elbiotipo · 10 months ago
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Lo que estoy aprendiendo por las notas de mi post sobre el IQ (CI coeficiente intelectual) es que en EEUU (?) aparentemente, es común que te hagan tests de IQ y hay muchísima gente que se lo toma en serio, lo suficiente para arruinar vidas y para que haya gente que presuma de tener IQ alto
Yo creo que si acá presumís que tenés un CI alto te comés todas las cargadas por pelotudo del mundo
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soloesundescargo · 3 years ago
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yo creo que de ésta además de todo voy a salir diciéndole a mi vieja que la amo tan seguido que no se lo va a creer, porque capaz aprendí a las malas a que todo cambia en un puto segundo y que la vida se te va de las manos como si nada.
tantas veces me creí saber lo que era estar cerca de la muerte, pero nada se compara a esto. a eso, por suerte, porque ya no es mi hoy ni el de mi familia. ya no nos despertamos con miedo a que nos digan que mi tío se nos fue, aunque los partes médicos siempre nos tensan un poco antes de escucharlos.
jamás había visto a mi mamá tan partida, tan rota y desconsolada como ese sábado que llamaron a mi tía para avisarle que él ya no podía seguir y que nos prepararemos para lo peor.
¿quien se prepara para la muerte de un ser querido? ¿quién alguna vez está listo?
quiero agarrar y pegarle un buen cache al hijo de mil que nos dijo eso y que rompió a toda mi familia en solo un minuto. que nos arrebató todas las esperanzas y nos sentenció a esperar la peor llamada de mi vida. pero también quiero que sepa que no bastó. que lloramos desconsolados pero nunca aceptándolo, porque nos arrebataban la felicidad de tener a toda nuestra familia junta y sana, y antes lo dabamos por sentado. es tan importante y tan privilegioso tener a toda la familia bien, sana, sin estar al borde de la muerte, que realmente me siento con muchísima suerte y veo toda la suerte que tuve durante mis 23 años.
no podía dejar de pensar en mis primos. en I y L que no podían perder a su papá tan temprano. que no sabía cómo iba a ser. que no podía sanarles ni bajarles el dolor de tanta pérdida. de tanto que la vida parecía arrebatarnos abruptamente sin ninguna mierda de consideración. ¿por qué le pasa esto a mi familia? pensé en un momento, pero la verdadera pregunta no era esa, ese no era el cuestionamiento. ¿por qué la vida te deja dolores tan grandes injustamente? ¿cómo íbamos a hacer como familia para superar esto? ¿cómo se hacía? ¿realmente este era nuestro hoy?
y nada parecía real. nada de todo eso podía estar pasando realmente porque hace 2 semanas yo veía a mi tío en mi ventana, arriba de su moto, con las manos secas por el frío viento del otoño que de las helaba cada vez que salía a trabajar. y me acordé de los cafés que se tomó en la ventana por no pasar a casa por toda esta mierda, de las juntadas en casa comiendo pizza y disfrutando de poder compartir algo en la mesa. me acordé de las veces que hicimos planes y no se concretaron por equis motivo, y me arrepentí mucho de no haber aprovechado ese tiempo. me di cuenta que lo estaba pensando como si él ya se hubiera muerto y como si pudiera evitar el dolor de su pérdida pasando al siguiente paso, porque así de idiota me pongo cuando no puedo aceptar algo. las manos me temblaban como nunca en mi vida y no podía tocar la espalda de mi mamá para calmarla porque sentía que ella notaba mi temblor. quería ser fuerte por ella porque verla en ese estado era desgarrador, y me puse a pensar que lo mío era un poroto a comparacion de mi abuela, de mis tías, de mis primos y de su mujer.
perder a mi tío favorito en el mundo no parecía ser algo que estuviera pasando. quería que nos dijeran que todo estaba bien, que hubo un error, pero esa noche pasó llena de angustia y miedo, orandole a Dios que por favor haga su obra y que salve la vida de mi tío, orandole a un Dios que días atrás cuestionaba.
el domingo no sé si alguna familia habrá orado tanto. yo creo que agotamos las palabras Dios y Jesús y declaro y todas las que puedan venir. nos unimos cada uno desde su casa, apostando y aportando a la fe que viene en esta familia desde hace mucho. ¿creo en Dios? creo que existe algo mucho más allá de nosotros, pero esos días, desde el primer día que mi tío estuvo en sala hasta el día de hoy, le pedí siempre al Dios que me enseñaron, al que me mostraron de chica, del que mi mamá habla y me hablaba, del que nos enseñó y guió. después cada uno con su caja de creencias y cuestiones, pero me vi repitiendo eso de que en mis peores momentos, en el fondo de mi corazón la palabra que sale es orarle a ese Dios. ¿y reniego de mis creencias? ¿reniego de la forma en la que quieren que las aplique? la verdad es que todavía lo sigo revisando, pero G hubiera orado por mí, por cualquiera de nosotros y hubiera pedido lo mismo que le pedimos a Dios que haga con él, entonces no hubo nada que cuestionarme a la hora de hacerlo. y la verdad es que no me arrepiento, porque exista o no, yo de alguna manera creo. o tal vez es el último hilo de esperanza y fe que me queda por probar. sea como sea, recurro. tal vez me da miedo el no hacerlo y arrepentirme de que algo salga mal, porque siempre que mi familia pidió pasó. y sí, ley de atracción, universo, todo lo que pueda llegar a ser, cualquiera de esas cosas, al final pasa, y agradezco por eso. simplemente soy agradecida.
estoy divagando y solo quería decir cuanto quiero y extraño ver sonreír a mi tío.
después del domingo el lunes recibimos por primera vez un "buen" parte médico.
la oxigenación de G había subido un 97% y en mi casa se lloraba de emoción. seguia en estado crítico pero era una mejoría. me sentí alegre pero alerta. sabíamos desde siempre que era segundo a segundo, minuto a minuto y día a dia.
el martes nos dijeron que tuvieron que pronarlo porque G no aguantaba estar boca arriba para respirar y que se había complicado el cuadro. fue duro, pero nada nos aseguraba un buen parte. seguimos orando. seguí pidiéndole a Dios, declarando y manifestando en mi cuaderno. si tuviera poderes mágicos ya los habría usado.
semanas sin dormir, noches despertandome no sólo yo, sino que casi toda mi familia de madrugada, tensos, pero los días pasan y la vida sigue, como si no tuvieras nada más que atender que trabajo y cosas que te ocupan tiempo y no te alivianan el estrés ni el sentimiento, sino que te lo empeoran todo. pero se puede. siempre pienso que hay gente que la pasa peor y sale de su casa afrontando el día.
tantas cosas para escribir, pero no quiero ponerme mal. hoy es lunes 17 de mayo, son las 10.53 de la mañana y es el quinto día que nos dan un parte médico favorable. el primer día que nos dijeron que mi tío aguantó todo el día boca arriba fue bueno. el segundo día estábamos contentos y el tercero era todo un triunfo, pero había que ir por más. hoy es el quinto día que no necesita pronación y que tampoco le drenan el pulmón. tiene 2 medicamentos de los 4 que le suministraban y por supuesto el sedante fueron sacandoselo de a poco y esta semi dormido, a veces despierto pero todavía sin poder hablar por la traqueotomía. pero mueve las piernas y brazos, el viernes pasado su mujer lo fue a visitar, duran poco las visitas y sólo pueden ir tres personas fijas por el momento, una vez a la semana una persona, y esa fue la mejor llamada hasta ahora.
¡está despierto, respira un poco por él mismo aunque necesita el respirador y pregunta por los demás!
todavía le queda tiempo, esperemos que no mucho. tiene que recuperarse de los dos pulmones por la neumonía bilateral con infección que le dejó el covid, pero lo va a superar y en poco tiempo la recuperación para que salga de esa camilla y del hospital. como le dijo una enfermera, a recuperarse que él no tiene que estar ahí.
espero que mamá pueda verlo despierto, y que el parte de hoy también sea favorable. sólo buenas noticias, porque malas ya tuvimos bastantes, y ya es hora de que levante el culo de esa cama y se empiece a recuperar. en navidad tiene que estar sentado en la mesa comiendo por sus propios medios haciendo reír a los demás con sus ocurrencias como siempre con toda la familia reunida.
diría que esquivó la muerte, pero la verdad es que luchó todos estos días por vivir, y finalmente le está dejando en claro que le va a patear el culo siempre.
soy agradecida por estar pasando esto y no llorando una pérdida, porque muchisima gente no pasa por esto.
agradezco que mi tío esté mejorando y que cada avance lo acerque más a su recuperación. agradezco por mi familia. agradezco porque estamos viviendo lo que estamos viviendo y porque pasamos lo que pasamos. agradezco que todos los días nos despertamos sanos. agradezco que todos los días nos despertamos. soy muy afortunada, y a veces me siento maldita. maldita por sufrir y saber que familias sufren dolores peores. tal vez nunca se vaya de mí esa sensación que me acompaña siempre.
