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#en la cuarta planta de Palacio
flash56-chase05 · 2 years
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Practicando una sonrisa.
Pieza adicional a En la cuarta planta de Palacio.
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albanisruiz3 · 1 year
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Parcial #II
Fase 1
Los cuatro libros de la Arquitectura de Palladio
LECTURA DE ROBERTO PANE
ROBERTO PANE
Nació el 23 de noviembre de 1897 en Tarento, Italia y falleció el 29 de julio de 1987 a los 89 años en Sorrento, Italia.
Educado en la universidad de Roma, La Sapienza.
Fué un historiador de la arquitectura, arquitecto e historiador.
En 1949 fue solicitado como experto en restauración arquitectónica por la Unesco.
En 1961 asumió la dirección del prestigioso periódico Napoli nobilissima.
Uno de los principales pensadores de la sociedad italiana de su época, fue defensor de la ciudad histórica y del paisaje, luchando incansablemente contra la especulación urbanística.
Obras principales
•La casa di Loreio Tiburtino e la villa di Diomede in Pompei. Roma, Libreria dello stato, 1947
•Napoli imprevista. Turín, Giulio Einaudi Editore, 1949
•Antoni Gaudí. Milán, Edizioni di Comunità, 1964
Mausolei romani in Campania. Nápoles, Edizioni scientifiche italiane, 1957
•Attualità dell'ambiente antico. Florencia, La nuova Italia, 1967
•Il Rinascimento nell'Italia meridionale. Milán, Edizioni di Comunità, 1975
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Conclusiones
Empecemos diciendo que el autor de esta obra es Andrea di Pietro della Gondola, nacido en Padua el 30 de noviembre de 1508. Fue un importante arquitecto italiano de la República de Venecia. El artista estaba interesado en el pensamiento de arquitectos clásicos como Vitruvio y Alberti, es decir, se formó en lo que se considera la teoría de la arquitectura antigua.
Sobre el libro, Roberto ha comentado que publicó en 1570 Los cuatro libros de la arquitectura, que se considera la primera guía práctica de arquitectura residencial. Dijo que el libro contenía los proyectos puros y sencillos que Palladio quería probar en la arquitectura clásica, tanto en teoría como práctica, ilustrados con los dibujos del propio arquitecto. Allí presentó planos y normas para todos los aspectos de la construcción de villas y palacios. Muestran cómo restaurar la "grandeza arquitectónica" a la belleza y la elegancia del viejo mundo sin recurrir al alto coste de la construcción de paredes y columnas de ladrillo. En el primer libro, repasa los cinco órdenes y sus elementos constitutivos. La segunda muestra diseños diversos en planta y sección, la tercera muestra la construcción de edificios públicos, incluida la obra de Villa Pallatinas, y la cuarta está dedicada a una interpretación de la gramática de Vitruvio, que proporciona una reconstrucción pictórica del monumento . .
Cabe destacar que Palladio, como maestro renacentista, hizo una descripción sistemática y esmerada de la arquitectura romana, señalando que sus cálculos y composiciones eran más aleatorias que sistemáticas debido a su mal conocimiento de esta última.
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Experiencia
Respecto a la experiencia grupal, hicimos una actividad la cual se basó en la lectura para luego comenzar a debatirla.
Aunque al principio me sentí nerviosa, mientras transcurrió la actividad me fuí introduciendo.
Me pareció divertida e interactiva
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pollonegro666 · 3 years
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2020/08/13
La planta de residencia y los salones de juego tienen decoración muy bonita en las paredes y los techos. En la cuarta fotografía, se representa la bendición de la Vírgen a Jaime I El Conquistador cuando entró en Valencia. Las dos últimas fotos son de la decoración arquitectónica de las paredes del patio de luces y una fuente en la entrada del Palacio
The residence floor and the game rooms have very nice decoration on the walls and ceilings. In the fourth photograph, the blessing of the Virgin to Jaime I the Conqueror is represented when he entered Valencia. The last two photos are of the architectural decoration of the walls of the patio of lights and a fountain at the entrance of the Palace
Google Translation into French:
L'étage de la résidence et les salles de jeux ont une très belle décoration sur les murs et les plafonds. Dans la quatrième photographie, la bénédiction de la Vierge à Jaime I le Conquérant est représentée lorsqu'il est entré à Valence. Les deux dernières photos sont de la décoration architecturale des murs du patio des lumières et d'une fontaine à l'entrée du Palais
Google Translation into German:
Die Wohnetage und die Spielzimmer haben eine sehr schöne Dekoration an den Wänden und Decken. Auf dem vierten Foto ist der Segen der Jungfrau für Jaime I., den Eroberer, dargestellt, als er in Valencia einzog. Die letzten beiden Fotos zeigen die architektonische Dekoration der Wände des Lichterhofs und eines Brunnens am Eingang des Palastes
Google Translation into Hebrew:
אזור המגורים וחדר המשחקים מעוטרים בעיצוב יפה מאוד על הקירות והתקרות. התמונה הרביעית מראה את ברכת הבתולה לחיימה הראשון, הכובש, כשנכנס לוולנסיה. שתי התמונות האחרונות מציגות את העיטור האדריכלי של קירות חצר האורות ומזרקה בכניסה לארמון.
Google Translation into Hindu:
लिविंग एरिया और प्लेरूम की दीवारों और छत पर बहुत अच्छी सजावट है। चौथी तस्वीर, जैमे I, विजेता को वर्जिन का आशीर्वाद दिखाती है, जब उसने वालेंसिया में प्रवेश किया था। अंतिम दो तस्वीरें रोशनी के आंगन की दीवारों की स्थापत्य सजावट और महल के प्रवेश द्वार पर एक फव्वारा दिखाती हैं
Google Translation into Russian:
Стены и потолок гостиной и игровой комнаты очень красиво декорированы. Четвертая фотография показывает благословение Богородицы Хайме I, Завоевателю, когда он въезжал в Валенсию. На последних двух фото представлено архитектурное убранство стен двора огней и фонтан у входа во дворец.
Google Translation into Japanese:
リビングエリアとプレイルームは壁や天井にとても素敵な装飾が施されています。 4番目の写真は、征服者であるハイメ1世がバレンシアに入ったときの聖母の祝福を示しています。 最後の2枚の写真は、中庭の壁と宮殿の入り口にある噴水の建築装飾を示しています。
Google Translation into Korean:
거실과 놀이방은 벽과 천장에 아주 멋진 장식이 있습니다. 네 번째 사진은 정복자 하이메 1세가 발렌시아에 입성했을 때 성모님의 축복을 보여줍니다. 마지막 두 장의 사진은 빛의 안뜰 벽의 건축 장식과 궁전 입구의 분수를 보여줍니다.
Google Translation into Arabic:
تتميز منطقة المعيشة وغرفة اللعب بديكور جميل للغاية على الجدران والسقوف. تُظهر الصورة الرابعة نعمة العذراء إلى الفاتح خايمي الأول عندما دخل فالنسيا. تظهر الصورتان الأخيرتان الزخرفة المعمارية لجدران فناء الأنوار ونافورة عند مدخل القصر.
Google Translation into Portuguese:
O piso da residência e as salas de jogos têm uma decoração muito bonita nas paredes e tectos. Na quarta fotografia, a bênção da Virgem a Jaime I, o Conquistador, está representada quando ele entrou em Valência. As duas últimas fotos são da decoração arquitetônica das paredes do pátio das luzes e uma fonte na entrada do Palácio
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nqc15 · 4 years
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Un nuevo amanecer
He me ahí, entre todos los grandes cargos, campesinos, soldados, letrados, músicos, etc. -pensó- Por fin estábamos en una misma sala como iguales, pero pareciese que yo fuera el único consciente en la gran piscina escarlata de en la que todos están sumidos-observó- siento frío, debe ser normal, el piso es de mármol por ende no creo que sea nada extraño - concluyó - sólo un pequeño frío por estar descalzo, pff este es el menor de mis problemas  - mientras él pensaba esto seguido de unas risas débiles, su respiración era cada vez más lenta y su vista se limitaba cada vez más hasta tal punto de ver sólo sombras al final de la sala en el gran corredor, se le cruzó un último pensamiento - que haré mañana para el almuerzo - y mientras escupía sus pensamientos teñidos de soldado terracota, se decidió - le haré pasta, le encanta la pasta - al mismo tiempo que cerraba sus ojos y se recostaba en dicha piscina escarlata, con sus último aliento sintió como se acercaba su hilo rojo y mientras este se acercaba se…
El hombre se acercaba a su casa cuando le llegó un ciber aviso, -los costos de protección habían subido, puesto que el gobierno siente que hay vestigios de R. E. V. E. N (Revolucionarios En pro de la Vida Equitativa en el Nuevo mundo), legionarios que a mediado del siglo L se trataron de tomar el mundo en la conocidísima 5ta Gran guerra, en la necesidad de resguardar al Nuvis, sus habitantes y al igual que los intereses propios, la guardia se doblará al igual que el plan de seguridad, se requiere que se pague la cuarta parte de lo que se gane en el trabajo de la persona que esté a nombre la póliza de seguridad- terminó de leer el comunicado, él como todos los meses paga, este hombre es sumamente devoto como ciudadano, se podría decir casi ideal, ya habiendo salido del gran Shangri-la (Palacio de justicia) que vendría a ser el único edificio con más de 4 pisos en toda la ciudadela república, esto se debía a que durante la 4rta Gran guerra, además de usar franco tiradores y demás armas de largo alcance, se intentó usar los edificios como armas de daño en zona por medio de demoliciones. Se dirigía a su amplia casa, después de su tercer mes al ser ascendido; su trabajo estaba lleno de gente torcida, embaucadores y asesinos, pero, él no los culpaba,- la culpa la tiene el gran jerarca- mascullaba cada vez que veía que algo no se hacía como se debía, durante los últimos catorce siglos, Nuvis ha pasado de jerarca en jerarca tratando de disminuir la preocupación del pueblo y por fin lo hizo, hace tres generaciones el gabinete se arraigo a una sola idea y se guío al rebaño a su establo de cristal, su medio para esto fue digitalizar los libros para las masas y quemar todos los libros en físico para que no se sacará provecho del conocimiento al pueblo, eso es lo que defiende el gran jerarca, al pueblo. Llegada la 1 PM el hombre llegó a su hogar, donde se encontraba su hija y el fantasma de una madre amorosa y compañera de vida fiel, que los abandonó por un accidente de tránsito y a la cual solo se guardaba en memorias y fotos de grandes paisajes, Papito- dijo la niña, hermosa y tierna niña de pelos de fuego que contrastaba con los mares en sus ojos- ¿Cómo te fue?, ¿Por qué te llamó la gran oficina? - la niña a pesar de tener 9 años, entendía quienes eran las personas del gabinete del jerarca, hombres con apodos tan desastrosos como el nombre de la mismísima muerte, pero, si se compara su apodo con sus presencia, carisma, o trabajo, sus nombres se quedan cortos, al ministro de justicia se le conocía como el ejecutor, al de economía como el gran abovedado, al de seguridad le apodaban boogieman y así iban empeorando sus apodos, pero, no les incumbía esto, el hombre sabia que al no incumplir ninguna norma, estos no tendrían de qué preocuparse. Nada mi vida, hable con el abovedado de mi ascenso- dijo sonriendo - pero, ¿Cómo está la cumpleañera? - preguntó, levantándola muy cariñosamente - bien papá, ya tengo casi 10 - 
-si mi vida, los cumples a las 12 de este día-
- papá, quisiera que mamá estuviera acá, la quiero apapachar- dijo con un tono de tristeza 
- ella siempre estará con nosotros, siempre lo estará.
dijo el hombre mientras recordaba que su mujer, a pesar de ser muy desorganizada sus raíces asiáticas y francesas le hacían pensar siempre en todo antes de, entonces de un armario que se encontraba arriba, sacó un algo envuelto en una papel de regalo verde, -se supone que le de esto cuando tenga 15, pero, qué daño puede hacer- hija!!!, de hecho tu madre si te dejo algo- dijo, bajando las escaleras- aquí está- dijo él entregando el regalo, la niña lo abrió con sus delicadas manos no sin antes palpar y sentir una coraza dura, si fuese un juguete la coraza sería de goma, no entendió, era un bloque homogéneo en relieves, le invadió la curiosidad y lo abrió, desgarrando el papel que lo envolvía y al ver que había adentro la niña no entendió y el padre se extrañó.    
Seguían estupefactos por el libro que le había dejado su madre, el padre porque no sabe cómo lo consiguió y la niña porque nunca había visto uno nunca, -la gran digitalización fue hace unos 300 años, ¿será que lo conservó como una antigüedad ?- se cuestionó en sus pensamientos, mientras la niña, que leía lo bastante fluido como para que el texto cobrará vida, empezó a leer una dedicatoria después de ver que había símbolos raros que nunca había visto, - querida hija, si lees esto, es que llegaste a tus 18- la niña interrumpió y mirando al papá se estremeció, luego siguió leyendo- se que no estoy ahí para ti, quiero que seas una mujer valiente, que te esfuerces en lo que hagas, que enfrentes la vida con la frente en alto, y que superes el dolor con una sonrisa, siempre te amare al igual que tu padre, te protege y te ama, tu madre- al terminar de leer, los mares se desbordaron y el padre abrazó a su hija, le dijo que podía conservar el libro siendo que no se lo dejara ver a nadie, fue el mejor abrazo que la niña jamás tuvo, acto seguido el ambiente mejoró, comieron, gozaron y el fantasma se sentía de tal forma que era casi palpable, como si por fin la madre hubiera vuelto, el hombre alzó a su niña y la fue a acostar. 
