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#sienten un profundo desprecio por el conocimiento y la realidad
titina-pitriqli · 8 months
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Todavía no puedo creer que la gente haya votado como presidente a un pelotudo estafador que ahora se quiere delegar facultades que no le corresponden suspendiendo el Congreso de la Nación mientras lotea el territorio argentino en estos momentos para regalarlo al poder extranjero. Y todo esto, culpa de sus votantes de mierda que ignoran primero y principalmente, la diferencia entre Estado y gobierno.
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jgmail · 4 years
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Los sombreros de papel aluminio
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Por Alexander Dugin
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
 El sombrero de papel aluminio se ha convertido en un meme burlón contra quienes son paranoicos o teóricos de la conspiración. La creencia de que todo tiene una naturaleza material es uno de los principios de la imagen "científica" moderna del mundo, por lo tanto, no es sorprendente que aquellos que sospechan que "algo está mal con la realidad" también lo expliquen con la ayuda de alucinaciones materialistas. El gobierno mundial (los helicópteros negros, el HAARP, el “Pantano”, el estado profundo, etc.) controla la sociedad no solo desde el exterior, sino también desde el interior, penetrando en el interior a través de las estelas químicas o la “radiación”.
 Adam Parfrey, un filósofo inconformista estadounidense recientemente fallecido, describió en Apocalypse Culture cómo surgió de manera brutal la paranoia de los extraterrestres que utilizan un cable especial para penetrar a la gente a través de agujeros en el cuerpo y luego la víctima de la invasión busca signos de un ataque similar en sus colegas, tratando de investigar en primer lugar en sus cuerpos si existen cables en ellos. El tema de los extraterrestres que implantan algún objeto extraño en el secuestrado (una víctima raptada por un OVNI) está tan común que de vez en cuando el Congreso de los Estados Unidos escucha las quejas de ello donde se muestran muchas "evidencias".
 El sombrero de aluminio se refiere legítimamente a esta parafernalia de la sospecha y también se justifica por el sentimiento de que la influencia del mundo exterior penetra imperiosamente en lo profundo del ser humano, se entromete en su cerebro y le obliga a hacer algo que, en otras circunstancias, una persona (como lo cree ella mismo) no hubiera hecho. Y dado que las personas de hoy en día son consideradas tanto por las personas normales como por las personas con enfermedades mentales como criaturas fundamentalmente materiales, la naturaleza de la penetración de lo externo en lo interno se interpreta en términos materiales, como rayos, ondas, vibraciones, etc. se considera que las cosas hechas de aluminio son una capa mágica que protege de tales "rayos" por analogía con la jaula de Faraday, que detiene la radiación magnética.
 En principio, estamos tratando con el arquetipo antiguo del gorro invisible, solo que en su versión arqueo-moderna. Por supuesto, observar a adultos con estos tocados ridículos que se asemejan a una fiesta infantil es bastante inusual, y es por este contraste entre los rostros serios de los portadores de los gorros de aluminio y sus mismos objetivos que hay una aguda sensación de idiotez que causa risas y desprecio (aquellos que tienen ese sombrero nunca lo usarán), así como algo de miedo (nunca se sabe lo que los psicópatas pueden decidir).
 Pero si tenemos en cuenta el materialismo, que es el denominador común de las personas enfermas y sanas en el mundo moderno, entonces los portadores del gorro de papel aluminio pueden (parcialmente) ser rehabilitados.
 El hecho es que la conciencia humana no nos pertenece y nunca nos perteneció como un tipo de propiedad. Si solo pensamos de dónde vienen nuestros pensamientos y cómo se desarrollan nuestras ideas sobre nosotros mismos y el mundo, tendremos que admitir que casi todo lo que consideramos nuestro es recibido desde el exterior, en el proceso de la educación, la capacitación, la pedagogía, las interacciones sociales, desde la cultura, el idioma, la historia, la ciencia, desde la comunicación y los medios de comunicación.
