Tumgik
#colectivos
indominusgamer77 · 6 months
Text
UN ROMÁNTICO EN EL SIGLO XXI
Ciertamente, la vida del romántico era bastante dura, disparatada. Que se lo digan a Garcilaso, genio artista con sus revolucionarios artículos cuyo propio “yo” acabó por sentenciarle a muerte. Vidas traídas de sus propias historias, consideradas como “bohemias” o incluso “amargadas”. Sin embargo, se ha de decir que trajeron un cambio significativo que su tiempo pedía a gritos: la voz del sentimiento y la pasión ante una sociedad gobernada por el limitante racionalismo ilustrado. Dio voz al ser humano y a su capacidad no sólo intelectual aplicada al conocimiento, sino también emocional y, ante todo, espiritual: dio voz al alma.
¿Pero todo esto que tiene en común con la avanzada modernidad del siglo XXI? Amigos, todo a su debido tiempo. Aunque sea joven y verdaderamente inexperto en lo que al camino y la lucha de la vida se refiere, este pensamiento siempre ha calado en mi ser, no solo a partir de las enseñanzas dadas por el colegio referentes a este movimiento artístico (en cierto modo mediocres por lo corto de miras del sistema educativo), sino además por la extremadamente enorme influencia del propio pensamiento de mi madre, siempre periodista y poeta en el existir, la cual dio muchísima importancia al crecimiento del alma humana en mi vida, conectada al amor incondicional de mi familia y al mío propio y a la naturaleza de mi entorno (tal vez por eso me empecé a ligar a las ciencias naturales y sociales).
La sociedad moderna es, ante todo, complicada. Vivimos con la obsesión del futuro prometedor sin haber subsanado los demonios del siglo XX. Como español, puedo hablar del ejemplo de la Guerra Civil Español (1936-1939) cuyos fanáticos bandos aún siguen extremadamente marcados a causa de unos políticos que buscan dominar a las masas para ganar el poder. Es ese el mayor problema de la humanidad, su mentalidad de rebaño, de grupo, de colmena, pues analizándolo detalladamente, el comportamiento del Sapien no es muy distinto a la visión que se tiene de una colonia de hormigas: cada una es prescindible, dependen de la reina en su totalidad, aquella extraña será rechazada y no son capaces de pensar por si mismas (o esto es lo que defiende esta filosofía). Sin embargo, esta visión de este maravilloso insecto es completamente inadecuada a su naturaleza, pues observándolo desde la perspectiva del ecosistema, el equilibrio y el alma, cada hormiga cuenta, cada hormiga es independiente y si piensa por sí misma, cada hormiga es un universo propio: cada una es un alma que siente.
He aquí la cuestión: el ser humano se ha convertido en un ser que rechaza el sentimiento, intercambiando al propio individuo por la aceptación de una sociedad que, a la hora de la verdad, poco va a hacer por el mismo. Aquel que demuestre un atisbo de emoción y de vida será mal visto y perseguido, pues amigos, nos hemos convertido en máquinas y, paradójicamente, es a las máquinas a las que estamos dando vida. Somos la especie de la contradicción, de la ceguera y de la cobardía hacia la individualidad de pensamiento. Nos movemos por agrupaciones, por colectivos que supuestamente nos representan y crean igualdad, pero que no hacen otra cosa más que dividirnos. Vivimos en el mundo de la mentira, atrapados en un bucle histórico infinito y que, si no hacemos algo, acabará por terminar con la humanidad.
Sin embargo, hay una solución: volver al sentimiento. Debemos aprender de nuestras emociones y no sólo ser seres racionales movidos por la muerta manada, sino tener sentimientos, tener espíritu, tener alma. Esa es nuestra chispa, lo que nos hace seres vivientes, lo que nos hace humanos. Cada uno debe de ser un único universo propio que, a través del cultivarse física intelectual y moralmente, llegue a adquirir esa “individualidad de pensamiento” y no estar movido por ninguna agrupación, solo por sí mismo para así ayudar al resto a hacerlo y a crecer, transmitir su experiencia, convirtiéndose en la mejor versión de si mismo, sacándonos de ese bucle interminable y, efectivamente, haciendo del mundo un lugar mejor.
