Tumgik
#indeleblefanficgf
lilium025 · 1 year
Text
INDELEBLE (GF) 15
Ya puedes seguir la historia con el hashtag #IndeleblefanficResumen: Los Northwest se han mudado lejos de Gravity Fall a Miami Beach (Florida) tras el Raromagedón, pero no a todos los integrantes de la familia esta feliz con esta decisión. Después de 5 años de abandonar el pueblo, Pacifica decide regresar a sus raíces en busca de un poco de libertad y nuevos comienzos
-----------------------------------------
Gravity Falls no me pertenece Capítulo 1 | Capítulo 2 | Capítulo 3 | Capítulo 4 | Capítulo 5 | Capítulo 6 | Capítulo 7 | Capítulo 8 | Capítulo 9 | Capítulo 10 | Capítulo 11 | Capítulo 12| Capítulo13 | Capítulo 14
Capítulo 15 "Los cuentos de hadas se parecen a la realidad"
“El caos es un amigo mío”
Ambos jóvenes caminaron en silencio hacia el Mystery Shacks, Dipper no queriendo romper con el misterio que guardaba esta última parada y Pacifica por su enfado con este último. Hasta ahora le había hecho volar por los aires y profundizar en la persona que es, así que lo que venía a continuación sería la guinda del pastel. En su cabeza, Pacifica había empezado a cuestionarse que cosas podrían estar esperándolos dentro de la vieja y aun en pie, Mystery Shacks. Estaba al tanto de todas las aventuras que habían vivido los gemelos allí en su primer verano y de lo que se perdió, así que debía estar alerta para todo.
Dipper toco la puerta de la casa y espero pacientemente en el porche de madera a que le abrieran, lo cual es extraño ya que tenía llave de esta y podría entrar cuando quisiera, pensó Pacifica mientras miraba al moreno. Al rato, alguien abrió la puerta y se revelo la figura de un Soos sonriente.
“Hey, colega. ¿Cómo estás?” preguntó alegremente mientras dejaban pasar a los recién llegados, iba vestido con su viejo conjunto de camisa verde con el signo `? ´, shorts marrones y zapatos marrones. Aun conservando con el fez de Stan puesto de su ropa de trabajo.
“Estamos bien, ¿está todo preparado ahí abajo?” pregunta Dipper mientras se descolgaba la mochila de la espalda y entraba hacía el interior de la casa con Soos. Pacifica se quedó quieta en la entrada sin saber que hacer, la última vez que estuvo allí estaba vestida con un saco de patatas cuestionando se si se comería un gnomo para sobrevivir. Desde una esquina del pasillo, se asoma la cabeza de Dipper.
“No te quedes atrás y sígueme” dice antes de desaparecer por donde apareció, Pacífica se adelantó para alcanzarlo hasta la tienda de regalos, la cual se encontraba cerrada y no había nadie a la vista, solo Dipper.
“Nunca imagine que el ultimo recorrido del día fuera la tienda de regalos de tu tío, así que debo felicitarte por ¿la sorpresa?” decía la chica en intento de no parecer desilusionada con la sorpresa, mientras veía la mercancía que se encontraba allí. La mayoría del merchandaising no había sido renovado desde hace mucho tiempo, mientras tanto podía notificar algún artículo nuevo. Sin embargo, los recuerdos del pasado de Pacifica eran algo borrosos y se conformaba con la tranquila normalidad actual.
“Esa no es la sorpresa” dijo Dipper seguro antes de caminar hacia una máquina expendedora e introdujo un código, detrás de esta se escucha como mecanismos se movía y dejaban paso una entrada secreta.
“Ya estaba pensando que se te había acabado los misterios” dijo Pacifica mientras bajaba primero al lugar, Dipper le sigo por detrás, quedándose el ultimo para cerrar la entrada de nuevo.
“Los misterios nunca acaban conmigo, nena” comenta Dipper en broma a lo que Pacifica le mira seriamente. “¿Me he pasado con lo de `nena´, ¿verdad?” pregunta arrepentido. Pacifica siente. “Perdón”
Ambos chicos entran en el ascensor y bajan al misterioso lugar.
Pov Pacifica
Las puertas se abrieron enfrente a nosotros y revelando un laboratorio lleno de máquinas. El lugar estaba oscuro y temía por la posibilidad de encontrarme con alguna criatura extraña o peor, arañas.
No fue hasta que salimos de este que las luces se encendieron en la sala y las figuras de nuestros amigos nos sorprendieron.
“¡Sorpresa!” gritaron todos juntos alegremente. En la sala se encontraban las chicas (Mabel, Candy y Grenda); la novia de Soos, Melody y Soos; y los tíos de Dipper.
“Vaya chicos, no me esperaba nada esto… ¿Gracias?” digo amablemente mientras le lanzaba una mirada confusa a Dipper, quien está intentando evadir mi mirada.
“¿Mi hermano no te ha explicado nada en el camino?” pregunta Mabel mientras se acercaba a mí, iba vestida distinta a esta mañana. Su outfit me recordaba al ex estilista Bobby Fabuloso, al igual que los outfits de las demás.
“No, la verdad es que no se ni que hago aquí. La verdad” digo mientras me escogía de hombros, cada minuto que pasaba, me dejaba poco claro cuál era la sorpresa.
“Ese torpe hermano mío, menos mal que le tengo aprecio o no le haría este favor. Ven con nosotras, Paz” dijo Mabel, quien me empuja por una puerta de la habitación. La habitación donde me habían llevado era espaciosa, era como una continuación del laboratorio y al fondo se encontraba la famosa máquina de portales. Verla me generaba un pequeño recordatorio sobre no acercarme a esta, solo como medida de precaución. Aun siendo un espacio para la ciencia, el lugar había sido ocupado por una percha portátil con ropa colgando y un improvisado probador hecho con la ducha que se encontraba en el lugar.
“Mabel, ¿Por qué el laboratorio de tu familia se ha convertido en una especie de set de modelaje?” pregunté, mientras me acercaba a un escritorio, en el cual estaba ocupado de maquillaje y de complementos para el pelo.
“Porque para esta parte del plan, es necesario un cambio de look para no destacar allí a donde te llevará Dipper” explica Mabel entusiasmada, con un chasquido de sus dedos, las chicas se pusieron en marcha y empezaron a extraer de los colgadores fundas de ropa.
“¿Es por eso que te has vestido así?” pregunto mientras señalaba sus ropas.
“Correcto. Ahora permíteme meterme en mi papel” dice Mabel mientras se pasaba una mano por la cara, pareciendo meterse en `el papel´ como un actor dramático. “Yo, Mabel Pines, transformare esto de aquí” dice con un acento raro mientras me señalaba a mí por completo. “En una obra de arte”
“¡Oye! ¡Yo ya soy una obra de arte!” digo con voz ofendida, pero en broma, sabía que no lo decía enserio. O eso espero.
“Shhh… Deja a Mabel trabajar y entra al probador” me silencia mientras me mete dentro del probador y cierra. Un minuto después, una mano rebelde aparece en la cortina con una bolsa de ropa. “Ponte esto, es de tu color” dice la voz de Mabel desde fuera y desaparece. Mire curiosa a la bolsa y en cuanto lo abrí me di cuenta que estaba a punto de ponerme un vestido de una paleta de colores agua marinas, los cuales me recordaban al vestido que desee ponerme en un principio el día de la fiesta en la mansión. No parecía para un modelito de este siglo, si no antiguo. A duras penas me pude poner la mayor parte del disfraz, excepto el corset que traía consigo, en ese momento tuve que pedir ayuda de las chicas. Por casi me desmayo mientras Grenda me apretaba los cierres, con suerte después de esto no tendré que llevarlo puesto nunca más.
Una vez vestida para la ocasión, no me permitieron verme en ningún reflejo, para evitar que pudiera adivinar la sorpresa por cómo iba vestida y tuve que confiar ciegamente en las manos de Candy para maquillarme y peinarme. Mientras esperaba que acabaran conmigo, me preguntaba si Dipper estará pasando por lo mismo que yo o solo era una broma especial para mí. Cuando acabaron de arreglarme, Melody salió de la sala para avisar a los chicos, dejándonos a las demás solas.
“Bueno Pacifica, ¿emocionada por tu sorpresa?” pregunta Mabel mientras me sacaba fotos con su teléfono móvil.
“Estoy emocionada, pero a la misma vez nerviosa, es la primera vez que me hacen un cambio de look y no me permite mirarme. Así que me siento con muchos nervios, la verdad” digo mientras me levantaba del sitio y giraba sobre mis talones, levantando levemente el vuelo de mi falda.
“Estas nerviosa por tu pelo o ¿por tu cita?” pregunta con picardía Grenda, mientras me picaba un moflete. Yo le aparto de la mano y me alejo de ella sonrojada.
“No es una cita, solo somos amigos” digo molesta mientras me cruzo de brazos.
“Los amigos que solo piensan que están de amigos no se sonrojan tan fácilmente cuando les molestan con que están en una cita” comenta Candy mientras me apuntaba con una brocha de maquillaje a mi dirección. Yo me palpaba mis mejillas, las cuales estaban calientes y oculte mi rostro de la vergüenza.
“Te has sonrojado más. ¡Deja me que te haga una foto!” dice Mabel mientras saltaba hacia mí, intentado apartar con una mano mis manos de la cara y con la otra hacerme una foto.
“Mabel, déjame en paz o te demandaré a mis abogados por los derechos de imagen de esas fotos” digo mientras intentaba huir de la chiflada de la morena, sin darme cuenta de donde caminaba, me tropecé con un cable. Estaba preparada para morder el polvo contra el suelo, pero eso nunca llego a ser. Abrí mis ojos confusa y vi el rostro de Dipper a centímetros de mí. Él había evitado que me cayera al sujetarme en el momento más oportuno, agarrándome en el vuelo desde la cadera y la muñeca. Su agarre en mí no era demasiado brusco, parecía casi como si me acariciara la piel y temiera que si presionaba un poco más me rompiera. No aparte mi mirada de él y el fue menos. Desde la distancia en la que me encontraba podía apreciar el aroma de su colonia, me recordaba a los bosques de Gravity Falls. No podría saber con exactitud cuanto tiempo estuvimos así hasta que escuchamos a alguien hacer una foto y rompimos el contacto.
Tumblr media
“Para el álbum” decía Melody mientras guardaba su teléfono en el bolsillo y nos miraba inocentemente. Me separé distancie discretamente de Dipper, intentando calmar mis latidos acelerados y recuperar las apariencias.
“Me alegro ver que ya estamos listos para el salto” se adelanta a decir Dipper mientras se aclaraba la garganta. Cuando pude recuperarme, me giré a verle y entonces me di cuenta.  Dipper estaba vestido con traje y chaqueta color vino del siglo XVI.
“¿Por qué vas vestido como un personaje de Bridgerton?” pregunto sorprendida mientras señalo a Dipper, quien miro a su atuendo y me miro sonriente.
“Podría decir lo mismo de ti, ¿no crees?” dice mientras se encogía de hombros con una sonrisa, quería decir algo, pero no sabía de qué estaba hablando y entonces Grenda y Mabel juntas cargaron un espejo de algún lado y me acerque. El vestido aguamarina que no aprecie al principio se trataba de un hermoso vestido de la regencia que se amoldaba a mi cuerpo a la perfección. Me sentía como una princesa de cuentos de hadas o, mejor dicho, como una duquesa.
“¿Dipper que has planeado?” pregunto sin apartar la mirada de mi atuendo, Dipper se posiciono a mi lado y volví mi mirada hacia la del él en el reflejo del espejo.
“Lady Northwest, estamos invitados al baile” dice Dipper con voz bromista mientras me agarraba de la mano para girar, permitiéndome ver como el portal dimensional estaba encendido y a través de este se podría ver una gran mansión iluminada con gente en su interior.
“¿No lo estarás diciendo enserio?” dije mientras le miraba boquiabierta. “¿Cómo es posible? ¿Y quien te dijo sobre mi gusto por la serie?” pregunte curiosa.
“Lo digo totalmente enserio, tengo un amigo que me debía un favor y me ha prestado su maquina del tiempo, junto con un permiso de salto temporal. Ha sido difícil conseguirlo, pero que puedo decirte, que cuando te llaman “héroe del universo”. Todo es más fácil” dice el moreno de forma casual. “¿Y como lo sé? Es un secreto” termina de decir antes de alejarse a hablar con su tío Ford.
“Bueno, cenicienta. Dime, ¿Dipper no es el mejor NO novio de la historia planeando NO citas geniales?” pregunta con voz de periodista Mabel mientras usaba su teléfono como micrófono y me lo acercaba.
“Si, Dipper es el mejor Amigo chico que existe. Buen intentó, esto no significa nada” digo mientras aparto el teléfono de mi espacio.
“No te preocupes, he grabado tu respuesta y esta noche la editare para que parezca que dices novio y lo pondré de tono de llamada en mi teléfono. Así sabre que eres tú cuando me llames, cuñada” dice mientras paraba la grabación y bloqueaba la pantalla rápidamente.
“Eres una pesada con el tema” suelto a decir molesta mientras me cruzaba de brazos y le miraba enfadada.
“Yo también te quiero cuñada” contesta mientras me lanzaba un beso y guiñaba el ojo. Yo hice un gesto como si se lo lanzara lejos y ella se toco el pecho `dolida´ “Mi beso…”
“¿Esta lista?” pregunta Dipper cuando vuelve de hablar, yo asiento y lo acompaño hacia el portal. Cuando estuvimos enfrente, él me agarra de la mano y me mira. “A la de tres cruzamos, ¿sí?”
“Si”
“Vale. Una… Dos… y ¡Tres!” exclama emocionado y saltamos dentro. La sensación que producía el traspasar era la misma que al cruzar por una puerta, nada hasta que te encuentras en el otro lado del portal. Entonces si sientes como si te hubieran golpeado en el estómago, algo que nadie me aviso y me tomo de sorpresa.
“¿Pacífica, te encuentras bien?” pregunta Dipper al verme un poco encogida sobre donde aterrizamos, por suerte nos encontrábamos detrás de unos arbustos. Lejos de la entrada y oculto de la vista de las personas de ese tiempo.
“Estoy bien, aunque siento que podría vomitar las fresas de esta tarde” explico mientras me ponía recta y respiraba suavemente.
“Te entiendo, la primera vez que viajé por un portal con mi tío, sentí algo igual. Luego terminas por acostumbrarte” dice mientras me daba palmaditas suaves en la espalda para reconfortar me.
“Es bueno saberlo”
Una vez que pude recomponerme del salto, nos encaminamos hacia la entrada de la mansión. La fiesta acababa de comenzar, los invitados estaban llegando y todos miraban asombrados el lugar. Los vestidos de las damas eran maravillosas obras de costura y los hombres de allí no se quedaban detrás en cuanto a belleza. No se parecía en nada en las fiestas que organizaba mis padres, todos parecían estar felices de estar allí sin recelos o miradas crueles. Tras mucho observar el lugar me di cuenta de un detalle.
“Dipper ¿cómo entraremos dentro? Llamaremos demasiado la atención si aparecemos así sin más” digo nerviosamente mientras me giraba a ver al anfitrión de dicha aventura.
“No te preocupes, todo esta solucionado” dice mientras me ofrecía su brazo, llegados a este punto, era imposible que se diera por vencida la noche. Así que confié en él una vez más y acepté su invitación. Cuando subimos las escaleras y traspasamos las amplias puertas del lugar, pude ver a lo que se refería Dipper. Era una fiesta de antifaces.
Todas las personas del lugar estaban llevando mascaras que tapaban la mitad de sus caras, éramos unos desconocidos entre desconocidos. Dipper levanto un objeto de su bolsillo, un antifaz de cisne bordado en hilos plateados con incrustaciones de perlas.
Yo miré maravillada la prenda y me la puse. Dipper hizo lo mismo con el suyo, un antifaz de cuervo bordada en hilos negros y dorados. Le quedaba perfecto.
“¿Cómo me veo?” pregunto al terminar de arreglármela, Dipper parecía tranquilo sin apartar la mirada de encima.
“Perfecta” únicamente antes de ofrecerme la mano y llevarme dentro. La fiesta esta a rebosar de gente, personas de todas las edades se encontraban en el centro de la sala bailando al compás de la música. Las sonrisas de jubilo y conversaciones de todo tipos llenaban el lugar, a un lado de esta y sin perder protagonismo, se encontraba una mesa llena de aperitivos de toda clase de dulces y una disposición de jarras de vinos impresionante. El anfitrión del lugar tendría que poseer una fortuna parecida a la de mi familia, ¿tal vez un duque? Mis ojos no podían evitar mirar a todos lados y Dipper parecía darse cuenta de eso, pues lo escuche reírse por lo bajo.
“¿Qué te hace tanta gracia esta noche, Dipper?” pregunto mirándole seriamente en bromas, pues no soportaría la seriedad ante tanto asombro y gozo que sentía por el lugar.
“Nada, solo soy una persona que se alegra de su propio triunfo solamente. ¿Es acaso eso algo mal?” se cerciora con tono burlesco mientras me mira triunfante.
“¿De que triunfo hablas? Hasta ahora solo hemos visto la entrada, sería un triunfo si pudiéramos pasear un poco por el lugar y no sé, tal vez comer algún aperitivo y bailar” digo mientras le respondo con el mismo tono, incluso con un poco de añoranza.
“¿Así que será así?” pregunta Dipper curioso, yo lo miro sin saber a lo que se refiere con su pregunta.
“¿El qué será?” pregunto confusa, temiendo haberme pasado con la burla.
“No esperaba que Pacífica Northwest me invitara a bailar esta noche, supongo que ahora si soy un chico afortunado” dice con una sonrisa en la cara que me gustaría borrar de alguna forma.
¿UN BESO TAL VEZ…?
Me aparte sonrojada por tal bochornoso pensamiento, como se me ocurría pensar en eso cuando Dipper es solo un amigo y no estaría bien. No estaría bien porque nunca lo estuvo desde el principio, eso fue muy impulsivo de mi parte pensarlo en primer lugar y debería de olvidarme de cualquier tontería como esa por el momento. O sino estropearé lo que tanto tiempo me he tardado en recuperar, porque soy una Northwest y todo debe ser perfecto. Y por eso no puedo pensar en algo más con Dipper si solo hay posibilidades de ser rechazada…
“¿Pacífica? ¿Te encuentras bien?” pregunta Dipper, quién me devuelve a la realidad por momentos para notar la preocupación en su rostro.
“Si, perdón. Solo estaba disociando un poco. Si me disculpas voy a por algo de beber ¿quieres algo?” pregunto rápidamente antes de soltarme del brazo de Dipper y dirigirme a la mesa de aperitivos. No esperé a que él respondiera, necesitaba un momento para mi misma para aclarar mi mente y no podría conseguirlo con esta cerca. Así que tome mi camino hacia la mesa de aperitivos con la cabeza alta, en mi camino a esta escuche los murmullos de las personas de mi alrededor y me enteré de algún que otro rumor. Entre los más hablados en la noche, se hablaba que un joven duque escondido bajo su mascara caminaba entre nosotros y se especulaban quien de los jóvenes apuestos de la noche sería. Este era muy famoso por sus viajes y por ello, pocos podrían reconocerlo con la máscara, por ello el objetivo de muchas de las jóvenes solteras eran asombrarlo con su encanto a quien fuera el duque.
En mi punto de vista moderno, no tiene sentido ninguno dicha táctica, porque sería como buscar una aguja en un pajar. Si se aplicara, entonces las chicas tendrían que ser impresionantes con todos los hombres de la fiesta hasta encontrar con el duque. Aunque me temo que este no quiere en verdad esas y por eso se esconde tras una máscara. Muy inteligente de su parte diría yo.
Tras esquivar a demasiadas personas, conseguí llegar a la mesa y empecé a buscar una copa en la que servir me un poco de agua. Desesperada por no encontrarla, pregunte a un joven que se encontraba cerca de allí.
“Perdón, señor” digo, llamando la atención de la persona quien portaba una máscara de un ciervo que ocultaba parte de sus facciones, dejaban ver una mirada avellana que me observaba con curiosidad. Vestía con un frac verde con diseños bordados de hojas en un hilo verde más claro casi pistacho; un chaleco negro con unos pantalones marrones y una camisa blanca. Reencarna en verdad un espíritu del bosque con ese conjunto y aspecto señorial.
“¿Si, que desea?” pregunta mientras me echaba una mirada rápida y volvía a apartarla, parecía ocupado buscando algo o alguien.
“Espero no estar interrumpiéndolo en algo importante, pero me gustaría saber donde puedo conseguir algo de agua” dije mientras guardaba la curiosidad sobre que estaría ese hombre buscando. Este, sorprendido por mi petición, volvió a mirarme, pero esta vez con más atención. Sus ojos castaños se hicieron grandes por momentos antes de girarse sobre su persona, alzó una mano y llamo la atención de un criado que se encontraba escondido por allí. Su presencia en la sala era casi invisible a la vista de estas personas, observando el panorama mientras esperaba a que alguien requiriera de sus servicios. Este le susurro algo y de inmediato este se marchó del lugar con la misma rapidez con la que apareció, dejándonos solos al señor Ciervo y a mi de nuevo.
“Perdone las molestias, el criado vendrá pronto con su agua.” Digo amablemente mientras se inclinaba levemente.
“Muchas Gracias” respondí anonadada por lo que acababa de pasar e imité su pose, este sonrió levemente antes de recomponer su expresión seria a tiempo.
“Espero que no le abrume o disguste mi pregunta, pero… ¿Por qué agua? ¿Cuándo puede beber vino y no manchar su reputación con tanta discreción?” pregunta curioso joven manteniendo la compostura a pesar de tan divertida pregunta.
“El vino es demasiado para lo que yo requiero en estos momentos, tal vez entrada más la noche me atreva a probarlo, pero por ahora solo el agua satisfará mis sentidos.” Digo mientras le devolvía la mirada.
“Nunca antes había escuchado a una mujer hablar así con tanta libertad como lo hace usted, eso te hace especial y único” responde el joven mientras se frotaba la barbilla interesada aún más en mí.
“Hablar con libertad es el algo a lo que no estoy acostumbrada, así que perdóname si te he ofendido con algo que he dicho” digo nerviosa mientras buscaba un medio de salida para escapar de la situación, no se cuales son los protocolos de la Inglaterra del siglo XIX, pero es posible que sospeche de mí.
