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#Casita Roma
mi-rayitodesol · 10 months
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A Paulo le fascina Snoopy y a mi me fascina Paulo y haría T O D O por siempre ver esa sonrisa en su carita que me enamora hasta la locura, sin importar cuánto tiempo pase…
Así que hoy te regalo estos llaveritos, mi amor, para que tengas ahí todas las llaves de nuestros sitios especiales, de nuestra casita en Roma, del coliseo, de nuestro depa en Grecia, de la casa que tendremos en París, del yate donde pasamos días hermosos después de que me pidieras que me casara contigo, en fin, de nuestros lugares especiales 🥰
Te amo Paulo, te amo 🩷
PD. ¿Maratón de Charlie Brown como cuando hicimos maratón de Harry Potter y nos quedamos días en camita comiendo chucherías? Te quiero comer a besos cada que Snoopy y Emilio estén juntos 🥰
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luisvazquez91 · 2 years
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La casita de las muñecas
<< Lo importante aquí es el drama y su eterna belleza >> - Hilda Krüger
La casita de las muñecas, obra de le mismísime Riggo Bega es una E-X-Q-U-I-S-I-T-A, suculenta, necesaria, justa y precisa, disección del tejido social, el cual, como ya sabemos, está en muchas partes más muerto que la carrera de mi a-dorado Nicolás Alvarado al decir que las lentejuelas de Juanga le irritaban no por jotas sino por nacas. Riggo además de ser multi-, inter-, supra- disciplinarie en diversos artes, poderes, oficios y profesiones dirige las luces y pone en escena (algo sumamente necesario y justo) todo aquello que muchxs pensamos, muchxs menos se atreven a decir y pocxs pionerxs se atreven a dejar plasmado.
No se trata de un acto de misantropía, ya que como diría Machado de Assis, “la misantropía puede tomar el aspecto de caridad, dejar la vida a otros, para un misántropo, es realmente aborrecerlos”. Riggo nos toma de la mano y presenta a un par de personajes entrañables, es a través de esta obra que nos deja en claro que la Lupe y Luna son dos personajes de cuidado y que cual lazarillxs, a pesar de vivir y desvivr una serie de eventos nunca sacian esa sed de superación, hacen honor a la divina decadencia: - el secreto para triunfar en esta vida - aprender a levantarse, sacudirse y divinamente seguir tu andar.
Este andar por la vida es de por sí complejo, mucho más para aquellxs olvidadxs que tienen que recorrer un camino más fregado que mis rodillas y más torcido que muchos de cierta "tribu que prefieren gozar en la oscuridad y vivir en un estado donde ignoran su propia debilidad … cediendo a la presión y al fastidio, metiéndose la moral por el culo y a puerta cerrada". Al deleitarse con cada uno de los capítulos (que por título llevan himnos a la soledad, a los malditos onvres y a la desgracia) recuerdo el exquisito estilo de Luis Zapata en El vampiro de la colonia Roma y su necro-fantástico estilo para el uso del cadaver fresco en su Autobiografía póstuma que fabulosamente sublima en La casita de las muñecas con un inesperado plot twist que involucra mucha sangre, verganza y arrepentimiento.
La receta del éxito, considero, es la creación de una obra que permanecerá vigente a través de cualquier época, la facilidad con la que al leer la obra pueda sentirse identificado con alguna (o muchas) de las situaciones y personajes, parte indispensable para el cambio es conocer la historia, nuestra historia, aprender de ella y de los errores, aprehender el conocimiento generado de las amarguras y sobre todo no olvidar. Gracias Riggo por el ejemplar, la oportunidad de conocer un poco más sobre ti y sobre todo el inmortalizar tu aportación a esta lucha a través de las letras.
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77jose-ricardo77 · 7 months
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SANTA ESCOLÁSTICA, VIRGEN, HERMANA DE S. BENEDICTO
Escolástica, hermana gemela de San Benito, fue la primera monja benedictina, siempre humildemente dedicada a su hermano y fiel a su Regla monástica. Después de una vida de oración, pobreza y caridad, supo vencer a Benito al obtener del Señor un milagro que solo su gran amor a Dios podía conseguir. 
S. ESCOLÁSTICA, VIRGEN, HERMANA DE S. BENEDICTO
10 febrero
“Pudo más quien más amó”
Escolástica, hermana gemela de San Benito, se consagró al Señor desde la infancia. Vivió a la sombra de su hermano, padre del monaquismo occidental, y fue la primera monja benedictina y fiel intérprete de su Regla monástica.
Nacida en Nursia (Italia) en el año 480, fue alumna dócil de Benito, de quien aprendió tan bien la sabiduría del corazón, que superó a su maestro, según narra San Gregorio Magno en sus Diálogos, único texto que se refiere a la vida de esta santa.
La vocación religiosa siguiendo las huellas del hermano
Escolástica, hija de Eutropio, descendiente de la antigua familia senatorial romana de los Anicii, y de Claudia, que falleció tras dar a luz a los gemelos, fue enviada a Roma junto con su hermano a los 12 años de edad. Ambos quedaron profundamente turbados al ver la vida disoluta que reinaba en la ciudad.
Después de un tiempo, Benito se retiró para vivir como ermitaño. Escolástica quedó como única heredera del patrimonio familiar; pero, manifestando gran despego de los bienes terrenos, pidió a su padre permiso para dedicarse a la vida religiosa, entrando en un monasterio cerca de Nursia, y trasladándose después a Subiaco, en pos de su hermano, que había fundado la Abadía de Montecasino.
Allí, a solo siete kilómetros de distancia, fundó el monasterio de Piumarola, en el que siguió la Regla de San Benito junto a otras monjas, dando así origen a la rama femenina de la Orden Benedictina.
La regla del silencio
Escolástica solía recomendar especialmente la práctica de la regla del silencio, evitando conversaciones con personas ajenas al monasterio, incluso si se trataba de visitantes devotos. Solía repetir: “Callad o hablad de Dios, porque ¿qué es en este mundo tan digno como para hablar sobre ello?” Amaba hablar de Dios sobre todo con su hermano Benito, con el que se reunía una vez al año en una casita a mitad de camino entre los dos monasterios.
El desafío con Benito
Cuenta San Gregorio que en el último de estos encuentros, el 6 de febrero del año 543 –poco antes de su muerte- Escolástica pidió a su hermano que prolongasen su coloquio hasta el día siguiente. Benito se opuso, para no infringir la Regla. Entonces, Escolástica rogó entre lágrimas al Señor que no permitiese partir a su hermano. Enseguida, un inesperado y violento temporal obligó a Benito a quedare, de modo que los dos hermanos pudieron conversar toda la noche.
Sin embargo, la primera reacción de Benito fue de contrariedad: “Dios Omnipotente te perdone, hermana. ¿Qué has hecho?” Escolástica respondió: “Yo he rogado, y Él me ha escuchado. Ahora sal, si puedes; déjame y regresa al monasterio”.
Esta victoria de la hermana no disgustó al hermano, porque precisamente él le había enseñado a dirigirse, ante las dificultades, a Aquel para quien todo es posible.
Destacan en este episodio las dotes femeninas de Escolástica, la dulzura, la constancia y también la audacia para obtener lo que deseaba ardientemente.
Unidos en Dios en vida y en la muerte
Tres días después de este encuentro, Benito recibió la noticia de la muerte de su hermana mediante un signo divino: vio el alma de Escolástica subir al Cielo en forma de paloma blanca. Quiso entonces enterrarla en la tumba que había preparado para sí mismo, y en la que fue sepultado poco después. “Como sus mentes habían estado siempre unidas en Dios, del mismo modo sus cuerpos fueron reunidos en el mismo sepulcro”.
Quien llega hoy –tras quince siglos de historia- a la majestuosa Abadía de Montecasino, puede vivir la emoción de encontrarse ante la tumba de los Santos hermanos que fundaron una fecunda Orden de buscadores de Dios.
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nowfrago · 9 months
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j. gelman, 29.05.80
(...) Ni vos ni yo queríamos que yo me fuera. Ya se moría menos de muerte natural y ninguno de nosotros quería irse del país, de eso que había empezado en el país.
Y después, te mataron. Te ibas volviendo cada vez más hondo para entonces, más alegre y más humano. Sigo pensando, hace años que lo pienso -¿cuatro? ¿cinco?-, que era mejor que te mandaran a Roma a vos. Ahora estarías haciéndote de comer en tu casita, recordándolo al Moro, recordándome, lejos, cerca.
No me quiero morir en lugar tuyo, aunque a veces quisiera estar en tu lugar. Lo que pasa es que una vez me dijiste que ibas a vivir ochenta años y yo te creí. Y todavía te creo.
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entrehojas2023 · 1 year
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Un cielo lleno de nubes
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Un accidente, una familia rota y la necesidad de reconstruirse. ¿Cómo podrán ayudarse mutuamente? No será fácil, pero entre todos conseguirán que su casita de madera resurja de las cenizas. Esta es una historia de sueños, superación y amor de cuatro hermanas que no dejan de luchar día tras día. Sus vivencias te harán reír y llorar, te llevarán a reflexionar sobre la vida y te sacarán una bonita sonrisa. Nueva bilogía de Susana Rubio después de dar el salto a las librerías con la saga Alexia; Tengo un whatsapp; la bilogía Todas mis amigas y Todos mis amigos; y las saga En Roma (Arrivederci, amor, Ciao, bonita y Buonasera, princesa). Recientemente ha publicado la bilogía LoveInApp, compuesta por Vera y su mundo y Nuestro pequeño universo. "Imagina que abres la puerta de tu casa, que es de cristal y madera, y solo oyes el canto de los pájaros. De esa casa salen dos perros preciosos que te miran con ganas de salir a correr. Andas un par de pasos y te encuentras un sendero que cruza un pequeño puente de madera en el que tu hermana pequeña ha colocado algunas calabazas porque, según ella, a nuestro bosque le falta color. Miras hacia arriba y ves árboles, muchos e inmensos, todos verdes y perfectos. Y, entonces, te das la vuelta y ves vuestra bonita casa, con el techo de madera y unas ventanas sin cortinas, porque tu madre decía que así le daba la sensación de que vuestro pequeño hogar molestaba menos. —¿Molestar a quién? —Siempre le preguntaba lo mismo porque vivimos en medio de la nada. La ciudad más cercana está a diez kilómetros y nuestro pueblo está a cinco minutos en coche. —Xenia, cariño, podemos molestar a la madre naturaleza... —Pero ¿no eres tú mi mamá? —le pregunté con solo cinco años. —Claro que sí, pero me refiero a que estamos aquí en medio de los árboles y de los animalillos y a que queremos molestar lo menos posible. —¿Se enfadan? Mi madre soltó aquella risilla aguda que tengo tan bien grabada aún en mi cabeza. —No, les gusta que estemos aquí, siempre y cuando los respetemos. —Y las cortinas no les gustan. —A mí me parece que, si nos ven a través de los cristales, pueden saber que aquí dentro hay tres niñas preciosas que se portan muy bien. —¿Y Martina? Toqué la barriga de mi madre sabiendo que mi hermana venía en camino. —Martina será igual de especial que vosotras tres... A veces intento recordar más cosas de esa u otras conversaciones con ella, pero se baja el telón en mi mente y no consigo ver más. Otras veces me pregunto si esos recuerdos y esas charlas con ella no me las he ido inventando con los años. Porque los recuerdos son frágiles y el tiempo los va difuminando." Read the full article
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insurgentes-228 · 1 year
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Ven ya!!!
