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Sentir el tiempo en cada inhalación y dejar que fluya al ritmo de la exhalación;

Es como disfrutar del placer de vivir el momento hasta quedar exhausta del deleite.

Apreciar cada nota de una canción lenta, que quizás su letra no sea de lo más animosa, porque lo que realmente importa es el ritmo que hace vibrar la piel.

Ir caminando rumbo al horizonte, siguiendo los arrebolados indicios que me lleven conmovida hacia el final del ocaso.

Recostarme en la cama, dejándome colgar desde mis hombros, soltando los brazos, la sangre se invierte a mi rostro, en mi cabeza no cabe más que la tranquilidad alojada en mi entorno, mi mente se transporta hacia el todo y a la nada al unísono.

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Está bien si después de llevar por tanto tiempo una emoción estancada, veo una película que me provoca un desborde en llanto, y después termino sintiéndome aliviada, incluso, casi feliz?

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Qué tal si creamos una nueva forma de amar, abriéndonos a aceptarnos así como somos, con nuestras luces y sombras, como cuando éramos adolescentes; de manera incondicional, siguiendo nuestros instintos acompañados de nuestras afinidades, caminando el futuro siendo cómplices de nuestras equivocaciones, travesuras, planes y sueños.

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28/01/2025

También existen los buenos recuerdos, como los que se presentan cuando uno se siente en peligro, e inmediatamente se viene el recuerdo vívido de la imagen de la persona que más seguridad dió en algún momento de la vida.

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Hay veces que lo mejor que se puede hacer es soltar el sobrepensamiento y comenzar a agradecer.

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Casi todo en la vida es adictivo... Por lo tanto, qué es lo que más te gusta Hacer/Pensar/Sentir?

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Eres de Chile?

Así es.

Aunque en varias ocasiones siento que soy parte del todo y otras, de nada.

De dónde eres tú?

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05/01/2024

Es heavy cuando uno abre conciencia, comienzo a realizar actividades que le dan sentido a mi vida, pero no las puedo disfrutar y, eso es porque en la crianza, los modos en que fui tratada me condicionaron a ver y vivir la vida desde un rol que mi alma no se hallaba ni estaba destinada a permanecer.

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Sana, sana corazón,

Sana en tu proceso;

Sana, sana corazón,

Sana con un abrazo;

Sana, sana corazón,

Sana que verás el sol;

Sana, sana corazón,

Sana que ya sentirás calor;

Sana, sana corazón,

Mira los colores en tu interior;

Sana, sana corazón,

Ya volarás con tu amor;

Sana, sana corazón,

Pronto sacarás tu voz;

Cariñito al corazón,

Dejarás la desazón;

Sana, sana corazón,

Y te rodearás de amor.

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Las 2 caras de la moneda

Supongamos que la moneda representa el país del que provengo; una hormiga común visita el sello de la moneda, y se percata de que las cucarachas que habitan ese lado comienzan a reírse de la manera de hablar de la hormiga, de los nombres que poseen, el modo de reír, remedan sarcásticamente la forma de expresarse y se burlan de sus vestimentas y el estilo de vida. La hormiga desconcertada, después de terminar lo que tenía que hacer en ese lado, se dirige hacia la cara de la moneda, donde aprovecha de conocer el entorno de ese lugar hasta poder encontrar a los escarabajos con quienes había concertado una actividad. La hormiga saluda, y los escarabajos saben que no pertenece al sector, y se sorprenden de compartir con una especie de otra clase quien vive las mismas situaciones que ellas. Por supuesto, permitieron el ingreso de la hormiga al círculo, sin embargo, no accedieron a escucharla, ni conocerla, por lo que la hormiga se quedó con una sensación extraña al dejar la cara de la moneda. La hormiga no entendía el comportamiento de las cucarachas y de los escarabajos, pues sentía que podía interactuar con ambas especies, pero no veía la misma recepción a la inversa. Entonces, en vez de quedarse con esa impertinencia, optó por aprender lo mejor de esas realidades, y continuar su propio camino.

