Tumgik
#Me estoy refiriendo a la banca
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La transición inmodélica. Franco ganó la guerra, la postguerra y la transición
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Existe una percepción generalizada en los establishments políticos y mediáticos españoles de que la Transición de la dictadura a la democracia fue modélica. En realidad, la Transición se hizo en términos muy favorables a estas fuerzas conservadoras, herederas de aquellas que en su día fueron responsables del golpe militar de 1936 y que, 40 años más tarde, dirigieron aquel proceso de transición. Me estoy refiriendo a la banca, a la patronal y a la Iglesia, defendidas por el Ejército y por la Monarquía, que representa el símbolo y continuidad de este dominio.
España es el único país de Europa que ha padecido una dictadura donde las víctimas asesinadas por aquella continúan desaparecidas sin que el Estado se haya atrevido a desenterrarlas y darles el homenaje que se merecen. Estos indicadores, entre otros muchos, deberían cuestionar la definición de aquella Transición como modélica. En Alemania y en Italia, el nazismo y el fascismo fueron derrotados. En España, sin embargo, el franquismo no lo fue. El estado franquista se adaptó bajo la presión nacional e internacional a un nuevo proceso democrático, junto con las débiles izquierdas reprimidas durante la dictadura. Esta falta de equilibrio de fuerzas entre derechas, mucho más poderosas que las izquierdas, forzó a realizar la transición como se hizo. Pero es un error hacer de esta situación una virtud y llamarla modélica. El dominio de las derechas aparece en múltiples dimensiones de nuestras instituciones políticas y mediáticas, como la Monarquía, excluida del escrutinio y crítica democrática por común acuerdo de los medios de información del país o la ausencia de una condena del franquismo por parte del Parlamento español, tal como el Parlamento italiano condenó en su día la época fascista o el Parlamento alemán condenó el régimen nazi o, más recientemente, el Parlamento francés condenó el régimen colaboracionista de Vichy.
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lubay-nue · 4 years
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Un Ataque al Corazón 19
Notas del cap:
 Y… decíamos que solo eran Canadá y Rusia los maquiavélicos aquí? ¬u¬ mira nada más que cosas se puede encontrar uno por aquí XD
 ¡A leer!
 19 - ¡A trabajar!
Suspiro aburrido al tiempo que hacia su cabeza hacia atrás del respaldo de la silla donde no hacía mucho había tenido un informe a mitad de quincena; al parecer, habían estado sucediendo mas peleas entre pandillas enemigas que los habían terminado juntando, Rusia prefería tener que pelear lo menos posible y esto le estaba causando algunos dolores de cabeza y frustraciones, eso, sumado a que no había podido estar cercas de ese nerd tricolor lo tenía bastante más estresado; se pregunto en qué momento se le había hecho tan imperativo el que su mirada colindara con la del nerd, en qué momento, las ganas de tocarlo se habían vuelto tan fuertes como para desconcentrarlo de su deber… ¿Qué era ese pequeño nerd? ¿Un brujo?
 Toc toc toc
 Sus ojos se abrieron y observo la aula completamente vacía, apenas usada por Alemania y él; Japón no hacia más de 10 minutos que se había marchado y supondría no solo que no tardaría tan poco en volver, sino que, no había razón para que tocara una puerta si se supone que era su clase
 -¿Qué sucede?-  pregunta Rusia, suponiendo que se trata de alguna de las cabecillas de su organización, sin embargo, la puerta entrecerrada se abre lentamente y de ella aparece un country que solo había visto a la distancia y que si, mal no recordaba, había escuchado de el por parte de Alemania
 -Buen día mis panas-  sonríe Venezuela entrando al salón de clases mostrando sus manos desnudas obviando por una tabla de madera, de esas que sujetan las hojas; ambos countrys miran aquello intrigados mas no dicen nada al respecto, solo observan como hay una única banca de distancia entre Venezuela, el recién llegado y ellos
-Me presento, mi nombre es Venezuela y, junto a mi grupo de amigos y compañeros, estamos creando una red de correspondencia por toda la escuela, la llamamos “De Anónimo”; verán, es una red de correspondencia, como ya habíamos dichos, donde, bajo el seudónimo del anonimato, podrán enviar o recibir correspondencia a quienes ustedes gusten; en caso de recibir nuestra correspondencia, a menos que el remitente así lo desee, todo será entregado bajo el seudónimo de anónimo, si ustedes son los que envían la correspondencia, diremos a su destinatario lo mismo-  sonríe divertido Venezuela entregando un par de folletos fotocopiados donde vienen la información que les estaba haciendo entrega, incluso uno extra para Japón que deja en manos de Rusia
-Bajo nuestras políticas de privacidad, firmaran un contrato mostrado donde previamente se le explicara cada uno de nuestras clausulas, lo permitido y lo indebido; también podrán adquirir paquetes promocionales (ya que estamos abriendo nuestro negocio) así como descuentos-  sonríe divertido. Rusia enarca una ceja interesado, ahora, Venezuela muestra delante de ambos la misma pancarta y comienza a señalar las banderas que yacen encerradas en un círculo
-Por ahora, nuestros únicos empleados son los aquí presentes, como podrán ver, es un conjunto de countrys trabajando; puede seleccionar en cada uno de nuestros contratos al empleado que más le guste como trabaja, que se acomode a sus necesidades o simplemente, puede experimentar la experiencia con cada uno de ellos, todo ello, también incluido en el contrato-  sonríe divertido, Alemania comienza a rascar su barbilla, igual que como hacia cuando algo le interesaba
 -Me parece bastante bien pero ¿Cuáles son sus precios?- pregunta Rusia divertido, Venezuela asiente tranquilamente aunque en su interior grita que ya han picado sus primeras presas; gira la pancarta dejando ver detrás una serie de precios y explicaciones a los paquetes promocionales
 -Como podrán ver, tenemos una explicación global de cada acuerdo y contrato así como paquete promocional, si tiene dudas, no dude en marcar a nuestros números de atención al cliente, si desea contratar alguno de nuestros paquetes promocionales nos encontramos fuera de la entrada a la biblioteca, ahí podremos firmar y explicarle con lujo de detalle lo que aun tenga en duda; por favor, no duden en contactar con nosotros si gustan nuestros servicios; ¡Que tengan buen día caballeros!-  finaliza, despidiendo con la mano y marchado antes de que algún otro pueda preguntar o hacer algo al respecto para detenerlo (*)
 -…Pero que tipo tan raro es ese-  menciona Alemania confundido de su actitud, Rusia también parpadea en igualdad de estado, pero volviendo su mirada a la pancarta, comienza a revisar parte por parte todo lo que estaba demostrando; una media sonrisa aparece en sus facciones