El hombre salió por la mañana de su casa, se despidió de su hija ya que llegaba el sistema de educación a llevarla a la escuela sistemática, al volver de su trabajo a las 7PM, su casa estaba con la puerta abierta y la chapa destrozada, su interior saqueado, el pánico lo invadió y corriendo subió al segundo piso, a la habitación de su hija, ella debió haber llegado hace tres horas, la habitación no estaba mejor que el resto de la casa y lo más preocupantes es que no estaba ni ella ni el libro, - ¿por qué no fui yo?, debí estar acá, le jure que la protegería- empezó a decir mientras que se derrumbaba entre lágrimas, cuando, de la planta inferior, empezó oler a quemado, bajo corriendo y vio un alguien que prendía fuego el libro y salia corriendo, el hombre quiso detenerlo, pero, se detuvo a buscar el extintor para apagar el fuego, el cual había crecido de una manera espantosamente exponencial, cuando logró apaciguar las llamas al igual que sus latidos, el hombre había desaparecido en lo oscuro de la noche, su hija había desaparecido y todo por…
¿Por qué? - se preguntó, buscando respuestas en el libro- el contrato social, Jacques-Jean Rosseau, ¿Quién?- buscó en la web, -no se puede encontrar este autor- , buscó el contrato social, encontró un libro de 20 páginas de cómo el control total de una nación es buena y lo mejor para poder tener paz y alejar las preocupaciones de las masas es censurar los contenidos nuevos,  -no tiene sentido- pensó, revolviendo un poco más la casa, encontró que una de las puertas fue pintada -Bendecidos por la mano derecha del jerarca, purificamos a todo legionario y a sus retoños- en una pintura roja, esto le hizo menos sentido al hombre   .
Son mentiras, al siguiente dia, ademas de no poder dormir no pudo ir a trabajar puesto que el rumor de que su hija era una R.E.V.E.N fue una escándalo, por ende, no podían tener una persona así en la empresa, lo que significaba que ninguna empresa lo iba a recibir, -Mi hija no es ninguna legionaria- gritando e intentando coger a su supervisor del cuello, se calma y le dice -no los necesito- y furioso se va,  esto a su vez, llega al abovedado el cual  lo toma como una razón para expropiar al hombre de su casa, esto lo obliga a dormir en las calles, sin entender cómo su vida se pudo volver miserias en unas pocas horas, llora, pidiendo respuestas al que cree que le va a responder,pero se queda esperando y por  este medio se duerme, hasta que de un momento a otro tres pordioseros lo intentan asaltar, rompiendole quijada, pómulos y también un par de costillas, no alcanza a ver quien lo asaltó y se desmaya.
Un desconocido lo miró resistiendo y siendo asaltado, lo recoge y se lo lleva para las alcantarillas, solo escucha murmullos y una que otra frase completa no entiende qué pasa ni dónde está, le duele todo, no se puede parar del dolor,
 - veo que ya estas despierto- 
-¿donde estoy?
- ajajajajajajajaj, en el infierno, pero, tu le llamarias las alcantarillas, lobo
-¿Lobo?, no entiendo 
- el jefe te vio como te resistias y te trajo, él mismo dijo que eras un lobo 
- ¿Quién?
- yo 
Salió una voz de ultratumba de lo profundo de la sala, un hombre acompañado por 12 o 13 hombres ¿estos hombres quienes son?,- pensó, a lo que uno le contesta - somos REVEN- , el hombre no se inmuta, entendiendo que este podría ser su fin, al explicarles la situación ellos aceptan ayudar sin ni siquiera pestañear, en lo que ellos discutían donde podría estar su hija llega un mensajero, con información clave,- se le ha visto a una niña  dentro del Shangri-la -, listo el 15 de septiembre día del nombramiento de los jerarcas, recuperamos a mi hija.
El hombre se quitó su traje que ya estaba roto y se puso un traje de REVEN, un hombre afuera le dijo -al parecer el lobo tiene nuevas pieles- el hombre le sonrió hipócritamente y acto seguido le agarro la cabeza y se la golpeó contra la pared más cercana, su hija significa todo para él, - nadie me la va a quitar-pensó.
El dia habia llegado, armados hasta los dientes, se fueron a tomar el Shangri-la, sin oposición que les hiciese frente tomaron los primero 3 pisos y se dividieron en dos,  la gran oficina se alojaba en el séptimo piso, en el cuarto piso sintieron que tan fuerte era la seguridad, entendieron que no podían ganar, se les empezaba a encasillar, pero de un momento a otro el hombre, con toda la desición del mundo dijo - Los conozco de hace, pero, no se rindan, renaceremos en el infierno y podremos descansar, lo hacemos para quitar la tiranía de los corazones, avancen, nadie les quitará lo que no tienen, sigan al lobo y nadie los parara, el exito estara con nostros, no desfallezcan, ya no hay vuelta atrás, nos negaron mil cosas, ya no !MÁS¡- acto seguido salió de cobertura, mata a dos o tres y se dirige a las escaleras, seguido por la manada intentando tener control, lanzaron una granada bajo las escaleras para deshacerse de la presión que los perseguía,  subieron solo un cuarto de los hombre y llegaron a la Gran oficina, y cuando iban a irrumpir a la sala explotó la puerta hiriendo de muerte a tres soldado y dejando al hombre fuera de combate, se recupera un poco lento, pero, no se detiene, coge el armamento de otro soldado y mientras recarga, recuerda a su hija , sus piernas dejan de temblar y de un momento a otro, sin pensarlo y aprovechando que aún hay humo de la explosión, entró matando a todo lo que se moviera, pero detrás de una gran mesa apareció, Boogieman y le dispara en el abdomen, pero, no sin llevarse una bala en el cráneo.
 Heme ahí, entre todos los grandes cargos, campesinos, soldados, letrados, músicos, etc. -pensó- Por fin estábamos en una misma sala como iguales, pero pareciese que yo fuera el único consciente en la gran piscina escarlata de en la que todos están sumidos-observó- siento frío, debe ser normal, el piso es de mármol por ende no creo que sea nada extraño - concluyó - sólo un pequeño frío por estar descalzo, pff este es el menor de mis problemas  - mientras él pensaba esto seguido de unas risas débiles, su respiración era cada vez más lenta y su vista se limitaba cada vez más hasta tal punto de ver sólo sombras al final de la sala en el gran corredor, se le cruzó un último pensamiento - que haré mañana para el almuerzo - y mientras escupía sus pensamientos teñidos de soldado terracota, se decidió - le haré pasta, le encanta la pasta - al mismo tiempo que cerraba sus ojos y se recostaba en dicha piscina escarlata, con sus último aliento sintió como se acercaba su hilo rojo y mientras este se acercaba lloraba, mientras tanto una siniestra figura entró a la sala y entre un sarcasmo crudo y aplausos sarcásticos le dijo -menos mal me fui al baño, quien lo hubiera imaginado - que un pequeño hombrecillo se convertiría en todo un mártir, pero, al final te pintaré como el malo y el hombre semi consciente le dice - te debiste quedar en el baño maldito- mientras le agarraba de un tobillo y el del pasillo se escuchaban balas, entró el jefe y le implantó metal a presión en el pecho, y el hombre se desmaya y se quedó en su eterna negra realidad pensando - todo lo que sea por mi niña, no la dejare sola, nunca, yo la protegeré, nunca lo hice por el pueblo, solo por ella, nunca moriré, estaré en su corazón y estaré con ella hasta que se acabe el mundo, mi pequeño hilo rojo- al despertar estaba en un sofá, no entendía nada, el jefe entró y le dijo -si que duermes bien, nunca me pegues ese susto otra vez, ella te espera- y así una familia se reunió otra vez, la oveja rompió su cerca de cristal con ayuda del lobo, pero, fue para un mejor fin, jamás desistan, ayuda a las ovejas, ten el coraje del lobo y sobre todo protege y sigue a tus hilos rojos, yo ya tengo al mío, y veremos el nuevo amanecer.        
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notimundo · 4 years
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Tamaulipas propicia tránsito a la sustentabilidad de Maíz Blanco
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•             Trabajo colaborativo de instancias de los gobiernos de México y estatal de Tamaulipas brinda mejoría de rendimientos, utilidades y en suelos, así como cosechas más saludables.
•             En la Conferencia 19 del Ciclo Autosuficiencia Alimentaria, de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, productores, científicos y servidores públicos destacaron la importancia de combatir las aflatoxinas.
El plan piloto para elevar rendimientos y mejorar la sanidad del maíz blanco en Tamaulipas, desarrollado en el ciclo otoño-invierno 2019-2020, resultó exitoso, al haber propiciado mayores rendimientos, menores costos, aumento significativo de utilidad para el productor, nutrición de los suelos y cosechas más saludables, así como el haber puesto allí las simientes para el tránsito de la agricultura hacia práctica sustentables, respetuosas del medio ambiente y los recursos naturales, afirmó el subsecretario de Autosuficiencia Alimentaria de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Suárez Carrera.
En la Conferencia 19 del Ciclo Autosuficiencia alimentaria e innovación tecnológica con prácticas sustentables, realizada por la Secretaría de Agricultura, precisó que el plan piloto involucró a más de 530 productores de maíz blanco de seis municipios del centro-norte de Tamaulipas, Abasolo, Gustavo Díaz Ordaz, Camargo, Miguel Alemán, Reynosa y Valle Hermoso, quienes presentaban una problemática común: bajos rendimientos, altos costos y problemas de comercialización por presencia de aflatoxinas (micotoxinas producidas por hongos en cultivos como el maíz, entre otros, en condiciones de altas temperaturas o humedad).
Señaló que la incorporación en este plan piloto del sistema Agricultura Campesina de Conocimientos Integrados y Manejo Integral de Cultivos Inducidos (ACCI-MICI) —caracterizado por prácticas sustentables y una colaboración estrecha de científicos, técnicos y productores— es parte del tránsito hacia la agroecología que propone la Cuarta Transformación.
El hecho de que haya ocurrido en Tamaulipas demuestra que “sí es posible aún en condiciones de las zonas de agricultura comercial más desarrollada”, subrayó Suárez Carrera.
“Tenemos la necesidad de transformar el sistema agroalimentario y nutricional del país. Cambiar un sistema que ha sido injusto y ha provocado desigualdad, que se olvidó de lo esencial, que es producir alimentos saludables con renovabilidad y cuidado de los recursos naturales y biológicos, y que ha puesto las ganancias por encima de todo. Eso debe acabar y avanzamos hacia un sistema justo, saludable, sustentable y competitivo”, indicó.
En la conferencia “Fórmulas científicas y sustentables para elevar la productividad y sanidad del maíz de Tamaulipas”, la directora general de Autosuficiencia Alimentaria, Mariel Zamora Nava, dijo que la metodología del plan implicó un trabajo colaborativo, donde participaron los gobiernos estatal y el federal (por medio de instancias como las Secretarías de Bienestar y Agricultura), el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica), el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y el científico Juan José Valdespino, pionero y promotor de ACCI-MICI, y, en el centro de todo ello, las y los productores.
Destacó que este plan atiende la preocupación de Tamaulipas —existente también en otras zonas del país— por riesgos en la salud humana y animal al utilizar producción con niveles altos de aflatoxinas, lo que llevó también a la empresa GRUMA a involucrarse como actor protagonista en el plan y con la oferta de adquirir maíz blanco en territorio nacional, en particular Tamaulipas, siempre y cuando el grano cumpla con niveles de aflatoxinas en los grados aceptables para consumo humano.
El plan comprendió la capacitación a productores, técnicos y responsables de bodegas, incorporación de prácticas sustentables, intercambio de conocimiento, aportación de recursos en concurrencia, involucramiento de la Estrategia de Acompañamiento Técnico del programa Producción para el Bienestar y apoyo de servidores de la Nación y Jóvenes Construyendo el Futuro, entre otras acciones, detalló.
Más utilidades, mejores suelos
La productora Lorena Fernández Alanís, cuyo liderazgo fue esencial en el plan, detalló factores claves del sistema ACCI-MICI, como es el análisis del suelo previo a las siembras, pues así se determina la condición de los nutrientes activos presente (aluminio, zinc, cloro, cobre, etcétera) y se observan los niveles de Ph, así como el grado de compactación que se tiene y que implica la capacidad de la tierra de absorber y aprovechar los bioinsumos que se incorporen.
Resaltó que este proceso llevó a los productores a construir pilas para elaboración de lixiviados a gran escala (a base de piedra, paja, estiércol, lombriz roja y microbiología) y también a la construcción de biofábricas de microorganismos. Todo con costos bajos y rápida elaboración.