Cover $140.00 Acceso solo con ID física
Guardarropa $20.00
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xavierdolano · 2 years
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Pienso que escuchar hablar por horas a Jordan Peele, Daniel Kwan, Chinonye Chukwu, Martin McDonagh y el co-escritor de The Fabelmans fue lo mejor que me pasó hoy; eso y caminar en el pueblo de Santiago. Me gusta mucho ese mundo de iglesias por doquier, mercados a mitad de la calle y niños corriendo y revoloteando con puestos de dulces en casa esquina esperandoles; que feo Coyoacán, que mensa la Roma o Polanco, los edificios solo son el ego capitalista, yo amo mucho estas casitas; pero tampoco se puede romántizar este estado económico, solo... se siente más genuino aquí.
Podría escuchar a la gente hablar por horas de cine, se lleva mi corazón quien lo prática.
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revistasentimental · 4 years
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DIARIO DE LA PANDEMIA: FOTO DE UN ARTÍCULO DE LA CHILANGO
Por Andrea Peltier
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Después de veintiún reacciones de fueguitos en el IG me someto feliz a contar esta historia. 
La cuarentena estaba ahí, y yo ahí adentro de ella. Por alguna razón me desperté feliz, y decidí que iba a poner a The Knife, quería cantar. No quería entrar a terrenos oscuros y deprimirme sin querer, y por un tiempo estuvo bien, pero después mi cerebro empezó a espiralear y me pidió que le bajara tantito más. Se me ocurrió que Ladytron iba a ser una buena herramienta para sacarme del espiral. Ladytron fue un éxito. Me metí a bañar y me puse a bailar con Destroy Everything You Touch. Mientras pienso que me siento mal por todas esas chiquillas nalgonas que no pudieron postear en su FB al cumplir los 21 años la frase de “They only want you when you're seventeen-when you’re twenty one-you’re no fun”. 
Estaba ahí, encuerada, ligeramente pacheca un sábado de cuarentena cualquiera, bailando en mi regadera, recordando cuando salía a bailar de adolescente. Cuando bailar fue mi religión durante tantos y tantos años. Vaya que bailé. cuando empecé a cuestionar mis formas adultas, me acordé de una foto que me tomó un artista y fotógrafo popular de aquel entonces llamado Domestic Fine Arts. La foto terminó de portada de un artículo en la revista mexicana de curiosidades dosmileras, la revista Chilango. Estoy hablando del 2007. Tenía 16 años. Los flashazos se hicieron sentir:
Yo abriendo las puertas de madera con vidrio brandeado del Sanborns de la Plaza de los Coyotes en Coyoacán. Era un sábado cualquiera a las dos o tres de la tarde. Recuerdo entrar y caminar hacia el lado derecho donde estaban amontonados todos los libros y revistas en anaqueles y la mesa del mostrador. Estar parada frente a este anaquel con luz blanca fluorescente buscando específicamente esta revista que nunca había pelado con anterioridad. Yo puro Vogue. Iba acompañada de una amiga que se llama Adriana, que durante toda mi juventud fue mi cómplice. Entre las dos hojeamos la revista hasta encontrar las fotos. Creo que ya nos habían dicho que aparecíamos en la revista. O no entiendo porque las prisas. Ahí estaba, una foto repartida en dos páginas de mi persona bailando con jeans negros entubados, con una camiseta de tirantes blanca y mi pelo negro cubriendome la cara junto con algo así como una rafaga de sudor. La foto era obvio un flashesote en la obscuridad. No recuerdo que dijimos cuando nos vimos, no recuerdo si Adriana estaba feliz. Verse publicada no se siente bien físicamente, o yo no sentí necesariamente “bonito”. Tenía muchos sentimientos torpes que oscilaban entre sentirme muy verga y pena absoluta. Los primeros sentimientos torpes son importantes porque estos son lo que te trauman de por vida. Ni Adriana ni yo compramos la revista. Pasamos al baño y nos fuimos. No recuerdo mas de esa nube de memoria. 
La noche de esa fiesta fue una cosa catártica. Para ese entonces Adriana y yo salíamos para todos lados. Acababa de volar mi primer semestre de preparatoria en el Instituto Escuela por un cuadro de depresión por andar fumando marihuana y desayunando coca cola con cigarros. En realidad fue un momento difícil, pero tampoco estaba siendo muy inteligente. El IE era un especie de escuela liberal de bajo prestigio con un montón de niños problema hijos de artistas, o criaturas del México librepensador de izquierda. Era pleno verano del 2007 y gracias a esta pausa escolar tenía un semestre libre hasta que empezara clases en otra preparatoria más fresa de corridos del Alexander y del Oxford. Antes de retomar la vida preparatoriana, como estaba deprimida pero no muerta, me metí a unos cursos de fotografía en una escuela nueva que se llamaba AAVI en la Cuauhtémoc. Al mismo tiempo tomaba clases de francés, porque a pesar de ser un fracaso en la escuela, siempre necesite de otro sistema que me avalara como un ser inteligente. Siempre he sido insoportable. 
Había muchos permisos familiares que me dejaban salir a pasear con amigos y si calculaba bien mi dinero podía hacer lo que quisiera. Un día antes de esta fiesta Adriana me presentó a este individuo llamado Monkey con el que hablaba por MySpace de música. Se gustaban. Nos conocimos un día frente a la fuente de la chichona en el Parque México. Básicamente este individuo nos presentó a Adriana y a mi a todo el chiquimundo de la roma-condesa. Nos llevó a Colima, nos llevó al American Apparel, nos presentó a Videl y sus amigos cool. Adriana era la que entendía lo que estaba pasando y yo como buena patiño solo consumía alegre todo a mi alrededor. Después de varios encuentros Monkey nos invitó a una fiesta un lunes.
¿Qué? Wow. Santo jesucristo. Para aquel entonces, y nosotras teniendo 16 años, obvio que sonaba como la más increíble y novedosa fiesta de nuestras vidas. Las fiestas se llamaban Harakiri Nights. Estás fiestas eran divinas, y las recuerdo en este momento con mucha ternura. Recuerdo perfecto los sentimientos de sorpresa, aventura, y de eufórico desconcierto que sentía al llegar y ver las luces y el DJ, y toda esta gente vestida con leggings plateados, y lentes ray ban de colores, vestidos asimétricos, sudaderas de colores fluorescentes y muchos muchos tenis de botita. Adri y yo veníamos del Alicia y de un background menos colorido, entonces todo era dulces para los ojos. La novedad como quien dice. No sabía quién era nadie, no sabía qué era nada, y no tenía idea alguna que una fuerza más grande que la gravedad me mantendría sujeta a estas personas hasta ahora. Me sorprende a veces como es que toda esta gente sigue afectando mi realidad. Aún aparecen en mi feed. 
La novedad de un grupo de personas es de los mejores sentimientos que puedes tener cuando eres joven. Siempre me ha interesado cómo se comportan los grupos de personas. Tengo recuerdos de explicarme mentalmente como estaban divididos los grupos de niños en mi primaria montessori, y en catalogar a todos en típicos arquetipos. Las evidentes conexiones entre humanos dejan ver mucho de los grupos a donde pertenecen. Inseguridades, metas, y sobre todo, motivaciones. Ver a todos e imaginar qué tipo de familia tienen, porque son amigos, porque se visten así. Esta fuerza curiosa de juicio y análisis es tan natural en mí como tomar agua. Siento que todos hacemos esto, nos guste o no. Está en nosotros querernos juntar con el grupo ganador. De aquí mucho el parecido que tenemos con lo chimpancés. Si mal no recuerdo en específico con los bonobo. Hay que aceptar que dentro de nosotros actúan fuerzas animales que son vergonzosas. ¿O solo soy yo quien piensa en esto y por eso mi torpe incorporación a la sociedad adulta funcional? O sea si fue topre mi incorporación pero dudo ser la única que es hiper consciente de la distribución de poderes en los grupos sociales. 
Recuerdo ir entrando a la fiesta y subir unas escaleras de concreto con luces de colores amarillas y moradas. Estábamos llegando a la fiesta Adriana, Monkey, otras personas que no recuerdo, y yo. Monkey nos contaba que iban a dar sake. 
Estábamos entrando a una fiesta en el centro un lunes en la tarde. Pagamos nuestro cover y subimos al primer piso. Al llegar recuerdo que justo nos iban a presentar a quien iba a ser mi pareja junto con su actual esposa. Para esa noche ya conocía a esta chica Videl que era como la Queen-Bee del momento con las ideas y trabajos más innovadores. Nunca nos llevamos bien Videl y yo por la simple razón de que era la mejor amiga de la ex esposa de Alfredo. Digamos que siempre fuí la otra que vino a arruinar todo. Me lo había ganado.