 El fundador de la sociología E. Durkheim introdujo el término "representación colectiva" para enfatizar la naturaleza social del pensamiento como tal. La conciencia individual solo refleja la colectiva. Pero aquí actúa el efecto del espejo, que, al dividirse en partes, aún en cada una de ellas continúa reflejando el todo. De ahí la ilusión de la propiedad de la conciencia: que estamos tratando con la mente, que nos pertenece solo de manera individual. Nosotros, muy en serio y sin ninguna crítica, usamos las fórmulas estables "Creo que...", "Pienso...", "Estoy seguro de que...", etc., creyendo sinceramente que estamos hablando de un acto profundamente individual. Pero si nos alejamos un poco de esa ilusión hipnótica, del afecto con el que pronunciamos el pronombre personal de la primera persona, entonces no podemos evitar notar que cualesquiera de nuestras declaraciones se basan en métodos, conocimientos y procedimientos extraídos del exterior, y que a menudo es típico y serial (una cita), es decir, con el mismo pathos pronunciado por muchos otros individuos.
 Lo verdaderamente creativo y original es solo lo que le falla al sistema, cuando comenzamos a hablar algo inusual, impredecible y de forma arrastrada, pero luego corremos el riesgo de cambiar a un lenguaje individual completamente incomprensible excepto para los oráculos o los esquizofrénicos (y a veces los poetas). En cualquier caso, nuestros pensamientos individuales (así como nuestros deseos) son básicamente universales, pero no importa en qué cuerpo y cerebro estén enjaulados. Si continuamos esta observación, podemos llegar a la conclusión con Heidegger de que casi siempre quien piensa en nosotros no somos nosotros mismos, sino una especie de principio impersonal, que Heidegger llamó das Man, a partir de la construcción gramatical alemana man denkt, man will ( literalmente: "pensar", etc .; en inglés they think, en francés on pense, etc.). En otras palabras, no estamos realmente pensando, sino que das Man está pensando a través de nosotros, colocando en nosotros las trayectorias de la conventional wisdom (sabiduría convencional) o las desviaciones de ella.
 Aquí es donde entra en juego el gorro de aluminio. Debe entenderse no clínicamente, sino filosóficamente. ¿Cuándo toma una persona una decisión radical de ponerse este malentendido en su cabeza? Cuando la sospecha de que sus pensamientos y condiciones no son suyos, no le pertenecen, sino que son inducidas desde el exterior, y se vuelve tan fuerte que una persona, sin prestar atención a lo que otros piensan de él, acepta aparecer como un idiota, solo para protegerse de la influencia de das Mann. A partir de aquí, el sombrero de papel aluminio adquiere un significado filosófico y simbólico: una señal de que la sospecha venció la vergüenza en una persona que parece ridícula, que ya no puede seguir siendo un mecanismo técnico que recicla sus pensamientos, deseos y sentimientos alienados y busca encontrarse a sí mismo, su verdadero yo, su "hombre interior", escondido en una "jaula de Faraday" de los rayos penetrantes de das Man.
 Obviamente, las personas que se ponen un sombrero de papel aluminio en la cabeza no son demasiado saludables. Pero obviamente lo son más que aquellos que no usan estos sombreros de aluminio. Por supuesto, otros sombreros y, además, los sombreros en su conjunto, tienen un origen similar, asociado con la anatomía sagrada simbólica. Los tocados de los antiguos sacerdotes, las capuchas de los monjes o las gorras de zorro de los jasidim son vestigios de la decoración simbólica de la cabeza, enfatizando su dignidad y su proximidad al cielo (Platón creía que la sencillez del hombre está conectada con la atracción de su centro más alto, el cerebro, al hogar ancestral de las estrellas celestiales, porque las almas están en esta casa ancestral en las estrellas, de donde provienen).
