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eurekadiario · 1 year
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Reino Unido embarga de manera provisional más bienes de España por el recorte de las renovables
La Justicia británica ha comenzado a dar los primeros pasos para embargar bienes a España para poder ejecutar uno de los laudos más conocidos por el recorte de las primas de las renovables. Se trata del caso de Antin, fondo francés que vendió sus derechos en este litigio, que logró una indemnización de 120 millones de euros por las consecuencias de la reforma eléctrica llevada a cabo en 2013.
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El Tribunal Superior de Londres ha dictado una orden provisional de embargo de un inmueble histórico propiedad del Estado español en la capital de Reino Unido, el Instituto Español Vicente Cañada Blanch, un colegio internacional que tiene como sede un antiguo convento dominico, con más de un siglo, según la resolución, con fecha del pasado 2 de agosto, a la que ha tenido acceso CincoDías.
Este centro educativo no es el único contra el que pesa una orden de embargo en Londres. La misma corte ya emitió una orden cautelar de embargo de parte de los 850 millones de euros de indemnización que la aseguradora del petrolero griego Prestige debe abonar por el hundimiento del barco en 2002 frente a las costas gallegas.
Por otro lado, el Tribunal Superior emitió el pasado mes de mayo otra orden provisional sobre el Instituto Cervantes situado en el centro de Londres, en relación al laudo dictado a favor de otro inversor renovable, Blasket Renewable Investments (caso Infrared), a quien se le reconoció el derecho a recibir una compensación de 28,2 millones de euros.
Rechazo de la inmunidad soberana
La autorización de embargo que se ha conocido este viernes tiene lugar después de que el pasado mes de mayo el juez de este mismo tribunal londinense Peter Fraser desestimara la petición España, basada en su inmunidad soberana, de anular el laudo que el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (Ciadi) -órgano dependiente del Banco Mundial- dictó en 2018 a favor de los titulares de este litigio. La decisión en contra para el estado español aún no es firme, ya que contra ella cabe recurso, si bien que abrió la puerta a iniciar los trámites de embargo.
De hecho, esta última resolución tampoco es definitiva, ya que el Tribunal Superior da dos meses de plazo a España, representada por la Abogacía del Estado, para solicitar la “modificación o anulación de esta orden”, que se ha adoptado sin darle la oportunidad de presentar alegaciones, ha admitido la corte.
La orden final de embargo se decidirá en una vista celebrada por el Tribunal de Comercio “en una fecha que se fijará no antes de los 21 días siguientes a la notificación de la orden” y “no antes de los 21 días siguientes a la expiración del plazo” dado a España para impugnar dicha resolución, según ha explicado el Tribunal Superior de Londres.
Desde 2021
España no ha pagado ninguno de los laudos que, de momento, se han dictado a favor de los inversores perjudicados por el recorte de las renovables. La Abogacía del Estado arguye que la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ha puesto límites a los arbitrajes de inversión cuando las dos partes implicadas residen en zona comunitaria; y que la Comisión Europea tiene que autorizar dicho abono tras comprobar que no se corresponde a una “ayuda ilegal de Estado”.
En el caso Antin, los trámites para bloquear cuentas y bienes del Estado español en el extranjero, a fin de salvaguardarlos para poder recibir la compensación millonaria correspondiente, se iniciaron en 2021 tras la sentencia del Tribunal Superior de Londres que confirmó el laudo del Ciadi, que condenó al Estado español a indemnizar con más de 120 millones de euros, más intereses, a los fondos oportunistas que compraron los derechos de Antin.
El fondo francés ya no tiene ningún tipo de vinculación con este litigio, si bien el pasado mes de junio volvió a mostrar sus intenciones de invertir en suelo español y, a través del vehículo GCE BidCo, lanzó una opa sobre la totalidad del capital del productor independiente de renovables Opdenergy Holding.
Con dicha sentencia vinculante, los titulares del laudo solicitaron en distintos tribunales internacionales la ejecución de la resolución arbitral. Uno de ellos fue el Tribunal Supremo de Australia, que tampoco aceptó los argumentos de los servicios jurídicos españoles sobre la inmunidad soberana para evitar pagar las indemnizaciones por el recorte de las renovables y dio luz verde a otros posibles embargos.
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afip-oficial · 8 months
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Se les avisa a los usuarios que si no están declarando la cantidad de notas que tienen por post cagaron 👍
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raplinenthusiasts · 3 months
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rules: without saying the name, post 10 gifs from your 10 favourite tv shows!
thanks @permanentreverie 💛 it was fun!
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verorodriguez · 3 months
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olee · 7 months
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La Familia De | Enzo Vogrincic
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Cuando descubres la infidelidad de tu novio, aceptas la invitación de tu amiga para pasar unas semanas en su país con su familia. Allí conoces al atractivo hermano de tu amiga, desencadenando una serie de emociones inesperadas.
Desde hace un año, la cafetería que posees en Ciudad de México ha sido tu refugio, un santuario de aromas de café y conversaciones animadas. Tu vida ha tomado un giro maravilloso desde que abriste las puertas de este lugar acogedor. No solo tienes un negocio próspero, sino que también tienes a tu lado a un novio increíble, cuyos talentos como tatuador le dan un toque de arte y rebeldía a tu vida cotidiana.