Ya ahí en la pista de baile conocí a los que se iban a volver mis mejores amigos quienes conforman a una generación que tengo entendido le dicen “Los Niños Del Parque” refiriéndose al Parque México. Casi todos teníamos contextos familiares socioculturales parecidos, y teníamos casi la misma edad. Digamos que nadie era super rico, y gozábamos de una muy básica precariedad adolescente. Casi todos eran del centro de la ciudad. La Santa Maria, la Condesa y la Roma. En esa fiesta conocí a Castor, a Yego y Ashauri, Ashauri después se volvió mi novio, pero esa es otra historia, a Nicole Reza y su hermana Sarahi, Paquito, Betito, Giordana y Shersa, Emilio, Bruno, Diego Calva y Sandro, Ana Arenas y Emilia, a toda la bola de amigos de Perseo, Veneno, Domestic, a Ella y Alfredo. 
Los niños del parque ya llevaban un rato de conocerse y juntarse entre ellos porque la mayoría iban a la UVM de la roma, o habían ido a una primaria medio chingada ahi en la condesa. Las nuevas éramos Adriana y yo. Unas niñas del sur enojadas con los ojos bien delineados. Todos teníamos algo en común. Estábamos en MySpace. Adri toda la vida había vivido en Av. Toluca, y en ese entonces, después de muchos años de haber vivido en esta casita en Av. Toluca muy chiquita, pasaron a vivir a esta casa gigante con dobles alturas, cuarto de billar y una terraza con vista al bosque de Tarango. Yo vivía en una casa con una vibra medio ochenterosa entre cabaña y concreto al mero final de Av. San Jerónimo. La casa donde pasé casi toda mi adolescencia. 
Esa noche tenía contado mi dinero, unos doscientos pesos. Los iba a utilizar para comprarme dos chupes de a cincuenta pesos y pagar el taxi de sitio para regresarme a mi casa que me costaba siempre cien pesos. Recuerdo estar en el taxi viendo el taxímetro de noche rogando que no marcara ni un peso de más. Para ese entonces ya había aprendido a hacer que los niños me compraran de tomar y la peda ya la tenía comprada de otras maneras. También creo que esa era la etiqueta normal de la época. Para mi madurar se resumía a encontrarle el shortcut a la vida. Eso lo entendí después de muchos años gracias a ir a terapia y entender que justo por andar haciendo esas mamadas me iba a ir bastante complicado en mi temprana adultez. En conclusión nunca puedes ganar en esta vida. Mi mamá me daba chance de todo siempre y cuando contestara el teléfono y creanme que hasta eso se me dificultaba. Lo que sea siempre y cuando no te metieras en problemas muy difíciles de sacar. Como dice mi mamá “Lo único que no se arregla es la muerte”. Ay, cuánto escuche esa frase de chavita. Pobre de mi madre, un beso donde sea que estés señora Diana.
Recuerdo muy poco el momento en el que tomaron la foto, pero sí recuerdo cuando Domestic me tomaba la foto. Me decía algo para provocar más euforia en mi baile como sacado de una película doblada al español, algo asi como “SÍ...Wow...Baila”. Cuando estaba mas chica lo recordaba perfecto y me sigue dando ñañaras. En ese momento de clímax, todos en la pista bailando algo así como Born Slippy, algo de Digitalism o Staying In The Way Of Control, sudados, vasitos de colores transparentes en las manos, sake, éramos felices. Entonces Videl voltea y me agarra de la mano y la alza al cielo como si hubiera ganado algo. Aprobación, un coche, la invitación a por fin pertenecer a algo. Hacíamos como que bailabamos, o eso intentaba yo aunque en mi corazón solo se sintiera con una tieses absoluta y debo de ser sincera y las puestas en escena sociales siempre me han parecido muy difíciles de actuar aunque hoy me sea diferente. Flashes, flashes, flashes, sudor, ojos cerrados, espasmos de eterna y dulce juventud. Esta escena la pudo haber actuado Lindsay Lohan en nuestra imaginación.
Después se retiró el artista, le solté la mano a esta mujer, nos calmamos todos y regresé cuasi triunfosa a mi bolita de nuevos amigos. Me sentía muy ridículamente como la chica del momento y cómo putas no, tenía 16 años. Esa noche nos regresamos Adri y yo juntas en el mismo taxi y tengo la impresión de que le había mentido a mi mamá de mi paradero. Después de esa noche todos esos niños del parque y yo nunca nos volvimos a separar, o así fue por un tiempo. Todos tomamos rumbos diferentes. Aún cuando me los encuentro me da emoción. 
En esa fiesta también estaba Alfredo. Recuerdo perfecto que vi la camiseta de Alfredo, una camiseta blanca con el logo DFA Records, y pensé que era lo mismo que la banda Death From Above. También pensé que era gay. Le dije algo como “Ay wow DFA” o alguna tetada que diera a entender que “entendía que onda” , enseguida puso cara de enojado, como que acababa de decir la estupidez más grande de mi vida, me corrigió que se trataba de la disquera por la cual la fiesta estaba sucediendo, me espante de haber quedado como una estúpida, no conteste nada y me aleje toda la noche de él.
Pasaron los años y en el 2011, o sea 4 años después, me reencontré con él en un cumpleaños en el restaurante de hamburguesas Barracuda QEPD. Nos vimos a escondidas durante meses, porque el joven estaba casado. Anduvimos como cuatro años y vivimos juntos tres. Hoy en día no tengo ni la menor idea de que sea de él. Es casi como si hubiéramos regresado al principio en donde nadie se conocía. No sentir nada a veces es el mejor postre.
Trece años pasaron de este recuerdo y sigo aquí en la Ciudad de México viendo crecer a casi todos los asistentes de esa fiesta. Y es complejo, porque hay cierta gente con la que te vas a encontrar te caiga bien o te caiga muy mal, solita la vida lo decide. Ya que haces las paces con esto, lo puedes tomar con gracia. De ahí que algunas personas se volvieron íntimas amistades, personas con las que he trabajado, ex novios, gente que me hizo la guerra, gente que no tiene idea de mi existencia que yo si tengo de la suya, otras simplemente desaparecieron y a veces resurgen en pláticas con amigos. 
Oye y ¿sabes que paso con petazeta?
No. Quien sabe… creo tuvo un morrito 
¿Pero está bien, o que? ¿La tienes en IG?
No, ni idea. 
Wey porque le gritabamos “Vales verga petazeta?
Jajajaa no mames no me acuerdo
Vales veeeeeerga pe-ta -ze-ta
(Hoy en día quien le gritó a esta chica petazeta se volvió mi dealer de confianza. Quien iba a decir).
Es imposible para no querer profundizar en los primeros detonantes. Normalmente las cosas que desatan tu futuro salen de decisiones tan pendejas como si vas a una fiesta o no, o si fuiste buena onda con Juanita Perez y después Juanita Pérez se volvió influencer. La fiesta fue el networking de los early 2000’s además que la generación adulta llevaba arrastrando la idea de reven noventero. Todo giraba alrededor de la noche. Para ese entonces hacer fiestas era la forma más divertida de hacer dinero como entrepreneur joven. Cosas tan grande como festivales de cientos de personas salieron de una fiesta en la casa mamona de las lomas de uno de los socios. La vida nocturna y la cultura de la fiesta en México será otro tema a desarrollar, y por el momento solo queda cerrar esta alegre memoria.
Qué risa sentir como la cuarentena te lleva de un buen momento como bailar en la regadera, a estar a las dos de la mañana escribiendo tus memorias de tiempos más felices. Por que en efecto, señores. Una no muere sino que se va muriendo. Buenas noches.
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hisbel · 4 years
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Si se me da bien escribir ¿por qué no te escribo más?
Si tu siempre fuiste la única persona que me dijo que valía para esto, ¿cómo es posible que te escriba tan poco? 
¿Cómo puedo permitir que pase el tiempo sin expresar lo que siento de la mejor manera que sé? 
Diciéndolo. 
Y te parecerá una tontería, pero no se me ocurre nada.
Supongo que es tan grande lo que siento por ti que toda palabra se me queda corta. 
Y es que el amor de una hija a su madre no tiene nada que ver con el amor que siente una madre por su hija. Y quizá me quieras más a mí de lo que yo te quiero a ti. Quizá.  Pero tú eres el pilar que me sustenta. Eres cada una de las vigas que alzan La Alhambra. Eres todas las vigas que están detrás de una edificación tan bella como es La Alhambra. Eres lo que me ha dado vida. Y no solo una vez, si no todas y cada una de las veces que vuelvo a ti. Me das vida desde el día que me diste la vida. Nunca me siento tan yo misma como cuando te explico las cosas a ti. Nunca jamás tendré un confidente tan perfecto como lo eres tú. Nunca nadie sabrá darme la frase perfecta antecedente a una de mis bromas, y nunca nadie se reirá de ellas como te ríes tu.  
que no hay nada más bello en este mundo que tener a alguien que se ría con tus bromas. Sobretodo cuando ni tu misma crees en que hacen gracia.  No hay nada más bonito que saber que estás ahí, y que a pesar de que me lo haya currado con creces, no tiras la toalla conmigo. 
Gracias por no dejar de confiar en mí. 
Gracias por apartar las cosas que te enfadan de mi y enfocarte en quererme. Sé que no es fácil. Sé que no soy la hija que te mereces. Sé que estarías más tranquila si ya tuviese mi vida resuelta.  Y eso quiero conseguir. Que no vuelvas a preocuparte por mí, y si es posible, que te pueda dar dinero cada mes porque me sobra. O comprarte una casita en la playa, O pagarte un maromo que te diese masajes todos los fines de semana. 
Que cuando me enfado y reviento ante algo que no me parece justo, o cuando ayudo a un amigo que ha tocado fondo, siempre me acuerdo de ti, porque siempre me has dicho que lo más importante en esta vida es ser bueno, y tener buen corazón. 
Me has dado la vida, sí. Pero también me has enseñado valores. También me dijiste que la amistad era lo que siempre me iba a acompañar y me enseñaste lo que era tener un colchón. Porque no querías que estuviese sola. 
