No eres un árbol, eres un ave. Viajar para sentirte pequeño y ver lo grande del mundo. La poesía es la única verdad. Amar, sobre todas las cosas, y sobre uno mismo. Perdonarse a uno mismo es la mayor muestra de amor propio. Abrir las alas, emprender el vuelo. Huir como método de sanación. Los corazones rotos son heridas hechas luz. Deja que te encuentre lo que tanto buscas. El amor romántico no es el único que puede romperte el corazón. Tú eres tu propio hogar. Manos y pies abrazarán mi único corazón. Aún hay tiempo, excepto cuando llevas prisa. Decirlo más que hacerlo, no sirve de mucho. El amor siempre nos salva. Después de todo, el niño interior siempre persiste. El arte es un refugio al que siempre puedes volver. Si yo fuera un ave, seguiría volando temprano hasta un cable cerquita a tu casa. La esperanza es lo único que nos queda después de que no queda más.
1555- Y tú, ¿qué edad tienes?
De las preguntas más absurdas que nos pueden hacer en la vida es qué edad tenemos. Porque no nos da ninguna pista de a quién tenemos delante. Yo la verdad es que no lo sé. Ni me importa. Porque lo importante no es cuantos años tenemos, sino en cuántos de ellos hemos vivido.
Yo prefiero decir que tengo 42 miradas en el metro que me han hecho sonreír. Tengo 2 “te quiero” suicidas que dije sabiendo que quien tenía delante no me quería a mí. También tengo 14 abrazos inolvidables, 3 de ellos irrepetibles porque quien me los dio ya no está. Tengo unos 35 “lo siento” de los cuales 8 jamás me perdonaron. Tengo 6 noches de hospital al lado de alguien que me importaba y 7 madrugadas pensando en una persona a quien no le importaba yo. Tengo unos 5.200 besos, pero solo me acuerdo de 6. Tengo 4 veranos que fueron infinitos y 3 inviernos demasiado fríos. Y solos. Y tristes. Tengo 25 noches sin dormir y algunas lágrimas gastadas en cosas que no importaban. También tengo 4 lágrimas muy amargas invertidas en algo que merecía llorar durante años. Tengo 150 carcajadas de esas que hacen que te falte el aire y 10 sonrisas por compromiso.
Tengo 9 deseos de infancia que se dan de hostias con las promesas que nunca cumplí. Tengo 3 consejos recibidos que entendí mucho tiempo después. Tengo unas 12 camas donde me acosté sin querer estar y 4 donde hubiera matado por despertar. Tengo 5 errores que volvería a cometer y 2 de los que me arrepiento mucho, aunque solo un poco. Tengo miles de cenas, pero pocas como aquellas 3. Y tengo 43 escalofríos que me han recorrido el cuerpo entero. 120 conciertos, 350 películas… y no soy capaz de contar las canciones. Tengo 31 tardes comiendo pipas en un parque viendo la vida pasar con mis amigos. Y 500 tardes más recordándolas unos años después. Tengo 5 adioses.
En dos de ellos nunca quise despedirme en realidad. Tengo tantas cosas por decir que nunca diré y tantas que me tendría que haber callado… Para quién quiera saberlo, esa es mi edad. Y no tengo ni puta idea de en cuántos años cabe eso.
Hoy he volteado al lado oscuro del corazón donde casi siempre es penumbra y no se oye ruido. El archivo muerto que lleva tu nombre ya no me hace temblar. Y qué bueno. Poco se habla de los amores que, tras la emoción, dejan recuerdos indelebles, pero que ya no duelen más. Qué bonito sonreír al recordarte pero sin afán de amar de nuevo. Agradecer, sonreír, seguir. El corazón y la luna tienen dos caras, y la que permanece en oscuridad también cuenta, porque es ahí, en los lugares inexplorables, a donde no nos hemos asomado, por decidía o por supervivencia, donde existen recuerdos intactos de ayer, y qué bien que sean heridas sanadas, cicatrices victoriosas, latidos que ya no son taquicardia, respiros suaves, señales buenas, gracias por haberte quedado ahí, me quedo con lo bonito, lo demás lo he desechado, y que tu vida sea buena...
¿Te has puesto a pensar cuál es la mejor edad del ser humano?
En este día especial me gustaría comenzar diciéndote que celebro tú vida y tus logros, tú valentía y tus temores, tus luchas, tus sentimientos, tú actitud y hasta tus partes más oscuras y ocultas.
Para mi, cumplir años representa más que solo sumar un número a la cuenta, es celebrar tú SER y todos los procesos que has tenido que llevar para estar donde te encuentras hoy.
Te considero una persona radiante, cargada de mucha magia y con un corazón puro, disfruto la experiencia que es convivirte y agradezco por permitirme acceder a un pedacito de ti. Todas las pláticas nocturnas, risas e historias están guardaditas en un lugar sumamente especial el cual solo consigues expandir más y más.
Me quedaría corto diciéndote lo importante que te has vuelto en mis días, eres toda una experiencia. Deseo sigas depositando tú confianza en mí para acumular más vivencias, más aventuras y muchas muchas dates para comer rico jajaja.
¡Hoy es tu cumpleaños! Celébralo, diviértete, ríe, has parte de esto a toda la gente que ha estado contigo y que te aprecia.
Y por favor jamás dejes de soñar y de pensar que eres capaz de todo lo que se te cruce por tu mente.
Tú eres el límite.
Te mando un beso enorme y abrazos apapachadores siempre que los necesites.
Espero que este cumpleaños sea diferente, que pueda pasar un día alegre, en su defecto entretenido. No me gusta mi cumpleaños y aunque siento que este no va a ser nada especial tengo la esperanza de que por un momento no me sienta tan indiferente por mi día.