preocupes por eso, mi amor. Madeleine no importa en absoluto porque no le debo explicaciones y, además, lo tengo todo bajo control... bueno, Sebastián lo tiene bajo control || se ríe entre dientes || Nadie sabe que estoy aquí… || Y nuevamente me besa, levantándome entre sus fuertes brazos. Sonrío entre sus besos y, luego de un momento, nos separamos.
|| Muy bien, Su Majestad... imagino que no me pediste que viniera aquí solo para besarme a la luz de la luna. Aunque no me importaría demasiado si así fuera || digo sonriendo.
|| A mí tampoco || me responde con una sonrisa, colocándome suavemente de nuevo en la arena || Pero quería conversar contigo. Hay algunas cosas en las que he estado pensando últimamente || añade, pero su expresión se vuelve seria, lo que me preocupa.
|| ¿Es algo malo? || pregunto con duda, acariciando su brazo y mirándolo a los ojos.
|| No, no es nada malo. Se trata de nuestro futuro, pero no quiero hablar de eso en esta playa. Hay un lugar cercano que quiero que conozcas. Solía ser el baño de los emperadores romanos. Es... || sonríe y hace un gesto hacia el bote antes de mirarme de arriba abajo, inhalando profundamente || Es... absolutamente impresionante. Solía ir allí cuando era niño, cuando mi familia venía a Italia en viajes diplomáticos. Ahí es donde podía escaparme del aburrimiento de las conversaciones políticas, pero eso era antes, cuando mi hermano iba a ser rey en lugar mío. ¿Quieres conocer este lugar conmigo? ||
|| Me encantaría, Liam. ¿Cómo podría decir que no a eso? || Rápidamente abrazo su costado y le doy un pequeño beso en el hombro.
|| ¡Qué bueno! Moría por mostrártelo || Liam entrelaza su brazo con el mío y me lleva hacia el bote.
|| ¿Y cómo encontraste este lugar? ||
|| Como príncipe, no era seguro para mí andar por lugares turísticos típicos. Entonces, Sebastián encontró este lugar... ||
|| Dime, ¿usas este lugar para cada cita romántica de medianoche? || Le doy un codazo en el hombro y ambos nos reímos.
|| Este lugar es mi secreto y nadie sabe de él... Aparte de Leo, Sebastián y yo. Ahora solo tú lo conoces || Le sonrío levemente y de repente nos detenemos frente al bote. Él extiende su mano || ¿Lista? || Asiento con la cabeza. Liam sube al bote sin esfuerzo mientras que yo deslizo mi mano en la suya y él tira de mí. Nuestras manos se encuentran juntas, es difícil mantenerlas separadas. Una vez que me encuentro sentada a salvo frente a él, Liam levanta los remos y comienza a remar.
|| Préstame uno, yo puedo ayudarte || exclamo mirándolo.
|| No, tranquila. No necesitas hacer esto, yo puedo hacerlo solo || Liam responde, pero me mira sorprendido. Parece que nunca ha recibido ayuda de una chica.
|| Se que puedes solo, pero quiero ayudarte. Para ser honesta, no quiero que se me conozca como alguien inútil que necesita ayuda constante o que siempre está en apuros. Creo que una chica puede remar en su propio bote si quiere. Aunque no puedo negar que tener la ayuda de un rey apuesto y sexy es un plus || Al decir estas palabras, Liam suelta una gran carcajada || Ahora sí, dejando a un lado todo, debemos trabajar en equipo. Así es como las cosas funcionan bien || Rápidamente me muevo y me siento junto a Liam, tomando uno de los remos. Liam me mira aún más asombrado || ¿Qué? || le pregunto, a lo que Liam solo sonríe ampliamente y suavemente deposita un dulce beso en mi mejilla.
|| Me encanta que seas tan natural y auténtica, amo eso de ti... || Susurra contra mis labios || Eres increíble, Riley. Nunca he conocido a alguien como tú. Cada vez que estás cerca, me haces sentir más vivo, más humano || Nuestros ojos se encuentran en un instante de pura conexión. En ese momento, el mundo parece desaparecer, dejando solo el sonido de las olas y el suave crujir de los remos en el agua. Sonrío, sintiendo cómo mi corazón late con fuerza.
