🐬 Jotaro Kujo 🐬 [03] Tercer encuentro (1/3)
Sinopsis: Jotaro tuvo que acudir a los consejos de una gran amiga para poder enfrentarse a una situación complicada, ¿cómo abordará el tema sobre aquel accidente?
Ship: Jotaro Kujo, Rem Halloween
Fandom: Jojo's Bizarre Adventure
Recuento de palabras: 3238
Jotaro: *No podía aguantar las ganas de que la tierra se lo trague y no aparecer nunca más, se sentía muy avergonzado por lo que pasó hace dos días. Ni siquiera recibió ningún mensaje de Rem y no le mandó uno tampoco, ¿qué iba a decirle? Es decir, él se disculó mil y un veces, pero...* Ahg... *Da otro suspiro de la frustración mientras esperaba a su amiga. La había conocido hace mucho en la enfermería justamente, terminó allí malherido después de un enfrentamiento con un usuario de stand bastante poderoso, lo derrotó con ayuda de ella de hecho, María Smith. De ahí, son grandes amigos y se han ayudado mutuamente*.
María: ¡Hey! *Cruza la calle para llegar a la entrada del convini* Jotaro, me alegra mucho volver a verte *Lo abraza con cariño* Que grande que estás, bueno, hace como tres meses que no nos hemos visto ¿Qué te trae por las calles de Japón?
Jotaro: *No podía evitar sonreír cuando estaba con ella, emanaba una confianza y alegría, buena vibra si se atrevería a decir aunque no creería en esas cosas* Sí, he venido por trabajo. Ven, vamos a desayunar, tengo hambre *Le da el paso para que entre primero al convini, en el segundo piso había un bar-café muy bonito, y a esa hora había poca gente*.
María: Presiento que no me llamaste solo para hablar del trabajo *Dice subiendo las pequeñas escaleras a la segunda planta. El ventanal era muy amplio de dos de los laterales de la habitación, mesas pequeñas esparcidas y otras más largas contra la pared para prepararse un café, agarrar cositas ricas y simplemente pagar en el momento, todo allí era automático*.
Jotaro: No, de hecho... necesito tu recomendación como profesional de la salud. Sé que estudiaste medicina pero también psicología, es sobre... *Da un suspiro rascando su nuca* un chico con el que salgo. Hemos tenido... complicaciones en nuestro último encuentro *Camina hacia la mesa rectangular contra la pared para prender la cafetera de cápsula, no eran las mejores de hecho, pero sí ricas. Eligió una cápsula de café con sabor a chocolate y puso andar la máquina*.
María: Oh, ya veo *Agarra una bandeja y allí pone un platito blanco* ¿Hace mucho salen? Ay, Jotaro... no me lo imaginaba de ti, tan aventado a nuevas aventuras *Le da golpesitos con el codo en un costado* Entonces, ¿qué anda pasando que estás tan preocupado? *Pone en el plato blanco dos sandwitches grandes de jamón, queso, tomate, lechuga y una salsita extra*.
Jotaro: *Suspira dejando que un pequeño rubor aparezca en sus mejillas* Verás, nuestro último encuentro... íntimo, no salió bien, y creo que fue mi culpa *Se sirve en su bandeja y plato, también dos sanduches pero de atún y con tomate extra* Son encuentros, eh... ya sabes *Dice con timidez, todo era muy nuevo y le costaba expresarse, incluso con personas de mucha confianza*.
María: Casuales, entiendo *Se sirve un vaso de juego de naranja recién exprimido*.
Jotaro: Sí, y él tiene un TOC con la limpieza. Deberías ver su departamento, es increíblemente limpio, cada cosa en su lugar, no hay una mota de polvo. Bueno, no quiere que nos besemos ni bese partes de su cuerpo por la saliva, y... en nuestro último encuentro *Toma la taza de café que ya estaba llena y la deja en su bandeja. Pone una cápsula de un capuchino*.
María: Cómo me conoces *Le sonríe* Sí, ¿y qué pasó? *Se sirve un vaso de agua y lo deja en su bandeja*.
Jotaro: Estábamos en nuestras cosas y, me puse duro *Da un suspiro algo avergonzado* No quería que se ocupara de mí, no quería que me haga un oral, ¿sabes? Intuía que no podía por su condición, pero insistió, quería avanzar. Y... cuando lo intentó, vomitó arriba de mí. Vomitó bastante, creo que el café de esa mañana.
