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fichinescu · 1 year

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2022: El año de too much anime

Este fue un año raro. La simulación de normalidad post-pandemia me pegó de forma particular, ya que volví a trabajar en oficina y, por primera vez en años, fuera del ambiente nerd/televisivo en el que me siento cómodo. Flotando en lo desconocido, el anime fue mi cable a tierra. Un lugar seguro. Un espejo que refleja 40 años de identidad cambiante.

El anime está de fondo en mis primeros recuerdos conscientes, en los dibujos de Mazinger y Rick Hunter en mis cuadernos de primer grado. En la adolescencia de Big Channel, Magic Kids, y los VHS doblados que compré en B.L. (frente a Camelot, de los mismos dueños). Más tarde, lejos de la burbuja familiar, está en la cola de Fantabaires en la que conocí a mi otakísima mejor amiga y en “Protocultura”, el proyecto de programa de divulgación que presenté en 1999 a Claudio Morgado y que fue mi puerta de entrada a la televisión en una resurrección (trágicamente breve) del querido Cablín.

Gracias a aquel proyecto conocí a Pato Land, editor del legendario fanzine Ran. Un par de años después, Pato fue el primero en publicar mis textos en la revista Nuke, entre verdaderos eruditos del tema. Nuke colapsó post-2001, y aunque mi amor por el periodismo freak ya estaba activado, cada vez me sentía más alejado del fandom. Una palabra que en ese momento ni usábamos, pero que puede definir al círculo cerrado de entusiastas, una colmena de cánones establecidos y opiniones incuestionables sobre artistas, estudios y géneros completos.

Esa incomodidad con la colmena no terminó ahí, y siguió en lo profesional. Me tocó chocar contra el fandom gamer en sitios especializados, el fandom marvelita/snyderesco en publicaciones de cine, y hasta el fandom de mi propio programa durante cuatro años como director de contenidos de un reality show ecuatoriano de continuidad más compleja que cualquier universo de superhéroes.

Nunca dejé de ver anime. Después de los años de Nuke veía alguna que otra serie que me llamaba la atención, en general relacionada con sus directores o guionistas. Ikuhara, Yuasa, Mari Okada, y poco Reddit. En la pandemia me suscribí a Crunchyroll y descubrí un par de series interesantes. Empecé 2022 en la espera de confirmación de un puesto de trabajo, y la distracción perfecta fue ver al menos un capítulo de la treintena de series que se estrenaron en la temporada de “invierno”. Y no paré. Entre novedades y revisiones anoté más de 600 capítulos de anime vistos en el año.

Lo que me costó fue encontrar con quien comentarlos. Mis amigos, freaks maravillosos, no me iban a seguir en mi aventura. Twitter, la red social pavloviana a la que pertenezco, tiene su propia comunidad (“anitwt”) que se comunica casi exclusivamente en base a shitposts que, para este old, parecen encriptados. Reddit es ese mismo fandom de comiquerías multiplicado por 1000 y más facho que nunca, al igual que los foros de sitios como Anime News Networks, más interesados en sus batallas culturales que en hablar de meros dibujitos.

Elegí las series que iba a ver por sinopsis, diseños, temática. Alguna por estudio o por conocer el manga. Y cada vez que volvía a una de estas comunidades 4chanescas me sorprendía de nuevo por las opiniones formadas sobre algo desde antes de que se estrene, la interpretación absolutamente literal de cada historia e ideas rígidas y arbitrarias de lo que es “buena” o “mala” animación. Por lo que entendí, simplemente es buena cuando es mucha. Ah, y cuando no se notan las computadoras. Un ludismo que ya era irritante en 1999 y hoy es inexplicable.

Por supuesto, esta es una generalización. Tampoco es que me metí a buscar en profundidad gente con quién hablar sobre mis series favoritas. Es un buen proyecto para 2023.

Por lo pronto, esta es mi forma larga de aclarar que vi unas 200 horas de anime en 2022. Y como la mayoría de las series que me gustaron no le resultaron interesantes a nadie que conozca, me toca gritar a la nada, en una red social de la que todavía ni sé por qué tengo un perfil.

ESTO ME GUSTÓ BASTANTE

Rumiko Takahashi es mi estrella guía, y las comedias románticas me pueden. Creo que vi todo lo que se estrenó en este año. Mi favorita está en mi top 10, pero quedó afuera por poco Sasaki to Miyano, una de las pocas historias BL que vi en televisión abierta, que aprovecha diseños impecables y dos protagonistas bien delineados para hacer que 12x20 minutos de miradas robadas y monólogos internos sean atrapantes.

El resto, lamentablemente, fueron decepciones. Ninguna tan dolorosa como A Couple of Cuckoos, que empieza muy bien y desbarranca en episodios temáticos trilladísimos, complicaciones forzadas y el típico tonito incestuoso del “harem anime”. Lo peor de todo es que tiene mi opening favorito del año. Tanto que la seguí viendo durante varios capítulos solamente por la inyección de felicidad que me dan estos 90 segundos (por suerte en el capítulo 13 cambiaron la intro y la pude largar).

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Otra comedia que desbarrancó fue Heroines Run the Show, un animé original que roba la mayor parte de su historia a un lindísimo manga llamado Skip & Loafer (que tendrá adaptación el año que viene). Esta historia de una chica normal infiltrada en el mundo de los “idols” arranca con un buen meet-cute, grandes canciones de HoneyWorks y un excelente uso de rotoscopia para los shows y coreografías. Pero de repente se vuelve un canto a la pureza y el celibato de los idols que resultará hilarante para cualquiera que lea Oshi no Ko (o haya visto Perfect Blue).

Otro género en el que no pude entrar fue el “slice of life”. No me molesta la lentitud o las historias sin mucho conflicto, pero en general son historias sobre la vida interior de personajes femeninos mezclados con una mirada cosificante “moe” que me termina sacando de la historia. Lo peor es que estas series suelen ser excusas para experimentar con animación un poquito más impresionista, como pasa con Akebi’s Sailor Uniform, que hace cosas maravillosas con la luz y los peinados de las protagonistas. Pero también hay que bancarse a la cámara recorriendo de forma obsesiva cada milímetro de las protagonistas mientras se ponen la ropita del título.

Ningún “slice” está mejor animado que Bocchi The Rock!, uno de los grandes placeres visuales del año. A diferencia del resto de estas series, el foco está puesto de lleno en el humor, pero como los personajes son clichés sin mucho para decir, el equipo creativo decide reírse de ellas con gags profundamente inventivos que bordean la crueldad y mezclan 2D, 3D, y hasta un stop motion improvisado. La música, también, es excelente. Aunque mi interés por Bocchi y su banda sean nulos, me encanta escucharlas tocar.

Me enganché más con la historia de Do It Yourself!, de animación falsamente simple y figuras “cartoony” que me recordaban a las series de la escuela Masterpiece Theater de los ‘70s (¿qué es Akage no Anne, por ejemplo, si no es un slice of life?). En el centro de la serie están dos amigas distanciadas que se vuelven a acercar gracias a un club de carpintería, y todas las escenas con ellas son bellísimas, y ni hablar de los (pocos) momentos en los que trabajan, perfectas coreografías artesanales. Los secundarios son atroces, eso sí, en especial una rubiecita tsundere que dice “good job” con menos caracterización que un NPC de un Dragon Quest de 8-bit.

MUCHAS segundas temporadas/segundas mitades interesantes. Komi Can’t Communicate es más repetitiva que El Chavo del 8, y aunque se pusieron las pilas para animar uno de mis arcos favoritos del manga (el viaje a Kyoto con Y.Y. HANNYA), me parece que funciona mejor cuando potencia la romcom por sobre los momentos “slice of life”. Espero con ansias la tercera temporada y la llegada de Rumiko Manbagi.

Shadows House perdió un poco del empuje narrativo de la primera temporada, pero quizás expandir el elenco sea lo mejor a futuro. Princess Connect siguió siendo una delicia, una parodia del isekai con grandes guiones, animación ultra creativa y un elenco que solamente se puede pagar cuando seguís juntándola con pala en uno de los gachas más exitosos de todos los tiempos.

No voy a simular que entiendo el 20% de lo que pasa en Pop Team Epic, pero pude disfrutar varios ejemplos de mi estilo de comedia japonesa favorita, con esa estructura “manzai” de personajes profundamente idiotas acompañados de sufridos partenaires y los remates sin remate de los peores 4-koma.

Nada estuvo a la altura de mi rey del humor tonto Keiichi Arai (Nichijou, CITY), pero hubo cosas lindas. Mi favorita fue The Little Lies we all Tell, la demostración de que si no tenés una buena idea para hacer una serie, ¿por ahí sale algo interesante si mezclas cuatro malas ideas? Cuatro amigas de secundaria normales que guardan secretos. Una es una ninja. Otra es telépata. La más “moe” es una invasora alienígena con rasgos de pulpo. La chica masculina es un chabón. Esta última podría ser una red flag, pero por suerte no cae en la usual transfobia casual del animé. La amé porque la premisa parece pensada en joda, los guiones tienen cero esfuerzo, y la animación es nivel South Park. No importa nada.

Teppen!!!!!!!!!!!!!!! (no los cuentes, son quince) fue un paso más allá al tratarse específicamente sobre chicas practicando ese estilo de comedia. Una ametralladora de chistes pésimos que disfruté como el sol de la mañana.

Aparte de Princess Connect, gran año para las parodias de isekai. Life with an Ordinary Guy Who Reincarnated into a Total Fantasy Knockout agota el concepto muy rápido pero mientras dura, se disfruta. My Uncle From Another World fue LA gran pesadilla de la temporada en términos de condiciones laborales (empezó en julio y lanza capítulos con cuentagotas), y es una pena que opaque su sentido del humor deliciosamente reiterativo (en especial si los chistes sobre Sega te hacen reir mucho).

También salieron muchas parodias de tokusatsu, un género que conozco poco, pero lo suficiente como para morir de amor con Miss Kuroitsu from the Monster Development Department, Love After World Domination y Fuuto Tantei (que no es una parodia pero suma elementos de 55 géneros distintos).