 -No estaría mal, poner a prueba ese supuesto negocio de correspondencia-  anuncia divertido, viendo más tarde como va entrando Japón con comida para todos
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 -Muy bien… el siguiente-  sonríe Venezuela avanzando por entre los edificios hasta poder dar con sus siguientes presas, USA y Canadá; solo que en esta ocasión, viendo que esta todo el salón reunido, sonríe de medio lado maquiavélico, afila su mirada cual cazador a punto de cazar su presa y entra con holgura al aula llamando la atención de todos; sonríe radiante y saluda alegremente
 -¡Hey panas! Me presento, mi nombre es Venezuela y vengo promocionando junto a un grupo de amigos, un negocio de correspondencia…-  asegura, comenzando con el mismo discurso que le había entregado a Rusia y el otro country del que no sabe su nombre
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 -¿De verdad creen que vaya a funcionar a estas alturas?- pregunta México viendo por enésima vez la pancarta entre sus manos, Brasil sonríe determinado, Jamaica también arrebatándole el papel y viéndolo interesado; ahora que habían acabado la última clase, acordaron entre todos meterse al negocio e, incluso alguien como México también participaría; después de todo, dinero a todo el mundo le venía bien y, en cualquier caso, habían acordado que cada fin de mes se repartirían a partes iguales el dinero entre todos los que entraran a trabajar (que era todo el grupo en realidad)
 -Claro que si, iremos por ratos, así que, en lo que tú vas a comprar la comida para los demás, nosotros nos prepararemos para poner en marcha el trabajo y esperar a que los clientes comiencen a llegar-  asegura, empujando desde las caderas al latino que, entre pucheros, marcha en dirección del comedor para comprar comida para todos; suspiro cansado pero accedió, después de todo, aunque a él lo habían metido sin consultarlo, la verdad es que tampoco le molestaba tener un trabajo que también le ayudase a mantener su mente alejada de la idea de tener que tratar con Canadá y con el loco de Rusia
 -Bienvenidos sean damas y caballeros-  anuncia alegre Venezuela de pie aun extendiendo pancartas a los que se ven interesados pero que están lejos tratando de no mezclarse, Venezuela comienza a darles una rápida explicación de sus “servicios”, algunos lucen interesados, otros simplemente pasan de la idea; mientras tanto, Guatemala y Jamaica atienden a todos explicando a lujo de detalle y con tranquilidad cada clausula del contrario, el precio y finalmente, firmando con la gran mayoría de los que ahí se encuentran
 Las horas pasan volando y después de dos horas y media atendiendo a tanto alumno y maestro pasa interesado, por fin, los integrantes tienen la posibilidad de descansar aliviados, sabiendo de antemano que alguien como Canadá ha firmado el contrario mucho antes de que iniciaran los preparativos (este fue trato directo con Venezuela) así como Rusia quien también ha hecho un trato directo con Venezuela, firmando en la oscuridad de la noche en la ultima hora de la escuela, permitiendo ambos tener el tipo de privacidad mas celosa que pudiera encontrarse en esta situación. Venezuela sonríe malicioso terminando de leer todos los que han contratado sus servicios, todos cantan victoria pese a ser viernes
 El lunes, indiscutiblemente comenzarían arduas horas de trabajo que serian repartidas entre todos los countrys, hasta con México
 Notas finales:
 *”el negocios” le dicen al señor Venezuela XD hahahahaha me dio risa su manera de emprender pero me dio risa también XD haha lo siento, estaba viendo anime cuando estaba escribiendo esto… tal vez se me ha salido un poco la cuica con este concepto pero me gusta la mente de Venezuela… aunque a primera instancia todo me lo estoy inventando y no haya investigado ni un poco nada de esto muajajajajajajajja XD
 … Como cuando me doy una idea de que repentinamente estoy metiendo demasiadas ideas para una sola historia… a ver si esto no me dura el millar de capítulos y acabo con otro fic de más de 50 capítulos n///nU
 Datos extras:
 *…¿Qué les puedo decir? México no sabe que Canadá, USA y Rusia están metidos en este desmadre del anónimo… estos son tratos directos con Venezuela que solo él conoce
*Se podría decir que Venezuela es el líder dentro de la “corporación” y el es la mente maquiavélica aquí ¬u¬
*Aquí, los culo sexy sirvieron como propaganda para atraer gente… y con culo sexy, me estoy refiriendo a los cabrones de Brasil y Jamaica… no sé, me los imagino de esos que los ves y te los quieres violar ¬u¬… ok ok, me calmo o me pongo de loca también XD
*Los lindos son Venezuela, Ecuador, Bolivia y México
*Los intelectuales son Guatemala, Colombia y Argentina
*Chile sirve bien como vocero… si, como no ¬¬
 Muy bien, por ahora, aquí comienza el desmadre y es bueno… así que
 ¿Les ha gustado?
Que tengan lindo día
¡Comenten!
¿¿Les gustaría apoyarme con alguno de estos???
 Ko-fi 
 Patreon (No se muy bien como funciona) 
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noaaaahblack · 5 years
Note
¿Qué tal un One Shot sobre un malentendido dónde Sucrette piense que Castiel la engaña con Amber? 😚😚
Hola linda, muchas gracias por tu petición.
Cuando la recibí se me ocurrieron bastantes cosas buenas y al final me he quedado con esta que voy a publicar. Generalmente en mi cabeza siempre hay escenas de celos a la inversa, es decir, Sucrette con alguien provocando malentendidos o celos reales y con motivos entre Sucrette, Nathaniel y Castiel (cosa que estoy poniendo ya en marcha con mi fic de Blue Six) así que es una buena forma de cambiar. Creo que puede ser muy interesante, así que, allá va.
Solo tengo una objeción con esta petición: Castiel sigue conservando cierta esencia del instituto, pero hay un cambio que yo, como ruta Castiel en el instituto y universidad(compartida con Nath de la uni), he notado y no has precisado que Castiel querías y tampoco que Amber (después de todo ella es también super diferente en el instituto a como es ahora en la universidad). Así que he decidido que haría a Castiel, Amber y a Sucrette de la universidad.
En fin, para futuras peticiones, si las haces, precisa cosas como estas, muchas gracias.
Y segunda cosa que quería comentar, esta vez a ti y a todos los que lo lean, voy a situar este one-shot después del episodio 16, evitando meterme en drama Nath, obviamente.
Espero que esté a tu altura y que lo disfrutes, gracias por tu petición.
AVISO: ESTE POST CONTIENE SPOILERS DE LA TRAMA DE CORAZÓN DE MELÓN EN LA UNIVERSIDAD, SI NO QUIERES LEER SPOILERS NO LEAS.
...........................................................................................Empecemos:
Aquella tarde debería haber sido simplemente maravillosa, debería haber estado en sus brazos, quizás en su apartamento, hablando, riendo y quizás besándole, con él, después de todo, pocas veces teníamos la oportunidad de disfrutar de la compañía del otro. Y ahora él estaba de vacaciones, yo estaba de vacaciones y pensé que ese sería el caso.