Me confesaste secretos sobre ti. Confiaste en mí. Me contaste sobre tu vida y yo te escuché. Porque aunque parezca increíble, tu vida lo es todo para mí. Cada aliento que das me hace sentir segura. Y tengo la seguridad de que nunca voy a estar sola porque te tengo a ti. 
Haga lo que haga, cagada tras cagada. 
Porque da la casualidad de que tu hija se equivoca muchas veces ¿sabes? 
Me equivoco mucho. Todo el tiempo. Siempre tengo la sensación de no ser lo que te mereces, y de que no has tenido lo que realmente te mereces. Pero aunque intente mejorar y hacer las cosas bien, siento mucho ser así, y siento mucho haberte causado tanto problema. 
Aunque, ¿qué es la vida sino una constante problemática? 
Hace un tiempo me di cuenta de que era una persona tremendamente egoísta. Ahora sé que hay algo más importante que estar bien o estar mal. Y eres tú, Tú eres lo más importante para mi. Por ti ignoro la voz que me dice que todo está mal en mi cabeza. Le digo: “Nada está mal, porque estoy con ella, y mientras esté con ella nada puede salir mal” 
Y de verdad, siento tanto haberme dejado llevar por mi dolor egoísta. Siento no haber pensado en ti todas las veces que me he hecho daño a mi misma. Siento no haberme dado cuenta del dolor que podría haberte causado,
Porque te mereces el cielo. Te mereces todas y cada una de las cosas buenas que tiene este mundo.  Te mereces ver París desde lo alto de la torre Eiffel. O escuchar bulerías en alguna plaza de Sevilla. Te mereces que te canten, te escriban, te dediquen.  Te mereces que te pinten cuadros o te construyan palacios. Te mereces que en tu nombre se hagan obras de arte. 
Porque siempre serás mi musa más bella, más real, más autentica.  Porque jamás escribiré sobre alguien tan intenso como escribo para ti.  Porque tratándose de ti, no me sale ni escribir.  Porque te quiero más que a nadie en el mundo. Porque te necesito conmigo en cada una de las decisiones que tome en esta vida. Porque es así. Porque siempre has estado para mí. Porque te mereces verme feliz. Porque mereces ser feliz tú también. 
Gracias por la paciencia. Gracias por no tirar la toalla. Por acompañarme en cada una de mis audiciones de piano. No te perdías ni una.  Por ver todos y cada uno de mis tediosos partidos de básquet. Por comprarme las faldas de patinaje, aunque luego lo acabase dejando. (Aún recuerdo esas faldas y me parecían preciosas). Por hacerme dictados en casa para que tu hija no tuviese ninguna falta de ortografía. Gracias por hacerme valorar y respetar la lengua que hablo, así como el catalán.  Gracias por hacerme sentir que soy especial. Que soy diferente a el resto de la gente y que eso no tiene por qué ser malo. Gracias por hacerme ver que quien no me quiere de verdad no me merece.  Gracias por hacerme tan fuerte. Porque estoy preparada para todo.  Gracias por educarme en el “ves y pide tu la cuenta” porque ahora no me da vergüenza nada. Porque me podría enfrentar con el mismísimo papa de Roma y seguiría teniendo el descaro que tú me enseñaste a tener. Gracias por enseñarme que la vergüenza no da de comer, y que si uno quiere con la palabra puede llegar a donde se propone. Gracias por enseñarme que el arte existe y que escribir formaba parte de algo grande.  Gracias por recomendarme todos y cada uno de los libros que me recomendaste. Gracias por dejarme leer lo que yo quisiese.  Gracias por dejarme ser, por darme libertad y darme oportunidades para equivocarme. Por dejar que llorase mientras aprendia, y sobre todo, por estar conmigo cuando lloraba. Gracias por emocionarte con mis amoríos y mis desilusiones. Por sentir como yo sentía en ese momento. Fuese ilusión o fuese dolor, Siempre has estado conmigo en todas y cada una de mis aventuras.  Gracias por todas esas veces que te comenté que me gustaba algún producto y al día siguiente lo teníamos en casa.  Gracias por llevarme a comprar ropa y hacerme sentir una princesa. Y por comprarme todos esos vestidos que solo tienen sentido porque cuando me los pongo me recuerdan lo bella que estoy gracias a ti. (Lo bella que estoy porque me hiciste así, con todo ese cariño y todo ese amor que siempre formarán parte de mí). Gracias por todas las reuniones con mis profesores, por pagarme todas las extraescolares, los viajes de fin de curso y cada uno de mis intentos por encauzar mi camino....  Gracias por advertirme de lo malo de esta vida y por abrazarme cuando finalmente me lastimaron.  Gracias por hacer de lo malo algo mucho menos malo. Casi invisible. 
Y no me alcanzarán vidas para agradecerte que me quieras. Que me quieras tanto como me quieres.  Gracias por quererme.  Porque una niña solo necesita saber que su madre está ahí. Que siempre estará ahí.
Y quizá ahora estoy madurando, o estoy un poco más viejita, y hasta ahora no me había dado cuenta de cuán afortunada soy. Siempre he tenido a mi madre. Y quizá no todo el mundo pueda decir que tiene a su madre. Pero yo sí. Y soy el ser más afortunado del mundo por tenerte. Porque aunque me sienta pequeña siempre vuelvo a ti. Y cada vez que estoy contigo me siento grande. Me haces sentir la persona más importante del mundo, y ojalá te tenga cerca toda mi vida. 
Es gracias a ti que yo puedo hacer bromas. Y que podemos reírnos porque soy una burra. Es gracias a tu empeño porque sea una señorita el que finalmente nunca lo sea, pero lo sustituya por ser tremendamente graciosa. Gracias a ti puedo quererme de alguna forma, aunque a veces me sea imposible. Pero es gracias a ti que puedo agarrarme a algo cuando creo que está todo perdido. 
Porque nunca está todo perdido si te tengo a ti.  Y nunca lo estará.
Eres lo que más me importa en la vida. Porque sé que solo te tengo a ti. Que me diste la vida sin esperar nada a cambio. Que siempre tienes palabras de apoyo y amor para aquellos que te importan. Que eres todo bondad y compartir y vamos a hacer un vermouth.  Que te sienta fatal el alcohol y siempre acabas durmiendote. Que eres tierna y adorable como tú sola, y que nada me enternece más que verte dormir. (Te lo tienes más que ganado)
Y que eres, para mí y por encima de cualquier cosa, lo imprescindible, lo irremplazable, el material con el que todo está construído y que sin el todo se vendría abajo. 
Si alguna vez dudas si lo hiciste bien yo te doy la respuesta:
te amo y siempre querré parecerme a ti. 
Porque eres todo lo bueno que tiene el mundo.  Y porque me has traído a este mundo. Y porque nada malo será suficiente para tumbarme si me das la fuerza que siempre me has dado. Solo con abrazarme. Solo con reirte. Solo con ser. Cerca de mí. 
Te quiero muchísimo, mamá. 
Te quiero muchísimo. 
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pasalachido-cdmx · 4 years
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Taller de juguetes Tlamaxcalli. Donde lo naco es chido
Texto: Verónica Ramos
Foto: Carmen Islas
Albergado por el “Huerto Roma Verde”, entre hojas de árboles y la frescura de un bosque en medio de la ciudad, se encuentra una pequeña gran fábrica de magia: el Taller de juguetes y cartonería Tlamaxcalli.
Al entrar, debes ser valiente y audaz, pues el sitio que visitarás es poco convencional. Aquí los sueños más locos se hacen realidad. Con un poco de disposición, imaginación y bastantes ganas de aprender, seguro pasarás un rato agradable.
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Este lugar lleno de vida, da la bienvenida a cualquier buscador de diversión. Al pasar, sonríe a la cámara (de llanta) que te estará observando, y no olvides saludar, o el regaño de una madre de madera recibirás; recuerda asomarte a la casita de pájaros en donde conocerás al “peor depredador del mundo”.
Pero toda esta fantasía no llegó al planeta de la nada, detrás del paraje se encuentra todo un personaje. De cara alargada, nariz nubia, cejas pobladas y barbas grises es Álvaro Santillán, culpable de tal lugar. El juguetero, también nombrado “Gepetto”, desprende un brillo pícaro de sus pequeños ojos negros como aceitunas, mostrando a un niño inquieto detrás de toda la facha de adulto.
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Seguro te preguntarás, “¿qué hay de interesante en un taller de juguetes si existe la tecnología?”. Para Álvaro la respuesta es obvia, mientras ajusta el resorte de un artilugio de bailarinas de ballet, comenta: “el juguete, independientemente de la tecnología que exista, va a estar delante de esta, porque el instinto del ser humano es jugar. Jugar es inherente”.
El oficio de Gepetto no está excluido de modas, él lo sabe perfectamente. Álvaro ha notado el resurgimiento de lo antiguo y artesanal a través de una nueva tendencia hacia lo retro. Ejemplifica este suceso hablando de las tiendas de ropa usada en línea y la inclinación a reutilizar todo; esto derivado del daño ambiental causado por la producción industrial.
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Con voz catrina, el juguetero explica cómo la producción artesanal pasó de ser lo más sencillo y vulgar a ser algo lujoso. En sus palabras: “lo más naco del mundo es el arte popular. Pero ahora está de moda y los hipsters ya se dieron cuenta que todo lo viejo y naco es chido”.
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-Hay que ajustarlo- se dirige a Laura, cartonera del lugar, haciendo referencia al resorte aguado del juguete que manipula.
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eivadeveraux · 4 years
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my weak point.
“—Pues ya lo tienes, Eiva. “El camino que no me llevó a Roma” está terminado. Te mandaremos los CDs que nos pediste sacar antes para tus seres queridos.
—Genial. Jamás pensé que sacaría un disco. Muchas gracias, Rodri. Estoy deseando tenerlo en las manos.
—Cuídate, Eiva.
—Adiós, ¡y gracias de nuevo!”
