gladi0-n - Tumblr blog

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—“Son tiempos difíciles para nosotros. Te encontré por casualidad, en mi ronda diaria. Llevaban mucho tiempo siguiéndote. Un poco más y te habrían atrapado. Los MCH son cada día más numerosos.”

Huye. Escóndete. Que no te encuentren, o si no…

¡Bienvenidos al Hotel Relictus! Somos un grupo de roleplay de fantasía completamente en español. ¿A qué esperas para unirte?

TRAMA // REGLAS // ASK // MASTERLIST

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Edgy! @Noelia

@sencillaesnoelia

Gladion tenía el día libre y había decidido salir por ahí para poder estar tranquilo un rato. No trabajo, no familia, solo Gladion (y puede que Silvally) solo y sin preocupaciones.

Había decidido ir a Pueblo Ohana, en la isla de Akala. Le habían dicho que era un sitio calmado y distinto a los demás de la región, y como el joven no lo conocía mucho se decantó por ir allí.

El pueblo parecía sacado de una película de vaqueros. Era interesante. Decidió dar un paseo para hacer tiempo antes de la hora de comer, después iría a un restaurante de por ahí y luego iría a las rutas colindantes a pasar un rato con sus Pokémon.

Iba tranquilamente caminando, pensando en sus cosas, distraído y sin mirar el camino. Quizá era por la poca atención que prestaba a lo que ocurría a su alrededor, pero de pronto una cosa redonda y rosa que iba rodando le embistió por detrás, interrumpiendo su estado de calma que tanto le costaba conseguir y casi tirándole a la tierra.

— ¡¿Pero qué-— Apenas consiguió mantener el equilibrio y por poco se cae al suelo. Se dio la vuelta y vio a una chica que parecía ser la entrenadora y corría detrás del Pokémon.

— ¡Eh tú! La de amarillo. ¿Te importaría tener más cuidado con tu Pokémon? — Exclamó de una forma poco amable.

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jeriax :

-Así que Gladion… -La cabeza de Jeriax solía funcionar organizando palabras y estableciendo relaciones, entre ellas y con imágenes, más allá de la memorización básica, de manera que el nombre del chico de inmediato lo llevó al recuerdo de un artículo que había leído en internet sobre una corporación de beneficencia de lejanas tierras y algún tipo de escándalo con la administración anterior.

Ya sabía su identidad, pero se lo guardaría por ahora.

-Ya veo, qué molestia venir hasta acá para que te traten así, pero al menos evitamos que te metieras en más problemas.

El cielo comenzaba a tomar un tono blaquecino, las nubes se agrupaban cada vez más sobre la ciudad, aunque no parecía que fuera a llover. Umbra observaba los cambios en el cielo.

Jeriax metió una mano dentro de su abrigo y sacó un cigarrillo, el cual puso en sus labios y encendió.

-Desde hace tiempo que prohibieron la entrada a menores de edad en el casino. Al parecer la autoridad consideró que era una mala influencia para los niños, creo que tenía algo que ver con que se crean incentivos innecesarios para la ludopatía y otras enfermedades mentales… pero bueno, yo no soy psicólogo.

Hizo una pausa para aspirar y luego exhalar una bocanada de humo hacia el cielo.

-¿Y de dónde eres, chico?, ya dijiste que no eras de por aquí, y dudo que hayas venido por esa mugre de casino -dijo, indicando el edificios tras ellos.

—    Sí que habría sido un lío si me hubiese metido en problemas. — Comentó apartando la mirada. Sentía como si Jeriax le tratara como un niño pequeño. Y le gustaba que le tomasen en serio, ya que rara vez pasaba eso por Alola.

Gladion había perdido ya bastante tiempo por ahí. Quizá le estaban buscando. Sería un gran alboroto si el presidente de la Fundación Æther desaparecía en medio de una reunión, más teniendo en cuenta la mala reputación de ambos. Estaba apunto de irse cuando le llegó un mensaje de Zyra. Por lo visto todos los demás ponentes estaban igual de agotados que él y se habían establecido un par de horas de descanso porque si seguían a ese ritmo terminarían a altas horas de la noche, y preferían dejar un rato libre para que todos regresaran con más energía.

El desconocido sacó un cigarrillo. El rubio ya estaba más que acostumbrado al humo por su época en el Team Skull. Realmente en esos momentos sentía que le estaba tratando de forma muy infantil. Era molesto. Aun así no hizo ningún comentario acerca de lo pasado antes.

— Vengo desde Alola, y no, no precisamente para hacer turismo de casinos.

@Jeriax

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¿Alguien quiere un rol? :0

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🌟 , 🚫 , 🎩 , 🚜

Tú lo respondiste con todos así que haré lo mismo (òuó)9

🌟~ Uno de mis iconos favoritos:

🚫 ~ Uno de mis iconos menos favoritos:

🎩 ~ Uno de mi personaje siendo estúpido: cosa que no es difícil...