Que malditamente equivocada estaba.
Había pasado la noche en su casa y Castiel continuó insistiendo en que pasará las noches de mis vacaciones en su apartamento, con él. Claramente había aceptado, así que me dispuse a ir a mi habitación a recoger las cosas que necesitaba, desde un cepillo de dientes, el pijama, ropa para cambiarme, un estuche con perfume, maquillaje, un cepillo para el pelo y desodorante, mis cosas de estudio y zapatillas de repuesto. Sería una semana entera, así que tenía que ir simplemente preparada para ello. Mi mochila del gimnasio bastaría para llevarlo todo. Incluso metí en ella mi ordenador y los cargadores. Estaba preparada para afrontar una semana.
Estaba completamente lista para salir cuando un mensaje aterrizó en mi teléfono, su nombre apareció en pantalla, el corazón me dio un vuelco, emocionada abrí el mensaje para encontrarme una decepción colmando mi rostro.
“Tengo un pequeño trabajo que hacer, intentaré terminar temprano, por ello tenemos que retrasar lo de que vengas al menos unas horas. Te aviso cuando termine. Lo siento, nos vemos más tarde”
La decepción emana en mi rostro y creo que Chani podría aparecer en cualquier momento en mi puerta, diciendo que siente mi decepción desde su cuarto, preguntando que me pasa, incluso estando ocupada. Resoplo frustrada, tiro la mochila del gimnasio sobre mi cama y me enfado internamente conmigo misma por estar molesta y decepcionada porque retrase nuestra cita por su grupo. Sin embargo no puedo evitarlo, pensé que estaba de vacaciones.
Bueno... ¿qué se supone que hago ahora? Estoy sin planes y sin amigos. Sé de primera mano que Alexy y Morgan están todos amorosos en su habitación, Priya tiene planes con su hermana, Rosalya está trabajando en la tienda para distraer su cabeza y para ayudar a Leigh, Chani dijo no sé que de que iba a estar concentrada en un nuevo proyecto que había estado tanteando desde hacía tiempo, Hyun está trabajando en la cafetería y Nath está recuperándose. Bien, definitivamente, estoy completamente sola en este día de vacaciones.
Miro por la ventana encontrando un fantástico tiempo, un sol radiante y los estudiantes caminando con sus respectivos grupos hacia algún lugar fuera del campus. Bueno..., hace un buen día, quizás podría aprovechar para ir a dar una vuelta, quizás ir a mirar alguna tienda o ir a pasear por el parque, empieza a acercarse el verano y ya se nota el calor, quizás pueda ir a disfrutar del buen tiempo con un helado, después de todo no voy a quedarme aquí, en esta habitación, de brazos cruzados y teniendo en cuenta que he avanzado en mi tesina muchísimo y que tampoco tengo especiales ganas de ponerme con ella, tendré que salir.
Recojo mi bolso, guardo el móvil en el bolsillo de mis vaqueros de tiro alto y salgo de la habitación hacía sabe quién que lugar, solo salgo de la residencia, atravesando el patio para dirigirme a algún lugar. Mis pasos me llevan al parque, sin tardar a penas unos minutos, la ciudad está llena de personas que disfrutan del buen tiempo, a muchos de ellas las reconozco del campus, no sé sus nombres, pero me suena haberlos visto en la multitud de los lugares que recorro en mi día a día.
Todos van acompañados.
Me siento en una de las bancas del parque y sacó mi cuaderno, comenzando a garabatear en alguna de las hojas en blanco cualquier chorrada que se me pasa por la mente, el viento acaricia mi pelo mientras deslizo el bolígrafo, escribiendo cada suspiro que arranca desde lo hondo de mi alma, llevando el nombre de la persona que me roba todos los pensamientos, Castiel.
¿Terminará temprano?
Solo espero eso, sin embargo, a cuantas más horas pasan más confirmo que no voy a verlo hasta la noche, probablemente. El sol cada vez está más bajo, he escrito al menos diez carillas, dibujado en dos y he comprado al menos dos helados, incluso he paseado por las tiendas y me he comprado un top negro de encaje en una de las veinte tiendas que he visitado. Pero no hay nada en la bandeja de entrada de mi móvil.
Quiero escribirle, pero me contengo al recordar el contenido del mensaje, “yo te aviso”. No quiero molestarlo cuando está trabajando.
Resoplo hondo, mientras la resignación inunda mi rostro, recorriendo el parque por octava vez, entonces, cuando pensé en regresar al campus a tirarme sobre mi cama y lamentarme, esperando el mensaje que habría deseado hace más de tres horas, en la comodidad de mi habitación, oigo un montón de chillidos que captan mi atención.
-       Te lo prometo, ¿por qué mentiría con eso?- comentó una de ellas mientras caminaba hacia lo profundo del bosque del parque, donde estaba el lugar secreto de Priya. –Estaba con esa modelo y se veían completamente acaramelados, la sostenía de la cintura y ella tenía la cabeza enterrada en su cuello, le estaba besando.
-       Pero yo pensé que él estaba con otra chica, ya sabes, esa chica de cabello castaño y ojos verdes, la que estudia historia del arte, el otro día lo vieron en los dormitorios con ella y la besó allí antes de salir pitando.
¿Cómo? ¿Estaba escuchando bien? ¿A caso se estaban refiriendo a mí? ¿Y si se estaban refiriendo a mí eso quería decir que estaban hablando de Castiel con... una modelo? ¿Engañándome?
Se suponía que estaba trabajando, no podía ser cierto, quizás estaban hablando de otra cosa, quizás les habían visto trabajando o filmando algo para un videoclip o era un simple rumor estúpido sin fundamentos. Castiel no me haría eso.
-       Bueno, ya sabes, esos dos siempre estaban juntos antes de que apareciera la chica esta- continuó otra de ellas.
-       A mi me entristece que Castiel esté pillado, sea con quien sea, pero... creo que hace mejor pareja con la modelo, la otra chica es bastante sin más, o sea, no hay por donde cogerlos como pareja.
-       De todos modos, vamos a comprobar, estaban yendo hacia allí, quizás podemos averiguar algo, quizás se están besando y podemos confirmar lo que Stacy ha visto.
En efecto.
Estaban hablando de mí y de Castiel, pero espera... ¿estaba siquiera escuchando malditamente bien?
Mi ceño se frunce a cada palabra que las chicas dicen y comienzo a seguirlas incluso sin darme cuenta, las chicas avanzan hacia el lugar, el lugar secreto de Priya, las chicas no paran de hablar, hablan de él, de mí, de la modelo, en mi cabeza corren mil modelos que podrían estar a su lado, pero me sorprende encontrarme con aquella vista.