María: Oh *Lo mira con preocupación* Ya veo, que situación complicada... *Una vez su café se termina de hacer, toma su taza y ambos caminan a una mesa contra el gran ventanal con vista a la ciudad y a la vereda tan transitada a esa hora, a pesar de la lluvia*.
Jotaro: He visto muchas cosas en mi trabajo, también hice esa pasantía contigo *Toma asiento y bebe unos sorbos de su café* Limpié diarreas, vómitos, he visto infecciones de varios tipos, y me encuentro cosas así con los animales que debo supervisar, el que vomite no me dio asco... pero... su cara. Se veía muy pálido y aterrado por lo que hizo. Se desmayó cuando se puso de pie, creo que quería buscar algo para limpiar todo. Lo sostuve a tiempo con Star Platinium.
María: *Suspira y bebe un poco de su capuchino* Entiendo. Sí, quienes padecen un trastorno así, hacer las actividades cotidianas es todo un rompecabezas, causa mucho estrés al individuo, con sus propias exigencias y miedos. No fue culpa de nadie, ¿sabes? Sí tuvo que ser más progresivo en esta cuestión. Por ejemplo, si se sentía preparado para avanzar, podrían haber probado con algo más sencillo como besos, lamidas, usar algún producto para la piel. Mhh... *Piensa* Propongo hacer una lista de objetivos, y que en cada encuentro puedan probar cumplir uno sencillito, y avanzar ¿Qué te parece? *Toma el sandwich y le da un buen bocado*.
Jotaro: Ya veo (Pasos sencillos... Podría hablarlo con él y decidir qué es un paso sencillo y uno muy complicado) Gracias por ayudarme *Da otro sorbo al café y ya se lo termina*.
María: No es nada. Mh, *Traga el bocado que dio* ambos deben tener paciencia, no debe ser nada fácil en especial para él. En su cabeza, cualquier cosa que sea incorrecta o esté sucia, será un obstáculo a lo que sea. Es por eso que, cuanto menos miedos tenga, más fácil será todo para los dos. Y tampoco debes temer, ¿sabes? la comunicación es lo primordial en cualquier ámbito. ¿Le mandaste algún mensaje después de ese accidente? ¿o te escribió?
Jotaro: No, nada de nada. Ni yo tampoco. No sé qué decirle.
María: Ay, Jotaro. Comunicación. Sé que a ti se te dificulta un poco, pero dejar esto al aire sin ninguna resolución es... feo. Empieza por pedirle verse para hablar de lo que pasó, y proponle la lista (Creo que esto podría ayudar a Jotaro a entablar mejor un ámbito sin tantas dificultades, necesita enfrentarse a las personas).
Jotaro: *Suspira* Sí, tienes razón *Mira por el ventanal, el clima que solía presentarse con regularidad son los días lluviosos, sus favoritos. No podía quitarse de la cabeza aquel primer encuentro, noche lluviosa, calles vacías, solo las luces exteriores de las casas, alguna que otra máquina expendedora, barrio poco rural. Quería repetir esa breve caminata, quería que se repita todo otra vez y por supuesto, temía que estos encuentros cesen por alguna razón* (Comunicación, debo hablar con él) *No lo pensó más y sacó su teléfono para mandarle un mensaje*.
— Hola. Buenos días, Rem ¿Cómo te encuentras? ¿Podemos vernos en algún momento?
María: (Está preocupado, nunca lo vi así de interesado) *Se terminó el primer sandwich* Oye, ¿está todo bien? *Deja el segundo sandwitch a medio acabar*.
Jotaro: Sí, no te preocupes *El mensaje le había llegado pero no lo leyó, posiblemente esté trabajando, así que guarda el teléfono en su bolsillo*.
María: Todo lo que debes hacer, es hablar. Así se solucionan las cosas, y no olvides de contarme qué pasó. Sabes que soy chismosa *Ríe un poco* ¿Tienes una foto de él?
Jotaro: Mh *No puede evitar esbosar una sonrisa* No, de hecho no. Nuestros encuentros casuales daban esa señal de que sean solo eso, no creo que una foto sea de ese tipo de... *Piensa en una palabra* de ese tipo de categoría, supongo.
