#y posiblemente algún amigo en el mundo de las sombras así que eso es algo xd | Explore Tumblr Posts and Blogs

percyjacksonson · 5 years

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Capítulo 2 / Del Revés

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Artemisa: Mi hermana es un zombi

Aike llegó a la cima con su último respiro. Había pasado un pórtico de columnas griegas con un cartel en dicho idioma que indicaba la entrada al llamado “Campamento Mestizo”.

Estaba maravillada con las vistas. Había una zona clara de entrenamiento, donde los semidioses estaban luchando en estos instantes. Pero también había gente jugando al voleibol, otras personas bañándose en el lago… Era la tranquilidad que en su vida faltaba. Un lugar donde tal vez no se sentiría tan sola.

Se giró para ver a Artemisa, buscando agradecerle que la acompañase, pero la diosa ya había desaparecido. Algo perdida, bajó la colina, casi deseando tirarse al suelo y rodar. Necesitaba dormir por días, comer un banquete y poner los pies en alto. De tanto viajar por las sombras, Aike se sentía más fantasma que persona.

Una chica se acercó a ella, mirándola algo extrañada. Posiblemente por no llevar la camiseta naranja como todos. Aike no confiaba en esa chica, por lo que dejó una mano caer sobre el mango de su espada. Solo por si a caso.

-Hola –Habló ella-. Me llamo Gabriella Errazúriz, soy hija de Dioniso.

-Hola. Soy Aike García, hija de Hades.

La chica la miró extraña. Sus ojos se abrieron mucho, Aike percibió cómo daba un paso atrás. Automáticamente se puso a la defensiva.

-¿Sucede algo? –Había sonado tal vez demasiado agresiva. Ella también se asustaría si la hija del dios del inframundo estuviera frente a ella agarrando una espada casi igual de larga que su pierna y con cara de pocos amigos-. Solo quiero algo para comer y descansar, por favor.

-¡Sí! O sea, no, no. Solo me sorprendió tu padre divino. Vamos, te daré algo de ambrosía y néctar en la casa grande.

Caminaron unos pasos, algo lentos dado el cansancio de Aike. No se puso resistir a hablar de nuevo.

-¿Qué pasa con mi padre divino? ¿Te doy miedo?

Las flores alrededor del camino por donde Aike pasaba se pudrieron al instante. No fue nada voluntario, pero su enfado le hacía sacar lo peor de ella.

-No –Admitió Gabriella-. Bueno, un poco –Rió de su propia broma-. Ayer a la noche llegó una chica también de Hades. Tu hermana.

Aike abrió los ojos mientras subían al porche de la casa. ¿Tenía una hermana? No lo sabía, la verdad. No se lo esperaba en absoluto.

-Vaya, no lo sabía.

Gabriella se encogió de hombros.

-La conocerás después –Señaló a una zona de salón que había nada más entrar-. Siéntate, voy a por algo para que comas.

Aike hizo lo que le ordenaron, tumbándose y relajándose en un sofá largo. Al fin podía descansar, estaba demacrada.

Estaba a punto de dormirse cuando escuchó dos voces femeninas.

-¿Tenéis a los muertos aquí? –Dijo la primera voz.

-No, por los dioses –Se manifestó la segunda voz-. ¿Por qué lo dices?

-Siento muerte en este lugar.

Ella también podía sentirla, una fuerte presencia de muerte que se colaba en vuestro pecho. Solo una hija de Hades podría saber eso. Se sentó al instante, asustando a las otras chicas.

-Debe de ser mi culpa, hermana.

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Afrodita & Poseidon: Pin. Pin. Pin

Después de conversar un rato, el pánico había cundido entre Helena y Paris. Sabían que eran semidiosas, que esos dos policías eran monstruos y que tenían que llegar a Long Island sí o sí. Tenían la teoría clara pero estaban metidas en una celda con un hombre drogado haciendo chistes.

Paris iba a reventar.

-El primero dice “tengo muchas palomas”. A lo que el segundo le dice “¿Mensajeras?”. Y le responde “No, no te exagero”. –El hombre comenzó a reírse, como si fuese lo más gracioso del mundo.

Fue suficiente. Paris iba a matarlo. Pero sus planes se vieron frustrados cuando Helena le agarró el brazo, parándola. Estaba por reclamarle cuando se abrió la puerta de la celda.

-Vosotras, vamos.

Ambas compartieron una mirada cómplice.

-Estamos muertas. –Sentenció Helena.

-Relax, Aquawoman. Solo necesitamos armas. –Mascullaba entre dientes mientras se acercaba hacia el hombre. Este las agarró de las muñecas y las obligó a caminar frente a él.

Helena elevó la cabeza, viendo cómo una tubería de agua pasaba sobre ellas.

-Pues ve a por ellas. –Murmuró Helena antes de comenzar a explotar tuberías.

Pin. Pin. Pin.

Cada tuerca era un momento más cerca de la libertad. El agente elevó la cabeza justo para que un chorro de agua saliese disparado hacia su cabeza. De la impresión, el hombre las soltó al instante. Helena aprovechó para golpearlo en el estómago, dejándolo sin aire.

-¡Ve, ahora! –Le ordenó mientras la veía huir.

Intentó hacerle la zancadilla y tirarle al suelo pero el policía empezó a hacer cosas raras. De su espalda salieron unas alas negras, rompiendo su uniforme y alzándolo.

-¿Crees que puedes conmigo, hija de Poseidón? Me he comido a muchos de tu especie pero apuesto a que tú sabes deliciosa.

Era una erinida y su compañera probablemente también lo sería. Sin armas, Helena únicamente podía andar hacia atrás, alejándose de ella lo más posible. Dioses, sin Paris ese sería su fin.

Fue entonces cuando una flecha atravesó el ala del monstruo, haciendo que soltase un chillido agudo. Detrás de ella, estaba Paris con su arco y una sonrisa en la cara. Esa sonrisa se fue cuando la otra Erinida cortó con las putas de su ala la espalda de Paris, haciéndola gritar e inclinarse hacia delante, cayendo de rodillas.

La miró a los ojos, como si pudieran hablar por ahí. Helena la leía perfectamente. “Tírate al suelo” le parecía decir. Paris sacó dos flechas de su carcaj mientras que Helena se tiraba al suelo y reptaba hacia Paris, quien había soltado el resto de armas en el suelo. Necesitaba coger sus anillos y a Sagitam antes que nada.

Mató a la erinida de atrás, pero eso hizo enfurecer mucho más a la otra, haciéndola clavar sus garras en la espalda de Paris. Sin pensarlo, Helena convirtió sus anillos en dagas y se lanzó hacia el monstruo, clavándole sin esperarlo las dagas en el pecho y recibiendo un tajo en la mejilla.

Casi cantó victoria cuando vio a Paris. Estaba perdida.

-¿Vas a quedarte ahí parada o vas a ayudarme? –Bramó Paris tratando de levantarse.

-¡Quédate quieta! –Le ordenó Helena, buscando con la mirada algún baño-. Voy a sacarte de aquí pero necesito pensar.

-Pues piensa más rápido.

Helena se dirigió a una puerta con un cartel circular, suponiendo que era un baño. Rápidamente miró detrás del lavamanos y agarró la caja de botiquín. Volvió al pasillo donde Paris estaba tirada. Estaba poniéndose en pie y quitándose el carcaj. Ella fue rápidamente y agarró su espada.

-Súbete a mi espalda –Le ordenó Helena, pero Paris la miró extraña-. No me mires así, nos vamos ya. ¡Venga!

Se inclinó más y Paris se subió de un salto sobre ella, quejándose del dolor. Helena fue hacia las mesas y agarró unos botellines de agua que había por allí. Paris era bastante ligera, así que era casi como llevar una mochila.

-Coge las llaves de un coche –Le indicó Paris-. No vamos a llegar muy lejos andando.

Helena le hizo caso, yendo hacia donde Paris había sacado las cosas confiscadas y agarró unas llaves de coche. Por suerte, no parecía haber mucha gente en la comisaría, sería porque era muy temprano. No sabía que les estaría mostrando la niebla a los mortales, pero no era su principal problema ahora.

Pulsó la llave del coche y corrió hacia el que se le habían iluminado las luces. En situaciones normales no habría robado un coche, pero esto era una excepción por una amiga.

Soltó a Paris en el asiento trasero con las armas y vio cómo seguía sangrando. El tajo era algo profundo y donde le había clavado las garras dejaría unas cicatrices. Le quitó la camiseta a Paris, a pesar de que se quejase, y la utilizó para parar la hemorragia.

-Tú conduce –Le ordenó Paris-. Yo me ocupo de esto.

Helena la miró indecisa. Se quitó la chaqueta y se la pasó para que la usase de trapo. Se sentó en el lado del conductor y arrancó, metiéndose rápidamente entre las calles. Buscó alejarse de la comisaría y luego de un rato conduciendo y unos giros, encontró un callejón lo suficientemente grande como para ocultarse.

Se bajó ahora sí del coche y fue a revisar a Paris.

-Voy a moverte al maletero –Le informó mientras la elevaba y corría hacia la parte trasera-. Quítate el sujetador y túmbate boca abajo, voy a coserte –Sacó de su bolsillo una bolsita con unos dulces dentro-. Es ambrosía, tómatelo. Te curará.

Aunque Paris no se veía totalmente convencida, lo hizo. Helena vertió parte de la botella de agua sobre su espalda, haciéndola gritar. Con el botiquín, limpió las heridas poco a poco. El tajo no necesitaría puntos pero sí las heridas de las garras. Así que se puso manos a la obra.

-Mierda, Helena. Esto duele.

Sin saber cómo ayudarla, Helena decidió usar su poder para cambiar el estado de una de las botellas que había agarrado y la congeló, convirtiéndolo en hielo el contenido de su interior. Corrió hacia delante y agarró su chaqueta, que no estaba tan llena de sangre. La enrolló sobre la botella y la colocó sobre la espalda de la chica. Al instante, Paris soltó un gemido.

-¿Y ahora qué? –Preguntó la chica.

-Ahora vamos al campamento.

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Zeus, Hades & Dioniso: Navidad de los herreros.

-Debe ser culpa mía, hermana

Gabriela miró a Aike y pasó su mirada hacia Regina. Claramente se sentía la tensión en el aire, tenía que romperla.

-Bueno, sí, Regina, esta es tu hermana recién llegada –Dijo con una sonrisa amplia, pero que en el fondo era insegura.

Regina entró en un estado de shock, o eso le pareció a Gabriella. Debía de ser raro enterarse de que tienes una hermanas y en menos de diez minutos conocerla.

-H-hola, soy Regina Schuyler. ¿Tu?

-Aike García, hija de Hades -Su físico era muy diferente al de Aike, eso seguro. Pero tenían el mismo fuego en los ojos. La misma rabia. El mismo dolor-. La muerte nos une, hermana.

-Hey, Aike, tranquila- Intervino Gabriella, sorprendida por las fuerzas que aún le quedaban para ser capaz de responder pesar de su estado–. Deberías comer esto -Se acercó y le metió la ambrosia en la boca antes de que pudiera decir algo más-. Regina, no te preocupes, está muy cansada y quizás irritable.

Regina asintió.

–Creo que me llevaré bien con ella, es cuestión de simplemente conocernos mejor –Dijo sin más–. A lo que iba, ¿qué hacemos aquí? O mejor dicho ¿Qué es este lugar en el que estamos?

Antes de que alguien le pudiera responder, Aike tragó con fuerza y miró a Gabriella malamente.

-Te escucho, ¿sabes? No me tranquilizo, aprendí a desconfiar de cada cosa que se mueva–Su expresión dura se suavizó cuando sus ojos aterrizaron en su hermana-En cuanto a ti, Regina, creo que esto es un santuario a nuestro padre o algo así.

-También debes tomar esto, te hará sentir mejor –Le indicó Gabriella, dándole un vaso con una sustancia roja, néctar-. Respondiendo a tu pregunta, Regina –Le dio una mirada a Aike–, esto es la Casa Grande del campamento. Aquí se juntan el director y nuestro entrenador que, por razones desconocidas, hoy no se encuentran presentes.

-Por el momento –Interrumpió Emma-, es mejor que os llevemos a vuestra cabaña. Allí podréis hablar y conoceros mejor.

Emma fue hacia la puerta sin importarle la aprobación de ambas niñas. La abrió, dejando que la luz del sol de la mañana entrase, a la par del calor de ese verano que poco a poco se estaba disipando.

-Sí, por mi sí –Rió Regina-. No creo que tenga otra opción.

-Vale, vayamos –Accedió Aike-. Estoy cansada. ¿Cuántas camas hay?

Mientras caminaban hacia afuera, Gabriella y Emma compartieron una mirada llena de tensión. No era nada bueno enfadar a un hijo de Hades, imaginen a dos.

-Hay literas. –Le contestó Regina.

-Perfecto –Habló Aike-. No estoy de humor para compartir cama.

-Oh, querida –Se burló su hermana-. Yo ronco. Créeme que compartir cama era lo mejor que te podía pasar.

-Tranquilas, sois las únicas en esa cabaña –Les explicó Gabriella-. Es muy raro que uno de los tres grandes tenga un hijo, nunca mejor dicho dos.

-Oh, genial –Se manifestó Aike-. Estoy bastante cansada, así que no creo que me entere de nada de lo que sucede en la cabaña. Ahora, por favor, vamos rápido –Gabriella realmente no entendía cómo Aike era capaz de caminar tan rápido estando tan cansada como clamaba. Probablemente era porque había tomado bastante ambrosía y néctar, pero por sus evidentes ojeras, esa chica necesitaba una buena y larga siesta-, odio el sol.

-Tu color pálido nos lo dijo. –Trató de bromear Emma, pero cuando vio que Aike iba a sacar su espada, la muchacha corrió a esconderse detrás de Gabriella.

-Oh, me usas de escudo humano. Muy bonito.

-Cállate, creí que me iba a matar.

Aike se rió de ella junto a su hermana pero no dijo nada.

Para llenar el incómodo silencio, Gabriella estuvo explicándoles a ambas un poco el campamento. Las pistas de voleibol, la zona de entrenamiento, el lago, la herrería de Hermes, cómo los semidioses de Atenea estaban diseñando nuevas y pequeñas cabañas… Más o menos un tour como el que le había hecho a Emma cuando ella llegó unos meses atrás al campamento.

Entraron en la cabaña, dejando a las hijas de Hades caminar delante. La cabaña claramente necesita reformas. Hay tres literas en la pared a la izquierda y un escritorio a la derecha. Un pequeño sofá de tela y una mesilla con marcas de que alguien había colocado los pies ahí encima. Una bolsa, que Gabriella supuso que sería de Regina.

-Esta cabaña necesita reformas. –Sentenció Aike, dándole un vistazo rápido.

-Bueno, creo que eso ya es pelea vuestra. Tendréis mucho tiempo para decidir qué hacéis con ella.

Aike se mordió el labio, como si fuese a decir algo y no estuviese segura de si decirlo o no. Gabriella se acercó a ella.

-¿Todo bien?