Tiendo a gravitar más hacia la comedia o el misterio. Entre las series de ciencia ficción me sorprendí con Sabikui Bisco, una adaptación de light novels que mezcla cyberpunk y fantasía oscura que empieza con tres capítulos excelentes y diluye sus ideas casi de inmediato. Otras decepciones: Yurei Deco, Tatami Time Machine y The Eminence in Shadow, y My Master has no Tail, que me hizo rezar aún más fuerte por un anime de Akane-banashi.

No vi muchos de los tanques de la temporada. Estoy atrasado en los shonen y seinen grandes, y por mucho que quisiera ver lo que hacen con mangas que leí como Mob Psycho 100 o Golden Kamuy, no me da para empezar a ver las series desde los arcos actuales.

Sí vi SPY X FAMILY, por supuesto. Amé el primer “cour”, amé un poco menos el segundo, pero es difícil procesar del todo una adaptación tan literal cuando un manga está entre lo mejor que jamás se hizo en el género. Tatsuya Endo es un mangaka de talento sobrenatural para la arquitectura, la narración cuadro a cuadro, anatomía. Un mix imposible de Hugo Pratt, Neal Adams y Naoki Urasawa. Cualquier anime, aún uno técnicamente impecable como este, tendría problemas para estar a la altura.

La serie adapta 42 capítulos de manga en 25 episodios de anime. En los mejores episodios (la partida de quemados) resulta ser una gran decisión, pero los arcos más extensos (la aparición de Bond, el torneo de tenis) pierden empuje mucho antes de llegar al final. También, como otra serie de la que voy a hablar un poco más adelante, está obligada a adaptar los arcos menos interesantes de un manga que eleva su calidad poco después. La tercera temporada debería empezar con el arco del crucero, que le dará merecido protagonismo a Yor Forger.

La nueva Urusei Yatsura es inexplicable. Primero, porque el anime original sigue siendo perfecto. Segundo, porque esta adaptación superficialmente más fiel al manga pierde el frenesí y la inventiva infinita de la joven Rumiko. Tercero, porque va a durar 4 temporadas y por lo tanto anular por un año el bloque “noitamina” de Fuji TV, donde se suele estrenar el anime más original. Un desperdicio.

Otro que me dolió fue Love of Kill, un excelente manga convertido en un animé medio pelo que censura la violencia brutal del original y no logra transmitir un miligramo de la química de los protagonistas. Requiem of the Rose King no busca más que ilustrar el manga, pero a pesar de que le dieron una temporada larga para explayarse, no es el medio correcto para contar una historia que depende de sutilezas psicológicas, alianzas frágiles, y mucho background sobre el período histórico en el que está ambientada.

Número uno en la lista de “animes que quise amar” está Lycoris Recoil, que tiene dos protagonistas ultra carismáticas, interesante construcción de mundo, y escenas de acción estilo Noir-Black Lagoon muy superiores a la media… pero que sufre la extraña maldición de ser demasiado corta. Quizás soy yo que vengo de la época en la que un anime duraba un mínimo de 26 capítulos, pero en este caso sentí que la historia de Chisato y Takina necesitaba respirar un poco más. Los giros y revelaciones del último capítulo resultan chatos cuando no logramos generar lazos con el extenso elenco.

Y de ahí, lo que no se donde poner por cuestiones de formato. Boku to Roboko es una maravilla. Cortitos de cinco minutos repletos de humor que adaptan la genial parodia de Doraemon de Shonen Jump. Lo mismo I'm Kodama Kawashiri, capítulos de solo un minuto sobre la vida cotidiana de una freelancer. Slice-of-life sin un miligramo de adorabilidad, que me hicieron pensar lo lindo que sería un anime de Kabi Nagata.

Ah, y mi media hora favorita del año de anime sin duda es “Él toca nuestra canción”, el capítulo de Naoko Yamada de Modern Love: Tokyo (se puede ver en Primer Video), una peliculita que parece una relectura de Only Yesterday, con momentos inolvidables y una gran protagonista.

Pasé años escribiendo sobre lo que amo, así que leer puntos de vista estimulantes y perspectivas originales me causa tanto placer como ver anime. Atesoro los sitios imprescindibles que descubrí estos años: Animation Obsessive, Full Frontal, el blog de Matteo “Animetudes” Watzky, y cuentas de Twitter como Manga Mogura y el argentino Dastier92.

ESTO ES LO QUE MÁS ME GUSTÓ

10. Gundam: The Witch From Mercury

Entre los lugares comunes del fandom noventero estaba la idea de que Gundam Wing era una serie “menor” porque mezclaba los elementos de ciencia ficción bélica de Gundam con adolescentes mala onda a lo shonen jump. Wing no era perfecta, pero sabía lo que quería ser, y en la balanza siempre pesaba más el drama shonen que los robots. Witch From Mercury hace algo parecido, con la primera protagonista de la serie y una ambientación escolar… con la que el equipo creativo no parece saber muy bien qué hacer.

Todavía falta el final de temporada, pero queda claro que Witch está lejos de ser Rebelde Way con robots. En estos 11 capítulos no creo que hayan ido a clase más de tres veces, y el grueso de la serie consiste de duelos de robots basados en conflictos más cercanos a la energía adolescente de Final Fantasy VIII que a cualquier otro Gundam. Ah, y los duelos son impresionantes. Demuestran la precisión para narrar combate de un equipo entrenado durante décadas en dibujar estos robots.

Narrativamente parece una serie distinta en cada capítulo, una historia reescrita, comprimida, caótica, que resuelve conflictos en cuestión de un episodio, sugiere secretos que revela de golpe, y pierde constantemente el foco de quién es la verdadera protagonista… hasta los últimos tres episodios de la temporada en los que todo funciona: los robots, la geopolítica, el suspenso y la relación entre las dos protagonistas.

9. Hakozume - Kouban Joshi no Gyakushuu

Un gran ejemplo de la diferencia entre comedia costumbrista y “slice-of-life”. Hakozume es la historia de dos mujeres policía. Una experimentada que ha sido obligada a bajar de rango por su comportamiento incontrolable, y una novata que está profundamente arrepentida de haber elegido esta posición.

Cada capítulo cuenta dos historias completas de 10 minutos que se sienten como una serie con gente de los años ‘70. Cada una toca un conflicto social con humor, personajes originales, y observaciones sobre la relación de los japoneses con la autoridad que nunca había visto en un anime. Nadie está en peligro de muerte ni hay giros dramáticos sorpresivos, pero cada historia tiene algo que decir, y avanza de cierta forma la psicología de dos protagonistas que (espero) tengan una temporada más, ya que el manga tiene como 20 volúmenes.

8. My Dress-up Darling!

Tardé en conectar con lo que al principio parece una rom-com formulaica, la típica historia de amor entre la chica popular y el nerd que se sienta en la última fila de la clase. En este caso, ella es cosplayer y él es un descendiente de artesanos de muñecas tradicionales con manos mágicas para la costura. Pero capítulo a capítulo se van notando las diferencias con otras series. El protagonista, Gojo-kun, no es un perdedor ni un antisocial sino un artista que no sabe cuán valioso es su don. Y ella, Kitagawa-san, es una presencia intensamente positiva en su vida sin sentirse como la fantasía del autor.

Tiene sentido, ya que la mangaka es mujer, y a los pocos capítulos la perspectiva narrativa pasa a ser la de Kitagawa y el amor que ella empieza a sentir por él. Por la mitad de la serie entran otros personajes que enriquecen las cosas realmente interesantes que la serie tiene para decir sobre la relación de un adolescente y su cuerpo, o la diferencia entre aficiones y obsesiones. Es admirable el nivel de detalle que pone tanto en el meticuloso fan service como en los mangas, animes y juegos ficticios de este universo, tan bien realizados que uno querría que fuesen reales.

7. Deaimon: A Recipe for Happiness

Como Hakozume, esta es una comedia dramática tradicional disfrazada de slice-of-life. Un treintañero abandona sus sueños de rockstar para volver a trabajar a la dulcería familiar en Kioto. Al llegar, descubre que sus padres han adoptado a una melancólica chica de 10 años que hace su trabajo mejor que él. De a poco, otros personajes se suman a la historia, igual de perdidos que el protagonista, procesando cada uno la angustia a su manera.

Como el “wagashi” tradicional que está en el centro de la historia, Deaimon es una serie delicada sobre la posibilidad de reconstruir algo que creías que estaba roto. En lo técnico, es un ejemplo de compresión narrativa, que hace sentir que pasamos un año junto a tus personajes a pesar de que la temporada tenga solamente 13 capítulos. La cereza en la torta: un tema de apertura absolutamente perfecto de la gran Maaya Sakamoto.

6. Chainsaw Man

Además de anime, en este año vi varias adaptaciones de manga a doramas live action. Y me suele sorprender la libertad con la que se toman una adaptación, comparado con el cuadro a cuadro que se ve en aún los mejores saltos de manga a anime.

Chainsaw Man es la excepción. El manga es sublime, lo mejor que Shonen Jump publicó en la última década. Y la adaptación respeta las líneas narrativas pero busca formas estrictamente cinematográficas de llevar las ideas visuales del maestro Tatsuki Fujimoto a la animación.

Lo “cinematográfico” es clave. En la página, Fujimoto juega con planos apaisados que simulan pantallas de cine, planos repetidos para sugerir una cámara fija, manchas de tinta que rompen la cuarta pared entre lector y autor. Estos recursos se espejan en el anime con secuencias de acción que incluyen desplazamientos del plano que simulan travelings, un punto de vista inquieto tipo cámara-en-mano, puntos de vista subjetivos y composiciones sobrias, despojadas. Hasta las actuaciones de voz abandonan la exageración típica del anime, como hacía la brillante adaptación de Aku no Hana.