Los resultados fueron excelentes, precisó. Con base en cifras de un productor de riego, mostró que con ACCI-MICI se obtuvo un rendimiento de 7.89 toneladas de maíz por hectárea, contra 6.5 de la agricultura tradicional de Tamaulipas. Los costos con ese sistema fueron de 19 mil 550 pesos por hectárea, en comparación con 23 mil 630 del esquema tradicional, agregó.
Con ACCI-MICI se logró una utilidad bruta de 13 mil 193.50 pesos por hectárea, muy arriba de los tres mil 345 pesos que se reciben con la agricultura tradicional, refirió.
La productora mostró también resultados de análisis de 10 muestras de maíz del municipio de Abasolo, realizados en tres laboratorios distintos, donde sólo dos muestras registraron grados no aceptables de aflatoxinas.
El encargado del Despacho de los Asuntos de la Dirección General del INIFAP, Luis Ángel Rodríguez del Bosque, abordó la importancia de las fechas de siembra, análisis de suelo, fertilización, agroclimatología y potencial productivo, así como difusión y transferencia de tecnología.
Subrayó el aspecto del clima como factor relevante en la producción de maíz, toda vez que sus condiciones predisponen la presencia de hongo causante de la aflatoxina.
Con el buen manejo del cultivo, apoyado en el Modelo de predicción de aflatoxinas —con datos de hasta un mes de anticipación— y el paquete tecnológico del INIFAP, se puede obtener mayor rendimiento y bajas probabilidades de contaminación en el cultivo, dijo.
La investigadora del Centro Internacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo (CIMMYT) y especialista en calidad nutricional del maíz, Natalia Palacios Rojas, señaló que el problema de las aflatoxinas debe abordarse de forma multidimensional, pues la generación de estas toxinas tiene que ver tanto con factores externos como el clima caliente y la humedad, como con las fechas de siembra y el manejo que se da a los cultivos en campo, transporte y bodegas.
La exposición a las aflatoxinas, dijo, ocurre al comer alimentos infectados o a partir de animales alimentados con comida contaminada. Las aflatoxinas afectan la salud de las personas y de los animales, su daño es acumulativo y se asocia a enfermedades hepáticas, inducción de cáncer (colon, recto, cervical, y páncreas), inmunodepresión, altos niveles de retraso en el crecimiento en niños y, en algunos casos, la muerte si se consume en grandes cantidades.
El científico Juan José Valdespino, responsable de la aplicación de ACCI-MICI en el plan piloto de Tamaulipas, habló de la importancia de la salud de los suelos, de la microbiología presente y del equilibrio requerido, pues de ello se desprende la vulnerabilidad o no de las plantas a sufrir por aflatoxinas y diversas enfermedades e infecciones.
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001 - GOBERNANTES DEL PERÚ - FRANCISCO PIZARRO - (5) - (16 DE NOVIEMBRE DE 1533 - 26 de JUNIO DE 1541) -
La lucha se entabló sin ninguna ventaja para los de Chile. Al tiempo que luchaba, Pizarro enrostraba a sus atacantes. Había tomado el primer puesto en la pelea y tanto era su brío que no había adversario que se atreviera a propasar la puerta.
En eso cayó Francisco Martín con una estocada en el pecho, también los dos pajes y Gómez de Luna. Solo se puso entonces a defender el umbral, desesperando a sus contrincantes que, acobardados, pedían lanzas para matarlo de lejos.
No se retrajo por ello el Marqués, antes bien, pretendiendo desanimar a sus enemigos, siguió combatiendo con más intensidad que antes. Tan animoso se mostró, que Juan de Rada entendió que así no lo vencerían nunca y, recurriendo a un ardid traicionero, tomó a uno de los suyos apellidado Narváez y lo empujó hacia Pizarro; el Marqués lo recibió con su espada, pero el peso del cuerpo lo hizo retroceder, aprovechando entonces los almagristas para penetrar el umbral a la carrera y rodearlo. Pizarro continuó la lucha, ya no atacaba, se defendía.
El anillo de asesinos giró con frenesí de odio, luego se cerró con intención de muerte. Cuando el anillo se abrió, el Marqués estaba lleno de heridas, una de ellas en el cuello. Pizarro, caído sobre el brazo derecho, tenía el codo lastimado; sus ropas estaban manchadas de sangre, ésta le emanaba a borbotones, pero sin mostrar flaqueza ni falta de ánimo, trató de levantarse para seguir luchando. Sin embargo, las fuerzas no le ayudaron y, todavía consciente, se desplomó sobre el piso ensangrentado.
Sintiendo las ansias de la muerte, se llevó la mano diestra a la garganta y, mojando sus dedos en la sangre, hizo la cruz con ellos; luego balbuceó el nombre de Cristo e inclinó la cabeza para darle un beso a la cruz...
Entonces uno de los asesinos le dio una estocada en el cuello, otro quiso ultimarlo y, tomando una alcarraza, se la quebró en el rostro. El Marqués se desplomó pesadamente y quedó quieto en el suelo. Así, mientras los asesinos salían gritando: ¡Viva el Rey, muerto el tirano!, y los rezagados bajaban fatigados la escalera comentando ¡cómo era valiente hombre el marqués!, arriba - con el rostro hundido en su sangre guerrera - yacía el Conquistador del Perú.
Análisis forense de sus huesos - Sus huesos, que yacen en la catedral de Lima, fueron estudiados por el antropólogo forense Edwin Greenwich Centeno en 2007, quien llegó a la conclusión de que Pizarro murió con al menos veinte heridas de espada; cuenta con detalle la sucesión de hechos según las huellas de las armas dejadas en los huesos. Greenwich afirma que por las evidencias «Pizarro se defendió bravamente» ya que recibió una estocada que indica el vaciado del ojo izquierdo y otro corte recto en el pómulo derecho. También le cercenaron de tajo parte del hueso de un codo. También existen cortes en la sexta vértebra torácica, en el pecho, en la primera lumbar y en el estómago.
Entre las heridas más graves se encuentran dos que fueron mortales de necesidad: en la zona de la garganta, entre la cuarta y quinta vértebra cervical. Se ve la impronta de una espada, que entra, corta y fractura el hueso. Mientras que la otra lesión perimórtem o post mortem, es un intento de decapitamiento que se ubica en la primera vértebra cervical, el corte vino desde el lado derecho y se acercó a una arteria que lleva sangre al cerebro. Finalmente, las fracturas en el cráneo, que son del cántaro con el que le golpearon al final.
Estado de salud en el día de su muerte - Murió pasados los sesenta años de edad, un sobreviviente para su época; de complexión robusta, sobrepasaba 1,74 m de estatura, sufría de artrosis y artritis, con problemas en sus articulaciones. Tenía hernias discales. Sufría dolor y caminaba con dificultad. Ya no podía cabalgar y no comía carne. Tenía crecimientos óseos por los talones, lo que indica que caminó mucho en su vida.
Después de su regreso del Perú, una notoriamente enriquecida familia Pizarro erigió en la esquina sureste de la Plaza Mayor de Trujillo y al costado del Ayuntamiento, en la ciudad natal del conquistador, un palacio de estilo plateresco del siglo xvi mandado construir por su hija, Francisca Pizarro Yupanqui. Conocido como palacio de la Conquista, este opulento palacio se estructura en cuatro plantas, siendo significativo el escudo de armas de la familia Pizarro que se encuentra en el balcón de la esquina con su contenido iconográfico. En uno de sus lados está Francisco Pizarro y en el otro, su esposa, la princesa inca Inés Huaylas, su hija Francisca Pizarro Yupanqui y su esposo Hernando Pizarro. Coronan este edificio doce elegantes esculturas que representan alegorías de los vicios y virtudes. Son notables sus chimeneas, ventanas y artísticas rejas de forja.
El escultor estadounidense Charles Cary Rumsey (1879-1922) realizó una estatua ecuestre del conquistador, de la que existen tres copias ubicadas en las ciudades de Trujillo (España), Lima (Perú) y Buffalo (Estados Unidos).
En Perú existió una plaza Pizarro en una esquina de la Plaza Mayor de Lima donde se instaló la estatua ecuestre de Pizarro; en 2003 el espacio fue rebautizado como Plaza Perú. Gobernantes del Perú – [email protected]
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bracuta · 4 years
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¿Y aquí no es que venden mascarillas? 141/366 #project366 #mayo #may #2020 Hoy tuve que ir al Palacio de Justicia de Ciudad Nueva. Como no iba a audiencia estaba vestida “de civil” (aka polo shirt, jeans y zapatos). Cuando entraba al edificio el policía de la puerta de para y con muy mal tono y trato tenemos el siguiente intercambio: Policía: “¿Pa dónde vá?” Yo: “Voy a la cuarta planta.” (Para el que no es abogado, lo ÚNICO que hay en la cuarta planta es la zona de detención/ prisión.) P: “¿A la cuarta? ¿Y a buscar qué?” (Vuelvan y lean arriba. Sólo hay UNA COSA en la cuarta planta así que la pregunta es capciosa.) Lo miro finamente porque de verdad no estoy procesando su pregunta. Pasan unos segundos largos en los que él me mira con desprecio y por mi cabeza pasan muchas frases que responderle, pero no estoy en pleito en cuarentena... Y: “Tengo un cliente preso y vengo a visitarlo. ¿Hay algún problema?” El policía hace un gesto desagradable y muy lentamente me mira de arriba abajo. Se me cruzan los apellidos. Y: “¿Hay algún problema? ¿Por qué me mira así?” La policía que está a su lado me habla. Ella: “Doctora, no se ponga brava. Pase.” Y: “¿Y cómo quiere que me ponga? ¿O es que ahora para entrar aquí se necesita usar toga y birrete? ¿Por qué me ve así como si yo anduviera en shorts y sin camisa? Usted lo que es es un buen fresco.” Mientras subo las escaleras escucho a la policía reír y decir “tá bueno que te pase...” (at Santo Domingo, Dominican Republic) https://www.instagram.com/p/CAb4lpZn7_P/?igshid=zeqixikam2vq
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tupaisdigitalrd · 5 years
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#Nacionales #Noticias #PortadaRedes Marisol Franco amaneció en cárcel del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva    -Marisol Mercedes Franco, compañera sentimental del fugitivo capo César Emilio Peralta, fue interrogada en la Fiscalía del Distrito Nacional hasta alrededor de las 11:00 de la noche del pasado martes. Exactamente a las 10:55 de la noche fue trasladada desde el despacho de la fiscal Rosalba Ramos, a una de las cárceles ubicadas en la cuarta planta del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva. Fue conducida por alrededor de una decena de Policías Judiciales. Nuestro compañero Franklin Guerrero dio seguimiento al allanamiento en su residencia de la Torre Blue Tower, en Naco, hasta su traslado a la Fiscalía del Distrito Nacional. Franco fue detenida la tarde-noche de ayer (martes) mediante un allanamiento en su apartamento, por miembros del Ministerio Público y decenas de agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas y de la Procuraduría General de la República. #ComparteTuOpinión https://www.instagram.com/p/B1wHQJxlHWE/?igshid=137pb91aq6uve
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flash56-chase05 · 2 years
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La siguiente historia que publique —que ya he empezado a escribir, por cierto. Y probablemente aun así tarde meses y termine justo para el SpaIre's Day—, no va a tener notas como sí tuvo En la cuarta planta de Palacio.
La primera razón es que el mes de mayo va a ser horrible para mí para sacar tiempo, y prefiero dedicarme a otras cosas —que, al fin y al cabo, son más importantes—, que a explicar detalles de la historia que no creo que hagan mucha falta.
La segunda bebe un poco de la última frase de la primera. Veréis, en el fandom de Hetalia, las primeras décadas del siglo XX están muy poco exploradas. E incluso en general. En la cuarta planta de Palacio sacaba lo de la Oficina de Guerra —cosa bastante desconocida—, la labor de algunos embajadores —ya ni os cuento—, o incluso partes de la Guerra de Melilla cuyos detalles no son tan conocidos como el desastre del Annual, que es en lo que uno piensa cuando se menciona dicho conflicto. También el tema de los prisioneros, el problema de Guinea Ecuatorial, y muchas otras cosas.
Para explicarlo mejor, tenía cientos de ventanas abiertas en el navegador, e iba uniendo eventos para tener algo con más o menos sentido.
Además, en ese principio del siglo XX también intentaba hacer un perfil psicológico de España que mezclaba otros eventos, como el Desastre del 98, etc.
[De hecho, aún pienso que no lo he dejado del todo claro por qué pongo ciertos detalles, pero... bueno. Ya veré que hago con eso.]
Del siglo XVI hay una gran cantidad de eventos que se han tratado. Se han escrito bastantes historias de esa época —y, de hecho, me gusta, porque es una muy interesante para poner a una representación antropomórfica—, y se conocen mucho más. Y todo lo que yo voy a meter en la historia, por más que haya eventos que vaya a mencionar ligeramente, se va a encontrar mucho más fácil.
Se han escrito ríos de tinta sobre ello, ya sea física o digital. De verdad, los artículos abundan y os puedo poner perfectamente las pocas páginas de las que lo he sacado.
Además, no creo que sirviesen de mucho las notas.