Eiva colgó el teléfono y pegó un salto. Gritó un poco de la emoción e hizo gestos de victoria. Era un gran día para ella y su carrera musical. Por fin, después de tanto esfuerzo, tendría entre sus manos su primer disco. Cogió su teléfono y les mandó un mensaje a sus seres más queridos para contarles la buena nueva. El resto de la mañana sucedió entre llamadas telefónicas. Por la tarde, la suiza empezó a trabajar en las propuestas de merchandisng. Tenia claro que quería sacar varios modelos diferentes de camisetas y también de pulseras. ¿Sería suficiente? Mientras pensaba en ello el timbre de la puerta la distrajo. ¿Quién podía ser? Estaba instalada en casa de Andrew y casi nadie sabía de ello. ¿Quizá un vecino?
Al abrir, el hombre que esperaba tras la puerta se apoyó en ésta para que la suiza no pudiese cerrar. La seriedad en su rostro y el pañuelo que sujetaba entre sus manos alarmaron a Eiva, quién echó a correr por el apartamento en busca de un escondite. Pero no tuvo tiempo suficiente, el hombre la agarró del pelo y le estampó el pañuelo humedecido con alguna droga en el rostro. Él era un armario y aunque ella forcejease no podía hacer nada. En cuestión de segundos la suiza quedó inconsciente.
[…]
Horas más tarde despertó en una habitación que daba asco. Las paredes eran de azulejo blanco, aunque la mayoría estaban rotos o llenos de mugre. La tenue luz de una bombilla alumbraba la estancia. Eiva estaba maniatada a una silla, todavía bajo los efectos de la droga que le habían obligado a inhalar. Intentó mantenerse despierta, pero volvió a caer una vez más vencida por el químico.
[…]
—Eh, tú. Bella durmiente.
Un golpe en su espinilla la sobresaltó. Delante tenía al hombre que la había secuestrado, pero esta vez su expresión no era seria, ni llevaba consigo ningún pañuelo. La morena intentó deshacerse de sus ataduras, pero era en vano. Así que miró fijamente a su secuestrador.
—Dime, ¿fuiste tú quién se coló en mi apartamento de Barcelona?
—Así es. Podría decirse que ya nos conocemos.
—Ah, ya. Eres el que salió corriendo… Dime, ¿deberías asustarme ahora?
El hombre suspiró unos instantes, quizá aguantando las ganas de querer abofetear a la chica. Pero se hundió de hombros, en su mirada desapareció cualquier tipo de expresión justo antes de darle el primer puñetazo. El labio herido de la chica en seguida empezó a sangrar e inflamarse. Pero, al contrario de lo que él esperaba, Eiva empezó a reír.
—Venga, hombre. Tú solo eres el mensajero. Mira, estuve en una situación semejante hace unos años… además, he visto muchas películas. Tú solo eres el matón de turno. A quién debo temer es a tu jefe… Así que venga, dile que aquí estoy y aquí le espero. Quiero saber de qué va esto.
Volvió a pegarla. Pero esta vez más fuerte y no solo una vez. La sensación que envolvió a la suiza, empezó a abrumarla, y no se trataba de dolor. Era otra cosa que ya conocía y a la que temía más, pero algo le decía que, si se dejaba llevar, esa misma sensación la acabaría liberando.
—Detente. —Ordenó una voz de hombre distinta. Una voz que Eiva tenía clavada en el fondo de su memoria. El hombre se arrodilló junto a la chica y posó la palma de su mano sobre la de ella. Y en ese instante la sensación que abrumaba a la suiza, desapareció sin dejar rastro. — Veo que aún no sabes controlarlo. A mí también me costó. Quizá algún día te enseñe. Pero no te preocupes, mientras esté cerca “eso” no va a poder controlarte.
—Elías.
—Mi querida Evangeline. Deberías llamarme “papá”.
La suiza sonrió de forma sarcástica. La sangre le brotaba por ambos orificios nasales y por la herida del labio. Además, tenía parte del rostro y los hombros llenas de moratones por los golpes.
—Dejaste de ser mi padre cuando te importó más la botella que yo. ¿Qué tal la resaca?
—No entraré al trapo, hija. A mi no vas a alterarme. Y te recomiendo que no alteres mucho a mi compañero, él no tiene tanta paciencia y tu vas a quedarte aquí hasta que colabores o encontremos una forma de obligarte a ello.
—¿Qué quieres?
[…]
Eiva perdió la percepción del tiempo. El matón se esforzaba en intentar sacarle a la suiza la información que querían, pero ella nunca hablaba. No quedaba rincón en su cuerpo que no hubiese sido golpeado o herido. No le daban de comer y apenas la dejaban dormir. Los días avanzaban y Elías le preguntaba una y otra vez.
En uno de los violentos interrogatorios, el matón decidió que podía ser buena idea usar una tubería para golpear a Eiva. Los gritos se escucharon a varios metros a la redonda en medio de aquella inmensa nada en la que se encontraba el zulo en el que estaban. Como siempre, después de cada paliza, Elías volvía a aparecer.
—Evangeline, ¿Por qué te resistes tanto? Al final me vas a obligar a hacer algo que realmente no quiero hacer. Tendré que preguntarle a tu amiguito. Quizá incluso le pregunte a Emma. Unos colegas han ido a espiarla en su casita de Lausana. Está preciosa… Quizá incluso les mandemos una copia de la cámara de seguridad que lleva días grabándote. Así, al menos, sabrán que callaste durante mucho tiempo antes de que nos contases donde encontrar a Leire.
Elías tiró al suelo unas cuantas fotos en las que salían Emma saliendo de casa, y otras de Andrew con Dalarna y Ash caminando por la calle. Eiva alzó la vista y por un segundo dejó ver que eran aquellos, precisamente, sus puntos débiles. Entonces le miro y le habló con la voz rota:
—Voy a darte un consejo… Cuando te canses de no sacarme la información que quieres, mátame. Porque si por casualidad sobrevivo… Voy a ir a por ti, te voy a encontrar, y te voy a matar. ¡Ya te he dicho que no sé donde está Leire! Joder, si ni siquiera me importa.
Elías sonrió ante las declaraciones de su hija. Entonces sacó un teléfono e hizo una llamada. Sonó un tono… dos… y al tercero alguien contestó. Una mujer. Emma.
—¿Si, dígame? ¿Hola?
La respiración de Eiva se escuchaba demasiado entrecortada, demasiado débil. Pero lo suficiente como para que una madre pudiese reconocer el sonido de la respiración de su hija. Emma empezó a gritar al otro lado del teléfono.
—¡Eiva! ¿Dónde estás cariño?
Elías cortó la llamada. La amenaza era real, pero hasta escuchar la voz de su madre, por algún motivo, no terminaba de creerlo. De un movimiento brusco, Eiva logró deshacerse de las ataduras de sus muñecas, las que con el paso de los días se habían ido aflojando. Todo pasó muy deprisa. La suiza se tiró encima de su padre y gritando, logró arañarle con fuerza la mejilla. El matón entró en escena para separarles.
Eiva, totalmente poseída por su instinto de supervivencia, encarnaba la más pura de las iras. En ese fiero estado hubiese podido aguantar todo su dolor físico con tal de pegarle una paliza a su padre. Para eliminar la amenaza que ahora Eiva les suponía a ambos, el matón volvió a armarse con el trozo de tubería y le pegó un fuerte golpe en la cabeza. Aquel golpe fue certero, quizá incluso demasiado. Un charco de sangre empezó a crecer debajo de la cabeza de la morena.
Poco después, fuera de aquella sala, empezaron a escucharse golpes y gritos. Eiva luchaba por resistir unos segundos más. Parecía que alguien iba a entrar e iba a sacarla de ahí. Alzó la mano en dirección a la puerta e intentó gritar “aquí, estoy aquí”, pero no le salió la voz. Su cuerpo empezó a convulsionar, fruto del fuerte golpe y pérdida de sangre,  y después… total y absoluta oscuridad.
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ulisesbarreiro · 4 years
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Conociendo al pintor  Ignacio Zuloaga
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          Obra de Zuloaga
El 31 de octubre de 1945 a las 7am fallece uno de los grandes pintores que dio occidente en este mundo. El señor Ignacio Zuloaga Zabaleta (Éibar, Guipúzcoa; 26 de julio de 1870 - Madrid; 31 de octubre de 1945) fue un pintor español que destaca por sus escenas costumbristas y retratos, dentro de un estilo naturalista, influido por Ribera y Goya entre otros, en oposición al estilo luminoso y optimista de Sorolla como dicen los que saben. Su muerte comenzó con una angina de pecho, que lo terminó llevando hacía otras dimensiones que los mortales de este mundo no conocemos. Estaba viviendo en un hotel de la ciudad de Madrid, pero como comentó Álvaro de Figueroa, secretario de la embajada argentina por ese entonces, quien era nieto del Conde de Romanones, y a su vez hijo del marqués de Villabrájima, dijo que Zuloaga viéndose amenazado por la muerte, no quiso morir en un hotel, y se trasladó al estudio que en Madrid tenía. En todo momento estuvo acompañado del doctor Marañón quién lo acompañó durante su último trance. Esos fueron sus últimos momentos. Pero miremos ahora al artista Zuloaga, era un pintor que amaba hacer retratos y siempre se lo ofrecía a este servicio a sus amigos sin cargo. Los historiadores del arte de España lo ponen a este artista a la altura de Velázquez, Ribera El Greco y Goya entre otras para que entendamos la magnitud de este pintor. Zuloaga tenía un estudio en la plaza de Gabriel Miró, Antiguas Vistillas, número 7, bella casita de rojizo ladrillo, casa de dos pisos. En la plata baja se dedicaba a la escultura, mientras que en el primer piso a la pintura. Pegadas con chinches en las paredes del segundo piso había una pintura de Velásquez, un ventiluz mira hacia el paisaje del Guadarrama. Aquí en el segundo piso había una cama de una plaza y una mesa de luz. Fue un hombre moderado a la hora de dar opiniones sobre sus colegas contemporáneos. De hecho nunca habló mal de las obras de sus colegas de época. Como manifestó Azorín en un artículo periodístico en 1947 publicado en el diario “La Prensa” en Buenos Aires, Zuloaga “admiraba a Velázquez, pero que no sentía por él entusiasmo”. ¿Quién fue Azorín? Fue uno de los maestros de la generación española del 98, y amigo Ignacio Zuloaga Zabaleta. Zuloaga en 1941 había pintado un retrato sobre José Martínez Ruiz, más conocido por Azorín, dicho retrato muestra al escritor de semi-perfil sentado junto a una mesa en la que aparecen varios libros y con un sobrio paisaje castellano como fondo. El escritor, que sostiene en la mano derecha su libro "Pensando en España", dedicado al pintor, aparece con su frente amplia y arqueada, su rostro enjuto de pómulos salientes, los ojos semicerrados como en meditación, en una pose entre elegante y ascética. Podemos ver a continuación dicha obra que se subastó en Londres en el año 2009. 
