Tumgik
#Mierda racista y xenofobia
latinotiktok · 1 year
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siendo sincera como argentina los fifas me hicieron mega antipatria y hasta odiar el fútbol. se que es "parte de nuestra cultura" i guess pero que cultura de mierda si nos dió fama de xenófobos racistas a todo el país cuando la mayoría que dice esas cosas son los raules ignorantes machistas que viven y respiran fútbol. perdón tenía que sacarme la bronca y de paso hacerle saber a los otros latinos que la mayoría de argentina los ama, todas las otras mujeres liberales que conozco aman a los extranjeros en especial a nuestros hermanos latinos y me pone muy triste que seamos conocidos como el país mega racista solo por los mismos pelotudos gorilas que dicen que prenderían fuego vivas a las feministas y que quieren que vuelvan los milicos, no nos representan.
Creo que es una mirada muy inocente decir que la xenofobia y racismo proviene en su mayoria del fútbol, cuando por todos lados te puedo dar ejemplos de sectores igualmente xenofobos/racistas. Incluso más. Y sinceramente, dentro de todo, el mundial fue bastante calmo en esos términos. A mi no me preocupa "como nos dejaron" frente al mundo, si no los problemas diarios de racismo acá. Lo argentino y el racismo tanto fuera como dentro no se unió por el fútbol. El fútbol y la cultura de este sector sólo reproduce lo que la sociedad argentina es y siempre fue, por más que tengas un círculo que no sea así, negar todo y señalar sólo a un sector como "el peor"...no sé si es la mejor manera de analizar y enfrentar este tipo de problemas.
No somos tan xenofobos y racistas como Twitter argentina, pero no hay que olvidar que SI hay xenofobia y racismo en todos lados acá. Tal vez no tan obvia e insultante, pero sigue siendo extremadamente peligrosa, aún más en su forma disimulada.
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wepurge-rpg · 10 months
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1: es que los españoles... Los españoles ¿QUÉ? Venga, sácate ese racismo de dentro. Bastantes dosis de tengo que tragar por comentarios de mierda racistas. // Sería xenofobia no racismo. Xeno viene de extranjero y racismo de la raza u origen étnico.
b
R.
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iloveblackcolor00 · 4 years
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Hay muchas personas hablando del tema del racismo. Y unas vienen y me dicen que yo no se por lo que pasan. Entiendo el enojo que esto les causa, he vivido los ultimos 7 años en USA y no es un tema facil, me han degradado personas blancas, de color y hasta las mismas personas que nacieron aqui pero que sus padres son latinos. Si tu ves a una persona blanca agrediendo a una de color que es lo primero que piensas? "Oh, eso es racismo" pero si ves a una persona de color agrediendo a un latino que dicen? "Son peleas por pandillas" acaso solo los latinos y las personas de color andan en pandillas? He visto con mis propios ojos pandilleros que son blancos. No vengas a decirme que lo que sufrimos los latinos es xenofobia. Los latinos tambien son racistas, no crean que somos unos angelitos. Los que han estado sufriendo mucha xenofobia los ultimos meses han sido los asiaticos, por el tema del Coronavirus. Y no estoy diciendo que ellos no sufren de racismo. Claro que lo sufren! Y quienes crees que son los que los molestan? Blancos, negros y latinos. No vengas con que "Black Lives Matter" si tambien has sido una mierda en contra de una persona con diferente color, linaje u origen nacional. Te recuerdo que en la segregación que hubo en este pais estaban los carteles "No dogs, negros, mexicans". No vamos en contra de los blancos, vamos en contra del racismo, en contra del abuso de autoridad. En vez de "Black Lives Matter" por que no "All Lives Matter"?
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che-estabapensando · 5 years
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Se puede cambiar?
Varias cosas me inspiraron a hablar de esto pero hay una en particular que triggereó todo. Este es el primer blog que escribo acá y es algo que ya puse en twitter pero modifiqué un poquito.
SE PUEDE CAMBIAR?
Entiendo que la gente se equivoca, que cambia, que mejora. Pero hasta qué punto es válido decir "hace unos años era una mierda pero ahora ya no"?
Todxs sabemos que "hacer bullying" está mal, incluso si no lo llamas así, sabés que odiar a alguien activamente por el simple hecho de existir está mal. Es algo que te enseñan cuando sos chicx, no necesitas tener 30 años para entenderlo.
Si desde siempre sabemos que ser racista, por ejemplo, está mal, por qué perdonamos ciertas personas porque ahora "cambiaron". Y no estoy hablando de frases como "negro de mierda/negro cabeza" que la gente usa pero no analiza lo que implica y que son frases racistas y clasistas. Estoy hablando de actitudes odiantes activas, onda, desviarte de tu camino para atacar a alguien.
Si todxs , o la gran mayoría, sabemos que "está mal", retomo la pregunta: hasta qué punto es válido aceptar que una persona cambió? Cómo puede ser que alguien haya cometido ese tipo de hechos y ahora ya se le pasó?
Hablo de racismo como hablo de homofobia, gordofobia, xenofobia, elegí la que quieras...
Uso de ejemplo lo que disparó este posteo: una persona que conozco sufrió bullying durante la adolescencia, bullying de personas que conocía, amigxs y hasta gente con la que no tenía contacto. Empezó por alguna boludez pero se volvió una moda bardear a esta persona. Le publicaban cosas en las redes sociales, en el colegio todxs decidieron dejarle de hablar al mismo tiempo, le acusaban con los profesores a la mínima que no estaba mirando el pizarrón y muchas más cosas que no vienen al caso.
