#tunecino
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La pieza corresponde a un proyecto correspondiente a la asignatura Volumen del Grado Superior en Cerámica Artística de la Escuela de Arte y Diseño Llotja. El objetivo de dicho proyecto es la utilización de “módulos” cerámicos en una composición mayor. Las arandelas están confeccionadas a partir de piezas más grandes elaboradas en el torno alfarero y la técnica correspondiente al tapiz en sí es el ganchillo tunecino. Materiales: gres, hilo de algodón.
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Netcharfoo: un doble hecho en Túnez
Sabes AdoptaGuy ? ¿Pero sabías que su doble tunecino se llama NetCharfoo ?! Mientras navegaba por Internet encontré un artículo (¡no tuve ningún problema, está bien…!) que hablaba de este nuevo sitio que aparentemente recibe excelentes críticas en Túnez. ¿Copiar o no? Bueno, mucha gente habla de copiar el famoso sitio francés AUM. Y si se ha copiado el concepto, no ocurre lo mismo con la interfaz…
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Netcharfoo: un doble hecho en Túnez
Sabes AdoptaGuy ? ¿Pero sabías que su doble tunecino se llama NetCharfoo ?! Mientras navegaba por Internet encontré un artículo (¡no tuve ningún problema, está bien…!) que hablaba de este nuevo sitio que aparentemente recibe excelentes críticas en Túnez. ¿Copiar o no? Bueno, mucha gente habla de copiar el famoso sitio francés AUM. Y si se ha copiado el concepto, no ocurre lo mismo con la interfaz…
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Netcharfoo: un doble hecho en Túnez
Sabes AdoptaGuy ? ¿Pero sabías que su doble tunecino se llama NetCharfoo ?! Mientras navegaba por Internet encontré un artículo (¡no tuve ningún problema, está bien…!) que hablaba de este nuevo sitio que aparentemente recibe excelentes críticas en Túnez. ¿Copiar o no? Bueno, mucha gente habla de copiar el famoso sitio francés AUM. Y si se ha copiado el concepto, no ocurre lo mismo con la interfaz…
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... now my brain wants to sort [anglicized] demonym suffixes of every country. (Maybe a sample of a couple other languages' words for them.)
More to break down my misconceptions there... because there's actually a whole lot I don't know and I aint a geography buff. (And just linguistically curious.)
I should go to bed. But-
#this started from me flipping on the spanish version of tunisia's wiki page and being reminded of some construction differences w/ english#tunisian vs tunecino/-na#(opportunity to be just a bit more worldly)
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Husky, el Pastor Belga que Salvó 40 Vidas: Héroe Canino en la Catástrofe
#búsqueda y rescate#conexión humano-animal#Desastres naturales#esperanza bajo escombros#Héroe tunecino#Husky el rescatista#perro de rescate#perros de búsqueda#perros héroes#Rescate animal#Salvando vidas#valentía canina
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7 estilos de ganchillo para dejar volar tu creatividad
Aquí tienes los 7 estilos de ganchillo más populares, con los que podrás hacer desde bufandas y chales hasta una impresionante manta
El ganchillo puede ser un pasatiempo divertido y apasionante. Puede ser muy gratificante y relajante cuando eres capaz de crear algo hermoso con tus propias manos. Pero también puede resultar aburrido si haces lo mismo una y otra vez. Para animar las cosas, te propongo 7 estilos de ganchillo que puedes probar y dejar volar tu creatividad. Tanto si eres principiante como si tienes más experiencia…

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#amigurumi#crochet#crochet filet#crochet tunecino#encaje de ganchillo#estilos de ganchillo#ganchillo#ganchillo de cables#ganchillo de forma libre#tapestry
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El ciclo de la civilización
Por Brecht Jonkers
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
Brecht Jonkers sostiene que las civilizaciones en declive – como las analizadas por Ibn Jaldún, Lev Gumilev y Oswald Spengler – deben elegir entre revitalizarse mediante la reafirmación de los valores fundamentales o enfrentarse a un colapso inevitable debido a la decadencia interna o a la conquista externa, un patrón que se observa desde el Imperio Romano hasta las modernas sociedades occidentales liberal-capitalistas.
Por regla general, las civilizaciones y sociedades en declive tienen dos opciones:
Reafirmarse y reinventarse, tanto en la escena mundial como asegurándose de sobrevivir y posiblemente alcanzar una nueva prosperidad;
O continuar por la senda del declive hacia su inevitable perdición, ya sea por colapso interno o por la toma del poder por fuerzas externas con un mayor nivel de compromiso y solidaridad civilizatorios.
El ascenso y la caída de las civilizaciones se analizan, por supuesto, con gran claridad en los escritos de Oswald Spengler. Sin embargo, la dinámica interna de las civilizaciones o grupos étnicos también fue muy bien descrita por escritores como Abu Zayd Ibn Jaldún y Lev Gumilev.