|| Liam, estar contigo es lo más natural del mundo para mí. No necesito ser perfecta, solo necesito ser yo misma, y contigo, eso es suficiente || Liam me besa de nuevo, con una pasión y ternura que me hace olvidar todo lo demás. Al separarnos, cada uno toma un remo y, con movimientos suaves y sincronizados, comenzamos a impulsar el bote hacia un acantilado escarpado. El sonido rítmico de los remos cortando el agua acompaña nuestro avance. La luna llena ilumina el mar con su resplandor plateado, y las estrellas brillan intensamente en el cielo despejado. A medida que nos alejamos de la costa, la ciudad se convierte en un distante destello de luces, dándonos la sensación de estar completamente solos en el vasto océano. Mientras seguimos remando, la brisa marina trae consigo el aroma salado del mar y el susurro del agua contra el bote. De repente, me acuerdo de que él no ama los botes. || Espera un segundo... ¿No odiabas los barcos? ||
|| Pues realmente no los amo || responde Liam, con una sonrisa || Pero como es una noche tranquila y tengo una gran compañía, vale la pena arriesgarse. Además, esta gruta es un viaje que vale la pena ||
A medida que nos acercamos al acantilado, la entrada de la gruta comienza a hacerse visible, una abertura oscura que contrasta con la luz de la luna. El agua aquí es más tranquila, reflejando la piedra caliza que se eleva imponente sobre nosotros. Los sonidos de la noche se intensifican, con el susurro del viento y el eco de nuestras voces resonando en las paredes de la gruta.
|| Es absolutamente impresionante || digo en voz baja, maravillada por la majestuosidad del lugar.
|| Te lo dije || murmura Liam, con una mirada llena de cariño || Quería compartir este lugar contigo, donde puedo ser yo mismo y olvidar por un momento las responsabilidades de ser rey || Nos detenemos en el interior de la gruta, donde el agua es de un azul profundo y brillante. La luz de la luna entra por la abertura, creando reflejos mágicos en la superficie. Liam suelta los remos y se acerca a mí, rodeándome con sus brazos. || Gracias por venir conmigo || susurra, besándome suavemente || Este lugar es aún más especial ahora que estás aquí conmigo || Sonrío, sintiendo cómo mi corazón late con fuerza.
|| Liam, no hay lugar en el mundo en el que prefiera estar. Esto es perfecto ||
Nos quedamos allí, deleitándonos en la tranquilidad y la belleza de la gruta, conscientes de que este momento es solo para nosotros, alejados del bullicio del mundo. Ambos disfrutamos el silencio, sumergiéndonos en la paz del momento. Después de unos minutos, Liam rompe la quietud.
|| ¿Te gustaría nadar? || me pregunta con una sonrisa. Sin pensarlo dos veces, nos despojamos de la ropa y la dejamos en un estante de piedra. Liam se levanta con cuidado en el bote para no perturbar su equilibrio, revelando sus músculos tonificados. Me acerco lentamente y, con una mirada cómplice, empujo suavemente a Liam al agua || ¡Riley! || exclama Liam al emerger en la superficie.
|| ¿Sí, su Majestad? || respondo, riéndome a carcajadas. Liam se une a mi risa mientras sacude el agua de su cabello y me mira desde el bote. Se acerca más y apoya las manos en el borde.
|| ¿Te animas a venir? || me pregunta con una chispa traviesa en los ojos.
|| ¿Está muy fría? || dudo, levantándome y acercándome al borde del bote.
|| ¿Por qué no lo compruebas tú misma? || Responde Liam con un guiño antes de empujarme al agua con un movimiento rápido. Su risa resuena en la gruta mientras salgo a la superficie, el cabello mojado cubriéndome el rostro. Me sumerjo de nuevo, jugando a acomodar mi cabello antes de volver a salir.
|| Está bien, me lo merecía || admito, riendo junto a él, sintiendo la complicidad crecer entre nosotros en este momento especial.
|| "Ojo por ojo y diente por diente", señorita Brown. || Su risa llena la gruta, resonando con felicidad.
|| Pues si así lo dice el Rey, así debe ser. || Respondo con una sonrisa.
|| ¡Vamos, en guardia! || Liam exclama con una sonrisa y rápidamente me salpica con una cascada de agua sobre la cabeza.
|| ¡HEY! || Exclamo, pero antes de que pueda reaccionar, él está al otro lado de la cueva.
|| ¡Atrápame si puedes! || Me desafía mientras intento salpicarlo, pero se sumerge y desaparece de mi vista.
