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#19sept2017
callmeanxietygirl · 6 years
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yizelthmaddox · 7 years
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Jojutla ❤️
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accionintransigente · 7 years
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Ya había publicado este graffiti de Franc Mun, pero hoy más que nunca se le encuentra un mayor significado, hoy somos una sola mano, un sólo corazón, unidos por una sola misión, ayudar a los que perdieron un familiar, un amigo, una casa, una mascota, hoy nos dimos cuenta con quién contamos en tiempos de crisis y emergencia y quién solamente estorba y busca su beneficio personal.
Desde este pequeño espacio agradezco a todas las personas que de una u otra forma ayudaron y aportaron lo que haya sido para recuperarnos más rápido, no ha terminado, vienen momentos difíciles, perosi ya lo hicimos antes, podemos hacerlo nuevamente, las veces que sea necesario.
P.S. NI UN PASO ATRÁS
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paulinamora · 7 years
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T H I S I S MÉXICO 🇲🇽
No permitamos volver a pasar por esto para poder ver la humanidad del hombre.
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skipertam · 7 years
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Dibujo de la perrita Frida
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dianavgelf · 7 years
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Crónica de un sismo. 32 años después.
Han pasado cuatro días, cuatro días después del terrible sismo que sacudió la Ciudad de México junto con algunos estados aledaños, mismo que derrumbó una gran cantidad de edificios en su mayoría unidades habitacionales, una maquila y una escuela además de dañar muchas casas, sin contar las muchas construcciones de comunidades humildes. ¿Cuál era la probabilidad de que ocurra un sismo dos horas después de un macro simulacro? Y más aún ¿Cuál era la probabilidad de que ocurriera exactamente en la misma fecha en la que 32 años antes otro sismo de una magnitud más elevada había azotado, de nueva cuenta, la capital del país? Todos la creíamos nula y fue por eso que probablemente nadie pensó en ello. Eran las 13:14 del Martes 19 de Septiembre de 2017, el sol brillaba en el cielo de forma intensa mientras yo caminaba hacia el edificio del posgrado de la facultad junto con un amigo, hablando con un profesor que justo nos acabábamos de cruzar en nuestro andar.  “¿Por qué dices que es un mal pro-” decía él cuando a lo lejos comenzaba a escucharse un sonido “Espera ¿Escuchas?” dije interrumpiéndolo. Ambos guardamos silencio aguzando el oído, era la alarma sísmica. No hizo falta más que ese simple pensamiento para que me sujetara instantáneamente a su brazo. “Está temblando” dijo mientras ambos sentimos un ligero movimiento en el suelo y acto seguido veíamos como comenzaba a balancearse frente a nosotros el edificio de posgrado. Supongo que ambos esperábamos que el movimiento fuera mínimo y que en pocos segundos pasara o se aminorara pero pasó todo lo contrario. “Tranquila, tranquila” decía él y yo volteaba a ver un poste de luz a unos cuantos metros detrás de nosotros que comenzaba a agitarse violentamente, regresé mi mirada al edificio del cual comenzó a salir gente, entre ellos estudiantes corriendo despavoridos. En ese mismo momento pude jurar que en cualquier momento el edificio dejaría de soportar y se vendría abajo.
“Vámonos” dije mientras me giraba y con una mano abrazaba mi bolso y con otra el brazo de mi amigo comenzando a trotar; dirigía mi mirada al edificio de posgrado que seguía meciéndose y al anexo que teníamos a lado con paredes de cristales, jalé a mi amigo para que nos quitáramos de ahí, todo se mecía, se movía, rechinaba, crujía. Fueron segundos que se sintieron como horas en los cuales por más rápido que moviera mis piernas, por más rápido que corriera sentía que iba demasiado lento, aunado a ésto mi compañero tenía un ritmo aún más lento.
Mi respiración estaba agitada mientras en mi mente sólo podía pensar en mis padres y en mi hermana. A nuestro alrededor la gente comenzaba a verse, “las islas” y la parte frontal de la facultad sirvieron como punto de encuentro. Pensamientos como “Hoy es 19 de Septiembre” “Acaba de haber un simulacro” y “ Esto es Ciudad Universitaria, es piedra volcánica, aquí no debería de sentirse un sismo. Algo está mal” fluían sin parar mientras con la mirada trataba de buscar a mis amigos. Mis mano izquierda iba instintivamente hacia la cadena de la virgen en mi cuello, la otra estaba entre las de mi amigo, ambas temblaban. Intenté llamar a mis padres, a mi hermana, obteniendo como respuesta el sonido de una línea muerta, las redes estaban saturadas. “Tranquila, tranquila, todo está bien” decía él mientras trataba de ofrecerme cacahuetes pero dentro de mí sabía que no lo estaba, que todo estaba mal.
