#dragqueencolombia

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“We are the Stonewall girls”

Por: Valentina Cadosch 

El 28 de junio de 1969 fue tirado el primer ladrillo de lo que más tarde construirá el movimiento de los derechos de la comunidad LGBTI, y con él toda una revolución sexual que se tomaría no solo EEUU, si no el mundo. En el bar Stonewall, durante una de las frecuentes redadas de la policía, la comunidad se levantaría para exigir un trato igualitario, resistiéndose a los arrestos y los abusos, pero nada hubiera sido posible sin Marsha P Johnson, ella fue quien arrojó ese primer ladrillo, ella fue quien encendió la chispa de una revolución que hoy casi 51 años después, sigue viva.

A una mujer transgénero, afroamericana y trabajadora sexual, le debemos el movimiento que constituyó la liberación, al siguiente día de los levantamientos de Stonewall, cuando las llamas seguían ardiendo en Greenwich Village, inició la búsqueda incansable por la igualdad, por tener derecho al matrimonio, a la propiedad, a la herencia. Allí estuvo Marsha, guiándonos y gritando en cada calle de New York, exigiendo respeto para toda una comunidad que era considerada ilegal, las protestas continuaron por días y en poco tiempo se habían organizado para fundar colectivos activistas. 

Junto a su amiga de toda la vida Sylvia Rivera, se apropiaron de la vocería de las iniciativas de la comunidad, eran quienes iban en primera línea en las protestas, se enfrentaban a la policía, pasaban la noche en prisión de ser necesario, todo con el fin de empoderar y ayudar a la comunidad LGBTI, incluso Rivera contaría después que la noche posterior a Stonewall, volvieron al lugar y allí junto a miles de personas, bailarían can-can juntas para provocar a la policía al son de: “We are the Stonewall Girls, we wear our hair in curls, We always dress with flair, we wear clean underwear“

En 1970 en vísperas del primer desfile del orgullo, en un plantón que tuvo lugar frente la Universidad de New York como protesta por unos eventos que se habían removidos del desfile, a Johnson y a Rivera se les ocurrió la idea de formar un colectivo que asistiera a personas como ellas, que habían sido habitantes de calle al ser rechazadas. Fundaron STAR (Street Transvestite Action Revolutionaries), conseguirían fondos y remodelarían un edificio para acoger personas sin hogar homosexuales y especialmente transgénero. Muchos testigos las recuerdan recorriendo las calles buscando jóvenes para alimentarlos y acogerlos en la Star House.

Con el paso de los años la comunidad LGBTI de la época les dio la espalda a Marsha y Sylvia y en general a las personas transgénero y drag queens, hasta llevarlas a renunciar a su participación activa dentro de los comités que ahora llevaban la vocería. Pero eso no acabó el activismo de Marsha y hasta el final de sus días ayudaría a las personas que podía, luchando por las personas VIH positivas, trabajadoras sexuales y siendo el pegamento que sostenía a esta comunidad. 

Moriría en unas circunstancias que no hay sido aclaradas en 1992, dejando un hueco que nunca podremos llenar, Marsha fue nuestro Martin Luther King, fue la primera que se atrevió a soñar con un mundo de igualdad y oportunidades, es la madre de todo un movimiento que continúa luchando sin cuartel, por existir como se quiere, tal vez como colectivo le debemos más de lo que alguna vez le podremos pagar, pero la honraremos cada vez que decidamos ser quienes somos, cada vez que ayudemos alguien que lo necesita. Celebremos lo mucho que hemos avanzando y pensemos en lo mucho que nos falta por lograr. 

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Sylvia Rivera: Una vida de resistencia