Sentados debajo del pabellón de piedra que Priya me mostró en su día, Amber y Castiel estaban a centímetros el uno del otro, las manos de Amber descansaban en la nunca de Castiel mientras que el chico no oponía ninguna resistencia ante el contacto, bueno podrían solo estarse abrazando por algún motivo diferente, no tenía que ser algo más...
Sé que son amigos, de hecho, lo sé de muy buena mano porque Castiel me lo contó, pero nunca habían estado tan cerca como hoy.
En muchas ocasiones la pregunta quemaba en mis labios, había veces, sobre todo cuando los veía juntos, que solo podía pensar en si habría pasado algo entre ellos, como fue que ambos empezaron a llevarse tan bien, si Amber seguiría enamorada de él, como en el instituto... Y ahora que los veía allí, incluso aunque no quería pensar mal, no podía simplemente evitarlo.
¿Este era a caso el trabajo? ¿Por qué no me había dicho que estaba con Amber? ¿Por qué...?
Las chicas comenzaron a murmurar delante de mí, mientras comentaban la escena, hablaban sin parar sobre la forma en la que ambos se estaban mirando, yo a penas podía vislumbrar algo desde tan atrás, pero si fui consciente de la forma en la que Amber comenzó a inclinarse hacia Castiel, la forma en la que casi se rozaban sus narices y como inclinaba la cabeza, como Castiel movía su cabeza en la dirección opuesta a Amber...
¿Iban a...?
Incapaz de seguir mirando me di la vuelta, sintiendo como mis lágrimas y el enfado intentaban salir de mi cuerpo. Me sentí como una auténtica idiota. Llevaba horas esperándolo, llevaba horas retratando en las páginas de mi libreta lo mucho que me gustaba, las cosas que se arrastraban en mi cabeza, los sentimientos que él me provocaba.
Y míralo a él, maldita sea, estaba allí con Amber.
Soy una completa idiota.
Retrocedí, dando media vuelta sobre mis pasos y regresando por donde había venido, no quería ver más, ni siquiera quería saber más, quería irme al campus, encerrarme en mi habitación, llorar y gritar hasta que no me quedasen fuerzas, lágrimas y voz.
Soy una completa idiota.
Como cuando empezó esta tarde de mierda, no tarde demasiado en llegar a mi destino, quizás esta vez incluso tardé menos, mis pasos habían sido tan apresurados y rápidos, como intentando alejarme del lugar en donde ambos se encontraban para no desmoronarme allí mismo y armar una escena. Pensé todo el camino en darme la vuelta y estampar mi puño contra su cara, girarme a Amber y zarandearla gritándole que pensé que había cambiado, lo estúpida que había sido al confiar en ella nuevamente.
Pero creo que no podría soportarlo.
Castiel había estado tan lindo últimamente, había abierto las puertas de su corazón para mí, había sincerado cada aspecto de él que había considerado importante. Me hablo de sus padres, de Demonio y de la sensación de estar en un escenario, me contó cosas que necesitaba saber para entenderle, me dijo que quería irse de gira solo si era conmigo, que sino no se iría. Parecía tan real... y ahora... esto.
Con Amber, la que se suponía que ahora era algo así como mi amiga, a la que incluía en el grupo, a la que había ayudado con sus problemas de salud tras derrumbarse en el maldito baño del Snake Room me estaba haciendo esto a mí, ahora.
Dolía demasiado para ser capaz a entender la situación en la que me encontraba.
Atravesé el patio del campus, hasta llegar a los dormitorios, sin detenerme ni un segundo desde mi huida a escondidas de todo el mundo, subí por las escaleras, corriendo hacia la puerta de mi habitación para llegar cuanto antes, las lágrimas picaban en mis ojos, tenía tantas ganas de encerrarme allí y no volver.
Debí haberme ido con mis padres, no debí quedarme aquí.
Atravesé la puerta de mi dormitorio y cerré de un portazo, dejándome caer contra ella, mientras las lágrimas salían de mis ojos, estaba tan malditamente cabreada, tan triste, me sentía completamente traicionada.
Iban a besarse. Seguramente aún lo estaban haciendo.
Me sentía completamente idiota. Tan idiota.
Inevitablemente comencé a llorar, agachando mi cabeza entre mis piernas, mientras las imágenes se repetían en bucle en mi cabeza, ¿por qué me hacía esto? Pensé que estábamos en la misma honda, que nos queríamos, que sentíamos algo, que solo éramos nosotros dos...
¡Y con Amber!
Entendía que le pareciese atractiva, porque lo era, y parecía completamente distinta a la insoportable arpía del instituto, incluso pensé que podríamos llevarnos bien... ¡pero aun así me estaba haciendo eso mientras a la cara me sonreía! ¿Cuánto tiempo habrían estado haciendo esto a mis espaldas? ¿Cuánto tiempo me habría estado viendo cara de estúpida?
Lloré, casi tanto como cuándo Castiel y yo rompimos.
Me enfadé, casi tanto como cuando Castiel y yo discutíamos en nuestra primera relación, como cuando mis padres y yo nos instalamos en la nueva ciudad, cuando me sentí obligada por ellos a dejarle allí.
Estaba furiosa, dolida, completamente con el corazón roto.
Un mensaje sonó en mi móvil, me negué siquiera a mirar el teléfono y continué allí, en el suelo, apoyada contra la pared, mientras mis lágrimas seguían deslizándose, mientras mi cabeza corría y mi corazón dolía. Solo lo ignoré, ni siquiera quería saber nada de nadie en estos momentos, solo quería llorar y probablemente seguir torturándome con lo que mis ojos me habían mostrado, con el “trabajo” de Castiel. Le había esperado durante horas, maldita sea, ¿y para qué?
Mi móvil sonó, probablemente un segundo mensaje.
No sé cuanto tiempo había pasado desde el último sonido, pero se volvió a repetir, multitud de veces, a lo largo del tiempo que corría tortuoso en este horrible día. En el silencio de mi habitación, lo único que oía era el dichoso móvil sonando, mensajes llegando a mi bandeja de entrada y yo sin siquiera dignarme a mirarlos, manteniendo en mi cabeza la sensación de amargura, la traición.
El móvil se silenció de nuevo y me mantuve en aquella posición, mientras mis lágrimas comenzaban a dejar de salir, levanté la cabeza y la fijé, sin ser demasiado consciente, en la pata del escritorio de Yeleen, mi cabeza estaba rompiéndose de tanto pensar, me sentía tan mal en esos momentos.
El tiempo avanzaba, sentía un nudo en el estómago que se hacía cada vez más grande, el silencio engulléndome a lo profundo de mis pensamientos, las palabras que Castiel me había dicho sonando con la palabra mentira detrás...