El movimiento había pasado, entre los grupos de estudiantes que se habían formado encontré a varios amigos, uno de ellos al verme me abrazó, no pude hacer más que corresponder al abrazo aguantándome todas mis emociones por el shock “Se sintió horrible, la alarma tardó años en sonar” fue lo único que pude decir mientras mis brazos lo rodeaban. Después vi a una de mis amigas, ahogada en llanto diciendo lo que todos pensábamos pero no decíamos con palabras “No puedo comunicarme. No sé cómo está mi mamá, mis hermanos no contestan ¿Y si le pasó algo?” en ese momento fue cuando recapacité dentro de mí por un momento y supe que no podía mostrar pánico, por lo menos no teniéndola a ella. Por que ese tipo de cosas pasan en esos momentos, porque aunque sea por un momento tienes que ser fuerte en la adversidad, por los demás y por tí. Y te das cuenta de que no importa dejar de lado a tu ligue o a las personas con las que crees que debes quedar bien, tienes que estar con las personas que verdaderamente valen la pena y sobre todo con las que te necesitan, porque piensas y crees saber que todo puede pasar en un instante.
Caminábamos de un lado a otro en la misma área intentando establecer comunicación con otros por medio del teléfono sin éxito,de repente en nuestro andar escuchamos un crujido a nuestros pies. Había pisado un vidrio que había caído de la facultad junto a nosotros “Se cayó del edificio de Economía” dijo mi amiga mientras sus manos seguían temblando ¿Qué tan fuerte pudo haber sido el movimiento que cayeron vidrios? El desconcierto nos lo tragamos sabiendo que era inútil hacer preguntas que por lo menos en ese momento no tendrían respuesta. 
Lo que temíamos se hizo evidente, los edificios habían resultado dañados, cerraron los accesos a los salones, no se podía entrar por las mochilas ni acceder a los sanitarios. Pronto llegaron profesores repartiendo bolillos junto con enfermeras atendiendo a compañeras en estado de shock. Pronto nos encontramos con un par más de amigos, él preguntó por un examen del día anterior mientras la otra y yo sólo lo veíamos con un poco de desconcierto “¿Cómo puedes pensar en un examen después de esto?” pensé.
Tratábamos de hablar entre nosotros para tranquilizarnos y darnos ánimos “Ya pasó, tranquila, todo va a estar bien” le decía a mi amiga con la mascara corrida y en ese momento ya no sabía si con esas palabras trataba de convencerla a ella o a mí misma.  Pasó cerca de una hora hasta que la comunicación se restableció y la mayoría pudimos comenzar a calmarnos por lo menos un poco al saber que nuestras familias se encontraban bien, sin embargo ese no fue el caso de todos, compañeros hablaban preocupados por el teléfono y los pedazos de información que escuchábamos nos ayudaron a dimensionar las consecuencias del movimiento. “Me dijeron que una barda de mi casa se cayó. Espero poder entrar para por lo menos tener mi tarjeta e irnos a un hotel” dijo un compañero al que no habíamos visto antes sin embargo el “Si necesitas algo, avísame” no se hizo esperar y no fue hasta el “Güey, a cuatro cuadras de mi casa se cayó un edificio” que caímos en razón, sabíamos que ese no había sido el único edificio y muy dentro de nosotros sabíamos lo que eso significaba. Nadie dijo nada. Pronto el acceso a internet nos dio respuestas. “Sismo de 7.1 con epicentro en Puebla” leí en voz alta “No mames, no. Esta madre no fue de 7.1″ dijo otra amiga antes de señalar una pared fracturada.
Pasó un poco de tiempo antes de que decidiéramos irnos todos juntos, eramos un grupo de siete personas. Sabíamos que el metrobus había suspendido servicios y que las rutas de autobuses estaban rebasadas respecto a su capacidad. Optamos por ir en subterráneo pues sabíamos que había reanudado actividades. En el camino supimos que realmente el edificio de nuestra facultad no había resultado tan dañado. Frente a Odontología se veían perímetros marcados por cintas de precaución, los acabados de los últimos pisos estaban en el suelo. Continuamos nuestro camino y en la zona comercial escuchamos los noticieros “...Se reporta el derrumbe de una fábrica...” “...Civiles se organizan...” “...Gente dentro del edificio...” el silencio se hizo entre mi amiga con las lágrimas secas en sus mejillas y yo hasta que ella lo rompió “No me puedo quedar así, tenemos que hacer algo, hay gente ahí abajo” y yo sólo pude responder “Sí, tienes razón”. Seguimos nuestro camino y nos enteramos que una de las líneas del metro estaba en funcionamiento parcial “No te vayas por ahí, dicen que las ballenas se separaron” dijo un amigo. Yo mentalmente me preparaba para caminar los kilómetros necesarios de Zapata hasta mi hogar.