Entre el vapor de los expressos y los murmullos de los clientes habituales, siempre hay un momento especial cuando tu amiga uruguaya aparece por la puerta. Ella, con su encanto sudamericano y su energía contagiosa, es como un rayo de sol que ilumina tu día cada vez que la ves. Aunque vive en CDMX por trabajo, nunca pierde la oportunidad de visitarte en la cafetería, trayendo consigo los últimos chismes y anécdotas que hacen que la vida en la ciudad parezca aún más vibrante.
En medio de este bullicio reconfortante, te das cuenta de que no estás sola. Tu negocio florece, tu relación amorosa está en su mejor momento y tus amistades te brindan compañía y alegría. La paz y la belleza se entrelazan en tu día a día, recordándote que la vida puede ser realmente hermosa cuando tienes a las personas adecuadas a tu lado.
Sin embargo, un día decides cerrar temprano la cafetería porque no te sientes bien y tienes un fuerte dolor de cabeza. De camino a tu departamento, te sientes aún peor, como si algo estuviera terriblemente fuera de lugar. Al llegar a casa y subir las escaleras, el sonido de ruidos extraños te hace detener en seco. Escuchas un respiro profundo, quizás gemidos. Sin entender completamente lo que está sucediendo, decides apresurarte hacia tu habitación.
Al abrir la puerta, te encuentras con algo que nunca podrás borrar de tu mente: tu novio, en medio de un encuentro íntimo con otro hombre. Es una escena que nunca esperaste presenciar, y sin poder soportarlo, das media vuelta y sales corriendo, sintiendo cómo tu mundo se desmorona a tu alrededor.
Con lágrimas nublando tu vista y el corazón hecho pedazos, marcas frenéticamente el número de tu amiga en tu teléfono. "¿Dónde estás? ¡Necesito verte! Me siento horrible, mi novio… mi nov–", apenas logras articular entre sollozos.
La voz tranquila de tu amiga al otro lado de la línea te ofrece un atisbo de consuelo en medio de la devastación que te embarga. "Estoy en casa. Vení y me contás tranquila", te dice, y sus palabras se convierten en un faro de esperanza en medio de la oscuridad que te rodea. Con el corazón roto y el alma hecha trizas, te diriges hacia la casa de tu amiga, en busca de consuelo y apoyo en medio de la tormenta emocional que te consume.
Le cuentas a tu amiga todo lo que había sucedido y no puedes evitar llorar. Estás en el sofá junto a tu amiga, y te dice mientras te peina el cabello: "(Y/N), tenés que ser fuerte, yo sé que no es fácil. ¿Te acordás de Mateo? Que se fue con otra mina, pues te entiendo completamente".
Pero entre sollozos, respondes: "¡Pero en mi caso es distinto!", y lloras más fuerte, como un bebé. "Y... ahora... tú te vas para Montevideo, y... ¡yo voy a estar SOLA!", sigues elevando el tono de tu llanto. "Y no quiero verloooo, nooo, no sé cómo enfrentarloooo".
Tu amiga intenta calmar tus nervios: "Pero yo me voy solamente por tres semanas, si querés, venite conmigo, yo te pago los pasajes".
"No quiero ser un peso más", respondes entre lágrimas.
"¡Boluda! ¡Te vienes conmigo, que se joda!", te dice ella, tratando de sacarte de ese estado emocional.
"Okkkkaaaayyyy", aceptás entre sollozos, llorando como un bebé.
Llevas ya tres días encerrada en la habitación de tu mejor amiga en Montevideo, con un gatito real al que tratas como un peluche. La familia Vogrincic te han adoptado como una hija más, y su madre se ha convertido en tu proveedora oficial de café y consejos sobre el amor, lo cual agradece tu corazón roto.
En una tarde soleada, tu amiga irrumpe en la habitación como un torbellino, encontrándote en la cama con tu celular, absorta en las fotos de tu ahora ex. "¡Che, bo! Dame ese celular. No quiero verte así", ordena con un tono melodramático. "Tienes que salir de esta cueva. Mami me ha dicho que solo sales para tomar café y luego regresas aquí. ¡Ya basta! Esta noche viene mi hermano desde Nueva York, y vamos a recogerlo al aeropuerto. Tienes que venir conmigo, punto final", declara con autoridad.
Tú respondes: "Ay, déjame aquí con la gatita", y ella te corrige: "¡Esa gatita tiene nombre y es Uma!". Insistes: "Pues déjame con Uma, no quiero ir para allá".
Con un suspiro exasperado, tu amiga agarra tu brazo con determinación. "¡Sos una pelotuda! ¡Vas a venir ahora!", exclama, decidida a sacarte de tu caparazón de autocompasión y llevarte a vivir un poco la vida real, aunque sea a la fuerza.
En el auto, el padre de tu amiga está al volante, con la madre como copiloto, mientras tú y tu amiga ocupan los asientos traseros. La atmósfera está cargada de emoción, ya que toda la familia está ansiosa por recoger al tal Enzo. Por lo que has escuchado, es un actor sumamente famoso. Aunque no estás muy familiarizada con su trabajo, tu amiga siempre ha hablado con orgullo sobre él, y su entusiasmo es contagioso.
Antes de dirigirse al aeropuerto, hacen una parada en un mercado para comprar globos, flores y un cartel que dice "¡Llegó el actor de la casa!". A ti no te hacen mucha gracia las flores ni los globos, ya que te recuerdan a tu exnovio.
