CreativeMornings is a monthly breakfast lecture series for creative types started in New York by Tina Roth Eisenberg, founder of swissmiss. Each event is free of charge, and includes a 20 minute talk, followed by a group discussion and Q&A. The gathering...
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GRAFFITI: EGO Y FRONTERA
Lleva puesto un hoodie de color negro, pantalón del mismo color y una camisa de cuadros rojos amarrada a la cintura. Hablo de Andrés, nuestro speaker para esta ocasión, mejor conocido como Toxicómano Callejero.

Apenas lo saludo, le pregunto cómo prefiere que lo llamen. Me dice que algunos le dicen tóxico, otros Andrés y que otros prefieren el toxicómano. ¿es tóxico?. “Ya veremos al final de la charla”, responde sonriendo.
Es otro viernes creativo y estamos en la Casa Cultural Usaquén, nuestro espacio anfitrión para la charla sobre Nómada, el tema del mes para CreativeMornings.

Toxicómano no puede ser mejor persona para hablar sobre este tema porque es muy probable que personifique distintas versiones de lo que significa ser nómada: errante, itinerante, ambulante y vagabundo.
Le gusta la música punk en general, pero si ha de escoger algún género específico este sería el rock radikal Vasco. No puede vivir sin los amigos, a quienes considera familia, sin la cerveza rubia y sin las sopas.
Si hay un hábito ajeno que no soporta es aquel de las personas que caminan despacio a su lado o delante. Cuando eso ocurre no puede evitar mencionar la frase: estamos caminando tipo centro comercial.

Lo primero que se le viene a la cabeza al escuchar la palabra nómada es la imagen de un viajero solitario en medio del desierto.
Disfruta mucho de Bogotá y su caos, y su lugar preferido en la ciudad es El Infierno, una casa cultural ubicada en el barrio San Felipe.
Toxicómano siempre ha pintado en la calle y con plantillas. Cuenta que nunca ha sido el mejor dibujante y por eso utiliza esa técnica. Dio con ella desde pequeño, cuando encontró plantillas para estampar camisetas con los logos de sus bandas favoritas.
Su carrera como grafitero inició en el 2001, una época en la que pocas personas se dedicaban al graffiti. “Si uno se encontraba a las 3 de la mañana a alguien en la calle pintando , automáticamente se convertía en un amigo”, nos cuenta.

Nunca se le cruzó por la cabeza que le iban a pagar por pintar y su primer trabajo de ese estilo fue pintar un bar. En esa ocasión no supo ni cuánto cobrar y tampoco cuánto material iba a necesitar.
Tiempo después, con las redes sociales, se dio cuenta de que su oficio puede ser nómada: le permite viajar y conocer personas de diferentes partes del mundo que le ofrecen posada si algún día llega a visitar su ciudad. Amigos automáticos como esos que se encontraba en las madrugadas bogotanas.
Toxicómano se hizo a pulso y a veces, en sus inicios, necesitaba un par de shots de trago para atreverse a escribir frases en las paredes.
Como tenía poca experiencia y no dominaba bien el manejo de las dimensiones, muchas veces esas frases que imaginaba no le cabían y debía utilizar guiones para continuar en el siguiente renglón. Al otro día, cuando pasaba por el lugar en el que había pintado la frase cortada torcía la cara.

Cuenta que hacer graffiti no consiste en agradar, sino que es un acto vandálico y transgresor, diferente al arte urbano, y que siempre lleva una acción política detrás. Imagina que los miembros de las tribus que pintaron en las cavernas hace miles de años, no pedían permiso para hacer sus dibujos.
Piensa que el graffiti es la primera instancia de la pintura y que el acto de pintar en la calle se convierte en un ejercicio de resistencia; quizá el único del que disponen las personas.
También opina que es una actividad efímera, pues los graffitis hacen parte de la ciudad y nada le pertenece. En ese sentido es una actividad de ego y frontera, nos dice. “Es como un perrito que orina una pared. Siempre hay otro detrás que la orina nuevamente”.

Si hay algo que le gusta de ejercer su actividad en Bogotá es que hay muchos espacios para pintar y ya entiende los reglas de juego de la ciudad.
Los viajes le han permitido apreciar que hay ciudades más receptivas al graffiti, y otras en las que no se puede pintar. Nos cuenta que cada lugar tiene sus códigos y que con el paso del tiempo ha aprendido a leerlos.
Sonríe cuando se acuerda de Cartagena. “Allá uno no puede pintar en blanco y negro. Las personas que pasan te gritan: ¡échale color!, ¡échale monda!”
En otra ocasión, en el barrio Siloé de Cali, mientras pintaba un mural una pareja llegó en moto y le preguntó si le podían ayudar. Tóxico no tuvo problema en decirles que sí.
Al otro día, solo apareció la mujer y le comenzó a ayudar. Al poco rato llegó su pareja, descalzo en la moto, y cuando los encontró coincidió con un momento en que la mujer estaba riendo por algo que Toxicómano le había dicho. De ahí en adelante el ambiente se puso tenso. Al final, el hombre le dijo que lo mejor era que terminara el mural rápido y se abriera del lugar.
Cuando terminó esa jornada de pintura, Toxicómano habló con las personas del barrio que conocía y les contó lo que había pasado. Le dijeron que lo mejor era que hiciera caso si no quería problemas, porque el hombre pertenecía a una pandilla.
Para cerrar su charla nos dice que está convencido de que la vida no premia el talento sino las ganas de hacer las cosas; como esas ganas que él tuvo al inicio de su carrera de levantarse a las 2 de la mañana a pegar carteles en las calles.
“Pinten una pared, y si alguien les dice que no se puede, respondan: que pena, no sabía”.
CreativeMornings Bogotá le quiere dar las gracias a todas las personas y empresas que hicieron posible este evento: a Casa Cultural Usaquén y todo su equipo por acogernos en sus instalaciones; a Osa Imagen y Juliana García Mutis por el registro audiovisual y fotográfico de la charla; a Cafe Cohete por el desayuno, y como siempre a los asistentes a la charla y a toda nuestra comunidad creativa por apoyar nuestros eventos mes a mes.



Esperen pronto toda la información de nuestro evento de septiembre , bajo el tema Florecer (Blossom).
Escrito por Juanma Rodríguez
#CreativeMornings#CMBog#CM#CMNomad#MorningPpeople#Community#Coffee#breklfast#Talk#Nomad#digital nomad
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RAFA PUYANA: UN CRUCE DE CABLES, BUDISMO Y TINTÍN
Rafa Puyana, nuestro speaker para Crossroads (encrucijadas), el tema de abril para CreativeMornings deambula, a nivel personal y profesional, por el territorio donde se cruzan el arte, el diseño y la tecnología.
Rafa piensa que el color de una encrucijada debe ser el blanco, ya que es el cruce de los tres colores luz: verde, el rojo y el azul. Cree que no podría vivir sin conexión a internet, sin la posibilidad de reír a todo momento, y sin la respiración. Le insinúo la obviedad del último punto, sonríe y responde: claro, a lo que me refiero es que yo practico el Budismo.

¿Qué libro recomendarías?, le pregunto. Se queda callado por un instante antes de responder: La trilogía El Problema de los Tres Cuerpos. Lo mejor, asegura, es que la gente no vea la serie, sino que se lean los libros. Son una cosa maravillosa, concluye.
En cuanto a música recomienda la playlist NATURE en Spotify, una iniciativa de la que hace parte, que conecta los sonidos de ecosistemas naturales con artistas, para crear piezas musicales que generan conciencia (y recursos) para la conservación ambiental.
Su lugar preferido del planeta es Vietnam, pues tuvo la oportunidad de vivir en ese país y le gusta por varias razones: El budismo tiene fuerte presencia, es un lugar tropical con una historia de guerra que asocia con Colombia, tiene paisajes hermosos, la gente es amable y no es costoso.
Cuando el segundo piso de Isola Trattoria Bar está lleno. Rafa pasa al frente para dar inicio a su charla. Nos cuenta que apenas le llegó la propuesta para ser speaker y conoció el tema sobre el que debía hablar, lo primero que se le vino a la cabeza fue una imagen aérea del barrio Kennedy en Bogotá, lugar en el que creció. En la pantalla aparece, a primera vista, es un enjambre de casas, puestos de comercio y calles.

Nos señala un punto del mapa, el centro comunitario. Recuerda que cuando era pequeño le gustaba pasar tiempo allí, porque podía leer las historietas de Tintín. Fue también en ese lugar donde su mamá lo inscribió a un curso de computación para niños cuando tenía diez años. Imagínense, nos tocaba de a cuatro niños en un computador de los ochenta, cuenta. En ese entonces aprendió a utilizar el programa Logo y dice que le voló la cabeza.
Esa experiencia la ayudó a descifrar a qué quería dedicarse por el resto de su vida. También recuerda con cariño cómo aprovechaba las idas y venidas de su casa al centro comunitario para visitar las droguerías y jugar maquinitas. Poco a poco la tecnología comenzaba a cobrar importancia en su vida.

Años más tarde, ingresó a estudiar Diseño Gráfico en la Universidad Nacional de Colombia. En medio de la carrera, comenzó a sentir que el diseño que le enseñaban tenía ciertos límites y parámetros preestablecidos. Esto lo llevó a hacerse una pregunta: ¿qué pasa cuando el diseño no funciona? Para expandirla, inauguró una muestra de los peores trabajos del semestre, que al día de hoy todavía se realiza.
Cuando finalizó sus estudios de pregrado, Rafa se dio cuenta de que, en ese momento (finales de los años 90), el diseño se había convertido en un puente que conectaba la cultura popular con la cultura mainstream. Ese descubrimiento le permitió especular un poco y trabajar partiendo de la pregunta: ¿Qué pasaría si…? A esa visión de trabajo también le añadió otra inquietud: ¿Cómo nos transforma y nos deforma la tecnología?
Tiempo después, tras haber trabajado en varias compañías multinacionales, en empleos que reducían su capacidad creativa, sumado a una dieta de pizza y veinte cigarrillos diarios, decidió hacer un alto en su vida y viajó a Canadá, según él, "a derivar". Cuenta que fue una experiencia muy solitaria que sobrellevó caminando las calles de Vancouver. Allá, Rafa estudió una maestría en artes.

Cuando terminó, justo antes de regresar a Colombia, fue a una fiesta en la que había gente sobre un escenario creando música e imágenes mediante código. Similar a su experiencia con el programa Logo, eso también le voló la cabeza, así que antes de viajar, tomó un taller de live coding.
Cuando llegó a Bogotá, esperaba ser recibido como la gran joven promesa del arte contemporáneo, pero se llevó una decepción porque cayó en cuenta de que las personas no estaban interesadas en lo que había aprendido. Entonces comenzó un lento trabajo de evangelización acerca de sus nuevas aficiones laborales, hasta que encontró un grupo de personas interesadas en esa práctica, con softwares de código abierto desarrollados por la comunidad.

Lo que más resalta de su trabajo como diseñador de experiencias digitales, sumado al live coding, es la necesidad de estar en constante aprendizaje, además de haber aprendido a a abrazar la diversidad, pues es una práctica sin ningún tipo de jerarquías donde el novato y el maestro cuentan con el mismo nivel de protagonismo.
CreativeMornings/Bogotá te quiere dar las gracias a ti y a todas las personas y empresas que hicieron posible este evento: a Isola Trattoria Bar por acoger por primera vez a la comunidad creativa; a Osa Imagen y a Juliana García, por el registro audiovisual y fotográfico del evento; a Sayfoodcreative por la buena energía y brindarnos un delicioso desayuno, y, como siempre, a todas las personas que asistieron a la charla por apoyar los eventos mes a mes.
Espera pronto toda la información de nuestro próximo evento, bajo el tema revival (renacimiento), en nuestra redes sociales.



Escrito por Haki Storytelling
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TODO SON CICLOS
7.30 de la mañana y estoy metido en un trancón. Mi visión para trasladarme de un rincón hacia otro de la ciudad nunca es la mejor.
Vision es el tema de octubre para CreativeMornings y Jenny Ortiz Cárdenas será la encargada de hablarnos sobre ese tema. Jenny cuenta con una maestría en Ciencias del Deporte de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales (UDCA),es ex atleta de Levantamiento de Pesas Olímpico y también ha sido entrenadora de Powerlifting.