María: Ya veo. Bueno, si esa categoría sube, me muestras una foto *Le sonríe* Debe ser un chico muy guapo para que te haya atraído, ¿o fue otra cosa?
Jotaro: María *Trata de detenerla, siempre le gustaba saber más, era la chismosa de su vida realmente* No te preocupes que te contaré.
María: *Ríe bajito* Vale, vale. Espero tus mensajes, y fotitos juntos *Iba a darle un mordisco a su sandwitch, pero Star Platinium se adelantó y le dio un ENORME mordisco, por no decir que dejó dos mini triangulitos de pan* Oh, ¡tramposo! *Se cruza de brazos*.
Jotaro: No hagas más preguntas *Le entrega uno de su sandwiches, se había servido seis en total. Por todo el ejercicio que hacía, debía consumir bastantes alimentos extra para recuperar esa energía* ¿Y tú que me cuentas?
María: ¡Oh! Solo estoy de vacaciones, pronto me iré a Italia, es mi último destino. Quiero explorar los lugares más turísticos y otros que no, y después me regreso a mi país natal. Empecé a hacer ejercicio, pero seguiré allá, me quedaré entre uno o dos meses. Ahorré muchísimo para estas mega vacaciones. Brasil, Francia, Japón y por último, Italia, y de regreso a Argentina.
Jotaro: Vaya, menudo viaje. Deberíamos viajar a algún lugar en específico *Da un suspiro* Te invito, de hecho. Estoy cagado en plata que a veces no sé qué hacer.
María: Oh, tranquilo, podemos compartir. Me encantaría viajar contigo, deberíamos relajarnos de tanto trabajo.
Jotaro: Sí. Pero me gustaría quedarme aquí una temporada, estas calles son tranquilas... *Y otra vez, en su cabeza esos pasillos urbanos, casas tan pequeñas, lluvia, gente caminando y el rostro de él a su lado ¿Por qué le interesaba tanto? Tranquilamente podría saludarlo, tener una última noche y seguir con sus cosas, pero ¿por qué no lo hace? ¿qué se lo impide?*
María: (Mhh... Jotaro Kujo, ¿qué andas tramando?) *Decide no decir nada, pero ya olía para donde iba todo* Vale, me voy en quince días, así que podemos vernos un poquito más antes de que me vaya. Me encantaría comer en locales de ramen contigo, venga, amo los picantes y de pescado.
Jotaro: *Sonríe levemente* Sí, me parece perfecto *Cuando la habitación se desocupó por completo, dejó que Star Platinium aparezca y abrace a María por los hombros, era muy cariñoso con ella. Era de las pocas personas con las que se sentía muy cómodo. Después de ese rico desayuno, se despidieron en la puerta y Star Platinium no perdió la oportunidad de abrazarla otra vez*.
María: Oh *Corresponde con mucho gusto* Nos vemos el sábado, o viernes, depende si se encuentran otra vez *Le saca la lengua a Jotaro*.
Jotaro: *Rodea los ojos y se cubre los ojos con su gorro* Pareces una niña, ¿sabías? *Su stand le apretó las mejillas a su amiga y revolvió su cabello tan enrulado que tenía* Nos vemos, María *Se fue alejando de allí y su stand desapareció*.
María: ¡Nos vemos, enamorado! *Se retira de allí para seguir vacacionando por todo Japón*.
Jotaro: *Escuchó sus últimas palabras, realmente era una chiquilla inteligente y muy atrevida* Mh, yare yare daze... *Acomodó su gorra y se fue a dar otra charla más cerca del mediodía. Después de aquella charla de más de tres horas, regresó a casa cansadisimo, no sentía sus piernas y tampoco su cerebro de lo aturdido que estaba. Por suerte, no tenía otras responsabilidades más que descansar, comer algo después y vacacionar si es que le daban ganas. En su trabajo eran bastantes flexibles y eso le daba libertades. Por alguna extraña razón, quería relajarse un poco, disfrutar de la vida y eso antes no estaba en sus planes ¿qué era diferente en él entonces? En fin. Simplemente se fue en su auto para el departamento donde residía, apenas entró, dejó su bolso, su saco en el sofá y se acostó en la cama para tomar una larga siesta*.