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                           Retrato de Azorín realizado por Zuloaga
Este artista Zuloaga de joven había estudiado Ingeniería, pero dejó estos estudios para dedicarse a la pintura. Dejó la ciudad de Eibar, para ir al Museo del Prado en Madrid para estudiar la técnica de los grandes artistas. Luego viajó por varias ciudades de Europa (Roma, Londres, París, etc). Si quienes lo conocían dicen que admiraba a Manet, en especial la obra “Lola de Valencia” como nos lo recuerda Azorín. En su estudio, en la planta baja vivía un matrimonio que cuidaba el espacio. La mujer se encargaba de cocinarle a Zuloaga. Se dice que una de las comidas más gustosas para Zuloaga era el estofado castellano. También traía de su campo el queso manchego que tanto le gustaba. Un detalle es que estos quesos venían de una pequeña chacra que había adquirido. Zuloaga había comprado un pequeño campo, en donde había un molino de viento. Estaba ubicado en Criptana, localidad ubicada a 156 kilómetros de Madrid por vía férrea, en donde había un molino de viento.  Campo ubicado al pie de un cerro llamado “el monte de molinos”, en donde hay un pequeño poblado. Dicho campo esta ubicado a 681 metros de altitud sobre el nivel del Mar Meditterráneo. Un paisaje muy parecido a las sierras cordobesas de Argentina. Dicho lugar era una musa inspiradora para este artista. Que estuvo a la altura de Rodin, Degas, o Gauguin, como dicen los especialistas. Sin dudarlo fue uno de los grandes artistas más reconocidos españoles del siglo XX. Trate de mostrar a un artista que fue un ser humano y vivió como un ser humano que fue un artista. Si quien lee es un artista, sabrá entender. Si no vio pinturas de Zuloaga invitó a que haga un recorrido por sus pinturas que de seguro habrá alguna a su medida.
                                                                          Ulises Barreiro        
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            Obra de Zuloaga              
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las-microfisuras · 5 years
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Así que abandonaron Roma y buscaron el apartamiento de un bosque en el macizo montañoso del Jura francés, en un lugar muy aislado y en una casita, La Pièce, con corredor y contraventanas rojas. A la casa que alquilaron se llegaba por una especie de túnel de árboles que entrelazaban sus copas. Allí ya no hubo problemas con los animales, a los que se habían unido los perros, pues estos no eran sino una prolongación natural del bosque, aunque tal como me dijera en una de nuestras conversaciones, ello fuera motivo de una preocupación más y, de nuevo, por motivos de subsistencia económica: «Hubo días en que me entraban ganas de cortarme un brazo para darle de comer a mis perros, pues para ellos nada tenía». Pero lo cierto es que a su existencia doméstica y a sus paseos se unían sus perros y sus gatos. Y hablando de estos, en Roma incluso los de los vecinos. También la presencia de un gran número de pájaros. Por el túnel de verdor ella penetraba en la ladera y el bosque buscando un claro donde descansar rodeada por los animales. De ese claro nacería el que habría de uno de sus libros más creativos, por poemático, Claros del bosque (libro con «carácter poético-filosófico», diría ella).Si había nieve en el monte, zorros e incluso algún lobo bajaban a comer de su mano, en una estampa franciscana. Y sabía mirarlos de frente e incluso acariciarlos. Entre ella y la lechuza nocturna, protegían de los cazadores a los animales más débiles. La lechuza con su canto los avisaba. Ella ahuyentaba a los cazadores señalándoles el camino contrario al que había seguido el jabalí. A esta sintonía con los animales se unía la comunicación con las plantas y las flores, especialmente con los «botones de oro» y las violetas. Aquella soledad plena —solo interumpida por un viaje a Grecia, ya muerta su hermana Araceli (Ara), en compañía de su amigo Timothy Osborne y su esposa— fue rica para su creatividad literaria. En aquel retiro reúne los ensayos de España, sueño y verdad y fecha el prólogo de la nueva edición de Los intelectuales en el drama de España para la editorial Hispamerca. Según un epistolario que comentaremos más adelante, fue muy crítica hacia este libro que ella valoró, poco antes de regresar a España, como «librito sin ningún valor», fruto de los días de la tensión bélica. Y ve cómo va esbozándose otra de sus obras más poemáticas, La tumba de Antígona y sus Obras reunidas, a la vez que desarrolla uno de sus libros más puros, Claros del bosque. Mide sus frases porque, como nos ha dicho, «el pensamiento, cuanto más puro, tiene su número, su medida, su música». Pero para ella aquel refugio estaba destinado a ser límite entre lo «civilizado» y lo virgen. Hasta que un día llegó a aquel apartado lugar del Jura una legión de técnicos para trabajar en la construcción del CERN, el anillo subterráneo y kilométrico, el «anillo atómico», se dijo, de la Organización Europea para la Investigación Nuclear. («El camino encantado, el camino increíble y naturalmente destruido, aquel camino de belleza que tenían que herirlo con sus camiones, unos camiones de no se sabe qué y, además, ¿para servir a quién? El caso es destruir»). Se talaron encinares y hayedos, parte de los árboles del camino cerrado, huyeron los animales, llenaron de túneles subterráneos de hormigón el campo, y el paisaje quedó con ese aire algo triste y de abandono que tenía cuando yo lo visité llegando en el coche de Rafael Tomero Alarcón, el primo de María, y por sugerencia de ella. Aire de despoblación, ese aspecto que el campo algo mustio y alterado ofrecía, como cuando se retira la nieve y ha pasado la cellisca alpina congelando praderas y piedras.
Así que María Zambrano dejó su bosque.
• Antonio Colinas, "SOBRE MARÍA ZAMBRANO. Misterios escondidos"
https://elpais.com/cultura/2019/09/15/actualidad/1568540266_858482.html
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notasnotasnotas · 4 years
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2666 / Roberto Bolaño
El nombre de Archimboldi aparecía en un diccionario sobre literatura alemana y en una revista belga dedicada, nunca supo si en broma o en serio, 
y por lo tanto es más fácil ir a la guerra que dejar de fumar.
El suavo como «promotor cultural» de un pueblo en donde lo menos importante, sin duda, era la cultura.
Por aquellos días Pelletier y Espinoza, preocupados por el estado actual de su común amante, mantuvieron dos largas conversaciones telefónicas. La primera la hizo el francés y duró una hora y quince minutos. La segunda la realizó Espinoza, tres días después, y duró dos horas y quince minutos. Cuando ya llevaban hablando una hora y media Pelletier le dijo que colgara, que la llamada le iba a salir muy cara, y que él lo llamaría de inmediato, a lo que el español se opuso rotundamente. La primera conversación telefónica, la que hizo Pelletier, empezó de manera difícil, aunque Espinoza esperaba esa llamada, como si a ambos les costara decirse lo que tarde o temprano iban a tener que decirse. Los veinte minutos iniciales tuvieron un tono trágico en donde la palabra destino se empleó diez veces y la palabra amistad veinticuatro. El nombre de Liz Norton se pronunció cincuenta veces, nueve de ellas en vano. La palabra París se dijo en siete ocasiones. Madrid, en ocho. La palabra amor se pronunció dos veces, una cada uno. La palabra horror se pronunció en seis ocasiones y la palabra felicidad en una (la empleó Espinoza). La palabra resolución se dijo en doce ocasiones. La palabra solipsismo en siete. La palabra eufemismo en diez. 
Pero al cabo de un par de meses de estar produciendo esas tazas yo me di cuenta de que mi felicidad era artificial. Me sentía feliz porque veía a los otros felices y porque sabía que tenía que sentirme feliz, pero en realidad no estaba feliz.
—Te lo regalo —oyó que decía Norton. —Muchas gracias —se oyó contestar.
Pelletier abrió un libro sobre la obra de Berthe Morisot, la primera mujer que perteneció al grupo impresionista,
su respuesta le pareció estúpida y conciliadora.
—Un cabrón puede no tener imaginación y luego realizar un único acto de imaginación, en el momento más inesperado
Cuando cesaron de patearlo permanecieron unos segundos sumidos en la quietud más extraña de sus vidas.
sino más bien de extrañeza y frustración, como si el fantasma de su abuela recorriera su antigua casa y no la reconociera, reconvertida como estaba en varias casas más pequeñas, con paredes que ella no recordaba y muebles modernos que a ella le debían de parecer vulgares
Le seducía la idea de vivir en Italia o cerca de Italia y pasar largas temporadas en la Toscana y en Roma escribiendo un ensayo sobre Piranesi y sus cárceles imaginarias, que él veía extrapoladas, más que en las cárceles mexicanas, en el imaginario y en la iconografía de algunas cárceles mexicanas.
¿Y si Archimboldi estuviera huyendo? ¿Y si Archimboldi, de pronto, hubiera encontrado otra vez un motivo para huir? Por el cielo, presumiblemente lleno de nubes negras cargadas de contaminación,
En Europa los intelectuales trabajan en editoriales o en la prensa o los mantienen sus mujeres o sus padres tienen buena posición y les dan una mensualidad o son obreros y delincuentes y viven honestamente de sus trabajos. En México, y puede que el ejemplo sea extensible a toda Latinoamérica, salvo Argentina, los intelectuales trabajan para el Estado. Esto era así con el PRI y sigue siendo así con el PAN. El intelectual, por su parte, puede ser un fervoroso defensor del Estado o un crítico del Estado.