Una vez más, mi teléfono sonó, esta vez no era un mensaje, era una llamada, saqué el móvil del bolsillo para silenciar el móvil, su nombre aparecía en grande en la pantalla y una sacudida de ira se propagó por mi rostro, podía sentirlo, frunciendo el ceño apagué el móvil, para estrellarlo contra la cama, donde reposaba la mochila del gimnasio con la ropa preparada para ir a casa de Castiel.
Todo era mentira.
Me levanté de sopetón, con mis manos cogí la correa de mi bolso y lo tire hacia la izquierda con ira, para comenzar a avanzar hacia la cama, saqué mi ordenador y lo apoyé en mi escritorio, para comenzar a vacíar el contenido de la mochila, mientras tiraba cada cosa que había guardado con felicidad al comenzar la tarde por todo el suelo de mi cuarto.
Herida, traicionada, mentiras, mentiras.
La frustración crecía, mientras intentaba aguantar el grito de rabia que quemaba en mi garganta. Me sentía tan profundamente mal. Confíe en él con cada partícula de mi ser, incluso algo en mí seguía gritando que tenía que ser un malentendido, pero la patada de realidad, lo que mis ojos habían visto, solo conseguía hacerme sentir confundida, herida, dolida...
Y joder, dolía tanto.
Me derrumbé una vez más, pero esta vez tirada sobre la cama, luego de tirar la mochila al suelo y patearla, haciéndola deslizarse por lo largo del suelo de la habitación, hasta la pared, dando gracias a que Yeleen no estuviese aquí en estos momentos.
Cerré los ojos al darme cuenta de que me dolían muchísimo por haber llorado tanto.
Los minutos pasaron tortuosos, quizás incluso fue una hora, no pude ni dormir, me encontraba tan cansada físicamente y, sin embargo, mi cabeza estaba tan activa... El silencio era abrumador, aun tirada sobre la cama, con las luces de la habitación encendidas, me dejé ir por mis pensamientos, intentando desviarlos a algún otro tema, pero era imposible, su nombre siempre volvía a mí, su posición, su... beso. En aquel momento, unos golpes sonaron en la puerta. Alguien estaba llamando. No emití ningún ruido, no dije nada, solo me quedé allí, tirada sobre la cama, esperando a que la persona que estuviese en la puerta desapareciera de mi puerta.
No quería ver a nadie. No ahora.
Unos segundos más tarde, los golpes sonaron de nuevo.
-       ¿Sucrette? ¿Estás ahí? Soy yo- su voz sonó a traves de la puerta.
Mis ojos se abrieron de sopetón.
¿Se atrevía siquiera a presentarse aquí? ¿En mi maldita habitación? ¿Después de estar con Amber? Me sentí realmente enfadada y sin pensarlo, me levanté de un salto, para caminar hacia la puerta y abrirla, enfrentarme a él, a la realidad.
Supongo que no se esperó para nada la brusquedad con la que abrí la puerta, mis ojos picaban, seguramente estarían rojos, sentía el rastro de mis lágrimas quemando en mis mejillas y la habitación estaba completamente hecha un desastre.
Castiel abrió los ojos como platos y su boca.
-       ¿Sucrette?- se recompusó. –Dios, ¿estás bien? ¿Qué demonios ha pasado? ¿¡Qué te ha pasado!?
Estuve a punto de gritarle hipócrita, pero solo atiné a fruncir el ceño y rechazar el abrazo que estaba dispuesto a darme, Castiel parpadeó, aparentemente sorprendido ante mi rechazo y solo gruñí.
-       ¿Qué quieres?- espeté.
Supongo que no se esperaba para nada mi contestación, sin embargo, no me importó lo más mínimo, ni siquiera sabía si podría hablarle con normalidad, solo tenía rabia y decepción en mi cabeza. Aquellas chicas lo vieron, yo lo ví, él no podía negarme que había estado con ella, él no podía presentarse aquí después de lo que había hecho.
-       Se suponía que ibas a quedarte toda la semana, te he mandado miles de mensajes, pero no contestabas y, cuando te llamé, colgaste el teléfono, intenté llamarte nuevamente pero me salía apagado. Pensé que estarías aquí y he venido a buscarte- dijo completamente obvio, ahora más serio. -¿Qué demonios te pasa?
Estaba tan enfadada.
-       No sé, ¿por qué no me lo dices tú? ¿Qué tal el trabajo?- gruñí.
Le vi fruncir el ceño ante mi respuesta tosca, enfadada e iracunda, por su rostro pasaron las dudas mientras avanzaba hacia mí, le empujé, fuera de mi habitación, arrepintiéndome por haber sentido mi corazón acelerarse al poner mi mano en contacto con su torso. Me maldecía internamente por sentirme de esta forma cada vez que le tocaba.
-       No sé que demonios te pasa, y no estoy entendiendo a que está viniendo todo esto. ¿Así que por qué demonios no me explicas que he pasado en este tiempo y por qué me estás tratando así? No soy adivino, sabes, y nos ahorraría tiempo- su voz fue tranquila, algo en su tono me denotaba preocupación, pero también un poco de molestia.
-       ¿Oh, no lo sabes?- la ironía en mi voz es palpable, me cruzo de brazos. -Pues... ¿por qué no le preguntas a tus groupies, o quizás prefieres volver a trabajar con Amber y que te lo cuente?
Le veo confundirse y mirarme casi sin entender lo que le estoy diciendo, su cara empieza a hacer expresiones que no consigo leer, parece quedarse en blanco hasta que frunce el ceño nuevamente, quedándose con la confusión que lo embarga.
-       ¿Qué demonios estás diciendo?
-       ¡Te vi, maldito idiota! Estaba en el parque, deseando verte, encontrarme contigo y besarte. Cuando,de repente, un montón de fans tuyas empezaron a hablar sobre nosotros, decían que estabas con una modelo, que hacías mejor pareja con ella que conmigo, que era una mindundi a tu lado, no sé porque empezaron a hablar de que estábais caminando abrazados y me inquieté, comencé a seguirlas sin darme cuenta, pensando que se estaban equivocando, ¡confiando en ti! ¡Imagina mi sorpresa, al veros debajo del pabellón, mientras ella tenía sus brazos rodeando tu nuca, mientras vuestras caras se torcían y os...! ¡No quiero ni decirlo! ¡No quise ni verlo! ¡Maldita sea, Castiel no te hagas el idiota! ¡Me dijiste que tenías trabajo y te vas con ella! ¡CON ELLA!  Ahora mismo no quiero ni verte, lárgate.
Durante mi discurso, Castiel comenzó a cambiar sus expresiones, enfado, confusión, ira, sorpresa, enfado de nuevo, sin embargo no me importó, coloqué mis manos en su pecho, empujándolo para cerrar la puerta de mi habitación, sintiendo mis ojos arder y mi cabeza explotar.