Al llegar al aeropuerto, tu amiga asigna tareas: "Bo, aguanta los globos; yo llevaré el cartel y mami, tú llevas las flores", dice con entusiasmo. La madre asiente y el padre, con su típico sentido del humor, pregunta: "Y yo, ¿qué llevo?". La madre, con una sonrisa, responde: "La presencia". Todos ríen un poco, preparándose para la llegada del famoso Enzo.
Justo cuando estás a punto de bostezar por el cansancio acumulado, de repente tu amiga y toda su familia irrumpen en gritos de emoción, corriendo hacia un hombre sorprendentemente guapo. Su piel canela y su cabello medio largo y desordenado lo hacen destacar en la multitud. Él también parece adormilado, llevando una maleta, hasta que se percata de su familia y se apresura hacia ellos.
La escena es conmovedora mientras se abraza profundamente con tu amiga, luego se dirige hacia su madre y ambos comienzan a llorar juntos. Por lo que tu amiga te había contado, no se habían visto durante años debido a la ocupada agenda del hermano.
Mientras esta emotiva reunión tiene lugar en el aeropuerto, tú te encuentras parada como un pingüino, sosteniendo los globos en tus manos, sin saber muy bien qué hacer en medio de tanta emoción familiar.
Ya cuendo van para el auto, tu amiga te introduce al hermano diciendo, “Enzo, esta es (Y/N) mi mejor amiga del alma, y va estar con nosotros por estas semanas” dice mientras ya se van sentando al auto, y Enzo, que al parecer se va a sentar al lado tuyo te dice, “Un placer (Y/N)”
Y así van todos contentos para la casa, para cenar, ya que la madre iba a prepara una pasta.
Al llegar a la casa, estás a punto de dirigirte directamente a la habitación para descansar un poco del viaje agotador, pero tu amiga te agarra del brazo con determinación y te dice: "¡Uh uh no! Te quedas con nosotros en la sala. Nada de cueva". Tú asientes, aceptando su decisión, y decides seguir su sugerencia.
Cuando te dispones a sentarte en el sofá de la sala, observas con curiosidad cómo las gatitas, Uma y Ada, salen de una habitación cercana. Enzo, al verlas, no puede contener su emoción y se tira al piso, hablándoles con ternura como si fueran bebés. La verdad es que Enzo se veía increíblemente adorable en ese momento, y no puedes evitar sonreír ante la escena.
Tu amiga te hace una mueca cómica, como si estuviera acostumbrada a este comportamiento de su hermano, y te dice en voz baja: "Es amante de los gatos, así que no te asustes si actúa así". Tú te ríes suavemente, encontrando la situación bastante divertida y encantadora.
Observas cómo Enzo interactúa con las gatitas, y te das cuenta de que tiene un lado dulce y tierno que no esperabas.
Después de un rato, Enzo se levanta del suelo con una sonrisa, dirigiéndose especialmente a su madre: "Ma, me voy a dar una ducha. Avísame cuando esté la cena", dice con tono amable. La madre asiente con un simple "ok", ocupada con los preparativos en la cocina.
Una vez que Enzo se retira para darse una ducha, te inclinas hacia tu amiga y le susurras en voz baja para que no te escuchen: "Oye, no me habías dicho lo guapo que es tu hermano". Ella te responde con una mueca divertida y te dice: "Te lo regalo si quieres". En un gesto juguetón, la empujas suavemente y respondes con un "ajá", aceptando el comentario con humor.
Ambas se miran y se ríen, compartiendo un momento cómplice antes de que Enzo regrese de su ducha y continúe con la cena en familia.
Después de un rato, mientras estás disfrutando de un vino con tu amiga y ayudando a preparar la mesa, Enzo hace su entrada. Viene con una cámara vintage en la mano, su cabello aún húmedo y desordenado, vistiendo una sudadera cómoda y descalzo. En general, se veía muy relajado y como en su casa; no parecía en absoluto un actor de Hollywood.
Mientras tú te sientas con tu vino en la mesa, Enzo comienza a moverse alrededor de la cocina, capturando momentos con su cámara: la madre preparando la comida, el padre cortando la carne asada, y la hermana charlando contigo. Luego, se dirige hacia las gatitas y llama a tu amiga, "Loca, ven acá, tírame una foto con Uma y Ada". Pero antes de que pueda tomar la foto, la madre interviene: "Enzo, después. Ya vamos a comer". Él asiente en respuesta.
Tú observas todo con asombro, pero al mismo tiempo, te sientes como si estuvieras presenciando algo muy familiar. Enzo se sienta nuevamente junto a ti, y de repente te toma una foto inesperadamente. Tu amiga lo regaña de inmediato, diciendo: "¡Enzo! A (Y/N) no le gusta que le tomen fotos". Con un tono suave, Enzo se disculpa: "Disculpa". Y tú respondes con amabilidad: "No te preocupes".
La atmósfera en la casa es cálida y acogedora, y te sientes cada vez más integrada en esta familia tan especial.