“Para nada estoy ofendido, realmente te encuentro interesante, ¿Cuál es tu nombre?” pregunto en susurro el chico con interés mientras se inclinaba hacia mí, acortando las distancias entre nosotros e invadiendo mi espacio personal. Me sorprendí la verdad, no pensé que fuera algo descarada las personas de antaño, esto no evitó que pusiera un alto a sus actos pues cualquier persona que pasara podría confundir la situación y terminaría alterando la línea del tiempo.
“Me temo que no se lo puedo decir caballero, el objetivo de una fiesta como esta es que no revele ni un solo detalle de quien soy y respetare eso. Solo espero que usted cumpla con lo mismo, señor Ciervo” digo mientras me alejaba de este, dejando la copa sobre la mesa. “Si usted me disculpa, tengo un baile reservado al que cumplir” digo educadamente y me inclino levemente antes de salir a buscar a Dipper entre la multitud.
Narrador Pov
Pacifica se adentra en la multitud, dejando boquiabierto al señor Ciervo parado donde estaba con una mano reposada en su pecho. Los latidos del joven eran rápidos, había sentido esto antes, cuando estaba en algunas de sus exploraciones y la aventura se ponía interesante. ¿Estaba así porque una joven le había hablado o estaba enfermo? No lo sabia con certeza, pero en cuanto acabase la fiesta y los sirvientes limpiasen, el llamaría al doctor Gleeful para una consulta. Ahora tenía una fiesta a la que participar, antes de que su hermana Mabel empezará a buscarlo y descubriera su tapadera.
Pacifica Pov
No había rastro de Dipper en ningún lado de la fiesta, muy bien sabia que con el tamaño de esta mansión poco estaría yo buscándolo toda la noche en cada rincón del lugar. Así que, a momentos desesperadas, medidas desesperados. Me adentre hasta el centro de la gente y espere a que la música terminase con las ultimas estrofas del compás. Si mi puesta en sociedad no me fallaba, la canción que estaba por poner podría ser un perfecto momento para intervenir con mi participación. Solo tendría que dejar que mi acompañante me guiara toda la canción como me había ayudado Richard en su momento en aquel pabellón de la sociedad Diamante de Miami beach.
Con la misma elegancia que representaba mi animal asignado, me adentre al centro de la pista y esperé a que alguien se animará a acompañarme para esta pieza. Como esperaba, algunos pelearon por llegar a mi pero solo uno fue lo suficientemente rápido, un joven algo bajito que yo por unos centímetros se posiciono ante mi y con su antifaz de pavo real inclino la cabeza a modo de saludo con una sonrisa perlada en su rostro. Perfecto.
La música empezó a sonar en la sala y comenzamos movernos, los hombres empezaron primero con una reverencia y luego las mujeres le correspondimos. Una vez hecho las presentaciones, los hombres se acercaron a “recogernos” y empezamos a posicionarnos en nuestros respectivos lugares. Finalmente sonó la música y empezamos a danzar por la pista de baile en sincronía.
“Buenas noches, querido cisne, ¿Cómo ha estado la noche para usted?” pregunto el alvino, quien rompió el silenció entre nosotros.
“Ha estado bien, gracias por preguntar, señor Pavo real, ¿y usted, lo está pasando bien?” pregunto de cortesía mientras miraba disimuladamente por encima de su hombro esperando encontrar una pista de Dipper entre la multitud.
“Me temo que ha sido un fastidio hasta ahora” respondió el joven dejando escapar un resoplido de disgusto, lo miró curiosa y este lo nota enseguida, así que rápidamente pone una sonrisa nerviosa y se disculpa rápidamente conmigo.
“No lo decía por ti, veras tengo a alguien en la cabeza que no me deja de visitar en mis pensamientos” expresa rápidamente mientras miraba a un lado.
“¿Y eso es malo por qué?” pregunto interesada en este pequeño hombre ante mí.
“Porque no se si ella piensa tanto en mi como yo pienso en ella y la incertidumbre me esta matando” dice finalmente tras volver a mirarme, en sus ojos yacía un pequeño brillo de sentimientos.
“¿Un problema de amores? Umm…Creo que se como se siente eso, en verdad” digo a modo de consuelo.
“Lamento mucho, no debería haberte dicho nada de esto, pero siento que se me hace conocida y eso me confunde los sentidos” responde enérgico mientras intentaba limpiarse un poco el sudor de las manos.
“No te preocupes, no le iré diciendo por ahí que el señor Pavo Real ya le han robado su pequeño corazón” digo intentado calmar al chico, no quería que huyera sin antes acabar la pieza y ayudarme a buscar a mi acompañante de verdad.
“Muchas Gracias, Cisne Blanco” dijo agradecido este y continuamos hablando el resto de la canción, pero una vez acabo la canción, él se despidió de mi y volvió a sumergirse entre el mar de gente. Al final no encontré a Dipper después de tanto girar por la sala, así que me dispuse a salir de la pista antes de que empezará la siguiente canción.
Sin embargo, una mano me agarro de la muñeca rápidamente y antes de que pudiera racionar, estaba a un lado de la pista y la canción empezó a sonar en la sala. Rápidamente miré quien me había robado tan descaradamente para bailar y no fue mayor mi sorpresa cuando vi quien se presento ante mi no fue nada mas ni nada menos que ...
“¡Dipper!”
“Buenas noches, Pacifica. Espero que no te importe que me cobre mi baile ahora después de tantos saltos que has dado allí dentro” dijo mientras se reverencia ante mí.
“No te preocupes, solo estaba haciendo tiempo en lo que te decidías en aparecer” digo alegremente mientras le devolvía la reverencia. Nos alejamos del uno del otro, poniéndonos hombro con hombro sujetos de una mano y nos empezamos a balancear hasta de hacia delante a atrás hasta que, en un movimiento brusco, Dipper me gira frente a él y posicionando su mano en mi espalda me agarra de nuevo contra él. Solo un espacio entre nosotros que debíamos de respetar y su mirada fija en la mía.
“Creo que si mi memoria no falla, no he sido yo quien se ha escapado de mí, dos veces” recalco en un tono burlón mientras empezábamos a girar por la pista para luego separarnos por momentos en giro en el sitio por parte de ambos y volver a encontrarnos.
“Supongo que ya es algo nuestro, me ofenderé si otra persona te hace lo mismo contigo” digo mientras bromeo sobre el tema también. Esta vez empezamos a girar de una mano hasta que el se agacha sobre una pierna, entonces salto sobre esta y vuelvo a mi posición original. Volvemos a bailar como en el inicio, pero dándome vueltas sobre mi y sobre el y empezamos con los balanceos.
“Te tomo la palabra, eres la única que se me escapo y se me escapará” dijo antes de que las personas empezaran a pasar entre nosotras y volvamos a encaminarnos entre los pasos.
“Suenas muy cursi esta noche” digo una vez que nos volvemos a encontrar, el parece no molestarle mi comentario, parece como algo pensativo, así que cuando nos volvemos a ver le pregunto sobre ello. Él me mira y sonríe.
“La verdad es que he empezado a pensar en nosotros desde el momento que nos encontramos” dice mientras me volvía a girar, yo aprovecho que estoy de espaldas a el para ocultar mi cara de preocupación.
“¿Qué pasa con ello?” pregunto intentando no sonar rara, nuestro primer encuentro no fue el mejor inicio para una amista ni para nada en general. Bueno en una cosa en sí, en ser enemigos.
“No me puedo creer en como esa edad solamente podía pensar en que tú eras la peor persona del mundo y ahora solo no pueda dejar de pensar en ti en ningún momento” respondió Dipper, cuando por fin pude verle el rostro, vi como el rojo de sus mejillas se había entendido a sus orejas. Un poco adorable en mi opinión.
“¿Eso es bueno?” con miedo, los pensamientos intrusivos atacaron mi mente, susurrando con las voces de mis padres como yo no era lo bastante buena de encontrar a alguien que me quiera o como me rebajan constantemente la autoestima.
“No sabría decirte, son un poco molestos y creo que me volverán loco. No, me corrijo, creo que estoy ya loco” se rie de su propia corrección, no entendía muy bien cuál era la gracia de todo y no sabría soportarlo un momento más. Tal vez no se enfade demasiado conmigo si huyo tras terminar la canción, pues ya es algo nuestro.
“No sabía que pensaba tan mal de mí” es lo único que puedo responderle mientras bajo la mirada apenada.
“Si, supongo que me vuelves un poco loco cuando estoy cerca de ti” dice Dipper en broma, la música termina de tocar y los músicos se despiden para el descanso. Terminamos siendo los únicos que quedan en pie, así que aprovecho el momento para despedirme.
“Si es así el caso, creo que lo mejor que puedo hacer ahora mismo es marcharme. No me gustaría molestarte mas de lo que ya te estoy molestando, así que me ire. Buenas noches, Pines” digo antes de caminar hacia la entrada y volver al portal. Una vez fuera, pude notar como algunas parejas de la noche se perdían en el oscuro manto de la noche para hacer quien sabe qué. El viento frio y húmedo de Londres calas mis huesos, camino despacio hacia el portal mientras intento abrazar mis hombros en busca de calor.
Escucho pasos corriendo desde la entrada y entonces escucho como me llaman.
“¡Pacifica, espera!”
Es la voz de Dipper, yo giro a verle sorprendida, ¿porque corre hacia mí? Pienso al verle intentar alcanzar me. Me paro y lo espero, ahora ambos estamos mal. Yo temblando y el jadeando, en busca de aire. ¿Quién diría que todos estos años de aventuras en Gravity Falls no sirvieron para tener algo de resistencia? No estaba en el suelo hiperventilando al menos.
“¿Qué quieres ahora? Me has dejado en claro que te molesto, ¿Por qué ahora corres tras de mí?” pregunto confusa y enfada.
 “Porque es un mal entendido” dice Dipper, antes de incorporarse y mirarme, era una cabeza más alta que yo, así que para que nuestras miradas conectaran tenia que alzar mi vista para verlo. Bochornoso.
“¿Que? ¿Qué-e quieres decir?”  pregunto desconcertada con la voz temblorosa del frio, si pudiera mantener las apariencias por un momento, pero ni eso podía. El frio me está haciendo ver bastante vulnerable y no quería verme así.
“Pacífica todo lo que he dicho esta noche es cierto, me vuelves loco, pero… es solo porque me haces sentir cosas que antes no sentía, Pacifica. Pienso en ti constantemente, porque me preocupo por ti, no como soy con Mabel si no como lo hace un chico que se preocupa que la chica que le guste este bien” después de esas palabras, Dipper se quito la chaqueta de encima y me la puso en los hombros, se quito el pañuelo que tenía atado y me lo colgó sobre los hombros. Los mire a los ojos, pero esta vez sorprendida, alucinada, asombrada, … Me encontraba boquiabierta y no sabia que decir, bueno sí, pero no sabía cómo todas las palabras que quería expresar sin hacer una verborrea de palabras.
“Me siento tonta” es lo único que alcanzo a decir, me tapo la mano en la boca avergonzada y Dipper se ríe. La tensión que se había formado en el ambiente se rompe con su risa y siento que me relajo un poco.
“Es normal, eres rubia de bote” dice en broma y entonces lo miro seria antes de pegarle en el hombro. Idiota.
“Soy rubia natural, Dipper” reclamo mientras me aferro enfurruñada a su chaqueta.
“Seguro” únicamente dice antes de meterse las manos en el bolsillo, intentaba soportar el frio, pero no lo disimulaba bien.
“¿Lo dices enserio?” pregunto seriamente mirándole a los ojos.
“Pacifica, lo digo enserio cuando digo que te quiero, tanto si eres rubio o morena, en todos tus defectos y tus encantos. Te quiero, así como eres y no sé cómo demostrártelo” dice Dipper desesperado.
“Perdona me si no te creo, pero me parece irreal porque han pasado años sin vernos, aunque quedamos como amigos antes de irme. Además, estuvimos como un mes hablándonos, pero sin hablar porque te mi sobre mi identidad, luego dos semanas que me hiciste la ley del-
Mi mente quedo en blanco, Dipper se había acercado a mi de forma inesperada y ahora me estaba besando. No podía creer esto…Por una momento no sabia que hacer con mis labios, ni con ninguna parte de mi cuerpo pero poco fui recuperando la conciencia y me deje llevar por el momento. Me adapte  su forma de besar, el ritmo lo marcaba yo y mis manos que una vez estuvieron agarrando las solapas de su chaqueta, agarraban su cuello y la solapa de chaleco con fuerza (suave) tirando hacia mí.
Parecía todo salido de una película, pero lo que en verdad lo mejoro fue los copos de nieve que empezaron a caer sobre nosotros. Simplemente mágico, estaba soñado en la realidad. Nada podría estropearlo.
Narrador Pov
En otra parte del mundo, exactamente en Miami, el detective John se encontraba sentado en la oficina de la mansión Northwest 2.0 esperando a que los Northwest dejaran de discutir, pues llevaban un rato peleando desde que llego al sitio. Él podría dejar que la pareja se pelease por un rato largo, pero no le pagaban lo suficiente para soportar su discusión y aun menos si el trabajo estaba echo. Así que, con esfuerzo, intento no pegar un tiro al techo y tosió de forma dramática. La pareja tras darse cuenta de la expresión seria del detective, dejaron de pelear y se sentaron en ambas esquinas de la mesa de café.
“Gracias, solo vengo a avisaros que ya se dónde está vuestra hija ahora mismo” digo el detective antes de volver a sentarse donde anteriormente estaba y con tranquilidad lanzó una carpeta sobre la mesa.
Rápidamente, Preston agarra dicha carpeta y la empieza a leer. En estaba la información recopilada de las movimientos de Pacifica, desde cámaras de seguridad hasta fotocopias de redacciones del internado viejas. Todos ellos señalaban a un solo lugar, Gravity Falls. Preston sintió sudar frio, la garganta se le seco y sintió que perdía un poco el aire. Las imágenes traumáticas del Anormalgedón pasaban por su imagen a cámara rápida y como si la carpeta le agarrara la tensión, la soltó de inmediato sobre donde estaba.
No podía ser posible, había movido cielo y tierra para evitar que las influencias adquiridas de Gravity falls no fueran arrastrada en su nueva vida. Incluso para que olvidara ese maldito lugar, le había permitido que hiciera alguna que otra locura para su edad como donar dinero a una ONG de pobres, pero de nada había servido y ahora estaría acabado.
Priscila al no saber en que estaba pensando su marido, cogió la carpeta y la leyó. Su expresión fue de enfado, pensaba lo mismo de Gravity falls que Preston, pero no entendía como su expresión había pasado de una de enfado a uno tan traumática. Casi le recuerda la cara que puso cuando Pacifica le sugirió repetir de outfit cada semana por la falta de capital al principio de mudarse.
“Preston, ¿estas bien? Parece que has visto un fantasma” dijo la mujer al ver la cara de este, sin acercase a apoyarlo. Estaba preocupada pero no tanto como para olvidar su infidelidad.
“Se podría decir que si, he visto un fantasma” decía intentado incorporarse, se levanto del sitio e intento acercarse rápidamente hacia la ventana de su oficina. Tenía que planificar todo, huir, esconderse en el bunker, esconderse. No podía dejar que él le encontrara de nuevo.
El detective John que había estado callado desde que entrego la carpeta se empezó a reír descaradamente, parecía estar poseído y entonces lo escucho. Su risa… Igual que esa vez, la volvía a escuchar una vez mas en esa misma sala.
“Me olvido avisarte Preston, un viejo amigo te manda saludos. Dice que esta deseando verte de nuevo “dice el detective Jhon antes de cruzar la puerta de la oficina, dejando el lugar en tensión y minutos después un grito en el aire, avisaron  a los criados a socorrer a sus amos.
------------------------------------------------------------------------------Si de verdad creías que lo iba a pintar de bonito todo el fanfic, quiero informarte que no va a ser así y que el final aunque esta en duda como lo quiero escribir ya esta decidido. Así que, a partir de ahora, será una cuenta atrás hasta el final de esta historia. Me gustaría saber si he sido obvia o si os ha tomado sorpresa el final, aunque duela, decírmelo.
Literalmente llevo escribiendo este capitulo y el anterior como un especial, en el que me he empujado a escribir 12 paginas cada uno (algunos lo veréis como poco pero para la autora de este fanfic es mucho con lo que tiene encima). Así que espero que hallas disfrutado de las 25 páginas de este especial y decirme que cosas podría hacer hasta el final.
Ya puedes seguir la historia con el hashtag #Indeleblefanfic
2 notes · View notes
lilium025 · 1 year
Text
INDELEBLE(GF) 14
Ya puedes seguir la historia con el hashtag #IndeleblefanficResumen: Los Northwest se han mudado lejos de Gravity Fall a Miami Beach (Florida) tras el Raromagedón, pero no a todos los integrantes de la familia esta feliz con esta decisión. Después de 5 años de abandonar el pueblo, Pacifica decide regresar a sus raíces en busca de un poco de libertad y nuevos comienzos
-----------------------------------------
Gravity Falls no me pertenece Capítulo 1 | Capítulo 2 | Capítulo 3 | Capítulo 4 | Capítulo 5 | Capítulo 6 | Capítulo 7 | Capítulo 8 | Capítulo 9 | Capítulo 10 | Capítulo 11 | Capítulo 12| Capítulo13
Capítulo 14 "Una cita con la aventura"
“Tu estas en mis planes”
Un martes en Gravity Falls
(Pov Pacifica)
Había decidido tomarme este día con relax, Linda Susan me había dado el día libre y aún falta tiempo para que Dipper me recogiera. Por lo que decidí dormir un poco más…
- ¡Paz…! ¿Qué haces durmiendo aun? Despierta, te tienes que preparar por lo que se viene- dice Mabel entrando en la habitación y abriendo las cortinas de par en par, dejando entrar la luz del exterior y cegando me en el momento. Mi reacción primaria fue esconderme bajo de las sábanas mientras soltaba un grito molesto por mis heridas corneas.
-Mabel, son las ocho de la mañana. Dipper no viene a recogerme hasta dentro de cuatro horas, ¿podrías dejarme dormir un poquito? - digo mientras me destapo y la veo buscar cosas en su armario.
- No, aún no sabemos a dónde te va a llevar así que tienes que estar preparada para todo y lucir guapa en el momento- responde Mabel mientras sacaba unas botas de montañas.
-Entiendo… me voy lavar los dientes, ¿sí? - aviso mientras huía de la habitación, estaba a punto de entrar en el baño cuando caí en la cuenta de algo. La habitación de Dipper estaba vacía. Hasta ahora no había tenido la oportunidad de ver el interior de su habitación, como éramos simplemente recientes “conocidos” no tuve el valor de echar un ojo en el interior y tras la pelea...no quería saber nada de él y no soy vengativa como para destrozar sus cosas.
Magnética mente sin darme cuenta, me había acercado a la puerta y mi mano estaba a punto de abrirla. No podía hacerlo, en todo caso esperaría que él me invitase a entrar.
- ¿Quién tiene que invitarte entrar a dónde? –
Me aparte sorprendida de la puerta y mire a Mabel, quien se encontraba para en el pasillo mirándome confusa.
- ¿eh? Nada, solo estaba diciendo tonterías con la mente en blanco- digo rápidamente mientras me volvía sobre mí misma y entraba corriendo hacia el cuarto de baño. Controla tus impulsos o esto será una locura.
Al terminar de asearme, volví a la habitación y encima de la cama había un conjunto que me era familiar. Se parecía al mismo conjunto morado, que llevaba casi siempre, cuando tenía 12 años y vivía en Gravity Falls. Aunque este era diferente, estaba compuesto por una sudadera corta morada y una camiseta negra de tirantes, con unos leggins que simulaban unos vaqueros. Y unas botas color crema, lo único que se mantenía igual de mi viejo outfit. Me gustaba, era adecuado para salir por la calle como para caminar por el bosque. Espero que no me obligue meterme en el fango, ni con todo el champú de marca blanca conseguiría que volviese a estar así de genial.
Nada más terminar de vestirme, salí para desayunar. Allí estaba Mabel y Candy desayunando tortitas, podría decirse que procedía de Greasy Dinner.
-Pacífica te ves hermosa con ese outfit- comenta Candy, quien había apartado su mirada de la Tablet que tenía en manos.
- ¿Y esto? – pregunto mientras me sentaba en una de las sillas y me servía unas cuantas tortitas.
- Un pequeño detalle de Linda Susans, cuando se enteró de que Dipper y tú ibais a salir en una cita, quiso asegurarse que tenías demasiada energía para lo de hoy- dijo Mabel alegremente.
-Cuantas veces tengo que repetirlo, no es una “cita”. En todo caso, sería lo contrario, sudar no es romántico. – respondo mientras me metía un trozo de tortita.
Mabel se gira a mirar a Candy y viceversa, inevitablemente siento como ambas se leen los pensamientos y deciden guardárselo mientras se sonroja. Caigo en la cuenta demasiado tarde.
- O-M-G no me refería a eso, pervertidas- digo mientras me tapaba la cara de vergüenza.
- No hemos dicho nada y si nos disculpas, vamos a visitar a Soos. Nos necesita para que le ayudemos con algo en el Mistery Shack. – comunica Mabel levantándose de la mesa y recogiendo su plato y el de Candy.
-Me alegro así tengo tiempo para mi sola-
- De acuerdo, ya nos veremos esta noche y nos cuenta que tal. – dice tras coger su bolso y marcharse por la puerta con Candy.
Aproveché que estaba a solas para llamar a Richard, al tercer tono este cogió la llamada.
- Chica, porque casi haces que me marque un segundo viaje a Gravity Falls. Aunque ese pueblecito es encantador, los mosquitos no son tanto. ¿Cuéntame, tu príncipe helado te ha vuelto a hablar? -  es lo primero que dice, sino fuera directo, no sería Richard.
- Estaba a punto de decirte lo pero nunca me dejas hablar. –
- Vale habla-
- Hemos arreglado las cosas entre nosotros y hoy me reúno con él para una aventura. Ya sabes, campo y mosquitos- finalmente digo, al otro lado de la línea no se escuchaba nada. Solo su respiración y un pitido, ¿que estará pasando?
- ¡¿Cómo te has esperado para contarme todo esto?! Es decir, hace ¿una? ¿dos? Semanas desde que me marche y esperas a minutos de tener tu cita con el chico para contarme. Yo te mando mensajes todos los días hablando sobre lo que he hecho y cuando te pregunto si te ha pasado algo, me respondes que nada. ¿Es que no te importo? - grita exagerado Richard, algún día ganara un premio por ser el mejor amigo más dramático de la historia y yo personalmente se lo entregare en persona.