Toda esa gente que hizo cosas para que esta persona sufriera o lxs que se reían y no hacían nada, quiero creer que ahora, habiendo pasado bastante tiempo, no lo harían. La cuestión que me genera ruido es que si a los 15 años bardeas a una persona con la que no tenés relación, sin haber ningún conflicto anterior, sólo porque te divierte que sufra, qué tan buena persona podes ser? Decís que cambiaste, sure, ahora no lo harías, sure, pero alguien que fue así de cruel, realmente puede desligarse de todo el daño que causó? A menos de que le pidan disculpas directamente a la persona que hirieron, yo como espectadora lxs voy a seguir viendo como esxs forrxs. Repito, todxs nos equivocamos y cambiamos, crecemos, pero hacer sufrir a alguien porque te da placer no es una equivocación, es una decisión que tomaste sabiendo las consecuencias.
Obviamente yo me equivoqué miles de veces y lo voy a seguir haciendo porque no existe la perfección pero puedo asegurar que jamás herí a alguien por la satisfacción de herir. No lo digo para jactarme de ser buena persona, porque eso no te hace buena persona, es lo mínimo que todxs deberíamos hacer. Unx puede tener actitudes odiantes y darse cuenta, más adelante, que están mal. Yo he dicho "negros de alma" por ejemplo, y me arrepiento. Cuando analicé lo que estaba diciendo me di cuenta de que era una forrada y dejé de decirlo. Pero a mi parecer, una cosa es decir frases que están instaladas en la sociedad, que básicamente te enseñan a que las digas y otra muy distinta es ir a una persona de piel negra a decirle sos unx negrx de mierda o ir a alguien que vive en una villa a decirle villerx de mierda. No me estoy justificado, se que están mal ambas cosas, simplemente digo que no afectan al otrx de la misma manera.
Volviendo a la pregunta inicial y usando el ejemplo de recién: si alguien se desvía de su camino para ir a una persona negra a decirle negrx de mierda, qué tanto puede cambiar? Si demostró ser cruel sin motivo. Obviamente que en el contexto de una pelea pueden pasar ese tipo de insultos, lo cual sigue sin estar bien, pero por lo menos hay un porqué de la crueldad.
Sé que no todo en la vida es blanco y negro, sé que hay matices. Las personas generalmente no son buenas o malas, son una mezcla. La cuestión es que a mí modo de ver las cosas, algunas acciones "malas" pesan mucho más que las "buenas". Por más que una persona haga actos de beneficencia, si mató a alguien no la voy a considerar buena persona. Violar, matar, abusar, entre otras, van a marcar para siempre mi manera de ver a la gente que comete esas atrocidades. Son ejemplos muy extremos si se comparan con la temática que venía tratando pero me pareció necesario para poder darme a entender. Si sigo por ahí entonces, jamás voy a poder ver a una persona que hizo bullying como algo más que un bully, aunque diga haber cambiado. Se puede dejar atrás realmente el sadismo de hacer sufrir a alguien por diversión? Porque ser un bully es eso, hacer sufrir a alguien porque te gusta que la pase mal, ya sea a modo de venganza o porque se te cruzaron los cables.
Las personas cambian, pero más que cambiar yo diría que evolucionan. Siempre van a ser lxs mismxs pero mejoradxs. Con el paso del tiempo se convierten en otras versiones de sí mismxs. Lo cual no significa que si una vez fuiste unx forrx lo vas a seguir siendo para toda la vida, pero vas a tener que trabajar todos los días para no volver a eso. Como una adicción pero más fácil de manejar, mucho más fácil de manejar.
Así que en resolución, se puede cambiar? Yo creo que Ni/So.
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kiro-anarka · 6 years
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¿Cuál es para ti la principal brecha social, el principal eje de injusticia? ¿El género? ¿La clase? ¿La raza? Probablemente tu respuesta (como la mía) esté condicionada por tu posición en la sociedad, por las opresiones que te tocan. La primera temporada de la serie ‘American Crime Story’, que recrea el juicio contra el jugador de fúbol americano O.J. Simpson, muestra esto de una forma contundente y sirve de guía para una comprensión interseccional de los sistemas de poder. Para quien no conozca la historia, en 1995 el deportista afroestadounidense O.J. Simpson fue juzgado como único sospechoso del asesinato de su exmujer, Nicole Brown, y del novio de esta. La fiscal, Marcia Clark -mujer blanca- hizo de este caso un emblema contra la impunidad de los agresores machistas. Simpson, por su parte, terminó poniendo al frente de su equipo de abogados varones y blancos mediáticos al activista negro Johnnie Cochran, cuya estrategia de defensa consistió en sostener que las pruebas contra O.J. eran resultado de un montaje policial. Cochran veía en este caso un emblema para denunciar la criminalización y la violencia sistemática que enfrentaban los hombres negros por parte de la policía de Los Ángeles.
No quiero estropearos la serie, pero este caso plantea una situación de lo más interesante: la disputa entre “las mujeres” y “los negros”, y el rol de las mujeres negras en esa encrucijada. Uno de los momentos más decisivos es cuando fiscalía y defensa tienen que formar el jurado popular compuesto por 12 personas. El resultado es sorprendente: eligen a un total de nueve personas negras, dos blancas y una latina; en total, diez mujeres y dos hombres. ¿Por qué? Porque Cochran quería elegir al mayor número de miembros afrodescendientes posible, mientras que el objetivo de Clark es que la mayoría fueran mujeres. La fiscal creía que las mujeres, independientemente del color de su piel, empatizarían con una víctima de la violencia machista y no con su presunto agresor. Ese fue un gran error. Tal y como predijo Cochran, las mujeres negras empatizaban más con O.J. -un tipo carismático y un modelo de éxito pese a que viviera desconectado de la comunidad negra- que con su exmujer blanca. Y, lo que tal vez fuera más importante, se sentían más identificadas con el discurso de Johnie Cochran que con el de Marcia Clark, cuyo segundo error garrafal fue insistir ante un jurado racializado que la raza no tenía relevancia en este caso.