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valdemirt · 8 years
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Tomo II de la Novela de Boku no Hero Academia (Traducción al Español)
[Segunda Parte] [Tercera Parte] [Cuarta Parte] [Quinta Parte]
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N/T: ¡Hola! Decidí traducir la novela porque me dio hype con BNHA; no obstante, estoy traduciendo del inglés (porque no sé japonés). La traducción japonés-inglés fue hecha por peachingboy, ella está un poco ocupada por su tesis y traduce lentamente, pero le agradezco en grande por dejarme usar su traducción (sí, le pedí permiso uvu ‘cause soy un amor <3 y porque es lo justo).
Y por último, pero no menos importante, por favor, no re-suban/no re-posteen/no hagan copy-paste de esto en otros lugares/blogs, mejor pidan permiso para hacerlo y den créditos a los respectivos traductores y editores. Si pueden o tienen oportunidad de comprar la obra original, no duden en hacerlo. Gracias <3.
Ahora sí, espero disfruten la lectura ^^~.
Capítulo I: ¡Grupos de estudio!
Primera Parte
Era el último domingo de Junio, la mañana estaba despejada y se podía sentir cómo se arraigaba el calor en el ambiente. Sin embargo, Midoriya Izuku no se hallaba contemplando el panorama a través de su ventana, sino que permanecía pegado a la mesa de escritorio en su habitación, estudiando para sus exámenes de fin de ciclo. Aunque el departamento de héroes de Yuuei fuera el más famoso del país, también era una escuela y sus alumnos tenían el deber de estudiar, al igual que cualquier otro chico normal de su edad.
No obstante, había algo que no era muy normal…
Con su mano derecha trataba de resolver un problema matemático, mientras que la izquierda se ejercitaba con un hand grip.
Hace un año, hacer esta clase de combinación no habría sido una opción que cruzara por su cabeza, pero desde que conoció a All Might, su vida cambió. Para poder utilizar el quirk que le fue heredado tuvo que entrenar su cuerpo. Mientras limpiaba la playa, también tenía que estudiar para el examen escrito de Yuuei. Al principio fue difícil usar ambas manos para tareas diferentes, pero con el tiempo  logró acostumbrarse. En alguna ocasión se desmayó por exceso de trabajo y ahora eso era algo que le causaba gracia.
«Para proteger a las personas debo obtener poder», pensó Izuku. Inspiró profundamente y alzó la mirada, encontrándose un con poster de All Might en la pared. «Tal vez deba tomar un descanso y relajar mi mano izquierda».
En el poster, All Might tenía un cuerpo musculoso en exceso, así como su amplia y característica sonrisa. Era difícil creer que alguien como él había sacado su motivación a flote, como si se tratara de un géiser, para convertirse en el héroe que siempre había querido ser. ¡No podía gastar su tiempo!
—¡Yosh! ¡Hagámoslo! —cambió la página de su libro de texto.
La primera vez que se publicaron los resultados de su clase, no había quedado entre los mejores, aunque tampoco se sentía incómodo por ello. ¡Pero, esta vez, tenía que superar su propia marca! Porque a quienes fallaran en sus exámenes no se les permitiría asistir al campamento de entrenamiento.
«Me pregunto si Kaminari y los demás están bien…» pensó, mientras trataba de resolver el siguiente problema y, de repente, su cabeza se llenó de preocupaciones, pues recordó los rostros que pusieron sus compañeros al escuchar sobre la sanción de no aprobar el examen. Oh, cierto, ¿Yaoyorozu dijo que iba a dar clase a quienes lo necesitaran, no? Si la chica más inteligente del grupo iba a dar asesorías, ellos probablemente estarían bien, aunque también sabía lo ruda y torpe que podía ser a veces. Izuku regresó la mirada a su libro mientras deseaba:
«¡Por favor, que todos puedan asistir al campamento de entrenamiento!».
Mientras tanto, Jirou Kyouka, quien tenía las mismas preocupaciones que Izuku, junto a Kaminari Denki y su grupo, llegaron a casa de Yaoyorozu.
—¡¿Qu…?! ¡¿Es aquí?!
—Tiene que ser una broma. ¡¿No es este lugar una embajada?! —Kaminari y Sero, estupefactos, murmuraron entre ellos. El mapa en el celular de Ojiro decía que estaban en el lugar correcto.
—Esta es la dirección donde veremos a…
—¡¡¡Es súper lujoso!!! —dijo Ashido con franqueza, acercándose sorprendida a la entrada.
Los cinco se detuvieron frente a una puerta imponente e inclinaron la cabeza hacia atrás para observar la altura de tan magnífica estructura, la cerca que se extendía desde la puerta era de igual tamaño; parecía un lugar de ensueño.
Después de atravesar, continuaron por un buen rato, parecía que les tomaría una eternidad encontrar la casa principal. Con sólo ver las paredes cualquiera se preguntaría ¿qué clase de intereses debían tener las personas que vivían allí? Caminaron hacia su destino con una sensación incómoda; llamaron a la entrada y, pese a la inquietud, Kaminari y Sero seguían manteniendo una conversación agradable.
Kyouka podía escuchar la conversación al otro lado de la pared; como si la verja y la puerta no fueran suficientes, ¡¿qué pasaba en esa casa como para que los tomaran por espías de otro país?! (N/T: a juzgar por la traducción —que en esta parte me costó mucho trabajo—, supongo que Jirou está escuchando una conversación media turbia).
—¿Deberíamos volver otro día? —retrocedieron un poco luego de no recibir respuesta, sólo para estar seguros.
—Tal vez no están —creyeron que podían regresar por donde vinieron, pero mientras daban la vuelta, la gran puerta se abrió.
—Señorita Kyouka, señorita Ashido, joven Kaminari, joven Sero, joven Mashiro, les doy la bienvenida —frente a ellos se encontraba un hombre ligeramente pequeño usando ropa formal, de rostro apacible y cabellos grisáceos.
—¡S-Sí! —es costumbre responder a los ancianos, incluso si no te llaman.
El hombre sonrió.
—Gracias por venir, soy el mayordomo de la familia Yaoyorozu, Uchimura. La joven ama Momo ha estado esperando su llegada, por favor, síganme.
—S-Sí…
Los cinco siguieron a Uchimura con cierta incertidumbre.
—¡¿Un mayordomo?! ¡¿Habrá más en la mansión?!
—Si hay mayordomos, ¿también deberían tener sirvientas, no? —susurró Ashido en voz baja, tratando de reprimir su emoción junto a Kaminari.
—¡Chicos! —Kyouka quiso silenciarlos cuando…
—Sí, las hay —el mayordomo oyó su conversación y respondió con una sonrisa.
Tanto Ashido como Kaminari se sintieron mal por ser escuchados. Sin embargo, al tratarse de un mayordomo de una casa tan grande, no se turbaría por algo como eso, tampoco lo consideraría como una falta de respeto.
«Un bosque, ¿uh?» pensaron mientras pasaban por un hermoso jardín, de repente, Ojiro y los demás se sintieron abrumados de nuevo. No podían decir nada dentro de la mansión. Ojalá pudieran dar vuelta y salir, ¡querían regresar al Japón normal! Cada rincón de esa casa estaba decorado con ornamentos lujos de occidente.
—Bienvenidos —fueron recibidos por sirvientas mientras cruzaban uno de los pasillos. Kyouka podía escuchar los pequeños pasos de una mujer que se acercaba hacia la antesala en la que se encontraban.
—¡Bienvenidos! ¡Pasen, pasen! Muchas gracias por cuidar de nuestra querida Momo, yo soy su madre.
—H-Hola —la sonriente cara de la mujer hizo que los cinco se sintieran un poco más relajados.
—¡Y pensar que Momo invitaría a casa a tantos amigos! ¡Estoy muy feliz! ¡Oh…! Tú… —miró a Kyouka por instinto. Esa ropa; brazaletes de cuero con púas, chaqueta de cuero, una gargantilla, guantes… (N/T: Básicamente está describiendo a Jirou).
«Ella es… algo extraña», pensó la madre de Yaoyorozu mientras arqueaba una de sus cejas. Kyouka se sintió algo incómoda, pero trató de disimularlo con una sonrisa.
—Como sea, Momo está preparándose en la sala de lectura.
—Oh, estaba por…
—Los guiaré hasta allí —la madre de Yaoyorozu interrumpió al mayordomo—. Por favor, pasen —y así, los cinco ingresaron a una habitación tranquila, analizando su interior. Había una variedad de flores y plantas dibujadas en las paredes y el suelo de mármol; los pasillos estaban adornados con pinturas que, probablemente, habían visto en otros lugares.
—Nunca he estado allá pero, ¿acaso nos encontramos en el Palacio de Versalles?
—¡Lo sé! Se parece, aunque tampoco he estado allí.
—Pensé lo mismo.
Murmuraron asombrados Kaminari y los demás, Kyouka también estuvo de acuerdo.
—¡Como era de esperarse de Yaomomo, la joven maestra! —exclamó Ashido, lo que llamó la atención de la madre de Yaoyorozu. Kyouka se dio cuenta y se puso un poco nerviosa—. Um, Yaomomo es… No es lo que usted cree, um… Yaomomo es el apodo de Momo. La llamamos así porque Yaomomo suena como Yamamomo (N/T: no sé lo que signifique Yamamomo) que es un poco más lindo. Es para que nos llevemos mejor.
—¿Entonces la mamá de Yaomomo sería… Yaomama?
—¿Yaomama es… mi… sobrenombre? ¡Me gusta! ¡Por favor, pueden llamarme Yaomama!
—¡S-Si! —gracias a la tierna propuesta de Ashido para llamar Yaomama a la madre de Yaoyorozu, todos la vieron sonreír y reír desde el fondo de su corazón.
«¿Qué importa si ella ve rara mi ropa? Los otros chicos no piensan que sea extraña».
—¿Por qué estás cabizbaja? —la voz de Kaminari la sacó de su trance, Kyouka levantó la cabeza, aunque él era un flojo con cara de tonto, podía ser muy perspicaz en algunas ocasiones.
—¡C-Cállate! No es nada, sólo estaba pensando en lo bonito que es el corredor.
—¡Oh, lo sé! Sería tan refrescante y divertido tirarse a rodar por ese pasillo.
—… No creo que puedas hacerlo.
—Ah, ¿por qué? —Kaminari puso esa cara de bobo de nuevo, Kyouka dejó escapar un pequeño suspiro.
—¡Porque venimos a estudiar! Recuerda que somos los últimos de la clase. Tenemos que esforzarnos.
—Ah, no digas eso, no digas eso… Depende de todos, nuestras esperanzas están puestas en las enseñanzas de Yaoyorozu.
—Por eso dije “tenemos”.
Al final, después de esperar un rato, los cinco entraron al salón de lectura, que era excepcionalmente amplio y elegante; para ser honesto, era de esperarse.
—¡Momo, he traído a tus amigos!
—Siento no haberlos recibido, bienvenidos. Estaba tratando de averiguar qué libro de referencia usar —Yaoyorozu estaba usando gafas como si fuera una profesora real. Las mejillas y los ojos de Kaminari resplandecieron.
—Bueno, es todo de mi parte, más tarde les traeré algo de té. Momo, da lo mejor en tus clases.
—Sí, madre.
La puerta se cerró tras la madre de Yaoyorozu cuando salió. Kyouka se sintió en extremo aliviada.
Yaoyorozu inhaló por su nariz y llamó a todos.
—¿Deberíamos empezar?
—¡Sip!
—Sí, por favor.
—Estoy en tus manos, maestra Yaoyorozu.
—Sí, en ti está mi oportunidad de ir al campamento de entrenamiento.
La confianza y las expectativas de todos hicieron que Yaoyorozu se estremeciera y se llenara de emoción, por lo que enunció:
—¡Déjenmelo a mí! ¡Cumpliré las expectativas de todos!
Y así fue como se formó el primer grupo de estudio.
N/T: Hay unas cosas que quiero aclarar.
Hand grip: es un ejercitador de mano/brazo, lo que Deku usa a veces, busqué su nombre en español pero parece que es ése.
La parte de los espías no estaba así en inglés, pero no le entendía un carajo, así que tuve que terminar de leer la novela para darle una interpretación más lógica, ya que la traducción directa quedaba MUY extraña.
Listo, eso era todo, ahora van simples notas xD.
La traductora jap-eng pone que el siguiente capítulo es sobre el Bakushima/KiriBaku estudiando en la biblioteca. Está muy emocionada porque ama esa ship y quiere leer su interacción. Yo pienso exactamente igual, amo a ese par, más cuando están juntos, aparte: Bakugo, el niño inteligente + Kirishima, a quien le falta cerebro… Será algo estresante pero divertido XD.
Tengan paciencia, traduciré tan pronto como sea posible o/. Espero les haya gustado.