-Sí, bueno, no… No quiero hablar de eso ahora –Admitió-. Tal vez más tarde.

-Vale –Gabriella decidió no presionarla. Necesitaba hacer que esa chica confiase en ella si no quería tener problemas y poder ayudarla-. Estamos aquí para escucharte cuando lo necesites, ¿vale? Cuando quieras.

Aike asintió y le dio una sonrisa débil con agradecimiento.

-Gracias por el recorrido. Voy a dormir.

-Regina –Habló Emma-. Vendremos a por ti para ir a comer. ¿Cuidas tú de ella o quieres que nos quedemos contigo?

-No, tranquila –Dijo la chica-. Creo que puedo con ella.

-Bien –Concluyó Gabriella-. En ese caso las dejamos. Descansad.

Cerró la puerta de la cabaña y miró a Emma. Se alejaron un poco de la cabaña 13 y cuando estaba a punto de hablar Emma se puso frente a ella y la agarró por los hombros.

-Tengo que decirlo, ¿qué demonios? ¿Dos hijas de Hades? Y yo de Zeus. Dios, Gab, hay sueltos tres hijos de dos de los grandes. Eso con suerte de que de la nada no aparezca un hijo o hija de Poseidón. ¿Qué está pasando?

El rostro desesperado y asustado de Emma alertó a Gabriella. Puso sus manos sobre las suyas y les dio caricias.

-No lo sé, Em. Pero vamos a descubrirlo –La miró a los ojos-. Vamos a hablar con el oráculo.

Ambas caminaron hacia la Casa Grande, más bien corrieron. Necesitaban

encontrar a Rachel y hablar con ella. ¿Había salido una nueva profecía? ¿Una antigua por fin se estaba cumpliendo? No lo sabían.

Cuando estuvieron cerca, vieron un gran número de campistas, líderes, sobre todo, dirigiéndose hacia la Casa Grande. Emma y Gabriella se miraron y corrieron hacia allí.

-¿Qué sucedió? –Exclamó Gabriella.

-Ha sido Rachel –Le informó uno de los líderes de cabaña, la de Deméter-. Sus ojos se pusieron blancos y ha empezado a hablar.

-¿Una profecía? –Se alteró Emma.

-Me temo que sí.

-¿Podemos leerla? –La chica asintió. Mientras un par de chicos asistían a Rachel, ellas fueron hacia el despacho de Quirón, ahora vacio.

El campamento estaba en las manos de un hijo de Atenea provisionalmente, que había hecho un comité con todos los líderes de las cabañas para llevar el campamento lo mejor posible. Por suerte, Gabriella era líder de su cabaña, por lo que tenía acceso a cosas como esas.

Dentro del despacho, la líder de Deméter agarró un folio que había sobre la mesa y se lo mostró a las chicas. Ahí se podía leer:

Nacida del lugar más profundo

Habrá de derrotar a los monstruos más oscuros

Las adversidades fueron muchas

Para aquella que corre sola

La llave se encuentra escondida en los enemigos

El mundo podría caer en las manos

De aquellos que causan el terror.

Un monstruo ayudará

Y con el mayor de todos deberán acabar

-Nada tiene sentido –Se quejó la muchacha-. ¿Nacida del lugar más profundo? ¿Hija de quién es?

-De Hades. –Contestaron ellas a la vez. La chica las miró extrañadas.

-No hay ninguna hija de Hades.

-Las hay –Gabriella miró a su rostro esta vez-. Hay dos. Una llegó anoche, otra hace menos de una hora. Veníamos a preguntar si estaba pasando algo.

-Es la tercera hija de un grande –Informó Emma-. Yo soy hija de Zeus.

La chica se turnó para mirarlas sorprendidas.

-Se viene algo gordo, otra guerra –Sentenció la chica-. Y una de ellas va a ser la clave de que ganemos o perdamos.

Ambas asintieron, quedándose en silencio. Gabriella soltó el papel sobre la mesa, mirándolo como si quemase. La tensión se había colado en el aire, tejiendo un hilo del miedo sólido. ¿Cuánto tiempo de calma les quedaba? ¿Y si ya había comenzado la tormenta? Quirón desaparecido, los dioses sin hablar, los más poderosos en la maldita universidad… ¿Sobre quién recaía entonces la presión de salvar el mundo?

Antes de poder hablar de nuevo, un gran golpe se escuchó fuera de la casa. Corrieron hacia ver qué había pasado y vieron una gran nube de humo arremolinarse alrededor de un pino.

-¿Qué ha pasado? –Le preguntó Emma al líder de Hefesto.

-Creo que un idiota se ha chocado contra un árbol –Rió el chico. Luego se giró para ver a sus compañeros-. ¡Chicos, vamos a desguazar ese coche! ¡Ahora tenemos nuevas piezas!

-Es la navidad de los herreros. –Rió Gabriella.

-Creo que tenemos que ir a ver quién está dentro de ese coche.

Y con eso, caminaron hacia allí.

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Atenea, Ares & Hefesto: ¡Tres!

Los chicos corrieron como si fuesen a morir si paraban, porque era probablemente lo que iba a pasar. Nathan corrió delante de ellos, pues él conocía la ciudad, metiéndose en un callejón con unos cubos de basura, cerca de un restaurante chino.

Se quedaron quietos, apoyados en sus rodillas y tratando de recuperar el aire que parecía no querer entrar en sus pulmones. La carrera había sido tremenda, pero al menos habían podido darle esquinazo a los monstruos esos.

-¿Qué era eso y por qué los estaba persiguiendo?

-Son dracaenae, unos monstruos mitad mujeres mitad serpientes. Nos atacan porque somos semidioses. Hijos de...

-¡Cuidado! -Alertó el chico. El muchacho los empujó a ambos, consiguiendo que esquivasen el golpe. Sin embargo, al hacer eso, una dracaenae le hirió en el brazo.

Nathan sacó sus cimarras y se pusieron espalda contra espalda, estaban rodeados por tres dracaenae. La chica tenía una mano en su pantalón y estaba aun en el suelo, mirando desafiante a los enemigos.

-A la de tres. -Indicó Nathan calmadamente, pero cuando una se lanzó hacia Koa, hubo un cambio de planes.

-¡Tres!

Nathan unió sus cimarras y corrió hacia su monstruo. Con su espalda de doble filo, la puso a un lado y corrió de tal manera que cuando se curzó con la dracaenae la cortó por la mitad, haciendo que sangre negra corriese por su arma y se convirtiera en polvo.

Se giró para ver a sus compañeros. La chica estaba guardando sus dagas mientras que el chico tenía una mano en su brazo, completamente cubierto de sangre.

-¿Estás bien, chico?

Nathan caminó hacia él, necesitaba hacerle un torniquete. Así que se quitó la chaqueta y luego la camisa que llevaba. Le indicó al chico que extendiese el brazo y comenzó a liar la camisa sobre la herida.

-Duele bastante, pero sobreviviré.

La chica caminó hacia ellos, mirando alrededor, completamente desconfiada. Tal vez podría venir algún monstruo pero con esos tres era más que suficiente. No debería haber ninguno más, ¿no?

-Me llamo Edith White.-Se presentó la chica-. Hija de Ares.

Nathan le tendió la mano y la chica se la apretó.

-Nathan Grant, hijo de Atenea.

El otro chico soltó una risa algo forzada.

-Y yo pensando que estaba solo aquí. Koa Kekai, hijo de algún dios también. No sé cuál.

-No pasa nada –Le alentó Nathan-, Te reclamará pronto.

-¿Me qué? –Habló de inmediato el chico.

-Te sale un simbolito del dios sobre la cabeza. –Explicó con calma el muchacho.

La tal Edith tenía la mirada clavada en el brazo de Koa.

-Hay que curarte eso.

-Vamos a casa de mi abuela -Ofreció Nathan-. Allí puedo curarte. Y hablamos más. Además, está cerca.

Todos accedieron.

Al llegar a casa de la abuela de Nathan, la señora hizo que la chica y Koa se sentaran en la sala en lo que Nathan buscaba lo necesario para curar la herida del chico.

Nathan regreso a la sala con una botella de alcohol, algodón y una venda. El rubio se sentó al lado del herido para poder ver bien la herida, pero al tocar la herida, una extraña energía comenzó a recorrer los dedos de Nathan; ahí fue cuando recordó que su abuela había mencionado que él tenía el legado de Hécate.

Había un silencio raro en la sala. Todos se miraban nerviosos. El único sonido que había eran los gruñidos de Koa.

-¿Ibais al Campamento Mestizo, no? –Habló Edith-. Por eso estáis aquí.

-Bueno, yo vivo aquí –Rió Nathan-. Estaba haciendo la compra. Pensaba ir mañana.

-Se te adelantaron los planes, hermano. –Rió Koa. Su risa se convirtió en una queja cuando Nathan pasó un algodón sobre su brazo.

-¿Hija de Ares entonces? –Se dirigió el chico a Edith. Ella asintió-. Tiene sentido. Atacaste a esa dracaenae desde el suelo. Bastante impresionante.

-Gracias –Dijo la chica, algo tímida-. Me gustaron tus cimarras. Aunque su martillo me llama más la atención.

-Si sabes usarlo te lo regalo –Rió el chico-. Es más ligero de lo que pare- ¡Maldita sea, Nathan, a la siguiente te comes el algodón! ¡Véndame y acaba con mi dolor de una vez!

El chico lo miró sorprendido por su sobresalto, alejando el algodón mientras que la risa de Edith llenaba el salón.

-Parece que alguien está enfadado.

-Estoy harto de ser un semidiós o lo que sea que sea –Bufó Koa-. Quiero dormir.

-Hacedlo –Intervino la señora Grant-. Os vendrá bien descansar, mañana por la mañana os puedo llevar yo al campamento.

Nathan se levantó de un salto y se dirigió hacia su abuela.

-No hace falta, nana. Nosotros podemos apañárnoslas.

-¡Hijo, por favor! No es ningún problema para mí. Hace mucho que no cojo el trasto este. Venga, a dormir. Vosotros podéis dormir en los sofás. No sin que antes Nathan te vende, niño –Señaló su abuela a la herida de Koa, que al fin había dejado de sangrar-. Así que venga.

Al día siguiente, con el descanso que necesitaban, se prepararon para el viaje. Nathan le dejó ropa limpia a Koa y a Edith, hizo sus maletas y fueron al coche. Aun tenían dos horas hasta Long Island.

Estaban tranquilamente viajando en el coche cuando los chicos comenzaron a mirarse.

-Nana, para –Le ordenó Nathan. Ella hizo caso a su nieto, parando a un lado de la carretera del bosque de Long Island-. Hay un monstruo cerca, estoy seguro. No es bueno que estemos aquí. Debemos ir andando.

Todos se bajaron del coche de inmediato. Nathan se colgó su mochila y miró un mapa que llevaban. Según las coordenadas, estaban cerca del lugar. La dirección era el número pi.

-¿Y si nos dividimos? –Propuso Edith-. Dos vamos a ver dónde está la gran colina esa y otro que se quede aquí para defender a la señora Grant. Así iremos sobre seguro.

-Está bien –Accedió Koa-. ¿Quién se queda?

-Yo creo que tú, Edith –Propuso Nathan-. Si nos hieren yendo hacia allí, qué es bastante posible, no creo que quieras ver demasiada sangre.

La muchacha abrió los ojos ampliamente.

-Apoyo eso, me quedo.

Ellos asintieron y se introdujeron en el bosque de pinos, listos para buscar la gran montaña con el portón griego que les habían contado.

Después de haber encontrado el camino correcto, decidieron regresar a por Edith, pero cuando llegaron al camino principal, se encontraron con la chica corriendo de un minotauro y a la abuela de Nathan apenas consciente. El rubio corrió a donde estaba su abuela.

-¡Nana! -Exclamó el chico. Vio una herida de la que brotaba sangre de su estómago. No tenía buena pinta-. Tranquila, vas a ponerte bien.

-Mi niño -La mano arrugada de su abuela se colocó sobre su mejilla, sus ojos llorosos le indicaban que su abuela no iba a luchar más. Este sería su fin. En un bosque, con el estómago atravesado, desangrada. Su dulce abuelita moriría de la manera más brutal imaginable-. Cumple tu destino, tu deber. Está todo bien. Ya no me necesitas. Estoy segura de que serás el mejor luchador de todos.

Agarró la mano de su abuela, llorando al ver cómo cerraba los ojos y no los volvía a abrir.

Con la adrenalina del minotauro persiguiendolos y el dolor de la muerte de su abuela, Nathan corrió.

-¡Por aquí! –Indicó Koa, corriendo más rápido que todos para indicarles el camino.

No es momento para llorar, se dijo Nathan.

Corrieron un poco más, hasta que sus pies quemaron y sus pulmones se quejaron de la falta de aire. Pero la adrenalina los obligó a continuar corriendo, un paso tras otro sin parar en ningún segundo. Ni siquiera oían al minotauro ya.

Nathan paró de golpe cuando vio un portón de columnas griegas lleno de enredaderas. A pesar de su leve dislexia, pudo leer a la perfección lo que ponía en el cartel. “Campamento mestizo”.

Subieron rápidamente la colina y admiraron la vista del objetivo, del lugar por el que su abuela había dado la vida para que llegasen ellos vivos. Era como si ella quisiera acabar así, dignamente, salvando a su nieto una última vez.

Nathan cayó de rodillas, llevándose las manos a la cara y llorando la pérdida de su abuela. Automáticamente sintió dos pares de brazos rodeándolo. Eran Koa y Edith. Se dejó llorar en sus brazos, teniendo un leve tembleque. Al fin un lugar donde estar a salvo. Toda su vida acababa de cambiar en menos de 24 horas.

-Ha sido muy valiente –Le dijo Edith-. Le dije que corriera pero se interpuso entre el monstruo y yo para que no me atacase –Una lágrima también se escapó por sus ojos-. Creo que has sacado su valentía.

-Me gusta creer eso. –Admitió Nathan.

Estaban limpiándose las lágrimas y preparándose para bajar cuando un gran estruendo se escuchó a los pies de la colina. Un coche azul, con el capó estrellado contra un árbol y cuatro personas en el interior en situaciones deplorables.

Los chicos compartieron una mirada cómplice antes de correr hacia abajo para ayudarlos a salir de ahí.

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Deméter, Ares & Hermes: Joy, duele.

Joy

-Joy, duele. Joy, duele. Joy, duele.

-¡Al siguiente “duele” te corto el brazo! –Bramó Joy, ya harta de las quejas de Cassie mientras la cambiaba la venda.

-¿Puedes moverte, niña? Beh. –Habló el sátiro, que se había presentado como Martín.

-No –Contestó la chica-. Esto duele un montón. Creo que dormir mal.

La noche anterior, cuando el sátiro les había dicho que no estaban muy lejos del campamento, habían decidido descansar en el lugar y en cuanto los primeros rayos de sol aparecieran salir hacia allí para que la pudieran tratar mejor.

Así que ahora debían sacar a Cassie de la cómoda postura que por fin había conseguido la noche anterior y encontrar un vehículo.