Las feministas afroamericanas desarrollaron la teoría de la interseccionalidad —término acuñado en 1989 por la activista y académica Kimberlé Williams Crenshaw— para señalar la encrucijada en la que se encontraban, siendo mujeres en una sociedad patriarcal y negras en una sociedad supremacista blanca. En el juicio a O.J. Simpson se vio un choque que podemos reconocer en el feminismo actual en nuestro contexto: mientras que las blancas hablan de sororidad entre todas las mujeres del mundo -sin importar la raza, qué fácil es decirlo cuando una es blanca-, la hermandad de las negras -la sisterhood y el brotherhood– remite a la resistencia de una comunidad marcada por la esclavitud y la segregación, sostenida también por las mujeres blancas.
Y así, una blanquita como yo empatiza con Marcia Clark (a pesar de su negación del racismo) porque sufre ataques sexistas, y aborrece a Johnnie Cochran, que es (con perdón del exabrupto) un macho de mierda. Confieso que me costó asumir que en la valoración de las mujeres afroestadounidenses pesase más la raza que el género. Confieso que pensé: “espera, igual esto es porque en 1995 todavía no había conciencia social sobre la violencia machista, igual en 2018, después del #Metoo, la cosa hubiera sido distinta”. Y luego recordé que en Estados Unidos no sólo hay un movimiento #Metoo -que, aunque iniciado por la afroestadounidense Tarana Burke, en el imaginario se relaciona con las actrices blancas de Hollywood-, sino que también hay un movimiento #Blacklivesmatter. Y entonces esta blanquita se da cuenta de lo significativo que es que en su cabeza un movimiento contra el acoso sexual iniciado por famosas blancas esté mucho más fresco que un movimiento social que clama contra la brutalidad policial racista. Estamos hablando de adolescentes asesinados por la policía.
¿Cuántas, cuántos os enterasteis de que el pasado 11 de noviembre tuvo lugar en Madrid una manifestación contra el racismo institucional? ¿Cuántas, cuántos, recordáis quiénes son Lucrecia Pérez, Mame Mbaye, Manuel Fernández Jiménez o Mohamed Bouderbala? ¿Cuántas, cuántos nos manifestamos contra la justicia patriarcal, enfurecides por la sentencia de la Manada, y cuántas, cuántos, nos unimos a las concentraciones en solidaridad con las temporeras de la fresa que denunciaron explotación laboral y sexual en Huelva?
Las feministas blancas nos quedamos ojipláticas cuando días antes del pasado 8 de marzo la revista Afroféminas publicó un comunicado desmarcándose de la huelga feminista por concluir que ésta seguía invisibilizando a las mujeres racializadas y prestando muy poca atención a sus reivindicaciones antirracistas, más allá de alguna alusión a la ley de Extranjería. “La brecha más grande es entre blancxs y racializadxs”, escribieron, y cientos de feministas blancas les intentaron corregir, diciéndoles que la opresión de género es la primaria y la racial es secundaria. Igualito que cuando los machos de izquierdas dicen que primero la lucha de clases y luego la feminista. El patriarcado, dicen, se frota las manos al ver que las mujeres estamos divididas, que las negras y las migradas y las gitanas y las moras se desmarcan del feminismo (a secas, porque euroblanco/payo rara vez es un adjetivo).
Tienen razón en algo: al sistema heteropatriarcal, capitalista, racista y colonial le viene muy bien la disputa entre los grupos oprimidos. Que se lo digan a Trump, a Salvini o a Bolsonaro cuando azuzan la xenofobia, el racismo o la LGTBfobia para atraer a la clase trabajadora blanca. Recordemos la estrategia homonacionalista de Israel, presentándose ante Occidente como paraíso LGTB en contraposición a una Palestina reaccionaria, y chantajeando a gays y lesbianas palestinos con sacarles del armario si no colaboran con el sionismo. Pinkwashing, lavado rosa. Recordemos a George Bush utilizando la imagen de las mujeres con burka para legitimar su invasión a Afganistán.
El pasado junio los informativos anunciaron que los Mossos d’ Esquadra habían utilizado por primera vez pistolas eléctricas. Las estrenaron con un maltratador machista y fue una mujer la portavoz que lo contó ante las cámaras. Purplewashing, lavado morado: para normalizar una herramienta represiva, ayuda relacionarla con algo tan sensible como la lucha contra la violencia machista. ¿Nos pueden asegurar que no van a emplear las pistolas eléctricas para reducir a manteros?
No se me olvida un caso que seguimos cuando militaba en SOS Racismo Bizkaia. En el barrio de Zorrozaurre (símbolo del ocaso industrial que ahora pretenden convertir en el Brooklyn bilbaíno), una chica denunció un intento de agresión sexual por parte de dos chicos. Los medios hegemónicos destacaron que los agresores machistas eran magrebíes que vivían como ocupas en las fábricas abandonadas. A pesar de que los presuntos agresores tenían permiso de residencia, la noticia sirvió como pretexto para que la Policía Nacional hiciera una redada de extranjería y abriera expedientes de expulsión a otros chavales okupas sin papeles. Por cierto, en algún momento me contaron que la denunciante era gitana, pero ese dato no era relevante para los medios. Nos preguntábamos entonces, ¿cómo manifestarnos contra esas deportaciones sin que se contrapusiese a las concentraciones feministas contra las agresiones sexistas? Atribuir una serie de agresiones sexuales en la Nochevieja de 2016 en Colonia a hombres refugiados sirvió también a Angela Merkel para endurecer la persecución xenófoba. Relacionar la violencia sexual con los hombres racializados es una de las estrategias más efectivas de los racistas y xenófobos para alimentar el odio, seguro que os ha llegado algún whatsapp de este tipo. Es también, añade Lucía Mbomío -a la que le he pedido que revise este artículo- un motivo de linchamiento en la era posesclavitud (recordemos Matar a un ruiseñor) y una táctica colonial histórica: animalizar a los varones negros, mostrándolos como machos incapaces de controlar sus instintos.