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pollonegro666 · 3 years
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2020/08/13
Más piezas de cerámica y decoración en la segunda planta del palacio. En la cuarta foto, detalle de ornamento de las columnas del techo, trabajo de maestros que ha perdurado durante muchos años
More ceramic pieces and decoration on the second floor of the palace. In the fourth photo, detail of the ornament of the ceiling columns, a work of masters that has lasted for many years
Google Translation into French:
Plus de pièces en céramique et décoration au deuxième étage du palais. Sur la quatrième photo, détail de l'ornement des colonnes du plafond, un travail de maître qui a duré de nombreuses années
Google Translation into German:
Weitere Keramikstücke und Dekoration im zweiten Stock des Palastes. Auf dem vierten Foto Detail des Ornaments der Deckensäulen, ein langjähriges Meisterwerk
Google Translation into Hebrew:
עוד פריטי קרמיקה ועיטור בקומה השנייה של הארמון. בתצלום הרביעי פירוט העיטור של עמודי התקרה, עבודת מאסטרים שנמשכת שנים רבות
Google Translation into Hindu:
महल की दूसरी मंजिल पर अधिक चीनी मिट्टी के टुकड़े और सजावट। चौथी तस्वीर में, छत के स्तंभों के अलंकरण का विवरण, कई वर्षों से चली आ रही उस्तादों की कृति
Google Translation into Russian:
Еще больше керамических изделий и украшений на втором этаже дворца. На четвертом фото деталь орнамента потолочных колонн, работа мастеров, длившаяся много лет.
Google Translation into Japanese:
宮殿の2階にあるより多くの陶器と装飾。 4枚目の写真は、長年続いた巨匠の作品である天井柱の装飾の詳細
Google Translation into Korean:
궁전 2층에 더 많은 도자기 조각과 장식이 있습니다. 네 번째 사진은 천정 기둥 장식 디테일, 오랜 세월을 이어온 거장의 작품
Google Translation into Arabic:
المزيد من القطع الخزفية والزخارف في الطابق الثاني من القصر. في الصورة الرابعة تفاصيل زخرفة أعمدة السقف عمل سادة استمر لسنوات عديدة
Google Translation into Portuguese:
Mais peças de cerâmica e decoração no segundo andar do palácio. Na quarta foto, detalhe da ornamentação das colunas do teto, obra de mestres que perdura há muitos anos.
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Siete plantas
Después de un día de viaje en tren, Giuseppe Corte llegó, una mañana de marzo, a la ciudad donde se hallaba el famoso sanatorio. Tenía un poco de fiebre, pero aun así quiso hacer a pie el camino entre la estación y el hospital, llevando su pequeña maleta de viaje.
Si bien no tenía más que una manifestación incipiente sumamente leve, le habían aconsejado dirigirse a aquel célebre sanatorio, en el que se trataba exclusivamente aquella enfermedad. Eso garantizaba una competencia excepcional en los médicos y la más racional sistematización de las instalaciones.
Cuando lo divisó desde lejos –lo reconoció por haberlo visto ya en fotografía en un folleto publicitario– Giuseppe Corte tuvo una inmejorable impresión. El blanco edificio de siete plantas estaba surcado por entrantes regulares que le daban una vaga fisonomía de hotel. Estaba rodeado completamente de altos árboles.
Después de un breve reconocimiento a la espera de un examen más detenido y completo, Giuseppe Corte fue instalado en una alegre habitación de la séptima y última planta. Los muebles eran claros y limpios, como el tapizado, los sillones eran de madera, los cojines estaban forrados de tela estampada. La vista se extendía sobre uno de los barrios más bonitos de la ciudad. Todo era plácido, hospitalario y tranquilizador.
Giuseppe Corte se metió sin dilación en la cama y, encendiendo la luz que tenía a la cabecera, comenzó a leer un libro que había llevado. Poco después entró una enfermera para preguntarle si quería algo.
Giuseppe Corte no quería nada pero se puso de buena gana a conversar con la joven, pidiendo información acerca del sanatorio. Se enteró así de la extraña peculiaridad de aquel hospital. Los enfermos eran distribuidos planta por planta según su gravedad. En la séptima, es decir en la última, se acogían las manifestaciones sumamente leves. La sexta estaba destinada a los enfermos no graves, pero tampoco susceptibles de descuido. En la quinta se trataban ya afecciones serias, y así sucesivamente de planta en planta. En la segunda estaban los enfermos gravísimos. En la primera, aquellos para los que no había esperanza.
Este singular sistema, además de agilizar mucho el servicio, impedía que un enfermo leve pudiera verse turbado por la vecindad de un compañero agonizante y garantizaba en cada planta un ambiente homogéneo. Por otra parte, de este modo el tratamiento podía graduarse de forma perfecta y con mejores resultados.
De ello se derivaba que los enfermos se dividían en siete castas progresivas. Cada planta era como un pequeño mundo autónomo, con sus reglas particulares, con especiales tradiciones que en las otras plantas carecían de cualquier valor. Y como cada sector se confiaba a la dirección de un médico distinto, se habían creado, siquiera fueran nimias, netas diferencias en los métodos de tratamiento, pese a que el director general hubiera imprimido a la institución una única orientación fundamental.
Cuando la enfermera hubo salido, Giuseppe Corte, pareciéndole que la fiebre había desaparecido, se llegó a la ventana y miró hacia fuera, no para observar el panorama de la ciudad, que también era nueva para él, sino con la esperanza de divisar a través de aquélla a otros enfermos de las plantas inferiores. La estructura del edificio, con grandes entrantes, permitía este género de observaciones. Giuseppe Corte concentró su atención sobre todo en las ventanas de la primera planta, que parecían muy lejanas y no alcanzaban a distinguirse más que de forma sesgada. Sin embargo, no pudo ver nada interesante. En su mayoría estaban herméticamente cerradas por grises persianas.
Corte advirtió que en una ventana vecina a la suya estaba asomado un hombre. Ambos se miraron largamente con creciente simpatía, pero no sabían cómo romper aquel silencio. Finalmente, Giuseppe Corte se animó y dijo:
–¿Usted también está aquí desde hace poco?
–Oh, no –dijo el otro–, yo ya hace dos meses que estoy aquí... –calló por un instante y después, no sabiendo cómo continuar la conversación, añadió–: miraba ahí abajo, a mi hermano.
–¿Su hermano?
–Sí –explicó el desconocido–. Ingresamos juntos, un caso realmente curioso, pero él ha ido empeorando; piense que ahora está ya en la cuarta.
–¿Qué cuarta?
–La cuarta planta –explicó el individuo, y pronunció las dos palabras con tanto sentimiento y horror que Giuseppe Corte se quedó casi sobrecogido de espanto.
–¿Tan graves están los de la planta cuarta?
–Oh –dijo el otro meneando con lentitud la cabeza–, todavía no son casos desesperados, pero tampoco es como para estar muy alegre.
–Y entonces –siguió preguntando Corte con la festiva desenvoltura de quien hace referencia a cosas trágicas que no le atañen–, si en la cuarta están ya tan graves, ¿a la primera quiénes van a parar?
–Oh –dijo el otro–, en la primera están los moribundos sin más. Allá abajo los médicos ya no tienen nada que hacer. Sólo trabaja el sacerdote. Y naturalmente...
–Pero hay poca gente en la primera planta –interrumpió Giuseppe Corte, como si le urgiese tener una confirmación, ahí abajo casi todas las habitaciones están cerradas.
–Hay poca gente ahora, pero esta mañana había bastante –respondió el desconocido con una sonrisa sutil. Allí donde las persianas están bajadas, es que alguien se ha muerto hace poco. ¿No ve usted, por otra parte, que en las otras plantas todas las contraventanas están abiertas? Pero perdone –añadió retirándose lentamente, me parece que comienza a refrescar. Me vuelvo a la cama. Que le vaya bien...
El hombre desapareció del antepecho y la ventana se cerró con energía; luego se vio encenderse dentro una luz. Giuseppe Corte permaneció inmóvil en la ventana, mirando fijamente las persianas bajadas de la primera planta. Las miraba con una intensidad morbosa, tratando de imaginar los fúnebres secretos de aquella terrible primera planta donde los enfermos se veían confinados para morir; y se sentía aliviado de saberse tan alejado. Descendían entre tanto sobre la ciudad las sombras de la noche. Una a una, las mil ventanas del sanatorio se iluminaban; de lejos podría haberse dicho un palacio en que se celebrara una fiesta. Sólo en la primera planta, allí abajo, en el fondo del precipicio, decenas y decenas de ventanas permanecían ciegas y oscuras.
El resultado del reconocimiento general tranquilizó a Giuseppe Corte. Inclinado habitualmente a prever lo peor, en su interior se había preparado ya para un veredicto severo y no se habría sorprendido si el médico le hubiese declarado que debía asignarle a la planta inferior. De hecho, la fiebre no daba señas de desaparecer, pese a que el estado general siguiera siendo bueno. El facultativo, sin embargo, le dirigió palabras cordiales y alentadoras. Principio de enfermedad, lo había, le dijo, pero muy ligero; probablemente en dos o tres semanas todo habría pasado.
–Entonces ¿me quedo en la séptima planta? –había preguntado en ese momento Giuseppe Corte con ansiedad.
–¡Pues claro! –había respondido el médico palmeándole amistosamente la espalda–. ¿Dónde pensaba que había de ir? ¿A la cuarta quizá? –preguntó riendo, como para hacer alusión a la hipótesis más absurda.
–Mejor así, mejor así –dijo Corte–. ¿Sabe usted? Cuando uno está enfermo se imagina siempre lo peor...
De hecho, Giuseppe Corte se quedó en la habitación que se le había asignado originalmente. En las raras tardes en que se le permitía levantarse intimó con algunos de sus compañeros de hospital. Siguió escrupulosamente el tratamiento y puso todo su empeño en sanar con rapidez; su estado, con todo, parecía seguir estacionario.
Habían pasado unos diez días cuando se le presentó el supervisor de la séptima planta. Tenía que pedirle un favor a título meramente personal: al día siguiente tenía que ingresar en el hospital una señora con dos niños; había dos habitaciones libres, justamente al lado de la suya, pero faltaba la tercera; ¿consentiría el señor Corte en trasladarse a otra habitación igual de confortable?
Giuseppe Corte no opuso, naturalmente, ningún inconveniente; para él, una u otra habitación era lo mismo; quizá incluso le tocara una enfermera nueva y más mona.
–Se lo agradezco de corazón –dijo el supervisor con una ligera inclinación–; de una persona como usted, confieso que no me asombra semejante acto de caballerosidad. Dentro de una hora, si no tiene inconveniente, procederemos al traslado. Tenga en cuenta que es necesario que baje a la planta de abajo –añadió con voz atenuada, como si se tratase de un detalle completamente intrascendente–. Desgraciadamente, en esta planta no quedan habitaciones libres. Pero es un arreglo provisional –se apresuró a especificar al ver que Corte, que se había incorporado de golpe, estaba a punto de abrir la boca para protestar–, un arreglo absolutamente provisional. En cuanto quede libre una habitación, y creo que será dentro de dos o tres días, podrá volver aquí arriba
–Le confieso –dijo Giuseppe Corte sonriendo para demostrar que no era ningún niño– que un traslado de esta clase no me agrada en absoluto.
–Pero es un traslado que no obedece a ningún motivo médico; entiendo perfectamente lo que quiere decir; se trata únicamente de una gentileza con esta señora, que prefiere no estar separada de sus niños... Un favor –añadió riendo abiertamente, ¡ni se le ocurra que pueda haber otras razones!
–Puede ser –dijo Giuseppe Corte–, pero me parece de mal agüero.
De este modo Corte pasó a la sexta planta, y si bien convencido de que este traslado no correspondía en absoluto a un empeoramiento de la enfermedad, se sentía incómodo al pensar que entre él y el mundo normal, de la gente sana, se interponía ya un obstáculo preciso. En la séptima planta, puerto de llegada, se estaba en cierto modo todavía en contacto con la sociedad de los hombres; podía considerarse más bien casi una prolongación del mundo habitual. En la sexta, en cambio, se entraba en el auténtico interior del hospital; la mentalidad de los médicos, de los enfermeros y de los propios enfermos era ya ligeramente distinta. Se admitía ya que en esa planta se albergaba a los enfermos auténticos, por más que fuera en estado no grave. Las primeras conversaciones con sus vecinos de habitación, con el personal y los médicos, hicieron advertir a Giuseppe Corte de hecho que en aquella sección la séptima planta se consideraba una farsa reservada a los enfermos por afición, padecedores más que nada de imaginaciones; sólo en la sexta, por decirlo así, se empezaba de verdad.
De todos modos, Giuseppe Corte comprendió que para volver arriba, al lugar que le correspondía por las características de su enfermedad, hallaría sin duda cierta dificultad; aunque fuera tan sólo para un esfuerzo mínimo, para regresar a la séptima planta debía poner en marcha un complejo mecanismo; no cabía duda de que si él no chistaba, nadie tomaría en consideración trasladarlo nuevamente a la planta superior de los "casi sanos".
Por ello, Giuseppe Corte se propuso no transigir con sus derechos y no dejarse atrapar por la costumbre. Cuidaba mucho de puntualizar a sus compañeros de sección que se hallaba con ellos sólo por unos pocos días, que había sido él quien había accedido a descender una planta para hacer un favor a una señora y que en cuanto quedara libre una habitación volvería arriba. Los otros asentían con escaso convencimiento.
La convicción de Giuseppe Corte halló plena confirmación en el dictamen del nuevo médico. Incluso éste admitía que podía asignarse perfectamente a Giuseppe Corte a la séptima planta; su manifestación era ab-so-lu-ta-men-te le-ve –y fragmentaba esta definición para darle importancia–, pero en el fondo estimaba que acaso en la sexta planta Giuseppe Corte pudiera ser mejor tratado.