Por: Nicolás Cáceres

Es el 28 de junio de 1969. Nadie recuerda si la luna se posaba sobre el firmamento o si las nubes anunciaban alguna tormenta pasajera. A veces el clima no importa demasiado en los días que se escribe la historia. Seymour Peine y Charles Smythe organizan su cuadrilla. Hacen parte de la policía de Nueva York. Quizá no presienten nada, la noche quizá es tranquila. Se dirigen a Greenwich Village. El escuadrón de la Moral pública se ha tomado Stonewall Inn. Es cerca de la 1:00 de la madrugada. Sylvia dirá tiempo después que bailaba con algún amante de turno, alguna vieja canción mientras pensaba en Judy Garland, encontrada muerta días atrás por una sobredosis accidental de barbitúricos. Las luces se encienden en el bar. Los relatos dirán que eran más de 200 personas retenidas por unos cuantos oficiales. Nadie sabe con exactitud cuando explota la rebelión. Todo en Stonewall arde. Todo en Greenwich Village arderá. Y ahí estará Sylvia, que sabe que es el momento de reivindicar no solo su vida, sino el destino de millones que la recordarán por la eternidad. Sylvia tiene casi 20 años y el cabello rubio. Es de origen venezolano y puertorriqueño. Su vida estará marcada por la tragedia. Su padre la abandona cuando su memoria ni siquiera se ha desarrollado. Su madre se suicida tomando leche con veneno para ratas cuando ella tiene solo 3 años. Vive hasta los 11 con su abuela materna aguantando golpes, reprendas y humillaciones por su feminidad. Sylvia toma las pocas pertenencias que pueda tener una niña con una década de vida y huye hacía Nueva York. En el Time Square Garden es acogida por un grupo de drags que le darán un hogar. Los relatos de esta mitología tendrán un punto de común acuerdo en medio del caos. Sylvia estaba al frente de la revuelta, muchos y muchas dirán que fue la primera en lanzar la primera piedra. Marsha, la maravillosa Marsha amiga desde la adolescencia y para toda la vida de Sylvia, dirá en uno de los documentales sobre su vida, que mientras todo ardía y se escuchaban y el rumor de la indignación colectiva aumentar, Sylvia tomaba algún coctel mientras bloqueaba el tráfico en la calle Christopher. El mundo no cambia de la noche a la mañana, eso lo sabía muy en el fondo Sylvia. Por eso sabe que Stonewall solo puede ser la piedra angular de un movimiento que necesita movilizarse cientos de veces para lograr la dignidad. Por eso funda el movimiento S.T.A.R (Street Transvestite Action Revolutionaries). Por eso, a lo largo de los años 70´s se ve enfrascada en luchas contra la policía, el sistema, el feminismo TERF y en general en cualquier tipo de movilización que implique defender los derechos de alguna minoría. Porque, Sylvia, sabe que la conquista de los derechos fundamentales no puede realizarse, opacando los derechos de los demás oprimidos. Sylvia, que todo lo sabe, piensa que la revolución debe ser estructural.

Sin embargo, ser reconocida en el movimiento no equivale a una posición de privilegio. Más bien, todo lo contrario. Sylvia, seguirá viviendo en pensiones y siendo trabajadora sexual la mayor parte de su vida. También será adicta a las drogas y pasará largos periodos en la calle. Sin embargo, su activismo no tendrá mella, aunque en 1995 intente suicidarse en el Río Hudson. El mismo en donde tres años antes encontrarían el cuerpo posiblemente asesinado de Marsha P’ Johnson. El final de sus días llegará producto de un cáncer de hígado a los 50 años en el 2002. Dos años antes, en un evento en Italia fue proclamada como la madre del movimiento TLGB. Tres años después de su muerte, la intersección de la calle Christopher donde todo inició, fue renombrada en su honor. A los 50 años de Stonewall, la policía de Nueva York se disculpó públicamente por los sucesos en Greenwich Village. Y espero, que, para siempre, recordemos la importancia de la figura de Sylvia Roe Rivera, porque resistió toda su vida para defender los derechos de todos y todas.

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Live..Work..Pose

Escrito por: Santiago Sánchez 

Pose, producida por FX en año 2018 y dirigida por el gran Ryan Murphy nos muestra particularmente la historia de la comunidad LGBTIQ en la Nueva York de los 80s. Nos muestra una faceta muy especial de esta comunidad, enviando un mensaje muy fuerte y claro, “love is love” y todos merecen tener algo de ese amor. Presenta una serie de historias paralelas que convergen en un punto, las balls y las familias LGBTIQ de la época; esos grupos maravillosos capaces de salvar a alguien de las calles y brindarles una familia más fuerte que la que tiene lazos de sangre.

De esta forma se nos presenta un show de televisión completamente maravilloso, desde las actuaciones, pasando por el mensaje y terminando en una hermosa producción en todo el sentido de la palabra. Dichas historias trasncurren de forma paralela y tienen diferentes matices que representan los dramas de cada comunidad para la época. El mensaje político y emocional es lo más poderoso de esta serie. Muestra en su personaje principal, Blanca una Drag queen de mediana edad que es diagnosticada con VIH una preocupación auténtica por cambiar el mundo. Al enterarse de su enfermedad decide fundar la casa Evangelista, todo con el fin de brindarle un hogar a los chicos pertenecientes a la comunidad que estaban desamparados y sin un techo en el cual vivir.