🚜~ Un icono que no haya usado aún:

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For all you filthy icon hoarders...

Send a symbol for…

🌟- One of my favorite icons 🚫- One of my least favorite icons 🐑- One of my muse being cute 🐉- One of my muse being beautiful/handsome 🎩- One of my muse being silly ⛈- One of my muse being sad 🌶- One of my muse being angry 🥈- An icon from a random AU/verse 🎲- An icon I use frequently 🛵- An icon I don’t use very much 🚜- An icon I haven’t used at all 🏘- An icon from another RP blog (if applicable) 🏦- An icon that was given to me 📸- A thumbnail I used/have used 🎞- A thumbnail I have not used 💸- A random icon you click on without looking!

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Gladion - EP027

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pxkana-la :

Bewear se veía más calmado ahora, con En y Sol abrazandole, es más se movía un poco para liberar sus manos y poder atraparlos con sus fuertes brazos, pero ninguno de los dos quería dejarlo. El niño lo soltó primero y  luego el felino. 

-”Ahora intentalo tú, es más mira, te voy a dar otro ejemplo!”- agregó el chico continuando con su lección, acercándoce a donde estaba el rubio. -”Ven, uno rápido, solo para mostrarle a Bewear”- insistió acercándoce un poco más.

El Pokémon parecía algo menos agresivo ahora. Desde luego, era la primera vez que Gladion veía a alguien intentando enseñar a un Bewear a dar abrazos. Puede que fuera una idea original, pero lo de dar abrazos (a personas) no era su rollo. Por varias razones.

Sol seguía acercándose más y más. No es que no le cayese bien, todo lo contrario, sencillamente pasaba olímpicamente de abrazar a ese acosador.

— ... A ver. No sé qué te crees que haces pero ya te estás alejando dos metros. 

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Recordatorio~

Debo posts a:

Atenea (Rurktown 7u7)

Jeriax

Withney (No sabía que te lo debía POR ARCEUS LO SIENTO :0)

Me deben posts:

Michael (a Xylander)

Atenea (a Kayden >:( )

Corelia (AU a Kayden)

Atenea (a Xylander)

Yellow (a Xylander)

Sol (a GlAdIoN responde pls que lo necesito x3)

Kiryu (a Kayden)

Airi (a Gladion)

{Creo que están todos mis roles, pero si me equivoqué o falta algo me lo dicen : ) }

De todas formas me gustaría algún post más (Corelia abstente de responder a esto) así que si quieren un rol aquí estoy ; )

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pxkana-la :

Apenas estuvo libre, el Incineroar se alejó para no estar en el camino de Silvally, sacudiéndoce y asegurándoce que nada estuviera roto o lastimado. Bewear parecía algo confundido por los ataques uno tras otro, además de verse un poco más enfadado. 

Sol lo miró serio, era hora de poner su plan maestro en marcha!

-”En, abraza a ese Bewear!”- ordenó. 

El felino obviamente no estaba del todo conforme con la idea, pero como podía decir que no, a pesar de haber preferido lidiar con el otro pokémon de forma diferente. 

Lo último que el normal/pelea esperaba seguramente, era eso, que le regresaran el abrazo. El pokémon se quedó inmóvil, sin resistirse. Sol se acercó haciendo de eso un abrazo grupal. 

-”Gladion, por qué no nos ayudas ?”- invitó el niño. 

-”Ves, Bewear, así es como se abraza, así no lastimas a nadie!”- 

Como siempre, la forma de pensar de Sol no podían diferir más de la de Gladion. 

Por pura suerte, el plan en apariencia estúpido del contrario había surtido efecto y Sol y su Pokémon tenían atrapado al Bewear en un abrazo. Curiosa forma de detenerle, sí. 

Y por muy ingeniosa que hubiera sido la forma de atraparlo, Gladion se negaba en rotundo a unirse al abrazo. No era de los que van abrazando a los demás por ahí. Menos a Silvally, pero ese era otro asunto.

— ... Tch. Paso. — Replicó.

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airiaisu-dayo :

“Oh… Bueno, mi padre solía trabajar aquí también… Y, la verdad, aunque hayan pasado cosas malas, seguíamos cuidando a Pokémon, y buscando información sobre ellos… Así que me gustaba, y me sigue gustando estar aquí. ¿Y a tí, Vukpix?” la pequeña se giró hacia Airi y dió un saltito de alegría, indicando que también le agradaba “Hehe… Ah, además, ahora que usted es el director, todo irá para mejor.“

“Cosas malas” quizás era quedarse corto. Tenían cientos de Pokémon congelados y habían participado en negocios no muy limpios. Desde luego la fundación tuvo una época horrible.