Sí, al sistema le conviene mucho la disputa entre grupos oprimidos y la extrema derecha es especialista en azuzarlos. Frente a esa certeza, la lucha interseccional es el único camino. “Desgraciadamente la interseccionalidad sigue siendo una palabra que el feminismo hegemónico vacía de contenido cuando la tiene que poner en práctica”, decían en Afroféminas. Pensemos por qué lo dicen.
Yo no sé cuál es la receta de la interseccionalidad, pero sé que un primer paso es tomar conciencia no solo de las opresiones que me atraviesan sino también de los privilegios, reconocer las experiencias de personas que me dicen que es otra la opresión que a ellas más les afecta, y preguntarme qué me moviliza y qué no, con quién me identifico y con quién no. No me canso de recordar unas palabras de Brigitte Vasallo inspiradas en Boaventura de Sousa Santos: la violencia que yo vivo tendría que servirme para entender todas las violencias. Sufrir acoso machista debería servirme para entender el acoso racista. Nunca es verdad que el eje de poder que me oprime a mí o a ti sea el más grave o el más sistémico. No puede ser verdad porque, como han explicado Angela Davis o Bertha Cáceres o tantas otras, el poder heteropatriarcal, capitalista y colonial es uno solo, que muestra caras distintas. Si nos grabamos esto a fuego, partir de ahí igual podemos empezar a hablar de sororidad.
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blackleger · 6 years
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8. Movie themed
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Historia Original
¡Genial! Soy la minoría racial en una película de terror.
Vaya título para un libro, pero si voy a morir aquí quiero que este sea mi legado, quizás si sobrevivo pueda convertirme en escritor y esto llegue a ser un best seller, solo tengo que esperar a que le guste a un montón de adolescentes con ganas de sentirse únicos y diferentes, y cambiar la historia, eso es importante, inventar una protagonista inútil y llena de “defectos” que resulta ser experta peleadora, maneje cualquier arma, sea un genio secreto, que se crea fea pero resulta estar más buena que Scarlett Johansson y como olvidar la cereza del pastel, con una personalidad dependiente de mierda disfrazada de “soy independiente y no necesito de nadie”, tampoco debo olvidar incluirle un harén que prototipos del David de Miguel Ángel, solo que con el pene grade, ja, no debo olvidar ese detalle, creo que me estoy desviando del tema, pero estoy nervioso y si salgo de esta necesitare notas de trabajo, bueno aquí vamos.
Guía de supervivencia básica para el caso de que seas la minoría racial en una película de terror (Cambiar este título que no pega mucho).
No seas la minoría racial para empezar.
(Ok, vale esto sería útil si pudiera elegir tu raza pero como no se puede ya que, quizás debería cambiar esto a: “Intenta ser la mayoría racial”. Espera, ¿y si esto funciona en contra?, ¿cómo en Candyman?, demonios no lo había pensado, creo que tendré que trabajar en este punto, un momento, ¿qué eso no fue porque tipa era la protagonista y no los sujetos del baño?.)
Intenta ser la protagonista virgen.
(Muy tarde para mí, pero quizás debería sugerir colocarse sostén y un par de naranjas si eres hombre, debí pensar eso antes y si no funcionaba al menos tendría algo que comer aquí.)
Si todos tus amigos son blancos te sugieren irte de pinta, ¡NO ACEPTES!
(Yo solo quiera ir por un café y un pedazo de pastel, ninguno se acordó que era mi cumpleaños.)
Si ya es muy tarde y te encuentras en medio de un campamento abandonado, cerrado por una masacre adolescente ocurrida hace treinta años y ningún idiota te hace caso de regresar a la civilización, no intentes irte por tu cuenta y quédate con el grupo, recuerda que serás el primero en morir y por consiguiente en el momento en que nadie te esté mirando un imbécil con hacha posiblemente intente partirte el cráneo, si haces eso el bufón de grupo morirá primero.
(Daniel, ¡te lo mereces imbécil!, ¿qué clase de imbécil se pone a burlarse de un tipo de dos metros con un hacha y una máscara de Halloween? Aunque creo que Daniel no fue el primero, pero como ninguno nos dimos cuenta de en qué momento se fue la parejita cachonda, creo que si cuenta.)
Posiblemente todos noten que la parejita de cachondos del grupo desapareció y posiblemente entre esa parejita estaba el imbécil con las llaves del único auto, no sigas a la estúpida mejor amiga de la cachonda que quiere ir a buscarla, estas en el escenario de una película de terror, recuerda que cualquiera que tenga sexo va a morir fuera de escena. Nota: tampoco vayas a buscarla cuando empiece a gritar a menos que la tipa “virgen” e inocente sugiera ir.
(¿Es enserio? ¿Por qué diablos alguien se pone cachondo en un lugar como este? Hay insectos, animales y cabañas roñosas.)
Quédate con la tipa “virgen” e inocente, sin importar que tan estúpida sea va a llegar al final.
(Mary, tus ideas eran estúpidas, tu moral en realidad era moralina y tampoco me caías bien, creo que debía haberte dicho eso antes.)
Si algún imbécil sugiere ir por el auto o que hay un teléfono que pueden usar para llamar a la policía solo debes recordar algo, primero, el auto no va a funcionar, segundo, jamás habrá señal o batería suficiente y tercero, ¡estás en un maldito campamento abandonado hace 30 AÑOS! Por cierto, el que sugirió eso será el próximo en morir. Creo que esto también aplica en caso de que sugiera que se separen.