Es la creadora y directora del Congreso Paralímpico, una comunidad virtual enfocada en la promoción de la accesibilidad y la actividad física para personas con alguna discapacidad. En 2021 fue ganadora del IF Desing Award, en la categoría Desarrollo de Impacto Social - Reducción de la desigualdad.
Cuando llego a UKÁN, nuestro espacio anfitrión, veo a Jenny con el equipo de Osa Imagen cuadrando el sonido de su charla. Saco mi libreta y me acerco para conversar un poco con ella antes de que se ocupe del todo.
“¿Qué es visión?”, le pregunto a bocajarro luego del saludo. “Proyección y punto de llegada para lo que uno quiere hacer”, responde. Luego calla unos segundos y concluye: “El punto que uno enfoca para trazar una línea recta y llegar hasta él”.
Me cuenta que parte de su visión de vida consiste en llevar una vida saludable y poder ser útil a las personas. Entre risas afirma que no le tiene miedo a nada, pues cree que todo los problemas tienen solución y los que no, no están en sus manos.
No puede vivir sin hacer ejercicio, la proteína, y la comida japonesa y árabe. De la primera dice que lo mejor son los desayunos con mucho pescado, pero que no huelen ni saben a pescado.
Uno de sus artistas favoritos es el cantante italiano Caparezza ,y su lugar favorito en el mundo es Perth, Australia. Cuenta que fue una ciudad que la acogió muy bien y la hizo sentir en casa. También le gusta porque es un lugar grande y con pocos habitantes.
Ya son más de las 8 a.m, así que la dejo tranquila y tomo asiento en la primera fila. A los pocos minutos ella da comienzo a su charla con un actividad: nos dice que formemos tres filas, luego apagan las luces y pide que dibujemos lo último que veníamos creando antes de llegar a Ukán.
Luego, con las luces ya prendidas, cada persona pone una hoja sobre la espalda del que tiene delante y a la última en la fila le dan un mensaje que tiene que escribir sobre la hoja apoyada en la espalda de la persona, y así se transmite sucesivamente hasta llegar a la primera persona de la fila. El resultado es desastroso.

Cuando tomamos asiento, Jenny nos cuenta que la impotencia que sentimos durante las actividades no tiene nada que ver con lo que siente una persona ciega y que todo tipo de ceguera es diferente, aunque aclara que el no ver no tiene nada que ver con la visión de la vida, pero subraya la importancia de trabajar en equipo, y percibirse a sí mismo como uno.
“¿Cuál fue la palabra que más oyeron durante la pandemia?”, pregunta para dar inicio a su charla. Entre las respuestas que le dan alguien menciona la palabra: reinventarse. De acuerdo con su formación, para Jenny ese es un concepto vacío. Dice que la naturaleza tiene ciclos y que lo único que hacemos es seguirlos, pero que nunca nos reinventamos.
Cuenta que el deporte lo ha comprendido y por eso creó los macrociclos, mesociclos y microciclos para el entrenamiento y acondicionamiento físico de los atletas. Dice que todo en la vida cuenta con ciclos y que de una u otra manera el resultado siempre va a ser el caos. A este no se le debe dar una connotación negativa, sino más bien verlo como una oportunidad para ir hacia adelante.
A Jenny siempre le ha gustado el fútbol y cuando era pequeña quería ser técnico de la selección Colombia. Su interés por jugar ese deporte se acabó el día que comenzó a tener problemas en sus rodillas. Tiempo después entró a un gimnasio y lo primero que vio fue la foto de una fisicoculturista. Ese día pensó: Yo quiero ser como ella. Desde ese momento su vida giró en torno a las pesas, pero reconoce que fue una visión errónea, porque cree que es un medio muy viciado. Afortunadamente alguien se dio cuenta, y le hizo caer en cuenta de que necesitaba estudiar.

Tiempo después alguien dio una opinión no solicitada: pongámosla a lanzar bala y disco, pero su profesor de atletismo intervino y dijo: Yo le voy a ayudar, pero usted tiene que seguir con las pesas.
Jenny le hizo caso, desafió al ortopedista que le había diagnosticado su problema de rodilla, y se dedicó a levantar pesas. “Si se tiene una visión, se debe mirar de qué forma se acopla uno al ciclo que recorre”, cuenta.
Tiempo después, ese profesor sentenció otra verdad: La única que va a ser atleta es ella, los demás no van a tener oportunidad de llegar a los Juegos Olímpicos ni como deportista, árbitro o entrenador.
Jenny cree que no existen las coincidencias y que nada de lo que le sucede a las personas en sus vidas es producto del azar, sino que todo hace parte de los ciclos y que estos nos permiten conocer personas en el camino para poder avanzar.
Piensa que si alguien se fija un punto meta, debe trabajarlo o trabajarlo, pero que en algún momento va a alcanzar la meseta de rendimiento, una etapa de estancamiento o retroceso, después de un periodo de progreso. Cree que es algo por lo que no hay que preocuparse pues también hace parte de los ciclos.
Considera que la vida de todas las personas, sin importar a lo que se dediquen, se encuentran enmarcadas dentro del proceso de un deportista: Planificación, organización, implementación, evolución y volver a organizar.

Según ella, para ir detrás de la visión de vida, nunca se debe partir desde cero, sino que siempre se debe hacer algo más, y a partir de eso cada persona va tras la búsqueda de sus propias metas.
Para cerrar su charla, nos dice que siempre tenemos un punto al que queremos llegar y si lo alcanzamos y seguimos vivos, quiere decir que ese punto al que llegamos no es el final, pues deben existir otros por alcanzar.
Somos como el cuidado que le damos a una mata: nos podamos y seguimos. Reinventarse no existe, simplemente encontramos otra cosa que hacer.
— Jenny Ortiz
Creative mornings Bogotá le quiere dar las gracias a todas las personas y empresas que hicieron posible esta charla: al espacio cultural Ukán, por acogernos en sus agradables instalaciones llenas de arte y creatividad; a Café Piraguas por su delicioso café; a Fiona records por el apoyo en producción:; a Osa Imagen y Carlos Andrés Cruz, por el registro audiovisual y fotográfico del evento, y como siempre a los asistentes al evento y toda nuestra comunidad creativa por apoyar cada una de las charlas.
Pronto, en nuestras redes sociales, publicaremos la información de nuestro evento de Noviembre, bajo el tema Thread, .



Escrito por: Haki Storytelling
#creativemornings#cmbog#bogota#creativity#creatividad#creative mornings#morningpeople#coffee#community#CMVision
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“EN ESTE GRAN FUTURO, NO PUEDES OLVIDAR TU PASADO”
Son las 7 de la mañana de otro viernes creativo.
Al lado del taxi en el que voy pasa un bus de colegio. Me fijo en él por un instante y veo a un niño durmiendo con la cabeza recostada en el espaldar de la silla. Detrás de él va una niña, abstraída en sus pensamientos, mirando por la ventana. Parece que reflexiona sobre algo. Quizá su actitud la impulsa el clima. pues el cielo está encapotado y, a veces, los días grises invitan a la reflexión.
No tengo estadísticas de cuántos minutos al día dedicamos a reflexionar, pero seguro son bastantes. Reflexión es el tema de septiembre para la comunidad global de CreativeMornings y dentro de poco Germán León será el encargado de abordar este tema.
Germán es un emprendedor apasionado por todo lo que tenga que ver con experiencia de usuario e inteligencia artificial, y es el fundador de la empresa Helvética Digital. Cuenta con un Máster en Diseño de Interacción por la Universidad de Umeå, Suecia y un título en diseño de IA otorgado por el MIT.

Actualmente dirige el Máster en Inteligencia Artificial Humana en Elisava, una Escuela Universitaria de Diseño e Ingeniería en Barcelona, España. Con su trabajo busca integrar la IA a la vida cotidiana y desarrollar el futuro de la humanidad.
Para reflexionar, muchas veces es necesario evaluar el pasado. Quizá por eso Bob Marley dice lo siguiente en una de sus canciones: In this great future you can’t forget your past. Germán tiene claro la importancia de reflexionar sobre el pasado para entender el presente y forjar el futuro.
Cuando llego a la entrada de LCI, nuestro espacio anfitrión que vuelve a acoger a la comunidad creativa, el cielo continúa repleto de nubes pesadas y oscuras a punto de explotar. “German llega en 3 minutos” me escriben por WhatsApp. Al poco tiempo aparece en la entrada.
Lo saludo y antes de que se ocupe charlo un poco con él. ¿Para qué la reflexión?, le pregunto y me contesta que es un componente que no puede faltar en nuestras vidas, pues estamos ad portas, si no la estamos viviendo ya, de una nueva revolución industrial. “La Inteligencia Artificial va a impactar todas nuestras esferas de vida”, concluye.
También me cuenta que no puede vivir sin estar cerca de Iago, su hijo de 7 años, el mar, y sin disfrutar de un buen plato de ajiaco, una de sus comidas preferidas.
Tiempo después, cuando todos los asistentes al evento llegan al quinto piso de LCI, Germán pasa al frente para dar inicio a su charla. Lo primero que cuenta es que hace 22 años abandonó el país y que en esta nueva visita a tierras colombianas está abierto a recibir invitaciones a comer ajiaco.

Luego de cursar el Máster de diseño interactivo en la universidad de Umeå entró a trabajar a Vodafone como Gerente Principal de Experiencia de Usuario, un cargo que desempeñó en Alemania e Inglaterra del 2009 al 2011.
Luego de trabajar en otras empresas y proyectos propios llega el año 2017, el cual considera importante. En ese entonces lo invitaron a una conferencia para hablar sobre el cambio en 2024, y la conclusión del evento fue que para este año el trabajo nos iba a cambiar a todos.

En 2018 fundó Gestoos, una empresa de inteligencia artificial de visión por computadora, enfocada a entender y responder al comportamiento humano natural, en vehículos y espacios físicos. Con ella tuvo la oportunidad de trabajar en la producción de la película futurista Minority Report.
Para ese entonces a Germán le preocupaba algo: La necesidad de darle un enfoque más humano a las nuevas tecnologías, así que decide vender su empresa.

Años más tarde le propone el Máster a Elisava. La maestría que dirige busca la integración de tecnologías de IA, para abordar nuevas necesidades empresariales y humanas, mediante un diseño enfocado a lo humano.
En medio de su presentación cuenta un par de historias que parecen sacadas de libros de ciencia ficción, como una ocasión en la que le dijeron a un humano que observara una imagen y que narrara mentalmente lo que estaba viendo, mientras un computador transcribía, casi de forma exacta, lo que estaba pensando, o una IA en desarrollo, capaz de interpretar los ladridos de los perros.

Germán concluye que la inteligencia artificial necesita de tres cosas para funcionar: Datos, algoritmos y computadoras, y se plantea la siguiente pregunta:
¿Hasta dónde queremos que las IA las defina alguien o que las definamos nosotros mismos?
CreativeMornings/Bogotá le quiere dar las gracias a todas las personas y empresas que hicieron posible esta charla: A Germán por compartirnos sus valiosas reflexiones; a LCI Bogotá por acogernos en sus instalaciones llenas de creatividad; a Fiona Records por el apoyo en producción; a Osa Imagen y Aldebarán Sanz, de SieteFotógrafos, por el registro audiovisual y fotográfico, y como siempre, a todos los asistentes al evento y toda nuestra comunidad creativa por apoyar nuestras charlas mes a mes.




Dentro de poco publicaremos en nuestras redes sociales, toda la información de nuestro evento de Octubre bajo el tema Visión, escogido por el capítulo de Riyadh
Escrito por: Haki Storytelling
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SILLA A SILLA POR UN MUNDO MEJOR
Tener o dar confianza es mucho más que un acto de fe. Es una elección activa que, quizá, practicas a diario.
Confianza fue el tema del mes de Julio para CreativeMornings y nadie mejor que María Angélica Sánchez para hablar sobre él, una mujer que para sacar adelante Recupera Tu Silla, su proyecto, ha tenido que confiar en sí misma, su familia, colaboradores y diferentes empresas que la han apoyado.