Ibn Jaldún, el historiador tunecino del siglo XIV, llamó a esta fuerza la «asabiyya», a menudo traducida como solidaridad tribal. La cohesión y la solidaridad internas son esenciales para la supervivencia y la prosperidad de una tribu, una cultura, una etnia y un reino. Y, en lo que Spengler describiría más tarde como una fuerza inevitable de la ley, la asabiyya de una civilización tiende a declinar constantemente con el tiempo, a medida que los que ostentan el poder se empantanan en la búsqueda de la comodidad y el lujo en lugar de la justicia y la gloria. La corrupción, la decadencia y la degeneración se instalan y, si no se toman medidas inmediatas y decisivas, la asabiyya se debilitará hasta tal punto que la civilización se derrumbará por completo. Su lugar lo ocupa entonces una tribu nueva, joven y moralmente más pura, cuya cohesión y solidaridad internas son más fuertes.
El historiador y etnólogo soviético Lev Gumilev describió este proceso con el término «passionarnost» o pasionaridad: la energía y el impulso dentro de una etnia para establecer y alcanzar objetivos comunes, incluso a un gran coste personal. Las civilizaciones experimentan procesos de nacimiento, crecimiento, clímax, inercia y declive o transformación, a medida que el nivel de pasionaridad de sus sociedades aumenta o disminuye. Gumilev creía firmemente en la influencia de los elementos geográficos y biosféricos en el desarrollo de las sociedades y las culturas, que infunden a ciertos líderes y grupos de personas una mayor energía parionaria como para llevar a cabo el cambio. Esta pasionaridad, al igual que la asabiyya de Ibn Jaldún, tiene una tendencia natural a disminuir e incluso puede desaparecer por completo.
Sin embargo, se puede argumentar que el concepto del historiador soviético de este ciclo continuo es menos determinista que el de Spengler. Gumilev veía las culturas nómadas de la estepa euroasiática como ejemplos de una etnia con una adaptabilidad y resistencia únicas a lo largo de la historia, debido por ejemplo a su gran complementariedad con el espacio geográfico y natural que ocupan. En este sentido, vuelve a parecerse mucho a Ibn Jaldún (aunque no hay indicios de que Gumilev se basara en el erudito árabe medieval), ya que este último expresó en múltiples ocasiones sus alabanzas por las tribus beduinas del desierto del norte de África, en contraste con el mundo urbano del Mediterráneo.
No se puede exagerar la gran influencia de Gumilev en la política rusa contemporánea y en la política militar y exterior. Fue uno de los impulsores del auge del neoeurasianismo, que ha encontrado un importante apoyo popular en la Federación Rusa desde el cambio de siglo, aunque el propio Lev Gumilev no viviría para ver este resultado.
El antiguo concepto chino del Mandato del Cielo expresaba un concepto similar, que ha reverberado a lo largo de la historia china desde su creación por los revolucionarios Zhou que derrocaron a la dinastía Shang en 1046 a.C.: el mandato de gobierno es otorgado por decreto divino, pero podía rescindirse y transferirse a otro si los gobernantes demostraban ser indignos. Una de las formas más claras de reconocer que el mandato divino había terminado, según pensadores confucianos tan influyentes como Mencio, era cuando el apoyo popular a la dinastía y al gobierno decaía debido a los continuos abusos de poder. La naturaleza cíclica de los reinos, los imperios y las familias gobernantes en el Todo Bajo el Cielo a lo largo de la historia se consideraba una ley inevitable.
Los mongoles establecieron el mayor imperio terrestre contiguo que el mundo haya visto jamás, partiendo prácticamente de la nada. Acabaron con superpotencias imperiales como Persia, China y Mesopotamia e incluso pusieron en jaque al califato abasí. La causa fue su pasionaridad, su empuje y devoción a su causa, así como los cambios revolucionarios que introdujeron en un mundo petrificado y atrofiado de gobernantes corruptos y aduladores. El propio Genghis Khan advirtió a sus hijos y compatriotas que no se dejaran seducir por las artimañas de la comodidad y el lujo de la «vida civilizada» en los reinos que acababan de conquistar, y su advertencia resultaría acertada una y otra vez.
En China, los restos decadentes de la dinastía Yuan, precisamente aquellos gobernantes mongoles que cedieron a las seducciones del lujo, fueron barridos por los revolucionarios populares que fundaron el Imperio Ming en el siglo XIV; y mucho más tarde, la última dinastía imperial, los emperadores Qing, notoriamente ineptos, fueron arrojados al basurero de la historia por la Revolución Republicana de 1911. Por el contrario, líderes apasionados de estirpe mongola, como Timur Lenk y Babur de Kabul, pasarían a fundar reinos deslumbrantes, como el Imperio mogol, cambiando para siempre el curso histórico de gran parte de Asia.