- Oye… no digas eso, si me importas. Y no es mentira cuando te decía que no había pasado nada. Literalmente han pasado 2 días desde que me reconcilie con Dipper y acordamos la quedada de hoy. Por cierto, no es una cita. Los amigos no tienen citas, ¿de acuerdo? - le respondo mientras me masajeaba la sien, tratar con estas personas era un trabajo a veces.
- ¿Y qué me dices de los amigos con derecho a roce o nosotros? Somos amigos y teníamos citas, antes de que te escapaste- digo Richard, tergiversando mis palabras.
- Sabes que voy a colgarte. Dipper está a punto de llegar y aún tengo que preparar mi bolso- me limito a decir sin darle otra oportunidad para molestarme.
- Vale, nena. Ya me dirás como te fue la cita, chao- se despide Richard y me cuelga. Finalmente, recojo mis platos del desayuno y me acuesto en el sofá a esperar. Parecía que nada podría salir mal, a partir de ahora.
O eso pensaba ella.
A cientos de kilomentros de Gravity Falls
El detective Jhon había movido cielo tierra para encontrar a nuestra querida rubia, desde revisar la habitación de la chica hasta revisar cuentas bancarias. Era claro que su huida era premeditada, se había llevado algunos objetos necesarios y en sus cuentas bancaria se veía un patrón de retirada de dinero que para cualquier persona podría pasar desapercibida si no revisara el GPS de la limusina. Era imposible que estuviera arreglándose el pelo en la mejor peluquería de Miami si ese día se encontraba en la oficina. Ni con todo el dinero el mundo, se moverían a peinar y eso es algo que había comprobado para su investigación.
Teniendo en cuenta eso, solo tenía que comprobar cuál fue el motivo detonante para escapar y lo demás sería fácil. Pensó el detective mientras se dirigía a comprobar la copia de seguridad de las cámaras de la mansión.
Finalmente, lo que todos estábamos esperando…
El tiempo de espera había acabado, en cualquier momento Dipper tendría que tocar o cruzar esa puerta para llevar me de aventuras. La verdad es que estaba nerviosa, porque ya había pasado bastante tiempo y hasta ahora la personalidad de Dipper había sido relajada alrededor de Elise. Y desconocía como podría ser alrededor de mía, ahora sabiendo como es mi pasado y, a pesar de que habíamos empezado de cero, siento que en cualquier momento la iba a cagar.
Sin embargo, dejo de pensar en eso cuando oigo el timbre de la puerta, pego un salto y me dirige rápidamente a la puerta. Cuando la abro me encuentro con un Dipper de espaldas revisando algo.
- Hey Dipper- digo para llamar su atención. Dipper se da la vuelta y rápidamente oculta lo que sea que estaba viendo en su abrigo.
- Hola Pacifica, ¿lista? - me pregunta mientras se secaba el sudor de las manos en la camisa negra que llevaba puesta.
- Lista- únicamente digo antes de recoger mi bolso y caminar fuera del lugar. Al salir del edificio, ambos caminamos hacia el coche de Dipper y emprendimos el camino. Para evitar el silencio incomodo, me dispongo a entablar primera la conversación.
- ¿Qué vamos a hacer hoy? /Te ves bien- dijimos ambos. Habíamos tenido la misma idea.
- Hablas primero- respondo rápidamente.
- Gracias- dice y se ríe nerviosamente. - Te ves muy bien, considero ideal para lo que tengo planeado para hoy. Aunque espero que no te importe ensuciarte un poco, ya conoces como es esto. –
-Gracias. No sabía que ponerme y como no me has dicho que vamos a hacer, he pensado que lo mejor sería un outfit dinámico que me permitiera huir del peligro antes que mi acompañante. - digo en broma, Dipper me mira y luego se ríe. Eso estaba bien, la risa es un buen camino. Creo…- Por cierto… ¿A dónde vamos? Es que quiero mentalizarme ante cualquier rareza, ya que estoy un poco oxidada sobre el tema. –
-Lamento no haberte comentado nada, pero es mejor que lo veas por ti misma. Si te lo digo no es sorpresa- se digna a decir únicamente con una sonrisa ladeada mientras aun miraba en el camino. ¿Desde cuándo Dipper Pines se había convertido en este hombre que veo ante mí? Al Dipper que había conocido me habría respondido nervioso a lo que me acaba de decir, pero su respuesta había sido segura.
- No sé si eso es bueno o mal- dije, pero en verdad estaba pensando en ambas cosas.
- No te preocupes por eso, ya lo podrás probar por ti misma- anunció antes de apagar el motor y bajarse del coche. Yo lo imité y salí afuera del coche, Dipper nos había llevado a un lado del Mistery Shacks.
- ¿Qué hacemos aquí? – pregunto.
- Cada aventura que empiezo, comienza en el Mistery Shacks y hasta ahora eso me ha dado suerte para volver de una pieza de estas. Aunque no vamos a pasar por la tienda de suvenirs, si no que el camino a donde quiero llevarte esta por aquí. - me responde mientras veía con adoración la vieja cabaña.
- Entonces encabeza el camino antes de que me arrepienta- digo mientras me echaba el bolso al hombro.
- Espera un momento, tengo que coger algo del maletero-
Dipper se dirigió hacia el coche y del maletero, saco una mochila enorme de este.
- Viendo el tamaño de esa mochila, me hace pensar que en verdad no me has perdonado y la aventura es una excusa para planear mi asesinato y luego enterrarme en el bosque- digo en broma. Mierda, no debía haber mencionado sobre la pelea.
- Lo que hay en la mochila nos ayudará para hoy, así que no te preocupes por perder tu vida hoy - digo mientras se colgaba la mochila y camina hacia mí. - Aparte no soy tan tonto como para asesinarte con mi hermana y medio pueblo pendiente de nuestra aventura en el grupo de chat- digo mientras pasaba por mi lado.
- Que bien, eso me despreo- Espera, ¿has dicho grupo de chat? ¿Gravity Falls tiene grupo de chat? ¿y quien esta exactamente en ese chat? - digo corriendo para alcanzar su paso.
-No lo sé, los tengo en silencio la mayor parte del tiempo. Pregúntale a Mabel, es la administradora del grupo- se dignó a decir únicamente mientras dejaba atrás el tema.
- ¿Y que suelen decir por ese grupo? ¿Sobre nosotros? - pregunto curiosa, de seguro que Mabel había echo de las suyas y ahora el pueblo nos shipera con un nombre ridículo como ¿Pacipper? ¿Dippacifi? Bueno no soy tan creativa, pero irán por ese camino.
- Ahora mismo no te puedo decir nada, no tengo el teléfono conmigo. Lo suelo dejar en el coche, cuando salgo de aventura –
- ¿Y porque haces eso? ¿No temes perderte? O mejor dicho, ¿no temes que NOS perdamos? –
- Porque no es bueno que te suene el teléfono cuando estas observando la emigración de los kappa, así que te aconsejo que apagues el tuyo si no quieres encontrarte en una situación parecida- digo mientras me apuntaba. - Y no temo que nos perdamos, porque me sé el bosque como la palma de mi mano- para señalar su mano.
- Interesante, pero en tu mano no leo el bosque- comento mientras observo su mano. Él me mira confuso, al parecer le había sorprendido-
- ¿Lees las líneas de las manos? - digo mirándome sorprendido.
- Un poco, me enseño mi criada Olga en mi tiempo libre. Si quieres te puedo leer tu futuro- digo orgullosa, los recuerdos con Olga son lo que más atesoro de mi pasado lejos de Gravity Falls.
- No gracias, prefiero no saber lo que me deparará el futuro. Igualmente, buen intento para intentar que te coja la mano, la próxima vez solo dímelo y ya- dice burlescamente Dipper mientras me miraba con una sonrisa ladina.
- ¿Qué dices? No quería cogerte la mano por lo que sea que estuvieras pensando- digo indignada. No me estaba gustando esta versión de Dipper en la que se mete conmigo.
-Si, di lo que quieras, pero para mí que me ha parecido otra cosa-
Obviamente no deje pasar su actitud y el resto del camino, estuvimos peleando sobre eso y terminamos discutiendo quien es más tonto de los dos.
Gravity Falls Chat
La mejor casamentera del mundo: ¿¿¿¿¿Dipcifica ha salido del nido?????
Duquesa musculitos: Dipcifica ha salido del nido. Entran por la calle mayor, los ves @chicarobot ???
Chica robot: Yep
GoogleGirl: ¿Como ves la situación dentro del coche?
Chica robot: Ambos se ven seguro, pero interiormente están nerviosos. Lo noto por la forma en la que Dipper agarra el volante y Pacifica se toca el pelo.
GoogleGirl: ¿Cómo sabes todo eso sin apenas mirarlos?
Chica robot: Robbie y yo vemos series de detectives e instinto.
Police Baby: Cariño no aires nuestras citas en el grupo del pueblo. Me da vergüenza.
La mejor casamentera del mundo: Oh… Robbie no hace falta que te avergüences por tener corazón y pasar tiempo con tu ser querido. Es normal.
Chico Estafa: ¿No se supone que este grupo es para hablar sobre temas del pueblo?
Duquesa musculitos: Si
Chico Estafa:  Entonces porque estamos hablando de… ¿Qué es Dipcifica, exactamente?
La mejor casamentera del mundo: Primero, Dipcifica es el ship de Dipper y Pacifica
Y segundo, es un tema del pueblo porque todos queremos que Dipcifica sea real.
Chico Estafa:  ¿Entonces los temas amorosos de los demás son cosa del pueblo? Interesante…
Chico Estafa escribiendo
La mejor casamentera del mundo a echado a Chico Estafa del chat
La mejor casamentera del mundo: Ups se me ha escapado, no quería echarlo del grupo.
No importa, ya lo meterá alguien.
Google Girl: Mabel eres la administradora del grupo.
La mejor casamentera del mundo: Entonces lo meteré después
Police Dad: Dipcifica sale del pueblo, se dirigen al Mistery Shack. ¿Les seguimos?
La mejor casamentera del mundo:  No hace falta seguirlos, con observarlo desde las sombras basta.
Buen trabajo grupo, si todo sale bien podremos enseñarle las capturas del chat    en su boda como regalo.
Mientras tanto en la “aventura”
Llevábamos un rato caminando, ya me estaba cansando un poco el camino cuesta arriba, pero hablar con Dipper era una maravilla. Parecíamos viejos amigos y eso me encantaba. Él me habló de su vida, básicamente de todo lo que me había perdido y yo de todo lo que había hecho para molestar a mis padres. La idea de mi boda ya no le pareció una locura al conocer a mi padre, sin embargo, aún seguía siendo algo anticuado para su gusto. Al final de nuestro camino, nos encontramos enfrente de una ladera.
- Ya estamos- dijo Dipper quitándose la mochila y observando el paisaje que había enfrente nuestra. Estaba a punto a explorar a mi alrededor, cuando el brazo de Dipper me impidió dar un paso enfrente. -Yo de ti me esperaría donde estas antes de dar un paso más- comentó mientras sacaba un arnés de la mochila.
- ¿Para qué es el arnés? - pregunté confusa mirando como se acercaba con el hacia mí. Nuestros cuerpos estaban a un paso de distancia, tenía que alzar la cabeza para verle a los ojos. Ni Richard era tan alto como Dipper, tal vez por eso mi respiración se había cortado momentáneamente de la sorpresa.
-Es parte de la sorpresa- únicamente dijo y empezó a ayudarme a ponerlo. Al terminar, se alejó de donde estábamos y se acercó a un árbol lejanos con la cuerda que sujetaba el arnés.
-Bueno ya tengo puesto el arnés, ahora lo estas atando en ese árbol, ¿y ahora? No se puede hacer escalada en una ladera- digo observándole curiosa.
-Pacifica, la vida es más que de lo que uno puede imaginar y Gravity Falls es el ejemplo de ello. Y hoy te lo voy a recordar- contesta mientras caminaba hacia mí de nuevo y me sonreía de una forma burlona. – Recuerda extender los brazos y mantener las piernas juntas. –
- ¡¿Cómo?!- únicamente dije antes de que me empujará hacia atrás, de repente mi cuerpo se despegó del suelo y me alcé hacía el cielo. Lancé un grito sonoro, sentía que me iba morir, pero paré de moverme. La cuerda había llegado a su limite y yo estaba flotando a un metro del suelo.
- ¡Dipper! - grite mientras intentaba girarme a verlo, unos minutos después apareció a mi lado y me ayudó a enderezar me mientras se reía.
- Tenías que haberte visto la cara, se ha parecido un poco a esta- dijo mientras ponía una cara de espanto y volvía a reírse.
- No tiene gracia, podía haberme muerto- digo mientras me agarraba fuertemente de sus brazos. Dipper paró de reírse y me miro con una sonrisa.
- Eso es imposible porque llevas puesto un arnés y…- miró hacia otro lado, su nariz y mejillas estaban un poco rojas. ¿Era posible…se había sonrojado? No debía ser eso, seguro que era el viento.
- ¿Y? –
- Y nunca te pondría en peligro- termino por decir mientras se apartaba de mí, pero sin soltarme de la mano.
- Eso lo dices ahora, pero hace unos segundo que bien te divertías de mí, ¿cómo es posible que flotemos? ¿Es magia? – pregunto mirando el paisaje desde arriba. Sin duda, el paisaje mejora desde algún punto alto.
- Magia no, ciencia. La explicación más sencilla que te puedo decir es que estamos en un campo electromagnético que se genera cuando se crea demasía cargas eléctricas en determinadas zonas de la atmósfera por efecto de las tormentas- explica mientras me hacía girar en círculos.
- Pero no ha llovido en mucho tiempo – comento en voz alta.
-Bueno te mentí, tal vez tiene un poco de magia. Al fin al cabo esto es Gravity Falls. – dijo antes de pararme y sujetarme de amabas manos. – Ahora te soltare de las manos y volaras tu sola. –
- ¿¡Qué!? No. No puedes soltarme, me caería- digo nerviosa agarrándole fuertemente de las manos. - Bueno no me caería, pero de seguro que parecería un pollo asado girando. –
-Pacifica, cálmate. Yo te enseñare, ¿recuerdas lo que te dije antes de empujarte? – dijo con una voz calmada.
- Que extendiera las manos y juntará las piernas- repito lentamente.
- Correcto. Ahora haz lo que te he dicho, yo estaré a tu lado sujetándote- dijo mientras me soltaba las manos.
Empecé a mover las manos y los pies, intentando mantenerme estable en mi lugar mientras Dipper me observaba tranquilamente. Las lecciones de vuelo se parecían un poco a las lecciones de nadar, todos empezamos haciendo el perrito y con el tiempo, sabemos lo suficiente como para no ahogarnos. Me tomó media hora para no ahogarme en el aire y ahora podía moverme sin ayuda de Dipper. Lamentablemente, la diversión no duro mucho, porque el campo electromagnético se debilitó y tuvimos que arrastrarnos de nuevo hacia el suelo. Bueno, Dipper tuvo que arrastrase hasta suelo a través de la cuerda y luego tirar de la mía, pero son solo detalles.
Nos desabrochamos los arneses y los volvimos a guardar en la mochila, antes de volver a caminar por un rato por el bosque. Esta vez el paseo duró poco hasta que llegamos a un punto de senderismo, donde se encontraba un banco de picnic.
- Volar ha sido divertido, pero no creo que la aventura termine aquí ¿o me equivoco? - pregunto sentándome en el banco. Dipper tomo el asiento de enfrente y volvió a quitarse la mochila.
- No te equivocas, pero es necesario un descanso- decía buscando otra vez en su mochila, estoy empezando a pensar que posee la mochila de Dora la Exploradora.
- ¿Un descanso? ¿Haces descansos? - digo mientras intentaba mirar lo que iba a sacar de esta.
- Si, un descanso. Siempre los hago, Mabel me obliga. Y no mires, no mejor, cierra los ojos- dice mientras apartaba la mochila para evitar que no mirara dentro.
- ¿Otra sorpresa? - digo curiosa.
- No, pero sí. Ahora ciérralos. –
- De acuerdo – digo antes de cerrar los ojos, nunca me acostumbraré a sus sorpresas. Enseguida empecé a escuchar como rebuscaba entre esa mochila suya, organizaba algo sobre la mesa de picnic, pero sin identificar qué cosa podría ser. – Un dato curioso sobre mí, no me gusta las sorpresas ¿Puedo abrir los ojos, ya? –
-Que impaciente eres, ¿no puedes esperar un momento? – digo con voz frustrada.
- Si, pero no quiero- respondo mientras sonreía, no podía verlo, pero estaba seguro que su cara se traduciría como “en serio”. Vivir con Mabel influye mucho.
- Entonces no lo hagas, ya he terminado – aviso Dipper. Abrí los ojos y enfrente de mí se había extendido una manta junto con algunos platos de fruta y aperitivos.
- Me encanta, ¿lo has preparado tu? - digo mientras cogía una fresa y me la comía. Mmm…fresas.
- Si, pero eso no es todo, mira- dijo Dipper sacando unos tupper de su espalda y lo colocaba en la mesa, luego los abrió con cuidado y en su interior había…
- ¿Eso es queso y chocolate? –cuestione mirando ambas salsas y luego a Dipper.
-Si, te he preparado una fondue. Bueno Mabel me ha ayudado, pero he supervisado para que no le echará algo que no estuviera dentro de las indicaciones. Espero que te guste- confiesa Dipper mientras me entregaba un tenedor.
- Entonces gracias- digo mientras empezaba a comer. – Ummm… Esto esta bueno, ¿tienes más sorpresas como esta? - pregunto mientras mojaba otra fruta en la salsa.
- Tengo más planes, pero ninguno supone de comer - confiesa mientras cogía una galleta salada y la mojaba en el queso.
- ¿Más planes? ¿Cuántos planes hay para hoy? –
- Tenia como 20 planes diferentes con sub planes y estos sub planes tienen sub planes, pero quería hacerlo diferente esta vez- contesta Dipper seriamente mientras gesticulaba mucho con sus manos.
¿Esta vez? ¿Qué paso la ultima vez? Mejor no le pregunto al respecto, después le preguntaré a Mabel mientras me tortura para que le cuente sobre lo de hoy.
- Aunque si tengo planeado una cosa, que tenía planeada un reto- dice el moreno mientras se cruzaba de brazos y me lanzaba una mirada de superioridad.
- No se si me gusta lo que tienes planeado pero continua- respondo imitando la misma pose que él.
- El reto consiste en responder a un numero de preguntas y si las respondes todas, podemos continuar con el ultimo plan de la tarde- dice mientras guardaba lo que había sobrado de los aperitivos. Sin embargo, le impido que guarde las fresas, no había acabado con ellas.
- ¿Qué pasaría si no respondo a tus preguntas? – le cuestiono mientras me meto un a fresa en la boca.
- Pues regresamos a casa y se acabó- responde levantándose de su asiento y colocándose la mochila.
- Pero si habías dicho que había un ultima cosa que hacer- digo mirándole como estaba por irse.
- Lo sé, pero sin respuestas no hay más camino- contesta con seguridad, dispuesto a marcharse.
- Lo haré con una condición- respondo finalmente. Si tenía que sufrir, al menos estaremos igualados.
- ¿Si, madame? - Dipper se da la vuelta para mirarme.
- Por cada pregunta que hagas, yo hare otra del mismo valor; y por cada pregunta que no respondas, yo igual. ¿Trato? – digo extendiendo mi mano. Este me miró la mano y se acerco al banco de picnic.
- Acepto el trato, pero no te estrecharé la mano - dijo antes de sentarse en el banco nuevamente.
- De acuerdo. Empieza tu interrogatorio- digo ofreciéndole el tupper de fresas ya vacío.
- Primera pregunta, ¿Cómo sería un día perfecto? - pregunto cogiendo el tupper de mis manos y lo guardaba, todo sin apartar su mirada vista de mí.
- ¿Es necesario que me mires en todo momento, mientras respondo? - pregunto avergonzada mientras me cubría la cara con las manos, ocultando mi rostro sonrojado.
- ¿Qué? Oh… no, no necesariamente. Perdón- responde nervioso mientras se rascaba la nuca.
- Tengo una idea, ¿y si nos ponemos cada uno de espaldas para las preguntas? Así si alguien dice algo vergonzoso, no sentiremos pena- digo mientras me daba la vuelta dándole una vista de mi espalda.
- ¿Tu día perfecto vergonzoso? Sospechoso- dijo Dipper dándose la vuelta.
- No pero no quiero que me mires, así que no empieces con tus teorías conspiratorias-
- Okey, dime. ¿entonces, cómo sería un día perfecto para ti? –
- Mi día perfecto sería un día soleado, porque los días nublados son nostálgicos y yo quiero sentirme imperturbable. No tendría planes con el trabajo o con un evento social, estaría en casa y no haría nada- confieso mirando al cielo con una sonrisa satisfecha con mi respuesta.
- ¿Tu día perfecto es no hacer nada? ¿Cómo es eso? – preguntó Dipper curioso.
- Ya has hecho tu pregunta, ahora me toca a mí. ¿Tienes una corazonada secreta acerca de cómo vas a morir?- pregunto y espero su respuesta. Se toma un tiempo para responder, pero finalmente lo hace.
- Si, creo que será algún día de esto en alguna de estas aventuras o al menos me gustaría pensarlo. No me gustaría morir haciendo algo aburrido como ir en coche al trabajo de oficina y tener un accidente. No… eso no va conmigo- confiesa Dipper con broma.
- Tiene sentido, pero no creo que nadie querría que eso pasara. Así que cuídate- digo mirándole por encima del hombro, el aun seguía de espaldas para mi suerte.
- Pacifica Northwest preocupada de mí, creo que ya puedo morirme en paz-
- Solo hazme la siguiente pregunta, antes de que me arrepienta- digo seriamente, ya me estaba arrepintiendo.
- Ok, paro. ¿Por qué aspecto de tu vida te sientes más agradecido? – pregunta Dipper nuevamente.
- No se cual elegir, tengo muchos aspectos en mi vida de los que estoy agradecida. Ya sabes, mi belleza, mi inteligencia, mi amabilidad, … - empiezo a enumerar egocéntricamente. 
- Solo di UNA de la que estes realmente agradecida- me paro Dipper de inmediato. 
- De acuerdo. Creo que es obvio, pero… Estoy agradecida de no ser como mis padres…- respondo.
