Tumgik
#sucrette mclu
noaaaahblack · 5 years
Text
Malos sueños (Nathaniel x Sucrette)
Se escurrió entre mis manos, corriendo tan lejos de mí que dolía. Intenté perseguirla, extendiendo mi mano hacia ella, mientras gritaba su nombre, mientras le suplicaba que se quedara, pero mis piernas no respondían. Solo podía quedarme allí, observando como se alejaba, con mis brazos estirados, suplicando que no me abandonara.
Mi vista dejó de fijarse en su silueta alejándose, pasando a mis manos, llenas de sangre, aterrorizado, levante mi vista para buscarla. ¿Qué había hecho? ¿Por qué ella estaba alejándose? Y entre los brazos de aquel despreciable tipejo que la había atacado, mi antiguo subordinado, descansaba su cuerpo, inmóvil, lleno de sangre.
Grite sin sonido, en estupor, levantándome bruscamente de la cama.
Una pesadilla.
Me seque el sudor, con el dorso de mi mano, completamente pálido y con el corazón a mil, el temor invadió por completo mi ser y comencé, de nuevo, a arrepentirme de haberme abierto a ella, verla entre sus brazos, inconsciente y llena de sangre me daba tanto miedo.
Me quedé en la cama, durante unos minutos, sosteniendo mi cabeza entre mis manos, mientras la desesperación me comía desde de dentro, la inseguridad de perderla y que sufriera volvió a invadirme. Estaba tan jodidamente acojonado por ella… nunca podría perdonarme si le pasaba algo…
-       ¿Oh? ¡Te despertaste!-
Su presencia pasó a mi dormitorio, alcé la cabeza, aliviado de verla bien.
Ella me sonrió y se acercó a mí, saltando encima de mí y besando mi nariz con sus dulces y delicados labios. Me sonrió instantaneamente y buscó mis labios esta vez. Lentamente, se abrió camino hacia mi boca, dejando un beso que me robo todas las preocupaciones, todos los temores… un beso que consiguió calmar el fondo de mi corazón.
-       Buenos días.
La miré a sus intensos ojos, que me miraban tan cálidos como siempre, calentando todo el hielo que me rodeaba y derritiéndome. Extendí mi brazo y coloqué un mechón de su cabello detrás de su oreja, con mi mirada seria, dejé escurrir mis dedos por su cabello suave y brillante.
-       Tienes mala cara-
Ella tocó mi rostro y se detuvo en mi mejilla, acariciándola suavemente, provocando un hormigueo en la superficie que tocaba, dejando la zona caliente. Haciendo que mi cuerpo, instantaneamente, se estremeciese bajo su toque.
Como un rayo de luz que iluminaba mi oscuridad.
-       ¿Has pasado una mala noche?
Asentí con la cabeza.
No quería entrar en detalles, no quería recordarlo, no quería ni siquiera plantear en voz alta el terror de perderla, de que le hicieran daño, no pensaba permitirlo, nunca dejaría que le hicieran daño a ella…
Acaricie su rostro, su cabello y me acerqué para apoyar mi frente contra la suya, la sentí reir entre dientes y presionar con suavidad su cabeza contra la mía, como iniciando una guerra de empujones.
-       ¿Sabes cuál es un buen remedio contra las malas noches?
-       No- sonreí picaramente. -¿Cuál?
-       Un beso intenso de amor.
-       Mm… entonces debería ir a por uno…
-       ¿Por qué ir a por uno, cuando ya viene hacia ti?
Y estampó sus labios contra los míos, tan ardientemente que mi piel se erizo bajo su contacto.
Ella tenía un gran efecto en mí, como la luz en las polillas, era atraido inmediatamente hacia ella, de una forma instintiva, nada podría hacer que me alejase de ella, me resultaba completamente imposible. Recordaba como nuestro primer encuentro en la ciudad me había zarandeado el mundo, el simple hecho de volver a tenerla de frente había hecho que algo cambiase, desde el primer momento.