Al ingresar a los vagones nos separamos, yo me quedé con mi amiga cuyas manos seguían temblando y los otros se quedaron afuera, al llegar a la estación de transborde esperamos inútilmente a que los otros aparecieran y nos dirigimos cada una a nuestro destino con la promesa de avisar cuando llegásemos a nuestros hogares. El subterráneo estaba llenísimo, más que en el horario de oficina de las mañanas, sin embargo ahora todos estábamos callados, calmados. En la sección de mujeres se percibía el estrés, la intranquilidad y sobre todo la preocupación; detrás de mí, un grupo de tres señoras que al parecer se acababan de conocer conversaban “...Es que no he podido hablar con ella, está en la primaria, su papá no me contesta.” “No te preocupes, en una situación como esta no pueden dejarla salir hasta que lleguen los papás por ella” “Es que es niña, por eso me preocupa más” en ese momento quise abrazar a la señora como jamás pensé en querer abrazar a un extraño y decirle que esperaba que su hija se encontrara bien. Las conversaciones continuaban “¿Y tú hacia dónde vas?” “Voy hacia Lomas Estrella, no es tan lejos, ¿Y tú?” “Voy hacia Zapotitla” “Ah, yo voy hacia Olivos, vamos a tener que caminar bastante” “No importa, aunque tengamos que caminar, lo importante es llegar a nuestras casas” Las voces de las señoras me hicieron pensar en lo realmente fuertes que podemos llegar a ser las mujeres cuando más lo necesitamos. Al abordar al tren con este pensamiento en mente me tragué mis lágrimas. mientras dentro del tren los rumores seguían, las palabras de una joven de mi edad me trajeron de vuelta a la realidad “En Tlalpan se cayó un Suburbia, yo vengo de ahí, trabajo en el restaurante de junto y en Coapa se cayó una escuela” dijo con los ojos aguados. La necesidad de llegar a casa creció exponencialmente. Después de casi dos horas de larga travesía pude salir del subterráneo. En los pequeños puestos callejeros la gente comía y al pasar frente a ellos me preguntaba ¿Cómo pueden comer tan despreocupadamente? seguí mi camino y la mayoría de los comercios estaban cerrados, no había luz, las calles estaban casi vacías a excepción de las personas que no volvían a entrar a sus casas por temor a las réplicas. Otros por su parte estaban escuchando la radio a todo volumen en sus vehículos con las puertas abiertas. Semáforos inservibles, calles desiertas de vehículos era lo único que veía en mi camino.
Finalmente llegué a casa, al abrir la puerta encontré en el patio a mis padres y a mi hermana “Por fin llegaste” fue lo que escuché antes de correr a abrazar a mi madre. Escuchamos la radio de la camioneta y después me mandaron junto con mi hermana por comida. “Estuvo muy feo, me escondí con unos compañeros abajo de una escalera, cuando salimos vimos que el edificio se había fracturado” dijo mientras caminabamos y veíamos las grietas que se habían formado en el concreto. Regresamos y mi madre prendió una veladora. Tratábamos de hablar mientras afuera se escuchaba el ruido de los helicópteros que pasaban incesantemente revisando las zonas en las que hubo derrumbes de edificios. Ante el temor organicé rápidamente una mochila que puse junto a la puerta “Por si acaso” dije ante la mirada inquisitiva de mi padre quien no dijo nada. Pasaron las horas hasta que cerca de las 8 de la noche llegó la luz, lo primero que hicimos fue ver los noticieros; las primeras imágenes que corroboraban lo que ya antes habíamos escuchado: Una fábrica caída, una escuela, edificios de departamentos, todos éstos derrumbados, uno de ellos a dos calles de un restaurante con muy bellos recuerdos, afortunadamente con civiles trabajando en los escombros para rescatar a los sobrevivientes y también sacando cadáveres de los que tristemente no pudieron sobrevivir. También hubieron imágenes de los edificios que si bien no cayeron, terminaron sumamente afectados, entre ellos, uno que albergaba el dulce recuerdo de mi primera cita. Las ganas de llorarles a los edificios, a las calles y a la ciudad en la que vivo no se habían hecho presentes hasta ese momento.
