Tumgik
#mirada hinchada
bodyboxspain · 24 days
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bracs-blog · 2 months
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DESATA TUS GANAS EN MI
Muerdeme las ganas que llevo en los labios por sentir el fuego que irradias en tus besos, estremece mi cuerpo en cada contacto y despierta mis demonios en cada corrientazo, hazme vibrar en cada roce, en cada mirada, en cada acercamiento de nuestra piel que se nos incendia solo de imaginar que nuestras fantasías se pueden consumar.
Esta noche quiero que me comas, necesito tu lado salvaje desatado y jugando con mi cuerpo que a los pies de tus demonios con gusto dejo postrado, como ofrenda, para que sacies tu apetito de sexo, para que lleves acabo tus enfermas fantasías; libera ese maldito instinto que me desnuda y me revuelca con tu mirada. Se que lo deseas, puedes tratar de disimularlo, pero el cuerpo te delata.
Ese deseo, las ganas que me tienes se te nota en la firmeza que no puede ocultar tu ropa, se te marca tan impaciente, muy grande, muy dura, y mi mente sucia, ya la visualizo mojada, hinchada, convulsionando entre venas que seguramente explotarian con el calor del infierno que llevo en mi garganta; imaginarte con ese apetito me llena de locura, apura mi calentura, y mis piernas se abren solas, reclamando tu lengua repleta de travesuras.
Por eso esta noche te pido que sueltes sin restricción tu deseo de follarme, que sin mediar palabras tomes con fuerza mi cabello y me pongas ante ti de rodillas, sumisa, restriega la firmeza de tu carne por mi rostro, quiero que me quemes las mejillas con los fluidos que tu anhelo erótico destila, lo merezco y es lo que quiero, usame al antojo de tus perras ganas, y desahoga las mías con tus salvajes apuñaladas, no tengas compasión, deja correr ese instinto salvaje y deja que se descontrolen mis caderas la noche entera, la madrugada, hasta que logremos la calma del mutuo placer...
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thatfangirlofsb · 1 year
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N/A: Esta es mi primera vez haciendo un pov de y/n o reader (creo que se le llama así), entonces perdón por los errores. Aunque nunca haya hecho uno he decido empezar porque se me ocurrió una idea para un fanfic, pero ningún personaje funcionaba para hacerlo protagonista. Así que aquí viene mi primer escrito de y/n o reader.
No he puesto un género específico a y/n, pero puede que se me haya pasado alguna vez.
T/W: Spoilers del grishaverse. Estará ambientado cuando Sturmhond revela quién es.
Reinar en los mares
"¿Últimamente me veo más hermoso que nunca y por eso todos queréis ponerme la mano encima?" Se tocó su mejilla, donde tu puño había impactado con mucha fuerza; seguramente con más de la necesaria. "Buen gancho, ¿dónde aprendistes?"
Tenías ganas de darle otro, pero la mejilla contraria ya se estaba hinchando por el golpe que recibió de la invocadora del sol. Necesitaría hablar para que te dijera todo lo que querías saber sobre su mentira, y con la cara muy hinchada no podría. Así que, en un buen acto, decidiste parar. Cuando estuviera mejor ya lo volverías a golpear, aunque esperabas no ser capaz porque ya estarías muy lejos de ahí viviendo una buena vida.
"¡Eres un maldito idiota! ¡Un maldito idiota príncipe! Si lo hubiera llegado a saber..."
"¿No te habrías montado en mi barco? ¿Y perder un activo tan importante como tú? No, gracias." Te interrumpió él, ahora mirándote con una cara distinta pero manteniendo esa sonrisa de lado tan típica.
Llevaba razón, si lo hubieras sabido no te habrías montado en ese barco. Ahora te arrepentías de tantas cosas después de saber la verdad, la primera era haberlo conocido. Te hubiera dado igual que esa noche los soldados reales te hubieran apresado hacia un juicio con una sentencia segura de muerte, antes sin vida que en el barco de un Lantsov.
"Tenía mi derecho a saberlo. He llevado tu barco a todas las partes que tú y tu familia habéis necesitado." La furia se acumulaba en tu voz, aunque tus puños todavía estaban deseosos de mostrarle el enfado de otra manera que no fuera con palabras.
"Corrección: a todas las partes que el dinero ha necesitado."
Llevaba razón, ya sabías lo extraño que era que no siguiera al mejor postor. Aunque con la invocadora del sol no lo había hecho, parecía que estaba cambiando en algo. ¿Porqué? No querías tener tiempo para preocuparte de eso.
"Sturmhond... o su alteza, ¿cómo te debería llamar ahora?" Le preguntaste con un claro sarcasmo tiñendo tu tono de voz, aunque parecía que él no se había dado cuenta o simplemente lo ignoraba.
"Cielo o cariño está bien. Tampoco es tan diferente la situación, sigo siendo el mismo chico que..."
Oh, no. No pensabas oír eso salir de su boca. Antes preferías que te lanzaran a las frías aguas de Fjerda con un cartel colgado alrededor de tu cuello donde estuviera escrito en letras mayúsculas 'Soy grisha, vendaval. Un placer conocerte'. Te giraste para evitar su mirada y tapastes tus oídos mientras comenzabas a tararear lo primero que se te pasó por la mente.
Seguro que él lo podría haber hecho mejor, pero tú no tenías la formación musical de un príncipe. No podrías recitar poemas o cantar canciones clásicas, pero sabías golpear con fuerza; y él lo había comprobado en su propia piel.
Una canción de cuna, uno de los pocos recuerdos que te quedaba de tu familia, se apoderó de tus murmullos mientras tratabas de no escucharle.
Hubieras seguido haciéndolo hasta que tu cuerpo se cayera al suelo por no beber ni comer, pero el estúpido chico que ahora tenías detrás te había quitado las manos de tus orejas y rozó estas en el proceso con algo frío.
Después te agarró de los hombros, sin soltar ese objeto, y te giró sobre tus propios pies. Cuando lo viste deseaste morirte ahí mismo, no pensabas que después de tantos años todo iba a salir a la luz.
"¿Eso...?"
"Cariño, la actuación sobra ahora." Giró la corona alrededor de su muñeca con una pequeña sonrisa. ¿En qué momento del aterrizaje había conseguido encontrar entre los escombros tus pertenencias? Aunque eso no era exactamente tuyo, pero como si lo fuera. "Me encanta escuchar historias, aunque esta me la sé pero, como soy tan buena persona, te dejaré volverla a contar."
"No tengo que contar nada." Antes sin vida que abrir la boca. Cuando te asesinaran solo ibas a reír; habían tardado mucho en darte caza, parecía que una simple ladrona había conseguido evadir a la tan preparada guardia real.
"Vale, estás en tu derecho. Pero yo también estoy en mi derecho de informar a los guardias y..."
"Hazlo, no tengo miedo Sturmhond." Tu voz sonaba fría y calculada, durante esos años te habías preparado para el momento en el que te descubrieran. Sabías que iba a ser tarde o temprano, pero no esperabas que fuera antes de cumplir veinte años. "Vamos, llámalos y que vengan a por mí. Prefiero morir antes que ver otra vez tu cara de mentiroso."
"Esta cara siempre te ha gustado que fuera lo primero que veías por la ma..." Lo cortaste levantando levemente tu mano, indicándole con este movimiento que no querías oír más. Se había callado, pero esa sonrisa que colocó después del silencio solo indicó que lo siguiente que dijera iba a ser peor. "¿Qué pasa cariño? ¿Te has golpeado la cabeza durante el aterrizaje y ya no recuerdas quién soy? Pues yo recuerdo muy bien que la noche de ayer me dijiste que ibas a dejar el barco después de traer a Ravka a la invocadora del sol. No sabía que la corona iba a ser uno de tus alicientes."
Los recuerdos de la noche anterior te invadieron.
[FB]
Os encontrábais en su camarote, frente a la mesa sobre la que descansaba un mapa de Ravka. Vuestras miradas lo recorrieron con cuidado, comenzando a calcular hacia que hora llegaríais a vuestro destino.
No pudiste evitar sonreír cuando señaló con un dedo la costa en la que ibais a desembarcar, mientras que su otra mano comenzaba a acariciar tu espalda sobre la blusa liberando parte de la tensión que tenías acumulada en esos momentos.
Las últimas noches casi no habías podido conciliar el sueño. Tu mente no dejaba de pensar en la decisión que habías tomado. Sabías que te alejaría de él, pero también tenías claro que este tipo de vida no era para ti. Preferías alejarte antes que dañarlo.
"Voy a asentarme en Ravka." Su mano se quedó quieta en la parte baja de tu espalda, dejando que sintieras el calor de esta sobre la fina tela. "Con la recompensa que nos darán por la invocadora del sol tal vez abriré una tienda."
Sabías que ese dinero provendría de la corona de Ravka, y aunque tu orgullo primero no te lo permitiera, luego tomarías la decisión. ¿Qué mejor que ver como las arcas de esos malditos reyes se vacían mientras tú empiezas a nadar en oro?
"Entonces iré contigo." Ahí estaban otra vez esas mariposas en tu estómago, ¿porqué seguían con vida cuando ya erais pareja?
"Sturmhond, has perdido la cabeza por completo."
"¿Por ti? Desde la primera vez que te vi." Dijo dejando un corto beso sobre tu mejilla, volviendo a comenzar las caricias pero ahora solamente con su dedo pulgar. "Os Alta es un buen lugar de comercio. Tiene..."
Comenzó a hablar sobre la ciudad y su red de comerciantes, aunque tú solo podías pensar en lo que te había respondido. Al principio dudaste, ¿cómo iba a dejar su vida de corsario que tanto amaba solo por ti? Él nació para eso, pero tú no y sabías que en cualquier momento tendrías que alejarte del barco y de él.
Sonreíste, sabiendo que eran promesas vacías. Pero pareció que él entendió tus miradas, porque en un rápido movimiento te apretó contra su pecho en un abrazo que necesitabas.
"¿Crees que voy a dejar que te alejes tan fácilmente de mi." Fue lo que él dijo antes de que vuestros labios se juntaran y no existieran más palabras.
[FB]
"Llama a tus malditos guardias, ahora."
La sorpresa se dibujó en su rostro, no muchas personas se habían atrevido a darle órdenes como Sturmhond o como Nikolai.
