No todo es rechazo. Muchas cosas son decisiones de la otra persona, que usted no controla, que no tienen relación directa con usted y que no tienen la intención de lastimarlo.
Todos tenemos amigos que consideramos especiales, el problema es que no siempre somos tan importantes para ellos como creíamos. Ellos tienen otros amigos que pueden ofrecer más cosas que tú y poco a poco te das cuenta como te van remplazando.
Amas hacer el amor en las mañanas y yo justo desperté deseándote, te busco, pero no quieres.
Quiero la intimidad de estar pegada a ti, como la otra vez; leer nuestro libro durante la tarde, pero no me quieres encima de ti.
Llego de mi salida con emoción a contarte sobre mi día, iba por la mitad cuando sacaste tu computadora frente a mi. Claramente lo que harías en ella era mucho más importante que escucharme hablar por cinco u ocho minutos más; así que preferí retirarme.
No importa cuantas veces no nos sintamos muy a gusto, tus besos me derriten; pero veo que no tienen el mismo efecto de vuelta cuando apenas me besas cuando solo quiero estar contigo y besarte toda la mañana.
Adoras bañarte conmigo, pero cuando te busqué, una llamada era más importante que ese ratito conmigo. Una llamada que nunca llegó, y si llegó; escondiste de mi.
Me he convertido en todo ese rechazo que no sientes. No sabes cómo decir que ya no sientes lo mismo y dejas que tus acciones me desgarren el alma, sin necesidad de darme tus palabras.
A veces siento que no volveré a vivir lo que viví en aquel momento, pero, eso solo dependerá del miedo y valor que tengo, del si me arriesgo o no en el momento, ojalá pueda hacerlo porque quiero regresar a casa con el corazón completo.