Cuando María Angélica y su madre llegan a la sede del Nogal de Café Azahar, el espacio anfitrión que por primera vez recibe a la comunidad creativa, la atajo en la entrada para hacerle un par de preguntas.
“¿De qué color es la confianza?” No demora ni un segundo en responder que es multicolor. No cuenta con un ideal fijo de felicidad, pues cree que esta es momentánea, y que más bien se relaciona con la cantidad de tiempo que una persona puede estar contenta de forma sostenida. Tal vez ella la experimenta cuando come pollo o patilla, dos de sus comidas preferidas. “Puedo comer pollo en la presentación que venga”, dice sonriendo. No le gusta un género particular de música, sino más bien depende del momento que vive. “¿Qué canción sonaría en tu banda sonora de este momento?”. “There Will be time de Mumford & Sons”, responde, porque siente que es verdad que hay un tiempo para todo. Su lugar favorito es Italia, pues tuvo la oportunidad de vivir en Milano por 4 años. De ese país le gusta casi todo: la comida, los paisajes, el trato de la gente, el idioma, entre otras cosas. Cerca de las 8:30 a.m, María Angélica pasa al frente para dar inicio a su charla.
Nos cuenta que en el año 2015 trabajó para una empresa del sector automotriz. Un día fue al área de recursos humanos para pedir un cambio de silla, y le dijeron que le iban a dar una de las sillas del depósito. Cuando conoció ese lugar lo primero que pensó fue: Esto es como un cementerio de muebles.

Si algo aprendió en esa empresa fue entender la innovación como un acto de simplificación. Comenzó a hacerse preguntas: ¿Qué hacen con estas sillas?, ¿Cada cuánto las botan? ¿Qué se podría hacer diferente a lo que actualmente hace el mercado de muebles?
Una tarde cualquiera María llegó a su casa con un escritorio verde, lleno de moho, junto con una silla inservible hecha pedazos. Hacía un tiempo había llegado de Europa con el firme propósito de crear empresa para impactar de forma positiva al país. Siempre le había dicho eso a su madre: "Mamá, yo me voy a devolver para ayudar a Colombia."
Sin saber si lo iba a lograr, ni de qué manera, hizo un trato con el director de un hospital: Si ella le dejaba esa basura como nueva, él le iba a poner una orden de servicio para recuperar varios muebles que habían hecho parte del Seguro Social.
Su padre, al ver que su hija la abogada, con estudios de especialización y Maestría, había renunciado a una multinacional para dedicarse a arreglar sillas, pensó que su hija se había enloquecido. Aún así, y como hizo Sancho con el Quijote, decidió acompañarla en su aventura. A ella en ningún momento le importó que sus compañeros de posgrado le dijeran frases como: “no pues, se inventó una tapicería play”.

Juntos atravesaron la ciudad para encontrarse con Peluca, un tipo bajito y mechudo que ni siquiera se preocupaba en usar una careta para pintar. Él hace parte del gremio informal de carpinteros que se encuentran ubicados en el barrio 12 de Octubre de Bogotá. Siguiendo las indicaciones de su padre, Peluca dejó el escritorio y la silla como nuevos.
Dos días después María Angélica se volvió a reunir con el director del hospital. Llevaba la silla y el escritorio que él le había dado, pero ahora lucían como nuevos. No había forma de que no se ganara el contrato. El gran Peluca había reutilizado todas las partes viejas y eso hacía que los muebles fueran mucho más baratos que comprarlos nuevos. Además, el hábil carpintero también aseguró que la garantía por uso sería el doble de tiempo que dan en cualquier almacén de muebles.
Ahí, en medio de la reunión, María Angélica levantó la mirada y se preguntó cuántos muebles podría necesitar un hospital con cientos habitaciones y miles de empleados. Esa pregunta la llevo a otra:¿Cuántos muebles botarán al día? Logró dimensionar, a grandes rasgos, la cantidad de trabajo que se le venía encima.
¿Cuál fue el resultado de su locura?
El director se ahorró varios millones de pesos y desocupó una bodega para darle un mejor uso. Por su parte, ella comenzó a apasionarse por un problema: entendió que la industria de los muebles es una de las más dañinas para el planeta. En Asia, por ejemplo, existe una fuerza laboral capaz de producir 7200 sillas por minuto.

Tiempo después la contactó la encargada del área de sostenibilidad de una empresa. Ella estaba preocupada porque cada mes debía botar a la basura los muebles de una tienda. Juntas encontraron una solución de economía circular: Le dieron color a las sillas e invitaron a artesanos para que las tejieran de nuevo. De esa forma el mobiliario regresó a las tiendas.
Al día de hoy, varios líderes involucrados con Recupera Tu Silla, que han tomado la decisión de recuperar sus mobiliario, le han dado vida útil a miles de muebles, los cuales representan toneladas de plástico, madera y aluminio reutilizados.
Pero esas cifras, o de las de las utilidades que ha generado la compañía no es lo que más le gusta a María Angélica, sino conocer noticias de personas de comunidades vulnerables que integran su equipo para aprender el oficio de recuperación de muebles.
Uno de los trabajos que más le ha gustado fue cuando recuperaron pupitres que fueron llevados a la Guajira y el Amazonas con la ayuda de las fuerzas militares.
Fue en ese lugar, el desierto Wayuu, donde María Angélica se convenció de lo que quería hacer por el resto de su vida: trabajar por espacios dignos para los niños. Allí, un pequeño de no más de 7 años se le acercó para regalarle un dibujo que decía: Gracias por cumplir su palabra. María Angélica le regaló una sonrisa y no dijo nada porque sabía que si hablaba se le iba a quebrar la voz.

Para cerrar su charla María Angélica nos cuenta que para construir la silla de la confianza se debe contar con 3 rasgos: autenticidad, coherencia y empatía. Si alguna de esas patas falla, la confianza se ve amenazada.
“En las pequeñas ideas están los grandes cambios”.
– María Angélica Sánchez –
CreativeMornings/Bogotá le quiere dar las gracias a todas las personas y empresas que hicieron posible este evento: A María Angélica por compartir su historia y darnos valiosas enseñanzas de lo que ha aprendido liderando Recupera Tu Silla; a Café Azahar por acogernos en una de sus sede y brindarnos un delicioso desayuno; a Fiona Records por el apoyo en producción; a Osa Imagen por el registro audiovisual del evento, y, como siempre, a ti y toda nuestra comunidad creativa por su fiel apoyo y asistencia a los eventos.
Te esperamos el próximo mes para hablar sobre Ritual, el tema escogido por el capítulo de Charlottesville. Espera pronto toda la información en nuestras redes sociales.



Escrito por: Haki Storytelling.
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SOBRE PATRONES CREATIVOS Y OTROS TEMAS
¿Qué patrones de tus relaciones, tu trabajo y tus hábitos crees que vale la pena repetir? ¿Cuáles deberías cambiar? ¿Qué patrón nuevo quieres crear?
Pattern (Patrones) fue el tema nivel global de CreativeMornings para el mes de Junio. La diseñadora Martha Perea fue la encargada de dar la charla para el capítulo de Bogotá.
Martha, también conocida como Marthilda, estudió diseño gráfico y es la CEO de ORO TALLER, un estudio de diseño con impacto social, donde también desempeña los roles de directora creativa e ilustradora.
Además de ser conferencista, tallerista y docente, es la organizadora de Ladies, Wine and Design Bogotá, un evento que explora lo que significa ser mujer en espacios creativos dominados por hombres.

Martha piensa que los patrones tienen un sabor agridulce, y afirma que no puede vivir sin practicar meditación, la oportunidad de crear y sin tener cerca a su madre. Hay dos lugares que la cautivan y a los que siempre vuelve: el páramo y la montaña. Uno de sus patrones de lectura es el libro La Insoportable levedad del ser, el cual ha leído 5 veces, y uno músical, en este momento de su vida, es la canción Casio de la banda Jungle.
Cuando todos los asistentes a la charla ingresan al auditorio principal de la Alianza Francesa, nuestro espacio anfitrión, Martha sube a la tarima y lo primero que dice es: “Estoy super nerviosa”, luego sonríe y toma aire de manera profunda.

Al empezar su charla deja algo claro que es muy importante para ella: ahora prefiere que la llamen Mar. Cuenta que es diseñadora gráfica de profesión, pero que no se ha dejado amarrar por ese título, y que a lo largo de su carrera se ha dedicado a explorar diferentes lugares creativos. Ha sido modelo, bailarina, ilustradora y animadora.
Otra faceta creativa la plasma en Cielo Lindo, su proyecto de astrología en el que no solo escribe cartas natales, sino que busca distintos ángulos para abordar ese tema.
Muchas veces se ha planteado la pregunta: ¿Qué soy?, pero para no complicarse con cuestiones trascendentales ha llegado a la conclusión de que es las experiencias que ha vivido.
Nos cuenta que hay 3 preguntas que siempre se hace al momento de crear y que le han ayudado a definir su patrón creativo.

¿Quién soy?
Con esta pregunta Martha indaga en qué momentos se siente creativa, honesta y, en general, plena. En época de pandemia, por ejemplo, comenzó a tomarse fotos análogas, una iniciativa con la que quiso verse, pero no bajo el lente de los demás.
Martha nos cuenta que le gusta mucho la música y que al momento de plantearse esta pregunta, le gusta hacer ejercicios de autorretrato mientras escucha una banda.
En general, busca contemplar la vida en medio de actividades que le gusta hacer mucho.
¿Cuál es el lugar que ocupo en mi realidad?
Esta es una pregunta cargada, pues viene acompañada de otras dos: ¿lo disfruto? ¿Qué cambiaría de esa realidad?
Martha la responde de la siguiente manera: soy una mujer negra que vive en Bogotá, Colombia, y que habita espacios blancos, donde no sé muy bien quién soy. Al ocupar una posición de minoría y hacerse esas preguntas, Martha busca cómo sentirse merecedora de esos espacios que habita.
Pero no todo son preguntas. A medida que se plantea interrogantes, trabaja en diferentes proyectos, como el homenaje ilustrado que le hizo a las mujeres mayores de su familia; un gesto de amor, al tiempo que un lugar honesto de creación, en el que se sintió reconocida y cuidada. Gracias a ese proyecto la llamarón a participar en el lanzamiento del podcast Totona Power.
Luego, la editorial planeta la buscó para que ilustrara el libro Historias privadas de la libertad de Johana Bahamón, que trata sobre mujeres en las cárceles y su transición de vida.

Con ese trabajo Martha se dio cuenta de que sus dibujos buscan que las mujeres sean vistas, y que ellas mismas se perciban de forma diferente.
¿Cuáles son las habilidades que poseo?
Esa es la última pregunta que se plantea Martha y desencadena otra: ¿cómo quiero experimentar el mundo con ellas?
Dice que todo consiste en analizar su forma de pensar, cómo se comunica y de qué forma se siente más cómoda.
Su patrón creativo le permitió darse cuenta de que le encanta la poesía visual, la fantasía y la ciencia ficción. Redimensionó lo que significa para ella ser diseñadora de profesión, y concluyó que es el lugar desde el que se siente más cómoda para crear.
El tener estos aspectos claros le ha permitido aceptar proyectos, no sin antes dejarle claro a los clientes cuál es el lugar de creación que habita en el momento.
Para cerrar su charla Martha nos comparte 3 tips que le han ayudado en su camino creativo:
Siempre es importante hacer un stop en la vida y preguntarse cómo se están haciendo las cosas y para qué.
Algo que le ha permitido encontrar equilibrio es nunca dejar que la vida la atrape, sino siempre analizar cómo la quiere experimentar.
Por último, siempre ha creído que no existe ninguna razón para restarle valor a cualquier espacio creativo que habita, sino que a cualquiera le da la importancia que merece. Luego concluye: “Me gusta el Excel. hacer excels también es creativo.
"Crear no puede nacer de un lugar diferente al de la verdad"
–Mar
Creative Mornings/Bogotá le quiere dar las gracias a todas las personas y empresas que hicieron posible esta charla: a Osa Imagen y Rafael Franco por el registro audiovisual y fotográfico del evento; a la Alianza Francesa por acogernos en sus agradables instalaciones; a Café Piraguas por apoyar el evento con su delicioso café; A Fiona Records por el apoyo en la producción y, como siempre, a toda la comunidad creativa por su constante apoyo y asistencia a los eventos.
Te esperamos el viernes 26 de julio para hablar sobre Trust (confianza). con María Angélica Sánchez. Revisa nuestras redes sociales para conocer todos los detalles del evento.
Escrito por Haki Storytelling.