Seguramente haya una referencia más actual, pero Chainsaw Man me recuerda muchísimo a los ‘90s de Madhouse, una época en la que el estudio quería romper con la narrativa previsible del anime televisivo. La era de Yoshiaki Kawajiri y especialmente de Satoshi Kon, otro cinéfilo que tenía más respeto por Hitchcock que por Miyazaki. Kon está por todas partes. La tragicomedia de Tokyo Godfathers en la unidad familiar de Aki, Denji y Power, el surrealismo de Paprika en la prisión del hotel, y por supuesto, la violencia sorpresiva y catártica de Paranoia Agent.

A simple vista, entonces, el anime no se “parece” al manga. Esta pesadez cinematográfica se traslada al tono, bastante más pesado que la contrastante ligereza de los primeros tomos de Fujimoto. Los personajes más cómicos, como Power o el mismo Denji en sus momentos más relajados, pierden protagonismo, pero la historia de Himeno cobra mayor densidad dramática y opaca la original. O mejor dicho, la complementa. Hay una conversación entre los dos medios. Lo mejor que uno puede esperar de una adaptación.

5. Akiba Maid War

El chiste debería haberse agotado en el capítulo uno. Akiba Maid War imagina una versión alternativa de 1999 en la que los “maid cafés” del barrio otaku de Akihabara están organizados como una versión adorable de la Yakuza. Alternar comedia costumbrista y fan service con violencia salvaje digna de Takashi Miike, en especial los primeros cinco minutos de su obra maestra Dead or Alive (casualmente, de 1999)... ¿pero qué se puede contar después de revelar este muy, muy gracioso remate?

Mucho. El primer toque genial es dar personalidades definidas a las “maids” del café en el que se centra la historia. El deseo de una vida kawaii de la protagonista Nagomi contrasta con la escalada de violencia, y va tomando tintes patológicos de negación capítulo a capítulo. La administradora del café está dispuesta a traicionar a cualquiera y rogar perdón después de (indefectiblemente) ser descubierta. Hasta el panda que parece ser un gag visual resulta tener su propia, desgarradora, historia.

Pero el corazón de Akiba Maid War es Ranko, una maid de 36 años de voz grave y temperamento severo, el opuesto absoluto de la cultura “moe” de las maids. Lo que podría ser un chiste cruel resulta ser conmovedor cuando entendemos las razones por las que actúa así.

Lo que es milagroso de Akiba Maid War es que logra romperte el corazón sin nunca abandonar la comedia. Un giro dramático en la mitad de la temporada podría haber llevado el tono en otra dirección, pero para ser una serie en la que mueren unos 20 personajes por episodio, nunca se trivializa la violencia y su impacto en las protagonistas.

Y todo culmina en un final perfecto, absurdo y emotivo, con una escena post-créditos que logra un equilibrio casi imposible entre sentimentalismo y humor. Pocas veces se ve tanta confianza de un equipo creativo en su material y en que la audiencia va a acompañar cada volantazo. La verdadera joya inesperada de esta temporada.

4. Raven of the Inner Palace

El mejor capítulo del nuevo podcast de Hideo Kojima consiste en una larga conversación con el director Mamoru Oshii (Ghost in the Shell), que habla de forma cándida de los trucos con los que se estira el presupuesto en anime, y el placer de descubrir nuevos recursos narrativos que nacen de esa austeridad. La imagen clásica de Oshii es un plano abierto, quieto, casi detenido. El sonido ambiente invade los oídos. La anticipación se eleva. Y finalmente algo ocurre, más rápido de lo que el ojo puede detectar.

El espíritu de Oshii se percibe en cada plano de Raven of the Inner Palace, un anime que parece resistir cualquier moda o tropo de la industria.

El “cuervo” del título es Shouxue, una de las muchas concubinas del emperador de lo que parece ser, al menos al principio, un país inspirado por la antigua China. Shouxue vive bajo ciertas reglas. Es una concubina dotada de poderes sobrenaturales, y no tiene deberes maritales hacia el joven emperador, y se permite tratarlo con una displicencia a la que nadie en la corte se atreve. Esto, por supuesto, fascina al impulsivo pero inseguro gobernante, que busca una y otra vez el consejo del “cuervo” para lidiar con fantasmas irritantes.

Los primeros episodios mantienen una estructura del “fantasma de la semana”. Casos que se investigan y resuelven en uno, a lo sumo dos, capítulos. Pero de a poco se van plantando elementos de una mitología más compleja.

La economía de recursos se adapta a la perfección a una historia en la que los personajes no quieren revelar más de lo absolutamente necesario. Planos abiertos, largas conversaciones, dos o tres locaciones repetidas en cada capítulo. Raven of the Inner Palace compensa esta carencia con detalladísimos diseños de personaje, cuidado meticuloso en la escenografía y vestuario, y un uso del color audaz, saturado, pero nunca excesivo. Las actuaciones de voz complementan el ritmo. Se sienten casi como la lectura de un libreto, un poema hipnotizante que hace que cada variación sea un milagro.

Hay mil cosas para destacar de este extraño anime. Mi parte favorita son los flashbacks narrados como ilustraciones de antiguos libros chinos, animados casi como si fueran recortes en papel. De a poco los finales de capítulo dejan de ser ganchos y pasan a ser cortes abruptos, delatando su origen en una serie de “light novels”. Una estructura literaria que la hace ideal para maratonear. El final, por suerte, cierra suficientes hilos como para no dejarnos añorando una segunda temporada que quizás nunca llegue.

3. Dance Dance Danseur

En los años oscuros en los que el anime no iluminaba mi existencia, alguna que otra serie entraba por la ventana. Y ninguna resultó más disfrutable que el “sports anime” de patinaje artístico Yuri!!! On Ice, uno de esos éxitos que trascienden el fandom y encuentran nuevas audiencias, en especial en una comunidad LGBT que está muy poco representada por el anime en general.

Dance Dance Danseur comparte estudio con Yuri, y al girar alrededor del ballet parecía tener algún punto de contacto con ese nuevo clásico. Nada más lejos de la realidad. Danseur empieza como una variante japonesa de Billy Elliot. Junpei se enamora del ballet de niño pero lo rechaza por prácticas más masculinas en la adolescencia, hasta que un encuentro con una familia de artistas lo hace retomar su camino.

Desde el principio, Danseur te captura por su belleza. Las secuencias de ballet usan una variedad de técnicas y estilos (3D, rotoscopia, expresionismo) para transmitir el impacto emocional de cada movimiento. Pero donde Danseur destaca (un poco como Yuri) es en que los personajes se siguen moviendo como bailarines aparte de las escenas de ballet. Es un placer ver a Junpei correr a un compañero o a su rival tener una rabieta con la delicadeza de Rudolf Nureyev.

La historia tarda en empezar, pero al tercer capítulo se vuelve menos predecible, única. Con el tiempo Junpei empieza a relacionarse con la familia de artistas que incluye a Miyako y Luou, primos que parecen tener una relación casi sobrenatural. De a poco va descubriendo secretos dignos de una novela gótica, entre espectaculares presentaciones de ballet, amores adolescentes y una rivalidad memorable.

Ah, y tiene el mejor capítulo final del año. Estallido emocional nivel Evangelion.

2. Made in Abyss S2

No había visto la primera temporada de Made in Abyss en su momento, confundiendo los diseños infantiles por una versión descolorida y televisiva de las películas de aventuras de Studio Ghibli de los ‘80. Por supuesto, nada más lejos de la realidad. El poder de la serie está en el choque de la estética clásica infantil con horrores salidos de la peor pesadilla de David Cronenberg. La primera temporada se toma su tiempo para construir una realidad relativamente segura antes de desatar un tsunami de dolor sobre los personajes. Luego de la película (espectacular, pero que repite muchos de los mismos giros) mi sensación era de que la historia se podía agotar muy rápido.

No fue así. La segunda temporada es mucho más ambiciosa que la primera, una película de 4 horas cortada en capítulos que toma lugar casi por completo en una única locación, una ciudad que se parece más a la ciencia ficción de Jeff Vandermeer o China Mieville que a los yokai y hechiceros de Miyazaki. La historia de esta ciudad, sus secretos y su destino final se desenvuelven a lo largo de episodios brutales, que parecen estar desafiando constantemente el lugar del espectador con respecto a los hechos. No hay víctimas ni villanos fáciles en esta temporada, y la violencia casi insoportable de los episodios finales no tiene valor catártico.

Pero ojo, a pesar de lo que he leído en análisis relativamente superficiales, no hay crueldad en la construcción narrativa de la serie. Amo las series “para llorar” como Anohana o Your Lie in April, pero Made in Abyss no busca tanto la empatía como la compasión. Es difícil identificarse con los personajes de la serie, en especial en una temporada en la que los protagonistas son casi espectadores de lo que ocurre, pero siempre aprecié la manera en que los guiones, la dirección, y las actuaciones de voz obligan a considerar la motivación de cada acción, sin importar lo inhumana que parezca.

En lo visual no hay nada que se acerque en esta lista. Con excepciones históricas como Cowboy Bebop o Conan el Niño del Futuro, nunca vi un anime como este, al menos en televisión. No me entra en la cabeza el nivel de inversión y trabajo que hay en la serie.

1. Call of The Night

Los primeros seis capítulos de esta serie fueron lo que más disfruté en el año. Más que cualquier película, libro, manga, serie, juego. No es que esos 120 minutos de anime hagan algo muy original o complejo, sino lo contrario. Son seis episodios despojados casi de historia. Simples conversaciones entre dos, tres, cuatro personajes que viven fuera de los parámetros de la gente “normal”. Ah, y uno de esos personajes es un vampiro.

En cualquier historia de vampiros están los primeros 10 minutos antes de la conversión. La seducción, el peligro, las razones por las que nuestro protagonista es vulnerable al hechizo de la vida eterna. La noche de Jonathan Harker en el castillo. La caminata de Louis y Lestat por las calles oscuras de Nueva Orleans. El acercamiento entre animalitos heridos de Let The Right One In.