-Vamos a necesitar una camilla –Decidió Joy-. No creo que esté en condiciones de levantarse.

-Menos mal que te has dado cuenta, Einstein –Se burló Cassie-. No sé qué haría sin ti.

-De verdad que eres insoportable –Declaró Aileen-. ¿No ves que ella solo está tratando de ser amable contigo? ¿De ayudarte?

La chica tumbada bufó mientras Joy la dejaba en esa posición. Tenían que pensar en una manera de mover a Cassie y de llevarla hasta el campamento. Un coche sería lo mejor. Podía hacerle un puente, recordaba de cómo lo hizo ya una vez, hace algún más tiempo.

-¡Callaos! –Ordenó Joy, llamando la atención de todos-. Si no tenéis un plan de cómo levantar a Cassie, entonces no abráis la boca.

-Pero-

-¿Qué dije? –Joy la miró, tratando de matarla con sus ojos. Ya había tenido suficiente de ellas dos.

-Tengo una idea. –Se quejó Aileen.

-Peor que quejarte de la chica no pude ser. Así que, adelante, dilo. –Dijo Martín.

-Hay una camilla de tela en el basurero –Comentó-. Con unas plantas podemos hacer unos nudos para arreglarla y listo. Así podemos llevarla como un trono hasta el campamento.

El sátiro soltó un sonido de cabra antes de hablar.

-Pero pesa demasiado para llevarla hasta Long Island cargando.

Cassie bufó y lanzó una patada al sátiro. Aileen y Joy asintieron.

-Lleva razón–Le dijo Joy-. Por eso voy a robar un coche. Sé hacerles el puente. Así que puedo arrancarlo y tenerlo aquí en un segundo –Elevó la barbilla para hablarle a Aileen, cuyo rostro mostraba que estaba de acuerdo con lo que Joy decía-. ¿Vas tú a por esa camilla y la arreglas?

-Sin problemas. –Le respondió inmediatamente.

-Bien –Miró a Martín-. Tú vigílala. Que no se mueva mucho, podría desangrarse.

El sátiro hizo un gesto militar y soltó un balido.

-A sus órdenes.

-¡Pues venga!

Aileen tiró hacia una dirección, mientras que Joy fue justo a la contraria.

Aileen

-Ten cuid… -Trató de advertir Joy demasiado tarde ya que Aileen ya se había ido.

Aileen se movió con la mano apoyada en la pared derecha del callejón, así evitaría perderse aun así las calles eran un laberinto, todas iguales, algunas se podían diferenciar por algún grafitti o un contenedor de basura. No encontraba nada que le pudiese servir, siguió caminando hasta que en el fondo de un callejón vio la camilla vieja.

Este callejón tenía forma de T, la camilla se encontraba al final y se accedía a él por dos sitios diferentes.

Aileen avanzó, se encontraba a pocos metros de la camilla pero, de repente, de una de las entradas salió un hombre vestido con un sombrero, ropa oscura y un bastón. Parecía mayor, mientras detrás de él su compañero era un hombre grande y fornido, mucho más joven que el del bastón, vestido con una bata de enfermero. Aileen echó a correr intentando llegar a la camilla a ver si había algo con que defenderse, instintivamente intentó alzar sus hoces pero se las había dejado. Ya se encontraba junto la camilla pero la misteriosa pareja siguió acercándose, lentamente y sin decir palabra. Aileen tenía miedo, no sabía qué hacer, podría pasar cualquier cosa. El señor mayor decidió hablar.

-Usted decidirá cómo acaba esto. Si usted se comporta amablemente y deja todas sus pertenencias incluida la ropa sin armar ningún jaleo, podrá irse sin inconveniente ninguno. Pero si usted decide resistirse dejaré a mi guardaespaldas hacer lo que le plazca. -Dijo el señor golpeando el suelo con el bastón- Charlie, vaya a recoger las cosas.

Sin dudarlo el hombre más joven se acercó a Aileen, esta no era capaz de mediar palabra, recuerdos que creía olvidados volvieron a su mente, la cara de su padre, sus enfados con ella… No, no quería recordar, no quería obedecer a estos hombres, estaba enfadada, no iba a permitir esto. En cuanto el llamado Charlie estuvo lo suficientemente cerca Aileen decidió hablar.

-¡No!-Gritó mientras le propiciaba una patada en las partes nobles-¡No voy a atender a sus ordenes!

Charlie gritó.

-Como usted quiera señorita. Charlie, barra libre, toda tuya.

En cuanto esas palabras llegaron a los oídos de Aileen ya estaba suspendida en el aire, Charlie la había levantado por el cuello. Se estaba quedando sin respiración y los múltiples puñetazos que estaba recibiendo en el estómago no mejoraron la sensación. Se dio cuenta de que algo dentro de ella se estaba rompiendo, le ardía el torso. Seguía tratando de respirar pero le dolía inspirar.

Charlie la lanzó contra el suelo y comenzó a darle patadas por todo el cuerpo, Aileen colocó los brazos instintivamente para que los golpes no llegaran a la cabeza, pero lamentablemente esto hizo que Charlie se animara y golpeara los brazos, una y otra y otra vez… Hasta que algo crujió. Aileen no era capaz de mover el brazo derecho, seguramente se había roto, el otro estaba en proceso.

Los recuerdos volvieron, vio a su padre, vio las palizas, sintió el miedo de nuevo, no había sentido nada igual, por lo menos las palizas que le daba su padre parecía que iban con amor, le decía que era por su bien, ella se lo creyó durante mucho tiempo pero esta paliza no era así eran golpes y golpes sin palabra alguna, un sin parar. Los segundos se hicieron minutos y los minutos se hicieron horas, Aileen no sabía cuánto tiempo o cuantos golpes llevaba pero la sensación de que moriría cada vez era mayor.

-¡Para!-Ordenó el señor- Ya está bien, déjame ver -Se acercó a ella- No sé como siquiera sigue consciente.

Charlie se rió.

- Lo siento señorita pero le había avisado. Quien avisa no es traidor ni mentiroso.-Dijo y golpeó con la parte superior del bastón la cabeza de Aileen como si de una bola de golf se tratase- Quítale la ropa y todo, vámonos. Cuando vaya al hospital le sacaremos más tajada.

Todo se oscureció, las imágenes de su padre seguían rondando su cabeza, tenia pesadillas y gracias a esto despertó. No sentía los brazos, no era capaz de moverlos, le costaba respirar pero sabía que tenía que avanzar y volver. Agarrándose a donde podía y tratando de recordar dónde se encontraba su grupo. Minutos más tarde llegó.

-J-Joy… Duele- Dijo tratando de gritar pero solo le salía un hilo de voz-. J-Joy, d-duele.

-¿Aileen?-Dijo Joy conmocionado al ver el aspecto de Aileen, le sangraba todo el cuerpo, llevaba los dos brazos colgando, un chichón enorme en la cabeza.- ¡Por todos los dioses!

-Soy...soy...yo.

Justo cuando se iba a desplomar Joy la agarró y la tumbó en el suelo. Rápidamente recogió ambrosia y se la puso en la boca.

Joy

Joy decidió hacer un recuento de daños mientras conducía, al fin habiendo llegado a Long Island.

Cassie parecía tener infectada la herida al no haber podido limpiarla, Aileen estaba inconsciente tumbada en el asiento trasero con un brazo que parecía pasado por una trituradora y el maldito sátiro llevaba media hora dándole razones por las que debía dejarle morder sus flechas y comerse de lo que sea que estaban hechas.

Era simplemente fantástico. En una sola noche casi habían conseguido matar a dos chicas. Es que era increíble la horrible suerte que tenían. ¿Es que algo podía ir peor? ¡Por supuesto!

Estaban conduciendo por un camino de tierra, una gran montaña debería verse o ese caminito debía llevar hasta allí. El sátiro tenía una orientación horrible, así que no tenían ni idea. Habían visto un coche hace un tiempo atrás pero no creía que los semidioses viniesen en coche.

-¡Por allí! –Señaló Martín, una dirección sin ningún camino.

-Pero no hay camino. No puedo meterme.

-¡Claro que sí! –Se quejó el sátiro. Se estiró y, demasiado rápido para que Joy se diese cuenta, estaba girando el volante para meterse en el bosque sin sendero-. ¡¿Ves?! ¡Beh! ¡Es fácil!

-¡Estás como una cabra!

Casi rió de su propia broma cuando vio una mancha marrón correr a toda velocidad hacia ellos. Dio un volantazo, derrapando y corriendo hacia otra dirección.

-¡Es un minotauro! –Rió el sátiro, haciendo que Joy tuviese ganas de estamparse contra algo y acabar con su sufrimiento.

Para una vez que sus sueños se cumplían, no eran exactamente los que ella quería. Había cerrado sus ojos para negar y cuando lo había visto tuvo que esquivar a un maldito ciervo. Perdió completo control del coche y acabó chocando contra un maldito árbol.

Todos dijeron al unísono:

-Joy, duele.

✏

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s4ssy-me · 5 years

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moon: his love is my favorite.

　　　　　　　　　푸른 달, 내 영원히 있니? - 🐰

¿pensabas que la torpe de sunnie se olvidaría de el quinto eclipse purpura juntas? espero que no, porque si es una afirmación, debo empezar a preocuparme y tomar cursos intensivos de como no ser taaaaaan torpe.

hoy es 24 y (literalmente) desde la mañana, llevo acelerando todo para poder al menos pasar un ratito a tu lado y dejarte un “te amo” por algún ladito pero a) soy un completo y gigantesco fracaso y b) nuestro aniversario cayo en semana de exámenes, creo que conspiran en nuestra contra ¿lo piensas tú también? pero omitiendo las desagradables cosas, vengo a mandarte el más enorme, meloso, rosado y cursi de mis “feliz aniversario, moonie” porque estoy muy feliz de cumplir cinco meses a tu lado.

bien, quiero comenzar con algo muy importante. ¿recuerdas mis locas casualidades cuando no estábamos juntas? me paso de nuevo, fueron tres días en los que no pase ningún segundo a tu lado y realmente empezaba a odiar a los exámenes porque muy aparte de ser estresantes y generarme demasiada ansiedad, me alejaban de ti. puse todo mi esfuerzo y en si, todo de mi para rendirlos bien porque si estaba sacrificando el estar a tu lado, debía valer la pena ¿verdad? pero bien, estos días la luna se quedaba hasta muy tarde en el cielo, tal vez es el cambio de clima o alguna variación en algo pero para mi fue una señal y más, mi amuleto de suerte porque precisamente siempre que salia de dar un examen, veía de ella y recordaba de que si estudiaba y terminaba todo, podría estar a tu lado y ya sabes, mejor motivación que esa no puede existir.

cosas muy locas para la vista de alguien, y algo tan nuestro a mis ojos. en estos días sin ti, pude pensar ciertas cosas y reflexionar (intensa la cosa) porque se viene junio, el mesecito en donde moonnie y sunnie se conocieron. posiblemente la yo de ese entonces se hubiese reído porque ¿quién diría que yo estaría escuchando canciones tan cursis y teniendo a alguien en mente? existen tantas cositas que me dejan pensando, por ejemplo ¿te das cuenta de que podemos pasar un minuto juntas pero ya existen como cien mensajes? es algo loco, podemos hablar y hablar de mil cosas y nunca parar. ¿recuerdas aquel día en el que te dije que sentía que eramos como un “matrimonio” pero sin casarnos aún? lo repito de nuevo, porque siento que es de esa forma. siento que ya viví una vida entera a tu lado y que tal vez esta sea una de las tantas vidas que decimos recorrer juntas, porque sé que tú eres mi alma gemela, mi idónea. también se que en la realidad que sea, estaré buscando o esperando por ti.

usualmente suelo hablar de como yo siento que debo darte gracias por todo lo que haces por mi, y recuerdo tu última cartita de aniversario, sé que dices que la parte más grande del trabajo lo hago y tú solo eres la “motivación” me niego rotundamente, moonnie, lo niego por completo. ¿viste que todo necesita tener una buena base o un tipo de apoyo que lo ayude a no caer? eso eres tú, aquello que me tiene de pie muchas veces y si, acá viene la típica parte de una carta mía pero no me importa, necesito que siempre tengas en mente de que para la torpe de sunnie eres todo su mundo y que toda la felicidad que conoce, es por ti, que también dejo de conocer debilidad alguna por ti y que ahora, ponerse triste es como una en un millón de oportunidades, eres ese tipo de persona especial para ella, porque ella ama mucho el presumirte con todos.

hace días, estaba estudiando para filosofía y en una parte tenía que explicar cosas como “la felicidad” y eso, pero por un buen rato terminé por desviarme de aquello y me puse a buscar cosas sobre almas gemelas (casual la cosa ¿verdad?) pero terminé encontrando algo que sencillamente termino por hacerme llorar y no de llorar en una expresión, si no en llorar con lagrimas incluidas porque pude decir un “yo sé que se siente” mientras leía.

“Cuando conoces a tu alma gemela, hay una sensación instantánea de conexión y reconocimiento. La gente empieza a comentar que te pareces a…, eres igual a… o que se ven “bien juntos”. A menudo, los dos tendrán personalidades muy similares y reflejarán los lados de luz y de sombra el uno del otro. Uno de los primeros signos de que hemos conocido a nuestra alma gemela es el alto nivel de comprensión que sentimos entre ambos. También hay una familiaridad entre las almas gemelas que nos hace sentir como si nos conociéramos desde y para siempre. Es esta cualidad que hace que nuestra conexión sea intemporal. Es la sensación de mirar a los ojos de esa persona y vernos reflejados a nosotros mismos. Otro de los signos más seguros de la conexión de una alma gemela es la resolución hacia nuestro par, la energía que nos impulsa a su encuentro. Este tipo de lazo puede llegar a ser abrumador a veces.”

¿sentiste lo mismo que yo? porque cada pequeña cosa de ese párrafo a sido algo que nos a pasado, o yo sentí y sé que tú también. ¿recuerdas nuestros primeros días? los días en los que ambas aprendimos a luchar por nuestro pequeño eclipse, ¿recuerdas lo emocionada que podía ponerme cuando alguien decía un “se bien juntas, pensé que eras novias, deberían serlo”? ahora pasa a nuestro presente, ¿recuerdas cada vez que te dije que sentía que eramos uno ya?¿recuerdas a nuestros amigos decir “se parece demasiado, siento que estoy hablando con ella y no contigo”?¿recuerdas cada vez que pensamos, escribimos o dijimos la misma cosa? están todas esas cosas que me hacen llorar porque sé que encontré al más puro de los amores y que sencillamente la oración “estar enamorada” es tan pequeña a lo que mi corazón siente, es más grande que puede llegar a ahogarme, a hacerme perder la cabeza, a hacerme algo tan tuyo. nos hemos definido un millón de veces como algo “dependiente” y sé que si alguien nos llega a ver o escuchar diciendo algo como eso va a pensar que perdimos la cabeza y que probablemente lo nuestro sea tan intenso pero ¿no es así ya? porque te amo con la intensidad de mil soles y eso de perder la cabeza, ya lo hice, me tienes tan mal que siento que esta bien tener este tipo de locura, esta bien si aquello es contigo y con nadie más.

quiero durar tanto tiempo contigo, meses, años, siglos y eternidades. sé que cada sueño, anhelo y deseo que hemos tenido sobre esta relación se van a hacer reales y pasaremos cada cumpleaños, navidad y año nuevo juntas porque nada es mejor que pasar de ellas con la familia y tu eres eso, mi familia, mi hogar, mi todo. me siento tan a salvo contigo y lo más hermoso es sentir esa tranquilidad que tu me das; haces que cada mal día, preocupación, miedo desaparezca ¿eres acaso real? porque luego de casi un año ya de conocerte y cinco meses de relación, sigo sin creer que un ser tan perfecto como tú pueda ser algo real.

bien moonie, te amo mucho ¿si? te amo cada día más y ten por seguro que mejoraré cada día más, seré alguien de la que te sientas muy orgullosa y sobre todo, alguien que sepa darte el mejor de los amores porque te mereces eso y más, pero vayamos lento y disfrutemos cada pequeño segmento de nuestro eclipse; felices cinco meses juntas, amor. por este y los que están por venir, te amo tanto bebé.