No quería verle.
-       Ni de coña- Sujetó mis manos y me empujó al interior de la habitación.
-       ¿¡QUÉ DEMONIOS HACES!?- Grito, al verle entrar en mi habitación, al sentir sus manos apretar mis muñecas y empujarme hacia atrás. -¡TE HE DICHO QUE TE VAYAS!
-       Y yo te digo que ni de coña-
Cierra la puerta con el pie y me suelta, cruzándose de brazos.
Su pose intimidante vence a la mía, que se siente enfadada, confundida, herida y que solo quiere estar sola, lejos de él, seguir hundiendo mis pensamientos en el caos de mi mente. Seguir lamentándome y pasando mi velorio a mis sentimientos marchitos por él.
-       ¿Te crees que te engaño?
-       ¡Lo vi con mis propios ojos!
-       ¡Si vas a espiar por lo menos quédate hasta el maldito final!- gruñe.
Le veo sacar su móvil, le miro fijamente.
¿Cuánto me costaría sacarlo de mi habitación? Quizás si me lanzo contra su torso y comienzo a empujar puedo moverlo hasta la puerta, allí le piso un pie para que se distraiga y abro la puerta para empujarle fuera, dándole con ella porque estará en la trayectoria para abrirla, entonces en ese momento quizás podría sacarle.
Me tiende el móvil y entonces me trae a la tierra de nuevo, le observo con el ceño fruncido y no lo cojo, no sé que demonios está haciendo pero no voy a entrar en su juego, no va a verme más la cara de estúpida.
-       Llama a Vince, él te dirá que estuve trabajando, al salir de la sala de ensayo donde había quedado con todos, me encontré con Amber, sabes que somos amigos, porque lo sabes y también sabes que Nathaniel ha sido apuñalado y que Amber me cuenta muchas cosas, así que simplemente comenzamos a charlar, allí también estaban los demás, Vince se quedó hasta el final, guardé el móvil y el mensaje que estaba escribiéndote, me di cuenta de que Amber necesitaba hablar, así que le sugerí que fuésemos a tomar un té, un agua, un café, lo que fuera y aceptó, fuimos al Cosy Bear Café, tu amigo Hyun estaba allí, por si quieres confirmar. Amber y yo continuamos hablando y me contó cosas, se vino abajo, decidí dejar un billete de veinte dolares en la mesa y sacarla de allí, casi no podía caminar entre tanta lágrimas, así que la abracé y la ayude a caminar hacia el parque para que descansásemos al aire libre, más tarde un grupo de chicas vino a gritar a nuestro alrededor, así que nos perdimos por el bosque, aterrizamos allí, continuamos hablando, nos pusimos cómodos,no había nadie en el lugar, era perfecto, así que, cuando se tranquilizó, me abrazó, una de sus pulseras se enganchó con mi pelo, y se inclinó sobre mí, para que pudiese ver yo incliné la cabeza y tardó un rato en desengancharme. No hay nada más y nada menos. Luego de un rato, un flash me cegó, así que nos levantamos y discutimos con unas chicas, una de ellas está en la carrera de Amber, podemos llamarla después y puedes llamar a esa chica también si quieres, me enfadé y me fui a casa, allí te mande mensajes, no contestaste, estuve una hora y media esperando una respuesta, así que te llamé. Me colgaste, pero pensé que se te habría acabado la batería, decidí probar suerte y vine aquí. ¡Y te encuentro llorando, diciendo puras tonterías sobre que te engaño! ¡Con Amber! ¿Estás simplemente de coña?
Vuelve a sacudir su mano delante de mí, extendiendo el teléfono.
-       Llama a Vince, a Amber, a quien quieras, pero no te estoy engañando con nadie. ¿En serio? ¿De verdad crees que quiero a alguien más pudiendo tenerte a ti? ¿Qué si te estuviera engañando te querría una semana en mi casa? Si quisiera follar o estar con otras, tú solo habrías sido una noche. Y mírame, estoy aquí, plantado delante de ti, explicándote que no es real. Pidiéndote que recojas esa ropa y te vengas conmigo a casa, que olvidemos esto y que me dejes cumplir tus planes anteriores a que te montaras puras paranoias.
Me quedo en silencio, mirándole a los ojos.
Sacude el móvil delante de mí una vez más, diciéndome con sus ojos que, si aún dudo, llame a Vince, a Amber, a cualquier persona que deseé. Mis lágrimas empiezan a brotar nuevamente, incluso aunque pensé que me había quedado seca.
-       ¿No has besado a Amber?
-       No.
-       ¿No vas a besarla nunca?
-       No.
-       ¿Solo soy yo?
-       Sí.
Tragó saliva, ahogando un sollozo que sale de mis labios incontrolable, tapo mi rostro para que no vea mis lágrimas caer e intento formular una respuesta más.
-       Yo vi...
-       Malentendidos visuales- gruñe. –Sabes que no soy así. ¿Lo sabes no?
Asiento ante su pregunta, mientras la calma me envuelve un poco.
Sollozo nuevamente y me encojo en mi sitio, mientras las lágrimas me empapan el rostro y las palmas de las manos, creo que estoy respirando por fin después de toda esta mierda de tarde, me siento más ligera y siento que me han quitado un peso de encima.
Le creo, por supuesto que lo hago.
Pero parecía tan real...
Creo oírle musitar un “ven aquí”
Y a continuación siento sus brazos envolviéndome y me abandono a ellos, mientras continuo llorando, la calidez de su cuerpo, sus brazos envolviéndome y barriendo todos aquellos sentimientos que quemaban a lo largo de mi cuerpo, el miedo a que no me quisiese de igual forma, de que no fuera suficiente para él, que Amber y él estuviesen juntos.
Sollozo de nuevo y él me aprieta más contra él.
-       Deja de llorar, venga, todo está bien.
-       Lo siento- murmuro, ahogada, intentando detener mis lágrimas.
Se separa de mí, retirando las manos de mi rostro, sus ojos grises me observan, me seca las lágrimas con sus manos, mientras me pierdo en su mirada que me mira calmadamente. Me siento ridícula.
-       Venga, vamos a recoger esas cosas y vamos a casa, he decidido lo que comeremos hoy de lo que pedí ayer, luego podemos acostarnos en la cama y puedes dormir por hoy, pero vámonos y deja de llorar.
Asiento, todavía un poco perdida por todo lo que acababa de pasar en este día, reaccionando a los acontecimientos, sintiéndome estúpida, incluso más estúpida que antes. Castiel se inclina y comienza a recoger la ropa del suelo, colocándola dentro, sin ningún tipo de orden, en la mochila del gimnasio que estaba en el suelo. Cuando reacciono me pongo yo también manos  a la obra, sorbiendo mi nariz y metiendo la ropa de la misma forma que él.