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vividioza · 4 years ago
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Convulsionar 13-04-21
Nunca sé cómo empezar mis entradas. Tengo el tema, tengo la historia, pero no tengo el inicio que los haga engancharse y entender el meollo del asunto, sin dar más vuelta, empezaré con la trama.
Toda mi vida he padecido migrañas, recuerdo que estaba en la primaria y me la vivía yendo con la enfermera porque me daban dolores súper culeros, todo empezaba con una obstrucción de la visión -las llamadas AURAS- para posteriormente sentir cómo una parte del cerebro me estallaba. Ese dolor se iba hasta que lograra vomitar lo que fuese que me estuviera ocasionando ese dolor, por eso mi adición al vómito.
Desde que llegué a Playa y durante los primeros cuatro años, no había tenido una sola crisis de migraña, hasta que un día en el hotel me empezó este efecto blanquecino en los ojos. Me vine corriendo a mi casa y en cuanto el cuerpo me lo permitió, vomité. Lo siguiente sólo fue dormir y amanecer como si nada.
Lástima que no puedo decir lo mismo de noviembre del 2018. Todo empezó con una misma sensación, era algo familiar para mí, era muy parecido a la migraña.
La historia empieza aproximadamente a las 8:00 a.m., cuando me metí a bañar para ir al trabajo. Durante el baño me di cuenta que no veía bien, veía con manchas blancas y sentía presión en la cabeza, como si de una migraña se tratase. Quise ignorarlo para ver si así se me pasaba la sensación (qué estupidez).
Mi mamá estaba en casa porque mi pareja estaba de viaje. En ese momento yo no quería decirle a mi mamá porque se preocupa mucho, en ese momento yo ya era una vieja de 31 años, pero gracias a la vida, mi madre me ama y me procura como si tuviera 5 años.
Seguí arreglándome para ir a trabajar, hasta que me di cuenta que realmente no podía ignorarlo y que debía quedarme en casa, así que le comenté a mi mamá sobre mi sentir y le dije que intentaría dormir un rato más.
En ese momento le escribí a mi entonces jefe y le dije que me sentía un poco mal, que creía que me iba a dar migraña pero que llegaba más tarde a la oficina.
Me acosté en la cama, me tendí boca arriba con las manos sobre los ojos y lo siguiente que recuerdo es estar en una silla de ruedas con la cara de mi madre angustiada y mi mejor amigo con una hoja en la mano. Honestamente en ese momento no entendía nada, no sabía quien era yo, donde estaba, qué había pasado ni porque estaba tan angustiada la gente que venía conmigo. En ese momento yo no recordaba el vínculo de que la señora ahí parada fuera mi mamá, mucho menos el nombre del señor que corría con una hoja en la mano. Pero no me preocupe por eso, porque sabía dentro de mí que esa gente era mi gente.
Posteriormente escuché que no me querían recibir en el IMSS porque la desidiosa no se había ido a dar de alta. Al final lograron ingresarme y empezó el interrogatorio. La primera pregunta que me hicieron fue: nos das tu nombre completo y mi respuesta fue: no sé. En ese momento sentí una angustia horrible porque no sabía cómo me llamaba. Después poco a poco fui recuperando la conciencia. Me dejaron conectada a un suero por tres horas, me hicieron análisis de sangre y al final me liberaron después de terminarme los intravenosos.
Llegando a mi casa me vi una herida en la pierna, era una mordida. Mi mamá me contó que mi gato me intentó defender porque pensaba que ella me estaba haciendo algo, todavía tengo esa cicatriz que según yo quedó como una carita feliz :).
El punto es que mi mamá me contó la anécdota, le vi la preocupación en la cara pero al final, todo bien. Ese día descansamos un montón, los días siguientes igual porque te quedas medio apendejado y adolorido porque todo el cuerpo se contrae, pero nada del otro mundo.
Fui, me hice exámenes, me dijeron que todo bien y que sólo tenía que tomar anticonvulsivos por 6 meses, que no sabían el origen pero que simplemente podía sucederme, que no me asustara.
Después de unos días, y platicando la experiencia con más gente les decía que la neta si morirse es así, uno no se da cuenta. En un segundo estás y al otro ya no sabes nada, desconectas por completo. Aquí es donde viene mi primera lección de abuela, quizás deberíamos perder menos tiempo en temerle a la muerte y ponerle más empeño y conciencia a lo que tenemos en vida, a las experiencias, al hoy, al amor.
Para todo esto, es importante decirles que en ningún momento tuve miedo de que me volviera a suceder, yo quité de mi mente la condición o posible condición y simplemente me dedicaba a vivir como si jamás me hubiera pasado.
Todo fluyó con normalidad, hasta un año después. Era aproximadamente finales de febrero del 2020, iba saliendo de una clase de “YOGA PARA SANAR” porque me encontraba en un bache que me asfixiaba de ansiedad.
De regreso del Yoga, todavía pasé a la MEGA (la comer pa’los chilangos) y compré cosas para la cena.
Llegando a la casa me empecé a sentir débil y decidí acostarme. De repente abro los ojos y empiezo a ver esas manchas blancas que me alteran más que si viera un fantasma, porque siempre son el inicio de una dolencia física.
En ese momento estaba mi pareja en la casa y le dije: corre por el anticonvulsivo y tráeme sueros. Le voy a hablar a mi mamá para contarle que me estoy sintiendo mal y que me acompañe vía remota mientras regresas de la farmacia. Habrán pasado unos 10 minutos, me tome la pastilla, me tome los sueros y me quede acostada y relajada. Pasados algunos minutos se me empezó a quitar la luz blanca de la vista y decidí irme a dormir. No pasó nada y al día siguiente como si nada.
Fui al doctor por petición de mi mamá, me dijo que todo bien, que no me preocupara. Que no me siguiera tomando el medicamento y que siguiera mi vida como si nada, así mismo le hice.
Todavía recuerdo que en noviembre del 2019, después de subirnos al Space Mountain de Star Wars, me di cuenta que había cometido un error porque me subí a esa locura de luces y mi cerebro se sentía como si fuera a estallar, pero en ningún momento me dio miedo que me pudiera pasar algo ahí.
La situación resurge el pasado viernes 9 de abril. El día anterior había salido a echar trago (la verdad no fue mucho trago). Desperté perfecta, estaba de buenas y tenía ganas de desayunar Barbacoa. Llegué a la oficina y mi humor cambió un poco porque todavía me falta trabajar en el aspecto de la inteligencia emocional que te impide que la gente influya en tu estado de ánimo.
De repente me senté en mi lugar y en voz alta les dije: “no se asusten, pero creo que me va a dar migraña o me voy a convulsionar”. Me paré, agarré dos Advil, luego recordé que traía el anticonvulsivo en la mochila y me lo tomé junto con un litro de agua (pensando que con eso me iba a hidratar y no me iba a suceder).
Me senté en mi escritorio, me apagaron las luces de mi cubículo, todavía me reí por algo que estábamos diciendo y de repente se me apagó el switch.
El siguiente acto que recuerdo es estar vomitando y tener en frente de mi a dos personas: mi jefe y a una amiga de toda la vida que por cuestiones de magia ahora trabaja conmigo.
De repente entraron unos paramédicos, yo escuchaba: ¡La ambulancia! ¡La ambulancia! Entran los señores, me miden la presión, el oxigeno y empiezan con: ¿consumes drogas? mi jefe estaba a un lado. Recuerdo haberme reído, dentro de lo que podía.
La siguiente pregunta fue: ¿qué día es hoy? Recuerdo haberme vuelto a reír y decirles que no tenía idea. De repente volvió a entrar el mismo señor que entró la primera vez que convulsioné, ese rostro familiar que está en las buenas y en las malas, y me dijo: podemos irnos al hospital, el seguro te lo cubre o te llevo a tu casa.
Empecé a entrar en conciencia y le dije que no necesitaba hospital, que prefería estar así pero en mi casa. Me trajo a mi casa, se acomodo conmigo y resolvió todo lo que se tenía que resolver. Me dejo dormida y no recuerdo más nada.
Después de varias horas de estar dormida, desperté y sin exagerar vi en mi celular un montón de mensajes y llamadas de amor. La verdad, es algo indescriptible y que aunque sea un cliché: no tiene precio.
Claramente en ese momento yo me enfoqué en ver que una pseudo amistad había sido incapaz de preguntarme cómo estaba, después me di cuenta lo tonta que estaba siendo y me enfoqué en ver todos los muchos mensajes de amor que recibí para que me recuperara, siendo que yo sabía que no pasaba nada, que era más el susto que generabas en los demás que lo que realmente uno siente.
Ese día pedí que me documentaran las reacciones de los otros, y lo pido porque me encanta saber con quienes cuenta uno realmente en la vida. Para mi sorpresa, parece ser que mi papel de villana no se lo cree nadie, porque si el papel resultara no habría poder humano que hiciera que tanta gente tuviera preocupación auténtica por mí. Gracias, ustedes que se han preocupado por mí, creo que se los he dicho personalmente, pero si no lo hice les doy las gracias públicas.