- Buena respuesta-
- Y de ser guapa- termino por decir mientras sonrió, miro por encima del hombro. Dipper me esta mirando con una cara de decepción. – ¿Qué? -
- Nada, pregúntame- dijo dándose la vuelta nuevamente.
- Si pudieras cambiar algo en cómo te educaron, ¿qué sería? – pregunto curiosa.
- No sabría decirte ahora mismo, no se me ocurre nada que cambiaría- dice confuso.
- Entonces, ¿decides no responder? – le pregunto victoriosa.
- Solo porque no se me ocurre nada- dice derrotado. - Si mañana te pudieras levantar disfrutando de una habilidad o cualidad nueva, ¿cuál sería? -
- Cocinar, no se cocinar. Solo se hacer sándwiches- confieso, no estaba decepcionada porque no muchas personas sabían cocinar y no por ello era menos.
- No te preocupes, podemos apuntarnos a un curso de cocina y aprender los dos- digo riéndose.
- Ya, pero dejemos eso para otra aventura, ¿sí? – respondo riéndome. - ¿Qué es lo que más valoras en un amigo? -
- Que quieran ser mis amigos y soporten mis manías- responde Dipper con voz normal.
No… ahora quería abrazarle.
– Bueno creo que ha sido suficiente, sabes cómo hacer preguntas – dijo levantándose del asiento.
- ¿Pase el reto? – pregunto mientras me levanto de mi asiento y acelero para alcanzarlo.
- Con honores. Ahora volvamos, se está haciendo tarde – dice Dipper mirando el tiempo en su teléfono.
- ¿A dónde? - pregunto curiosa.
- Pacifica por tu gran insistencia en descubrir a donde vamos, te has ganado un castigo- responde mientras sacaba una venda de un bolsillo de la mochila.
- ¿Cómo que castigo? ¿Enserio me vas a castigar? ¿Quién crees que eres? ¿Mi padre? – pregunto indignada con los ojos abiertos de la sorpresa.
- No pero es necesario para la ultima aventura del día- dice acercándose a mi con dicha venda y poniéndomela sobre los ojos.
- Solo espero que no desordenes mi pelo, cuesta mantenerlo sedoso desde que no tengo mis productos de marca-
- De acuerdo, madame- decía al terminar de atarme la venda y alejarse. De vuelta sin ver, me limite a escuchar como rebuscaba algo de su bolsa y la sacaba. Luego un disparo raro, como el de un disparo, pero no de un arma normal y luego silencio.
- ¿Dipper? ¿Estas bien? - pregunto miedosa, me sentía en una película de Predator.
- Oh… perdón, estaba escribiéndole a las chicas. Es parte del plan- escucho decir a Dipper, luego siento como me coge de la mano me redirige hacia algún lado. Algo en el entorno había cambiado, el sonido del bosque como el sonido de las aves o el ruido del viento de las hojas había cesado y ya no se escuchaba nada. Además, sentí que se producía un pequeño cosquilleo en mi cuerpo cuando pasada dicho evento.
- Puede quitarte la venda ahora- dice Dipper. Me quite la venda y no podría creer donde estaba, hace unos minutos estábamos en medio del bosque y en un momento, se podría segundos, estábamos ambos enfrente del Mistery Shacks.
- ¿¡Como has hecho eso?!- digo con voz sorprendida mientras le agarraba de la camiseta negra y lo zarandeaba.
- Fácil, una pistola de portales, cortesía del amigo de Ford- se limito a decir mientras me mostraba dicha pistola, lo solté y me arreglé el cabello.
- Has tenido esa pistola todo el rato y en vez de utilizarla para llevarnos al punto del campo gravitatorio, ¿hemos tenido que ir caminando? ¿Por qué? – pregunto indignada. 
- Ya te lo dije antes de caminar, todas mis aventuras empiezan en este punto y no iba a romper con eso solo porque no te apetece caminar. Aparte, es en caso de emergencia, llegábamos tarde para lo que te tengo preparado.
- Espero que valga la pena o …- digo mientras le señalaba con un dedo acusador y una mirada amenazante. Caminar no era lo mío.
- Valdrá cada maldito segundo, Elise- dice seguro Dipper mientras empezaba a caminar hacia el interior de la casa.
- Es una promesa-
Una promesa que ya estaba cumplida.
---------------------------------------------------------------------------
Después de 13 capítulos escritos, me he dado cuenta de que he sido una escritora brújula porque no tengo en cuenta cosas como el tiempo de desarrollo de la historia y creo que debería tenerlo en cuenta, ya que al menos Dipper es un universitario, al igual que Pacifica. Aunque a ella le falta un año por graduarse de administración de empresa, aunque no es importante porque ha escapado de esa “vida” y su futuro es bastante borroso ahora. O al menos para vosotros, y Dipper está adelantado un año en lo que está estudiando y está haciendo su tesis, porque nerd, ¿sí?
Y bueno, pues hasta ahora, la historia comienza a mitad de julio y hasta ahora ya entramos a junio. Los capítulos a partir de este serán más extensos, es decir, que en vez de escribir un capítulo corto de 6- 7 páginas, pues escribiré 12 páginas y así ir acorde con los capítulos en los que quiero acabar este fanfic (20 capítulos). Lo más seguro es que sea un poco más, pero bueno…
Espero que esto aclare las dudas y si no, pues ahora estáis informados.
Ya puedes seguir la historia con el hashtag #Indeleblefanfic
0 notes
lilium025 · 2 years
Text
INDELEBLE(GF) 13
Ya puedes seguir la historia con el hashtag #IndeleblefanficResumen: Los Northwest se han mudado lejos de Gravity Fall a Miami Beach (Florida) tras el Raromagedón, pero no a todos los integrantes de la familia esta feliz con esta decisión. Después de 5 años de abandonar el pueblo, Pacifica decide regresar a sus raíces en busca de un poco de libertad y nuevos comienzos
-----------------------------------------
Gravity Falls no me pertenece Capítulo 1 | Capítulo 2 | Capítulo 3 | Capítulo 4 | Capítulo 5 | Capítulo 6 | Capítulo 7 | Capítulo 8 | Capítulo 9 | Capítulo 10 | Capítulo 11 | Capítulo 12|
Capítulo 13  “ Mercurio Retrogrado ”
“La culpa de todo la tiene Mercurio Retrogado”
En Greasy´s Dinner
Había pasado 6 horas desde que Dipper y yo volvimos a estar en buenos acuerdos, 6 horas en las que 2 me había pasado durmiendo con una mosca molesta de fondo y 4 horas en las que la mosca molesta me ha estado preguntando los detalles de mi próximo encuentro con su hermano mientras trabajaba mi turno de la mañana en Greasy´s Dinner.
- Mabel por decimoctava vez en el día, no lo sé. Ahora mismo lo que quiero hacer es terminar de servir a estos señores y luego ya lo pensaré- le respondí a Mabel mientras corría desde un lado hacia otro en el restaurante.
- No puedes pensar en luego, luego puede ser tarde. Es mi hermano, Dipper. Sabes que tienes que estar preparada para lo que sea, eso puede ser ver Sirenas-lobos o Geoditos. Cualquiera de esas opciones, debes verte preparada y fabulosa- exclama dramáticamente Mabel sentándose en una butaca del mostrador.
- Creo que es imposible estar preparada y fabulosa, ya son 2 las veces que hemos pasado por una aventura de ese tipo y ya sabes “eso”… y ninguna de esas ocasiones he salido impoluta que no sea con barro o con ropa con rotos. Así que ya me dirás tú como iré “preparada” y “fabulosa”- digo mientras preparaba más café en la cafetera.
- Fácil, GMC- únicamente dice y la volteo a ver con una ceja levantada.
-¿Qué es “GMC”?-
- No “que”, sino “quien” y esas son: Grenda, Mabel (es decir, yo) y Candy. Nosotras te ayudaremos, somos tus amigas. Deja que te ayudemos con tu cita, cuñada- dice Mabel alegremente mientras extendía sus manos hacia mí.
Había pasado 6 años desde que me fui y desde que volví, Mabel ha sido la persona que más apoyo me ha dado para seguir hacia delante. A pesar de nuestra enemistad en el pasado, no es rencorosa como algunas personas que he conocido. Aunque tenían motivos y Mabel también, pero es diferente.
- Eres un rayo de sol, Mabel- digo mientras le sujetaba las manos.-Y deja de decirme cuñada- finalmente digo mientras volvía hacia la cafetera para servir más café.
-Te estoy preparando para tu futuro, básicamente estoy manifestando por ti- comenta Mabel.
- Lo que tú digas-
Decidí no darle importancia a las palabras de Mabel, por una vez en mi vida las cosas estaban yendo bastante bien y no había nada que pudiera estropearlo.
Mientras en una mansión en Florida
El timbre de la verja de la Masión Northwest 2.0 resonaba en el lugar, rápidamente un mayordomo salió a atenderlo.
- Bienvenido a la Mansión Northwest. Soy Jean, el mayordomo. Identifica te y el motivo de su visita, por favor. -
- Soy Jhon, detective privado. Tengo una reunión con los Northwest- revelo el visitante, un señor de mediana edad, de tez morena y cara malhumorada. El detective Jhon tenía bastantes años de experiencia en lo que sería desenterrar los secretos de la gente, había participado en bastantes casos de infidelidad, incluso participando en este último con la pareja Northwest.
- Un momento- dijo el mayordomo a través del altavoz y en ese momento las puertas de la mansión se abrieron, dejando que paso al coche del detective. Al otro lado de la verja, a los pies de la escalera, le esperaba Jean con un servicio de aparcacoches. Jhon aparco enfrente de la mansión, al salir de este le tiro las llaves al aparca coches y acompaño a Jean dentro de la mansión. La impoluta apariencia exterior de la Mansión era excepcional a diferencia de lo que había tras sus puertas, nada más entrar por el vestíbulo, Jhon pudo fijarse en el resultado de su minucioso trabajo de investigación. Notas de colores habían cubierto los muebles y superficies de la vivienda, solo aquellos objetos de valor que sobrevivieron al destructivo paso de Priscila tras la gran pelea, incluso los sirvientes que pasaban por ahí, estaban etiquetados en colores. La Mansión Northwest se había convertido en Corea del Norte y Corea del Sur.
Tras mucho caminar, ambos llegaron a la sala de visitas, siendo recibidos por una fría bienvenida por Priscila y Preston. Estos estaban sentados en sillones individuales en lugares distintos de la sala, rompiendo con el feng shui y expresando en su esplendor el gran problema entre ellos.
- Detective Jhon es un gusto tenerte con nosotros, o al menos por mi parte- decía Priscila mostrando su sonrisa blanquecina comprada.
- Perdona si no me muestro agradable, se sentiría extraño que lo hiciera teniendo en cuenta que mi matrimonio está en su fin por tu culpa- comenta sarcásticamente Preston con una porte serio.
- No te preocupes, señor Northwest. Tampoco soy de los que se muestra amable con los hombres como tú- dijo Jhon mientras se sentaba en uno de los sofás.
- PRISCILA... ¿De todas las personas que tienes agregada en la agenda, tenías que llamar a este insolente pueblerino? Podemos contratar a alguien mejor que esto- “susurro” indiscretamente Preston, ya que ambas personas estaban en distintas partes de la habitación.
- Contratar alguien mejor, significa que más personas pueden descubrir nuestra situación, no sabemos quién es leal o no. Al menos Jhon lo es y tú no, así que calla, querido- dijo esto último con sarcasmo, ya que por dentro quería ser una de las mujeres de “porque las mujeres matan”.
- Entonces... ¿Qué puedo hacer por vosotros?- interrumpió Jhon en la conversación.
- Es bueno que lo menciones, queríamos solicitar sus servicios por segunda vez- explica Priscila inclinándose para recoger una campana pequeña. Un mayordomo etiquetado de rosa apareció en la sala corriendo y le sirvió el té.
- Estoy seguro de que no se trata de infidelidad, así que explícame cuál es la situación esta vez- medio bromeo el detective mientras se inclinaba del respaldo. Priscila se rio de la broma, mientras que Preston se ponía rojo del enfado.
- La situación es que nuestra única hija ha desaparecido, no sabemos cuanto tiempo y necesitamos que vuelva antes del anuncio de nuestro divorcio- explica Preston.
- Usted sabe lo importante que es para nosotros guardar las apariencias, nuestro divorcio tiene que ser amigable como el de Bruce (actualmente Caitlyn) y Kris Jenner y no podremos hacer esto posible si no tenemos el apoyo de nuestra hija. Si la gente llega a enterarse sobre la desaparición de Pacifica, podemos despedirnos de nuestra vida social o la vida social de Preston. A mí me adoran y no he sido infiel- añadió Priscila mientras tomaba un sorbo de té.
- Ya sabemos todos que fui un infiel, Priscila. No es necesario que lo menciones en cada tramo de la conversación- exclamo Preston.
- Voy a mencionarlo tantas veces, quiera, Preston. Porque no fui yo la que se tiró al servicio, fuiste tú y si dejas de interrumpir con tú... Da igual, podríamos hablar- le respondió Priscila.
- Eres imposible mujer- comento Preston sosteniéndose la sien.
- Su hija Pacifica ¿ha desaparecido?, ¿habéis comprobado la seguridad?, ¿Si se ha escapado o si la han secuestrado? - pregunta Jhon serio, no era la primera vez que un niño rico desobedecía a sus padres y escapaba a algún sitio para molestarlos.
- Oh, eso no lo habíamos pensado, creo que llamaré a nuestras relaciones pública y pediré que organice una nota de prensa para publicar el secuestro de Pacifica. Un discurso preocupado mejoraría nuestra imagen antes de la noticia, será una lástima para ella cuando regrese, pero es necesario- piensa Priscila en voz alta, Preston asiente a esto. ¿Podría ser esta la segunda vez que se ponen de acuerdo con algo a aparte del divorcio? Posiblemente, pensó Jhon mientras se sentaba recto en su asiento.
- Creo que antes de llamar a la relaciones públicas, es importante saber ante lo que nos enfrentamos. Si es un secuestro, es posible que esperemos a alguna nota de recompensa y si se ha escapado, posiblemente no lo llamaría. Este tipo de noticias suele atraer mucha prensa rosa que estaría sobre vosotros 24/7 y es posible que descubran el verdadero motivo del divorcio y no la escusa que os vayáis a inventar- propone Jhon levantándose de su asiento.- Si me permiten, empezaré enseguida con la investigación en cuanto me permitáis revisar la habitación de su hija-
- Entendido, detective. Déjame mostrarle el camino- dijo Priscila levantándose de su asiento y caminando hacia la salida. Jhon le siguió el paso.
- Mi precio es el de siempre, aunque esta vez pediré un poco más. ¿Podrán pagar mi tarifa?- dice Jhon mirando a Priscila.
- No creo que sea un problema, querido. De eso se encargará mi marido- digo Priscila sonriendo le.
Preston quien vio esto, solo pudo pensar en una cosa.
-¿De qué precio estamos hablando?
De vuelta en Gravity Falls, en el Mistery Shack exactamente.
Dipper se encontraba en el laboratorio, concentrado escribiendo en su diario, cuando de pronto fue interrumpido por una masa de energía denominada Mabel.
- ¡HermanitoOOOOOOO! Que coincidencia encontrarte aquí, sin que te dé sol, escribiendo en tu diario…- dice Mabel recostada en la mesa donde estaba Dipper apoyado.
- ¿Qué quieres, Mabel?- pregunta Dipper cerrando su diario de golpe.
- ¿Por qué piensas que yo quiero algo de ti? ¿Tal vez es al revés y eres tú el que quieres algo de mí?- dice Mabel “ofendida”.
-Porque sabes que iba a estar aquí todo el día y siempre pones ese tono cuando quieres algo de mí.- dice Dipper girándose hacia Mabel.
- Te lo dejaré pasar porque soy tu hermana y porque me dirás a donde llevaras a Pacifica en vuestra primera cita- dice Mabel restando importancia al asunto.
- Mabel eres la reina de la casualidad, de verdad que he pensado un momento en decírtelo, pero he caído en la cuenta de algo- dijo Dipper mientras se levantaba de su asiento con el diario en mano.
- ¿De qué exactamente has caído en la cuenta, hermanito?- pregunta Mabel curiosa.
- En que no eres capaz de guardarte un secreto. En el minuto 0 en el que te diga a donde iremos Pacifica y yo, iras corriendo a decírselo a tus amigas y a ella. El objetivo del encuentro de mañana es que sea sorpresa, así que no puedo decirte nada. ¿Entiendes?- explica Dipper metiéndose el libro en su chaleco nuevo y dinámico.
- Entiendo hermanito, la próxima vez me quedaré atrás y no te molestaré en tu cita- digo Mabel palmeando el hombro de Dipper y saliendo del laboratorio primero.
Difícilmente, Dipper había aceptado que su hermana hubiera entendido su punto de vista al respecto a la cita y no hubiera querido meterse en medio peor no fue hasta que reviso su diario, que no era su caso. Esa comprensión y retirada sin pelear había sido una distracción para robarle el diario del bolsillo del chaleco, como bien había enseñado su Tio Stan una vez. No para robar carteras, claro está, sino para casos con matones o idiotas.
- ¡MABEL PINES!- exclamo Dipper enfadado.
Dipper se dirigió al ascensor y tan pronto que estuvo al piso superior, fue hacia los aparcamientos. Mabel había conseguido arrancar el coche y lo puso en marcha mientras se despedía con el diario en mano, pero esto solo había empezado.
Dipper se subió a su coche rápidamente y empezó a perseguir a Mabel, la persecución entre ambos hermanos estaba igualada, pero Mabel no iba a dejar ganar a su hermano, esta vez y empezó a tomar atajos para despistarlo. Puede ser que Dipper hubiera aprendido a orientarse en el bosque perfectamente, pero Mabel había aprendido todos los atajos para llegar antes a los lugares para no perderse ningún evento o fiesta. Y justo cuando pensó que lo había perdido, apareció Dipper por el reflejo del retrovisor.
¿Cómo lo ha hecho? Pensó Mabel esquivando coches.
Mabel no debía de extrañarse que Dipper tuviera chips localizadores en su vehículo y aún menos una pistola para lanzar dichos chips. Este había intuido su plan antes de que pudiera ejecutarlo y se había adelantado lanzándole un chip que se incrustó al coche perfectamente. Luego fue cuestión de ubicarla y ahora se encontraba en las mismas.
El móvil de Mabel sonó de manera repentina y como si no estuviera siendo perseguida por un hermano furioso, respondió.
-Al teléfono Mabel, ¿con quién hablo?-
- ¡MABEL DEVUELVE ME EL DIARIO AHORA!- grito Dipper a través del teléfono.
- Oh Dipper, no creo que pase eso pero gracias por llamar. Te quiero... Adiós- contesta Mabel antes de colgar el manos libres.
La persecución estaba reñida, pero había algo que no contaban ambos hermanos… La policía local de Gravity Falls.
Los mellizos Pines habían cometido varias infracciones a lo largo de su persecución, por suerte para ellos, en vez de perder los carnets, iban a pasar 24 horas en el cuartel de la policía por no causar daños en la propiedad. Ahora eran pocos los favores que podían hacerle el comisario Blubs y el oficial Durland- Blubs por ellos. Sin embargo, para su peor suerte, su tío Stan no respondía el teléfono y Fords no posee el suyo porque lo ha modificado y ahora sirve para tele- transportarse cerca de la señal del teléfono de la persona que marque; Soos está trabajando y así la lista se iba reduciendo hasta quedar una sola opción, Pacifica Northwest.
Mabel utilizó su oportunidad para realizar la llamada y fue contestada por Linda Susan:
- Restaurante Greasy´s Dinner, habla Susan. ¿Qué desea?-
- Hola Linda Susan, soy Mabel Pines. ¿Está Elisabeth?- pregunta amablemente Mabel.
- Está aquí, ¿quieres que le pase algún mensaje?- responde Susan, en el fondo se escucha el murmullo de los platos moviéndose y los clientes hablando.
- Me gustaría que le pasaras el teléfono mejor, por favor. Es urgente- dice Mabel desesperada y nerviosa.
- Claro querida, enseguida. Espera un momento- dice Susan antes de alejarse del teléfono, se podía escuchar como la llamaba y al pocos minutos después alguien cogía el teléfono.
- Hola Mabel, ¿qué quieres?- dijo tranquilamente Pacifica.
- Hola P, me alegra escuchar tu voz. Ahora, ¿podrías hacerme un favor?- dice Mabel rápidamente.
- No sé si podré hacerte ese favor, me queda aún 2 horas para terminar y aún tengo que ayudar a Linda Susan a cerrar. ¿ Cuál es el favor?-
- ¿Podrías sacarnos a Dipper y a mí de la cárcel?- pregunto Mabel finalmente, la línea del teléfono se quedó en silencio un momento y luego se colgó.- P, ¿estás ahí? ¿Elisabeth? Creo que me ha colgado, ¡malditos unicornios!-
Tras ese arrebato, Mabel fue regresada en la celda femenina y acercándose hacia donde estaba su hermano, quien se encontraba al otro lado del muro en una celda masculina.
-Dipper, ¿estás ahí?- pregunta Mabel intentando acercarse todo lo posible a las rejas.
- Desafortunadamente, sí. ¿Has podido llamar a ella?- pregunto Dipper al otro lado.
- Sí, respondió- dijo Mabel.
- ¿Y nos va a sacar de aquí?- pregunto nuevamente Dipper, Mabel tardo un poco en responder le.
- No lo sé-
- ¿Cómo que no lo sabes?- dijo Dipper, en su voz se notaba lo irritado y nervioso que estaba.
- No lo sé porque no ha dicho nada, solamente se ha quedado callada y ha colgado- responde Mabel tranquilamente, no había que ponerse así en estos momentos.
- No va a venir y aún tengo que prepararme para lo de mañana- confiesa Dipper derrotado.
- Yo creo que si y que tendrás tiempo para eso. Por cierto, ¿qué planeas hacer para mañana?- dice Mabel con positividad.
- Mabel, ¿Crees que después de todo lo que ha pasado esta tarde, te voy a decir sin problemas lo que planeo hacer con P mañana?- dice sarcásticamente Dipper.
- Debía intentarlo por lo menos- responde Mabel.
Los mellizos Pines se quedaron en silencio después de eso esperando que pasaran el tiempo, Mabel había encontrado en la celda una armónica y se puso a tocarla mientras que Dipper rayaba la pared cada hora que pasaba. A las 9 y media de la noche, aparece un Robbie uniformado enfrente de ellos.
