#declaración irónica de ignorancia

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«Sócrates no da lecciones por dinero: vender la sabiduría y el propio cuerpo es para él igualmente vergonzoso. Pasa su vida incitando a los atenienses a la virtud, sacándoles de la fe ingenua en las ideas contradictorias o confusas en que viven. Trata antes que nada de elevar moralmente el círculo de sus amigos, es decir, de todo el que se le acerca: incluso al hombre de gobierno asigna ésta como primera obligación. Se trata de un libre diálogo, no de pomposas tiradas ni de artificiosos enfrentamientos de discursos; y falta toda pretensión doctoral, pues Sócrates mantiene la modestia propia del hombre del pueblo y la exagera incluso mediante su ironía y su “sólo sé que no sé nada”».

Francisco Rodríguez Adrados: La Democracia ateniense. Alianza Editorial, pág. 388. Madrid, 1995.

TGO

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Título: El sueño de la razón produce monstruos, 1797-1798

Artista: Francisco de Goya y Lucientes (España, 1746-1828)

Acerca de

Los caprichos fue la primera obra maestra del grabado de Goya: una serie de 80 grabados que mezclaban fantasía, irracionalidad y sátira, ridiculizando las deficiencias paralizantes de la sociedad española tal como las percibía el artista. Sus objetivos atravesaban todos los grupos sociales e incluían la superstición, la vanidad y la locura, así como la hipocresía, la crueldad, la codicia y la injusticia. En los Caprichos, los jóvenes y los viejos, el clero y la nobleza, los campesinos y las prostitutas, las brujas y los duendes coexisten en un oscuro inframundo de corrupción moral. Goya ideó leyendas concisas e irónicas para sus imágenes, que se imprimieron en las planchas de cobre y agregaron una dimensión adicional de significado (y ambigüedad) a las imágenes.

Goya fue el grabador más poderoso y original que trabajó en España, si no el más grande grabador del siglo XVIII, cuyo imaginario inolvidable dio expresión a su convicción ilustrada de que el avance de la humanidad implicaba conquistar la ignorancia y la opresión. Sus primeros grabados datan de finales de la década de 1770 y muestran la influencia de la familia Tiepolo. Pero a medida que el grabado se convirtió cada vez más en el medio preferido de Goya para expresar una perspectiva más privada e introspectiva, su estilo cambió y comenzó a utilizar el proceso recientemente descubierto de la aguatinta, dominándolo con gran efecto para agregar tono a sus diseños. Su nueva determinación de perseguir la fantasía personal y la invención creativa marcó un marcado contraste con su actividad como pintor público exitoso que trabaja dentro del sistema de mecenazgo real y eclesiástico.

El nuevo rumbo de Goya en la década de 1790 dio lugar a una gran cantidad de dibujos, principalmente a pincel y tinta, que culminaron con los grabados de Los caprichos. Uno de esos estudios, de una serie de Goya llamada Sueños, sirvió de modelo para su grabado más famoso, El sueño de la razón produce monstruos. Sobre el detallado dibujo a pluma y tinta, ahora en el Museo del Prado de Madrid, Goya escribió: 'Lenguaje universal. Dibujado y grabado por Francisco de Goya en el año 1797. ' La inscripción, que equivale a una declaración de intenciones artísticas para toda la serie, continúa debajo de la imagen: 'El autor soñando. Su única intención es desterrar las creencias dañinas comúnmente sostenidas y, con esta obra de caprichos, perpetuar el sólido testimonio de la verdad '.

Goya tenía la intención de hacer El sueño de la razón produce monstruos en el frontispicio de Los caprichos, sin embargo, terminó usando un autorretrato de perfil en su lugar e hizo la impresión número 43 de la serie. El aguafuerte retrata al artista con la cabeza enterrada entre los brazos y desplomado sobre un escritorio (que lleva el título de la obra de lado), sobre el que se colocan hojas de papel y herramientas de dibujo. Criaturas amenazantes, que toman la forma de murciélagos, búhos, un gato y un lince de ojos abiertos, se ciernen alrededor de la figura colapsada. Una lechuza incluso se ha apoderado del soporte del crayón y está a punto de pinchar al artista con él.

Con las garras de la razón sueltas, el artista es capaz de dar rienda suelta a su imaginación, desatando fantasías de pesadilla y demonios internos normalmente controlados por las facultades racionales. Pero, ¿es el artista víctima de estas fuerzas oscuras e incontrolables? ¿O es el beneficiario de un poder liberador, capacitado para "ver", como las criaturas nocturnas, lo que normalmente no se ve a la luz clara del día?

Cuando Los caprichos se publicitó por primera vez a la venta en el Diario de Madrid el 6 de febrero de 1799, Goya restó importancia a la naturaleza potencialmente incendiaria del contenido de los grabados, anticipando evidentemente las críticas y tal vez temiendo una dura represalia de las autoridades. Goya aseguró que había 'elegido como sujetos idóneos para su obra, entre la multitud de locuras y errores habituales en toda sociedad civil y entre los vulgares prejuicios y mentiras autorizadas por la costumbre, la ignorancia o el interés propio, aquellos que ha considerado más adecuados proporcionar material para el ridículo y, al mismo tiempo, ejercitar la imaginación del artista ”. El artículo del periódico continuaba insistiendo en que la intención del artista no era satirizar a individuos en particular.

Al no poder venderlos a través de un librero, Goya puso a la venta los grabados en una tienda de licores y perfumes. De los aproximadamente 300 juegos publicados, solo 27 se vendieron durante los siguientes cuatro años. En 1803 Goya entregó las planchas de cobre y los conjuntos sin vender a Carlos IV a cambio de una importante pensión para su hijo. Las planchas fueron trasladadas a la Calcografía Nacional de Madrid donde se imprimieron ediciones posteriores.

Peter Raissis, Grabados y dibujos Europa 1500–1900, 2014

Detalles

Título alternativo: El sueño de la razón produce monstruos

Fecha: 1797-1798

Categoría de medios: Impresión

Materiales usados: aguafuerte y aguatinta

Edición: Primera edición de 1799

Dimensiones: Marca de placa de 21,5 x 15,0 cm; Hoja de 30,4 x 20,8 cm

Fecha de firma: No firmado. Sin fecha.

Crédito: Adquirido 1978

Información e imagen de la web de la Art Gallery NSW.