En fin, volví a pensar en lo que sentí ese día y realmente lo feo de la situación no es cuando te tiembla el cuerpo, te silba el pecho o los ojos se te ponen en blanco, porque uno no está ahí, uno no se da cuenta de lo que está pasando con el cuerpo porque la mente está desconectada. Lo difícil es volver.
Justo alguien me dijo la explicación precisa: es lo contrario a que se te suba el muerto / viaje astral. Entonces la gente a tu al rededor de asusta porque lo qué pasa físicamente con el cuerpo es parecido a un exorcismo, pero realmente el que lo está viviendo no teme ni idea de que lo está viviendo. Nada en ma vida se siente sino se hace a nivel consciente.
La historia sigue en que fui al doctor, me diagnosticaron y tengo que hacerme algunos estudios. La situación se complica cuando me dicen que me tengo que olvidarme de todo lo que utilizaba para controlar mis ansiedades en la vida: alcohol, weed, refrescos, antihistamínicos y salbutamol (porque básicamente cualquier toxicidad puede ser un detonante, ojo: no descarto las toxicidades emocionales). Es ahí donde se pone la verdadera prueba del camino espiritual y personal. ¿Quieres continuar este camino? pues tiene que ser por la vía limpia, la que no adormece.
Hoy desperté confundida y un poco afectada por el medicamento que me dieron ayer, creo que fue un poco fuerte para mi cuerpo y no ha sido bien recibido por éste.
Al final estas pausas las pide el cuerpo a gritos, te obliga a sentarte y respirar un poco. Ayuda a replantear el camino tomado, y siempre, siempre, representan un quiebre importante en la vida. Son parteaguas.
Hoy me volví a dar cuenta de toda la gente que me quiere bien, toda esa gente a la que le preocupo auténticamente. Todos aquellos que lejos de mí se toman la molestia para darle seguimiento al tema, aquellos que me apoyan en lo laboral, en lo personal, en lo emocional.
Personas, siéntanse seguros que de mí obtendrán lo mismo, me considero una persona muy leal y una vez que la gente demuestra su calidad humana, jamás la olvido.
El sábado me dijeron: “Cuando eres buena persona haces que la gente a tu al rededor te quiera y se preocupe por ti, si necesitas o quieres algo me avisas” y hoy me lo confirmaron diciéndome que la gente mala se queda sola. Con todo esto veo que algo debo estar haciendo bien en la vida.
Por otro lado están los que muestran sus true colors, pero eso también está bien. Al final la vida pone a todos en su sitio, y estoy segura que mi sitio es un lugar mucho mejor. De entrada porque soy una persona que construye desde el amor y elimino desde el mismo 🧡.
El hecho de que me quiten todo lo “tóxico” en mi vida, es súper importante porque me da la pauta para eliminar absolutamente todo aquello que no le haga bien ni a mi cuerpo, ni a mi alma.
Es un poco duro que una condición médica te haga ver lo destructivo que eres contigo mismo. Al final las lecciones de la vida vienen de diferentes lados, si no entendemos por la buena, entenderemos de todas formas.
A esta vida se viene a aprender, quien no quiera aprender las lecciones con amor, las tendrá que aprender a la mala, a la muy mala o a la peor.
Hay que dejar que la vida siga su ciclo, no interferir en ella, no pensar que podemos ser maestros del que no quiere ser educado. No dar amor al que no sabe recibirlo, no ser de esos que no saben recibirlo.
Vivan sus días de una manera tan hermosa que al llegar la noche su cuerpo abrace el reposo, que puedan dormir con la conciencia tranquila. Que descansen sabiendo que tienen la vida que quieren, rodeados de la gente que merecen.
Acuérdense que la vida es ahorita, no hay después. Amen a los que los rodean, perdonen a los que les han herido y no les han pedido disculpas, perdonen a los que han tenido el valor de pedir disculpas; pero sobre todo, recuerden que el personaje más valioso de sus vidas son ustedes mismos, no le den el protagónico a nadie que no sean ustedes.
¿Cómo va a ser tu día hoy? Mario Benedetti
Esta mañana desperté emocionado con todas las cosas que tengo que hacer antes que el reloj sonara.
Tengo responsabilidades que cumplir hoy. Soy importante. Mi trabajo es escoger qué clase de día voy a tener.
Hoy puedo quejarme porque el día está lluvioso o puedo dar gracias porque las plantas están siendo regadas.
Hoy me puedo sentir triste porque no tengo más dinero o puedo estar contento porque mis finanzas me empujan a planear mis compras con inteligencia.
Hoy puedo quejarme de mi salud o puedo regocijarme de que estoy vivo.
Hoy puedo lamentarme de todo lo que mis padres no me dieron mientras estaba creciendo o puedo sentirme agradecido de que me permitieran haber nacido.
Hoy puedo llorar porque las rosas tienen espinas o puedo celebrar que las espinas tienen rosas.
Hoy puedo autocompadecerme por no tener muchos amigos o puedo emocionarme y embarcarme en la aventura de descubrir nuevas relaciones.
Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a trabajar o puedo gritar de alegría porque tengo un trabajo.
Hoy puedo quejarme porque tengo que ir a la escuela o puedo abrir mi mente enérgicamente y llenarla con nuevos y ricos conocimientos.
Hoy puedo murmurar amargamente porque tengo que hacer las labores del hogar o puedo sentirme honrado porque tengo un techo para mi mente y cuerpo.
Hoy el día se presenta ante mí esperando a que yo le dé forma
y aquí estoy, soy el escultor.
Lo que suceda hoy depende de mí. Yo debo escoger qué tipo de día voy a tener.
Que tengas un gran día… a menos que tengas otros planes…
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la-empleada-del-mes · 8 years ago
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The Empleada’s Dream
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*
Me gusta recordar los sueños. Sobre todo aquellas historias que quiero guardar en las cajas mentales. Se trata de cintas con un guion de cine alternativo, de esos que a veces creo entender, pero no. Algunas veces quise controlarlos y escribir mi propio guion cuando a medio despertar se me activó el botón del pellizco y me di cuenta de que era solo un sueño y que en un abrir y cerrar de ojos (literal), la escena irreal se iba a terminar.
Pseudoreveladores. Confusos. De zapping compulsivo. De capítulos completos. De continuaciones de la realidad (¿cuál realidad?). De temporadas enteras. De olvidar. De llorar durmiendo. De hablar durmiendo. De laburar en pantuflas y no ser freelance. De querer mear y no encontrar el baño. A quién no le pasó.
El sueño más antiguo que guardo debe estar bastante deformado, pero decime qué recuerdo de la niñez no lo es. Fue en Dunwyn, el reino de los Osos Gummi (nací en los 90, no sé qué esperaban). Mi padre era el rey Gregor y con su espada luchaba contra el malvado Duque Igthorn. No recuerdo si yo era la princesa Cala o algún oso, pero ponele que sí. Los dos. Era un sueño, supongo que podía cambiar de personalidad fácilmente.
—QUIERO RECORDAR ESTE SUEÑO PARA SIEMPRE —Ese fue el guardar cómo mental que empecé a invocar a partir de ese momento.
Una noche descubrí que los extraterrestres aterrizaban en una nave redonda, tan grande como cuatro casas juntas, con colores rojo, azul y amarillo, lucecitas y toda la parafernalia que dicta la estereotipia alienígena. En realidad, yo siempre quise ser alguien en la vida, pero al llegar a la adolescencia me di cuenta de que más bien terminé siendo un alien en la vida.
Me habían venido a buscar. Era la elegida. Yo y unos cuantos gurises más. Qué decir, estaba emocionadísima. Una sensación de profunda tranquilidad me envolvía en una especie de niebla azul, porque ahí todo era azul. Cuando estaba por subir a la nave me miré los pies. Tenía puestas las pantuflas de las patas de Sulley, el de Monsters Inc. Eran turquesas, claro.
Hay algo que me pasa cuando sueño. Casi siempre quedan las escenas en suspenso. La mayor parte de las veces estoy ahí, a unos centímetros de que suceda algo “maravilloso” y me cierran la puerta en la cara o me queda la ñata contra el vidrio. A veces quiero gritar y no me salen las palabras. Otras veces veo a alguien de lejos, como me pasó la vez que soñé que iba a un recital de los Rolling Stones y veía a Jagger subido a un arnés (bizarro, lo sé), con escenarios flotantes, y la mayor parte del tiempo me pasé peleando con la gente que tenía al lado para que no me robaran el lugar. Ni en sueños llego a la zona VIP.
Algunas veces he llegado a dialogar con gente que me haría tartamudear, pero suele ser un fracaso, como la vez que le pregunté a Jon Snow cómo olía la muerte. Idiota. ¿Tenés a Jon Snow enfrente y le vas a preguntar eso? Si ya se sabe que el tipo nunca sabe nada, menos va a saber a qué huele la muerte.