"No recibo órdenes de nadie."
"¿Ah, sí?" Una sonrisa juguetona apareció sobre tu cara, ibas a disfrutar mucho de tus últimos momentos de libertad atacando a su orgullo. "Pues no lo parecería Sturmhond, todavía recuerdo cómo me rogabas..."
"Punto muerto, vamos a parar unos minutos." Dijo mirando a su alrededor, fijándose especialmente en las telas de la tienda donde estabais mientras su mano revolvía ligeramente su ahora rubio cabello.
"Si no quieres jugar... no lances la primera carta." Dijiste con la máxima indiferencia que lograste reunir. ¿No le gustaba que utilizaran sus trucos sobre él?, pues ibas a gastar tus últimas horas de vida en hacerlo.
"Aún tengo una carta reservada." Su mano rebuscó en su bolsillo hasta que sacó de este un papel arrugado que te entregó. "Si llamo a los guardias, también tendrán que buscarlo como culpable."
Alisaste la hoja hasta que el dibujo se hizo lo más claro posible. No podía ser, ¿cómo lo habría logrado descubrir? No tenías tiempo para tratar de averiguarlo, ahora tenías que arreglar todo.
"Es solo un niño."
"Un niño que estuvo involucrado en el robo de esto." Levantó la corona que seguía descansando en su mano. "La ley también lo considera un ladrón."
"No fue su culpa, fue todo mía." Tus lágrimas estaban a punto de brotar de tus ojos. Él se había mostrado ante ti como alguien justo, pero sus verdaderas acciones eran las de príncipe. Las del príncipe que tenías delante, hablando de como iban a ajusticiar también a tu hermano pequeño como si comentara el tiempo. "Llévame a mí y déjalo en paz. Y por favor, usa todo el dinero que tengo guardado para que pueda vivir una buena vida. Él quiere ir a la universidad de Ketterdam, deja que cumpla ese sueño."
"¿Eso es una confesión?"
La tentación de golpearlo otra vez vino a ti. ¿Tú estabas suplicándole por la vida de tu hermano y él solo se preocupaba por una maldita confesión?
¿Cómo había sido capaz de cambiar tanto en tan poco tiempo? ¿Era el mismo chico que te demostraba su amor con pequeñas cosas? ¿O el que siempre te juró que junto a él ibas a estar a salvo después de contarle una mentira cuando preguntó sobre tu historia?
"Es lo que tú quieras si juras protegerlo." Tu voz era débil, aunque tratabas de ocultar con tu mirada retadora fija en sus ojos color avellana, muy diferentes de los verde del corsario. Sus promesas ahora no valían nada para ti, pero tú única opción era confiar. "Y cuidarlo igual que yo lo he cuidado. Y nunca le digas que he muerto."
"Yo te veo muy viva ahora."
Colocó la corona de la reina sobre tu cabeza con suavidad, apartando algunos mechones de tu cabello hasta que estos quedaron detrás de tus orejas. Al sentir el frío peso del oro, tu cabeza comenzó a llenarse con los recuerdos.
[FB]
Tus padres, cansados de solo poder ofreceros a ti y a tu hermano pequeño una vida itinerante y con miedo a que os apresaran a todos después de algunos de sus robos, decidieron dar un último y gran golpe. Habíais viajado varios kilómetros hasta Os Alta, y os alojasteis en una pensión de mala muerte pegada a los muros de la ciudad.
Al día siguiente había una gran fiesta en el palacio, no sabías porqué pero tenías claro que tus padres la aprovecharían para dar el gran golpe. Siempre, tu hermano y tú, los ayudábais; pero esta vez os prohibieron expresamente ir antes de marcharse camuflados entre el tumulto de gente.
Por su despedida y su forma de miraros antes de marchar, llegaste a la conclusión de que sería difícil verlos volver con vida. No ibas a dejar que se enfrentaran a eso solos, nunca.
Así que cuando ya habían pasado unos pocos minutos, saliste de la habitación junto a tu hermano de la mano y seguisteis la fila en la que vuestros padres se habían metido momentos antes.
Al final llegasteis a un gran palacio ampliamente decorado, donde la gente se apiñaba alrededor esperando a que abrieran la puerta. Tus padres habrían entrado, pero solo podías ver como pasaban por la puerta personas con galas demasiado lujosas. Sería imposible hacer lo mismo con los harapos que llevabais.
Pero una idea pasó por tu mente. Viste a una chica de tu edad alejada del gentío, por las ropas blancas que llevaba parecía una sirvienta, así que te acercaste hacia ella dejando a tu hermano cerca de la entrada para que vigilara si venían vuestros padres y, con un rápido movimiento de tus manos, le sacaste el aire de los pulmones hasta que se desmayó.
Comprobando que nadie te hubiera visto, arrastraste su cuerpo detrás de unos matorrales. Dando un último vistazo, intercambiaste vuestras ropas y la dejaste allí, pidiéndole perdón en un susurro aunque no te pudiera escuchar antes de salir de entre esos matorrales y hacerle una señal a tu hermano.
"¿Porqué yo no puedo tener una ropa como la tuya?"
"Misha..." Su nombre salió de tus labios con algo de tristeza. No sabías lo que os podíais encontrar ahí, pero no querías asustarlo con esa idea así que preferiste contarle una mentira. "Mamá y papá nos pidieron ayuda. Entonces vamos a entrar ahí y te mantendrás muy pegado a mí sin hablar, ¿entendido?"
Afirmó con su cabeza mientras apretaba sus labios con fuerza, ya estaba poniendo en práctica una parte del plan. Os abristeis paso entre el tumulto y os dejaron entrar casi sin miraros a la cara. Sabías que los sirvientes no eran nada para todas esas personas poderosas ahí reunidas, así que aprovechaste eso para camuflarte entre la gente vestida igual que tú.
En ningún momento soltaste la mano de Misha, y durante varios minutos os dedicasteis a copiar las acciones de los otros sirvientes. Pero llegó un instante en el que unos gritos se hicieron paso entre el ruido de las simples charlas que mantenían los nobles. Al poco, unos guardias soltaron a un hombre y una mujer con sus brazos encadenados delante del rey; claramente distinguible por estar sentado en su trono y llevar una corona más grande que su cabeza.
"Moi tsar." El guardia hizo una leve reverencia antes de continuar. "Una mortificadora y un otkazat'sya, habían entrado en la sala del trono."
El hombre a la derecha de la mujer pareció entender el rostro de duda del rey, así que añadió más datos al relato de su compañero.
"Entraron para robar. La mortificadora mató a los dos guardias que custodiaban la puerta."
Con un movimiento de mano por parte del rey, el anterior guardia se acercó a él y escuchó con mucha atención lo que esté le decía mientras todos los invitados veían la escena con atención.
Pronto se resolvieron las dudas sobre lo que iba a pasar. Con otro movimiento de mano el tsar despidió al guardia, el cual fue a susurrarle algo a su compañero y, colocándose cada uno detrás de las dos personas encadenadas, sacaron sus espadas de sus vainas y realizaron dos cortes profundos en los cuellos de los prisioneros.
Jadeos de sorpresa salieron del cúmulo de invitados que se habían acercado para ver la escena, pero pronto se alejaron cuando vieron como los guardias se apartaban mientras los cuerpos inertes caían hacia atrás por su propio peso.
No.
"¡Mamá! ¡Papá!"
Tu hermano pequeño también los había logrado reconocer, aunque parecía no darse cuenta de todas las miradas que se dirigieron hacia vosotros dos.
"Apresadlos también." El rey indicó tranquilamente, como si no estuviera mandando a una posible muerte a una persona de dieciséis años y a un niño de solo seis, volviendo a sentarse en su trono y retomando su bebida.
Tuviste poco tiempo de reaccionar, y en ese pequeño espacio cogiste a tu hermano en brazos y saliste corriendo por un pasillo lo más rápido que fuiste capaz. Abriste una de las muchas puertas y os metisteis dentro de la habitación, cerrando esta a vuestro paso.
Mientras mirabas por todos lados tratando de encontrar un sitio donde esconderte, descubriste que la habitación no estaba vacía. Un chico ligeramente escuálido os miraba a los dos con duda y sorpresa. Estaba frente a una mesa llena de herramientas, pasando su vista de los bocetos a vosotros sin detenerse.
Os quedasteis algunos segundos mirándoos, pero en cuanto escuchó los pasos fuera pareció entender todo. Corrió hacia vuestro lado y te agarró del brazo, llevándote hacia una esquina donde había varias cajas apiladas. Os metió entre ellas y colocando un dedo sobre sus labios volvió hacia la mesa.
Al poco la puerta se abrió, y lograsteis escuchar restos de una conversación en los que el chico negaba haber visto a nadie y logró que todos esos hombres que os perseguían se fueran de allí.
Cuando comprobó que no hubiera nadie más, se acercó hacia las cajas y os sacó de entre ellas. Os llevó con fuerza hacia lo que parecía ser una simple pared, pero cuando tocó un grabado que había en esta se abrió.
Un pasillo muy oscuro estaba delante de vosotros. Giraste la cabeza con miedo hacia ese chico rubio, pero este ya se había alejado y os daba la espalda mientras buscaba algo. Cuando fijaste tu vista en las cajas que os habían escondido hace poco, lograste ver la bolsa de tu padre. Estaba hecha de retazos de tela, y era el único lugar donde guardaba sus pocas pertenencias. Pero algo que daba un brillo especial sobresalía, y en un impulso fuiste a cogerla y la dejaste dentro del túnel para que no se viera.
Cuando el chico se giró, tu hermano y tú os encontrábais en el mismo lugar. Cuando llegó a vuestra altura, te colocó una bolsa en la mano que por el sonido tenía varias monedas y os empujó dentro del túnel antes de cerraros la única salida mirándoos una última vez.
Ese iba a ser el robo más extraño que habías hecho en tu vida.
[FB]
"Te contaré todo."
Cuando te escuchó decirle eso caminó hasta la silla que estaba frente a un escritorio y se sentó, cruzando una de sus piernas mientras se echaba en un vaso un poco de brandy.
"Estoy listo, cariño."