–No empecemos –intervenía en este punto el enfermo con decisión–, me ha dicho que la séptima planta es la que me corresponde; y quiero volver a ella.
–Nadie dice lo contrario –replicaba el doctor–, ¡yo no le daba más que un simple consejo, no de mé-di-co, sino de au-tén-ti-co a-mi-go! Su manifestación, le repito, es levísima (no sería exagerado decir que ni siquiera está enfermo), pero en mi opinión se diferencia de manifestaciones análogas en una cierta mayor extensión. Me explico: la intensidad de la enfermedad es mínima, pero su amplitud es considerable; el proceso destructivo de las células –era la primera vez que Giuseppe Corte oía allí dentro aquella siniestra expresión–, el proceso destructivo de las células no ha hecho más que comenzar, quizá ni siquiera haya comenzado, pero tiende, y digo sólo tiende, a atacar simultáneamente respetables proporciones del organismo. Sólo por esto, en mi opinión, puede ser tratado más eficazmente aquí, en la sexta planta, donde los métodos terapéuticos son más específicos e intensos.
Un día le contaron que, después de haber consultado largamente con sus colaboradores, el director general del establecimiento había decidido cambiar la subdivisión de los enfermos. El grado de cada uno de éstos, por decirlo así, se veía acrecentado en medio punto. Suponiendo que en cada planta los enfermos se dividieran, según su gravedad, en dos categorías (de hecho los respectivos médicos hacían esta subdivisión, si bien a efectos meramente internos), la inferior de estas dos mitades se veía trasladada de oficio una planta más abajo. Por ejemplo, la mitad de los enfermos de la sexta planta, aquellos con manifestaciones ligeramente más avanzadas, debían pasar a la quinta; y los menos leves de la séptima pasar a la sexta. La noticia alegró a Giuseppe Corte porque, en un cuadro de traslados de tal complejidad, su regreso a la séptima planta podría llevarse a cabo más fácilmente.
Cuando mencionó esta su esperanza a la enfermera, se llevó, sin embargo, una amarga sorpresa. Supo entonces que sería trasladado, pero no a la séptima, sino a la planta de abajo. Por motivos que la enfermera no sabía explicarle, estaba incluido en la mitad más "grave" de los que se alojaban en la sexta planta y por esta razón debía descender a la quinta.
Pasados los primeros instantes de sorpresa, Giuseppe Corte montó en cólera; dijo a gritos que lo estafaban vilmente, que no quería oír hablar de ningún traslado abajo, que se volvería a casa, que los derechos eran derechos y que la administración del hospital no podía ignorar de forma tan abierta los diagnósticos de los facultativos.
Todavía estaba gritando cuando el médico llegó sin resuello para tranquilizarlo. Aconsejó a Corte que se calmara si no quería que le subiera la fiebre, le explicó que se había producido un malentendido, cuando menos parcial. Llegó a admitir, incluso, que lo más propio habría sido que hubieran enviado a Giuseppe Corte a la séptima planta, pero añadió que tenía acerca de su caso una idea ligeramente diferente, si bien muy personal. En el fondo su enfermedad podía, en cierto sentido, naturalmente, considerarse de sexto grado, dada la amplitud de las manifestaciones morbosas. Sin embargo, ni siquiera él lograba explicarse cómo Corte había sido catalogado en la mitad inferior de la sexta planta. Probablemente el secretario de la dirección, que había llamado aquella misma mañana preguntando por la ubicación clínica exacta de Giuseppe Corte, se había equivocado al transcribirla. Por mejor decir, la dirección había "empeorado" ligeramente su dictamen a propósito, ya que se le consideraba un médico experto pero demasiado indulgente. El doctor aconsejaba a Corte, en fin, no inquietarse, sufrir sin protestas el traslado; lo que contaba era la enfermedad, no el lugar donde se situaba a un enfermo.
Por lo que se refería al tratamiento –añadió aún el facultativo–, Giuseppe Corte no habría de lamentarlo; el médico de la planta de abajo tenía sin duda más experiencia; era casi un dogma que la pericia de los doctores aumentaba, cuando menos a juicio de la dirección, a medida que se descendía. La habitación era igual de cómoda y elegante. Las vistas, igualmente amplias: sólo de la tercera planta para abajo la visión se veía estorbada por los árboles del perímetro.
Presa de la fiebre vespertina, Giuseppe Corte escuchaba las minuciosas justificaciones del doctor con progresivo cansancio. Finalmente, se dio cuenta de que no tenía fuerzas ni, sobre todo, ganas de seguir oponiéndose al injusto traslado. Y se dejó llevar a la planta de abajo.
El único, si bien magro, consuelo de Giuseppe Corte una vez se halló en la quinta planta, fue saber que era común opinión de los médicos, los enfermeros y enfermos que en aquella sección él era el menos grave de todos. En el ámbito de aquella planta, en suma, podía considerarse con diferencia el más afortunado. Sin embargo, por otra parte lo atormentaba el pensamiento de que ahora eran ya dos las barreras que se interponían entre él y el mundo de la gente normal.
A medida que avanzaba la primavera, el aire se hacía más tibio, pero Giuseppe Corte no gustaba ya, como en los primeros días, de asomarse a la ventana; aunque semejante temor fuese una verdadera tontería, cuando veía las ventanas de la primera planta, siempre cerradas en su mayoría, que tanto se habían acercado, sentía recorrerle un extraño escalofrío.
Su enfermedad se mostraba estacionaria. Con todo, pasados tres días de estancia en la quinta planta, se manifestó en su pierna derecha una erupción cutánea que en los días siguientes no dio señas de reabsorberse. Era una afección, le dijo el médico, absolutamente independiente de la enfermedad principal; un trastorno que le podía ocurrir a la persona más sana del mundo. Para eliminarlo en pocos días, sería deseable un tratamiento intensivo de rayos digamma.
–¿Y me los pueden dar aquí, esos rayos digamma? –preguntó Giuseppe Corte.
–Nuestro hospital –respondió complacido el médico– desde luego dispone de todo. Sólo hay un inconveniente...
–¿De qué se trata? –preguntó Corte con un vago presentimiento.
–Inconveniente por decirlo así –se corrigió el doctor–; me refiero a que sólo hay instalación de rayos en la cuarta planta, y yo le desaconsejaría hacer semejante trayecto tres veces al día.
–Entonces ¿nada?
–Entonces lo mejor sería que hasta que le desaparezca la erupción hiciera el favor de bajarse a la cuarta.
–¡Basta! –aulló Giuseppe Corte–. ¡Ya he bajado bastante! A la cuarta no voy, así reviente.
–Como a usted le parezca –dijo, conciliador, el otro para no irritarle–, pero, como médico encargado de su tratamiento, tenga en cuenta que le prohíbo bajar tres veces al día.
Lo malo fue que el eccema, en vez de ir a menos, se fue extendiendo lentamente. Giuseppe Corte no conseguía hallar reposo y no cesaba de revolverse en la cama. Aguantó así, furioso, tres días, hasta que se vio obligado a ceder. Espontáneamente, rogó al médico que ordenara que le hicieran el tratamiento de los rayos y, por consiguiente, que lo trasladaran a la planta inferior.
Allí abajo Corte advirtió con inconfesado placer que representaba una excepción. Los otros enfermos de la sección estaban sin lugar a dudas en estado muy grave y no podían abandonar la cama siquiera por un minuto. Sin embargo él podía permitirse el lujo de ir a pie desde su habitación a la sala de rayos entre los parabienes y la admiración de las propias enfermeras.
Al nuevo médico le precisó con insistencia su especialísima situación. Un enfermo que en el fondo tenía derecho a la séptima planta había ido a parar a la cuarta. En cuanto la erupción desapareciese, pretendía regresar arriba. No admitiría en absoluto ninguna nueva excusa. ¡Él, que legítimamente habría podido estar todavía en la séptima!
–¡La séptima, la séptima! –exclamó sonriendo el médico, que acababa justamente de pasar visita–. ¡Ustedes, los enfermos, siempre exageran! Soy el primero en decir que puede estar contento de su estado; por lo que veo en su cuadro clínico, no ha habido grandes empeoramientos. ¡Pero de ahí a hablar de la séptima planta, y disculpe mi brutal sinceridad, hay sin duda cierta diferencia! Es usted uno de los casos menos preocupantes, lo admito, pero no deja de ser un enfermo.
–Entonces usted –dijo Giuseppe Corte con el rostro encendido, ¿a qué planta me asignaría?
–Bueno, no es fácil decirlo, no le hecho más que un breve reconocimiento, y para poder pronunciarme debería seguirle por lo menos una semana.
–Está bien –insistió Corte–, pero más o menos sí sabrá.
Para tranquilizarlo, el médico simuló concentrarse un momento; luego asintió con la cabeza y dijo con lentitud:
–Bueno, aunque sólo sea para contentarle, podríamos en el fondo asignarle a la sexta. Sí, sí –añadió como para convencerse a sí mismo–. La sexta podría estar bien.
Creía así el doctor contentar al enfermo. Por el rostro de Giuseppe Corte, en cambio, se extendió una expresión de zozobra: el enfermo se daba cuenta de que los médicos de las últimas plantas lo habían engañado; ¡y hete aquí que este nuevo doctor, a todas luces más competente y más sincero, en su fuero interno –era evidente– lo asignaba, no a la séptima, sino a la sexta planta, y quizá a la quinta, la inferior! La inesperada desilusión postró a Corte. Aquella noche la fiebre le subió de forma apreciable.
Su estancia en la cuarta planta señaló para Giuseppe Corte el período más tranquilo desde que ingresara en el hospital. El médico era una persona sumamente simpática, atenta y cordial; a menudo se paraba, incluso durante horas enteras, a charlar de los temas más diversos. Y también Giuseppe Corte hablaba de buena gana, buscando temas relacionados con su vida habitual de abogado y hombre de sociedad. Intentaba convencerse de que pertenecía aún a la sociedad de los hombres sanos, de estar vinculado todavía al mundo de los negocios, de interesarse por los acontecimientos públicos. Lo intentaba, pero sin conseguirlo. De forma invariable, la conversación acababa siempre yendo a parar a la enfermedad.
Entre tanto, el deseo de una mejoría cualquiera se había convertido para él en una obsesión. Los rayos digamma, aunque habían conseguido detener la extensión de la erupción cutánea, no habían bastado a eliminarla. Todos los días Giuseppe Corte hablaba de ello largamente con el médico y se esforzaba por mostrarse fuerte, incluso irónico, sin conseguirlo.
–Dígame, doctor –preguntó un día–, ¿cómo va el proceso destructivo de mis células?
–¿Pero qué expresiones son esas? –le reconvino jovialmente el doctor–. ¿De dónde las ha sacado? ¡Eso no está bien, no está bien, y menos en un enfermo! No quiero oírle nunca más cosas semejantes.
–Está bien –objetó Corte–, pero así no me ha contestado.
–Oh, ahora mismo lo hago –dijo el doctor, amable–. El proceso destructivo de las células, por emplear su siniestra expresión, es, en su caso, mínimo, absolutamente mínimo. Pero me siento tentado de definirlo como obstinado.
–¿Obstinado? ¿Quiere decir crónico?
–No me haga decir lo que no he dicho. Quiero decir solamente rebelde. Por lo demás, así son la mayoría de los casos. Afecciones incluso muy leves necesitan a menudo tratamientos enérgicos y prolongados.
–Pero dígame, doctor, ¿para cuándo puedo esperar una mejoría?
–¿Para cuándo? En estos casos, las predicciones son más bien difíciles... Pero escuche –añadió después de una pausa meditativa–, según veo, tiene auténtica obsesión por sanar... si no tuviera miedo de que se me enfade, le daría un consejo...
–Pues diga, diga, doctor...
–Pues bien, le plantearé la cuestión en términos muy claros. Si yo, atacado por esta enfermedad aunque fuera de forma levísima, viniera a parar a este sanatorio, que posiblemente es el mejor que existe, espontáneamente haría que me asignaran, y desde el primer día, desde el primer día, ¿comprende?, a una de las plantas más bajas. Haría que me ingresaran directamente en la...
–¿En la primera? –sugirió Corte con una sonrisa forzada.
–¡Oh, no!, ¡en la primera no! –respondió irónico el médico–, ¡eso no! Pero en la segunda o la tercera, seguro que sí. En las plantas inferiores el tratamiento se lleva a cabo mucho mejor, se lo garantizo, las instalaciones son más completas y potentes, el personal más competente. ¿Sabe usted, además, quién es el alma de este hospital?
–¿No es el profesor Dati?
–En efecto, el profesor Dati. Él es el inventor del tratamiento que se lleva a cabo, el que proyectó toda la instalación. Pues bien, él, el maestro, está, por decirlo así, entre la primera y la segunda planta. Desde allí irradia su fuerza directiva. Pero le garantizo que su influjo no llega más allá de la tercera planta; de ahí para arriba se diría que sus mismas órdenes se diluyen, pierden consistencia, se extravían; el corazón del hospital está abajo y se necesita estar abajo para tener los mejores tratamientos.
–Así que, en definitiva –dijo Giuseppe Corte con voz temblorosa–, usted me aconseja...