Call of the Night tiene algo de cada una de estas historias, pero la clave está en el nombre. La gente normal vive de día. Estos personajes prefieren la noche. No entienden muy bien por qué, no están buscando algo particular, pero ese “click” los hace cuestionar cada uno de los lazos con las experiencias cotidianas ¿saben lo que es la amistad, por ejemplo? ¿quieren un trabajo, un título, una profesión? ¿y el amor? ¿y el sexo?

Un anime sobre un puñado de solitarios que charla en la noche infinita de Tokio parece un gran proyecto para un estudio que tiene bastante más creatividad que presupuesto. El énfasis está puesto en las líneas punk incompletas de los diseños de personaje, los audaces planos subjetivos, y un uso del color que hace que la noche desierta nos parezca tan atractiva como a los protagonistas. Los planos abiertos con cielos violetas y naranjas, el reflejo de la luna a través de las ventanas, el brillo de las luces como piletas de calor en la calle. Un uso evocativo, ecléctico de los pocos recursos técnicos.

Entre las muchas decisiones geniales de esos primeros seis capítulos está la franqueza en el tratamiento del sexo. Las escenas de intimidad entre el protagonista Kou y la vampiresa Nazuna incluyen algún que otro mordisco, claro, pero son acercamientos entre dos personas que no están muy seguras de lo que quieren, y agradecen un lugar (relativamente) seguro para empezar a definir la idea del placer en sus propios términos.

Y si insisto con seis capítulos, es porque en el séptimo el hechizo se rompe. El mundo se expande, la burbuja perfecta de Kou y Nazuna se pincha, y entran nuevos personajes, antagonistas, e historias con moralejas más simples que las observaciones ambiguas del inicio. Los capítulos siguientes no son necesariamente malos, pero las limitaciones de presupuestos hacen que la acción se sienta chata y la necesidad de cerrar pequeños cuentos en 20 minutos conspira contra una mitología de la que terminamos sabiendo bastante poco.

Los últimos dos capítulos, por suerte, encuentran un equilibrio natural entre el modo melancólico del inicio y las complicaciones vampíricas de la segunda mitad. La segunda temporada puede ser interesante. Y voy a estar ahí para verla. El anime ya no lo suelto.

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lenabuncaras · 1 year

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Book One: Tao Te Ching

Pinanghawakan ko ang Hotdog ko.

Wait, parang ang sagwa pakinggan.

Pinanghawakan ko ang pagiging Hotdog ko.

Puwede na. Okay.

Hindi dahil sa gusto kong maging hotdog in generic form, pero may mga nickname kasing okay lang kahit malayo sa real name.

I was in Grade Two when everyone officially named me Hotdog. I still write my Carlisle Arjeantine name kapag kailangang isulat, but nickname? Hotdog talaga.

Everyone was calling me Hotdog—kahit ang mga teacher, para lang din hindi sila magkamali sa pagsabi ng pangalan ko.

I was Hotdog Mendoza way back then. To be honest, hindi siya weird na nickname, because I had a classmate, and she was named as Kukay. I found Hotdog a bit presentable than Kukay during those days.

I was enjoying being Hotdog in an empirical manner when I realized, there was nothing special about being Hotdog.

First Year High School, ang random ng thought, everyone knew me as Hotdog while some called me Arjan. My mom used to call me Cali, and it was confusing me in another level kasi hindi ko alam kung ano ang dapat itawag sa akin.

You had a freaking name, and it was legally applied, and no one wants to use it for you, even yourself.

Same kay Kukay. Ang real name niya, Angelica Marie Joy R. San Vicente. But no one called her Angelica or Marie or Joy, or any of it but Kukay. Like, dude, for real?

Symbolic for me ang nickname na Hotdog kasi sobrang rare kong kumain ng hotdog kahit noong bata pa ’ko. Laging cheesedog. So, I asked my dad some time when I was six, “Pops, bakit may ganito na white sa hotdog?”

It was a white, gewy substance, dripping at the tip of the hotdog. And damn, it sounded so not safe for work, but it was.

“Cheesedog naman kasi ’yan, hindi ’yan hotdog,” sagot ni Popsky.

“Bakit po may cheese?”

“Kasi special kapag may cheese. Kapag, wala, common hotdog lang siya.”

Intrusion! Intrusion!

But yes, it was a sudden flashback during my childhood days na kapag may cheese, special.

Ang bibingkang may cheese, special.

Ang ensaymadang may cheese, special.

Ang putong may cheese, special.

Ang burger na may cheese, special.

There might be something about cheese that makes everything so special.

“Kaya pumayag kang maging Cheesedog?”

Ah! My mind was wandering around, kausap ko nga pala si Jazmin pero Z.

“Cheesedog is a good source of discussion, anyway,” sagot ko.

Jazmin pero Z is my student. Humanities class.

Well, she’s . . . she’s interesting. Very . . . interesting in a sense that she found me in a place where no one wants to look for me.

There’s something about the timing na hindi ko ine-expect. There’s something about the idea na ang sarap i-look forward because someone found you where you’ve been.

She’s cute. I like her eyes. Mukha siyang Korean na Taiwanese. Cute ang ilong, hindi matangos pero parang nakakatuwang pindutin kasi maliit. Bilugan ang mukha tapos may bangs na nagsasariling paling kahit anong suklay niya paharap. Hindi ako sigurado sa haba ng buhok kasi laging nakatali, lalo pa’t mahangin dito sa area dahil nga nasa highland. Madaldal. Kind of madaldal na mahirap bentahan ng idea. Hindi ko nga mabilang kung ilang beses niyang tinanong ang pagiging Cheesedog ko. Nag-explain na ’ko’t lahat, tinatanong pa rin niya.

“Bakit ito ang pinahanap mo sa ’min?” tanong niya, itinaas ang librong kanina pa niya binabasa—kung binabasa nga ba niya kasi dinadaldal din niya ’ko samantalang gumagawa nga ako ng lesson plan.

“Because I want you, guys, to understand that book?”

“Tao Te Ching by Lao Tzu,” pagbasa niya sa librong pinababasa ko sa buong klase for a reflection paper. “The Book of Way.”

Saglit akong tumigil sa ginagawa at nangalumbaba habang tinuturo ng sign pen ang librong hawak niya.

“Itong book, nakita ko ’tong binabasa ng nauna sa ’kin. Her name is Cherminne. I was nineteen when I first found this.”

Ako pa ang nagbuklat ng page at ipinakita ang bookmark ko roon sa page na may memorable line for me.

“We wu wei,” nakangiting sabi ko. “When nothing is done, nothing is left undone. Kung wala kang ginawa, meron kang ginawa. Wala nga lang.”

Napapangiti siyang nagtakip ng noo at parang nahihiya sa sinabi ko, umiiling pa. “Puwede bang bumalik na lang tayo kung bakit ka naging si Cheesedog, sir?”

It was fascinating, for me. Si Ate Cherminne kasi, virtual assistant siya. Sobrang broad ng pagiging VA, and I was a student way back then. She has an expressive eyes, and she looked at me like she was reading me until the very fiber of my existence.

Maybe sa experience? Iba rin siguro ang questions sa buhay ng may experience sa wala. And nineteen years old wasn’t that old enough to know something about life in general. And she’s double my age.

Ate Cherminne and I were on the same table, and she was reading that book habang naghihintay ako sa kanya. We had a small talk, some questions about life, as in sobrang random na hindi naman normally pinag-uusapan ng dalawang taong hindi rin naman magkakilala.

She asked, “Tingin mo, simple lang ang buhay?”

I answered, “Yes po.”

She smiled at me. “Why?”

“Simple lang ang life because it’s more of living and knowing why you live?” hindi sure na sagot ko.

“If simple lang, bakit mahirap maging masaya?”

“Hmm.” I really thought about that part. “Subjective po siguro ang happiness. Siguro nakadepende ’yon sa source of happiness nila kaya mahirap.”

“So, dahil ba sa constant craving nila for something they do not have, kaya mahirap maging masaya?”

“Kung happiness po ng ibang tao ang magkaroon ng maraming pera pero tambay lang po sila, mahirap po talaga. O kaya kung gusto nila ng T-Rex.”

Tinawanan lang ako ni Ate Cherminne sa sagot ko.

But really, isa ’yon sa mga tanong sa mundo na madali sanang sagutin kung pare-pareho lang ang meaning ng happiness para sa lahat.

Maybe it was about that constant craving gaya ng sabi ni Ate Cherminne, or maybe it was about the contentment na kung enough for you ang kung anong meron ka, you’ll feel happy kasi satisfied ka na. You don’t have to crave for more, you don’t have to ask for anything else.

Maybe it was about perspective, depende kung saang side ka tumitingin.

“When people see some things as beautiful, other things become ugly. When people see some things as good, other things become bad,” pagbasa ni Jazmin sa isang page ng book. “Ang philosophical nitong book, parang nakakabobo basahin, sir. Parang gets ko na parang hindi.”

“Pero ikaw, ano ang definition mo ng happiness?” usisa ko habang tinititigan siya.

“Hmm. Quiz ba ’to? May score ba ’to, sir? Exempted na ba ’ko kapag sinagot ko?”

Tinuktukan ko siya ng sign pen sa ulo bago ko binalikan ang lesson plan ko. “Magbasa ka na lang.”

“Ang definition ko ng happiness, sir, kapag busog ako, hahaha!” biglang sabi niya kaya napasulyap ako. Hawak-hawak na naman niya ang bookmark na iniwan ko roon. “Cheesedog Was Here.”

“Ibalik mo ’yan, ha?” utos ko.

“Opo, ito na po, ibabalik na.” Isinilid niya ulit ang bookmark sa page ng libro. “May favorite quote ka rito sa book, sir?”

“Meron,” sagot ko, sinusundan ng tingin ang ginagawa niyang paglipat sa libro.

“Natatandaan mo pa?”

“Yeah. I am different from ordinary people.”

Bigla siyang tumawa sa ’kin. “Ang GGSS! Legit ba?”

Ako naman ang napangiti sa kanya. “Joke lang, ang bilis mong maniwala.”

“Kaya ko nga tinanong kung legit ba. Grabe siya, ha. Pero seryoso, natatandaan mo pa?”