Después de unos 45 minutos en la mesa, todos parecían estar inmersos en sus propias conversaciones, dejándote a ti en un silencio momentáneo. Mientras tomas sorbos de tu vino, escuchas atentamente pero te sorprendes al darte cuenta de que nadie te ha dirigido la palabra en todo ese tiempo. Una sensación de soledad momentánea te envuelve, hasta que de repente, es Enzo quien rompe el silencio.
"Y tú, ¿qué haces?", pregunta Enzo, volviendo su atención hacia ti. Levantas la mirada, encontrando sus ojos, y respondes con sinceridad: "Soy dueña de una cafetería en Ciudad de México". Su expresión se ilumina con genuina admiración: "¡Guau, eso es impresionante!", responde con entusiasmo.
En ese momento, sientes una conexión especial con Enzo, como si sus palabras hubieran creado un puente entre ustedes. A pesar del bullicio de la mesa, te encuentras atrapada en su mirada, sintiendo una chispa de complicidad entre ustedes.
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papeispelajanela · 21 days
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Eu te amo em todas as estações, condições, climas. Eu te amo enquanto durmo, quando acordo e quando divago. Eu te amo hoje, amei ontem e provavelmente vou amar amanhã. Eu te amo quando meu peito dói, quando aperta e quando minha voz não sai. Eu te amo quando a voz embarga e quando não consigo parar de falar. Eu te amo quando fico vermelho: de choro ou de ódio. Eu te amo. Eu amo todas as suas células e átomos. Eu te amo de sempre a sempre.
106 notes · View notes
caostalgia · 7 months
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Pienso en como se siente el calor de tu cuerpo cuando la tristeza me embarga y solo deseo que termine el día para poder volver a sentirte porque todo duele tanto y solo encuentro consuelo en tus brazos.
— flores in caelum
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desorden-en-letras · 3 months
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En los rincones de su ser, se esconde un fuego, una llama que no se apaga, una fuerza que lo impulsa hacia adelante, en medio de esta vorágine que lo embarga. Una determinación que desafía el tiempo, un anhelo de alcanzar las estrellas, un destino escrito en las páginas del universo, donde su luz siempre destella.
Mon-espace
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iamthew0rst · 2 months
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Sua memoria me assombra, assim como um fantasma. Você aparece nos meus sonhos
Embarga minha respiração, Quando perco o sono, e passo horas com os olhos fechados vendo a sua face chorando, Sua memória esta marcada nessas paredes frias, e nas marcas que você deixou em mim.
40 notes · View notes
deepinsideyourbeing · 2 months
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Golden Slumbers - Santiago Vaca Narvaja
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+18! Sub!Santi. Begging, edging, face slapping (once), (anal) fingering, marking, (un poquito de) mommy kink, orgasm denial, overstimulation, sex toy (dildo), somnofilia (en el principio), edades no especificadas. Uso de español rioplatense.
La luz del sol filtrándose por la ventana ilumina los rulos de Santiago cayendo sobre la almohada, su rostro de expresión pacífica y también sus hombros desnudos, desprotegidos contra el frío. Tus dedos rozan su pómulo con suavidad, temiendo despertarlo, y cuando tu mano cubre su mejilla en un gesto de afecto jurás que persigue el contacto con tu palma.
Descubrís su cuerpo tirando de las mantas y sábanas lentamente: todavía está durmiendo en la misma posición en la que se encontraba cuando abandonaste la cama hace más de media hora, recostado sobre  su lado izquierdo y con las piernas flexionadas en un ángulo que, combinado con su fijación por dormir sin ropa, lo deja enteramente expuesto.
En busca de la posición ideal tu rodilla golpea la parte posterior de su muslo y él se remueve, quejándose pero todavía profundamente dormido. Masajeás su pierna de manera superficial, rozando con las yemas de tus dedos su erección matutina que descansa entre sus muslos, y ofrecés el mismo tratamiento a su trasero –donde se conservan las marcas de tus dientes-.
Procurando hacer el menor ruido posible dejás caer una generosa cantidad de lubricante sobre tus dedos índice y medio: está frío, muy frío, pero el tiempo no está precisamente de tu lado y es por eso que los guías de inmediato hacia la pequeña entrada de tu adorable novio. Rozás su agujero y suspirás cuando su cuerpo cede para permitir el paso de un dígito.
¿Cuántas veces te encargaste de destrozarlo con tus dedos y otros objetos? No estás segura y calcularlo sería una  pérdida de tiempo, pero ese es el motivo exacto por el cual te sorprende que sus paredes estén aún imposiblemente estrechas cuando succionan tu dedo con voracidad. ¿Memoria muscular? Es probable.
Igualmente sonreís con orgullo.
-¿Santi?- preguntás en voz baja luego de oírlo suspirar-. ¿Bebé?
No responde con palabras pero sí con su cuerpo, contrayéndose. Realizás pequeños movimientos ya no tan delicados con tu dedo, estimulando sus nervios de manera experta y rozando su próstata sin tener consideración por la sensibilidad que siempre lo ataca cuando lo hacés. Justo como esperabas, funciona, porque con un sonoro gemido despierta y voltea a verte.
-Buenos días, lindo- saludás-. ¿Cómo dormiste?
-Buen día- responde con voz entrecortada. Intenta continuar luego de relamer sus labios y en vez de palabras sólo puede producir gemidos, sin saber si son producto de la excitación o de la vergüenza, con sus mejillas tomando temperatura y los ojos llenándose de lágrimas por el placer que se dispara por su cuerpo, desorientándolo todavía más.