Así que, en conclusión, con toda esta parrafada me he presentado ante vosotros como divulgador de este pensamiento único, del sentimiento y del individuo, en este caso, mi individuo. Me abro ante vosotros para que podáis comunicarme vuestras propias ideas y podamos abrir un debate sano, interesante y duradero del que podamos sacar conclusiones de la situación de la sociedad moderna y el cómo mejorarla. Así que si, amigos míos, me presento como un romántico en el siglo XXI.
5 notes · View notes
chikitasuu · 7 months
Text
COLECTA PARA COMPRARME AUDÍFONOS-
si te interesa ayudarme o si quieres algo a cambio,escribeme por este medio,no te arrepentiras,espero tu mensaje bebé.
o escribeme en ig @lapetitepot
3 notes · View notes
regionlitoral · 1 year
Photo
Tumblr media
Horarios Galvense Rosario - San Carlos https://ift.tt/IL0WO4z
1 note · View note
canterano2021 · 1 day
Text
Primero de mayo 2024: Crónica de una represión anunciada
Una multitud volcada en las calles de Caracas sufrió nuevamente la arremetida por parte de grupos oficialistas ante la mirada complaciente de piquetes de la PNB que bloquearon su avance. Por pedir mas de 13O bs… Nicolás Maduro manda a darle golpes,patadas a los pensionados..Asi se gobierna carajo " pic.twitter.com/iVWK3wWYcY— lichiduran (@lalogitud2) May 1, 2024 Nada nuevo bajo el sol en la…
Tumblr media
View On WordPress
0 notes
sssm68 · 2 days
Text
Tumblr media
0 notes
hardbarbarianfire · 14 days
Text
🚍🚍
Tumblr media
1 note · View note
evelyn-biassi · 1 month
Text
Tumblr media
Aún no termino el capítulo 6 ;v; He estado retrasada por diversas cuestiones. Lo siento, como he terminado tarde de trabajar con el tema de los colectivos, me he visto recontra retrasada con la escritura. Voy a ver si puedo ponerme un poco al día en esta semana santa.
0 notes
tararira2020 · 7 months
Text
| Tir |
Mi colectivo
Godofredo Suárez
En el año 1993 algo había empezado a cambiar en nuestra forma de viajar. Los colectiveros con superpoderes arácnidos ya habían empezaron a decaer.
Hasta ese momento, los choferes de micro tenían que levantar gente en las esquinas esquivando el tráfico, vender los boletos cortándolos para que quede un número en cada pedazo, dar el cambio exacto a cada pasajero y seguir el recorrido en el cronograma programado. Debían escuchar el timbre, acordarse de que alguien le había pedido por favor que le avisara al llegar al Club Abástense y respondían cualquier consulta de turismo. Iban charlando con los de la primera fila y hasta fumando. Definitivamente siempre fueron superhéroes muy infravalorados.
De un día para otro algo cambió. Ahora, al subir a los micros debíamos ir al primer asiento y pedirle a un chofer oficinista nuestro boleto. Este cambio no fue el más disruptivo de esos tiempos ya que aún podíamos seguir coleccionando los famosos boletos capicúa. Simplemente había un chofer más, un lugar menos para sentarse y eso era todo. Lo raro vino después, en 1994.
Era una época en donde aun siendo muy chicos caminábamos diez cuadras solos en plena madrugada y esperábamos en una parada sin techo ni refugio a que viniera el colectivo.
En el micro en que yo viajaba había gente que no conocía, pero si reconocía. El chofer era siempre el mismo y en el fondo siempre estaban Rodrigo y Javier, mis amigos de la vida.
Siempre nos sentábamos en los mismos asientos. Los reservaba Javier, porque era el que primero subía. Unas paradas después se sumaba Rodrigo, que se sentaba al lado. Y yo, cuando llegaba, me ponía en el asiento de adelante. Solíamos mirar los números de los boletos para ver si alguno era capicúa.
Ese día en particular, el hombre que vendía los boletos en el primer asiento ya no estaba. Desconcertado, le pregunté al chofer.
—Hola, ¿Cómo hago para sacar boleto?
—¿Escolar? —me preguntó, aunque con mi guardapolvo blanco era una obviedad.
Sin esperar respuesta, tocó un botón en una consola donde antes estaban los boletos y me dijo que pusiera las monedas en la máquina.
Ahí, donde me había señalado, se encontraba ahora un calefón digital con ranuras y cositos. Me quedé mirando eso sin saber qué hacer hasta que tuve que agarrarme de un pasamanos porque el colectivo arrancaba otra vez. Atiné a mirar a mis amigos para que me dieran una mano, pero solo reían desde allá atrás disfrutando el espectáculo.