Su voz provocó que volvieras a sentirte igual que antes de toda esa situación. Por un momento olvidaste lo que había sucedido, y solo podías pensar en él y en como te miraba. Si pudieras volver atrás disfrutarías muchos más de todos vuestros momentos juntos sin preocuparte por quiénes sois, solo ocuparía vuestra mente el lugar perfecto para esconderse y no tener que soportar el recital de los poemas de Tolya sobre el amor y las miradas y comentarios de Tamar sobre vosotros.
Pero solo fueron eso, recuerdos.
"Mi padre era un hacedor y mi madre una mortificadora. Siempre se escondieron para que nunca los llevaran al Pequeño Palacio, y lo lograron. Pero en el lugar donde vivían todos sabían quiénes eran y los temían por ello, así que cuando mi madre estaba embarazada de mí decidieron escapar de allí." Las palabras salieron de tu boca sin dificultad, como si tú misma lo hubieras vivido y no fueras solo una oyente que le encantaba hablar con sus padres sobre su vida antes de ti. "Siempre tuvieron miedo a que sus poderes fueran descubiertos, así que nunca se asentaron en ningún lugar y vivían principalmente escondidos en los bosques. Y ahí nací yo, y después mi hermano pequeño."
"¿Cuántos años tiene tu hermano?" Agradeciste que te cortara para hacerte esa pregunta, si seguías hablando sin descanso ibas a derrumbarte y ya no podrías contener más tus lágrimas.
"Ahora tendrá nueve. Nos llevamos diez años." Inspiraste un poco de aire antes de mirarlo fijamente y volver a comenzar tu historia donde la habías dejado. "Vivíamos de pequeños robos, nunca tuvimos demasiadas cosas. Pero un día, cuando yo tenía dieciséis y mi hermano seis, nos llevaron en un viaje demasiado largo hasta Os Alta. Una noche se fueron a lo que nos dijeron que iba a ser el último robo, y yo les seguí junto a Misha..."
"¿Misha?"
"Mi hermano."
"Claro, continúa por favor."
Su tono de voz se había vuelto más serio, y durante unos segundos echaste de menos a ese corsario con su tono tan característicamente jocoso. Pero ya no podías volver a él.
"Entré oculta como una sirvienta. Todo iba bien hasta que aparecieron dos guardias con nuestros padres y les cortaron el cuello delante de todos los invitados y de tu querido padre, el rey."
"Sobre lo último puedo mostrar dudas."
Pasaste de su comentario y seguiste hablando, sin pensar mucho en lo que él había dicho.
"Mi hermano lo vio y los llamó. Entonces el rey nos mandó apresar. Logramos escapar y nos metimos en una habitación." Agarraste la silla que estaba frente al otro lado del escritorio y te sentaste con cuidado. Recordar todo iba a ser más doloroso de lo que pensabas. "Un chico de mi edad estaba ahí, y nos ayudó a escapar. Y mientras él buscaba algo encontré el petate de mi padre en una esquina. Lo cogí sin saber que había dentro, lo juro. Luego él nos dio una bolsa de dinero y nos dejó solos en su túnel secreto."
"Mi túnel secreto." Dijo haciendo énfasis en la primera palabra, ofreciéndote un vaso con brandy que había preparado.
"Tu túnel secre... ¡Tu túnel secreto!" Casi escupiste el líquido que ya caía por tu garganta. Por todos los santos, no puede ser. No podía estar ocurriendo eso, era... "Imposible."
"Improbable." Su sonrisa de lado volvió a aparecer, y tu corazón dio un vuelco. ¿Podría dejar de ser tan carismático en momentos tan serios? "Ahora mismo me estaba comiendo la curiosidad que tenía por saber qué le había pasado a esa chica tan bonita que me robó el corazón."
"Ni siquiera nos hablamos."
"Ay, la magia del amor."
Si no te hubieras encontrado en esa situación tus carcajadas ya estarían llenando el aire entre las telas que formaban la pequeña habitación, aunque también su mirada curiosa te hizo contenerte.
"¿Ya sabías quién era cuando fui a tu barco?"
"No nos adelantemos a los hechos." Uf, como odiabas cuando actuaba así; aunque también te gustaba. "Por favor, continúa."
"Escapamos hacia la costa caminando, tratando de gastar el menor dinero posible. Una noche, cuando mi hermano estaba durmiendo, decidí abrir el saco de mi padre y encontré la corona."
"La corona de la reina de Ravka, ¿cierto?" Nikolai no pudo evitar fijar su vista en tu cabeza, donde todavía descansaba esa misma joya de la que estabais hablando.
"Solo me hizo falta adivinar su valor para saber lo que querían hacer mis padres con ella. Gregori, mi padre, era hacedor así que podría separar los materiales para que no pareciera una corona y venderlos. De pequeña me contaban el sueño que tenían; querían abrir una tienda de reparaciones que también fuera botica. Uní cabos muy rápido."
"¿Por eso tu sueño de asentarte?" Su voz sonaba dolorida, como si le estuvieran quitando parte de su cuerpo diciendo esas palabras.
"Sí. Pero no es solo por cumplir el sueño de ellos, sino también por lograr el mío." Apoyaste las palmas de tus manos sobre las rodillas, estaban sudorosas debido al nerviosismo que te había invadido hace un tiempo. "Sé que solo soy vendaval, y que al menos mi madre era mortificadora, pero yo también quiero abrir una botica como ella."
"Como un simple príncipe segundo en la línea de sucesión pero pirata muy famoso en el mar... te digo que es posible."
"Corsario." Ya no pudiste evitar más la risa. Su confusión con su título había roto ese pequeño muro que habías construido para no mostrar ninguna emoción. Maldito Nikolai.
"Me encanta cuando me citas." Sonrió, alargando su mano y tomando la tuya entre esta, dando pequeñas caricias con su pulgar como lo había hecho la noche anterior sobre tu espalda. "Pero al menos he conseguido hacerte reír."
"Si Mal descubre que conmigo permites decirte pirata..."
"Seguro que lo entenderá, y si no yo le seguiré llamando 'el invitado de la invocadora del sol'." Soltó tu mano y posó su mirada otra vez sobre la corona. "Por favor, continúa."
"A veces nos quedábamos en un lugar un tiempo aprovechando la temporada de cosecha para poder ganar algo de dinero. Y estuvimos varios meses así hasta que llegamos a la costa, y por suerte escuché tu búsqueda de tripulación. ¿Qué mejor que un grisha vendaval para hacer soplar el viento cuando quisiera el capitán?"
"Y viniste a mí..."
"No adelantemos la historia, Sturmhond." Rio al escuchar como decías lo mismo que él y te miró con curiosidad; quería saber más. "Cuando estuve segura de qué era lo que quería... tuve que hacer algo horrible de lo que me arrepiento. No iba a llevar a mi hermano a una vida de corsario con tantos peligros, así que lo dejé en un orfanato donde gasté todas las monedas para que lo aceptaran. Me marché de allí mientras él estaba dormido y ahí te conocí."
"Oh, por todos los santos." Se levantó rápidamente de su asiento y corrió a abrazarte con fuerza. No le gustaba ver cómo estabas a punto de romperte tras contar todo.
"Aún tengo mucho enfado contra ti Sturmhond."
"Pero seguro que me puedes perdonar con un beso."
"Olvídalo Sturmhond, no pienso tocarte ni con un palo." Subiste las manos a tu cabeza y agarraste la corona para devolvérsela; pero el colocó sus manos sobre las tuyas y la dejó encima de ti. "¿Qué haces?"
"Ya te hice reinar en los mares, así que te mereces una corona. Y en Ravka puedo compartir contigo el ducado de Udova, entonces tendrás que conformarte solo con una de esas."
Por sus ojos brillantes y esa mirada sabías que no estaba bromeando, y aunque no tenías claro que decir soltaste lo primero que te pasó por la mente.
"Con esas palabras tan bonitas vas a conseguir que te toque con un palo."
"Te lo agradecería toda mi vida."
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mofred · 10 months
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Palabras para una despedida
Oigo a las letras que retumban contra el suelo, voces dispersas. Las oigo ronronear. Gravemente. Como el tono curtido por el tiempo y aquellos acentos duros que recorren el espacio, como los ecos de la llamada que silba el pastor que jamás conocí. Oigo frases que terminan con palabras huecas, úes que ocupan las sílabas débiles de las oes, y millones de chicharras que cantan enloquecidas en este viento afónico, que me cubre y que se arrastra contra las piedras, restregándose en este manto invisible y pesado de aire que arde, aquí, alrededor y encima de mí, sobre esta tierra roja, que se enciende hasta las dunas vírgenes de la playa. Oigo también a la calma bailar a sus anchas. Y la imagino inmiscuirse en la hierba quemada del campo. Pasar junto a los animales que pastan. Como el cielo, lapislázuli en sus nubes hinchadas. La luna llena. La luna acuario incendiaria, que ayer engatusó en mis ojos la mirada y erizó la piel, arrugándola, sobre la tierra, que hoy te llevó, viejita, a dormir en sus brazos, con ella, al lugar que tú quieras.
mofred
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zia-in-lowercase · 1 year
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Huesos
Ese no es mi padre. La Figura que, como una mariposa restringida por alfileres, yace boca arriba e inmóvil, no es mi padre. Sus ojos apenas se distinguen en su cara hinchada, pero sé, yo sé que miran hacia arriba, a las estrellas, y lo odio. Miran a las estrellas (o tal vez tubos fluorescentes), pero no las ven y no hay nada tras ellos, su cerebro está silencioso, mudo, y sé que no se moverá más. Sus huesos están expuestos en muchas partes, me asquea; son blancos-amarillentos, manchados de sangre y tierra. No, eso no es mi padre.