(Solo tengo una pregunta, ¿por qué? Es mi imaginación o este ambiente anula los instintos de supervivencia de las personas y las vuelve estúpidas.)
Felicidades, si es que llegas a este punto, el grupo prácticamente debe estar reducido a tres o cuatro personas incluyéndote, te diré en pocas palabras lo que sucederá ahora, los últimos integrantes del grupo van a morir, posiblemente. Así que pon atención a esto: por algún motivo se encontraran acorralados y surgirá un enfrentamiento en el que el galán de la virgen morirá defendiéndola, mucho escándalo y llanto pero lo más importante de todo, ¡EL ASESINO NO ESTA MUERTO AUNQUE LO PAREZCA!
(Jason, debí haberte dicho esto antes pero Mary hacia la bestia de dos espaldas con Jonny, moriste en vano campeón.)
Se dará un enfrentamiento final entre la virgen protagonista y asesino de turno que adivina ¡NO MURIO!, así que escóndete en un lugar seguro y disfruta del espectáculo, en mi caso ambos murieron.
(Espero que esto no tenga segunda parte.)
¡FELICIDADES! Me encantaría decir que estas a salvo pero recuerda que eres la minoría racial por lo que si llega la policía te van a culpar de todos y tendrás que esconderte, por cierto, corre en zigzag es más fácil esquivar las balas de esa forma y atranca bien la puerta del lugar en el que te metas y lo más importante, aléjate de las ventanas. ¡Maldita policía racista! ¡Viva este país y su incompetente sistema judicial corrupto! Te van a matar siendo inocente y será tu culpa, habrá un escándalo pero no se va a llegar a nada porque posiblemente argumente que tenías un arma aunque no sea cierto y terminaras siendo solo un muerto más producto del racismo y xenofobia del país.
NP: Bueno eso es todo, sobreviví a un asesino y ahora moriré baleado, debo admitirlo, creo que prefiero morir por un hacha que baleado como un simple delincuente, ¡tengo una maldita beca completa para la universidad!, una familia que me espera y un perro, pero creo que aquí mueren mis esperanzas de salir con vida.
  NP: ¡Wow! Comencé a escuchar gritos. ¡Viva! ¡Habrá secuela! Bueno, ahora solo tengo que ir hacia la patrulla más cercana, arrancar creyéndome piloto de fórmula uno y finalmente poder cantar “Libre soy”, sin sentir que tengo que golpear mi cabeza contra la pared.
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herretes · 7 years
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La forma de ver el mundo de Donald Trump no cambiará por salir de sus colaboradores como Bannon
A principios de este año, cuando Steve Bannon, estratega jefe de Donald Trump, estaba en la cima de su influencia, lo visité en la Casa Blanca. “Esto es totalmente secreto”, dijo, entrando en su oficina un sábado por la noche a mediados de marzo. -Esta es como una bóveda. La pequeña habitación, a gran distancia de la Oficina Oval, estaba abierta en el centro. Bannon dijo que no era una oficina, sino “la sala de guerra”, y que estaba diseñada para ser la estación de batalla desde la cual Bannon y sus colegas transfirieron las ideas incipientes del candidato Trump a una posición más bien definida Nacionalismo del Presidente Trump.
-Tomé todos los muebles -dijo, señalando-. “Puse a Scavino aquí, el chico de Twitter”. Se estaba refiriendo a Dan Scavino, un ex-jugador de golf Trump que dirige los medios de comunicación social de Trump, a menudo skimming tableros de mensajes oscuros para encontrar memes pro-Trump, como el gif el Presidente tweeté de Trump body-slamming alguien en cuya cara el logotipo de CNN fue superpuesto.
Un lado de la sala de guerra está cubierto con hojas de papel que enumera las promesas que hizo Trump en un discurso en Gettysburg en el tramo final de la campaña. Cuando una promesa es entregada, se corta y se fecha. “La contratación de congelación en todos los empleados federales para reducir la fuerza de trabajo federal a través de desgaste” tenía una gran “X” a través de ella y la fecha de “1/23.” En el lado opuesto de la pared era famosa pizarra de Bannon, Y se parecía al manifiesto de Ted Kaczynski. “Tenemos una lista de puñetazos”, dijo Bannon. “Tenemos todas las promesas que ha hecho aquí.”
A pesar de mostrarlo a otros periodistas ya mí, Bannon trató de mantener en secreto el contenido de la pizarra. Ese plan fue lanzado en abril, cuando un visitante publicó una foto de sí mismo y Bannon delante de la pizarra, y el tablero se convirtió en una sensación en línea y entre comediantes de última hora de la noche, generando docenas de memes y chistes. Trump estaba furioso ante la filtración, tal vez porque la escritura era tan desordenada, y la pizarra blanca fue borrada posteriormente y rediseñada con una apariencia más limpia y profesional. (Un nuevo toque caprichoso fue la palabra “París” con una barra a través de ella.)
Hoy, pocos de los artículos grandes en la pizarra de Bannon han sido marcados y, en lo que parece ser una ocurrencia mensual, susurros anónimos que Trump está planeando empujar Bannon fuera de la Casa Blanca están circulando de nuevo. Trump se ha cansado de leer sobre el “Presidente Bannon” y de ver el rostro de su estratega en la portada de Time . Bannon, a su vez, redujo drásticamente su perfil público. ( El economista le rogó recientemente que tirara su pizarra blanca para una historia de portada, y él declinó.) Trump se ha negado a ofrecer su ayuda. “Me gusta el. Es un buen hombre. No es racista; Puedo decirte eso “, dijo Trump en una conferencia de prensa en Trump Tower, el martes por la tarde. -Veremos lo que pasa con el señor Bannon.