De vuelta a Occidente, el Imperio Romano en Occidente se marchitó y murió debido a su inercia y corrupción duraderas, para ser sustituido por «bárbaros» procedentes de Oriente con una cohesión social más fuerte y un sistema político más vivo que reemplazo al atrofiado imperio esclavista. Aunque los entusiastas de la historia romana y los derechistas de «abrazar la tradición» se lamenten por ello, lo cierto es que los hunos, los godos, los francos y los vándalos representaron el impulso de renovación civilizatoria que Europa necesitaba en aquel momento, aunque probablemente nunca se dieran cuenta de ello. Las podridas estructuras del abotargado Imperio Romano de Occidente tuvieron que derrumbarse para dar paso al sistema feudal, en aquel momento bastante revolucionario.
El Imperio Romano de Oriente, en cambio, renovado en su cultura y gran centro de un cristianismo vigoroso, logró reafirmar su razón de ser y perduró otros mil años. Cuando Constantinopla, a su vez, quedó inerte y atrofiada, fue la asabiyya de los otomanos de las estepas orientales la que los sustituyó. Y este Imperio Otomano irrumpió en la escena histórica en todo su esplendor durante siglos, pero acabó petrificándose hasta convertirse en el «enfermo de Europa» dominado por eunucos y soldados esclavos secuestrados de familias cristianas, momento en que su asabiyya se desvaneció.
El colapso y la sustitución de la civilización es una forma de destrucción creativa, algo que no es necesariamente «bueno» o «malo», sino necesario e inevitable.
La civilización que se encuentra ahora mismo al final de su pasionaridad, de hecho, ha agotado hace mucho la asabiyya que alguna vez tuvo, tal y como es el caso del mundo liberal-capitalista occidental.
Occidente es un cadáver hinchado, ya clínicamente muerto, pero mantenido con cierta vida gracias a intervenciones médicas desesperadas (como el sistema de moneda fiduciaria con el dólar como columna vertebral y el control de la economía mundial a través del FMI y el Banco Mundial). Pero este sistema no puede durar ni durará para siempre.
Este monstruo de Frankenstein que es la sociedad occidental, que ha empezado a volverse contra su propio pasado y sus culturas originales al tiempo que se arroga una superioridad inherente frente a todas las demás, está condenado al fracaso. La única cuestión que queda por dilucidar es en qué términos acabará.
Sin embargo, no quiero ser agorero en lo que se refiere a la posibilidad de Europa y su futuro. La tesis spengleriana parece a veces demasiado fatalista, aunque el propio Spengler también reservaba espacio a la posibilidad de que una civilización se salvara a sí misma. Es posible que Europa se reafirme como polo civilizatorio, lejos de la influencia mortífera de la corrupción angloamericana. Será difícil, pero no imposible. Europa puede renacer redescubriendo sus valores e identidad propia premoderna. De forma parecida a como se reafirmó el Imperio Romano de Oriente y a como China se reinventó a sí misma en la Revolución Xinhai.
O puede continuar por el camino de la autodestrucción en el que se encuentra ahora, seguir al Pentágono y a Wall Street hasta la tumba y optar por convertirse en un campo de batalla. En cuyo caso esta sociedad será barrida por las «hordas del Este», al igual que hicieron antes los hunos, los selyúcidas, los mongoles y los turcos otomanos. La pasionaridad de, como mínimo, los rusos, los chinos y los iraníes eclipsará los restos petrificados del mundo atlantista. El proyecto globalista dominado por Estados Unidos caerá entonces de forma muy parecida a como el Imperio Romano de Occidente cayó ante los «bárbaros», como Babilonia cayó ante Ciro el Grande y como el Reich fue derribado por las celosas fuerzas de la URSS.
La elección corresponde a Europa. El resultado será el mismo, el proceso depende de nosotros. Reafirmación creativa o destrucción creativa: nosotros elegimos.
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¿Es posible aceptar la contradicción o separación entre la producción intelectual o artística de un pensador o artista y sus pecados personales o comportamiento personal vergonzoso? Por ejemplo, el pensador Jean-Jacques Rousseau, autor de la teoría del contrato social, solía tener relaciones ilícitas y dar a luz niños y colocarlos en un asilo de expósitos, sin importarle la responsabilidad. Al mismo tiempo, escribió uno de Los libros más maravillosos sobre educación y niños, titulado “Emile”. Hay muchos ejemplos que pueden ser, el más reciente de los cuales fue lo que se acusó al filósofo francés Foucault de hacer a los niños tunecinos. ¿Cómo se puede abordar esto?
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El grito de Gaza.
Obra del artista tunecino Omar Esstar.