“Yep!” Tumango naman ako. “If you want to become whole, let yourself be partial. If you want to become full, let yourself be empty. If you want to be reborn, let yourself die. More like if you want to be one, become one.”

“Sir, hindi na makatao subject mo. Nakakabobo na, ha. Hindi pa nga ako nakaka-recover sa I exist; therefore, I am mo. Sumisingit ka pa ng nakakasira ng utak.”

“Mag-aral ka kasing mabuti.”

“Business naman kasi kinukuha ko, sir, hindi naman philo. Uy, meron pang isang bookmark. Taray!”

Dinampot niya agad ’yon, pero kaiba sa bookmark ko, pilas lang ’yon ng papel na sinulatan.

“Every moment that passes by is a new piece of time, a new chance to make things right as they were before, a new start to do good as it was written for us long ago. Every life has an opportunity to change its ways if it wants to be happy again,” pagbasa niya roon. “Buti pa ’to mabilis arukin. Wala ka bang ganito, sir? Kaysa yung one plus one mo.”

“Hahaha! Magbasa ka na. Ikaw una kong tatawagin bukas sa recitation.”

“Hoy! Namemersonal ka na!”

“Hahaha!”

Life is composed of simple things that make us happy. A simple joke, the laughter of a cute kid, a short conversation with someone you adore, a cute toy. And I guess it wasn’t complicated at all. We just have to look at it as something worth its existence.

• co-created by @coffeexated.

• Next update: January 13, 2023, 7 PM

#Lena0209 #Cheesedog #Wattpad

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dilebe06 · 2 years

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FALL IN LOVE

"Qualunque idiota può dire la verità. Ma per mentire ci vuole intelligenza."

Oh...quanto mi è piaciuto questo drama!

Era da un pò di tempo che una serie non mi faceva innamorare e di certo non pensavo che il prescelto potesse essere Fall in Love. D'altronde il trailer mostrava solamente una semplice storia d'amore, come ce ne sono a bizzeffe nel mondo delle serie tv. Che per carità, belle quanto ti pare...ma una serie da 36 episodi incentrata solo sulla storia d'amore non l'avrei mai retta.

Fall in love ha effettivamente una storia d'amore - pure bella - ma è la trama, il contesto, il suo sviluppo ed i personaggi - soprattutto quelli principali - a tenere vivo e rendere bello questo drama.

Per sanità mentale mia, andrò per PRO e CONTRO. Infatti nonostante i ponti d'oro, non è stato tutto oro quello che luccicava.

PRO

Il contesto

La storia si svolge nella Cina degli anni 20/30, in un epoca che devo essere sincera, io non ne so molto. Nonostante questo, mi è piaciuta l'ambientazione e le lotte tra i vari personaggi nella ricerca del potere o della vendetta. Dal lead al padre del Second lead, tutti i characters si muovono con estrema naturalezza in un ambiente anche complicato.

Tra esercito rivoluzionario, Signori della guerra, Concessioni straniere...il mondo di Fall in love è un mondo complesso, dove molti attori cercano di ottenere quello che vogliono in un difficile gioco di equilibrismo politico.

La trama e il suo svolgimento

Fall in love ha una trama di base semplice ma che proprio a causa di un contesto storico difficile e dai molti attori in campo, si complica molto. Per dirla in modo semplice...questa serie deve essere vista con il cervello acceso. XD

C'è anche da dire che i personaggi sono tutti abbastanza intelligenti e costringono i piani ad essere resi ogni volta più difficili e complessi. E certe volte la pianificazione manco funziona. Per dire.

Comunque sia, è interessante notare che se all'inizio io non capivo nulla delle dinamiche della storia e dei personaggi e avevo molto caos in testa, verso metà serie nella mia testa era tutto molto chiaro. E questo è emblematico del bel lavoro fatto dalla serie.

I due lead

Sia presi singolarmente sia assieme, i due protagonisti sono il perno della storia. Il pezzo forte.

La signorina Mu forse è meno incisiva della sua controparte maschile ma si è rivelata un personaggio assolutamente da rispettare: intelligente, ambiziosa, a tratti vendicativa, perspicace, bugiarda e falsa quanto basta e quanto lo richiede il momento, questa donna ha saputo tenere testa a tutti i personaggi maschili della storia.

E ho amato come la serie mettesse in luce non tanto la sua bellezza o la sua ricchezza, ma la sua determinazione, il suo acume. Nonché la sua ambizione. La sua volontà di non essere una pedina nel gioco ma di essere una giocatrice a tutti gli effetti. Stupenda.

Come stupenda è stata la sua missione nel conquistare il lead. Perché guardiamo in faccia alla realtà: Il Comandante Tan poteva fare lo splendido quanto voleva ma alla fine chi ha fatto le cose sul serio - bacio, proposta, matrimonio - è stata sempre lei. Ho ammirato la sua determinazione nel portare all'altare l'uomo che amava.

E poi c'è lui: Il Comandante Tan.

Il soldato degli ormoni.

Cosa non è stato quest'uomo... adorabilmente sbruffone, ambizioso al pari della futura moglie, bugiardo, truffatore ma soprattutto geniale. E' stata la sua ingegnosità, il suo intelletto, la sua capacità di prevedere e macchinare dietro le spalle a conquistarmi più di qualsiasi effetto fisico.

Il lead di questa storia è un brigante, un uomo venuto dal basso che riesce a compiere non una ma ben due colpi di stato grazie al suo cervello. Manipolatore nato, cinico bastardo, naviga nelle acque agitate di quegli anni come uno squalo bel consapevole di essere il Re dei Mari. E' proprio questo suo lato sprezzante e moralmente discutibile, questo suo essere un lead un pò grigio ad avermi conquistato.

Ricordo per mio mero divertimento, come abbia spillato 50.000 soldi alla sorellastra della lead con la promessa di farla diventare segretaria dell'uomo che amava per poi manipolarla e farle passare la giornata in prigione. Epico.

Ovviamente quando due persone come i due lead si incontrano, non possono che nascere grandi cose. Mu Wan Qing e Tan Xuanlin sono due anime affini....due anime gemelle. La loro "connessione" è così perfetta che riescono a capire e prevedere le mosse uno dell'altra anche senza vedersi.

La storia d'amore

La loro storia inizia come una collaborazione in virtù dell'aiuto comune: Tan aiuterà Mu a riavere la sua posizione in famiglia ed in cambio otterrà l'appoggio economico di cui ha bisogno per attuare i suoi piani. E' un buon piano che migliora nettamente quando poi subentra l'amore tra i due.

Se ho apprezzato la complicità mentale, d'intenti e intellettiva dei due lead, ho altresì apprezzato anche le difficoltà di questa storia d'amore: primo tra tutti il grande ostacolo di Tan nel fidarsi di qualcuno. Mu nello specifico.

Diviene difficile collaborare con una persona quando lei ti tiene all'oscuro dei tuoi piani e spesso solo la grande intelligenza di Mu o il grande amore che la ragazza prova per Tan, hanno salvato la situazione. E' una lotta quella che Mu porta avanti con il suo uomo, nel tentativo di portarlo a fidarsi di lei, una lotta che Mu comunque perde. E va bene così: Tan è fatto in questa maniera e così ce lo dobbiamo tenere. XD Almeno, nel finale, il rifiuto di dire la verità a Mu non è perché non di fida di lei...ma per tenerla al sicuro. Lo considero un passo avanti, dai.

Comunque sia, senza andare di nuovo nello specifico, ho adorato questa coppia di criminali. Un ambo temibile che ha raggiunto tutti i risultati che si era prefissata senza guardare in faccia nessuno, salvandosi il culo a vicenda anche quando si erano lasciati. E qui non posso fare a meno di pensare che se avessero arrestato uno dei due, anche l'altro sarebbe andato in galera. I Bonnie e Clyde della Cina.

CONTRO

Alcune cose:

Le due storyline della sorella di Tan e dell'attrice

In un drama dove già devo fare all'erta nel seguire le vicende dei protagonisti per non perdermi tra complotti e contro complotti, queste due storyline sono state più di intralcio che di piacere.

Partiamo dall'attrice. In realtà ho poco da dire su di lei e anzi, ho ammirato la sua fedeltà al lead a costo di morire. Una storia straziante e bella che però mi ha annoiata poiché incentrata tutta sulla storia d'amore.

L'amico del second lead e l'attrice intrecciano una storia lunga 30 episodi di solo corteggiamento, con lei che prima rifiuta le avances dell'uomo, poi sembra accettarlo, ma alla fine muore davanti al ragazzo portando ad un nulla di fatto e ad una storia d'amore tragica che poiché piatta non mi ha fatto piangere manco una lacrima.

Dall'altra parte invece abbiamo la sorella di Tan che come l'attrice, instaura una storyline basata unicamente sulla storia d'amore con un ragazzo che non la vuole - una vicenda opposta a quella dell'attrice. Per farti capire quanto si siano impegnati per renderla meno varia possibile - con l'aggravante di aver reso questa ragazza, un dito in culo incredibile.

La sorella infatti, oltre che ad essere sempre fuori luogo, è di un egoismo mostruoso. Mentre suo fratello compie Colpi di Stato rischiando di morire ogni due per tre, lei anziché aiutarlo, complica le cose, appellandosi all'amore che prova per l'altro amico del second lead.

Scappa di continuo, si mette nei guai, irrompe in una stanza dove c'è una sparatoria, si fa prendere volontariamente come ostaggio....tutto questo perché c'è di mezzo l'uomo che ama e come una novella stalker deve seguirlo sempre per proclamargli il suo amore. Imbarazzante.

Il Finale

Da una serie con quest'impianto così complesso e intelligente mi aspettavo un finale degno di ciò. E invece...

Chiariamoci: non sono contro all'idea dei due lead tra i Rivoluzionari. Durante la serie, questa opportunità era stata ventilata dai ripetuti aiuti che i due protagonisti avevano dato ai rivoltosi. O anche dalla presa di coscienza di Tan su quanto le sue azioni mirate all'ambizione, facessero del male a persone innocenti.