Su beso era voraz y delicioso, la sostuve cerca de mí, obligandola a sentarse a horcajadas sobre mí y comencé a deslizar mis manos ascendiendo desde su trasero a su espalda, mis dedos temblaban sobre su sabrosa piel.
-       ¿Qué tal…?- murmuró con una sonrisa, a milimetros de mis labios.
-       Oh, creo que mejor que antes, pero… quizás deberías besarme una vez más para asegurarnos de que es real.
Ella rió.
Y volvimos a besarnos.
Como si fuera el principe azul que siempre le decía que era, ahuyentó y barrió todos mis miedos e inseguridades… ahora que la sostenía entre mis brazos, que veía el bien que me hacía, como los días negros se alejaban y daban paso a la claridad gracias a ella, no permitiría que nadie le hiciera daño. Nadie pondría sus manos sobre ella, nadie la alejaría de mí, nos cuidaríamos y la protegería de todos los que quisieran hacerle daño.
No pensaba permitir que me la arrebatasen, otra vez.
Esta vez, iba a ser diferente. Esta vez, me aseguraría de no dejarla ir.
22 notes · View notes
marylusaoficial · 2 years
Photo
Tumblr media
Official PROFILE of My New Sweetie Saryny alternative life
Tumblr media
Saryny is 23 years old Lives with her grandparents in New York City (her parents are separated)
Quality: She has a strong and creative personality I love to paint her pictures, her inspiration is her boyfriend Lysander
Flaw: Saryny is sometimes anxious which makes her lose her emotional balance and ends up hurting her friends
best friends: ryan, kentin, violetty, and her boyfriend lysandre
She loves colors because she is a serial artist so her clothes will always be colorful and even out of the norm.
Favorite food
Fries with bacon and steak despite being on a diet she always says she is skinny on the outside and fat on the inside
pet: two wolf cubs in light brown and white color (Bolt, Nemo)
Tumblr media
Note: don't edit my candy, don't share or remove my signature.
Estyles->
Tumblr media Tumblr media
credit @marylusaoficial @beemoov-gaming-actuality
14 notes · View notes
ariiamgoblin · 4 years
Text
Tumblr media
Self indulgent drawing again? Maybe ~ I love the ketchup’s t-shirt and I wanted to drawing my Sucrette with this idiot. I love his development in love live.
Have fun!🌿
191 notes · View notes
ksenoir · 4 years
Photo
Tumblr media
my little bby 
145 notes · View notes
lapacaoriginal · 5 years
Text
Same Energy
Tumblr media Tumblr media
37 notes · View notes
nikkiepou · 4 years
Photo
Tumblr media Tumblr media
Nathan summer event
My edit '' Dating surprise '' I made Nathaniel giving me red roses as a surprise
Credits to my edit @nikkiepou beemove image credit original chinomiko @chinomiko
11 notes · View notes
keosha6 · 5 years
Photo
Tumblr media
🎈✨Happy Birthday Castiel my little Air Head🎉🎊🎁
36 notes · View notes
Text
The first love is never forgotten
Finally I’m quiet. Within the walls of that university I had finally learned to know and love.
I no longer thought of him ... I no longer thought about what had happened between us. They were the pages of a book now closed.
And then, I’m about to graduate. Finally my sacrifices will be repaid ...
I'm quiet ... I was quiet ... because I never imagined seeing him again, sitting there, on that bench. Those magnetic eyes and different colors. An unmistakable style ... is there, in front of me ... and I can only feel my heart speed up.
A dry thud, the books on the ground ... a wild ride ... and then only tears, his arms and his scent ...
Tumblr media
64 notes · View notes
susanatactica · 5 years
Text
Ok but where are Hyun spoilers
68 notes · View notes
r-sweti · 5 years
Text
Tumblr media Tumblr media
Use this to show us your HSL and UL Candy evolution
I das tagged to @lizs-fictitious-life , thank you cutie (。・ω・。)
(The university version was the closest thing to what I wanted from the beginning ...)
There was a big change from my Candy from high school to college. He knew how not to depend on others and not be as insecure as before.