A pesar de su tatuaje, tan similar al que papá se hizo unas vacaciones en Indonesia (mi madre estaba enojada, pues relacionaba los tatuajes con la delincuencia aunque mi hermano decía Ay madre, no seai así. Los tiempos cambian), ese Monstruo no es mi padre. El tatuaje de papá es como una hiedra que abraza gentilmente su espalda, pecho, deltoide izquierdo, es de un negro brillante sobre su piel morena; es lustroso, elegante, complementa su cuerpo, realza su anatomía. El tatuaje de papá no es un amasijo de líneas groseras, tinta derramada sin consideración ni cariño sobre su piel, no, no se deforma alrededor de rasguños, moretones, y cráteres. ¿Cómo podría alguien confundirlos? (Mi hermano tiene ese mismo tatuaje se lo hizo en el muslo derecho a los dieciséis se lo hizo en el muslo para que mamá no lo viera mamá estaba furiosa luego calmada realmente eres su hijo sonrió)
La boca de la Cosa hace una mueca, algo a medio camino entre un grito, una sonrisa y un llanto. A pesar de que la boca esté abierta, no dice nada. Ya nunca dirá nada. Tick tock, pienso, hable ahora o calle para siempre. Todos quedamos mudos al final, pero yo quedo mudo al ver la parodia de su boca frente a mí. Mi padre sonríe cada vez que puede, es un hombre de risa fuerte y humor grosero pero bienintencionado (a pesar de que siempre le decía eso de pequeño mi padre nunca cambió siempre estuvo orgulloso de eso tal vez es eso lo que más admiro de él Dios sabe que pienso demasiado poco de mí mismo tal vez eso admiro o tal vez que se rió esa noche cuando nos enteramos que Sí, sí, lo siento. No pudimos hacer nada. Lamentamos su perdida, señor. Lamentamos su perdida. Sus ojos se llenaron de lágrimas y me miró y sonrió y me abrazó y lloró lloramos todos sí pero primero me miró y sonrió) No, él no quedaría mudo. ¿Cómo podría hacerlo? Toda su vida intentaron amordazarlo, pero el gritaba, gritaba a todo pulmón Aquí estoy, aquí estoy (y retumbaba contra los Andes Aquí estoy eso admiro de él que no dejaría que lo enmudecieran).
Muevo mi pulgar y revelo los jirones de brazos de la Criatura, veo sus huesos y músculos, como un libro de anatomía (si tu vida es normal nadie verá tus huesos de hecho mucha gente tiene huesos de colores extraños: azules, verdes, rosados, teñidos por medicamentos que tomas. Nadie se dará cuenta de eso hasta que mueras y de abran, ziiiiip. Aprendí eso cuando era pequeño y no lo puedo sacar de mi cabeza. Nadie ve tus huesos hasta que te abren). Y pienso, Oh, mi señor, no puedes decirnos tus secretos, pero ya no los puedes ocultar, están todos ahí a simple vista. Mis Ojos pueden ver: sangre, piel, músculo, hueso, tendón, sangre. Pueden ver: mugre, tierra, trozos de pavimento. Pero no te oyen. Eh, amigo, ¿por qué ocultas tu mirada? Tiemblo. Cuando se acaba todo y solo quedas tú en una sala oscura, con manos enguantadas explorando tus rincones, y todo tu Ser llenará quizás unas planas de formas clínicas, tal vez una noticia si tu partida fue divertidamente grotesca, tal vez una primera plana si tu rostro es conocidamente bello; cuando quiten todo lo que queda de ti, ¿quién escuchará lo que tenías que decir, quién te devolverá la mirada? Digo bien, tú, Bestia, decidme lo que ocultáis. Y entonces su alma se me revela (fue un milagro, o tal vez fue una mota de polvo que tapaba el Detalle Más Importante para luego volar y dejarme ver sus Ojos o tal vez me cuesta ver de cerca y debo ir al oftalmólogo o tal vez finalmente lo acepté).
Mi padre tenía unos ojos pardos, cristalinos. Siempre parecía que iba a llorar o justo había terminado de hacerlo (siempre pensé que tantas penas se acumularon en sus ojos a lo largo de la vida), eran bellos. Eran Él. Siempre miraba a los ojos al hablar, y siempre se arrugaban, tan solo un poco, cuando estaba a punto de contar el remate de un chiste, y parpadeaban rápido, como si no quisiera perderse ni un instante del mundo. Recuerdo que una vez me llevó a ver las estrellas, en el Sur cerca de donde nació. Era muy pequeño pero aún lo recuerdo: sus ojos húmedos reflejaban la luz de los astros y pensé que si me concentraba lo suficiente podría ver a Orión o a las Pléyades en ellos.
Aprieto la fotografía en mi mano, y acaricio la imagen de mi padre, desnudo, tendido en una plancha de acero. Sí, es él, le digo a la detective. Lamento su perdida señor, lamento su perdida, dice ella, gracias (o algo a ese efecto) le respondo. Le tiendo la foto, pero me cuesta soltar los dedos; ella tira y el grueso papel se desliza por las yemas de mis dedos. No lo volveré a ver, pienso. ¿Así lo recordaré? Lo dudo. En mi memoria el ríe y canta y habla y su tatuaje brilla con el sudor y el sol en una tarde de verano. Sus ojos están llenos de estrellas y me abraza. Pero está abierto, y aunque nunca me ocultó nada finalmente lo conocí. Vi sus huesos.
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hola Rosa, espero que todo vaya bien
¿Qué opinión te merecen las actuaciones recientes del Rey Carlos desde tu experiencia como psicóloga? Me refiero a si éstas están justificadas ppr el momento de duelo que está atravesando; obviamente la comparación con otros casos del común de las gentes no se equipara a la de una persona de la realeza, pero en una persona que está pasando por un duelo es común ese tipo de actitudes?
Saludos!
Hola, un placer saludarte 👋
Recordemos que la realeza británica es la única en la actualidad que conlleva un estricto protocolo, personalmente creo que han quedado obsoletos en muchísimas cosas.
¿Sabías que desde que La Reina Isabel accedió al Trono el protocolo funerario ha sido ensayado 2 veces mensuales hasta el día de hoy? incluido el discurso del ahora Rey
¿Qué País hace eso?
Siempre se ha sabido sobre el amargo carácter y humor negro que se gasta Carlos, es por ello que en su momento la Reina dudó en darle la Corona y ofrecérsela a William.
Hubiese sido lo más considerado ya que Carlos tiene 73 años con los achaques correspondientes a dicha edad, de hecho en uno de los actos del funeral se le pudo ver con las manos hinchadas y moradas.
Además Carlos padece de TOC, es muy escrupuloso y no toca nada que no sea necesario, lo solemos ver en sus actos siempre con un pañuelo en la mano limpiándose.
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Duelo .... la Reina era una señora de muy avanzada edad y eran sabidas las constantes visitas de su médico a Palacio, su muerte no ha pillado por sorpresa a nadie de la familia, han tenido tiempo suficiente para hacerse a la idea.
Las actitudes de Carlos, son rabietas de niño consentido, una persona que no se ha ensuciado las manos en su vida y que no sabe de escaseces ... va a meter mucho la pata y si se contiene en muchas ocasiones es gracias a Camila que lo encamina hablándole en voz baja o corrigiéndolo con su mirada.
Vi el otro día un reportaje sobre esta familia y me llamó la atención un detalle.... cada vez que salía Carlos y la soberana corona estaba en la vitrina, no apartaba sus ojos de ella, la miraba con recelo, la ansiaba, supongo que sentía que como heredero era merecedor de ella, otra cosa es que sepa llevarla con Dignidad.
El que Carlos sea ahora el Real Soberano de Inglaterra es como cuando Donald Trump fue Presidente de EE.UU ... todo el mundo va a estar pendiente de su próxima metedura de pata.
SI, quería a su madre y estará triste, pero todo lo que hemos visto ha sido Genio y Figura.
Un fuerte abrazo 👑
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abange · 2 years
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Alerta de contenido: no-consentimiento, dominación y sumisión, diferencia de edades, grabación, incesto forzado.
Él era un vecino de la colonia de al lado. Cuando mi hermane mayor me dijo que estaba saliendo con él, me extrañó mucho, porque elle era muy bonite y él era un hombre muchos años mayor.
Me dijo que era un secreto y que no le podía contar a nadie, porque se enojaría conmigo por el resto de su vida. De todos modos no me interesaba contarle a nadie.
Un día nuestros padres salieron de vacaciones por una semana. Decidieron que mi hermane ya era suficientemente mayor y responsable para cuidarme a mí y a la casa. Yo también era suficientemente mayor y responsable pero sabes cómo son los padres. Cometes un par de errores y no vuelven a confiar en ti.
Fue entonces que lo trajo a casa. Por fin lo pude conocer más allá de un saludo de lejos, historias o fotos.
Yo estaba en la cocina cuando sonó el timbre. Elle fue corriendo para abrir la puerta. Cuando él entró, elle le besó la mano y después él le besó en la boca.
Él me vio asomarme desde la cocina y me saludó. A mi hermane le dijo:
—Preséntame a tu hermano, putite —así le llamó.
Yo me quedé sorprendido y elle se sonrojó tode.
—Señor, éste es mi hermano. Hermano… —tragó saliva, sonrojándose aún más—, él es mi señor Carlos.
—¿Tu señor? —le pregunté, extrañado.
—Así es —dijo él—. Veo que tu hermane no te contó. No le culpo, pero debes saberlo: no somos una parejita de novios; nosotros tenemos una relación de amo y sumise.
—¿Cómo? —nunca había oído hablar de algo parecido.
Volteé a ver a mi hermane pero elle tenía la mirada clavada en el piso.
—Vayamos a sentarnos y te lo explico. —Volteó a ver a mi hermane—. Trae unas cervezas.
—Sí, señor —le respondió y salió con prisa a la cocina.
Nos sentamos cada quien al extremo de un sillón. Me contó un poco sobre el tema, que a él le gustaba dominar, tener el control sobre otras personas; mientras que a mi hermane le gustaba lo opuesto: recibir órdenes y obedecerlas. Que ambos disfrutaban la manera en que se relacionaban. Que para elle era más bonito recibir besos y apapchos después de recibir fuertes nalgadas.
Cuando mi hermane llegó con las cervezas, ya abiertas, nos dio una a cada uno en la mano, y se quedó de pie al lado del sillón.
—¿Qué pasa? ¿Te da pena? —le preguntó él con una sonrisa—. Ya conoces tu lugar, putite.
Elle se arrodilló a los pies de él.
El señor Carlos le dio un trago a su cerveza. Tomó a mí hermane por el cabello y le movió hacia su entrepierna.
—Chúpamela, mientras le cuento a tu hermanito cómo te excita ser exhibida como le pute que eres.
Elle sacudió ligeramente la cabeza, y él respondió dándole una cachetada.
—Tienes cinco segundos para iniciar o te voy a nalguear aquí mismo. Cinco... cuatro...
Elle se apresuró para desabotonarle el pantalón y sacar su verga, que ya estaba algo hinchada.