#CreativeMornings#CMBog#Creativity#MarthaPerea#Marthilda#Diseño#Creatividad#MorningPeople#Community#Coffee#CmPattern
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FOTOGRAFÍA CON OTRA PERSPECTIVA
Para el artista visual Santiago Forero la perspectiva, el tema de CreativeMornings para el mes de marzo, tiene que ver con descubrir y comparar. No puede dejar de preguntarse por qué hace lo que hace, y eso lo empuja a vivir en un permanente estado de asombro y a descubrir cosas nuevas cómo Brian Eno, uno de sus músicos favoritos. Si de comida se trata , uno de de sus platos favoritos son los Breakfast tacos, un plato tradicional de Texas.

También afirma que disfruta pasar tiempo en el centro de Bogotá y que una de sus novelas favoritas es Falling man del escritor Don DeLillo.
Cuando todos los asistentes de la charla ocupan la sala del Mambo, nuestro lugar anfitrión que por tercera vez recibe a la comunidad creativa en sus instalaciones, Santiago da inicio a su charla.

Para iniciar cuenta que no se considera un fotógrafo profesional, sino que solo usa la fotografía para hacer algo. Ese algo, quizá consiste en realizar diferentes exploraciones alrededor de su cuerpo y el de los demás. Dice que una de las ventajas de la fotografía es la oportunidad de crear mundos de acuerdo a la forma de mirar situaciones y personas.
Sus fotografías cuentan con mucha técnica , pero siempre reserva un espacio para la sorpresa y sorprender con elementos poco comunes.

Uno de sus primeros trabajos fue en la revista Don Juan. Esta procuraba mostrar, por medio de postales, lo que la sociedad considera un hombre de éxito. Eran fotografías de tipo editorial, pero Santiago comenzó a explorar más allá de la superficie y cayó en cuenta de que su trabajo tiende más hacia lo artístico que a lo comercial.

Se concentró en tomar una posición crítica y no fijarse en primeros planos y las personas, lo mismo de siempre, sino a analizar el contexto.
A partir de la fotografía editorial comenzó a construir escenas propias muy meticulosas y exageradas, basadas en los estereotipos de los medios. De esa manera planteó interrogantes sobre raza y género. Esa apuesta se puede ver en la serie de fotografías que tituló I want to live in America, que muestra cómo la sociedad moldea las creencias sobre sí misma y otras culturas.
Santiago cree que una de las ventajas de la fotografía es la capacidad que tiene para describir algo, pero también para distorsionarlo. Precisamente es en esa frontera de límites borrosos en la que le gusta trabajar.

Tiempo después comenzó a hacer autorretratos, una técnica que le gusta porque en ella puede controlar todos los elementos fotográficos. Eso le da la opción de manejar la perspectiva a su antojo e interpretar papeles que, de acuerdo a su físico, no están a su alcance.
Desde que las selfies democratizaron el autorretrato, una técnica que siempre había sido trabajada por artistas, le causa curiosidad cómo la gente se preocupa y presta atención a la imagen. De ahí nace su serie Cell portraits con la que busca conectar ambos mundos, el efímero de la selfie con el del autorretrato que es mucho más meticuloso.
Con esa forma de autorrepresentación, Santiago busca alterar las reglas de la fotografía convencional sin seguir ningún manual, como tomarse una foto de espaldas o hacer un autorretrato sin aparecer en él.
Fue un proyecto por accidente: un día estaba en el baño de una tía abuela, con un decorado de los años 60, y quería tomarle una foto al espacio sin él apareciendo en ella, y ese fue un aspecto que le pareció interesante, porque la imagen dejaba muchos interrogantes abiertos.
Luego comenzó a tomar fotos en baños de diferentes lugares, y como se demoraba 30 o más minutos en esos espacios, la gente comenzaba a golpear la puerta para saber si se encontraba bien.
También creó la serie Juegos Olímpicos que explora el tema de la virilidad, y la idea de incertidumbre con la proyección de su figura, pero con errores y con un vestuario de ropa modificada de segunda.
Con esa serie cuestionó el abuso de figuras como la suya ajustando su cuerpo a los estándares de un atleta olímpico.
“Así uno piense hacer proyectos , hay muchas cosas
que no se pueden planear y son las mejores”
Para cerrar su charla, Santiago nos habla del actor Peter Dinklage, el mítico Tyrion de la serie Games of Thrones y de cómo busca lograr lo mismo que él, es decir, que las personas no solo asocien a las personas de baja estatura con lo ridículo, el humor o lo monstruoso,todo lo que está afuera de los límites de lo “normal”, sino con personas que pueden interpretar diferentes roles en la sociedad.
CreativeMornings/Bogotá le quiere dar las gracias a todas las personas y empresas que hicieron posible esta charla: A Santiago Forero por compartirnos detalles de su vida, oficio y procesos creativos; al MAMBO por acogernos una vez más en sus instalaciones; a Osa imagen y Diego Zamora por a producción audiovisual y el registro fotográfico del evento; a Fiona Records por apoyarnos con la producción; a Café Piraguas por su delicioso café; a todas las personas que asistieron al evento, y a nuestra comunidad creativa por apoyar cada una de nuestras charlas.


Te esperamos el próximo mes para hablar sobre Spicy, el tema escogido por el capítulo de Tucson.
Escrito por: Haki Storytelling.
#CreativeMornings#CMBog#CM#Creativity#MorningPeople#Fotografía#SantiagoForero#Coffee#Art#MAMBO#CMPerspective#Creatividad#ProcesosCreativos#Bogotá
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UNA PLANTA QUE DA VIDA
“Al que madruga Dios le ayuda” reza la frase hecha. Madrugar como tradición, madrugar para cumplir con el ritual de tomar café y luego embutirse en el trancón de turno.
Hoy es viernes de madrugarle a la creatividad.
Mientras miro por la ventana del carro, pienso en el término Native (Nativo), el tema de este mes para CreativeMornings, que tiene que ver con tradiciones y raíces, es decir, de dónde venimos.
Tiempo después en Casa Manglar, un holding de Content Marketing que por primera vez es nuestro espacio anfitrión, aparece un hombre que lleva sombrero y un bebé colgando en su pecho. Es Juan Piñacue el Speaker de esta edición, y el pequeño es Río, su hijo.
Juan, un experimentado catador de hamburguesas, pertenece a la comunidad indígena Nasa y lidera la empresa CocaNasa, fundada por Fabiola,su madre. Él y su equipo buscan posicionar el uso cotidiano de la hoja de coca como medicina y alimento; la mamá coca.

Aprovecho para conversar un poco con él antes de que el equipo de Osa imagen lo ocupe para calibrar el sonido. Apenas me presento responde ¡Hola Tocayo! con una gran sonrisa.
Le pregunto qué es lo primero que se le viene a la cabeza al escuchar la palabra nativo y dice: Me imagino un man con taparrabos en una película de Hollywood. Luego me cuenta que no concibe su vida sin la hoja de coca, pues le brinda salud y tranquilidad. También le preguntó qué lectura le ha impactado en su vida. Los Miserables, porque me ayudó a salir de la burbuja en la que vivía, y a ser más empático y ver otros mundos. Si de música se trata, últimamente escucha mucho al músico Edson Velandia.
Pasadas las 8:30 a.m, Juan pasa al frente para dar inicio a su charla. Como ejercicio inicial nos propone cerrar los ojos y pensar qué imágenes se nos vienen a la cabeza al escuchar la palabra coca.
Dice que muy pocas personas piensan en la planta. El imaginario colectivo la asocia con Narcotráfico, guerra, Pablo Escobar, entre otras cosas, pues el pensamiento hegemónico es relacionarla con la cocaína. En contraste, Juan ha crecido de la mano de la hoja de coca y la asocia con esperanza y creatividad.
Recuerda cuando veía comerciales de soldados descendiendo de un helicóptero, para combatir al enemigo (la planta), pero también cómo su mamá le daba agüita de coca para calmar el dolor de panza, y la forma en que su abuela seleccionaba meticulosamente hoja por hoja –tenían que estar en perfecto estado, porque así le gustaban a los espíritus– para luego tostarlas en una olla de barro.

Juan luchaba por entender esa dicotomía con respecto a la planta, pues para su comunidad, la hoja está incrustada en su ADN y les permite entender el mundo, al tiempo que les proporciona tranquilidad y sabiduría. Entonces, de pequeño, le preguntaba a su mamá por qué habían dos cocas: La de la televisión y la que trabajaba su comunidad. Ella solo le respondía que eran diferentes.
“Para mí la coca es parte del día a día, es moneda de cambio”
Cree que en la década de los 90, la guerra contra las drogas se concentró en acabar con la planta, y eso dejó una estela de sangre y muerte que al día de hoy no se ha esfumado del todo.
Luego hace una pausa prolongada, como intentando rescatar un recuerdo, y cuando lo ubica nos cuenta que en esa época, cuando sus padres intentaban exponer las bondades de la planta en diferentes ferias, no los bajaban de narcotraficantes. Para enfrentar esas críticas se necesita piel de marrano y corazón de león, concluye. Por eso es que relaciona la planta con resistencia, esperanza y creatividad.
Con la cara llena de orgullo nos dice que la hoja de coca le ha calmado los dolores, curado el alma, al tiempo que el espíritu y el cuerpo, y que en su camino como persona y empresario no ha hecho más que defenderla y hacerla respetar.

El primer producto que CocaNasa decide comercializar es la aromática de coca. Para lograr que las empresas que procesan hierbas trabajen con ellos, les dicen que tenían una planta sagrada llamada Esh´s (Coca en idioma Nasa). Ese primer producto les ayudó a entrar en el mercado. Las aromáticas son como el machete, entran en cualquier lugar, dice Juan.
Hasta ese momento, CocaNasa se había dedicado a esconder disimuladamente la hoja de coca en diferentes preparaciones, así que él y su equipo se plantean la siguiente pregunta: ¿Cómo la democratizamos para que llegue a distintas audiencias? Eso los lleva a producir galletas a base de coca y luego Coca Sek, la primera bebida energizante a base de coca en el mundo.

Pero como los problemas nunca faltan, cierta empresa les puso problemas por el uso de la palabra Coca en su nombre. De ese inconveniente salieron bien librados, pues él y su equipo argumentaron que la coca existe desde antes que el hombre y de la creación de cualquier empresa y que si hay alguien a quien se le deba pedir permiso para utilizarla, es precisamente a los pueblos indígenas.
Después de reponerse de ese golpe, les cae otro: El Invima les informa que no existe ninguna autorización para vender productos a base de hoja de coca y que estos solo se pueden comercializar en territorios indígenas.
Varios camiones que habían sido cargados con Coca Sek para distribuir la bebida en diferentes regiones, se tuvieron que devolver. Parecía que CocaNasa estaba perdiendo todo el esfuerzo y terreno que habían ganado educando a las personas sobre los beneficios de la planta, pues de un momento a otro sus productos pasaron a ser prohibidos.
Cuando todo parecía estar perdido, son los clientes y amigos los que le de nuevo le inyectan esperanza al proyecto por medio del voz a voz y la comercialización de sus productos por su propia cuenta. La coca solita se había defendido y nos estaba tendiendo la mano, cuenta Juan.
Piensa que CocaNasa ha necesitado de mucha creatividad para esstar en el lugar que se encuentra hoy en día, y que gracias a los inconvenientes presentados hasta el momento, han podido cosechar diferentes logros.
Al día de hoy CocaNasa fabrica 17 productos sin necesidad de ocultarlos detrás de la palabra Esh´s, y la empresa cuenta con su propia fábrica de producción.
Nuestro reto al día de hoy, dice Juan para concluir su charla, es poner el mambe (polvo que se obtiene de tostar, moler y cernir las hojas de coca, mezclándolas con cenizas de hojas de árbol) en la boca de la gente, para que experimenten su plenitud por medio del bambeo.