 Un loco sombrero de aluminio, por supuesto, no es una mitra tampoco una tiara, sino su sustituto moderno, incluso algo posmoderno. Esto no es solo una enfermedad, es el primer paso para la recuperación. Estoy de acuerdo en que se ve extremadamente estúpido y ridículo y, por supuesto, esta envoltura del cráneo, que asocia a las masas a ser calentadas en un horno por el das Man, no protegerá a nadie. Los rayos de das Man son demasiado poderosos. Pero la mismísima sospecha de los desafortunados propietarios del gorro de aluminio es digna de respeto. Ellos adivinaron. Les duele. Sienten que algo salió mal en el mundo. Y en esto tienen toda la razón. Su sospecha tiene muchas razones. Sí, algo salió mal. Y continua. Y esto es extremadamente grave. Por lo tanto, no ofendan a quienes ya se han hecho un sombrero de papel aluminio. Están a medio paso de distancia de encontrarse con nosotros...
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garsanjose · 7 years
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Armando Fuentes A :Catón fue abatido por el anulacionismo gratuito...,
Armando Fuentes: Catón, fue abatido por el anulacionismo gratuito…, Mons. Vera López y Susana Zabaleta lo acompañan. A LA OPINIÓN PÚBLICA. Después del 4 de junio, al término del proceso electoral de Coahuila, el anulacionismo del Partido Acción Nacional y de la comparsa de perdedores de la “Liga de la Decencia Electoral” se ha convertido en epidemia. Sí, en una enorme pandemia que tratando de convertirla en tiranía, ha podido contaminar hasta las mentes más sanas y más equilibradas. ¿Qué pasó? Bueno, que una cáfila de oportunistas, alegando la a l t e r n a n c i a  e intentado de apropiarse del poder en Coahuila, contra todos sus anhelos y contra todos los ajustes más refinados y costosos de la enorme maquinaria electoral – auspiciada con dinero del erario público, que desplegaron en condominio - , se desplomó. Sí, se arruinó. Se vació su húmedo sueño de cambio gratuito, y su construcción quedó como torre de naipes en el suelo de la realidad; la enorme nube de sus sueños destemplados y sus progresiones infantiles se vaciaron como se desinflan esas nubes pasajeras llenas de electricidad, pero llenas de viento…, sólo truenos y nada de agua. Ese hecho dibuja la contundencia de su desmoralización, convertida en falsa esperanza de lograr la anulación de las elecciones de gobernador en Coahuila. Miguel A Riquelme Solís, es el gobernador constitucional electo de Coahuila Miguel A Riquelme Solís - para sobrealimentar la bilis amarga que corroe el  hígado panista y pro-panista de estos apoyadores -, es el gobernador constitucional electo de Coahuila, sin las ambigüedades y sin las salvedades producto de la falsa y destemplada esperanza que proviene del odio y de la mala fe, del desaliento y de la frustración propias del mal perdedor que cabalga sobre el lomo del propio desprecio a sí mismo causado por su vergonzante derrota. Y digo vergonzante derrota, porque… ¿Qué puede provocar más apocamiento retraído, más vergüenza propia y ajena que la ruptura…, que el resquebrajamiento del edificio de sus ventoleras acompañado de la negación rotunda por la vía de los hechos y con fundamento en el derecho y la legalidad, de todas las afirmaciones prepotentes llenas de odio y coraje, sustentadas con gritería placera y sobre la quimera del nulo trabajo, del nulo proyecto y de la nula prospectiva? Con ese pesado y amplio cúmulo de nulidades… ¿Cómo es que se atreven a exigir orondamente, la nulidad de las elecciones para gobernador en el Estado de Coahuila? No sé si exista la palabra anulacionismo, pero en el diccionario de la Real Academia de la Lengua no aparece como tal, sin embargo esta caterva de negadores de la realidad y propulsores de las verdades a medias…, ya la inventaron, y, curiosamente, para el éxito de la perdurabilidad de esta palabra, la consagraron al calor de la frustración y la pérdida en el