—Bien —dijo el señor Carlos. Se volvió hacia mí—. Como te decía, realmente le pone cachonde todo ésto, mucho más que cualquier situación vainilla.
Yo estaba estupefacto. Sentía un calor en la entrepierna que me distraía, así que tardé e contestar.
—¿Vainilla?
—Así es como le nombramos a actos sexuales dentro de la norma. Lo regular, ordinario.
Continuó contándome algunas cosas del tema mientras mi hermane, arrodillade entre sus piernas, hacía sonidos húmedos al chupar su verga y al atragantarse con ella.
—Grábalo —dijo el señor Carlos—. Anda, saca tu celular.
Dudé. Me sentí sobrecogido. Pero no quería arruinar el momento o parecer cobarde.
Desde la posición que tenía, se veía cada detalle obsceno de la escena. La cabeza de mi hermane subiendo y bajando, la verga del señor Carlos asomando entre sus labios cada vez que se alejaba un poco.
Me lamí los labios instintivamente. Mi corazón bombeaba velozmente. Crucé las piernas. Tenía una sensación de desagrado pero muchísimo más morbo.
—¿Te gusta? —preguntó y tomó un sorbo de su cerveza—. Ya deja de grabar, lo hago yo ahora.
Guardé mi celular. Él tomó a mi hermane de las greñas y le apartó de su verga. Sus labios estaban mojados, un hilillo de saliva los conectaba a la verga del señor Carlos.
—Ahora chúpasela a él —ordenó, empujándole hacia mi.
Los dos lo volteamos a ver, atónitos.
—Si no—amenazó él—. Sabes lo que va a pasar.
Elle asintió con la cabeza y gateó hacia mí. Yo no me movía y elle no me miraba a los ojos. Me bajó los pantalones y abrió mis piernas.
Miró mi verga trans, ex-clítoris enaltecido por la testosterona, y se dedicó a lamerlo y mamarlo.
Yo me tensé por completo. Un placer exorbitante recorrió mi cuerpo entero, haciendo enroscar los dedos de mis pies. Luché por no gemir de placer, pero mi respiración irregular de todos modos me delataba.
—No sé si... —inicié, pero tuve que pausar un momento, una aguda sensación de placer me había invadido— no creo que deberíamos estar haciendo esto.
Pero mi hermane mayor no me hizo caso y continuó moviendo su cabeza entre mis piernas.
—Que bello es el amor fraterno —dijo el señor Carlos.
Volteé a verlo y lo descubrí con su celular en una mano, su verga en la otra.
—¡Oiga!
—¿Qué? ¿Te gusta grabar a las personas pero no que te graben? Chale.
Quise decirle que no lo había grabado por mero gusto, sino porque me lo había dicho él, pero tuve que llevarme la mano a la boca. No pude evitar gemir, pero intenté taparme con mis manos para ahogar el sonido.
—¿Para qué te tapas? ¿Quién te va a escuchar? —se mofó de mí—. Puedes intentar fingir que no te gusta, pero nadie aquí va a creerte. Sólo mírate.
Sentí vergüenza. Mi cuerpo estaba reaccionando intensamente a la atención de mi hermane y su señor. Maldije a mi cuerpo, que amenazaba acercarse a un orgasmo.
—Es suficiente, putite. Tu hermanito aún no se merece el privilegio de venirse.
Mi hermane dejó de chupar mi verga. Di un suspiro, tanto de alivio como de frustración.
—Sostén sus brazos —ordenó su señor.
Apenaa comprendía lo que había dicho cuando sentí las manos de mi hermane en mis brazos, jalándolos por encima de mi cabeza hacia atrás. Volteé a mirarle. Su expresión era extraña y ambivalente.
Sentí manos en mis piernas. Eran grandes y gruesas. Era el señor Carlos, que me abría las piernas, colocándose entre ellas.
Entré en pánico, intentando retorcerme, pero me sostenían fuertemente. Las caderas del señor Carlos se movieron hacia adelante y su gruesa verga me penetró, sin importarle mis súplicas de que no lo hiciera.
Entró en mí fácilmente, ya que estaba terriblemente mojado por el oral; sin embargo, la brusca intrusión sin otra preparación era demasiado para mí. Podía sentir cómo se estiraba mi coño alrededor de su verga, era doloroso y al mismo tiempo placentero de una forma extraña.
El señor Carlos comenzó a cogerme, arremetiendo contra mi agujero frontal como quiso, sin consideración por mis gemidos de dolor que escondían de vez en cuando unos cuantos gemidos de placer.
Tomó mi rostro con una de sus manos. Intenté safarme de su agarre, pero no estuve cerca de lograrlo. Él abrió mi boca y escupió dentro de ella, tapándola posteriormente con su mano.
—Traga.
Obedecí. ¿Qué más podía hacer? Mis ojos comenzaron a llenarse de lágrimas por la humillación.
—Buen chico.
El señor Carlos usó mi coño tanto tiempo como quiso, hasta cierto momento en el que sacó su verga de él y apuntó hacia mi cara, salpicándola con su semen.
—No vas a limpiar eso. Pero aún no confío en ti, así que... —se tornó hacia mí hermane y tomó mis manos—. Trae cuerda.
El señor Carlos ató mis manos detrás de mí.
—Perfecto. Esta semana voy a ayudarte a descubrir muchas cosas acerca de ti mismo, muchacho. —Después se dirigió a mi hermane nuevamente—. Ahora sí, chúpasela hasta que se venga.
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¿Cuál fue el resultado del último partido entre Elche y Real Valladolid?
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¿Cuál fue el resultado del último partido entre Elche y Real Valladolid?
Resultado último partido Elche vs Real Valladolid
En el último partido entre el Elche y el Real Valladolid, se vivió un encuentro reñido y emocionante que mantuvo a los aficionados al borde de sus asientos. Ambos equipos salieron al terreno de juego con un gran despliegue de fuerza y determinación, buscando la victoria desde el primer minuto.
El partido estuvo marcado por jugadas intensas y oportunidades de gol para ambos equipos. El Elche logró tomar la delantera en el marcador gracias a un gol tempranero que llenó de emoción a su hinchada. Sin embargo, el Real Valladolid no se quedó atrás y logró igualar el marcador con una jugada magistral que sorprendió a todos en el estadio.
El encuentro continuó siendo muy disputado hasta el pitido final del árbitro. Ambos equipos mostraron un gran nivel de juego y dejaron todo en el campo en busca de los tres puntos. Al final, el marcador permaneció igualado, reflejando la igualdad de fuerzas entre Elche y Real Valladolid en este emocionante enfrentamiento.
Los aficionados de ambos equipos salieron satisfechos con el espectáculo brindado en el campo y ya esperan con ansias el próximo partido para seguir apoyando a sus equipos favoritos. Sin duda, el enfrentamiento entre Elche y Real Valladolid dejó a todos con ganas de más y demostró una vez más la pasión que despierta el fútbol en cada rincón de España.
Marcador encuentro Elche Real Valladolid
El Elche y el Real Valladolid se enfrentaron en un emocionante partido que dejó a los aficionados al borde de sus asientos. El marcador del encuentro fue un reflejo de la intensidad y la competitividad que ambos equipos mostraron en el terreno de juego.
Desde el pitido inicial, se pudo sentir la tensión en el ambiente, con jugadas rápidas y oportunidades de gol en ambas porterías. El Elche mostró su determinación por imponer su estilo de juego, mientras que el Real Valladolid no se quedó atrás y luchó con fiereza en cada balón disputado.
El partido estuvo lleno de emoción y momentos destacados, con jugadas individuales brillantes y colaboraciones en equipo que mantuvieron el marcador en constante cambio. Los aficionados no podían despegar la mirada de la pantalla, conscientes de que cualquier equipo podía llevarse la victoria en cualquier momento.
Finalmente, el marcador del encuentro entre el Elche y el Real Valladolid reflejó la igualdad de fuerzas en el terreno de juego, dejando a ambos equipos con un punto en la clasificación. Los jugadores dieron lo mejor de sí mismos y demostraron por qué La Liga es uno de los campeonatos más emocionantes del mundo del fútbol.
Los seguidores de ambos equipos ya esperan con ansias el próximo enfrentamiento entre el Elche y el Real Valladolid, conscientes de que será otro partido lleno de emoción y adrenalina.
Goles partido reciente Elche vs Real Valladolid
El reciente partido entre Elche y Real Valladolid resultó en un emocionante encuentro lleno de acción y goles. Ambos equipos mostraron un juego dinámico y competitivo que mantuvo a los espectadores al borde de sus asientos durante los 90 minutos de juego.
El partido comenzó con intensidad desde el pitido inicial, con ambas escuadras buscando imponer su estilo de juego y crear oportunidades de gol. Fue el Elche quien logró abrir el marcador en los primeros compases del encuentro, aprovechando una oportunidad de contraataque para ponerse en ventaja.
Sin embargo, el Real Valladolid no se quedó atrás y respondió rápidamente con un gol que igualó el marcador. El partido se volvió aún más emocionante con el trascurso del tiempo, con ambas escuadras atacando y defendiendo con determinación en busca de la victoria.
Los minutos finales del encuentro estuvieron llenos de tensión y emoción, con oportunidades de gol para ambos equipos. Sin embargo, ninguno logró capitalizar esas oportunidades y el marcador finalizó en un empate, reflejando la igualdad y la intensidad que se vivió en el terreno de juego.
A pesar de no obtener la victoria, tanto Elche como Real Valladolid demostraron su calidad y su capacidad para competir en la liga. Este emocionante encuentro dejó a los aficionados con ganas de más y promete ser un preludio de futuros enfrentamientos igualmente emocionantes entre estos dos equipos.
Ganador último enfrentamiento Elche Real Valladolid
En el último enfrentamiento entre Elche y Real Valladolid, el equipo ganador fue el Elche, logrando imponerse con un marcador final de 1-0. El partido estuvo lleno de emoción y buen fútbol, con ambas escuadras demostrando su determinación en el terreno de juego.
El Elche, dirigido por su entrenador, mostró un gran desempeño durante todo el encuentro, destacando por su solidez defensiva y eficacia en ataque. El gol que les dio la victoria fue fruto de una jugada colectiva que evidenció el trabajo en equipo y la calidad de sus jugadores.