El equipo de Creative Mornings le quiere dar las gracias a todas las personas y empresas que hicieron posible esta charla: a nuestro speaker por dedicar una mañana a compartirnos su experiencia y conocimiento; a Julian Umbacia y a todo el equipo de Casa Manglar por brindarnos su espacio de trabajo para la charla y ayudarnos con la logística del evento; A Fiona records y Stay Crafty por sus labores de producción; a Osa imagen y a Rafa Franco por el registro audiovisual y fotográfico del evento, y como dicen los gringos, Last but not least, a ti y a todos los integrantes de nuestra comunidad por su asistencia y apoyo a cada una de nuestras charlas.

Nos vemos el próximo mes para hablar sobre Perspectiva. Espera pronto toda la información en nuestras redes sociales.
Escrito por: Juanma Rodríguez (Haki Storytelling).
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DESNUDAR EL CUERPO DESNUDO
Cuando CAMO, el speaker para la edición de agosto, llega a Onspace Coworking, le preguntó a qué le sabe el orgullo.
Se queda callado por unos segundos y luego responde: “a diversidad, autenticidad, transgresión de códigos sociales y valentía”.
Me cuenta que no podría vivir sin una cámara y sin los recuerdos de su juventud en Cartagena, su ciudad natal, un lugar en el que explorarse podría considerarse equivocado.

Le gusta mucho pasar tiempo en dos lugares en apariencia contrarios: el páramo y el mar. El primero lo usa para recibir lo que el mundo tenga para darle, mientras que el segundo le sirve para desapegarse de pensamientos y sentimientos. El páramo es donde recibe señal y el mar, la base donde se despoja de todo.
Quizá esa búsqueda de lo diferente tenga que ver con su gusto por frutas como la guayaba, la granadilla y el corozo, entre otras, por la atmósfera de sabores y colores que dan, y que asocia con diversidad.
El equipo de Osa Imagen termina de ajustar el sonido del evento y CAMO pasa al frente para iniciar su charla.

Nos cuenta que hace mucho tiempo, cuando nació en Cartagena, se llamaba Camilo. Siempre pensó que era una ciudad acorralada por viejas tradiciones y para escapar del machismo de ese lugar, su única salida fue estudiar artes visuales. A los 17 años llegó a la voraz Bogotá.
Estudió cine porque siempre había soñado con hacer videoclips y música. “Bogotá me dio los cojones para mostrar la persona que soy y me permitió amalgamarme en ella”, cuenta.
Comenzó a tomar fotos desde el año 2001, pues encontró en la fotografía una manera de expresarse, y comenzó a trabajar con imágenes obscenas que casi rayan en la pornografía.
Al principio todo fue un proceso de autocaptación. “No se trata de ser irreverente porque sí, sino de incomodar la escena mainstream con imágenes transgresoras”, dice.

Piensa que su trabajo consiste en “desnudar el cuerpo desnudo; ir más allá de la desnudez para transgredir los ideales de belleza. En otras palabras, cuenta, consiste en provocar y abrumar los códigos sociales de América Latina.”
Cuando comenzó a explorar la desnudez de cualquier persona, encontró en las redes sociales un medio para exponer su trabajo, pero dice que desde el 2009 sufre de baneo, una forma sutil de censura. Afirma que nunca ha visto su arte como algo obsceno y que nunca se ha lucrado por fotografiar desnudos.
A pesar de la repulsión que puede causar su arte, CAMO ha ganado visibilidad en espacios como ARTBO, en el que recibió buenas críticas por su obra: Con el rabo entre las piernas, una serie de piezas que le tomó a amigos, novios y amantes y con la que logró congregar a 100 hombres para explorar las masculinidades tóxicas.
Hubo una época de su carrera en la que entró en conflicto y cuestionó su faceta de artista, donde se muestra sin máscaras, y la de fotógrafo comercial, donde lo tildan de loco, raro o queer. A ese periodo lo llamó Limbo.
Luego vino otra época que denominó Oscurantismo, en la que busca descifrar los algoritmos de las redes sociales pues su trabajo comienza a ser censurado.
“Mi labor es ser un CameraHuman. Retratar la intimidad, no solo la mía sino la de todas de las personas, de forma real”
–CAMO
De parte de CreativeMornings/Bogotá queremos darte las gracias a ti y a todas las personas y empresas que hicieron posible este evento: A Fiona Records por apoyarnos con la logística; a Onspace Coworking por recibirnos por primera vez en sus instalaciones; a Osa Imagen por el registro audiovisual del evento y a Rafael Franco por el fotográfico.
Espera pronto toda la información de nuestro próximo evento, bajo el tema Simplicity. en nuestras redes sociales.


Escrito por: Haki Storytelling
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ESCRIBIR PARA SER OTRO
Pido un taxi por una aplicación con el tiempo justo. Al instante me confirma que un conductor se encuentra a 4 minutos. Estos se convierten en 8 y el vehículo continúa en el mismo punto del mapa.
Voy a llegar tarde.
Lo cancelo y pido otro que aparece en 3 minutos. Minutos después, cuando el carro toma una avenida principal me encuentro con un trancón monumental.
Ahora si que voy a llegar tarde.
¿Qué hacer? Nada o, mejor dicho, aceptar la situación, es decir, lo que la vida le dé la gana entregarme.
Acceptance es el tema de mayo para CreativeMornings y la persona encargada de hablarnos sobre él es la escritora Laura Ortiz.
Laura estudió literatura en la Universidad Javeriana, trabajó como promotora de lectura y escritura a lo largo de toda Colombia y cuenta con una Maestría en Escritura Creativa de la UNTREF.
En el año 2021 la editorial Laguna Libros le publicó Sofoco, su primer libro de cuentos, que cuenta con ediciones en España, Argentina, Chile, México e Italia, y con el que ganó el Premio Nacional de Narrativa Elisa Mujica.

Ya en El Jardín, el espacio anfitrión que por primera vez recibe a la comunidad creativa, aprovecho para conversar un poco con ella antes de que empiece el evento.
Le pido una definición de aceptación y responde: “Dejar de poner resistencia a los ritmos de la vida”.
Laura afirma que no puede vivir sin las palabras y su lugar preferido en la tierra es cualquiera en el que se encuentre Mostaza, su gato. “Dónde está mi gato está mi hogar”, concluye.
Le pregunto si tiene algún libro preferido y hace cara como de ¿Acaso está loco?, pues cree que es una pregunta que no tiene respuesta, ya que son muchos o, más bien, la respuesta cambia de acuerdo a la temporada y lo que esté viviendo.
Por eso me cuenta sobre lo que está leyendo o ha leído hace poco: “Ahora leo Yo maté a un perro en Rumania de Claudia Ulloa, que está muy chévere”. También me dice que hace poco leyó El corazón del daño de María Negroni y Vista desde una acera de Fernando Molano Vargas. “Creo que a él deberíamos leerlo más”, dice.
Si de comida se trata en este momento está fascinada con las frutas colombianas, en especial la papaya y la granadilla.
Ya son más de las 8:30 a.m y es hora de dar comienzo a la charla. Laura pasa al frente y lo primero que cuenta es que estudió literatura con la ilusión, mal puesta o extraviada, de ser escritora.

Ya en la carrera le tuvo miedo a la escritura, pues se dio cuenta que el ejercicio académico literario está muy separado de la vida y su realidad.
Se sentía frustrada porque sentía que no estaba haciendo nada que la conectara con su territorio, con su país.
Por eso decide hacer un semestre social en Nariño, Pasto, con comunidades indígenas. Ese es un lugar que siente especial y en el que se cruzan muchas cosas: “En pasto puedes bailar currulao y música andina. Coexisten lo blanco, los mestizo y lo indígena. Es un volcán rodeado de lagunas. Es un lugar muy intenso en el que se reúnen muchas fuerzas del país”, cuenta en una entrevista.
Tiempo después renuncia y se va a Argentina detrás de un amor. Allá atraviesa una crisis y se siente perdida, así que decide cursar una maestría en escritura creativa, pero más para hacer amigos y tener con quien conversar. Al final resulta ser una experiencia maravillosa.

Es allí donde escribe Sofoco, su primer libro de cuentos, como trabajo de grado, una obra que más allá del conflicto colombiano, tiene que ver con la esperanza o resistencia que cargan sus personajes.
Laura se pregunta: “¿Cómo hice yo para aceptar las fuerzas creativas, exorcizar el miedo y darme voz nuevamente?”
Nos cuenta sobre María Negroni una poeta argentina que dice que la poesía es un monstruo de dos cabezas: pensamiento racional y una cabeza irracional e intuitiva.
La segunda, dice Laura, nos da miedo porque trabaja sobre lo indeterminado y el misterio.
“Desde el colegio nos insisten en que hay dos tipos de escritura, la buena y la mala, y en la academia de literatura ese clasismo es mucho peor, pues se insiste en una jerarquía de buena y mala literatura que obliga a reverenciar a ciertos autores.”
“El papel de la racionalidad es peor, pues es la que a cada rato te dice: No tienes nada por decir. Esto es inmundo ¡bórralo ya! Todo ya está escrito, tú cállate, ¿qué vas a decir?”

“Gran parte del ejercicio creativo es aprender a lidiar con esa policía interior”.
Menciona la cita apócrifa que se le atribuye a Hemingway: Escribe borracho, edita sobrio, que puede traducirse como: El inconsciente escribe el consciente edita. Algo que se debe tener en cuenta al momento de escribir. “Si apuestas por una estructura muy precisa, no vas a permitir que el texto te diga cosas que tú no sabes.”
El truco en este proceso tiene que ver con aceptar perder el control de la obra y de lo que va a pasar con ella, pues no hay manera alguna de controlar como va a ser leído un texto o si va a ser publicado o no.
La voz extraña
Laura nos habla de la voz extraña, un concepto que toca el poeta argentino Fabian Casas en su texto Perder el control, similar al que toca Rimbaud en su poema Yo es otro.
El poeta francés siempre trató de situarse fuera de sí mismo al momento de escribir y pensaba que solo se puede comprender el mundo cuando se mira bajo los ojos de otro.
Con respecto a eso Laura piensa lo siguiente: “Trato que mis personajes sean el otro que me habita. Intento que no sea lo que yo me imagino que es un campesino en el páramo, sino que trato de dar un espacio hasta que empiezo a sentir una voz que ya no es Laura”.

Se trata de ver a la escritura como la voz extraña. una voz que nos excede. De esa manera escribir es escuchar, rendirse, aceptar lo otro que me habita. “Mirar a la escritura de esa forma resulta liberador, porque se tiene la idea de que escribir solo consiste en decir cosas interesantes e inteligentes”, nos cuenta.
“Consiste en estar dispuestos a ser atravesados. Dejarse atravesar por personajes, historias, por los otros, y eso es algo que da miedo. Da miedo dejarse llevar por esa voz extraña, que tiende a la locura, a fuerzas que nos sobrepasan.”
“Nunca descubriré por qué se escribe ni cómo no se escribe”, dice la escritora Marguerite Duras. “Escribo porque tengo miedo de escribir, pero tengo más miedo a no escribir”, refuerza Gloria Anzaldúa.

Laura cree que tenemos casi un deseo sexual hacia lo creativo, pero que nos da miedo relacionarnos con lo otro, porque sabemos que nos va a modificar de alguna manera.
Para finalizar su charla, nos invita a dejarnos habitar por el otro o la otra, que siempre tiene algo por decirnos.
Creative Mornings le quiere dar gracias a todas las personas y empresas que hicieron posible esta charla: A El jardín por acogernos en sus instalaciones y brindarnos un delicioso desayuno; a Osa imagen por la producción audiovisual del evento; A Rafael Franco por el registro fotográfico, y como siempre a ti y a toda la comunidad creativa por sus asistencia y apoyo a cada evento.



Espera pronto en redes sociales toda la información del evento de Junio bajo el tema reverie (ensueño)
Escrito por Haki Storytelling.
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MENTIRAS QUE TE CUENTAS PARA DORMIR BIEN DE NOCHE
Es un Viernes creativo de nuevo.
Estamos en el taller de Juanita Echeverry, artista plástica especializada en arte en resina epóxica, ubicado en el barrio San Felipe, uno de los distritos artísticos de Bogotá.
Dentro de pocos minutos Santiago Sanmiguel será el encargado de darle una mirada creativa a Corruption, el tema del mes escogido a nivel global para CreativeMornings.
Apenas llega al lugar, aprovecho para conversar un poco con él.
Le pregunto qué es corrupción. “Es hacer trampa”, responde, luego de darle un sorbo a un termo.
Santiago es abogado de entretenimiento y brinda asesoría para proyectos culturales.