Se repetían imágenes una y otra vez de lo acontecido. Envié mensajes a todos aquellos con los que prometí reportarme y pedí a otros que se reportaran conmigo, la angustia nunca fue tan grande, y con ella, la impotencia y la tristeza. El temor a que volviera a temblar nunca fue tan grande y con ello los ruegos a Dios para que esto no ocurriera. No fue sino hasta las dos de la mañana que en medio de comentarios acerca de todo lo ocurrido mi hermana y yo fuimos a intentar dormir. Y digo intentar porque saber que ahí afuera en mi ciudad había y hasta este momento hay miles de personas en las calles, sacando gente de los escombros, dando víveres, moviendo piedras, cantando el himno nacional, gente que espera que un ser querido regrese a casa y gente que ya no tiene casa a la cual regresar te hace imposible poder dormir con tranquilidad.
Y así fue como pasé la primer noche posterior al sismo de aquel fatídico 19 de Septiembre de 2017.
Personalmente yo no viví el sismo de 1985 en esta misma ciudad pero mis padres y algunos profesores sí lo hicieron. Saber que ya pasamos por algo así y que con ayuda de todos logramos levantarnos me da esperanza, sin embargo sé que éste es el inicio de un proceso largo y muy doloroso, por el que vamos a pasar todos, desde los afectados que perdieron familia o incluso su hogar hasta los que los ayudamos en la medida de lo posible haciendo lo que nos corresponde. Se seguirán necesitando manos, víveres, abrazos y sobre todo mucha, pero mucha fuerza.
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vanekitanekita · 7 years
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#VanekitaNekita
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luisamb93 · 7 years
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No tengas miedo, México
Déjame abrazarte un poquito, México. Sé que estás asustado, que tienes miedo de cerrar tus ojos esta noche. Éstas no han sido semanas fáciles para tí en ningún sentido. Sé que sientes incertidumbre e impotencia, que eres casa de un pueblo herido el día de hoy. Pero déjame abrazarte un poquito, México, déjame consolar tu corazón. Porque eres tierra de pueblo de luchadores, de solidarios, porque eres casa de valientes, de los que no se rajan. México, eres casa de gente que se la juega por el desconocido y que se crece ante el dolor. Gente que no tiene miedo de salir de sus casas a echarle la mano al otro. No tengas miedo porque saldremos adelante, juntos, así como salimos adelante del terremoto hace 32 años, de los huracanes, de tantos gobiernos corruptos, de enfermedades. No tengas miedo, México, porque nos hiciste un pueblo donde en momentos de sufrimiento el vulnerable se vuelve familia. No te miento. Hoy vi edificios destruidos y gente sufriendo. Vi coches abajo de escombros y mucha necesidad. Pero... ¿Sabes? Vi listas y listas de personas buscando ayudarte. Vi supermercados repletos de gente buscando víveres para los centros de acopio, personas con palas, paramédicos dispuestos a ir a donde fuera para brindar ayuda. Vi estudiantes haciendo sándwiches, vi abrazos entre vecinos...vi consuelo, vi amor, vi empatía. Mantente fuerte...nos esperan momentos difíciles, momentos de incertidumbre y de noticias dolorosas para muchos familiares. Pero no dudes ni un minuto de que saldremos adelante, fuertes, fregones, ch....es así como nos hiciste, con el corazón en duelo y dolor pero con alegría, solidaridad y optimismo para hacer sentir mejor a nuestros hermanos. Hoy descansa, mi México. Hoy no tengas miedo. Hoy recupera tu fuerza porque el día de mañana nos espera mucho por qué luchar y nos espera todo para poder ayudar. Canta, México, canta y no llores.
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george-muro · 6 years
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#Repost @quchomonero Las tragedias de septiembre. #mexico🇲🇽 #19sept2017 #26deseptiembre2014 #ayotzinapavive https://www.instagram.com/p/Br4WxzDBwYc/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=1xlxfhy1k4ebk
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conartecomunica · 7 years
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EN LA NANA SE INAUGURARÁ LA EXPOSICIÓN GUENDARATI: MORIR EN TEHUANTEPEC Y SE ABRIRÁ EXPOVENTA EN APOYO LA ZONA DEL ISTMO
** La exposición será inaugurada el miércoles 29 de noviembre, a las 18:30 horas. En el marco de la muestra, se abrirá también una Expoventa de Arte Popular, con ropa, alimentos no perecederos y talleres, que permanecerá abierta hasta el domingo 3 de diciembre, de 10:00 a 19:00 horas.