El silencio de fondo es un poco extraño, pero no hacemos nada por cambiarlo.
Terminamos mi mochila, y, por encima de ese amasijo de ropa, coloco mi ordenador y los apuntes para cerrar la cremallera y analizar la situación en la que nos encontramos. Nos miramos una vez más, en total silencio, se coloca mi mochila sobre el hombro y se acerca a mí.
-       No pongas esa cara- me dice, agarrando mi nariz entre sus dedos. –Estás horrible- sonríe, soltándome. -¿Entonces has estado lloriqueando toda la tarde pensando que ibas a perderme?
Frunzo el ceño y le golpeó el brazo, molesta con su comentario.
Él sonríe, con una malicia en esa sonrisa que me preocupa desde lo hondo del corazón.
-       Puedes pegarme todo lo que quieras, pero te aterrorizaste, mira las marcas de tus lágrimas por tu cara, de verdad, eres horrible como acosadora, deberías haberlo hecho bien o no hacerlo- me dice, obvio, como si fuese tan fácil ver al chico que se supone que es tu novio, “supuestamente besando” a alguien más. -Y si te piensas que voy a cerrar mi boca estás muy equivocado, te lo mereces. No solo me has intentado echar, te has enfadado por algo que no he hecho, me has acusado de infiel y no has contestado a mis llamadas, te mereces cada una de mis burlas. Esto te enseñará a preguntar y no a suponer.
-       Eres maligno- Me quejo, inclinándome para coger mi bolso del suelo y mi móvil sobre la cama, procediendo a encenderlo. -¿No crees que ya he pasado una tarde horrible?
-       ¿Llorando mi pérdida?- alza una ceja, abriendo la puerta de la habitación, dejándome salir primero. –No, no es un castigo suficiente, es normal que lo hayas hecho. ¿Quién no lo haría?-
Su rostro es neutral, pero creo que puedo vislumbrar varios tintes de tonos en su voz, diversión, preocupación por mi estado y un poco de comprensión. Y aunque le haya molestado, el verme de esa forma le ha bastado para saber hasta que punto me afecta, se siente poderoso, se siente amado, entiende lo que sentí y me lo dice, me explica que él habría pensado lo mismo si me hubiera visto así con otra persona, pero que habría saltado sobre nosotros a diferencia de mí. Me dice que la próxima vez le pregunté directamente, que no suponga cosas, que no me monte películas sola.
Y luego, por todo su rostro, veo escrito que le gusta que haya llorado, aunque no le guste la situación, ha sentido hasta que punto estoy por él.
Se inclina rodeándome la cintura con su brazo, tras cerrar la puerta de mi habitación entre los dos. Nuestras miradas se cruzan un instante y deposita un beso sobre mis labios.
-       ¿Me pregunto si Amber estará libre ahora?
-       ¡CASTIEL!
-       Te lo mereces, niñita.
Nos ponemos en camino, mientras mi móvil se enciende, dejando un montón de notificaciones en mi pantalla, todos los mensajes de Castiel, la explicación que me dio en mi habitación, escrita en el móvil, mensajes que preguntan donde estoy, que está libre, que quiere verme, que cuanto voy a tardar, si estoy bien, que estoy haciendo y cinco llamadas perdidas con su nombre.
Esa tarde fue horrible, pero esta noche fue mejor, cenamos comida francesa y me llevó hasta la cama en brazos mientras bromeaba, me besó mil veces esa noche y me colmó de >>te quierosinaudibles, solo con sus gestos.
Me quedé dormida entre ellos, entre las burlas, entre sus manos que acariciaban mi rostro, mis cabellos, sin ser muy consciente de en que momento había sido, pero con algo claro en mi cabeza, nunca más sacaría conclusiones precipitadas sin hablarlo antes con él...
Y sobre todo, teniendo en cuenta la situación, creo que le debo una disculpa a Amber por maldecirla tanto...
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milyolivera · 4 years
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Para cambiar el mundo
Columna Marchita “Mujer y Política” del vierners 24 de junio de 2020 
Cuando nos planteábamos este tema para el programa, en referencia principalmente a la fecha –el 26 de julio se cumple aniversario de la muerte de Eva Perón- y es inevitable hablar de ella porque es uno de los iconos de la política en Argentina, no solo porque militó el voto femenino sino porque, creo, sobre todo, colmó de sensibilidad la escena, la historia; en una época en que lo público y lo político sólo estaba destinado a los hombres.
Pero lo decía León Gieco en el Ídolo de los quemados: “Las minas argentinas fueron más después de Eva” Fueron más antes y son más ahora -le agrego yo-. Decir esto es casi un sacrilegio o, al menos no es políticamente correcto mencionar el santo nombre de Eva en vano: Pero es que la fecha daba para hablar de Eva, pero el desafío creo, es ver quiénes más –además de Eva-  antes y ahora, qué hicieron y hacen y para quiénes.
Entonces nos hacíamos la pregunta: ¿las mujeres en política, hacen política para mujeres? Por eso, se nos ocurrió trasladarle la pregunta a distintas mujeres que están en distintos espacios políticos su posición sobre este tema. Consultamos a Paola Nanini, secretaria de gobierno de la Municipalidad de Colonia Caroya, a Soledad Díaz García que es legisladora por el frente de izquierda de la unicameral, a Viviana Niño que fue candidata por el Frente Progresista junto a Margarita Stolbizer, a Cintia Frencia que es concejala electa del Frente de izquierda Unidad de Córdoba Capital, también a Maru Sánchez Malo, la primera mujer en presidir la Federación Universitaria de Córdoba (FUC). A Marian Ispizua concejal de Jesús María, María Victoria Flores Presidenta del ente Servicios y Obras Públicas, a Adriana Seculini, presidente del PJ de Jesús María, entre otras.
Pero para entrarle al tema tenemos que hacer algunas aclaraciones antes que encuadre de la situación de la mujer y la política antes y ahora en Argentina, en la provincia de Córdoba y en la zona también, ¿¡por qué no!?
Si hacemos un breve recorrido histórico de la mujer argentina en su lucha por alcanzar espacios de participación, para ejercer su derecho a voto o para presentarse como candidata, el camino ha sido largo.
Encontrar a mujeres libres pensadoras, protagonistas y líderes políticas no es tan fácil o no te aparecen al primer clic. Y no es que no existan, sucede que mucho de la política y la historia la han escrito los hombres. La mujer siempre ha estado invisibilizada, relegada o subyugada y no es sólo en nuestra historia, sino en la historia de la humanidad.
Es que, y un poco parafraseando a la filósofa Hannah Arendt, la esfera política en esta sociedad capitalista y patriarcal, desde siempre ha estado reservada para los hombres. A las mujeres se nos asignó la esfera privada.
