El pasado jueves 25 de Abril en los cines Verdi y en el marco del BCN Film Fest se produjo la premiere de Caída Libre, último largometraje de Laura Jou.
Este proyecto guarda un lugar muy especial en mi corazón porque me reencontré con él y con Laura tres años después de haber realizado con ella el mood tráiler para levantar la producción del proyecto, y completar el proceso haciendo la ayudantía de montaje a Guillermo de la Cal, repensando la película mano a mano con Laura, Fiona Vidal-Quadras, Belén Atienza, Sandra Hermida y Oriol Maymó ha sido una experiencia rica y emocionante. Es una película que pone el centro en los cuidados, que busca reescribir el arquetipo de la esposa despechada y contar qué emociones atraviesan el abandono de una pareja en edades consideradas no productivas para la mujer, y sobre todo es una película capitaneada por mujeres fuertes con voces claras., y ha sido un orgullo aprender de ellas.
17 de Mayo en cines. Dirigida y argumentada por Laura Jou, guión de Bernat Vilaplana y protagonizada por Belén Rueda junto a Irene Escolar, Ilay Kurelovic y Manuela Vellés.
Producida por Corte y Confección de Películas y Colosé Producciones.
Montaje de Guillermo de la Cal, ayudantía de montaje de Ove Hermida-Carro, auxiliar de montaje Joana Bertrán.
La foto captura el momento exacto en que Felix Baumgartner rompe la barrera del sonido, estableciendo un hito histórico al convertirse en la primera persona en lograrlo en caída libre durante la misión "Red Bull Stratos" el 14 de octubre de 2012. Baumgartner saltó desde una altura de 39,045 metros y alcanzó una velocidad máxima de 1,342 km/h, sin el uso de una nave espacial. Esta hazaña revolucionaria amplió nuestra comprensión de los límites humanos y proporcionó datos valiosos para la seguridad de los astronautas y el desarrollo de trajes espaciales. Imagen: Jean Pierre Tessari — view on Instagram https://ift.tt/vFY3ckt
Muriendo en una banqueta como Poe preguntándome cuándo terminará.
El dolor en mi corteza prefrontal me hace preguntarme.
¿Son las migrañas o la idiotez de la humanidad lo que me está conduciendo a velocidades suicidas a lo largo de este camino vació?
Si los terraplanistas tienen razón, conduciré directamente del caparazón de la tortuga al abismo para caer para siempre, como lo he estado haciendo desde entonces.
He escalado montañas y me arrojé a una libertad que nunca supe que estaba allí.
Pero eventualmente, alguien me recogerá y me colocará de nuevo en una jaula invisible.
Y saltaré de nuevo cuando el frío invierno de mi alma sea demasiado y el calor de una vida vacía deshilache mi suéter.
Saltaré a mi libertad, a los caminos que esperan.
Y a los mares tirados y desgarrados porque toda vida es una caída.
La única forma de ser libre es abrazar esas locas epifanías.
Lo sé, grita, grita por fin y deja de callar a escondidas.
Corre, corre sin mirar atrás, y si lo haces que sólo sea para dar las gracias por todo lo aprendido caída tras caída.
Grita, por cada vez que te han hecho de menos, por cada vez que te han humillado, no te cortes, hazlo, de una vez sin volver al punto de salida.
Grita, por cada miedo que te han impuesto, o por todos esos miedos que te has impuesto tú por no cuidarte y dejarte ahí a la deriva.
Corre, hazlo, sin prisa pero sin pausa. No dejes que te toquen de nuevo la espalda y te paren de un plumazo, porque nadie más que tú mereces ser libre y volar muy alto hasta la cima.
Grita, por esas apariencias guardadas, por todo el daño al que has sometido tu alma y acaríciala como nunca, como si fuera el último instante en disfrutarla en esencia pura y viva.
No dejes que te paren los pies, que te pongan zancadillas, que te roben los sueños y te ganen la partida.
No dejes de creer en ti, en esos sueños que tanto cuidas, en tus quimeras e ilusiones que sólo por ti siguen sin ser vencidas.
Grita cada vez que te impongan algo que no te guste, que no te respeten o te falten desmedida. No por gritar alto, sino claro ante ojos ciegos llenos de envidia.
Corre, huye de la toxicidad, de las venganzas, de todo lo negativo que te absorba un instante de tus días. Y sobre todo y ante todo, ámate como nunca por el resto de tu vida.