- Pines os ha pagado la fianza, estáis libres. Y la próxima vez que hagáis una carrera de coches por Gravity Falls, aseguraros de que no os pille- dijo Robbie abriendo las celdas para que pudieran salir, al encontrarse fuera de sus celdas se miraron confusos.
Al salir por el vestíbulo de la comisaria se encontraron con Pacifica en su uniforme y junto con ella se encontraban Candy y Grenda.
- ¡Chicas estáis aquí! Me alegro mucho de veros, ¿sabéis cuanto las amo?- exclama Mabel a punto de abalanzarse sobre el grupo, pero es impedida por una mano.
- Me voy toda una mañana para recoger a Grenda del aeropuerto y al llegar, me entero por parte de Elise que estás en comisaria con tu hermano. ¿Es que acaso no puedo dejarte ni un momento sola sin que cometas una locura?- pregunta Candy seria. Candy es el tipo de persona que siempre mira el vaso medio lleno, pero en este momento el vaso había sido derramado sin pensar en las consecuencias y consideraba necesario que alguien llamará la atención sobre estas consecuencias.
- Estoy segura de que si supieras el motivo por el que estoy aquí, no estarías tan molesta conmigo- digo Mabel intentando abrazar a Candy, pero esta se lo impidió.
- Creo que tú y yo tendremos una conversación después sobre esto, pero ahora mismo creo que deberías agradecer a ella, quien a sido la que ha pagado la salida de ambos- dice Candy mientras señala hacia Pacifica. Dipper, quien no había hablado hasta ahora porque estaba recogiendo sus pertenencias, se acerca al grupo.
- Agradezco mucho que nos hayas sacado, no sé que haría sin ti- declara Dipper sin pensar en sus palabras, mientras que una rubia y su grupo de amigas sí.
- Omg, ¿dónde hay una cámara de video cuando una persona lo necesita?- dice emociona Grenda por lo bajo, esta había sido informada de todos los sucesos que habían pasado desde la llegada de Pacifica a gravity falls y actualmente era fan del Dipcifica. Nombre de la pareja por parte de Mabel y próximo proyecto de camisetas.
- No lo sé, tal vez, ¿llegar tarde a la quedada de mañana? Por ejemplo- confiesa Pacifica sin mirarlo por lo sonrojada que se había puesto.
- Ah...sí. No te preocupes, te lo recompensaré- dijo Dipper mientras se tocaba el pelo nervioso.
-Eso espero- termina de decir Pacifica mientras se daba la vuelta dignamente para salir de comisaria.
- ¿Por qué siento que esto es un kdrama?- pregunta Candy mientras miraba como salía la rubia.
- Porque es como si fuera un kdrama, Quiero decir, ¿dos personas que se encuentran después de mucho tiempo, que al principio se llevaban mal y ahora son amigos, que se tienen sentimiento y no saben como interactuar con la otra persona? Sin duda, se parece- explica Mabel animada mientras salía de la comisaria. Todas se habían salido afuera, dejando a un Dipper confundido.
- ¿Qué ha pasado?-
Esperemos que la cita, Dipper se encuentre más receptivo.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Por fin he terminado la universidad, he cogido inspiración para escribir y he podido traeros a vosotros un capítulo más.
Os lo recuerdo por si habéis perdido la esperanza, mi objetivo es terminarlo y no abandonarlo.
Ya puedes seguir la historia con el hashtag #Indeleblefanfic
0 notes
lilium025 · 2 years
Photo
Tumblr media
This is the new cover of my fanfic Indeleble, I hope you like it.
7 notes · View notes
lilium025 · 4 years
Text
Indeleble (GF)
Resumen:Los Northwest se han mudado lejos de Gravity Fall a Miami Beach (Florida) tras el Raromagedón, pero no a todos los integrantes de la familia esta feliz con esta decisión. Después de 5 años de abandonar el pueblo, Pacifica decide regresar a sus raíces en busca de un poco de libertad y nuevos comienzos
 .......................
 Gravity Falls no me pertenece
Capítulo 1 La Trotamunda
“No hay nada como volver a un lugar que no ha cambiado para darte cuenta cuánto has cambiado tú.”
“Un día más se pone el Sol en Miami Beach, donde en la Mansión Northwest se celebra la fiesta del año para celebrar el aniversario de Preston y Prisicilla Norwest. A esta fiesta nos acompañara  los multimillonarios y celebridades más conocidos, pero sobre todo la soltera más codiciada, Pa...”
Odio la prensa del corazón, son como buitres carroñeros esperando que hagas algo mal para despedazarte en vida y yo soy su presa favorita. ¿Qué podía hacer? Soy la hija de unos ricachones que aparecieron hace 6 años, sin pasado y con intenciones de asentarse en Miami, Florida. Es normal que llame la atención pero no tengo tiempo para eso, tengo una fiesta a la que asistir. Baje las escaleras de mármol blanco con la cabeza alta, portando un vestido que la iglesia clasificaría de pecado de color verde agua junto con unos tacones dorados y un peinado suelto.
Afuera en el jardín se encontraba reunida la gente bebiendo y celebrando junto a la piscina, un grupo dirigidos de camareros se encontraban con bandejas de comida y de cócteles por el lugar. Mientras tanto mis padres estaban en la entrada recibiendo a los invitados y sus costoso regalos, ¿qué sería una fiesta si una vajilla de mil dólares?
Me acerque hacia ellos con una amplia sonrisa – falsa, obviamente- y me incline ante ellos para saludarlos, normas de etiquetas que me inculcaron en la academia que asistí durante 2 años.
- Oh… Pacifica es bueno que te unas a nosotros por fin en este maravilloso día para tu madre y yo- decía Preston sin mirarme mientras saludaba a los invitados que llegaban.
- Si bueno, me he tardado un poco en elegir que ponerme. No quería decepcionar a nadie- digo poniendo me al lado de ellos.
- Seguro que te ha costado querida, pero la próxima vez no te tardes. La puntualidad es algo que se valora en nuestra familia, recuerda lo- me reñía Priscila de la misma forma.- Ahora haz nos el favor a tu padre y a mi y vete con tus amigos. No nos decepciones más, Pacifica.-
¡Dios mio! Que rabia.¿Porque no podía ser como los padres normales y preocuparse un poco menos de su reputación normal? Era inútil, nunca cambiaran. No respondí nada más y me fui hacía fuera. Para calmar me, cogí una de las copas de las bandejas de los camareros y seguí las risas estridentes que me conduciría a mi grupo de amigos, compuesto de hijos de cantantes, empresarios y multimillonarios famosos.
- ¡Madre mía! Que buenas estas, si no fuera la fiesta de tus padres, te juro que te llevaría a un sitio más privado a hablar. Ya sabes- exclamaba Richard en cuanto me vio, Richard era el hijo de un empresario amigo de mi padre, con el que hizo amistades desde Gravity Falls y quien nos ayudo en nuestra mudanza a aquí .Mi padre y su padre tienen la pequeña esperanza que acabaremos casándonos juntos en un futuro y compartiendo las riquezas de ambas familia pero no habían contado con un pequeño detalle, Richard es gay. Todo lo que aparenta es solo una fachada al igual que yo, menos mal que gracias a eso somos los mejores amigos del mundo.
- ¡Basta, Richard! Me haces sonrojar- digo de forma coqueta.
- Es verdad, Pacifica. Hoy estas esplendida, ¿De que diseñador es ese vestido que luces?- decía Lumila, una pija de Beverly Hills con la que tuve la ocasión de encontrarme en la academia de modales para señoritas y primogénita de una diseñadora de moda más conocida de New York.
- Lo he diseñado yo con las mejores telas que he mandado a coser con los mejores sastres- digo orgullosa de mi obra de diseño.
- Vaya, no sabía que eras diseñadora. ¿Te has planteado hacer unas practicas este verano para alguien? Creo que podrías aprender algo bajo la mano de una profesional como mi madre, si quieres.-
-No me había replanteado todavía lo que quiero hacer este verano, pero gracias por la oferta. Ya te llamaré si cambio de opinión – respondo con una sonrisa mientras bebo un trago de mi copa y me disculpaba para ir al baño. Richard me sigue por detrás y me alcanza entre la multitud de gente, llevando me a un pasillo aislado de la fiesta.
- Pacifica ¿estas bien?- me pregunta, cogiendo me de las manos. El tema sobre las vacaciones de verano era un asunto delicado para mi, pues él sabe mi historia con Gravity Falls y cuanto echo de menos ese lugar.
- Si, bueno, estoy un poco cansada. Esto de fingir que soy feliz y sonreír a la gente no es algo que me guste hacer- respondo mientras miro hacia un lado.
- Lo se y pienso que deberías decírselo a tus padres, ellos entenderán- dijo cogiendo me de la barbilla para que lo mirase.
- Ellos no entenderán, nunca lo entienden. Ya sabes lo que paso la ultima vez que intente convencerlos, me castigaron por semanas hasta que paso eso y nos mudamos. Ellos nunca me dejarán que sea feliz mientras que viva bajo su techo- le respondo con lagrimas a punto de caer.
Entonces Richard me abraza mientras lloro en su hombro y me acaricia el hombro. Este momento hubiera sido perfecto si la persona que me consolará fuera otra persona pero ahora mismo esta a 4 kilómetro en coche de aquí. Nuestro momento fue interrumpido por Priscila que caminaba apresurada hacia nosotros con una expresión preocupada.
- ¡Pacifica, cariño! Estabas aquí, me alegro de encontrarte. Oh, hola Richard, es un placer verte a ti también. Espero que estés disfrutando de la fiesta pero debo hablar con Pacifica sobre una cosa, si nos disculpa- habla apresurada mientras me cogía del brazo con fuerza y me llevaba hasta la cocina. Yo rápidamente me despedí de Richard y me deje llevar por Priscila. Al llegar a la cocina, Priscila echo al servicio con un movimiento de mano y una vez vacía esta se giro hacia mi.
- ¿Sabes donde esta tu padre?- me pregunto con una sonrisa en su rostro, era normal en ella que no frunciera el ceño mientras te hablaba con una voz seria pues esto te dejaba arrugas y su bótox le había costado muy caro.
- No lo he visto desde esta mañana, pensé que estaría contigo como sois uña y carne. A lo mejor se ha ido a trabajar de nuevo- digo mientras me servía una copa de champan de una de las botellas de la encimera. Priscila tan indignada como es, me pego una chaqueteada en la mejilla sin importar si me dejaría eso una marca después.
- Esto no es broma, se suponía que debíamos dar un discurso pero no lo encuentro. Si sabes donde esta, sería muy considerado de tu parte que me lo dijeras. Después de lo que has hecho esta mañana- decía mientras mirándome fijamente, si las miradas mataran yo no estaría entre nosotros.
-¿Estás bromeando? ¿Porque tendría que saberlo? Tu sabes que no asistiría a esta fiesta si no tuviera otra opción – dije mientras me enfrentaba a ella, mirándola por encima. No debía dejar que supiera que me había echo daño, sino ganaba.
- No estoy para tus niñatadas, si no tienes ni idea de donde esta, no me hagas perder el tiempo. Voy a buscarlo y no espero que estés aquí para escuchar el discurso- dijo dejándome sola en esa cocina. Si eso es lo que desea, eso es lo que le daré. Camine apresurada hacia mi habitación, chocando con el servicio y algunos invitados. Una vez allí me dirigí hacia mi armario y cogí una mochila, dentro eche ropa suficiente que necesitaría y objetos de aseo. Entonces mi puerta se abre por sorpresa y de ella aparece la cabeza de Olga, mi criada personal.
- Señorita Pacifica ¿que estas haciendo?-pregunta entrando apresurada mente cerrando detrás suya y acercándose a mi.
-Olga, por favor no me detengas, esto es algo que debo hacer por mi cuenta- digo mientras echaba más ropa a la mochila. Olga sin decir nada se acerco a mi y me ayudo a empacarla. Al terminar, me acerque a ella y le di una abrazo.
-La echare de menos, Olga. Por favor coge lo que quiera de mi armario, yo no lo necesitare pero se que tu sí. Quédate lo o véndelo. Ya no me importa- dije tras terminar el abrazo sujetándole ambas manos.
-Gracias, espero que tengas suerte en tu viaje querida.-
Y sin más salí de mi habitación y me dirigir hacia la entrada donde me encontré con Richard que estaba esperando al aparca coches.
-¡Richard!- grite y corrí hacia su lado, él se giro a verme sorprendido.
-¿Pacifica? ¿Qué haces fuera? No deberías estar dentro junto con tus padres ¿y esa mochila?- decía mirando me de arriba a abajo confundido.
-Se que es muy repentino pero necesito tu ayuda, necesito que me lleves al aeropuerto enseguida- apresurando detrás mía por si salia mis padres a buscarme.
- Vale entra- me dice mientras entra en el coche de ultima gama y se ponían en marcha conmigo de copiloto. Nos alejamos de allí a toda velocidad, dejando la mansión y mi vida atrás. Una vez llevado unos minutos de viaje, decidí que era tiempo de explicarle mis motivos.
- Seguro que te estas preguntando porque necesito que me lleves al aeropuerto en un día tan importante como este- comienzo a explicar.
- En realidad estaba pensando si tenía posibilidades con el camero moreno de la fiesta pero lo tuyo parece más importante, así que dime nena- responde en broma mi amigo mientras conducía.
- La respuesta es si y necesito que me lleves porque estoy huyendo y necesitaba un coche para escapar- tras mi confesión, mi amigo hace un gesto dramático y me mira sorprendida como aquella vez que le dije de hacerme un tatuaje.
- ¿Por que harías eso criatura? Acaso es ¿por el dinero?¿La fama?¿Estas embarazada? ¿Quién es el padre? No, mejor. ¿Quién será el padrino?- empieza a preguntarme mi amigo alarmado a lo que le interrumpo antes de que se fuera por las nubes.
- No es nada de eso, es por mis padres. Siempre han querido que fuera como ellos y que me juntará con las personas que ellos querían.-
-¿Y qué tiene de malo ser rico y salir con gente importante?-
- Que no es la clase de vida que quiero vivir, quiero ser una persona normal. Tatuarme, salir de fiesta y hacer escándalos que no se transmiten en la prensa rosa. Quiero salir con quien quiera y que mi relación no se convierta en un negocio. Si me entendieras, harías lo mismo- digo seria mirándolo fijamente. Estaba claro en su mirada que lo había entendido mi discurso y con un suspiro me dice:
- Te entiendo, Pacifica. Pero no todos tenemos la suerte que tienes de ser libres de la vida que tienen, al menos yo solo tengo que esperar a que mi padre se jubile y me deje la empresa para que sea legalmente mía y pueda dejar de fingir algo que no soy. Aun así quiero que sepas que sea lo que sea, yo te estaré apoyando y espero que consigas un chico tan fabuloso como yo-
-Gracias, yo también lo espero- respondo apoyando mi mano sobre su hombro en muestra de mi cariño. Tras un largo viaje en carretera llegamos al aeropuerto de internacional de Miami, donde compre mi billete con dinero en metálico y me despedí de mi amigo. Para dificultar que me encontrarán tan rápido, utilice un pasaporte falso de calidad que conseguí hace tiempo por uno de mis contactos durante una fiesta en un yate.
Tras subir en el avión y que hicieran los procedimientos de seguridad, este voló hacia el aeropuerto de internacional de San Francisco, California. En el vuelo, planifique como iba a moverme desde San Francisco a Oregon pues no tenía conmigo un coche o un chófer personal que me llevará. Debería de utilizar el transporte publico, menos mal que aun me faltaba mucho para gastar el dinero que llevaba conmigo. Tenía suficiente para el viaje y para encontrar una habitación para dormir.
En las 6 horas siguientes, me dedique a mirar el paisaje a través de la ventanilla del avión, ha descansar como podía o leer la novela que me había traído conmigo en la mochila.
En cuanto llegue a San Francisco, me dirigí hacia la estación de autobuses más cercana, no sin antes  pasar por los baños del aeropuerto para cambiarme de muda y pasar desapercibida entre la gente. Eran las 5 de la tarde, la calle estaba abundada de gente y no encontraba una parada o estación de autobuses cercana. Gracias al destino que me encontré con una amable familia de aspecto no cuestionable que accedieron ha llevarme hasta su siguiente parada. Durante el camino, la familia me contó sobre su tradición de viajar cada verano por los estados en una caravana familiar que llevaba en la familia 2 generaciones y como se divertían haciéndolo cada año. En mi familia no hacíamos cosas de ese tipo, lo más cercano a una tradición era ir de compras a Francia cada temporada para ir a la moda. Al poco tiempo tuvimos que separar nuestros caminos, me despedía cortés-mente de la familia que emprendió al momento su viaje.
La gasolinera en la que me encontraba parecía poco frecuentada por el aspecto descuidado, al entrar  me dirigí hacia el mostrador donde se encontraba una señora mayor mascando un chicle y limándose las uña sobre el montador. Algo un poco anti-higiénico a mi parecer.
-Perdone, ¿sabes donde puedo encontrar un autobús que vaya hacia Oregon?- pregunte mientras miraba mi alrededor.
- La única parada que va directa a Oregon esta a un kilómetro de aquí, dudo que llegues a tiempo de cogerlo, Barbie- decía la mujer apuntándome con su lima hacia mi.
- ¿Hay una posibilidad de llamar a un taxi que llegue rápido?- vuelvo a preguntar con esperanza.
- Lo dudo, sera mejor que empieces a andar ya o tendrás que buscar un motel donde pasar la noche. Y le aseguro que no es como la Mansión de Malibu de la que saliste- dice amargada la señora. Sin otra cosa que hacer, empece mi camino a pie hacia Oregon. Mi móvil estaba a punto de acabarse la batería y el sol empezaba a ocultarse sobre el horizonte. Mientras caminaba hacia autoestop esperando a que un coche se parase a por mi y que este no fuera un asesino o un secuestrador aunque las dos cosas llegaban a ser lo mismo.
Al rato un Giulia 1600 se aparca enfrente mía esperando, yo acelero el paso y me asomo sobre la ventanilla bajada del copiloto. El conductor tenia cerca de mi edad, llevaba una camisa a cuadros roja una camiseta blanca y una gorra desgastada de leñador marrón. Por culpa de la poco luz que quedaba, no podía apreciar bien sus rasgos pero no tenía pinta de secuestrador. Aunque los secuestradores no parecen secuestradores, tendré el tacón a mano por si intenta sobrepasarse conmigo.
- Hola, ¿a donde se dirige?- pregunto el chico sin mostrar su rostro todavía, tenia un carácter tímido.
- Me dirijo hacia Oregon, si fuera tan amable de llevarme a hasta allí o la parada más cerca. Le pagare si hace falta- digo amablemente.
- No hace falta, yo la llevare sin cobra le nada. Además yo también me dirigía hacia Oregon- menciono el chico abriendo la puerta del copiloto y la empujaba. Yo entre en esta, sin antes dejar la maleta en la parte de atrás junto a las cosas del tipo. Había muchas cajas apiladas sobre el asiento trasero, al parecer se estaba mudando o algo parecido.
- Gracias por recogerme, seguro que no estas acostumbrado a recoger a extraños que vaga por la cuneta- dije intentando establecer una conversación con mi rescatador.
- Bueno no es algo que hago habitualmente pero te he visto caminar sola y no he podido evitar dejarte así con los peligros que hay por la noche- dice mirando hacia la carretera en todo momento.
- ¿Entonces me has recogido por pena? Bueno, no te culpo. Yo también me tendría pena- comento, la noche había caído por fin y en la carretera solo se podía apreciar el camino iluminado por los faros y las siluetas de casas y arboles.
- No es eso, al contrario, yo doy pena. Estoy realizando este viaje solo, porque decidí hacer unas practicas para el currículo, en vez de irme con mi hermana a la casa de mis abuelos en Oregon- menciona avergonzado, se notaba el leve sonrojo bajo la poco luz de los faros.
- Ah...entonces te he sentías solo y te he venido bien. Cool, cool,cool- dije mirando lo para luego regresar mi vista hacia donde estaba mi maleta y girarme de nuevo.- ¿Para que son todas esa cajas?¿Te mudas?- pregunto curiosa sin poder evitarlo, estaba integrada.
- ¡Ah, eso! Es que me voy a mudar con mis abuelos, he decidido cambiar de aires. Siempre me ha gustado visitarlos y siempre me he sentido bien con la gente de allí que donde estaba viviendo- dice, su voz se notaba algo cansada, al parecer el tema le ponía nostálgico.- ¿Y tú? ¿Porque viajas sola con una maleta y mochila?-
- Bueno...es complicado- empiezo a decir nerviosa.
- Tenemos mucho tiempo, no te preocupes.-
- A ver como empiezo, eh...Me he escapado de mis controladores padres- digo con duda.
- Vaya ¿ y querían que te casaras con alguien por el estilo o que?- pregunta al aire, yo sin más me quedo callada un rato sin mirarlo- ¿Es enserio? ¿También quieres que te cases con alguien? ¿En que siglo viven?- comenta sorprendido por mi silencio.
- Si bueno, eso no le hubiera salido bien. El tío con quien me querían emparejar es gay y ambos estamos de acuerdo que nuestros padres son una mierda- digo intentando pasar de tema.
- Bueno, una vez que ya nos hemos hablado sobre nuestras vidas y que no eres una asesina en serie, creo que debería presentarme- dice finalmente después de un rato.- Me llamo Mason- se presento, maniobrando con una mano para que se la estrechara.
- Elisabeth- y le dije finamente y le estreche la mano con fuerza. Mason tenía algo que me hacia confiar en él, aunque para mi era un completo desconocido aun.
Estábamos entrando a Oregon, estaba emocionada de encontrarme con los bosques que rodeaba Gravity Fall y con sus rarezas. En mi cabeza tenía dudas sobre que cosas encontraré allí y si me aceptaran después de lo que les hice sufrir cuando era una niña. Solo quedaba esperar a que todo saliera bien y sino, siempre puedo hacer autoestop a las vegas. Seguro que la idea le hubiera gustado a Mabel o Richard, mierda… Se llevarían genial, aunque seguro que Mabel intentaría convencerlo de salir con ella antes de convencerse que no lo puede volver hetero.
El resto del camino estuvimos en silencio, yo decidí quitarme estos pensamientos durmiendo y me recosté sobre el asiento. Ojalá todo saliera bien.
4 notes · View notes
lilium025 · 4 years
Text
Indeleble (GF) 3
Resumen:Los Northwest se han mudado lejos de Gravity Fall a Miami Beach (Florida) tras el Raromagedón, pero no a todos los integrantes de la familia esta feliz con esta decisión. Después de 5 años de abandonar el pueblo, Pacifica decide regresar a sus raíces en busca de un poco de libertad y nuevos comienzos
 .......................