Una señora de verde, que siempre estaba en el primer asiento se apiadó y decidió ayudarme. Tomó mi moneda, la puso en una especie de embudo en la parte de arriba y se escuchó un ruido a licuadora muy raro. El armatoste ese me dio un boleto impreso en un pedacito demasiado simétrico de papel y nada más. La señora se sentó y yo me quedé esperando.
—¿Y mi vuelto? —le estiré la mano a la de verde como pidiéndoselo a ella.
—¿Te tenía que dar vuelto? —me dijo asombrada.
—Sí, era escolar.
La señora, asumiendo su nueva labor de intermediaria, le transfirió mi pregunta al chofer.
—¿Cuánto pusiste, nene? —me dijo sin dejar de mirar la calle.
—10 centavos, me tiene que devolver 5 —le contesté.
—¿Y no te dio nada?
—No.
La señora, aunque ya no tenía nada más que hacer, fiscalizaba todo. Yo, de reojo podía ver a los chicos riéndose sin disimular.
El chofer se orilló en una calle cualquiera, se levantó de su asiento, se acercó a la maquina y la empezó a golpear. Le tiro un jab de derecha, un revés, un cortito y hasta un apercaut como si fuera una mezcla bizarra de boxeador y de técnico electrónico experto, hasta que sentenció:
—Se rompió la máquina, no hacemos más paradas. Tomá, nene, andá a sentarte —.
Me dio el vuelto de su bolsillo y me fui a sentar con los chicos que empezaron a echarme la culpa de haber roto la máquina, que era yeta y cosas así.
Hasta ayer teníamos los boletos más lindos y artísticos del mundo. Eran obras de arte únicas y hoy, un pedazo de chatarra nos da un papel en blanco y negro incoleccionable. Yo atesoraba todos los boletos capicúas o con números que llamaban mi atención; como fechas especiales o progresiones.
Coleccionaba de todo, cajitas de fósforo, almanaques, marquillas de cigarrillos y cosas así, pero esa mañana estaba siendo testigo de que ya no iba a poder coleccionar más boletos.
—Che, esto no tiene número — les dije mirando el ticket nuevo.
Los tres nos pusimos a mirar nuestros boletos, el de Rodrigo ya estaba hecho un bollito y, si bien tenía cosas escritas, lo único que diferenciaba un boleto de otro era la fecha y la hora exacta. El de ellos difería en pocos minutos, pero el mío era raro; se los mostré porque no figuraba ninguna fecha en donde el de ellos la tenía.
—¿A ver? —me dijo Rodri pidiéndomelo —. Acá debería estar, pero esto no es la fecha —me dijo sintiéndose ya un experto boletólogo.
—Dejame ver —me pidió Javier —Acá esta la fecha, es esta, dice claramente 26/03/2074 23:20.
—Ahhh, sacaste un boleto del futuro, Gus —me dijo Rodri, riéndose —. Por eso se rompió la máquina.
—Noventaidós años vamos a tener —se apuró a aclarar Javier habiendo hecho un cálculo muy rápido.
Nos quedamos pensando, seguramente los tres al mismo tiempo, que aún faltaban ochenta años. Era una eternidad. En ese momento me sentí mirando a un precipicio; fue una sensación extraña, como si delante de mí tuviera un abismo infinito y si daba un paso más, caería al vacío. Una frenada brusca nos sacó de nuestra abstracción.
—Yo seguro que llego impecable a los noventa, ustedes dos van a estar hechos mierda o cultivando flores desde abajo —les dije haciéndome el gracioso, pero ellos debieron haber estado haciendo sus propias cuentas también, porque la broma no fue tan festejada.
Seguimos en el colectivo sin pararle a nadie más en el trayecto, y llegamos demasiado rápido a la escuela. Al boleto lo guardé en mi billetera.
Ese año fuimos a Córdoba de viaje de egresados. Mis mejores amigos eran Rodri y Javi, pero en general entre todos conformábamos un grupo excelente y muy unido. A ese viaje lo vivimos como si todos los del curso fuéramos una gran banda de rock en su gira de despedida. Nos prometimos juntarnos una vez al año para no perder nunca nuestra amistad. Al final de ese verano me preparaba para empezar una nueva etapa: el secundario.