De las manos del artesano al ciudadano solidario. Llega a La Nana Fábrica de Creación e Innovación (Segundo Callejón San Juan de Dios Núm. 25, Col. Guerrero) la muestra Guendarati: Morir en Tehuantepec, exposición que reúne a 19 fotógrafos del Istmo, la cual será inaugurada el miércoles 29 de noviembre, a las 18:30 horas.
En el marco de la muestra, se abrirá también una Expoventa de Arte Popular, con ropa, alimentos no perecederos y talleres, que permanecerá abierta hasta el domingo 3 de diciembre, de 10:00 a 19:00 horas.
Ambas actividades son en apoyo a las comunidades afectadas por los sismos en el Istmo de Tehuantepec, Oaxaca.  Zona del sureste mexicano, Oaxaca es uno de los estados más hermosos y ricos de nuestro país, por los recientes sismos del mes de septiembre, la zona del Istmo fue duramente castigada. La dolorosa huella del paso de la naturaleza quedó  registrada en 19 imágenes.
Los fotógrafos del Istmo que participan son: Ulises Zárate Meléndez , Arianna Selene Martínez Cruz , Jacciel Morales, Francisco Javier Reyna,  Lucero, Roberto Ríos López, Juan Antonio Cortázar González, Fidel Cruz, Gustavo González Silva, José Daniel Chicatti Villalobos, Luis Villalobos Mimiaga, Miguel Alexis Carranza Antonio, Daniel Cabrera Montero, Claudia Daowz, Eduardo Ramírez Lobo, Claudia Mendoza Molina, Alejandro Ortega Sibaja, Manuel De Mata Calle, Abel Jossafat Martinez Robles y Juan José Orozco Juárez.
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seniorerre · 7 years
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Rojo amanecer, a un mes del #19sept2017 #19sep #19oct #fuerzamexico
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axellvcero · 7 years
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#NowListening @rock101online con el maestro @Stock1011 en la segunda odisea! Estrenando la taza cerámica #Progresivo recordándoles que cada que compran en la tienda de #Rock101 y en #kichink. Ayudan a que su compra se aporte para donar a los damnificados por el #terremotomexico #19sept2017 😉
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keepmyashes-blog · 7 years
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valcepedar · 7 years
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19 de septiembre
Te llamaron generación "apática, perezosa e individualista".
Te nombraron millennial de manera peyorativa.
Te etiquetaron y clasificaron generacionalmente reduciéndote al "yo, yo yo".
Criticaron tu "uso excesivo de la tecnología" una enajenación al internet.
Hoy "tu tecnología" o como lo suelen decir algunos adultos (no todos) de manera burlona: "tu aparato ese", ayuda a crear redes de vínculo, a difundir información, a organizar apoyo, a unir a la gente.
Es cierto que has usado la tecnología como medio de entretenimiento y distracción, pero también, hoy se hace evidente que el internet sirve como herramienta y que como tal, también la sabes usar.
La etiqueta de millennial cambia de sentido. Demuestras con hechos trabajo, solidaridad, responsabilidad social y fuerza. No es que demuestres actitudes heroicas, sino humanas, que tal vez a muchos se les olvidó que tenías.
Ahora, es posible que en un adjetivo no se equivocaran: IMPACIENTE. Que esa profunda impaciencia que te atribuyen como generación sirva de algo.
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espirituvisual · 7 years
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RENOVACIÓN Matinal e iridiscente fulgor ilumina el eclipsado horizonte y las penumbras de la fatalidad. Divino y celeste Lucero quien para nacer primero ha de morir; zurcando y sucumbiendo en las entrañas del inframundo. Victorioso Tonatiuh renaces, resplandeces e inundas el orbe, flanqueado de bellos y coloridos guerreros cual majestuosos Quetzales. Rojos aciagos tiñen los tiernos brotes de tu pueblo, rojos divinos hinchan los corazones de los guerreros caídos; floridos campos reverdecen y renuevan su faz. Me-Xhi-Co te renuevas y renaces; Me-Xhi-Co has caído para en pie volver; Me-Xhi-Co te yergues ante el sufrimiento. #renovacion #méxico #19sept2017 #pueblo #corazon #union (en Mexico)
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tulipanesenoctubre · 7 years
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#fuerzamexico #mexicocity #like #PET #up #itam #ayudando #regram #comparte #difunde #juntoshacemosmás #layudatodaviasigue #sismo #19sept2017 #mexico #cuernavaca #morelos #chiapas #jojutla #puebla #edomex #oaxaca #cdmx #reciclaje
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