|| Bien, tú ganas, Rey Liam. Nunca te había visto tan juguetón. || Observo a mi alrededor sin obtener respuesta. Preocupada, comienzo a buscarlo por la cueva. Mi corazón empieza a latir más rápido mientras llamo su nombre en un susurro desesperado. La preocupación se convierte en ansiedad a medida que busco frenéticamente entre las sombras del agua || ¿Liam? ... ¿Liam? || Mis llamados no obtienen respuesta, aumentando mi preocupación. ¿Le habrá pasado algo? || ¡¿LIAM?! || Grito más fuerte mientras examino el agua, pero no logro encontrarlo. Aguanto la respiración y me sumerjo para buscarlo, pero no lo veo por ningún lado. Cada segundo que pasa sin respuesta me llena de un miedo creciente || Liam, ya basta, me estás empezando a asustar. || Mis palabras se pierden en la caverna. Justo cuando empiezo a sentir el pánico creciente, su voz llega desde la distancia, calmando mi ansiedad
|| ¡POR AQUÍ! || Su voz viene desde una parte oscura de la cueva. Lo veo limpiarse el agua de la cara mientras se dirige hacia una plataforma de rocas, haciendo señas para que lo siga.
|| ¡Cielos, Liam! || exclamé mientras nadaba tan rápido como pude, sintiendo un alivio inmediato || Me tenías preocupada ||
|| Lo lamento, pero mira, tengo algo que quiero mostrarte || dijo Liam mientras dejaba una concha sobre las rocas y la abría, revelando una perla brillante, hermosa y perfectamente redonda.
|| ¡Wow, es bellísima! Nunca había visto una dentro del caparazón. ¿Cómo la encontraste tan rápido? || pregunté asombrada.
|| Estuve aquí el año pasado con mi hermano y la encontré mientras buceábamos || explicó Liam || Me dijo que ganaría el corazón de cualquier mujer a la que se lo diera. Pero en ese momento, no había nadie en mi vida a quien quisiera conquistar. Así que la dejé aquí, escondiéndola en uno de los riscos. Pensé que, si estaba destinado a ser así, la encontraría de nuevo. Ahora que tengo a alguien a quien quiero dársela... quería ver si podía encontrarla... || Liam sonrió entre dientes || Y aquí estamos. Suena un poco tonto decirlo en voz alta, pero... me gustaría que la tuvieras ||
|| ¿Esta perla? ¿Estás seguro? ¿No quieres esperar a que todo se aclare? || pregunté, aún dudosa.
|| No, Riley. No deseo esperar. Estoy completamente seguro de que eres tú a quien quiero dársela. Tú eres la mujer que ha ganado mi corazón || afirmó Liam con confianza y seguridad.
|| Liam... es un honor || respondí mientras él deslizaba su dedo debajo de mi barbilla, inclinando su rostro para que lo mirara antes de colocar un suave beso en mis labios. Nos separamos después de unos minutos y él acomodó un mechón de mi cabello detrás de mi oreja.
|| Dicen que las perlas blancas simbolizan belleza, pureza y nuevos comienzos. Otras personas dicen que traen suerte y protección || Liam colocó la perla en la palma de mi mano mientras sus dedos permanecían cerca de los míos || Me gustaría creer que eso es cierto y pensar en que la usarás. Tal vez podrías convertirla en un anillo o en una pulsera. Sea como sea que la uses, se vería impresionante en ti ||
|| Liam... eres tan dulce || murmuré antes de intentar besarle de nuevo, pero un escalofrío recorrió mi espalda de repente.
|| ¿Tienes frío? Estás temblando || Liam me abrazó y sentí cómo su cuerpo me calentaba.
|| Creo que empezó a hacer un poco de frío aquí || respondí mientras lo abrazaba más cerca.
|| ¿Quieres que te lleve de regreso? || me preguntó.
|| No... todavía no || Lo miré, acurrucada en sus músculos, sin querer dejar nunca la calidez de su toque || Quiero quedarme un poco más ||
|| Honestamente, yo también quiero quedarme un poco más. Aún no estoy listo para dejarte || añadió apretándome más hacia su pecho || Quédate cerca de mí, Riley, así te mantendré caliente || Me acomodé en su regazo mientras él me rodeaba con sus brazos y suavemente frotaba mi espalda y piernas, devolviéndome el calor casi al instante. De repente, Liam soltó un gran suspiro.