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28/12/2024

Ahora que me siento cada vez mejor gracias al proceso de sanación y autoconocimiento, veo ciertos efectos adversos que quizás son porque hay factores de la vida que están yendo en contra de mi naturaleza. Esto tiene que ver con trabajar en modalidad remota en mi departamento, cinco días a la semana, 44 horas frente a un computador, realizando procesos monótonos y repetitivos, sin poder mirar o interactuar con otras personas cara a cara. Este año decidí proponerme de alguna forma salir fuera de mi zona de confort, exponiéndome a actividades de mi interés, pero que a la vez, requiera de algún tipo de desafío, generalmente ligado a compartir con otras personas, abrirme a ellos, confiar y, si todo sale bien, quizás, cultivar alguna amistad o algún tipo de relación, cual sea que nos nutra a ambas partes, lo cual me ha hecho bastante bien, ya que he retomado el gusto por conversar, cada vez me siento más segura de compartir mi punto de vista, y he establecido diálogos profundo que se han dado naturalmente. A la vez, también me he sentido más considerada por las personas con quienes comparto, se han interesado en conocerme, lo que también me hace sentir viva otra vez. Por eso ahora, cada vez que comienzo la jornada laboral y me siento frente al computador, mi mente trata de luchar, fatigándose para que de alguna u otra forma pare de continuar trabajando en esta modalidad, y me dedique a alguna otra que sea más acorde a mi esencia. Como aún estoy sanando, no está dentro de mis prioridades expandirme a caminar esa ruta que me lleve a conocer la actividad que me apasione y pueda dedicar en lo que queda del resto de mi vida. Por lo que me aliaré junto a la paciencia para ayudarme a llevar esta situación.

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22:02, 24/12/2024

El cielo se ve despejado, la noche profundamente azulada y estrellada. El balcón, adornado con destellos de luces tintilantes. Adentro, en el departamento, el ambiente acoge con su cálida Iluminación, dada por las velas aromáticas a canela y clavo de olor. La decoración del comedor es en blanco y dorado sobre una mesa de madera de origen roble.

Mis familiares y yo estamos vestidos de un estilo particularmente muy elegante. Por primera vez, uso un vestido casi de gala; ligero, negro largo, de tiras, natural y sutilmente ajustado a mi cuerpo. Me siento fantástica también junto a mi familia al fin reunida, con quien cenaremos para esta navidad un pavo relleno con manzanas que preparamos juntos, acompañado con papas duquesas, y ensaladas surtidas.

En el entretanto, bebemos vino blanco, mientras compartimos anécdotas, risas, discusiones pasajeras sobre el pasado, un mix de singularidades que crea un ambiente muy íntimo, agradable, y de complicidad, tanto así, que da la sensación de que con un término de año como este, se puede esperar sin duda, el comienzo de un nuevo año muy prometedor.

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23/12/2024

Algunos especialistas relacionados al área de salud mental, recomiendan a las personas que están viviendo los efectos del trauma, evitar realizar actividades de alto impacto, ya que, al encontrarse en estado de alerta, las consecuencias se intensificarían, lo que llevaría al individuo a diferentes colapsos como un surmenage o un episodio de Burnout.

Me desafié a realizar un tipo de arte Marcial. En primera instancia, probé aprender kick boxing, al principio me encantó realizarlo, había logrado botar el estrés y electricidad albergado en mi organismo, pero luego, me frustré porque no encontré un partner que estuviera a mi mismo nivel para poder avanzar sin presiones, ni sustos y con confianza, por lo que después de un mes desistí para continuar con entrenamiento funcional, y luego darle cabida al boxeo, que es igual de dinámico que el kick boxing, por lo mismo no es menor su impacto, tanto en lo físico como en lo mental. Qué me pasa con los deportes de contacto, son actividades que si bien son dirigidas por un entrenador, en gran parte son espontáneas por las reacciones que podrían tener los dos participantes, (uno que ataca, y el otro que retiene o se defiende de los golpes), ya que ambos tenemos distintas experiencias y personalidades. Cumpliré un mes aprendiendo esta disciplina, y debo decir que he vivido muchos impactos que se traducen en una intensa fatiga que aflora sensaciones como son la tristeza, la fatiga, por lo tanto he querido llorar y llorar y dormir, sin saber el motivo, pero si la causa; el recuerdo inconsciente flotando a la realidad, mi reacción después de no haberme podido ni haber sabido defenderme ante un abuso físico y verbal. Como estas emociones que a veces me gobiernan, igualmente la frustración, la impotencia, el nerviosismo, la ansiedad, relucen sin razón desde que comencé a aprender boxeo.