Tu sombra, sin embargo, ya no te sigue. En algún momento te ha abandonado silenciosamente. Tú haces como que no te das cuenta, pero sí que te has dado cuenta, tu jodida sombra ya no va contigo, pero, bueno, eso puede explicarse de muchas formas, la posición del sol,
orografía más accidentada: cerros,
—¿Quién soy? —dijo Espinoza. —Un español que me compró una alfombra —dijo la muchacha—, estuvimos platicando.
Volviera al hotel a la hora que volviera siempre encontraba a Pelletier despierto, leyendo un libro y esperándolo. Con ese gesto, pensó, Pelletier le reafirmaba su amistad. También cabía la posibilidad de que el francés no pudiera dormir y que su insomnio lo condenara a leer por las salas vacías en un par de ocasiones, pero no pudo. El silencio de ella, sin embargo, no era desagradable ni implicaba rencor o tristeza. No era denso sino transparente. Casi no ocupaba espacio.
una casita de una sola planta,
Parecía difícil que eso fuera así, pero era así.
vacía y quieta y con la luz apagada. En el porche, si alguien se hubiera dedicado a escuchar con atención, habría oído el zumbido de unos pocos mosquitos.
Hablaban de un hoyo, un agujero muy profundo de donde se podía extraer petróleo o carbón,
Hablaban de otros años, de la lucha contra el franquismo, de la cárcel de mujeres de Zaragoza. Hablaban de un hoyo, un agujero muy profundo de donde se podía extraer petróleo o carbón, de una selva subterránea, de un comando de mujeres suicidas.
carreteras nacionales y carreteras vecinales, problemas con camioneros machistas, ciudades y pueblos, bosques sin nombre en donde habían decidido dormir en la tienda de campaña, ríos y lavabos de gasolinera en donde se habían aseado.
la moda, el cine, los juegos de azar, la literatura francesa y norteamericana, la gastronomía, el producto interior bruto, la exportación de armas, la manufacturación de lotes masivos de anestesia,
todo aquello era un misterio que de momento lo excedía,
discutiendo sobre la conveniencia o no de volar, sobre los accidentes aéreos, sobre si es más peligroso despegar que aterrizar, introdujo,
una lógica de adolescente tarado,
Los primeros kilómetros la carretera discurría por un pequeño valle pespunteado de rocas que parecían desprendidas del cielo. Trozos de granito sin origen ni continuidad.
O lo que es lo mismo: quieren ver a los grandes maestros en sesiones de esgrima de entrenamiento, pero no quieren saber nada de los combates de verdad, en donde los grandes maestros luchan contra aquello, ese aquello que nos atemoriza a todos, ese aquello que acoquina y encacha, y hay sangre y heridas mortales y fetidez.
Te voy a explicar cuál es la tercera pata de la mesa humana. Yo te lo voy a explicar. Y luego déjame en paz. La vida es demanda y oferta, u oferta y demanda, todo se limita a eso, pero así no se puede vivir. Es necesaria una tercera pata para que la mesa no se desplome en los basurales de la historia, que a su vez se está desplomando permanentemente en los basurales del vacío. Así que toma nota. Ésta es la ecuación: oferta + demanda + magia.
Así que toma nota. Ésta es la ecuación: oferta + demanda + magia.
las nubes que parecían catedrales
y se puso a mirar por la ventanilla las nubes que parecían catedrales
y se puso a mirar por la ventanilla las nubes que parecían catedrales o tal vez sólo pequeñas iglesias de juguete abandonadas en una cantera de mármol laberíntica y cien veces más grande que el Gran Cañón.
Sobre el barro seco habían quedado las huellas congeladas de unas zapatillas Nike. 
una fábrica de aspersores, su religiosidad, acudía cada domingo
Yo fundé, junto a Marius, los Panteras Negras. Trabajábamos en lo que fuera y comprábamos escopetas y pistolas para la autodefensa del pueblo. Pero una madre vale más que la revolución negra.
Hay que sacar agua no sólo de las rocas sino también del desierto. Aunque sin olvidar que el dinero siempre será un problema pendiente, dijo Seaman.
UTILIDAD. Pero el sol tiene su utilidad, eso a nadie con dos dedos de frente se le escapa, dijo Seaman. De cerca es el infierno, pero de lejos es útil y hermoso,
Luego se puso a hablar de las cosas útiles que necesitaba el cuerpo.
Mientras Fate dormía dieron un reportaje sobre una norteamericana desaparecida en Santa Teresa, en el estado de Sonora, al norte de México.
La trata de esclavos, escrito por un tal Hugh Thomas
los muertos de la Comuna no pertenecían a la sociedad, la gente de color muerta en el barco no pertenecía a la sociedad, mientras que la mujer muerta en una capital de provincia francesa y el asesino a caballo de Virginia sí pertenecían,
Los atardeceres en el desierto parece que no vayan a acabar nunca, hasta que de pronto todo acaba, sin ningún aviso.
¿Eso significa que en algún lugar soy americano y en algún lugar soy afroamericano y en algún otro lugar, por pura lógica, soy nadie?
Se evaporan en el aire, visto y no visto. Y al cabo de un tiempo aparecen sus cuerpos en el desierto.
boxeador mexicano Hércules Carreño. Era un tipo que medía casi dos metros. Algo nada usual en México,
buenos plumas, a veces, en contadas ocasiones, algún welter, pero no pesados ni semipesados.
buenos gallos, buenos moscas, buenos plumas, a veces, en contadas ocasiones, algún welter, pero no pesados ni semipesados.
Es una cuestión de tradición y de alimentación. Una cuestión de morfología. Ahora tienen un presidente de la república que es más alto que el presidente de los Estados Unidos. Es la primera vez que ocurre.
La Hermandad de Mahoma,
Es difícil ser feminista en México. Si una tiene dinero, no es tan difícil, pero si es de la clase media, es difícil. Al principio, no, por supuesto, al principio es fácil, en la universidad, por ejemplo, es muy fácil, pero cuando van pasando los años cada vez es más difícil. Para los mexicanos, sépalo usted, el único encanto del feminismo radica en la juventud. Pero aquí envejecemos aprisa. Nos envejecen aprisa. Menos mal que yo todavía soy joven.
El cielo era de un azul intenso apenas rayado por unas nubes con forma de cilindros que flotaban por el este y que avanzaban hacia la ciudad. son nubes de las capas altas de la atmósfera, si bajan o suben un poquito, sólo un poquito, desaparecen.
Lo que antes era mi derecha ahora es mi izquierda y ya no consigo tener ni un solo punto de referencia.
Nadie presta atención a estos asesinatos, pero en ellos se esconde el secreto del mundo.
¿Qué es la gefidrofobia?, dijo Juan de Dios Martínez. Es el miedo a cruzar puentes.
la ombrofobia y la talasofobia, que son, respectivamente, el miedo a la lluvia y el miedo al mar.
Hablaron de cabras perdidas en el cerro Azul y de agujeros en la sierra.
Esa noche el jefe de la policía de Santa Teresa durmió bien. Soñó con su hermano gemelo. Tenían quince años y eran pobres y salían a pasear por unas lomas llenas de matojos donde muchos años después se levantaría la colonia Lindavista.
Éste tenía la cabeza enterrada en un agujero. Como si el asesino, un loco, sin duda, hubiera pensado que con enterrarle la cabeza bastaba. O como si creyera que al cubrir de tierra la cabeza el resto del cuerpo se haría invisible a cualquier mirada.
Los ojos de Elsa Fuentes eran de un marrón tan clarito que parecían amarillos como el desierto. Cuando uno sabe, sabe, y cuando no sabe lo mejor es aprender.
Que mirar cara a cara al aburrimiento era una acción que requería valor y que Benito Juárez lo había hecho y que ella también lo había hecho y que ambos habían visto en el rostro del aburrimiento cosas horribles que prefería no decir.
Según el administrador de Mi Reposo, la habitación de la muerta correspondía
parecía puesto allí a propósito para ilustrar un fenómeno asimétrico e incomprensible.
ilustrar un fenómeno asimétrico e incomprensible.
muertes que pertenecían al folklore pero no a la modernidad: muertes que no asustaban a nadie.
Los norteamericanos se llamaban Mike y Clarissa Epstein y contrataron a dos actores porteños de cierto renombre aunque en horas bajas y a varios jóvenes, algunos de los cuales fueron luego muy conocidos. El equipo técnico también era argentino, salvo el cámara, un amigote de Epstein llamado JT Hardy que llegó a Buenos Aires un día antes de que comenzara la filmación. Esto había ocurrido en 1972, cuando en Argentina se hablaba de revolución, de revolución peronista, de revolución socialista e incluso de revolución mística.
Epstein murió al caerse por el hueco de un ascensor. El estado en el que quedó el cadáver tras una caída de catorce pisos fue, según los testigos, indescriptible.
Si no crees en Dios, 
¿cómo creer en un pinche libro?, pensaba
en su poder, como si estuviera refiriendo una historia medieval o una historia política, el récord de expulsiones de los Estados Unidos. ¿Saben cuántas veces había entrado ilegal a los Estados Unidos? ¡Trescientas cuarentaicinco veces! Y trescientas cuarentaicinco veces había sido detenido y deportado a México.
Si te miran por encima del hombro, te acostumbras. Si desaparecen tus ahorros, los ahorros de toda una vida y que guardabas para jubilarte, te acostumbras. Si tu hijo te estafa, te acostumbras. Si tienes que seguir trabajando cuando por ley deberías dedicarte a lo que te diera la real gana, te acostumbras. Si encima te bajan el sueldo, te acostumbras. Si para redondear el sueldo tienes que trabajar para abogados deshonestos y detectives corruptos, te acostumbras.
Bacanora, dijeron los policías, y le explicaron que se trataba de una bebida que sólo se destilaba en Sonora, con una especie de agave que únicamente crecía allí
casas o casuchas que se aguantaban en precario y extraño equilibrio.
un pendejo que creía que iba a hacer la revolución. México es pródigo en pendejos de este tipo.
paisaje fragmentado
Todos los nombres son comunes y corrientes, todos son vulgares. Llamarse Kelly o llamarse Luz María en el fondo es lo mismo. Todos los nombres se desvanecen. Eso tendrían que enseñárselo a los niños desde la primaria. Pero nos da miedo hacerlo.