— Supongo, — Dijo, sintiéndose halagado por las palabras de la trabajadora. — que podremos intentar hacer que esto sea distinto. Poder volver a mirar por los Pokémon como antes. Aunque no sé si yo soy la persona adecuada para dirigir todo esto. Por lo menos sé que tenemos buenos trabajadores. — Concluyó haciendo alusión a la joven, que parecía estar contenta con su trabajo.

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a-t-nea :

—Gladion, SABES BIEN QUE NUNCA ME ACUERDO DE LOS MAPAS.—Replicó, molesta.

¿Por qué él? De todos los magos del reino, seguía sin entender muy bien por qué tuvo que elegir a Gladion. En el fondo quizá quería volver a verle de nuevo… O simplemente era porque él era el único que jugueteaba con magia prohibida que no tenía nada mejor que hacer. Cyros parecía contento de verlos juntos de nuevo, así que por lo menos había alguien feliz.

La joven era una guerrera de mucho renombre hasta que se separaron. A pesar de su corta edad luchaba mejor que nadie, además que poseía una de las espadas legendarias. Parecía una espada normal, pero ardía a voluntad de la castaña. Poca gente creía en la existencia de esas armas, y se rumoreaba que Gladion se la consiguió con magia negra. Por supuesto era mentira. La historia de cómo la consiguió era casi peor.

Solo un unicornio, y serían ricos. No debía ser tan difícil. Atenea había trabajado este tiempo mayormente derrotando monstruos, esto era como un juego de niños. Pero claro, lo difícil era encontrarlo.

—¿Rurktown? La conozco. No es muy segura, hay muchos ladrones y gente sospechosa. No me fío mucho de tus contactos, pero supongo que no me queda otra.—Comentó, finalizando con un suspiro.

Tras un buen rato andando acompañados por un incómodo silencio, llegaron a la susodicha aldea. Atenea puso instintivamente una mano en el mango de su espada, que llevaba en su cinturón.

—¿Dónde decías que estaba tu contacto?

Por suerte el camino fue silencioso, Gladion no tenía ganas de hablar. Solo Cyros parecía estar contento, era como si no notase la tensión entre la guerrera y el mago. Quizás le daba igual. El caso es que nadie habló.

Su destino era Rurktown, un sitio con muy mala reputación. Allí era donde se llevaban acabo los trueques ilegales, los negocios sucios y la venta de objetos robados. Básicamente; no era el mejor sitio para pasar el rato. Siempre tenías que llevar algo encima que te asegurase tu seguridad, pues nunca sabías cuando alguien podía aparecer detrás tuya y quitarte todo lo que llevases.

La pequeña ciudad estaba rodeada por pasto y árboles muertos, y muchos de los adoquines de los caminos estaban salidos. Las calles eran oscuras y estrechas; las casas tenían las ventanas rotas y a los tejados les faltaban algunas tejas; y casi todas las tiendas tenían los escaparates rotos. No se veía mucha gente andando, pero las pocas personas que había no inspiraban ninguna confianza. En un momento incluso vieron como pasaba un hombre corriendo que iba cargado de cachivaches, seguramente robados. Por suerte (o por desgracia) el mago se conocía la cuidad perfectamente. 

Gladion suspiró. La castaña se le hacía exasperante.

— No te llegué a decir dónde estaba. — Respondió fríamente. 

Intentó tranquilizarse. Iba a ser un viaje muy largo.

— Te voy a decir un par de cosas. Uno: ¿Ves esa taberna de allí? La que tiene el cartel caído. Pues vamos ahí. Dos: No mires a nadie a los ojos, no hables con nadie y si aprecias tu vida no tropieces ni toques a nadie. Ah, y no saques tu espada, pero no la pierdas de vista. Cyros, — se dirigió al animal — quédate aquí, será más seguro. Si ha pasado una hora y no hemos vuelto entra a por nosotros. 

Sabía de sobra que, aunque parecía algo disconforme con el plan, Cyros haría lo que se le había pedido.  Además era un buen guardaespaldas, tenía una fuerza bestial, pero también perdía el control fácilmente (por lo que no sería buena idea que entrase con ellos).

Gladion se puso la capucha de su túnica (había gente por ahí que le guardaba cierto rencor) y entraron en el tugurio. Era un sitio de mala muerte, las mesas y las sillas, algunas tiradas por el suelo, estaban viejas; y a la barra le faltaba una esquina. Había varias personas peleándose, y un par de camareras servían bebida a los espectadores. Muchas mesas estaban ocupadas por personas que parecían comerciar con mercancía ilegal (en una de las mesas parecían estar subastando huevos de dragón, lo cual estaba penado con la muerte) y casi nadie dentro del establecimiento mostraba la cara. 