Por su parte, el Real Valladolid no tuvo un mal desempeño, pero no logró concretar las oportunidades que generó a lo largo del partido. A pesar de su lucha y entrega en el campo, no pudieron igualar el marcador y se vieron superados por la efectividad del Elche.
Este enfrentamiento dejó a los aficionados expectantes y ansiosos por ver qué deparará el próximo encuentro entre estos dos equipos. La rivalidad entre Elche y Real Valladolid promete emociones fuertes y un fútbol de alta calidad en cada partido que disputen.
En resumen, el Elche fue el ganador indiscutible del último enfrentamiento ante el Real Valladolid, demostrando su potencial y dejando en claro que es un equipo a tener en cuenta en la competición. Los aficionados esperan con ansias el próximo duelo entre estas escuadras para disfrutar de un gran espectáculo deportivo. ¡Que gane el mejor!
Desempeño jugadores Elche Valladolid último partido
En el último partido entre el Elche y el Valladolid, los jugadores mostraron un desempeño notable en el terreno de juego. Ambos equipos pusieron en práctica sus estrategias y demostraron habilidad y determinación durante los 90 minutos de juego.
Los jugadores del Elche se destacaron por su sólida defensa y su capacidad para salir al contraataque con velocidad y precisión. Los defensores mantuvieron su línea y evitaron que el Valladolid generara muchas ocasiones de gol. En ataque, los delanteros supieron aprovechar las oportunidades que se les presentaron y lograron marcar goles determinantes para el resultado final del partido.
Por otro lado, los jugadores del Valladolid también demostraron un buen desempeño en el campo. A pesar de la presión del Elche, lograron mantener la posesión del balón y crear ocasiones de gol mediante su juego de pases y movimientos tácticos. Los delanteros del Valladolid buscaron constantemente romper la defensa rival y poner en aprietos al portero contrario.
En resumen, el último partido entre el Elche y el Valladolid fue un emocionante enfrentamiento donde ambos equipos mostraron su calidad y determinación en el terreno de juego. Los jugadores de ambas escuadras lucharon hasta el final, ofreciendo un espectáculo digno de admirar para los aficionados al fútbol.
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ladedicatoria · 1 month
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Por los colores A los hombres más tiernos del mundo
Yo no sé si al Lucho le parece algo increíble o no, pero seguro que no le da bola de la misma manera en la que se la doy yo. Pasa que no es algo normal pero, la gente que vive un modo de vida anormal ni en pedo lo percibe como algo a relatar.
Para quienes no lo conocen, mi amigo Luciano es tal vez una de las personas que yo más quiero y más odio a la vez, pero que quiero tener cerca siempre.
Mi amigo Luciano aparte de ser mi amigo Luciano es parte fundante de “La Banda del Chacarero”, sobre la que no pienso acá historizar dado que es un proyecto que ya están llevando a cabo desde adentro; pero alcanza decir que es uno de los primeros miembros (Sobre esto existía una foto muy tierna de 15 tipos en la loma del orto abrazados, soñando por armar una alternativa a las barras ya existentes en la ciudad de San Martín que por temita legal hubo de desaparecer).
Por esta razón y por respeto, el material para decir lo que quiero decir tuve que buscarlo afuera de la propia banda, y me encontré con un importante problema: sobre fútbol hay escritos preciosos pero sobre ser barrabrava no hay casi nada.
Incluso en producciones más del orden académico hay poquísimo sobre deporte, y lo que hay se percibe a sí mismo como una producción marginal. Eric Dunning en “Deporte y Ocio en el proceso de civilización" dice que la probable razón de eso está en que los “padres fundadores” de su disciplina no consideraron que el deporte fuera el locus de los problemas serios.
El atrevimiento que me tomo no está amparado por ninguna ciencia, pero no por eso es menos sincero el esfuerzo de comprender la época que nos tocó.
Lo que quiero decir es que ser barra es un deporte en sí mismo, no un acto excesivo de pasión por el fútbol a eliminar que deba ser tarea de los estados, sino el resultado de un proceso civilizatorio autoimpuesto que genera un nuevo deporte: la hinchada. Deporte que apenas se relaciona con el fútbol pero que maneja sus propias tensiones, valores y reglas. La particularidad de este deporte para mí viene a ser su origen: desde abajo (Su existencia difícilmente pueda adjudicarse a un mecanismo de control de tensiones impuesto desde arriba, sino que responde a conflictos sociales y las formas en que la gente encuentra una válvula de escape) Lo precioso de su destino: el goce, comunitario si se quiere, de la fiesta con otros y para otros; y la fortaleza de su sistema de honor: El barrabrava sirve exclusivamente a los colores dejando de lado a la dirigencia, a los jugadores, e incluso a otros hinchas.
Me interesa poner la mirada en dos ensayos recopilados en ese libro pero no sin antes hacer una aclaración importante: todo lo referido a ser barrabrava, tanto en este trabajo, como en otros toman como núcleo lo estudiado en un modelo inglés de barrabrava, trabajos siempre financiados o mirados desde un lugar estatal o civilizatorio, que van a buscar determinar los móviles de la violencia o de los excesos como si de alienígenas se tratara.
Para evitar este enfoque esto me interesa poner la mirada en dos ensayos de ese mismo libro. El primero se titula “La búsqueda de emoción en el ocio” Dunning junto con Norbert Elias van a tratar de examinar el tiempo libre para ver que tanto le dedicamos verdaderamente al ocio.
Encuentra que le dedicamos re poquito tiempo y dice que es en ese tiempo que las personas van a buscar actividades recreativas en donde puedan fugar una fuerte emocionalidad que durante la totalidad del tiempo se encuentra bajo un manto de orden que determina toda forma de producción y es tanta su extensión que se tienden a disolver los límites de ese autocontrol y las emociones pasan a un plano secundario en nuestras vidas.
Lo primero que me paso cuando fui a sacarle fotos a la banda fue encontrar justamente esto: la expresión de una fuertísima emocionalidad. Y para mí fue muy loco porque si bien entiendo de pasiones nunca había visto tan de cerca como se articula un festejo como ese, nunca había visto tanta gente tan al palo a plena luz del día, entrada de los músicos, manejo de los ritmos en las canciones etc.
Lo que el autor dice de estos espacios es que de alguna manera sirven para controlar estas emocionalidades de una forma segura y que son el reverso de este mismo control interiorizado. Mientras mas emocionalidad a contener más es la euforia de la actividad mediante la que libera toda esa tensión y me parece interesante verlo también como un espacio que se relaciona con las formas concretas de la sociedad que de alguna manera se tiene en cuenta cuando se habla de deportes más populares pero no cuando se habla de la fiesta de las barras. Por ahí capaz la punta seria: todos deberían ir a la cancha y percibir en carne propia la experiencia o empezar relacionarse con otros teniendo en cuenta alguna de sus dinámicas.
Igual todo puede entrar en este tema de actividad recreativa contenedora de emocionalidades el tema es ver como se originan o se reproducen. El segundo ensayo que me importa se titula “Un ensayo sobre la violencia y el deporte” y está escrito por Norbert Elias. El loco se vuelve nomás un par de siglos atrás, en donde encuentra el nacimiento de los deportes: la Inglaterra de la segunda mitad del S XVIII. Y define el deporte así:
“es una forma organizada de tensión en grupo, aun cuando ese grupo esté formado a veces sólo por dos personas. «Equilibrio de tensiones» es el término que se ha introducido para expresar la idea de que la figuración básica de un deporte está pensada para producir tanto como para contener tensiones”.
La cuestión para el autor va a ser el equilibrio imposible entre estas dos cuestiones dentro del deporte: una tensión que genera (como lugar a la emocionalidad con fines catárticos) y otra que contiene (límite reglamentario como forma de control social). Lo que a mí me pasa con este temita es que creo que nada alcanza para contener. Y ahí es donde entra el rol del barrabrava, al día de hoy las pulsiones internas de la sociedad, la carencia de espacios (o de tiempo) en donde la emocionalidad fuerte pueda ser liberada excede a la capacidad del deporte. Lo que se funda entonces es un nuevo deporte, fruto de la observación y el alentar a partir de un deporte base, en paralelo, el hincha no ve reels de jugadas de futbol, ve aperturas de otras barras.
Ser hincha se vuelve, como modo de regularse a uno mismo y a otros, un nuevo deporte, que contiene las tensiones de un sector de la sociedad y que a la vez impone un fuerte esquema de reglas. El hecho de que no haya sido considerado en este aspecto tiene algo de clase que no permite ver la emoción que sienten estos sectores de la sociedad.
Por eso es que siento tanta admiración por lo que hace mi amigo Luciano. Me parece una cosa fantástica ver cómo operan ambas tensiones en su interior y lo político que se torna entonces su hacer: el rol del hacer de barra como contenedor de tensiones está muy alejado de sólo ser un apasionado en un acto catártico bien típico de todo lo que hay escrito sobre ser barrabrava. Quienes se permitan acercarse a su cotidianidad van a poder ver el inmenso papel que tienen como ordenadores sociales y la importancia que tiene evitar que los conflictos terminen dañando a otros. Tanto es así que adjunto el último comunicado fruto de conflictos con otros espacios para que se den una idea:
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Ahora, sería profundamente aburrido y funcional que solo contengan emocionalidades fuertes, nadie podría afirmar que ser barrabrava no implica una catarsis en sí misma. Incluso y hasta te digo que tiene todo lo que tiene que tener un deporte: hay lugares de gran estima que solamente lo ocupan las grandes barras. No hay nada como La 12.
Me emociona la grandeza que portan las barras en tanto habilitan, si se quiere, esta experiencia catártica. Me parece algo muy hermoso la inmensidad de la fiesta que la banda puede llegar a hacer en este caso en particular, los fuegos artificiales, las bengalas, es algo que no se ha visto nunca en la historia de San Martín, eso es también una forma de contagiar la pasión y un lugar en el que el deporte (entendido por tal exclusivamente el fútbol) queda siempre en deuda.