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La fête de la musique en un restaurante tunecino. Foto by Yianni-san

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Libro: El renacimiento médico
https://tinyurl.com/3eka7j2j Sinopsis ¿Renacimiento médico o medicina del Renacimiento? Se habla de renacimiento por un reavivamiento de las ideas, donde hubo una decidida participación de un médico tunecino llamado Constantino el Africano, quien, a finales del siglo XI, dejó una extasiante secuela de alrededor de 30 libros médicos traducidos del árabe. Esta labor se llevó a cabo en Salerno y…
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Espérance se quedó con una agónica y sufrida victoria https://metagoles.net/esperance-se-quedo-con-una-agonica-y-sufrida-victoria/
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Tunecino desembarca en la isla italiana de Lampedusa con una oveja
Tunecino desembarca en la isla italiana de Lampedusa con una oveja
https://www.planetazapping.com/?p=33706
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Entre vertidos químicos, suelos estériles y redes vacías, las comunidades locales del sureste de Túnez resisten y lideran una lucha ambiental y social que atraviesa fronteras. Lo primero que impacta al llegar a Gabes es el mural de una figura con una máscara antigás que ocupa todo un muro blanco desgastado. A su lado, las palabras “50 years of slow death” (50 años de muerte lenta), destacan en letras negras y rojas, junto a la silueta de una chimenea que escupe humo negro. A los pies de las escaleras, un grupo de mujeres conversa, como si la vida diaria no pudiera detenerse bajo esta advertencia. Este muro, que combina la denuncia y la amenaza, resume la resistencia de la comunidad de Gabes frente a una crisis ecológica y social que amenaza un oasis único del mapa. El Golfo de Gabes, situado en la costa sudeste de Túnez, guarda el único oasis costero del mundo. Durante siglos, este paraíso ecológico, donde las palmeras parecen tocar el mar, ha sido el sustento de comunidades que dependen de su biodiversidad para la agricultura, la pesca y la recogida de agua. Sin embargo, la región se transformó en un escenario de devastación ambiental con la llegada de la industria petroquímica y fosfatada, que amenaza con destruir su ecosistema y el tejido social que lo sostiene. Mientras la producción de fertilizantes beneficia a las industrias agrícolas de la Unión Europea y de otros países, la población local de Gabes sufre la contaminación de su tierra, agua y aire, sin obtener soluciones a los problemas de salud y ambientales que enfrentan. Un oasis envenenado: la herencia colonial del progreso La llegada de las industrias a Gabes fue presentada por el Gobierno tunecino como un emblema de modernización y autonomía económica tras la independencia de Francia. Sin embargo, lejos de romper con las estructuras coloniales, estas iniciativas replicaron las mismas lógicas extractivistas que priorizan la explotación de recursos para beneficio externo sobre las implicaciones ambientales y el impacto sobre las comunidades locales. Desde los años 70, este modelo de desarrollo mantiene a Gabes atrapado en un ciclo de dependencia económica y marginación, perpetuando las desigualdades del pasado. A pocos kilómetros de las plantas industriales, el agua del Golfo de Gabes está cubierta de una capa aceitosa que emana un olor químico. Mohamed, un agricultor que lucha por mantener su huerto, lo describe así: “Los fosfatos trajeron dinero para unos pocos, pero lo que nos da de comer ahora está muerto”. La desaparición progresiva de los huertos que una vez fueron los más fértiles del Magreb refleja la tragedia de Gabes. Además, a pocos kilómetros de las plantas industriales, el agua del Golfo de Gabes está cubierta de una capa aceitosa que emana un olor químico. Esta chott al-mout, o orilla de la muerte, como se refieren a ella los pescadores locales, apenas alberga vida marina como resultado directo del vertido masivo de fosfoyeso al mar. “Cada día, vuelcan toneladas de fosfoyeso sin ningún tipo de tratamiento, liberando metales pesados, elementos tóxicos y materiales radiactivos”, denuncia Khayreddine Debaya, ingeniero civil, agricultor y presidente de la sección de Gabes de la Liga Tunecina para la Defensa de los Derechos Humanos. Polo industrial de Gabes Diferentes estudios estiman que la planta industrial de Gabes genera cerca de 16 millones de toneladas anuales de este subproducto, que contiene componentes peligrosos como cadmio y otros elementos radiactivos. Aunque las regulaciones internacionales prohíben el vertido de fosfoyeso, dichas normas no se aplican en Túnez, lo que ha permitido que las aguas del golfo soporten esta contaminación durante décadas. Frente a la devastación medioambiental, el abandono estatal y la voracidad de las multinacionales, Gabes ha encontrado en la organización colectiva una herramienta de resistencia. “La contaminación ha transformado profundamente el modo de vida de la población de Gabes. La magnitud de la contaminación ...

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