Gravity Falls no me pertenece 
Capítulo 1 | Capítulo 2
Capítulo 3 Poli Arcoiris
Lo irónico de las mentiras es que quieres descubrir una y terminas descubriendo las todas”
La comida paso con normalidad, el tema que se daba a hablar en la mesa era sobre Gravity Falls y que había cambiado en un año. Al parecer me había perdido bastante, intente ocultar mis caras al escucharlo mirando mi ensalada.
-Wendy había heredado la empresa familiar junto con sus hermanos pequeños menos su hermano mediano, que decidió dedicarse a la lucha libre y quien se había convertido en campeón de temporada. 
 -Grenda tenía una relación de 5 años a distancia con Marius von Fundshauser , según comentaba Mabel, se escuchaba campanas de boda a distancia. 
 -Gideon había decidido abrir un lugar de control de la ira recientemente, pero al igual que la Carpa de la Telepatía parecía una farsa para timar a la gente y que se gaste un montón de dinero en sesiones. 
 -Sheriff Blubs y Oficial Durland habían adoptado un bebe y le pusieron de nombre Kevin Blubs-Durland. 
 -Robbie Valentino ahora estaba en formación para convertirse en policía y hacía practicas en la comisaria. 
 -Tramby era una influencer de primera, patrocinaba productos de todo el mundo sin mover un dedo, como todo lo que hace en su vida. Todavía mantenía una relación amorosa con Robbie pero los curiosos apostaban como cortaran pero esa apuesta termino después de 3 años de relación. 
-Nate y Lee se convirtieron en youtuber y hacían videos de riesgos, probando los retos y atracciones más extremos de los estados. 
- Tyler Ruedabueno seguía siendo alcalde y nadie se quejaba de sus reformas. Y el Viejo McGucket había recuperado el contacto con su hijo, ahora ejercía el papel de padre y próximamente abuelo. 
Me parecía fantástico como había cambiado la gente en 6 años mientras que yo no había echo nada en mi vida excepto fingir mi vida. Aunque pensando lo bien estoy fingiendo ahora mismo diciendo ser una persona que no soy, mi vida era una mentira. 
- Bueno, Elise, cuéntanos sobre ti. ¿Como es que has terminado en este pueblucho corriente?- me pregunto Ford. Al escucharlo por casi me atraganto con una rodaja de tomate pero logre recomponerme. - Bueno Señor Pines...- empiezo a hablar.
-Llamame Ford.- 
- Ford, mi historia es complicada. Soy hija única de unos empresarios tradicionales que querían que fuera como ellos pero yo no podía ser su esclava personal y decidí fugarme- digo resumiendo mi triste vida en una frase. - ¡Increíble! Tu vida parece una trama de una telenovela de tele por cable- decía entusiasmada Mabel.
- Solo falta un chico guapo y un matrimonio arreglado.- 
Al igual como le conté a Dipper mi historia, me quede callada mientras bebía mi vaso de agua sin hacer contacto visual con nadie. 
-Vaya señorita, por un momento me he vuelto a sentir joven. Al menos esa parte de tu vida no puede ser tan mala- comenta Ford.   
-Jajajajajaaja, la verdad es que no fue tan malo, es gay y mi mejor amigo. Me ayudo a escapar lejos de mis padres- digo alegremente recordando a Richard y su estilo de diva poderosa cuando estábamos a solas. 
- Vale, tienes el matrimonio arreglado ahora solo falta el chico guapo que te rescate, lo haría yo pero entre lo que estamos aquí, soy más de chicas alocadas- dice Stan dándose aires de superioridad, todos nos reímos sobre esto menos Mabel que se encontraba en su mundo y volvía a la realidad enseguida. 
- Entonces, Elise, ¿estas diciendo que no hay nadie especial en tu vida ahora mismo?- pregunta ocupando mi espacio personal mientras me clavaba sus ojos sobre mi. 
- Si, no tengo nadie “especial” en mi vida ahora mismo. ¿Por que preguntas?- pregunto mirándole con curiosidad, pensando en Richard para no pensar en Dipper y sonrojarme. 
-Porque tengo que ir al baño ahora mismo, me acompañas- dice apresuradamente arrastrando me hasta el baño en contra de mi voluntad. 
Mabel cerro la puerta detrás suya, yo estaba en una esquina entre el lavamanos y el retrete. Sin tocar la pared porque no sabía quien había entrado o limpiado aquí. Mi mirada se cruzo con su mirada de loca y lentamente se acerco hacia a mi.   
- Elise...- empieza a decir Mabel tranquilamente, yo me encogí en mi sitio, creo que no me importará si esta limpio el sitio si estoy a punto de morir posiblemente.  
- Si me vas a matar, al menos enviando le un mensaje a mi ex prometido gay con el código 152- digo apresuradamente ocultando mi cara con mis manos. 
-¿Qué? No te voy a matar, te voy a ¡Flechar!- exclama Mabel sacando de su bolsillo un libreta pequeña rosa con brillantina, la cual se cayo más brillantina de dentro de esta. 
-¿Flechar? Una tortura muy medieval pero quien soy yo para decir como torturar a la gente- digo encogiéndome de hombros.   
- No, tonta. Me refiero a que te voy a ayudar con mi hermano- dice abriendo su libreta brillante y sacando de su alborotado pelo un lápiz. 
- ¿A que te refieres con ayudarme con tu hermano?- pregunto nerviosa, pensaba que no había sido tan obvia. 
- Me refiero a que me considero una ayudante de cupido y como tal, es mi deber juntar a dos personas que combinan tan bien juntas- dice apuntándome con su lápiz y anotando que no podía ver desde donde estoy.- Vale, empecemos. ¿Motivo de ruptura en tu ultima relación? 
- ehhh...¿era gay?- 
-¿Como quieres que te conquisten?- 
-Que me conozca como soy.- 
-¿Qué quieres que te regalen en una cita?-
-Una cita intima, supongo. ¿Porque te estoy contando esto a ti?- 
- Shhhh… deja me continuar. En una pelea ¿como actuarias?- 
- Hablaría las cosas pero la verdad no se que decirte.- 
-¿Como te escapas de una situación embarazosa?- 
-Excusando me con una salida de amigos.-
-No tengo ninguna duda, sois compatibles- dice emocionada. 
- ¿Co-mo sa-bes que funciona ese test? No esta demostrado que sea verdad- dijo  apuntando hacia su libreta. 
- El test funciona, yo lo probé conmigo misma y con mi pareja- responde mientras cerraba su libreta y se acercaba al espejo para retocarse el pelo. 
-¿Tienes novio? Tu hermano no me había dicho que tenias uno- digo feliz por ella. 
Mabel dejo de peinarse en el espejo y me miro, su cara alegre paso a una seria y se giro hacia a mi.  
-¿Novio? ¿Quién ha dicho que tengo un novio?- dice haciéndose la inocente mientras intentaba salir del baño pero yo impedí su escapada.   
-Los has dicho tu, antes con el test, habías dicho que lo has probado con tu pareja- digo esta vez acorralándola yo contra la pared del cuarto de baño.   
- ¿Lo he hecho?- pregunta a lo que yo asiento, entonces ella suspira y mira hacia el suelo.- Es complicado. 
-Yo entiendo de cosas complicadas, ya lo sabes- digo dándole un voto de confianza. 
- Llevo 2 años de relación con mi pareja, no le hemos dicho nada a nadie porque no sabíamos como iban a reaccionar a la noticia- aclara jugando con sus manos. 
- Eso debe ser duro para ti, ocultar tu relación de todos y no poder decirlo. No que salieras con un criminal- digo pensando un poco en mi y en como me escondo de los demás. 
- No es criminal, es una...- dice Mabel susurrando esto ultimo sin que pudiera escuchar su secreto. 
- Perdón pero no he podido escuchar bien, ¿tu pareja es…?- 
-Estoy saliendo con una chica- confiesa mirando me a los ojos, esperando en mi una reacción. 
¡DIOS MIO! ¡Esto era increíble! La chica a la que le hice la vida imposible durante un verano, quien me llegaba chismes sobre como estaba buscando un amor de verano tanto a turistas como a los habitantes de Gravity Falls, estaba saliendo con una chica.   
- Madre mía, esto no me lo esperaba, me esperaba más que salieras con un psicópata como Gideon. Por lo que vi estabais como saliendo una temporada y que finalmente salio mal. Estuve una tiempo burlándome de vosotros pero eso era antes de...- digo dándome cuenta que me había descubierto mi fachada. 
-¿Como sabes de Gideon? Solo saben de eso las personas que estuvieron en el verano del 2012 en Gravity Falls y mi Ford porque se lo conté pero a ti no, ¿Quién eres, Elise?- dijo en posición de defensa. No me esperaba que Mabel Pines fuera la que me iba a descubrir pero tampoco esperaba que le gustarán las chicas. 
- En primer lugar no me llamo Elise, Elise es el nombre que utilizo con extraños por si termina siendo secuestradores o peor. Y en segundo lugar, se sobre Gideon porque estuve en el verano del 2012, soy Pacifica Northwest- confieso dando le la espalda porque no podía afrontar la realidad de frente. Hubo un silencio incomodo por un rato hasta que noto como unos brazos me abrazan.
- Me alegro de verte de nuevo, Pacifica.- 
Esas simples palabras era lo que había deseado escuchar desde que me fui de Gravity Falls hace 6 años, me puse a llorar en silencio mientras Mabel no dejaba de abrazarme. Creo que ambas hubiéramos seguido en ese cuarto de baño, llorando y abrazándonos, si no fuera porque alguien hubiera tocado la puerta. Nos arreglamos, intente ocultar que había llorado y salimos de allí. Al volver a la mesa, los chicos habían pedido los postres y estaban esperando nos. 
- ¿Por que habéis tardado tanto?- pregunta Dipper mirándonos a ambas. 
- Ya sabes Dipper, cosas de chicas- le responde Mabel, dejando por zanjada el tema y comiendo su helado mientras me daba una mirada de cómplice.  
Después de haberme confesado ante Mabel, me sentía aliviada como si me hubiera quitado un peso de encima. Finalizada la comida, la familia Pines y yo salimos al aparcamiento. Mabel me aparto del grupo otra vez y me acorralo contra el capo de un coche. 
- Mabel, se que te gusta las chicas pero no sabía que te gustaba los juegos de roll- digo en broma mientras me recuperaba. 
- Paz, por favor, no es momento para bromas- dice Mabel sonrojándose.- Debes decirle la verdad a Dipper o se dará cuenta por él mismo y no se como se lo tomara.- 
-No puedo decirse lo ahora, no sabemos como reaccionara. He viajado con él en coche, porque piensa que soy una persona cualquier. No sabe que soy la niña rica que estuvo molestando a su hermana durante un verano entero y si lo descubre seguro que todo sera como antes de irme- digo mirando hacia atrás viendo a Dipper hablando con sus tíos. 
- Pacifica, la gente cambia, estoy segura que Dipper te perdonará al igual que lo he hecho yo.- 
- Gracias pero ahora no es un buen momento, necesito buscar un sitio para quedarme y pensar en que le diré mientras- digo mientras salgo hacia donde están los demás hablando. 
- Bueno niños, Ford y yo nos tenemos que ir a la cabaña para ayudar a Soos en la fiesta que esta organizando por vuestra mudanza- dice Stan caminando hacia el coche junto a Ford.   
- ¡Cuidaros!- se despide Mabel mientras veíamos como el coche circulaba lejos del restaurante.- Bueno, Elise, ¿donde te hospedas?- pregunta girándome hacia mi con la sonrisa del gato de Alicia. Oh no… 
- Pensaba quedarme en algún motel hasta que encontrar otro lugar donde dormir- digo sonriendo le de vuelta pero con una mirada que decía “¿Qué haces?”. 
- No puede quedarte en un motel, no sabes quien ha estado allí antes de ti, queda te con nosotros- dice Mabel acercando se hacia mi y poniendo un mano sobre mi hombro. 
-NO-o hace falta, creo que podre vivir con eso, Mabel- digo apartando sutilmente su mano de mi hombro.   
- Insisto.- 
-Insistimos- dice Dipper entrando en la conversación sonriendo, no puedo con este hombre.   
- Lo ves, Elise, IN-SIS-TI-MOS- vuelve a decirme Mabel pero poniendo énfasis en lo ultimo. 
- Bueno si no os molesta que me quede, vale- digo rendida ante la insistencia de ambos hermanos. 
- Entonces vamos, estoy ilusionada de que veáis el apartamento- dice Mabel ilusionada hacia el coche de Dipper. 
- Perdón por mi hermana, le gusta ayudar a la gente al igual que yo- dice Dipper cuando estamos a solas. 
- No te preocupes, de alguna no me apetecía dormir en una cama con bultos esta noche. Así que gracias- digo encogiendo me de hombros. 
- No hay de que pero vayámonos antes que Mabel rompa el manillar de la puerta.- 
Hoy había sobrevivido a un interrogatorio, me había confesado a la persona que menos me esperaba hacerlo y dormiría en la casa del chico que me pone nerviosa cada vez que habla. Cualquiera diría que es un logro pero para mi es la entrada de un lobo, espero llegar a mañana para contarlo. 
----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Antes de nada quiero aclarar el tema de Mabel en la historia:
Ella es Bisexual. 
Sus familiares no son homofobicos, el caso es que ella esta preocupada sobre como se comportaran después de confesarse, no quiere que todo sea raro entre ellos o que tenga un trato diferente. 
No tengo pensado que termine con Gideon o al menos en esta historia por ahora.
Respeto a todos los ships del fandom de Gravity Falls y espero que respetéis este ship igualmente. 
1 note · View note
lilium025 · 2 years
Text
INDELEBLE(GF) 11
Resumen: Los Northwest se han mudado lejos de Gravity Fall a Miami Beach (Florida) tras el Raromagedón, pero no a todos los integrantes de la familia esta feliz con esta decisión. Después de 5 años de abandonar el pueblo, Pacifica decide regresar a sus raíces en busca de un poco de libertad y nuevos comienzos
.......................
Gravity Falls no me pertenece
Capítulo 1 | Capítulo 2 | Capítulo 3 | Capítulo 4 | Capítulo 5 | Capítulo 6 | Capítulo 7 | Capítulo 8 | Capítulo 9 | Capítulo 10
Capítulo 11  “Sinag”
“Nadie encuentra su camino sin perderse varias veces”
---------
          ---
                                         En el capítulo anterior…
                                                          .
                                                          .
                                                          .
                                            “ No te perdono...”
                                        “Tienes que creerme...”
.
                                                        .
                                                      ---
[Narra Pacifica]
“Por favor, Dipper. Tienes que creerme...” suplico a Dipper, no podía estar pasándome esto. Quería tiempo para demostrarle que había cambiado, quería regresar, pero no como una Northwest sino como solo Pacifica. Quería que me viera como era y me aceptara, pero tal vez el error fue pensar que podía regresar como si fuera alguien más.
Entonces como si de algo tirará de Dipper, se aleja flotando hacía alguna parte que no alcanzo a visualizar y me quedo sola a la luz del flash de mi móvil. Y siendo así, empece a llorar y me abracé desconsolada. Era bastante buena manteniendo la compostura en situaciones aplastantes, pero esta me superaba con diferencia. No supe cuanto estuve ahí abajo llorando, hasta que la misma fuerza que empujo a Dipper me llevo de regreso a Mabel que me esperaba preocupada al lado del hoyo.
Nada más verme, supe que estaba hecha un desastre y salto a abrazarme con fuerza. No pude corresponderle el abrazo con la misma intensidad pues me sentía abatida de la vida y únicamente quería acurrucarme en una esquina.
Durante todo el camino a casa de los mellizos, Mabel estuvo disculpándose conmigo por todo y diciéndome que las cosas se arreglarían. Pero yo sabía que no iba a ser mi caso. Al llegar a la casa, esta se encontraba vacía y silenciosa. Mientras corría a encerrarme en la habitación de Mabel, visualice la puerta de Dipper abierta y no pude evitar echar un ojo en ella. Algunos libros de su estantería, diario y mochila habían desaparecido de su lugar, lo que supuse que Dipper no volvería a casa esa noche. Lo que me puso aún más triste y me escape a encerrarme en la habitación.
En algún momento el recuerdo de esa noche se volvió borroso, entre el llanto y la lástima dieron las 12 de la noche y caí rendida ante el sueño.
Al despertar, el otro lado de la cama se encontraba ocupado y me giré levemente para descubrir a una Mabel en el quinto sueño y una nota sobre su frente que ponía: “Hay pizza en la cocina”. Me levanté despacio para no despertarla y me encerré dentro del cuarto de baño. Mi cara ante el espejo era el vivo ejemplo de la tragedia: el maquillaje descompuesto, ojeras del cansancio y una mueca de tristeza.
-Eres patética- me dije tras apartar mi mirada del espejo y me lavaba la cara con agua y jabón. Aunque me gustara la idea de volver a la cama y no salir nunca, había conseguido un trabajo que ahora no sé si quería y empezaba dentro de una hora. Aún podría llorar a la hora del descanso.
Cuando llegue al sitio, estaba ya abierto y el olor a café recién echo inundaba el lugar. Nada más entrar fui recibida por el alegre humor de Susan, quien no comento nada sobre mi aspecto al verme y se lo agradecí. Camine hacía el vestuario rápidamente, donde me esperaba mi uniforme rosa y delantal; me los puse enseguida y comencé a preparar me para los primeros clientes. Aunque estaba segura de que no lo vería hoy, no pude evitar mirar hacia la puerta para ver si era Dipper quien entraba por ella. A la misma vez, me reprendía internamente por pensar que fuera así pues estaba segura de que él no vendría hoy y dudo que en mucho tiempo se acercara a tomar café. No fue hasta llegado el medio día que el sitio se llenó de clientes hambrientos y me vi deseando un milagro, cuando la puerta del restaurante se abrió dejando paso a la persona que tanto había echado de menos desde que llegue a Gravity Falls.
- Hola, Pacifica querida- dijo Richard saludándome con su movimiento de dedos ágiles, no lo podría creer. ¡Mi mejor amigo estaba en Gravity falls! ¿Qué hace aquí?
-¡Richard! ¿Qué haces aquí?- digo acercándome entusiasmada hacia el rubio, quien vestía una camisa hawaiana rosa y unos pantalones cortos blancos con unos tenis de mismo color. -¿Y por qué vistes así, te han robado en el aeropuerto o algo?- digo en broma mirando su conjunto.
- Que va... voy de incógnito. Ya sabes de “persona promedio”, ¿no lo ves?- dice entusiasmado mientras se quitaba las gafas de sol y las ponía en su bolsillo de la camisa. - ¿A que estoy fabuloso? Estoy seguro de que no has visto a nadie que luzca tan bien en una camiseta así que a mí- comentaba mientras sacaba su móvil para mirar su reflejo.
- Pues la verdad es que luces… llamativo. Si, muy tú. Pero a la pregunta de antes, ¿qué haces aquí? ¿En gravity Falls?- digo intentando llamar de nuevo su atención a la conversación.
- Gracias, pues estoy aquí en Gravity Falls para verte. ¿No es obvio? Sentemos no en algún sitio y te explico todo, querida- dice mientras nos dirigía hacia un puesto vació, pero lleno de platos sucios.- Uf ¿ cómo es que nadie limpia esto? ¿ Cuánto tenemos que esperar para que se lo lleven de nuestra vista? Voy a llamar a alguien, ¿si? - dijo Richard a punto de avisar a mi jefa, pero enseguida le interrumpo.
- Richard, eso no hace falta que lo hagas porque... trabajo aquí- digo mientras cogía una bandeja de la barra y recogía la basura de la mesa. Al momento que le confieso a Richard sobre mi nuevo trabajo, su mirada se dirige rápidamente al uniforme de camarera que llevaba puesto y se sonroja. Creo que me quedo corta si digo que mi amigo es un poco despistado a veces, pero aun así lo adoro por ello.
- Ay perdón P, no me había dado cuenta de que estabas trabajando. Pensaba que estabas desayunando aquí después de una gran fiesta de disfraces de los años 60 y que tú ibas de camarera. Solo te falta los patines de rueda y listo- dice mientras se peinaba nervioso un pelo detrás de la oreja.
-jajajajajajajja… Pues la verdad es que sí, se parece un poco a un disfraz, pero en verdad es el uniforme del trabajo. Lo que me recuerda que aún no estoy en mi descanso, si quieres pide algo y luego hablamos ¿si?- digo mientras me marchaba con la bandeja a la cocina.
Nada más desaparecer por las puertas, le envié un mensaje a Mabel para que distrajera a Richard y así también grabar la reunión. Ver este encuentro es como estar en primera fila con el Big Bang.
A los minutos del aviso, un coche derrapa en el aparcamiento del restaurante y sale una Mabel emocionada, quien es perseguida por detrás por una Candy algo mareada. ¿Cómo ha obtenido su carnet esta chica?
- ¡Hola P! He salido corriendo en cuanto he visto tu mensaje, ¿dónde esta ese Richard, “prometido tuyo”, del que hablamos por mensaje?- dice asaltándome con su energía positiva e hiperactividad.
- Está en esa mesa de allí, pero no hagas nada hast- digo para ser escuchada por la nada, pues Mabel ya había ido a asaltar a mi mejor amigo, quien se encontraba tranquilo tomando una limonada sin azúcar. Pobrecito, sabía que debía haberle avisado primero sobre Mabel, pero se las apañara.
-¡Hola! ¡Hola! ¡Hola! ¡Hola! ¡Hola! ¡Hola! ¡Hola! Me llamo Mabel Pines, tú debes de ser el famoso “Richard”. Encantada de conocerte, me encanta tu camiseta hawaiana, ¿todos los Miami vestís así o solo pasan en las películas?- dice Mabel mientras ocupaba el asiento del frente de Richard y le sacudía la mano con entusiasmo, Richard, por el contrario, estaba agobiado de tanta energía espontánea.
- ¿Esos son muchos “holas”? ¿No?- responde Richard analizando a mi amiga morena, mientras que su novia se sentaba a su lado como podía, pues seguía algo mareada del trayecto.
- No los suficientes, he saludado el número de veces de letras que tiene tu nombre. Ocho veces. ¿Por qué te llamas Richard, no? ¿O me equivoco?- dice alegremente mi amiga mientras cogía un menú de postres de la mesa y lo leía.