Introducís un segundo dedo y él abraza su almohada, abrumado por el repentino ardor, sujetándola como si fuera el último objeto que lo mantiene sobre la Tierra… Pero pronto se encuentra suspirando, entregándose y restando importancia a ese pasajero escozor propio de la dilatación, moviendo sus caderas provocadoramente para rogar por lo-que-sea.
-¿Sí? ¿Querés más?- preguntás con una pequeña risa.
-Por favor.
Retirás tus dedos sólo unos segundos para volver a cubrirlos con lubricante y él se queja por la sensación de vacío que lo embarga. Mueve sus muslos en busca de mayor estimulación, acción que intentás ignorar para no caer en la tentación, entre ellos su punta goteando fuera de control y haciendo brillar su piel deliciosamente. Dios, ¿por qué hace siempre lo mismo? ¿Por qué parece conocer tan bien tus puntos débiles?  
Molesta por la facilidad con la que sus acciones te afectan, volvés a penetrarlo con tus dedos y Santiago se sobresalta, ya sea por el producto frío o la fuerza repentina que empleás. De igual manera la sorpresa en su rostro muta rápidamente hasta convertirse en una expresión de pura entrega, tan hermosa que resulta imposible dejar de mirarlo.
En la habitación antes silenciosa ahora sólo se oyen su respiración cada vez más profunda, el placer en su voz ronca y el sonido húmedo de tus dedos en su interior, que está cada vez más relajado pero no deja de succionar. Sus uñas arañan peligrosamente las sábanas y sus dientes torturan de la misma manera su labio inferior cuando intenta no gemir.
-¿Tenés ensayo hoy?- preguntás con tus dedos aún enterrados en lo profundo de su cuerpo. Con tu otra mano te las ingenías para esparcir el lubricante sobre el dildo en tu arnés.
Un gesto afirmativo es lo único que recibís como respuesta: Santiago es inteligente y un ávido lector, su vocabulario es impresionante y él tan elocuente, pero ahora con sólo unas cuántas caricias lograste hacerlo perder la capacidad del habla. En su mirada podés apreciar que cualquier rastro de coherencia también comienza a abandonarlo.
Rozás su piel con la punta del dildo y él se reincorpora lo suficiente para mirar. Un suspiro un tanto grave nace y se extingue en su garganta cuando nota que se trata de su dildo favorito, con el largo y ancho perfecto y la curva que roza todos los lugares que lo hacen temblar. Se deja caer sobre la almohada cuando tus dedos lo abandonan y guiás el juguete hacia su entrada.
-Respirá- indicás.
Con un movimiento de tus caderas una parte del dildo desaparece en su interior, su entrada brillante recibiéndolo sin mucha dificultad y su respiración interrumpiéndose por la repentina sensación. Empujás más mientras acariciás la zona de sus costillas y su espalda, masajeando su piel para distraerlo cuando comenzás a moverte muy lentamente.
Sus gemidos son suaves y no dejan de resonar entre las cuatro paredes, acompañados por algún que otro quejido cuando enterrás tus uñas en su cadera, dibujando marcas de fuego. Te disculpás en voz baja y él niega, restándole importancia al asunto porque es perfectamente consciente de que no es tu culpa, simplemente no podés controlarte cuando están así.
Encontrás una posición más cómoda y establecés un ritmo ideal que provoca que tu novio derrame esos sonidos hermosos por sus labios y cantidades obscenas de líquido preseminal sobre su piel. Tomás su erección caliente y pesada para jugar con su punta rosada, tu pulgar conectado a él por un hilo brillante que eventualmente se corta.
Lo sentís palpitando en tu palma y notás que sus dedos tiran de las sábanas.
-Así te gusta, ¿no?- acentuás tus palabras con una estocada.
-Sí, sí, sí.
Te gustaría reírte de su respuesta frenética pero sabés que sería hipócrita cosiderando tu verdadero estado: el otro extremo del dildo estimula tu clítoris y la sensación se agrava cuando Santiago empuja su cadera en busca de más profundidad, provocando que un gemido te delate y llame su atención. Cuando voltea a verte sus labios entreabiertos son un reflejo de los tuyos y vuelve a empujarse contra el dildo.
-Santiago.
-Perdón- dice con la voz afectada-. Es que se siente muy bien.
Sus constantes gemidos, cada vez más descontrolados, son prueba de ello.
Deslizás una mano entre sus muslos y abrazás su pierna contra tu pecho para poder controlarlo con mayor facilidad. El ángulo de tus embestidas y la cercanía lo hacen gritar de placer, sensible y cada vez más rendido, repitiendo tu nombre hasta que la palabra se vuelve incomprensible y sin importarle que los vecinos lo escuchen.
No dejás de abusar de su interior, disfrutando sus gemidos escandalosos y recorriendo con tu mano todo su cuerpo hasta aferrarte a su cintura. Cuando te detenés para posicionarte por completo en tus rodillas, sosteniéndote con ayuda de tus brazos, Santiago protesta e intentás regañarlo por ser caprichoso.
Su perfil te hipnotiza y tropezás con tus palabras porque no podés dejar de contemplar cómo sus rulos dorados brillan bajo la luz matutina o sus pupilas dilatadas que parecen oscurecer unos cuantos tonos el color de sus ojos.