|| Liam, ¿qué sucede? Sé que algo te pasa, dime qué es... || Le pregunto separándome un poco de el y mirándolo.
|| Sí... Hay algo de lo que quería hablar contigo... || Bajó la cabeza mirando hacia el agua || Pero antes, tengo algo que deseo preguntarte. Francamente, he estado evitando hacerte esta pregunta, pero necesito conocer la respuesta... || Pensó unos segundos hasta que finalmente la formuló || Riley, tú... ¿Sientes algo por Drake? ||
De repente, sentí que mi sangre se helaba. Atónita, lo miré fijamente. Esta pregunta no era la que esperaba. Me quedé unos segundos en silencio, buscando las palabras correctas para responder.
|| Liam... Yo... || Antes de que pudiera responderle, Liam me cortó.
|| Te hago esta pregunta porque he notado cómo Drake te mira, cómo te cuida. Lo conozco desde hace años y nunca lo había visto así con ninguna mujer. Ha tenido sus aventuras, sus romances pasajeros... Pero nunca se ha preocupado por alguien como lo hace contigo. No puedo mentirte, pero no me gusta la forma en que él te mira, porque esa mirada es exactamente la misma que yo uso cada vez que pongo mis ojos en ti. Estoy seguro de que Drake está enamorado de ti, aunque no me lo haya dicho, pero lo sé || dijo con firmeza. Lentamente, lo miré, sintiendo un nudo en la garganta.
|| Es verdad || le confirmé || Él me confesó sus sentimientos hace meses ||
|| ¿Te los confesó? || preguntó con un deje de duda || ¿Y tú qué le respondiste? || agregó con un toque de rabia y celos. || ¡Te das cuenta de que no me equivoqué! Ahora necesito saber si tú correspondes a esos sentimientos ||
|| Liam, he rechazado sus avances muchas veces porque estoy completamente enamorada de ti, eso es una verdad inamovible para mí... Pero... || Guardé silencio, dejando que mis pensamientos se aclararan antes de hablar. || En estos últimos tiempos, he empezado a sentir algo por él. Drake ha estado ahí para mí cuando tú no has podido. No estoy segura si es amor, amistad o qué, porque ni yo misma estoy segura... Y decirte esto ahora me hace sentir terrible… Lo lamento tanto pero no quiero mentirte || Mis palabras se quedaron suspendidas en el aire, cargadas de una verdad incómoda que finalmente había dicho en voz alta. Bajé la mirada, sintiendo el peso de la vergüenza por haber confesado que mis sentimientos estaban divididos entre ellos dos. Este momento era más difícil de lo que imaginé. Liam suavemente tocó mi barbilla, levantando mi rostro, y en sus ojos, vi una mezcla de dolor y resignación.
|| Sé que Drake ha estado ahí para ti cuando yo no pude estarlo. Fui yo mismo quien le pidió que no se alejara de ti y que estuviera pendiente, así que lo entiendo. Sin embargo, siento una gran impotencia e incomodidad al verlos juntos, intentando resolver este lío mientras yo no puedo hacer nada. Saber que disfruta de tu compañía cuando a mí solo me queda Madeleine me causa molestia, frustración y, lamentablemente, celos que me consumen. Cuando Rashad se acercó a ti, los celos me dominaron y perdí la compostura. Aunque sabía que tú no sentías nada por él, ahora saber que Drake está enamorado de ti, que sus sentimientos son reales y que tal vez tú puedas corresponderle, me llena de desesperación y angustia. Aprecio y quiero mucho a Drake, es como un hermano para mí, pero no estoy seguro de estar dispuesto a compartirte, Riley. Como te dije la última vez que estuvimos juntos, eres solo mía y no quiero que nadie más te tenga || Me lo dijo sinceramente y me costó mucho mantener su mirada, así que bajé los ojos de nuevo.
|| Liam, lo siento. Nunca fue mi intención lastimarte... Yo... || Mis palabras se atascaron en la garganta. Liam intervino rápidamente.