Although, there are things that you still like, (like the delicious desserts with beautiful decorations ❤).
With his relationship with Kentin ... well, I would not know what to say ... 😅
In one version of the story that I would like to raise, is that they are still together today, even committed to finish the careers of both. And in the other (which would be more "realistic" in the point of view of beemoov ... ( ̄~ ̄;)), they had to separate because they did not have time to spare for the other, although they remained as friends and still continue to be seen.
I do not know, more than a year since MCLU left and I'm still undecided ╥﹏╥
I tagg to: @oarsworld @lullabymichelle-blog @hanaretakahashi
5 notes · View notes
noaaaahblack · 5 years
Text
Blue Six (Capítulo I)
Hace unos meses subí el prólogo de esta historia, ni siquiera tenía título, y dije que si tenía apoyo subiría el próximo capítulo. Tuvo apoyo, pero yo tuve una mala época, de la que aún estoy levantando cabeza, y no pude continuarla tan fácilmente. Pero heme aquí.
Con el capítulo uno. Motivada. Con muchas ideas.
Estoy deseando que la leáis.
Es una versión nueva de cdmu, con un triángulo amoroso, con Sucrette como protagonista, pero con el pelo naranja y con ojos ámbares, una chica un poco diferente a la Sucrette pero dentro de su línea un poco. 
Es un triángulo amoroso entre Sucrette, Nathaniel y Castiel, mis dos chicos favoritos. No está definida la pareja, contaba con dejarlo a vuestra elección una vez que fuera subiendo y fuerais eligiendo bando según como vaya la historia. Así que, ni yo sé con quien acaba, pienso que puede ser divertido.
Obviamente va a contener spoilers de corazón de melón en la universidad, por ello, si no has visto nada de cdmu y no quieres spoilers, NO LEAS.
Espero que os guste. Os dejo para que loo leáis. No olvideis decirme que os ha parecido, dar notes y reblogs. Aprovechad también que estoy de vacaciones para mimarme y que suba pronto.
A disfrutar.
сарітʉᴌᴏ 1
ѕᴜсʀᴇᴛтᴇ
 Nos vimos por última vez un cinco de mayo hace cuatro años.
Cuando llegué a la estación de tren, él estaba allí, esperando con una sonrisa cansada y las mismas ojeras que yo portaba, probablemente, como yo, no había dormido. No nos dijimos nada, solo nos acercamos, emocionados, y nos besamos con fervor, casi desesperadamente. Durante el beso, me aupó con sus manos, haciéndome rodear sus caderas con mis piernas, acercándonos más de lo que lo habíamos estado en meses. Continuamos el beso hasta que casi no podíamos más, nuestros ojos se conectaron, diciéndonos todo, sin necesidad de palabras, lleve mis manos a sus mejillas y mi sonrisa se extendió a lo largo de la cara mientras le acariciaba.
Le había echado tanto de menos.
Ese fin de semana, que fue exageradamente corto, nos besamos como locos, enrrollado en sus sábanas, hablamos hasta que no tuvimos nada que decirnos, nos tocamos como si estuviesemos descubriéndonos por primera vez, concienzudamente, hasta que nos dormimos y hasta que llegó el nuevo día, repitiendo el proceso otra vez.
Ese fin de semana fue el último en el que fuímos felices después de que me mudase…
No volvimos a vernos más después de ese cinco de mayo, ni a besarnos, menos a decirnos te amo ni tampoco te extrañaré. Ese cinco de mayo, ese seis de mayo y ese siete de mayo, en aquel fin de semana corto, culminó nuestra felicidad como el fuego que se extinguía al verter agua encima de él.
A partir de ahí, nos peleábamos constantemente.
Cada vez que hablábamos por teléfono y él me contaba como había ido su día, como Shanon le había acompañado en su día a día, mis mis celos y la desconfianza aumentaban, mi inseguridad me rodeaba axfisiandome lentamente y le recriminaba, incluso aunque sabía que me quería a mí y no a ella, incluso aunque sus canciones solo me reflejaban a mí, tenía tanto miedo…
Las cosas habían cambiado tanto en tan solo unos meses… yo entre sus brazos, en la misma ciudad y, de repente, lejos como el invierno pesándonos en nuestras espaldas, si esto había sucedido… ¿Quién podría asegurarme que duraría para siempre su amor por mí?  