juego electoral de Coahuila. Ahora, el anulacionismo como “actitud valiente y conspicua” enarbolada como bandera de la “Liga de la Decencia Electoral”,  alentada por un halo fulgurante de santidad ciudadana, se ha transfigurado en contagio conveniente en la esfera de los entretejes para-comiciales enredados después del 4 de junio del presente año en que se celebraron justas electorales en Coahuila, y en las que ganó Miguel A Riquelme Solís  la gubernatura. Curiosamente, los anulacionistas, cuya perplejidad no acaba de amortiguarse, son los rotundos perdedores de la contienda, son los damnificados de la tromba de frustración que les propinó el dios de su orgullo; huracán que los damnificó en su lánguido ego alimentado por las fantasías de su codicia y ambición malsanas, y, por supuesto, por su subversión anodina a la verdad de los hechos. Estos anulacionistas, desde la atalaya de su enloquecimiento han logrado contaminar las palabras, ensuciar las mentes y enlodar las conciencias de sus seguidores, pero también han logrado trastornar el edificio de las instituciones que custodian el respeto al voto libre y soberano de los ciudadanos. Este sindicato gritón de frustrados, porque a toro pasado eso aparentan ser y son, ha convertido el anulacionismo en la moda democrática despampanante, admirable y atractiva para lucir en las pasarelas de las redes sociales y de los medios amarillistas. Esta tendencia les confiere, eso sienten y piensan ellos, un cierto halo fulgurante de demócratas que han decidido – “debido a sus e n o r m e s méritos al servicio de los ciudadanos” -, tomar los vicos de la política sobre sus espaldas para acarrearlos a la basura de la historia. Estos anulacionistas han encontrado el medio perverso de transportar su avidez desmedida para llevarla a la arena política del 2018, pero…, sin las prevenciones del trabajo de base necesario para llevar realmente los beneficios a la construcción de ciudadanía, de  comunidad y de sociedad. Estos tremendos anulacionistas todos propensos al exhibicionismo ganado por el escándalo, mercantilizan su medrada imagen en aras de solventar su deseo de llegar a posiciones de poder  en algún partido que cobije su desmayado perfil ganado con el descrédito ajeno, con la insidia y la falsedad expresadas hasta el cansancio en las manifestaciones públicas en plazas, púlpitos, columnas editoriales y en las redes sociales. El anulacionismo que pretenden es a título gratuito. El anulacionismo gratuito se ha casado con una enemiga sutil y atractiva: la d e m a g o g i a que mina y subvierte con la sutileza del disfraz benefactor desde dentro de la vida comunitaria y social. El anulacionismo, desde el 4 de junio en Coahuila, se ha exhibido como pináculo de la demagogia, como presunción, como ínfulas llenas de vanidad en el cielo de los salvadores de la sociedad, cielo artificial de demócratas de conveniencias muy personalísimas contrarias, por su impacto de doble filo, al cuerpo de instituciones que nos hemos obsequiado los mexicanos en nuestro difícil y complejo tránsito hacia estadios superiores de la democracia directa y representativa que anhelamos. Esta carretada de ilustres anulacionistas que están sobre-expuestos en los medios, y que la verdad sea dicha, ya provocan la nausea con un discurso monótono, hueco y estridente, han logrado alcanzar con su discurso lleno de mentiras, odio y rechazo, a tres personajes de la vida pública, sin profesión política, que han hecho gala de esa moda anti-priista que ahora se denomina a n u l a c i o n i s m o: Fray Raúl Vera López, Mons. Vera. Obispo de Saltillo, Armando Fuentes Aguirre, Catón, y Susana Zabaleta, la diva de Monclova…La comparsa de los candidatos derrotados… Monseñor Vera López Monseñor se ha declarado a n u l a c i o n i s t a en referencia a los comicios de Coahuila para elegir gobernador. Invoca la necesidad imperiosa  de anular la elección para gobernador de Coahuila celebrada