Ho trovato quindi probabile - per quanto un peccato - il loro schieramento verso questa forza.

Quello su cui invece non posso chiudere gli occhi è il modo in cui è avvenuto: frettoloso, incongruente con quanto detto fino a mo' , buonista e sulla falsariga di un happy ending forzatissimo. Vedere tutti i personaggi positivi riuniti felicemente assieme sotto la bandiera dell'esercito rivoluzionario più che farmi piacere mi fa molto ridere.

Ma andiamo con ordine:

Per tutta la serie ci fanno vedere come anche solo il sospetto di collaborazionismo con i Rivoluzionari sia pericolosissimo. Tanto che per buttare giù Tan, i suoi avversari usano spesso questo attacco. Ma nel finale, quando tutti i personaggi bene o male si sono uniti a questo esercito, nessuno dice o fa nulla.

Il second lead ed i suoi due amici sono i figli dei Signori della Guerra, in lotta con i Rivoluzionari da una vita. E io devo credere che passino al lato dei rivoltosi senza che le famiglie facciano una piega. Nessuno dice nulla.

Prima del finale, tra i personaggi c'erano alcune tensioni che ahimè sono state risolte con una faciloneria e buonismo che mi ha fatto quasi piangere dal ridere. Dalla sorella di Tan che preferisce essere diseredata dal fratello piuttosto che lasciare l'uomo che ama, all'amico del second lead che gli è morta l'attrice per colpa del padre del second lead ma che perdona tutto in virtù dell'amicizia. Dalla lead che vede la sua sorellastra morire tra le fiamme e che nemmeno ne parla, fino ad arrivare la second lead stesso e suo padre che non hanno mai avuto un confronto serio dopo le mille tensioni.

Davvero, questo finale così sciatto e poco strutturato mi ha molto deluso proprio in virtù della grande e precisa strutturazione della serie.

Concludendo: Fall in Love rimane un bel drama. Forse non una serie capace di coinvolgermi emotivamente come Someday or One Day, ma capace di attirare il mio interesse tramite altri mezzi e strumenti. Una resa intelligente della storia e dei personaggi - compresa la ship - la rende come una delle serie più interessanti che ho visto quest'anno. Tan e Mu presi singolarmente e come coppia regalano una performance alla Bonnie e Clyde degna di nota, rappresentandosi quasi con un valore di "anime gemelle". Peccato per il finale dove la serie non è riuscita a mantenere la sua complessità, lasciandosi andare a facilismi e frettolosità, cadendo nell'happy ending più banale.

Voto: 8.5

#fall in love #cdrama #chinese drama #tan xuanlin #mu wan qing

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areyou-theone8rpg · 2 years

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Conheça LIV MARIE CORNELL, natural de BISMARCK, NORTH DAKOTA, quando decidiu fazer sua inscrição no “Are You The One?” não esperava que fizesse tanto sucesso por lembrar muito JESSICA STROUP. Em seus meros 35 anos de idade, ficou conhecida pelo público como THE GOSSIP GIRL.

IN THIS GAME, OUR CHOICES SEAL OUR FATE!

Liv não nasceu em um berço de ouro, mas também não era de palha, seus pais sempre fizeram questão de participar ativamente de sua construção, mesmo que para isso precisassem passar os próprios valores de uma família um tanto quanto… monetária, por assim dizer. "Faça dinheiro, não importa com que", lembrava-se plenamente daquelas palavras quando se recordava de seus pais. Nascida e criada na capital da Dakota do Norte, a mulher não soubera muito seu propósito no mundo até que finalmente chegasse na adolescência e conseguisse entrar no jornal do colégio e finalmente conseguisse o que seus pais sempre lhe induziram, no começo, foram apenas pensamentos não tão inofensivos assim para ganhar alguns trocados daqueles estudantes que orquestravam suas vinganças silenciosas na coluna de comentários da instituição, depois aquilo se tornou um verdadeiro império, não propriamente de dinheiro, mas as pessoas começaram a conhecer e tentar ser amigas de Liv, afinal, a mesma tivera deixado que palavras - por vezes sarcásticas - atingissem como as más línguas do lugar, com matérias semanais que corroboravam com aqueles que adoravam destilar veneno nos nichos mais populares, mesmo que eles fossem seus 'amigos', naquela época ela não fazia parte verdadeiramente daquele grupo, a própria sabia disso. Mas dos populares também saíram coisas boas, como assim tivera imaginado, oh, o tal do amor da sua vida, Trent era realmente um dos caras mais bonitos e legais daquele colégio, e ela não sabia o motivo do mesmo ter se interessado por ela, mesmo que ela ainda possuísse olhos bonitos e um corpo esguio. Namoraram tempo o suficiente para que ele participasse de todos os marcos de sua vida, inclusive na contratação de um jornal importante de NYC, fazendo com que a mulher passasse a pensar que aquele era 'o' cara dos seus sonhos, até porque, aquela era a vida que ela pedira a Deus para ser perfeita, até tivera ficado noiva em seus 30 anos. Ops, claramente a Disney estava errada nos contos de fadas, a modernidade era cruel e ela apenas não tivera descoberto isso. Claro, não era sua intenção esperar que seu então futuro ex-noivo lhe aprontasse a pior das decepções, vendo-se sozinha e sem ideia do que seria sua vida em uma cidade enorme como Nova Iorque ainda no auge de seus trinta. Não sabia se o tempo tivera sido generoso ao longo dos anos que se passaram, mas ela ainda possuía seu emprego bom na megalópole e que jamais lhe aparentaria como a tia solteirona da sua família nas viagens de natais para casa, no entanto, aquele ainda era o motivo ideal para no auge dos seus 35 anos se inscrever em um (ex) programa (adolescente) da MTV, pois acredita que por seu gosto suspeito, se eles não encontrarem seu par ideal, ninguém mais irá.

MY LAST RELATIONSHIP ENDED BECAUSE...

O último relacionamento sério de Liv foi de longe o mais marcante, aquele com seu noivo de longa data, ou melhor, seu ex-namorado e sua brilhante surpresa, ela jamais poderia esperar que no dia de seu aniversário de trinta anos, ao invés de flores e um delicioso café da manhã na cama recebesse a notícia - ou melhor - visualizasse seu cara ideal com sua nova melhor amiga novaiorquina na mesa de trabalho do escritório dele, enquanto tivera tido a ideia e feito a linha da namorada proativa e o convidasse para almoçar no dia do próprio aniversário, que claramente o outro tivera se esquecido da data e comemorado com sua melhor amiga loira. Uma surpresa memorável para aquele aniversário de 30 anos.

A LOVERS WITHOUT SIGN. AND I AM LOST AGAIN.

Atualmente a única característica que Liv procura em um parceiro ideal é que o mesmo seja decente, digo, verdadeiramente decente e comportado, não aquele tipo que tenta lhe enganar com palavras bonitas e pequenos gestos clichês, não acredita que apenas isso possa fazer sua cabeça virar ao avesso por conta de alguém, mesmo sabendo que se tiver a chance de escolher, certamente seus olhos recairiam naquele com maior potencial de quebrar seu coração, ou seja, uma beleza extraordinária e uma lábia que poderia causar inveja em um daqueles políticos mentirosos… Mas agora ela estará se policiando o suficiente para evitar enlouquecer, o que será o caso se vier a ter outra decepção memorável como a sua última.

Liv Cornell encontra-se TAKEN.

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thecatalogueofroyalfashion · 5 months

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Queen Mathilde || Marie Méro

#Queen Mathilde #Marie Mero #Marie Méro #dress #King Philippe

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tengomilpalabrasparati · 2 years

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"YA VIENEN"

Tras el éxito que logró con su inicio la serie "Stranger Things", la cual realiza una clara sobreexplotación más que evidente de elementos, tanto narrativos como estéticos, de la década de los ochenta, han surgido otros productos con mayor o menor éxito emulando esta táctica, como es el caso de películas como "Verano del 84" (2018). Probando con la misma táctica, nos llega la ópera prima del director responsable de cortometrajes como "Hit Squad" (2017), que está protagonizada por Mary Madaline Roe, y Morgan Chandler.

En 1979, una joven se encuentra con un reproductor de VHS poseído. Sin saberlo, al usarlo libera una entidad demoníaca que la perseguirá a ella y a toda su familia, sumiendo la pequeña ciudad de Clarkson en el mismísimo infierno.

Aunque la película no pretende ser más que un mero entretenimiento de serie B, con una asequible duración que no llega a la hora y media, y un tono cargado de comedia, el hecho de que dicha comedia no funcione en ningún momento, junto un antagonista al que nunca llegamos a ver por completo, y solo se limita a mostrar zarpas y explosiones de sangre postiza, le quitan gran parte de gracia a la película.

Las actuaciones rozan en muchos casos la vergüenza ajena, cosa que en parte se puede perdonar dada la condición del film de serie B, y el guión, aunque conservador en extremo, cumple su cometido sin más.

"They Reach" es una propuesta fracasada de un tipo de films que aprovechan la nostalgia ochentera, y aunque otras cintas de este calibre puedan dar el tipo, en esta ocasión la película tiene poco que ofrecer.

La dejé a la hora... Ya no podía más 👎👎

youtube

#Ya vienen #series y pelis #trailer #Youtube

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replaycinnemablogg · 1 year

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Dia da consciência negra ✊🏿

Olá pobres meros mortais🍑,hoje vamos falar sobre o dia da consciência negra,uma data escolhida em homenagem ao dia da morte de Zumbi dos Palmares, líder negro que lutou contra a escravidão, como a importância da igualdade de direitos dos negros e o fim da discriminação. E hoje vou recomendar 10 filmes sobre a consciência negra.

-12 Anos de Escravidão (2014) Já considerado um clássico, o filme é baseado na história real do músico Solomon Northup (Chiwetel Ejiofor), um homem negro nascido livre nos Estados Unidos no século XIX, mas que é sequestrado e vive como escravo durante 12 anos. O longa expõe cenas fortes da exploração negra e de como os homens e mulheres escravizados eram tratados pela elite branca.