Su trabajo siempre ha tenido que ver con temas relacionados con propiedad intelectual y derecho comercial. Con él, ayuda a los artistas a tomar el control de sus proyectos.
Fue asesor de la gerencia del Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá y asesor legal de la Fundación Teatro Nacional.
Actualmente es el Global General Counsel de ONErpm, una plataforma de distribución digital de música e interrelación entre fans.
No puede vivir sin música. “¿Cuál es su banda favorita?”, le pregunto. “¿Hoy?”, responde al tiempo que ríe, pues no tiene una fija, sino depende de la temporada o época.
En este momento, por ejemplo, escucha mucho a Stories, una banda que se dedica a hacer covers . “Tienen uno buenísimo de Teenage DirtBag con Victoria Canal”, me cuenta.
Le pregunto si tiene alguna comida favorita, y responde que todo lo que cocina Natalia, su esposa, le parece delicioso.
Ella está a su lado, menciono si su respuesta no está condicionada por su presencia y jura que no, que hace poco, por ejemplo, preparó un risoni con tomates que le quedó espectacular.
Si tuviera que escoger un lugar en Bogotá sería la librería Wilborada, pues fue el lugar donde se casó con Natalia, y el libro que cree deberían leer todas las personas es Project Hail Mary de Andy Weir.
Pasadas las ocho de la mañana y cuando el lugar está lleno, Santiago pasa al frente para iniciar su charla titulada: ¿Cómo robamos en nombre del arte?

Para iniciar dice que todos, debido a un libro muy conocido en el ámbito creativo, nos creímos el cuento de robar como artistas.
Es una consigna muy revolucionaria, pero solo hay un problema con ella: el derecho. Santiago lo considera como el palo en la rueda de la creatividad, pues siempre está del lado de los intereses económicos, es decir, del dueño.
“Hay unas líneas en el piso que se deben seguir, y que dictan las reglas de cómo debemos jugar, ese es el derecho”, afirma.
Cree que lo que pasa a menudo es que las personas tienen problemas con esas líneas, pues a cada rato inventan unas nuevas, en vez de seguir las que ya existen.
“Para incorporar algo ajeno a nuestro trabajo, siempre hay formas legales de pedir permiso y pagar”, concluye.

Pero hay casos de casos. Unos que no tienen sentido, como el del tatuador que le exigió a una mujer tapar el tatuaje que le había hecho cuando saliera a marchar,porque no apoyaba su ideología, y otros como el mito de los 8 compases.
No es cierto que no se vayan a infringir los derechos de autor, si se copian menos de ese número de compases sin autorización.
“Se inventan esas reglas para poder dormir tranquilos por las noches”, dice.
Hay muy pocas líneas que se pueden cruzar, pero no en nombre del arte, sino cuando se trata de temas como la educación, la información y la libertad de expresión, nos cuenta.
Para concluir su charla comenta lo siguiente:
“Si entienden las líneas que están en el piso, van a poder crear más libremente”.
CreativeMornings/Bogotá le quiere dar las gracias a todas las personas y empresas que hicieron posible esta charla: A Juanita Echeverry por ser la anfitriona del evento, un lugar al que esperamos volver; a Osa Imagen por la producción audiovisual; a Arturo Borda por el registro fotográfico; a Stay Crafty por brindarnos un delicioso desayuno, y a ti por hacer parte de nuestra comunidad creativa y apoyar nuestros eventos.
Espera pronto información sobre nuestra charla de Abril bajo el tema Movement.

Escrito por Juan Manuel Rodríguez B. (Haki Storytelling).
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EL CAZADOR DE PAISAJES SONOROS
“Los viernes son siempre días frescos”, dice una canción de Blind Melon.
Sin duda son días que se sienten distintos, mucho más si hay evento de CreativeMornings.
Lo primero que me toca cuando salgo a la calle es el aire frío de la mañana. Luego llegan los sonidos: mis pasos sobre el pavimento, los pitos de los carros, voces de personas, sirenas; la ciudad que se termina de despertar.
Tiempo después Juan Pablo Culasso llega a Colabora Space, el lugar que por segunda vez acoge a la comunidad creativa.
Es el speaker encargado de darnos la charla sobre Touch, el tema del mes, escogido a nivel global, para CreativeMornings.
Desde hace más de 20 años, Juan Pablo trabaja en la grabación y divulgación de sonidos de la naturaleza.
Cuando tenía 16 años hizo una salida con un grupo de biólogos para buscar pájaros capuchinos. Esa vez el líder del equipo le dio unos casetes cromados junto con un reflector parabólico, para que grabara sus trinos.
Yo quiero dedicarme a esto por el resto de mi vida, pensó en ese momento.
En 2014 fue el ganador de la primera edición del programa Supercerebros, transmitido por el canal National Geographic, gracias a su habilidad para identificar a las aves por sus cantos.
Momentos antes de iniciar la charla, aprovecho para hablar un poco con él. Cuando le pido una definición de tacto, responde: es mi mundo; Juan Pablo es ciego de nacimiento.

No puede vivir sin café y sin chocolate amargo. “El chocolate dulce no existe”, sentencia. Su actividad favorita es ir al campo a grabar sonidos, y sus lugares preferidos son los páramos y los bosques de niebla.
Si de comida se trata, cree que nada supera el atún rojo crudo.
Uno de sus sueños es poder ir a un concierto de Bruce Springsteen, y su libro favorito es Papillon de Henri Charriere.
“Tengo un apellido súper feo”, dice para comenzar su charla y luego ríe. “Quiero contarles cómo una persona ciega es creativa y trabaja con el sonido”.
Cuenta que la naturaleza es inclemente y no da muchas oportunidades. De ahí la importancia de tener los mejores equipos, dar REC y esperar a que las cosas salgan bien.

Luego pregunta lo siguiente: “¿Tienen idea de qué es lo que más se está perdiendo?”
“Biodiversidad”, responde un hombre, y otro par de asistentes se aventuran a dar una respuesta, pero ninguno acierta.
“Estamos perdiendo el paisaje sonoro. Cada vez tengo que ir más lejos e invertir más para capturar los sonidos de la naturaleza. He estado en lugares en los que el sonido del paso de un avión dura hasta diez minutos”.
Eso es algo que lo preocupa, pues su trabajo consiste en captar paisajes sonoros, así que vive con la incertidumbre de no saber si a los pocos días de registrar uno, de repente va a dejar de existir.
Juan Pablo cuenta que uno de los mayores desafíos de su trabajo es que los micrófonos no eligen lo que quieren captar. Además, para un buen sistema de sonido se debe invertir de 25 a 30 mil dólares.
Piensa que el sonido es una fuente inagotable de imaginación, un mecanismo para rememorar recuerdos, y cree que es mucho más difícil de trabajar que la imagen.
“Estamos muy lejos de grabar algo y ser fieles a lo que el oído escucha. Lo único que puede competir con el sonido es un libro”, concluye.
Su trabajo como sonidista de la naturaleza le ayuda a comprender el mundo, y uno de sus mayores logros ha sido la creación de la primera ruta de sonidos de aves para ciegos.
En cuanto a su discapacidad dice: “La gente te mira el triple y te juzga por igual”. Cree que ante eso hay dos opciones: caer en el discurso de “Pobrecito yo” o darle con toda siempre para adelante.
“Quiero mostrarles un sonido” dice, al tiempo que deja el micrófono sobre la mesa y comienza a manejar su portátil de forma hábil.

Lo que suena parece ser el ruido del viento, agua y el trino de distintos pájaros.
Detiene la grabación para decirnos: “Es un sonido sutil de dos gansos sobrevolando un lago. Por suerte dejé el micrófono en ese lugar, y aunque estaban pasando muchos carros, logré rescatar 20 segundos de una grabación de una hora”.
Luego pone una grabación de un atardecer en Brasil. Se escucha los trinos de muchos pájaros como si estuvieran conversando. Juan Pablo dice: “Fíjense en las capas del sonido. Se escucha más suave porque fue grabado en la sabana. Cuando hay menos obstáculos, el sonido se propaga menos”.
Y así nos enseña otro par de grabaciones, pero cada vez que pone una, se alcanza a notar lo mucho que disfruta el sonido de la naturaleza y compartir su conocimiento con las personas.
Su discapacidad, parece, le permite relacionarse con el mundo de otra manera. tal vez una más sensible.
Para finalizar nos enseña una grabación del pacífico colombiano, de un lugar situado 50 kilómetros adentro de la carretera hacia Buenaventura.
“Ha sido uno de los paisajes más bonitos que he grabado hasta el momento”, cuenta.
CreativeMornings/Bogotá le quiere dar las gracias a todas las personas y empresas que lograron que esta charla fuera posible: A CO+LABORA, por acogernos una vez más en sus agradables y creativas instalaciones; a Stay Crafty y Café Pensado por brindarnos un delicioso desayuno; a Osa Imagen por el registro audiovisual del evento, y a Jackie Frysz por el fotográfico, y como siempre a todos los miembros de nuestra comunidad creativa por la asistencia y el apoyo a todos los eventos.
Esperen pronto en nuestras redes sociales, toda la información del evento de marzo bajo el tema Corrupción.
Escrito por Haki Storytelling.
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PIPOL QUE TRATA TEMAS PROFUNDOS
Son un poco más de las 7 a.m. y nos encontramos en el punto de venta de Kupa, una marca de diseño que busca cambiar el mundo un color a la vez.
Afuera, en el costado oriental de la carrera séptima, se arremolinan los asistentes de la charla sobre Depth, el tema escogido a nivel global para CreativeMornings, que está a punto de dar la periodista económica María Camila Gonzáles.
Ella aparece con un morral al hombro y su pelo crespo que, parece, protege las miles de ideas que lleva en su cabeza. Antes de que el equipo audiovisual de Osa Imagen la ocupe, aprovechó para charlar un poco con ella.
“ ¿Qué significa para ti lo profundo?”, le disparo a quemarropa la pregunta después del saludo.
“Uish que pregunta tan profunda”, responde y sonríe. “Para mí tiene que ver con conexiones y relaciones”, concluye.

Maria Camila, una fan a morir de la pasta, no puede vivir sin el arte y el estímulo visual del mundo que la rodea, por eso busca diferentes maneras para conectarse con ideas, personas y objetos.
Sobre libros me cuenta que ahora está leyendo Economía en Colores, una obra que explica, de manera sencilla, por qué es importante la economía.
Una novela que la marcó en su juventud fue 1984, de George Orwell, porque amplió su perspectiva de cómo funciona el mundo, al tiempo que le dio un acercamiento político de la realidad.
Tomar café acompañada de un libro le parece un plan perfecto, y un lugar que le encanta es Nueva York porque pasó mucho tiempo de su infancia en esa ciudad.
Luego de que le ponen el micrófono Maria Camila pasa al frente para iniciar su charla.

Cuenta que Economiaparalapipol tuvo su origen en un tweet, cuando estaba cubriendo la reforma tributaria del estallido social del 2019. En ese entonces notó que había una desconexión entre lo que la gente pedía y lo que el gobierno y los medios comunicaban.
Entonces trinó: “¿Quién se apunta a buscar una forma de explicar y desmentir tanta cadena falsa en redes?”
Varias personas respondieron a su llamado, así que abrió un grupo de WhatsApp con el nombre “Economía para la gente”, y una de las integrantes fue la que propuso el actual: Economíaparalapipol.

Ella y su equipo de trabajo se han dado cuenta de que la imagen si importa y por eso su feed de Instagram cuenta con colores brillantes y llamativos, que ayudan a resaltar el lenguaje sencillo con el que traducen todos los tecnicismos económicos de la prensa tradicional.
Algo que deja claro es que tanto ella, como Valerie Cifuentes y Angélica Benavides, sus compañeras de proyecto, antes que nada son periodistas, y que los temas que tratan los han aprendido como ciudadanas.
Uno de los objetivos de Economiaparalapipol es buscar cómo romper barreras tensas mediante el humor; Por eso hacen uso de memes o secciones como “Lo chimbita y lo paila”.
También están incursionando en el mundo del video con “Ideas para la inclusión”, un podcast en el que bajo la misma línea de lenguaje sencillo que utilizan en redes, explican de qué manera se puede derrotar la desigualdad.