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wtnvspanish · 6 years

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1-Piloto

Una amigable comunidad desértica donde el sol es caliente, la luna es hermosa y misteriosas luces pasan sobre nosotros mientras fingimos dormir.

Bienvenidos a Night Vale.

Hola, radioescuchas.

Para empezar, me han pedido que lea este breve anuncio:

El Ayuntamiento anuncia la apertura de un nuevo Parque Canino en la esquina de Earl y Somerset cerca de Ralph’s. Les gustaría recordarles a todos que los perros no están permitidos en el Parque Canino. La gente no está permitida en el Parque Canino.

Es posible que veas Figuras Encapuchadas en el Parque Canino.

No te acerques a ellas. No te acerques al Parque Canino.

La cerca esta electrificada y es altamente peligrosa. Intenta no mirar al Parque Canino, y especialmente no mires por ningún periodo de tiempo a las Figuras Encapuchadas. El Parque Canino no te hará daño.

Y ahora, las noticias.

La Anciana Josie, cerca del Lote de Autos, dice que los Ángeles se le han revelado. Dice que median 3 metros, eran radiantes y uno de ellos era negro. Dijo que la ayudaron con varios quehaceres domésticos. Uno de ellos cambio un foco por ella – el del pórtico. Ella está ofreciendo vender el foco viejo, que fue tocado por un Ángel. Fue el Ángel negro, si eso cierra el trato para alguien. Si estas interesado, contacta a la Anciana Josie. Esta cerca del Lote de Autos.

Un nuevo hombre llego al pueblo hoy. ¿Quién es él? ¿Qué quiere con nosotros? ¿Porque tiene ese perfecto y hermoso corte de cabello? ¿Porque tiene esa perfecta y hermosa bata? Dice que es un científico. Bueno… todos hemos sido científicos en algún punto u otro de nuestras vidas. Pero ¿porque ahora? ¿Por qué aquí? Y que es lo que planea hacer con todos esos vasos de precipitado y esos zumbeantes instrumentos eléctricos en el laboratorio que está rentando – el que está junto a la Pizzería de Big Rico.

Nadie hace una rebanada como Big Rico. Nadie.

Solo un recordatorio para todos los padres que nos escuchan: hablemos de seguridad cuando llevas a tus hijos a jugar en los Matorrales y las Dunas Desoladas. Necesitas darles suficiente agua, asegurarte que haya un árbol que de sombra en el área, y fijarte en los colores de los helicópteros.

¿Son los helicópteros sin marcas que rodean la zona negros? Probablemente sean del Gobierno Mundial. No es una buena área para jugar ese día.

¿Son azules? Esos son de la Policía Secreta del Sheriff. Ellos mantendrán un ojo sobre tus niños, y casi nunca se llevan a uno.

¿Están pintados con complejos murales que retratan aves de rapiña descendiendo en picada? Nadie sabe de quién son esos helicópteros, o que quieren. No juegues en esa área. Regresa a tu casa y cierra las puertas hasta que uno de los Policías Secretos del Sheriff deje un clavel en tu pórtico para indicar que el peligro ha pasado. Cubre tus oídos para bloquear los gritos.

Otro recordatorio: Gatorade es prácticamente soda, así que dales a tus hijos agua natural y tal vez algunas rebanadas de naranja cuando juegan.

Un vuelo comercial desapareció hoy mientras volaba por el espacio aéreo local, solo para reaparecer en el gimnasio de la Primaria de Night Vale durante la práctica de baloncesto, interrumpiendo severamente la práctica. El jet rugió a través del pequeño gimnasio por solo una fracción de segundo. Y antes de que pudiera impactar con algún jugador o estructura, se desvaneció otra vez. Esta vez aparentemente, para siempre.

Todavía no hay noticia de si, o como afectara esto al calendario de juegos de los Leones Montañeses de Night Vale, y si esto puede ser tal vez el trabajo de sus eternos rivales los Cactus de Desert Bluffs

Desert Bluffs siempre está tratando de hacernos quedar mal con uniformes de más calidad, mejores bocadillos antes del juego y posiblemente transportando un jet comercial dentro de nuestro gimnasio, retrasando la práctica por lo menos por varios minutos.

Qué vergüenza, Desert Bluffs. Qué vergüenza.

Ese nuevo científico – que ahora sabemos se llama Carlos – convocó una reunión del pueblo. Él tiene una quijada cuadrada y dientes como un cementerio militar. Su cabello es perfecto, y todos odiamos, nos desalentamos, y amamos ese perfecto cabello en igual medida.

Carlos nos dijo que somos de lejos la comunidad más científicamente interesante en los Estados Unidos, y él había venido para estudiar qué es lo que pasa por aquí. Él sonrió, y todo en él era perfecto, y yo me enamore instantáneamente.

Había agentes gubernamentales de una Ambigua pero Amenazadora Agencia en el fondo, mirando. Temo por Carlos. Temo por Night Vale. Temo por quien este atrapado entre lo que saben y lo que todavía no saben que desconocen.

Recibimos un comunicado de prensa esta mañana. La Asociación de Negocios de Night Vale se enorgullece de anunciar la apertura de un nuevo Puerto y Área de Recreación Marítima. Yo mismo he estado en estas nuevas instalaciones recientemente, y puedo decirles que son absolutamente hermosas y de lo mejor.

Resistentes muelles hechos de materiales post-consumistas y amigables con el ambiente, un malecón para los peatones, y muchos puestos listos para que los comerciantes y vendedores de comida locales lo conviertan en un bullicioso mercado público.

Hay cierta incertidumbre acerca del hecho de que ya que estamos en medio de un desierto, realmente no hay nada de agua en el puerto. Y eso es definitivamente un inconveniente, y estoy de acuerdo.

Por ejemplo, la vista desde el malecón es solo de maleza y rocas. La Asociación de Negocios no ha dado ningún remedio en específico para este problema, pero me aseguraron que a pesar de esto el nuevo puerto será una gran mejora para Night Vale de todas formas.

Tal vez debas esperar hasta que haya una inundación para tener la experiencia completa del puerto.

El sector local de la Asociación Nacional del Rifle está vendiendo calcomanías para autos como parte de su semana de recaudación de fondos. Enviaron una a la estación para obtener algo de publicidad. Y estamos aquí para servir a la comunidad, así que estoy feliz de poder hacerles saber sobre ella. Las calcomanías están hechas de buen vinilo resistente, y dicen:

Las armas no matan a la gente.

Es imposible morir por un arma.

Todos somos invulnerables a las balas y es un milagro.

Párate enfrente de tu puerta y grita “¡ANR!” para ordenar una.

Carlos y su equipo de científicos advierten que una de las casas en la nueva zona de construcción de Desert Creek, detrás de la escuela primaria, realmente no existe.

“Parece como si existiera” explicó Carlos y su cabello perfecto. “Como si estuviera justo ahí cuando la miras. Y esta en medio de dos casas idénticas, así que tiene más sentido que este ahí de que no lo esté.”

Pero, él dice, que han estado haciendo experimentos y la casa definitivamente no está ahí. En estos momentos, los científicos están agrupados en la banqueta de enfrente de la casa inexistente, retándose entre ellos para ir a tocar la puerta.

Un gran alarido se escuchó ayer en la Oficina Postal de Night Vale. Trabajadores postales claman no tener conocimiento de esto, aunque los transeúntes describen el sonido como un poco parecido al de un alma humana siendo destruida por magia negra.

El Rastreador Indio – no sé si has visto a este tipo por aquí. Es el que parece ser de origen eslavo tal vez, aunque usa un penacho indio sacado de alguna caricatura racista y clama ser capaz de leer los rastros en el asfalto. Apareció en la escena, y juró que descubriría la verdad.

Nadie le respondió porque es muy difícil tomarlo en serio con ese penacho puesto.

Luces. Avistadas en el cielo sobre Arby’s. No el letrero luminoso de Arby’s. Algo superior y más allá de eso. Sabemos la diferencia. Hemos descubierto su juego. Entendemos el juego de las luces sobre Arby’s.

Invasores de otro mundo.

Damas y caballeros, el futuro está aquí y se encuentra a 30 metros sobre Arby’s.

Carlos y sus científicos en la estación de monitoreo cerca de la Ruta 800, dicen que sus monitores sísmicos han indicado cambios sísmicos salvajes – ósea que el suelo debería de moverse de arriba a abajo por todo el lugar. No sé acerca de ustedes amigos, pero el suelo ha estado lo más estable que la corteza de un pequeño globo lanzando a través del vacío infinito pueda estar.

Carlos dice que han checado dos veces los monitores y que están en perfecto orden. Para ponerlo más simple, parece que están sucediendo terremotos catastróficos aquí mismo en Night Vale que absolutamente nadie puede sentir.

Bueno, envía una reclamación al seguro de todas formas. A ver qué puedes conseguir ¿cierto?

Hora del tráfico, radioescuchas.

La policía está emitiendo advertencias acerca de carros fantasmas en la carretera, esos carros que son solo visibles en la distancia alcanzando velocidades inimaginables, partiendo de destinaciones desconocidas para llegar a destinaciones aún más desconocidas. Les gustaría recordarte que no debes fijar tu velocidad a partir de estas apariciones, y hacerlo no se considerara “siguiendo el curso natural del tráfico”

Sin embargo, dicen que es probablemente seguro igualar la velocidad de las luces misteriosas del cielo, ya que cualquiera que sea la entidad u organización responsable de ellas parecen ser conductores cautos y razonables.

Y ahora, el clima.

[These and More Than These - Joseph Fink]

Bienvenidos de vuelta, radioescuchas.

El sol no se ocultó a la hora correcta el día de hoy, reportan Carlos y su equipo de científicos. Están muy seguros de eso. Han checado múltiples relojes y el sol definitivamente se ocultó 10 minutos después de que se suponía que lo haría.

Les pregunte si tenían alguna explicación pero no ofrecieron nada concreto. En la mayor parte solo se sentaron en un círculo alrededor de un reloj de mesa, mirándolo, murmurando y balbuceando.

Aun así, debemos ser agradecidos de tener el sol de todas formas. Es fácil olvidarlo en este caliente, caliente, caliente clima desértico, pero las cosas serían actualmente más difíciles para nosotros sin el sol.

La siguiente vez que el sol se levante, a cualquier hora que sea, tomate un momento para agradecer por toda la calidez, luz e incluso el extremo calor que le regala a nuestra comunidad desértica.

Al Ayuntamiento le gustaría recordarte acerca de los niveles de los cielos y la jerarquía de los Ángeles. El recordatorio es que no deberías saber nada sobre esto.

La estructura del Cielo y el esquema organizativo son información privilegiada, solo conocida por los miembros del Ayuntamiento que necesiten saberlo. Por favor no le hables o saludes a ningún Ángel que te puedas topar mientras estas comprando en Ralph’s o en el Complejo Recreativo de Bolos y Árcade Desert Flower. Solo dicen mentiras y no existen.

Reporta todos los avistamientos de Ángeles al Ayuntamiento para recibir tratamiento.

Y ahora un breve anuncio de servicio público.

Caimanes; ¿pueden matar a tus niños?

Sí.

Hablando de esto, y para ser francos por un momento. Pienso que el mejor modo de morir seria tragado por una serpiente gigante. Entrar entero en esas babosas fauces con los pies por delante le daría una simetría perfecta a tu vida.

Hablando del Complejo Recreativo de Bolos y Árcade Desert Flower, su dueño, Teddy Williams, reporta que encontró una entrada a una gran ciudad subterránea en el área de recolección de pinos en el carril 5. Dijo que no se ha aventurado a ir todavía, tan solo observó sus extrañas torres y amplias avenidas.

También reporta oír las voces de una distante muchedumbre en las profundidades de la metrópolis subterránea. Aparentemente la entrada fue descubierta cuando una bola de boliche accidentalmente rodo dentro de ella, cayendo estrepitosamente en la ciudad debajo con sonidos que hicieron eco por millas a través de la imposiblemente enorme caverna.

Así que, ya sabes, cualquier población que tenga esa ciudad; ya saben acerca de nosotros, y puede que oigamos de ellos muy pronto.

Carlos, perfecto y hermoso, vino a nuestro estudio durante el corte anterior pero declino quedarse para una entrevista. Traía alguna clase de caja parpadeante cubierta de alambres y tubos en su mano. Dijo que estaba examinando el lugar por “materiales”.

No sé a qué materiales se refería, pero esa caja sí que silbaba y sonaba demasiado. Cuando la acerco al micrófono sonó como, bueno, como un puñado de pajarillos bebes que se acababan de despertar. Sí que enloqueció.

Carlos lucia nervioso. Nunca he visto ese tipo de expresión en alguien con una quijada tan fuerte. Se marchó deprisa. Nos dijo que evacuáramos el edificio. Pero entonces ¿quién estaría aquí para hablarles dulcemente a todos de ustedes allá afuera?

Parece ser otra noche clara y una hermosa velada aquí en Night Vale. Espero que todos ustedes allá afuera tengan a alguien junto con quien dormir. O por lo menos, buenos recuerdos de cuando lo tenías.

Buenas noches, radioescuchas. Buenas noches.

El proverbio de hoy: Mira hacia el norte. Sigue mirando. No hay nada viniendo del sur.