-Estrelas Além do Tempo (2016)

O longa retrata a história real das cientistas afro-americanas da NASA, Katherine Johnson, Dorothy Vaughan e Mary Jackson. Elas foram cruciais para que o primeiro homem americano fosse ao espaço, em plena Guerra Fria e corrida espacial entre Estados Unidos e União Soviética. "Toda vez que temos a chance de avançar, eles mudam a chegada", afirma uma das protagonistas do filme que mostra a luta contra o racismo e o machismo na NASA.

-Cidade de Deus (2002)

A adaptação do livro de mesmo nome de Paulo Lins conta a história da comunidade Cidade de Deus, no Rio de Janeiro, do seu início nos anos 1960 até ganhar a fama de um os lugares mais perigosos da cidade. Por meio dos moradores Buscapé (Alexandre Rodrigues), um jovem que sonha em ser fotógrafo, e Zé Pequeno (Leandro Firmino), um jovem traficante ambicioso, a trama retrata a realidade da violência, desigualdade social e racial e crescimento do tráfico de drogas na Cidade de Deus.

-Cor Púrpura (1985)

O clássico, baseado no romance da ativista política negra norte-americana Alice Walker, narra a história de Celie (Whoopi Goldberg), uma mulher negra afro-americana que viveu uma infância de abusos e foi obrigada a casar com um homem mais velho e cuidar de suas crianças. Celie mantém vivo o sonho de encontrar sua irmã que está África, com quem se comunica por cartas, e de se libertar desse destino de violência, racismo e machismo.

-Eu não sou seu negro (2016)

Eu não sou seu negro é uma obra dirigida pelo haitiano Raoul Peck e baseada no livro do escritor afro-americano James Baldwin, “Remember this House”. O filme concorreu ao Oscar de Melhor Documentário, em 2017, e é uma verdadeira aula sobre conflitos raciais.

Ao longo da obra, conferimos a história racial em solo estadunidense, a partir do assassinato de três dos maiores líderes da luta contra o racismo: Medgar Evers, Malcolm X e Martin Luther King. Todos foram mortos com menos de 40 anos por abalar o status quo de uma sociedade construída sob a hegemonia branca.

-Infiltrado na Klan (2018)

Nesse filme, acompanhamos a história de Ron Stallworth, um detetive negro que conseguiu se infiltrar na Ku Klux Klan local em uma operação investigativa. A famosa seita conhecida como KKK foi um movimento marcado pelas ideias de supremacia branca e responsável por inúmeros ataques contra afro-americanos.

Com seu plano arriscado, Ron Stallworth consegue enganar os membros do grupo e, assim, sabotar dezenas de crimes motivados por racismo. Infiltrado na Klan ganhou o Oscar de Melhor Roteiro Adaptado, em 2019, e teve uma recepção crítica muito positiva, ajudando a mobilizar discussões sobre o racismo nos dias de hoje.

-Moonlight: sob a luz do luar (2016)

O filme narra a procura do jovem por respostas para seus questionamentos mais íntimos, na busca de entender quem ele é. Durante esse percurso, os fatos da vida de Chiron são apresentados.

O racismo e a homofobia são temas abordados nessa produção, em que um jovem tenta construir sua identidade numa sociedade que o oprime. A insensibilidade, a violência e como o homem negro é moldado em um mundo racista farão você refletir sobre os conflitos vividos por Chiron.

-Duelo de titãs (2000)

O drama biográfico, baseado em uma história real, foi lançado em 2000 e relata as tensões raciais em um time universitário durante o campeonato no auge da segregação racial.

A liderança eficaz exercida pelo técnico transformou a relação entre negros e brancos, pois o respeito mútuo e a luta pela igualdade ressaltaram a habilidade e competência da equipe. Como resultado, venceram os desafios que se colocavam entre eles e se tornaram vitoriosos.

-A última abolição (2018)

Documentário produzido por Alice Gomes e lançado em 2018, a produção reflete sobre o Brasil como “último país ocidental a abolir a escravidão”.

Para entender o período de escravidão no Brasil, os fatos que culminaram na assinatura da Lei Áurea e a luta do povo negro pela sua libertação, assista a essa retrospectiva detalhada.

Nessa produção você vai entender que a abolição da escravidão foi o primeiro passo para a emancipação. Entretanto, não apagou o seu legado. A opressão vivida por tanto tempo exigiu do povo negro força e coragem para mudar o seu destino.

-Corra!(2018)

conta uma história de racismo em formato de terror — mesmo que o preconceito já não fosse aterrorizante por si só. Na trama, o personagem Chris (Daniel Kaluuya) namora com Rose (Allison Williams), e depois de um bom tempo de namoro eles viajam para conhecer a família dela. Porém, ao chegar lá, uma zona rural dos Estados Unidos, ele descobre que tudo não passava de uma armadilha racista, bizarra, perturbadora e claustrofóbica.

By:🌙😋

#consciência negra #cinema #film

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enkeynetwork · 12 days

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#Cassandre #chièCassandre #graficapubblicitaria #ideatorelogoYvesSaintLaurent #Maestrograficapubblicitaria

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candacehughes123 · 1 month

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ares-49789 · 2 months

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Capítulo 2: Bienvenidos a Hastam

El lux bajó su velocidad cuando llegó a una distancia preventiva del gran planeta rojo, Aelia miró la delgada atmósfera y navegó el espacio hasta divisar a lo lejos el satélite más cercano a Marte, Deimos

Años atrás, el satélite no era mucho más que un asteroide que había sido absorbido por el campo de atracción de marte para convertirse en el segundo, pero después de la guerra de la liberación espacial había sido entregado a Firis por las ciudades estado marcianas y claro, cierto general había tenido la gran idea de entregarle los mandos a su segundo, ahora el asteroide no solo brillaba con luz propia, sino que había duplicado en su tamaño gracias a la terraformación que había sufrido

El que había sido antes un mero asteroide ahora tenía una forma esférica casi perfecta y dominaba el cielo marciano con su presencia cuando pasaba, había tomado 12 años, pero el gran proyecto de Firis había terminado con las tres bases en la superficie de la luna cubiertas por domos de “cristal espacial” como lo había nombrado su creador casi 150 años antes, los nombres de estas bases eran Gladius, una base totalmente militar en la que cientos de pilotos eran entrenados al año para manejar las naves más avanzadas de la nación, Scutum, el lugar donde las naves de Firis eran almacenadas, desde las fragatas de 100 metros hasta las naves mineras de apenas 20, Scutum era la más reconocible pues contaba con un ascensor de modelo Attollo saliendo de su domo hasta la estación espacial Scutum, donde un total de 5 cruceros estaban recibiendo mantenimiento antes de salir hasta las colonias en Júpiter

Y luego estaba la joya de la corona, la base más grande de toda la luna, con un domo de 1km de radio unido a un puerto espacial, y no era lo único, pues a partir del domo, donde normalmente debería haber un terreno inhóspito el “suelo” estaba lleno de pequeñas aperturas cubiertas por cristal espacial, a través de las aperturas se podían ver miles, es posible que millones de luces distintas, pues Hastam, no era como las otras bases, no, Hastam había sido construída con la idea de usar la forma original del satélite en su favor, su creador había creado la base con la idea de que fuera totalmente subterránea, Aelia no se cansaba de la vista de las luces de colores saliendo de las ventanas, creando lo que parecía una Aurora boreal artificial cuando se reflejaban con el domo y la poca atmósfera que Deimos atrapaba con su gravedad

Aelia suspiró antes de recordar porqué estaba en el lugar, no era una visita de placer como muchas otras veces, no, esta vez estaba ahí por trabajo, no como Aelia Eudocia, la pareja del líder de Hastam, sino como Aelia Eudocia, capitana de las fuerzas armadas espaciales de Filii Maris y la piloto más rápida de la humanidad, aunque esa última parte era solo gracias a su nave. La mujer miró su consola de mandos y activó sus comunicaciones con el exterior

-Buenas tardes, Astra, ¿Puedo aterrizar?- Cuando Aelia dijo eso frente a ella apareció el holograma de una mujer de pelo azul y ojos dorados con una sonrisa blanca, vestía un vestido corto de color negro y miraba a la chica contenta

-Aelia, bienvenida de nuevo, tu puerto de aterrizaje de hoy es el 49, espero que no haya habido ningún problema con tu carga en el camino- La IA, cuya imágen actual era de unos 20 centímetros y flotaba sobre la consola de mando

-Todo ha ido fantástico, Astra, gracias por preguntar- contestó Aelia, Astra asintió y volvió a sonreír

-Máximo te espera en la entrada del puerto, lleva ahí casi desde que Ceres le llamó hace una hora- Aelia sonrió y vió como la IA o más bien, su imágen holográfica desaparecía, la mujer colocó ambas manos sobre los mandos de la nave y comenzó el descenso a Hastam

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El lux aterrizó en el centro del puerto número 49, al igual que el resto de puertos de la base de investigación, este tenía una forma hexagonal con paredes de unos 30 metros de largo, Aelia vió como las luces del puerto comenzaron a brillar de color rojo y las seis láminas metálicas se desplegaban para sellar el puerto del vacío espacial antes de llenar el espacio con aire respirable, cuando las luces se volvieron azules Aelia se puso las botas y brazaletes especiales antes de bajar de la nave con la caja metálica entre sus manos

El suelo del puerto era de un color azul oscuro que contrastaba con el gris de las paredes de treinta metros de altura que lo rodeaban todo, este era uno de los puertos pequeños en Hastam, pues el más grande era capaz de tener hasta dos cruceros dentro a la vez, pero no era usado como un puerto, más bien como un dique seco espacial, Aelia siguió las líneas rojas que salían del centro del puerto hasta la puerta de este, esta ya estaba abierta, y en ella podía ver al que posiblemente era el hombre más famoso de Firis, Máximo Marco Astra Praetorian, pero para ella solo era el tonto de su novio, el mismo que había tardado más de 10 años en pedirle salir y solo porque ella secretamente había pedido a Astra que le recomendara hacerlo