Pareciera que mi estructura onírica no está hecha para desenlaces súper irreales, sino todo lo contrario, siempre me despierto cuando estoy ahí, a punto, casi como la vida real. Es como si en todo momento mi inconsciente me recordara: —Hasta soñando sos boluser, ha ha —léase con la risita de Nelson Rufino.  
Lo cierto es que tampoco llegué a subirme a la nave alienígena.
Hace un par de años llegué a una cabaña. Ya no la recuerdo bien, pero afuera había un lago. Y campo. Banderas triangulares, puestos de frutas y verduras construidos de madera, carretas de madera también. Personas con ropa colorida y gorros de bufón, haciendo malabares, mientras otros, con túnicas o camisas anchas, portando sombreros con plumas, paseaban por la feria. Una carpa blanca con dos leones en la puerta. Tipos haciendo figuras con fuego en el aire. Cuando lo conté me dijeron que había soñado con Game of Thrones. Yo no miraba la serie entonces, pero ahora que sí lo hago sé que mi universo onírico era mucho más amable que el de George R.R. Martin.
En ese pueblo medieval había un supermercado. Nadie tenía que pagar por nada, la gente iba y llenaba su carrito sin problema. Llegué a una enorme góndola de crocs de todos colores. Tomé un par de anaranjadas. No podía entender cómo hasta en ese lugar la gente andaba con esas pantuflas de plástico. Es curioso que tanto en este sueño como en el anterior me despierto cuando estoy pensando en pies. Debe ser porque dicen que te despertás cuando tenés los pies en la tierra.  
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La Empleada del Mes en su sueño medieval, a la derecha.
El sueño 115
Hace unos días llegó una camioneta negra a mi casa. Dos tipos pelados y vestidos de traje se bajaron hablando por walkie talkie. La puerta de atrás se abrió y se bajó él. Estaba ahí y yo salí a su encuentro tranquilamente. Mi inglés nunca fue bueno, pero supongo que Helada de los Sueños (es muy fría) me dio el don bilingüe por un rato.
Le mostré las ruinas de una vieja casa que estaba pegada a la mía y me dijo que la recordaba. Él había vivido allí y eso me sorprendió. Le dijo a los tipos de seguridad que allí filmaría una película. Adentro de la vieja casa decolorada, amarilla y turquesa, había cuadros y discos de unos cincuenta años atrás. Una pared estaba rota y el resto yacía en el piso en forma de escombros. Él había vivido ahí con mi abuela. Bueno, decir que había vivido allí era exagerado, había tenido una pequeña historia de amor con ella. En un soplo de culebrón mexicano, mi madre era su hija. Tuve sentimientos encontrados. Amaba a mi abuelo, pero había lugar también para quererlo a él. Bob Dylan también era mi abuelo.
���I love your music. Your songs are great —Epa, pude hablarle, no se me fue la voz, no me desperté, no soy invisible, se me debe haber desactivado el bolusedor —I like the trilogy of sixties. I listen those albums all the time —eso lo debo haber dicho en español.
—What albums are?
—Blonde On Blonde, Highway 61 Revisited and…eh...and...
Me olvidé. Me había olvidado del Bringing It All Back Home. No me lo perdono. Dylan me interrumpió antes de que siguiera balbuceando.
—¿No tenés una cosa mejor que hacer que escuchar mis discos? —sí, en español lo dijo, seguro que para Helada de los Sueños era más fácil traducirlo a él que a mí.
Le iba a preguntar si el anillo egipcio que menciona en “She Belongs To Me” pertenecía a Joan Baez, y si el tema iba dedicado a ella, pero me pareció una pregunta etúpida y me callé. Comencé a pensar que quizás algunas de esas canciones las había escrito pensando en mi abuela. De la emoción, me desperté.
La camioneta negra llegó otro día, para mi sorpresa, porque no suelen haber dos capítulos a menos que sean pesadillas. Esta vez ya no era la nieta.
Dylan llegó al pueblo y nadie lo reconoció. Era un viejito como cualquier otro. Había dejado a los de seguridad y caminaba por las calles de pedregullo con el olor a podrido emergiendo de las cunetas. Solo yo lo reconocía. Él había encontrado su lugar en el mundo, pero yo juraba que no era ese el único pueblito donde no lo iban a reconocer. Si se mantenía callado no se daban cuenta de que era yanqui. Y si no sos yanqui no llamás la atención.
Estaba allí por una razón, iba a dar un concierto en el club de básquetball. Ese día empezaron a llegar camionetas negras con otros músicos, entre los que se encontraba Tom Petty. Dylan era mi exabuelo, él ya me conocía e incluso habíamos vuelto a dialogar. Creo que le volví a decir: “I love your music”. Se me rayó el disco, sí. Mierda que ya no recuerdo qué más le dije, pero algo fue. Creo que le pedí que me firmara una foto o un album (espero que no haya sido una foto porque qué terrajada más grande). Definitivamente ya no era mi abuelo.
Mientras Dylan tocaba en el BBC, como le llamamos al club del pueblo, las modestas gradas no juntaban más que un puñado de personas. Les dije que en el pueblo casi nadie conoce a Bob Dylan. Sin embargo, habían venido los medios a cubrir tal acontecimiento. Y estaban los demás músicos yanquis. Y Petty.
Como diez cabezas rubias sobresalían entre la gente. Una de ellas tenía que ser Tom. Era un juego tipo el buscaminas pero al revés. O no. Le toqué el hombro a una cabeza blonda y cuando se dio vuelta me encontré con que era una mina. Maldición. Necesitaba encontrarlo para hacerle firmar un disco (no soy fotogénica, no puedo sacarme una selfie) y hablar con él, creo que le iba a hablar de su música como solista y de que, bueno, aunque suene trillado: yo también love su music. Si no lo encontraba entre el público esperaría que subiera al escenario a acompañar a Bob, para después abordarlo.
Era la primera vez que Tom Petty iba a tocar en Uruguay y lo iba a hacer en el BBC. Quién diría.
Pero me desperté antes.
* Marylin Monroe (obvio). Por Milton Greene algún día y año de los 50.
1º feb. 17
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snowbabyflower · 3 years ago
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Todo esto nos lo pudimos haber ahorrado
Todo lo pudimos haber trabajado tú y yo
Dejando a un lado a las familias
Solucionando esto juntos
Sólo tú y yo
Me amenazabas con decirle a mi mamá
Con quitar la demanda
Me tenias atada
De una cuerda floja
Aferrandome a ella para no caer
Dependiendo de que tú la fueras a soltar o no
Tú aflojabas cada día más y más la cuerda
Yo sintiéndome insegura y con miedo de caer a ese peldaño profundo
Saliendo lastimada y muy herida de esa caída de la cual no creo poderme recuperar si llegó a caer algún día
Tenía que hacer algo por mi cuenta
Al tú tenerme en esa cuerda floja
Teniendo incertidumbre de que día será donde todos se enteren de la situación y el valor como mujer estaría por el piso ante ojos de familia y sociedad
No podía permitir y estar esperanzada a que tú me apoyaras incondicionalmente siendo un tema que tanto te pesaba y que en el primer enojo tuyo me decias que me dejarías de apoyar y que arreglará mis problemas y si le decían a mi familia, lo solucionará por mi cuenta
Con esas palabras no me dabas seguridad de un apoyo incondicional y peor dudando de estar conmigo o no
Asi que gracias
Por ti estoy haciendo mis cosas por mi cuenta
Rascandome como pueda
Sola
Y eso, ya no te pareció
Te molestó que trabajará por mi cuenta
Pero yo sólo hice lo necesario para sobrevivir por mi cuenta
Cuando tú ya no tiraras de esa cuerda
Y decidieras dejar de tirar y soltarla
No eres indispensable en mi vida
Si me "quisiste ayudar"
Habríamos hecho esto sin tanto escándalo
Tú y yo
Pero me insultaste y te enojaste de por qué no le dije a mi mamá
Me echaste muchas cosas en cara haciéndome menos, a mi como persona y a mis sentimientos
Cuando es un tema que jamás entenderás
Creías que te aplaudirian en diciembre al yo decir, "si, es verdad lo de las fotos" y quedarías como "hay pobcreito, cuanto ha aguantado"
Te equivocas porque ellos dijeron que fuera cierto o no, no tenias que ir de lengua floja a soltar cosas personales e íntimas que se tuvieron la confianza de hablarlo en pareja y que si tanto te pesaba, me hubieras terminado y no ir de lengua floja, así que no, no habrías quedado como un héroe o "bien"
Es verdad
Desde diciembre no quedaste bien
Si yo dijera o no la verdad
Caíste de su gracia al tener un acto tan cobarde y de poco hombre en diciembre en mi casa
Pero me esforcé a que eso cambiará y que ese enojo desapareciera
Todos los días me esmeraba en que volvieran a aceptarte bien
Platicarles de ti, que estabas y estas yendo a terapia, que la gente cambia, que estabas dándote cuenta de tus errores, que querías especializarte, que te gustaba tu trabajo, que me apoyabas con las amenazas de Yael.