#wtnv #transcript translation #langblr #ep1

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thierry-lenoir-blog · 8 years

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Joyeux noël {especial navidad}

THIERRY

La proximidad de una fecha que siempre le había importado poco se acercaba, una en particular donde el mundo parecía estar de acuerdo, arboles decorados y luces titilantes de una forma rítmica… canciones típicas, un evento mundial muy bien reconocido aunque no todos lo festejaban realmente, una festividad que inicio con un único significado y luego la sociedad lentamente fue deformándolo hasta ser lo que ahora era, una fiesta comercial como tantas otras donde las empresas aprovechaban para crear productos con el tema, sacar promociones que evidentemente solo eran ventajosas para ellos solamente… como fuera, la navidad se acercaba y aunque si había participado de la festividad jamás había sentido realmente ningún deseo en particular de hacerlo. El transcurso de las horas y los días y ya casi con la fecha encima recibió una llamada “Ya saqué tu pasaje para volver… tenemos todo organizado pero faltas tu” esa voz que retumbaba en su cabeza, aquel que había asesinado a sus padres biológicos por las razones más estúpidas pero que al fin y al cabo lo había librado del infierno de su propia vida, era como el verdugo y el salvador… lo odiaba –No ire, quiero festejar en Japón, tengo un amigo al que me gusta molestar- respondió con un tono algo irónico e infantil “odio cuando haces esa voz, prefiero tu voz normal” – No se de que me hablas~ esta es mi voz… además, acordamos que viajaría solo para el trabajo, no tengo intenciones de soportar a tu hijo o a ninguno de tus empleados – la sinceridad no era algo que le faltara al francés “Bien, pero supongo que tendré que ir a conocer a tu amigo algún día… después de todo soy tu tutor” pensó en lo muy molesto que resultaba esa idea, el tenerlo ahí… era imposible no sentir que lo estaba controlando todo el tiempo y no era exactamente que le molestara del todo el asunto en sí tampoco, solo era que de verdad requería un poco más de espacio de su perfeccionista forma de ser que a veces podía ser opresivo aunque a momentos se comportara de un modo tan indiferente y despreocupado. -Haz lo que quieras- la llamada terminó.

No es que fuera una escusa en realidad, era obvio que preferiría pasar aquella fecha con el albino… quizás si había pensado de algún modo un poco diferente a como solía con respecto a esta fecha, dudaba mucho lo del “espíritu navideño” que la sociedad suele promulgar a veces metafóricamente y otras de manera literal, como sea… quería planear algo pero ciertamente aun no tenía nada bueno ni nada que le convenciera sobre el asunto realmente. ¿Qué se suponía que debía de hacerse en ocasiones como estás?... lo normal era una cena, esperar a que llegara la hora indicada, hacer un brindis… ver los fuegos artificiales, en definitiva requería de varias cosas, también estaban los regalos… claro que ya con la edad que tenían no era como si alguno de los dos creyera en la existencia de aquel gordo vestido de rojo viajando en un estúpido trineo volador que no tiene nada de aerodinámico y encima tirado por renos mágicos donde uno tiene una hinchada nariz tan roja como la ropa de su dueño que le funcionaba como una lámpara para guiar al resto de los animales… ¿Quién habría inventado semejante historia?. No tardó mucho en diseñar esa fecha, ya estaba todo planeado, pero se suponía que esto debía de ser como una sorpresa en realidad, así que estos pocos días que faltaban evitaría al lobo albino. Finalmente preparó todo adecuadamente, como debía de ser, cada regalo y detalle dentro de la mansión, en el invernadero había dejado guardado toda la pirotecnia que usaría aquella noche, la comida la había encargado, las mejores bebidas… claro, no iba a comprar nada que no tuviera la debida calidad a la que estaba bien acostumbrado. Lo que faltaba era como llevar al otro o hacer que fuera, la verdad era que no iba a romperse mucho la cabeza con la forma… de hecho planeaba que darle un susto de muerte podría ser divertido, si algo así como que fuera secuestrado de la nada… seguro que verlo con los ojos vendados sería hermoso ¿se pondría muy nervioso? ¿Qué tipo de cosas diría? Bien, estaba decidido que lo secuestraria sin que el se enterara de que era él quien lo hacía.

Su emoción era percibido por las plantas, ese día había notado que aquellas en su jardín estaban un poco más crecidas (claro, más de lo que normalmente pudieran hacerlo de la noche a la mañana) pero no era la primera vez que pasaba y bien, estaba intentando controlar esa parte suya para que sus pequeñas no reaccionaran, de ese modo era que Chéri se quedaría en la mansión, en realidad fuera de la mansión pero no siguiéndolo a él. Se tardó un poco bastante en encontrar a su pequeño lobo, parecía que estaba algo ocupado en ese momento, así que esperó a que terminara de hacer aquel negocio… aunque la ansiedad empezaba a atacarle de a poco. Terminó por seguirlo hasta un sitio donde esperó afuera a que aquel saliera, una vez lo hizo y estando muy dispuesto a seguir en ese papel de acosador continuó sobre los pasos de su “victima” hasta que finalmente el otro comenzó a adentrarse al bosque, era perfecto! Lo siguió un poco más sin hacer ningún ruido, ya cuando estaba cerca podía como su cerebro libero una poderosa descarga de adrenalina a lo que inevitablemente una raíz gruesa y fuerte salió de la tierra y golpeó con rudeza la cabeza de Daisuke, el bajón adrenalinico fue inmediato por lo que la raíz ya tranquila se adentró en la tierra como si nada, se quedó posiblemente dos minutos observando al otro con un estado medio en shock, esto iba a estar difícil… nunca hacía estas cosas y era todo muy nuevo para él así que esto era realmente muy emocionante y no podía engañarse a sí mismo para evitar que su inestabilidad provocara que la naturaleza a su alrededor llegara a enloquecer un poco, al menos lo ocurrido le aniquilo toda la emoción del secuestro… ahora solo era cosa de llevarse a su víctima a la mansión, y esperaba que allá las cosas estuvieran aun tranquilas y lo estarían siempre y cuando él estuviera tranquilo y controlara la ansiedad y la desbordante adrenalina que se despertaba de a momentos en su cuerpo. Lo cargó en sus brazos y lo llevó, pero a medida que llegaban era imposible que comenzara a sentirse ansioso, lo supo de alguna manera todo el tiempo… eso iba a pasar, su jardín era ahora una selva espesa de esas siniestras, podía oir el movimiento de los troncos que parecían retorcerse, el deslizar de las raíces como si fueran serpientes por el suelo, era de noche… y la peor pesadilla del asunto era Chéri en ese momento tuvo que apurarse, pelear un poco con las plantas para abrirse paso, en un momento incluso casi le robaban a su lobo las muy atrevidas y esto iba a empezar a ponerse feo porque también estaba enojándose bastante, era ridículo estar batallando contra sus propios retoños amados y no era como si esta pelea buscara lastimarlos, o eso esperaba, era más como una pelea boba entre hermanos pequeños –Ya, dámelo!... no me arruinen la noche- realmente quería entrar antes de que chéri se acercara a donde estaban y finalmente tras una ardua insistencia tironeando de Daisuke la planta lo soltó, corrió hasta la puerta y la cerró… por un momento parecía que todo afuera se había medio calmado, la jardinería que tendría que hacer iba a ser intensa los próximos días.

Como fuera, había llegado a salvo a la mansión, la cual había cerrado previamente y con la puerta del frente estaba todo sellado por cierta plantita de repente quería andar de curiosa, recostó al mayor en el sofá de la sala donde ya tenía preparado un regalo sobre la mesa, fue hasta la cocina buscando una aspirina y un vaso con agua para que el otro bebiera tras despertar, ya había corroborado que estaba inconsciente y no muerto lo cual hubiera sido una tragedia algo cómica que en realidad no le causaba nada de gracia al “adolescente”, suponía que el otro tardaría un tanto en despertar así que esto le quito la gracia al secuestro y no quería pasar exactamente la mayoría del tiempo con un juego medio tortuoso, así que el tiempo de aquello sería el tiempo que el otro tendría para dejar de estar inconsciente… aprovecho y comenzó a escribir la carta sentado en el suelo sobre la pequeña mesa. Miraba de reojo al otro que seguía ahí tirado, apoyó el mentón sobre la palma y arqueó una ceja mientras continuaba observándolo, había escrito casi nada… apenas dos líneas todo en referencia a la tonta fiesta está que ahora quería celebrar con el contrario – Se ve muy lindo….- susurró mientras dejaba lo que hacía y se acercaba al otro poniendo su cara cerca de la ajena, besando sobre los labios contrarios que no podían darle ninguna respuesta. Acarició un poco el cuerpo ajeno, del pecho hasta el abdomen, bajó con su boca hasta el cuello, le lamió… lo mordió e incluso dejó una marca sobre la blanquecina piel ajena, se apartó sin querer hacerlo… y fue a terminar la carta, la dejó acomodada sobre la mesa para que fuera lo primero que el otro viera y se alejó de la escena, sería una nueva especie de tortura esperar a que reaccionara, más que nada porque estaba escondido observándolo, esperando que se moviera y abriera los ojos, contando los segundos entre las sombras mientras esto hacía que se disparara la ansiedad nuevamente, la emoción de todo lo que iba a pasar y bien, ya sabía que no lo iba a poder controlar del todo. Ahora solo quedaba seguir esperando.

▬Bonjour, mon précieux loup. Creo que las fiestas son ridículas… en un principio una celebración por el nacimiento de un salvador de una religión a la que evidentemente no pertenezco y luego un evento que las empresas aprovecharon creando historias sobre un viejo barbudo que lleva regalos… obligando a los padres a comprar regalos a sus hijos tras mentirles descaradamente sobre la existencia de un anciano viviendo en el polo norte. Pero no es esto de lo que quiero hablar ahora, porque extrañada y sorprendentemente para mi mismo… siento ganas de celebrar esta noche, lamento el golpe en tu cabeza… detrás del regalo hay una aspirina y agua por si te duele mucho, no estaba en los planes y quizás me emocione un poco mientras estabas inconsciente… no prestes atención a eso.

He planeado nuestra velada, de la cual no vas a poder negarte… la casa está rodeada repentinamente por una espesa selva, a lo que te recomiendo que ni intentes salir… anda un poco alborotada la cosa afuera, supongo que ellas están emocionadas también por la fecha. Sé que apreciaras mucho todo mi esfuerzo de este día… ya habrás visto las velas y se supone que debe de seguirlas. En el camino te encontraras algunas cajas… no las abras… lo harás cuando llegues al destino que te espera tras seguir los pequeños fuegos.

Hay muchas cosas que decir, pero limitare esta carta porque el resto lo susurraré en tu oído mientras compartimos esta preciosa velada. Conocerte ha representado para mi un momento único en mi vida, difícil de explicar… ya encontraré las palabras adecuadas cuando te tenga al lado. Esta obsesión que me nace de ti quizás sea una de las cosas bellas de la vida, una experiencia que planeo explorar muy profundo. Mentiría si no te dijera que me encuentro fascinado por tu carácter, que tus sonrojos no despiertan den mi un calor singular. Adoro tus ojos brillando bajo la luz de luna, la suavidad de tus labios, tu piel… deseo recorrerla como aquella noche… no he dejado de pensar en eso, aunque me veo forzado a contenerlo tras darte mi palabra de esperar, lo cual es ridículo porque sé que también lo quieres. Siento como si hubiera sido hechizado… para tu desgracia supongo, no tengo muy claro lo que sientes al respecto y eso me gusta… que seas difícil pero te dejes por mi a pesar de eso, quiero pensar que yo también he lanzado algún embrujo y eso te tiene siempre tan histérico entre los “no” y los “si”… será una gran noche, sin juegos particulares… solos tu y yo, Chéri se quedara afuera con sus amigas. Así que… espero que por hoy dejemos a un lado este exquisito juego nuestro del gato y el ratón y vengan conmigo, te estoy esperando, seré paciente… pero si no llegas en aproximadamente media hora iré por ti… ¿Cómo se que estas despierto? Estaré esperando escondido por ahí… así que ya sé que estás despierto… no me hagas ir por ti, porque mandaré al demonio la palabra que te di con respecto al sexo

PD: No abras los regalos hasta que llegues a donde estoy, o estaré… quizás aun te sigo mirando en las sombras. bueno, solo la que está sobre la mesa, como demostración de buenas intenciones.

Je t'aime, mon loup bien-aimée.

DAISUKE

Ah...La Navidad.

Siempre que llegaba esa fecha tenía sentimientos encontrados ¿Cómo no? La mitad de su cabeza recordaba las ocasiones felices donde la celebraba con su padre en su humilde hogar, donde le dejaba decorar a gusto el árbol y la casa, el olor a comida casera, esa clase de cosas… Porque sí, en un inicio había sido demasiado tonto, ingenuo creyendo en muchas cosas, de pequeño Daisuke jamás vio la Navidad como algo comercial en su mente no había cabida para eso, era un día especial donde pasaba en familia, incluso los regalos eran para él un simple accesorio. Ahora la otra mitad de la historia no era tan agradable, desde el asesinato de su padre todo eso quedó atrás, lo máximo era pasar el día con Roushan, la Navidad pasó a ser un día como cualquier otro para el shiffter que no se decidía si la extrañaba o no. En la actualidad, se había convertido en esas personas que usan las festividades para engordarse los bolsillos, como mercader veía las ventas aumentar para su gran alegría, las personas creían que entre más costoso, difícil y único era mejor, lo que importaba ahora era lo que podían dar en cuanto a objetos materiales “Las personas se han vuelto extrañamente vacías“ meditaba en el bar al cual debía ir obligatoriamente para mantener su fachada, por suerte no había gran cosa que hacer más que un par de personas quejándose de las mismas festividades, pasaría unas horas y luego se marcharía a lo realmente importante.

Mientras limpiaba un par de mesas se preguntaba si debía comprarle algo a Roushan o aprovechar unas horas para hacerle algunas galletas, lo que fuera no tenía en mente nada grande ni le pasaba por la mente que él formaría parte de algo así que no tenía porque correr específicamente一 Ya puedes irte Daisuke, no olvides venir mañana一 le dijeron a lo cual afirmó para dirigirse a la parte de atrás donde se colocó un abrigo negro debido al frío que últimamente aumentaba para cerrar su pequeño casillero saliendo por la parte de atrás. Sin dudarlo se dirigió a su zona segura, el bosque ¿Para que quedarse en la ciudad si simplemente no se encontraba “sintonizado” con el resto de personas? Las tiendas abarrotadas no le incomodaban, tampoco el gran árbol decorando el centro de la ciudad ni los villancicos sino ver esas familias, eso era lo que realmente esquivaba, a veces creía que en la Navidad las personas hacían competencias por ver cuál era la familia más feliz del mundo y él no tenía tiempo para eso. Dejó que un poco de aire saliera de sus pulmones caminando ya más tranquilo tarareando una de esas canciones de Navidad que su padre solía cantar mientras andaba por la casa “Debería enseñársela a Rou-chan” tan en su mundo se encontraba que alguna otra presencia no fue captada ni siquiera por sus sensibles sentidos o al menos no hasta el momento en que un temblor surcó a su alrededor ocasionando un mal presentimiento casi de inmediato.

Volteó… 一 ¿Quién está ahí?一 fue lo último que preguntó jurando a ver visto una figura yendo directamente hasta él....

Su cuerpo cayó inerte y sin sentido al suelo.