Observás sus dedos contrayéndose sobre la almohada y sabés que está muriendo por tocarse. Su miembro se mueve con cada sacudida de su cuerpo y la estimulación por sí sola no es suficiente, pero el dildo llenando su interior y masajeando sus puntos más sensibles podría ser la ayuda que necesita para alcanzar el orgasmo.
Él piensa lo contrario, evidentemente, y no resiste más que unos minutos antes de preguntar:
-¿Puedo...?
-¿Qué? Hablá.
-Tocarme.
Fingís pensarlo sólo para torturarlo y sus yemas rozan tu brazo en un débil intento de convencerte. El ceño fruncido y sus respiraciones profundas, -cuyo ritmo se esfuerza por mantener-, por no mencionar la mano que coloca peligrosamente cerca de su erección necesitada de atención, te permiten saber que su orgasmo está muy cerca.
-Tocate, dale- ordenás.
Hay lágrimas en sus ojos y caen cuando comienza a masturbarse con desesperación. Los sonidos de su humedad te desconcentran por un segundo o dos, imaginando sentir el sabor de su esencia en tu boca o sus manchas en tu piel, pero te recomponés rápidamente para continuar torturándolo.
Minutos más tarde lo escuchás sollozar y bajás la mirada. Las sábanas están manchadas por el irrefrenable goteo de su punta y él tiembla.
-No podés- advertís-. ¿Escuchaste?
Se lamenta bajo tu cuerpo, sus labios temblando y sus ojos vidriosos suplicándote. Negás.
-Por favor- insiste-. Por favor, mami.
Ahogás un gemido y apartás su mano de un golpe para remplazarla con la tuya, disimulando cuando perdés el equilibrio por un instante. Algo como un gruñido de dolor llega a tus oídos cuando con tus dedos estrangulás su base, como si se tratara de ese anillo de silicona que él tanto detesta, pero permitirle el orgasmo no está en tus planes.
Tus movimientos se apagan lentamente y Santiago permanece en silencio, frustrado y consciente de que quejarse no lo llevará a ningún lugar. Dejándose manipular cuando lo recostás sobre su espalda, te observa atentamente con sus ojos aún brillando por las lágrimas.
No deja de mirar tus pechos y tu rostro.
-Sos muy hermosa- dice con un hilo de voz.
El dulce halago contrasta con su descarada acción cuando sus piernas abrazan tu cintura. Volvés a deslizarte en su interior y te dejás caer sobre su cuerpo para besarlo, retomando el ritmo previo y golpeando con más precisión todos los lugares justos.
-Vos sos hermoso- depositás un corto beso en sus labios y te separás para poder observar sus expresiones cambiar. Cierra los ojos y separa los labios cuando tus movimientos comienzan a abrumarlo, el placer nublando su mente nuevamente y volviéndolo tan sólo un vestigio de su persona.
Balbucea y cuando busca tus manos de manera desesperada sabés que otra vez está saboreando su orgasmo. También lo delatan los músculos de su abdomen tensándose y el pequeño océano del traslúcido líquido brotando de su cuerpo. Tiembla. Mucho.
Arquea la espalda cuando tus estocadas se vuelven más rudas y profundas, sollozando y rogándote por más, por menos, por cualquier cosa que estés dispuesta a ofrecerle. Tomás su miembro y por el sonido que emite sabés que no hay manera de detenerlo.
Pero de todas formas lo hacés, porque podés... Los rápidos masajes de tu mano, combinados con los giros de tu muñeca y el dildo que no deja de estimularlo internamente, lo llevan hasta el borde en un abrir y cerrar de ojos; sin embargo, cuando pronuncia "Por favor, mami" (creyendo convencerte, seguro) de manera angustiada, parás.
-Duele- llora de manera patética-. Basta.
Golpeás su mejilla y cuando lleva una mano a su rostro para masajear su piel, intentando calmar el ardor, su mueca es casi suficiente para hacerte sentir culpa. Casi. Arañás su pecho y cuando ves la fuerza con que se muerde el labio suspirás, tentada, resistiéndote.
Cuando volvés a tocarlo sus manos intentan sujetar tu muñeca y apartarte de él simultáneamente. Con movimientos descordinados y sus ojos nublados negándose a enfocar es poco lo que puede hacer, pero su mente cada vez más lejana no es consciente de ello y no te molestás en corregirlo por su comportamiento.
Esta vez le permitís gozar de su orgasmo, intenso y desbordador. Grita y suspira, sus caderas se mueven por cuenta propia contra las tuyas para profundizar todavía más la penetración, pero el no parece procesar sus propias acciones. Su semen salpica su cuerpo, su mentón, llegando hasta tus pechos y manchando también las sábanas.
Todavía no regula su respiración cuando lo obligás a recostarse sobre su estómago y te posicionás para volver a penetrarlo. Descansás tu pecho sobre su espalda cálida con la intención de inmovilizarlo y cubrís su boca con tu mano para amortiguar sus gritos, los cuales empeorás enterrando tus dientes en la piel sensible de su hombro.
El pánico transforma su rostro y el movimiento frenético con el que movés tu cuerpo sobre el suyo, buscando desesperadamente tu orgasmo, resulta demasiado para él. Sus ojos se llenan con las pesadas lágrimas que caen y humedecen las almohadas.