No le costó mucho encontrar a su contacto. Estaba sentado, solo, al fondo del local; era un hombre más grande que Atenea, Gladion y Cyros juntos, e iba vestido con una armadura de color negro, pero se había quitado el casco. Nadie de allí tendría el valor de hacerle nada, era realmente temido. Tenía cara de pocos amigos.

— Por aquí Atenea. — La cogió de la mano para evitar que hiciese nada raro, no se fiaba nada de ella (sabía que la liaría tarde o temprano), y la guió hacia su contacto.

“Vaya, vaya... Pensé que no vendrías Gladion”- Dijo el cuasi-gigante. -”No sé por qué quieres un unicornio, pero seguro que para nada bueno. De todas formas tengo toda la información que necesitas, espero que me hayas traído algo bueno a cambio de ella...”

El mago se quedó en shock. No habían hablado nada de hacer un intercambio. Tenía que haberlo supuesto. Al guerrero no le gustaban los artilugios mágicos, y Gladion no llevaba nada más encima. No podían darle la espada de Atenea y ni mencionar a Cyros. Se pensó mucho la respuesta. Muchos de los hombres que estaban en el establecimiento intentarían matarles antes de ponerle la mano encima a aquel hombre, pues era quién sabía dónde conseguir cualquier cosa y además era el mejor asesino a sueldo que había pisado Rurktown. Mucha gente solía requerir de sus servicios.

— Mira Knight, — Así era como se le llamaba — he hecho un millón de cosas por ti antes. ¿No podrías hacerme este favor? 

“Eso significa que no tienes nada, ¿no?”-Respondió Knight, fulminándole con la mirada. “Bien sabes que yo no doy nada de gratis. ¿Qué te parece si... -Miró a Atenea de una forma extraña. - me das a la chica? Seguro que no es nada comparado con lo que conseguirás con el unicornio. Y seguro que se lo pasa mejor conmigo...”. Ofertó, terminando con una risa.

— Buen intento, pero no está a la venta. — El contrario le miró mal, no estaba acostumbrado a que le negasen lo que pedía.

Gladion solo esperó que Atenea no dijese nada, o acabarían en serios problemas.

•~ℒa dama de fuego~•           {Atenea&Gladion-AU}

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hibiscus-hau :

Se las arregló para abrir la puerta como pudo cargando una bolsa de tamaño bastante decente llena de malasadas de todos los sabores que había en la tienda más cercana. Le encantaban casi tanto como pasar tiempo con Gladion, pero su cosa favorita era compartirlas con él. 

-Había unas oferta que no pude dejar pasar, y mira traje de tus favoritas!- colocó la bolsa de papel en una mesita cercana para mostrarle, sintiendo un olos que definitivamente no era lo que había en su bolsa. 

-Qué rico huele, cocinaste algo ? Wow, no debiste! Gracias por esperarme, vamos a comer antes que se enfríe, las malasadas pueden esperar- Pausó. 

-Mi día fue bastante ocupado, ayudando a mi abue…digo a Kahuna Hala por aquí y allá, pero nada mejor que llegar a casa contigo! Y tú ? Si necesitas algo para la Fundación Aether, no dudes en decirme, es una buena excusa para pasar tiempo contigo!- 

Ayudó a abrir la puerta, comprobando que el contrario traía un montón de malasadas. Había muchísimas, pero sabiendo lo mucho que le gustaban a Hau sabía que no durarían mucho tiempo. Realmente no eran gran cosa para Gladion (solo había un par de sabores que le agradaban) pero sabía que a su compañero le encantaban, y le gustaba verlo contento. Había sido muy considerado por parte de Hau acordarse de cuáles le gustaban a él.

— No es para tanto. Solo hice algo que había por ahí. De todas formas espero que te guste. — Respondió.

— Últimamente las cosas en la fundación están muy tranquilas... De todas formas si necesito algo no dudaré en decírtelo... A mí también me gusta pasar el tiempo contigo.

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Al fin le puse música al blog (*˘︶˘*).｡.:*

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@hibiscus-hau: Honey, I'm home <3

Llevaba ya mucho tiempo esperándole, realmente se estaba retrasando. Gladion estaba algo enfadado con Hau (aunque era imposible enfadarse en serio con él), pero también tenía ganas de que llegase, pues se había esforzado en cocinar algo (básicamente había metido unos fideos pre-cocinados al micro-ondas) y se había encargado que arreglar un poco la mesa con un mantel bonito y unas flores. 

Por suerte su espera no se alargó mucho más.

— Te estaba esperando, tardaste mucho... ¿Qué tal tu día? — Preguntó.

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Honey, I'm home

[gladi0-n]

I will be married for 3 days to the first person in my askbox who says "Honey, I'm home"