–Añada a eso una cosa –continuó imperturbable el doctor–, añada que en su caso particular habría que insistir hasta que desaparezca. Es una cosa sin ninguna importancia, convengo en ello, pero más bien molesta, que de prolongarse mucho podría deprimir la "moral"; y usted sabe lo importante que es, para sanar, la tranquilidad de espíritu. Las sesiones de rayos a que le he sometido no han dado resultado más que a medias. ¿Que por qué? Puede ser tan sólo casualidad, pero puede ser también que los rayos no tengan la suficiente intensidad. Pues bien, en la tercera planta las máquinas de rayos son mucho más potentes. Las probabilidades de curar el eccema serían mucho mayores, Y luego, ¿ve usted?, una vez la curación en marcha, lo más complicado ya está hecho. Una vez iniciada la recuperación, lo difícil es volver atrás. Cuando se sienta mejor de veras, nada le impedirá volver aquí con nosotros o incluso más arriba, según sus "méritos", incluso a la quinta, a la sexta, hasta a la séptima, me atrevo a decir...
–¿Y usted cree que eso podrá acelerar el tratamiento?
–¡De eso no cabe ninguna duda! Ya le he dicho lo que yo haría en su situación.
Charlas de esta clase el doctor no las daba todos los días. Acabó llegando el momento en que el enfermo, cansado de sufrir a causa del eccema, pese a su instintiva reluctancia a descender al reino de los casos todavía más graves, decidió seguir el consejo y se trasladó a la planta de abajo.
En la tercera planta no tardó en advertir que reinaba en la sección, en el médico, en las enfermeras, un especial regocijo, pese a que allí abajo recibieran tratamiento enfermos muy preocupantes. Notó incluso que este regocijo aumentaba con los días: picado por la curiosidad, una vez que hubo tomado un poco de confianza con la enfermera, preguntó cómo era que en aquella planta estaban siempre todos tan alegres.
–Ah, ¿pero es que no lo sabe? –respondió la enfermera. Dentro de tres días nos vamos de vacaciones.
–¿Qué quiere decir eso de «nos vamos de vacaciones»?
–Sí. Durante quince días la tercera planta se cierra y el personal se va de asueto. Las plantas descansan por turno.
–¿Y los enfermos? ¿Qué hacen con ellos?
–Como hay relativamente pocos, se reúnen dos plantas en una sola.
–¿Cómo? ¿Reúnen a los enfermos de la tercera y de la cuarta?
–No, no –corrigió la enfermera–, a los de la tercera y la segunda. Los que están aquí tendrán que bajar.
–¿Bajar a la segunda? –dijo Giuseppe Corte pálido como un muerto–. ¿Tendré que bajar entonces a la segunda?
–Pues claro. ¿Qué tiene de raro? Cuando, dentro de quince días, regresemos, volverá usted a esta habitación. No creo que sea para asustarse.
Sin embargo, Giuseppe Corte –misterioso instinto le advertía– se vio embargado por el miedo. No obstante, ya que no podía impedir que el personal se fuera de vacaciones, convencido de que el nuevo tratamiento de rayos le hacía bien (el eccema se había reabsorbido casi por completo), no se atrevió a oponerse al nuevo traslado. Pretendió, con todo, y a pesar de las burlas de las enfermeras, que en la puerta de su nueva habitación se pusiera un cartel que dijera: «Giuseppe Corte, de la tercera planta, provisional». Esto no tenía precedentes en la historia del sanatorio, pero los médicos, considerando que en un temperamento nervioso como Corte incluso pequeñas contrariedades podían provocar un empeoramiento, no se opusieron a ello.
En el fondo se trataba de esperar quince días, ni uno más ni uno menos. Giuseppe Corte empezó a contarlos con obstinada avidez, permaneciendo inmóvil en su lecho durante horas enteras con los ojos fijos en los muebles, que en la segunda planta no eran ya tan modernos y alegres como en las secciones superiores, sino que adoptaban dimensiones mayores y líneas más solemnes y severas. Y de cuando en cuando aguzaba el oído, pues le parecía oír en la planta de abajo, la planta de los moribundos, la sección de los "condenados", vagos estertores de agonía.
Todo esto, naturalmente, contribuía a entristecerlo. Y su mengua de serenidad parecía fomentar la enfermedad, la fiebre tendía a aumentar, la debilidad se hacía más pronunciada. Desde la ventana –era ya pleno verano y las ventanas se hallaban casi siempre abiertas– no se divisaban ya los tejados, ni siquiera las casas de la ciudad; sólo la muralla verde de los árboles que rodeaban el hospital.
Habían pasado siete días cuando una tarde, hacia las dos, el supervisor y tres enfermeros que empujaban una camilla con ruedas irrumpieron súbitamente.
–¿Listos para el traslado? –preguntó en tono de afable chanza el supervisor.
–¿Qué traslado? –preguntó Giuseppe Corte con un hilo de voz–. ¿Qué bromas son estas? ¿No faltan aún siete días para que vuelvan los de la tercera planta?
–¿La tercera planta? –dijo el supervisor como si no comprendiera–. A mí me han dado orden de llevarle a la primera, mire –y le enseñó un volante sellado para su traslado a la planta inferior, firmado nada menos que por el mismísimo profesor Dati.
El terror, la cólera infernal de Giuseppe Corte estallaron en largos gritos que resonaron por toda la planta. «Más bajo, más bajo, haga el favor», suplicaron las enfermeras, «¡aquí hay enfermos que no se encuentran bien!». Pero hacía falta algo más para calmarlo.
Al fin acudió el médico que dirigía la sección, una persona amabilísima y sumamente educada. Se informó, miró el volante, hizo que Corte le explicara. Luego se voltio, encolerizado, hacia el supervisor, declarando que había habido un error, él no había dado ninguna orden de ese tipo, desde hacía algún tiempo había un desbarajuste intolerable, nadie le informaba de nada... Al cabo, después de haber echado la bronca al subordinado, se volvió en tono cortés al enfermo, deshaciéndose en excusas.
–Con todo, desgraciadamente –añadió el médico–, el profesor Dati hace justo una hora que se ha marchado para una breve licencia, y no volverá hasta dentro de dos días. Estoy absolutamente desolado, pero sus órdenes no se pueden transgredir. Él será el primero en lamentarlo, se lo garantizo... ¡Un error así! ¡No me explico cómo ha podido suceder!
Un lastimoso estremecimiento había empezado a sacudir a Giuseppe Corte. Su capacidad de dominarse había desaparecido por completo. El terror se había apoderado de él como de un niño. Sus sollozos resonaban en la habitación.
De este modo, debido a aquel execrable error, alcanzó la última etapa. ¡Él, que en el fondo, por la gravedad de su mal, a juicio de los médicos más severos, tenía derecho a verse asignado a la sexta, cuando no a la séptima planta, en la sección de los moribundos! La situación era tan grotesca que en algunos momentos Giuseppe Corte casi sentía deseos de echar a reír a carcajadas.
Tendido en la cama mientras la cálida tarde de verano pasaba lentamente sobre la ciudad, miraba los verdes árboles a través de la ventana con la impresión de haber ido a parar a un mundo irreal, hecho de absurdas paredes alicatadas y esterilizadas, de gélidos y fúnebres zaguanes, de blancas figuras humanas carentes de alma. Hasta dio en pensar que ni siquiera los árboles que le parecía divisar a través de la ventana eran verdaderos: acabó incluso por convencerse, al advertir que las hojas no se movían en absoluto.
Esta idea lo agitó hasta tal punto que Corte llamó con el timbre a la enfermera e hizo que le alcanzara sus gafas de miope, que no usaba en la cama; sólo entonces consiguió tranquilizarse un poco: con su ayuda pudo asegurarse de que eran realmente árboles auténticos y que las hojas, aunque ligeramente, se veían agitadas por el viento de cuando en cuando.
Una vez que salió la enfermera, transcurrió un cuarto de hora de completo silencio. Seis plantas, seis terribles murallas, aun siendo por un error de forma, abrumaban ahora a Giuseppe Corte con implacable peso. ¿Cuántos años –sí, tenía que pensar en años– le harían falta para que consiguiera alcanzar de nuevo el borde de aquel precipicio?
Pero ¿cómo de repente se hacía en la habitación tanta oscuridad? Seguía siendo plena tarde. Con un esfuerzo supremo, Giuseppe Corte, que se sentía paralizado por un extraño entumecimiento, miró el reloj que estaba sobre la mesita al lado de la cama. Eran las tres y media. Volvió la cabeza hacia la otra parte y vio que las persianas, obedientes a una misteriosa orden, descendían lentamente, cerrando el paso a la luz.
Dino Buzzati. Relatos. Traducción Javier Setó
©1996 Alianza Editorial S.A., Madrid, España
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sergiojuan2 · 5 years
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La Basílica menor y convento de San Pedro de Lima
Recuerdo que en mi anterior visita al cercado de Lima hice un largo post sobre las dos primeras órdenes aposentadas en la ciudad de los Virreyes y la gran influencia que ejercieron: los Dominicos y los franciscanos (situados a una y dos cuadras respectivamente del Palacio de Pizarro), pero no pude ver la tercera: Los Mercedarios, ni la cuarta: Los jesuitas, situados a las respectivas manzanas en función del orden de su llegada en la ciudad. En este caso intentaré aportar más del templo y mucho menos de su historia, la que os convido a conocer.
Desde el Barrio Chino, a pocas cuadras hacia la plaza de Armas se encuentra la Basílica Menor y Convento de San Pedro de la Compañía de Jesús, inaugurando el templo actual en 1638. Se dice que tomaron como modelo la planta del templo de Gesù en Roma. La fachada neoclásica de la Iglesia de San Pedro se ubica delante de una plaza perteneciente al propio templo.
La Iglesia de San Pedro desde su inicio fue el templo de la aristocracia limeña. Los jesuitas llegaron en 1568. Su primera construcción fue muy simple, pero sus servicios pronto muy concurridos, siendo los vecinos los que aportaron lienzos y retablos para embellecer sus muros, sedas para los ornamentos y piezas de plata para la sacristía; de tal modo que los Santísimos, primero Pablo, después se le unió Pedro, acabando éste erigiéndose el único (recuerdo que Pablo se convirtió en el símbolo de los gnósticos) se pudieran exponer con honores.
Su fachada neoclásica es bastante austera comparada con las otras tres Iglesias que he hablado, aunque sorprende que tenga tres puertas, dado que en aquellos tiempos era exclusivo de las catedrales, pero no encontré respuestas. Tienen sus portadas de piedra con arcos y sobre ellos una hornacina. Los robustos muros que han soportado el embiste sísmico durante cinco siglos son de ladrillo unidos con calicanto con pilastras en el primer cuerpo. La cornisa soporta el barandal del segundo cuerpo de estilo barroco con balaustres de madera; La hornacina con la imagen de San Pedro se sitúa en el centro del frontón triangular. Las torres, también neoclásicas tienen balcones con barandal cada cuerpo, una cornisa octagonal, finalizando en una cúpula con una linterna de madera que las cubre.
Las campanas son famosas, la más pequeña es la popular "Abuelita", dado que es la más antigua del Perú y se dice que dobló en el entierro de Santa Rosa de Lima, y de San Martín de Porres. La otra es la "Grande", la más sonora y la segunda en tamaño después de la “Cantabria” de la catedral de Lima. La torre en la que se ubica fue terminada después de haberla subido.
El interior de la Iglesia de San Pedro se fue embelleciendo en el transcurso del tiempo y la aportación de familias adineradas, Se nombra al jesuita Bernardo Bitti como uno de los hermanos que más embelleció el templo. Cuando entras te sientes acaparado por la fastuosidad del dorado, pero a la vez te sientes fascinado; no soy amante del dorado pero la armonía que combina sus diez retablos es espectacular. Se combinan diferentes estilos: barrocos, churriguerescos y neoclásicos, incluso uno de tallada madera negra no parece desentonar del resto dorados al fuego. Bellos azulejos que acompañan una obra pictórica y escultórica de gran calidad, en la que hasta la talla de los marcos es de gran preciosismo. Según supe desde la entrada de este siglo se está llevando una sistemática restauración de las obras.
Su construcción de tres naves se muestra sólida con columnas amplias y una bella cúpula con abundante entrada de luz natural. El altar neoclásico tiene una composición muy bella, con columnas que guardan a cada lado las esculturas de San Pedro y San Pablo, en el centro el Sagrado corazón y arriba en ascensión la virgen rodeada de ángeles.
Cuando me disponía a salir, después de más de media hora de contemplación, un grupo, creo que según oí eran novicios de Cuzco, se estaba incorporando al Claustro, aproveché para preguntar si me podía adherir al grupo y al saber que era español les hizo gracia y me convidaron, pudiendo ver el elegante claustro con aire renacentista, el vestíbulo y la espectacular sacristía (probablemente la más bonita que he visto nunca).
Acabó explicando que el convento guarda una veintena de reliquias y los cuerpos de 41 mártires extraídos de diferentes catacumbas de Roma. Observando que la visita se convertía en particular al incorporarse en dependencias privadas, me retiré agradecido.