Jotaro: *Cuando despertó, eran las nueve de la noche ¡había dormido muchísimo! Nunca antes se imaginó semejante actitud viniendo de él, pero que bien que se sintió* ¡Mhh! *Pega un buen estirón y deja que Star Platinium vaguee por la habitación. Miró su teléfono, no tenía ningún mensaje de Rem, ni siquiera lo leyó. Posiblemente no terminó de trabajar y sigue muy ocupado* (Me pregunto qué tipo de trabajo debe hacer) *Se puso de pie para darse una buena ducha y despejar su cabeza. Después de ello, se vistió y fue a comprar algo de cenar, así que tomó el ascensor del departamento y salió del departamento. No tuvo que caminar demasiado, solo un par de manzanas para toparse con unas máquinas expendedoras. Sin embargo, no se esperó toparse con alguien que se encontraba limpiando con alochol etílico la superficie de un refresco en lata*.
Jotaro: ¿Rem?
Rem: *Se da media vuleta para verlo a los ojos* Jotaro... *Pasaron algunos segundos en esa posición, el sonido de las cigarras, un par de autos que pasaron a su lado y el canto del viento más cálido*.
Rem: ¡Mh! *Deja la lata en el suelo y se inclina en un gesto de disculpas* Lo lamento mucho, por lo de la otra vez. Fui un estúpido creyendo que podía... hacerlo. Discúlpame, por favor. Te hice pasar un horrible momento. Otra vez, Jotaro Kujo, por favor, discúlpame... *No se iba a enderezar todavía hasta que escuchase una respuesta por parte de su compañero*.
Jotaro: *Estaba sorprendido, sí, pero no era necesario realmente, ¿o sí? Estaba muy confundido* Rem *Suspira acercándose a él, pero se da cuenta que no tenía sus guantes, así que saca unos de cuero de su bolsillo y se los pone. Lo toma de los hombros y lo obliga a enderezarse* Está bien, tranquilo. No eres un estúpido, solo quisiste intentar algo nuevo y no salió. Estas cosas suelen ocurrir seguido e incluso han habido peores casos. Pero es normal, no podemos hacer tabú reacciones normales del cuerpo, son inevitables muchas veces. No estoy ofendido, no estoy molesto y tampoco asqueado, está todo bien.
Rem: *Vio las manos de Jotaro y suspiró de alivio al notar que se puso guantes* Lo lamento. No sabía cómo abordar el tema.
Jotaro: Rem, *Suelta sus hombros* ¿Puedo besarte?
*Hubo un silencio de varios segundos, la luz de la máquina expendedora automática era lo único que iluminaba sus caras*.
Rem: No... *Murmura bajando un poco su cabeza y sintiendo mucha impotencia, frotaba sus manos de los nervios también. Lo quería, lo deseaba más que nada, pero aún no se sentía listo para dar aquel paso* No puedo hacerlo, lo lamento *Y dichas esas palabras, hubo otro silencio que duró más segundos aún*.
Jotaro: *Asiente con la cabeza* Entiendo *Aunque sí le había "afectado" esa respuesta, comprendía perfectamente sus razones, y posiblemente él lo quería más que nada, pero su cabeza, su enfermedad, su condición se lo impedía. Le impedía vivir una vida normal y plena. Probablemente algunos pensarían que todo esto era ridículo, es decir, que Rem no pudiese besarlo pero que sí hayan tenido sus momentos íntimos, entonces, ¿cuál era el problema? El problema aquí, es que no se podía hacer contacto piel con piel, es lo que tenía entendido, es lo que le dejó en claro desde un principio. Siempre hubo un material separandolos* Rem, ¿te gustaría que probemos cosas nuevas? Unas sencillas *Estrecha su mano frente a la de su amante*, por ejemplo, tomarme la mano así como estamos, con guantes. Es el nivel más simple que se me ocurre ahora.
Rem: *La propuesta le parecía muy interesante, ¿qué tan lejos podía llegar por la otra persona? ¿era capaz de enfrentarse a nuevos desafíos? Tragó con dificultad y estrechó su mano para tomar la de Jotaro, no le había sido tan difícil ya que, ambos usaban protección*.
Jotaro: Nivel uno completado. Bien hecho *Entrelaza sus dedos con los de él* ¿Caminamos? *Se acerca a la máquina expendedora y pone varias monedas en ella, presionó unos botones y dejó que varias latas de refrescos caigan. Compró dos refrescos de mango y una botella de té helado* ¿Caminamos?