El autor del ensayo se toma una buena cantidad de páginas para determinar qué es aquello a lo que llamamos deporte y cuándo toma valor como tal. Le comento al Lucho sobre esto y me aclara diciendo que todo eso también existe en el mundo barras. Que él, pese a ser de River, se muere de ganas de estar en La 12 y poder sentir esa fiesta, que lo más importante es ser mejor que la otra barra, que el trapo es el valor más preciado y su perdida en batalla implica la más grande deshonra posible, que existen sujetos portadores de un gran honor, que existen grandes mártires que fueron a todos lados y pusieron más aguante que nadie, que poner un montón de huevos alentando permite exigirle a los jugadores más que cualquiera, que no es lo mismo ir a ver al partido que ir a ser un hincha que alienta y que pone huevo, que existen códigos que no se sobrepasan por nada en el mundo como mandar en cana, que al interior del mundo barra hay corrientes como “la banda del yogurt” que por hacer gimnasio parecen pertenecer a otra era, pero que se ganan el respeto plantándose en Brasil y ligando como en la guerra.
Y no dejo de pensar en el por qué.
No me puedo sacar de la cabeza la idea de que todo ese esfuerzo, todo ese dolor, se haga exclusivamente por los colores como un cruzado que da la vida en la guerra por lo que cree mejor.
No me puedo sacar de la cabeza las ganas de formar un nuevo deporte que permita el fluir de una fuerte emocionalidad compartida exclusivamente por amor a la gente, por amor a lo propio. Incluso con el costo que tiene contener toda esa emocionalidad, más en los tiempos violentísimos que corren.
No me van a convencer de que ese actuar no es exclusivo de los hombres más tiernos del mundo.
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bodyboxspain · 2 months
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bookishnerdlove · 2 months
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NELTHDR 121
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Pero entonces el conde Riegelhoff y Shane se pusieron furiosos, exigiendo matarme a mí también. Eso tampoco estaba en el original. Claro que no. Porque en la historia original, la cabeza de Edith se cae antes de que suceda esta escena. – ¿Qué? ¿Qué pasó? Estaba tan aturdido que no pude evitar mirar a Killian, y la mirada en sus ojos era de alguna manera ardiente. ¿Es este el mismo hombre que dijo que no me mataría? Me pregunté si el duque Ludwig trataría de perdonarme y, efectivamente, dijo que respetaría la decisión de Killian. Pero Killian se estaba enfadando de nuevo cuando le dijeron que me llevara al calabozo para interrogarme. – De todos modos...... El final de Edith ha cambiado, ¿verdad......? Estaba un poco confundido, ya que pensé que iba a morir. Pero a pesar de mi confusión, los caballeros ordenados por el duque me agarraron por ambos lados y me pusieron de pie. Al ver esto, el temperamento de Killian volvió a estallar. "¡Quita tus manos de ella!" El caballero que estaba a mi derecha entró en pánico y levantó la mano, atrapando inadvertidamente mi bufanda en el botón de la manga de su abrigo y alejándose con él. "¡Ah......!" Era una bufanda barata, pero el aire frío me golpeó tan pronto como se quitó la bufanda delgada. Me estremecí, luego volví a mirar a Killian, que tenía una expresión muy extraña en su rostro. No era solo la expresión de Killian, sino la del duque, Cliff y todos los demás a su alrededor. Era como si hubieran visto algo muy increíble...... "Tu cara......" —dijo Killian con los dientes apretados—. Pero con solo esas dos palabras, me di cuenta de lo que les hacía tener caras de sorpresa. 'Oh, claro, mi cara es un desastre......' Shane me había golpeado la cara dos veces durante el secuestro y tres veces Sophia en el sótano de la villa de Wellesley, dejándola muy magullada, pero tuve suerte de que no me rompieran la nariz ni la mandíbula. No es de extrañar que el barón y la baronesa Rubén, que me habían ayudado a subir a la capital, no me reconocieran a mí, ni a los caballeros que vagaban por las calles. Porque mi cara estaba hinchada y magullada, y no se parecía en nada a mi cara. No hay forma de que una cara así pudiera haberse curado en solo diez días. Los moretones morados y verdes alrededor de mis mejillas todavía eran claramente visibles. Fue el duque Luis quien habló primero. "¿Quién hizo esto? ¿Hubo alguna dureza en su captura? Los caballeros que me habían traído negaron rápidamente con la cabeza. "¡No, ella ya estaba en esta condición cuando fue capturada!" "Entonces, ¿qué pasó? ¿Fuiste golpeado por algunos matones mientras huías?" En ese momento, Killian, que me había estado mirando fijamente, habló sin volver la cabeza. "Edith también fue retenida en la villa de Wellesley, donde secuestraron a mi madre y a Lize, y fue entonces cuando la golpearon". "¿Qué? Cliff, ¿no dijiste que Edith no estaba en la villa? Cliff parecía un poco nervioso ante el interrogatorio del duque. Era raro ver al protagonista masculino nervioso. "¡No, ella no estaba allí! Registré todas las habitaciones de la villa de dos pisos, y no había ninguna señal de Edith, ¡y su criada también declaró que no estaba allí! Killian sonrió ante esa respuesta. – ¿Has comprobado el sótano? —¿Qué? "Esa villa tiene un sótano. ¿No lo sabías? Cliff se quedó paralizado, y Lizé, de pie a su lado, parecía muy pálida. "Leonard. Explica lo que viste cuando bajaste al sótano de Wellesley. Como Killian ordenó, el caballero que había revisado el sótano con Killian dio un paso adelante y habló con voz clara. "Cuando se abrió la puerta que conducía al sótano, había varias puertas a un lado de un largo pasillo, y solo una de ellas estaba abierta. En el centro de la habitación había una silla donde alguien había sido atado, y en el suelo había un látigo, manchas de sangre y...... parte del ramillete de lady Edith. La mirada feroz de Killian voló hacia Sophia. Debes haber sido tú, Sophia, quien ató a Edith allí y la torturó. Seguiste diciendo que no estaba allí hasta el final, solo para matarla". Entonces Sofía se echó a reír. "Tienes una larga vida. ¿Cómo demonios saliste de ahí? Tal vez porque era un campo de ejecución helado, pero su risa era espeluznante como el infierno. "Tal vez ella sea la villana definitiva de esta historia". Para un ser humano que se complace en atormentar a Edith por tener algo que no tiene...... "No podemos permitirnos perder más tiempo, así que pon a Edith en el calabozo por ahora". El duque, que parecía estar pensando en algo, ordenó que me encarcelaran de nuevo, con la voz más suave que antes. Killian intentó protestar de nuevo, pero el duque apartó la cabeza de él con firmeza. Agarrado de nuevo por los caballeros, comencé a caminar hacia el calabozo. Mis piernas temblaban por la tensión, pero los caballeros fueron mucho más educados que antes, y no terminé siendo arrastrado. Los caballeros que me habían conducido al calabozo se escabulleron de nuevo, y yo me quedé allí un poco aturdido en el silencio, escuchando el crepitar de las antorchas. – ¿Qué me pasa ahora? En la historia original, la narrativa después de este episodio se centra más o menos en Lizé y Cliff. Me di cuenta de que incluso si lo supiera, no me ayudaría en este momento. "Uf, hace mucho frío aquí". Antes, realmente no había sentido el frío porque pensaba que estaba a punto de morir, pero ahora me preguntaba cómo no lo había sentido antes. Los dolores y molestias que había olvidado habían vuelto. Me estremecí, envolviéndome con el abrigo con fuerza. Entonces escuché gritos a lo lejos. – La ejecución ha comenzado. No me conmovió el sonido de la gente siendo decapitada, sabiendo que ellos eran los que morirían en ese momento. Honestamente, sentí que estaban siendo castigados por el cielo. 'Oh, tengo sueño'. No tenía la intención de hacerlo mientras escuchaba morir a la gente, pero las secuelas de no dormir durante días finalmente se estaban instalando. Estoy tan cansada, tan somnolienta. "Si me quedo dormido en un lugar como este, moriré......" Con ese pensamiento, me quedé dormido. Pero luego me desperté con una oscuridad extrañamente familiar, como flotar en agua tibia y ver el universo...... – ¿Eh? ¿No es esto......? Tan pronto como pensé eso, escuché una voz que había pasado por alto.   Era un aviso que llevaba mucho tiempo queriendo escuchar. Pero esta vez, mi mente se inundó de signos de interrogación. – ¿Qué? ¿De qué se trataba? ¿Cuál fue la condición de excepción esta vez? Estaba tan abrumado que ni siquiera me molesté en preguntar tan cortésmente como lo había hecho antes. Pero como si la cortesía no fuera importante, la voz de locutor respondió:     ¿Eh? Me quedé estupefacto, y luego volví a preguntar: – ¿Qué acabas de decir?     —¡No, no te pedí que lo dijeras dos veces! ¡¿Qué demonios significa eso?!       – Oh, ¿quieres decir que como hice antes? Cuando vi que Killian venía a matarme, le ofrecí mi cuello y esperé que lo hiciera rápidamente......?     Cuando la voz de IA confirmó mi respuesta, me sentí aún más como una mierda. Me quedé estupefacto por un tiempo, a pesar de que estaba en un sueño, y era divertido sentirme así. No fue hasta mucho más tarde que sentí una oleada de ira. —¡Ese maldito autor! Maldito imbécil, ¿estás jugando con la vida de la gente? Cada palabrota que conocía pasaba rápidamente por mi mente, reproduciendo mi ira. ¡Ese hombre, bestia o lo que sea, el autor, debe ser un psicópata loco! Este no es un juego justo ni divertido en absoluto. ¡La tercera condición de excepción equivale a decirme que muera! "¡No te resistas a tu destino de muerte" significa decirme que me proponga morir! Es casi imposible que un ser humano, o cualquier ser vivo, haga eso. "Y he logrado hacer lo imposible. Eso es una verdadera patada en los dientes". Durante el tiempo que pasé en el sótano de la villa de Wellesley, de camino a la capital, hasta que llegué a la capital y me escondí, cubriéndome la cara con un pañuelo, sólo pensaba en vivir. Y eso fue lo que me llevó al campo de ejecución. Incluso si hubiera dado un largo paseo en carruaje, los caballeros me habrían perseguido y capturado, ¿no es así? No pude evitar reírme. Sin embargo, la maldita voz de locutor aún no había terminado y escuché otro aviso.     Estaba agotado, pero de alguna manera gané la batalla contra el original. Todos los esfuerzos del autor por matarme como villana han sido deshechos por mi inmensa suerte. "Lo que le dije a Sofía era verdad a medias. El trabajador duro no puede vencer al afortunado...... Nunca he deseado este tipo de gloria, pero......' Solo entonces pude caer en el "sueño real" con tranquilidad.   ***     "¿Por qué sucedió esto? ¿Por qué......? Lizé había sido mantenida fuera del campo de ejecución por la preocupación del duque y Cliff, para que no tuviera que ver los espantosos detalles de la ejecución. Pero las manos de Lizé, envueltas en su cálido abrigo de piel de zorro, seguían temblando. '¡No puedo creer que perdí!' Lizé se paseaba de un lado a otro fuera del campo de ejecución, mordiéndose las yemas de los dedos. Read the full article
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star-rouse · 5 months
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Una vez cuando era niña y tenía unos cinco o seis años, fui a una feria con mis padres junto a mi hermana pequeña, ese día estaba soleado y la temperatura era de 18°, no demasiado cálido ni muy frío, realmente óptimo para un paseo.