Por su parte, él guardaba el rencor de mi partida más hondo de lo que podría imaginarme, muchas veces me contestaba enfadado y luego el arrepentimiento se abría paso en su voz, pero eso no me importaba, lo entendía perfectamente porque yo sentía lo mismo que él en su momento. El rencor de mi partida no era lo único que se apretaba a su alrededor como sogas, también estaba el hecho de que  su tiempo era muy limitado, lo notaba demasiado en la forma que nuestras llamadas eran cortas y efímeras, terminando por acabar con su paciencia e irritándolo aún más. Y, por si fuera poco, aunque no lo expresaba claramente, se celaba inmensamente y se enfadaba conmigo, dejando de llamarme en largos periodos de tiempo, sin cogerme el móvil cuando yo trataba de contactarlo.
Nuestra forma de enfrontarnos a la distancia era incorrecta, y nuestra relación empezó a sentirse así también. Dejamos de comunicarnos como lo hacíamos y pasamos a guardarnos el dolor, la inseguridad y el cariño. Y como un vaso cayendo lentamente, estallando en mil pedazos rotos, nos rompimos. El seis de septiembre, tan azul como soleado, inundó la mañana de nuestra ruptura.
Un año después, me rendí.
-       Buenos días- respondí, mi voz apagada delataba todos los caminos hacia mi tristeza.
-       No parecen muy buenos- su voz al otro lado del teléfono me rompía el corazón.
Me reí, irónicamente, fue una risa real casi irónica, desganada.
La verdad de aquellas palabras aplastando la realidad, me hacía reír por lo cruel e injusta que era nuestra vida. Yo no quería hacer esto, yo no quería dejarle, no quería dar el paso, pero en mi corazón no cabía más dolor, más tristeza, más inseguridad.  
-       Tienes razón, hoy es el peor día de mi vida.
-       ¿Sabes que aún no ha empezado?
-       Y sin embargo, todo ha terminado-
El silencio empezó a crearse entre nosotros tras mis palabras.
Sabía que él lo había entendido, desde el primer momento, entendimos que, ese seis de septiembre, se quedaba grabado en nuestra memoria antes incluso de que sucediera, comprendíamos mejor que nadie que no era una llamada normal en la que discutiríamos, que este día tan azul sembraba nuestra separación y nos abría un nuevo día, que brillaba tan intensamente que molestaba.
-       Lo siento- pronuncie. –Pero no puedo más.
-       Lo sé, yo tampoco-
Y bajo el silencio y el sonido de nuestras respiraciones rotas, cerré los ojos esperando alguna palabra de su parte, pero solo silencio continuó durante cinco largos minutos.
-       Es lo mejor. Solo espero que lo entiendas.
No respondió.
Pude imaginar su rostro, cansado y con el ceño fruncido, sus puños apretándose fuertemente hasta palidecerse y podía imaginar la sensación que estaría sintiendo, derrotado en su sofá, porque en el fondo de mi mente, quería pensar que él sentía el mismo dolor que yo, aunque no podía saberlo claramente porque él no lo había pronunciado, quería pensar, con cada fibra de mi ser, que él también sentía la misma pena y tristeza por nuestra separación.
Escurriéndome por la pared, aún con el teléfono en el oído, le oí.
-       Lo sé.
No dijimos nada, otra vez, durante minutos que fueron extenuantes y torturadores, dejamos que el tiempo pasase y, por primera vez en tantos meses, no discutimos y tampoco nos gritamos reproches que dolían, debilitando el ritmo de nuestro corazón, solo hubo silencio y calma.
-       Lo siento, mucho- proferí con las lágrimas callendo silenciosamente por mis mejillas.
-       Sí.
Cortante y afilado como era él cuando quería, me contestó.