-Sí, soy Richard. El mejor amigo “gay” de Pacifica, seguro que habrás oído mucho de mí, básicamente Pacifica no puede vivir sin mi presencia Alpha. ¿Tú me entiendes? ¿Si?- dice al final Richard tras salir de su análisis, no había respondido borde. Bien.
- Si, te entiendo. Yo también soy una melliza Alpha- responde Mabel sin apartar la mirada del menú.
- Vaya que graciosa es esta chica, Pacifica. ¿De dónde os conocéis?- dice divertido el rubio girándose a verme, se caen bien. ¡Genial!
- Richard, ya te he hablado de Mabel. Es la chica con la que me… ya sabes. Ehhh… tuve una rivalidad cuando vino el primer verano que estuvo. Es Mabel, sip- digo mientras me sentaba al lado de mi amigo, para mí era un poco difícil hablar sobre ese verano pues me siento ahora un poco ridícula al analizar mi comportamiento pasado y ver que de verdad me comporte como una niñata pija. Bueno, siempre puedo culpar a mis padres por la forma en la que me educaron.
- No puedes ser… ¿Esa Mabel? O-M-G, chica me tienes que enseñar una foto de tu hermano. Sinceramente, creo que es la única razón por la que Pacifica está aquí perdida y no perdiéndose las fiestas en yates que celebra mi familia- dice entusiasmado Richard mientras se apoyaba con interés sobre la mesa, mientras miraba hacia Mabel.
- Nosotras también lo pensamos, pero ella es muy testaruda como para admitir que en parte este viaje es por él- habla por primera vez Candy mientras se ajustaba sus gafas sobre el puente de su Nariz. Richard se da cuenta de su presencia, Candy podría haber pasado desapercibida para él si no fuera por su comentario.
- Ay perdón linda, no te había visto. ¿Cómo te llamas? ¿Y como es que tienes mucha razón?- dice Richard ofreciéndole la mano para estrecharla en modo de saludo, lo que Candy acepto amablemente.
- Hola, me encanta tu personalidad extrovertida. Soy Candy, novia de Mabel- dice Candy susurrando la parte de novia, hasta que Mabel no le confiese sobre su sexualidad a su familia, no tenía por qué enterarse todo el pueblo antes. Sin embargo, estábamos entre personas de confianza.
- Ohhhhhh por eso dijiste eso, la última vez que hablamos por teléfono. Ahora todo tiene sentido, pero que sepas que sigo siendo tú número 1, Pacifica.- dice Richard, sacando su lado celoso- diva.
- No he podido encontrar una foto de Dipper en la que se vea presentable, solo uno sin camiseta en la piscina- comenta Mabel, girando su teléfono hacia nosotros. Que manipuladora es cuando se lo propone, ¿cómo no iba a tener una foto de Dipper con camiseta? El chico no se pasa la vida semidesnudo, estoy segura de eso.
- Madre mía chica, seguro que por la calle te gritan cuñada al ver tu hermano. Ahora entiendo todo, yo también hubiera vuelto a este pueblo si mi crush de la infancia fuera así de guapo como él. Si no lo quieres, me lo quedo y lo convierto- dice Richard sujetando el teléfono de Mabel mientras se comía con los ojos la imagen de Dipper. Tenía que estar exagerando ¿No?
- Bueno, no te preocupes por eso. Dipper me odia y dudo que vuelva a dirigirme la palabra nunca más- digo tristemente recargándome contra el respaldo del asiento. Hasta ahora no había pensado en eso, pero recordarlo hace que quiera desaparecer para siempre.
- ¿Qué ha pasado? ¿Por qué esa cara, P?- me pregunta preocupado mi amigo al ver mi cambio de actitud.
- Es una larga historia, ahora debo de seguir trabajando. Mi turno acabó hace 2 minutos- digo intentando escapar de la conversación, pero Richard no me iba a dejar escapar con tanta facilidad.
- De eso nada, bonita. Me he pasado horas de viaje metido en un avión, luego en un coche rentado para llegar hasta aquí. Llevo semanas sin recibir un mensaje tuyo o llamada, lo último que supe de ti era que te ibas de fiesta. ¿Sabes lo que creí cuando no respondiste a mis mensajes? Lo peor, P. Y ahora vamos a coger las cuatro, nos vamos a ir a la casa de alguna que esté disponible. Nos vamos a encerrar y vamos a tener una charla de chicas, porque eso es lo que pasa cuando juntas a tres tías buenorras y con un macizo como yo- exclama Richard enojado mientras me agarraba del brazo con una mano y me apuntaba con su dedo acusador con el otro. Todo eso junto a una mirada que si matara yo estaría exterminada.
- ¿Y como piensas hacer eso? Si me voy ahora mismo, me echaran del trabajo y no llevo ni 1 día trabajando aquí- digo mirando seriamente a mi amigo, la vida no era color rosa.
- No te preocupes por eso, yo me encargo. Tú solamente cámbiate de outfit y nos vemos afuera- dice tranquilamente Richard mientras se ponía sus gafas de sol, cada quien se separó por su lado y cuando salí me encontré a todos reunidos enfrente del coche de Candy.
- ¿Qué has hecho?- pregunto al rubio tras ver que Linda Susan no comentaba nada sobre mi salida temprana y al contrario, estuviera muy contenta.
- Nada, solo le he pagado por la bebida y le he dado una buena propina mientras le comentaba la situación. Que tú y yo hacía mucho tiempo que no nos veíamos y que si pasaba algo si salias un poco antes. Ha dicho que sí- dice con voz inocente mientras fingía mirarse las uñas.
- Le has sobornado-
-Básicamente, pero no ha puesto pega. Así que vayámonos a tener esa charla de chicas que he mencionado antes, estoy entusiasmado por escucharte a mi querida Pacifica lo que tiene que soltar- anuncia Richard mientras se metía en el asiento trasero del coche de Candy.
- Pacifica me encanta tu amigo- dice Mabel emocionada mientras se metía en el asiento del copiloto, esta vez evitaríamos tener un accidente o si no Richard la mataría por no llegar a poder interrogar me.
- Si bueno, tiene sus cosas, pero es un buen amigo- digo subiendo me también en el asiento de atrás junto a este, quien al escuchar me lanza un codazo a traición el brazo- ¡Au! Es verdad.-
- Lo que tú digas- comenta sin nada más que decir. A la media hora de viaje, ya estábamos en la calle del edificio de Mabel. Aparcamos y subimos a preparar todo para la “pijamada” como había renombrado Mabel a la charla de chicas, durante el viaje en coche. Una vez listo el salón, nos sentamos en círculo y todos miraban hacia mí.
- ¿Por qué me estáis mirando todos? - pregunto algo nerviosa.
- No se dímelo tú- dice Mabel quien había ocupado un puff, que había arrastrado desde su habitación hasta el salón para este momento.
- Mabel, chica. Te voy a enseñar una cosa que necesitas aprender de nuestra amiga, aquí la rubia platino. Si nos ponemos con preguntas evasivas, no terminamos en toda la noche, tú ve directa- dice Richard, quien estaba sentada al otro lado del sofá. Mientras que yo ocupaba el otro extremo, algo que me dio un poco miedo pues tenerlo al lado significa no poder huir de la situación.
- Ahhhhh... Entiendo. Paz, ¿qué ha pasado entre mi hermano y tú? Llevas sin hablar desde que llegamos a esta casa desde el día de ayer hasta hoy, tengo una teoría de lo que pudo pasar y es necesario que nos cuentes para que podamos ayudarte a solucionarlo- dice Mabel mirándome seria y directa en todo momento, para luego girarse sonriente hacia mi mejor amigo sonrientemente.- ¿Lo he hecho bien?- pregunta ella entusiasmada, a lo que Richard unicamente responde con un guiño y un gesto de aprobación con la mano.
- Creo que no tengo escapatoria, así que lo contaré desde el principio. Había quedado con Mabel enfrente del Misterio Shack, no sabía para qué exactamente y ella nos llevó en su carrito a un hoyo con la excusa de que íbamos a tirar unos platos con nuestros pensamientos oscuros. Yo no sabía que era una trampa planeada por Mabel para reunirnos en el hoyo a Dipper y a mí, para que hablásemos. Entonces, cuando sentí que me tiraban al hoyo pase mucho miedo, pero se me paso cuando vi que no estaba sola, sino que Dipper también estaba allí. Nos pusimos a hablar de como llegamos aquí, nos tiramos algunas pullas en ese momento y entonces se me escapo el porqué estamos allí. Él me pidió que me explicara, yo me puse nerviosa y me intente excusar, pero era demasiado tarde. Me había puesto contra pared – en un sentido metafórico no literal- y confesé de mi identidad- digo seriamente, intentando no llorar y gesticulando mucho con las manos.
La habitación se quedó en silencio, cada uno de los presentes estaban pensando en lo que había dicho y en que podían decirme para sentirme bien. El primero en hablar fue Richard.
- Tengo varias cosas que comentar y preguntar al respecto con lo que has dicho: 1. ¿Cómo se te ocurre esas ideas tan descabelladas, Mabel? Are you crazy? LOL; 2. Creo que Mabel esta loca, pero ha tenido buenas intenciones al hacer que habléis, por lo que tengo entendido y conozco, es que si no hubiera hecho algo ella. Tú nunca hubieras dicho nada sobre quien eres; y 3. ¿Qué paso después? No te pusiste tan mal por confesar le tu identidad o paso algo más?- dice Richard abrazándome de forma protectora.
- Primero, si estoy un poco loca; segundo, pero hago locuras con buenas intenciones, eso es verdad; y tercero, pienso que paso algo más. Cuando Dipper salió estaba super enfadado cuando salió- dice Mabel defendiéndose con dignidad.
- Lo que paso después es algo que aun intento entender hasta yo misma, Dipper se enfadó por no haber confesado mi identidad antes. Yo intenté explicarle que lo había hecho para protegerme, pero él- confuso por la situación espero- pensó que la razón por la que no le dije fue para reírme en su cara o algo por el estilo. Lo que no es cierto, pero no pude hacerle cambiar de idea porque una fuerza lo saco del agujero antes que pudiera decir algo y ahora me ve como una persona mentirosa y retorcida- Termino por confesar y empiezo a llorar. Richard me abraza fuertemente, sabía por qué estaba así.
Nunca me había visto llorar así con alguien que no fuera mis padres, estos 6 años en los que había estado alejada de Gravity falls se podía traducir: en peleas con mis padres, noches sola en mi habitación, escapadas con Richard de las fiestas, … y eso sin contar con las cosas que hice para redimir me sobre las cosas horribles que hizo mi familia como asistir a los actos benéficos para hacer una donación anónima. Mi familia es todo apariencia, ir a los actos benéficos está bien pero preocuparse por otras personas está mal.
- Pacifica, creo que nunca pararé de pedirte perdón por lo que hice. En serio lamento mucho que haya ocurrido todo esto de esta forma, a veces no pienso en las consecuencias de mis actos hasta que ocurre. Lo siento, por favor no llores o me harás llorar a mí también- decía Mabel mientras se le caía unas lágrimas por las mejillas.
- Chicas voy a traer pañuelos antes de que Richard o yo empecemos a llorar también- habla Candy levantándose del suelo, ella había estado sentada en las piernas de Mabel en todo momento. Unos minutos después regresa con una caja de pañuelos y nos la acerca a Mabel y mi. Ambas cogemos un pañuelo y nos quitamos la lágrimas. Necesitaba esto, llorar era una manera sana de desahogarse opino yo y que Mabel llore conmigo me demuestra lo empática que puede ser a veces con la gente que más quiere.
- Bueno querida, ahora que te has desahogado ya puedo decir mi veredicto final- dice Richard apartándose del abrazo, así dejándome espacio para respirar y recuperarme.- Creo que es normal que Dipper reaccione de esa modo, básicamente desde que has llegado a su vida de nuevo has sido otra persona para él y que de pronto te digan que es otra, hace parecer que le has estado mintiendo. Él no conoce a la Pacifica Northwest de estos 6 años, para él sigues siendo esa chica pre adolescente que se vestía con marca y se maquillaba en exceso que estaba en fase de cambio. No sabe por lo que has pasado, es posible que ahora necesite tiempo para reflexionar y así poder perdonarte o dirigirte la palabra. Puedes estar triste por lo que te dijo, pero no enfadada, demuéstrale que has cambiado y se solucionara. Perdonar a alguien puede tardar tiempo, por eso no te desesperes. Porque si en verdad te importa, esperaras.-
Richard tenía razón. Había cambiado por desgracia Dipper no había podido verlo, pero esperaría lo que hiciera falta para demostrárselo si llegaba a hablarme de nuevo.
- Richard siempre sabes que decir para consolar a una chica, ¿ cómo lo haces?- digo en broma, quitándole peso a la situación.
- Ya lo sé, muchos ex me han dicho que soy una persona muy sabia y profunda. Es un don que tengo- comenta siguiéndome el royo.
Las chicas, Richard y yo continuamos la tarde hablando de temas aleatorios, dejando por zanjado el tema de Dipper. En la pijamada, Richard me comento que se iba a quedar en Gravity Falls por una semana y Mabel lo invito a quedarse a dormir a su piso con nosotras, ofreciéndole la habitación de Dipper. Según ella se había mudado a Misterio Shack por el momento y que estaría hay por una temporada. Eso me alivio un poco, pues así podría tener su espacio para pensar en...mi. Se me hacía raro, pero es algo que pasa cuando alguien te odia. Piensa mucho o nada en esa persona, ojalá pensará en mí como... Menos mal que Mabel no lee mentes.
[En otra parte en Gravity Falls]
James hace desaparecer una tele que había invocado.
- Madre mía, que capitulo. No me esperaba la llegada de Richard, que personaje. Me encanta, aunque lo que me encanta aún más es lo inocente que es Pacifica. Obviamente, le gusta Dipper, pero no sabe como expresarlo y claro, como tiene miedo a ser rechazada prefiere verlo como un amigo y eso la confunde más. Es una pena que Mabel no pueda leer las mentes como yo, pero es algo que a nadie le gustaría. I know but mejor, ya a hecho suficientes locuras. Ahora es tiempo para que ambos lo solucionen y espero que sea pronto- dice levantándose del sillón que ocupaba y desaparecía en su lámpara.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Espero que os guste mucho este capítulo, por fin he tenido tiempo para escribir en lo que he estado de cuarentena por Covid. Considero este confinamiento como algo del Karma por pensar siempre en escribirlo pero no ponerme a ello. Si os preguntáis, mañana es posible que salga del confinamiento y pueda regresar a la Universidad. No hace falta decir que espero vuestros comentarios con preguntas, sugerencias o no, no hace falta.
                             [Perdón por las faltas de ortografía]
Ya puedes seguir la historia con el hashtag #Indeleblefanfic
0 notes
lilium025 · 2 years
Text
INDELEBLE(GF) 8
Resumen:Los Northwest se han mudado lejos de Gravity Fall a Miami Beach (Florida) tras el Raromagedón, pero no a todos los integrantes de la familia esta feliz con esta decisión. Después de 5 años de abandonar el pueblo, Pacifica decide regresar a sus raíces en busca de un poco de libertad y nuevos comienzos
…………………..
Gravity Falls no me pertenece
Capítulo 1 | Capítulo 2 | Capítulo 3 | Capítulo 4 | Capítulo 5 | Capítulo 6 | Capítulo 7 | 
Capítulo 8 “Melliza alpha en acción”
(Este capítulo estará narrado desde el punto de vista de Mabel Pines, espero que lo disfrutes y perdón por la tardanza)
Habían pasado 2 días desde que Pacifica se tomo la pócima y se peleara con Dipper por esto, los tortolitos no habían vuelto a dirigirse la palabra desde entonces lo que hacia más incomoda la convivencia en el apartamento. A pesar de haberles suplicado un millón de veces para que lo arreglaran, ambos cabezotas aseguraban que la culpa era del otro.
Pacifica se había distraído este tiempo, buscando un lugar para quedarse mientras que  Dipper había salido a patrullar Gravity Falls con la excusa de verificar que no hubiera algún problema. Y ya estaba un poco cansada de toda esta situación, tenía que hacer algo y sabia a quien llamar.
Me había reunido en el Greasy´s Diner con mi hermosa novia, mientras llegaba había pedido una torre de tortitas con mucho sirope y un café con leche para ella. En el momento que apareció nuestro pedido, la vi entrar por la puerta de la cafetería-restaurante. Iba vestida con un jersey de lana azul que le había tejido por nuestro primer aniversario y unos leggins negros con deportivas blanca. Que guapa era mi novia.
- Hola, Mab- dice mientras se sentaba enfrente mía, dejando su bolso a un lado y le acerco la taza hacia ella.- Gracias.
- No hay de que- digo mientras terminaba de tragar una tortita.- Bueno, seguro que te estarás preguntando porque te he reunido aquí- digo poniéndome “seria”.
- Estoy segura que para una no-cita no es, si no nos hubiéramos reunido en el centro comercial en vez de aquí- dice en broma, tomando un sorbo de café.
Desde que habíamos empezado a salir juntas, no le habíamos dicho a muchas personas sobre nuestra relación. Únicamente a Grenda y Marius, ya que no queríamos que Grenda pensara la apartáramos y a Marius porque sabíamos que en algún momento Grenda se lo comentaría. Ambos nos apoyan en nuestra decisión y nos guarda el secreto al igual que Pacifica ahora.
- No es para una no-cita, eso es para el viernes por la noche, trae palomitas ¿si?. Te he reunido aquí para que me ayudes con Dipper y Pacifica- dije susurrando este nombre ultimo, no debía correr la voz de que se encontraba aquí o su tapadera se destaparía tan rápido como Waffle se come mis deberes.
- ¿Siguen sin hablarse eso dos?-
- Si y me están poniendo de los nervios, ya llevo 3 tandas de mabel-galletas hechas desde que se pelearon y solo han pasado 2 días- digo mientras me metía un trozo de tortita.
- Oh...cariño. Lamento mucho escuchar eso, si necesitas que te ayude en algo, solo dímelo- dice mientras me agarraba de la mano y me la apretaba suavemente. Aunque era un gesto simple para mi era muy reconfortante de su parte.
- Gracias- digo mientras retiro mi mano y saco de mi mochila un plano. - Este es el plan, Pacifica y Dipper se han estado evitando desde que se pelearon, nuestro objetivo es que hablen las cosas y si se puede, que P confiese sus sentimientos e identidad a D para que pueda planear su boda dentro de 4 años.-
- Mabel, ¿cuanto tiempo te ha toma hacer este plan?- dice Candy mientras miraba con detalle mi brillante plan malvado.
-No he dormido en toda la noche, pero valdrá la pena cuando vuelvan a hablarse de nuevo- digo mientras terminaba mis tortitas.
- Esto es brillante y espeluznante a la vez, Mab- comenta observando con detalle el plano.
-Gracias- digo mientras miraba hacia mi móvil, mierda.- Lo siento mucho, cariño. Pero tengo que irme ahora, Pacifica me necesita- digo mientras dejaba el dinero de la comida sobre la mesa y le daba un abrazo.
-¿No necesitas esto?- pregunta señalando el papel que tenía en mano.
-No, ya tengo todo aquí- digo señalando mi cerebro y salia del establecimiento.
Después de conducir unos minutos con el coche hacia la dirección que me había enviado Pacifica y de repasar entera mi playlist, por fin llego a mi destino. Me encontraba en una de las nuevas urbanizaciones que se construyeron para las familias que perdieron sus casas en el casi-fin del mundo. Enfrente de mi había una casa con pinta de haber salido de una revista, desde dentro de la casa sale la rubia que estaba buscando.
- ¡Mabel! Me alegro que estés aquí, ¿no es fantástica?- me pregunta ilusionada.
-¿La casa? Si es bonita, ¿pero porque estamos aquí?- pregunto sonriendo por lo feliz que se veía mi amiga.
-Ah eso… estoy pensando en comprar la- dice Pacifica tranquilamente.
-¿Comprar la?-
- Si, me gusta mucho y además tiene todo lo que necesito, acompaña me y te la enseño- responde mientras me arrastra dentro.
En cuanto entramos, Pacifica empieza a hacerme una ruta por toda la casa. Esta disponía de dos pisos, en la planta de abajo esta la cocina, el comedor, un salón y un cuarto para hacer la colada. Y en la parte de arriba están los dormitorios y un cuarto de baño.
- Aquí es donde dormiría yo, la habitación principal. Pero no es aparte la mejor habitación de la casa, además tiene su propio vestidor. ¡Mira!- me enseña Pacifica mientras abre una puerta del lateral de la habitación.
-Wow- únicamente se me ocurre decir al amplio espacio para guardar la ropa.
- Lo mismo dije yo, bueno. ¿Qué piensas?- dice Pacifica sentándose en la cama, este tipo de casa se encontraba la mayoría amuebladas y en su caso, lo estaba.
-¿Sobre el vestidor?
-No, en general. Sobre la casa,¿ te gusta?-
-¡Es Genial! Me encanta todo, la habitación, la cocina, el salón,...- empiezo a decir recapacitando en lo que diría, obviamente se ve muy ilusionada por esto y no quería ser la que se la quitara. ¡Le brillan los ojitos!
-¿Pero?-
-Pero que?- pregunto confusa por su pregunta.
- Siento que hay un pero, algo que no me quieras decir. Soy mayorcita para soportarlo, así que suéltalo Pines.-
- La casa esta bien, yo te veo haciendo sesiones de pelis en el salón pero… ¿Cómo vas a pagar todo esto? Hace unas semanas que te escapaste de casa, no tienes trabajo que yo sepa y poco ahorrado- digo directamente, había aprendido estos años que las cosas como están se debían decir directamente.
Pasaron unos minutos de silencio, Pacifica seguía sentada en la cama tranquilamente mirando me fijamente. No tenía pinta de estar enfadada o molesta con lo que había dicho, si no pensativa como si lo estuviera analizando.  
-Tienes razón- dice levantándose de la cama y acercándose hacia mí. Me estaba empezando a poner nerviosa lo tranquila que estaba, no era para nada muy de su estilo. Y entonces, me abraza como si nada y yo como licenciada en un doctorado de abrazos, se me era imposible negar lo y le correspondí.
-¿Tengo razón?- pregunto cuando nos soltamos.
-Sí. Debería haberlo pensado, pero he estado muy enfadada con ya sabes quien que solo pensaba en no verlo y en conseguir mi propio espacio- responde Pacifica.
- Claro- únicamente digo, animándola a que siguiera con su revelación.