No tenía idea de nada, sentía que volaba sin dirección alguna ni saber donde se encontraba, quería regresar, nunca le gustó volar一 mhmm...一 dejó salir un sonido de sus labios para después un quejido de dolor, algo suave se encontraba bajo suyo lo cual le hizo entender que no era ninguna clase de hierba así que tan pronto pudo recuperar todo el control de su cuerpo abró de golpe los ojos ¡¿Dónde estaba?! Se despertó con tanta brusquedad que acabó cayendo del sillón golpeándose en el suelo一 ¡Auch! Esto no es divertido...一repuso finalmente buscando fuerzas para incorporarse debido al dolor de cabeza, seguramente si fuese como el resto de omegas se hubiera hecho una bolita temblorosa hasta que alguien ofreciera su ayuda cubierto de miedo o inseguridad, por suerte para el mercader que tenía algo más de orgullo consiguió reunir fuerzas para irse incorporando quedando sentado en el suelo empezó a revisar su alrededor totalmente atento notando un par de cosas interesantes, una carta junto a un vaso y una pastilla...luego la mueblería, sonidos extraños de afuera, se preguntó porque de alguna forma el lugar le era conocido, un apretón de su estómago le hizo recobrar la memoria sintiendo su corazón latir con tanta fuerzas que su pecho empezó a dolerle, se lamió sus labios en señal de inseguridad “No puede ser...” pensó, colocó su mano en la mesa para apoyarse con cuidado logrando levantarse completamente. Con cuidado empezó a recorrer la sala llegando a una ventana donde observó una oscuridad conocida “Plantas” se dijo, sin lugar a dudas se encontraba en la casa de él ¿Cómo olvidarla? Había estado en ella antes cuando irónicamente buscaba escapar acabando por entrar a la misma y esconderse en esta, incluso la misma vegetación que cubría la casa一 ¿Cuál será su problema con las plantas?一 repuso soltando un suspiro alejándose unos cuantos pasos.

Regresó hacia el sofá, hablando sobre él Daisuke se preguntó donde estaría, sin duda alguna era otro de los juegos del menor, podía jurarlo y no se dejó de preguntar que mosca había picado hoy a LeNoir, con desconfianza aceptó la pastilla únicamente por saber que era una aspirina, necesitaba todos sus sentidos alertas cuando se trataba del contrario 一 ¿Y ahora...? Oh, la carta一 con cuidado la agarró sosteniéndola sin abrirla por un par de minutos. Un silencio se instaló en el lugar mientras el shiffter seguía inmóvil, no obstante, el color rojo invadió sus mejillas cada vez más y más hasta que como si hubiera despertado de un hechizo se dio sus ojos dorados se abrieron sorprendido 一 ¿En qué estoy pensando, en que estoy pensado?一 ahora sí deseaba hacerse bolita en el suelo esperando que nadie lo encontrara nunca, era tan vergonzoso, ni siquiera era el mismo LeNoir y ya se encontraba reaccionando como si lo tuviera de frente. Movió la cabeza intentando olvidar todo pensamiento extraño, era imposible negar que algo sentía por el otro, pero, eso no tenía porque significar algo… “Dirá alguna tontería, las reglas del juego o algo sin sentido”.

En definitiva NO era una carta de am….

Comenzó a leer en silencio con un cosquilleo en su estómago

"Bonjour, mon précieux loup. Creo que las fiestas son ridículas… en un principio una celebración por el nacimiento de un salvador de una religión a la que evidentemente no pertenezco y luego un evento que las empresas aprovecharon creando historias sobre un viejo barbudo que lleva regalos… obligando a los padres a comprar regalos a sus hijos tras mentirles descaradamente sobre la existencia de un anciano viviendo en el polo norte. Pero no es esto de lo que quiero hablar ahora, porque extrañada y sorprendentemente para mi mismo… siento ganas de celebrar esta noche, lamento el golpe en tu cabeza… detrás del regalo hay una aspirina y agua por si te duele mucho, no estaba en los planes y quizás me emocione un poco mientras estabas inconsciente… no prestes atención a eso. "

Así que religión a la que no pertenece ¿Pertenecería a alguna? Es más ¿LeNoir creeria en algo? No podía evitar sentir curiosidad por el contrario aunque sabía que no era prudente, necesitaba dejar todo a un lado, hacía eso con sus emociones, pero, el de ojos rosados al parecer se negaba a tener ese mismo destino 一 ¿Un regalo para mi? 一 eso fue lo más extraño de todo que dejó unos momentos la lectura para mirar más de acerca aquello, otra vez su corazón latía como loco y en un acto inconsciente se acercó el primer regalo como si lo estuviera abrazando一 Ahora ¿A qué se referirá con emocionarse un poco? 一 su cuerpo tembló. “¡Sigue leyendo, sigue leyendo!” no, en definitiva no le prestaría atención a eso, pero, no porque Thierry se lo dijera sino por SU propia salud mental.

“He planeado nuestra velada, de la cual no vas a poder negarte… la casa está rodeada repentinamente por una espesa selva, a lo que te recomiendo que ni intentes salir… anda un poco alborotada la cosa afuera, supongo que ellas están emocionadas también por la fecha. Sé que apreciaras mucho todo mi esfuerzo de este día… ya habrás visto las velas y se supone que debe de seguirlas. En el camino te encontraras algunas cajas… no las abras… lo harás cuando llegues al destino que te espera tras seguir los pequeños fuegos. "

¿Repentinamente? Sí, claro y el lobo nació ayer, como fuera el contenido de la carta cada vez impresionaba a Daisuke más, era demasiado claro y sin embargo, el lobo seguía teniendo miles de dudas porque en su cabeza no se unía el hecho de que quisiera pasar con él una Navidad o de que a LeNoir le naciera el deseo de hacerlo porque lo había conocido o parecido, esas conclusiones escritas en puño y letra del menor no lograban entrar en la mente del menor, pese a ello, alguna alegría masoquista se encontraba echando semilla en el peliblanco la cual se incrementaba por el contenido que iba leyendo一 E-eres demasiado directo…¿Por qué dices esas cosas sin sentido?一 era demasiado confuso para el omega que jamás había experimentado o vivido estas situaciones; algunas cosas lo asustaban otras sentía cierta emoción 一 Y tampoco me recuerdes ESA noche一 aunque ya era tarde que acabó por cubrir su rostro con sus manos.

¿Cómo olvidarlo? Su cuerpo paralizado en un estado de shock al tiempo que nuevas sensaciones corrian por su piel al tiempo que las manos del otro lo recorrían, las cosas que experimento, las emociones que se mezclaban entre sí, las cosas que charlaron, él nunca las olvidaría así que saber que LeNoir tampoco lo había hecho era algo que le producía un “No sé que” al menos no era el único, solo esperaba fueran ciertas y no palabras bonitas, solo palabras sin significado alguna porque aunque no lo decía al omega le hubiera gustado que el mismo Thierry se las dijera

"lo susurraré en tu oído”

Bien… No es como si pudiera evitarlo, aunque tratar nunca estaba de más.

“pero si no llegas en aproximadamente media hora iré por ti…"

Miró el reloj y casí sentía como se le escapaba el alma ¡Solo le quedaban cinco minutos! ¿¡Cuanto había pasado tan rápido el tiempo!?一 No vengas, no vengas一 su presentación debía de dar risa o al menos Daisuke se moriría de la pena si lo veía así, rogaba porque de verdad no lo estuviera viendo. Ocupaba tiempo para procesar todo, hacer que desapareciera el rubor, calmar los latidos de su corazón一 Ya voy, ya voy一 con cuidado guardó la carta se llevó la primera caja para empezar a seguir las velas quien sabe donde simplemente de un momento a otro se encontró siguéndolas al tiempo que descubría una caja cada tanto, se preguntó si debería de cogerlas también, al menos la curiosidad del mercader anestesiaba los posibles malos presentimientos, de igual forma aunque seguramente no eran suyos pensó que dejarlas ahí sería descortés de sus partes. Solo esperaba no fueran muy pesadas o no podrían cargarlas todos.

Las paredes eran decoradas con cuadros o alguno que otro adorno, le parecía una de las viviendas más grandes que alguna vez pisó, su cabeza se movía de un lado a otro, no muy seguro de que Cheri estuviera de verdad afuera. Creía que en un parpadeo ya se encontraría otra vez con sus pies en el aire “¿A donde acabaré?” se preguntó notando como algunas velas ya no estaban a la misma altura por el derretir de la cera, de igual manera este era un nuevo lado que desconocía de LeNoir, era todo muy ordenado como organizado, en demasía, sin lugar a dudas le hacía sentirse bajo el dominio completo del menor con algo tan simple como eso一 LeNoir...一susurró cada vez sentía que en una esquina o tras dar otra vuelta las velas se acabarían y lo vería.

Esos ojos rosados sobre su cuerpo le produjo la necesidad de protegerse la mitad de su rostro con la bufanda.

THIERRY

La espera se hacia un poco larga para el ansioso albino que esperaba ver el despertar ajeno desde su cómodo escondite, podía escuchar afuera el mecerse de las ramas como si hubiera un gran viento, como si una tormenta despiadada intentara arrebatar de raíz a los mismos… debía calmarse, ¿Por qué tanta ansiedad? ¿Por qué sentía tanta desesperación por aquel?... ¿Por qué sentía esos tontos nervios? Ni siquiera había dudado la primera vez que mató, ni un solo temblor recorrió su cuerpo aquella cálida noche de verano. Sus rosáceas orbes estaban firmes en la figura que descansaba inconsciente en aquel elegante sillón mientras su mente repasaba las tontas preguntas y emociones que iban surgiendo minuto tras minuto durante la espera; los ojos que le observaban como si hubiera un preciado tesoro… ni siquiera recordaba haberla mirado así a ella alguna vez. En cuanto el despertó y sonrió suave y efímero mientras admiraba a esa extraña criatura que despertaba tanto manojo de idioteces en su cabeza. Prestó atención cuando comenzó a leer la carta… aquellas expresiones que iba haciendo mientras sus ojos recorrían la letras que había escrito, se mordió el labio inferior un poco mientras continuaba ahí… en silencio esperando. Dejó de mirar en cuanto el otro se acercó al regalo, aquella dulce expresión en su rostro… los pálpitos de su corazón eran desagradables y molestos, pero al verlo también sentía su cuerpo más relajado y su mente más tranquila, no tenía más que hacer ahí y solo comenzó a caminar en silencio en dirección a la habitación que había preparado… la puerta se encontraba abierta y ante ella el rastro que guiaría al otro acababa, en el interior había velas iluminando de forma tenue sobre una pequeña mesa circular con dos sillas enfrentadas, platillos elegantes y fríos esperaban… la habitación era bastante minimalista en realidad, era una lástima no poder usar el balcón… podía ver como las enredaderas de las rosas recorrían las ventanas aun un poco inquietas pero mucho más serenas que hasta hacia un rato – Voy a meterme en problemas…- no era una suposición, una realidad que en su mente se había instalado desde hacía un buen tiempo, la casa estaba llena de cámaras y no era solo por una cuestión de seguridad, obviamente, era vigilado siempre por su tutor lo que podía ser tan conveniente como inconveniente, no conocía la ubicación de todas las cámaras que había en cada habitación y tan solo había descubierto unas pocas en algunas salas, las cuales siguen en su lugar… porque aunque era rebelde lo cierto era respetaba a aquel demonio y bien, entendía perfectamente el porqué de todo ello.

La voz ajena se oía como un eco desde donde estaba, finalmente había comenzado a caminar… él había estado perdiendo un poco el tiempo con algunos pétalos blancos de las rosas que se esparcían por el cuarto… solo estaba esa mesa y un pequeño mueble en una de las paredes laterales donde tenía apoyado unas copas y un exquisito champagne en hielo. Con tranquilidad camino aun silencioso hasta quedar tras la puerta, el único escondite que había en esa habitación además de las enormes y pesadas cortinas negras que estaban sujetas a los lados y dejando ver el ventanal que daba al balcón… aquellos vidrios que quedaron decorados por los tallos de la enredadera, respiraba tranquilo y aun estaba intentando asesinar ese extraño vacío en su estomago, sabía que estaba nervioso… de alguna forma se sentía como un pequeño niño asustado y eso era terriblemente molesto para el francés, no era una emoción completamente nueva pero de alguna forma eran tanto el tiempo que había pasado de la última vez que sintió algo familiar a aquello que en realidad… era incluso como si esa fuera la primera vez que experimentaba aquello en su cuerpo. Continuó esperando hasta que los pasos ajenos se acercaron a la puerta, su mirada había estado perdida hacía abajo… sobre la madera ornamentada de la puerta de esa habitación… lentamente levantó sus ojos para ver por fina hendija que quedaba entre la pared y el bode de la puerta que se fijaba a la misma, vio su cabello mientras este se movía… sus ojos pasearon por la puerta hasta el otro extremo viendo la figuraba que esperaba y deseaba finalmente ingresar. Apoyó su mano en la puerta y esta lentamente se fue cerrando haciendo un sutil rechinido hasta el clic de la cerradura, de perfil observaba a su “victima” mientras su mano se apartaba de la puerta, Thierry no llevaba nada muy especial esa noche, una camisa negra con los botones abiertos hasta su estomago dejando que el centro de su pecho estuviera sutilmente visible, el pantalón era blanco, impecable y elegante… sus zapatos también eran de un inmaculado blanco, su cabello estaba un poco desordenado y su flequillo cubría un poco más su frente de lo normal – Lento…- murmuró mientras ladeaba la cabeza y se acercaba al otro estirando la mano para sujetar su bufanda y tirar de ella, deslizándola suave por sobre el ajeno, hasta que de aquel alargado trozo de tela no quedo nada sobre el ajeno, dejo que la tela se deslizara por su mano hasta caer de la misma y quedar en el suelo, tuvo el cuidado de no pisarla cuando finalmente se acercó a Daisuke y con el dorso de su mano acaricio suavemente el rostro ajeno hasta dejar las mechas albinas de aquel detrás de la oreja. El otro traía aquellos regalos que le había comprado en sus manos – No vayas a tirarlos, algunas cosas pueden romperse- susurró mientras acercaba su rostro al ajena y sonreía con un toque jovial y hasta algo inocente – Buenas noches, Yukimura-san…- su mirada se entornó suavemente mientras su boca se aproximaba a la ajena y depositaba un beso de forma cariñosa y muy delicada.

Se separó entonces e hizo una reverencia caballerosa usando su mano con la palma hacia arriba y todos sus dedos estirados excepto el pulgar que se encontraba flexionado hacia la palma – Por favor, tome asiento… he preparado un pequeño banquete para esta noche- una pequeña actuación solo pequeña porque al fin y al cabo Thierry podía ser de muchas maneras cuando sentía que quería hacerlo, básicamente el francés era fiel solo a sí mismo… a sus sentimientos y sus ganas, era muy raro que tuviera alguna consideración por otros si no era porque a él mismo le satisficiera de alguna manera hacerlo, conveniencia o mero placer… no importaba la razón, pero quería ser de ese modo con el otro y sería como le diera la gana con aquel en todo momento y lugar. Comenzó a caminar guiando al ajeno hasta su silla, la cual sostuvo del respaldo y jaló hacia atrás dándole el espacio para que aquel se sentara en la misma, como siempre sus posturas eran perfectas y elegantes… la intención de seducción estaba a flor de piel en él y no intentaba esconderlo tampoco –Espero que sea cómodo – susurró mientras se encaminaba hacia aquel mueble tras que el otro se hubiera sentado, trajo las copas y el champagne hasta la mesa, dejó las copas sobre la misma… destapó la burbujeante bebida sin apuro alguno y sirvió a su invitado un poco - ¿Te duele la cabeza?- pregunto mientras levantaba la botella tras haber llenado hasta un poco menos de la mitad de la copa ajena, luego se sirvió a la suya y con parsimonia se acomodó en su lugar para observar al otro, levantó la copa hasta el medio de la mesa en señal de un pequeño brindis – Kanpai…- dijo con voz suave pero profunda, con esa voz que pocas veces emergía de él mientras su mirada se clavaba en los ojos ajenos con intensidad pero al mismo tiempo con gentileza.