Su proyecto ya está inscrito como empresa, y su trabajo les ha permitido convertirse en traductoras de distintas entidades financieras, que las buscan para que expliquen sus proyectos de forma sencilla.
“Es raro, ni nosotras sabemos bien que somos”, cuenta María Camila sobre su modelo de negocio. Por ahora lo define como un híbrido entre medio de comunicación y plataforma de educación y pedagogía.
Sin embargo, las marcas identifican Economiaparalapipol como un espacio de asesoría de comunicaciones. “A las entidades se les olvidó la importancia de hablarle sencillo a sus audiencias”, dice.
“El secreto de nuestro proyecto es responder a preguntas que está haciendo la gente y que no tienen cobertura en medios de comunicación”.
Para finalizar la charla, una de las preguntas que le hacen es sobre consejos para afrontar económicamente el año que viene. Nos da tres:
Olvidarse de los gastos.
Es mejor tener a metros los créditos.
Si piensan utilizar la tarjeta de crédito, lo mejor es pagar siempre a una cuota.
“2023 es un año para estar tranquilos y no gastar tanto”, concluye.
CreativeMornings/Bogotá le quiere dar las gracias a todas las empresas y personas que hicieron posible esta charla: a Kupa, por prestarnos su espacio lleno de creatividad para esta charla; a Osa Imagen por toda la producción audiovisual; a Cesar Jojoa por el registro fotográfico del evento; a Café Blanco por brindarnos un delicioso desayuno, y como siempre a toda nuestra comunidad creativa por su asistencia y apoyo a nuestras charlas.


Esperen pronto toda la información de nuestro próximo evento, bajo el tema verdad, en nuestras redes sociales.
Escrito por Haki Storytelling.
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¿QUÉ QUIERES SER HOY A LAS 5 DE LA TARDE?
Por fin, después de dos años, vuelven las mañanas creativas de CreativeMornings/Bogotá.
El clima parece estar de mal genio y gustarle poco la idea, pues el cielo está lleno de nubes grises y oscuras , con un aguacero a punto de desprenderse de ellas.
Estamos en Cuadrilla, el lugar anfitrión de la charla, un espacio que rinde tributo a la cerámica, el arte y la creatividad. Los asistentes comienzan a llegar, desafían todos los cánones del distanciamiento social, y se saludan con apretones de mano y abrazos acompañados de sonrisas.
El ceramista Miguel Ortiz, será el encargado de hablarnos sobre Now, el tema seleccionado a nivel global para CreativeMornings.
Ortiz, de barba poblada y hablar pausado, dice que no puede concebir su vida sin hacer cerámica. Lleva una chaqueta larga y de uno de sus bolsillos se asoma un peluche, al parecer un perro de su hija pequeña, que lo acompaña junto con su pareja.

Le gusta comer cualquier comida que se pueda preparar al wok, “de hecho tampoco podría vivir sin un wok”, dice.
Un lugar al que siempre volvería es Chapinero, pero al momento de seleccionar un sitio en particular en donde pasar tiempo , escogería su casa pues le gusta ocuparse en ella “Ese es mi encarrete”, concluye.
Le pregunto cómo define el concepto del ahora, se queda callado por unos segundos y luego dice: “Lo que quiero ser hoy a las 5 de la tarde”.
Su libro preferido es Brooklyn Follies de Paul Auster y una de sus bandas favoritas es Kings of Convenience y de ellos le gusta la canción Summer on the west hill.
En el año 2014 fundó Taza de Casa, un taller y escuela de cerámica. Su proyecto, más allá de un emprendimiento, es algo personal e íntimo, que siempre ha tenido como principal objetivo cambiar su estilo de vida y forma de trabajo.
El lugar ya está lleno y Ortiz pasa al frente de un escenario improvisado. “Que bueno estar juntos luego de la virtualidad”, dice para iniciar su charla.
Menciona que el ahora es algo que lo apasiona y que hacer cerámica es un ejemplo claro de cómo habitar el presente en la práctica, pues al tener las manos embadurnadas de material, es imposible hacer otras cosas como usar el teléfono, ya que el material cobra cualquier distracción que se tenga durante el proceso.

Su primer contacto con la cerámica lo tuvo a los 7 años en el taller de la maestra Sandra Castillo, y aunque abandonó la actividad durante muchos años, dice que fue algo que le quedó grabado en algún lugar de su memoria.
Hablando sobre la niñez, menciona que no le gusta esa pregunta que le suelen hacer a los niños sobre el futuro: ¿Y tú, qué quieres ser cuando seas grande?. A él, ese interrogante solía ponerlo nervioso, pues lleva consigo una carga muy pesada, además de que la respuesta nunca se toma de forma seria por parte de los adultos.
Hasta su adolescencia nunca se le pasó por la cabeza ser ceramista. A sus 18 años no sabía qué quería ser. Decidió estudiar Comunicación Social, porque creía que era una manera de acercarse al arte y otros temas que le interesaban. En medio de esa búsqueda personal consiguió un trabajo en la radio.
No dejaba de hacerse la misma pregunta: ¿Qué quiero ser cuando sea grande? El curso impredecible de la vida lo llevó a trabajar en la oficina de comunicaciones del Banco de la República, un trabajo corporativo en el que debía generar contenido empresarial.
Ortiz dice que fueron unos años duros, en los que cumplió con las expectativas externas de contar con un trabajo estable y prestigioso, pero su creatividad y ganas de hacer cosas no se estaban materializando.

Uno de sus últimos proyectos en ese lugar, consistió en la creación de un plan de comunicación a 5 años. Uno de los componentes era un video de las personas trabajando en sus cubículos, pero no funcionó y le pidieron que mejor contara una historia.
Revisando imágenes para lo que le habían pedido se encuentra con la de un tornero, y eso le hace recordar su niñez y lo bien que la pasaba en el taller de su maestra. Entonces piensa: “Quiero volver a hacer cerámica”.
Abandona ese trabajo e ingresa a la Secretaría de Educación. En ese lugar se encontró con La ética del cuidado, una corriente filosófica que estudia cómo construir relaciones de cuidado con nosotros mismos, los demás y el entorno; fue algo que lo marcó.
Cae en cuenta de que en la alcaldía no había nada de cuidado, sino más bien violencia y maltrato y eso lo hizo entrar en un momento de crisis.
Para ese entonces, a sus 28 años, se seguía haciendo la misma pregunta de siempre, pero en ese momento, con las experiencias que había vivido y lo aprendido hasta el momento, la reformuló: ¿Qué quiero ser hoy a las 5 de la tarde?
Ese nuevo interrogante tenía que ver con preguntarse sobre el estilo de vida que quería llevar y no sobre su profesión.
Entonces comenzó a dar diferentes respuestas a la nueva pregunta: “Quiero decir que almorcé en mi casa; saber que no me monté en Transmilenio”. Y en ese instante decidió retomar la cerámica.
Parte de su inspiración le llega de cómo ve a la gente vivir con una economía justa, como la mujer que le dio clases cuando era pequeño, sin necesidad de aspirar a grandes sumas de dinero. Es así que Ortiz desea, con mucha fuerza, tener un estilo de vida como el de los maestros artesanos.
También descubre que tiene talento para la cerámica y vende sus primeras piezas a familiares.
Durante todo su proceso nunca deja de plantearse la pregunta: “¿Qué quiero ser hoy a las 5 de la tarde?, pero ahora cuenta con una respuesta contundente, que encuentra en el oficio: “Quiero vivir haciendo cerámica”.

Con algunos ahorros compra un torno y alquila un espacio de trabajo. A su interrogante principal se le suman otras preguntas: “¿Qué voy a hacer con la cerámica? ¿Cuál es el camino de emprender?”
Aprende a tornear y a disfrutar el proceso de hacer. También se pregunta sobre el aburrimiento, y qué debe hacer para no experimentarlo: “¿Qué camino debo escoger para que no me aburra?”. Se da cuenta que la respuesta está en el oficio de artesano
“La cerámica no es mucho de lo que uno quiera hacer, sino lo que los materiales nos dejen”

Comienza a desarrollar productos y va modificando, a medida que transcurre el tiempo, su proyecto, pero siempre respondiendo a la necesidad personal de cambiar su estilo de vida. Cae en cuenta de que necesita vender para hacerlo sostenible, que le gusta dictar cursos y que la enseñanza de su arte también es una forma de llevar la vida que quiere.
Al día de hoy su proyecto es tanto un taller como una escuela.
Para cerrar su charla nos cuenta que es padre de una niña de 6 meses y que al día de hoy todo le ha salido como lo ha planeado, pues puede estar en casa, presente en su crianza.
Creative Mornings le quiere dar las gracias a todas las personas y empresas que hicieron posible este evento: A Cuadrilla por celebrar por primera vez una mañana creativa en sus instalaciones; a Osa Imagen por la producción audiovisual y a Beto Durán por el registro fotográfico del evento; a Café Pensado y Stay Crafty por brindarnos un delicioso desayuno, y como siempre a todos los asistentes al evento y a toda la comunidad de CreativeMornings/Bogotá, por apoyar, mes a mes, cada charla.



Pd: Esperen pronto en nuestras redes sociales, toda la información de la charla del próximo mes, bajo el tema Wilderness
Escrito por: Haki Storytelling
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UNA MUJER INCÓMODA
Faltan pocos minutos para las 8 de la mañana, y Esperamos que Vanessa Rosales se conecte. Quizás lo mejor sea presentarla solo con su nombre, pues interpreta diferentes roles: Escritora, critica cultural, ensayista, historiadora, entre otros, y es imposible encasillarla solo en uno. Si hay algo claro, es que su intención siempre ha sido tener una vida guiada por la búsqueda intelectual.
Cuando aparece en pantalla, al fondo se ve una pared con retratos, unos estantes con libros y una máquina de escribir. Le mencionamos que es un espacio acogedor. Sonríe y nos cuenta, con un acento que delata su origen, que es su cueva creativa.
Minutos más tarde, luego de dar ingreso a los asistentes, Rosales inicia su charla.
“Desde hace mucho el matriarcado está cansado, pero sobre todo está incómodo”, dice.
Apenas termina la carrera de historia en Bogotá, añora escribir sobre estética y moda. Flickr, el espacio digital de moda en ese entonces, le sirve para ese propósito, y le siembra una inquietud sobre cómo las plataformas digitales marcan la parada en cuanto a estética.
Después de graduarse viaja a Argentina para cursar una Maestría de periodismo en la universidad Torcuato Di Tella.
Es allá donde el acto de mirar se le convierte en una gran obsesión y comienza a fijarse en su generación, en cómo se visten, cómo consumen drogas, qué tipo de música escuchan, dónde socializan, y cuáles son las estéticas que articulan sus acciones.
También cae en cuenta de que con el periodismo puede consolidar sus ganas de escribir sobre estética y hacer teoría social.
Las lecturas rígidas del entorno le muestran que hay temas considerados indignos desde el punto de vista cultural. En Buenos Aires se da cuenta de la resistencia que tiene la sociedad hacia la moda, al considerarla banal, pero en ese lugar, esta es una industria más evolucionada.
El periódico local cuenta con un suplemento de moda y, fiel a sus obsesiones, logra escribir en él.
Cuando regresa a Colombia trabaja como editora de moda en Arcadia y escribe una columna para el Heraldo, que le permite explorar la crítica social y la teoría cultural.
Luego, estando en Cromos, se hace evidente la multiplicidad de sus intereses: melomanía, cine, y todos los fenómenos de la estética de las expresiones culturales. Es en ese momento cuando reafirma su incomodidad, siente que no encaja en esos modelos laborales y, cuando cree que ha agotado todas las formas de mirar la moda, se lanza a la independencia.
Después, cuando gana visibilidad, se da cuenta de que le hace falta convertirse en ensayista. En el año 2012 viaja a Nueva York a hacer una maestría sobre Estudios de moda, en la escuela de diseño Parsons.
En la gran manzana llega a las orillas de la teoría feminista, y logra entender que lo que había querido hacer existe, y que su intuición la había guiado por buen camino. La maestría le enseña a pensar sobre moda de la manera en que quería hacerlo.
En Parsons, de la mano de su mentora, se encuentra con teorías feministas que van a nutrir su trabajo, como la teoría feminista del cine de los 70.
Luego comienzan a aparecer otras incomodidades: Ser consultora para marcas, trabajar para el Concurso Nacional de Belleza, donde asesora a Paulina Vega, y el desafío de verse como una escritora. A manera de rebeldía comienza a escribir textos largos.
Parte de su incomodidad proviene de ese adoctrinamiento que han querido imponer algunos pensadores culturales. Lo combate siendo híbrida y con elementos que nunca pueden faltar en su vida: pensamiento crítico, autocrítica y reconsiderar las posturas; aspectos que no le permiten estancarse y que le implican muchas mudanzas de piel.
Como personaje que habita una tensión entre lo público y lo intelectual, requiere largos periodos de soledad: momentos de introspección, de mirar adentro.
Actualmente su trabajo implica la escritura de libros, como Mujer Incómoda, que le permiten desplegar su temperamento como escritora.
Mujer vestida, su podcast, ha sido un espacio significativo, porque ha consolidado el híbrido que incomoda tanto, y le ha permitido distanciarse de la imagen. El hecho de que la escuchen y no la vean, le ha permitido articular muchas de sus inquietudes culturales, alejándose de la su imagen.
“Me doy cuenta de que lo incomoda que sigue siendo para el mundo la búsqueda intelectual”
CreativeMornings/Bogotá le quiere dar las gracias a todas las personas y empresas que hicieron posibles esta charla, y a todos los asistentes e integrantes de la comunidad por asistir a los eventos.
Te invitamos a que estés pendiente de nuestras redes sociales, donde pronto te podrás inscribir a la charla sobre Home que vamos a tener con Luciano Denver. el próximo viernes 20 de agosto.
Escrito por Juan Manuel Rodríguez B.
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SABER PERDER EL TIEMPO
Para cambiar un poco la rutina, transmitimos la charla del mes, a cargo de Diego López García, desde Rose Pastry Shop, lugar que, por primera vez. le abre las puertas a la comunidad CreativeMornings/Bogotá.
El artista
“Es emocionante volver a tener contacto con las personas después de tanto tiempo.”
Esa es la frase con la que López, ilustrador y escritor autodidacta, inicia su charla sobre procrastinación, el tema de abril para Creative/Mornings.
López es un santafereño del alma, una característica que, piensa, le ha ayudado a forjar su carácter.