Máximo tenía una sonrisa de oreja a oreja grabada en la cara desde que el Lux había entrado en el puerto, se había arreglado, con su pelo largo arreglado en una coleta alta y una bata de laboratorio que gritaba “nueva” a gritos, pues Aelia sabía lo mucho que las batas del hombre sufrían, además de eso, Máximo llevaba una camisa negra bajo la bata y unos pantalones arreglados, Aelia reconoció esa vestimenta como una de las tres que solía utilizar cuando iba a eventos importantes, en comparación, el mono de piloto de color naranja que llevaba Aelia sufría de poca elegancia

Aelia tuvo que sortear a uno de los mechas de carga que se dirigía a repostar al Lux antes de llegar a la puerta del puerto

-Buenas tardes querida- saludó Máximo con una pequeña reverencia, Aelia respondió con una pequeña risa antes de asentir

-Salvete Máximo- dijo antes de mirar detrás del hombre, donde Astra se había materializado una vez más, pero esta vez su forma era del tamaño humano, una cabeza más alta que la capitana- Astra

-Capitana Aelia- saludó la IA asintiendo- un placer volver a verte

-Todo mío Astra- contestó Aelia, la IA sonrió antes de desaparecer una vez más, Aelia sabía que la inteligencia artificial tenía muchas cosas que hacer en Hastam, después de todo la dirigía al completo, todas y cada una de las luces, funcionamiento de los robots, maquinaria automatizada, control de comunicaciones, vigilancia de todos y cada uno de los pasillos en el conocido como “satélite hormiguero” y cientos de tareas que Aelia no podría llegar a comprender ni en miles de años

-¿Es esa la caja?- preguntó Máximo, Aelia comprendió entonces porqué su querido novio había sonreído tanto, no era solo porque ella había aparecido, ni mucho menos, aunque seguro que eso había ayudado, no, era porque en las manos de la chica se encontraba la llave a una fuente de conocimiento a la que antes no había podido acceder ni por mucho que lo intentara ya que no podría simplemente parar toda la base para poner a Astra a descodificar la información de la cápsula, la chica sonrió antes de levantar la caja hasta la altura del pecho del investigador

-Si, lo es- contestó Aelia, Máximo tomó la caja con sus dos manos y luego miró a la chica rubia frente a él con una sonrisa más propia de un niño con un juguete nuevo en navidad que la de un héroe de guerra de 37 años que tenía a su cargo todo un satélite y era el principal impulsor de los avances tecnológicos de toda una nación, los ojos del hombre brillaron

-Sígueme- dijo, antes de salir corriendo por los pasillos, Aelia no pudo evitar sonreír antes de seguir al hombre por los pasillos blancos de la base hasta llegar a un ascensor que los llevó hasta el piso más bajo de todo Hastam en apenas unos segundos, de hecho, habían recorrido los pasillos a tal velocidad que no sabía cómo no se habían chocado con alguno de los robots que se movían por ellos o como Máximo no había derribado a algún investigador en su carrera

Llegaron al piso más bajo de toda la base, también conocido como el gran laboratorio de Máximo, accesible solo gracias al elevador central de la base y bloqueado por Astra a todos a excepción de las personas en las que el director de la base más confiaba, Máximo recuperó el aliento antes de salir del ascensor y Aelia vió como todas las luces del inmenso laboratorio se encendían, la sala inicial era solo la recepción del ascensor, un lugar en el que las visitas (si es que las había) quedarían totalmente anonadadas, ya que nada más salir del ascensor te encontrabas con una barandilla metálica que evitaba una caída de casi 20 metros y un globo holográfico de color negro de 10 m de diámetro que flotaba a cinco metros del borde, con luces alrededor, en ese momento estaba “apagado” pero Aelia sabía que una vez encendido, en ese globo se podía ver toda la información disponible en Deimos, es decir, era literalmente una herramienta omnipotente en la luna, una herramienta que Máximo podía usar en cualquier momento… Y que solo usaba para entrar a los ordenadores del complejo

Aelia y Máximo caminaron hasta el borde de la caída y la barandilla se plegó, dejando paso a una pequeña plataforma semicircular que los bajó hasta llegar a la altura del laboratorio de verdad, la gran sala tan grande como dos campos de fútbol profesional puestos el uno al lado del otro, lleno de máquinas y herramientas de todo tipo junto a un excesivo número de mesas de trabajo con artefactos aún por probar, terminar o diseñar, Aelia vió como un grupo de 8 drones rodearon a Máximo en cuanto puso pie en el laboratorio, eran sus ojos, orejas y manos en el lugar, no sabía como, pero eran capaces de hacer todo lo que máximo quería que hicieran de la forma que él quería en el momento que él quería sin una sola palabra, los drones flotaban alrededor de Máximo, no había signo de hélices en ellos, tenían forma esférica y lo único que los distinguía de una bola negra era el círculo rojo en su centro que siempre miraba hacia donde se movían

Los drones después de rodear a Máximo se colocaron en una formación de dos filas de cuatro drones cada una, el hombre colocó la caja metálica que contenía la clave de descodificación sobre los drones y estos la llevaron hasta el centro de la sala gigantesca, a un banco de trabajo colocado en una elevación cuadrada desde la que alguien podría observar todo el laboratorio con solo quedarse de pie en el centro

Máximo se subió a la elevación y Aelia vió como el hombre cerraba sus ojos, la mujer se colocó de pie a su lado y se preparó para el espectáculo, la orquesta que solo ella había visto, el verdadero funcionamiento del laboratorio, música comenzó a sonar alrededor de los dos humanos sobre la elevación, Aelia la reconoció como la canción favorita de su pareja, una versión de un grupo del siglo XXIII de la tan conocida thunderstruck

Y con la música todo comenzó a moverse, los ocho drones volvieron junto a su dueño mientras nueve ordenadores gigantes salieron del mismo suelo alrededor de la elevación cuadrada, la caja había sido conectada a uno de ellos y rodeando a la pareja cientos de miles de ventanas holográficas comenzaron a aparecer, Aelia podía ver planos desconocidos, escritos en letras que no podía reconocer e incontables imágenes y vídeos de criaturas escapadas de todas las obras de ficción en las que podía pensar, desde animales parecidos a los que ya conocía con pequeñas diferencias capaces de despertar su valle inquietante hasta aberraciones que no se le podrían haber imaginado nunca, y todo eso…

-Todo eso en uno solo- murmuró Máximo, seguía con los ojos cerrados, aunque eso no parecía evitar que el hombre viera lo que tenía a su alrededor, porque sonreía, Aelia suspiró, ella no podía procesar nada de lo que estaba viendo, eran demasiados estímulos todos a la vez, pero máximo no, máximo lo estaba disfrutando y ella sabía que era por esa sed de conocimientos que tanto lo caracterizaba -Astra punto uno- dijo el hombre, en cuanto las palabras salieron de su boca a su lado apareció la inteligencia artificial en su forma humana, pero esta era distinta, en lugar del vestido negro que llevaba antes, esta Astra portaba un uniforme de cadete militar

-Dime- Contestó la IA, Aelia no pudo evitar mirar raro a la inteligencia artificial, había hablado de forma muy seca, no era como solía serlo, lo sabía porque máximo le había explicado muchas veces lo difícil que había sido crear un algoritmo para que las respuestas de Astra no sonaran demasiado bruscas o demasiado altas o bajas, parecía que esta Astra no tenía ese programa instalado o algo similar

-Necesito que recopiles toda la información dentro de las torres y las dividas en categorías distintas- pidió Máximo

-¿Cuántas categorías quieres crear?- preguntó la IA, Aelia levantó una ceja, eso era algo que Astra nunca preguntaría, tenía la capacidad de pensar por sí misma, no era una mera herramienta que contestara como una asistente personal

-Crea un total de 9 categorías, necesitamos Tecnología, Xenobiología, Historia, Xenofauna, Xenoflora, Geografía, Derecho, Política y Militar, marca esta última como de acceso restringido- pidió Máximo, abriendo sus ojos de nuevo para ver a Aelia

-¿Qué le ha pasado a Astra?- preguntó la mujer, mirando a la IA holográfica entrecerrando los ojos, como si eso fuera suficiente para ver que era lo que le había pasado, Máximo siguió la mirada de la chica para examinar a la IA

-Es una nueva versión para Astra, bueno, más bien un prototipo, ya sabes, para hacer pequeñas mejoras a la versión final- explicó Máximo- es por eso por lo que es algo distinta a la Astra que tú conoces, Astra punto uno, saluda a Aelia- pidió el investigador, la inteligencia artificial dirigió su mirada a Aelia y sonrió antes de hacer una pequeña reverencia

-Encantada de conocerte, Aelia, Máximo habla mucho de tí mientras duerme- Esa última parte hizo que el investigador se arrepintiera de no poder tapar la boca de la ia para detenerla, Aelia no pudo evitar dejar salir una sonora carcajada, era posible que esta versión de Astra no tuviera una capacidad de comunicación tan superior como la principal pero seguía teniendo ese sentido de la verdad que solía volverse contra su creador en las cosas más vergonzosas

-Encantada punto uno- dijo la chica -Espero que me puedas contar más de las rutinas nocturnas de Máximo la próxima vez que hablemos- Aelia miró al pobre de su novio sonrojarse como un tomate y rió con malicia, el hombre tuvo que respirar hondo antes de fingir recuperar su compostura

-¿Astra punto uno, has terminado de clasificar la información?- preguntó Máximo, inconsciente de que las puntas de sus orejas seguían teñidas del color rosado causado por la vergüenza

-Afirmativo- la IA mostró una ventana holográfica similar a la de un menú con los 9 botones equivalentes a cada una de las categorías

-Llama a todo el mundo con prioridad alpha a la sala de conferencias para dentro de una hora- pidió el investigador, mirando el menú delante de él

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#No tan solos #ocs #original story

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