el 4 de junio pasado. Sin embargo, los alegatos que maneja son superficiales y fuera de todo contexto de la norma legal y de lo jurídicamente válido. Fray Raúl, en esta vertiente de conocimientos especializados, acusa una supina ignorancia. Es un lego en esta materia tan mundana y tan desconectada del contexto de su misión eclesiástica  y de su visión imperial, antidemocrática y autoritaria. ¿Qué demonios le aflojaron la lengua a Monseñor para meter la cruz entre las espadas de la política electoral y mancillarla en el rejuego de las artes del poder mundano? ¿Qué acaso carece de preocupaciones celestiales más acordes con el ministerio que tiene encomendado que provienen de su elevado cargo pastoral, para todavía desviar tiempo, esfuerzo y dedicación a un asunto de lucha por el poder terrenal, frívolo y sensual que desconoce y desde la cepa jurídica del evento, escapa a su profesión como clérigo?  ¿Por qué Fray Raúl Vera entró al juego de los anulacionistas y toma banderas de todo orden de crímenes y otras violaciones a derechos humanos, y deja vacía su lucha en contra del crimen de la pederastia y de los curas criminales que cobija con la capa del derecho canónico de su iglesia y los aparta de la aplicación de la justicia terrenal? Estoy seguro que Monseñor conoce la siguiente preocupación que se relaciona con la pedofilia de eclesiásticos catalogada como crimen atroz e irreparable: El Papa Benedicto XVI expresó que los daños causados por los abusos sexuales son tan profundos que por tratarse de actos criminales atroces e irreparables son aún más graves cuando quien los cometiere es un eclesiástico en el ejercicio de sus funciones. En sus palabras : «En vuestros continuos esfuerzos por afrontar de manera eficaz este problema es importante establecer la verdad de lo que ha sucedido en el pasado, tomar todas las medidas adecuadas para evitar que se repita en futuro, asegurar que los principios de justicia sean plenamente respetados, y sobre todo, proporcionar una curación a las víctimas y todos los que han quedado afectados por estos crímenes atroces» (Discurso de Benedicto XVI a los obispos católicos de Irlanda durante la visita «ad limina Apostolorum», el 28 de octubre, 2006). Este mandato de la máxima autoridad de su iglesia, el Papa,  es para obedecerse a pie juntillas, es una ordenanza que deberá acatarse sin subterfugios de moralidad mal entendida. Es un asunto que por provenir de tan alta investidura es para que, con la obediencia más sometida y de rodillas, se otorgue a su cumplimiento, la  más amplia prioridad y la atención más esmerada. Pero, monseñor tiene otras prioridades que se entretejen en el entramado del la red marxista-cristiano-leninista de la Teología de la Liberación, cuyos encajes están más en el ámbito de la preferencia por los pobres y en una malla de interpretaciones de la dignidad humana que tiene que ver más con la economía y la ecología,  y que se distancia del verdadero respeto cristiano a la dignidad humana que comienza con respetar el cuerpo, las emociones y la mente de los infantes que pronto serán los hombres viviendo y conviviendo en la comunidad y en la sociedad Desde esta perspectiva, llama la atención un comunicado de la Diócesis de Saltillo, la verdad ridícula, expedido seguramente con el afán de distorsionar el serio llamado del ministerio público para declarar sobre los crímenes de pederastia de algunos de sus clérigos denunciados en 2014, y a quienes se les sigue proceso. Subraya el comunicado, que  se le llamó a comparecer en medio de “un contexto político y social que incluyen las incertidumbres y confusiones del pasado proceso electoral en el estado de Coahuila, el incremento en el índice de la violencia en diferentes municipios, las represalias contra trabajadores mineros, el hallazgo de cuerpos con signos de tortura”. Grandiosa nube de patrañas para esquivar y tratar de ocultar su responsabilidad penal en este delicado