Recuerdo vívidamente que pasamos por unas cuantas carpas hasta que encontré una en la que vendían libros, algunos viejos y usados mientras que otros estaban nuevos, me detuve a verlos y pasar sus páginas, la mayoría estaban amarillentas e hinchadas tras la humedad del aire, para cuando levante mi vista de los libros a mi alrededor no podía divisar a mis padres, usualmente lo que un niño hace por enseñanza de sus padres es quedarse en el lugar donde están, para que así te encuentren rápido, pero mi yo de cinco años no pensó en eso y se desesperó silenciosamente, no llore, pero mi respiración se entrecortó y mi corazón se aceleró y sumando que media 1,20 cm, no ayudaba a la desesperada búsqueda de mis guardianes. Tampoco pensé en ir con algún oficial de policía o alguien del personal administrativo, una experiencia horrible. Sin pensarlo mucho, termine en el área de comidas de la feria a probar suerte, pero no los encontré.
Recordé que mamá decía que en lo alto siempre se ve todo y decidí subir por el camino de un cerro que estaba a unos metros, al llegar el sol se estaba poniendo, las luces se encendían y el ambiente se oscurecía cada vez más y más, escuché un ruido de ramas rompiéndose y la voz de un hombre borracho llamándome
-¿Niña~ donde estás~?- su tono me incomodó mucho, dándome miedo, así que me subí a un árbol grande de por ahí
-Yo~ sé que-que había una niña por aquí-
Contuve mi respiración y me achiqué lo más que pude en el árbol escuchando sus pasos pesados, quedándome congelada ahí.
No sé cuanto tiempo pase ahí, pero el cielo era violeta y naranja, me senté en el borde del árbol y miré hacia la feria, divise el auto de mi papá y me emocioné, si voy al auto me van a encontrar, baje el árbol descuidadamente, mi pie se resbaló y mi cabeza se estampó contra una raíz que sobresalía, lo último que recuerdo es una voz que decía "oh ahí estás", luego de eso todo es negro.
Desperté tiempo después en el Hospital con el cabello corto, aturdida, cansada y con un dolor de cabeza severo.
-¿mami?- pregunté al aire antes de escuchar su voz angustiada.
- Astra, Astra, mi niña, estás despierta, cielo santo, gracias, gracias a dios - su voz se hizo pequeña, quebrándose y comenzando a llorar.
- ¿por qué lloras mami?- le pregunte casi susurrando y con los ojos adoloridos ante la luz, ella no respondió y solo se dedicó a agarrar mi mano y llorar, mi cuerpo no dolía, mi se sentía mal, pero me sentí muy mal al hacer llorar a mamá.
Tiempo después supe que ella lloraba porque pensó que no me despertaría, caer y recibir un traumatismo craneoencefálico es duro y más cuando te dicen que tu hijo al que perdiste de vista por dos segundos está hospitalizado y en riesgo por un golpe en el cráneo, sumándole que no despertó en una semana, teniendo varios golpes y raspones.
Mi madre pensó lo peor en ese momento y lloro, lloro tanto, se culpó a sí misma por haberme descuidado, diciendo que era la peor madre del mundo, los médicos le dijeron que podían hacerme las pruebas para confirmar que ese no era el caso, que no había sido violada, ella lo aceptó y se pudo quedar algo más tranquila luego de que le explicaron que no me encontraron rastros de ningún abuso, que solo eran rasguños y golpes leves.
Cuando desperté, expliqué todo como lo recordaba en ese momento, la cara de alivio de mi madre me pareció extraña en ese momento, parecía que algo le pesaba profundamente y hasta que no expresé ll que pasó no se disipó.
Durante mi internación conocí a la persona que me salvó, Cassian, el señor quien me encontró y me llevó al hospital rápidamente, también se encargó de contactar a mis padres, aparentemente llevaba un tiempo intentando localizarme porque vio mi mirada que revoloteaba por todas las personas y lados en la feria, pero en el gentío me perdió de vista hasta que subí el cerro, espanto al borracho diciendo que los lobos habitamos y frecuentan esa parte del cerro porque está cerca del bosque.
Termino por encontrarme, cuando ya me había caído y mi cabeza estaba sangrando, al bajar pidiendo ayuda algunos voluntarios de la Cruz Roja me atendieron provisoriamente mientras me llevaban al hospital para una mejor atención.
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sofirios · 7 months
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Confieso :/
Desde niña, y hasta ahora, he pensado en al verbo "leer" desde el Verbo prejuicioso. Recuerdo la imagen de mis manos prescolares sosteniendo una biblia marrón y la sensación de temblor en todo mi cuerpo, con garganta hinchada y la mirada triste veía a mi mamá pasar de una cara paciente a un gesto de enojo porque yo no podía leer los versículos con fluidez. Le tenía miedo a leer, y mis ojos salta renglones no ayudaban, leer me hacía sentir mal. Leer aún me pesa.
Confieso que no he leído mucho, por esto mi cabeza se queda en blanco cuando debo preguntarme por los escritos que pueden aportar vida a mi proceso, al de escribir un ensayo. Lo bueno es que se vale elegir la palabra como referencia, entonces enlistaré lxs donantes compatibles con mi Yo desde sus voces (1 y 2), sus cuerpos expresivos (3) y sus manos escritoras (4).
Concret jungle, Bob Marley
Todo cambia, Mercedes Sosa
The royal Tenenbaums, Wes Anderson
Memoria por correspondencia (carta número 13), Emma Reyes
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joseandrestabarnia · 10 months
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Karl Bryullov (1799-1852) AUTORRETRATO 1848 Tamaño - 64,1 x 54 Material - cartón Técnica - óleo Número de inventario - Inv.5051 Recibido del Museo Público de Moscú y Rumyantsev (colección de F.I. Pryanishnikov). 1925
Bryullov crea la imagen de un artista que se acerca al umbral de su quincuagésimo cumpleaños. Una mirada severa, un rostro demacrado por la enfermedad, una mano aristocráticamente pálida y al mismo tiempo con exceso de trabajo con venas hinchadas: así es como el pintor se ve a sí mismo. El color rojo fuego del fondo, combinado con el cabello dorado del artista, está asociado con el follaje otoñal, una metáfora de la madurez de una persona, su premonición de su propia extinción. Uno de los temas clave del romanticismo suena en el retrato: la lucha de un cuerpo impotente y un espíritu poderoso. La apariencia del artista, su peinado con barba de chivo, blusa negra se asemeja a la apariencia de los maestros favoritos de Bryullov: Rubens y Van Dyck. El autorretrato de Van Dyck (Hermitage) también se inspira en el motivo de una mano caída. La peculiar forma del lienzo con acabado semicircular remite también a pinturas y retablos antiguos. El autorretrato de Bryullov es el pináculo de su último período de Petersburgo (1842-1849).
Información e imagen de la web de la Galería Tretyakov.
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mvsiiik · 11 months
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Te di mi cuerpo, mi carne. Para que lo colgaras en una repisa y lo admiraras.
Abrí mis costillas para darte mi corazón, mi más puro amor y, vi asco en tu mirada cuando te acerqué mis manos con mi palpitante amor, aquel que sería capaz de hacer cualquier cosa por vos.
Ahora veo en mí, carne putrefacta, deforme e hinchada... ¿No fui lo suficientemente bonita? Entonces, me estabas mintiendo cuando dijiste que me veía hermosa / ¿Me estabas mintiendo cuando dijiste que me veía hermosa?
Me siento tan vulnerable ante tus profundos ojos negros, entro en una sumisión total y me veo tan chiquita a tu lado, ya no me siento como la mujer valiente que conociste tiempo atrás.
¿En verdad me amaste tanto? ¿Por qué me estás olvidando tan rápido?
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kuromisinbolitalila · 11 months
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Quise querer que quisieras lo que queríamos que fuera, queríamos es un decir porque sabíamos lo que esperábamos y anhelábamos que así se diera
Y se dio tanto tiempo que el querer que se hiciera hizo que pensara que nada más importaba porque me comía la historia de que la perfección existe en tu mirada
Las manos agarradas, abrazándote al dormir siempre recargada a tu espalda porque así te gustaba y me gustaba
Porque me gusta cada parte de ti que no tienes idea cómo es confuso ver lo qué pasa cuando pasa
Quise esperar que el cielo me diera señales y entender si era lo correcto cuando me golpeaba el recuerdo pensando en lo que no merezco y perdono
Una y otra vez te perdonaría
Y te esperaría en ese parque
Te esperaría en esa parada
Te encontraría en cada verso de poemas y te lloraría cada canción que encadena el presente con el pasado
Porque te anhelo demasiado
Demasiado demasiado
Demasiado de ti demasiado de quien siento al dormir
Demasiado aprendí a verme desde adentro
Y cada vez más adentro he logrado cambiar mis mañanas por otras en las que no lloro sin fin, y llego hinchada al trabajo sin ganas de existir
Que saludo a la gente y la miro a los ojos
Que convivo y aprecio cada gesto sin miedo
Al menos un poco menos esta vez
Y así amanecí esta mañana
Con la felicidad y la preocupación mezclada en la cara
Desconcertada, anonadada, sin hambre sin ganas
Pero con la mente enfocada en persistir y aprender también que esta vez puede ser para mi un momento de reflexión
En el que subí 70 escalones de los 60 que estuve por debajo
Quisiera estar siempre en tus brazos
Quisiera valorarme también
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