De nuevo la abrumadora esencia que nos dejaba sin palabras comenzó a apretarnos. Los minutos pasaban, nuestros pensamientos consumiéndonos, sin decirnos absolutamente nada, aún al teléfono, sin tener fuerzas para despedirnos del todo, nos quedamos allí, aferrándonos a esta última conversación, sabiendo que era nuestro final.
El silencio era lo único que había entre nosotros en aquel horriblemente cálido seis de septiembre, que se burlaba indecoroso de nuestro sufrimiento.
Y, cuando la llamada llegó a su fin, lloré un seis de septiembre más aún que en toda mi vida, desgarrándose mi corazón, poco a poco, y haciéndome pensar que mi propio fin del mundo había llegado.
Aquel estúpido seis azul, con el cielo completamente despejado, se burló una vez más de mis lágrimas mientras el calor me inundaba el cuerpo. Y, aquel seis de septiembre, que ya era un siete, Castiel me llamó, con la voz rota, completamente borracho, arrastrando sus palabras.
Suplicando como nunca había suplicado.
En la oscuridad de mi habitación, el tono de la canción que Castiel había escrito y grabado solo para mí, resonó.  Me estiré aún en el mundo de los sueños, sorprendida por escuchar su voz tan pronto, y con mis manos cansadas, agarre el móvil a duras penas, aún adormecida.
-       ¿Castiel…?
No me había atrevido aún a cambiar mi tono de llamada.
A reconocer que ya no éramos nuestros, que no éramos lo que tanto había deseado que durase por la eternidad de nuestras vidas. Sin embargo, aun a pesar de todo lo que nos había pasado, debía reconocer que no me esperaba que él me llamase, que alguien me recordaría tan pronto que esa canción tan hermosa, que me describía como su melodía perfecta, ya no fuese la indicada para mí.
-       Yo te quiero, ¿sabes?
Arrastraba sus palabras, como si estuviese borracho, con aquel tono triste y desamparado que tanto detestaba oír de sus labios.
-       ¿Qué…? No entiendo… yo pensé que…
-       Te quiero. Te quiero, te quiero tanto que duele. Te quiero.
Tragué saliva, pesadamente, incorporándome en la cama y sentándome.
Sujeté mi cabeza, con mis manos, cerrando mis ojos pesadamente mientras las lágrimas me amenazaban con desbocarse como cataratas y, esta vez, no silenciosas.
-       Castiel… por favor…
-       Ni Shanon, ni cualquier otra mujer te llegará a la suela de los zapatos. No hay nadie más, ¿sabes? Nunca podría haberlo cuando te tengo a ti… no me dejes.
-       Castiel… basta… yo…
No tenía palabras para expresar lo que estaba sintiéndo.
Yo también quería volver con él, pero nada de lo que hiciéramos cambiaría la situación. Era demasiado tarde para nosotros.
-       Nena… podemos arreglarlo- hipó. –Haré lo que quieras, cambiaré, me mudaré, lo arreglaré, pero no me dejes, no puedo sin ti- le sentí sollozar. –Haré lo que quieras, pero no me dejes, eres lo mejor que tengo, te quiero. Nunca habrá nadie que pueda hacerme cambiar mis sentimientos. Eres tú… solo tú.
Mi corazón se apretó con esas palabras, como si una bala hubiese impactado de lleno y estuviese muriendo lentamente, aquella declaración, en su momento, hubiese hecho que todo estuviera mejor, pero ahora solo era un jarro de agua caliente que escocía sobre mis heridas.
Me escurrí en la cama, a pesar de haberme sentado hacía unos segundos, acurrucándome y sintiendo como mis ojos lloraban. Inquieta y sin saber cual era la postura ante mi cansancio y el dolor de aquella llamada inesperada.
-       ¿Estás borracho?
-       ¡Qué más da! ¡Es probable que sí, pero no cambiaría nada!- su voz se entrecortó, como si contuviese su llanto silencioso. –Te quiero y necesito que lo intentemos… lo necesito.