asunto denunciado hace tres años. Desde la visión de la moral conveniente  de fray Raúl, obispo de Saltillo, se ven más gruesas las delgadas pajas en el ojo ajeno que la viga que se le atraviesa y no lo deja ver sus propios pecadillos y los de la iglesia que pastorea. La pederastia y su impacto emocional, familiar, individual y social no representa para monseñor, un enemigo a combatir con la misma enjundia conque denuncia y acomete otros atroces crímenes, quizás de menor calaje en lo que se refiere al daño a la dignidad humana y a los derechos humanos, en este caso en perjuicio de los indefensos niños, perpetrados por curas que abusan de la autoridad humana y “divina” que les “confiere” la iglesia. ¿Por qué Mons. Vera López no denuncia la pederastia, y a los sacerdotes pederastas que están frente a su nariz? ¿Cómo es que Mons. tapándose la nariz pretende no oler lo nauseabundo de los tufos que despide este capítulo de crímenes nefandos, indecentes y perversos, y contrariamente, procura ocultarlos en el envoltorio sospechoso del ejercicio celoso de sus ritos y celebraciones y de su silencio cómplice? Es indiscutible que el silencio ante la pederastia y su nefasta práctica es un pecado grave tanto de quien lo perpetra como del que ocultándolo, lo solapa, y por supuesto es un crimen punible por las leyes que se da la sociedad a través de su Código Penal y de Procedimientos Penales. Confieso que siempre me ha llamado la atención la pasividad somnolienta del combativo Monseñor ante los crímenes de pederastia y sus nulas acciones contra los criminales que los perpetran;  crímenes y criminales que deben ser sancionados y castigados por el fuero de la iglesia, es cierto, porque ella tiene sus códigos…, pero, principalmente deben ser sancionados por el fuero penal del estado, principalmente. La pasividad de Vera López en este capítulo de crímenes choca con la firmeza con la que defiende otros postulados como el aborto y con la dureza con que ataca otros crímenes en contra de los emigrantes, la explotación de los trabajadores y crímenes similares en los que Mons. es bastante comedido y demás despabilado obedeciendo los postulados de la Teología de la Liberación que tanto resultado le han dado ante el Vaticano y ante organismos de los derechos humanos en tribunales internacionales. Tengo claridad meridiana sobre lo que representa para la Iglesia Católica Romana el delicado asunto de la pederastia y los escándalos supervinientes en esta trama que ha llevado a esa dos veces milenaria institución, a tener que soportar como castigo en lo inmediato, la vergüenza pública, sí, la enorme vergüenza pública de una institución en la que la pobreza, la pureza y la santidad son grandes banderas de supervivencia y éxito, con miras supra terrenales.  ¡Claro que es una gran vergüenza!  ¿Qué digo?... Es una pifia descomunal como descomunales son sus anhelos celestiales y sus intereses crematísticos que están hincados en la tierra. Este tan estrepitoso escándalo, tiene, además de la mácula indeleble de la apabullante vergüenza, al menos dos fuertes vertientes del perjuicio que se ha auto-infligido la Iglesia de la que es pastor Mons. Vera López…, deterioro con dos violentas y aparatosas consecuencias…, una que se refiere a la prostituida credibilidad, y otra atingente al maldito y endemoniado dinero, al mucho dinero que se ha vertido para tratar de parar el escándalo e intentar, mediocremente, resarcir inútilmente, los daños a la dignidad humana de los niños afectados. Quizá monseñor piense que nada pasará porque su iglesia  es una institución milenaria que ha sorteado conflictos serios, depresiones con guerras y herejías, y serias crisis de identidad, comunicación y modernización y que a pesar de todo, nada ha podido tambalear su sobrevivencia y su futuro. Y es claro y evidente, que esta crisis de la enfermedad tan acendrada de la pederastia que sufre la Iglesia Romana, sin duda no la