Toda la serie presenta un acto de auténtica resistencia, de apoyo frente a las comunidades que hacen parte de la comunidad LGBTIQ. Nos muestra un reparto completamente queer, a excepción de Evan Peters y Kate Mara mostrando su poyo frente a las luchas sociales. El gran Billie Portier, las maravillosas MJ Rodrigue, Indya Moore y Dominique Jackson son en gran medida la representación de la cultura LGBTIQ en esta obra del cine queer. En cuanto a la técnica, esta obra nos muestra la importancia de un buen director de arte y e fotografía. La dirección de arte es simplemente espectacular recreando a cabalidad la estética de la época, contrastado además con la alta costura que se plasmó en los vestuarios utilizados por las Queens den los balls. Si a lo anterior le agregamos la gran cantidad de luces y realce de los tonos fuertes en la imagen tenemos como resultado una imagen poderosísima. En cuanto a planimetría la producción es impecable, dándole al espectador una gran cantidad de planos secuencias que le dan fluidez a la narrativa visual. En cuanto a la música encontramos una selección de clásicos que la época deliciosa. Mezclas latentes de disco, ballet, pop, funk y rock evocan las emociones necesarias en los momentos adecuados.

En cuanto a la trama en momentos se hace predecible, lo cual no siempre es malo, brindándole al espectador un mensaje de comprensión y felicidad. Particularmente para este tipo de iniciativas de empoderamiento es necesario darles un tinte de felicidad, que permita que el espectador comprenda que todos merecemos un final feliz, cargado de amor y fraternidad; ese algo que nos diga que todo estará bien, y que al final nos demuestre que la vida en ocasiones nos da lo que por derecho nos corresponde.

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God save the queen

Por: Santiago Sánchez 

Gaga, una palabra que denota respeto, y si lo juntas con Lady tenemos a una de las más grandes artistas pop de la historia, una artista tan controversial como talentosa, tan cambiante como interesante, un artista de odios y amores, sin puntos medios. Alguien que da de que hablar siempre. “Bienvenidos a Chromatica” el sexto álbum de estudio estrenado el día 29 de mayo del presente año, nos regaló una apuesta en la que nuestra querida reina vuelve a sus orígenes casi sin intensión.

De esta forma abre su álbum, con Chromatica, una canción dividida en tres partes, casi a modo de contar una historia, dividiendo el disco en tres partes. De hecho, esta es la parte mas novedosa de su nuevo lanzamiento, a modo de mostrase como un artista camaleónico y cambiante nos adiciona tres piezas de violines que le dan un tinte de melancolía al disco. Aparte de esto, Gaga juega todo el tiempo con la oscuridad de la idea del monstruo mezclándola con la idea de la delicadeza y belleza características de esta reina del pop. Nos muestra, particularmente la idea de un monstruo bello, estéticamente agradable a la vista mezclando la oscuridad de este paradigma con la belleza y simpleza de una base de teclados perfectamente ejecutado. Nos ofrece además la colaboración con Elton John, algo tan importante para la comunidad LGBTIQ como la colaboración de éste con Ru Paul.

Por otra parte, las colaboraciones juegan un papel fundamental, brindándonos la oportunidad de escuchar su potente voz al lado del alto registro de Ariana Grande, o del característico color de voz de Elton John. Además de esto, musicalmente opta por una apuesta segura dentro del mundo del pop; escogiendo esencialmente mezclas de sonidos alegres y pegajosos, algo que de lo que Lady Gaga sabe y sabe mucho. Retorna a un sonido más pegajoso, electrónico y brillante, de esas muestras musicales en donde las escarcha y los sintetizadores eran los elementos más recurrentes. Tiene particularmente un sonido alusivo a los 90, mezclando el sonido del piano con una onda muy New wave y “technera” en la mayoría de canciones.

La reina ha vuelto, ha dado de que hablar, como siempre, y ha vuelto de verdad, a sus orígenes, volvió la Gaga de “Poker Face”, “Telephone” y “Born this way”, esa que se reconoce a quilómetros, pero con una apuesta por volver a los noventa. Puede que se esté pegando a una tendencia, pero a fin de cuentas es ella la que termina volviéndose la tendencia.  

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Un golpe en la cara al sistema

Escrito por: Santiago Sánchez

Toda revolución tiene una cara, un relato, una víctima de violencia que se encarga de transmitir toda la indignación y agitación para que las personas se comprometan con la causa. Es así, se necesita un rostro, un emblema de lucha. Esta es la historia de la mujer que se encargó de dar el primer puñetazo en los disturbios de Stonewall.