Según sus propias palabras, es un súper ñoño al que le gustan los videojuegos, coleccionar figuras, y toda actividad que implique inversiones innecesarias. Es bueno procrastinando, pero malo para lavar la loza.
Le gusta meditar porque cree que es una pausa importante para alejar la cabeza del ruido, e intenta siempre estar en contacto con la gente que quiere mucho. “Eso es importante porque lo llena a uno, y lo anima a hacer diferentes cosas”, dice.
Para López la comida de mar es como un hobby. El arroz con pollo que hace su mamá también ocupa un puesto especial entre sus comidas favoritas.
El sector que más le agrada de Bogotá es Chapinero, porque es un barrio que le trae muchos recuerdos; de Colombia le gustan Cartagena y Guatavita, y del exterior le gusta Oaxaca, México.
No tiene un libro preferido. Piensa que ninguno debería dejar de leerse, pues incluso de los libros “malos”, también se aprenden cosas.
No puede vivir sin las personas que quiere, su perro, los videojuegos y sus implementos de dibujo, pero aclara que todo lo material se encuentra en una escala muy baja en comparación con los seres vivos, familiares y amigos que lleva en su corazón.
De niño prefería a Batman que a Baldor, y siempre sintió una gran afición por el dibujo. De los libros del colegio, las ilustraciones era lo más le llamaba la atención y le gustaba reproducirlas.
Tiempo después, cuando estudió ilustración, se llevó una gran sorpresa, pues la persona que le enseñó fue el gran maestro Edgar Ródez, el mismo que ilustraba esos libros.
Entró a estudiar cine, pero apenas comenzó la carrera se dio cuenta que casi no dibujaba, y por eso la abandonó, pues quería hacer algo relacionado con los comics.
En medio de su introducción, nos invita a dibujar un círculo Enso, una forma del zen que, en su simpleza, representa la armonía y el estado de ánimo de una persona, según el trazo de este.
El procrastinador.
Su contacto con el dibujo se diferenció del de muchas personas, pues nunca lo vio como una manera de perder el tiempo dibujando “mamarrachitos”, sino que esa”pérdida” de tiempo se convirtió en su trabajo.
López habla de la importancia de “perder el tiempo”. Piensa que lo que sea que hagamos, nunca lo será ,si nos ayuda en nuestro proceso creativo.

Cuando no está ilustrando ni escribiendo, gasta su tiempo en internet para encontrar cosas nuevas que le pueden servir. Considera importante hacer otras cosas que no tengan nada que ver con el trabajo, para que los proyectos sigan su curso. En otras palabras, no considerar el tiempo libre como un enemigo.
Fiel a sus principios y en medio de su procrastinación, un día le llegó una invitación de una editorial alemana para ilustrar una baraja. Con ese trabajo gana el premio alemán de diseño Red Dot, y eso le abre las puertas de diferentes escenarios internacionales.
“Eso de perder tiempo en internet, termina por darme reconocimiento hasta en Turquía”, dice.
Nos cuenta que Instagram es su container de procrastinación, y que cuando quiere desestresarse publica en esa red social.
Siempre aprovecha esos espacios para generar un mensaje y tratar de ayudar desde lo que sabe hacer: dibujar.
El dibujo (trabajo)
Si vamos a dibujar no hagamos algo que sea un insulto, sino que le genere una inquietud a quien lo vea.
López cree que todos somos creativos y que no debemos negarnos esa posibilidad, bien sea con el dibujo, la escritura o cualquier expresión artística.

“Uno no necesita ser Leonardo Da Vinci, para que la gente se conecte con lo que uno hace”.
“Si ustedes saben escribir saben dibujar porque la base es la misma: círculos y líneas”, aclara.
En los últimos años ha enfocado su trabajo en generar un mensaje positivo, sin desconocer lo que pasa, dándole un enfoque optimista a lo que tiene a su alrededor, pues piensa que si nos llenamos de negativismo es imposible salir de ciclos oscuros.
Piensa que una de las fallas en creatividad a nivel Colombia, es ver lo social como algo aburridor, pues hay muchas maneras de contar cualquier suceso de forma creativa y divertida, sin quitarle seriedad a los temas.
Cuando tiene tiempo libre trata de hacer otras cosas, aprender nuevas y mezclarlas con las que ya sabe hacer. En medio de ese proceso siempre piensa como resolver algo; a eso lo define como: “pensar, sin pensar, en lo que tengo que hacer.”
Para finalizar ´su charla dice: “también hay veces en las que dejo de trabajar para compartir en charlas como esta. Estoy conmovido por todo, porque me parece muy bonito ver gente conectada y charlando”.
Creative Mornings Bogotá le quiere dar las gracias a todas las personas y empresas que hicieron posible este evento: A Rose pastry shop, por acogernos en sus instalaciones para transmitir el evento, a Osa Imagen Streaming por la producción audiovisual, y a Diego Zamora por el registro fotográfico.
Esperen pronto en nuestras redes sociales, toda la información de la charla de mayo.
Ecrito por Juan Manuel Rodríguez Bocanegra
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RADICALIZAR LA EMPATÍA
Esperamos a que se conecten todos los asistentes a la charla sobre Radical, el último tema del 2020 para Creative Mornings, a cargo de Ita María.
María, caleña, economista por azares de la vida, feminista y, por si a alguien le interesa, piscis ascendente virgo con luna en capricornio; es la cofundadora de la colectiva Viejas Verdes, y autora del libro “Que el privilegio no te nuble la empatía”. Los temas que han hilado su trayectoria profesional han sido: moda, redes sociales, creación de comunidades y narrativas; feminismo, empatía, entre otros.
Cuando la mayoría de los asistentes están conectados, da inicio a su charla. Nos cuenta que tuvo mucha presión social al momento de escoger una carrera, y que tomó decisiones en automático. Odia ser economista, pero no puede negar que esa es una de sus credenciales.
Cuando terminó su carrera, se fue a vivir a Bogotá y comenzó a trabajar en una empresa internacional de textiles, lugar en el que encontró a diferentes mentoras y maestras. “Esa es una industria complicada y llena de sesgos: clasista, machista, racista, y aún no contaba con las herramientas para entender esas dimensiones”, nos cuenta.
Distintas mujeres le ayudaron, por medio de pequeñas revoluciones en el mundo de la confección, a abrir los ojos y ver esa industria de otra manera. Ese momento coincidió con la aparición de los blogs, los podcasts de ese tiempo, que permitían centralizar los discursos y las opiniones. El suyo se llamó “De la moda y otros demonios”.
Más adelante aparecieron las redes sociales, y con su equipo comenzaron a crear comunidades muy sólidas. Esa actividad le generaba más satisfacción que su trabajo como gerente de mercadeo; renunció y se metió de lleno en el mundo de la independencia.
Cuando hablaba de moda todo era de color rosa y la aplaudían, pues es un tema que se suele asociar con lo femenino. Su proceso de renuncia estuvo acompañado de muchos temas políticos, que la obligaban a salir de lo privado y a evidenciarlos en lo público. Eso era algo que no estaba bien visto, y fue uno de los detonantes para que renunciara.
Tiempo después tuvo la oportunidad de trabajar con WGSN, una agencia de pronóstico de tendencias de Londres, experiencia que le permitió ver la industria de la moda desde su interior: investigaciones de mercado, materiales, vestuario, entre otros aspectos.
En el 2014 la macrotendencia softpop, que buscaba que el feminismo se entendiera de forma más fácil, por medio de narrativas millenials y digitales, es algo que le da la vuelta a su cabeza y la manera como entendía el feminismo.
Así, desde el pronóstico de tendencias, fue su entrada al feminismo. Esto le permitió ver que, a futuro, iba a haber una eclosión de nuevos feminismos, en la que se iban a desdibujar los conceptos de género e identidad.
En el 2016 llegó el plebiscito, y la política fue un tema que atravesó diferentes espacios. Comenzó a hablar sobre ese tema, algo distinto a la industria en la que se movía, y con cada paso que daba se iba alejando más de la moda.
Luego vino la movilización social, el salir a las calles a reivindicar algo. Diferentes mujeres feministas la contactan por redes sociales, y la invitan a hablar sobre otros temas como el aborto; es una época que viene acompañada de todo tipo de insultos y bullying en redes sociales.
Eso da pie, en el año 2018, a la creación de la colectiva viejas verdes. Ella y sus colegas buscan otras formas de conectar, por medio de historias, dibujos, videos, entre otros formatos narrativos.
Para María, el feminismo ha sido algo radical en su vida, pues nunca le permite ver las cosas de la misma manera como lo venía haciendo. Dice que continúa ganando herramientas, pues no lo considera estático, sino en construcción permanente.
Con su trabajo se ha dado cuenta de que la empatía había sido el hilo conductor de todo, y la explicación de por qué había cosas que le molestaban, temas que no habían sido tocados en el colegio, la universidad; incluso ni en su casa.
Ese malestar socio-personal es lo que la ha llevado a hablar de empatía como un movilizador y detonante creativo. En sus propias palabras, “le raya” que el término se suela confundir con lástima, y piensa que deberíamos cuestionar qué se está haciendo, y qué debería significar realmente, de ahí la invitación a radicalizarla.
Su propuesta es abordar la empatía desde la politización ciudadana, desde los feminismos y movimientos sociales y, sobre todo, verla como un medio y no un fin. Pensar que es algo que puede generar cambios de raíz y que atraviesa al individuo de forma completa.
“Esto es lo radical, algo que adoptas completamente, y algo
que te permite ir a la raíz de los problemas”
— Ita María
Queremos darles las gracias a todas las personas y empresas que nos acompañaron en los eventos del año pasado. Este año vamos por más conversaciones creativas. Esperen pronto la información de nuestra primer charla del 2021 en nuestras redes sociales
Escrito por Juan Manuel Rodríguez Bocanegra
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