****
Me puse a guardar todo lo viejo en una caja. Guardapolvos, carpetas, banderines, el trofeo de una carrera que había ganado y algunos recuerdos, entre ellos el cuadrito con la foto del viaje de egresados.
También iba a empezar esta nueva etapa con una billetera de cuero más acorde a mi edad. Dejaría atrás la que tenía, que era muy colorida e infantil. Pero decidí revisarla bien antes de archivarla y ahí estaba: el boleto, el del futuro, en su inmaculado papel blanco simétrico con letras negras. Reflexioné en que ese boleto le pertenecía a alguien del futuro. Uno tan lejano que quizás, allí en ese futuro ya no serían necesarias las carreteras.
Contemplé el papel con cierta melancolía recordando los días de los colectiveros superhéroes y mis viajes al colegio con amigos. Decidí guardar el boleto detrás del cuadrito enganchándolo en una madera, ahí se iba a quedar. No clasificaba para guardarlo entre mi colección de boletos artesanales, aunque me daba cierta pena tirarlo.
El tiempo, como es de esperar, siguió pasando inexorablemente.
Con muchos compañeros del primario seguimos juntos en el secundario.
Nos graduamos casi todos los mismos que ingresamos, pero no todos. Analía, por ejemplo, se había mudado con la familia a Mercedes lo que hizo que nos distanciáramos un poco.
Durante esos cinco hermosos años continuamos haciendo asados y juntadas anualmente. Pero no con todos nos veíamos fuera de la escuela.
***
La facultad fue una hermosa época. Ingresamos juntos con Juliana, pero la perdí de vista al poco tiempo porque ella siguió otro camino. Con Rodrigo y Javier seguimos siendo inseparables y nos juntábamos a cenar todos los viernes.
Las carreras de cada uno, las nuevas amistades, las novias, los novios, las responsabilidades hicieron que en las cenas anuales fuésemos cada vez menos. Recuerdo que a una reunión vino Gisella diciendo que estaba embarazada. En esa época fue cuando empezó la etapa de los bebés, los pañales y los divorcios para algunos. Fueron tiempos en los que trabajábamos incansablemente, perdíamos pelo, hacíamos, rehacíamos o ensamblábamos familias y, de vez en cuando, nos juntábamos todos, o los que podíamos, que éramos cada vez menos.
Yo encontré el amor mucho más tarde que el resto y mi familia empezó a crecer cuando algunos ya eran abuelos. Nos fuimos riendo de nuestras panzas, de las arrugas y de los sueños cumplidos o que aún queríamos cumplir. Parecíamos estar muy distintos a cuando éramos chicos, pero cada vez que nos reuníamos nos dábamos cuenta de que nuestra esencia era la misma.
***
Nuestros hijos empezaron a ir al secundario y la facultad. Ellos tenían novias, novios, trabajos, hijos y responsabilidades.
Nosotros ya éramos jefes en nuestros trabajos y cada vez teníamos menos tiempo libre. Pero de vez en cuando volvíamos a juntarnos para charlar y ponernos al día.
Una noche, sin ser invitado, vino el cáncer a sentarse en nuestra mesa y nunca más dejó de asistir a nuestras reuniones. Nuestras familias se fueron reduciendo, algunos ya estaban solos, otros cuidando de sus nietos y los más suertudos aún acompañados.
A mí siempre me decían que era un afortunado por haber empezado tarde una familia, que mi casa siempre estaba viva y llena de colores. Siempre tuvieron razón, he sido una persona con mucha suerte. Hoy puedo decir que tuve a mi lado a una mujer de fierro, bella en todas sus formas y que fuimos muy felices.
***
Hoy vino a verme mi hijo, el más grande, con su esposa y mis dos nietos. Me trajeron una caja que encontraron en el garaje de casa, que se está por alquilar, y pensaron que, quizás, a esos recuerdos los quería tener acá, en el hogar, conmigo.
Son las 10 y media de la noche y hace días que las pastillas no me están haciendo efecto.
Revolviendo la vieja caja de vetustos recuerdos me encontré con ese cuadrito. El del viaje de egresados, con esa foto hermosa a la que hoy encuentro tan llena de juventud ausente. Cerré los ojos y los vi a todos, llenos de luz y saludándome. Reviví tantos momentos hermosos que no pude hacer más que sonreír. Me sentí en paz.