La posibilidad de que Bannon salga de la Casa Blanca plantea la cuestión de lo que podría parecer Trumpism sin su arquitecto líder en el ala oeste. El año pasado, Bannon dirigió a Trump a una estrecha victoria del colegio electoral al infundir los discursos de Trump con ataques a “banqueros internacionales” y “poderes financieros mundiales” para “tramar la destrucción de la soberanía de Estados Unidos” (lenguaje que la Anti-Defamation League creía era anti -Semítico) y apostando por una oleada de votos de la clase trabajadora blanca en el Medio Oeste.
Derrotar a Clinton y al Partido Demócrata puede haber sido la parte fácil. El verdadero objetivo de Bannon, durante muchos años, pero sobre todo desde que se hizo cargo de la operación de Trump, ha sido derrotar al Partido Republicano. “Si Trump gana, literalmente cambia todo”, me dijo Bannon el otoño pasado. “Porque el Partido Republicano nunca volverá a ser lo que era”. El Partido Republicano se convertiría en “un partido obrero”, como el propio Trump empezó a decir el año pasado “. Bannon me dijo:” Hay un movimiento populista que exige que estos Los acuerdos comerciales son renegociados. Los bancos tendrán que ser rotos. Va a haber algún tipo de preocupación sobre los salarios de los trabajadores y la clase media, el Seguro Social, los programas de derecho. Va a ser diferente.
Pero la lucha por el cuidado de la salud mostró lo difícil que era cambiar el GOP siguiendo las líneas que Bannon predijo. Trump mismo-errático, no-ideológico, propenso a tomar el consejo de la última persona con la que habló-era un barco poco fiable para la marca de nacionalismo de Bannon. A mediados de enero, el presidente electo le dijo al Washington Post que su plan de salud sería “seguro para todos” e indicó que lucharía contra el ala de gobierno pequeño del GOP “Había una filosofía en algunos círculos que , Si no puedes pagar por ello, no lo entiendes. Eso no va a pasar con nosotros “, dijo Trump al periódico. Unas semanas más tarde, Trump cambió de rumbo y respaldó un plan para revocar Obamacare, escrito por Paul Ryan, el presidente de la Cámara y líder del GOP moderno que Bannon trató de explotar. Si se promulga,A la Oficina de Presupuesto del Congreso no partidista. Los más afectados serían los votantes blancos, mayores, rurales y de bajos ingresos, la base que Trump había robado a los Clinton.
Bannon sigue viéndose a sí mismo como un forastero, incluso en la Casa Blanca y el Partido Republicano más grande. Se ve a sí mismo rodeado de fuerzas hostiles en círculos concéntricos: las fuerzas moderadoras dentro de la Casa Blanca, que, dependiendo del tema, incluyen a Gary Cohn, Jared Kushner y HR McMaster, los medios de comunicación (“el partido de la oposición”) y el Congreso Republicanos Hay dos corrientes de pensamiento que fluyen de la visión del nacionalismo que Bannon está tratando de imponer en el GOP: económico y xenófobo. El trumpismo hasta ahora ha sido marcado por este último y muy poco de los primeros. El tiempo de Trump en el cargo, hasta ahora, será recordado mucho más por su coddling de grupos racistas después de las protestas en Charlottesville que por cualquier logro político. Si Bannon permanece o no en la Casa Blanca,
Sin duda, aunque permite y refuerza el feo nativismo de Trump, Bannon no es el hábil manipulador de Rasputín que se le ve en la cultura pop estadounidense. Se oponía firmemente a la huelga contra Siria, y Trump lo ignoró. Él ha aprendido que Trump retrocede de los consejeros que se ven para controlarlo. Bannon trató de no hablar con Trump durante tres días porque sabía que estaba siendo inundado con consejos de directores ejecutivos como Tim Cook y Elon Musk, de Rex Tillerson, De Ivanka y Jared- para permanecer en el tratado. Al final, Trump se puso al lado del ala de Bannon y se retiró del acuerdo, y Bannon aprendió una lección importante: para los asuntos sobre los cuales Trump ya está de su lado, el bloqueo de información de los opositores puede ser contraproducente.
La gran idea populista de Bannon para el otoño se refiere a los impuestos. Bannon está profundamente preocupado porque el proyecto de ley de salud y la mayoría de las propuestas republicanas sobre reforma tributaria, incluido el plan oficial de Trump, representen un enorme recorte de impuestos para los estadounidenses más ricos. Una idea que ha flotado dentro de la Casa Blanca está creando una nueva y más alta tasa impositiva, tal vez por ingresos de más de un millón de dólares. Él cree que el secreto para venderlo es convencer al Presidente de que aumentar los impuestos es un ganador político. Bannon se ha hecho amigo de Gerald Butts, un asesor político de mucho tiempo del primer ministro canadiense, Justin Trudeau. Se reunieron en Nueva York durante la transición y ahora hablan regularmente. Bannon ve a Butts como una especie de versión de izquierda de sí mismo. El año pasado, cuando la popularidad del primer ministro estaba en declive, Trudeau impulsó una subida de impuestos sobre los ricos,
Bannon quiere vender la idea políticamente argumentando que golpearía a millonarios de izquierda en Silicon Valley, Wall Street y Hollywood. Bannon es uno de los pocos republicanos en Washington en realidad a considerar lo que ha sido respaldado por la encuesta: muchos votantes de la clase trabajadora que apoyan a los republicanos están a favor de impuestos más altos sobre los ricos. “No hay nada mejor para un populista que un tipo rico que aumenta los impuestos sobre los ricos”, dijo Butts a Bannon.