Pese a toda esta vivencia, quiero continuar dándole una oportunidad a este deporte, ya que todo lo nuevo necesita de un periodo de adaptación, entonces puede que el objetivo de este primer mes sea trabajar el control de todas esas emociones, hacerle frente, para luego disfrutar del deporte que me fortalece día a día. Me cuesta mantener la concentración, pero si no pruebo mi adaptación dentro de un periodo, no sabré si este estado se disipará en el tiempo, por lo que continuaré hasta saber dónde llegará mi límite.

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Disfrutaba de los últimos minutos viendo el atardecer hacia la costa, sentada en el malecón mientras terminaba mi helado. Había comprado mi boleto de viaje de vuelta a la ciudad a través de mi smartphone, cuando se me acerca una señora muy amable que me elogiaba, y bueno, pidió una cooperación para una olla común. Buscaba las últimas monedas que tenía, y ella ofreció leer mi mano, la cual acepté por curiosidad. Se la acerqué y comenzó prediciendo que tendré una vida muy larga, luego dijo que llevo una gran pena, un dolor que es heredado por mis ancestros, también comentó que sufro insomnio junto a un malestar estomacal y dolor de cabeza producto de lo que padezco emocionalmente. Por último, pidió un papel para hacerme un amuleto, a cambio de que sacara el dinero de mi monedero que no me pertenecía, lo empuñara en mi mano y deseara algo. De que tenía efectivo en el monedero era falso y costó hacérselo entender, lo que sí tuvo razón, es en que si tengo mi propio dinero que en parte debo a un matrimonio que imparte cursos de yoga, al que fallé en pagar, porque quedé desempleada, al comentarselos, no quisieron llegar a un acuerdo de pago, por su gran indignación, me suspendieron de la mitad del resto del curso. La señora que me leyó la mano resultó ser una gitana, certera en varias de sus predicciones, e insistente con el tema de que sacara el dinero que no me pertenecía de mi billetera, tuve que enfatizarle que no tenía más efectivo, que no le podía dar más porque nada tengo, me miró por unos segundos y se despidió diciendo tres veces que tendría mucha suerte.

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Estoy recuperando mi voz. Es un proceso arduo que estoy poniendo en práctica en las actividades de mi interés. Algunas veces soy escuchada, incluso, termino compartiendo conversaciones profundas. A la vez, muchas veces mi voz es omitida, probablemente porque estuve en el lugar incorrecto. La vida es así, una prueba de ensayo y error, un viaje de varias escalas, con destinos solitarios en su mayoría. Muchas veces, la soledad duele, porque lo convierte a uno en una persona incomprendida, desencajada. Los viajes pueden llevar a convertir a la persona en alguien muy profundo, aunque también con dificultades para crear vínculos significativos. Es contradictorio, pues, tener una visión amplia coarta la conexión con el otro, me hace hablar en un idioma incompresible, sin embargo, hace posible conocer y comprender la amplitud de la vida.

Extraño tener una amistad, un Partner, un cómplice, una compañía con quien compartir vivencias afines, llamadas de media noche, conversaciones de reflexión y risas mientras caminamos en un sendero de algún cerro, o durante la contemplación del atardecer, apreciando la fusión entre los matices del cielo y el mar.

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Simplemente soy una persona, conveniendo que la simplicidad no tiene que ver con menospreciar al ser,

Soy una persona; no soy una niña, joven adulta o anciana, ni tampoco una esposa, pareja, una compañera o concubina. No soy una amiga, confidente, ni cómplice, aún menos soltera, divorciada, virgen o desvirgada,

Solo soy una persona; no soy una raza, contextura, alta o baja, ni alguna moda, canon o tendencia, no soy fea, menos bonita. No soy extraña, tampoco común, salvaje, silvestre ni civilizada,

Solamente soy una persona, no soy un número, o una cifra, oportunista, perfecta, una profesión, religión, un partido político, menos aún un estatus.

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Es necesario estar preparado para enfrentar el miedo?... El sentido que haga pulsar el instinto, lo dirá.