|| No es tu culpa, Riley. No te culpo. Y tampoco culpo a Drake || dijo Liam, levantando mi barbilla con delicadeza para que nuestros ojos se encontraran de nuevo || Nuestros corazones pueden ser indomables a veces. Aunque agradezco lo que Drake ha hecho por ambos, no puedo evitar sentir envidia de su cercanía creciente contigo. Él puede estar contigo siempre que quiera, a diferencia de mí. Cada vez que los veo juntos, solo puedo desear estar yo en su lugar, a tu lado. Cuando pasó lo de Tariq, debería haber sido yo quien le diera un puñetazo esa noche. Debería ser yo quien te sostenga de la mano mientras enfrentamos esta conspiración en tu contra. Pero no puedo hacerlo, estoy atado y no tengo derecho a reclamar nada. A veces siento que no tengo derecho alguno para decirte algo... || Liam bajó la mirada, visiblemente angustiado. Rápidamente, tomé su rostro y levanté su barbilla para que me mirara.
|| Liam, mi prioridad principal eres tú y lo que menos quiero es causarte dolor || respondí, y rápidamente él levantó los ojos para mirarme con atención || Drake es un gran hombre, que solo busca tu bien, nuestro bien... Y, obviamente, también se siente incómodo por estos sentimientos hacia mí, pero jamás te traicionaría... Y yo tampoco lo haría. Te prometo que estoy haciendo todo lo que está a mi alcance para limpiar mi nombre y liberarte de este compromiso... ||
|| Riley, no quiero que te sientas mal ni que pienses que dudo de ti. Admito que es una locura de mi parte comportarme de esta manera, pero aunque sea un rey, sigo siendo un hombre después de todo. Y, lamentablemente, estoy propenso a los celos, especialmente cuando se trata de ti. A veces, mi mal juicio y los celos me ciegan, y para ser sincero, me asustan. Pensar en la posibilidad de perderte con Drake me llena de temor. Pero tienes razón, Drake es un buen tipo, y después de todo lo que ha hecho por ti, no es difícil imaginar que puedas llegar a sentir algo por él || Hizo una pausa, su voz cargada de sinceridad y vulnerabilidad || Tener que fingir estar en un compromiso que no deseo mientras tú luchas por limpiar tu nombre y buscar pistas sobre quién te hizo daño... Me ha hecho pensar mucho últimamente. Pensar en una forma de cambiar todo esto… ||
|| ¿A qué te refieres? || pregunté confundida. Liam me miró fijamente y comenzó a acariciar mi rostro con sus manos.
|| Riley Brown, he estado reflexionando sobre nosotros, nuestro futuro. No puedo continuar así, comprometido con un destino que no deseo mientras tú sufres. Quiero encontrar la manera de estar contigo sin que nada nos separe. Estoy tan enamorado de ti que me niego a perderte; deseo tenerte a mi lado siempre. Necesito que comprendas que estoy dispuesto a enfrentar cualquier obstáculo, a sacrificar lo necesario, para estar junto a ti. Por eso he decidido que debo abdicar al trono ||
|| ¿QUÉ? || exclamé, llena de preocupación, mis ojos se abrieron de par en par || Liam, ¡no! || Exclamé y comencé a negar con la cabeza, sorprendida por lo que Liam acababa de confesarme || Esa no es la única manera, Liam, y lo sabes || le dije mientras Liam suspiraba profundamente.
|| Puede que suene radical... Pero vivir así no es justo ni para ti ni para mí. Nunca antes me he sentido tan impotente. Cuando mi hermano abdicó, acepté y me resigné a casarme por el bien de la corona y de Cordonia. Jamás imaginé que tendría la oportunidad de casarme por amor. Pero entonces te conocí, y todo cambió. Ahora no puedo imaginar mi vida sin ti, Riley. No quiero un matrimonio sin amor. Te deseo y quiero pasar el resto de mi vida contigo. No puedo dejar de pensar en cómo sería nuestra vida sin la carga de la corona. Podríamos escapar juntos y construir la vida que soñamos. Podríamos ir a Nueva York o quedarnos aquí en Cordonia, o explorar algún lugar nuevo para ambos. Solo quiero empezar nuestra vida juntos, sin más ataduras. Si huir contigo es la única forma de estar juntos, lo haré || Liam extendió su mano y comenzó a acariciar mi mejilla con ternura || Haría cualquier cosa por ti, Riley. Eres lo más importante para mí ||
De repente, no puedo evitar imaginar la vida que podríamos tener sin la corona. Imagino escapar juntos, alejados de todo este drama y de las responsabilidades que conlleva el título. Sería liberador, vivir sin el peso de las expectativas y las obligaciones reales. Pero rápidamente suelto un gran suspiro, consciente de que esa fantasía es demasiado buena para ser verdad.