Esta es la historia de Stormé DeLaverie, una de las más grandes activistas de toda la historia de la comunidad LGBTIQ. Vivió una vida de lucha incansable, como ella bien decía dejó de esconderse para pelear por los derechos de toda la comunidad. Nació el 24 de diciembre de 1920 en Nueva Orleans y murió el pasado 24 de mayo del presente año. Fue una reconocida líder, presentadora, bailarina y cantante dentro del nicho de la comunidad. Su mayor participación artística se llevó a cabo dentro del legendario grupo drag Jewel Box Revue, siendo la única mujer participante y uno de los primeros drag King de toda la historia.

Fue una mujer que dedicó su vida entera a la lucha contra la discriminación y violación de los derechos de la comunidad LGBTIQ en Estados Unidos, una de esas personas que realmente duele perder, pero que vale la pena recordar, más ahora en el mes del orgullo. Una de las historias más anecdóticas y representativas historias de Stormé fue el hecho de ser la encargada de dar el primer golpe para la revolución de Stonewall.

En aquel entonces, fue arrestada y agredida por un grupo de policías que se disponían a subirla en una patrulla; al recibir un fuerte golpe en la cabeza DeLaverie lanzó un golpe contra uno de los agentes, encargándose de animar a la multitud, exclamando de forma airada “¡Es que no van a hacer nada!”. El resto, es historia. Una vida dedicada a los derechos humanos, a pelear en contra de la desigualdad y a proteger a sus semejantes. Fue una de las fundadoras del grupo de veteranos de Stonewall y era conocida como “la guardiana de Greenville” por su labor en las calles de aquel lugar en Nueva York. Su vida pasará a la historia como una de las madres del día del orgullo, y su nombre quedará para siempre grabado en la memoria de toda la humanidad. Su imagen se mantuvo hasta el día de su muerte, un rostro con algunas marcas de guerra, de una revolución que aún se mantiene y que no tendrá otro resultado que la reclamación de lo que por derecho es nuestro.

Disfrute de estar en llamas.

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Bogotá is Burning: Construcciones y significaciones de la cultura drag en Bogotá, plantea un proyecto de inmersión frente a las dinámicas de dicha cultura, con el fin de aclarar desde los individuos, la construcción del sujeto en la esfera estética a partir del análisis de sus narrativas individuales y colectivas en el contexto.

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Kansai Stardust

Por: Diana Galindo C.

Camaleónico, extravagante, contracorriente, genio, revolucionario, andrógino, singular, uno en un millón, adjetivos que se quedan cortos para describir a su majestad David Bowie, pero este articulo quiere conmemorar la contribución que hizo uno de los diseñadores más prodigiosos que trabajó a su lado. Kasai Yamamoto, nació el 8 de febrero de 1944 en Yokohama y murió el pasado 27 de julio de 2020. Fue el primer diseñador japonés que realizo un desfile en Londres en el año 1971 y uno de los precursores de la moda contemporánea; sus influencias van desde lo más profundo de la cultura japonesa retomando el concepto teatral kabuki (termino japonés que se refiere a una práctica teatral empírica) y adaptando conceptos de “avant garde” (vanguardismo).

Según se cuenta antes de su gira con su según disco Space Oddity producido en el año 1969 Bowie fue en busca del renombrado diseñador a su showroom y tras hacer contacto con él queriendo adquirir algunas de sus prendas para presentarse en el escenario. Durante uno de los conciertos y tras bambalinas el cantante le pidió a Kansai una colaboración para lo que serían sus siguientes dos giras Ziggy Stardust (1972) y Aladdin Sane (1973).

La admiración mutua de estos artistas resultó en la creación de algunos de los atuendos más icónicos del cantante como lo fueron la capa blanca llena de iconos kenji (tipo de escritura japonesa), el kimono de tigres, el enterizo negro de líneas plateadas sobredimensionado en las piernas y varias lycras satinadas que acompañaron éxitos como Space Oddity, prendas que hicieron a Bowie transcender más allá de las fronteras del género.

Kansai, luego de llegar a la cúspide de su carrera y posterior a sus colaboraciones con Bowie se interesaron en su trabajo varios artistas de la industria de la talla de Elton John y Stevie Wonder. Su estilo se destacaba entre los diseñadores japoneses de su época que exponían mayormente una estética minimalista, los colores saturados, su afición por la vestimenta del samurái como el kimono y su aprecio por resaltar su cultura lo llevaron a numerosos desfiles alrededor del mundo. Así mismo el director creativo de la firma Louis Vuitton monsieur Nicolas Ghesquière lo invito a colaborar para su línea femenina, uno de sus últimos proyectos.

Infortunadamente como se menciona anteriormente la vida nos quitó la oportunidad de seguir viendo sus majestuosos y singulares atuendos. No sin antes haber marcado la historia de la industria artística. Gracias por tu legado y por hacer parte de esta odisea en el espacio.