Sus palabras me desgarraban, completamente agotada entrecerré los ojos, y opté por hablar, por decirle la verdad, lo que llevaba en el fondo de mi corazón, por ser sincera con mis sentimientos y con mis deseos, apoyando la decisión que tanto me había costado tomar.
-       Te quiero, Castiel- le dije.
-       No me dejes, por favor.
Su llanto resonaba en mi oreja cada vez más fuerte, dejando atrás la sutileza con la que había llorado anteriormente.
-       Te quiero más de lo que crees, pero nos estamos haciendo daño…
-       Sucrette, no sé que podría ser de mí sin ti, por favor, nena…
-       Te quiero, Castiel, te quiero. Pero ya no puede ser…Somos como veneno, él uno para el otro…
Nuestra llamada, no sé en que momento, terminó.
Recuerdo que me pasé el rato diciéndole que le quería, intentando tranquilizarle, dejando de lado el hecho de que estaba borracho cuando no acostumbraba a beber, solo me quedé allí, en mi cama, recordándole que, incluso si nos separábamos, no era porque no le quisiese con toda mi alma, era porque no podía más y él tampoco.
Que incluso con nuestros sentimientos, nada podría solucionarse incluso ahora.
Al despertarme, saturada al no recordar el fin de nuestra llamada en mis dolorosos recuerdos, le llamé, mientras esperaba a que me contestase, recuerdo que sentí una ansiedad palpable al coger el teléfono, asustada de que no me cogiera o, que si lo hacía, me tachase de loca mentirosa por no acordarse de nada y decirme que no le importaba y solo eran cosas de borrachos.
Después de los interminables pitidos, por fin cogió el teléfono.
-       ¡Castiel!
Atropelladamente hablé.
-       Buenos días… ¿cómo estás?- pregunté, anteponiéndome a su silencio.
-       Es otro día realmente horrible.
Miré por la ventana, los días posteriores a ese horriblemente azul seis de septiembre, serían horribles y dolorosos en cada uno de nuestros corazones, como si alguien hubiese inyectado el peor de los venenos, dejando una esencia desagradable que no tenía una cura definida.
Apreté los ojos, cerrándolos fuerte, intentando buscar las palabras adecuadas para decirle lo que sentía, armándome de valor para enfrentar sus palabras de ayer ahora que estaba sobrio, que me escuchaba y reflexionaba.
-       Yo…
-       Sé lo que vas a decirme- me interrumpió. –Y… Si, es que… tienes razón.
Sentí aquella firmeza en su voz, dura y cortante como un cuchillo.
-       Somos como el veneno, él uno para el otro, aunque nos queremos, nos destrozaremos. Lo mejor siempre ha sido eso, es hora de dejarlo marchar, es hora de olvidar, de dejar este azul seis de septiembre, atrás.
Esa fue nuestra última conversación.
Nunca pensé que volveríamos a vernos, que volveríamos a hablar, después de todo, él estaba allí, en Amoris y yo en Irlanda, completamente alejados por un océano y una diferencia de país. Por ello, me reí inmensamente cuando el destino me obligó a desplazarme, una vez más a Amoris, el lugar que había dejado hacía cuatro años, donde le había dejado a él.
En aquel vuelo había reflexionado mucho, pero no tanto como en aquella habitación en el campus que iba a pagar a partir de ahora.
Una vez que me había instalado, era más consciente de que, posiblemente, nos encontraríamos y no sabría que decirle. Cuatro largos años sin saber de él. Era un poco aterrador. ¿Debía escribirle? ¿Después de nuestra traumática separación?
Bueno, traumática quizás eran palabras mayores, pero me había afectado de sobremanera.
Tardé en recuperarme de mi decisión, me arrepentía constantemente de haberlo hecho, pero al final fue lo mejor para los dos. Incluso aunque hubiese tenido esos meses en los que dejé de salir, incluso aunque hubiera llorado todas las lágrimas de mi cuerpo y más, aunque viese como su vida seguía girando sin mí y como de nuevo tenía que intentar recomponerme en Irlanda sabiendo que era una de las causas de nuestra ruptura.  