En 1991 Argentina sancionó la ley 24.012, vanguardia en Latinoamérica, que establece que “las listas que se presenten a elecciones deberán tener mujeres en un mínimo del 30% de los candidatos a los cargos a elegir y en posiciones con posibilidades de resultar electas”. En 2017 se sancionó la ley de paridad de género, De esta manera, las listas legislativas deberán tener, a partir de 2019, el 50 por ciento de candidatas mujeres de forma intercalada y secuencial.
Tanto la ley de cupo, como la de paridad de género, colocaron a la Argentina entre las mejores posiciones con respecto a los demás países en lo referido a la posibilidad de acceso a cargos públicos de las mujeres.
Si bien las mujeres han avanzado en su participación, la mayoría de las listas de candidatos nacionales siguen siendo encabezadas por hombres; la aplicación de acciones positivas mejoró la representación legislativa, pero el acceso a las gobernaciones e intendencias continúa siendo excepcional y restringido por parte de las mujeres.
¿Por qué en una sociedad en la que la mujer ha conquistado tantos derechos todavía no está en paridad de representación? Educación, roles y estereotipos de género, legislación laboral (o falta de ella) y micromachismos aparecen en casi todas las explicaciones de este fenómeno.
Desgloso algunos sólo a modo de ejemplo:
Los puestos jerárquicos son ocupados en su mayoría por varones, aún cuando en los mismos equipos hay mujeres con igual o más formación y experiencia. Tal es así, que ese tipo de funciones no tienen, ni nadie reclama por legislaciones laborales que consideren las extensas sesiones deliberativas, la lactancia, la ausencia de guarderías en lugares de trabajo y de licencias paternales para compartir las tareas del cuidado. Es que estos puestos no son pensados para mujeres.
Lo dijimos antes, pero parte del hecho de que haya pocas mujeres en política responde también a la marginación al ámbito privado y, además, a no considerar al trabajo doméstico como un trabajo. ¿cuánto costaría cubrir con trabajo remunerado las tareas de cuidado, de limpieza, de atención de los hijos que realizan muchas mujeres en sus hogares, trabajen o no?.” las mujeres dedican casi el doble de tiempo que los varones al trabajo doméstico no remunerado.
 Algo más: En política, los comentarios misóginos se hallan presentes tanto en el discurso electoral como en la cobertura mediática de las campañas y gestiones de gobierno. “Heidi” o su opuesto “la dama de hierro” o “la kris-pasion”, fueron motes a mujeres acuñados tan fuertemente que no hace falta decir a quiénes me estoy refiriendo cuando los menciono. También, discusiones sobre si hizo dieta y/o cambió de look o preguntas respecto a si siente “culpa” como madre por trabajar tanto y no poder deidcarle tiempo a sus hijos o tapas de revista e investigaciones de en qué gasta la plata una mujer política para vestirse o para peinarse. Preguntas, motes y discusiones que no se le hacen a los hombres.
 Los micromachismos, que son formas de comportamiento que ponen a la mujer en situación de inferioridad, desplazan el foco hacia lo estético. Es una estrategia de descalificación disfrazada de halago que reproduce la desigualdad de género.” Aún hoy se escucha frecuentemente que una mujer no debería ocupar cargos de poder ya que a menudo peca de ser excesivamente emocional, a veces directamente reemplazado por el término “hormonal”.
Podría seguir enunciando causas y razones de esta desigualdad, pero me interesaría mirar todo esto desde otra perspectiva porque la emergencia del discurso de las mujeres en el espacio público es una de las características más importantes del último tiempo.
La experiencia en Argentina muestra que a partir del avance del movimiento feminista y del involucramiento de las mujeres en la escena política, aumentó la inclusión en la agenda pública de temáticas vinculadas a ellas, hubo protección y ampliación de derechos expresados en proyectos de género en los ámbitos públicos y privados, reformas en las políticas del lenguaje, cambios en el sistema jurídico, prácticas cotidianas relacionadas con el acoso callejero o el trabajo doméstico, en fin.
Con esto quiero decir que la gran cantidad de políticas de género, leyes y cambios culturales y contra culturales, han dependido mucho de los lugares que ocuparon las mujeres en las bancas y en la gestión, pero nada de eso hubiera sido posible si no existieran calles llenas de mujeres que usaron el pañuelo vrede como bandera, que le pusieron el cuerpo a las desigualdades, la lengua a las palabras, el grito al niunamenos; que interpusieron el amor al odio.
Porque llenar las bancas de mujeres está bueno. Pero el sólo hecho de ser mujer no implica ser feminista, ni levantar nuestras causas. Existe una ley de cupo para que haya representación femenina en las listas y luego en el Congreso; ahora ¿esas mujeres nos representan? ¿Votan a nuestro favor? ¿A favor de nuestras causas? ¿De nuestra clase? ¿De nuestro género?
Recordemos la abstención de Alejandra Vigo en el debate por el aborto o los votos negativos de Gabriela Michetti o Chiche Duhalde por el matrimonio igualitario o la precarización de trabajadoras que favorece Claudia Martínez en el polo de la mujer.
El hecho de que las mujeres se encuentren cada vez más presentes en los espacios de poder es un avance en el camino hacia la igualdad entre mujeres y varones. Pero la desigualdad no se soluciona simplemente con más cantidad de mujeres. La relación de las mujeres con el poder, tiene que ver con el empoderamiento. Tomar la concepción del poder como potencialidad, como posibilidad.
¿Cómo posibilidad de qué? ¡Pues de cambiar el mundo Pinky!
Existe también, para sostener este argumento una famosa frase de Michel Foucault que dice “donde hay poder, hay resistencia”. Entonces, hermanas mías, resistamos a ese poder que no nos convoca y ocupemos los espacios, en donde sea.
Las mujeres tenemos la responsabilidad ética y política de ocupar espacios en el arte, en las bancas, en los puestos de empresas, en las cátedras, en la academia.
Para eso escribamos, compongamos canciones, desarrollemos nuestro pensamiento con otras, compartamos las ideas políticas de otras mujeres, viralicemos las acciones políticas feministas, compartamos las causas, participemos, de foros, de audiencias, nos movilicemos para generar esa resistencia y no nos resignemos porque la política y el poder son acción y son potencialidad.
Luchemos para que cada vez más mujeres accedan al poder, votemos a las listas encabezadas por mujeres; pero la tarea no acaba ahí. Ese poder que cedemos emerge, se sostiene y se fiscaliza desde las calles.
Poniéndole el cuerpo
Quemando sotanas
Pintadas de verde
Haciendo escuchar nuestra voz
Y alzando la frente
Para cambiar el mundo.
       #Marchita #Mujerypolitica #Politica #lasminasfueronmasdespuesdeEva #Columna @degeneradas_
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