Intenta hablar pero tu palma dificulta la acción y descubrís su boca.
-Es mucho, no puedo.
No te importa.
La fricción constante sobre tu clítoris es intolerable en el mejor de los sentidos y su voz suplicándote se vuelve cada vez más lejana. Tus párpados luchan por cerrarse y vos batallás para no dejarlos caer, disfrutando el ver que Santiago muerde la almohada y grita contra ella.
Tus dientes rozan su hombro, su oreja y finalmente encuentran hogar en su cuello. Dejás tu huella allí, justo como hiciste en otras partes de su cuerpo, pero la diferencia es que en este sitio todo el mundo podrá ver que te pertenece.
Santiago tiembla y no necesitás ver nada más que el dulce aleteo de sus pestañas para saber que acaba de tener un orgasmo producto de la insoportable estimulación extra.
Un ruido blanco se apodera de tu audición y reposás tu frente en su espalda mientras intentás sobrellevar tu orgasmo. Tus nervios parecen ser fuego y mientras estás esforzándote por prolongarlo repetís ciertas palabras.
-Te amo- responde Santiago con voz entrecortada y aguda-. Te amo, te amo.
Sonreís contra su piel cuando por fin procesás sus palabras, con los últimos destellos de tu clímax desvaneciéndose y amenazando con dejarte estúpida.
Tu respiración es calmada, pero tus pulsaciones todavía no disminuyen y creés oír tus latidos justo en tus oídos. Intentás ignorar la molesta sensación y besás los hombros de tu novio para distraerte.
-¿Estás bien?- pregunta.
-Un poco cansada, creo. ¿Vos estás bien?- peinás su cabello con cariño-. ¿Fue mucho?
-Estuvo perfecto- te sonríe.
Santiago no hace comentario alguno sobre el pequeño detalle de que lo estás usando como colchón, satisfecho con sentirte y brindarte un poco de estabilidad una vez terminado el acto.
Ninguno quiere separarse del otro y cuando insistis en besar su mejilla juguetonamente finge molestia. Mordés su piel sin fuerza.
-¿Me vas a seguir dejando marcas?
-Sí- contestás como si fuera obvio-. ¿Por?
-Yo también quiero marcarte.
Besas su pómulo y luego su cabello.
-Más tarde- prometés.
Él sonríe.
Luego de unos inconvenientes técnicos que retrasaron la publicación, ✨Sub!Santi✨. Un dato de color sobre esta historia es que elegí el título por las fotos que usé y después surgió la idea de la somnofilia, todo conectado sin que lo haya planeado ¿? Espero hayan disfrutado la lectura ♡
taglist: @madame-fear @creative-heart @chiquititamia @delusionalgirlplace @recaltiente @lastflowrr @llorented ♡
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versosdisonantes · 3 months
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El regalo envuelto en lo único que tengo, nada más que palabras. Lamento Nº 2
Te regalo la sinceridad con la que quise conocerte, para que nadie venga a mentirte, los años que me sobran para que en ellos descubras que como tú, nunca a nadie conocí, la experiencia para que la guardes en el cajón de lo inservible, mis horas de insomnio para que ya no te afanes y puedas dormir, te regalo los versos que ya no te dirán nada, para que veas que la magia no era mía, sino tuya. Te regalo la disonancia con la que me conociste, para que ya nadie te venga con ambigüedades, te regalo mis palabras para que sea quien sea que este contigo, las vuelva hechos, haga realidad lo que ya no podré, te regalo mi credo para que creas, aunque no sea en mí, mi fe para que confíes, aunque no sea en mí, te regalo los pedacitos de mi corazón, para que te veas en ellos, y sepas que realmente fui tan tuyo, que de verdad te pertenezco, para que hagas con ello lo que se te dé la gana. Te regalo mi pecho, como una señalética, para que la frialdad que encontraste en él, te lleve a la calidez sensata de otros brazos, te regalo mi ser apasionado para que lo taches, y ya no seas víctima de tanto amor desbordado, te regalo lo que vivimos, que si fue tan malo no quieras vivirlo nunca más, lo sublime que contigo alcance, para que si fue tan poco, lo puedas obtener a destajo en otro lado, los restos de las nubes donde camine a tu lado, los vestigios del cielo donde me llevaste. Te regalo esta tristeza que me embarga, para que la diluyas en tu risa y la dejes escurrir sin que te roce. Te regalo el principio de lo nuestro donde tanto dije no, para que ahora que es el final, no te metas más con tipos como yo, te regalo ese momento en que nos encontraríamos para abrazarnos y no soltarnos más, para que sepas que imposible nunca fue, que difícil siempre será, conmigo o sin mí, para que cuando ames a corazón lleno, nada te lo impida, para que lo feliz que fui contigo, llegue a ser verdad también en ti, que la felicidad te acorrale y nada te la quite. (Gracias por esas noches de tanta risa. Por mi parte, no te digo adiós, aquí estaré por si algún día necesitas. Solo, dejo de insistir. )
Alejandro.