Y míradme ahora.
Tanto tiempo después, en Amoris, en la habitación que me había tocado en el campus, sentada en el suelo con el móvil en la mano y pensando si era una buena idea escribirle sobre mi llegada a mi ex novio que tanto había amado.
Mientras mis pensamientos me invadían, los toques en la puerta me despertaron de la ensoñación en la que bailaban mis dudas. Me levanté del suelo y tiré el móvil hacia la cama. Sabía perfectamente quien estaba llamando a la puerta, así que quería centrar mi atención total en ellos.
Abri la puerta y escuché los gritos de emoción de los dos que habían sido mis mejores amigos en Amoris.
-       ¡OH DIOS MÍO!
Rosalya, quien estaba preciosa con su pelo corto y aquella madurez golpeandola por todas partes, se lanzó a mis brazos, opacando toda mi atención e impidiendome fijarme en Alexy. Correspondí a su abrazo contentísima y, cuando nos separamos, nos miramos de arriba abajo.
-       Dios santo, Rosa, maldita sea, ¡estás guapísima!
-       ¿Y tú qué? ¡Madre mía, que bombón!
-       Si sales al sol te derrites, ¿eh?- Alexy tomó la palabra.
Y ahí, mi mirada voló al peliazul.
Alexy se lanzó a mis brazos sin demorarse demasiado, me perdí en sus brazos y en aquel cariño que me profesó en tan solo los pocos segundos que me mantuvo allí, tenía lágrimas en sus ojos cuando nos separamos, se notaba la emoción y en seguida me vi contagiada al ser consciente de que volvíamos a estar allí, juntos, en nuestro último año de facultad. Iba a ser maravillosa.
-       Te echaba tanto de menos- Rosalya sonrió. –Me alegro tanto de que hayas vuelto.
-       Yo también, os echaba de menos y estoy realmente contenta de estar aquí- sonreí, haciéndome a un lado para dejarles entrar a mi cuarto. –Y más feliz estoy de que vengáis a ayudarme a ordenar mis cosas.
Ellos se echaron a reir y entraron a la habitación.
Tras servirles unas bebidas, comenzamos a desempacar cajas, Alexy y Rosa, obviamente se ocuparon de mi armario, estuvieron revisando toda mi ropa de arriba abajo, asombrándose de mi cambio de vestimenta, alabando ciertas prendas, Rosalya no paraba de recordarme mi estilo de ropa interior de antes y recalcar la diferencia del pasado y el presente.
Entre risas, mientras ordenabamos el contenido de las cajas y las maletas, empezamos a charlar sobre nuestras vidas, Alexy habló de sus antiguos ligues, mientras que Rosalya habló sobre Leigh, contaron anecdotas e hicieron preguntas sobre lo que había hecho todo este tiempo en Irlanda. Nos contamos todo de arriba abajo y, más tarde, cuando terminamos, nos sentamos en el sofá de la habitación, debajo de la futura cama de mi compañera, y comenzamos a hablar sobre una quedada con los demás para volver a vernos.
-       Podemos avisar a Priya, la vemos mucho desde que te fuiste- mencionó Rosa, con un tono lleno de reproches.
-       ¡Me parece estupendo! ¿Y quién más está por aquí? Se que Lysandro, Kentin y Armin no, pero ¿Iris, Violeta, Kim y las demás?
Sorbí de mi coca cola y les miré fijamente.
Me habían contado que Kentin estaba trabajando de adiestrador de perros en otra ciudad lejana, que al principio Alexy y él aún hablaban algo, pero que poco a poco fueron perdiendo contacto desde que se metió de lleno en su profesión, que según redes sociales tenía una novia y parecían felices, sobre Armin pues, le pilló el gusto a hackear y ahora era un cortafuegos y hacker de una empresa mundialmente conocida, que ganaba mucho dinero y que vivía en la misma ciudad de la empresa y que se pasaba el día encerrado con su ordenador y sus juegos, Alexy me contó que le visitaba en vacaciones si quería verle porque si no lo hacía no se verían nunca. Y ahí Rosalya tomó el relevo contándome sobre Lysandro, quien estaba haciendo cargo de la granja luego de la muerte de sus padres, ya que Leigh tenía su trabajo aquí y a Rosa, había optado por irse, la noticia me afectó, no solo por mi cercanía con Lysandro y la perdida de sus padres, si no por Castiel.