“Creo que, en términos de genio político, Bannon es el mejor y el peor instinto de Trump, todo en una sola persona”, me dijo un asistente del senador demócrata Charles Schumer, que quizás es el crítico más efectivo de Trump en el Congreso. “Él obtiene el populismo, y realmente entiende la angustia entre los votantes de la clase trabajadora que Trump aprovechó muy bien. Quiero decir, obviamente con él recibes la prohibición de viajar y un montón de mierda racista y xenófoba, también. Pero, desde el punto de vista económico-populista, creo que tiene el dedo muy bien en el pulso de lo que motiva a la gente “.
Si Trump finalmente expulsa a Bannon de la Casa Blanca, el proyecto de política nacionalista estará casi muerto. El nuevo jefe de personal, John Kelly, es mucho más moderado en la inmigración y ha empujado a Trump a abandonar la idea de un muro fronterizo físico. La política económica estará totalmente bajo el control de Cohn, y la idea herética de aumentar los impuestos sobre los ricos no tendrá ningún campeón. Trump mismo siempre ha estado más animado por la xenofobia del bannonismo que por sus opiniones económicas populistas. Una Trump White House sin Bannon no será más radical en su coddling de los grupos de extrema derecha-hoy, Trump demostró de nuevo que no necesita ningún estímulo-pero será más capturado por la agenda tradicional de los pequeños gobiernos del GOP que Bannon esperaba para destruir.
La entrada Despedir a Steve Bannon no cambiará a Donald Trump aparece primero en Noticias Diarias de Venezuela.
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tuseriesdetv · 7 years
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'Dear White People' te va a escocer
¿Qué elementos convierten a una serie en buena o en mala? ¿Qué es lo que determina que una ficción sea necesaria o innecesaria? ¿Cuáles son los factores por los cuales un show tiene más o menos audiencia? ¿Por qué se habla más de unas series que de otras? ¿Es posible responder estas preguntas? Sí, es posible. Una contestación más elaborada y para nota recaería directamente en la arbitrariedad del propio y diverso espectador que, como en la sociedad, no solo posee el cómodo derecho a disfrutar de cualquier ficción televisiva que le plazca, sino que además tiene el deber de hacer algo respecto a ella. No os echéis las manos a la cabeza, hace bastantes años que superamos la etapa del espectador pasivo. Si consumimos tantos minutos de ficción no es precisamente para ver cómo transcurren los minutos de los episodios en nuestra vida, sin pena ni gloria, mientras retuiteamos algún meme de gallos eurovisivos. Si consumimos tantos minutos de ficción es precisamente porque además de ver, ostentamos la capacidad de mirar. ¿Y después? Eso va al gusto: pensar, actuar, influir, recapacitar... Infinitivos dirigidos a cambiar la forma en la que nos relacionamos con nosotros mismos y con nuestro propio entorno. Y no, yo no veo la existencia de ninguna incompatibilidad entre la industria televisiva y el activismo; se puede entretener y ganar dinero al mismo tiempo que se puede coreografiar un elaborado ejercicio pedagógico usando la ficción como herramienta principal. Dear White People es un buen ejemplo de ello, pero no nos hemos enterado porque estamos enfrascados en saber si la escena de un suicidio se ha romantizado o si a Yon González se le ha escapado algún balido machista más. Pero tampoco debemos sentirnos mal por ello. Es evidente que vivimos bajo la diminuta cúpula del pajarito azul, como si nos encontráramos en una novela de Stephen King. Creemos que algunas batallas ya han sido ganadas o que, al menos, están lo suficientemente controladas. Pero la serie de Netflix nos recuerda que, ahí fuera, los privilegios de unos continúan perennes y las discriminaciones hacia otros también.
Alguien podrá pensar que estoy siendo contradictorio. En qué quedamos, ¿mirar dentro de la pantalla o fuera de ella? Dear White People lo deja muy claro: sé capaz de sumergirte en el proceso, primero un escalón y después el siguiente. Además, Justin Simien, su creador, quiere que la ficción sea uno de nuestros escalones iniciales; y no quiere que perdamos mucho tiempo en él, puesto que se ventila la primera temporada en diez episodios de treinta minutos cada uno, con Yvette Lee Bowser como showrunner y Barry Jenkins (artífice de la oscarizada Moonlight) como uno de los directores, entre otros nombres más. Al final del camino, nos damos cuenta que la ficción quiere que, con un ritmo frenético, podamos pasar rápidamente a la acción, al infinitivo. Sin embargo, mientras que el equipo de la serie señala con su índice a la luna, muchos miran al dedo indignados. Son varios usuarios los que han cancelado su suscripción de Netflix y/o se han quejado porque la plataforma de streaming está fomentando con esta ficción el "racismo a la inversa", el "genocidio blanco" y la discriminación a los blancos. A causa del inminente estreno de la ficción, también regurgitó el ya famoso "All Lives Matters", eslogan creado para criticar el "Black Lives Matter". Este movimiento surgió en Estados Unidos en el año 2013 para denunciar la violencia y la brutalidad policial contra las personas negras, a raíz de varios asesinatos injustificados cometidos contra jóvenes afroamericanos por parte de agentes policiales. Para que nos entendamos, el "All Lives Matters" es a Estados Unidos lo que el "Para cuándo el Orgullo Hetero" a España. Llega hasta tales extremos esta poralización tan ignorante que Dear White People ha cosechado un 100% de críticas positivas en Rotten Tomatoes frente a solo un 57% de aprobación por parte de la audiencia. Es precisamente esta jauría de comportamientos hacia la ficción de Simien (que recordemos, es negro y gay), más otros que habrán surgido en alguno de los 190 territorios en los que opera Netflix, la que confirma dos cosas: primero, la relevancia y necesidad de series como Dear White People; segundo, que los blancos seguimos con nuestro hocico metido en el culo sin enterarnos de qué va la vaina.