No me desgastaré más en decirte que hice o no por ti
Porque mucho hice
Y aquí en mi casa estaba mejorando todo para un posible regreso tuyo y mío
Que ahora te hagas la víctima y quieras quedar como un santo que no hizo nada y el mas afectado hayas sido tú
Eso, si es un chiste, tú eres el chiste aquí victimizandote
Porque si, te di la cachetada, por venir a poner cara en mi casa cuando me estuviste engañando con una vieja de tinder durante 2 semanas por venganza
Las goreserias, teniendo el pensamiento de mi papá que el respeto lo es todo, era algo que cambiaría si o si, pero que no demostraré contigo
Pero yo desconfío de ti de que me pongas el cuerno
Que le andes hablando a mil viejas estando conmigo
Que por venganza te metas con una
Que tus venganzas han sido por malos entendidos
Y estarte perdonando tus infidelidades o tus venganzas con pretextos estúpidos de "es que pensé que hiciste... Es que por lo que dijiste... Es que por lo que me dijeron... Es que por lo que vi..."
Creyendo que todo se debe de solucionar con un lo siento, una excusa de "es que pensé... Es que dijiste... Es que me dijeron... Es que vi", pa' delante y lo que sigue, pero no es uno porque ahí si tenemos que ponernos como tapete para que el rey pase
Tampoco confío en ti
Y ahora estoy mejor sin ti, sin esas inseguridades y miedos que tú me generaste por 2 años y 6 meses
Porque no tolero a alguien tan poco hombre lengua suelta de "quererme apoyar" orilladome a hacer algo, algo que ni molestia tuviste de entender la gravedad del asunto y ponerte en mi lugar
Tú me apoyaste, bajo condiciones
Bajo amenzanas
Bajo a "le voy a decir a tu mamá, le voy a decir a tu hermana, a tu familia, egoísta, me das asco, quitaré la demanda, arreglatelas como puedas"
¿Eso es apoyo?
Estoy feliz sin ti
Porque ahora me doy cuenta que nunca valiste la pena
Y que debí hacerte caso desde que me dijiste que merecía algo mejor
Estoy tan feliz porque jamás te engañe, fuiste el único para mí y yo fui quien sabe que vaca de tu ganado
Siempre vengandote de mi, por malos entendidos y pensar por mí
Por falta de comunicación
Espero que seas feliz y encuentres a alguien que sea tu amor verdadero y no tu amor de secundaria
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jacquelinemessmer · 7 years ago
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Alfredo en la Galería Maravillosa
“¡Qué pobre memoria es aquélla que sólo funciona hacia atrás!”
Alicia a través del espejo
Lewis Carroll
“Dios nos ha dado los recuerdos para que podamos tener rosas en diciembre”
J.M.Barrie
I.
Las noches lo ponían triste. El atardecer le recordaba que, al igual que el sol, todo moría, y que especialmente muerta estaba su querida Lidia.  Que grandes le quedaban los días sin ella; como saco de primo rico en los hombros minúsculos de un pibito,  vacío como estómago de linyera y bondi de las 3 AM.
Solo.
Había aprendido a esconder sus pesares, que se acumulaban inconfesos como polvo debajo de la cama en aquellas zonas del piso que nunca ven la luz ni la escoba. Para ello tenía una rutina precisa y esquemática que se repetía a sí misma en un loop tedioso; arrancaba con los gritos de la calle colándose por la ventana y acababa con un deseo muy preciso – tal vez la única certeza- de dormir sin despertar por la mañana.
Cuando se instaló el verano, impío para gentes como uno, Alfredo intentó refugiarse en un ventilador de techo peligroso y en las fotos de los primeros años del matrimonio. Él tenía un buen laburo en una fábrica de Siam y ella brillaba como una copa de cristal recién lustrada. Los recuerdos felices, al ser en parte un invento, se ven más felices aún; una exageración burlona en la cara de la soledad. Llevaba el álbum a todos lados como un infante con juguete nuevo y ya se las había mostrado dos veces, en el lapso de una semana, a Guillo, el portero. Una vez le comentó algo sobre un detalle del vestido de casamiento de Lidia a Pedrito Galmudéz, que  le vendía las mejores batatas, pero se guardó de comentarle nada acerca de la primera vez que compraron una TV a color a Rosa Petracci, la vecina del 6 B que era una verdadra zorra, arpía, rata, víbora y gata rabiosa, y cuanto animal pudiese encarnar una persona.
Ahora Alfredo hablaba y hablaba, por mero afán de tapar vacíos, tendía largas conversaciones sobre la humedad relativa y el insoportable peso de la presión atmosférica con cuanto gilún tuviese la mala suerte de verse atrapado en sus garras dialoguistas. Eso sí, guardaba las charlas importantes para Lidia. Sabía muy bien que ella ya no estaba claro, que nadie lo tomase por lelo o por pirado, pero él la imaginaba por las mañanas sacudiendo con sus  manitas un mate de calabaza
-Fredy- Le decía haciéndose la tilinga- te dije como veinte veces que el dulce de damasco es incomible.
Y Fredy no la objetaba, tenía un punto respecto a la mermelada. La observaba en su pequeñez bravucona ¡Como se había achicado! Y sin embargo seguía igual de mandona, incluso más.
-Si mi vida- Farfullaba conciliador mientras sintonizaba el noticiero- La próxima solo de frutilla ¿Vos sabías que está casi veinte pesos más cara?
Y ella le respondería comparándolo con un roedor de dientes largos.
Viéndola a distancia que hermosa era la riña cotidiana. Ahora desayunaba  en compañía de una gata vieja y ciega, que no hace poco había comenzado a ronronearle a la tumba. Michu se llamaba. Que nombre más pelotudo, pensaba Alfredo, pero era la gata de Lidia y por eso la amaba y consentía.
-¿Vos que pensás Michu fea?- Increpaba a la felina de tres colores mientras untaba una criollita- ¿Muy berreta esta mermelada?
Pero la gata apenas levantaba la vista, adormecida por el calor de febrero.
-¿No sos muy charleta no? Está bien. Yo tampoco lo era, para eso estaba Lidia.
 II.
Romina le dijo que sus problemas se solucionaban con un celular, uno de esos bichitos en el bolsillo y ¡saz se acabó! Mocosa impertinente ¿Qué se había creído? Sin dudas él no la había criado para que fuese milinial como decían en la revista suplemento del domingo, que los milinial viajaban mucho y no compraban casas y que se yo. No sólo no se fiaba de un aparato que zumbaba, hablaba, sacaba fotos, tenía radio, televisor  y quien sabe cuántas chucherías más sino que además no sabía usarlo. Lo había intentado pero sus dedos bailoteaban torpes sobre la pantalla sin que ésta respondiese a su voluntad. ¿Por qué desechar la simpleza y funcionalidad de un teléfono fijo por una cosa que se quedaba sin batería en dos patadas? Era absurdo.
Sin embargo ese lunes había salido con el aparto guardadito en la riñonera.
-¿Y si te pasa algo pá?
¿Pero qué carajo le iba a pasar? Como mucho le afanaban el celular. Qué paradoja, pensó sonriendo con picardía mientras esperaba la ansiada luz verde. Tenía que comprar tierra para las flores; los lirios, las alegrías de la casa o algo así, las nomeolvides, los potuses  y otras yerbas más que no sabía nombrar pero que tenía la obligación de cuidar por legado. Parecía una tarea simple y sentía la confianza de un potrillo, sentimiento que un simple vistazo a sus viejas manos,  arrugadas como bolsas de nylon, podía desplomar. Hacía más calor del que había calculado, la humedad se entrometía pegajosa por debajo de la ropa. Para darse valor se calzó fuerte la gorra con visera. Una ambulancia cortaba el tráfico  dejando a su paso un alarido que se estiraba en el aire. Alfredo sentía que el calor lo abrazaba como una tía molesta, queriendo llenarlo de besos no deseados. Escuchó que alguien le preguntaba algo pero no distinguió palabra alguna, como si estuviese sumergido. Hacía calor y Alfredo se abanicó con la mano, intentando revertir el descenso. Hacía calor y Alfredo se quedó a oscuras.
-¿Master? ¿Master? Eh… ¿Capo?-
Alfredo pestañeó dos veces. El olor fermentado de noches callejeras lo devolvió al mundo apurado de los vivos.
-¿Master? ¿Se encuentra bien?-
No tenía la respuesta a esa pregunta, pero se inclinaba por un no. Se dio cuenta que estaba desplomado entre dos baldosas, el corazón corriendo tres maratones en simultaneo. Sí, estaba bien, estaba vivo que no es lo mismo. A él vinieron todas las voces de las vereda, sonando al unísono como radios mal sintonizadas; Ojo que él tampoco sabe lo que quiere eh, estamos los dos en cualquiera; Escúchame, si vos dejas que te pasen por encima no a llegar ni a la esquina , tenés que decirle que así no se le habla a un encargado; ¿Vos viste lo mucho que se parecen Meli y Ale? Y eso que Ale es de Tauro; Mira ni bien llegó a casa lo reviso porque el balance ya lo hice tres veces y siempre me da positivo,¡ Alta foto man! Re da para profile; Maaaaaaaaaaá, no me jodas más mamá, te digo  que no me quiero comprar esas zapas; ¿Te dijeron alguna vez que sos preciosa? Me enteré que me tengo que mudar che, ando con el culo entre las manos, ¡No JUANJO vos no tenés ni puta idea de hidráulica!¿Sabes?; ¿Te la cogiste ya? , Sí, no sabe, me la lleve a casa y le di masa; Sandra, no vengas, eh; no vengas porque te voy a mandar a la concha de tu madre; sos una pelotuda; Eh disculpe ¿Las Heras es por allá?