Rem: *Asiente con la cabeza* Sí, es una bonita noche *Notó el agarre de su acompañante, firme, seguro, tampoco quería soltarlo, se sentía muy bien*.
Jotaro: Vamos *Puso esas latas en una bolsa de tela que tenía en el bolsillo de su saco, así iba más cómodo* ¿siempre tuviste este TOC? *Empezó el tema, quería conocerlo mejor realmente, ir al fondo del asunto aunque no sea psicólogo o terapeuta, pero sí le servía para acercarse a él y saber qué le molesta y las cosas que no. La noche en Japón ahora que hacía un poco más de calor, era hermosa. La gente poco a poco se iba yendo de las calles para descansar en esa zona rural, el sonido de las cigarras y unos pocos grillos le era muy relajante*.
Rem: Empezó a los doce años *Camina lento por las calles de Japón, poco a poco se iban alejando de los grandes edificios, había sectores con parques más grandes, e incluso un cementerio cerca* Empecé a tener ataques de ansiedad después de... un evento. Estaba en la primaria y normalmente, a esa edad los niños se suelen preguntar cosas del cuerpo y exploran por sí mismos. No podía decir que no. No sabía cómo *Sigue caminando apreciando el pequeño puerto en el que estaban, el agua brillaba con las luces de los edificios y carteles*.
Jotaro: Lamento escuchar eso *Lo mira apenado, no era necesario entrar en detalles. Decidió acariciar su mano con su pulgar para tranquilizarlo*.
Rem: No te preocupes. Solo que desde ese día empecé a preocuparme por lo que tocaba, poco a poco me empezó a desagradar estar en todos lados. Ataques de ansiedad, llantos e incluso enojo con personas que no tenían nada que ver. No podía encontrar paz en ningún lado. Terminé en el hospital internado por fiebre y deshidratación, comer me daba náuseas, en mi cabeza pensaba que todo estaba sucio, lleno de larvas, cosas que se movían *Suspira con pesadez* Fue... la época más difícil, sentía que no podía hacer nada, quería ser como los demás compañeros. Tampoco tuve unas figuras paternales presentes. Sí, compraban mis medicaciones, pagaban todo lo que debían, pero... no había comunicaci��n, ni abrazos, ni palabras lindas. Estuve solo muchos años, comunicarme era... difícil.
Jotaro: *No lo quería interrumpir, el hecho de que se abriese y contase su historia, sus dolencias, lo apreciaba muchísimo. Sintió pena y dolor en su corazón, ¿tanto podía sufrir un niño? ¿tan ausentes podían ser los padres? Reflexionó sobre la comunicación, la enseñanza y las palabras correctas con los más jóvenes sobre sus partes íntimas, de enseñar que otros no pueden tocar esas zonas ni otras partes sin su consentimiento, de apaciguar la curiosidad con respuestas concretas, con la verdad, realidad*.
Rem: *Hubo un momento de silencio entre ambos. Decidió detenerse quiso sentarse en un banco de piedra con vista al puerto, pero antes, lo limpió con un pañuelito que venía con alcohol y se deshacía al uso, lo tranquilizaba al estar en lugares públicos*.
Jotaro: *Toma asiento a su lado aún tomándole de la mano* ¿Puedo acariciar tu espalda?
Rem: *Asiente con la cabeza. El viento cálido y húmedo inundó su nariz* Sí. Hazlo, por favor *Poco a poco se fue relajando tanto que apoyó un poco de su cuerpo en el brazo de Jotaro, estaba muy tranquilo, relajado*.
Jotaro: (¡Mierda!) *Su corazón empezó a alterarse cuando Rem se posó sobre su costado, le daba gracia el hecho de que su cabeza no llegaba a su hombro de lo bajito que era, tan tierno así. Simplemente pasó su mano por su espalda baja con la intención de tranquilizarlo, todo había sido especial hoy. El encuentro, la caminata, la plática... el silencio entre los dos* (Que lindo...).
Jotaro: Gracias *Murmura*, por contarme.
Rem: *Mira a Jotaro a los ojos, ambos conectan y le regala una leve sonrisa* A ti, por escuchar *Otra vez vio el paisaje, ambos disfrutando del silencio*.
4 notes
·
View notes