- Debo de conseguir un trabajo primero y ver si el banco me puede dar un préstamo o si puedo pagar un alquiler-
- Claro que si, mientras tanto puedes quedarte en mi habitación para no tener que ver a Dipper- aunque eso no será un problema cuando ponga en marcha mi plan [insertar risa malvada aquí].
- Gracias Mabel, eres una buena amiga-
- Lo se, es algo que se tiene y yo lo tengo- digo haciendo un gesto con la mano como si estuviera quitándome polvo del hombro.- Y ahora que hemos acabado aquí, ¿te apetece quedar más tarde a tomar algo?
- Claro, ¿me manda un mensaje de hora y sitio?- dice mientras salimos a fuera de la casa.
- YEP- digo mientras me despedía con la mano y me montaba en mi coche. En el camino al piso, se me ocurrió la ultima parte de mi plan magnifico y con rapidez marco a Candy con el manos libre.
- Hola cariño, ¿Qué pasa?-
- Ya se donde reunirlos-
- ¿Cómo?¿Hablas del plan?-
- Si, del plan. Los reuniremos en el pozo sin fondo- digo entusiasmada mientras aporreaba el volante como si fuera un tambor.
-¿El pozo sin fondo?¿El mismo en el que acabamos las dos y en la que perdí mi par de gafas favoritas?-
- Es el lugar perfecto para hablar, piénsalo: la nada, unas barritas luminosas, un poco de champan y si lo arreglan antes podríamos …-
- No- me para enseguida, lo necesitaba. La idea de Dipcifica me entusiasma mucho, si ya le hemos puesto nombre Candy y yo.
- Vale no hace falta ahora, pero a mi no me importaría- digo mientras aparco enfrente de mi edificio.
-Estoy segura de eso, tengo que colgar. Duerme algo y luego me mandas los detalles del plan. ¡Adiós, Mab!-
- Adiós-
Tras unos minutos subiendo escalones, llego a mi dulce y cálido hogar. O eso creía cuando me encontré con el apartamento desordenado con algunas cosas de Pacifica esparcidas por el salón.
-¡OMG, LADRONES! ¡TENGO UN GANCHO EN EL BOLSO!¡Y ME ATREVO A UTILIZARLO!- exclamo mientras intentaba sacarlo de mi bolso pero escucho unos pasos acercándose por el pasillo, revelando la figura de Dipper.- ¡Dipper! Nos han robado, mira como han dejado el salón. Debemos de llamar al seguro y decirle que nos han robado al poni- digo acercando me a él.
-Mabel nunca hemos tenido un poni- dice este mirando serio.
-Lo se pero los del seguro no-
- Además, no nos han robado- comenta Dipper mientras iba hacia la cocina. Yo me giro a verlo, ¿Por qué estaba calmado?
- Pues que ladrones más tontos… ¡oh! ¿Y si se han robado mi receta de zumo de Mabel? Mierda, voy a revisar lo- digo dispuesta a buscar mi receta en un lugar que no mencionare porque no confió en nadie ni en los espíritus del más haya que me están escuchando.
- No han sido ladrones, he sido yo- dice Dipper volviendo al salón con un vaso de limonada.
-¡Ah…! Lo sabia, eras la única persona que esperaba que me hiciera esto. ¡A mi, tu hermana! Me lo esperaba del tío Stan pero tu, deshonra- digo dramáticamente como en las telenovelas que veía mi abuela por las tardes.
- No te he robado el zumo, solo he desordenado el salón- revela Dipper dejando el vaso sobre la mesa.
-O menos mal, no quería echarte del apartamento y hacerte dormir en el pasillo con el gato del vecino- digo quitándome la sudor de la frente.- ¿Y porque lo has desordenado? ¿ Y específicamente las cosas de Elise?- pregunto mientras recogía algunas cosas del suelo de esta ultima.
-Me ha robado el diario, no lo encuentro en ninguna parte y estoy seguro que lo robo en cuanto me fui a por donuts para desayunar- dice observando el desastre desde el sofá.
- ¿Porqué se molestaría en robarte el diario? No os habláis ni veis desde hace dos días literal-
-Por que quiere fastidiarme, yo me preocupo por ella y ella solo se comporta como una idiota- dice Dipper molesto.
- En mi opinión, ambos sois igual de parecidos por lo que también eres idiota- digo defendiendo a mi amiga.
- ¿Y porque soy idiota? Lo único que he estado haciendo en estas semanas a sido ayudarla y justo cuando me doy la vuelta un momento, esta desmayada en el suelo siendo arrastrada por mi hermana- exclama ofendido.
-Dipper, sinceramente, puedes ser el más inteligente de tu clase pero seguirás siendo un inútil para hablar con las chicas- digo poniendo las cosas de Pacifica en su lugar.
- ¿Qué tiene que ver eso con mi diario?- pregunta Dipper mirando me.
- Para empezar, ¿Por qué la ayudas?- pregunto cruzando mis manos  y sosteniéndole la mirada.
-Por que me gusta ayudar-
-Excusa, inténtalo de nuevo-
- Es verdad, no soy de los que mira hacia otro lado cuando hay problemas- seguía excusándose, ni se lo cree él.
-No, inténtalo de nuevo-
-Bueno, entonces si no es lo que digo. ¿Qué es?- dice ya molesto.
[“Molestar a tu hermano my passion”]
- Lo que yo creo que te pasa es que te recuerda a alguien, a quien no pudiste ayudar y por eso haces lo que haces. Para que tienes miedo a que se repita- y decir verdades como puños, también.
La habitación se quedo en silencio, Dipper había abandonado su cuerpo que se encontraba mirando la nada en la esquina del televisor.
- Me voy a dormir un rato, te dejo para que pienses en lo que te he dicho- comento dirigiendo me hacia mi cuarto.
Nada más tocar la cama, la sensación de cansancio se apodero de mi cuerpo y caí rendida en el sueño. Todo se va a solucionar, todo estará...bien.
                                                           ---
Lo siento por publicar tarde. Cuando actualizo el fanfic, se me olvida a veces hacerlo por esta plataforma y luego no podéis saber si he abandonado la historia o no. 
Ya puedes seguir la historia con el hashtag #Indeleblefanfic
1 note · View note
lilium025 · 4 years
Text
Indeleble (GF) 2
Resumen:Los Northwest se han mudado lejos de Gravity Fall a Miami Beach (Florida) tras el Raromagedón, pero no a todos los integrantes de la familia esta feliz con esta decisión. Después de 5 años de abandonar el pueblo, Pacifica decide regresar a sus raíces en busca de un poco de libertad y nuevos comienzos ....................... Gravity Falls no me pertenece
Capítulo 1
Capítulo 2 Smile Dips agrias
“El que dice una mentira no sabe qué tarea ha asumido, porque estará obligado a inventar veinte más para sostener la certeza de esta primera”
Durante el viaje, Mason y yo hablamos sobre nuestras vidas pero sin profundizar mucho, me hablo sobre su hermana pequeña y como muchas veces le sacaba de quicio con sus payasadas. Ojalá hubiera tenido a alguien me protegiera de pequeña como un hermano mayor de mis padres, a lo mejor no hubieran dirigido su obsesiva personalidad perfeccionista hacia mi y juntos hubiéramos escapado de mis padres hace tiempo.
Mason fue agradable al no hablar sobre mi compromiso o sobre el tema de mis padres, lo que era genial porque no podría cubrir la mitad de locuras de los caprichosos de mis progenitores con más mentiras y terminaría por revelar le que provengo de una familia burguesa. Ocultaba mi identidad bajo la mentira que provengo de una familia tradicional que posee una empresa familiar, una verdad a medias en mi opinión. Después de unas horas de camino, decidimos parar en una gasolinera a descansar pues Mason estaba demasiado cansado como para conducir y demasiado cabezota para dejarme a mi.
En la parada, nos separamos para que echara gasolina mientras yo buscaba algo para mantenernos despiertos.
Al entrar a la tienda, corrí directa al pasillo de comestibles y mire los dulces con ojos brillosos. Cogí unos pocas patatas con café y al pasar por un pasillo los vi, Smile Dip. Un dulce que mis padres me prohibieron comer junto con los demás de una estricta lista de comidas. Cogí una bolsa para probar y me dirigí a caja. Al salir de la gasolinera, Mason estaba apoyado sobre el capo, mirando un amplio mapa desplegado.
-Aquí tienes un café caliente, capitán- dije extendiendo le el café, este miro el café y luego me miro a mí.
- No hacía falta que me compras un café, no tengo sueño en verdad- me dijo intentando mentirse solo, que testarudo.
- Si, bueno, te creería si no fuera porque has estado mirando el mapa al revés y juro que te he visto leer con los ojos cerrados- digo mirando lo mientras le señalaba a él y el mapa, este se sonrojo al instante.- Así que tomalo, es mi forma de agradecerte que me recogieras- respondo amablemente.
-Bueno siempre es un placer rescatar princesas de carreteras oscuras- dijo Mason sorbiendo su café.- ¿Qué has comprado? No hacía falta que compras nada más, este café es suficiente para mí- pregunta señalando la bolsa que llevaba en la mano.
-¡Ah! Son unos caprichos para mi pero estaré encantada de compartir contigo. Solo un poco- digo dando pequeños saltos alegremente, que infantil soy.
- Ya veo que te gusta el dulce, no te preocupes. No soy de dulces pero mi hermana si, seguro que os llevaríais bien si os conocierais- dice sonriéndome, ¿este chico era así de mono o que? No debía distraerme con un chico que no lo iba a ver nunca jamas, tenía que llegar a Gravity Falls y si las cosas iba bien me encontraría con él.
Al rato nos pusimos en marcha por la carretera, Mason se ocupo de nuevo de conducir mientras yo empezaba a degustar los dulces y puntuando los como si fuera un concurso de cocina o un influencer con dulces internacionales. Mason se reía de mis comentarios y daba su opinión una que otra vez.
- Bueno y finalmente pero no tan importante, Smile Dips- digo sacando el sobre de pica pica azucarado de la bolsa de gasolinera, Mason se asalta en cuanto ve el sobre en mis manos y me lo roba para luego tirarlo por la ventanilla.-¡Ey! ¡Esas eran mis chuches! No tienes derecho a tirarlos por la ventana, idiota- grito viendo a Mason enfadada con el freño fruncido.
- Perdón pero te he salvado de intoxicarte con esa cosa- solo dice Mason como disculpa.
- Eso no es suficiente, me debes un sobre de Smile Dips y unos chicles por intereses - digo cruzando los brazos decidida a no seguir hablando le por el resto del camino.
- Cree me te he salvado la vida, mi hermana Mabel una vez se toma unos cuantos paquetes de Smile Dips y termino viendo alucinaciones- comenta Mason tranquilamente.
Caí en la cuenta de algo con lo que había dicho, ¿su hermana pequeña se llama Mabel? Eso me hizo ponerme algo nerviosa, ¿qué posibilidades había de que Mason fuera quién yo creo que era? Viendo lo en respectiva, él también va a Oregon a visitar a sus abuelos.
¿Es posible…? No… ¿Y si…? ¡No! ¡Pacifica! ¡Controlate, chica! ¿Qué probabilidad hay que este sujeto encantador sea él? Es casi imposible, así que me voy a dejarlo pasar y ya.
- Llevas mucho tiempo en silencio, ¿sigues molesta porque te he tirado las Smile Dips?. Pregunta Mason, no me había dado cuenta que me había tomado mucho tiempo la paranoia.
- No, no es eso. Estaba pensando en una persona- confieso con nostalgia, evadiendo su mirada. No quería que viese mi cara en este momento si era quien yo creo quien es.
- Ah...¿Y esa persona es alguien especial? ¿Un familiar cercano?¿ Un amigo? O tal vez, ¿Un enamorado?- Pregunta Mason curioso. Yo le volteo a ver con sorpresa, mis mejillas se sentía calientes.
- N-o es… nada de eso. Estaba pensando en una conocida, hace tiempo que no la veo y no se si cuando la vuelva a ver estemos bien- digo esto ultimo susurrando lo pero Mason logra escucharlo y me mira.
-Si no te importa responderme, ¿qué paso que dudas que estéis bien?¿Paso algo que pudiera acabar con la amistad?-
-¿Te gusta los chismes?¿Verdad?- le pregunto en broma mirando lo con una ceja alzada, él solo se encogió de hombros.- Bueno, no es que acabamos mal, creo. Es que me comporte mal con ella durante un verano entero pero no fue hasta al final que decidí cambiar. Y ahora no se si ella y los demás me aceptarán- digo en conclusión apoyando me en la ventanilla y viendo como el sol se ponía en el horizonte.
- Debiste ser mala como para pensar en eso pero creo que todo se solucionará- dice Mason, yo me encogí en mi sitio, ahora pensará que soy una mala persona.- Eso me recuerda a una persona que conocí en mi primer verano con mis abuelos, ella era chica que se creía mejor que todos y por ello trato a los demás como si fueran menos pero ella cambio o eso quiero creer.-
- ¿Y como sabes eso?- pregunto curiosa mirando lo.
-¿ Saber que?-
- ¿Qué ella ha cambiado?- le pregunto insistiendo le.
- No se si ella a cambiado, llevo años sin verla. Sus padres se mudaron y no pude saber nada de ella pero conservo un pedacito de ella conmigo- dice rebuscando algo en el parasol del coche, el cual contenía muchos papeles. Y de este saco un papel doblado y desgastado y me lo entrego. Yo con cuidado lo desdoble y al desplegar lo, descubro lo que más temía.
¡Era la nota de despedida! La que Wendy quiso que todos firmáramos para los gemelos Pines. ¡Madre mía! Era él, ¿ahora que hago ahora? ¿Confieso que soy esa chica o me lo cayo hasta llegar a nuestro destino?
Sin decir ninguna palabra, le devuelvo la carta a Dipper y me mantengo distante. Él me deja mi espacio, ya sea porque había deducido que lo necesita o porque él lo necesitaba, cualquiera de las dos era lo que necesitaba. Tal vez podía aprovechar esta oportunidad para descubrir algunas cosas.
- Entonces… Vas de visita a ver tus abuelos ¿no?- le pregunto jugando con mis manos nerviosa sin mirarle por si me descubría.
- Si, voy todos los veranos desde que tenía 12 años. No me puedo imaginar un verano si ello o una vida- decía Dipper.
-Entiendo como te sientes, yo no me imagino una vida sin mis amigos- digo mirando le con una sonrisa tímida.
- Me alegro de encontrar una persona que comprende esa parte de mi aparte de Mabel, mis padres no entiende nuestra decisión de mudarnos a Gravity Falls. Supongo que no muchos entienden- dice con emoción en su voz.
¿Qué acaba de decir? ¿Se iba a mudar a Gravity Falls? ¿Comó puedo tener tan poca suerte? Ahora si que no sabría como decirle quien soy realmente, solo podía seguir con mi mentira hasta que me muera y los forenses rebelen mi verdadera identidad. Debía hacer algo y se lo que tengo que hacer.
- ¿Así que Gravity Falls? Parece un lugar cool para vivir, ojalá tuviera a un lugar a donde ir como tu- digo esperando a que reaccionará.
- Bueno si no tienes ningún sitio para escaparte de tus horribles padres, siempre puedes acompañarme a Gravity Falls, allí te puedes sentir libre de ser tu mismo- dice mirando me en espera de respuesta.
- Estaría encantada de acompañarte a Gravity Falls, gracias- digo sonriendo le, él solo asiente y sigue conduciendo.
Sabia que lo estaba haciendo estaba mal, debía de haberle dicho la verdad desde el primer momento que descubrí su identidad, no mentirle en la cara y manipularlo. Si llegará a enterarse sobre mi verdadera identidad, estoy segura que no me volvería a hablar por mentirle. Debía solucionar este lio en cuanto lleguemos a Gravity Falls. Pero no  fue así.
En cuanto llegamos a Gravity Falls, no pude evitar apreciar el paisaje de alrededor, olvidando me de la promesa que me había echo a mi misma en el viaje. Los recuerdos de mi infancia estaban en este pueblo y no pude evitar alegrarme de estar aquí. Obviamente, intente disimularlos con curiosidad para que Dipper no se diera cuenta de mi mentira. La primera parada que hicimos fue en Greasy´s Diner, donde al parecer el se reuniría con su familia.
- Bueno espero que te guste la comida casera porque Lazy Susan hace la mejor comida casera del pueblo, te aseguro que no te arrepentirás- dice Dipper aparcando el coche en el aparcamiento de tierra enfrente del establecimiento con forma de tronco.
- ¿Estás seguro que no seré una molestia para tu familia? Básicamente soy una desconocida para ellos y nosotros apenas nos conocemos- digo apresurada mientras miraba el restaurante con nerviosismos.
- No te preocupes por mi familia, son una buenas persona y estoy seguro que no serás una molestia- dice quitando le importancia al asunto mientras salia del coche, yo le sigo por detrás nerviosa todavía.
Hacia mucho que no veía a la familia Pines, no estaba segura si me reconocerían o al igual que Dipper no sabrían quien soy. Tampoco creo que haya cambiado tanto pero debería de ocultar cualquier cosa que revelase mi identidad. Entramos al establecimiento que se encontraba a penas transitado por gente. Al fondo de este se encontraba la familia Pines sentada de espaldas a nosotros y nos acercamos pero antes que pudieramos decir una palabra, una silueta se nos tiro sobre nosotros.
- ¡Bienvenido, hermanito! Te he echado mucho de menos. No te lo podrás creer pero he encontrado un lugar perfecto donde vivir, Toby nos lo ha alquilado a un precio razonable, al parecer a conocido una chica por una app de citas y se va a ir a vivir con ella. No puedo esperar a que veas el apartamento, lo he estado arreglando mientras tu te...- decia rapida y apenas entendible una Mabel emocionada sobre Dipper, quien en la caída me había tirado con el sobre el pegajoso suelo.
-¡Mabel! También me alegro de verte, perdón por haber me tardado en venir pero creo que es mejor que conozcas a una persona - dice Dipper apartando a Mabel encima suya y ayudando me a levantarme.
- ¡NO- ME- LO- PUEDO- CREER! Te has echado novia durante las practicas y no me has dicho nada, hermanito. ¡Hola, soy Mabel! Tu cuñada, estoy encantada de conocerte...- exclama Mabel emocionada hacia mí dando saltos alrededor mía.
- Eh...Elisabeth pero me puedes llamar Elise, encantada igualmente de conocerte pero no soy la novia de Dipper- digo nerviosa intentado ocultar mi sonrojo.
- Eso iba a decirlo yo pero te has puesto a saltar, Elise es una conocida mía , la he rescatado mientras caminaba por la carretera casi a oscuras- se explica Dipper sentando se en la mesa. Yo me senté al lado suya porque era la “única” persona que conocía y Mabel se sentó al lado mía.
Los tíos abuelo de Dipper estaban sentados enfrente vestidos con ropas de calle, estaban tan inmenso discutiendo que no se dieron cuenta que habíamos llegado hasta que nos sentamos.
- ¡Oh! Dipper ya has llegado, muchacho. Hace mucho que no te vemos el pelo, ¿acaso te has olvidado de nosotros?- decía el tío abuelo Stan tomando le el pelo a Dipper.
- Si,chico. Hace mucho que no te vemos, ¿qué tal las practicas? ¿Has terminado ya?- le sigue el rollo el tío abuelo Ford.
- Perdón por no haber venido antes pero las practicas me han tenido muy ocupado y no he podido ni siquiera escribiros antes- decía Dipper avergonzado rascándose la nuca.
- No pasa nada chico, lo entendemos. Tampoco hemos podido nosotros porque hemos estado ayudando a Soos en la tienda y evitando que Mabel haga de vuestro apartamento un lugar femenino- responde Stan quitando le importancia al asunto.
En eso llega una señora de mediana edad vestida de uniforme rosa con un mantel sucio y zapatos negros a pedirnos nota que interrumpe a una Mabel ofendida. Tenia un peinado alto con dos rulos y usaba un maquillaje simple que intentaba ocultar un grano en su mejilla. Uno de sus ojos se encontraba extrañamente cerrado mientras nos miraba con el otro, pero no parecía importarle mucho.
-Hola mi querida linda Susan, es bueno verte tan linda como siempre. ¿Has estado haciendo una de esas dietas raras? Porque yo te veo estupenda- se adelanta a decir Stan  moviendo seductora mente sus cejas.
-Oh Stan haces que me sonroje. Ja,ja, ja, ja. ¿Qué vais a pedir?- decía sonriente Linda Susan preparada para escribir los pedidos.
- Yo quiero lo de siempre unos cuartos de filetes, mi hermano aquí va a querer pescado con patatas mientras que la niña unos pancakes y el niño los mismo que yo. Y por favor nos puedes traer unos sobres de ketchup extras, gracias guapa- pedía Stan entregando le las cartas.
- Listo. ¿Y la rubia?-
Todos centraron su atención hacia mi que me había mantenido callada desde que nos sentamos, Linda Susan me miraba con curiosidad en espera de mi pedido.
- Eh...Yo voy a tomar una ensalada- digo nerviosa mirando hacia ella, evadiendo la atención de la familia.
-Hecho, ahora vuelvo con vuestros pedidos- dice Linda Susan antes de marcharse, dejándonos en un silencio incomodo que Dipper logra romper.
- ¡Ah! Se me había olvidado presentárosla , ella es Elise, una conocida. Se va a quedar a vivir en Gravity Falls también.-
- Hola, soy Elise, encantada de conocerles...- me presento extendiendo les mi mano en un saludo amigable.
- Me llamo Stan y este aquí es mi hermano pequeño, Ford. Somos los tíos abuelo de Dipper y Mabel- dice están aceptando mi mano y dándome un apretón de manos.
- Bienvenida a Gravity Falls, espero que te sientas como en casa- dice Ford amablemente.
Se sienta bien estar por fin en casa.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------
Hola lectores, aquí os dejo el capitulo 2 de Indeleble. ¡Espero que os guste!
Tengo que aclarar algunas dudas que pudierais tener sobre el primer capitulo.
-Pacifica parece que toma la decisión de escaparse muy rápido pero la verdad es que ya había pensado en eso antes pero no había conseguido encontrar el momento indicado hasta ahora.
- Pacifica y Dipper no se reconocen porque han pasado  6 años y ambos han cambiado mucho desde entonces.
- Ninguno ha dado su nombre verdadero porque Pacifica no se fiaba todavía de Dipper y Dipper solo es un apodo cariñoso que utiliza en vez de su verdadero nombre que es Mason.
0 notes