|| Liam... todo suena increíble, te lo juro... pero no puedes abdicar. Además, yo nunca podría pedirte que hagas eso ||
|| Sé que no me lo estás pidiendo... Yo te lo estoy ofreciendo || me responde con certeza.
|| Liam, no estarías completo si abandonaras el trono. No serías tú. En lo más profundo de tu corazón lo sabes. Y sinceramente, no me sentiría bien sabiendo que renunciaste a todo por mí. Sería un sacrificio demasiado grande para ambos ||
|| Tal vez tengas razón, pero... ¿Y si las cosas nunca mejoran? ¿Y si no logro romper el compromiso? No quiero casarme con Madeleine y seguir robando momentos contigo a escondidas. No porque no quiera, sino porque no sería justo para ti. Jamás te haría eso... nunca te relegaría a un segundo plano de esa manera || De repente, guarda silencio, deliberando cuidadosamente sus palabras mientras me mira fijamente || Dime algo, ¿te gustaría estar conmigo bajo un acuerdo Cordoniano si nada se solucionara? ||
Su pregunta me toma por sorpresa. ¿Ser como una amante? Niego rápidamente con la cabeza, llena de frustración.
|| ¿En un acuerdo Cordoniano, Liam? No creo que eso sea posible. Es diferente mientras todavía haya una oportunidad para nosotros, pero si te casas con ella... No podría seguir adelante con eso. Sería como engañar. Sería oficialmente tu amante, Liam || exclamo, aunque me duela aceptarlo. Si él se casa con Madeleine, sería el fin entre nosotros. No quiero ser solo su amante.
|| No veas las cosas así, Riley. Entiendo tu postura. Si no lo aceptas, sería demasiado pedirte || suspira Liam || No puedo negar que tengo la esperanza de que reconsideres todo, pero si mantienes tu decisión, respetaré lo que elijas. Creo que mereces algo mejor... Y desafortunadamente, Drake o cualquier otro podría tener una oportunidad contigo, mientras que yo no podría hacer nada || Liam baja la cabeza, demostrando resignación. Tomo su rostro entre mis manos para levantarlo, acariciando sus mejillas.
|| Liam, no pensemos en eso ahora. Aún tenemos tiempo, aún hay una oportunidad. Debemos encontrar a los culpables para que puedas liberarte de tu compromiso. Es solo cuestión de tiempo. Eso es todo lo que podemos hacer en este momento || Sus ojos brillan mientras toma mis manos entre las suyas y me besa las manos.
|| Riley, tienes razón. Necesitamos descubrir quiénes son nuestros enemigos. Hasta entonces, debemos disfrutar de nuestro tiempo juntos || Exclama Liam mientras sus ojos estudian los míos y luego recorren mi cuerpo, que todavía brilla por el agua de la gruta. Sin parpadear, mis labios encuentran los suyos en un beso tierno y anhelante. Me abraza con fuerza contra su pecho desnudo, profundizando el contacto en un abrazo ferviente. Con cuidado, me levanta y me coloca sobre él mientras nos recostamos de nuevo sobre las rocas.
|| Liam... || Lo miro fijamente a los ojos || ¿Aquí? ||
|| Claro... ¿por qué no? || Lanza besos en mi cuello, descendiendo lentamente hasta mi pecho y me estremezco de placer. Susurro sin aliento su nombre en su oído, dejando escapar un gemido. Sus manos recorren mi espalda mientras paso mis dedos por su cabello húmedo. Gruñe en mi oído y besa diferentes puntos en mi cuello antes de llegar a mis labios. Me cautiva con un beso intenso hasta que finalmente se aparta, ambos respirando con dificultad || Cuánto te amo Riley ||
|| Yo también te amo demasiado || respondo. Él me lanza sobre la roca con un movimiento rápido y fluido, quedando bajo su mando.
|| Siempre tengo más para darte || me dice mientras mis manos se deslizan por su pecho. Se eleva sobre mí, sus brazos capturando mis costados. Me atrae más cerca y posa sus labios sobre los míos, su beso profundizándose intensamente.
Ambos nos perdemos el uno en el otro sobre las rocas, mientras jadeos, gemidos y más afectos susurrados llenan la cueva iluminada por la luz de la luna. El resto de la noche se desvaneció en una amalgama de sensaciones indescriptibles, dejando en nuestra piel la huella ardiente del deseo compartido.
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