Los jesuitas fueron expulsados de América en 1772 por el rey de España, retornando posteriormente en 1871, colaborando decididamente en la Guerra del Pacífico. Así, entre otras acciones esconden al Mariscal Cáceres (llamado el “brujo de los Andes” fue del cuatro principales héroes de la guerra del pacífico el único que sobrevivió, incluso llega a ser presidente) y disfrazado de sacerdote evitó ser capturado por los chilenos. El actual vestíbulo, antes parte de la Universidad, se convirtió en hospital durante la guerra. Una placa da fe de estos episodios patrióticos.
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leonjoven · 5 years
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Becas formación práctica para licenciados universitarios, Congreso de los Diputados.
El Congreso de los Diputados convoca tres becas individuales para realizar las tareas o estudios aplicados que se les encomienden por la Dirección de Estudios, Análisis y Publicaciones y, en su caso, la Dirección de Comisiones, de carácter documental, estadístico, informativo y analítico relacionados con los órganos y la actividad de la Unión Europea en general y con el sistema constitucional y parlamentario español.
Los estudios y tareas realizadas corresponden al Congreso de los Diputados. De dichas becas se reservará una de ellas para su concesión entre personas con discapacidad de grado igual o superior al 33% siempre que reúnan los requisitos establecidos en la base cuarta y acrediten el indicado grado de discapacidad y la compatibilidad con el desempeño de las tareas y funciones correspondientes. En el caso de que dicha beca no quedara cubierta, acrecerá al turno libre.
Los solicitantes deben presentar una instancia según el modelo oficial anexo a la convocatoria dirigida a la Secretaría General del Congreso de los Diputados, dentro de los quince días naturales siguientes al de la publicación del anuncio en el Boletín Oficial del Estado, en la Secretaría de la Dirección de Estudios, Análisis y Publicaciones del Congreso de los Diputados (C/ de Floridablanca, s/n, Primera Ampliación, 2ª planta, Palacio del Congreso de los Diputados 28071 Madrid), en horario de 10:00 a 14:00 horas de lunes a viernes, o bien remitirla por correo certificado, con constancia indubitada de la fecha de remisión y envío por e-mail [email protected], del nombre del solicitante, DNI o pasaporte, fecha del envío y número de certificado de correos.
Pueden solicitar la concesión de beca los licenciados o graduados universitarios, o título equivalente, españoles o de otros países miembros de la Unión Europea, que reúnan las siguientes condiciones:
Haber obtenido la licenciatura, grado o título equivalente con posterioridad al 1 de enero de 2017, y acreditar documentalmente esta circunstancia. En el caso de titulaciones extranjeras, se acompañará equivalencia de la titulación en el sistema español de educación superior.
Acreditar preparación teórica específica en materias relacionadas con los órganos o actividades de la Unión Europea y el sistema constitucional y parlamentario español y, en su caso, experiencia práctica sobre tales materias.
No haber disfrutado de otra beca del Congreso de los Diputados o del Senado.
Poseer una competencia suficiente en lengua castellana y en lengua inglesa, como mínimo, y en otras lenguas de países miembros de la Unión Europea.
Haber nacido después del 1 de enero de 1990.
Sin perjuicio de lo dispuesto en la base primera, los solicitantes deberán reunir las condiciones psicofísicas requeridas para la realización efectiva de las prácticas y no deberán haber sido separadas, mediante expediente disciplinario, del servicio del Estado o de cualquier Ente Territorial.
Más info.
Plazo: 5 de marzo
  Becas formación práctica para licenciados universitarios, Congreso de los Diputados. was originally published on leonjoven.net
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uvafm · 5 years
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SANTO DOMINGO.- Rodolfo Cedeño Ureña (el Comandante), dueño de la Casa de Cambio Cedeño, supuestamente utilizaba la agencia para disimular y encubrir el origen ilícito del dinero obtenido por los miembros de la estructura criminal que dirigía César Emilio Peralta “César el abusador”, a través de la compra y venta de divisas.
Así consta en el expediene del Ministerio Público en la solicitud de medida de coerción en su contra, que señala que el imputado no tenía autorización para realizar las operaciones en la agencia de cambio.
En la instancia, la Procuraduría pide prisión preventiva para el imputado y que se declare complejo el caso.
El juez de la Oficina de Atención Permanente del Distrito Nacional, José Alejandro Vargas, aplazó el juicio para el viernes, a fin de que los abogados del imputado completen los presupuestos para preparar su defensa, entre los que está la póliza de seguro de los empleados de la agencia de cambio, la certificación de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) y otros documentos.
La Procuraduría General de la República indica que las operaciones irregulares que se realizaron en la agencia Cedeño tuvieron la finalidad de asistir a la estructura de crimen organizado liderada por “César el Abusador”.
Sin trasladar
— Imputado
Marisol Franco, pareja sentimental de César Emilio Peralta “César el Abusador”, aun se encuentra en la cárcel ubicada en la cuarta planta del Palacio de Justicia, de Ciudad Nueva. Tras dictarle el lunes coerción de prisión.
Fuente: via NACIONALES – UvaFm.Com
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marceloboeno18 · 6 years
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7 cosas gratis para ver y hacer en Puebla
Como la cuarta metrópoli más grande del país, Puebla no es exactamente el lugar más barato para pasar el tiempo en México. Sin embargo, los visitantes y locales pueden experimentar mucho de lo que la ciudad tiene para ofrecer con un presupuesto extremadamente modesto. De hecho, usted no necesita gastar ni un solo peso (sin importar la tarifa del autobús o del taxi) para disfrutar de varias vistas, sonidos y actividades alrededor de la ciudad. Aquí hay siete cosas gratis para ver y hacer en Puebla durante todo el año. Así que anímate a realizar el viaje que tienes planeado ya.
1. Visite un museo.Como en la mayoría de las grandes ciudades, las galerías de arte y los museos de historia de Puebla tienden a cobrar entrada general, pero por lo menos un día a la semana y una noche al mes, usted puede entrar gratis. La mayoría de los sitios aquí están cerrados los lunes y no requieren boletos los domingos o martes; una excepción importante es el Museo Amparo, que es gratuito los lunes y cierra los martes. Gratuito los domingos: Casa del Deán, Museo Nacional de los Ferrocarriles Mexicanos, Ex-Convento de Santa Mónica, Museo de Antropología e Historia, entre otros. Gratuito los martes: Museo de la Revolución Mexicana, Biblioteca Palafoxiana y San Pedro Museo de Arte Virreynal, entre otros. (Nota: A veces los museos administrados por el INAH requieren que usted muestre prueba de residencia en México para renunciar al precio del boleto, pero por lo general no lo hacen). Por su parte, la oficina de turismo de la ciudad organiza Noches de Museos, durante las cuales cualquier persona puede visitar los sitios participantes entre las 5 y las 9 p.m. sin pagar. Las fechas restantes en 2012 son el 21 de julio, 10 de agosto, 14 de septiembre, 12 de octubre, 1 y 2 de noviembre, 17 y 18 de noviembre y 28 de diciembre; los sitios participantes incluyen el Museo Amparo, Casa de Alfeñique, Museo Taller Erasto Cortés Juárez, Museo José Luis Bello y González, Museo del Tecnológico de Monterrey, Galería del Palacio y Museo Viviente, entre otros.
2. Colectivo Tomate -un grupo de creativos que trabajan para embellecer la ciudad a través de un proyecto llamado Puebla Ciudad Mural- pasó más de un año colaborando con residentes y voluntarios para revitalizar Xanenetla, uno de los barrios más antiguos de la ciudad. El resultado de sus esfuerzos: 55 murales que invitan a la reflexión y que representan la identidad cultural del barrio. Las pinturas celebran su historia, sus tradiciones, sus antiguos residentes y las esperanzas y temores de sus habitantes actuales. Comience su caminata en la esquina del Boulevard Heroés del 5 de Mayo y el 4 Norte y luego siga por el 4 Norte hasta llegar a la Plaza Santa Inés. (Haga clic aquí para descargar un mapa de la ubicación de los murales.)
3. Observar a la gente en el Paseo Bravo o en el zócalo. Ya sea un concierto de trova, una lucha libre mexicana, una actuación de payaso, un niño persiguiendo palomas, un flash mob o un grupo de chicos bailando breakdance, casi siempre pasa algo en estas dos populares plazas de la ciudad. El Paseo Bravo (13 Sur entre Avenida Reforma y 11 Poniente) ha sufrido muchas transformaciones a través de los años, sirviendo como el sitio de una horca a un campo de prácticas militares. El parque público que existe hoy en día arraigó después de 1850, cuando se erigió un estatuto de su homónimo soldado y estadista Nicolás Bravo. El zócalo, o plaza principal (3 Oriente en 2 Sur), fue la primera manzana construida por los colonos españoles de la ciudad y sigue siendo el corazón del centro histórico. Es un lugar donde la gente se reúne para paseos sociales, protestas políticas y eventos culturales; con frecuencia se encuentra un escenario o puestos de venta en el lado de la Catedral de la plaza. ¿Busca una experiencia más tranquila? Diríjase al bellísimo parque paisajístico del Paseo San Francisco (10 Norte, junto al hotel Purificadora), que cuenta con esculturas artísticas y las ruinas arqueológicas de molinos y curtidurías que alguna vez funcionaron allí. Las oportunidades de observar a la gente abundan: El sitio, que alguna vez sirvió como escenario para la Próxima Top Model de México, es tan encantador que a las novias y quinceañeras les gusta que les tomen fotos formales.
4. Vea lo que hay en la Casa de Cultura. El centro cultural de Puebla (5 Oriente #5) alberga varias pequeñas galerías de arte, la biblioteca y museo Palafox (ver arriba), y la Cinemateca Luis Buñuel, que exhibe regularmente películas de arte. También acoge con frecuencia actuaciones musicales en su patio central y, a finales de octubre, un concurso de construcción de retablos para el Día de los Muertos. La entrada a casi todo es gratis, y el programa actual de eventos se encuentra en el escritorio de seguridad/recepción cerca de la puerta principal. Consejo: Las Noches Poblanas, las presentaciones de bailes folklóricos que solían realizarse aquí todos los sábados a las 7 p.m., ahora se llevan a cabo en el Instituto Cultural Poblano, Sala Francisco Xavier Clavijero (Avenida Reforma #1305) cerca del Paseo Bravo.
5. Explore los mercados al aire libre. Todos los fines de semana, encontrarás tianguis, o vendedores ambulantes, instalados al aire libre en la plaza Los Sapos y en el barrio de Analco, a pocas cuadras de distancia. Comience a navegar en la esquina de 3 Oriente y 4 Sur, asegurándose de pasar por la zona peatonal entre el Edificio Carolino y el edificio de psicología de la BUAP, donde los artistas suelen exhibir joyas artesanales. Al llegar al Callejón de los Sapos, girar a la derecha. Camine una cuadra por la calle hasta la Plazuela de los Sapos, donde los sábados y domingos encontrará un bazar de antigüedades y un mercadillo. Cuando haya terminado de revisar la carpintería, monedas, libros y otras curiosidades, diríjase hacia el oeste por el 5 Oriente, cruzando Héroes del 5 de Mayo, hasta Analco. En el Mercado de Analco (8 Sur en 5 Oriente), usted encontrará vendedores de productos artesanales, comida de la calle, plantas, artículos para el hogar, y una gran variedad de otros artículos. ¿Quieres ver más? El Parian (6 Norte entre 2 y 4 Oriente), alberga decenas de vendedores que almacenan todo tipo de souvenirs imaginables, desde dulces tradicionales y (en su mayoría imitaciones) de talavera hasta postales, camisetas e imanes para refrigeradores.
6. Celebrar la misa del arzobispo en la Catedral. Aunque no seas católico (y no hables español o latín), asistir a misa dentro de esta majestuosa iglesia -construida entre 1536 y 1768- vale una hora de tu vida. La misa de los domingos a las 10 de la mañana, presidida habitualmente por Monseñor Víctor Sánchez Espinosa, ofrece una visión de la Catedral en todo su esplendor, con una procesión, velas encendidas y música del monumental órgano de tubos. La experiencia es casi como ser transportado en el tiempo y, dado que el 83 por ciento de la población de México es católica, puede arrojar alguna luz sobre las costumbres locales y los sistemas de creencias. Tenga en cuenta que el turismo está prohibido durante los servicios; si desea deambular (en lugar de asistir a misa), tendrá que visitar durante las horas designadas, que son de lunes a sábado, de 10:30 a.m. a 5:45 p.m., y los domingos de 2 a 4:45 p.m., a menos que se indique lo contrario. Todas las visitas, por supuesto, son gratuitas.
7. Corre, camina o anda en bicicleta por las calles del centro. La mayoría de los domingos, desde las 8 a.m. hasta el mediodía, los funcionarios de la ciudad cierran ciertas avenidas para el tráfico vehicular y dan la bienvenida a los residentes y visitantes para que disfruten de las calles del centro histórico a pie o sobre ruedas humanas. Esta Gran Vía ReCorre Puebla lleva a los participantes desde la Fuente de los Frailes (Avenida Juárez en Blvd. Atlixco) hasta el Teatro Principal (6 Norte en 8 Oriente). Vea el enlace para ver el calendario completo de 2012 y el mapa de ruta. Mientras tanto, si usted está buscando un lugar para hacer ejercicio al aire libre el resto de la semana, aquí hay algunas opciones
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