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entrehistoriasvivimos · 4 months
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¿Y si se me va todo el amor? Nunca pensé que llegarías a gustarme tanto, y jamás pasó por mi mente estar sonriendo como idiota cada vez que me escribes. Pero aquí estamos: yo, que juraba no enamorarme, y tú, que no quieres enamorarte nunca más. Una mala dupla, lo sé, pero aquí estamos sintiendo algo cada vez más fuerte. Quizás no es amor, cariño me asusta; pero lo que estoy sintiendo me asusta.Puede que no lo sepas, pero si llego a enamorarme de ti, estaré muy jodida. Y si te vas de mi vida y te llevarás todo el amor que aún hay en ella.
Me encuentro en este dilema, entre dejarme llevar por estos sentimientos o protegerme de un posible dolor. Cada día que pasa, me veo más atrapada en este torbellino de emociones, sintiendo algo que crece dentro de mí, algo que ni siquiera puedo controlar.
No sé qué nos depara el futuro, y esa incertidumbre me tiene en vigilia. Pero no puedo evitar preguntarme si valdrá la pena arriesgarme, si este cariño que siento puede transformarse en algo más, o si simplemente desaparecerá con el tiempo.
Por ahora, solo quiero que sepas lo importante que te has vuelto para mí. Aunque el miedo me embarga, también hay una parte de mí que desea seguir adelante y descubrir qué puede pasar entre nosotros.
Tumblr media
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alquimistaliteraria · 3 months
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Deseo conocerte lentamente.
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28 de junio 2024
-Carta abierta-
Desde el momento en que nuestros destinos se entrelazaron en el infinito universo, mi corazón no ha dejado de latir con la emoción de ansias por conocerte en cada detalle, desde lo más sencillo hasta lo más profundo de tu ser.
Me embarga la curiosidad por descubrir cuál es tu lugar favorito, ese que te reconforta el alma. Quiero saber qué aroma despierta tus memorias más dulces y qué sabores dibujan sonrisas en tu rostro. ¿Qué canción acaricia delicadamente tus recuerdos más profundos? Explorar esos rincones de tu memoria y navegar por un mar de emociones donde las olas de tu ser me guían hacia la orilla de tu esencia verdadera.
Descubrir cada faceta de tu ser, desde los destellos de luz en tus ojos hasta los susurros de tus silencios. ¿Cuál es tu anhelo más profundo, aquel que lleva consigo la semilla de lo que deseas construir?
Anhelo ser tu confidente en los momentos de tristeza, ¿Prefieres el silencio de tu espacio solitario o buscas el consuelo en la calidez de la compañía? Quiero aprender a entenderte incluso en tus momentos más difíciles. En cada lágrima que se desliza por tu mejilla, deseo ser el pañuelo que sostiene tus penas, ser el faro que ilumine tus noches más oscuras, el refugio donde tus miedos se desvanecen en la luz de la complicidad y el espejo que refleje la belleza de tu ser auténtico.
Envolverte en abrazos que calmen el caos de tu corazón, ya sea con la fuerza que sostiene el mundo o con la suavidad que acaricia las almas. ¿Cuál es el abrazo que te reconforta en la vulnerabilidad de tus emociones?
Deseo conocer cada rincón de tu ser, saber dónde residen tus heridas más profundas para cuidarte con ternura y respeto. Deseo explorar cada estrella que brilla en tu cielo interior, saber dónde brillas con intensidad y dónde necesitas la suavidad de mi caricia.
Y si se da, explorar juntas los caminos del amor es mi mayor anhelo, descifrar cuál es tu lenguaje secreto, aprender el idioma de tu corazón, fluir en la melodía de tus latidos y aprender a expresar mis sentimientos de la manera que más te haga sentir amada para construir un puente que nos una más allá de lo superficial, donde nuestras almas danzan al compás del amor más puro y sincero.
Con infinito anhelo de conocerte y que me conozcas para lograr descubrirnos y saber si somos quienes tanto habíamos esperado.
By, Yls.
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neuroconflictos · 1 year
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La quiero en mi día a día, pero cuando realmente la necesito es por las noches.
Es allí que embarga la melancolía.
Peregrino:
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verso-abstracto · 3 months
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Un Poco de Amor
No me has dejado, es mentira.
No quieres irte ni despedirte.
Tus ojos aún brillan al verme, me buscan en cada habitación en que entran y no me dejan escapar cuando logran verme.
No, tú no quieres alejarme, solo buscas deshacerte de la incontrolable sensación de emoción que te embarga de repente al pensar en mí, al sentirme cerca, cuando me tocas, cuando me besas.
Lo entiendo, porque yo también sufro lo mismo. La diferencia es que yo no tengo miedo.
¿Por qué habría de tenerlo?
Si todo esto no me ha brindado más que paz, emoción, calidez, amor.
La vida, hasta el momento, no tiene días suficientes para el arrepentimiento, así es que prefiero evitar aquello y ser sincero contigo aceptando que te quiero, que te anhelo y que te pienso cada día desde que apareciste en mi vida.
Espero no haberte asustado con mi honesta confesión y te atrevas a probar conmigo un poco de amor.
Little Moon
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corazondemusa · 11 months
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Siento tus pensamientos vagar por mi piel, el hambre que en tu boca ronda, y el fuego que en tu sacro canta. Mi deseo sube cual marea cuando el tuyo llama y baña mis playas. Eres el escalofrío que me recorre, la dureza de mis montes, el jadeo en mi garganta, la hoguera en mi piel, la locura que me embarga al cerrar los ojos y deshacerme de placer.
e.v.e.
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