DAISUKE

Sus pasos eran precavidos, en un estado de alerta, incluso quiso poner su olfato a trabajar, pues, mentiría sino decía que ya tenía memorizado el aroma del otro, era un poco obvio a estas alturas ¿Cómo no si el ajeno siempre se aseguraba en estar a centímetros de su persona? Era claro que se trataba solamente de una consecuencia, no de un acto deliberado del omega en aprenderse ese aroma en particular, ese que solo desprende LeNoir. Como fuese, le llegaban otros olores, incluso captaba el de algunas plantas ubicadas afuera, sin duda alguna así no lo encontraría a la manera fácil y sencilla一 ¿Donde estás..?一 preguntó como si fuera a recibir alguna respuesta por parte del otro, seguramente estaría en algún escondite sonriendo a razón de su desgracia, se preguntó si el otro lo haría buscarlo por toda la mansión, si así fuese no sería para nada agradable, ya se encontraba nervioso al mismo tiempo su nivel de ansiedad seguía en aumento, a como le tocara caminar más seguro sus vías respiratorias se cerrarían; hasta la fecha todas las sorpresas eran sinónimos de cosas malas, con excepción de Rouchan pese a las circunstancias. Por ese mismo motivo su mente no dejaba de torturarlo ¿LeNoir se habría aburrido ya de él y estaría sería alguna clase de despedida? Movió a un lado y otro la cabeza, la carta no decía nada de eso ¿Y si era una broma? o ¿Un engaño? Era simplemente algo sin sentido, más por sus constantes peticiones, pero, justo ahora lo que más necesitaba era la presencia del albino de ojos rosados diciéndole que no fuera un tonto, que jamás lo dejaría irse y todas esas cosas o acabaría en verdad como un idiota dependiente llorando por miedo a un abandono que el otro NUNCA dio aviso ni señal de nada, ¡Rayos! ocupaba calmarse. Era solo una celebración de Navidad, sin nada más, ni dramas ni nada… Para su gran alivio el camino de velas acababa, para bien o para mal cualquier cosa estaba apunto de enterarse, tomó un poco de aire adentrándose a aquella sala la cual era acogedora con una elegante decoración además de la decoración, una mesa circular con dos sillas rebosando de comida atrajo por unos momentos la atención del shiffter aunque eso no le evitó hablar一 Listo ya llegué ¿Ahora puedes decirme por favor que son estas cajas además de decirme porque era necesario que me golpearas con una planta para traerme aquí LeNoir? ¿Thierry?一 todo eso lo soltó con una sola respiración, de corrido, hasta el mismo se sorprendió una vez acabó por escucharse, pero, al parecer el contrario tampoco estaba ahí. No obstante, debía seguir las velas así que volvió a dar algunos pasos al frente con la intención de buscar algún lugar donde pudiera colocar todas esas cajas sin que sus ojos dorados se despegaran de lo que había frente suyo preguntándose si eso era para él hasta el momento donde su mundo se sacudió al escuchar esa voz, apenas un murmullo; no era justo, no entendía sus emociones, porque ahora que tenía a LeNoir sintió un enorme deseo de huir o abrazarlo sabiendo que por su afefobia la opción más racional sería la primera, pero, quizás no la que él deseaba desde el fondo del corazón, el cual por cierto parecía a punto de explotar haciendo enrojecer las mejillas de Daisuke; juraba que el otro volvía a decir “lento” y todo su cuerpo acabaría paralizado en su mismo lugar一 ¿Eh? No, espera por fa...一fue su vano intento de no perder aquella prenda que le otorgaba la seguridad al esconder gran parte del rostro quedando completamente visible ante los ojos del otro, el resto solo eran los típicos ropajes negros que andaba el shiffter. El verdadero milagro fue que no dejó caer ninguna de las cajas ante el instinto de cubrirse, lo miró curioso一 H-Hola...一 saludó sin la menor idea de que hacer o pensar ¿Cómo celebraba las Navidades el contrario? ¿Sería buena idea saludar de esa manera tan casual? Demasiadas preguntas y no estaba procesando absolutamente ninguna más que temblar ligero ante la cercanía ajena aferrándose a los regalos hasta que el otro acabó por arreglar el cabello tras su oreja escuchando con atención, ahora sí temiendo por el futuro de esas cajas en sus temblorosas manos一 E-entonces ¿Por qué las dejaste en el suelo? Podrían haber sufrido un accidente c-con las velas eran suficientes para no perderme,...¿Hay… hay un sitio donde puedo ponerlas para que estén a salvo? 一 preguntó mirando hacia ambos lados buscando uno aunque fue difícil quitar la mirada del menor. El beso lo agarró desprevenido aunque cerró sus ojos automáticamente, ahora sí temía por el futuro de esas cajas一 S-sí haces eso de nuevo...en verdad harán que se caigan, u-un momento por favor一 pidió educadamente sabiendo que al otro podría molestarle la espera se acercó a esquina con la intención de bajar cuidadosamente los regalos afirmando sabiendo que estarían ahí a salvos, los acomodó de mayor a menor tamaño para evitar accidentes一Bien, ahora no se muevan一 susurró muy bajito dándose cuenta de que...sí, le acababa hablar a un par de objetos inanimados, suspiró queriéndose golpear. No se acordaba de haberse sentido ni experimentado en el pasado ninguna de estas cosas cuando pasaba la Navidad con su padre, esto era totalmente diferente, nuevos sentimientos florecían en él y eso era lo que más lo asustaba. ¿Podría volver a creer que todo saldría bien hasta el final? Si se tratada o no de otro capricho de LeNoir no le importaba, sabía que así era el contrario y sin embargo, ahí estaba él preguntándose si tomarse ese riesgo; era sin duda una de las cosas más peligrosas que había hecho, quizás la mayor, entregarle al final ese poder al otro一 ¿Por qué el apellido? Sueles llamarme siempre por mi nombre, p-pero, buenas noches LeNoir一correspondió al saludo regresando a su lugar para dejarse guiar hasta acabar por sentarse en la silla que se le fue indicada pasando a ver los alimentos, a esta distancia todo parecía mucho más real一 ¿Cocinaste todo esto?一 no pudo evitar preguntar por curiosidad fingiendo toda su atención en lo que había al frente buscando ignorar la sensación de mariposas en su estómago, el contrario, siempre era tan claro con lo que quería o deseaba que incluso alguien como el omega que se había alejado de toda esta clase de sensaciones las podía sentir con gran fuerzas, solo que seguía sin estar del todo seguro como responderlas o temía arruinarle las expectativas al otro. Aunque si lo pensaba bien nunca había actuado diferente y aún así LeNoir le había agarrado esta especie de cariño...cariño que iba mucho más que una palabra tan simple como esa. Afirmó, en verdad lo era, cambió su punto de vista ahora si hacia el anfitrión todavía creyendo que debía seguir inconsciente, es más de forma sutil se pellizcó solo para asegurarse notando como en efecto, esto estaba sucediendo de verdad一 Un poco...一dijo sincero, a fin de cuentas no todos los días una raíz salvaje te ataca一 pero, la pastilla no hará efecto tan pronto así que solo debo esperar un poco más.一.Sostuvo con cuidado la copa rebosante de champagne mirando al otro ubicarse en su respectivo asiento一 K-kanpai一 respondió ruborizado ante la manera en que era observado preguntándose si llegaría el día en el cual la manera en que Thierry lo miraba dejaría de afectar cada molécula de su cuerpo. Lo dudaba. Pensé que usuarías alguna expresión en francés ¿Existe alguna parecida a “Kanpai”?一 preguntó curioso, después de todo LeNoir solía usar bastante ese idioma en su presencia, no sabía si era para decir ciertas cosas que él no entendería o porque simplemente se le escapaban, la carta era una prueba de ello, pues, tanto el inicio como final terminaba en francés “¿Sería buena idea preguntarle el significado?” se preguntó, aunque si no habiendo entendido acabó por sonrojarse no quería ni imaginar lo que podía suceder si lo entendía. Acercó la copa a sus labios tocándola apenas bebiendo un poco de aquella bebida por cortesía para colocarla a un lado relamiéndose los labios por el sabor que había quedado impregnados en sus labios一 T-tú… ¿Cómo estás?一preguntó todavía resultaba extraño sentirse el centro de atención así que buscaba cambiar eso con una educada interrogación, además tampoco había visto a LeNoir en algunos días. Los ojos recorrían la habitación notando la cortina negra que seguramente estaría cubriendo una ventana o similar, eso le recordó algo一No pienso escaparme, deberías saberlo一 aunque claro que inconscientemente ganas no le hacían falta一 ¿Porque la necesidad de aumentar la vegetación? No es que me disguste e incluso, puedo oler algunos aromas desde aquí, pero, tengo curiosidad一inquirió. Eso era otro secreto que no entendía del todo, no había duda alguna a estas alturas que LeNoir era capaz de controlar la naturaleza, pero, en ciertos momentos parecía no ser del todo así, es decir, no veía razón para que el ajeno lo hubiese atacado… Sería tal vez ¿Sus emociones? De ser así habría avanzado un paso, si las emociones del menor se dejasen ver entre las plantas que controlaban podía entenderlo un poco, conocerlo un poco más… Tosió volviendo la bebida a su boca con la intención de dejar esos pensamientos de lado, pero, no los olvidaría y fue consciente de algo importante que aún no había hecho一Gracias...por invitarme...esto es… e-es muy lindo de tu parte, de verdad一le sonrió de manera cálida y algo tímida esperando no verse como un tonto, sus manos jugueteaban con sus pantalones temerosos de agarrar los cubiertos y notar que temblaba, pero, no era un temblor malo, tampoco de miedo, pero, si nervios. Dios, los nervios se lo carcomían al tiempo que una felicidad iba creciendo en su pecho. Solo hasta ese momento todas las inseguridades que había experimentado anteriormente, de camino a la habitación desaparecieron, se acomodó un poco mejor en la silla一 Puedo preguntar, sin deseo a malinterpretarse ¿Por qué decidiste pasar… esta celebración conmigo? ¿Era tu única opción? ¿Hace cuánto que no celebras Navidad? ¿Compraste todos esos obsequios? Yo, estoy haciendo muchas preguntas, disculpa一 acabó por decir bajando la mirada para beber algo más, mejor mantener la boca ocupado en otra cosa. Su corazón no dejaba de latir e incluso sentía sus orejas rojas, preguntándose ¿Qué tendría preparado Thierry? y ¿Cómo reaccionaría ante ello?

THIERRY

Era normal que el otro siempre era tan nervioso, quizás fuera normal por el resto del tiempo que ambos estuvieran cercanos (no diría por siempre porque no es un idiota romántico inconsciente de las muchas variables que la vida trae) pero bien, le agradaban los sutiles tartamudeos y el simple hecho de que el otro no abandonaba su particular personalidad, tan atractiva, con el tiempo… una de las cosas que le atraían de él porque simplemente era algo que lamentablemente ya no se encontraba en este mundo con facilidad, en un principio no respondió a sus preguntas, primero el protocolo que se metió en su cabeza, ya cuando estuvieran en la mesa entonces comenzaría la charla formal (suponía que así debía de funcionar). Finalmente ambos estaban ahí, con la comida y sus copas de champagne llenas, el ambiente aparentaba perfección (cosa que deseaba conseguir) ahora con gusto respondería las dudas ajenas en el orden en que estas se presentaron. – Me gustaría crear “mejor” imagen de mi y decirte que me mate cocinándote, de hecho podría actuar toda una historia relatarte cuan difícil fue para mi crear las delicias que se encuentran entre nosotros… sin embargo; no, las compré en un buen lugar muy popular por su cocina- Mantenía la copa en su mano mientras observaba al otro con una suave sonrisa en su boca, es verdad… hubiera sido divertido ver la expresión ajena tras relatar aquella mentira para luego decirle que todo había sido solamente una broma y nada más, no es que no le cocinaría alguna vez al otro en algún momento si la situación se prestaba para ello, pero los tiempos no le alcazaba del todo para llevar a cabo su plan. Ante la pregunta de cómo estaba reposó su espalda contra el elegante y particular respaldo de la silla pensativo – Estoy bien, quizás sorprendido de mi mismo por encontrarme tan particularmente interesado en invertir mi tiempo en una actividad como esta. No comprendo del todo el impulso que me llevó a desear celebrar contigo esta fecha, supongo que solo debe a mi interés por continuar enamorándote- inclinó lenta y suavemente la cabeza hacia un costado - Ah, los regalos… eso no era parte de la guía… me pareció buena idea que los fueras encontrando a dártelos todos como un montón… además, quería ver si los soltabas por estar nervioso – fue muy sutil, pero hubo una pequeña sonrisa picara en su boca… un ligero acto de diversión – Pero no soltaste ni uno… eso es bueno, porque algunos se rompen y en general son costosos y un poco únicos – terminó agregando aunque la verdad le importaban realmente poco cada uno de aquellos regalos, es decir… si alguno se rompía no le afectaba porque podía encargar otro.