pondrá en estado terminal, y no será la crisis definitiva que anteceda a su extinción, porque ella, la iglesia, se ve a sí misma como eterna. Esta creencia, posiblemente sustente el silencio socarrón de monseñor frente a tales crímenes irreparables  contra la niñez, perpetrados por sus sacerdotes. ¿Por qué monseñor no acude al citatorio que le endereza el ministerio público? No acude a la cita del ministerio público. El prelado no se presentó, pues, de acuerdo con un comunicado - válido para sus creyentes  de la diócesis e inválido para el Estado. Las razones que invoca son: “se encuentra participando y acompañando a los fieles devotos en el inicio de las festividades del Santo Cristo de la Capilla en su sede episcopal”, en Saltillo, y estará disponible hasta después del 7 de agosto, “cuando las fiestas del Santo Cristo hayan concluido”. En su lugar, Vera envió a cuatro abogados.  Monseñor debe saber que nada lo privilegia  para escaparse, como pez enjabonado, del imperio de la ley, porque las leyes y el código penal específicamente, están por encima de sus creencias y convicciones y aquellas creederas de sus seguidores, y porque nuestra sociedad a la que él pertenece, se rige por leyes que son iguales para todos y a las que todos estamos sujetos. Armando Fuentes A.: Catón Sobre el desconcertante anulacionismo de Catón= Armando Fuentes Aguirre, y digo desconcertante porque esa actitud llena de electricidad vibrante y fuera del equilibrio propio de la expresión y actitud de un personaje que con su aportación intelectual ha logrado influir en las creencias, actitudes y costumbres de los Coahuilenses, sacó de balance las percepciones y las opiniones referentes a su persona y a su inveterada forma equilibrada de tomar los acontecimientos políticos de Coahuila, fueran del color, intensidad y dirección que fuesen. Movió el orden y el concierto muy equilibrado, muy templado a que  tenía acostumbrados a sus lectores antes de tomar una taza de café, y, ¿por qué no decirlo?, los despertó, porque los tiene adormilados en su confortable percepción burguesa de individuos acostumbrados al chascarrillo agudo, a la ocurrencia mordaz y demasiadas veces fina y sugerente, aunque en su gran mayoría cargados de erotismo  muchas veces grosero y de elegante procacidad.   Llamó la atención aquel apoyo mal calculado que le obsequió, en forma pródiga y sospechosa, al PAN; pero también llamó la atención de muchos, la continuidad de sus arrumacos inusuales en algunas de sus columnas; y después de reuniones con el panista y frustrado candidato por su partido a la gubernatura de Coahuila, senador Luis F. Salazar Fernández, no dejó de extrañarnos su postura antipriista, anti moreirista  y anti sistema que de pronto brotó desde lo más hondo de sus convicciones…, todos tenemos esas agarraderas que nos distinguen de los demás: ideologías, convicciones, creencias, creederas, impresiones, preferencias sexuales, preferencias políticas   ¡ah! y  principalmente la preferencia, o mejor, el amor por el dinero fácil y mal merecido, gratuito, pues. ¿Qué le sucedió a Catón que le hizo romper con densas décadas de templado equilibrio? ¿Qué motivaciones provocaron los truenos y centellas que sonaron fuerte y se vieron intensas en las mesas de café, en los vecindarios  y serpentarios de Saltillo  y en los espacios de los pasillos del poder político? ¿Cómo es que de repente, sin avisos ni precauciones, su templanza se alteró, su equilibrio se destempló, su prudencia conveniente de pronto se desarmonizó? Estas preguntas las formulé con interés sano, a connotados saltillenses que lo vienen observando y  lo conocen desde su juventud, y alguien más agudo, con sorna y en tono lleno de picardía, me respondió que seguramente la causa fue un asunto relacionado con dinero contante y sonante referente a la facturación en la Dirección General de Finanzas del Estado de Coahuila, de 1, 000,000 (un millón de pesos) mensuales