Castiel… un tema que quizás debía tratar con ellos…
-       Pues, no está ninguna, solo Kim y Melody, pero ya sabemos que no te llevabas muy allá con Melody porque siempre estabas con Nathaniel-
Rosalya interrumpió mis pensamientos.
-       Bueno, no es que me cayera tan mal, es solo que me molestaba su actitud celosa obsesiva solo por estar con mi mejor amigo, que por cierto, ¿qué es de él? Le he mandado un mensaje, pero no me ha contestado, de hecho, dejo de hacerlo hace dos años, quería verlo, pero a lo mejor no está por aquí. ¿Sabéis algo?
Sus rostros se turbaron, dejándome una sensación extraña en el bajo vientre, se me retorcían las tripas. ¿Qué significaba esa mirada al mencionar el nombre del que era mi mejor amigo?
Nathaniel siempre fue una de las personas más cercanas a mí, como Rosa y Alex, teníamos muchas cosas en común, siempre podía contar con él y era una persona que se amoldaba perfectamente a mí y yo a él, sin esfuerzo, siempre nos entendíamos a la perfección. Le quería muchísimo y me había dolido perder el contacto con él…
-       No creo que sea buena idea hablar de él… ha cambiado mucho, no deberías acercarte mucho, pero en fin, ya lo verás y te darás cuenta- habló Rosa.
-       Sí… bueno, no es el mismo Nathaniel que era cuando te fuiste…- dijo Alexy. –Él… es peligroso.
¿Qué demonios significaba eso?
Abrí la boca para preguntar, pero no obtuve una respuesta. Incluso aunque lo intenté desesperadamente, ninguno soltó prenda de lo que le había sucedido y, tras esas insistentes preguntas de mi parte, insistieron en que debían irse y que nos veíamos mañana en el Snake Room.
Curiosa, busqué a Nathaniel en todas las redes sociales, pero no había rastro de él en ninguna. De nuevo, volví la vista a mis mensajes y volví a escribir.
“Estoy en la ciudad, realmente quiero verte.
XXX,
Sucrette”
No me esperaba que, incluso aunque él no respondiera nunca a mi mensaje, fuese a caerme de bruces en sus brazos.
11 notes · View notes
marylusaoficial · 4 years
Photo
Tumblr media
Finally I finished the costume that was chosen by @candysweetposts​ thanks for the inspiration I loved make these clothes look cute pink lolita -Handbag -shoe -hair -shirt If you use don't forget to credit me @marylusaoficial​ Thanks !! Note: Do not edit, do not take without my credits
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
THANKS!!!!!!! KISS MARY
Tumblr media Tumblr media
credits sucrett @chinomiko​ @beemoov-blog​
51 notes · View notes
maruend · 6 years
Photo
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
MCL Sprite edit tutorial!
FINALLY! GOD DAMN IT!
I know what you’re thinking. “Wtf, you said you were going to make this a million years ago!”
Well, yeah, I know... It’s not that I forgot... It’s just that I’m a lazy bitch. Sorry, I love y’all <3
At least I did it, right?
If you have some questions you can just ask me~! I’ll try to answer them!
95 notes · View notes
heyitsmasumiendo · 6 years
Photo
Tumblr media
“You are a very special person. I hope our paths cross again sometime...”
761 notes · View notes
kuroi-shiori · 6 years
Photo
Tumblr media
this is ezra
is my “sucrette” (bc i dont fucking play mcl)
was friendzoned by lys
now she fucks rayan
and thats all 
18 notes · View notes
acuarelaaa-art · 6 years
Photo
Tumblr media
Trying new styles UwU
A little headshot for my girl, hope you like it <3 :)
22 notes · View notes