-mmh…- bajó la mirada un momento y luego observó a la ventana – bueno…- le dio otro trago a su copa-… el aumento de la vegetación no esta relacionado con la posibilidad de que intentes escapar – no tenía caso inventar alguna excusa esta noche junto al otro- la vegetación es empática conmigo y básicamente reacciona a mis propias emociones, cuando siento cosas en particular… ya sabes, emociones que no puedo controlar del todo ellas simplemente accionan en base a ello, entonces… una raíz salió de la nada cuando estaba detrás de ti y te dejó inconsciente… al principio creí que te había matado pero afortunadamente no fue así, después intente calmarme y funcionó un rato pero cuando me acerque a la mansión de repente comencé a sentirme de nuevo de ese modo y simplemente mis plantas crecieron, de hecho… fue toda una odisea atravesarlas, estaba un poco preocupado por el hecho de que Chéri apareciera y quería hacerlo rápido lo que evidentemente hizo que ellas se pusieran un poco más… ¿inquietas?, unas te agarraron y no querían soltarte… tuve una pequeña discusión con esas traviesas mientras tironeaba de ti para que no te metieran en… bueno… la pequeña selva que es ahora mi jardín – suspiro recordando eso aunque no perdía su aire aristocrático mientras contaba los detalles aquellos, confiaba en el albino por alguna extraña razón. – Aun estoy esperando que Chéri no entré por esa ventana, es decir… ahí está ahora… - miraba hacía la pequeña hendija que dejaban las cortinas hacia el ventanal – Siento como si nos estuviera mirando en este momento – en realidad no era cierto, no tenía ni la más mínima idea de donde carajos estaba esa pequeña traviesa, estaba seguro que afuera… pero no en que parte de ese “afuera”. –bueno, tu seguidilla de preguntas… ¿Te dije que me encanta cuando estas nervioso?, porque… me encanta cuando estás nervioso… - volvió a mirarlo y le sonrió, no estaba preocupado por la comida porque los platos eran todos fríos por lo que podían tardarse lo que desearan en la charla antes de tomar los cubiertos aunque tampoco le molestaría que el otro comenzara a comer si lo deseaba

-Contigo es con la única persona que quería estar- tan simple como eso – Mi tutor ya me había comprado el pasaje a Francia pero me negué a ir y le dije que quería quedarme a celebrar con alguien más, de hecho… - levantó la copa como si brindara con alguien, no iba a decirle al otro que había cámaras regadas por todos lados y que muchas de las cosas que hicieron ahí dentro seguramente fueron vistas por el mayor- espero que lo estén pasando bien, allá… a ellos les agrada un poco más que a mi esta fecha – Thierry había dejado claro que no tenía un poco de cariño a lo que esta representaba ni nada. –La navidad es una fecha que siempre se celebra en… bueno… mi anterior “hogar” aunque siempre me molestó, yo solo estaba ahí como si fuera una obligación… bueno, lo era… no recuerdo del todo… creo que cuando estaba en el orfanato hubo una o dos navidades que esperaba con cierta “ilusión” pero son recuerdos vagos que no importan realmente – De hecho no estaba muy seguro de si era o no de ese modo realmente, el orfanato no había sido un sitio muy agradable del todo tampoco ni uno que quisiera forzarse a recordar en ese momento –Y tu última pregunta ya la respondí, aunque… hay uno que no lo compre… - agregó dando a entender que lo había hecho él mismo pero ya el otro se daría cuenta de ello en cuanto los abriera, cosa que no iba a pasar ahora… la costumbre era que abrir los regalos era en la mañana de navidad y ellos estaban en la “noche buena”.

[color:03e1=##555555]- Y con respecto a las preguntas… puedes hacer las que quieras, es una cena… durante las cenas se acostumbra hablar, supongo que esto es una cita también y durante ellas se acostumbra a “interrogar” para conocer mejor con quien tienes la cita – sonrió nuevamente, dejó la copa finalmente y se acomodó mejor tomando los cubiertos y escogiendo de uno de los platillos para ponerlo en su propio plato, cortó un trozo con los cubiertos sin hacer ruido alguno con los utensilios y llevó aquel hasta su boca para saborear la carne en conjunto con aquella suave y espesa salsa en un tono cremoso oscuro – mh… si, es un buen lugar- dijo tras tragar y miró al otro - ¿Te gusta la navidad, Daisuke?- lo cierto era que el albino no tenía mucha hambre en aquel momento, de hecho solo quería mirarlo al otro, hablarle o bien… hacer ciertas cosas que pasaban por su cabeza, de alguna forma no era diferente para él a otros días, cenar con el otro era una actividad que siempre estaba dispuesta en su cabeza aunque no se había logrado poner en práctica - ¿Siempre fuiste tímido?, es decir… ¿Aun cuando eras niño?- preguntó siguiendo con su curiosidad, quería conocerlo más… mucho más, no quería que nada del otro fuera ajeno a su propia persona, era consciente de su obsesión con el shiffter - ¿Te gusta estar conmigo? ¿Te gustaría que cenáramos más seguido juntos? No creas que lo hice por la fecha… desde hace mucho tiempo deseaba poder cenar contigo, así que… la fecha es una excusa en realidad – se dispuso a su forma silenciosa de utilizar los cubiertos nuevamente para obtener otro trozo de aquella carne que era como una manteca, de hecho… no se necesitaba cuchillo para ella… aquella se deshacía como si nada, pero el formalismo era habitual en el francés, el protocolo sobre la mesa una costumbre... de hecho Thierry es el tipo de persona que comería una hamburguesa o un pancho con cubiertos. Por debajo de la mesa su pie se acercó a la pierna ajena para acariciar lentamente la longitud de la misma - ¿La comida te agrada?- sus orbes rosáceas se clavaron entre picaras y sensuales en el otro.

DAISUKE

Pese a todo siempre le respondía a sus preguntas, no importaba la cantidad ahí las iba respondiendo a su ritmo.Siempre le sorprendía, pese a las avalanchas de emociones y el no comprender que podría haber visto Thierry en él, porque siendo sinceros Daisuke no podía imaginar a su persona calzando en los gustos del contrario, si se veía a él y luego a Thierry su persona no era ni la mitad de interesante de como era LeNoir, en un principio no comprendía realmente porque otras personas lo seguirían hasta un bosque, pero, tras un tiempo la verdad ahora lo veía como algo natural, LeNoir había aprendido o nacido con esa capacidad para atraer, hipnotizar y bueno, el final ya lo había visto en una ocasión anterior, el punto es que era consciente de que atraía otras miradas lo cual a él...No le gustaba, pero, era lo que sucedía… Así que tener a alguien quien prácticamente podría tener a cualquier otra persona fijarse precisamente en él era de locos, sin sentido alguno… Pero, muy dentro era algo que el shiffter agradecida y apreciaba, preguntándose si alguna vez se acostumbraría a esa sensación.

Dejó salir una ligera risa, había apreciado que no bromeara desde el inicio一 ¿Y eso? ¿No sabes cocinar?一la verdad eso le sonó tonto, en su mente el de ojos rosados era capaz de hacer cualquier cosa sin el máximo de los esfuerzos… Excepto en el área emocional, aunque últimamente había visto cierto cambio, un… intento mayor en cambiar algunas cosas o más bien probar, nuevas experiencias que le habían hecho cambiar un poco la manera en que lo miraba y lo que sentía por él optó mejor por comer así que tras agarrar algo de carne empezó a comerla haciendo uso de manera correcta de los cubiertos, claro que no duró mucho antes de que estuviera cerca de ahogarse por primera vez ante las palabras ajenas ¿Continuar enamorarlo? En verdad, algún día su cara explotaría debido al calor que se ubicaba en sus mejillas por las palabras con las cuales el otro decía一 Entiendo...bien...comprendo一al final fue incapaz de decir algo así que volvió a meter otro trozo de carne esperando que este lo mantuviera entretenido antes de hablar otra incoherencia, pero, la comida se encontraba perfecta, la carne se derretía en su boca, un ligero sonido de placer se escapó de sus labios al probarla cerrando incluso sus ojos como si eso hiciera que el sabor durase más tiempo en su boca, bajó su mirada dorada ante esa sonrisa pícara habiendo leído la intención一 Estuve cerca un par de veces...no te encontraba y bueno...me estaba poniendo nervioso一 confesó, aunque no estaba en sus planes decir que hubiera hecho cualquier cosa con tal de evitar que esos regalos acabaran en el suelo, no porque Daisuke fuera alguien material que quería esos regalos sino porque LeNoir de una u otra forma se tomó el tiempo en elegirlos, en hacerlos para él.

Oh… me ha dado curiosidad, pero, supongo que no me dirás que son hasta que sea hora para abrirlos, ni tampoco me darás ninguna pista para adivinar que son ¿Cierto?一 preguntó, sin embargo, no esperaba una respuesta por lo tanto, agarró una papa hervida para probarla encontrándola deliciosa escuchando la explicación sobre la naturaleza y el saber sobre su odisea vegetal casi le hace atragantarse de nuevo con otra papa, el único consuelo es que su teoría había resultado estar bastante correcta, eso era un alivio, iba aprendiendo cosas de LeNoir...Lo cual significaba que se iba acercando más y más ¿Bueno? Prefería no pensar en eso por esta velada一 También me siento afortunado de no haber muerto...me...m-me habría perdido todo esto, aunque ¿Enserio peleaste por mi contra unas plantas? Pues, gracias, eso fue bastante caballeroso de tu parte...一 claro, ignorando el hecho de que si se hubiera quedado calmadito y no pensando en quien sabe que perversidad no hubiera sido necesario ni él habría estado cerca del final por culpa de un par de raíces y plantas, suspiró, supuso que eso era un gaje del oficio al estar con el menor 一 Si te… emocionas y Cheri apareciera ¿Algo malo me sucedería? ¿Se pondría celosa?一eso último lo soltó bastante avergonzado y apenado, no es como si él se hubiera sentido de esa manera cuando antes LeNoir lo “ignoraba” para jugar con Cheri con el único objetivo de atraer su atención, no para nada...Fue una inocente pregunta que nada tenía que ver con él, seguía sin saber muchas cosas de la planta y desde los ojos del omega Cheri era un ser en su mayoría independiente con capacidades mentales pese a obedecer ciegamente al otro, en términos simples era como un perro, pero, en planta.

En más de una ocasión se había planteado la idea de comprarle una placa por si alguna vez se perdía, pero, tras confirmar que siempre solía estar con LeNoir dejó a un lado ese pensamiento一 ¿Eh? Nervioso… yo… N-no sé de que hablas...Bueno u-un poco, pero, eso no me hace estar nervioso一 pasó ahora a beber algo de champagne porque haber buscado algo para comer hubiera sido una acción muy predecible, aunque sus ojos no se perdían de ninguna de las expresiones ajenas; si el otro no comía él si lo haría sin importarle si al final de la noche rodara para poder movilizarse ¿Hace cuanto que no se alimentaba como era necesario? Su anemia había estado empeorando estos últimos días, de seguro a más de un doctor sorprendería el nivel tan bajo de glóbulos rojos y como pese a ello Daisuke seguía asistiendo a sus dos trabajos aunque en uno de ellos había estado a punto de perder la consciencia por la baja de azúcar, pero, ¿Qué otro remedio le quedaba? La comida costaba dinero, dinero que no podía perder sabiendo que había una deuda mucho más grande que pagar, es más le habría pedido permiso para llevarse algo de eso a su casa, pero, le pareció descortés y una oportunidad para que el otro hiciera preguntas que quizás no pudiera contestar, mejor comer ahora para no caer en la casi inanición al menos por otro par de semanas.一 Entonces… ¿Me elegiste a mi en lugar de a tu familia?一 eso fue sorpresivo, pensó que si LeNoir no era fanático de estas fiestas su familia podría haber sido algo influyente de eso, al parecer en eso estuvo equivocado.

Notó extrañado como el otro alzó la copa, pero, no dijo nada agarrando un poco de ensalada para colocarlo en su plato y continuar con su faena de comer一 Entiendo, aguarda ¿¡Me hiciste un regalo!? ¿Cuál es?一 preguntó volteandose un poco para mirar las cajas decoradas de papel de regalo tratando de adivinar cual podría ser; sentía bastante curiosidad por el pasado de LeNoir, escuchar sobre ese orfanato le hizo preguntarse otras cosas, pero, el gesto de que el menor le hubiera hecho un regalo lo ilusionó como hace mucho no se sentía por esa razón si terminaba por ser una broma del menor en verdad que se enojaría y aunque le doliera mucho así como verlo imposible buscaría mantenerse alejado del otro por mucho mucho tiempo, estaba tan feliz que podría haberle dado solo ese regalo en lugar del montón que hubiera sido suficiente. Como fuera la impaciencia creó una pequeña chispa en su cuerpo, a fin de cuentas si estaba bien de memoria los regalos no se abrían sino hasta después, en un momento dado de toda estos festejos. Parpadeó al haberse dado cuenta de las palabras ajenas一Cierto...una cita...mi primera cita一dijo suave, como si fuera más para si que para el otro, fue extraño una sonrisa se posó por sus labios aunque el sonido metálico interrumpió el ambiente cuando las manos de Daisuke taparon su rostro al no encontrarse su bufanda dejando caer los cubiertos en la mesa, su primera cita...su primer beso, Thierry se estaba apoderando cada vez más de él, eso pensaba provocando que su corazón latiera con rapidez. Como pudo logró gesticular tras escuchar la respuesta aunque se sentía apenado que aún no miró directamente al otro, en ocasiones temía que alguna vez el contrario fuera capaz de leer su mente con solo observarlo一 Me… gustaba, aunque llevo sin celebrarla un tiempo, no más me dedico a decorar la cosa y el árbol, es más la costumbre o el recuerdo一 respondió omitiendo por supuesto que solía celebrar esas fechas con su hermano Roushan.

Supongo...aunque no creo que tanto一 se alzó un poco de hombros, no deseaba recordar precisamente el pasado一 Nos educan para no hablar mucho ni tratar sobre ciertos temas que supuestamente no nos competen, nunca lo he entendido realmente, pero, tampoco es como si se fijaran mucho en mi,soy bueno para pasar desapercibido ¿Eh?一 esas preguntas eran ya mucho más personales que le costaron un poco al shiffter procesarlas terminando por bajar sus brazos afirmando ¿Para que mentir? Si lo hacía era capaz de que LeNoir se apartara y entonces él sufriría, pero, si era muy sincero temía acabar por caer todavía más y no era seguro一 Sí...m-me gusta aunque a veces siento que soy algo torpe y...que me usas más de juguete que otra cosa一 refunfuñó un poco sobre eso desviando la mirada, aunque sabía que era más que eso, habia hecho que hiciera y dijera cosas muy...vergonzosas aunque no es como si se arrepintiera o hubiera mentido; afirmó一 Me gustaría si a ti tampoco te molesta, aunque puede llegar el día en que te aburras, no soy muy entretenido, lo máximo que podría hacer es hacer más preguntas...一pero, se cortó de repente cuando un cosquilleo invadió la zona baja de su vientre dejando escapar un ligero sonido de sus labios haciendo que volviera a recuperar el color rojo en las mejillas que había perdido por el paso del tiempo.

O-oye nada d-de ma...no...seos en la mesa...一dijo tan pronto se le quitó un poco la pena, aunque un temblor invadió su cuerpo, solo que ya no reconocía cuando era de miedo y cuando de gusto, era extraño como podían siquiera mezclarse ambas sensaciones porque pese a sus palabras logró dejar su pierna en el mismo lugar, sin apartarla一 Si, gracias一respondió afirmando con la cabeza mostrándole una sonrisa al otro, aunque sintió de repente un nudo en su estómago que le hizo parar en su deseo de continuar comiendo, genial cuando había decidido alimentarse bien ese órgano le recordó que al comer tan poco era bastante pequeño así que si seguía comiendo de esa manera acabaría por vomitarlo一 Aunque...ya estoy lleno, espero no te moleste, hay mucha comida一comentó con una risa un poco nerviosa, en verdad había estado genial一 Si quieres seguir comiendo adelante, aunque ¿Puedo tener un poco más de champagne?一 antes de darse cuenta se lo había bebido del todo一 Gracias… Thierry nunca nadie había hecho esto para mi...o para estar conmigo.

#Joyeux noël daisuke y thierry #onrolthierrylenoir #thierrylenoir

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