"Dear Black People... I'm sorry for our history of oppression and genocide." http://pic.twitter.com/wCv2auIMHF
— reggie (@1942bs) 30 de abril de 2017
Dear White People es una serie realmente didáctica, que se aprovecha de elementos cómicos, dramáticos y otros propios de la narrativa no convencional para explicar cómo funcionan los mecanismos del racismo en la sociedad estadounidense actual. Pero no un racismo de manual utilizado al grito de "putos negros de mierda", sino una discriminación más sutil basada en el prejuicio y el estereotipo; un estigma que se esconde tras una aparente sensación de igualdad entre etnias presentes en el ficticio campus de la Universidad de Winchester. Cada capítulo de la ficción se construye a través del punto de vista de un personaje diferente. Estas perspectivas están cohesionadas gracias a la maravillosa voz de Giancarlo Esposito y a la sucesión de tres eventos clave para el campus universitario. De esta manera, la ficción se convierte en una herramienta con una función distinta para cada espectador. Esto no quiere decir que cada uno esté viendo una serie diferente, sino que el proceso de deconstrucción al que nos invita la serie funciona de manera dispar en cada persona. En el caso de las personas blancas, comenzar a deconstruirse con Dear White People supone un ejercicio muy introspectivo que nos insta a reconocer nuestros privilegios frente a las personas negras, nuestra histórica opresión, los prejuicios que tenemos interiorizados con respecto a cada etnia y raza e, incluso, la ínfima representatividad de ciertos colectivos en los productos audiovisuales.
Y no, Dear White People no hace apología de la soberbia. La serie está protagonizada por un amplio reparto (algunos de ellos también aparecen en la película homónima que Justin Simien estrenó en 2014) que señala la xenofobia más alarmante y, al mismo tiempo, se cuestiona constantemente su papel individual en una sociedad supuestamente igualitaria y su posición en la lucha contra la discriminación racial y étnica. Personajes como Sam (Logan Browning), Troy (Brandon P. Bell), Reggie (Marque Richardson), Coco (Antoinette Robertson) o Lionel (DeRon Horton) están llenos de contradicciones y matices que verbalizan continuamente en diálogos trepidantes. Nadie tiene claro cómo se combate el racismo, cómo se hace activismo, cómo se pueden acallar los prejuicios y estereotipos. Unos optan por la radicalidad y la lucha continua, otros se despojan de todas las etiquetas sin un objetivo muy claro y algunos prefieren mimetizarse con el ambiente de presunta igualdad a la que apelan los blancos. Lo importante aquí es la compleja deconstrucción que sufren los personajes, paralela a la del espectador, y el valiente ejercicio de mostrar sin tapujos las imperfecciones, aristas e incongruencias que presenta la comunidad negra para erradicar la xenofobia. La ficción admite desde el primer momento que hay gente blanca que no es racista y que es consciente de sus privilegios, al igual que confiesa que existe una parte de la comunidad negra que ha interiorizado el estigma y ciertos prejuicios sobre sí mismos o que, incluso, practica la discriminación hacia otros colectivos oprimidos.
Fuera de Estados Unidos, cualquiera se puede sentir muy abrumado con la cantidad de referencias culturales, históricas y sociopolíticas que utiliza Dear White People sobre la comunidad negra para desarrollar su tesis. Y es que, por ejemplo, en España ni siquiera existe un censo que recoja cuántas personas afrodescendientes viven en nuestro país. Pero series como aquellas, en lugares como estos, sirven precisamente para señalar una realidad aún más silenciada que en Estados Unidos. ¿Cómo empatizar entonces con una representación tan concreta y desconocida para algunas sociedades? Hay un elemento muy importante que Simien desarrolla con mordacidad: el mensaje de la discriminación es transversal y no se ancla a la xenofobia, sino que ahonda en otras problemáticas sociales como el machismo, la homofobia, los roles de género, los cánones de belleza o la lucha de clases. Si cumples alguno de los requisitos esenciales para ser una persona oprimida, los paralelismos brotarán en tu cabeza de manera instantánea. Dear White People es esa brecha que te haces en la cabeza al caerte de la bicicleta cuando eres pequeño. Estás abrumado, asustado, puede que llores y cuando te van a curar la herida que te has hecho por ser un cabra loca, escuece. Escuece mucho. La deconstrucción es eso: un camino duro y tortuoso que nos rompe todos los esquemas concebidos, pero al mismo tiempo nos enseña la importancia de empoderar a un colectivo en detrimento de nuestros propios privilegios, acaparados únicamente por nuestro color blanco lechoso. Dear White People es una ficción buena y necesaria. Y lo digo sin despeinarme, porque es esencial reconocer el poder de una ficción televisiva que reclama sin vergüenza el merecido lugar de la comunidad negra en el mundo; una comunidad históricamente discriminada y a la que, como espectadores activos y conscientes de esta realidad, debemos todo nuestro apoyo y respeto.
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latinotiktok · 2 years
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Antes le dije malparidos al equipo de Francia y a los europeos. Y lo sostengo porque la xenofobia es una mierda . Pero así mismo, malparidos todos los que atacan a M'bappe por ser negro. El color de su piel no tiene nada que ver con lo que él haya dicho, y agarrarse de ahí solo saca a la luz el asqueroso racismo de la gente.
Me dio rabia lo que dijo, por supuesto, pero también sé que es un muchacho. Todavía le falta mucho por recorrer, y la va a tener difícil precisamente por ser negro. Así que váyanse a la mierda, racistas. Ni saben sustentar un argumento válido, cayense la jeta que pierden cara cuando no.
Exactamente!!!!!
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