-Don, tome un poco de agua.-
Un tipo de aspecto descuidado le ofrecía una botella. Bebió, o el agua o su boca sabían a moneda de veinticinco centavos. Lucía amable pero algo distraído, como si hace años tuviese una palabra en la punta de la lengua y la buscara  entre los rascacielos y los adoquines. Iba en patas y llevaba ropas del año del ñaupa, como decía Lide. A Alfredo le recordó a esos gurúes de la india que se quedaban todo el día sentados en posición de indiecito.
-Gracias. Alfredo, un gusto.-
- No te puedo decir cómo me llamo. Pero por ahora soy Teófilo Páncreas.-
Eso no sonaba muy lógico.
-¿Dónde estamos? Hace frío.-
-Lo metí a la Bond, don. La Bond, así le dicen. Acá hay aire en verano y calefa en invierno. Venga y siéntese en el banquito que le explico.-
Alfredo tenía disposición de ánimo como para hacerle caso al mismo Hitler. Se sintió encantado con las indicaciones.
-Mire Don, éste es un lugar súper raro.- Le explico mientras dibujaba constelaciones con las manos- Usted puede venir a usar el fresquito pero no se meta con los pibes, son magos.
Alfredo procedió entonces a tomar la actitud de todo aquel que habla con niños, locos o borrachos; adoptó una condescendencia cauta.
-¿Ah sí?-Observó que los ojos de Teófilo  destellaban - ¿Por qué lo dice?
- Hay por lo menos cinco sectas.-
Alfredo miró a su alrededor, estaban rodeados de jóvenes raros, esos que a veces salían en programas de la tele y decían ser punks, góticos o violentos metaleros. Eran pálidos como guardapolvos de primer grado, llevaban la piel arruinada con dibujos obscenos y perforaciones dolorosas en los cartílagos. Alfredo se sintió repentinamente indefenso y procedió a cruzarse de brazos como mejor estrategia
-Con todo respeto Don, si quiere yo le cuento quien es quien acá.- Teo dio dos saltitos, haciendo rebotar sus ropas como plumas de paloma en celo.
-Allá en la extrema izquierda esta “ols ded”.-
- ¿All dead?
-Ols ded- Se repitió Teo, ignorando toda buena acentuación anglosajona.- Bueno ahí se juntan y comercian cosas los vampiros y otros no vivos.
Alfredo le piantó una sonrisa incrédula, como un niño de 12 años ante un papa Noel de shopping.
Teo no se gastó en interpretar el gesto y prosiguió:
-Si eso le sorprende- le comentó susurrando mientras miraba al techo distraído- le digo más: son veganos.
-¿Veganos? ¡Pero sí eso es una locura! Jamás oído.- Y Alfredo empezó a salvarse del espanto echando mano a una indignación exagerada
-Sí, si si. Pero son éticos ¿Vio? A veces yo he visto más de uno que se muere de cansancio, no literalmente, porque lo que se dice morir, morir, eso no puede. Pero la falta de metal los pone grogui.
-  ¿Y que comen?- Preguntó el anciano dispuesto a dejarse pasear por ese delirio; estaba aburrido.
-Sangre sintética. ¿Vio que también hay salchicha vegana? ¿Y que los jóvenes se hacen pancho sin chancho? Bueno algo así.-
Alfredo resopló enojado, su hija había estado unos meses sin probar novillo, ni bola de lomo, ni colita de cuadril ni nada. Le aguaba los domingos de asado con su retórica de las vaquitas. Por suerte había sido solo una fase.
-¿Y qué más hay? ¿Esa que es? Y señalo divertido a una joven rellenita de pelo furioso y colorado, vestida de verde de cabeza a pies. –Parece un incendio forestal.
-Shhhhhh.- Teófilo casi se ahogó en saliva por su desespero.- Esa es tarotista, pero principalmente hace macumba del Caribe y alguito de magia negra los jueves a la tarde, también hace abortos instantáneos, como un café. Yo que usted no la señaló mucho.- Y le golpeo el dedito acusador con una cachetada liviana. –Bueno Don, me voy verá, ya hable demasiado. En verdad un gustazo y si quiere nos vemos pronto.- Y luego corrió dando brincos como un conejo blanco sin tiempo, hasta perderse entre porteños.
Antes de irse,  Alfredo miró alrededor  por última vez como si se tratase una cueva inhóspita a la que se entra con machete y antorcha. Obviamente no le creyó ni un poco, como tampoco creía en el lobizón, el pomberito ni  en el sátiro de Chacarita. Él siempre portó con orgullo – y a diferencia de Lidia que casi llora con la designación de Pancho- un ateísmo superador. De hecho, era tan fuerte su incredulidad que a cada mención monstruosa cerraba los ojos y se tapaba las manos, conjurando lo horrible con un ruidoso lero-lero. Estaba tan seguro de la inexistencia de lo oscuro que corría cada vez que tenía que buscar algo en el entretecho y chequeaba a través la cortina de ducha para confirma que obviamente -¿Cómo podía ser de otra manera?-allí no había nada. Observó con cautela a esos jóvenes. Realmente eran horribles. Fracasamos, se dijo, ¿Cómo habíamos sido capaces de engendrar a estos niños?
 III.
 Alfredo volvió a la Bond Street. Y volvió con mate y 9 de oro, sinónimos de calor hogareño equivalentes a una chimenea. Realmente se estaba fresquito ahí; “Amor de Abutardas”, la última novela brasilera, era especialmente cutre y además contaba con la compañía del loco ese con su ridículo nombre de órgano digestivo. Y de hecho, Teófilo , apareció rápidamente, atraído por el sonido plástico de las galletas abriéndose, rondó el banco como cóndor andino.
-Sí, sabía que iba volver.- Comentó satisfecho aceptando un mate.- ¿Su hija que opina de todo esto?
-Pff. Apenas me llama. Está muy ocupada trabajando. Trabaja en finanzas ¿Sabes?
Teófilo Páncreas no se mostró impresionado.
-Hoy hay mitin de nigromantes.-
-Es meeting. Ya te dije Teo, que no creo en todo eso.-
-¿Sabe cómo arreglan las reuniones sin llamar la atención de los cacos? – Y sin esperar respuesta e agregó- Usan carteles callejeros, pero dados vuelta- Teo evaluó su cara de “como sería eso” y le extendió un panfleto
 BEATRIZ VIDENCIA NATURAL
Conflictos de pareja ¡Hago que vuelva!
Salud, trabajo, fortuna ¡Hago que fluya y se distribuya!
Desatanudos-Rituales-Limpieza de casas-Lectura de fotos- Ayuda a las energías extraviadas a encontrar su camino-Creación de amuletos protectores- Conexión con seres amados de otra dimensión-
CONOCIMIENTO ESOTÉRICO PROFESIONAL
-155977666-
-¿No será mucho che?
-No, que va. Cuando veas un par de estos acumulados, pegaditos encima de la propaganda de chicas juguetonas, vas a ver, se aproxima una reunión, mejor que te alejes.-
-Está bien. ¿Pero seres amados de otra dimensión?-
-Que el árbol no le tape el bosque, Alfredo. Hay un poco de cháchara comercial.-
-Ah.- Alfredo se sintió inexplicablemente decepcionado-
-Igual sí. Hay reptiloides en la Galería.-
-¿Repti que?- Alfredo ya estaba un poco enojado, si la historia perdía se devanaba perdía forma, como un tejido mal hecho.
- Alienígenas Ancestrales.- Comentó Teo guiñando el ojo al asomo de la cargada- Vinieron de una luna de Júpiter en la época de los Indios. Y les enseñaron a volar en coso.-
-¿En naves espaciales?
-Claro. Pero ahora se disfrazan de humanos e inventan monedas de Internet. Como el bicon. Son casi como nosotros don, sólo que apenas sienten alegría o tristeza o nada, y son intolerantes a la lactosa.
Alfredo le cambió la yerba al mate realmente entretenido.-¿ Y ese de ojeras negras?- Pregunto señalando a un joven flaco de hambre.
-Ese es nigromante. Hay más, pero son pocos. Son realmente peligrosos esos, charlan con los fiambres y adivinan el futuro. También invocan espíritu para uso propio. No es bueno. Están pata a pata con los satanistas. ¡Pucha! – y se santiguo de manera inversa- Viejo a los de belezelbú ni los mires. La última vez que alguien los vio feo se le prendieron los ojos desde dentro, todavía escucho los gritos del tipito, de nuevo y de nuevo como un disco rayado.