Una lágrima cayó sobre el cuadrito que aún sostenía entre mis manos y parecía estar iluminado del lado de atrás. Al darle vuelta vi un pedazo de papel, enganchado a una maderita. Era el boleto. El que una vez fue del futuro pero que esta noche sería puntual. Recordé hasta el perfume de la señora de verde que me había ayudado a poner mi moneda en esa máquina nueva. Y entendí que ese había sido siempre mi boleto. Y faltaban quince minutos para que pasara mi colectivo.
Me puse la bata, mis pantuflas más cómodas y me escapé. Caminé hasta la parada, la misma de siempre, en la que subía y me encontraba con mis amigos, los que me acompañaron toda mi vida. Llegué a esa esquina sin saber bien lo que estaba haciendo, pero seguro de que era ahí a donde tenía que estar. No había refugio ni lugar donde sentarse. Eran las 23:19 de un 26 de marzo del 2074, hacía poco que había cumplido mis 92 años. Miré el boleto nuevamente y ya brillaba con intensidad.
Me invadió una paz tan profunda que me hizo acordar al calor maternal justo antes de nacer.
La puerta se abrió y el chofer, sonriéndome, me invitó a subir.
Tumblr media
0 notes
losmapasdeale · 8 months
Text
LÍNEA 501 CAPILLA DEL SEÑOR - BARRIO ARTURO MATEO x Ruta 192.
Atención Exaltación de La Cruz, hay un nuevo colectivo de Ruta Bus por la 192. Va a Parada Robles pero pasando por Arroyo de la Cruz.
Pasa y mirá los horarios.
#exaltaciondelacruz
#capilladelseñor
#ruta192
#RUTABUS
#ParadaRobles
#Ruta8
0 notes
queretarotv · 8 months
Text
Recibe Diputado Guillermo Vega a colectivos de búsqueda de personas desaparecidas 
El Diputado Guillermo Vega Guerrero, presidente de la Comisión de Administración y Procuración de Justicia, atendió a representantes de colectivos nacionales y estatales de búsqueda de personas desaparecidas, para iniciar un diálogo y análisis que permitan actualizar el marco legal.  El legislador manifestó a los asistentes su respeto a la lucha incansable que han mantenido durante muchos años y…
Tumblr media
View On WordPress
0 notes
bookish2bookish · 9 months
Text
Perspectivas Conductuales en el Análisis de Conflictos Sociales y Decisiones Políticas
El complejo proceso del razonamiento humano se hace cada vez más difícil de analizar cuando se integran decisiones colectivas, sentimientos, emociones y multiplicidad de opiniones. En los últimos días estuve leyendo el libro “About Behaviorism” de B.F. Skinner y esta corriente psicológica me pareció muy útil para analizar la acción política en estas semanas de elecciones en Guatemala. La…
Tumblr media
View On WordPress
0 notes
dergarabedian · 1 year
Photo
Tumblr media
Una muestra de #colectivos antiguos estuvo abierta al público en un lugar especial de Buenos Aires: el @museomnf , en el barrio de Retiro. Enlace a la nota en la bio. (en Museo Nacional Ferroviario) https://www.instagram.com/p/Co5mZrqP1tj/?igshid=NGJjMDIxMWI=
1 note · View note
regionlitoral · 10 months
Photo
Tumblr media
Horarios de Apóstoles a Posadas. Misiones. https://ift.tt/Rquk4KQ
0 notes
elambmex · 1 year
Text
Mexicolectivo: Un medio Plural y abierto a todos.
Este lunes 30 de enero de 2023, es lanzado el Colectivo “Mexicolectivo” una plataforma abierta a todas las personas, con cobertura en los 32 estados de la República. Información en desarrollo
Tumblr media
View On WordPress
1 note · View note
sssm68 · 2 days
Text
Tumblr media
0 notes
extraextragto · 1 year
Text
Susto Tattoo Arte: uno de los mejores tatuadores de Guanajuato capital
Susto Tattoo Arte: uno de los mejores tatuadores de Guanajuato capital
Platicamos de nueva cuenta con Luis García, gran artista de la ciudad de Guanajuato. En esta ocasión nos presenta parte de su nuevo proyecto llamado Colmena Collective. Puedes consultar una entrevista anterior que le hemos hecho en: https://guanajuato.extraextra.mx/2022/02/20/el-tatuaje-cultura-tinta-y-arte-entrevista-con-luis-garcia-de-susto-tattoo/ 1.- Buen día, Luis. Cuéntanos qué es Colmena…
Tumblr media
View On WordPress
0 notes