que dejó de percibir su negocio de comunicación, y que recogía, a modo de estipendio desde antes ( Eliseo Mendoza Berrueto, Rogelio Montemayor y Enrique Martínez y Martínez) de la administración de Humberto Moreira  y durante el mandato de éste. Después, el periódico “El Heraldo de Saltillo” en su página de internet publicó esto mismo, a manera de comentario en una nota que apareció a mediados de este mes de julio del año en curso. Viéndolo desde la perspectiva del dinero… ¡siempre el bendito y maldito dinero! Considero muy factible que pudo haber sido el dinero la causa que ha desacompasado la prudencia y el equilibrio casi proverbial de nuestro Catón de Saltillo; porque si hablamos de 1, 000,000  (un millón) de pesos mensuales – recibidos sólo durante el sexenio de Humberto -, haciendo una sencilla sumatoria, implican en ese sexenio la cantidad de 72, 000,000 (setenta y dos) millones de pesos a valores  de esa época; sin embargo a valores actuales…, ascenderían a unos 100, 000,000 (Cien) millones, es decir, añadiendo un 40 % más por aquello de la devaluación y otros primores. Si esto es verdad, ¡caramba!..., entonces la pedrada estuvo fuerte y contundente, el descalabro hirió de muerte a sus finanzas, y el detrimento moral y emocional no fue menor. ¡Cualquiera se descuadra con esta sacudida! Es evidente que un golpe de tal contundencia logró reblandecer su prudencia y el desastre  hirió sus lealtades y sus “profundas” convicciones. Susana Zabaleta, la diva de Monclova En relación a la respetable Señora Zabaleta, confieso tenerle profunda admiración por el hecho fuera de discusión, de que la naturaleza le haya llenado de tantos y sublimes dones…, y la verdad, insisto, hacia ella sólo tengo fuertes emociones que se desprenden de mi fascinación supeditada a su enorme talento que en ocasiones raya en lo genial, sobre todo cuando a su espléndido arte se refiere y, por supuesto, y con enorme lógica también la admiro cuando hace gala de su gracia espontanea, de su belleza y de su encanto.  La singularidad y brillantez del arte de la señora Zabaleta es lo más admirado de su recia personalidad y su genio artístico, y esas condiciones nada comunes opacan cualquier desliz verbal o de actitud que haya hecho o haga en contra de políticos, sus partidos y sus costumbres. Porque genio mata político, nada de fondo diré del anulacionismo de la señora Zabaleta ya que considero que tiene un profundo desinterés por el estudio serio de la política y por el conocimiento y análisis jurídicos también serios de los hechos que nos obsequia la real política en el rejuego del alcance del poder y su ejercicio…, y también porque considero que por su falta de tiempo y su concentración en el perfeccionamiento de su valioso arte, sus percepciones centellantes fueron contaminadas por las redes sociales; quizás también por alguna inconveniencia desagradable de algún trámite pasado que no le satisfizo a plenitud en Coahuila, y, por las afirmaciones muy irresponsables contenidas en las columnas de periodistas perversos que han venido difundiendo verdades a medias y falsedades convenientes para confundir a la ciudadanía. Hasta esos límites de navegar por las inciertas aguas del anulacionismo de las elecciones para gobernador de Coahuila, sus afirmaciones no desbordan el vaso, y, en consecuencia, dejamos su comentario en el cajón de los olvidos; sin embargo, si por alguna ocurrencia le lleva en vilo la ventolera de pretender transportar su anulacionismo al límite de tratar de revocar la soberanía del Estado de Coahuila, bueno pues entonces, le sugiero que por pertenencia no lo haga,  porque en ese extremo de su deseo estaría al borde de quedarse sin la sublime gloria de haber nacido en Coahuila, y, en consecuencia, andaría muy próxima a perder su ciudadanía coahuilense que ostenta con orgullo. 1 de Agosto del 2017 Torreón, Coah. José García Sánchez  
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