Al ver la consternación de Alfredo agregó
-Pero no, cálmese. Saque esa cara de calcetín dado vuelta. También están las hadas del asfalto y las adoradoras de la difunta Correa, son más buenas esas, te consiguen deseos por un cuartito de tu alma.
- Yo no creo en esas cosas, ni en el alma, Teo.- Repitió Alfredo con complacencia.
 Pero esas noches durmió sin paz. El sonido bestial de sirenas invadía sus sueños mientras desde la ventana las sombras de un plátano se proyectaban largas como dedos sin carne. Giraba de lado a lado buscando el lado frío de la almohada, se hundía entre las sábanas livianas mientras rogaba por sueños de igual peso. En sus pesadillas lo perseguían seres que eran pura cuña y dientes, de ojos negros como ciruelas maduras. Apenas un susurro invocaba la luz, y siempre tenía forma de nube esponjosa, de lluvia redentora que conjura el calor bestial, hablando con la voz de Lide.
Y él a ella, entendió, le quedaba un par de cosas por decirle.
  IV.
SÍ, era una huevada. No, Alfredo no creía en todas esas cosas y no, tampoco sabía qué carajo estaba haciendo. Sólo sabía de una persistencia que no menguaba,  fuego griego sobre la superficie de sus pensamientos cotidianos; el insidioso deseo de una charlita más. Teófilo le había dicho, así como decía todo, una de sus mentiras más serias: que había una Médium al fondo de la galería, justamente en el local 16, que mantenía una línea exclusiva con el otro lado.  Ignoró rápidamente la idea, como hacía con todas las fantasías del vagabundo. Pero está volvía a surgir terca, olvidarla era como intentar hundir un globo rojo y recién inflado. ¿Qué podía perder además de la vergüenza? Seguro que había allí una charlatana como cualquier otra y tal vez ella, por una módica suma, le inventaba dos o tres cositas que aflojasen el nudo en su garganta.
No estaba decidido pero aun así cogió los instrumentos de necesidad: riñonera, gorra, linterna, una botellita de agua y navaja. Nunca se sabe. Entró a la galería y el aire acondicionado, dolorosamente frío, le dio la bienvenida. Allí todos se habían acostumbrado a su presencia sentada y contemplativa, día a día en un banquito verde en la entrada. Pero esta vez, y para sorpresa del comerciante de tablas de Skate, se adentró en la galería. Observó fascinado las vidrieras de los pequeños locales, como niño en un museo profano hizo un racconto mental de aquellos objetos jamás imaginados: botas eternas de sensual y roja cuerina con tachas como espadas; peluches de conejos en tamaño humano que brillaban bajo la luz violeta del local 23; cientos de cuadros pintados al óleo de modernas venus rockeras; cuerpos desnudos sobre sillas negras de dentista esperando a ser dibujados, miles de coloridas latitas metálicas para picar droga, libros prohibidos de ocultismo y feminismo, todo acompañado  del martilleo incesante de las maquinas tatuadoras.
 Alfredo se declaró a sí mismo perdido. El olor prepotente y dulce de la marihuana ubicaba sus pies en el cielo. Buscaba el local 16 y sólo encontraba numeraciones desordenadas que iban del 28 al 5 y de vuelta al 29, pero tenía miedo de preguntar y que alguno de eso sodomitas lo mordiese. Decidió seguir a una niña de veintipico con rodetes fucsia y un par de zapatillas luminosas que hacían rebotar el arco iris por el piso. Bajo unas escaleras mecánicas de madera, las luces del pasillo eran intermitentes como relámpagos de verano. Una música que Alfredo sólo pudo catalogar como psicodélica invadía su audición. Rindió su miedo y orgullo y deicidio consultar con un joven enorme de remera azul con una papada que era la envidia del Rey de la Carne. Éste fumaba de una enorme pipa de agua a tono, volutas inmensas como barcos de guerra partían de su boca.
-Buenas joven. ¿Podría indicarme dónde está el local 16?
El joven lo miró apenas
-¿Quién so vo?.-
A Alfredo la pregunta le pareció descortés por demás.
-Bueno yo… soy Alfredo y vine, vine a buscar a mi señora.-
-¿Su señora? ¿Quién es su señora?-
-La verdad es que no lo sé.-
-¿Sabe quién?
-Bueno, yo.-
-¿ y Quién so vo?.-
-Tampoco sé ya- Reconoció rendido
-Ah.  ¿Qué quiere decir con eso?
Alfredo no supo responder tampoco. Inhaló fuerte su humo azulado para darse valor y luego se adentró a un más, escalera abajo, en otro círculo infernal de la galería. No distinguía lo real y sólo mantenía la delgada cortina que tapa la ventana de la cordura con una postura erguida y orgullosa. A su paso se encontró un gato de tamaño perruno de pelaje amarillo brillante, doloroso de ver. Le acarició el lomo por hacer algo y disimular su desconcierto
-Usted no es ningún michu.- Le dijo con ternura al compás de su ronroneo
-That´s bright. I´m not.- Respondió  el felino con acento londinense.
-¿Un gato refulgente?-
- Inded.-
-¿Habla español?-
Pero el gato se fue algo molesto meneando la cola, suficiente que hablaba, pensó Alfredo luego, algo avergonzado por el atrevimiento. Aquí nadie hablaba su idioma, descubrió pronto que debería averiguarlo sólo.
Encontrar la tienda sin buscarla, tan sólo tomando un desvío en una oscuridad que estaba recién ahora empezando a entender, como la trama de una película que se devela en los títulos. La habitación estaba iluminada por dos tenues velas, que recortaban cientos de caras entre la oscuridad del local.
-Tuvimos problemas con Edenor.- Se disculpó la Medium rápidamente y lo guío hacia sus faroles más potentes. Tenía en su cara más metal que piel y un pelo tan negro que absorbía la poca luz del lugar. Lo invitó a sentarse y lo escuchó. Luego le habló en lenguas que no debían pronunciarse y algo en el viejo anciano se abrió. La gitana – o así la catalogo Alfredo- le extendió una vieja estampa, una Virgen de Luján pagana en tonos rojos y amarillos como una carta de tarot jamás creada.
-Esto es de su parte.- Y la colocó en el bolsillo izquierdo de la camisa para que baile junto con su averiado corazón- Digalé nomas.-
Mientras recordaba las palabras se acordó de su cara. De todas su caras. De su rostro condimentado por las pecas que los años le habían grabado, sombrías letras tempranas de la muerte que se expandió por toda su piel. De ese mismo rostro doblado por la quimioterapia y aun así ridículamente entero, con labial oscuro en sus labios ya inexistentes. De su cara contraída en gritos por los dolores del nacimiento, y de esa misma cara fruncida por las facturas sin pagar. De su rostro fresco en las primeras mañanas juntos, cuando todo olía a bosques azules y la ciudad era un murmullo quieto. De su cara acalorada más roja que su propio pelo, contraída por el estallido del amor. De su cara nueva cuando la vio por primera vez, vendiendo facturas con falsa diligencia y una boina de panadera que le quedaba fatal. Luego si, también vio sus ojos como dos luciérnagas aún inquietas en la noche de la vida, apagándose con un suspiro cansado. Su pequeña sonrisita burlona. “No hagas cagadas Freddy, vuelvo en un rato”
-Ya volví amor.- Le dijo a la sombras
Para entonces los lagrimones le caían inevitables, silenciosos. Se sostenía  apenas, como un cristal fragmentado se mantiene aún en el molde; cien grietas prediciendo el colapso. ¿Qué le quería decir? Una catarata de sílabas atascadas a contramano luchando por convertirse en palabras. Que la quería, sí, seguro. Pero eso no bastaba. De como él había sido un satélite para su evidente gravedad. Las quejas  y los epítetos burlones; bruja, gorda y lela, sólo máscaras para ocultar tanto amor. Que el amor siempre le daba miedo, porque es el mayor de los abismos en los que saltar y perderse. Que placer regañar, que placer ser comandado. Sin duda el mejor de los motivos para seguir cuando el oficio no es más ya un sustantivo propio. Ella era un sol de invierno, la mejor de las caricias que calienta sin quemar. Eso le quería decir.  Que sin sol el invierno es demasiado largo.
Eso.
  V.
 Luz. Tanta de ella como en el funeral de una estrella. Alfredo se acordó de esa cámara con flash potentísima, la primera que compraron. Lide se emocionó y no paraba de fotografiarlo como si él fuese digno de tanto retrato, un James Dean pero devaluado, sin dudas.  Se quemó la vista con los disparos y no pude ver más que explosiones de color durante al menos una hora.
Estaba en una sala de hospital, averiguó pronto. Aséptica y ordenada, exageradamente pulcra en contraste con su siniestra aventura. ¿Para qué tanto brillo? Pensó, como si se pudiese espantar a la muerte con alcohol en gel.