Uno cree que desde adentro puede mejorar algunas cosas. Primero tratas de mejorarlas desde afuera, luego crees que si estuvieras dentro las posibilidades reales de cambio serían mayores. Al menos uno cree que desde el interior va a tener más libertad de acción. Falso. Hay cosas que no cambian ni desde afuera ni desde dentro.
Uno cree que desde adentro puede mejorar algunas cosas. Primero tratas de mejorarlas desde afuera, luego crees que si estuvieras dentro las posibilidades reales de cambio serían mayores. Al menos uno cree que desde el interior va a tener más libertad de acción. Falso. Hay cosas que no cambian ni desde afuera ni desde dentro. Pero aquí viene la parte más divertida. La parte más increíble de la historia (y me da lo mismo que sea la historia de nuestro triste México o de nuestra triste Latinoamérica). Aquí viene la parte in-cre-í-ble. Cuando uno comete errores desde adentro, los errores pierden su significado. Los errores dejan de ser errores. Los errores, los cabezazos en el muro, se convierten en virtudes políticas,
pero no hallaron o no supieron hallar nada.
las modas en México, usted ya sabe, se esfuman o se esconden como las personas y nadie las echa de menos.
Estoy harta de los mexicanos que hablan y se comportan como si todo esto fuera Pedro Páramo, dije.
y la saludó formalmente, incluso con algo de rigidez, pero ese saludo también se hubiera podido interpretar como un gesto que equivalía a decir que así era la vida.
Canetti y creo que también Borges, dos hombres tan distintos, dijeron que así como el mar era el símbolo o el espejo de los ingleses, el bosque era la metáfora en donde vivían los alemanes.
Cuando Hans Reiter vio por primera vez un bosque de algas se emocionó tanto que se puso a llorar debajo del agua.
Decía, por ejemplo, que el zen era una montaña que se muerde la cola. Decía que el idioma que había estudiado era el inglés y que estaba destinado a Berlín por una de las tantas equivocaciones del ministerio. Decía que los samuráis eran como peces en una cascada pero que el mejor samurái de la historia fue una mujer.
Decía que su padre había conocido a un monje cristiano que vivió quince años sin salir jamás del islote de Endo, a pocas millas de Okinawa, y que la isla era de roca volcánica y que carecía de agua.
—Todo es un libro quemado, querido director. La música, la décima dimensión, la cuarta dimensión, las cunas, la producción de balas y fusiles, las novelas del oeste: todo libros quemados.
Se equivoca, le dijo, aquí tengo, precisamente, todo lo que necesito para no morirme: medicamentos, tiempo, enfermeras y médicos, una libreta para poder dibujar, un parque.
Los feldespatos suelen ser de color blanco o amarillento. Los feldespatos más importantes son la ortosa, la albita y la labradorita, para que lo sepas. Pero mi feldespato preferido es la obsidiana.
Tolstói y Chéjov, aquellos que guardaban el fuego de Pushkin, el fuego de Gógol, Gorki,
Stendhal, como se dice, bailó al leer la crítica que Balzac hizo sobre La Cartuja de Parma, Ivánov derramó incontables lágrimas de felicidad al recibir la carta de Gorki.
Maiakovski.
Dice que los únicos escritores viables (aunque no explica a qué se refiere con la palabra viable) son los que provienen del lumpen y de la aristocracia. El escritor proletario y el escritor burgués, dice, son sólo figuras decorativas.
¿dónde se aprende a resistir?,
orgías proletarias,
partidos de fútbol etílicos.
enfrascado en la lectura de un periódico, pero en realidad escuchándolo.
y así, abrazados, volvieron a la aldea mientras todo el pasado del universo caía sobre sus cabezas.
Y la baronesa trató de escuchar, pero no oyó nada, sólo silencio, un silencio completo. Y entonces Archimboldi le dijo: de eso se trata, del silencio, ¿lo oyes? Y la baronesa estuvo a punto de decirle que el silencio no se podía oír, que sólo se oía el sonido, pero le pareció una pedantería y no dijo nada.
Museo de errores, y otros seleccionados por Max Sengen, 
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yatodoerasilencio · 5 years
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Fragmento de Alicia en el País de las Maravillas
Alicia recogió el abanico y los guantes y, como hacía mucho calor en el vestíbulo, empezó a abanicarse, y siguió abanicándose sin cesar mientras hablaba:
—¡Ay, Dios mío! ¡Qué raro que es todo hoy! Y pensar que ayer todo sucedía como de costumbre. Me pregunto si no me habrán cambiado durante la noche. A ver, déjenme pensar un poco: ¿era la misma yo cuando me levanté esta mañana? Casi casi me parece recordar que me sentía un poco distinta. Pero, si no soy la misma, la pregunta que sigue es: ¿entonces quién vengo a ser? ¡Ay, esa es la gran incógnita!
Y empezó a recordar a todas las chicas de su misma edad que conocía, para ver si la habrían cambiado por alguna de ellas.
—Estoy segura de que no soy Ada —dijo—, porque ella tiene bucles largos y yo no tengo ni un solo rulito: y estoy segura de que no puedo ser Mabel, porque yo sé un montón de cosas y ella… bueno, ¡ella sabe tan poquito! Además ella es ella y yo soy yo, y… ¡Ay, Dios mío, qué difícil es entender todo esto! Voy a hacer una prueba, a ver si sé todas las cosas que solía saber. A ver… cuatro por cinco es doce y cuatro por seis es trece y cuatro por siete es… ¡ay, no! ¡Así no voy a llegar nunca a veinte! Pero la tabla de multiplicar no significa nada; vamos a probar con geografía. Londres es la capital de París y París es la capital de Roma y Roma… ¡ay, no, está todo mal! ¡Estoy segura! ¡Deben de haberme cambiado por Mabel! Voy a recitar ¡Cómo aumenta la abejita!
Y Alicia cruzó los brazos sobre la falda, como si estuviese dando lección y empezó a repetir la poesía. Pero la voz le sonaba ronca y extraña y las palabras no parecían fluir del modo acostumbrado:
¡Cómo aumenta el cocodrilo el resplandor de su cola derramando agua del Nilo sobre sus escamas todas!
¡Qué sonrisa tan alegre! ¡Qué zarpazos tan sutiles, cuando recibe a los peces con mandíbulas gentiles!
—Estoy segura de que esas no son las palabras correctas —dijo la pobre Alicia, y se le volvieron a llenar los ojos de lágrimas mientras seguía hablando—. Y sí, debo de ser Mabel nomás, y voy a tener que irme a vivir a esa casita de morondanga, sin juguetes y, ¡ay, Dios!, siempre llena de lecciones para estudiar. ¡Ah, no! Estoy decidida: ¡si soy Mabel me quedo aquí abajo! Y de nada va a servir que asomen sus cabezas para mirar hacia el fondo y digan «¡Vamos, sube, queridita!». Lo único que voy a hacer es levantar la cabeza y preguntar: «¿Yo quién soy? Primero díganme eso y después, si me gusta ser esa persona, salgo; si no, me quedo aquí abajo hasta ser otra»… pero ¡ay, Dios mío! —gritó Alicia con un súbito acceso de lágrimas—. ¡Cómo me gustaría que asomasen las cabezas! ¡Estoy tan cansada de estar sola aquí abajo!
Al decir esto se miró las manos y se sorprendió al ver que se había puesto uno de los guantecitos del Conejo mientras hablaba.
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martineznotte · 6 years
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Una Casa de Piedra en Finisterre
Todos los rincones de la Bretaña francesa son dignos de mención. Han sido escenario de películas memorables, o inspiraron a escritores trascendentes. Pero descubrir Kerlouán, en Finisterre, es aún más atractivo por lo desconocido del paraje.
Hay que comprender que, aún cuando se trata de Francia, todo en la Bretaña remite a la cultura anglosajona, aunque con los tintes propios del país galo. Eso explica que, para los franceses, Kerlouán esté enclavada en el corazón de lo que ellos denominan Pays Pagan, es decir, país –o nación- pagana.
Pues bien. La Casa de Piedra que allí puede apreciarse, parece salida de alguna fábula. Incluso, a juzgar por su tamaño, una en la que los protagonistas sean animales medianos que viven en un bosque encantado, para ser exactos. Depende de dónde se mire, puede que la confunda con una roca más.
Sin embargo, no hay que dejarse engañar. Escondida entre peñascos que ocupan toda la costa de este borde de la aldea de Meneham, o Menez – Ham, la casita es, en verdad, una vieja capilla. Su nombre es Pol, y fue construida en el siglo XVI, y luego reconstruida en el 1800. De más está decir que está hecha de piedra.
Las leyendas del lugar son extraordinarias. Dado que se trata de una zona de entrada y salida de barcos, se dice que allí, los moradores de antaño, provocaban naufragios con el objeto de robar la mercancía que las naves cargaban.
Se supone que, escondidos entre los peñascos, los habitantes de Kerlouán atraían a los navíos hasta la costa, donde los hacían encallar, para luego asaltarlos y hacerse del botín. Al recorrer la playa, ver la pequeña construcción actualmente en pie, y mirar hacia el mar brumoso, es imposible no creer en lo que se oye.
Desperdigadas en toda la zona, hay casas hechas con la misma roca granítica, pero con techos de chamizo, es decir, se trata de chozas cuyas paredes son verdaderamente fuertes, pero sus techos parecen confeccionados con paja.
Si se decide a conocer la Casa de Piedra, considere, amigo viajero, la posibilidad de que, todavía hoy, los pescadores del pueblo quizá recuerden, y transmitan oralmente, las historias sobre infinitas batallas libradas en ese escenario.
Las tribus bárbaras o paganas que intentaron, sobre todo en el período de Roma, dominar esta parte de Europa, cuya ubicación estratégica permitía obtener dinero de los corsarios piratas, les habrán dejado sus huellas.
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