-Ah señor. Ahí está.- Le recordó una enfermera bajita de sonrisa fácil.
-Sí. Acá estoy ¿Puedo preguntarle qué pasó?
-Tuvo una descompostura en Santa Fe y Callao, deshidratación. Vino por su obra social, esto es  La Trinidad.-
Descompostura. Que palabra pelele.
-¿Cuánto tiempo?
- Durmió un par de horitas nada más. Su hija llamó a decir que está en capital en unos días.-
-¿Horas?- Nada de eso tenía sentido
-A veces pasa.- Entendió la enfermera- los sueños tienen otros tiempos
-Sueños... claro.-
Alfredo se sentía terriblemente estafado. Aún escuchaba la respuesta de Lide, como una melodía perfecta compuesta solo para él.
-¡Hay merienda!- Anunció como si eso fuese una buena noticia y se encargó de disponer una bandeja de avión sobre su regazo- Galletitas y dulce.-
-¿Dulce?-
-¿De damasco? ¿No le gusta?-
-Es mi preferida.- Y le dedico una sonrisa, pero no a ella.
Inexplicablemente para los médicos –aunque ya estaba en edad afirmaron con gesto suficiente- esa fue su última comida. Un frío inusual reinó esa tarde en el sanatorio, comentaron las chicas de limpieza y las enfermeras nuevas. Nadie supo explicar la procedencia de una estampita de la Virgen de Luján en sus manos tiesas. Su hija afirmó segurísima que a su viejo lo conocía bocha y que él de ninguna manera era creyente. Habrá sido uno de esos linyeras, dijeron todos.
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lovehard-laughloud · 8 years ago
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¿Mujer natural ... o debo apenas decir [humana]?
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Hace poco, quizás hace tres meses, me decidí a dejar mi trabajo. Si bien las razones por las que opté por hacerlo hacen un tema elaborado por su cuenta, lo que quiero hablar aquí es cómo el desempleo me permitió mirarme a mí misma en un nivel personal.
Dado por las imágenes que he publicado aquí, puede pensar inmediatamente que este post trata de dejar que sus axilas sean axilas, pero eso es sólo una parte de ella.
Para acortar una historia larga, estar desempleado no sólo me hizo analizar mi vida profesional, sino también mi vida personal. Digo esto porque me di cuenta después de dejar mi trabajo que algunos de mis gastos de rutina incluía compras en respeto a el mantenimiento del vello corporal.
Como una hembra, siento como si hubiera nacido en este mundo con deberes que estaban predeterminados para mí y los acepté como me fueron otorgados. Honestamente hablando, no fue hasta hace un par de años que comencé a tomar la iniciativa de tomar decisiones sobre mí para mi misma.
Crecí siendo dicho que la belleza de una mujer está en su cabello y que uno siempre debe mantenerlo largo. También me dijeron que mi cabello parecía mejor enderezado, a pesar de que mi pelo es naturalmente rizado. Por otro lado, cuando se trataba de vello corporal, no recuerdo que me dijeran que tenía que afeitarme, pero mi madre, mi hermana, otros miembros de la familia, mis amigos y, bien, casi toda la sociedad sirvieron como ejemplos de que eso es lo normal.
Así que aquí estoy, con casi 25 años de edad, y he decidido que no sólo estoy obligada a presupuestar mi dinero y centrarme en lo que es realmente importante en términos de gasto, sino que también estoy obligada a conocerme a mí misma (principalmente mi cuerpo) debido a estas nuevas realizaciones que han surgido después de estar desempleada.
Ahora que no he estado gastando dinero en nada relacionado con el afeitado / enhebrado / depilación con cera hacia alguna o la mayoría de las partes de mi cuerpo, o gastar dinero en productos capilares para mi aparentemente desafortunado pelo rizado, me estoy aceptando de una manera que finalmente se siente real.
Para empezar, el pelo en mi cabeza ahora ni siquiera se compara con el pelo que tenía cuando era niña, antes de todos los cortes de cabello, tintes para el cabello, tratamientos químicos, etc. Aunque mi cabello es ciertamente rizado, carece de brillo, plenitud , y vida, pero es el único pelo que tengo. Si me queda tiempo para amarlo, ese momento es ahora porque el pasado definitivamente no va a volver.
No puedo decir que he encontrado un régimen de cabello perfecto todavía, pero al menos puedo decir que he comenzado a ser capaz de vivir con sólo el champú y el acondicionamiento de mi cabello, sin colocar más productos en ella después de mi ducha. El aceite de coco ha tomado temporalmente el lugar de cualquier producto que pueda nombrar.
En cuanto al resto de mi cuerpo, lo romperé en partes.
El pelo de las piernas nunca me ha preocupado tanto como el pelo de las axilas. Fue fácil para mí decidir dejar que el pelo en mis piernas creciera y sentirme cómoda con él bastante rápido.
Incluso el vello púbico nunca me ha perturbado tanto como el pelo de las axilas porque al menos, ESO, yo lo veía de vez en cuando. No es que yo esté en favor a la idea de tener un arbusto por mí misma, pero si puedo ver mi propio pelo, no me estoy encogiendo.
El pelo en mi labio superior nunca ha sido realmente un problema para mí, porque puedo literalmente contar las hebras oscuras que puedo ver. Ciertamente me e afeitado, pasado hilo, y / o encerado, pero de nuevo, no e tenido mucho por que preocuparme por allí. No puedo decir que alguna vez haya estado preocupada por tener un bigote para mantener.
Ahora ... el momento en el que podrías haber estado esperando (si has leído hasta aquí) ... el pelo de las axilas. Esto creó el mayor desafío para mí porque, de nuevo, nunca he mirado alrededor en cualquier lugar y he visto a alguien en persona con el pelo de las axilas completo. Debido a su ausencia, es el que naturalmente tenía más miedo en experimentar. Lo que decidí, sin embargo, fue que no iba a dejar que esta experiencia me empujara a un rincón ... en su lugar, iba a ser dueño de ella.
Nunca hubo un tiempo en que dejara que mi pelo de las axilas se pusiera tan largo que pudiera decir lo espeso o delgado que crece, o incluso qué forma toma. Si por alguna razón al azar alguien en la vida me preguntara si mi pelo de las axilas también crece rizado, no tendría ninguna idea.
Fue cuando imaginé ese escenario absurdo que me di cuenta de lo loco que es que he pasado tanto de mi vida deshaciéndome de partes de mí misma que nunca he llegado a conocer. Después de todo, no es hasta que te conviertes en quien no eres, para que puedas saber quién eres (algo que e vivido pero que nunca le había dado mente). En otras palabras, si nunca te permites ver los diferentes lados de algo, nunca puedes tener una opinión sobre ella. No se puede decir que odias el café si nunca has tomado café, pero una vez que lo has tomado, puedes decidir si es para ti o no.
Volviendo a mis axilas ... ya que recientemente he decidido dejarlos ser, ha sido una experiencia de apertura de ojos por decir lo menos. A lo largo de este proceso he tenido sentimientos de inicialmente, queriendo renunciar a esta experiencia debido al miedo a la falta de aceptación de mis seres queridos. También he tenido sentimientos de recordar que soy dueña de esta experiencia y que mis axilas no son lo que me hace hermosa. Es por ese último que incluso estoy escribiendo esto.
Decidí que no sólo quería llegar a conocerme a mí misma, sino que sería condenada si no lo hacía. ¿Por qué no debería experimentar este molde en el que vivo al máximo? ¿Por qué es socialmente aceptable que los hombres tengan pelo en todas las partes de su cuerpo, pero las mujeres, que crecen cabello en la mayoría de las mismas áreas, tienen que someterse a un ritual sin fin de deshumanizarse a nosotras mismas? Si la única razón real por la que alguien tiene que deshacerse de su pelo corporal es porque los OTROS no le gustaría, reconsidere su razonamiento hasta que le haya dado a su cuerpo una oportunidad. Puede que no vaya con tantos elogios como le gustaría, pero ¿cuántos elogios obtiene por mantener las axilas calvas en tu diario?
Si algo, puedo decir ahora que cuando me haga vieja y arrugada, lo último que me preocupara (si es que suceda) seria el tener que afeitarme mis pelos grises de la axilas.
Mientras tanto, mi pelo en las axilas y yo nos estamos llevando muy bien. En este punto puedo decir que puedo hacer con o sin él y ya no me siento obligado a juzgar a alguien si noto el suyo.
Mujeres, por favor recuerden que su pelo corporal no debe ser lo que te hace o te rompe. Dios no permita que se vuelva paralizada mañana, probablemente no va a contratar a alguien para afeitarte las axilas, así que sea amigos con su cuerpo en lugar de enemigos. Es el único que tienes.
Hasta la próxima ;)
PD Pensé que mi novio podría haber querido deshacerse de mí cuando comencé este viaje de amor propio, pero resulta que me tengo un verdadero ganador. Nunca se sabe qué agradable sorpresa tiene la vida hasta que comience a tomar decisiones que nunca ha tomado antes.
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